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“2019. Año del Centésimo Aniversario Luctuoso de Emiliano Zapata Salazar.

El Caudillo del Sur”

ESCUELA NORMAL SUPERIOR DEL VALLE DE TOLUCA

MAESTRÍA EN ENSEÑANZA DE LAS CIENCIAS

ENSAYO

TÍTULO: la evaluación como alternativa para mejorar el autoaprendizaje.

Asignatura:

Titular de la asignatura:

MAESTRANTES: LILIA MARÌA ESTRADA MARTÌNEZ

TRINIDAD TOLENTINO RAMÍREZ


TÍTULO: la evaluación como alternativa para mejorar el autoaprendizaje.

Introducción

La evaluación es un tema de gran protagonismo en el ámbito educativo, pero diversos


autores indican que la evaluación en la enseñanza de las ciencias, no se está cumpliendo
con el propósito de evidenciar las necesidades prioritarias que se deben atender dentro
del aula.

El propósito del ensayo es analizar cuál es la problemática que se tiene en la


evaluación y recomendar las estrategias adecuadas con el propósito de generar
alternativas para mejorar el autoaprendizaje.

El ensayo se dirige a tres principales problemas, la evaluación no es congruente


con las necesidades del alumno, la evaluación no promueve el autoaprendizaje, las
medidas de reflexión no mejoraran el autoaprendizaje.

La parte medular de la evaluación es que se debe evaluar los aprendizajes


contextualizados, relevantes, de utilidad para los alumnos y con un sentido práctico para
el docente, por lo tanto deberá ser realista, motivante que proponga el aprender a
aprender, con la intención de evaluar lo que se enseña en el salón de clases y de esta
manera generar conocimientos significativos.

Desarrollo

“La evaluación es un proceso integral y sistemático a través del cual se hace la


recopilación de la información de manera metódica y rigurosa, para conocer, analizar y
juzgar el valor de un objeto educativo” (SEP, 2012, p. 19). En este sentido, consideramos
importante obtener información para poder desarrollar las estrategias adecuadas y tomar
decisiones que cumplan con el propósito de evidenciar las necesidades de los alumnos,
con el fin de brindar dirección a los aprendizajes esperados en las asignaturas de ciencias
en secundaria.

De acuerdo a la perspectiva de Tobón, Pimienta y García (2010) consideran que


la evaluación por competencia es una experiencia significativa de aprendizaje,
fundamentada en la determinación de los logros, así como los aspectos a mejorar ciertas
competencias en un individuo, tomando en cuenta el saber ser, el saber conocer, el saber
hacer y el saber convivir, además consideran la retroalimentación como una esencia de
la evaluación, necesaria que se debe manifestar de manera oportuna y asertiva, por tanto
la evaluación de las competencias debe constituirse bajo un nuevo paradigma en el
marco de la evaluación, como en su momento lo fueron la evaluación por contenidos y la
evaluación por objetivos (pp. 116-119). Desde nuestra experiencia laboral en el ámbito
de la evaluación, consideramos que los autores justifican la evaluación por competencias
mediante un planteamiento que busca identificar, desde un marco contextual y
conceptual, la importancia y utilidad de la evaluación para el proceso de enseñanza-
aprendizaje de las ciencias en secundaria, de tal manera que los alumnos no se preparen
únicamente en la obtención de conocimientos, sino también para afrontar situaciones de
su vida futura, reconozcan el mundo natural y sean mejores ciudadanos, aportando
soluciones para mejorar el medio ambiente, pero además que adquieran nuevos
conocimientos por cuenta propia.

