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INVESTIGACIÓN QUINTA

SOBRE LAS VIVENCIAS INTENCIONALES Y SUS CONTENIDOS

INTRODUCCIÓN

Capítulo 1: La conciencia como consistencia fenomenológica del yo y la conciencia como


percepción interna
§1. Multivocidad del término conciencia
1. La conciencia como la total consistencia fenomenológica real del yo empírico, como
el entrelazamiento de las vivencias psíquicas en la unidad de su curso.
2. La conciencia como percepción interna de las vivencias psíquicas propias
3. La conciencia como nombre colectivo para toda clase de actos psíquicos o vivencias
intencionales.
§2. Primero: La conciencia como unidad fenomenológico-real de las vivencias del yo. El
concepto de vivencia
“diferencia fácilmente aprehensible entre el rojo de esta esfera, visto objetivamente como
uniforme, y la gradación de las sensaciones cromáticas subjetivas, indudable y hasta
necesaria justamente en la percepción misma; diferencia que se repite respecto de todas las
clases de propiedades objetivas y las complexiones de sensaciones correspondientes a ellas”
(p.477).
Apuntes sobre la unidad de la conciencia, la conciencia no mienta objetos aparentes
Husserl hace énfasis en que la vivencia consciente es un todo donde el contenido está
intrínsicamente ligado. La vivencia consciente del color es una sola. No se trata de la
conciencia de una apariencia de algo real. Es una vivencia, si se quiere cerrada, donde lo
presentado no es una parte de la conciencia, sino que es la vivencia misma. Esto imposibilita
separar contenido fenomenológico de contenido intencional en términos analíticos.
§3. El concepto fenomenológico de vivencia y su concepto popular
No hay ninguna entre el contenido vivido o consciente y la vivencia misma (p.479).
§4. La relación entre la conciencia que vive y el contenido vivido no es una relación de
especie fenomenológicamente peculiar
Inexistencia del yo puro:
En este parágrafo me atrevería a decir que Husserl tiene una postura humeana, pues identifica
al yo con el conjunto de vivencias de la conciencia. Sin embargo, se diferencia de Hume, en
cuanto el yo es la unidad o complexión de las vivencias; pero no es un agregado o polo como
pasa en Ideen I.
§5. Segundo: La conciencia «interna» como percepción interna
“consciente (…) es todo lo que está presente como vivencia en la unidad de la conciencia”.
§6. Origen del primer concepto de conciencia, que nace del segundo
Cartesianismo: evidencia del yo o el cogito: esfera epistemológicamente primera
Lo inmediato será acudir a los juicios de la percepción interna (= adecuada). No sólo es
evidente el yo soy, sino incontables juicios de la forma yo percibo esto o aquello, siempre
que en ellos yo no suponga meramente, sino que esté seguro, con evidencia, de que lo
percibido está dado tal como es mentado, siempre que yo aprehenda la cosa misma como es;
por ejemplo, este placer me llena, este fenómeno de la fantasía que flota ante mí, etc. Todos
estos juicios comparten el destino del juicio yo soy; no son plenamente aprehensibles ni
expresables de un modo conceptual; son sólo evidentes en su intención viva, no comunicable
adecuadamente por palabras (p.483).
§8. El yo puro y el ser conscio (Bewusstheit)
“toda representación que nos hiciésemos del yo convertiría éste en un objeto. Pero en cuanto
lo pensamos como objeto, hemos dejado de pensarlo como yo. Ser yo significa ser objeto,
sino ser, frente a todo objeto, aquello para lo que algo es objeto. Lo mismo cabe decir de la
referencia al yo. Algo es consciente: significa que es objeto para un yo: este ser objeto no
tolera que se le haga a su vez objeto (p.485).
Negación del yo puro
He de confesar que no logro encontrar de ninguna manera ese yo primitivo, centro necesario
de referencia. Lo único que soy capaz de notar o de percibir es el yo empírico y su referencia
empírica a aquellas vivencias propias o a aquellos objetos externos, que en el momento dado
se han tornado para él justamente objetos de “atención” especial, quedando “fuera” y
“dentro” muchas otras que carecen de esta referencia al yo (p.485).
Capítulo 2
La conciencia como vivencia intencional
§9. La significación de la delimitación de los “fenómenos psíquicos” hecha por Brentano
§10. Caracterización descriptiva de los actos como vivencias “intencionales
§11. Prevención de malentendidos a que terminológicamente estamos expuestos. A) El objeto
“mental” o “inmanente”
“No vemos sensaciones de color, sino cosas coloreadas; no oímos sensaciones de sonido,
sino la canción de la cantante” (p.496).
§12. b) El acto y la referencia de la conciencia o del yo objeto
§13. Fijación de nuestra terminología
1. Husserl no va utilizar la expresión de fenómenos psíquicos, sino de vivencias
intencionales (también acto).
2. Se trata de un proceso inmanente, a saber, vida de conciencia (acto-objeto
intencional). Esto dos componentes generan una vivencia. No se trata de una relación
real.
3. No se utilizará objetos inmanentes, sino más bien objetos intencionales para evitar
cualquier compromiso ontológico.
4. Sacar la referencia al yo de estos análisis.

