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ARTÍCULO 51

PP: 51-74

Indicadores diferenciales de personalidad frente al


riesgo de suicidio en adolescentes

Differential Personality Indicators in the face of suicidal


risk in adolescents

Lic. Paulina Arenas-Landgrave1, Dra. Emilia Lucio-Gómez Maqueo2,


Dra. Maria Forns3

RESUMEN

La reacción de los individuos ante las adversidades varía en función de los


recursos personales que poseen. El propósito de este estudio fue identificar las
diferencias en las características de personalidad de adolescentes resilientes y no
resilientes ante el riesgo de suicidio. De una muestra de 1,084 jóvenes de bachille-
rato, se seleccionaron a 106 adolescentes expuestos a niveles similares de estrés,
pero con resultados distintos en su adaptación al riesgo suicida. Se emplearon el
Cuestionario de Sucesos de Vida para Adolescentes (Lucio & Durán, 2003); el In-
ventario de Riesgo Suicida (Hernández & Lucio, 2003) y el Inventario Multifásico
de la Personalidad Minnesota- Adolescentes (Lucio, Ampudia & Durán, 2004).
Los resultados indican que los adolescentes no resilientes presentan en mayor me-
dida síntomas físicos, de depresión y ansiedad que los adolescentes resilientes, al

1 Estudiante de Doctorado. Universidad Nacional Autónoma de México. Facultad de Psicología. Programa de Diag-
nóstico y Salud Mental, Ciudad Universitaria 3000. Col. Copilco-Universidad, 04360. México, D.F. Tel. (0152)
5556222318. paudani@yahoo.com
2 Profesor Titular “C” T.C. Universidad Nacional Autónoma de México. Facultad de Psicología. Programa de Diag-
nóstico y Salud Mental.
3 Catedrática. Universidad de Barcelona. Facultad de Psicología. Departamento de Personalidad, Evaluación y Tra-
tamientos Psicológicos.

Notas de agradecimientos: Este trabajo se realizó gracias al apoyo de la DGAPA, UNAM mediante el
proyecto PAPIIT IN308310. Asimismo fue subvencionado parcialmente por la ayuda PSI2009-11542 del MICINN
de España y los Fondos FEDER.

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mismo tiempo que se obtuvieron diferencias significativas en los rasgos de perso-


nalidad entre los hombres y mujeres resilientes y no resilientes.

Palabras clave: adolescencia, resiliencia, personalidad, estrés, riesgo suicida.

Abstract

Individual differences in response to adversity may differ in relation to the


personal resources people have. The purpose of this study was to identify whe-
ther there are differences between resilient and non-resilient adolescents at risk
of suicide with regard to their personality traits. A sample of 1,084 adolescents of
senior-high school was screened; a sub-sample of 106 adolescents who have been
exposed to similar levels of stressful life events but showed differences in their
adaptation to suicidal risk, were chosen. The sample answered the Life-Events
Questionnaire (Lucio& Duran, 2003), the Suicidal Risk Inventory for Adoles-
cents –IRIS (Hernandez & Lucio, 2003), and the Minnesota Multiphasic Perso-
nality Inventory- Adolescent MMPI-A (Lucio, Ampudia & Duran, 2004). Results
indicated that non-resilient adolescents reported more physical, depressive and
anxiety symptoms than resilient adolescents. Furthermore, significant differences
were found between the personality profiles of resilient and non resilient men and
women.

Keywords: adolescence, resilience, personality, stress, suicidal risk.