De acuerdo a lo anterior Guido (2012) dice que el autoaprendizaje es un proceso


donde el individuo adquiere nuevos conocimientos por cuenta propia o aprendizaje
independiente que exige el desarrollo de capacidades personales como: actitudes,
habilidades, los saberes y los procedimientos que le permita determinar cuáles serán las
mejores herramientas y métodos para adquirir nuevos conocimientos (pp.52-54).
Retomando el párrafo anterior, el autoaprendizaje permite al alumno tener una iniciativa
de querer aprender, tener idea de lo que aprende y aplicar lo que aprende en situaciones
nuevas, ser disciplinado y saber autorregularse para no perderse en el camino y lograr
las metas establecidas al enfocarse en aprender uno o más temas de interés, de manera
independiente, implicando esfuerzo, responsabilidad y constancia al buscar por si solos
la información e inclusive realizan experimentos de ciencias, de manera informada hasta
alcanzar el objetivo planteado, pero desde nuestra experiencia sabemos que este tipo de
alumnos son muy limitados y posiblemente en el contexto de nuestros centros de trabajo
tenemos que replantear nuevas estrategias de evaluación para motivar y despertar el
interés de los alumnos de una manera creativa en la enseñanza de las ciencias, debido
a que el autoaprendizaje promueve la curiosidad en el estudiante.
Así, el estudiante resulta mucho más activo e inventivo, y su papel se corresponde
al de un ser autónomo, autorregulado, que conoce sus propios procesos cognitivos y
tiene en sus manos el control del aprendizaje, donde el papel del profesor no se debe
limitar a la transmisión de información, sino más bien su participación debe ser con un
proceso activo, constructivo de aprendizajes significativos (Álvarez, González y García,
p. 2). Al respecto, si los docentes pretendemos mejorar los aprendizajes empecemos por
mejorar los conocimientos que poseemos sobre el aprendizaje, con la intensión de
facilitar la enseñanza de las ciencias, mediante clases motivantes para despertar el
interés y la curiosidad, utilizando actividades prácticas variadas con la finalidad de
aminorar la problemática en la evaluación del aprendizaje de los alumnos, por tanto es
necesario conocer técnicas de recolección de evidencias congruentes, seleccionar los
instrumentos adecuados y aplicarlos para poder proceder a evaluar la información y
tomar decisiones correctas, siendo determinantes en la formulación de juicios de acuerdo
a los criterios establecidos y divulgar los resultados del proceso al utilizar diferentes tipos
de evaluación como: formal e informal; interna, externa o mixta; inicial, continua o final;
de resultados; autoevaluación o coevaluación; formativa o sumativa, considerando la
taxonomía de Benjamín Bloom, de tal manera que ocurra un cambio en la forma de
desarrollar la asignatura de ciencias, implicando una mayor participación de los alumnos
en el proceso aprendizaje y por supuesto modificando los métodos de evaluación que
generen una motivación en el alumno.

En este sentido, Sánchez y Casal (2016) establecen que el aprendizaje


Cooperativo ayuda a los estudiantes a reducir los niveles de ansiedad a la hora de
interactuar, además de mejorar su autoconcepto, la comprensión de sus puntos fuertes
y débiles, sus estilos de aprendizaje y por ende la dicotomía de la motivación intrínseca
y extrínseca, detonando la actitud del educando hacia la propia tarea de aprendizaje,
fomentando y afianzando ciertos hábitos de autonomía (p. 183-187). En efecto el
aprendizaje cooperativo, posibilita la motivación como elemento esencial del aprendizaje
que al mismo tiempo favorece la autonomía de aprendizaje y que contribuye a impulsar
un juicio de actitud independiente, mientras que la motivación extrínseca e intrínseca de
autorrefuerzo y autoevaluación generan satisfacción y gozo de incrementar los
conocimientos, alcanzando un nivel pleno de competencias científicas y satisfacción por
los objetivos logrados.
Así mismo (Otero 2009, citado en Sánchez y Casal, 2016) afirma:
El desarrollo de una conducta autónoma por parte de los educandos no solo
se va a ver estimulada por la participación en la toma de decisiones que repercuten
en sus enseñanzas, sino que es la independencia misma con respecto al docente que
promueve el Aprendizaje Cooperativo la que impulsará esta deseada conducta en los
estudiantes (p. 188).
Al respecto, es importante resaltar que un alumno estimulado, motivado y tomado
en cuenta en su enseñanza, prestara atención, por tanto aparece de manera natural el
autoaprendizaje.
. Por otra parte, Delgado y Oliver (2019) consideran que, “en el contexto del
aprendizaje a lo largo de toda la vida y del aprendizaje autónomo, característicos del
Espacio Europeo de Educación Superior, es preciso fomentar la autoevaluación
formativa, como complemento de la evaluación continua” (p.1). Al respecto
consideramos, que las actividades diseñadas en la autoevaluación deberán ser útiles
para los estudiantes y que le permita ligar su propio tipo y grado de aprendizaje, con
carácter formativo, que permita desarrollar y mejorar las competencias científicas.
Goncalves (2011) dice que los docentes, estamos aprendiendo a enseñar a
aprender, y no se nos trasmiten los procedimientos establecidos para lograrlo, sino que
debemos autogestionar nuestro aprendizaje (p. 2). En contraste con el texto anterior,
estamos de acuerdo con el autor, en cuanto a que los mentores de la educación debemos
estar convencidos y comprometidos en mejorar nuestra práctica docente, con dedicación
y trabajo arduo, confeccionando estrategias innovadoras en la enseñanza de las ciencias,
para lograr que los alumnos alcancen competencias favorables de aprender de forma
autónoma y la forma de conseguirlo consiste en exigir al alumno que desarrolle un
proceso de reflexión para que sea consistente de su propia forma de aprender y así
mejorar el autoaprendizaje mutuo profesor-alumno mediante las Tecnologías de la
Información y la Comunicación (Tic).
Conclusiones

