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LA LLUVIA TARDÍA DE LA

ENSEÑANZA QUE DESCIENDE


DEL CIELO
Dr. William Soto Santiago
Viernes, 28 de agosto de 1998
Villahermosa, México
Muy buenos días, maestras y
maestros de niños. Es para mí una
bendición grande estar con ustedes
en esta ocasión, para compartir unos
momentos de compañerismo
alrededor de la Palabra de Dios y Su
Programa correspondiente a nuestro
tiempo con relación a los niños y a
las maestras.
Nos dice Deuteronomio, capítulo
32, verso 1 al 3:
“Escuchad, cielos, y hablaré;
Y oiga la tierra los dichos de mi
boca.
Goteará como la lluvia mi
enseñanza;
Destilará como el rocío mi
razonamiento;
Como la llovizna sobre la grama,
Y como las gotas sobre la hierba;
Porque el nombre de Jehová
proclamaré.
Engrandeced a nuestro Dios”.
Aquí nos habla Dios que Su
razonamiento y Su enseñanza, vean,
Su enseñanza “goteará como la
lluvia”, y “destilará como el rocío mi
razonamiento”, dice Dios.
Ahora, vean ustedes el por qué
cuando Dios habla de la lluvia tardía
y de la lluvia temprana, es la Lluvia
de la enseñanza: la Lluvia Temprana,
la Lluvia de la enseñanza de la
Primera Venida de Cristo, bajo la
predicación del Evangelio de la
Gracia; y la Lluvia Tardía, la Lluvia
de la enseñanza de la Segunda
Venida de Cristo.
Vean, en Oseas, capítulo 6, verso 1
al 3, ¿está hablando de qué? De la
Venida de Cristo al pueblo hebreo, y
eso es la Segunda Venida de Cristo.
Dice:
“Venid y volvamos a Jehová;
porque él arrebató, y nos curará;
hirió, y nos vendará.
Nos dará vida después de dos
días; en el tercer día nos resucitará,
y viviremos delante de él.
Y conoceremos, y proseguiremos
en conocer a Jehová; como el alba
está dispuesta su salida, y vendrá a
nosotros como la lluvia, como la
lluvia tardía y temprana a la tierra”.
Vean cómo viene la Segunda
Venida de Cristo para el pueblo
hebreo: viene como la lluvia tardía
(esa es la Lluvia de la enseñanza de
la Segunda Venida de Cristo) y la
lluvia temprana (la enseñanza de la
Primera Venida de Cristo).
Porque ellos primeramente
reconocerán la Segunda Venida de
Cristo y después conocerán lo que ha
sido la Primera Venida de Cristo; por
lo tanto conocerán el Evangelio del
Reino y también obtendrán el
conocimiento de lo que es el
Evangelio de la Gracia, que gira
alrededor de la Primera Venida de
Cristo. O sea que Su Venida es como
la lluvia tardía y temprana. Dice:
“… y vendrá a nosotros como la
lluvia, como la lluvia tardía y
temprana a la tierra”.
Ustedes podrán ver a través de la
historia del cristianismo y del
judaísmo (bajo la Ley: el judaísmo: y
el cristianismo bajo la Dispensación
de la Gracia y bajo el Evangelio de
la Gracia), que con el Mensaje de la
enseñanza del Evangelio de la
Gracia han tratado de convertir el
pueblo hebreo y no han podido.
San Pablo dice que será cuando
haya entrado la plenitud de los
gentiles1, o sea, cuando haya entrado
hasta el último de los escogidos del
Cuerpo Místico de Cristo; y entonces
los muertos en Cristo pues
resucitarán primero y nosotros los
que vivimos seremos transformados;
porque Cristo deja Su Trono de
Intercesión en el Cielo y reclama lo
que Él ha redimido con Su Sangre
preciosa, y resucita a los muertos en
Cristo y a nosotros los que vivimos
nos transformará, “y luego todo
Israel será salvo”.
Antes de irnos estaremos aquí de
30 a 40 días en el nuevo cuerpo; y
para ese tiempo el pueblo hebreo
verá lo que ellos están esperando,
pero lo verá entre los gentiles; como
ellos vieron a su hermano José: entre
los gentiles, como rey, como
príncipe y gobernante de Egipto.
Y eso sucederá antes de comenzar
la gran tribulación y antes de irnos
nosotros a la Cena de las Bodas del
Cordero; y de ahí en adelante
continuará todo el Programa que
Dios tiene para el pueblo hebreo.