Introducción

La adolescencia representa una Garmezy (1985), se refieren a cualquier


transición crítica del desarrollo huma- cambio en el ambiente que provoque
no que involucra más cambios corpo- un alto grado de tensión emocional,
rales, psicológicos y sociales que otras interfiera con los patrones normales de
etapas de la vida. Para algunos adoles- respuesta de los individuos y se asocie
centes los cambios normativos, confor- a síntomas físicos y problemas de salud
mados por aquellos eventos que todos mental. Estos eventos de vida adversos
los jóvenes deben confrontar, pueden ir pueden incrementar el nivel de estrés
acompañados de otros sucesos de vida que experimentan algunos jóvenes al
adversos, los cuales según Masten y considerarlos como situaciones abru-

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madoras, violentas y difíciles de sobre- (2006) encontraron que los sucesos


llevar generando en ellos sentimientos negativos de tipo familiar y personal
de depresión y desesperanza, variables están mayormente asociados con la
asociadas al intento de suicidio en ideación suicida en estos jóvenes.
esta población (Brunstein, Marrocco, Dentro de los factores de riesgo
Kleinman, Schonfeld & Gould, 2007; asociados al suicidio, se ha encontrado
Johnson, Cohen, Gould, Kasen, Brown que el más frecuentemente relacionado
& Brook, 2002). con la ideación y el intento de suici-
El suicidio en adolescentes es uno dio en población adolescente mexica-
de los fenómenos sociales que, a ni- na es el sexo (Mondragón, Borges &
vel mundial, ha provocado un amplio Gutiérrez, 2001). Diversos estudios
interés entre los profesionales de la epidemiológicos han documentado
salud mental durante las últimas déca- que la prevalencia de intentos suicidas
das (Hawton & James, 2005; Patton, es mayor en la mujeres adolescentes,
Hemphill, Beyers, Bond, Toumbourou, mientras que en los hombres predomi-
McMorris et al., 2007). El impacto nan los suicidios consumados (Borges,
que dicho fenómeno tiene actualmen- Medina-Mora, Orozco, Ouéda, Villa-
te en la sociedad mexicana es de suma toro & Fleiz, 2009; González-Forteza,
importancia debido a la considerable Villatoro, Alcántar, Medina-Mora,
cantidad de gente joven que conforma Fleiz, et al., 2002). Al considerar las
el país (Instituto Nacional de Estadís- diferencias por sexo referentes al sui-
tica, Geografía e Informática [INEGI], cidio y a la sintomatología psicológica,
2006) así como al creciente número de Sauceda, Lara y Fócil (2006) señalan
situaciones adversas por las que atra- que los principales problemas en las
viesa la población, como el vivir vio- mujeres adolescentes están relaciona-
lencia física dentro y fuera de casa, la dos con aspectos emocionales y con el
muerte de un familiar o amigo cerca- control del enojo; entretanto los hom-
no, ser víctima de abuso sexual o de bres presentan mayores problemas con
secuestro; siendo estos acontecimien- el control del enojo, la impulsividad, y
tos altamente estresantes y con graves las dificultades familiares.
consecuencias para la salud de los in- De acuerdo con la Organización
dividuos (Medina-Mora, Borges-Gui- Mundial de la Salud (OMS, 2008)
maraes, Lara, Ramos-Lira, Zambrano respecto a la muerte por suicidio, en
& Fleiz-Bautista, 2005). Al evaluar la México las tasas de suicidio consuma-
relación entre los sucesos estresantes y do en jóvenes de 15 a 24 años de edad
el riesgo suicida en adolescentes mexi- son bajas (6.2/100,000) en compara-
canos, Hernández-Cervantes y Lucio ción con las de países del mismo con-

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tinente como Guyana (28.8/100,000), 2002). No obstante, tal y como lo men-


