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[ea novela debe ser realist [1 desert tm eater [] estudiar wna pasion fo contar uma historia {a novela es un bf, (] La novela es el tonto del pueblo [..] La novela es una cor: tesana que se reste convene en na mujer vitmosa. [-.] Eseribir novelas es in moral, mientas haya niios murindose de hambre en el mundo. [..} Escrbir novelas coun acto cinico, pues habla de los tor ‘mento de las enfermedades dela muerte con indiferencia apasionada.(.] Despro- sist de sentimiento, ln novela lor usa todos al mismo tiempo. Si coherencia nace de ‘i ausencia total de sinceridad. En cuanto bandon si alma encuentra su destino. En ‘cuanto alguien se le acerca, ya no escapars indemue, Puerta y tapete Este bro retine dibujos y apuntes sobre las novelas, x0s objetosextrafios que vien entre nosotros, Generaciones han levantado la vista hacia ella: para algunos son constelacio: nes hechas de palabras, pata otros son lo ms parecido que hhay a.un hechizo altamente efectivo. Desde la primera fre se nos transportan a un mundo donde cada palabra oculta mas de-una intenci6n y Ias leyes de la fisiea funcionan de ctra manera. Bautizadas por sus autores con nombres suge rentes y enigmaticos, que a veces ya constituyen la primera palabra del encantamiento, con frecuencia son bautizados tuna segunda ver por sus lectores,a fin de volverlas algo mis familia y entrafable Sila vida nos obliga a elegir una rama del drbol, por deslumbrante que sea, una novela bien construida puede clegir varias ala ver: las mis sorprendentes y apasionadas, Jas més inquictantes o divertidas, as que cuentan los frac s0s ms grandes, los trabajos mis ambiciosos, as proezas que parecfan imposibles No nos dicen abiertamente emo vivir pero nos cuen- tan historias. En momentos dificiles, en los que uno busca superar las preocupaciones de la vida, la novela nos ofrece un relato que parece eserito para comentar cl momento presente. Hechas para sorprender, también ban ido adquiriendo ta obligacién de la belleza, Algo saben sobre la vida porque sise encuentran aceptablemente construidas también ellas parecen pensar, Sélo que en Ingar de argumentar y pre- sentarnios tess, anttess, sintesis, las novelas nos ofrecen escenarios, conflicts, personajes, y gracias a ellos algo in tuimos sobre la manera como esti construido este mundo, Convencido de que las novelas piensan, este libro deci= 446 comentar algunos de sus rasgos ms fascinantes: cue Jes han sido las estrategias usadas por los escritores para diseftar la primera frase de sus historias, e6mo surge un petsonaje, a qué velocidad puetle moverse la prosa, cémo se comportan dentro del mundo de la ficcin los objetos {que se enctientran inertes en la vida cotidiana, qué image nes han creado Tos novelistas para describir alas novelas asi como un par de textos muy breves sobre emo suelen terminar estos relatos. Uno de los eapitulos del libro se pre- qunta si es posible que al ler ciertas novelas tengamos la sensacién de percibir 0 incluso habitar un edificio hecho de palabras, que merezca ser visitado y disfrutado con ater «ign, como hacemos com un sueiio exquisite. Quien haya intentado dibujar la forma de un suciio es tard de acuerdo conmigo en lo dificil que es aprehender este tipo de materiales. Visto desde arriba, el dibujo de un. suefto tiene a recordarnos una espiral o un remolino, cu yos extremos se pierden a Io lejos: forma que nos recuerda el disefio de un euento, mientras que el dibujo de wna novela ele ser menos menos ceido pero mis extendidor [El cuento es prosa vertical, que tiende a redondearse; la novela es prosa horizontal, que se eleva cada vez que nos preguntamos: 2y ahora qué va a pasar? El cuento, como los suerios, despega, nos sorprende y termina, En cambio la novela es un viaje que, como los suc- fos que tenemos despiertos, no se olvida jai CColummna vertebral de wna novela descabierea en la ial de Tampico cerea de 1996 Ese doble oscuro salido de la noche de nuestras vidas Alprincipio son uma especie desombras sin rostro, seresde humo y espejismo a los que no aleanzamos a ver con clari- dad: dobles salidos de la noche de nuestras vidas, como los Hama Bajtin, Salvo casos de milagro comprobado, en qu {odo llega de golpe desde el primer intento, lo mis comin es descubrirlos poco a poco, construyendo, moldeando o insertando sus rasgos exenciales Durante el tiempo en que son trabajados uno agradece su relativa maleabilidad, ef que podamos reencaminarios cen la medida en que esto fortalezca y no disminuya la o- hherencia de ls historia. Tenemos una masa de plastiina roja fentee las manos. La masa bull, se expande hacia arriba y abajo y luego de crecer en diversas direcciones toma el as pecto de una criatura, que se waa precisar, Como todo ele mento de la novela, el personaje tiene algo de escultura, es cenergia y tiempo concentrado. Algunos consiguen crearlos de un phumazo, Julio Ra :m6n Ribeyro, por ejemplo, era capaz de crear aun inquic tante personaje con menos de tres frases: La sorpresao mis bien el pavor que me produjo el empleado de la Agencia que, con abrazo atrfiado, ese brazo mis corto ‘que el oto, terminado en una maso que no es mano sino ona especie de murién con was, ena al moro del bat En ese momento me di cuenta de que la extemidad que yo conse tuba como su punto més dbl, ydebido lo cual lo compadde- aera su instrumento normal de agresén.! A.veces, los personajes se erean a partir de detalles que uno recoge en el momento misinesperado, Podtfa apostar que Cortizar bautiz6 a Rocamadous, el bebé de La Maga, Juego de probar un queso pequeiito y redondo, de sabor y ‘acto muy suaves, que se consigue en Pars, Usualmente un gran personaje nunca Hega solo, Tan pronto conseguimos entreverlo descubrimos que lo sigue luna jauria de seres que lo atacan, lo ponen a prueba e ihe rminan distintos aspectos de su ser, Dice Fernando Savater que un héroe necesita dos cosas: un amigo fel yun enemi- 0 implacable Un gran personaje es una constelacin, wn centro imar tado que posce su propio sistema solar. Si se encuentra bien construido provoca dos tipos de magnetismo: tiene, por una parte, la capacidad de atruer a otros seres,leales 0 adversos, que enriquecen la historia, y puede, con su res puesta alos retos, emocionaral lector: lograr que éte sienta algo por , Aunque son seres vos sin entraiia, como decia ‘Valery, los personajes nos fascinan porque se atreven a ir a donde muchos de nosotros no iremos jams: natan a la vie ja prostituta, waicionan al amigo en problemas, explotan ‘econdmicamente a su propia madre, corren a enfrentarse on un asesino, abandonan a la amante fiel y abnegada {sto Ramin Ribewo, Prva apd Tag, Rael, 1975p. 7 cuando ésta mas los requeria. Son Tos conegjilos de indias en el laboratorio de la novela, egos experimentales que ‘cruzarin la frontera por nosotros, Se distinguen de los se res humanos por su capacidad de invocar elevadas dosis de arrojo, valor 0 constancia, en cantidades que pocos sexes Vi vos podrian igualat, Por eso hay que elegirlos con cuidado; cn el experimento son de una importancia crucial, Herew- le Poirot y su cabeza en forma de huevo, Sherlock Holmes Y su aficin a tocar el violin, Maigret y los sineiches que ‘manda pedir al restaurant de la esquina, Philip Marlowe y su gilet, 1 inspector Wallander y sus problemas prieticos ficion cn la vida... Abundan la excentricidad notoriay li peculiar, ‘sin embargo los personajes son mucho mis que una lis ta de rasgos. No se erean por simple acumulacién, sino por una eleecién acertada, Bastan un par de atributos certeros, contradictorios cuando es posible, para que comencemos ‘imaginarlos como seres redondos, perfectos. Los perso nnajes de Rudyard Kipling, por ejemplo, siempre tienen un oficio y una carencia: Kim es un mensajero que teme a las serpientes (a pesar de que las serpientes sean el emblema, del misino Mercurio y de los mensajeros mis eficientes); Mahbub Alf es un vendedor de caballos que desprecia lo spiritual; el mago que aparece en la historia parece ser todopoderoso mas no es invulnerable al veneno, y el abne- sgado Lama opina sobre la vida en la tierra pero no tiene vida fisca ni sensualidad alguna, todo lo tangible es ger men de pecado para