Pero ellos, vean ustedes, no han
recibido —el pueblo hebreo como
nación— a nadie con la predicación
del Evangelio de la Gracia. ¿Por
qué? Porque esa es la lluvia
temprana, y aquí dice (y es una
profecía):
“… y vendrá a nosotros como la
lluvia, como la lluvia tardía y
temprana…”.
Han ido al pueblo hebreo con la
Lluvia Temprana, pero la promesa es
que irá con la Lluvia Tardía y
Temprana; o sea, con la revelación
de la Segunda Venida de Cristo y
también dando a conocer la
revelación de la Primera Venida de
Cristo.
Y ahora, la Lluvia de la enseñanza
de la Palabra de Dios para la
Dispensación del Reino, hemos visto
que es el Mensaje del Evangelio del
Reino.
Y ahora miren cómo el profeta
Jeremías nos habla también de la
lluvia; en el capítulo 3, verso 3, dice:
“Por esta causa las aguas han
sido detenidas, y faltó la lluvia
tardía; y has tenido frente (y sigue
enumerando ahí)…”.
Esto es para Israel, el pueblo
hebreo. ¿Le ha faltado qué? La
Lluvia Tardía; pero en este tiempo
final la va a recibir.
Y ahora, en el capítulo 5, verso 24,
vamos a ver lo que dice allí:
“Y no dijeron en su corazón:
Temamos ahora a Jehová Dios
nuestro, que da lluvia temprana y
tardía en su tiempo, y nos guarda los
tiempos establecidos de la siega”.
Y en Ezequiel, capítulo 34, verso
26, dice:
“Y daré bendición a ellas y a los
alrededores de mi collado, y haré
descender la lluvia en su tiempo;
lluvias de bendición serán”.
Y la Lluvia Tardía es lluvia de
bendición para la Iglesia gentil y
luego para el pueblo hebreo; así
como la Lluvia Temprana de la
Primera Venida de Cristo ha sido
una lluvia de enseñanza, de
bendición, para todos los hijos e
hijas de Dios de entre los gentiles,
así también es de bendición la Lluvia
Tardía de la enseñanza de la
Segunda Venida de Cristo.
Ahora, no sé si ustedes han notado
que Elías en su tiempo ordenó que
no lloviera sobre la Tierra, y él dijo2:
“No habrá lluvia ni aun rocío, sobre
la Tierra, sino por mi palabra”.
Y ahora podemos ver que sobre la
Tierra, la Lluvia de la enseñanza de
las diferentes etapas o edades de la
Iglesia gentil, de las siete edades, ya
cesó; como había cesado también el
maná cuando ya Josué está con el
pueblo y comienzan a comer del
alimento de los árboles, de los frutos
de los árboles ya de la tierra
prometida3.
Y ahora la Lluvia se ha detenido
para las siete edades de la Iglesia
gentil, y ahora no habrá Lluvia sino
por la Palabra del quinto Elías:
lluvias de la enseñanza del
Evangelio del Reino, la Lluvia
Tardía; y eso es para la Edad de la
Piedra Angular y Dispensación del
Reino. Ahí es donde está la lluvia de
bendición para todos los hijos e hijas
de Dios.
Por eso Él dice4: “Sube acá”. No,
la Lluvia no va a ir allá, sino: “Sube
acá”. ¿La Lluvia de la enseñanza
estará dónde? En la Edad de la
Piedra Angular, la edad de la Lluvia
de la enseñanza de la Palabra. Y esa
es la Lluvia que va también a
nuestros niños, esa Lluvia de la
enseñanza; lluvia de bendición para
los adultos, para los jóvenes y
también para los niños, los cuales
necesitan también la Lluvia.
Miren, si no hay lluvia sobre la
Tierra, ¿quiénes se afectan? Los
adultos, los ancianos, los jóvenes, ¿y
quiénes más? Los niños también.
Pero si hay lluvia, entonces se
benefician los ancianos, los adultos,
los jóvenes y los niños también.
Y ahora, Cristo dijo5: “Si alguno
tiene sed, venga a mí y beba”. Y
ahora, vean ustedes, de edad en edad
Él ha estado dando a tomar, a beber,
de Su Espíritu Santo, de edad en
edad, al escuchar, al recibir la Lluvia
de la enseñanza; y así es para nuestro
tiempo también. Y es muy
importante saber dónde Él está
dando a tomar de la Lluvia de Su
Espíritu y de la Lluvia de Su Palabra,
la Lluvia Tardía, correspondiente a
este tiempo.
También el profeta Joel habló de
la lluvia tardía y temprana. Vean por
qué, vamos a ver… Hemos visto que
habla de la lluvia tardía y temprana
en Oseas, capítulo 6, verso 1 al 3; y
ahora vamos a ver en Joel, lo que
nos dice el profeta Joel acerca de
esta Lluvia Tardía prometida en el
capítulo 2, verso 23. Dice:
“Vosotros también, hijos de
Sion…”.