Uruguay (14.6/100,000) o Estados ciona Macgowan (2004) existen jóve-
Unidos (10.2/ 100,000) o bien con nes que a pesar de vivir bajo condicio-
las de países de Europa y Asia, como nes adversas no cometen suicidio, pero
Finlandia (18.2/100,000), Noruega poco se ha estudiado sobre los factores
(14.8/100,000) y Japón (15.4/100,000). que hacen a estos jóvenes resistentes y
No obstante, el suicidio de jóvenes en que los protegen de presentar esta pro-
México ha mostrado un incremento blemática (Everall, Altrows & Paulson,
muy rápido en periodos cortos de tiem- 2006). Al hablar de factores protectores
po; entre los años de 1990 y 2000 el ante el riesgo de suicidio que contribu-
aumento fue del 74% en la población yen a que los individuos se adapten de
de 15 a 24 años (Bridge, Goldstein & manera adecuada a situaciones adver-
Brent, 2007). Situación que se aseme- sas, se hace referencia a la resiliencia,
ja a lo ocurrido en países como Es- constructo que involucra el estudio de
paña, que a pesar de tener una de las los factores que conducen a la adapta-
tasas de suicidio más bajas de Europa ción positiva ante situaciones de riesgo
(8.7/100,000) ha sufrido uno de los (Masten, Best & Garmezy, 1991).
incrementos más altos en poco tiem- La investigación sobre resiliencia
po pasando del 5.3 en 1984 al 6.2 en tiene sus raíces en estudios epidemio-
1998 (Ruiz-Pérez & Orly, 2006). Esta lógicos y longitudinales de poblaciones
problemática ha cobrado especial im- infantiles que se encontraban en riesgo
portancia entre los jóvenes de 15 a 24 de presentar psicopatología debido a
años, grupo poblacional donde el sui- enfermedades mentales de los padres,
cidio es la segunda causa externa de situaciones de pobreza, hacinamiento,
muerte (3.9/100,000) (OMS, 2008). estrés perinatal o la combinación de
Durante las últimas tres décadas ha todos estos factores (Rutter, Cox, Tu-
habido un gran interés por identificar pling, Berger & Yule, 1975; Werner &
las principales causas del suicidio en Smith, 1982). A partir de estos estudios
adolescentes, debido a lo cual la inves- se observó que algunos individuos que
tigación se ha centrado en el estudio de estaban en riesgo alto de presentar psi-
los factores de riesgo asociados a esta copatología durante el curso de su de-
problemática como son la depresión, sarrollo mostraban resultados positivos
intentos de suicidio previos, circuns- en su adaptación, en comparación con
tancias de vida adversas, abuso sexual, grupos de niños en condiciones simi-
entre otros riesgos tanto personales lares de riesgo. Estos hallazgos inspi-
como del ambiente (Gould, Greenberg, raron la investigación sobre los meca-
Velting & Shaffer, 2003; Johnson et al., nismos que podían explicar el proceso

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y curso de la resiliencia, lo cual incluye negativamente en la adaptación de los


una considerable variedad de factores adolescentes, también existen una va-
de riesgo-protección así como de posi- riedad de resultados que pueden reflejar
bles procesos mediadores o moderado- adaptación positiva en esta población,
res de diversas situaciones y culturas, es así como el concepto de resiliencia
que constantemente apuntan a una se- adoptado en este trabajo corresponde a
rie de aspectos relacionados con tener una “respuesta adaptativa frente a nive-
transiciones de mayor éxito en el desa- les altos de estrés, por la cual los adoles-
rrollo, es decir, de la infancia a la ado- centes no piensan, planifican ni comen-
lescencia y de la adolescencia a la edad ten acciones de autolesión”.
adulta (Masten, 2004; Masten, Burt & La adaptación positiva, se refiere a
Coatsworth, 2006; Luthar, 2006). aquella que es substancialmente mejor
Rutter (2006) define a la resiliencia a la que se esperaría encontrar estan-
como un “concepto interactivo que se do expuesto a circunstancias de riesgo
relaciona con la combinación de expe- (Luthar, 2006). Esta adaptación se ha
riencias de riesgo significativas y con- vinculado con diversas características,
secuencias psicológicas relativamente tanto de las personas como del ambien-
positivas a pesar de esas experiencias” te, que se han enmarcado en el contexto
(p. 2). Este autor señala que la resilien- de factores protectores que promueven
cia se centra en las variaciones indivi- la resiliencia (Masten, 2004).
duales en respuesta a experiencias de De acuerdo con Garmezy (1991;
vida similares y enfatiza que la resi- 1993) los factores protectores pueden
liencia no es una cualidad única y que clasificarse en dos grandes grupos: los
los individuos pueden ser resilientes a factores internos, aquellos relaciona-
algunas dificultades ambientales, pero dos con las características disposicio-
no a otras. nales y constitucionales de los niños y
La resiliencia es un constructo bi- adolescentes, como el temperamento
direccional que no es posible medir y los atributos de personalidad, inclu-
directamente, su identificación está ba- yendo las habilidades cognoscitivas,
sada en dos criterios fundamentales: la capacidad de planeación y autonomía;
exposición al riesgo o adversidad severa y los factores externos, aquellos vincu-
y el logro de adaptación positiva a pesar lados con tener relaciones de apoyo y
de amenazas en el proceso del desarro- cuidado de algún adulto dentro o fuera
llo (Schoon, 2006; Masten & Powell, de la familia, donde exista un sentido
2003). Es por ello que en este estudio de valor, cohesión, protección y amor,
se plantea que así como una diversidad al menos por uno de los padres o por
de eventos estresantes pueden influir alguien cercano a los jóvenes.

