Está en la página 1de 43

~ . . . .. :·.. ;. :; \ .

CAPITULO 1I

·: ALGUNOS PROBLEMAS
DE .LA TEORIA ADMINISTRATIVA

Dado que el presente volumen se aparra bastante de la presenta·


ción habitual de los «principios de administración», 1, quizá debería
expli~ de algún modo esta desviación, describiendo los defectos de
la teoóa actual que me obligan a ella.
j:l presente capítulo acometerá, en primer fugar, un examen crí-
tico de los uprincipiosD, y luego intentará eXJ;lliéar cómo puede cons-
truirse una teoría sólida del comportamiento administrativo. Estable-
cerá, pues, los cimientos metodológicos de los capítulos posteriores.
· Un defecto íatal .de los actuales principios administrativos es que,
Jo mismo que los proverbi.os, ~gen por parejas. Para casi todos los
principios se puede encontrar otro principio contradictorio, igualmente
plausible y aceptable. No existe nada en la teoría que indique cuál
es el que se debe aplicar, a pesar de que los dos principios del par
lleven a recomendaqon~s . organizativas exactamente opuestas. Es pre-
ciso examinar brevemente al!rulloS de los principios más importantes,
si queremos justifi.car esta crítica.

ALGUNOS PRINCIPIOS ADMINISTRATIVOS ACEPTADOS.-.s--

Entre los 11principios» más comunes que aparecen en la literatura


administrativa tenemos :
l. La eficiencia administrativa se incrementa con la especialización
de tareas entre los elementos del grupo.
2. La eficiencia. ,administrativa se incrementa disponiendo los
miembros del grupo e¡;t una ~arquía determinada de autoridad. ·
3. La. eficiencia administrativa se incrementa reduciendo efar'cance
del ..control._ en. un punto cualquiera de la jerarquía, a un número
pequeño. ·
· 4. La eficiencia adJ:Pinistrativa se incrementa agrupando a los tra-
1 .S i · se qui~re una 'expo~ición sistemática de los <principios• corrientemente
áceptados, véase ·o p. · Cit.' de GVLICK y URWICK, o The Elements of Administra-
=
tion, de L. URWICK (Nueva. York; Harper and Brothers, 1945).
21
.ALGUNOS PRINCIPIOS ADMINISmATIVOS, ,CEPTADOS 23
22 ll: ALGUNOS PROBLEMAS DE LA TEORIA ADMINlSTRATIVA

su ambigüedad fundamental: <<La eficiencia administrativa se aumenta


bajadores, para su control, de acuerdo con: a) la ~alidad, b) el pro- por medio de una especialización de tareas dentro del grupo, realizada
ceso. e) la clientela, 0 d) el lugar. (Esto es, en realidad, una elabora- de modo que lleve a una mayor eficiencia.»
ción del primer principio, pero merece. un examen ~eparado.) Más adelante acometeremos una exposición más profunda acerca de
Como estos principios parecen relat:J.vamente sencillos y clarc-s, pu~­ la elección entre bases competidoras de especialización, pero tenemos
de creerse que su aplicación a los proble_m_~s ~ncretos de la ~rgaru­ que posponerlas momentáneamente hasta que examinemos otros dos
zacióo administrativa carece de toda .ambtguedad Y que su ·validez ~ principios administrativos.
avendrá fácilmente a la prueba empírica. Sin embargo, no parece ser as1.
-z {} nidad de mando
J. Especialización Se supone que la eficiencia administrativa mejora disponiendo a los
Se supone que la eficiencia administrativa aup1enta con el incremen- miembros de la organización en una determinada jerarquía de autori-
to de la especialización. Pero ¿se propone esto dar a entender que cual- dad con objeto de conservar la «unidad de mando1>.
quier aumento en_ la especialización in_crementará la efi:ien~~a '? Si es El análisis de este «principio» exige una clara comprensión de lo
así, ¿cuál de las dos siguientes alternabvas supone la aphcacwn correc- que se entiende por el vocablo «autoridad11. Puede afirmarse que un
ta del principio? subordinado acepta la autoridad siempre que consiente que su compor-
tamiento sea guiado por una decisión tomada por otra persona, con
A) Es. necesario JlOMr en marcha un plan sanitario por el e~~ se asi_g- independencia de su propio juicio acerca de los méritos de dicha deci-
narán enfermer as a los dis·tritos para que realicen, dentro .de lo~ llllsmos, todo sión. En cierto sentido, el principio de unidad de mando, como el prin-
et trabajo de asistencia, ic.cluidos exámenes escolares, visitas a los ho,gares
de los niños en edad escolar y cuidado de los tuóerculo~os. ·
cipio de especialización, no puede ser violado ; porque es físicamente
B) Es necesario poner en marcha un plan funcional s:u:lltaric p~r. el imposible que un hombre obedezca dos órdenes contradictorias. Si la
cual se asignarán diferent es enfenueras a los exámenes escolares, a l~s v¡s¡tas unidad de mando es un principio administrativo, es de presumir que
a las casas de los niños en edad escolar y . al cuidado de lo~ tubercw osos. El afirma algo más que esta imposibilidad física. Quizá lo que afirma sea
método actu;¡l ce asistencia generalizada por distritos imp_i?~ el !:l~a.-rollo de
que es indese¡tble situar a un miembro de una organización de manera
la especia Uzación en los tres programas, que san muy diversos.*'
que reciba órCle~s de más de un superior. Este es, evidentemente, el
}\m.bns disposiciones administrativas satisface-o ·las exige.úci~s de· la sentido que da Gulick al principio cuando dice :
especialización : la primera ofrece la especi~ac!<J~ por l_oca~d~d;. ~a No debemos perder de vista el significado de este principio en el proceso
segunda, la especialización por funciones. El pnnc1pm de ~Sp!7ClalizaClOD de coordinación y de organización. Resulta con frecuencia tentador, al cons-
no nos ayuda en absoluto a -:legjr entre estas dos alternativas . truir una estructura de coordinación, establecer más de un jefe para un hom-
bre ocupado en un trabajo que tiene más de una relación. Hasta un
Se diría que la sencillez del principio de especialización ~s una sen_-
gran filósofo de la dirección, como Taylor, cayó en este error al establecer
cillez enoañosa una sencillez que oculta ambigüedades· fundamentales. capataces diferentes para ocuparse de la maquinaria, de los materiales, de la
Porque 1~ ctes;ecialización-» no es u!!a condición de la administración velocidad, etc., cada uno con facultad de dar órdenes directamente al obrero.
eficiente : es w~a característica inevitable de todo esfuerzo de grupo, El adherirse rígidamente al principio de unidad de mando puede conducir a
cualquiera que sea ie. eficiencia que ese esfuerzo pueda tener. La 7spe- estos absurdos; no tienen, sin embargo, importancia comparados con la cer-
teza de confusión, ineficiencia e irresponsabilidad que surge de la violación
cialización significa s:imptemente que diferentes personas están realizan- del principio 2,
do cosas distintas · y dado qu e es físicamente imposib~e qne _dós pe.rso-·
nas real,iceu la misma cosa, en el mismo lugar y al llllSmO uempo, dos Desde luego, el principio de unidad de mando, interpretado de esta
personas están haciendo siempre cosas distintas. ." forma, no puede ser criticado por falta de claridad o por ambigüedad.
Por eso, el verdadero p~~~inistrati~ no ~~el de <~es~c¡a­ La definición de «autoridad», que hemos dado anteriormente, propor-
lizaru, sino .~U!e ~pecializar d_!L}!.~aner~ d~t~~~~ Y -~gmendo 2 L. ÜULICK: «Notes on the Theory of Organization,, en la op. cit. de GULICK
determinadas lineas que conduruán a la efiC1enc1a cidaumstrabva . .~ero, y URWICK, pág. 9.
· al expresar así este aprincipiO» de administración, queda al d~cub1e~to
24 U: ALG1JNOS PROBLEMAS DE LA TEOJUA ADMINISTRATIVA ALGUNOS , PRINCIPIOS ADMJNISTRATIVOS ACEPfADOS

ciona una prueba clara de si, en cualquier situación concreta, se ob~r­ viese convenido de una manera general y se hubiese "demostrado gene-
va el principio. Ej.J!e.rda.d.em...rlefecto de este principio es que res~lta m- ralmente que qebe preservarse la unidad de mando en todos los casos.
compatible con el de especialización. Uno de los empleos más Im~o~­ incluso con una pérdida de pericia-, se podóa afirmar que, en case>
tantes de la autoridad en la organización es el de aplicar la especiali- de conflicto entre lbs dos principios. debe prevalecer el de la unidad
zación a la tarea de tomar decisiones, de manera que cada decisión se de mando. Pero la cuestión está lejos de ser clara y pueden alinearse
tome en el punto de la organización en que puede hacerse con la má• expertos a uno y otro lado de la controversia. En favor de la unidad
xima pericia. Como consecuencia, el empleo de la autoridad permite de mando pueden citarse las afirmaciones de Gulick y de otros~. En
un mayor grado de habilidad en la toma de decisiones que la que sería favor de la especialización puede citarse la teoría de Tavlor acerca de
posible si cada empleado operativo tuviese que llegar por sí mis¡no a la supervisión funcional, o las ideas de MacM:ahon y de· MiTiett acerca
todas las decisiones sobre las cuales se afirma su actividad. El bombero de la «Supervisión dual» y la práctica de la supervisión técnica en la
00 decide si tiene que emplear una manguera de dos pulgadas o un ex- organización militar s.
tintor; son sus jefes quienes lo deciden por él y le comunican la de- Quizá:-t;omo afirma Gulick, sea un «errorD la noción de Taylor
cisión en forma de orden. Y de los demás. Si es así, jamás se ha demostrado o publicado la prueba
Sin embargo, si se observa la unidad de mando, en el sentido de de que se trata de un error, aparte de flojos argumentos heurísticos,
Gulick, las decisiones que toma una persona situada en cualquier punto como el que hemos citado anteriormente. Queda la elección entre teóricos
de la jerarquía administrativa se hallan sujetas a la influencia de un de la adntinistración igualmente eminentes, careciendo de una base
solo canal de autoridad ; y si sus decisiones son de tal género que exige clara para realizar esa elección.
pericia en más de un campo del conocimiento, entonces es preciso con- La práctica administrativa real parece indicar que se concede a la
tar con los servicios consultivos e informativos que suministren aque- especialización un amplio margen de prioridad sobre la unidad de
llas premisas que se hallan en un terreno no reconocido por el sistema m~ndo. En realidad, no es ir demasiado lejos afirmar que la . unidad
.ie especialización de la organización. Por ejemplo, si un contable de · de mando, en el sentido que le da Gulick, no ba existido nunca en
un departamento escolar está subordinado a un educador y se observa ninguna organización administrativa. Si un empleado de la plantilla
la unidad de .mando. el departamento de finanzas no puede darle órde- ejecutiva acepta las disposiciones del departamento de contabilidad en
nes directas en lo referente a los aspectos técnico y conta~le de su tra- relación con el procedimiento a segwr para efectuar una dema~da
bajo. De igual manera. el director de los vehículos a motor del depar- ¿puede decirse que•. en esta esfera, no está sujeto a la autoridad deÍ·
tamento de obras públicas no podrá dar órdenes directas sobre el ctÚ· departamento contable? La autoridad, en toda situación administrativa
dado del eqtripo de motores. al conductor de uo coche de bomberos 3• real, se encuentra dividida por zonas. y para sostener que esta división
Gulic ·, en la declaración que hemos citado, señala claramente las di- no contradice al principio de unidad de mando, se precisa una defi-
ficultades que han de afrentarse si no se observa la unidad de mando. nición de «autoridad» muy distinta de 1a empleada aquí. Este some-
Es casi seguro que se produzca cierta irresponsabilidad y confusión. timiento del empleado ejecutivo al departamento de contabilidad no se
Pero es posible que esta no sea un precio demasiado grande por la ~a­ clif~rencia, en principio, de la recomendacion de Taylor de que los-
yor destreza que puede aplicarse a la~ decisiones. Lo que s~ necesita obreros estén sujetos a · un capataz en materia de programación der
para resolver el problema es un principio de administración que per- . trabajo y a otro en relación con el funcionamiento de las máquinas.
mita medir las ven tajas relativas de las dos formas de acción. Ahora Quizá el principio de la unidad de mando sea más defendible si se-
bien: ni el principio de unidad de ·mando ni el de especialización ayu- 4
~Notes on tbe Theory of Organizaüon., de Guucx, pág. 9 · lntroductian
dan a resolver la controversia. Simplemente se contradicen el uno al to _the Study of Public Administra/ion. de L. D . W.Iiim (Nueva' York: Mac~
otro, sin señalar ningún procedimiento para resolver la contradicción. Millan Company, 1939), pág. 45.
5
Si se tratase s1mplemente de una controversia académica-si estu- F'REo.ERrc W. TAYLOR: Shop Monagement (Nueva York: Harper Bros.•
1911), pág. 99; MACMABoN, MtLLETT y ÜGDEN: Tire Adminiscration of Federar
Work R elief JCiucago_a Pubtic ~dministration Service, 1941), págs. 265-68, y
3 HERBERT A. SIMON trata est~ punto en •Decision-making and Administra- L. URWICK~ que descnbe las c:ostumbres del Ejército británico eo •Organization•
tive Organization», Public Administration Review, 4:20·21 (invierno de 1944). · as a Technical Problean , Oulick. y Urwick, eds., op. dt. , Págs. 67·69.
26 11: ALGUNOS PROBLEMAS DE LA TEORIA ADMINISTRATIVA ALGUNOS PRINCIPIOS ADMINISTRATIVOS ACEPTADOS 27

reduce a lo siguiente: En caso de que dos órdenes entren en.conflicto, , Este último ?roverbio_ ~s u~o de los criterios fundamentales que
débe existir una persona determinada y única a la que el sub.ordinado g~m_n a los anabstas adm1mstrat1vos en la simplificación de los proce-
·Obedezca, y solo deben aplicarse las sanciones para obligar al subordi- dimientos. Sin embargo, los resultados a que lleva este principio se
nado a obedecer a esa única persona. encu_entran en muchas ocasiones en contradicción directa con las exi-
Pero si el principio de unidad de mando resulta más defendible gencra.> del principio de alcance del control, del principio de unidad de
cuando se expresa de esta forma limitada, también resuelve menor mando Y del princip_io de especialización. Nos ocupamos aquí del pri-
cantidád de problemas. En primer lugar, ya no requiere una jerarquía mero de estos c~n~ctos. Como ilustración de su dificultad, presenta-
única de autoridad, como no sea para arreglar co:dlictos de autoridad. remos dos propos1cton_es alternativas para la organización de un pequeño
Por consiguiente. deja si:n resolver la muy importante cuestión de departamento de samdad; una, basada en la restricción del alcance
cómo ha de hacerse para que la autoridad quede dividida en zonas del. control; la otra, eiJ. la limitación del número de niveles organi-
.dentro de una organización determinada (es decir, los sistemas de espe- zatrvos:.
cialización), y a través de qué canales debe ser ejercida. Por último,
. A). La organización actual del departamento sobrecarga el trabajo- adrni-
incluso este concepto mis estrecho de la unidad de mando choca con mstratlvo del o~cial de Sa.nidad, debido a que los once empleados del
el principio de especialización, porque siempre que surge una desave- departamento le mforman drrectamente y, además, a que una parte del per-
nencia y los miembros de la organización revierten a las líneas forma- sonal carece del entrenamiento técnico adecuado. Como consecuencia los
les de autoridad, únicamente los tipos de especialización que están trata~ient?s clínic~~ de las enfermedades venéreas y otros detalles e~igen
una mdebida atencwn personal del oficial de Sanidad.
representados en la jerarquía de autoridad pueden influir en la decisión.
Se ha recomendado previamente que t;l oficial médico propuesto se haga
Si el jefe de entrenamiento de una ciudad ejerce únicamente una super- carg~ de las enfermedades venéreas, de las clínicas de las enfermedades
visión funcional sobre el jefe de entrenamiento de la Policía, en caso torácicas Y de todo el trabajo de higiene infantil. Se recomienda además
.de desacuerdo con el jefe de policía el conocimiento especializado de que uno de ~o.s inspector~s sea designado inspector jefe, encom~ndándol~
los problemas de esta determinará el resultado, en tanto que el conoci- todas las actividades de mspección del departamento, y que una de las
enf~rmeras sea _nombrada enfermera jefe. Esto ·relevará al comisario de
miento especializado de los problemas de entrenamiento quedará subor- Sa:udad ~e considerables det~es. y le dejará en mayor libertad para planear
dinado o ignorado. Que esto ocurre realmente lo demuestra la frustra- Y s~pe:visar el p~ograma samtano en conjunto, llevar adelante la educación
·ción, tan comúnmente expresada por los supervisores funcionales, en samtana Y coordmar el trabajo del departamento con el de otros or<>anis-
cuanto a su falta de autoridad para aplicar sanciones. mos de_ la comuni~ad. Organizando_ de esta forma el departamento, ;odría
aument"rse sustancialmente la eficacia de todos los empleados.
Alcance del control B) ~a organización actual ~el depar~amento lleva a la ineficiencia y a
u~ ~xcesivo p~peleo, porque existe un mvel supervisor innecesario entre el
Se supone que la eficiencia administrativa mejora limitando el número oflCial de Samdad y los empleados operativos, y porque cuatro, de los doce
de subordinados que informan directamente a cada uno de un pequeño e~pleados, que se encuent:a~ m~jor entrenados técnicamente se ocupan en
número de administradores, digamos, a seis. E.sta idea de que ((el alcance g,~ parte de ~eberes a?m1mstrat1vos «Superiores». En consecuencia, se pro-

.del control» debe ser muy limitado se afirma confiadamente como un du.en retrasos mnecesanos para conseguir la aprobación del oficial de Sani-
dad en l~s asuntos que reclaman su atención, y son demasiados los asuntos
tercer principio incontrovertible de administración. Los argumentos co- que reqmeren una revisión tras otra.
rrientes de sentido común, encaminados a restringir el alcance del control, Debe , d~jarse al oficial médico a cargo de las enfermedades venéreas
resultan familiares y no es necesario repetirlos aquí. Lo que ya no es de las chmcas ?e enfermeda~~s torácicas y de la higiene infantil. Sin em~
conocido de manera tan general es la posibilidad de afirmar un proverbio bargo,_ se recormenda la abolición de los cargos de inspector-jefe y de enfer-
m~ra ¡efe Y ~ue los. empleacos que ahora ocupan esas posiciones se hagan
.contradictorio de administración que, aunque no tan familiar como
i:a.go de la mspección regular y de las obligaciones del cuidado do en-
el principio de alcance del control, puede ser apoyado con argumentos de fermos. ~
igual plausibilidad. El proverbio en cuestión es el sigwente: _ De los detalles de planificación del trabajo que ahora realizan estos
La eficiencia ejecutiva mejora reduciendo al mínimo el número de dos em?leados puede cuidarse con mayor economía el secretario del oficial
niveles organizativos por los que tiene que pasar un asunto antes de ~e Sa~Idad y, dado q~e las cuestiones más amplias de política han reque-
ndo siempre la atención personal del oficial de Sanidad la abolición de
ser resuelto. es ·'os dos carg os erImmara
. . un paso totalmente innecesario' en la revisión,
ALGUNOS PRINCIPIOS ADMINIS'IRATIVOS ACEPTADOS 29
28 II: ALGUNOS PROBLE:WLAS DE LA TEORIA ADMINISTRATIVA

permitirá la expansión de l os servicios de i.nspecció¡~_ y de e.nf~rmeria. Y .la zación que compiten entre sí, de manera que en algún punto dado de
iniciación, por lo menos, del programa .recomendado de ed.ucacJón .s~tana. la división es necesario sacrificar las ventajas de tres de ellas para
El número de personas que informan direct.a.mente ~ ofiCJ.al de S~dad se conservar las ventajas de la cuarta. Por ejemplo, si los departamentos
elevará hasta n ueve; pero como son poeos los asuntos que ~eqmereo la principales de una· ciudad están organizados sobre la base de la
coordinación de estos empleados, fuera de los planes de traba¡o Y de las
cuestiones de política .a que nos hemos referido, este caD1bio no aumentará finalidad, síguese de ello que todos los médicos, los abogados, los
materialmente el peso de su traba.io. ingenieros, los estadísticos, no habrán sido situados en un solo depar-
tamento, compuesto exclusivamente de miembros de su profesión, sino
El dilema es este : un alcance restringido del control, dentro de que serán distribuidos entre los distintos departamentos . de la ciudad
una gran organización con relaciones entre &us miembros, produce en que son necesarios sus servicios. Se perderán con ello, en parte,
inevitablemente un excesivo papeleo porque cada contacto entre los las ventajas de la organización por proceso.
miembros de la organización debe ser llevado hasta un superior común. Pueden recobrarse algunas de estas ventajas organizando sobre la
Esto traerá como consecuencia, si .la .organización tiene alguJ1a exten- base del proceso, dentro de los departamentos más importantes. Así
sión, que tales asuntos tengan que atravesar, en sentido ascendente, puede existir una oficina de ingeniería dentro del departamento de
varios niveles de autoridad para ser decididos, y luego en sentido des- obras públicas, y el comité de educación puede tener un servicio de
cendente, en forma de órdenes e instrucciones ; un proceso embarazoso sanidad escolar como una división importante de su trabajo. De manera
y que consume tiempo. similar, dentro de las unidades más pequeñas, puede existir una divi-
La alternativa consiste en aumentar el número de personas que se sión por área o por clientela; ejemplo, un departamento contra incen-
encuentran bajo el mando de cada jefe, de manera que la pirámide dios tendrá distribuidas por la ciudad varias compañías, en tanto que
llegue con mayor rapidez a su cúspide, interponiéndose un número una oficina de bienestar tendrá, situados en distintos lugares, despachos
menor de niveles. Pero también esto presenta una dificultad, ya que el para hacerse cargo de los casos de emeregencia. Sin embargo, digamos
control de un jefe que se ve obligado a supervisar a un número exce- de nuevo que estos tipos principales de especialización no pueden ser
sivo de empleados tiende a debilitarse 6• ' realizados simultáneamente, porque en algún punto de la organización
¿Cuál es, pues, el punto óptimo, si tanto el aumento como la deberá decidirse si la especialización en el nivel siguiente se basará en la
disminución del alcance del control tienen algunas consecuencias inde- distinción de finalidad, proceso, clientela o área.
seables? Los que proponen un alcance restringido del control han suge- Competencia entre finalidad y clientela.-El conflicto puede ilus-
rido, como números convenientes, tres, cinco y hasta once, pero no trarse mostrando de qué manera el principio de especialización según
han explicado en parte alguna el razonamiento que los llevó a elegir la finalidad conduciría a un resultado distinto de la especialización según
ese número determinado. El principio, tal como se ha enunciado, no la clientela,. en la organización de un departamento de sanidad.
arroja luz sobre esta cuestión fundamental.
A) La administración de sanidad pública consiste en las siguientes acti-
4- Organización por finalidad, por proceso, vidades para prevenir la enfermedad y para mantener condiciones de salu-
por clientela y por lugar 7 bridad: 1) estadísticas de vida; 2) higiene infantil: programas de sani-
dad prenatal, .de maternidad, postnatal, del infante, preescolar y escolar; ·
Se supone que la eficiencia administrativa se aumenta agrupando 3) control de enfermedades contagiosas; 4) inspección de la leche, de los
a los trabajadores de acuerdo con: a) la finalidad; b) el proceso; e) la alimentos y de . las drogas; 5) inspección sanitaria; 6) servicio de labora-
clientela; d) el lugar. Ahora bien: el estudio de la especialización torio ; 7) educación sanitaria.
evidencia que este principio carece de consistencia interna, ya que Uno de los obstáculos con qué tropieza el departamento de sanidad es
el de que este no ejerce control sobre la sanidad escolar, actividad que
la finalidad, el proceso, la clientela y el lugar son bases de organi-
compete al comité de educación del distrito, y existe poca o ninguna coor-·
dinación entre esta parte sumamente importante del programa de salubri-
, 6 L. lJRWICK ( op. cit., págs. 52-54) da una justificación típica para li1nitar
dad general y el resto del programa, que es administrado por la unidad sa-
el alcance del control. . nitaria del distrito. Se recomienda que la ciudad y el distrito abran negocia-
7Véase ScHVYLER WALLACE: Federal Departmentalization (Nueva York: Co-
lumbia University Press, 1941), págs. 91-146. . 'ciones con el comité de educación para la transferencia de todo . el trabajo
30 II : ALGUNOS PROBLEMAS DE LA TEORIA ADMINISTRATIVA
ALGUNOS "PRINCIPIOS ADMINISTRATiVOS ACEPTADOS 31
de sanidad escolar, y su adecuación, por tanto, a la unidad sanitaria
conjunta. el Servicio Forestal, como una organización por finalidad (consen;ación
B) Se confía al moderno departamento escolar el cuidado de "los niños de los ~osques), por proceso (administración de los bosques). por clien-
durante casi todo el período que están ausentes del hogar paterno. Tres
responsabilidades princ(pales tiene respecto a los mismos: 1) proveer a
tela (lenado:es Y ganaderos que utilizan los bosques públicos), o por
su educación en los conocimientos y habilidades útiles, así como en el carác- l~gar (las tierras de bosque de propiedad pública). Cuando se eligen
tet; 2) prop orcionarles, fuera de las horas de clase, actividades de juego eJemplos concretos de esta clase, las líneas de demarcación entre esas
. sano; 3) cuidar de su salud y asegurarles la consecución de las tasas categorías resultan muy nebulosas y faltas de claridad .
mínimas de nutrición.
G~Iick dice: «La organización po.r la finalidad principal sirve
8
Uno de los inconvenientes con que se enfrenta el comité de la escuela
es el de que, fuera de los almuerzos escolares, no ejerce control nin- pa~a JUntar en ~n solo Y ?~an departamento a todos aquellos que tra:-
guno sobre la salud y la nutrición del niño y que existe poca o ninguna ba]an ~ara rendir un servicio deterroinado.JJ Pero ¿qué es un servicio
coordinación entre esta parte sumamente importante del programa de determ~ado? ¿Es la protección contra incendios una finalidad única
desarrollo del niño y el resto del programa, que es dirigido por el comité o. sencilla~en~':' una part~ de la finalidad de seguridad pública? ¿o es
de educación. Se recomienda que la ciudad y el distrito abran negociacio-
nes para transferir al comité de educación todo el trabajo de sanidad rela- una combmacwn d~ finah~ades en la que se incluyen la prevención y
cionado con los niños en edad escolar. la luc~a contra los I~ce~~ws? Es preciso llegar a la conclusión de que
no existe una orgamzaci?n unifuncional (de finalidad única), Depende
Vuelve a plantearse aquí el dilema de elegir entre principios admi- por completo del lenguaJe y de las técnicas lo que deba considerarse
nistrativos alternativos e igualmente plausibles. Pero no es esta la única como un~ función única 9• Si el idioma inglés dispone de un término
dificultad en el caso que nos ocupa porque un estudio más concluyente comprensiVo que ab_arque ambas subfinalidades, es natural que consi-
de la situación demuestra que existen ambigüedades fundamentales en los d~remos a las dos JUntas como una finalidad única. Si falta ese tér-
significados de los términos clave: «finalidad», «proceso», «clientela» I?mo, las dos subfinalidades se convierten, por derecho propio, en fina-
y <<lugar». hd~d~s. Por otra parte, una sola actividad puede contribuir a varios
Ambigüedades en los términos clave.~La «finalidad» puede defi~ O~Jetlvos; pero _dado que so~ _técnicamente inseparables (por· procedi-
nirse, en líneas generales, como el objetivo o fin con que se realiza una miento), se considera a la actJvidad como una sola función 0 finalidad
actividad; y el <<proceso» como un medio de cumplir una finalidad. ~1 hech~, mencionado anteriormente, de que las finalidades forman
Los «procesos», pues, ~e siguen a fin de llevar a cabo las finalidades. u~~ Jerarqma Y de que cada sub-fip.alidad contribuye· a un fin más defi-
Pero¿es posible, gene;almente, dispouer esás mismas finalidades esta- mtivo Y ge~er~l: ayuda a aclarar la relación entre finalidad y proceso.
bleciendo entre ellas una especie de jerarquía. U na mecanógrafa mueve ~<La orgamzacwn por el proceso principal-dice Gulick lO-tiende a ,
sus dedos c.on objeto de escribir a máquina; escn"be a máquina con Juntar en un solo departamento a todos aquellos que trabajan sirvién-
objeto de reproducir una carta ; reproduce una carta a fin de contes- dose de un~ d~terminada habilidad o tecnología o son miembros de
tar una solicitud . Escribir una carta es, pues, ]a finalidad de que se una determmada profesión.)) Tornemos una habilidad sencilla: la de
haya escrito a máquina, y es también el proceso por el cual se realiza escribir a ~áq_~ina. Escrib!r _a máquina es una habilidad que produce
l a finalidad de responder a una solicitud. Se sigue de ello que la misma una coordmacwn ~e moVIrnien~os musculares, de medios a fin, pero
actividad puede ser descrita como finalidad o como proceso. 1 la pro~uce a un mvel muy bajo de la jerarquía de medios a fin. El
Es fácil ilustrar esta ambigüedad en el caso de una organización contemdo de la carta mecanografiada es indiferente para la habilidad
administrativa. Una organización por finalidad es, por ejemplo, un que la produce, y que consiste simplemente en pulsar con rapidez la
departamento de sanidad concebido como una unidad cuya tarea estriba letra t o la letra a siempre que el texto lo exija.
en cuidar la salud de la comunidad; el mismo departamento, con- 8 O p. cit., pág. 21.
cebido como una unidad que se sirve de las artes médicas para llevar 9
Si es to es ~xacto, es~á . condenado a fracasar cualquier intento de demos-
a cabo su tarea, es una organización por proceso. De igual manera, trar gue d~ten:DU!adas acttv¡dades pertenecen a un único departamento porque
un departamento de educación puede ser considerado como .una o~ga- están relac10oadas con u?a úni~ ~li?ad. Véase, por ejemplo, JoHN M. GAus
Y LEON WoLcorr: Publzc Admznzstratzon and the U. S. Department of Agri-
nización por finalidad (educar) o una organización por clientela (niñ<?s); ,, cu}ture (Chicago: Public Administrative Service, 1941).
10 Op. cit., pág. 23: · . . ··· ·
32 !I: ALGUNOS PROBLEMAS DE LA TEORIA ADMINIS tRATIVA ALGUNOS . PRINCIPIOS ADMINISTRÁTIVOS ACEPTADOS
33