Y Sion es la Iglesia del Señor
Jesucristo. También representa al
pueblo hebreo, pero en la
representación máxima corresponde
a la Iglesia del Señor Jesucristo, que
es el Sion espiritual y también la
Jerusalén celestial. Dice:
“… hijos de Sion, alegraos y
gozaos en Jehová vuestro Dios;
porque os ha dado la primera lluvia
a su tiempo, y hará descender sobre
vosotros lluvia temprana y tardía
como al principio.
Las eras se llenarán de trigo, y los
lagares rebosarán de vino y aceite.
Y os restituiré los años que comió
la oruga, el saltón, el revoltón y la
langosta, mi gran ejército que envié
contra vosotros”.
Y vean ustedes, aquí nos habla de
la restauración de la Iglesia del
Señor Jesucristo, y luego es aplicado
también al pueblo hebreo.
Y ahora, vean ustedes cómo los
lagares…, cómo los lugares se
llenarán de trigo, para…
“Las eras se llenarán de trigo, y
los lagares rebosarán de vino y
aceite”.
El aceite representa el Espíritu
Santo; el vino representa el estímulo
por la Palabra revelada; la Palabra
revelada causando, produciendo ese
estímulo en los hijos e hijas de Dios.
¿Y el trigo representa a quiénes? A
los hijos de Dios, los hijos del Reino.
Y ahora vean cómo se llenarán las
eras de trigo. ¿A causa de qué? De la
Lluvia cayendo, la Lluvia de la
enseñanza. Primero cae la Lluvia
Temprana durante las siete etapas o
edades de la Iglesia gentil, y luego
cae la Lluvia Tardía en la
Dispensación del Reino y Edad de la
Piedra Angular.
Y así como se llenan las eras, las
edades, cada edad con el trigo, los
hijos e hijas de Dios, la Edad de la
Piedra Angular se llena del trigo de
los hijos e hijas de Dios.
Nuestra edad es una edad que
estará completamente llena; y
cuando esté completamente llena,
será cerrada (¿qué?) la puerta.
Bueno, vean todo lo que viene a
causa de la Lluvia.
Por eso ustedes ven vegetación,
árboles, ven fruto en el campo, y
pueden ustedes comer. Aun los
animales se benefician; y por eso
pueden comer carne, y beber leche, y
comer queso, ¿por qué? Porque aun
los animales se benefician, y
entonces producen para los seres
humanos. Y también todos los
árboles; y por eso podemos comer
vegetales, comemos frutas, y así por
el estilo podemos comer diferentes
cosas del campo. ¿Por qué? Porque
hay agua. Y para que haya agua hay
lluvia.
Vean cómo Dios… Siempre,
donde no hay lluvia y donde no hay
agua, instalan un sistema de riego;
pero miren cómo Dios le instaló un
sistema de riego al planeta Tierra, y
no les cuesta nada a los seres
humanos.
Ahora, Dios es el dueño de ese
sistema de riego y le puede cerrar la
llave. Elías en su tiempo dijo: “No
habrá lluvia, ni siquiera rocío, sino
por mi palabra”. Fue cerrada la llave
del sistema de riego de Dios y se
acabó la lluvia. Y eso es tipo y figura
de la Lluvia espiritual; ya para las
siete etapas o edades de la Iglesia
gentil cesó.
Por lo tanto, maestros y maestras,
para una edad o dispensación que ya
pasó tendrán que estar usando el
sistema de goteo o gotereo, porque
no hay Lluvia.
La Lluvia vino de edad en edad
por medio de la manifestación del
Espíritu de Dios en cada mensajero;
y esa Lluvia de la enseñanza fue
repartida a todos los miembros de la
Iglesia de Jesucristo: fueron
enseñados los niños, los adultos y los
jóvenes también; pero ya no hay
Lluvia sino por la Palabra de Elías, y
eso es para la Edad de la Piedra
Angular y Dispensación del Reino.
La Lluvia de la enseñanza de la
Palabra de Dios, la Lluvia de la
enseñanza Tardía, la Lluvia de la
enseñanza de la Segunda Venida de
Cristo, solamente puede venir por
medio ¿de qué?, ¿de quién?, del
quinto Elías. Y luego pasa a todas las
maestras y maestros, para llevarla a
todos los hijos e hijas de Dios.
