Está en la página 1de 1

Señor,

Señor,
Hazme un instrumento de Tu paz.
Que donde haya odio, yo siembre amor;
Donde haya injuria, perdón;
Donde haya duda, fe;
Donde haya desesperación, esperanza;
Donde haya oscuridad, luz, y Donde haya tristeza, alegría.
Oh Divino Maestro,
Concédeme que no busque tanto
Ser consolado como consolar;
Ser comprendido como comprender;
Ser amado como amar;
Porque es al dar que recibimos;
Es al perdonar que somos perdonados
Y es al morir que nacemos a la vida eterna.

Soy templo del espíritu santo y Dios está en mi


En el nombre del padre del hijo y del espíritu
Por el poder de Oíos que se manifiesta a través de mi yo divino.
¡les ordeno que se vayan, ahora! ¡Con plena fe! ¡Asi sea!

Repita esta afirmación tantas veces como sea necesario.

También podría gustarte