§14. Dudas contra la admisión de actos como una clase de vivencias descriptivamente
fundada
Fundamental: argumentos contra la división entre sensación y contenido. Existencia del
carácter fenómenico es esencial.
“Distintos actos pueden percibir lo mismo y, sin embargo, implicar sensaciones totalmente
diversas” (p.500).
“el ser del contenido sentido es muy distinto del ser del objeto percibido, el cual es presentado
por el contenido, pero no es consciente realmente” (p.501).
§15. De si las vivencias de un mismo género fenomenológico y principalmente las del genero
“sentimiento” pueden ser unas veces actos y otras no-actos
a) De si hay en general sentimientos intencionales
b) De si hay sentimientos no intencionales. Distinción entre las sensaciones afectivas y
los actos afectivos
En la amplia esfera de los llamados sentimientos sensibles no se encuentra nada de caracteres
intencionales. Cuando nos quemamos, no cabe poner ciertamente el dolor sensible en el
mismo plano que una convicción, una presunción, una volición, etc., sino en el mismo que
contenidos de sensación como la aspereza o la suavidad, el rojo o el azul, etc. Si nos
representamos semejantes dolores o cualesquiera placeres sensibles, como el aroma de la
rosa, la dulzura de un manjar, etc., encontramos también que los sentimientos sensibles se
hallan fundidos con las sensaciones pertenecientes a la esfera de este o aquel sentido, de un
modo enteramente análogo a aquel en que se hallan estas sensaciones entre sí (p.508).
Colorido de la vida
Al hacer el análisis de todas las complexiones de sensaciones afectivas y de actos afectivos.
Así, por ejemplo, la alegría por un suceso feliz es seguramente un acto. Pero este acto, que
no es un mero carácter intencional, sino una vivencia concreta y eo ipso compleja, no sólo
comprende en su unidad la representación del suceso alegre y el carácter de acto del agrado
referido a éste, sino que la representación se enlaza con una sensación de placer, que es
apercibida y localizada como excitación afectiva del sujeto psico-físico sensible y como
propiedad objetiva; el suceso aparece como recubierto por un velo rosado (p.510).
§16. Distinción entre el contenido descriptivo y el contenido intencional
Tres partes de la intencionalidad: objeto intencional, materia intencional (en oposición a
cualidad intencional) y esencia intencional.
§17. El contenido intencional en el sentido del objeto intencional
Objeto tal como es intencionado distinguir del objeto que es intencionado. El objeto tal como
es intencionado es variable.
§18. Actos simples y compuestos, fundamentantes y fundados
§19. La función de la atención en los actos complejos. La relación fenomenológica entre el
sonido articulado y el sentido, como ejemplo
§20. La distinción entre la cualidad y la materia de un acto
Cualidad: carácter del acto
Materia: objeto intencional en suspenso su estatuto metafísico o ontológico (sinn en términos
fregeanos). Sentido de aprehensión.
Dos actos cualificados idénticamente, por ejemplo como representaciones, pueden aparecer
dirigidos al mismo objeto, y ello con evidencia, sin que coincidan en su plena esencia
intencional. Las representaciones el triangulo equilátero y el triángulo equiángulo son
distintas por su contenido, y sin embargo, ambas están dirigidas al mismo objeto, como puede
mostrarse con evidencia (p.523).
La materia debe ser para nosotros, pues aquello que hay en el acto que le presta referencia
al objeto con tan perfecta determinación, que no sólo queda determinado el objeto en
general, que el acto mienta, sino también el modo en que lo mienta (p.523).
§21. La esencia intencional y la significativa
La esencia intencional hace que, pese a las variaciones fenomenológicas, un acto pueda ser
idéntico de una conciencia a otra. Esto garantiza la objetividad del conocimiento.
APENDICE A LOS PARAGRAFOS 11 Y 20