No existe. pues. diferencia esencial entre una << finalidad» y un 1 ficaría que la Ofic~a A incluía todos los procesos de cierta clase del
((proceso». sino solamente una distinción de grado. Un <<proceso» es Departam~to X, sm ~oer referencia a ninguna sub-finalidad, a nin-
una actividad cuya finalidad inmediata se encuentra a un nivel bajo ~- sub-area ~ sub-clientela determinada del departamento. Ahora
de la jerarquía de medios y fines. en tanto que una <<finalidad» es un bren · es concebible que una unidad determinada pueda incluir todos
conjunto de actividades cuyo valor u objetivo orientador se encuentra los ~pr~a:sos de cierta clase, _pero que estos procesos puedan relacio-
en un nivel elevado de dicha jerarquía. nar~e umcamente con determmadas sub-finalidades de 1a finalidad del
Tomemos a continuación. como bases organizativas. la «clientela» departamento. En este caso que corresponde a la unidad de sanidad
y .el alugar». Estas categorías. realmente. no se encuentran separadas d~l _departamento de _educación mencionado. la unidad resultaría espe-
·de la de finalidad. sino que son una parte de ella. Una exposición CJ~ada_ por la finalidad tanto como por e1 proceso. La unidad sani-
completa de la finalidad de un departamento contra incendios tendría tana sena.
, . en el departamento educativo• 1a um'·ca que se SlrvJese
· · d e1
que incluir el área del mismo: <<reducir las pérdidas por incendio en las arte medico (pr?ce~o) Y que se preocupara de la salud (sub-finalidad).
propiedades de 1a ciudad de X». Los objetivos de una organización FaJ.ta de crzten os de especialización .-Incluso cuando se resuelve
a dministrativa se redactan de acuerdo con el servicio que ha de pro-
porcionar y del espacio o área para el que ha de proporcionarlo. Con
., el problema ·del empleo exacto. . . de los vocablos «finalid ad ». «proceso»,
«Cli-~nte1aD Y o:área», los pnnCipws de administración no dan una orien-
el término «finalidad» se quiere aludir. generalmente. solo al primer tacJOn s~bre cuál de est~s c~atro bases competitivas de especialización
elemento; pero el segundo es un aspecto de la finalidad tan legítimo 1 debe aphcarse en ~a Sltuac16n determinada. La British Machinery of
como aquel. Claro está que el área del servicio puede ser una clien- Govern:ment C~mnuttee no te:rúa dudas acerca de esta materia. Consi-
tela específica tanto como un área geográfica. El tiempo será una ter- 1 de~ab~ 1~ , finalida~ y la clientela como las dos bases posibles de la
cera dimensión de la finalidad en el caso de un organismo que ·ttabaje
por << turnos». para suministrar un determinado servicio. en un lugar
1 or"'a~~c10n Y pon~ por completo su fe en la primera. Otros ha habido
que ruvteron la ~sma seguridad en la elección entre finalidad y pro-
determinado (o a una clientela concreta). durante un tiempo dado.
Con esta terminología la tarea siguiente es volver a considerar el
j ceso. El razonamiento que lleva a estas conclusiones inequívocas deja
algo que desear. La Machinery of Govemment Committee da este único
problema de la especialización del trabajo de una organización. No es argumento en favor de su elección:
ya legítimo hablar de una organización por «finalidad». o de una orga-
. Ahora bien: el resultado inevitable de este método de organización (p~r
nización por «proceso». de una organización por «clientela». o de una clien tela) es una tendencia h acia la administración Liliputiense Es · "bl
organización por «área». La misma unidad podría caer dentro dé cual- q ue el . serv·ICJO
. cial- d . unpost e
espe . tza o que cada Departamento tiene que prestar a la
quiera de estas cuatro categorías. según la naturaleza--de ·Ia ·unidad tOmllO-Idad S~ de un mvel tan alto, cuando su funcionamiento se limita a una
organizativa mayor de que forme parte. Una unidad que proporciona clase determmada de personas y abarca toda la variedad de previsiones para
servicios médicos y de sanidad pública a los niños en edad escolar del ellas, como c_u~ndo se concentra solo en determinado servicio, sea quienquiera
el q~e lo solictte, y va más allá del interés de ciertas clases re l~tivamente p e-
Distrito de Multnomah. podría ser considerada 1) como una organi- quenas 12.
zación por drea». si formase parte de una unidad que proporcionara
el mismo servicio al estadó de Oregón ; 2) como una organización por Lo~ en-ores que hay en este análisis son evidentes. En primer lugar
. «clientela» si formase parte de una unidad que proporcionara servicios n~ . se mrenta determinar de qué manera ha de ser reconocido un ser~
similares a niños de todas las edades; y 3) como una organización. vtc1o.. En segundo lugar. existe una suposición atrevida. que carece en
por «finalidad» o por «proceso» (resultaría imposible precisar cuál) si absoluto de pruebas· de que llila unidad de sanidad infantil. por ejem-
formase parte de un departamento de educación.
Es incorrecto decir que la Oficina A es una oficina por proceso·; análisis de ~ulick sobre ésp ecializ.ación (op. cit.. págs. 15-30). Sin embar 0 el
la afirmación correcta sería decir que la Oficina A es una oficina por ~cter r~lanvo de ~stas categorías no resulta siempre visible en este ex:rr:en
'112 que tl!S como e¡em.plos a departamentos únicos dentro de una ciudad :
proceso dentro del Departamento X 11 • Esta última afirmación signi- bf:
habitualmente de «agrupar actividades» más q'ue de «dividir el traba 'o ' 'Y
ll Debe advertirse que esta distinción está implícita en la mayoría de los J
-~-· RSepo;r of zlze !'-'fochinery of Govermenr Commilfet.! (Londres·
-·~ s tattonery Of.fice, 1918), p ág. 7. - ·
Hil
Ma
-
SZMO!-f.- 3
' -·
ALGUNO~ PRINCIPIOS ADMINISTRATIVOS ACEPTADOS 35
U: ALGUNOS PROBLEMAS DE LA TEORIA .ADMINISTRATIVA

1 das ventajas_ Y desventajas de los distintos sistemas de especiali . ,


plo, situada en un departamento de bienestar infantil, no ofrecerla ser- Y han estudr~do las condici~me,s bajo las que puede ser adopta~c~~~
vicios «de un nivel tan alto» como la misma unidad situada en un de- mayor ventaJa uno u otro srstema 14. Todo este análisr·s s h ali d
partamento de sanidad. No se explica de qué manera el traslado de · · lt'. . e are zao
a un mve eonco, .en el sentido de que no se han empleado dat
la unidad de un departamento a otro mejorana o empeoraría la ca- pdemostrar
_ la superior
, . eficacia
, . _reivindicada po-L los d'f - tes sistemas.
1 eLen _os para
iidad de su trabajo. En tercer lugar, no se ápone una base para sepa-
h elo, aunque
t · , teonco, el anahsrs carece de una - teorr'a · D·ad o que
. no se
rar los derechos competidores de finalid ::.d y de proceso ; ambos se en- 1 a cons1 rmao un armazón , comprensivo dentro d"'l ~ qu e pu d.rera tener
cuentran mezclados en el vocablo ambiguo de «servicio». No es preciSo ~gar e examen,_ el anal~sis ha tendido hacia la unilateralidad ló-
decidir aquí si el comité estuvo acertado o equivocado al hacer su re- grca que carectenza los eJemplos citados o hacia la r·ndet ermmacwn. . .,
comendación; lo importante es que la recomendación representaba una
elección, sin aparente fundamento lógico o empírico, entre principios El callejón sin salida de la teoría administrativa
contradictorios de administración. Los cuatro ~<principios _d;o administración» que expusimos al comien-
En la mayoría de las exposiciones de finalidad contra proceso pue-
zo de este caprtulo han srdo ahora sometidos al análisis crítico Nin-
cen encontrarse ejemplos aún más notables de falta de lógica. Resulta-
guno de los cuatro lo ha superado muy bien ya que d .
rían demasiado ridículas para citarlas si no fuesen comúnmente emplea- en lugar d . . . , , en ca a caso y
. , . e. u_n pnncrpro unívoco, hemos encontrado una serie de dos
das en serios debates políticos y administrativos. o mas_ pnncrpros m~tu~~nte in~o:npatibles y, en apariencia, igualmen-
Por ejemplo, ¿e:n dónde debería surgir la educación agrícola: en el Minis- te aplicables a la sltuacwn admmrstrativa. '
terio de Educación o en el de Agricultura? Depende de que deseemos que se El lector verá , ademas, · que 1as nnsmas · . ~
ObJeCiones pueden hacerse
ens.eñe el mejor sistema de cultivo, aunque posiblemente por métodos anti- a las ~cos~~mbradas discusiones sobre «centralización» frente a «des-
guos, o un estilo de cultivo anticuado de la forma más moderna y obliga-
c~~trahzaciODI>, que suelen llegar a la conclusión de que «la centraliza-
toria. La pregunta se contesta a sí misma 13.
cron d~ la .t,oma de decisiones es deseable; pero, por otro lado la des-
Pero ¿se contesta, en efecto, la pregunta a sí misma? Supongamos centrahzacwn ofrece ventajas concretas». '
que se establece una oficina de educación agrícola, encabezada, pori~ ~Puede. s~lvar~e del naufragio algo que sea útil para construir una
go por caso, por un hombre con extensa experiencia en la investigación t~?.na ~~mrmstrat~va? La verdad es que puede salvarse casi todo. La
dmculL~ ha surgrclo de tratar como <<principios de administraci, 1
r.:!a.II?~~~e ~olo criter~os si~::cio~
agrícola o como director de una escuela agr}cola, y dotada de un per-
so.::tal que cuenta con un historial similar y apropiado. ¿Qué razones que son para describir y diagnosticar
hay para creer que si se uniera al Ministerio de Educación enseñaría un nes admHliSüatlvas.
lueoo t . El espacro destinado al cuarto de aseo es, d es de
sistema de cultivo anticuado valiéndose de métodos modernos, mien- . "' , un pun o Importante en el plano de una casa bien construida .
tras que si se uniera al Ministerio de Agricultura enseñaóa un cultivo sm e~b.argo, una casa completamente diseñada con vistas a canse~
moderno valiéndose de métodos anticuados? El problema administra- un_ maxrmo de es~acio p~ra el cuarto de aseo, olvidando todos los de-
tivo do: dicha oficina consistiría en enseñar el cultivo moderno valién- mas__aspectos, sena consrderada, dicho con mesura, como algo des-
dose de métodos modernos, y resulta un poco difícil ver de qué manera ~quil!~~a~ D~ ~~ misma manera, la unidad d.~ mando, la es ecia-
a!ectaría a este resultado la situación departamental de la unidad. «La lizacwu p~r fr~a.ndad y la _des~entralizacióu son factores a consfderar
pregunta se contes.ta a sí misma» únicamente si uno tiene una fe bas- en el traz"do _ü~ u.~a orgarnZEClón administrativa eGciente, pero ninau-
tante m.ística en el poder de las modificaciones de oficina como medio · no · de 1ellos trene
ú · • Importancia
. . suficient~
· ~ pa,·a
- ", ""'.....·,· i..• G•;
• pnncrpro-guía
· · · "'
de reordenar las actividades de un organismo. meo a1 ana
· · • ..· 1lS:.a aélmrmstrativo. En el trazado de la · ·
s organ!Z2crones ad-
Estas contradicciones y conflictos han recibido atención cada rr.Jmsrranvas, como en su manera de operar, el criterio conductor ha de
vez mayor de los estudiosos de la administración durante los últimos
~4 GULICK; «Notes on the Theory of Organization» en la ob ·r d G
años. Por ejemplo, Gulick, Wallace y Benson han afirmado determina- RWICK,
yln. pa~s .. 21-3~; SCHUYLER WALLACE: op. cit.: GEORGE·¿z .S eB ULIC~
• teroal Adrmrustrat.tve Organization p bl' Ad .' · . · · ENSON
486 (otoño 1941). », u ,e mmrstratzon Review. 1 :473-•
13 SIR CHARLES HARRIS: «Decentralization», Journal of Pub/zc Administra-
tion, 3 : 117-33 (abril 1925).
1

16 1!: ALGl.iNOS PROBLEMAS I;E LA TEORIA ADMINISTRATIVA


UN ENFOQUE DE LA TEORIA ADMINISTRATIVA o
1
3'7
ser el de la eficiencia por encima de todo. Es necesario contrapesar l~s
. · 1es, de 1a -mrsma
· · que está sujeta al t~mar cada' una de ellas. Las descripciones corrientes
ventajas mutuamente mcompatlb manera que un -arqm-
t!Octo pondera las ventajas d e un espacio a c1on a1 para el. cuarto
· di · . de de las organizaciones adlllÍlriStrativas quedan muy por debajo de este
aseo frente a las ventajas de un cuarto de estar más ~pllo. nivel. En su mayor parte se limitan a la asignación de funciones y a la
· Esta posición, si es válida, constituye una a~saaon contra gran estructura formal de la a11.lorida:d. Prestan poca atención a los otros
parte de la literatura actual sobr~ temas adm!nistra:uvos. Como_demues~ tipos de influencia o:rganizativa o al sistema de co.municaci6n 15•
tran ampliamente los ejemplos Citados en ~s.e capítulo. -:na .gt~ _pa_rt ¿Qué significa. por ejemplo, deci:r: «El departll!llento está compues-
del análisis admin.iatrativo procede selecCionando un cnteno umco Y to de tres oficinas. La primera tiene la función de ... ; la segunda, la
aplicándolo a u na situación administrativa para ~ega:-- a. una recomen- función de ... , y la tercera. la función de . .. »? ¿Qué puede deducirse de
dación; mientras tanto, el hecho de que existan cntenos ¡g~-ente v~­ semejante descripción acerca de la capacidad de funcionamiento de la
lidos pero contradictorios. que pueden ser a~icados con rgual razo~ organización? Muy poco, desde luego. De esta descripción no se saca
pero con resultado distinto, se ignora conv_ementemente. ?n
~n.foqu,..'") una idea del grado de centralización de las decisiones al nivel de la
(válido del estudio de la administración eXJge que sean ~den~cados • oficina o al nivel departamental. Nd se da una idea de la extensión
\ d los criterios di~<m6sticos de importancia · que cada situaclQn ~d- f en que se ejerce realmente la autoridad (presumiblemente ilimitada) del
1o os
j . ministra . . "bl , ±ter os \
tiva se analice en relación con teda ~ sene ~OSI e o~ cr 1. ·, • departamento sobre la oficina, ni por medio de qué mecanismos. No
*' ~ y que se efectúe una investigación para detemnnar la 1mpo~tanC1a rel~ti~~ ~
} de los distintos criterios cuando, como ocurre con frecuenoa, son mutua \1
hay indicación de cómo los sistemas de comunicación ayudan a la coor-
dinación de las tres oficinas ni basta qué punto la naturaleza de su tra-
bajo requiere realmente coordinación. No se describen los tipos de en-
\mente inccmpatibles.
trenamiento que han recibido los miembros de la oficina, ni la ampli-
lJN E~'FOQUE DE LA TEORIA ADMINISTRATIVA
tud que este entrenamiento permite la descentralización al nivel de la
oficina. En resumen : una descripción de las organizaciones administra-
E s preciso considerar paso a paso este program~. En_ prirr!er l~g~, tivas en términos casi exclusivamente de funciones y de líneas de autO ·
¿qué es lo que se inch;ye en la descri~c~6n de las SltuaCiones ~dminiS: 1 ridad resulta por completo inadecuada para · los propósitos del análisis
trativas para las finalidades de tal anáhSJs? En segund~ l~gar, <.~~ ~ue 1
admmistrativo.
manera puede determinarse la importancia de los distmtos cntenos
phla dailes el lugar que les corresponde en el conjunto del cuadro? l · Consideremos el vocablo ((centralización». ¿Cómo se determina si
las operaciones de una organización están ((centralizadas» o <<descentra-

La descripción de las situaciones administrativas l lizadas»? ¿Prueba algo acerca de la descentralización el que existan
sucursales? ¿No podría tener lugar la misma descentralización en ofi-
Antes que una ciencia pueda desarrollar ~ri.u~ipios, debe . pose.e r cinas centralmente 1si:tuadas? El análisis realista de la centralización debe
conceptos. Antes de formular una ley de gravitaCión ~e preciSo dis- 1 incluir un estU+lio de la distribucién de las decisiones en la organiza-
poner de las nociones de «aceleración» y «peso». La p~nnera taren de ,'\ ción y de los métodos que emplean los nivel.es supe-rieres para inOuir ~
la teoría administrativa consiste en desarrollar una .sene de conce?tos ,_-
'_ ,;-1 en las decisiones de los niveles inferiores. Tal análisis revelarla nn cua- ..J
que le permitan describir las situacion~s ~~ministrati;~s en térmmos dro niucho más complejo del proceso decisorio que cualquier enumera-
aplicables a la teoría. Para que sean cie~tíncame_nt~ ~til~s, estos con- ción de las asignaciones geográficas de las unidades organizativas en
ceptos tienen que ser operativos;_ es dec1r, sus sigmficauos deben. co-
rresponder a hechos o situaciones empíricamente observables .. Un e¡e~­
plo de definición operativa es la que he.nos dado, en este miSmo capt-
tulo, del ·vocablo ((autoridadn. .
·Qué es una descripción científicamente apropiada de una orgam-
zaci~n? Es una descripción que, hasta donde sea posible, señale la~ de-
cisiones que toma cada persona de la organización y las influerpas a
. '-~
~-
¡j
lj
los distintos niveles. .
La descripción administrativa adolece de ordinario de superficialidad,
de exceso de simplificación, de falta de realismo. Se ha reducido dema-

_ l& Quizá la monografía dé M.o.cMAHoN, MILI.l!rr y OGDEN ( op. czt.J se apro-


X!ma, más que cualquier otro estudio administrativo publicado, a la complica,-
ción exigida en la descripción administrativa. Véase, por ejemplo, lo tratado
en las págs. 233-36 acerca de la s relaciones· entre las oficinas centrales y las
.1 sucursales.

1
UN ·ENFOQUE DE LA TEORIA ADMU<!SIRATIVA 39
38 U: ALGUNOS PROBLEMAS DE LA TEORIA ADMINISIRATIVA

1 ble hacer una lista exhaustiva de ellos, pero pueden enumerarse las
siado estrechamente el mecanismo de la autoridad y no ha conseguido
principales categorías. Quizá' el método más sencillo de estudio sea
introducir en su órbita los demás sistemas, igualmente importantes, de
considerar un solo miembro de la organización administrativa y pre-
influir en el comportamiento de la organización. Se ha negado a em-
guntarnos qué límites tiene la cantidad y la calidad de su producción.
prender la fatigosa tarea de estudiar las asignaciones reales de las fun-
En esos límites están incluidos: a) los de su capacidad para ejecutar,
ciones decisorias. Se ha dado por satisfecha con hablar de «autoridad»,
y b) los de su capacidad para tomar decisiones correctas; la organi-
«centralización», «alcance del control», «función», sin buscar las defi-
zación administrativa se acerca a su meta de alta eficiencia en la me-
niciones operativas de estos términos. Hasta que Ja descripción admi-
dida en que tales limites se amplían. Dos personas, con las mismas ca-
nistrativa no alcance un nivel superior de perfeccionamiento existen po-
pacidades, los mismos objetivos y valores, el mismo conocimiento
cas razones para esperar que se progrese rápidamente en la identifica-
y la misma información, solo pueden decidir racionalmente la misma
ción y comprobación de los principios administrativos válidos.
línea de acción. De aquí que la teoría administrativa deba i~teresarse
La diagnosis de las situaciones administrativas por los factores que determinarán con qué capacidades, valores y cono-
cimiento emprende un miembro de la organización su tarea. Estos son
Antes de hacer ninguna sugerencia positiva necesitamos divagar un
los «límites» de la racionalidad con los que tienen que entenderse los
poco, a fin de considerar más de cerca la naturaleza exacta de las pro-
principios de administración.
posiciones de la teoría administrativa. Esta se preocupa de oómo debe
El individuo está limitado, de una parte, por capacidad, hábitos y
ser construida y gobernada una organización para que cumpla eficien-
reflejos que no pertenecen ya al dominio de lo consciente. Su ejecución
temente su trabajo. Un principio fundamental de la administración, que
puede estar limitada, por ejemplo, por su destreza manual, su tiempo
se deriva casi inmediatamente del carácter racional de la «buena» ad-
de reacción o su fuerza. Sus procesos decisorios pueden estar limitados
ministración, es el de que, entre varias alter:~ativas que producen el
por la rapidez de sus procesos mentales, su capacidad en aritmética ele-
mismo gasto, debe seleccionarse siempre la que lleva al mejor curnpli-
. miento de Jos objetivos de la administración; y entre varias alternati- mental, etc. En esta área, los p~~!lcipios de administración deben guar-
vas que conducen al m.isn..>o cumplimiento debe seleccionarse la que dar relación con la fj~olog !a del cüé-rpo humano, con las leyee de b
im~Ii:=a menor gast~. pacto que este Clpriucipia de eficiencia» es carac-
capacita~i·:"m y del hábifo. Este es el campo que ha sido cultivado con
Lr~tico de , l!t: trata e evar a · e una manera mayor éxito por los segu~dores de Taylor y en el que se ha desarrollado
/ el estudio de tiempos-y-movimientos y el therblig.
' ..'.J:f3 racional el logro de ciertos fines, sirviéndose de me o escasos ' o e~.....
~{'::. 1 \ :ttanto de la teoría económica como de la teoría administrativa. El «horn- El individuo está limitado, por otro lado, por sus valores y por los
1'f" ' t".y re adminis"trativo>> ocupa su lugar al lado del clásico «hombre eco- conceptos de finalidad que influyen en él al tomar sEs decisiones. Si su
\ r~· nómico» 16 • lealtad a la organización es grande, sus decisiones pondrán de relieve
.~ l En realidad, el «principio» de eficiencia d~be ser considerado más una aceptación sincera de los objetivos de la organización ; si falta esa
lf corno una definición que como un principio: es una definición de lo lealtad, los móviles personales pueden estorbar su eficiencia administra-
que se entiende por comportamiento administrativo <<bueno>> o «correc- tiva. Si esta lealtad se liga a la oficina de la que es empleado puede, a
to>>. No nos dice cómo elevar al máximo las realizaciones, sino que se veces, tornar decisiones contrarias a la unidad mayor, de la que su ofi-
limita a afirmar que la maxirnización es la finalidad de la actividad cina es una parte. En este campo, los principios de administración deben
:=~?~ir'listrativa y que la teoría administrativa debe descubrir en qué con- ocuparse de los determinantes de la lealtad Y....lli.. mor~!' 'de la 'inici,tiva
diciOnes tiene lugar esa maxirnización. · y las dotes <íe'iñañCl"OyO.e fas.iñfliieñcfas-q;;-e det;rmin~n dónde se -uni-
Ahora bien: ¿cuáles son los factores que determinan el nivel de rán las lealtades organi:>:ativas del individuo.
eficiencia alcanzado por una organización administrativa? N o es posi- · El individuo está limitado, por un tercer lado, por la exten~1ón de su
conocimiento de las cosas relacionadas con su tarea. L;tu ~e aplica tanto
16 Véase, l?a!a m;a elaboración del principio de eficiencia y de su lugar en
la teoría adnurustra!lva, Measuring Municipal Activities, de CLARENCE E . RIDLEY al conocimiento básico que se requiere para la toma de decisiones--el
y HERBERT A SIMON (Chicago: International City Managers Ass., 2.a ed., 1943), proyectista de un puente debe conocer los fundamentos de la mecá-
especialmente el cap. 1 y el prefacio a la segunda edición.