Desde nuestra perspectiva y vivencia experiencial en las asignaturas de ciencias en


secundaria, consideramos que es necesario buscar procedimientos planificados sobre el
proceso de evaluación y que además tiene que ser objeto de reflexión permanente y
contextualizada.
De acuerdo a Otero, el desarrollo de una conducta autónoma por parte de los
educandos no solo se va a ver estimulada por la participación en la toma de decisiones
que repercuten en sus enseñanzas, sino que es la independencia misma con respecto al
docente que promueve el Aprendizaje Cooperativo la que impulsará esta deseada
conducta en los estudiantes.

Goncalves, dice que los docentes, estamos aprendiendo a enseñar a aprender, y


no se nos trasmiten los procedimientos establecidos para lograrlo, sino que debemos
autogestionar nuestro aprendizaje. En este sentido es importante buscar estrategias de
evaluación congruentes en los alumnos que generen motivación e interés en el
autoaprendizaje o también estereotipada en el proceso educativo como el aprender a
aprender.

Consideramos la evaluación como un proceso integrador de actividad continua al


concentrar evidencias, que promueve una reflexión de experiencias y permite mejorar el
autoaprendizaje, contribuyendo en la mejora del proceso evaluativo con la información
obtenida por diferentes métodos congruentes, tolerantes y flexibles, que fortalezcan los
juicios para favorecer las áreas de oportunidad de los alumnos y de la misma práctica
docente, para poder implementar un plan de acción oportuno, pero sobre todo en la toma
de decisiones pedagógicas, diseñando alternativas de evaluación en apego a los planes
y programas vigentes.

Proponemos que la evaluación como alternativa para mejorar el autoaprendizaje,


sea objeto de investigación, con el propósito de mejorar los diferentes tipos de evaluación
y búsqueda de instrumentos de evaluación que maximicen nuevos aprendizajes.
Fuentes de consulta

Álvarez, B., González, C., y García, N. (2007). La motivación y los métodos de evaluación
como variables fundamentales para estimular el aprendizaje autónomo. Red. U.
revista de docencia universitaria, 2, pp.1-12.Recuperado de:
http://www.redu.um.es/_U/2.

Delgado, A., y Oliver, R. (2019). Interacción entre la evaluación continua y la


autoevaluación formativa: la potenciación del aprendizaje autónomo. Red-U.
Revista de Docencia Universitaria, 4 (1), pp. 1-13.

Goncalves, S. (2011). La reflexión sobre el proceso de aprendizaje propio: estrategias


para favorecerla. Recuperado de: https://dugi-
doc.udg.edu/bitstream/handle/10256/3719/300.pdf?sequence=1.

Guido, L. (2012). Aprender a aprender. México: Red tercer milenio.

Sánchez, I., y Casal, S. (2016). El desarrollo de la autonomía mediante las técnicas de


aprendizaje cooperativo en el aula de 12. Portalinguarum, 25, pp. 179-190.

SEP (2012). Enfoque formativo de la evaluación. México. SEP.

Tobón, S., Pimienta, J., y García, J. (2010). Secuencias didácticas: aprendizaje y


evaluación de competencias. México: Pearson.

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