Para la crítica de la “teoría de las imágenes” y de la teoría de los objetos “inmanentes de


los actos”
El objeto es “meramente intencional”, no significa naturalmente que existe, pero sólo en la
intentio y, por ende, como parte integrante de ésta, ni que exista en ella ni una sombra de él.
Significa que existe la intención, el mentar un objeto de estas cualidades; pero no el objeto.
Si existe el objeto intencional, no existe meramente la intención, el mentar, sino también lo
mentado.
Capítulo 3: La materia del acto y la representación base
§22. El problema de la relación entre la materia y la cualidad del acto
§23. La concepción de la materia como acto fundamentante de «mero representar»
La identidad de la materia en el cambio de la cualidad descansa en la identidad «esencial» de
la representación base. Expresado de otra manera: cuando los actos tienen el mismo
«contenido» y sólo se distinguen⸺ desde el punto de vista de su esencia intencional⸺ por
ser el uno un juico, el otro un deseo, el tercero una duda, etc., de dicho contenido, entonces
poseen «esencialmente» la misma representación base. Si la representación sirve de base a
un juicio, es el contenido de un juicio, en el actual sentido de materia. Si sirve de base a un
apetito, es el contenido de un apetito, etc. (p.533).
§24. Dificultades. El problema de la diferenciación de los géneros de cualidades
§25. Análisis exacto de las dos soluciones posible
1. Una representación dada es una representación que representa este objeto de este
modo meramente por virtud de su cualidad representativa diferenciada de esta o
aquella manera.
2. El uno, la cualidad representativa, el carácter de acto que tiene representación tomado
puramente por sí e igual en todas partes; y el otro, el contenido, la materia, que no
entra en la esencia interna de ese carácter, como diferencia de la misma, sino que se
agrega y completa la plena significación. (p.537).
§26. Examen y repudiación de la interpretación propuesta
§27. El testimonio de la intuición directa. Representación perceptiva y percepción
Percepción interna no es igual a una intuición esencial ideatoria fenomenológica
El ejemplo del maniquí muestra que: “el análisis descriptivo no parecre favorecer, pues, en
modo alguno la tesis que muchos creen casi comprensible de suyo, saber: que toda percepción
sea una complexión en la cual un momento del belief, que constituye lo cualitativo de la
percepción, se erige sobre un acto de representación perceptivo completo, ósea, doatodo de
una cualidad propia
Así pues, un estado intencional complejo como un sentimiento se erige sobre una
representación; pero en cuanto diferente del genero representación como acto, sino más bien
como representación en cuanto materia y no cualidad.
§28. Investigación especial de la cuestión en el juicio
En el conocimiento reflexivo lo distinguimos del juzgar mismo, que es el acto en que esto o
aquello nos parece ser de este o de otro modo, exactamente como distinguimos en la
percepción el objeto percibido del percibir como acto. Respondiendo a esta analogía,
debemos considerar también aquí el problema de si lo que constituye en el acto del juicio la
materia, o sea, aquello que determina el juicio, haciendo de él un juicio sobre esta situación
objetiva, reside en un acto fundamentante del representar. (p.544).
§29. Continuación. Asentimiento a la mera representación de la situación objetiva
La existencia de la conciencia de cumplimiento (vivencia de transición)
Unicamente la conciencia del cumplimiento coordina⸺ de un modo definido por leyes