·.l.
4ú II: ALGUNOS PROBLEMAS DE LA TEORIA ADMINISTRATIVA UN ENFOQUE DE LA T.EORIA ADMINISTRATIVA 41

nica-como a la información necesaria para que sus decisiones sean ' '
Determinación dé la importancia relativa
apropiadas a la situación dada. En este campo, la teoría administrativa · de los distintos criterios
debe ocuparse c!e cuestiOJ?eS tan fundamentales. ~9m9_ oué 1ími~ten
en la cantid~d de conocimientos que la mente humana puede acumular Un primer paso, pues, en la revisión de los p:roverbios de adminis-
y aplicar; coñ qné rajiiilei pueaen asimilarse los conocimientos ; cómo tración consiste en desarrollar un vocabulario para la descripción de
hay que relacionar la especialización en la organización administrativa la organización admini.~trativa siguiendo las líneas que acabamos de
con las especializaciones de conocimiento·s que dominan en la estructura sugerir. Un segundo paso, que ha sido también bosquejado, es el estudio
ocupacional de la comunidad ; cómo el sistema de comunicación debe de los límites de la racionalidad a fin de desarrollar una enumeración
canalizar los conocimientos y la información hacia los puntos apropia- completa y comprens'va de los criterios que deben ser ponderados en la
dos de decisión ; qué tipos de conocimiento pueden ser transmitidos con evaluación de una organización administrativa. Los proverbios actuales
facilidad y qué tipos no pueden serlo; cómo los sistemas de especiali- representan solamente una porción fragmentaria y sin sistematizar de
zación de la organización afectan a la necesidad de intercomunicar infor- estos criterios. · ·
mación. Esta es quizá la terra incogniia de la teoría administrativa, y Una vez realizadas estas dos tareas queda la de fijar )a importancia
su exploración cuidadosa arrojará, sin duda, mucha luz sobre la apli- relativa de los distintos criterios. Dado que los criterios, o «proverbios»
cación apropiada de Jos proverbios de administración. sen con frecuencia mutuamente competitivos o contradictorios, no basta
Quizá este triángulo de límites no cierre por completo el área de la simplemente con identificarlos. Por ejemplo, conocer que un cambio
racionalidad y sea necesario agregar otros lados a la figura. En cual-
.. determinado en la organización reducirá el alcance del control no es
quier caso, la enumeración servirá para indicar las clases de considera- bastante para justificar el cambio. Esta ganancia debe contrapesarse con
ciones que deben entrar en la construcción de principios válidos y no la pérdida de contado que posiblemente se produciría entre los niveles
contradictorios de administración. superiores e inferiores de la jerarquía.
Un hecho importante a tener en cuenta es que los límites de racio- Por esta razón, la teoría administrativa debe ocuparse también de
nalidad son variables. Lo más importante de todo. es oue la conciencia la importancia o pond~ración que hay que conceder a estos criterios o
de esos límites pu""de por sí mimla, alterarlos. Sup~ngamos que se reglas estableddas, es decir, de los problemas d~ su imoortancia relativa
hubiese descubierto en una organización determinada que. por ejem- en cualquier situación concreta ; cuestión empírica que no podemos
plo.. las lealtades organizativas, ligadas a las unidades pequeñas, habían tratar de solucionar en un volumen como este. Lo que se necesita es
llevado con frecuencia a la organización a un grado perjudicial de com- una investigación empírica y eJ..-perimentos que determinen la convenien-
petencia interna. Entonces, un programa de entrenamiento que enseñara cia relativa de las combinaciones administrativas alternativas. El arrna-
a los miembros de la organización a ser conscientes de sus lealtades y zón metodológico de esta investigación lo tenemos ya a mano en el
a subordinar las del grupo más pequeño a las del grupo mayor, podría principio de eficiencia. Si se estudia una organización administrativa
alterar considerablemente los límites de esa organización 17. cuyas actividades sean susceptibles de valoración objetiva, el cambio
Un punto afín es que la expresión «comportamiento racionalJ>, tal real que resulta de la modificación administrativa de dichas organiza-
como la empleamos aqui, se refiere a la racionalidad cuando ese com- ciones puede ser observado y analizado.
portamiento se valora en relación con los objetivos de la organización Existen dos condiciones indispensables para tener éxito en la inves-
mayor, porque, como hemos apuntado, la diferencia en la dirección de tigación, siguiendo estas líneas. En primer lugar, es necesario que los
las fina~dades del individuo con respecto a las de la organización mayor objetivos de la organización administrativa en estudio sean definidos en
es prectSam~nte uno de los elementos de no-racionalidad con los oue términos concretos, de manera que los resultados expresados de acuerdo
tiene que tralar la teoría. ' con esos objetivos puedan ser medidos con exactitud. En segundo lugar,
es preciso que se ejerza un COiitrOl experimental suficiente para permitir
17 Vé~se un ejemplo del. empleo de tal entrenamiento en «Controlling Human
aislar el efecto concreto que se estudie de otros factores perturbadores
Factors m an Admimstrat!Ve Expediment., de HERBERT A. SIMoN y WILLIAM que pudieran operar en la organización al mismo tiempo_-
DrviNE, Public Administmtion Review, 1 :487-92 (otoño 1941).
Rara vez han sido cumplidas, ni siquiera parcialmente, estas dos con-
42 [J: ALGUNOS FROBLEMAS DE LA TEORIA ADMINISTRATIVA
UN ENFOQUE _DE LA lEORIA ADMINISTRATIVA

diciones en los llamados «experimentos administrativos>). El simple 1 - - ------43


hecho de que se apruebe una ley creando un organismo administrativo, mos administrativos se han llevado a cabo sin aprovechar el control o
la med·lCIOn
·' ob"Jehva
· _de los resultados, aquellos han tenido· que depender,
que el organismo funcione durante cinco años, que sea finalmente abo-
lido y que se haga entonces un estudio histórico de su funcionamiento, para sus recomendaciOnes y conclusiones, de un razonamiento apriorístico
no basta para convertir la historia de ese organismo en un ccexperirnento que procede de los «principios de administración». En este capítulo han
administrativo». La legislación norteamericana moderna está llena de quedado ya establecidas ~as razones de que los «principios» derivados
tales ccexperimentos», que suministran a los oradores de los estados de esta ma_nera no puedan ser más que <<proverbios''·
vecinos abundante munición siempre que surgen cues'iones semejantes . . Es po~~ble que el programa aquí esbozado parezca ambicioso e
en sus distritos, pero que ayudan poco o nada al investigador científico mcluso qm¡otesco. Desde luego, no debemos hacernos ilusiones, al em-
en el camino de la evidencia objetiva. p_renderlo, en cuanto a la longitud y obstáculos del camino. Es difícil
Solo un puñado de estudios de investigación en la literatura ad- s~n emb~r?o, ver qué alternativa nos queda. Ciertamente, ni el práctico
ministrativa satisfacen estas condiciones fundamentales de metodología 01 el teonco ~e la administración pueden quedar satisfechos con las

y, en su mayor parte, se encuentran en la periferia del problema de po_bres he:ramientas analíticas que los proverbios le suministran. Ni
la organización. Tenemos, en primer lugar, los estudios del grupo ex1ste razon alguna para creer que una reconversión menos terminante
de Taylor, que trató de determinar las condiciones tecnológicas de la que la a_quí in~icada sea capaz de dotarlas de mayor utilidad.
tficiencia. Quizá no exista un ejemplo mejor de los laboriosos métodos . P~nase ob¡etar que la administración no puede aspirar a ser una
científicos que los propios estudios de Taylor acerca del corte de me- «Ciencia»; que por la naturaleza de su objeto no puede ser más que un
tales 13 • (,ar;e». Est~ obje~ión, sea verdadera o falsa, no hace al caso en el pre-
Todavía más raros que los estudios tecnológicos son los que tra- sen.e estud1~. Umcamente la experiencia puede responder a la pregunta
tan de los aspectos humano y social de la administración. Encuéntrase d~ has_ta que punto pueden llegar a ser ccexactos» los principios admi-
entre los más importantes toda la serie de estudios acerca de la fatiga, mstrativos, pero no puede existir discusión acerca de si deben ser ló~cos
que se iniciaron en la Gran Bretaña durante la primera guerra mundial <· ilógicos. Ni siquiera un ccarte» puede fundarse sobre proverbio:.
y culminaron en los experimentos de la Western Electric 19_ El presente volumen, según hemos indicado ya, acometerá únicamente
Casi el único ejemplo de experimentos semejantes en el campo de el primer paso en la reconstrucción de la teoría administrativa: la cons-
la administración pública es la serie de estudios que han sido llevados trucción de un vocabulario adecuado y de un esq<Iema analítico. Hay
:~ efecto en el campo del bienestar general para determinar las cargas que tener cuidado de no subestimar la importancia o la necesidad de
propias de los trabajadores sociales 20 • este ~rimer _paso cuando decimos que otros le seguirán. Desde luego,
Como, aparte de estos ejemplos aislados, los estudios de los organis- a la literatura administrativa no le falta ccteoria», como no le faltan estu-
dios descriptivos y empíricos. Lo que le falta es un puente entre una y
IBF. W. TAYLOR: On the Art of Cutting MetaJls (Nueva York: American
. otros,_ de m~nera que la teoría proporcione una guía para trazar los
Society oi Mechaoical Engineers, 1907). expenmentos Y estudios «críticos,>, en tanto que los estudios experimen-
19 Gran Bretaña, Ministerio de Municiones, Comité de Sanidad de 1os Tril· tales suministren una prueba severa y correctora de la teoría. Si este
ba¡adores de Municiones, Final R epon (Londres: H. M. Statione.ry Office,.
1918); F. J. Ro:ETI:tt.ISBERGCR y WILLIAM J. D lCKSON: Management and tlze volumen consigue su propósito contribuirá a la construcción de dicho
Worker (Cambridge: Harvard Uruversity Press, 1939). puente.
20ELlERY F. REED: A11 Experimen t in Reducíng the COst of Relief (Chicago:
American Public Weliare Assn., 1937); REB~A STAMAN: cWbat rs the Most
Economical Case Load in Public Relief Administration?o, Social Word Tech·
nique, 4:117·21 (mayo-jonio 1938) ; Chicago Relie.f Administration, Adecuate
Srat/ Brings Economy (Chicago: American Public WeJiare Assn., 1939); CoNs-
TANCE HAST!NGS y SAYA S. SCHWARrz : Size of Visitor's Caseload as a Factor
in E:fficient 1dministration of Public AssistaJtCe (Filadelfia; Pb.iladelfia County
Board of Ass¡stance, 1939)· H. A. S!MON y otros: Detemuning Work Loads for
Professional Staff in a Public Welfare Ag.mcy (Berkeley: Univcrsity of Cali-
fornia, Bureau of Public Administraúoo, 1941). '
DISTINCION ENTRE EL SENTIDO FACTrCO Y EL SENTIDO ETICO 45

Las decisiones son algo más· que proposiciones de hecho. Desde lue-
go describen un estado . futuro 'de cosas y esta descripción puede ser
verdadera o falsa en un ,sentido' estrictamente empírico; pero poseen,
además, una cualidad imperativa : seleccionan un estado futuro de co-
.CAPITULO III sas con preferencia a otro y dirigen el comportamiento hacia la alterna-
1 tiva elegida. En una palabra : tienen un contenido ético tanto como
HECHOS Y VALORES fáctico.
EN LA TOMA DE DECISIONES Así, pues, la cuestión de si las decisiones pueden ser correctas e in-
t
1
correctas se resuelve en la cuestión de si los téiminos éticos, como "de-
Señalamos en el capítulo I que toda decisión encierra elementos de ben>, "bondad» y <cpreferencia», tienen un significado puramente empíri-
dos clases, llamados, respectivamente, elementos de "hecho» y elemen- co. Una premisa fundamental de este estudio es la de que los términos
tos de <;valor». Esta distinción resulta fundamental para la administra- 1 éticos no son completamente reducibles a términos de hecho. No inten-
ción. Conduce, en primer lugar. a comprender lo que se entiende p<>r taremos aquí demostrar de una manera concluyente la corrección de este
una decisión administrativa <<correcta». En segundo lugar, aclara la dis- punto de vista sobre las proposiciones éticas ; los positivistas lógicos y
tinción, tan frecuente en la literatura de la administración, entre cuestio- otros han expuesto detalladamente su justificación 2 •
nes de política y cuestiones de administración. Estas cuestiones impor- /. Expresado con brevedad, el argumento es como sigue : Para deter-
tant~s serán el tema del presente capítulo. · j minar si una proposición es correcta, debe comparársela directamente
Basar una respuesta a estas cuestiones en los primeros principios re- ) con la experiencia-con los hechos-, o debe llevar, por razonamiento
queriría que este volumen sobre administración fuera precedido por lógico, a otras proposiciones comparables con la experiencia. Pero las
un tratado filosófico todavía más largo. Las ideas precisas para ello son proposiciones fácticas no pueden derivarse de las éticas por ningún pro-
ya accesibles en la literatura de l.a filosofía. De aquí que las conclusiones ceso de razonamiento, ni las proposiciones éticas pueden compararse di-
a que ha llegado una escuela determinada de filosofía moderna-la del rectamente con los hechos, ya que afirman c<deberes» más que hechos.
positivo lógico-se acepten como punto de arranque y se examinen . Por consiguiente, no hay manera de demostrar, empírica o racionalmen-
sus consecuencias para la teoría de las decisiones. El lector interesado te, la corrección de las proposiciones éticas.
en examinar el razonamiento sobre el que están basadas tales doctrinas Desde este punto de vista, si una frase declara que un particular es-
encontrará en las notas de este capítulo referencias bibliográficas. tado de cosas «debe ser», o que es "preferible'' o "deseable», la frase
desempeña una función imperativa y no es ni verdadera ni falsa, ni co-
DISTINCION ENIRE EL SENTIDO FACTICO Y EL SENTIDO ETICO
rrecta ni incorrecta. Y puesto que las decisiones encierran una valora-
ción de esta clase, no pueden ser descritas objetivamente como correc-
Las proposiciones fácticas son afirmaciones acerca del mundo que . tas o incorrectas.
·podemos ver y su manera de operar 1 • En principio, las proposiciones La búsqueda de la piedra filosofal y la cuadratura del círculo no
de hecho pueden ponerse a prueba para determinar si son verdaderas o : _han sido entre los filósofos ocupaciones más populares que la tentativa
falsas, si realmente ocurre lo que ellas afirman acerca del mundó o. si de sacar sentencias éticas como consecuencia de otras puramente fácti-
1
no ocurre. 1' cas. Para citar un ejemplo relativamente moderno, mencionaré a Ben-
! tham, que definió el vocablo "bueno» como equivalente de la frase c<que
1 La teoría positivista de la índole de las proposiciones científicas es amplia-
mente estudiada por CHARLES W. MoRRrs: Foundations of the Theory of Signs,
conduce a la felicidad», definiendo la «felicidad» en términos psicoló-
Y ~r RUDOLF CARNAP: Foundatidns of Logic and Mathematics, en la Inter- gicos 3 • Pasó luego a estudiar si determinados estados de cosas condu-
natl?nal Ency_clopedia of Unified Science, vol. 1, m1rns. 2 y 3 (Chicago: Uni-
VefSity of Ch~cago Press, 1937 y 1938~; por P. W. BRIDGMAN: The Logic of 2 Dos tratamientos recientes son el de AYER: op. cit., y el de T. V. SMITH:
Modem Phys1cs (Nueva York: Macrn11lan Co., 1937); por RUDOLPH CAR.c'IAP Beyond Conscience (Nueva York: McGraw·Hill Book Co., 1934).
en «Testability and Meaning», Phi/osophy of Science, 3:420-471 (octubre 1936), 3 JEREMY BENTHAN: An Introduction to the Principies of Morals and Legis-
y 4:2-40 (en-.ro 1937); por RuDOLl'H CARNAP: The Logical Synrax ot Language Iation (Oxford: Clarendon Press, 1907), pág. l.
(Nueva York: Harcourt, Brace and Co., 1937); por AI.FRED J. AYER: i..an-
guage, Truth and Logic (Londres: Victor Gollancz, 1936).
44
<-,
III: HECHOS Y VALORES EN LA TOMA DE DECISIONES DISTINCION ENTRE EL SENTIDO FACTICO Y EL SENTIDO ETICO 47

cían a la felicidad; es decir, si eran buenos o no. Claro está que nin- que, disimulando "sus disposiciones maniobrando co~ rapidez, engañando y
guna objeción lógica puede oponerse a este procedimiento; aquí lo re- evitando los procedimientos ester:otipados 5.
chazamos porque el vocablo <<bueno», definido de esa man~ra por Ben-
tham, no puede cumplir la función requerida de la palabra «bueno)) en Difícil resulta decjr hasta qué punto se tiene la intención de que es-
ética: la de expresar una preferencia moral de una alternativa sobre tas tres frases sean tomadas como proposiciones fácticas y hasta
otra. Quizá sea posible derivar de semejante proceso la conclusión de qué punto se las quiere prese~tar como imperativos; es decir, como de-
que la gente será más feliz en unas circunstancias que en otras, pero cisiones. La primera puede leerse simplemente como una afirmación
esto no demuestra que deban ser más felices. La definición aristotélica acerca de las condiciones de un ataque afortunado; la tercera puede ser
de que lo bueno para el hombre es lo que le hace adaptarse más estre~ interpretada como una enumeración de las condiciones bajo las cuales
chamente a su naturaleza esencial de animal racional 4 padece la mis- se consigue una sorpresa. Pero, ligando estas frases fácticas-como
ma limitación. si dijéramos, proporcionándoles el tejido conjuntivo-, hay una serie de
Así, pues, gracias a las definiciones apropiadas de la palabra <<bue- imperativos expresados o sobreentendidos, que podríamos parafrasear
no)), pueden construirse sentencias como esta: <<Tal estado de cosas es de esta forma: <<¡Ataque con éxito!», (qEmplee la sorpresa!» y «¡Ocul-
bueno.» Pero es imposible deducir de la palabra <<bueno», definida de te el momento y lugar del ataque, disimule las disposiciones, maniobre
esta manera, frases como <<Tal estado de cosas debe ser.» La tarea de rápidamente, engañe al enemigo y evite los procedimientos estereoti-
la ética consiste en seleciconar imperativos, sentencias de <<debe ser»; y pados!»
esta tarea no puede llevarse a cabo si la palabra <<bueno» se define de En realidad, el párrafo puede ser redactado de otra forma, divi-
manera que designe simplemente cosas existentes. Por consiguiente, los diéndolo en tres sentencias, ética la primera y puramente realistas las
vocablos como <<bueno.» y «debe» los reservaremos, en este estudio, para demás:
sus funciones éticas y no se aplicarán a un estado de cosas en un sen-
l. ¡Ataque con éxito !
tido puramente fáctico. De ello se sigue que las decisiones pueden ser 2. Un ataque tiene éxito solo si se realiza en condiciones de sorpresa.
«buenas», pero no pueden ser «correctas)) o <<verdaderas» en un sentido 3. Las condiciones de sorpresa consisten en el ocultamiento del momen-
no cualificado. • to y del lugar del ataque, etc.

Valoración de las decisiones Síguese de ello que las decisiones que toma un comandante militar
para ocultar las disposiciones de sus tropas contienen elementos fácti-
Vemos que, en un sentido estricto, las decisiones de un administra- cos y éticos, porque encubren las disposiciones con objeto de lograr la
tivo no pueden ser apreciadas por medios científicos. ¿No existe, pues, «sorpresa» y busca esta para atacar con éxito. Por eso existe un sentido
contenido científico para los problemas administrativos? ¿Son pura- en que puede juzgarse la corrección de sus decisiones : es una cuestión
mente cuestiones de ética? Todo lo contrario: afirmar que existe un ·puramente de hecho el que sean apropiadas las medidas qu~ toma para
elemento ético en toda decisión no equivale a afirmar que las decisio- lkvar a cabo su finalidad. No es una cuestión de hecho que· la finali-
nes impliquen únicamente elementos éticos. dad sea correcta o no, excepto si esta finalidad está unida por medio
Fijémonos en el pasaje siguiente, sacado del lnfantry Field Manual. de un «con objeto deJJ a otras finalidades superiores.
del Ejército de los Estados Unidos: Siempre es posible valorar las decisiones en este sentido relativo
La sorpresa es un elemento esencial para que un ataque tenga éxito. Hay
-----puede determinarse si son conectas, dado el objetivo al que van en-
que procurarla lo mismo en las operaciones pequeñas que en las grandes. caminadas~, pero un cambio en los objetivos trae como consecuencia
La infantería consigue la sorpresa ocultando el momento y lugar del ata- un cambio en la valoración. Hablando estrictamente, no es la decisión
misma la que se valo~a, sino la relación puramente de hecho que se
4 ARISTÓTELES: «Nicomachean Ethics», lib. 1, cap. VII, 12-18, en The
Basic Works of Aristotle, ed. por Richard McKeon (Nueva York: Random 5 Complet!z Tactics, Infantry Rzfle Battclion (Washington: Infantry Journal,
Housc, 1941). 1940), pág. 20.
Ill: :HECHOS y VALORES EN LA TOMA DE DECISIONES DJSTJNCION ENTRE EL SENTIDO FACI1CO Y EL SENTIDO ETICO 49
48

afirma entre la decisión y sus fines 6 • No se valora la decisión del_ co- · alguna premisa ética que se toma como «dada». Esta premisa ética des-'.
mandante de adoptar determinadas medidas con objeto de con~egmr la cribe el objetivo de la organización en cuestión.
sorpresa; ·10 que se aprecia es el juicio de hecho de si las medidas que En la administración, el carácter mixto de · las premisas éticas «da-
toma la alcanzarán realmente. . das.» es, de ordinarÍo;·evidente. Un departamento municipal puede fijar-
,/ Este razonamiento puede ser presentado de una forma hgera~ente se cómo objetivo proporcionar recreo a los habitantes de una ciudad.
distinta. Meditemos en las dos sentencias : « ¡Sorprenda al enemigo~» Esta finalidad. puede ser analizada como un medio de «formar cuerpos
y «Las condiciones para la sorpresa son el ocultamiento_ del m?men.o más sanos», «emplear de una manera constructiva el tiempo sobran-
y lugar del ataque, etc.» En tanto que la prinlera s:ntencia contl~ne un te», <cevitar la delincuencia juvenil» y otros muchos objetivos, hasta
elemento imperativo o ético, y de ahí que no sea m verdader~ m falsa, que la cadena de medios y de fines conduce a un vago dominio que
la segunda sentencia es puramente fáctica. Si extendemos la Idea d_e_la lleva la etiqueta de «vida sana». Al llegar a este punto, las conexiones
inferencia lógica, de manera que se aplique tanto al elemento etlco medios-a-fin resultan tan conjeturales (por ejemplo, la relación entre
como al elemento fáctico de las sentencias, puede deducirse una tercera recreo y carácter) y el contenido de los valores se encuentra tan mal
sentencia de las dos primeras: <<¡Oculte el momento y el lugar del ata- definido (por ejemplo, da felicidad»), que el análisis pierde su valor
que, etc. ! » De esta manera, con la ~ediació? de u~a premisa d e hecho para las finalidades administrativas 8 •
7
(la segunda sentencia), puede deducrrse un ImperatiVO de otro .Y El último punto puede afirmarse de una manera más positiva. Para
que una proposición ética sea útil en la decisión racional, a) los valo-
El carácter mixto de las afirmaciones éticas res que se toman como objetivos de la organización deben ser defini-
dos de manera que pueda determinarse su grado de realización en cual-
De los ejemplos expuestos se deduce claramente que la mayoría de
quier situación, y b) debe ser posible formar juicios relativos a ·la pro-
las proposiciones éticas van mezcladas con element?s _de hech?. D~do babilidad de que determinadas acciones cumplan tales objetivos.
que la mayoría de los imperativos no son fines-en-sr-ID!smos., smo -~nes
intermedios, sigue siendo una cuestión de hecho la de su adecuacion ~ Papel del juicio en la decisión
los fines últimos a que se dirigen. No hace falta dejar sentado aquí SI Se diría que la división de las premisas de decisión en éticas y fác-
es 0 no posible seguir la cadena de consecuencias lo bastante ~ejos. para ticas no deja espacio para el juicio en la toma de decisiones. Evítase
aislar un valor «puro)), un fin que se desea puramente por el m1smo. esta dificultad por el significado sumamente amplio que se ha dado a
Lo importante para el presente estudio es que cualquier afirmación que \ Ia palabra <e fáctico»: una afirmación acerca del mundo observable es
contiene un elemen(ó- ético, intermedio o final, no puede ser .presentada \ fáctica si, ~::n principio, su verdad o su falsedad pueden ser comproba-
como correcta 0 incorrecta y que el proceso decisorio debe arrancar de das. Es decir, si ocurren determinados acontecimientos decimos que la
afirmación era verdadera ; si ocurren otros acontecimientos decimos que
6 JoRGEN JoRGENSEN desarrolla este punto de vista en «<mpera ti ves and era falsa.
Lo<>ic> Erkcnntnis, 7:288-296 (1938). . . Esto no significa, en manera alguna, que podamos determinar por
~7 D~ hecho, lás leyes habituales de inferencia no parecen regir estnc~al?~nte
al deducir un imperativo de otro. Véanse Los estu~os acerca de lp. pos1b~ldad adelantado si es verdadera o falsa. Aquí es donde entra el juicio. Al
de un cálculo lógico de )mperativos y de Las tentativ~s de construrr, un c~lculo ~P<lr decisiones administrativas es necesario continuamente elegir pre-
riguroso, realizados por: K.\.'U. MENPER: •A Log:tc of the. Doubtful. .on 1 misas. facticas, cuya verdad o falsedad no se conoce definitivamente ni
Optative and Irnperative Logic•, Reports of a M athematzcal Colloqwu": 1
(Notre Dame, Indiana, 1?39), serie 2, núJ?. 1, P~~s. 53-64; .K. <:"RO:-S~SEN: r puede determinarse con certidumbre con la información y el tiempo de
dmperativsatze und Log¡k; Begegnung emer Kntlk» , Tl:ozorw: 5 . 195 20- 0?39) • j c¡ue dispom:mos para llegar a una decisión.
.ALBERT HoFSTAD1ER y J. C. C. McKlNSEY: «On the Logtc of l.mperayves~, 1
Una cuestión puramente de hecho es la de si un determinado ataque
Philosophy of Science, 6:446-457 (1939); KURT. GRELLlN?: «Zur L?g1k der
Sollsatze•, Unity of Science Forum, enero 1?39, pags. _44-47, K. REACH. «Som~
t
l.
de la infantería alcanzará su objetivo o fracasará. Sin embargo, es
Comments on Grelling's Papen, lbíd., abnl 1939, pag. 72; K.ALLE SoRAINENik r·
«Der Modus und die Logib, Thearia, 5:202-204 (1939);. RosE R~: «L?g t 8 Véase el excelente estudio sobre este punto de WAYNE A. R. LEYs en .
' qEthics and Administrative Discretiono, Public Administration Review 3: 1~ ·
: der .. ·Forderungssatze », Revue intemationale de la Theone du Drozt (Zunch),
New Series, 5: 308-322 (1939).
t
{ (invierno 1943). '
ii SW:ON.-4

J
50 lH: HECHOS y VALORES EN LA TOMA DE DECISIONES POLmCA Y ADMINISTRACION
51
11
ona cuestión que implica un juicio, puesto que el éxito o el fracaso accionistas_ • En ambos campos han surgido serios problemas relativos
dependerá de la dis¡:;osición del enemigo, de la precisión y de la fuerza ~ los med10s que han de emplearse para complementar la responsabi-
áel apoyo artillero, de la topografía, de la moral de las tropas atacantes Jdad de estos organismos de control 12 • Vcl~eremos en breve ·~obre
y defensoras y de una multitud de otros factores que el comandante este r '1 d· · · d "
P oo ema, mg1en o de nuevo nuestra atención especialmente al
que ha de ordenar el ataque no puede conocer ni calcular completa- ca_mpo de la administración pública. Bastará un ligero traslado de tér-
mente. mmos para ha~er que. la _may~r parte de lo que se exponga sea aplica-
En el lenguaje corriente existen frecuentes confusiones entre el ele- ble a la relac1ón acc10msta-drrección. 1
mento de juicio de la decisión y el elemento ético. Esta confusión se
pone más de relieve por el hecho de que, cuanto más lejos seguimos POLITICA Y ADMINISTRACION
la cadena de medios a fin, es decir, cuanto mayor es el elemento ético,
más dudosos son los pasos de ia cadena y mayor es el ekmento de En ~a práctica, solo durante un corto trecho puede mantenerse la
juicio que implica determinar qué meclios contribuirán a qué fi nes 9 • separación entre 1~ elementos ético y fáctico. Rara vez son valores
El proceso por el que se forman los juicios ha sido estucliado de :fin~J:s. en · un .~ntJd~ filosófi.co o psicológico,, los implicados en las
manera muy imperfecta. Puede temerse que, en la administración prác:. deetsJOnes_~dm1n1strat:Jva_s. El valor de la mayoría de los objetivos y
ttca, la confianza en la corrección de juicios tome algunas veces el de las actlVldad~ ~ .denva de las relaciones de medios-a-fines que los
lugar de una seria tentativa para calcularlos de una manera sistemá~ unen ~on los ObJetJvos o las actividades valorados por sí mismos. El
tica sobre la base de los resultados subsiguientes. Pero tendremos que valor mhere.ote al fin deseado se transfiere a los meclios por u ··
de ti · - E1 · n proceso
dejar para un capítulo posterior otras consideraciones acerca de la . an etpaCJ6 n. producto de un proceso manufacturero es calculado
psicología de la toma de decisiones 10• J JIO! s~s produc;tores se~ú~ su convertibilidad en dinero (que, a su vez.
~olo tiene ~alor en Ci/-IDbiO), Y por SUS compradores según los valores
'Juicios de valor en la dirección privada que se denven de su consu~o. De la misma manera, las actividade~
Las ilustraciones de que nos ltemos servido hasta ahora en este j de un d:p~rtament~ contra Incendios o de un sistema escola~ se valo-
capítulo han sido sacadas en gran parte del campo de la administración ran, en ultimo térmmo, ~r su contribución a la vida social y humana
pública. Una razón para ello es que el problema de los juicios de valor ~ ~onservan su valor úrucamente en tanto sirven a esas finalidades
ha sido explorado más completamente en el cam po público que en el ultimas. '·
campo privado, especialmente en relación con la potestad discrecional . La valoración incluye tanto importantes elementos f • t'
· éfcos 1 clid ac tcos como
a en que estos .v~Jores int~rmedios están implicados.
1
y la regulación administrativas. En rea-lidad, no existe una diferencia • en" a me
esencial entre los dos en este punto. Las decisiones en la dirección 1 Dad~ qu.... los resultados de la actJVJdad admmistrativa solo pueden ser

privada, corno en la dirección pública, deben adoptar como premisas constderados como fines en un sentido intermedio los ·al •
, ·b • " oLes que se
éticas los objetivos que se han establecido pata la organización. dn uyan a tales resultados dependerán de las relaciones em ·r· ·
·nue se e · pt 1cas
-~ ) Existen diferencias importantes entre la dirección pública y la pri- , rea que extsten ·entre ellos y las finalidad"s últi a p
' vada, desde luego, en los tipos de objetivos de organización que ~e ponderar debidamente estos valores intermedios e~ ne~ceoar· m s. ara
d er sus consecuencias . ~ u ro compren"
establecen y en los procedimientos y mecanismos que emplean. En la objetivas.
administración pública, la responsabilidad Enal de la detenhinación En el mejor de los ~asos, podría esperarse que el p;oceso de deci.:.
de los objetivos descansa en un cuerpo legislativo; en la direccióq ' . l l E 1 .
privada, en el Consejo de Administración, y, en úl timo término, en los n e capftulo VI •e presentarán arnu t d
aoálcgo del cuerpo Jegisiativo es el cliente ~~s o~uee (ue <;1 v~rdad.:ro térm inó
12 La litera tura sobre este punto en el c~mpo ce la edi;e~ccr~ónJSl<l .. d .
9 LEvs, op. cit.. pág. 18, señala que esta confusión ha hecho acto de presen- es en su mayor pa te ¡ · . • n pnva a aunque
· · . r , re a uvamente rec:ente . está creciendo con rapidez Vé
cia en la mayor parte de la literatura sobre discreciona lidad administrativa. se. PO': ejemplo. B EARDSLEY R UML: T<Jmorrow's Busine~s (Nueva York · F ·an-
lO BARNARD, en el op. cit.. presenta un pu nto de vista interesa nte. aunque ~~~kRr~e~art,b!94U5); . Ro~RT A. BRAOY: Bu.¡iness a.s a Sis•em of Powe/(N~~:
quizá demasiado optimista. del elemento «intuitivo~ en la decis ión admi nistra- • O um Ja nrvers¡ty P.-ess, 1943) o ROBERT AARON G 8 ·
tiva, en un Apéndice, uMind in Every day Affairs>, págs. 299-322. Leackrs!tip in the Large Corporation (Washington, Brookiogs ~~~~~Jon,uf~~~~