él {A Tahuechi le basta un rasgo para crear seres inolvida bles, capaces de ilumninar con su misma presencia el alma del personaje principal. Di6 por primera ver en la escuela de actuaci6n, el profesor ordens que todos los alunos fueran a la bodega a clegir tun vestuario, y que a partir de él debian crear e interpre tar aun personaje ocho dias después, sobre un escenario, Stanislavsky cuenta que eligié un traje gris, Lo eligid sin pensar, porintuicion, pero durante los siguientes siete dias sufiié un gran bloqueo. No tenia idea de quién era el ser aque debia vesir ese traje, Durante una semana no dej6 de decirse: Eres tn invtl, no conseguiris crear nada que val- sgt la pena, no tienes talento para la actuacién, nunca lo vas a lograr. Llegé el dia del examen y Stanislaski seguia ‘oyendo esa vor. Cuando el profesor ordené que mostraran a sus personajes vio que sus compatieras se habian puesto ya los disfraces, y que todos hahfan conseguido crear un n van". Cuando § * Constantin tania, La conan psn (Ding Chara ey Pa 08 pp 28 yo Ee ser de ficeién, aunque fuera sidiculo, Todos menos él. Es taba punto de remunciar e ise cuando descubrié un bote de erema verde para quitarse el maquillae, Entonces com- prendié que eso era lo que estaba buscando. Se cubrié con crema la cara y las manos, se puso un sombrero de copa y corrié al escenario, donde ya estaba en proveso el exa men. Cuando el profesor Io vo Hegar tarde grté: "sQuién ces el que acaba de llegar?" Y Stanislaaki le dijo: “Sigan, sigan, soy un critica, que vine a ver a los nuevos talentos”, Eldirector, que no lo reconoeis en un primer momento, se cenojé muchisimo y grits que eso era un ensayo privado, que Jos erficos no tenian permiso para estar ahi, y le pregunt6 aquién era él. Stanislawki Te dijo: "Soy et tro de Stanislavski y siempre le dice que todas las cosas que hace estén mal". Por seguir el juego, cuando el maestro reconocié a su alumno fue a enfrentarlo como sien verdad fuera un critico, e incluso amenazé con echarlo a la calle; pero cuando iba a empujarlo, Stanislavski lo abra6 de un salto y le dijo: "Ya no me puedes echar. Yo vivia dentro de Stanislavski pero ahora me voy quedara vivir dentro de 6”, Intuidivamente y como por broma este gran maestro de actores descubrié que los personajes nacen de lo més pro fando de nosotros, luego de no pocos esfuerzor, y que a veces, si estin bien construides, se quedan a vivir en el in- terior de los lectores para siempre. Quizas por eso seguimos leyendo y eseribiendo: porque nada se compara a ese momento perfecto en que descubti ‘mos @ nuestro otro yo, ese ser mis libre y arrojade al que Mamamos personaje. ico que vive den Novela demasiado nebulosa La bruma inicial Examinemos las puertas con la frialdad de la wenica Dice La Biblia: “En el principio, cre6 Dios los cielos y la tierra". Pero segiin el Nuevo Testamento: "En el principio eel verbo”. Virgilio comenz6 por un sustantivo y un ver bo: “Canto a las armas y al hombre”, Dante, por un lugar “Ala mitad del camino de mi vida..." Proust, por una ci cunstancia: “Durante mucho tiempo me acosté temprano”. Las mily wna noches, La Miada, por los yerbos contar 0 can tar: “Cuentan ~pero sélo Dios es grande y conoce mejor que nadie lo que acurri6 en el pasado asf como fa historia de los diversos pueblos que hay sobre la tierra~ que en el tiempo de los Sassinidas habia dos reyes que gobernaban los reinos de China y a India"; o bien: “Canta, oh diosa, la célera del Peleida Aquileo, célera funesta que caus6 mu hos males a los aqucas ¢ hizo descender al Hades tantas alas valerosas de héroes, cuyos cuerpos sirvieron de ‘mento alos perros ya los pjaros innumerable ast To qui: s0 Zeus" Cuando uno atraviesa cl umbral de una novela, con fre cuencia tiene la impresién de haber entrado aun banco de nicbla, Paco a poco nuestros ojos se acostumbran a ese torbellino y uno descifra ese primer golpe de bruma. Lo importante es que el lector se sienta sorprendido, conmo- ionado, aturullado por la imagen inicial, Que lo obligue a disminuit la velocidad y a buscar la explicaci6n del enige ‘ma. Que reconozea que ha entrado