Porque cuando hay lluvia,
entonces se recoge la lluvia, se
recoge el agua…
Miren, aquí vemos a Benjie
“recogiendo Agua”. No necesita un
balde, sino con una cámara recoge
Agua; y después se reparte. Y así
reciben esa lluvia de bendición todos
los que tienen sus nombres escritos
¿dónde? En el Cielo, en el Libro de
la Vida del Cordero.
Zacarías también nos habla de esa
lluvia: en el capítulo 10, vamos a ver
lo que dice por aquí; verso 1 dice:
“Pedid a Jehová lluvia en la
estación tardía”.
¿Qué les parece eso? Y no habrá
Lluvia, sino por la Palabra de Elías.
Así que se requiere la Palabra de
Elías para que esa Lluvia caiga sobre
los seres humanos en el Día
Postrero. ¿Y es la lluvia qué? Tardía.
“Pedid a Jehová lluvia en la
estación tardía. Jehová hará
relámpagos, y os dará lluvia
abundante, y hierba verde en el
campo a cada uno”.
Y sigue hablando todo ese pasaje;
aun habla de la Piedra Angular ahí
en el verso 4 en adelante.
Y podemos ver cómo el pueblo ha
pedido Lluvia Tardía… Luego de las
siete edades de la Iglesia gentil todo
el mundo pensó que ya todo había
terminado y que no había más
Mensaje de parte de Dios, no había
más Lluvia de parte de Dios; pero
miren ustedes, el pueblo ha clamado,
y Dios había hecho una promesa de
que daría la Lluvia Tardía como al
principio; como dio la Lluvia
Temprana, daría también la Lluvia
Tardía.
Y ahora, tenemos la Lluvia Tardía
de la enseñanza del Evangelio del
Reino, que gira alrededor de la
Segunda Venida de Cristo como el
León de la tribu de Judá, como Rey
de reyes y Señor de señores, en la
Edad Tardía de la Piedra Angular.
Nadie sabía que vendría esa edad,
y vendría un buen aguacero de
Lluvia de la enseñanza de parte de
Dios, por la Palabra de Elías.
Fue Elías el que dijo: “No habrá
lluvia sobre la Tierra, sino por mi
Palabra”. ¿Y quién es ese hombre
que habla así? Es un profeta de Dios,
en el cual está un espíritu de profeta
de la sexta dimensión manifestado
en carne humana; y, vean ustedes,
fue ordenado por Dios para hacer
todas esas cosas y por eso él las hizo.
Y ahora, vean ustedes que no ha
habido Lluvia sobre los que han
estado en las siete etapas o edades de
la Iglesia gentil, que son el
remanente de esas edades; sobre
ellos no ha habido Lluvia; porque la
última Lluvia que hubo en las siete
edades fue la Lluvia de la enseñanza
de la séptima edad por medio del
séptimo ángel mensajero, el
reverendo William Marrion
Branham.
Pero ahora tenemos la promesa de
la Lluvia Tardía. Y ahora, ¿en qué
edad viene esa lluvia? Pues en
nuestra edad, la Edad de la Piedra
Angular.
Hay que estar dentro de esa edad
para recibir esa Lluvia y ser
bendecidos; porque es una lluvia de
bendición, para recibir así la fe para
ser transformados y raptados en este
tiempo final.
Y de esa Lluvia… y esa Lluvia la
reciben todos los hijos e hijas de
Dios: ancianos, adultos, jóvenes y
niños también.
Por eso, maestras de los niños,
ustedes son muy privilegiadas,
porque ustedes son maestras de
niños que tienen la promesa que
recibirían la Lluvia Tardía; y ustedes
están pasando a ellos esa Lluvia
Tardía de la enseñanza del Evangelio
del Reino, que gira alrededor de la
Segunda Venida de Cristo.
Y cosas que los teólogos no han
podido comprender todavía, ahora
bajo la Lluvia de la enseñanza del
Día Postrero, bajo la Lluvia Tardía,
nuestros niños entienden esas cosas
que han sido tan difíciles para los
teólogos comprender.
Y ahora hasta nuestros niños
entienden, pues la Escritura dice en
Daniel, capítulo 12, que los
entendidos entenderán. Y eso es para
los días postreros, que entenderán las
cosas que el profeta Daniel quiso
entender relacionadas al Día
Postrero.
Así como los entendidos de cada
edad entendieron el Mensaje de su
edad y recibieron a Cristo como su
Salvador, los entendidos de nuestro
tiempo —jóvenes, niños y adultos—
entenderán el Programa de Dios
correspondiente a nuestro tiempo y
recibirán la bendición de Dios.
Y somos llamados y juntados en
este tiempo final bajo la Lluvia
Tardía y Temprana (porque también
tenemos enseñanza de lo que ha sido
la Primera Venida de Cristo), y
somos preparados para ser
transformados y raptados en este
tiempo final. Miren todos los
beneficios que hay en la Lluvia
Tardía.