J
52 III: HECHOS Y VALORES EN, LA TOMA DE DECISIONES
,.::· :1 ·· ·:• · ! ;E'!)LITICA '.( ADMTh'ISTRACION;
swn pudiera subdividirse en dos segmentos principales. El prim~ro
implicaría el desarrollo de un sistema de valores intermedio y esli~una · · _Puede. pr.~_g~t~~r.= :~ Quién decidirá cuáles son las «cuestiones básicas» ·y
qwén resolverá SI las v1as y los medios de ex'Presión de la voluntad de la
mación de sus importancias relativas. El segundo consistiría en una
' masa son ap~opjadqs y ~caces? No podemos retroceder hasta más allá· de
comparación de las líneas posibles de acción, de acuerdo ·con este la ccomprenstón" general'» de la comunidad jaez siempre de la forma y del
sistema de valores. El primer segmento incluiría, evidentemente, consi- ñiocionamieilto del orden legal del sistem~ 15. · ·
deraciones éticas y fácticas ; el segundo podría restringirse muy bien ·1
a los problemas fácticos. · De igual man~ª" Goodnow, en la exposición original de la funció~
Como hemos apuntado ya, la razón para hacer una división de de la "' polític;a• y de -la a9ministración en el baobierno no acierta a trazar
:ji '

:esta clase reside en los diferentes criterios de .«corrección» que deben 1 un~ líne~ q ..udad()sa .eJ,ltre los dos. En realidad. está peligrosamente cer~
aplicarse a los elementos éticos y fácticos de una decisión. La a correc- de Identificar · uP.94t.iCii.», ~on «decisión», y «administración» con «acción».
ción», aplicada a los imperativos, tiene sentido'·únicamente en relación Por ejemplo:
wn valores humanos subjetivos. La «corrección»~·aplfcacta :a las propo-
siciones fácticas, significa verdad objetiva, empírica. Si dos personas 1 ·:· las !~ocian~ poÍíqcas se agrupan naturalmente bajo dos títulos, que
!· son 1~almente aplicables a las operaciones mentales y a las acciones de per~
dan contestaciones distintas a un problema fáctico, no pueden · tener son~dades ~onscien~es. Es decir, la acción de] Estado como entidad política
!'azón las dos. No ocurre así con las cuestiones éticas, \. cons1ste o b1en eo las .operaciones necesarias para la expresión de su volun-
'tad o bien en las operaciones necesarias para la ejecución de esa voluntad 16.
Vaguedad de la distinción entre «política» .1
>' rs.administracióm y nuevamente :
El reconocimiento de esta distinción en los· significados de «correc- Por conveniencia, estas dos acciones de gobierno pueden desi.,.narse res~
Ción» haría más clara la diferenciación, comiÍn en la literatura de la pectivamente, como Política y Administración. La politica se rel~cion~ con
ciencia política, entre las a cuestiones políticai»' y 'las · ¡c'cuestiones admi- las normas o expresiones de la voluntad del Estado. La administración se re-
laciona con la ejecución de estas normas 17 •
... ·nistrativas». El tratado clásico de Goodnow PolitiCs anl Administra-
tion 13 (publicado en el año 1900) puso en ~frctil~ción' estos términos. Sin embargo, en un" punto posterior de su exposición, Goodnow se
·Sin embargo, ni en el estudio de Goodnow ni en ninguno de los innu~ aparta de esta posición extrema y reconoce que en la función admi~
merables que le han seguido se sugiere un crite¡;io _claro ni .se:ilales de nistrativa quedan incluidos determinados elementos decisorios:
identificación · capaces de hacer reconocer a simple vista Úna «cuestión
política» o de distinguirla de una ce cuestión· _ádministrativa». Por lo E l hecho es, pues, que existe una parte muy amplia de la administraciób
_visto, se ha partido del principio de que la distinCión es evidente por que no está relacion,a da con la política y debería, por consiguiente, ser ·rele-
vada en ~an parte, _si. n~ totalmente, del con trol de los ór€anos polfticos . •
.sí misma, tan evidente por sí misma que ape:qas requiere discusión. Está desligada de la "polJuca porque abarca campos de actividad sémicient(~
Charles E. Merriam, en The New Democracy and the New Despo- fica , cuasi-judicial y cuasi-lucrativa o comercial trabajo '~e tiene poca 0
tlsm, establece, como uno de los principales S~J.pues~os de la demacra- ninguna influencia en la e..'tpresión de la verdadera volunfud del Estado 18,
da, «la deseabilidad de la decisión popular, en último término, sobre
~as cuestiones básicas de dirección y política social, así como sobre los .
Sin aceptar la conclusjón de Goodnow referente a la deseabilidad
procedimientos reconocidos para la expresión de tales decisiones y su
i ·~
:1 !'f e apartar d~l control político una parte de la administración, recono-
1 \.j rfemos en ~sta tercera afirmación una tentativa suya de segregar una
validación en política» 14• Pero es menos explícito .en cuanto al alcance í :clase ?e ~e~iones que no re~uieren el c~~trol e~terior porque poseen
exacto y a la naturaleza de estas «cuestiones básicas»: t 1~o cnteno mterno de co.rrecc1ód. La pos1c1ón epiStemológica del pre-
sente volumen no¡; lleva a identificar este criterio .inte.rno con el criterio
13 FRANK J. GooDNOW: Politics and Administration (Nueva York, Macmillan
Company, 1900). 15fbfd., pág. 39.
14 CHARLES E. MERRIAM: The N ew Democracy ·and the N ew Despotism (Nue-
16 ÚOODNOW, o p. cit., pág. 9.
;va York, McGraw-Hill Book Co., 1939), pág. 11. .. · .; 17 Ibíd., pág. 18.
18Jbid., pág. 85.
POLffiCA Y ADM!NISTRACION S5
·54 III: HECHOS y VALORES EN LA TOMA DE DECISIONES

suplantado por el control ejercido por la comunidad de ciencia 23 • Nues-


de corrección fáctica y el grupo de decisiones que poseen este crite- tro propio análisis descubre la falacia del argumento que declara ·que
rio con las que son fácticas por naturaleza. · las decisiones son todas fácticas y refuta claramente el argumento que
Ha habido, a veces, en las discusiones sobre discrecionalídad de la declara que todas son éticas.
administración desde el punto de vista de la ley administrativa, una ten- La poSición a que nos conducen los supuestos metodológicos del
dencia a negar que existan ciertas cuestiones fácticas que poseen un presente estudio es esta: El proceso de validar una proposición fáctica
único estado epistemológico. Ni Freund ni Dickinsón encuentran una es completamente distinto del proceso de validar un juicio de valor.
justificación para la discrecionalidad administrativa, salvo como una El primero es validado por su conformidad con los hechos ; el segundo,
aplicación de decisiones a casos concretos o como un fenómeno tran-
sitorio, limitado a una esfera de incertidumbre dentro de· la cual no ha
..
1
por el principio de autoridad .
penetrado la norma de la ley 19 • • 1 El legislador y el administrativo
Desde luego, los dos ofrecen sugerencias distintas. para la elimina-
Las instituciones democráticas encuentran su principal justificación
. ción gradual de esta zona de incertidumbre. ·Freund cuenta con el
como procedimiento para la validación de los juicios de valor. No hay
cuerpo legislativo para restringir la discrecionalidad, mediante el ejer-
manera «científica»· o «experta» de realizar tales juicios, dado que la
cicio de su función de determinación política 20 • Dickinson piensa que
pericia de cualquier género no equivale a la competencia para realizat
la discrecionalidad administrativa puede reemplazarse gradualmente
esta función. Si fuera posible separar estrictamente, en la práctica, los
por reglas generales, formuladas por los tribunales, como principios que
elementos fácticos en una decisión de los éticos, los papdes propios
van surgiendo a partir de una serie dada de problemas 21 • Ninguno de
del representante y del experto en un proceso democrático de toma
los dos quiere admitir una diferencia fundamental entre los elementos
.-- de decisiones serían muy sencillos. Pero esto no es posible por dos
fácticos y normativos en la búsqueda de la ley, ni ver en esa düerencia
razones. En primer lugar, como ya hemos hecho notar, la mayoría de
una justificación de la acción discrecional. los juicios de valor se hacen en términos de valores intermedios, los
Los tribunales se han acercado algo más al reconocimiento de esta cuales, a su vez, implican cuestiones fácticas. En segundo lugar, si las
distinción, aunque la separación que establecen entre las «cuestiones decisiones fácticas son confiadas a los expertos, las sanciones deben
de hecho» y las <<cuestiones de derecho» coloca en la última categoría garantizar que estos se conformarán de buena fe a los juicios de valor
un gran número de cuestiones fácticas, especialmente cuando los «hech~ que han sido democráticamente formulados.
jurisdiccionales» y los <<hechos constitucionales" se convierten en «C~es­ La crítica de los procedimientos existentes para exigir responsa-
tiones de derecho» 22 • Sin embargo, no es este luga:c para discutir la bilidades revela el alto grado de ineficacia de los mismos en la prác-
totalidad del problema de la crítica judicial. Estos breves comentarios tica 24 • Pero ello no es razón para sacar la conclusión de que los pro-
servirán, simplemente, para ilustrar la falta de un acuerdo general cedimkntos carecen inherentemente de valor. En primer lug-ar, por
en cuanto a la diferencia fundame.ntal entre las ,cuestiones d~ hecho y las razones ya expresadas, la responsabilidad propia del administrativo
de valor en el campo de la ley administrativa. ~o constituye respuesta al problema. En segundo lugar, el que la pre-
Frente al punto de vista de que la discrecionalidad es completa- sión de la obra legislativa prohiba la revisión de más de unas pocas
mente indeseable, está el punto de vista, igualmente extremado, de que
23 C. J. FRIEDR!CH da importancia al valor de la «comunidad de ciencia» en
todas las decisiones administrativas pueden guiarse con seguridad por la tarea de imponer la responsabilidad. Sin embargo, no propone que se pres-
criterios internos de corrección y que el control legislativo. puede ser cinda del recurso del control legislativo. Véase «Public Policy and the Nature
of Administrative Responsability • , en Public Po/icy {Cambridge, Harvard Uni-
versity Press, 1940), págs. 3-24. Consúltese a JOHN M. ÜAUS: «The Responsabi-
19 ERNST Fr.EUND: Administrmive Powers o ver Persons and PrOp!!rty (Chica- Ilty of Public Administration», en The Frontiers of Puhlic Adminisrration,
go. University of Chicago Press, 1928), págs. 97-103; JOHN DrcKINSON : A_dmi- ed. Gaus, White and Dimock (Chicago, University of Cbicago Press, 1936), pá-
nistrative Justice and the Sup1-.::macy of Law in the United States (Cambndge, ginas 26-44.
Harvard University Press, 1927\. vassim. 24 Véase FRIEDRTCH, o p. cit., págs. 3-8. · Debe hacerse notar nuevamente que
20 fREUND, op. C/1., págs. 98-99. FRIEDR!CH no propone que se prescinda del control democrático, sino que . se le
21 D:cKINSDN: o p. cit. , págs. !05-56. ·complemente con otras sanciones.
22 FREUND, op. cit., págs. 289-99; DrcK:NSON, o p. cit., págs. 307-13.
56 JII: HECHOS Y " VALORES' ' EN LA TOMA DE DECISIONES : •. • · • • • POLtntA Y ADM!NISTRACION . . 51

decisiones adrriinistnitivas, no destruye la utilidad ·de las sanciones que siga las lfueas sugeridas. Tal división, aunque no idéntica a la · sepa-
penniten al cuerpo legislativo hacer que el administrativo sea respon- ración de «Valor» y «hecho», dependería claramente de esta distinción
sable de cualquiera de sus decisiones. La anticipación de una posible fundamental.
investigación y revisión legislativa ejercerá un poderoso efecto de con- Sería ingenuo s'ugerir que la división del trabajo entre legislador
trol sobre· el administrativo, aun en el caso de que esta revisión poten- Y administrativo, en cualquier organismo público real, siga muy de
cial se realice únicamente en unos pocos casos. La función de decidir cerca las Jfneas que acabamos de indicar. En primer lugar, el cuerpo
puede ser distribuida de una manera muy distinta, en el cuerpo político,. legislativo deseará con frecuencia, por razones políticas, evitar deci-
de la autoridad final para resolver las decisiones discutidas. siones normativas" claramente definidas y pasarlas a un órgano admi-
No sería posible establecer principios definitivos en relación con nistrativo 26• En segundo lugar, el administrativo puede ser muy distinto
un tema tan controvertido y tan imperfectamente explorado 25 • Sin ero~ del individuo neutral y complac!ente retratado aquí. Podría tener .<Y
bargo, si la distinción entre las cuestiones fácticas y éticas es válida, habitualmente tendrá) su propia y muy definida serie de valores per-
se derivarían estas conclusiones : sonales, que le agradaría ver logrados por su organización administrativa ;
l. La responsabilidad ante las instituciones democráticas por la Y podría oponerse a los intentos del cuerpo legislativo de asumir por
detenninación del valor puede reforzarse mediante la invención de completo la función de detenninar las normas o sabotear sus decisiones
procedimientos que permitan una separación más efectiva de los elemen- por su manera de ejecutarlas.
tos fácticos y éticos de las decisiones. En capítulos posteriores ofrecere- Sin embargo. probablemente lo más exacto será decir que la con-
mos algunas sugerencias de acuerdo con esta línea. secución de la responsabiJjdad democrática, en el gobierno moderno.
2. La asignación de una cuestión a un cuerpo legislativo o a un exigirá una aproximación a las líneas de demarcación qqe hemos indi-
administrativo para que decidan dependerá de la importancia relativa \ cado, entre el legislador y el administrativo.
de los elementos fácticos o éticos comprendidos en ella y del grado en l
que sea discutible. La posibilidad de una asignación apropiada, sin Una nota sobre terminología
sobrecargar al cuerpo legislativo, crecerá en la medida en que el citado Quizá deberíamos señalar, antes de cerrar este capítulo, que e]
punto 1 se realice con éxito. vocablo «política~¡ es empleado con frecuencia en un sentido mucho
3. Dado que el cuerpo legislativo ha de realizar forzosamente mu- más amplio Y libre que el que aquí le damos. En la literatura de la
chos juicios fácticos, debe tener fácil acceso a la información y al con- dirección privada especialmente, (rpolítica» se emplea con frecuencia:
sejo. Sin embargo, debe tomar )a forma, no simplemente de recomen- a) como cualquier regla general que ha sido establecida dentro de una
daciones para la acción, sino de información de hecho sobre las organización, a fin de poner un limite a la discrecionalidad de los
consecuencias objetivas de las alternativas que el cuerpo legislativo tiene rubordina.dos (por ejemplo, en el departamento B es- norma archivar
ante sí. una copia de todas las cartas por tema), o b) como la más importante
Dado que el órgano administrativo tiene que realizar necesaria- de estas nom1as, promulgada por la alta dirección (por ejemplo, se reco-
mente muchos juicios de valor, ha de responder a los valores de la noce a todo empleado dos semanas por año en concepto de enferme-
comunidad mucho más que a los explícitamente convertidos en ley. dad). ~inguno de estos dos usos implica que la polftica tenga un con-
De la misma manera, aunque la función de hacer juicios de valor pueda, tenido ético. Se evitaría un grave defecto de ambigüedad si se emplea-
con frecuencia, ser delegada en el administrativo, especialmente cuando ran vocablos diferentes para estos tres conceptos: el que tratamos en
no están implicadas cuestiones controvertibles,' en caso de desacuerdo los párrafos precedentes ·y los dos que acabamos de enumerar. Quizá
debe conservarse su completa responsabilidad. pudiera llamarse «política legislativa» a las premisas éticas de direc-
Si se desea conservar los vocablos de <<política» y <<administración», ción; a las reglas amplias y no éticas establecidas por la alta dirección,
es preferible aplicarlos a una división de las funciones decisorias que v.polftica de dirección»; y a las demás, «política de trabajo».
25J. G. GrBBON trata esta cuestión en «The Official and His Authofity•, Pu-
En casi toda organización. además de estas clases de normas o
blic Administration, 4:81-94 (abril, 1926), llegando a conclusiones que están
su.tancialmente de acuerdo con las establecidas aquí. 26
LEYs trata con habilidad este punto en op. cit., págs. 20-22 .
IIl: HECHOS :Y VALORES EN · LA TOMA DE DECISIONES
58

reglas autoritariamente promulgadas, se encuentra un gran nútnero de


{¡prácticas» que no han sido establecidas como órdenes o reglamentos
ni están reforzadas por sanciones, pero que, sin embargo. se observan
en la organización por la fuerza de la costumbre o_ por otras razones. . CAPITULO IV
A menudo. la línea que separa la pblitica de la prá:u~ no es muy, ~ar­
cada, a menos que la organiza~ión siga la upracUca» (o upolitJca») LA RACIONALIDAD E~ EL COMPORTAMIENTO
de dar todas sus normas por escnto. ADMINISTRA T1VO

CONCLUSION En el ca):!ítulo III hemos llegado a la conclusión de que la per-

Este capítulo ha sido dedicado a explicar la distinción que existe .. fección de una decisión administrativa es un asunto relativo; que es
correcta si elige los medios apropiados para alcanzar los fines que se
entre los elementos de valor y los elementos de_ ~ec~? en la t$a de le han señalado. Corresponde al administrativo racional seleccionar
·,lecisiones. Se ha mostrado además, que esta drstrncron es 1~ . base de estos medios eficaces. Es preciso, para la construcción de una teoría
la línea que se traza comúnmente entre las cuestiones de poliuca Y _las ~dministrativa, examinar aún más la noción de la racionalidad y. en
cuestiones de administración. particular, aclarar perfectamente lo que se entiende por_.<~s.elección de
En el próximo capítulo se examinará con mayor detalle la a~ato- medios eficacesn. El proceso de aclarar esta idea arrojará, a su vez,
mía de la decisión con especial referencia al concep~o ~e «~acJona­ ·' considerabl~ luz sobre los conceptos de <<eficiencia o y « coordinaciónn,
lidadu en la toma de decisiones. Seguiremos dando mas enfas1s a los ambos de importancia central en la teoría administrativa.
aspectos lógicos de la decisión que a los aspectos psicológicos. Poco será lo que digamos en este capítulo acerca de lo que tiene
en su mente una persona que toma decisiones ; lo reservamos para el
capítulo V, que tratará el tema desde el punto de vista psicológico. El
presente capítulo se ocupará del ambiente objetivo de la decisión, de
las consecuencias reales que se derivan de la elección. Esta, en cuanto
que es racional y que conoce sus condiciones objetivas, entraña la
selección de una alternativa entre varias. Las alternativas difieren en
las consecuencias que de ellas se derivan, y el análisis de la toma de
decisiones se referirá, en sus aspectos objetivos, antes que nada, a estas
consecuencias variables de la elección.
'-Aunque este relieve concedido a las consecuencias dará al presente
capítulo una tendencia «racionalista» bien definida, no debe interpre-
tarse la concentración sobre los aspectos racionales del comportamiento
1' humano como una afirmación de qué los seres humanos son siempre,
o generalmente, racionales. Este falso concepto, que impregnó la teoría
1 política utilitaria y una gran parte de la teoría económica clásica, ha
sido refutado de una manera decisiva por los desarrollos modernos de
la psicología y de la sociología 1 •
I Nadie expone el ingenuo criterio utilitario de modo más sorprendente que
IEREMY BENTHAM en el op. cit., pág. 1-7, passim. Por otra parte. el racionac
Iismo está más implícito que explícito eri Adam Smith. Véase An lnquiry into
de Nature and Causes of the Wealch of Nations (Nueva York: E. P. Dutton
and Co., 1914). pág;. 12-15. Quizá hayan sido los freudianos quienes con mayor
fuerza han impulsado la crítica del racionalismo, pero se trata de un terria
59
MEDIOS Y FINES 61
60 IV: LA RACIONALIDAD EN EL COMPORTAMIENTO ADMINISTRATIVO
en el adulto; pero ,que el niño tiene que aprender con gran dificultad;
Dado que la «buena» administración es un . comportamiento que y este aprendizaje, aunque no ocurra en 1.1n nivel reflexivo, no es en
se adapta de manera realista a sus fines, de la IlllSJDa manera. que una manera alguna distinto del aprendizaje de un adulto en una situación
ebuena» empresa es un comportamiento económico .c?lculado c~n. exa~­ de medios-a-fin.
titud para obtener ganancias, la teoría de las declSlones adiDirustr~1l­ Pero dar un paso, coger un objeto, es habitualmente, en sí mismo,
vas se ocupará forzosamente, en alguna medida, de los as~ctos .rac1cr un medio para un fin más amplio. La manera más evidente de deter-
oales de la elección. L os capítulos posteriores de este estudio ded1carán minar qué fines se buscan por sí mismos .y cuáles por su utilidad de
una atención mayor a las realidades del comportamiento administrativo~ medios 'para fines más lejanos, consiste en colocar al sujeto en situa-
El presente capítulo guarda la misma relación con estos a~álisis rea- .cíones en que tiene que elegir entre fines en pugna.
listas que un estudio de los principios y teorías de los negocios guarda El hecho de que la fuerza de los objetivos dependa de otros fines
con una descripción de las instituciones económicas y de los compor- más lejanos, lleva a disponer esos objetivos en una jerarquía en la que
tamientos real~s del mercado; es decir, no es tanto una descripción .· ..cada nivel ha de ser considerado como un fin en relación con los
de cómo deciden los administrativos como -una descripción de cómo niveles que tiene debajo y como un medio en relación con los niveles
deciden los buenos administrativos 2• que tiene por encima ..f-1 comp'ortarniento logra integración y cohe-
r~cia por medio de la estructura jerárquica de los fines, porque enton-
MEDIOS Y FINES ces cada miembro de una serie de comportamientos alternativos se
J;oñaerap: acuerdo con una escalá comprensiva de valores : la de los
El hecho y el valor, como hemos señalado ya en el capítulo III, · fines «últimos». Rara vez se logra en el comportamiento real un alto
están relacionados con los medios y los fines. En el proceso de decisión . •grado de integración consciente. La estructura de los móviles conscien-
resultan elegidas las alternativas que se consideran medios adecuados tes, en lugar de constituir una jerarquía de una rama única, es habitual-
para alcanzar los fines que se desean. Sin embargo, l?s fi~es_ mism~s mente una complicada tela de araña o, con mayor exactitud, una colección
son, con frecuencia, simples instrumentos para consegmr objetivos mas inconexa de elementos, ligados entre sí de una manera débil e incom-
definitivos. De esta forma nos vemos conducidos al concepto de una pleta ; y la integración de estos elementos se hace progresivamente más
serie o jerarquía de fines. La racionalidad se interesa en la construcción •1 débil a medida que se. llega a los niveles superiores de la jerarquía, es
de cadenas medios-a-fines de esta clase 3 • ..' decir, a los fines últimos.
' La jerarquía de medios y fines es tan característica del comporta-
.L a jerarquía de fines miento de la organización, como de los individuos. En realidad, el
Las relaciones de medios-a-fines sirven para integrar el compor- -. sistema de especialización que en el capÍtulo 1I ha sido llamado «Orga-
tamiento, incluso en el nivel fisiológico. Las tensiones musculares están nización por finalidad», no es otra cosa que la disposición de la estruc-
coordinadas, en este nivel (como medios), para 1~ realización de actos tura de la organización para que sea paralela al sistema de medios y
fisiológicos sencillos--caminar, alcanzar y aferrar un objeto, volver los · fines que entraña el cumplimiento de sus propósitos. Así, la finalidad
ojos hacia otro-, que son, en gran parte, inconscientes y automáticos del departamento contra incendios es reducir las pérdidas que estos
causa n ; _pero los medios para lograr dicho fin son la prevención y •
de aceptación general entre casi todas las escuelas modernas de sociología Y extinción de los incendios. Estos dos medios principales están repre- ..
psicología. Véase, por ejemplo, a HAROLD D . LAssWELL: !'sychopatho/ogy and
Polities (Chicago : Unjvers ity of Chicago P ress, 1930), pags. 28-37; SJGMUND ' 1 sentados con frecuencia, en la estructura organizativa, por una oficina
FREUD: ~The Unconscicus• , Collected Papers (Londres: L. y V. Woolf, 1925), de prevención de incendios y por las fuerzas de lucha contra el .fuego,
4:98-136; VfLF'REDO PARETO: The Mind and Society (Nueva York: Harcourt, respectivamente. Como estas deben estar dispersas por la ciudad para_~ ...,
Brace aod Co., 1935}, passim . . el cumplimiento de sus finalidades, nos encontramos en el próxiáío
2 El Apéndice se ocupa extensamente de la dis~in.ci ó n . entre ciencia práct1ca
de la administración (el estudi o de Jo que los a:dmmlsttatJvos ~ de ben hacer») Y liivel co.n unidades de organización especializadas por área_
sociología de la administración (el estudio de lo que los admi nistrativos •hacen»). Asimismo, tanto en el comportamiento organizativo como en el
3 T ALCOTT P.~RSONS analiza los sistemas de ac_ ció n social coo la ayuda de
estos mi&i:nos términos en The Structure of Social A ction (Nueva York: McGraw- individual, la jerarquía de medios-a-fin rara vez resulta una cadena
Hill Book Co., 1937), págs. 44, 49, 228-41.
62 IV: LA RACIONALIDAD EN EL COMPORTAMIENTO ADMINISTRATIVO
MEDIOS Y FINES 61
----------------~~~------------------~
completamente integrada y conexa. Con frecuencia, l~s relaciones ent're yecto. La decisión racional requiere siempre la comparación entre ]Os
las actividades de la organización y los objetivos últunos son oscuras, medios alternativos en relación con los fines res¡::ectivos q_ue.de euas··
los objetivos últimos están formulados de manera in~~pleta; ? exi.s- se obtendrán. Como >yeremos en el ·capítulo VIII, esto Slgm6ca qne·
ten confi.ictos y contradicciones internos entre los ob¡etJvos ultJmos o la a eficiencia »-la consecución de los valores máximos co11 tned¡
entre los medios elegiQ,os para conseguirles. Así, La toma de decisiones 03
limitados- debe ~onstituir un criterio orientador de la decisión adlll.[,
e.n la Work Projects Administratioo se vio complicada por las exigen- :~>istra ti va.
das competidoras del fomento de la industria y el socorro. i_nmediato En s~gundo lugar, en las situaciones reales es generalmente im~.
a los parados, como objetivos del organismo. En las dec1s1ones del sible conseguir una separación completa de los medios y de los fin~
War Production Board fue preciso equilibrar las necesidades de guerra porque los medios alternativos no son habitualmeo~e. neutrales ~q S\l
con las exigencias civiles. valor. De esta dificultad surgen tantos argumentos futiles sobre st •las
Hay ocasiones en que la falta de integración de la jerarquía fines justifican los medios». Por ejemplo, en el caso de la Ley ~
medios-a-fin de una organización se debe a la negativa del cuerpo que los medios empleados entrañaban tantas cuestiones lde valor-<uest~
dicta las normas a decidir una cuestión normativa «candente»; por nes de libertad personal, de métodos correctos de policía, etc.-, qu
ejemplo, la negativá del Congreso a determinar, en el Servic_i~ Selec- estas no tardaron en eclipsar la importancia del objetivo «últim<l,~
tivo, la importancia relativa que debe darse al estatus farruhar Y a la abstinencia alcohólica. De ah( q.ue resultara engañoso hablat d.
la ocupación en los retrasos del servicio militar. Otras veces las rela- Ja prohibición, Sencillamente, como de un medio de conseguir el e
ciones mismas medios-a-fin resultan oscuras. Por ejemplo, decir que 6
altamente deseable, de la abstinencia alcohólica. Los medios espe~lll,
el objetivo de un ejército es derrotar al enemigo deja ampli~ espacio
para las disputas y la inconsistencia en cuanto a la estrateg1a conve-
empleados para conseguirlo tenían muchas_ consecuencias clistin.tas ¿s
fin específico que ~e buscaba, y estos otros fmes no deseables teman qul
riente para alcanzar e~e fin. (Recordamos a este respecto la contrO- pesar en la consideración de deseabilidad de los medios. e
versia gue b.ubo en este país entre el «primero Alemania» y «primero En ,tercer lugar, la terminología medios-a-fio tiende a oscu~
papel del elemento tiempo en la toma de decisiones. Cuando uo fin tes ~l
11
el Japóon.) .
De modo que ni las organizaciones ni los individuos cons1guen una · ta ser una condición o una situación a realizar, esta solo puede reat¡,, '
., inte!!:ración completa de su comportamiento a través de estas relaciones . .
se en uo determinado momento aunque otras muehas s1tuac10nes Plle¡¡ •
"~t

de ~edios-a-fin. A pesar de lo cual, lo que queda de racionalidad . én lograrse a lo largo de un período de tiempo; así, la elección está inQ 11.all
su comportamiento es, precisamente, la incompleta y, en pcasiones, no soló por los fines especiales, sino ~~biéo por las expectativa~ _d~ ~da
incoherente jerarquía que acabamos de describir. fines que pueden ser realizados en distmtos momentos. La elecaon ¡Os
Limitaciones del esquema medios-a-fin pone dos problemas: 1) Si un fin determinado há de realizarse e11 ll¡,
momento dado, ¿a qué fines alternativos habrá qu_e renunciar para dic~ll
Este análisis del comportamiento racioná1 en relación con una jerar- momento~; 2) Si un fin determinado ha de realizarse eo un rno~~¡e 1)