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Mediante el estudio de la resilien- & Del Águila, 2003); otros estudios


cia centrada en los factores internos, se indican que los hombres muestran ma-
enfatiza en las características de los in- yores características de resiliencia al
dividuos que contribuyen a que exista ser más independientes y activos para
un resultado adecuado en su respues- sobresalir a la adversidad, a diferencia
ta al riesgo. Algunas investigaciones de las mujeres quienes se muestran más
(Luthar, 1991) han indicado que los dependientes y pasivas, logrando ser
jóvenes que funcionan bien a pesar de resilientes siempre y cuando exista un
presentar un alto grado de adversidad, mayor apoyo externo significativo de
tienen niveles más altos de autoestima amigos, maestros y familia (González,
y competencias sociales vinculadas Valdez & Zavala, 2008; Saavedra &
con la habilidad para establecer rela- Villalta, 2008).
ciones interpersonales, que aquellos El presente estudio se ubica bajo el
adolescentes que muestran problemas marco de la psicopatología del desarro-
de adaptación. llo, y tiene como propósito identificar
Entre las características de perso- las características de personalidad de
nalidad que se han encontrado en los hombres y mujeres resilientes y no res-
jóvenes resilientes destacan el tener ilientes ante el riesgo de suicidio.
autoconcepto positivo, autorregula-
ción, flexibilidad, temperamento de Método
fácil trato, buen sentido del humor y
capacidad de empatía (Cardozo & Al- Participantes
derete, 2009; Rutter, 1987). Al evaluar
las diferencias en las características Se realizó un tamizaje para detectar
de adolescentes resilientes de acuer- a jóvenes en riesgo por estrés y suicidio
do al sexo, se han encontrado algunas en un bachillerato público de la Ciudad
contradicciones en la literatura ya que de México ubicado en una zona con al-
mientras algunos estudios señalan que tos índices de violencia. Se empleó un
el hecho de ser mujer puede ser con- muestro probabilístico, estratificado por
siderado como una variable promotora semestre y turno con la población total
de la resiliencia debido a que presentan del plantel (11,578 alumnos); se selec-
más habilidades sociales y de interac- cionaron aleatoriamente a 28 grupos de
ción con otras personas al buscar ma- los primeros semestres del bachillerato.
yor soporte emocional fuera de su en- Se evaluaron a 1,084 alumnos (9.4% de
torno familiar cuando éste no funciona la población estudiantil) de los cuales se
o lo hace de manera disfuncional, en descartó del estudio al 7.7% en función
comparación con los hombres (Prado de los criterios de exclusión por edad