esenciales⸺ el deseo de que S sea P y el saber judicativo que S es P, y da a este último el
carácter relativo del acto impletivo y el deseo mismo el carácter del acto teleológico o
intencional en sentido estricto (p.547).
El asentimiento no es una cualidad de acto, que se agregue al acto anterior de mera
representación. Lo que el análisis encuentra realmente es: primero, la mera representación
(y ello comprendía aquí la sucesión de los actos de representación indecisa, de interrogación
y de ponderación de motivos), la cual se va convirtiendo luego, por medio del carácter
impletivo, en un juicio de la misma materia. El juicio no es en sí y por sí una adhesión a
aquella mera representación primeramente dada; el juicio sólo es juicio de adhesión, de
asentimiento, en aquella conexión de cumplimiento (p.548).
No se da en las esfera del juicio, tal vez en otras vivencias.
§30. La interpretación que concibe la comprensión idéntica de las palabras y las frases,
como «mera representación»
§31. Una última objeción contra nuestra interpretación. Meras representaciones y materias
aisladas
Las representaciones ⸺en el sentido de actos que están aislados como meras
representaciones y, sobre todo, se oponen a los juicios como actos específicamente
peculiares⸺ no desempeñan en el conocimiento un papel tan predominante como se suele
admitir; y que lo que se les atribuye⸺ representar en todos los juicios el objeto intencional⸺
es llevado a cabo por vivencias no-independientes, que entran necesariamente en todos los
actos, porque entran como momentos abstractos en su esencia intencional (p.550).
Apéndice
Percepción externa e interna. Fenómenos físicos y psíquicos
La percepción es apercepción.
Husserl hace la distinción entre sensaciones y contenidos.
La percepción es solamente apercepción:
La percepción implica que en ella aparezca algo ; pero lo que constituye eso que llamamos
aparecer es la apercepción, sea ésta inexacta o no, aténgase fiel y adecuadamente al marco
de lo dado inmediatamente, o lo traspase, anticipando, por decirlo así, una descripción futura.
La casa me aparece⸺ ¿cómo me aparece, sino porque apercibo en cierto modo los
contenidos sensibles realmente vividos? Oigo un organillo⸺ interpretando las sensaciones
sonoras precisamente como sones de organillo. Igualmente percibo apercibiendo mis
fenómenos psíquicos: La felicidad que me hace estremecer, la pena que siento en el corazón,
etc. (p.770).
Actos básicos y actos fundados
1. La condición de los actos básicos. Crítica husserliana a la interpretación de
Brentano

Caso de la ilusión (ejemplo del maniquí de la mujer) y caso del juicio en modificación a
Brentano

Tomando los casos más favorables a la hipótesis de Brentano: la ilusión perceptiva desenmascarada
y el asentimiento a un juicio previamente comprendido, muestra Husserl que en ninguno de ambos
ejemplos cabe hallar un acto íntegro de mera representación que sea común a la etapa inicial y a la
final de ambas secuencias; no se halla ni en la secuencia que discurre de la percepción primitiva a
su sustitución por otra percepción; ni en la que vincula la comprensión de un juicio ajeno con el
juicio concorde que yo emito tras un lapso de ponderación, sopesamiento (p.66).

Fenomenología de Husserl.
Dan Zahavi

El concepto de intencionalidad
Ni una interpretación causal ni una interpretación idealista de la intencionalidad.
Ni una existencia extramental ni inmanente del objeto intencional
Una teoría no mediada de la percepción, sino directa.
542 ejemplo de la muñeca IL

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