L
quía de medios-a-fin puede llevar a co-2~J:~iones inexactas, a meno.s óado, ¿de qué manera limüa esto los fines que podrían realizarse en 0 ~ll)
oue se observen determinadas precauciones. momentos? Cuando Luis XV dijo: «Después de mí, el diluv· 0S
f.x.presaba el juicio. de hecho de que el cumplimien to de sus Pat ~0 ~.
1
• En primer lugar, las finalidades a· alcanzar por la elección de una
determinada alternativa de comportamiento se exponen con frecuen- 1 , . lares fines - a corto plazo acarrearía algunas coosecueoc1as . f un~tatc\1•
cia de una manera incompleta o incorrecta, porque no se acierta a brgo plazo; y también expre.s aba un juicio de valor: el de su i 11 d~ a
wnsiderar Jos fines alternativos que podrían alcanzarse seleccionando ·¡ rencia por las consecuencias a largo plazo. Los economistas dit1_t~.
otros comportamientos. Al elegir un disei'io de contrapeso para tender que desestimaba gravemente el tiempo. .. lat¡
un puente sobre un río determinado, no basta cono:er que este proye~to Todavía entra el elemento tiempo de otra manera en .la to~t¡a.
servirá para salvar el río con un puente. El ac1erto de la ele~c1óo decisiones. Algu ~as de estas son trrevocables en el sentJdo d~ ~
estriba en que el puente de contrapeso resulte de mayor eficacJa Y crean una nueva situacjón que, a su vez, influye en las decisiones q\1<:
economía que un puente colgante. un viaducto o cualquier otro pro- , la siguen. Esto se demuestra, en las situaciones económicas lllltq\l~:
~ ¡ la
_,1
ALTERNATIVAS Y CONSECUENCIAS 65
IV: LA RACIONALIDAD EN EL COMPORTAMIENTO ADMINISTRATIVO
64
·tal como aquí se emplea este vocablo,; es el proceso mediante el cual
existencia de costes fijos. Si un fabricante está decidiendo si_ cons~irá
una de estas alternativas de comportamiento para cada momento es
una fábrica de calzado, su problema consistirá en determmar s1 los
elegida para ser realizada. La serie de tales decisiones, que determina el ·
ingresos que conseguirá vendiendo los zapatos compens~~ s~s gastos.
comportamiento a lo largo de un período de tiempo, puede llamarse
Pero si tiene una fábrica de calzado, el coste de esta fabnca . es un
estrategia.
gast~ ya hecho que no puede ser recobrado, y continuará fab_ricando
calzado, incluso con una pérdida general, con tal que. sus ~gresos Si es elegida y seguida una de las posibles estrategias, se seguirán
cubran los costes nuevos y adicionales en que debe mcurnr para determinadas consecuencias. La tarea de la decisión racional consiste
fabricarlo. Por consiguiente, la decisión de construir la fábrica influye en elegir a~uella estrategia que vendrá seguida por la serie preferida de
en sus decisiones posteriores. Lo que cuenta, por encima de todo, par~ consecuencias. Hay que poner de relieve que todas las consecuencias que
la consistencia relativa del comportamiento, tanto personal como or~am­ se · siguen de la estrategia elegida deben considerarse importantes para
zativo a lo largo de períodos de tiempo, es la existencia de estas rrre- valorar su corrección y no solo las consecuencias que habían sido anti-
vocabÍes decisones a largo plazo. A ella hay que atribuir también una cipadas.
La tarea de decidir entraña tres pasos: 1) la enumeración de todas
cierta «inercia» en el ajuste a nuevas situaciones.
Estas objeciones no significan que el lenguaje de los fines Y de los las estrategias alternativas •. 2) la determinación de todas las consecuen-
medios no pueda ser empleado; significan simplemente que debe hacerse cias que se siguen de cada una de ellas, y 3) la valoración comparativa
con mucho cuidado. Puede haber otra terminología más clara en algu- de estas series de consecuencias. Empleamos deliberadamente el voca-
nas circunstancias~ y este es el propósito que pretendemos desarrollar blo todas. Es imposible, evidentemente, que el individuo conozca
· todas sus alternativas o todas sus consecuencias, y esta imposibilidad
·a continuación. 1epresenta una desviación muy importante del comportamiento real del
ALTERNATIVAS Y CONSECUENCIAS
modelo de racionalidad objetiva. Como tal, recibirá extensas considera-
ciones en el capítulo V.
Las objeciones que se han hecho contra el esquema medios-~-~n
son: a) que oscurece el elemento comparativo en la toma de declSlo- Tiempo y comportamiento
nes; b) que no llega a realizar una separación satisfactoria d~ los ele- No hay nada que impida que el sujeto, o la organización, que ha ele-
mentos fácticos y valorativos de la decisión, y e) que proporcwna una gido una estrategia un lunes, elija una distinta el martes. Pero la deci-
visión insuficiente de la variable tiempo en el comportamiento finalista. sión tomada el lunes, en la medida en que haya sido parcialmente des-
Una teoría de las decisiones, en términos de las posibilidades a~terna­ arrollada antes de su reconsideración, ha reducido ya las estrategias
. iivas de comportamiento y de sus consecuencias, hace frente a todas estas disponibles el martes.. Ya hemos señalado esto en el ejemplo de la
objeciones. fábrica de calzado, del cual se deduce que el individuo o !a organiza-
ción puedan ser empujados a una determinada línea de acción por el
Altunativas de comportamiento 4 h::cho de que, habiéndola iniciado, parece preferible continuarla a renun-
1 El sujeto que actúa o la organización compuesta de cierto número
ciar por completo a la parte realizad&.
de tales individuos se enfrenta, en éada momento, con un gran número Este carácter de las estrategias, que está ligado al tiempo, merece
de comportamientos alternativos, 1 algunos de los cuales están presentes ser muy destacado, porque hace posible por lo menos una cantidad
en la conciencia, en tanto que otros no lo están. La decisi?n, o elecciónJ mínima de racionalidad en el comportamiento allí donde, sin él, resulta-
ría inconcebible. Por ejemplo, un individuo que ha pasado siete años
4La teoría aquí presentada fue elaborada por el autor en 1941. Su presente
¡ de su vida preparándose para hacerse médico y diez años más practi~
reformulación ha sido grandemente influida por la notable obra de JoHN VO!' 1 cando esta p.(ofesión, no tiene, de ordinario, que gastar más tiempo para
NEUMANN y OseAR MoRGENSTERN, The Theory of Games and Econom1c
Be/¡avior (Prioceton : Princeton Un:versity Press, 1944), cap. Il. Es JUSto adver-
tir que von Neumann publicó primeramente la parte de su teoría que se. her-
l decidir si será o no médico. Las ocupaciones alternativas le están prác-
ticamente cerradas. en virtud de la inversión que ha hecho ya en la estra-
mana con el presente estudio en 1928, «Zur Theorie der Gesellschaftsspiele», \
1
tegia que. hasta ahora ha seguido. ,...
Math . .Annaleu, 100:295-320 (1928).

J
~-

66 IV: LA RACIONALIDAD EN EL COMPORTAMIENTO ADMINISTRATIVO


·Al.TERNAnvAs Y CONSECUENCIAS
De manera parecida, una organización que fabrica zapatos no nece- . . ~
soI o en unos pocos aspect
sita reconsiderar diariamente (aunque puede necesitarlo a intervalos) las consecuencias que di.~es y ~n lo demás son idénticas. Es decir que
si., en lugar de ello, no debería dedicarse al negocio de aut0móviles. • 1' rencian un co t . ,
n:zemo alternativo puede sur ir , . mpor amiento del ccmporta-
Esto reduce notablemente llas alternativas que el individuo debe con-
cro de tiempo y dentro de :o á~~ca:oe.ote dentro de uo breve espa-
siderar en cada momento y es. desde luego, una condición necesaria
verdad, con demasiada frecuencia a limitada ?e descripción. Si fuese
de racionalidad, aunque no suficiente.! clavo, las cadenas de co : que un remo se perdiera por un
• . . osecuenc1as q •
Conocimiento y comportamiento _r:ractica serían de tal com l .. d d ue encontranamos en la vida
Slble el comportamient~· racfo~~l a , que resultaría virtualmente impo-
La función del conocimiento en el proceso decisorio es la de deter-
minar qué consecuencias se derivan de las estrategias alternativas. Es El problema de la toma de. d ..
vadas es, en un aspeéto mucho e~ISiones. en las organizaciones pri-
tarea suya seleccionar, a partir de toda la clase de posibles consecuen- 'br ' mas senc U
cias, una subclase más limitada o, incluso (idealmente), una serie única pu . zc~. Es de esperar que la or aoiz .• l o _que en los organismos
de consecuencias relacionadas con cada estrategia.; Desde luego, el sujeto raoón unic~mente las coq_secuencia! de :~wn .P~~vada tome en conside-
que actúa no puede conocer directamente las consecuencias que se segui- en tanto que el organismo público d b dectsiOn que la afectan a ella
rán de su comportamiento. Si pudiese conocerlas, operaría aquí una con ~n sistema comprensivo de val~r;s sor:es~r la decisión en relació~
especie de causalidad inversa: las consecuencias futuras serían las deter- Por eJemplo, cuando el director general dtubhcos .o de la comunidad.
minantes del comportamiento presente. Lo que él hace es formar expec- dar a su hijo un cargo en Ja firma dob una SOCiedad privada decide
tativas de las consecuencias futuras, expectativas que están basadas en efecto que eJ nombramiento ejercerá ~ob;e el toma_r e~ consideracióf! el
relaciones empíricas conocidas y en su información acerca de la situa- pero uo hombre que se encuentre e l . a eficzencia de la empresa.
· · publico,
ser VICio , n . a mzsma poSlCJon · · • relativa en el'
ción existente. 1 .
deberá preocu
parse lgualme t d l
Podemos poner como ejemplo el caso de un proceso típico de deci- Ja~t~ paso producirá «sobre fa igualdad de o n e ~ efecto que seme-
sión administrativa: la selección de personal. Se reúnen informes sobre 1 pubhcolJ. Esta distinción
·
tr
eo e 1a drreccwn
. . • portumdades en el servicio
· d
cada uno de los candidatos a un cargo a través de exámenes, valo- tiene uo carácter ta1·aote ~nva a Y la pública no
s · ' poroue un crecido •
!ación de servicios y otras fuentes. Estos informes se usan como base 1 as pnvadas están siendo rraL~ect-ad numero de empre-·
· ' as por un · t • •
de una predkción comparativa. encaminada a determinar cuál de Jos · numero cada vez mayor de directiv . m eres publico», y. no
candidatos desempeñará más satisfactoriamente el empleo. Si las pre- responsabilidades de sus cargo o]s ?_Jivados se preocupan de las
dicciones son exactas, 'se habrá hecho una decisión correcta. 1
m· 11' sen re acwn con la "d .
as a a de los límites que la Jo 1 . comum ad, mcluso
Hemos hecho notar ya que el sujeto, para actuar en este esquema
c.on perfecta racionalidad, tendría que disponer de una descripción com-
1 .
El hecho d '"'Y es 1mpone.
e que las consecuencias forme h .
«aislados» proporciona al científico . n_ abitualmente sistemas
-¡:,leta de las consecuencias que se seguirían de cada estrategia alterna- para la racionalidad porq· 1 . y .al practico una ayuda poderosa
1 • ue e Clentifico p d ·
twa y comparar estas consecuencias. Tendría que conocer, en cada uno cerrad os en su laborator· . ue e ats1ar esos sistemas
de sus aspectos, qué cambios experimentada el mundo si él se condu- to expenmental Y estud·
en ~anta que el práctico puede . , tar su comportamiento;
jese de una manera en Jugar de otra, y tendrfa que seguir las conse- e~ Científico,. a fio de variar det:;r~trse ae las _l~yes descubiertas por
cuencias del comportamiento durante períodos ilimitados de tiempo, bzente, sin perturbar de . mmadas condJcwnes del medio am
extensiones ilimitadas de espacio y series ilimitadas de valores. Sería manera Importante el
Q uedan todavía dos importante o •. f . res o e la situación.
t d -
inconcebible, en tales condiciones, que el comportamiento real se ·acer- desc-ubrimienro científic 0 - GIS lOCIOnes entre un problema de
c-ara siquiera a la racionalidad. Por fortuna , el problema de elegir resulta · Y un problema de t d
pnmer lugar, un problema científi T oma e decisiones. En
tJormalmente muy simplificado por la tendencia de las leyes empíri- Iicas que se cumplirían bajo . t co va t~o. es deducir las leyes empí-
cas que describen las regularidades de la naturaleza, a adaptarse por 1 das, aunque tales condiciones c~r as c;ndlclones hipotéticas simplifica-
subseries relativamente aisladas . .Comparando dos alternativas de com-- ·1 teórico puede hablar de o ~e. eo en !a práctica; el científico
. . «cuerpos ncrzdo"» . .
portamiento, se advierte con frecuencia que sus consecuencia~ difieren
¡ sm fncción», etc. Pero el prácti d b " , «vacJOs perfectos», ((flúidos
. co e e tener presentes los efectos de

J
68 IV: LA RACIONALIDAD EN EL COMPORTAMIENI'íJ ·ADMINISTRATIVO
.•• • ·. • ', 41;1\~ATIVAS Y CONSECUENCIAS '69
1"--------------------~------------------~~~----------~
Ja elasticidad, de la presión del aire o de la fricción, si es que se encuen-
vi~a~ purament~ . co~~tjdora que entrañe dos participantes, siendo
tran presentes y son esenciales, por mucho que' esto comp'lique su pro- qmza la esqategia militar el ejemplo práctico más importante s.
blema de elegir la alternativa correcta. En segimdo lugar, el científico En el extremo, opues~~ de una situación puramente competidora
puede elegir para su ~studio únicamente aquellii.s consecuencias del sis- está la de dos o mas participantes que comparten una finalidad común;
tema de las que él desea ocuparse, prescindiendo de las demás. Resulta Y e~ la que cada uno tiene uiia información suficiente de lo que están
iln problema científico válido preguntar: « ¿Qu~ efe~to tendr~ s_obre haci~ndo los demás, que le permite tomar decisiones correctas. Esto es
el · peso total de este aeroplano determinados cambios en el d1.seno? » _r:ecisa~ente lo que se da a entender con la frase de «trabajo de equipo» .
Sin embargo, el problema de la decisión prá.di~a ~on.siste en equili- . fin~Idad de ha_cer señales en el fútbol o de cantar puntos en el
brar un ·posible ahorro de peso con el aumento en el cos~o, con la pér:- bndge ti_ene por ObJeto ayudar a que cada jugador de un equipo forme
í:lida de . c::u capacidad de maniobra u otras C1.ialidades.\ El práctic~ no expectativas ex_a~tas acerca de lo que van a hacer sus compañeros, para
puede nunca despreocuparse de hechos o cons~cuenCias condici.onantes ~ue pueda decidrr los medios propios de cooperar con ellos en la fina-
simpl~m~te porque caigan fuera del alcance de, su te<?pa:\ _lidad común. La . ~alidad ~u?erio~ de planificar y organizar, que
precede a toda ~~tividad admmiStrativa, no es simplemente la de colo.
Comportamiento de grupo car a ca?~ participante en la tarea que mejor puede cumplir, sino la.
de permitir que cada uno forme expectativas exactas sobre lo que van ·
Nuevas complicaciones se intToducen en eh cuadro ·si" se coloca en
a ha_c~r los_ demás. Quizá contribuiría a aclarar el estudio de la teoría
él a más de un individuo, porque, en. este ·caso, las decisiones de los .1
admi~Is.trativa el empleo del vocablo «CooperacióD» para referirnos a
.demás individuos quedarán incluidas entre las ·condiciones que cad1l. la actividad en la que los participantes comparten una finalidad común
uno de ellos deberá tenor en cuenta en sus propias decisiones. Es decir, Y el de «coordinacióm para el proceso de informar a cada uno dé los
-todo individuo deberá conocer cuáles serán las acciones de los demás c?~portamiento~ proyectad?s por los demás. De ahí que la c~~pera­
.a fin de determinar únicamente las consecuencias de las suyas. Este Cion resulte habitualmente meficaz--es decir, que no alcance su finali-
·1
es un factor de importancia fundamental en la totalidad del proceso ,¡ da?, cuales~uiera que sean los propósitos de los participantes-si no
.de la decisión administrativa. eXIste coordmación.
Esto implica realmente un grave círculo vicioso. Antes de que A Si la actividad es competidora,. puede haber cierta inestabilidad
-pueda elegir racionalmente su estrategia, necesita saber la que ha ele- por~ue ca_da individuo reajustará su comportamiento cuando «descubra;
gido B; y antes de que B pueda elegir su estrategia. necesita conocer l~s mtenciOnes de su adversario, e incluso lo hará como táctica defen-
,Ja de r\. Esto puede ilustrarse por el juego de . elegir cara o cruz. Hay Siva c~n el _fin de _i~pedir que el adversario descubra las suyas. Pero
oos participantes. El primero coloca encima de una mesa, y fuera. de est~ rrns~a mestabi_h?ad puede producirse cuando la actividad es coope-
·la vista de su adversario. una moneda con la cara o la cruz hacia arriba ; rativa: SI los participantes están informados de manera insuficiente.
e~ segundo trata de adivinar su posición. El primer participante deberá Por eJei?plo, :n ~na organización en la que las responsabilidades no
decidir 1a elección que juzga que hará el segundo. y luego colocar la hay~n. Sido adJUdicadas con suficiénte precisión, dos ejecutivos pueden
moneda en forma contraria; el segundo particjpante debe decidir el escnbir cartas contradictoria~ ~ la misma persona y acerca del mismo
cá1culo que el primero ha hecho de la situación. No pueden ambos asunto, y, en otro caso, la carta puede quedar sin escribir, porque cada
acertar, porque si el primero calcula de manera correcta la elección uno espera que lo haga el otro.
:del segundo, este habrá calculado de manera incorrecta la elección del . Para expresar ~: mánera formal el asunto eny un modelo coope-
primero~ y viceversa. El sistema de comportamiento resultante será _muy
J rativo, ~mbos ~articipantes prefieren la misma serie de consecuencias;
.indeterniinado, porque la inestabilidad de cada una de las eleccmnes . ~e aqm que, SI cada uno conoce la actitud del otro, ambos actuarán
de comportamiento lleva a la inestabilidad de la otra. d.e manera que asegure estas consecuencias;;,En un modelo competidor.
Aunque el ejemplo pueda parecer trivial. una pequeña reflexión
5
:convencerá al lector de que este juego es un modelo de cualqUier acti- u C.ol. J. F. C. FULLER: The Foundotions of the Science of War (Londres·
~ ..utchmson and Co., 1925), pág. 183. •

J
VALOR Y POSIBILIDAD 71
70 !V: LA RACIONALIDAD EN EL COMPORTAMIENTO ADMINISTRATIVO

el óptimo·resultado para el primer participante no es el óptimo para El sistema de valores. Las superficies de utilidad
el segundo. De aquí que si el primer participante logra las conse- 1

cuencias que él prefiere, el otro participante quedará frustrado; · por Dado que los valores que están presentes en las diversas alternativas
ejemplo, la norma del mercado ccnsiste en comprar barato y vender son al mismo tiempo numerosos y distintos, el individuo que ejerce su
caro, pero si el comprador compra barato, el vendedor no habrá ven- preferencia debe sopesarlos y elegir entre ellos. Los economistas han
dido caro. Incluso un modelo cooperativo puede resultar inestable si desarrollado un esquema de conceptos para describir este proceso, muy
cada uno de los participantes es incapaz de predecir lo que el otro va semejante en verdad al esquema aquí empleado.
a hacer. En estos casos, es necesaria la coordinación de los comporta- Las elecciones que hace el individuo entre valores que compiten en-
mientos de ambos participantes para que puedan realizar la posibilidad tre sí pueden describirse mediante una serie de curvas de indiferencia.
que ambos prefieren. No se trata aquí de conflicto de finalidades, sino Estas curvas indican qué series de posibles consecuencias son equiva-
de conocimiento imperfecto. lentes o mutuamente «indiferentes» para la elección. Utilizando los térmi-
Las organizac.iones administrativas son sistemas de comportamiento nos favoritos del economista-nueces y manzanas-, las curvas de in-
cooperativo 6, Se espera que los miembros de la organización orienten diferencia nos dicen, por ejemplo, si un individuo prefiere una combi-
su compartamie¡¡to de acuerdo con ciertos fines que se adoptan como nación de diez nueces y cinco manzanas a una combinación de cinco
;<objetivos de la organización». Esto deja el problema de coordinar su nueces y siete manzanas, o si prefiere la segunda o si es indiferente
comportamiento, de proporcionar a cada uno el conocimiento del com- entre las dos.
portamiento de los demás sobre el que pueden basar sus propias deci- Las limitaciones empíricas de la elección se introducen en el esque-
siones. En los sistemas cooperativos. y aun cuando todos los participan- ma del economista por el stock de bienes del individuo y por la estruc-
tes estén de acuerdo sobre los objetivos a alcanzar, no pueden normal- tura del precio. Se da por sentado que el individuo parte de un núme-
mente ser dejados a sí mismos para que seleccionen las estrategias que ro determinado de nueces y manzanas, que puede cambiar el uno por
conducirán a esos objetivos; porque la elección de una estrategia co- el otro, a un determinado tipo de cambio, y que él trata luego de se-
rrecta supone el conocimiento de cada una de las estrategias elegidas leccionar la cantidad de cambios para la cual su preferencia es mayor 8 •
por los demás 7 • Relación de valor, experi._ncia y comportamiento
VALOR Y POS1BILlDAD Ahora resulta más claro el significado de la relación «medios-a-fin». ·
Es evidente que la distinción <<medios-fin» no corresponde a la distin-
Queda por discutir el tercer elemento de la toma de decisiones, es ción entre hecho y valor. ¿Cuál es, pues, !a conexión entre las dos se-
decir. el proceso ~de determinar las preferencias entre las consecuencias. ries de términos? Simplemente esta: una cadena medios-a-fin es una
Puede denominarse a este proce;;o valor:~ción. A cada estrategia corres- serie de anticipaciones que ligan un valor con las situaciones que lo rea-
ponde una sola serie de consecuencias:: El comportamiento racional lizan, y estas situaciones, a su vez, con los comportamientos que las
entraña la enumeración de las consecuenci¡ts en su orden de preferencia prodp.cen. Cualquier elemento de esta cadena puede ser «medio» o
1 1
y la elección de la estrategia que corresponde a la alternativa más ele- «fim)\ según se trate de su conexión con el extremo de la cadena co-
vada de la lista. rrespdpdiente al valbr o con el extremo correspondiente al comporta-
miento.
. sEn el capítulo VI estudiaremos por qué y hasta qué punto comparten una Predominará el carácter de medio en un elemento, dentro de una ca-
final idad común los participantl::s de tales organizaciones. dena de medios-a-fin, si dicho elemento está situado hacia el extremo
7 Esta es la eritica fundamen tal a la que nunca ha podido contestar la
teoría del :a:carquismo. Esta teoría parece establecer que los participantes de de la cadena correspondiente al comportamiento; predominará el ca-
un esquema social, dadas finalidades comunes, seleccionarán au tomáticamente, rácter de .fin si se trata de un elemento que descrioe las consecuencias
por s( mismos, sus propios papeles más eficaces.
8 HENRY ScHULlZ: The Theory and Measurement of D.?mand (Chicago:
University of Chicago Press, 1938), págs. 12-35.
72 rY: LA RACIONALIDAD EN EL COMPORTAMIENTO ADMINISTRATrYO DEFINICIONES DE LA RACIONALIDAD 73

del comportamiento. Si es así, los términos que describen las consecuen-


cias de un comportamiento pueden ser tomados como índices de los DEFINICIONES DE LA RACIONALIDAD
valores que se adhieren a él. Aunque el economista habla de los bienes
económicos como de valores que constituyen la finalidad de la activi- Finalidad principal de este capítulo ha sido construir los cimientos:
dad económica, en realidad son simplemente índices de la existencia par~ erigir ~obt;r ellos una clara comprensión del concepto de <cracio-