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e inconsistencia en las respuestas a los Este instrumento posee buena estabili-


instrumentos, quedando una muestra dad temporal (r =.75) y consistencia in-
general de 1,000 alumnos de la que se terna (Kuder-Richardson = .89).
detectó a aquellos en riesgo por estrés y Inventario de Riesgo Suicida para
suicidio, conformando una sub-muestra adolescentes- IRIS (Hernández & Lu-
de riesgo de 106 adolescentes de los cio, 2003) empleado como instrumento
cuales el 41% fueron hombres y el 59% de tamizaje para la detección y priori-
mujeres entre 15 y 17 años de edad (X = zación del riesgo suicida. Este autoin-
15.8, D.E. = .63). forme está compuesto por 50 reactivos
cuyo formato de respuesta está dado
Instrumentos en una escala de frecuencia tipo Likert
de cinco grados que va desde (1) “Sí,
Ficha de datos sociodemográficos todo este tiempo” a (5) “No, nunca”. El
(Lucio, Durán, León & Hernández, IRIS se conforma por tres sub-escalas:
2003) empleada para describir las ca- Ideación e intencionalidad suicidas (10
racterísticas de la muestra. ítems); Depresión y desesperanza (8
Cuestionario de Sucesos de Vida ítems); y Ausencia de circunstancias
para Adolescentes (Lucio & Durán, protectoras (6 ítems); un índice de ma-
2003) empleado para evaluar la ocu- lestar psicológico asociado al riesgo
rrencia de sucesos estresantes. Este suicida (26 ítems); y tres indicadores de
instrumento es un autoinforme com- conducta suicida [1. Ideación suicida; 2.
puesto por 129 reactivos y una pregunta Plan (es) suicida (s); e 3. Intento (s) pre-
abierta, que permite detectar mediante vio (s)]. Tiene una consistencia interna
un sistema de puntuación cuantitativo, (α = .95) y un porcentaje de varianza ex-
a adolescentes en riesgo de presentar plicada (57.6%) adecuados, además de
problemas emocionales a partir de los que cuenta con validez concurrente con
eventos adversos que han experimenta- la escala de ideación suicida del cuestio-
do en siete áreas de su vida: Familiar, nario de Beck (EBIS) (Machado, 2005).
Social, Escolar, Personal, Problemas de Inventario Multifásico de la Perso-
Conducta, Logros y fracasos, y Salud. nalidad para Adolescentes, MMPI-A
Las opciones de respuesta dadas en una (Lucio, Ampudia & Durán, 2004) em-
escala tipo Likert: a. Me sucedió y fue pleado para analizar los rasgos de per-
bueno; b. Me sucedió y fue malo; c. Me sonalidad así como la presencia y/o au-
sucedió y me fue indiferente; y d. No sencia de psicopatología en los jóvenes.
me sucedió, permiten considerar la eva- El MMPI-A constituye un instrumento
luación afectiva que los propios jóvenes de amplio espectro compuesto por 478
hacen de los acontecimientos ocurridos. reactivos con formato de respuesta di-