a un mundo donde todo parece mas concentrado o difso y las cosas ocurren de otra manera. Que se pregunte: esto que estoy leyendo, ede dénde proviene? En qué lengua fue escrito? Para provocar ese extrafiamiento, laficién puede em: pezar mucho antes de que escuchemos la primera frase del relat: la novela puede comenzar en el prélogo escrito Por otto personaje imaginario, al pasar los ojos sobre un epigrafe particularmente intenso e incluso sobre el mis: ‘mo titulo, cuando fe construide com ese fin, Rayuala, por cjemplo, écomienza por la primera frase, “;Encontraria a Ja maga?", o por las instrueciones que aconsejan leer el Ii- bro de taly tal manera? Segtin Jean Verrier, en la Edad Media el titulo era con siderado la primera frase del libro. Las novelas eran lefdas €en voz alta por un actor profesional, y el tema se presenta: ba en el titulo, de manera que el lector supiera, desde el principio, si el material era lo que estaba esperando y valia Ja pena escucharlo. Tan sélo en el universo en castellano, avin hay autores que han continuacdo esta tradicion: ahi es tn los largos y detalados ttalos que anteceden cada cap tlo del Quijote, Domara la divina garza, de Sergio Pitol 0 el Felato de vn néufrago, de Gabriel Garcia Marquez. Cuando Publicé la primera version de este libro en wn periGdico, el olombiano sabia que solo tenga tna linea para atrapar la atencién del lector. Ast, sus titules fueron: “Gmo eran mis ‘compaiteros muertos en el mat", “Mis dilkimos minutos a bordo del baro tobe, “Viendo ahogarse a cuatro compaiie- +08", y°Mi primera noche solo en el Caribe*. Los siguientes se llaman: “Los dburones Hegan a las cinco" y "Mi lucha con los tiburones por un pescado” Otros autores contemporineos tampoco lo hacen nada imal, El capitulo que abre A sangre fia, de Truman Capote, se ttula: "Los iltimos en verlos con vida". O éste, de Domar (la divina gara: “Donde un vigjo novelista, a quien la edad perturba seriamente, muestra su laboratorio y reflexiona sobre los materiales con Tos que se propone construir una nueva novela” Pero hay quien demuestra que los libros pueden comen- zar un poco después, en la dedicatoria, En Disetacién sobre las tlaratas, Hugo Hiriat tiene un ensayo legendario so- bre el ema, donde deplora el olvido en que ha caido este arte inicial, En ese ensayo rutilante Hiriart invents diversas dedieatorias que han pasado a la posteridad. Entre ellas *A.don Miguel Gonzilez Avelar, por la inolvidable noche de pasién que compartimos en el burdel de la Quebran- taliuesos", Ia eual estuvo a punto de acabar con la earrera do este politico, y “A toda la humanidad, menos a Enrique Krauze” —dedicatoria que Krauze le devolvié amablemen- te unos dias después, en otro articulo periodistico. Entre los personajes de fiecién, creo que ninguno ha dedicado sus memorias imaginarias con la punteria de un personaje de Jorge Ibargitengoitia, el inolvidable general de division José Guadalupe Arroyo: |A Matilde, mi compatiera de tantos aos, espejo de mujer rmexicana, qe po sobrellevar con la sonria en Ios labios el cclizamargo qv signifies sera esposa de un hombre integeo Otro recurso diminuto y poco practicado, pero no por cello menos capaz de iniciat el mecanismo de una novela es Ja advertencia inicial, FLaviso que abre El mundo alucinante cs una declaracién del autor sobre la frontera entre Ia fic- i6n y a realidad: Esta la veda de Pray Servando Teresa de Mis tal como fe, tal como puco haber sido, tal como a ani me hnbiese gustado ‘que hubiera sido. Més que tna novela hisrieao biografca pretende se, simplemente, una novela. ‘Thomas Bernhard también abrié KU sebrino de Witiges tin con una aclaracién deliciosa, que ya nos sumerge en in por venir: “Doscientos amigos asstran a mi en tierto y ti estards obligado a decir un discurso sobre mi tumba. Lo importante es que desde el titulo, dedicatoria 0 ad- vertencia, lector sienta que ha entrado en otro tiempo yen otro lugar, que comenzé un viaje que va a cambiarle la vida. La novela implica una transformaci6n del lector, ya fin de lograrla Salvador Elizondo sugiere que el libro que estamos leyendo ni