¡
de un estado de cosas del que puede conseguirse el valor: la posibilidad ~alldad». s_m ~m~argo, la claridad no_ implica forzosamente se-ncillez.
de consumir los bienes 9 • Hablando en termmos generales, la racionalidad se ocupa de la elección
El acto psicológico de valorar las alternativas consiste, habitualmen- de alternativas preferidas de actividad de acuerdo con m;"' sistema
te, en medirlas de acuerdo con ciertos índices de valor que, en realidad, ,de valores cuyas consecuencias· de comportamiento pueden ser valora-
están generalmente asociados con la realización de los valores mismos ; ] das. j.Sigñüica esto que el pro~o de adaptac1ón debe ser consciente
el dinero, por ejemplo, puede llegar a ser un índice de los valores que lo se incluyen también los procesos inconscientes? Se ha demostrado
puede comprar. Los índices de valor entrañan l.in _-importante elemento que muchos de los pasos de la invención ~temática-siendo de suponer
fáctico, porque presuponen que a una alternativa caracterizada por un ín- que no hay otra cosa más racional-son subconscientes, y esto es cierto,
dice de valor elevado corresponderá un valor elevado:- Por ejemplo, que desde luego, en cuanto a los procesos más sencillos de solución de ecua-
un organismo federal de préstamos gaste únicamente un pequeño por- ciones 10• Además, si no se considera la conciencia como un elemento de
centaje de sus fondos en la administración de sus préstamos,' puede ser rac~~nalidad, ¿se_ admiten únicamente los procesos deliberados de adap--
un índice de eficiencia, porque, siendo iguales todas las demás cosas, taciOn o se admiten también los no deliberados? La mecanógrafa se
es de desear que los gastos administrativos sean bajos. Pero en este caso, entrena para golpear una tecla concreta como respuesta al estimulo de
desde luego, la razón entre los gastos administrativos y ·Jos totales no un~ letra determinada. Una vez aprendido, el acto es inconsciente, pero
constituiría un buen índice de valor porque, de no existir una prueba deliberado. Por otra parte, cualquier persona retira instintivamente el
definida de que la calidad de la investigación no ha cambiado, es muy dedo que se ha quemado. Esto es aracional» en el sentido de QUe sirve a
arriesgado suponer que todos los demás factores siguen siendo los mis- una finalidad útil; pero, desde luego, no es una adaptación ni -consciente
mos cuando los costes administrativos se reducen. ni deliberada. .
Si se define de esta manera, la relación medios-a-fin no permite una ¿Llamaremos, además, «racional» un comportamiento que está equi-
separación clara de valor y hecho, porque el mismo comportamiento vocado, pero solamente porque la información en que se basa es defec-
/
puede tener como consecuencia más de un valor: puede ser un miem- tu~a?. C::Uando se recurre a una prueba subjetiva, resulta racional que
bro de más de una cadena de medios-a-fin. Por ejemplo, una política · u_n mdiVJduo. se medicine contra una enfermedad si cree que la medi-
de ayuda en la que los presupuestos familiares se fij(!n a un nivel muy ooa le ~urara de ella. Cuando se recurre a una prueba objetiva, el com-
bajo, con objeto de proporcionar a los beneficiarios un incentivo para portarruento es racional únicamente si la medicina es en realidad eficaz.
buscar y aceptar un empleo privado, puede tener también como conse- . Finalmente, ¿de acuerdo con qué objetivos, con qué valores debe
cuencia un elevado índice de desnutrición y enfermedad entre las fami- JUZgarse la racionalidad? La conducta de un individuo dentro de una
lias de los beneficiarios. Es imposible determinar una polític¡¡. acepta- organización, ¿es racional cuando sirve a sus objetivos personales. 0
ble considerando simplemente una de esas cadenas medios-a-fin e ignO- cuando sirve a los objetivos de la organización? Dos soldados están sen-
rando la otra. tados en una trinchera frente a un nido de ametralladoras. Uno de ellos
permanece a cubierto. El otro, con riesgo de su vida, destruye el nido
9 FRANK KNIGHT considera que la principal debilidad de la economía clásica de ametralladoras con una granada. ¿Cuál se conduce racionalmente?
es su incapacidad para ve~ la ganancia económica como un eslabón puramente Quizá la única manera de evitar, o aclarar, estas complejidades sea
int~rmedio de una cadena medios-a-fin, que conduce al «prestigio> y la «como-
didad»; e igualmente su incapacidad para reconocer como un fin 'alorado por ei?plear el término dacionab conjuntamente con los adverbios apro-
sí mismo la actividad económica que conduce a la ganancia. Véase su Risk. plados. Entonces puede llamarse «qpjetjvamente racionab a una deci-
Uncertainty, and Profit (Boston: Houghton Mifflin Company, 1921), págs. xii-xx. ---------~--~~----------~~~==~~~
10 Véase JACQUEs HADAMARD: Essay on the Psychology of Invention in the
Mathemat¡cal Field (Princeton: Princeton University Press, 1945).
74 IV: LA RACIONALIDAD EN EL COMPORTAMIENTO ADMINISTRATIVO CONcLUSION 75

sión si es en realidad el comportamiento correcto para maximizar unos ción completa de· los fines o valores últimos inherentes a las mismas.
valores dados en una situación dada. Es «subjetivamente» raciOnal si La idea de las alternativas arroja considerable luz sobre los modelo&
maximiza la consecución relativa al conocimien!o real del sújeto. Es de comportamiento interpersonal. La relación entre los valores de los ·
«conscientemente» racional en la medida en que el ajuste de los medios individuos interactÚantes y las consecuencias de su comportamiento
a les fines sea un proceso consciente. Es «deliberadamente» racional conjunto determina que el modelo de comportamiento sea competidor
en la medida en que el ajuste de los medios a los fines haya sido reali- o cooperativo.
zado deliberadamente (por el individuo o por la organización). Una de- Se vio que la inestabilidad en el sistema de comportamiento puede
cisión es «organizativamente» racional si se orie:tta hacia las finalida- tener lugar cuando el modelo es competidor o cuando cada uno de los
des de la organización; es «personalmente» racional si se orienta hacia participantes en él se equivoca al predecir el comportamiento que des-
las finalidades del individuo. A partir de ahora calificaremos siempre arrollarán los demás.
el término «racional» con uno de estos adverbios. a menos que su sen- Por último, hemos establedao algunas definiciones para distinguir
tido resulte claro por el contexto. varios sentidos de la racionalidad : el objetivo, el subjetivo, el coris:.
ciente, el deliberado, el organizativo y el personal.
CONCLUSION Apenas hemos tocado en este capítulo los a¡,¡p~tos psicológicos de
la elección. Haremos en el próximo una tentativa pan! contrastar los
El objeto de este capítulo ha sido explorar la anatomía de la deci- f!le.rnell._t?s psicológicos y lógicos en el proceso de la elección. En capítulos
sión con vistas al establecimiento de una terminología y de un sistema ulteriores emplearemos las herramientas analíticas desarrolladas en este
de análisis que permita una investigación realista de la decisión admi- \Capítulo y en el próximo para estudiar algunos de los conceotos centrales
nistrativa. Con este fin examinamos el medio ambiente objetivo que rodea ¡4e la decisión administrativa : la autoridad, la eficiencia, la identificación,
a la elección. Este medio ambiente fue descrito como una serie de com- }a influencia y la comunicación_
portarnientos alternativos, cada uno de los cuales lleva a consecuencias
anticipadas definidas.
El conocimiento es el medio de descubrir cuál de todas las canse- -
cuencias posibles de un comportamiento se derivará realmente de él.
El objetivo último del conocimiento, en cuanto que éste forma parte
del proceso de elección, .es descubrir una posibilidad única que respon-
da a cada alternativa de comportamiento, aunque en la práctica este
objetivo solo se alcance de manera imperfecta;
Así, pues, consideramos el conocimiento d<: las consecuencias del
comportamiento corno una influencia primaria s-Jbre la elección. Des-
cubrirnos que la segunda influencia radicaba en la preferencia del indi-
viduo por una se;:-ic de consecuencias, en detrime:Jto de la otra. El pro-
blema de la elección consiste en describir consecuencias, valorarlas y
relacionarlas con las alternativas de cornportami!:nto.
Hemos descubierto que los medios y los fines no se corresponden por
completo con los hechos y los valores respectivamente, pero que existe
cierta conexión entre las dos series de términos. Definimos la cadena
medios-a-fin como una serie de elementos causalmente relacionados, que
van desde los comportamientos hasta los valores a que se dirigen. Los
fines intermedios de dicha cadena sirven corno índice del valor; y sir-
üéndonos de ellos, podemos valorar las alternativas sin una explora-
LO_S LIMTIES DE LA RACIONALIDAD 77

de habilidades y de qué manera le suministra información. Comenzará


_a verse, en el transcurso de este estudio, que la organización permi_te al
individuo aproximarse razonablemente al objetivo de la racionalidad 1 •
CAPITULO V
LOS LIMITES DE LA RACIONALIDAD \
LA PSICOLOGIA DE LAS DECISIONES
ADMINISTRATIVAS La racionalidad objetiva, tal co::no hemos definido el término en el
capítulo precedente, implicaría que el sujeto actuante ámolda todo su
comportamiento a un modelo integrado por: a) la visión de las alter-
El argumento del presente capítulo puede ser expuesto de manera nativas de comportamiento, previa a la decisión, de una manera pano-
muy sencilla. Es imposible que el comportamiento de un individuo solo rámica; b) la con~ideración del compleja total de consecuencias que
} aislado alcance un alto ado de racionalidad. Es tan grande el ~eguirá a cada elección, y e) la elección, con el sistema de valores como
. ~.

n ero e temativas .ql.le necesita e:Xplorar y tan vasta la información criterio, de una entre toda la serie de alternativas.
que tendría que valorar, que resuita difícil concebir siquiera una apro- El comportamiento real, incluso el que se juzga de ordinario como
ximación a la racionalidád objetiva. La elección individual tiene lugar «racional», posee muchos elementos de incoherencia que no se hallan
en un medio ambiente de <<supuestos», de premisas que el sujeto acepta presentes en este cuadro idealizado. Si estudiamos el comportamiento
como bases de su elección; y el comportamiento resulta adaptable úni- a lo largo de un período de tiempo, nos muestra un carácter de mosaico.
camente dentro de los límites establecidos por estos «supuestos». Cada parte del modelo queda integrada con las demás, gracias a su
Si el medio ambiente psicológico de elección, los «supuestos», fuera orientación hacia una finalidad común; pero estas finalidades varían
determinado de una manera accidental, el comportamiento del adul~o de cuando en cuando con las variaciones del conocimiento y de la aten-
mostraría un modelo o integración poco mayor que el comportamiento ción y se mantienen juntas, solo en una ligera medida, por algún criterio
de los niños. Sin embargo, puede realizarse un grado de integración y superior de elección. Pudiera decirse que el comportamiento revela <ISeg-
de racionalidad más elevado, porque el medio ambiente mismo de elec- ·1 mentOSJJ de racionalidad; que el comportamiento muestra lina organiza-
ción puede ser elegido y modificado deliberadamente. Esto es, en parte, ¡'
ción racional dentro de cada segmento; pero que los segmentos mismos
asunto del individuo: el individuo se coloca a sí .mismo en una situa- no poseen conexiones muy fuertes entre sí.
ción en la que determinados estímulos y ciertos datos de información [ El comportamiento real no alcanza la racionalidad objetiva, tal como
incidirán sobre él. Sin embargo, es también asunto de la organización 1 .,,
la hemos definido en el último capítulo, por lo menos de tres ma-
en un C)Specto muy importante. Una de las funciones que realiza la otga:_ j
neras:
,:~ización consiste en si r sus miembr en un medio ambiente ico- , , 1
logico que adapte sus decisio_nes....a.J..o.s -objetivos de organización Y '( 1 Todo el capítulo se apoya fuertemente en la psicología, en busca. de
que!e¡s proporcione la información necesaria para tomar estaS<i'eciSlo~s ·\ sus premisas. Una dificultad fundamental con que deb~ enf:ent~;se to_do cH:n-
tífico social que desee servirse de los frutos de la mvestlgacwn psicológica
;
'correctamente. .!- para tratar este tema; es que los mismos psicólogos están dividid?s e!'~ .escuelas
Presentaremos el material del capítulo en tres partes. En la primera que se h~.cen la guerra. Por suerte, la mayoría de los puntos psrcologrcos que
se relacionan con el presente estudio no son temas de controversia entre estas
expondremos en detalle las razones de que el comportamiento del .indi- escuelas. El análisis de Tclman sobre Purposive Behavior in Animals and Men
viduo deba por fuerza quedar por debajo del tipo medio de racionalidad. (Nueva York: D. Appleton Century Co., 1932) ha contribuido quizá más que
En la· parte segunda del capítulo examinaremos cómo está formado,, ningún otro tratado a la terminología y al punto de vista de este capítulo,
porque es una de las pocas teorías psicológicas que están orientadas hacia los
en realidad, el medio ambiente psicológico de la elección. Mostraremos coru:ep:os de elección y de .finalidad. Para los temas tradicionales psicológicos,
cómo este medio es el elemento unificador que convierte una . secuencia tales como •.báb;to,, catenc:ión~ y otros semejantes puede eoconttarse un
de elecciones momentáneas en un modelo coherente. ~- ~ ..----· _______ ____. análisis suficiente a las firtalidades de este estudio, en cualquiera de los nume-
rosos libros de teJtto. Eo rta!idad, la mayorfa de las referencias que 'damos
En la 'parte final estudiaremos el papel de la organización en el esta- aqui perten~eo a W.rU:.lAM J At'\1ESt The Principies ot Psycology (Nueva York:
blecimiento del medio psicológico de elección. Veremos cómo la organi- Henry Holt and Co., 1925), y a Jom¡ ·DEWEY: Human Nmure and Conduct
zación selecciona los fines del individuo, cómo le entrena para dotarle
76
1 i
(Nueva York: Modern Library, 1930). ·
78 V: LA PSICOLOG!A DE LAS DÉCIS!ONES ADMINISTRATIVAS
LOS LIMITES DE LA RACIONALIDAD 79

1) La racionalidad exige un conocimiento y una anticipación com" que plantea un problema extraordinariamente práctico de administra~
pleta de las consecuencias que seguirán a cada elección. En realidad, ción; el de asegurar una organización del proceso decisorio que lleve
el conocimiento de las consecuencias es siempre fragmentario .. los conocimientos importantes al punto en que se toma la decisión.
2) Dado que estas consecuencias pertenecen al futuro, la imagina- Pudiera haberse ilustrado ese mismo punto en relación con una orga-
ción debe suplir la falta de experiencia al asignarles valores. Pero solo nización lucrativa; viendo, por ejemplo, cómo dependen sus decisio-
es posible anticipar de manera imperfecta los valores. nes de la correcta predicción de los precios del mercado.
3) La racionalidad exige una elección entre todos los posibles com- J~:l ser humano, que se esfuerza por alcanzar la racionalidad y se
portamientos alternativos. En el comportamiento real solo se nos ocu- ve restringido dentro de los límites de sus conocimientos, ha desarrollado
rren unas pocas de estas posibles alternativas. algunos procedimientos de trabajo con los que supera parcialmente esta
dificultad. Estos procedimientos estriban en dar por sentado que es
Imperfección del conocimiento capaz de aislar del resto del mupdo un sistema cerrado que contiene
En el capítulo IV 2 hemos mencionado la primera limitación de la solo no número limitado de variables y una serie limitada de conse-
racionalidad dentro del comportamiento real. La racionalidad exige un cuencias.
conocimiento completo e inalcanzable de las consecuencias exactas de Cuéntase una anécdota de cierto estadístico que encontró en una
cada elección. En la realidad, el ser humano solo tiene un conocimiento ocasión una alta correlación entre el número de solteronas y la mag-
fragmentario de las condiciones que rodean a su acción y una ligera nitud de la cosecha de trébol en distintos condados ingleses. Después de
percepción de las regularidades y de las leyes que le permitirán dedu- pasar algún tiempo intrigado por esta relación, pudo trazar lo que a él
cir las consecuencias futuras a partir del conocimiento de las circuns- le pareció la cadena causal. Por lo visto, las solteronas tenían gatos y
tancias presentes. estos se comían a los ratones. Los ratones de camoo eran enemi-
Por ejemplo, para aplicar con pleno éxito los recursos existentes gos naturales de los abejorros, y estos últimos eran, a ~ vez, los princi-
al problema de la protección de una ciudad contra los incendios, los pales agentes de la fertilización de las flores de trébol. La consecuencia
miembros de este departamento necesitarían conocer con detalle las fue, claro está, que el Parlamento británico no debía legislar nunca la
probabilidades de que se declarasen incendios en cada una de las partes concesión de primas de nupcialidad sin antes calcular el efecto que
de la ciudad-concretamente, en cada edificio-y el efecto exacto que tendría sobre la cosecha de trébol la reducción de la población soltera.
te11dría sobre las pérdidas por incendio un cambio en el procedimiento Debe prescindirse necesariamente, en la toma práctica de decisio-
administrativo o una redistribución de las fuerzas destirfádas a combatir Des, de consecuencias tortuosas de esta clase 4 • Solo se pueden tomar en
los incendios. consideración los factores que están más estrechamente relacionados
Basta con exponer el problema de 'esta forma para reconocer hasta con la decisión por la causa y el tiempo. El problema de descubrir qué
qué punto la completa racionalidad está limitada por la faita de cono- factores son importantes y qué factores no lo son, en toda situación dada,
cimiento. Las pérdidas por incendio declinarían milagrosamente si se es tan esencial para la correcta elección como el conocimiento de las
informase al departamento en el instante mismo en que el incendio leyes empíricas que rigen los factores que se eligen finalmente como
empieza. A falta de la omnisciencia, el departamento contra incendios importantes.
debe dedicar un esfuerzo considerable a asegurarse, por medio de siste- La elecCión racional será factible en la medida en que la serie limi-
mas especiales de alarma y de otros medios, informes tan rápidos como tada de factores en que se basa la decisión corresponda a un sistema
sea posible, relacionados con las situaciones en que es necesaria su '! cerrado de variables, es decir, en la medida en que falten los efectos
significativos indirectos. Unicamente en los casos de decisiones de
acción 3 •
Hemos desarrollado con algún detalle este punto, a fin de subrayar
1 .extremada importancia será posible aplicar suficientes recursos a acla-
1 rar una cadena de efectos muy complicada. Por ejemplo, una cantidad
Véanse págs. 66-68, supra.
2
3 Véase, en relación con consideraciones similares implicadas en la táctica
militar, United States Army Field Servit:e Regulations (Washington: Government
Printing Office, 1924). p~g. 4.
!.1 4 DEWEY: The Public and Ús Problems (Nueva York: Henry Holt and Co.,
1927), págs. 106-7.

1
80 V: LA PSICOLOGIA DE LAS DECISIONES ADMINISTRATIVAS
COMPORTAMIEJSTO l'~

muy importante invertida en una investigación para determinar los efec- . lsr.-. ll
nan a cada uno de esos miemb • ~ %
tos indirectos de una política fiscal del gobierno acerca del empleo en liza . - ros e . %ll1o
la economía, estaría bien gastada si cumpliera su propósito. Por ótro r IDOVlllllentos complejos indi . . acla '
Solo unos pocos entre· todos vtdualt¡¡Üt!o•de
lado, un médiCo que tiene en tratamiento a un enfermo no se detiene
Cualquier momento ~ nuestra m estos Po ~llte O eUOs es 81
a examinar ]a diferencia que la vida o la muerte de su paciente puede · r ente Stb¡ en cal».
significar para la comunidad. portarníento. Dado que cada alt . colllo es lll . C<lor<i4Ja~ de re
S~ sigue que muchas series de po:~ativa rSible~\'Jlllie¡¡to C!ón. a.
Dificultades de la anticipación etapa de valoración, ya que no se Ible;s con lene co altelllaJ· acuden e
bies de las alternativas disponibl reconOce sectJenc!ISecue¡¡~as de co u
Constituye un lugar común de la experiencia que un placer antici-
pado puede resultar una cosa muy diferente de un placer realizado. La Desde luego, hablando relativ~lllde colllille Sea~ lluoca. distio~­
man mu~o más que otros animaie ente, lo <>ttalllie collsecue e?an a ~
t
experiencia real puede ser considerablemente más o menos deseable que
la anticipada. sus ~pacidades . fisiológicas de m~ ~ ~:'{!>los Seres :to. neJas Posi- :·: 1