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cotómico (V/F) distribuidos en tres ti- alumnos de riesgo. Para ello, se fijo un
pos de escalas: básicas, de contenido y punto de corte en la puntuación T > 65
suplementarias. Mediante el MMPI-A en el Cuestionario de Sucesos de Vida, y
es posible explorar una cantidad im- se identificó la presencia de indicadores
portante de áreas de la personalidad; se de riesgo suicida (ideación, planeación e
emplea para la evaluación de adoles- intento) en el IRIS. En función de estos
centes normales y clínicos, así como en dos criterios se conformaron dos grupos
investigaciones sobre psicopatología. de jóvenes: a) resilientes, identificados
Este instrumento cuenta con criterios como aquellos adolescentes con niveles
de confiabilidad y validez adecuados de estrés T > 65 en Cuestionario de Su-
en adolescentes mexicanos, al presen- cesos de Vida, pero sin indicadores de
tar índices de consistencia interna en conducta suicida en IRIS; y b) no resi-
todas las escalas que van del .59 al .87 lientes, identificados como aquellos ado-
y que explican el 70.6% de la varianza. lescentes con niveles de estrés T > 65 en
Cuestionario de Sucesos de Vida e indi-
Procedimiento cadores de conducta suicida en IRIS. En
la segunda etapa, una vez identificados
La aplicación de los instrumentos se los alumnos en riesgo, se les administró
realizó por psicólogos expertos en reco- la prueba de personalidad del MMPI-A
lección de datos. Se llevó a cabo de for- para analizar sus características en este
ma colectiva en los salones de clase, en dominio. Todos los instrumentos se cali-
las fechas y horarios previamente acor- ficaron mediante lectora óptica.
dados con los directores y profesores de
la institución educativa. A los alumnos Análisis de datos
se les dio una explicación verbal y por
escrito acerca del propósito y duración Para comparar las características
de la evaluación mediante un formato sociodemográficas entre los grupos de
de consentimiento informado en el que resilientes y no resilientes se empleó el
se estableció que su participación en el indicador estadístico chi cuadrado (χ2).
estudio era voluntaria, no anónima y que Se evaluaron las diferencias entre los ni-
los datos e información personal propor- veles de estrés de los grupos mediante
cionada eran de carácter confidencial. la prueba t de Student para muestras in-
La recolección de datos se realizó dependientes así como la magnitud del
en dos etapas. En la primera se admi- efecto mediante el coeficiente de Cohen
nistraron las escalas para el tamizaje y/o (d). Se calificaron las escalas del MM-
detección del riesgo por estrés y suici- PI-A para analizar las diferencias entre
dio, con el objetivo de identificar a los los puntajes para cada grupo mediante

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el ANOVA de un factor; se estimó el Resultados


tamaño del efecto con el índice eta al
cuadrado (η2), y se controlaron los su- De la muestra de adolescentes en
puestos de normalidad y homogeneidad riesgo, el 47.2% (n = 50) se clasificó
de varianzas mediante las pruebas de como resiliente y el 53% (n = 56) como
Levene y Brown-Forsythe. Todos los no resiliente ante el riesgo de suicidio.
análisis estadísticos se realizaron con La Tabla 1 muestra las variables socio-
un nivel de confianza mínimo de 95%, demográficas de los jóvenes, con res-
significancia bilateral, mediante el pro- pecto a lo cual no se encontraron dife-
grama estadístico SPSS v15. rencias significativas entre los grupos.

Tabla 1. Características sociodemográficas de la muestra

El análisis del nivel de estrés entre cias significativas entre los grupos
el grupo resiliente y el no resiliente únicamente en los sucesos negativos
se realizó mediante una prueba t para del área personal, cuya magnitud (di-
muestras independientes para cada ferencia de medias = 5.20, 95% IC:
una de las áreas de sucesos estresan- 1.25 a 9.14) de acuerdo al tamaño del
tes (Tabla 2). Se encontraron diferen- efecto fue media (d = 0.548), sugirien-

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do que el 55% de los adolescentes no de tipo personal en comparación con


resilientes tienen mayores dificultades los resilientes.

Tabla 2. Áreas de sucesos de vida estresantes en la muestra

Con respecto a los adolescentes previo (s) y mostró elevaciones en una


identificados como no resilientes, las o más sub-escalas; otro 16% contestó al
puntuaciones en las sub-escalas del IRIS ítem de ideación suicida y tuvo elevacio-
presentan valores cercanos o por arriba nes en una o más sub-escalas; y un 63%
de T 60 (Tabla 3) lo cual es indicativo de se ubicó en el nivel de malestar emocio-
riesgo, sin embargo, no se obtuvieron di- nal al no presentar ningún indicador de
ferencias significativas en cuanto al sexo. conducta suicida pero sí elevaciones T >
A partir de la elevación de las sub-escalas 60 en el Índice de malestar psicológico
y de la presencia de alguno de los indi- asociado al suicidio.
cadores de conducta suicida (ideación, En lo que respecta a las características
planeación e intento [s] previo [s]) se ob- de personalidad, se evaluaron diferencias
tuvieron los niveles de riesgo (Tabla 3.1) por género y factor de resiliencia en las
los cuales señalan que el 5.4% de estos escalas de control, clínicas, de conteni-
jóvenes contestó afirmativamente a los do y suplementarias del MMPI-A. Las
tres indicadores de conducta suicida y Tablas 4 a la 7 muestran los resultados
presentó elevaciones T > 60 en todas las en los que el análisis de varianza mostró
sub-escalas del IRIS. Un 16% respondió diferencias entre los grupos; con la in-
afirmativamente al ítem de intento (s) tención de reducir el error tipo I, se es-