siquiera se escribi, sino que esti siendo sofiado por el autor y el lector, como ocusre en cl arranque de su extraordinaria novela cotta Elsinore Ia fice Estoy soflando que escribo este relato, Las imines se suc deny giran a mi alrededor en tn txbellin wertiginoso, Me veo esrbiendo eneleuaderno como sl estuvers encerrado en tun paréntesis dentro del seo, en el centro ind de un wre tice de figuras que me son a la ex faniliaesy desconocidas, ‘que emergen de laniebla, se manifiestan un instante cirelan hhablan, gestculan, luego ae quedan quiets como fotografias, antes de perderseen elabismo de la noche, sbrumadas por la avalancha de ohio, y sumime en a quiet inguictante de las ‘aguas del Lago. Las palabras que exccho mientras efi que ‘écribo pazecen venir de un meals, deste una vga remota ‘nce tiempo yen l espacio, ystnque ls ogo con clardad no Ins entiendo, como si estivicran dichasen una lengua vestigial ‘orysalvidada Los arranques pueden consistiren un resumen: "Bastar decir que soy Juan Pablo Castel, el pintor que mat6 a Marfa Iribarne; supongo que el proceso esta en el recuerdo de todos y que no se necesitan mayores explicaciones sob ‘mi persona"? Pail Auster los consigue con frecuencia: "Yo buscaba un lugar tanquilo para morie", “Esto pas6 el ve Hace seis ano en que el hombre legé a la luna’, o bien: dias, un hombre murié a causa de una explosion en una carretera al norte de Wisconsin". En manos de Heming way, dichos restimenes puedlen adquirir el tono de una le yenda contemporinea: “Era un viejo que pescaba solo en tun bote en la corriente del Golfo y hacia ochenta y cuatro dias que no cogia un per” ‘Aveces pueden concentrarse en un solo detalle, que con. centra todo el sentido de la escens inicial: "El hombre era alto y tan flaco que pareeia siempre de perfil", “El sargen- to echa una ojeada a la Madre Patrocinio y el moscardén sigue all? Basta con ver ese moscardéin para comprender que estamos ante un cadaver, y una investigacién policial cl erimen que crece y aleanza a toda la sociedad, como en ondas expansivas, ‘Tambign pucden concentrarse en una imagen enigmé tica, que resume el proyecto general de la novela. Como ‘ocurre en Fenydurke {Ea nen prvenen pecans de ipa dra ea, Daan Ean ney Lagu fn demand, de Maso Wars os, Aquel martes me despertéen ee moment sia gic y in alm en que lanoche seal menus que el ae pe ido Negar. " U otra vez, en £1 mundo alucinant Muchos ats hacia que Pray Servando se encontraba huyénd Je ala Inquisicion espaiola por toda Europa acompaiato por las humillaciones yvieisitades que el desticrroimpone, can do, un atardece, en el jardin honico de Talia, se enewente ‘con el objeto desu absoluto desconsiela: un agave mexicana (o planta det maguey), enjauldo ex un pequeto cubicalo, ‘on una suerte de cartel identiicador. Pot largo temp haba fenido que trotar el file para, fnalmente,aenbar al iio que lo identifica y refleja: la minima planta, atvaneada y teansplan tadaa una derra yan cielo extras. Es extrafio que un fraile pueda reconocerse en una planta de maguey, pero no es lo ms raro que se ha visto en ‘el mundo de la fcci6n. Cuando las novelas parten de una imagen, dicha imagen sucle contener un anzuelo: Quisicra no haber visto del hombre, ts primera ver que ents cen el almacén, nada mas que las manos; lente, invimilacas forpes, moviéndose sin fe, larga y todavia sin tosta,dxculpa dose por su actuacién desinteresida. Hizo algunas preguntas Y toms una botela de cervea, dle pc en el extremo mas som brio el mostrador, acta la ear -sobte un fondo de aiparga {as el almanaque, embutidos blanqueads por los alow hala fuera, hacia el sol del atardecer yf altura volta de Ia sere, mientras experaba cl dmnibus que llevar a los portenes el hotel ij | " ene Freud dria que esta primera imagen tiene mayores po- sibilidades de interesar al lector si contiene el germen, oa promesa de un elemento inguietante, que exija continua Hoy murié mamé, © quiz tue ayer, no estoy seguro (Camus, Hlesranje). Alguien debi de haber calumniado a Josef K, puesto qe, ‘in haber hecho nada malo, fueron a srrestarlo una maar (Kata, 21pm), O bien: Cuando