Esto no es así únicamente por la imposibilidad de anticipar las con- llos «_comporta.mi~ntos instrumenta]~ll:ltento lat col! lllnallos
secuencias. Aun en el caso de que las consecuencias de una elección supenores 5 son muy elementales · )) de · Los Una a~A· .se aprov·
E al • JUZgá ql!A teJa . '-"ton ¡::_ -.t-
hayan sido descritas por completo, difícilmente puede su anticipación n gunos campos se ha dem lldo]o ~ sol! tivalll. &.UJalista
obrar con idéntica fuerza sobre las emociones qu.e su experiencia. Una idear métodos para explotar las os_trado s Por cr¡ capa_Ce eote sen. .
de las razones de esto es que.Ja mente no puede disponer ni por un solo han C~nstruido complicados meca~Slbilida;ollsider!er¡os h~os lllon~~
.momento de las consecuencias en toda su integridad. En lugar de ello, la corregJr los movimientos de Jos 1 b~lllos. e es de bte in~ anos
d a lOs n f e% --seou· .
atención pasa de un valor a otro con los cambiOs consiguientes de pre- cou gran etalle,· estudios sobre ti Y de 0 1léti l>orlatn. 1dad e
ferencia. los movimientos de las manos en 1em.Pos Y ...._la len~ Pata lento. ~n
m · 1 os Pr "'-0\oi~:"'lla Obs ~
Por consiguiente, la valoración está limitada en §U exactitud y con- -~orar os y hac_erlos más fáciles gracias Oces08 ~"'-l.ieot~. Se ~ ervhar y
_ arse en la .misma categoría todo er a la re .~lls~~ Para
51
sistencia por el poder del individuo para señalar los elementos variados echo,
lDlentas _Y del entrenamiento de h .~lllp() ~ll d es, co bservar
0
de valor en la consecuencia imáginada y pa:ra darles por anticipado el
L'l.Ísmo peso que tendrán para él eXperimentalmente. ~bservact~n ?róxima éie los procesosa~ili.dact. de}¡¡ itt:1 Ptoee~oe¡ fi.o. de
Esta es probablemente una influencia importante en el comporta- Ción. consJgmente de las alternativas ~- colllp ~bos etlc¡ón d·l'odría
miento «arriesgadon. Cuanto con mayor viveza veamos las consecuen- dis.Ponib¡Ortalllie:¡¡ Collll>re e b.erra.
cias de perder en una aventura arriesgada- ya sea por la ·experiencia es p to y llden. u
COMPORTAMIENTO FINAL ata la e)l.l.na atll l:na
pasada de tales consecuencias o por otras razones- , menos deseable ts-rA. 1:> ecció P~.~a.
~!Vtb
j
nos parecerá la ¡¡.ceptación del .riesgo. No tanto porque la experiencia de Estas observaciones. referentes a llL 11.
la pérdida nos ha.ga considerar más probable que sobrevenga esa pér- í real de la norma de racionalidad la. sellar . !.Jo
dida, como porque el deseo de evitar las consecuencias de 1~ pérdida las características del proceso psic; 81_tvell acJ611 de]
16
momento de examinar esas caracte . _g¡co dePara, i~r~,colll.po
haya sido fortalecido. 1
1
• nsllcas ll)· elecc·."'-car ttalllie
El alcance de las posibilidades de comportamiento Docilidad . as siste lo~. l¡ <t~as ndto
La imaginación no llega tampoco a concebir todos los modelos posi- lllati a Uega e
bles de comportamiento que el individuo p udiera acometer. El número Como se apuntó en el capítulo IV, ~Co.te. do el
de cosas que un hombre, restringido únicamente por las limitaciones un paso, proyectar Ja mirada sobre el ~s
físicas y biológicas, podría acometer en un período de tiempo tan breve · naturaleza Y se desarrolla gradualrn Un Obje¡ SellCilJo
me . . ente e ~ti lll.
como un minuto es inconcebible. Dispone de dos piernas, dos brazos. ros mov.unzentos no dirigidos. E l 8 ll e¡ ._ elle 0\lillli
una cabeza, dos ojos, un cuello, un busto, diez dedos Ías manos, diez lograr ~a mtegración ; es decir se ~~ hulllaollino a l.ltt de ~t~ar
dedos los pies, y de muchas series de músculos voluntarios que gobier- • ¡a en lao lll.\lesral't:ir dSign¡o Po
s Vé .., s e ra el e Sh. r
ase J.OL\.'!Al'l, op. cit. , págs. 219-26 y t.. OJJ...o:e,..,, oci[¡d "'l> Pti-
sti>!o>J.-(l
' '4ll
obr~
~~~e.. . ad Pata
"<:tas
~!e¡ t;¡,¡,_ de su.S
82 V: LA PSICOI.OGIA PE LAS DECISIONES ADMINISTRATIVAS
COII:IPORTAMIENTO FINALISTA DEL
IND.rvrnuo
83
6
movimientos y los ajusta de manera que consigan la finalidad deseada • otros seres humanos le ayud . .
La docilidad se caracteriza, pues, por una etapa de exploración y aprendizaje. a a abreviar matenalmente este proceso de
de investigación, seguida por una etapa de adaptación. Puede observarse En primer lugar, una ex erien . .
en el comportamiento de los individuos y en el comportamiento de las la misma clase) "puede da 1 Pf . _cia previa con otras elecciones (de
, r e ac1hdades ·nf · ·
organizaciones. Un hombre que está aprendiendo a manejar una grúa, caracter de la elección t. l para 1 enr a1go acerca del
par Icu ar con fr . .
empieza por conseguir informes de alguien especializado en su manejo puede experimentar en u l . que se en enta. Asimismo
en relación con la manera de controlarla y con las funciones de los dis- . n P ano Ideal e o d '
miento real: puode trazar n V<:Z e en un comporta-
" en su
! as alternativas de comporta . t mente las .
tintos instrumentos y palancas. Completa luego sus informes experimen- _consecuencias de cada una de
tando con la grúa, ~prendiendo gradualmente en la práctica la reacción de h acer realmente la pruebamien
d 1
o y elegu- una d ll
.
.
e e as, sm necesidad
que puede esperar del equipo cuando manipula con él de una manera d . e as mrsmas Por . 1 . •
pue e estudiar mentalmente o sobre el . . eJemp o, un mgeruero
determinada. Cuando ha alcanzado este punto, puede emplear la grúa dero y llegar a determinar con co l tpapel vfnos proyectos de sumi-
para cumplir sus propósitos, adaptando la manipulación a sus fines. . • mp e a corre9ci • fun .
respectrvo, sin someter niguno de )] on, e1 CJOnanúento
De manera parecida, una nueva firma editora necesita saber, por . En segundo lugar, la comuni:a~~ó: ~:a prueba real 7.
su propia experiencia o por la de otras firmas, cuántos ejemplares t~Ja tremenda sobre el animal en 1 . , al ser humano una ven-
de un determinado libro es probable que venda y qué clase de publi- mero que proyecta un . a cuestiOn del aprendizaje El inae
pavtmento no basa po · ~:> -
cidad resultará eficaz para venderlo. Una vez que· ha averiguado los en la experimentación ideal o real . r comp1eto sus tentativas
resultados que producirá una determinada técnica de anuncio, la orga- rencia Y de descripciones de las c~:~:sique se sirve de fuentes de rete-
nización puede ajustar de manera inteligente sus técnicas a los obje- llegado, a través de una larga e . one~ a que otras personas han
tivos especiales que está tratando de alcanzar. Este último ejemplo ca xperunentac16n e in ti · .
mpo, aunque pueda elegir Y modiii ves gacton en este
sirve también como ilustración del gran papel que el juicio y el cálculo sobr~ la base de su propio éxito o fra: esta experienc~ acumulada
desempeñan, para la mayoría de las situaciones prácticas, en el proceso tanelas, el aprendizaje depend o. Además,ren Ciertas circuns-
de adaptación. siquiera dispone e! individuo d: rar c~~pl~to de ]a comunicación y ni
fracaso.• E sto se da e.Ó muchas di~~u .sJgmentes Rruebas de éxito o de
Características de la docilidad humana en el campo de la medicina el édi plinas profesiOnales . . Por ejemplo
La docilidad es, desde luego, una característica del comportamiento determinar individualmente 1 fi ~ ~o de cabecera rara vez es capaz d~
de los animales superiores tanto como del comportamiento humano. 1 a e cac1a d;e determinad .
o que ocurre en su pequeño gru d os tra tamientos por
Sin embargo, existen diferencias bastante notables entre la docilidad enfermedades que él trata po e enfermos, sobre todo en el caso de
de los animales y la del hombre. E l aprendizaje del animal tiene funda- · con poca frecuencia D be
IDJen to en la doctrina desarrollad . , . e basar su trata-
mentalmente un carácter de tante<ry-error. Es decir, no aprende hasta ~acilidades especiales para la inv~ ~or ~I-entificos médicos, que poseen
que tiene una oportunidad de observar, experimentándolas realmente, ·mvestigación, Y especialmente d . stJg~cw~ controlada. La función de
las consecuencias de su comportamiento. La facultad del ser humano ad t l e lD vestigación experim t 1
ap ar e comportamiento a la fi I"d d en a, consiste en
de observar las regularidades de tipo muy general y d~ comunicarlas a comportamiento no se valora f' ~a I a cuando las consecuencias del
troladas del laboratorio. n aci mente fuera de las condiciones con-
6 El vocablo «docilidad» se emplea aquf en su p ropio signifí-::ado de ccap:l-
cidad de a prendero. Dado qu e la ex presión no tiene un buen sinónimo, es una lás- . . ~a p.:>sibilidad de comportamiento fi . .
tima que b:tya tomado en la conversación general los sentidos de afabilidad, su- VISlon de_ las consecuencias que siguen a d~~~:ta. se denva, pues,. de la
misión o flexibilidad. TOLMAN, cuya manera de tratar el asunto seguimos estre- La venta¡a del ser humano estriba ~ados comportamientos.
chamente en este estudio, define la docilidad como «la condición del comporta- consecuencias pocr separado en den que no tiene que determinar estas
miento. .. consistente en que, si una conducta en u n medio am biente dado
resulta relativamente infructuosa, es decir, n o alcanza el ú po exigido de objéto- ca a una de las decisiones particulares
meta o llega a él por un camino relativamente largo, tenderá en las ocasiones 7
Eo rea lidad, la diferencia u h 1
subsiguientes a dejar paso a uno o varios actos que pongan de acuerdo al orga- ~~sr es probablemeote de grado ~á~ q~~ ~~ c~~tsee aspecto entre h?mbres y anima-· .....
nismo con el tipo exigido de objeto-meta y le lleven a él por una ruta relati-
mente corta» (op. dt., págs. 442-43). gina~uf8~~9~)ta posee una capacidad considerable. p;~;7AN, por ~Jemplo, nos hace
i · a generalizacrón (ibíd., pá-
¡

84 ~ LAS DECISIONES ADMINISTRATIVAS
V : LA PSICOLOGIA D"'

. • • COMPORTAMIENTO FINALISTA: DEL INDIVIDUO


leo del método experimental por cot?u- 85
con que se enfrenta. Por el emp di . teórica de consecuencias;
1

. . t por la pre ccwn b movimientos; Cuanqo se ha llegado, gracias a la práctica, a un deter-


nicación de conocmuen os, . . 1 ti"vamente pequeña sirva .de ase
expenenc1a re a a :minado purito de habilidad, ya no es necesario prestar atención a las
r quea una
puede hacerse ..
de declS!ones.
Como resultado de ello, se logra un
integraciones en .su .nivel más bajo. El simple deseo de lograr el :fin
anotable
una amp Ia g~mde pensamiento y de observación.
econonua de la acdón-Ia carta que se ha de escribir-origina sin mayor volun-
tad el acto. Cuando se ha llegado a este punto, el hábito o la habilidad
se haéen cargo de la integración, que primeramente fue conseguida pqr
Memoria . .ento racional apenas nece- la atención y el deseo de aprender.
E! papel de la memona en el comport~mas similares la memoria
sita comentario. Cuando se :sent:~::~e:nida, e inclus~ las conclu- El hábito llena una tarea extraordinariamente importante en el com-
se encarga de almacenar la o~ver el primer problema y las pone portamiento :finalista porque permite que a estímulos o situaciones sémi-
siones a. que se-·h·a~ lleg_ado al .re_ •estigadón cuando nos sale al paso lares se haga frente con respuestas o reacciones similares, sin necesi-
n nuestra disposiClon, sm nue~a mvi e 1
¡
• . dad de volver a pensar de manera consciente en la decisión que ha de
el siguiente problema de la rrusma ~.as . la emoria puede ser natu- producir Ja acción adecuada. El hábito permite que se dedique aten-
Se ha hecho notar con frec~~neta ~e alm:enarse en la memoria o ción a aquellos nuevos aspectos de una situación que necesitan ser decidi-
ral .o artificial~ que la informaciOn pu~ e sulte accesible. La memoria dos. Una parte importante del entrenamiento que se· realiza para formar
ser registrada por escnto,. ~
· d manera que re - .. 1 un equipo de fútbol, una tripulación, un batallón del ejército, una
- h" y reoistros, es la mas Impor-
arti.ficial, que consjste en bibliotecas, aLe lVOs o compañía de bomberos, etc., se dedica a desarrollar respuestas habitua-
tante en la organiz:ac~ón. ria natural o artificial, resulte les que permitirán reacciones inmediatas a situaciones que cambian
con rapidez 9.
Para que cualqwer. clase de mem~an, ue recurramos a ella siem-
útil, debe haber mecamsmos que pe!ml ha ~xtraviado en el archivador El hábito, lo mismo que la memoria, tiene una contrapartida arti-
pre que {a necesitemos La carta que se . son eleii.Ientos igualmente ficial 10
de organización, que Stene ha llamado «rutina de la organiza-
v el número que se ha borrado de lal n:-emlizaod~ Por eso la racionalidad cióDJJ • En la medida en que los métodos de resolver los asuntos que
· que puedan ser OCc • arti se repiten se co.pvierten en cuestiones de práctica organiza tiva, incorpo-
inútiles, a ;menos b : los mecanismos psicológicos y ""
humana descansa fumem~nt~ s~ re tribuyen a hacer accesible rados quizá a manuales de prácticas. y procedimientos, dejan de ser
ficiales de asociación e mclicación que con . . la toma de deci- objeto de reconsideración cuando surgen esos asuntos. Es evidente aquí
el a.imacén de la memoria cuando se necestta para la estrecha relación entre el hábito y la memoria, lo mismo que en el
sienes. caso de los hábitos de las personas individualmente consideradas. Si se
necesitase un criterio formal, podría afirmarse que un asunto se ha
convertido en parte de la rutina de la organización cuando se soluciona
Hábito . ec""' .'omo 1.rualmente llll. portante que ayuda .
a con-
.
El háb1to es un útil m ........, o . t El hábito pemute evitar por medio de una referencia a las práctidts aceptadas o aprobadas, más
8
e_s e . d 1 ~-a d,.l pensamiento consciente aque-
d comportamten o . que por consideración de los méritos de las alternativas.
servar los .modelos
ta! eliminando e .....e ~ · . · 1
No debe pensarse en el hábito como en un elemento puramente
el.esfuerzo men • . . ·ten con mucha frecuenCia.
llos aspectos de la situaCión que se r~bl.
J
máqum· a trata de prestar pasivo del compOrtamiento (tanto individual como organizativo), porque,
La persona que apren. ,
.,
de a escn 1r a
da mmusculo moVliDI .
. "ente de sus dedos y a la
1 i.
1
una vez que se haya establecido un hábito, la simple presencia de los
estímulos tiende a producir el comportalillento habitual, sin otro pen-
mucha atenclOn a ca . d la copia y cada una de as
.~ .,. cada una de las marcas e . las 1 samiento co.ñsciente. Puede exigir, en tales circunstancias, una atención
relac10n enue á uina La necesana . eOQrdinación de los OJOS con ·
teclas de la ~q .
manos la realiza tan so o me 1 diaote un ajuste gradual y de tanteo de sus
.
·/ 1
consciente para impedir que la respuesta se presente incluso cuando
el cambio de circunstancias la hagan inapropiada. Al conductor de
8 DE recalcó
1 automóvil que está habituado a aplicar los frenos en caso de peli~ro,
mrv (H-urrtdn NDtlll'e and ial J~s
Ccmducr: p ágs. 14-131 172-81)
en su el liD.·
P.rychology,
portanteunpape~
aportó
....a
del b.áb~to
capitulo clásico en
a

t! li~eratura psicológica sobre el bábJtO (cap.
1 omportamiento soc . . ' . IV)
.. 9 Joffi. DEwÉY: ·rize Public and Its Problems, págs. 159-61.
lo EDWIN O. STENE: «An Approach to Science of Administration», America'n
Política/ Science Review, 34:1129 (dic. 1940).
1
1
___...:_
86 V: LA PSICOLOGIA DE LAS DECISIONES ADMINISTRATIVAS COMPORTAMIENTO FINALISTA DEL INDIVIDUO
87

le resulta difícil abstenerse de esta acción cuando p~tina sobr~ el pavi- Todos saben que es la atención. Es la toma de posesión por la mente,
mento helado. Este es un punto que tiene consecuencias de largo alcance en forma clara Y viva, de uno de los diversos objetos o series de pensamien-
tos que parecen simultáneamente posibles. El enfoque, la concentración de
para la organización y debe ser considerado extensamente. la conci~ncia, f?.nnan su esencia. Implica desechar algunas cosas a fin de
tratar efrcazmente las demás y es una condición cuyo polo opuesto consis-
Papel de los estímulos positivos te en el estado de confusión, de ofuscación y atolondramiento, que recibe
Si hay que lograr la racionalidad, debe preceder a 1~ elección un en francés el nombre de distraction y en alemán el de Zerstreutheit 11.
período de duda durante el cual deben ser colocadas b~JO. el foco de
la atención las alternativas de comportamiento, el conoclUllento ~e. las Con mayor cautela, Toiman prefiere evitar el vocablo y nos habla
en su lugar de ((reacción selectiva a estímulos» 12.
condiciones y las consecuencias del medio, así como los val~res antic~pa­
dos. Hablando psicológicamente, dicha duda señala .u.n mvel relativa- La atención, pues, se dirige a la serie de elementos que entran en
mente complicado de comportamiento. Pueden descn~rrse los m~elos la conciencia en cualquier momento dado. Es evidente que la conciencia
más sencillos de comportamiento como respuestas a estl.mulos que ttenen no es una precondición necesaria para la docilidad y que incluso los
lugar, con poca o ninguna d'ttda, cuando se prese~ta el estim~o. comportamientos que no se encuentran en el foco de la atención son
1 La distinción entre el modelo de comportamiento de estímulo-res-
capaces de un ajuste finalista. Desde luego, la conciencia y la atención
puesta y el modelo de duda-elección prop?rciona la clave de los pape- no se ven implicados en los tipos más sencillos de respuesta condicio-
les respectivos de lo no-racional y lo raciOnal en el modelo completo . nada, por ejemplo, en el desarrollo de las habilidades en el manejo de
de comportamiento. • Considerando las limitaciones que acabamos de
., motores. Sin embargo, en la mayoría de los casos parece existir una
describir en la ca-pacidad humana para hacer frente a 1.as demandas estrecha relación entre las esferas de la atención y de la racionalidad.
de la racionalidad, la duda que precede a la elección pud1era al~garse Es decir, la docilidad está en gran manera limitada por: 1} el alcance de
convirtiéndose en inacción. El individuo, dándose cuenta d~ su mcapa- la atención y 2) el área dentro de la cual las habilidades y otros com-
<:idad para tomar en consideración todos los factores relap.onados .con portamientos apropiados se han convertido en habituales. De ahí que
su elección y desesperando de alcanzar la racionalidad, pudiera vacilar, los límites de la racionalidad a que nos hemos referido resulten de los
limites del área de la atención.
entre las alternativas disponibles, hasta que hubiese pasado el moment?
de la acción. En realidad, la elección y la acción tienen lugar, habl- Ahora bien, hemos hecho notar ya que, en la medida en que una
tu¡¡lmente, much~ antes que se haya prestado atención. incluso a los parte del comportamiento se rige por el hábito, sale del área de la aten-
elementos de la situación que se pueden captar. Un estimulo•. ex:~~o ción consciente. Por ejemplo, en una consideración de las alternativas
0 interno, dirige ]a atención hacia determinados aspe.ctos de la Sltuacton, de c~~portamiento, la atención no se. dirige generalmente a los posibles
con exclusión de los aspectos competitivos que pudiera-n. torcer la ~ec­ movimientos de los músculos individualmente considerados. En lugar
ción en dirección distinta. Existen conductos, dentro del ststema nerv~oso de ello, las alternativas de comportamiento que se presentan realmente
·central, que permiten que los impulsos ~an convertidos en acc1ón. a la atención son integraciones habituales de tales movímientos unita-
dejando inalteradas grandes porciones del s1sterna centr~l. rios: camin1rr, escribir, pronunciar, etc.; únicamente en ·circunstancias
·La atención consciente no es un elemento necesa-rio en este pro- no corrientes existe un intento consciente de analizar estas integracio-
ceso. La consciencia que acompaña al «.modelo de alarma~ del com- nes. Una vez recibido el estímulo para la iniciación de tales movimien-
portamiento no es 1a causa de la respuesta ; la aeompa~a Sl•.mple.mente tos, terminan por completarse sin necesidad de mayor consideración.
o incluso la sigue. Sin embargo, ya que nos ocúparoos J?nm~namente de La misma correspondencia de tipo habitual a los estímulos se pre-
los puntos de decisión y de las respuestas a nuevas ~tuamones, pode- senta en niveles de integración más elevados. Una mecanógrafa a quien
mos considerar en , primer lugar el papel de la atenc1on en el proceso se da a copiar un asunto impreso, lo escribe a máquina casi sin nece-
selectivo, es decir, en la canalización de los estímul?s. sidad de una decisión consciente u original. Para el hombre que forma
William James, a quien no molestaban los escrupulos de comporta- parte de una cadena de montaje, la presencia, en la correa que está
miento, describió la atención como sigue : 11
Thz Principies of Psychology, 1:403-4.
12 Op. cit., págs. 35-6.
1

J
88 V: LA PSICOLOGIA DE LAS DECISIONES ADMINISTRATIVAS COMl'ORTAMIENTo- FINAI:ISTA DEL IND!VIDUO 89·

delante de él, de un producto parcialmente acabado es el úcico estímulo Casi todos los ser~s humanos tienen, en un momento u otro, el sen-
necesario para iniciar toda la serie de movimientos adiestra~ os_ ~ue repre- timiento de que existen más cosas que les agradaría hacer que tiempo·
sentan su contribución a la manufactura del producto. El md1v1duo sen- para hacerlas. Es décir, hay más estímulos posibles de comportamiento·
tado a la mesa encuentra en los alimentos que tiene delante el estímulo de los que podrían ponerse en práctica si todos ellos estuviesen simul-
suficiente para el complejo proceso de comer, pudiendo seguí~ _este pro- táneamente presentes en la atención. La racionalidad exige que se haga.
ceso sin atención consciente y dedicando entre tanto su atencwn a con- una elección consciente entre los «bienes» competidores, en lugar de
versar. . dejar la elección al capricho de los estímulos que dirigen la atención.
Se diría que en el comportamiento real, distinto del compo~t~IDien~o
racional, inician la decisión los estímulos que encauzan la atencwn hacia Determinantes del medio ambiente psicológico
direcciones concretas y que la respuesta a los estímulos es en parte razo-
Así, pues, en cuanto que la elección se inicia por la incidencia sobre
nada, pero en gran parte habitual. La parte habitual no es, desde l~ego,
el individuo de estímulos accidentales y arbitrarios, se diría que la acti-
ni forzosa ni generalmente irracional, ya que puede representar un aJuste
. vidad integrada del adulto es simplemente una actividad más sistematiza-·
0 adaptación previamente condicionado del comportamiento a sus f~nes.
da que los movimientos casuales y la atención variable del niño. Los
En la posición de los ejecutivos, caracterizada por la gran can~~~d
conjuntos organizados de que está compuesta son mayores y más com-
de asuntos que recae sobre ellos, muchos estímulos para la deciSI_on
plejos; pero, como conjuntos, ·no 'se encuentran relacionados más estre-
proceden de fuera del individuo. Un caso difícil es llevado ~1 supenor ., chamente con un sistema general de valores que los del niño. El estudio
para que sea revisado en apelación; un visitante o miembro . de
del comportamiento administrativo como actividad racional apenas
;tra organización insiste en que quiere tratar un problema con el Jefe
parecerá útil, a menos que esta dificultad pueda ser eliminada demos-
superior. Otras innumerables personas, problemas y cosas se someten
trando que los estímulos que inician la elección no son, o por lo menos
forzosamente a su atención. En cualquier posición de esta clas~, las
no necesitan ser, arbitrarios cuando se les mira más desde el punto de
cuestiones concretas a decidir dependerán en gran parte de la casualidad,
vista de la organización como conjunto que desde el punto de vista de
según los estímulos que se presenten. . . un miembro de ella 14•
No solo determinan los estímulos las decisiones que el admimstra-
tivo tomará probablemente, sino que ejercen también una influencia
Alanson Wb.ite son ún buen ejemplo en este aspecto : Richard Burdcm BQ/done:
considerable sobre la conclusión a que llega. Una razón importante para An Autobiography (Londres: Hodder and Stoughton, 1931) y Tlze Aucobiogr~
ello es que el mismo estímulo que inicia la decisión dirige también la plly of Purpose (Garden City: D oubleday, Doran and Co., 1938). A continua.-
atención hacia determinados aspectos de la situación, con exclusión d~ ción, puede estudiar la literarura reciente sobre técnica de propaganda y fijarse
cm el .empleo generoso de los dispositivos para dirigir la atención por parte del
otros. Por ejemplo, un jefe de bomberos se imagina una ciudad en la prqpagandista. Los· anexos justificativos de los documentos presupuestarios y
que las pérdidas por incendio fueran extraordinariamente bajas, lo cual los debates presupuestarios están llenos de ejemplos de cómo se canaliza la
le parece una buena cosa. Sus conocimientos le dicen que podría hac~rse. atención hacia determinados valores.
14
Parece que los pragmáticos tomarán la posición de que los seres buma-
un progreso hacia esta deseable situación comprando una nueva pieza .::~os se preocupan de la racionalidad únicamenie en el primer iientido, es decir
de equipo. Las demandas de racionalidad exigirían, desde luego, que, en relación con las respuestas que se ajustan a e$tfmulos arbitrarios. JoBN
antes de decidir la compra de una nueva pieza de equipo, considerara D.EWEY, en Huma11 Nature ond Conducr (págs. 261-62), dice: •Según hemos
v~sto, el a~ to de la deliber-ación consiste en elegir alglli!a consecuencia pre-
las demás finalidades en que podría gastarse el dinero: reparaciones VJsta que strVa de estímulo a la acción presente .. . Pero la consecuencia elegida
de calles, ampliación del hospital municipal, etc. En capítulos posteriores· .está situada en UD conjunto indefinido de otras consecuencias tan reales como
ella ... Los «.fines• que son previstos y utilizados forman una pequeña isla dentro
demostraremos ampliamente que esta descripción no está lejos de las de un mar infinito. Esta limi tació.n sería fatal si la función propia de los fines
realidades del comportamiento administrativo 13 • fuera únicamente liberar y sacar la acción presente de sus perplejidades y
confusiones. Pero este servido constituye el único sentido de los objetivos y
propósitos. De ahi que su ligero alcance, en comparación con las consecuencias
13 El lector que se halle interesado en otro~ ejemplo~ de este tipo d~ estímulo-
ignoradas e imprevistas, carezca de importancia en sf mismo.• Véase también.
respuesta encontrará en diversas esferas matenales fas:mador~s: En pnmer luga:, The Public and lis Prob/ems, pág. 200. L os posteriores . puntos de vista de
puede dirigirse a. las autobiografí~s y :omprob~r como ehgró cada pers_m;aJe DEWEY, expuestos en Logic: The Theory of lnquiry, cap. IX, págs. 159-180
su profesión particular. Las autobwgrafras del vrzconde Haldane y de Wrllmm (Nueva York: He.nry Holt and Co., 1-938), se encuentran más de acuerdo co:¡r
90 V: LA PSICOLOGIA DE LAS DECISIONES ADMINISTRATIVAS COMPORTAM1ENTO FINALISTA DEL INDIVIDUO 91

· ·
Por consigUiente, ' ·
la proXlllla cues t.Ion
' que debe ser estudiada
. . . es. la
, en una dirección determinada. Los prííneros son, en su mayor parte
de cómo se originan los estímulos que son instrumentos de la liDCiaCIÓn -aunque no por entero-internos. Están situados en la mente humana;
del proceso decisorio. . ., · su descripción y funcionamiento es un problema de psicología, y en el
Un hombre que se encuentra en una habitac10n frente. a un~ estan- presente estudiq. solo pueden ser rozados ligeramente.
tería llena de libros puede pasar revista a los títulos y elegir dehber~da­ Los,mecanismos de iniciación del comportamiento, por otro lado,
mente uno de ellos para leer durante una hora. Una vez que ha abierto son, en gran parte, exteriores al individuo, aunque descansan general-
el libro, si este no es demasiado aburrido y nadie le inter,rumpe, l~s mente en su sensibilidad a determinados estímulos. Siendo exteriores,
símbolos que el llbro pone delante de sus ojos serán los estimulas mas pueden ser interpersonales ; puede recurrir a ellos otra persona distinta
importantes, quizá los únicos, que reclamen ~u atención. durante 1~ hora ,.'
de- aquella sobre la que se pretendía influir, y desempeñan, por consi-
siguiente. Por esta razón, su elección de un libro deternuna los estimulas guiente, un papel central en la organización administrativa.
subsiguientes. . , , Hemos presentado ejemplos suficientes, para nuestras finalidades
Fijémonos ahora en un ejemplo de índole ligeramente_ mas prac- actuales, de los mecanismos de iniciación. Expondremos brevemente.
tica. Un hombre ha tomado la costumbre de echar un ~Istazo a .su en las próximas páginas, los mecanismos de persistencia del comporta-
<r.genda cuando llega todas las mañanas a la ofic_ina_. El JUeve~ recibe miento. Hecho esto, será posible reconstruir un cuadro del comportamien-
una carta que necesita ser contestada el martes sigUiente. Escr1be una to racional, otorgando un lugar central a los mecanismos de integración.
nota en su agenda, sabedor de que ella le proporcionará el martes el
.estímulo para actuar. . Los mecanismos de persistencia del comportamiento
Un tercer ejemplo nos lo proporcionará el desarrollo _d~hberado de Una vez iniciados la atención y el comportamiento en una dirección
una habilidad. Una persona que emplea la máquina de escnbrr de cuando concreta. tienden a persistir en esa dirección durante un período consi-
en cuando puede caer en el sistema de escribir «buscando Y golpeando», derable de tiempo. Esto es cierto incluso cuando la elección original de
porque en el momento en que desee escribir esta será la manera más la actividad fue una cuestión de relativa indiferencia.
rápida de componer las palabras. Si calcula, sin embargo, ~ue emple~ Hemos expuesto ya, en el capítulo IV, una razón importante para
mucho la máquina de escribir durante cierto período de uempo, qutza la persistencia del comportamiento. Con mucha frecuencia, la actividad
se tome el trabajo de aprender el sistema de escritura al tacto. A ~a determina «costes realizados» de una clase u otra que hacen venta-
iarga, los estímulos para escribir a máquina recibirán una r~~puesta mas josa la persistencia en la misma dirección. Un administrativo puede
·eficaz que si no hubiese desarrollado previamente esta habilidad.. . , experimentar graves dudas sobre si debe emprender una determinada
Un ejemplo final nos lo proporcionan las líneas de comumca~IOn actividad ; pero, una vez aceptada la responsabilidad, puede resultar
dentro de una organización administrativa. Cada miembro de la organiZa-, más ventajoso seguir con ella que perder el tiempo y el esfuerzo
ción necesita cierta información con objeto de tomar correctamente las ya empleados. Otra manera de exponer esto consiste en decir que lo
decisiones de las cuales es responsable. Para asegurar que la informa:ión corriente es continuar las actividades, por lo menos hasta que se haya
necesaria llegue a cada miembro, se traza un sistema regular de archivos alcanzado un punto de <<consumación», un punto en el que se hayan
e informes que dirija automáticamente estos estímulos por sus conductos cosechado los valores producidos por los «costes realizados».
apropiados. · . . . Otra razón para la persistencia es que la actividad misma crea
Estos ejemplos dan una idea de los mecamsmos que proporci?n.an estímulos que dirigen la atención hacia su continuidad y perfección.
la integración del comportamiento en un modelo amplio. Pueden distm- Hemos señalado ya esto: un libro, si está bien escrito, tiende a retener
,guirse dos series principales de mecanismos: 1) ~os que hacen que el la atención en los límites de sus cubiertas en tanto no se haya leído
comportamiento persista en una dirección de~e~~nada una vez qu_e ha completamente. Pero lo mismo pueden servir de ejemplo casi todas las
sido puesto en esa dirección, y 2). los que llllCian el comportami~nto situaciones administrativas. Un ingeniero, al llegar a su oficina, encuen-
tra encima de su escritorio una serie de planos, para la construcción de
.e1 punto de vista del presente estudio: el de qu~ el ~omportamiento del in'df-
viduo adquiere un contexto más a~pl!o de ~ac10nahdad a. través del medio vna calle. en .los que estuvo trabajando el día anterior. Su atención se
:ambiente de elección que la orgaruzación social le proporciona. dirige inmediatamente a dichos planos y a los problemas que se plan-
92 V : LA PSICOLOGIA DE LAS DECISIONES ADMINISTRATIVAS lNTEGRACION DEL COMPORTAMIENTO 93
'
tean para completarlos, y quizá no necesite má~ estímulos exteriores 3) El individuo ejecuta el plan a través de decisiones y actividades
:para trabajar en ellos durante el resto del día~ diarias que encajan en el marco suministrado por las etapas 1) y 2).
Puede verse que una gran parte de este estímulo es · <cinterno]} En realidad, el proceso entraña no precisamente tres etapas, sino
y que sigue los caminos asociativos que han sido construidos en la mente. toda una jerarquía 'de ellas, y las decisiones de un nivel dado de gene-
Si el modelo de asociaciones es rico, la mente actúa como una especie ralidad proporcionan el :¡pedía ambiente para las decisiones más con-
de circuito cerrado, llevando repetidas veces el pensamiento hacia el cretas en el próximo nivel inferior. La integración del comportamiento
tema que le preocupa, siempre que se desvía de él. Es bien sabido en su nivel más elevado es producida por las decisiones que determinan
que un grado considerable de concentración (es decir, de estímulo en términos muy amplios los valores, conocimientos y posibilidades
