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Pastoral sinodal
Tengamos en cuenta que:
- los mismos jóvenes son los agentes más idóneos
para la pastoral juvenil, acompañados y guiados;
pudiendo utilizar su creatividad y su audacia, su
conocimiento del mundo juvenil, sus necesidades y
aspiraciones a la vez que comparten experiencias,
reciben formación y viven juntos el encuentro con El
Dios Vivo.
- Valoremos todo lo que haya dado buenos resultados
y sea eficaz para comunicar la alegría del Evangelio.
- Acojamos y utilicemos toda la riqueza personal y
grupal en la tarea de la pastoral, todos somos riqueza
para el conjunto de la Iglesia, a pesar de nuestras
miserias, hemos de aspirar a ser una Iglesia
participativa y corresponsable, capaz de
valorizar la riqueza de la variedad que la
compone, que acoja con gratitud el aporte de
cada uno de sus miembros
Siempre misioneros
Los jóvenes se enriquecen mucho cuando toman contacto
con la vida de la gente, aprenden a mirar más allá de su
familia y de su grupo, comienzan a entender la vida de una
manera más amplia. Al mismo tiempo, su fe y su sentido de
pertenencia a la Iglesia se fortalecen.
Capítulo octavo
La vocación
El amor y la familia
Los jóvenes sienten con fuerza el llamado al amor, y sueñan
encontrar la persona adecuada con quien formar una familia y
construir una vida junta.
El Sacramento del matrimonio envuelve este amor con
la gracia de Dios, lo enraíza en Dios mismo. Con este don, con
la certeza de esta llamada, se puede partir seguros, no se
tiene miedo de nada, se puede afrontar todo, ¡juntos!»[142]
Dentro de la vocación al
Encuentro con los jóvenes de Umbría en Asís .
matrimonio hay que reconocer y agradecer que «la
sexualidad, el sexo, son un don de Dios.
Las dificultades que sufren en su familia de origen
llevan a muchos jóvenes a preguntarse si vale la pena formar
una nueva familia, ser fieles, ser generosos. Quiero decirles
que sí, que vale la pena apostar por la familia y que en
ella encontrarán los mejores estímulos para madurar y
las más bellas alegrías para compartir. No dejen que les
roben el amor en serio. No dejen que los engañen esos
que les proponen una vida de desenfreno
individualista que finalmente lleva al aislamiento y a la
peor soledad.
Muchas veces «hay quien dice que hoy el matrimonio está
“pasado de moda”, cree que ustedes no son capaces de
asumir responsabilidades, cree que ustedes no son
capaces de amar verdaderamente»[146]. Encuentro con los
voluntarios de la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro (28 julio 2013)
Yo sí tengo confianza en ustedes, y por eso los aliento
a optar por el matrimonio.
Pero es necesario:
- Prepararse para el matrimonio, y esto requiere educarse
a sí mismo, desarrollar las mejores virtudes, sobre todo el
amor, la paciencia, la capacidad de diálogo y de servicio.
También implica educar la propia sexualidad.
- «Cristo sabe que los esposos no son perfectos y que
necesitan superar su debilidad e inconstancia para que su
amor pueda crecer y durar. Por eso, concede a los
cónyuges su gracia.
Saber que uno no hace las cosas porque sí, sino con un
significado, como respuesta a un llamado que resuena
en lo más hondo de su ser para aportar algo a los demás,
hace que esas tareas le den al propio corazón una
experiencia especial de plenitud.
Escucha y acompañamiento
Cuando nos toca ayudar a otro a discernir el camino de su
vida.