Gregorio Samsa desperté una mafana de un sueio inguiet, se encontréen a cata converte en an monstroso inseeto (Katka, La metomorosi, Los novelistas de ciencia fiecién gustan de offecer ya no un detalle, sino todo un universo inquietante, capaz de conmocionar al lector ean el arranque de una novela de Richard Matheson a propésito de un mundo posible, do- ‘minado por muertos vivientes: Giertos dias muy nublados, Robert Neville se dejaba sorpren- der por I legua dela noche, y le salian als calles antes de {quel consiguieseregresar al regio (Matheson, Soy yen) (0 los arranques de Ubiky Solaris, respectivamente ‘A tas 3:90 de a mafiana del 5 de junio de 1992, ef principal telepata de Runditery Asociados desaparecié de improvis. Un ‘minuto después, los vdedfonos dela Oficina emperaron aso nar (Philip Dick, Ui), A las diecinuewe horas, tempo de a boro, me encaming al fea de lanzamiento, Alrededor de fso los hombres se apa: taron para dejarme pasar; descend por ti escal ‘ipsula (Stanisha Lem, Solon) Entre algunos novelists policiales casi parece una regla ‘empezar con el dia, el lugar y la hora del crimen. Pero también puede clegirse un solo elemento que condense ‘oda la fuerza det delito, como sucede en este arranque de Friedrich Diirenmatt, que finge ser convencional: Alphons Glenin, el agente de policia de Twann, encontr, ka ‘mafiana del S de noviembre de 1948, un Mercedes aul spate ‘ado en la cuneta de la carretera, alli donde el amine de Lan boing (una de la aldeas de Tesenberg) sale del bosque de a ‘qucbrada de Twannbach. Habis niebl, algo muy frectente et aquel oto trio, yl verdad esque Clenin ya haba pasado junto al coche cuando deci vier sabre sus pasos. Tinh Der nzadoyal pasar, una fuga mirada por los cristales tbo {el automénil, uo la impresién de que el conductor acta sobre el volante. Creyé que el hombre etaba borracho, pics «como persona amante del orden penas en lo més inmerdat, Por eso no quiso acercarse al forstero como funcionario, sin como hombre. Se aproximé al eoche com laintencién de des- pertar al durmiente, conducsio a Twann y reanimatlo en el hotel Bren con un exfé bien eargado y una sopa de sémo, pues si bien estaba prohibido conduct en estado de embria: vex, no lo estaba dormir, borracho, en un automéuil apres do en la euneta de la carretera. Clenin abris la portenselay uso paternalmente su mano sobre e] hombre del forantera, Pero en ese mismo instante se dio enenta de que el hombre ‘estaba mucrto, Un bala le habia atravesado las sienes (El juce yo vende), En los atranques de las novelas sobre el erimen muy po- cos escapan del lugar comin, Entre kas altas excepciones se encuentra Bernardo Atxaga, que nos muestra hechos y personajes fantisticos como si fueran lo més natural del mundo EL hombre al que todos lamabsan Carlos sabia que el mar he: lado que contemplabs ers snieamente la imagen de un sco, se poco a poco iba spagandose, y sabia también -porgue se To recotdaba una de bis voces de sn conclencia- que debi le- vantarse del soft donde estaba echado yacudir cuanto antes Zalln del hotel para ver allel partido defithal que alas nveve 1982, bana jugar las selecciones de aquel dia, 28 de junio : de Polonia y Belgica Pero ol mar que veis en au sue atrafa a Jazona de su cerebro que sega ajena los dietados de si com igeria no abrir los ojos, no mover ciencia, yee 20na libre le se, no despertarse del tod, disrutar del agradable aensacig ‘dc cada que se itu apoderando de éty que le converta en una roca shocada a chocar con la capa de hielo y desaparecer bajo Jas aguas (El homdre so) Y por supnesto, Patricia Highsmith “eno a nner no prs mma zones qu at sentados. El no balla guyen todos Ios hombres que se quan venta ‘na simple y seneilamente porque as mujer fle gusta bai Jar La exewsa que daa era endeble, nolo dudaba un segundo, Yalvera Melinda pens: parece na idiota ¥textinaba por enojarse (Mar de ond). El arranque de LI sue eterno es aburtidisimo pero se salva por la sltima linea, Philip Marlowe, el detective de sus siete novelas, dice que el dia le parece maravilloso, des

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