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Tabla 3. Sub-escalas e Índice de malestar psicológico del IRIS

Tabla 3.1 Niveles de riesgo del IRIS

tableció un mayor nivel de significación viduo a responder a los reactivos en for-


estadística en cada contraste mediante ma inconsistente y contradictoria.
la corrección de Bonferroni. Asimismo, En las escalas de control tradicio-
se controló la validez de los perfiles del nales (L, F y K) se obtuvieron diferen-
MMPI-A mediante las puntuaciones ba- cias significativas (p > .01) en cuatro
jas en las escalas de INVAR e INVER, dimensiones (Tabla 4). Los tamaños del
las cuales indican la tendencia de un indi- efecto (η2) mostraron que estas diferen-

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cias son medias, y que explican entre el no resilientes y los hombres y mujeres
8.7% y el 26.6% de la varianza. Mediante resilientes (p = .001). Mientras que para
el análisis post hoc (Scheffé) se determinó F, las diferencias más significativas están
que las diferencias en las puntuaciones de entre las mujeres no resilientes y los hom-
las escalas de Infrecuencia (F1, F2 y F) bres y mujeres resilientes (p = .0001). En
todas ellas indicadores de desajuste psico- la escala de Mentira L, vinculada con la
lógico, se ubican para F1 entre las mujeres apertura para contestar la prueba, no se en-
no resilientes y los hombres (p = .001) y contraron diferencias significativas. Mien-
mujeres resilientes (p = .006). Para F2, las tras que para la escala de Defensividad K,
diferencias se presentaron entre los dos relacionada con los recursos que poseen
grupos de riesgo independientemente del para resolver las dificultades, las diferen-
género, es decir, entre los hombres no res- cias estuvieron entre las mujeres resilien-
ilientes y los hombres (p = .027) y mujeres tes y, los hombres (p = .001) y mujeres no
resilientes (p = .002), y entre las mujeres resilientes (p = .003).

Tabla 4. Valores de las escalas de control según el grupo de riesgo

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Existen diferencias significativas en Desde una perspectiva clínica, se