interno) disminuirá realmente la sensibilidad del individuo a los estí- que se tendrán en cuenta. El siguiente nivel inferior de integración,
mulos exteriores 15 • que especifica más estas determinantes generales, se deriva de las deci·
Un tercer factor que favorece la persistencia y que · está estrecha- siones que resuelven qué actividades serán emprendidas. Siguen otros
mente relacionado con los «costes realizados» es el que· pudiéramos niveles, cada uno de los cuales determina con mayor detalle una sub-
titular costes <<de preparación». En el caso de muchas tareas repetitivas, · área que queda dentro del área del nivel superior.
el tiempo de preparación para realizar la tarea y el tiempo requerido .· Solo puede otorgarse consideración a los aspectos muy generales
para pasar de esa tarea a otra, hace que resulte ventajoso persistir en de la situación en los niveles más elevados de la integración. Unica-
el desempeño de la primera en vez de desempeñar una variedad de mente puede tener lugar la particularización cuando dirigimos la aten-
ellas. ción hacia posibilidades y consecuencias más detalladas. De aqJIÍ que
sea un problema fu mental de la teoría administrativa cl determinar
INTEGRACION DEL COMPORTAMIENTO como a que construir esta re e 1stones, e es a ver a era
ctívisióu del trabaJO entre las amplias descnpc10nes llplañihcadoras» y
Es tiempo ya de que pasemos de los mecanismos que hacen posible las máS reducidas decisH~nes «ejecutivas». Un segunao problema funda-
la integración al modelo de comportamiento que resulta del funciona- ·menral es.el de la planificación de prooedirniento: la creacioñaeffieCa:
miento de esos mecanismos. El proceso comprende tres etapas princi- ·~ hagan efectivo el control ae 1aS th!dsíones ejecutivas por
pales: piiñe de las décisiones plañfficador3.S.
1) El individuo (o la organización) toma amplias decisiones relativas
a los valores a los que va a dedicar sus actividades, a los métodos gene- Tipos de decisiones generales
rales que va a emplear para alcanzar esos valores y a los conocimientos,
habilidades e información que necesitará para tomar determinadas deci- Debemos aclarar que los acontecimientos reales están determina·
siones, dentro de los límites de la política establecida, y para cumplir dos por la elección entre las alternativas .que tenemos a mano para el
las decisiones. La actividad decisoria que acabamos de describir podría comportamiento inmediato. En un sentido estricto, una decisión puede
llamarse planificación esencial. influir en el futuro sólo de dos maneras: 1) el comportamiento presente,
2) El indivl.duo diseña y establece los mecanismos que dirigirán su determinado por esta decisión, puede limitar las posibilidades futuras 16,
atención, canalizarán la información y los conocimientos, etc., de manera y 2) las decisiones futuras pueden ser guiadas, en mayor o menor grado,
que hagan que las decisiones específicas diarias se acomoden al plan por la decisión presente. La idea de una red entrelazada de decisiones
esencial. Esta actividad decisoria puede llamarse planificación de pro- nace de esta posibilidad de influir en la futura elección por medio de
cedimiento y corresponde a lo que se ha descrito antes corno «Construc- las decisiones presentes. Hemos estudiado ya el primer tipo de influen-
ción del medio ambiente psicológico de la decisión». .1 cia, pero el seguildo exige mayor consideración.
1 Cuando un probiema de una clase determinada se ha presentado
v;uias. veces requirie.n do una decisión, puede conducir a la siguiente
15 No es posible llevar más adelante el tema en este punto; pero se encon- 1
:trará en la literatura psicológica mucha abundancia de material ilustrativo. refleXIón general: « ¿ Qu~ criterios podría yo emplear como· base de
1
Véanse, por ejemplo, los capítulos de JAMES en The Principies of Psichology 1
sobre «The Stream of Thought», «Association» y «Will• (caps. IX, XN y XXVI). 16 Véase cap. IV, págs. 64-65, supra.
1

__ [
f
r -

1 lNIEGRACION DEL COMPORTAMIENTO 95


V: LA PS!COLOGIA DE LAS DECISIONES ADMINISTRATIVAS
94
· bl roa de esta clase?» Por ejemplo, cuando se resuelve que «se establecerá un departamento contra incen-
elección siempre que surJa un pro e · . . . · dios, con la finalidad de reducir al mínimo las pérdidas que estos oca-
un bombero experimentado se pregunta: «¿Existen unos pn~clpioS 1
fundamentales en la lucha contra incendios, que pueda~ ser aplicados sionan». es compl~tamente distinta de la serie que lleva al bombero a
,_ ~

a las numeros~s situaciones que me plantean los incendios con que yo decidir: «Sería preferible conectar la manguera de dos pulgadas y me-
dia a esta boca de riego.» Esta estratificación de las decisiones hace po-
tengo que enfrentarme?»
Cuando el problema ha sido planteado y se_ ha llega~o a una solu- sible que cada de_Gisión sea guiada, directa o indirectamente, por consi-
ción hemos tomado una decisión que nos servrrá de gma en tod_as las deraciones mucho más amplias de racionalidad de lo que seria posible
demás decisiones sobre este tema. Esto puede h~c~rse selecci~nan­ si hubiera que tomarla o:sobre la marcha». sin la ventaja de considera-
do 1) determinados valores como criterios par_a deciSiones posten~r~s, ciones previas. Esto nos lle~a al concepto de comportamiento «planifi-
2) determinados conocimentos empíricos relaciOnados co_n las declSlo- cado», como medio más apropiado de mantener la ucionalidad a un
nes posteriores, 3) determinadas alternativas de co~portamien~o que sean alto nivel. ·
las únicas que necesitan ser estudiadas en poster~o:es e~eccwnes.
El proceso planificador
1) La especialización de las funciones admimstrauvas, cada. una
con su propio <!Objetivo», dirige cada parte de la organización ha~1a_ la Los procesos psicológicos comprendidos en la planificación consis-
realización de una serie restringida de valores .."'?-ceptar co~o _objetiVO te.!? en seleccionar criterios generales de elección y luego particularizarlos,
de un departamento contra incendios la <<red~cci?n de las perd1das ~U~ / aplicándolos a situaciones específicas 18 • Un ingeniero proyectista elige
estos oca.sionan», equivale a establecer un cnteno de valor que gmara como objetivo suyo un ferrocarril a tender entre las ciudades A y B, a
todas las decisiones del director del departamento. . través de un terreno montañoso. Después de un examen preliminar de
2) En muchas esferas se toman de~isione~. generales relativas. a la topografía, elige dos o tres rutas generales que parecen factibles.
hechos que deberían ser tenidos en consideracwn al toma: cualqmer Luego, toma cada una de esas rutas como su nuevo «fin»-un fin inter-
decisión secundaria. Por ejemplo, el ingeniero tiene una rutma de pro- . medio-y lo particulariza más, sirviéndose de mapas topográficos deta-
cedimientos de cálculo para determinar si el diseño de un puente con- _ llados.
creto deja margen para el factor requeri~o de seguri~ad que soporte sus Los procesos de su pensamiento pueden describirse como una serie
de implicaciones hipotéticas: ~si he de ir de A basta B, las rutas 1. 2,
tensiones. d ..
3) De igual manera, hay muchos campos en. que las eciswnes y 3 parecen más facu"bles que las demás; si sigo la ruta 1, parece
generales determinan las alternativas de comportamiento ~~e debe~ ser preferible el proyecto la; si sigo la ruta 2, el proyecto 2c; si la ruta 3,
consideradas cuando hay que enfrentarse con un~ elecci~n espec_Ifica. el proyecto 3aJ), y así sucesivamente, hasta que ha trazado los detalles
Un equipo de fútbol sale al campo con un repertono defimdo d: .«Juga~ más minuciosos del diseño de dos o tres proyectos alternativos. Su deci-
das» que puede emplear en los momentos apropiados. Un pohc1a esta sión final está entre estas detalladas alternativas.
entrenado, para responder a una infracción de la ley, con el «arresto», j Tal proceso de pensam.ieolo puede ser contrastado con una elección
la <<advertencia» o el <ánforme». . . ¡ única ~ntre todas las rutas posibles. Este último método es el dictado por
Los mecanismos psicológicos por los que estos cntenos ~ener~les, j la lógica, siendo el único procedimiento que garantiza que la decisión a
previamente decididos, pueden sei aplicados a un P_roblem~ m~edJato que se ha llegado finalmente es l.a mejor. Por otra parte. este método
··
d e e1ecc1on, y
a han sido explicados 11. Creando estimulas mtenores Y1
. . f mente
l
1
exige que todos los proyectos posibles sean elaborados con todo detalle
exteriores estas decisiones previas determman la orma con que_ 1a .. ; [;
.\
antes que se llegue a una decisión. La imposibilidad práctica de tal
debe res~onder a la específica situación de elección. ~sta di~posiCI~n . ';1
procedimiento resulta evidente. El procedimiento planificador es una
especial de la atención se encuentra en contraste con el area m~s. ~mpba transacción por la que únicamente las alternativas más «plausibles» son
de referencia relativa a la toma de la decisión previa, de la dec~swn ~~e elaboradas en detalle.
controla. Es decir, la serie de factores que se tornan en cons1deracwn Permítasenos presentar otro ejemplo. Supongamos que el problema

18 MACMAHON, MILLElT y ÜGDEN: op. cit., pág. 17.


11 Supra.

_1
INTEGRACION DEL COMPORTAMIENTO 97
• 1
V: LA PSICOLOGIA DE LAS DECISIONES ADMINISTRATIVAS
'96
tivas resultan una precondición esencial para considerar racionalmente
sea elegjr la situación de un pantano para depósito de agua. Para simpli- las consecuencias de la acción en un grupo sociall9.
iicar, partiremos de la base de q\le se desea almacenar un v~lumen deter- ¡ 2) Las organizaciones e instituciones proporcionan los estímulos
minado de agua con un coste mínimo y que el almacenan:uento de agua 1 generales y las directrices de la atención que canalizan los comporta-
por encima de la cifra especificada no será de ningún valor. Normal- ~ mientos de los miembros del grupo, y ofrecen a esos miembros los obje-
mente el problema real no es tan sencillo. Puede calcularse el coste de ·1 tivos intermedios que estimulen la acción 20.
la construcción de un pantano co;n la capacidad requerida pa~a cada punto
a lo largo del río. Sin embargo, haría falta realizar estudios detallados
sobre las condiciones de los cimientos en cada punto, a fin de lleva~, a
cabo un cálculo exacto. Luego se podría compilar esa enorme ~~lecciOD
'¡ Claro está que no podría sobrevivir ningún modelo de comportamiento
social que no previera y proporcionara. de alguna manera, la saciedad
de los estímulos del hambre, del deseo sexual y de la fatiga. Más allá
de esto, los dispositivos institucionales están sujetos a una variedad infi-
de cálculos de coste y elegir la situación del pantano que exigiera un nita, y difícilmente puede decirse que nazcan de ninguna característica
·coste menor. . . innata del :hombre. Puesto que tales instituciones détermi:oan en gran
En realidad, el ingeniero sigue t¡n camino completamente dtstmto. manera los hábitos mentales de los participantes, establecen las condicio-
Selecciona inmediatamente, mediante la inspección de un mapa topográ- nes para el ejercicio de la docilidad y, por tanto, de la racionalidad en la
fico una media docena de lugares «plausibles» para la construcción del sociedad humana.
pan~ano y se olvida de los demás. Tiene suficiente familiaridad con los ·" El más alto mvel de integración a que llega el hombre consiste en
costes de construcción de pantanos para saber-<:on un grado razom;ble j tomar una serie existente de instituciones como una alternativa y en com-
de certeza·-que cualquier otro lugar que pudiera elegir tendría u~ coste, pararla con ot:J:as series. Es decir, cuando el hombre vuelve su atención
más elevado. Acto continuo efectúa un cálculo aproximado del coste de\... al marco institucional que, a su vez. suministra el sistema dentro del
pantano en cada uno de esos lugares, partiendo d: !a bas~ de que_ ~as cual operan sus procesos mentales, está estudiando verdaderamente las
condiciones de los cimientos son <cnormales». Por ultm10, ebge los sitios consecuencias de las alternativas de comportamiento en el nivel más ele·
más prometedores y realiza cuidadosos estudios de los cimientos como .- vado de integración. No ha sido común el pensamiento, en este nivel
comprensivo, a todas las culturas. En nuestra civilización occidental se
base para los cálculos definitivos. ·
ha visto quizá confinado a 1) los escritos de los teóricos políticos uto-
En cada paso de este proceso existe una probabilidad de que el ~~g~r
pistas y 2) al pensamiento y a los escritos que rodean los procesos legis-
más deseable para el pantano sea eliminado sin un completo anallSls.
El ingeniero deberá tener gran habilidad para resolver el grado de apro- lativOs modernos 21.
Por consiguiente, la racionalidad humana consigue sus más elevados
ximación permisible en cada punto del procedimiento.
objetivos e integraciones del marco institucional en .'que opera y por el
/ cual e's moldeada. La legislación es, en nuestra cultura democrática, la
La función de la organización social que principalmente proyecta y es árbilto de estas ins.tituciones. Las orga-
Hemos mencionado varias veces, en este capítulo, que los mecanis- nizaciones administrativas no pueden... quizá reclamar la misma impor-
mos que conducen a la integración del comportamiento pudie~an _ser
interpersonales. Si nos imaginamos a las organizaciones Y a las mshtu- l9Véase cómo trata ·Sn:NE la crutína de la organización~: o~. cit., pág. 1129.
.ciones sociales como modelos de comportamientos de grupo, en un sen- 20 D.E.WEY: The 1'ublic and lts Problems, pág. 54. ·
tido amplio, no resulta-difícil ver que la participación individual en ~ales • 21 Se ha hecho ver con frecuencia que el concepto de ~hacer la ley~ como
difcre!lte. de ceprontrar la ley~ es un desarrollo relativamente reciente. Véase,
-oraanizaciones e instituciones puede ser la fuente de algunas de sus mte- por e¡emplo, C. J. FRlEDRICB: Ccmstitutional Goverment and Politics (Nueva
gr~ciones más fundamentales y de mayor alcance. Las influencia~ d_e York: Harper and Bros., 1937), y CaAiu.Es G . .HATNEs: The Americdn Doctrine
qj ludi'cial Supremacy (Nueva York: MacMillan Co., 1914), págs. 12-13, 18-24.
la organización sobre el individuo pertenecen a dos clases prmcl- Por esta razóJ?. la ~egislación ha eutraiiado, únicamen.te en los tiempos recien-
pales: . . . tes, una constderac16n consciente de las posjbilidades de modelos institucio-
1) Las organizaciones e instituciones permiten que cada I~div1duo nales alrer:nativos. K.uu. M~~ l!~ p~esto de relieve. la importancia de dar
,del grupo forme sólidas expectativas en cuanto al comportannento de i forma deliberadamente al meclio mstíruc1onal en su reCJente estudio Man and
Socituy in an Age of Reconstmctiorr (Londres: Kegan Paul, 1940, págs. 149-55.)
los demás miembros en determinadas condiciones. Esa clase de expecta- ¡ S!MON.-'7

i
J
98 V: LA PSICOLOGIA DE LAS DECISIONES ADMINISTRATIVAS lNJEGRACION DEL COMPORTAMIENTO .99

tancia, como depositarios de los valore~ ~ndamentales huma~~s, q~e men!e e, incluso, hacia arriba) a través de sus filas, estableciendo siste-
mas de autoridad y de .influencia. La forma más corriente que esto toma
Poseen las más vieJ· ·
as instituciones tradicionales, como la familia. Sm
embargo con la creciente interdependenc1a
· economtca
· · del . hombre .y es la jerarquía de autoridad formal; pero es de igual importancia la asig-
' · d 1
con su dependencia cada vez mayor e a comun t"dad respecto
, a los servt-
. nzción a determinados individuos de la función formal de consejo, así
cios gubernativos esenciales, la organ~ción _forman esta asumie~do como el crecimiento, en cualquier organización real, de un sistema no-
un papel de significación cada vez mas ampha, ~ue ?unca ha . t~mdo f~rmal de influencia, basado en parte en el status formal y, en parte,
antes. Esto no carece de ventajas, porque las orgamzac10n~s admmiStr~­ en las relaciones sociales.
tivas se construyen y modifican, normalmente, con una. mdependencra 4) La organización proporciona canales·de comunicación que corren
y libertad respecto de la tradición que--a pesar de estar leJOS de ser co~­ en todas direcciones y a través de los cuales fluye la información para
pletas-les dan gran adaptabilidad para hacer frente a las nuevas necesi-- la toma de decisiones. Estos canales son formales e informales. Los
dades con nuevos recursos. . . formales se basan en parte, y en parte se separan, de las líneas de auto-
Los modelos de comportamiento que nosotros llamamos orgamzac!O- ridad formal, y los canales informales se hallan estrechamente relacio-
nes son, pues, fundamentales para el logro de la racionalidad_ h~~ana nados con la organización social informal.
en un sentido amplio. El individuo racional es, ~ d_ebe ~er, un mdtvtduo 5) La organización entrena y adoctrina a sus miembros. Pudiera
organizado e institucionalizado. Si los severos li_mttes liD?u~s~os por la llamarse a esto ·Ia «interiorización» de la influencia, porque inyecta en
psicología humana a la deliberación han de relaJarse, el md1V1~uo debe los sistemas nerviosos de los 'miembros de la organización los criterios
estar sujeto, en sus decisiones, a la influencia del grupo orgamzado del de decisión que la organización desea emplear. El miembro de la orga-
que forma parte. Sus decisiones no deb_~n ser s_olo el ~roduc_to de s~s nización adquiere conocimiento, habilidad e identificaciones o lealtades
propios procesos mentales; deben tambten refleJar consideraciOnes mas que le permiten tomar decisiones por sí mismo, tal como a la organiza-
amplias a las que el grupo organizado debe dar fuerza. ción le agradaría que decidiese.

Mecanismos de influencia organi·zativa El proceso de coordinación


Hemos bosquejado ya, en el capítulo de introd~c~íón, los medio~ de Hemos aludido ya en este capítulo y en el precedente a una de las
que se sirve la organización para influir en las decisiones de sus miem- _principales funciones de estas influencias organizativas: la de dar coor-
bros. En capítulos posteriores serán expuestos extensamente y, por tanto, dinación a las actividades de los miembros de la organización. Como
solo requieren ahora un breve examen. h~os expuesto, la eficacia de un individuo en la realización de sus fina-
1) La organización divide el trabajo entr~ ~us mi~m?ros. Dand~, a lid_ades, en cualquier situación social, dependerá no solo de su propia
cumplir a cada uno una tarea determinada, dmge y hm1~a su atenc10n actividad, sino también de cómo. esa actividad se relaciona cou lo que
a esa tarea. El jefe de personal que se ocupa del reclutamiento, entrena- están haciendo los demás individuos. En toda grao org::tnización-el
miento, clasificación y otras operaciones relaciona~~s con el personal, gobierno Federal es un ejemplo excelente- la tarea de relacionar las.
no necesita prestar una atención especial ~ la- contabiltd~d, a las compras, actividades de un individuo o unidad con las de otros adquiere una impor-
a };i planificación o a las funciones opera uvas, q_ue ~~n Igualmente vitales tancia, comp1ejidad y dificultad máximas. Las actividades de guerra nos
para el cumplimiento de las tareas de la orgamzac10n, porque sabe que han dado un ejemplo notable de esto en numerosas ocasiones. El res-
han sido atendidas de alguna manera, dentro de la estructura de la ponsable de la producción de gasolina para aviones podría dar. órde-
misma. ·d· d nes-completamente lógicas para la ejecución de su tarea-que inter-
2) La organización establece prácticas-tipo. Al dect rr e una firieran la tarea del responsable de la producción de caucho. La obten-
vez para siempre (o, por lo menos, para un peri~o de_tiempo)_ q~e.una ción de acero para la marina mercante puede estar en pugna con la
tarea determinada se haga de una manera especifica, libra al mdív1duo obtención de acero para barcos de guerra o para tanques. La ejecución
que la realiza efectivamente de la necesidad de decidir, en cada momento, de una gran operación militar puede exigir la coordinación, en el tiempo,_
de qué manera deberá hacerse. .. . . de una multitud de actividades preparatorias. Estos ejemplos podrían
3) La organización transmite las deciSIOnes hac1a abaJO (y lateral- multiplicarse indefinidamente.
100 V: LA PSICOLOGIA DE LAS DECISIONES 'Al'>MINIS1RATIVAS • nnE!>RACION DEL COMPOI;tTAMIENTO
101

La coordinación, vista desde la posición 'del individúo en ia organi- Cu~do. la elecci?n .tiene lugar .en una situación de grupo, las con-
zación, entraña varios elementos :)a relación de los ·objetivos Y:~ s~~uencra~ d~ _una VIa de acción llegan a depender no solo de Ja elec-
finalidades intermedias del individuo con ~.()tra:s_secciones de la ~on .del mdiVlduo de ~a ~ternativa · d~terminada, sino también de las
organización; la valoración del individuo de las altern:ativas que~ e?ecoones de los · de~~ ID.Iembrps del grupo. Unicamente cuando se
á su alcance y al alcance de los otros miembros del gr~I!O 'J'JJí"("eXp~c-__·- toman los comportamientos de los demás como a:constantesD-es decir
tabvas en cuanto a las vías de acción que s~.irán los demás. c_nando se han formado expecta~vas con 'respecto a sus comportamien:
--7ruto-coordinación.-En las situaciones más sencillas el individuo par-· tos-. el problema de. la elección adquiere una forma determinada.
ticipante puede coordinar sus actividades con Ias ·actividades de los demás ~ando se han formado tales expectativas, la Unica variable indepen-
die~t~- que queda es_ la elección del individuo, y el problema de la
1
a través de la simple observación de lo que ellos hacen. En un grupo de ~
. ,,
tres o cuatro pintores que trabajan juntos, cada uno de ellos puede reali~ deCJston queda reductdo al caso anterior.
zar una parte de la tarea y todo el grupo puede trabajar como un equipo,
colocándose cada uno donde crea que sus esfuerzos serán más eficaces

'1
i
. ?: ~quí q11:e la serie, de altemativ~s de que dispone el grupo deban
~-:~se cwdados~ente de la sene de alternativas de ql.le dispone
e interferirán menos los esíuetzos de los demás: Es posible dar una orden ·,1
el mdz~zdu~ .. Esta últuna es tan solo una sub-serie de la primera, una
ocasionalmente; pero la mayoría de los ajustes· se realizan en silenci? su_b-sene distmta para cada serie dada de comportamientos de Jos demás
y sin discusión. rruembros del grupo.. La alte~ativa que el individuo elige realmente
Cualquiera que baya observado cómo actúa un grupo desorganizado para su p:opio comwrta~ento puede ser completamente distinta de
de personas en un caso de emergencia, ha visto un comportamiento ., la altemattva que elegida si pt¡diese determinar los comportamientos
organizado de este tipo. Desde luego, si el grupo ha sido organizado - de t~dos los restantes miembros del grupo.
previamente para el caso de emergencia o si UnO · o más miembros del . St las expectativa$ . que tiene el individuo de los comportamientos
grupo son reconocidos como líderes, el mecanismo de coordinación de sus colegas son, exactas, serán normalmente bastante distint d
podría ser mucho más complicado e incluiría órdenes verbales. la manera en que él deseaóa que se comportaran Ya que as . e
d · "6 . · su propia
En la mayoría de las situaciones, la realización · acertada de una tarea eCIS! n, para ser ractona,J, debe relacionarse con sus expectativas m ,
por un grupo de personas exige un grado ligeramente más elevado de que con sus deseos, necesita aspirar no a la alternativa que él prefie;:
coordinación. . Por ejemplo, puede requerirse para su realización eficaz de todas las posibles pqra el grupo, sino a la alternativa que él refiere
que todos apliquen sus esfuerzos simultáneamente. La coordinación, de todas Zas posibles.. p,qra él. P
incluso en tales circunstancias, puede no ser deliberada ni implicar órde- La necesaria_ distinción entre un plan de campaña que dependa de
nes explícitas. Los distintos miembros del grupo ·pueden simplemente que el adversano haga . lo que nvsotros deseamos u un 1 d
. J p an que e-
aceptar a un miembro como líder y ajustar sus movimientos á los suyos.: penda de que el adversano realice lo a:correctoD, es un pnn · - · f
por ejemplo, un grupo de hombres que mueve una carga pesada. · d tal d la á · ·. c1p1o un-
amen e t cúca militar y en verdad de toda acti·VJ·dad ·
d N · · ' ' competí-
Todas estas situaciones en que es posible la auto-coordinación, requie- ora. unca ttene ~to un plan de Ja primera clase porque ese éxito
ren que el individuo pueda observar los comportamientos de los miem- se .basa en la falsa suposición de que el adversario ' hará 1
bros de la organización y ajustar el suyo a los :d~ éllós, Donde no es qw ere E 1 d á .. o que uno
. n_ ~ mun o p.¡: cpco se caracterizan como utópicos los proyec-
posible esta observación directa-como en la mayoría de las situaciones tos cuyo eJUto depende . del comportamiento que se c;lesea qu li
· di 'd . e rea cen
de alguna complejidad--, la organización misma debe. proporcionar la muehos m vt uos, wo que no aCJerta a explicar de é
- · · qu manera ese
coordinación. comportanuento que se desea será, o podrá ser re: ,,_ d
Ah b. ' <WZa o.
Alternativas del grupo frente a alternativas del indivi'duo.-El indivi- · ora xen : cu.ando. todos los miembros del OTUpo de tr
· . ~ mues an su
duo considera que el cumplimiento de sus objetivos depende de la vía pref erenc1a por 10$ 'Ollsmos valores o por las ,.,.,;..,.,as co ·
. . ...........,'-'-' nsecuencras de
especial de comportamiento que él sigue. Hay 'una serie distinta de con" to dos 1os que el grupo puede realizar surae una 81·tuac"ó ·
- · ' "' J n muy espeoal
secuencias o de resultados para cada una de las• vías de acción que -se Todos Jos bomberos· que combaten un incendio están d d ·
abren ante él. La elección racional, según hemos·;explicado, consiste en lafinalid d e acuer o en
. a de. su co.mwr:ta.miento conJ"unto-· apao-arlo
. "'
ta á "d
n r p1 amente
y
elegir provocar el resultado que se prefiere a ·fos' demás;: · · · .. como sea posible. :H~y ..,.e?.- tal caso, una serie de comportamientos para
'1Ó2 V: LA PSICOLOGIA DE LAS DECISIONES ADMINISTRATIVAS
INlEGRACION DEL COMPORTAMIENrO
103
. en un campo empírico enteramente ?hie-
los ttuembros del grupo _q_ue, ara el cum Jlmiento de esta finalidad.
ti.vo, son los más expedtnv: p tar en d~sacuerdo sobre cuál es _esta
pla.n únicamente cuando los miembros del grupo estén perfectamente
de acuerdo sobre cuál de todas las posibilidades disponibles les gusta-
Los. miembros
, . . del grupo
pero tal pu en esd o n·ene lugar en un nivel fáctico:
mejor so~uCion, . . desacuer
d ría ver realizada. En realidad, esto no es estrictamente necesario. La
coordinación del irupo es posible en m~chos cttsos en que los distintos
es una cuestión de. jmciO, no e _va ~;:- ue cada miembro del grupo
1
El llea-ar al «meJOr» resultado rmp q . d a realizar individuos tiene_n ideas diferentes acerca del ((óptimo». Es necesario
o d 1 y que esta prepara o . únicatnente que estén de acuerdo en encontrar un plan preferible a cual-
wnoce su lugar dentro e, esquema d. . . es difícilmente posible,
l d · Pero tal coor macwn quier otra alternativa que estuviera abierta para ellos como individuos
su tarea con os .emas._ d d miembro del grupo puedan ser si no cooperasen 22 •
a menos que las mtencwnes e ca a d ellos basará su comporta-
. d 1 demás Cada uno e · Puesto que lo interesante para el presente estudio no son tanto las
comumca as a os . . com rtamientos de los demas; razones de que los individuos cooperen corno los mecanismos que hacen
miento en sus expectativas de los po a·ara'n dentro de un plan
pero no tendra razones para e . ~ . f
. sperar que ene J posible la cooperación, podemos abandonar ahora el tema del ccplan
al el resultado será muy
preconcebido. A falta de coordmacwn orm , de grupo», que discutiremos con mayor extensión en el próximo capítulo.
Comunicación.-Las decisiones generales de la organización pueden
fortuito. 1 d·c· nes más prácticas, es infi- controlar el comportamiento del individuo únicamente por medio de
La auto-coordinación, en ,as con I IO d . do de acción que
nitamente menos eficaz que ,
un e~
<quema
" pre d ~nticipar
etermma . el comporta-
' los mecanismos psicológicos que aplican los valores y los conocimien-
libra a cada miembro del grupo de la tarea e . tos a cada decisión individual en el momento en que esta se toma.
miento de los demás c~mo_ ~ase del ~~;ren las formas más complejas
Hay en el comportamiento de grupo una necesidad similar de comu-
. Así pues la comumcacwn es esen dio "ón en estas nica.r el plan del grupo a los individuos que hao de realizarlo. Esto
, , . El so de coor act ,
de comportamiento co_operativo. proc~ menos de tres etapas: 1) el no significa que la totalidad del plan deba ser comunicado, sino que
cada individuo debe saber lo que él tiene que hacer.
situaciones más complicadas, consta ?ort o ra todos los miembros del
d . , de comportamren o pa . ·) . Ninguna fase del proceso administrativo es más generaLmente igno-
desarrollo e qn P.lail . . dividuales para cada miembro •
grupo (no de ~a sene de p~anes md la partes importantes de este rada, ni más pobremente realizada, que Ja tarea de COmunicar las deci-
2) la comunicación, a c~da r~u~mbro, ed s los miembros individuales siones. Se <<ordena» con demasiada frecuencia que sean llevados a
") .l b a disposlCión de to os efecto ciertos planes, sin considerar Ja manera en que pueden ser llevadoi
plan ; y ;) a uen . dirigidos por el plan.
para permitir que sus co~port~tnlentos s; an or el ue el individuo inte- a influir sobre el comportamiento de los individuos miembros del grupo.
Este proceso no se diferenCia de aqu l p q din d En la inte- Se promulgan manuales de procedimiento, sin llegar a determinar si
gra sa propio comportan:ue~ o . • ll na el vacío- proporciona el teJ~do
. · t en un modelo coor a 0 · · .. los contenidos de esos manuales guían a los individuos en sus deci-
gración del grupo la comun~cto~ :usencia de una conexión orgánica siones. Los planes de la organización se trazan sobre el papel, aunque
nervioso, digamos- que pro uce a
los miembros de la org4nización ignoien el p!an que pretende describir
S"'.JS relaciones.
'entre l.os individuos. . de un lan para el comportamiento de
El plan de grupo.~La_Jdea t rc:A~ as sobre la existencia de una Se producen los fallos de comunicación siempre que se olvida que
·erra nOCiones me aU<>lC . . · el comportamiento de los individuos es el instrumento con que la orga-
un grupo no enCI E ana especificacwn . , de cómo se conducua cterto
«mente de grupo». s cificación de cómo se compor- ni7.ación lleva a cabo sus propósitos. Lo que hay que preguntar a todo
número de personas, más que u~a espe existencia sobre el papel o en proceso administrativo es: ¿cómo influye en las decisiones de estos
·wá una sola persona. El pla~ ~~~u: ue lo crean. Estos individuos
las respectivas mentes de los mdi d qtenecer al grupo o no. Todo 22 Hobbes se sirvió de una forma exU:ema de esta proposición para .demos-
pueden ser muchos o pocos ; pu~ elo ~~ lleve a la práctica, sea comu- trar que la organización social puede surgir incluso de ú~ estado de bellum
lo que se e~ige es que, antes que e p a~ ados de realizarlo. 1 omnium comra omnes. Otros teóricos del contrato, espccJalmeJJte Locke, se
sintieron impi..llsados a postular una identidad natura! de mt~eses. Véase el
1
nicado a los miembros del grupo ene g se llevará a cabo un penetrante e;~;amen de las bases que motivan la coope_racJón de R. M. MACLEVEa:
1
Hasta ahora hemos dado por supuesto que 1
Commwrity: A Sociological Study (Londres: MacMiJJan and Co., 3.• ed., 1924),
1 especialmente el lib. n, caps. II y m.
1

1
J
104 V: LA PSICOLOGIA DE LAS DECISIONES ADMiNISTRATIVAS

individuos? Cuando no existe comunicación, la respuesta debe ser siem-


pre: No influye de manera alguna en ellos.
Aceptación del plan.~El paso final en la coordinación es que cada
uno de los miembros de la organización acepten su parte en e1 plan
del grupo. El problema de asegurar esta aceptación será el tema prin-
cipal de los dos capítulos próximos.

SUMARIO

En el transcurso de este capítulo se han examinado tanto los lími-


tes como las posibilidades de la racionalidad humana. Hemos visto que

1~~- ~~jt~.~ Q~.!~. f!J:~ionalif!,ad. ~e~ ~~iv~ll: -~- incaJ)!~d _de -~en.!:_
fiulnana para ..-ªPJJ.~r .a_J:Ina dec1S1on urucaJQdos los aspectos de valo,r,
.dEcónoc.imiento y de com~_~nt~ cptldierari !ener importan- '
1

cia. Con frecuencia el modelo del comportamiento humano está mas


PÑ~l'lln SIStema de esffmülo-Jrespúesta que a~neñti_.~-·-
.
1

"---'~=~-· . _,
,alternativas. La racionalidad humana , pues, §pera dentro de los lúpi-
es de un medio ambiente psicológico. Este medio ambiente impone al
individuo, como «Supuestos», una se ección de factores sobre los que
....... debe basar sus decisiones. Sin embargo, los mismos estímulos de la deci- ¡
_sión pueden ser controlados de modo que · sirvan a finalidades má~
amplias, y una sncesión de decisiones individuales puede ser integrada
en un plan -bien concebido. -· - -
El control dellberado del medio ambiente de la d~e
.no Solamente integrar__ la elección, sino también socializada. Pueden
considerarse las instituciones sociales como regularizaciones del com~ .
portamiento de los individuos, gracias a la sujeción de su comporta-
miento a los modelos de estímulo que les han sido impuestos social- ·
mente. Es en estos modelos donde hay que encontrar una comprensión
del sentido y de la función organizativa.

También podría gustarte