Y ahora se junta la Lluvia Tardía
con la Lluvia Temprana, y vean
cómo se entrelazan, y vean cómo no
hay ninguna contradicción entre la
Lluvia Tardía y la Lluvia Temprana.
Hemos visto que ustedes son
maestras y maestros nada menos que
de los niños que recibirían esa Lluvia
Tardía, que recibirían esa lluvia de
bendición de parte de Dios.
Es un privilegio ser maestro o
maestra en esta Tierra, de niños en
cualquier escuela, pero aún más —la
bendición es mayor— cuando se es
maestro o maestra de los niños que
recibirían la Lluvia Tardía y
Temprana. Esos son los cachorritos
del León de la tribu de Judá, los
cuales reciben esa Lluvia Tardía y
también la Temprana, porque
obtienen también el conocimiento de
lo que ha sido la Primera Venida de
Cristo y Su Obra de Redención.
Ahora, hemos visto que ustedes no
son cualquier maestras, sino
maestras muy especiales a causa de
los discípulos que Dios les ha dado:
son los cachorritos del León de la
tribu de Judá; y por eso ustedes son
privilegiadas.
Miren, veamos todas las maestras
que hay en la Tierra, y luego que los
reyes de tal país escojan (vamos a
decir) siete maestras u ocho
maestras: una para las matemáticas,
otra para los idiomas, otra para la
historia, otra para la ciencia, otra
para (¿qué otra cosa hay, Miguel?) la
geografía (Ahí está… ¿Eso es la
historia, por ahí?), estudios sociales,
todas esas cosas; y para buenos
modales y todas esas cosas; eso de
(¿ah?)… reglas de humanidades
y desto para que sepan sentarse a la
mesa, sepan comer correctamente,
lavarse las manos antes de comer (y
todas esas cositas que es bueno que
los niños sepan)…; y esos reyes
escogen para sus hijos esa cantidad
de maestras.
Y ahora, ¿cuáles son las maestras
más privilegiadas en ese país? Pues
esas maestras que les están dando
clase a los príncipes y princesas que
algún día serán reyes en esa nación;
están dándoles clase a los hijos de
esos reyes. Esas son las más
privilegiadas.
Y ahora, ustedes son las más
privilegiadas porque les están dando
clase a los hijos e hijas del Rey de
reyes y Señor de señores. Vean la
bendición tan grande que ustedes
tienen, la cual deben comprender y
apreciar, y darle gracias a Jesucristo
por ese privilegio y bendición.
Así que, maestras de los
cachorritos del León de la tribu de
Judá, sepan que ustedes tienen un
privilegio muy grande en ser
maestras de los cachorritos, del
León… (no de cualquier león) del
León de la tribu de Judá, nuestro
amado Señor Jesucristo; para darles
el alimento espiritual de la Palabra
de nuestro tiempo, que es la Lluvia
Tardía; y también se les da y se les
habla de lo que ha sido la Lluvia
Temprana de la Primera Venida de
Cristo y Su Obra de Redención en la
Cruz del Calvario.
Maestras y maestros de los
cachorritos del León de la tribu de
Judá: Que Dios les bendiga, que
Dios les guarde; y que les use
grandemente siempre en Su Obra. Y
siga aumentando el grupo de los
cachorritos del León de la tribu de
Judá, y sigan abriéndose más grupos
de clases, y siga Dios añadiendo más
maestras y maestros para darles
clases a los cachorritos del León de
la tribu de Judá en el nivel de ellos.
Bueno, que Dios les continúe
bendiciendo. Era un saludito nada
más, pero hay tanto de qué hablar
que los saluditos, pues, nuestros,
pues algunas veces toman 5 minutos,
15 minutos, media hora, 1 hora…, y
algunas veces se nos pasa de 1 hora
también.
Así que Dios les bendiga, Dios les
guarde; y adelante en la labor que
Dios les ha dado para llevar a cabo,
lo cual es una bienaventuranza para
todas ustedes y todos ustedes,
maestros y maestras de los
cachorritos del León de la tribu de
Judá.
Que Dios les bendiga y les guarde,
y dejo con nosotros nuevamente a
Miguel Bermúdez Marín.
“LA LLUVIA TARDÍA DE LA
ENSEÑANZA QUE DESCIENDE
DEL CIELO”.
[Revisión enero 2020]
1 Romanos 11:25
2 1 Reyes 17:1
3 Josué 5:12
4 Apocalipsis 4:1
5 San Juan 7:37

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