todas las escalas clínicas con una mag- aprecia que en general los perfiles de
nitud grande (η2 > 0.15) a excepción de los grupos no resilientes son más ele-
la escala de Hipomanía (Tabla 5). Se vados que los de los resilientes (Figura
omiten los datos de la escala 5 Mascu- 1). Específicamente el perfil de las mu-
linidad-Feminidad, debido a que no está jeres no resilientes se caracteriza por
considerada como una escala clínica y a elevar del valor T 60 las escalas de Hi-
que su uso e interpretación debe reali- pocondríasis, Depresión e Histeria. Los
zarse en función del género y aspectos adolescentes varones no resilientes ele-
culturales (Archer, comunicación perso- van (T > 60) la escala de Psicastenia y
nal 13 de mayo, 2011). Concretamente, marginalmente la de Depresión. Mien-
el análisis post hoc (Scheffé) indica que tras que los perfiles de los adolescen-
las diferencias entre los hombres y mu- tes resilientes (mujeres y varones) no
jeres de ambos grupos se encuentran en presentan ninguna elevación clínica, en
las escalas de Depresión (p = .01), Psi- ningún caso se superan valores T > 55
castenia (p = .01) e Introversión social en ninguna escala. En cuanto a valores
(p = .001). Para las escalas de Hipocon- T ≤ 45 conviene destacar que las mu-
dríasis y Desviación Psicopática, las jeres resilientes puntúan especialmen-
diferencias se ubican entre las mujeres te bajo en las escalas de Introversión
no resilientes y los hombres y mujeres social, Psicastenia y Esquizofrenia. Es
resilientes (p = .001), al igual que en la decir, se muestran socialmente expan-
escala de Paranoia, donde las mujeres sivas, gregarias, enérgicas y activas,
no resilientes difieren de los hombres (p confiadas, y acomodan su pensamiento
= .019) y mujeres resilientes (p = .006). a la realidad, son convencionales, prác-
En la escala de Histeria, las puntuacio- ticas y prudentes en la aproximación a
nes en las medias de las mujeres no re- los problemas (Archer, 2005). Los va-
silientes fueron significativamente más rones resilientes por su parte, se mues-
altas que las de los hombres no resilien- tran gregarios, enérgicos y socialmente
tes (p = .015), los hombres resilientes expansivos.
(p = .009) y las mujeres resilientes (p Por lo que respecta a las escalas de
= .003). Y en la escala de Esquizofre- contenido (Tabla 6), se obtuvieron di-
nia las puntuaciones de los varones no ferencias significativas en trece escalas
resilientes difieren de las mujeres resi- con un tamaño del efecto grande (η2 >
lientes (p = .019); y las de las mujeres .08). Las escalas de Cinismo y de Pro-
no resilientes son superiores a las de blemas de conducta no ofrecieron dife-
hombres (p = .003) y mujeres resilientes rencias relevantes. Mediante las prue-
(p = .0001). bas post hoc (Scheffé) estas diferencias

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Tabla 5. Diferencias en los valores de las escalas clínicas del MMPI-A

entre los hombres y mujeres de ambos des en las escalas de Obsesividad, Baja
grupos se identifican en las escalas de Autoestima y Rechazo al Tratamiento
Ansiedad (p = .01) y Depresión (p = que los hombres y mujeres resilientes
.001). Por otra parte, los hombres no (p = .01). Mientras que las mujeres no
resilientes refieren mayores dificulta- resilientes refieren más dificultades en

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Figura 1. Perfil de las escalas clínicas del MMPI-A de adolescentes


resilientes y no resilientes

las escalas de Preocupación por la Sa- ninguna escala. Los varones resilientes
lud y Problemas Familiares, en compa- presentan valores T < 45 en las escalas
ración con los hombres y mujeres resi- de Autoestima, Problemas escolares y
lientes (p = .0001). Rechazo del tratamiento, lo cual indica
Desde una perspectiva clínica se que son jóvenes seguros de sí mismos,
aprecia que los perfiles de los grupos adaptados al entorno educativo y dis-
no resilientes son más elevados que los puestos a aceptar ayuda. Las mujeres
de los resilientes. En especial, el perfil resilientes destacan por presentar valo-
de las mujeres no resilientes se carac- res T < 45 en las escalas de Depresión,
teriza por presentar valores T ≥ 60 la Enajenación, Pensamiento delirante,
escala de Preocupaciones por la salud. Enojo, Baja autoestima, Problemas fa-
Los varones no resilientes presentan miliares y Rechazo al tratamiento. Ello
valores T ≥ 60 las escalas de Ansiedad, indica que son adolescentes que se des-
Obsesividad, y Baja autoestima. Los tacan por su alta autoestima, animadas,
perfiles de los adolescentes resilien- que no recurren al enojo, que muestran
tes (mujeres y varones) no presentan un pensamiento realista, bien adapta-
ninguna elevación clínica, en ningún das al entorno familiar y dispuestas a
caso se presentan valores T > 50 en aceptar ayuda.

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Tabla 6. Diferencias en las escalas de contenido del MMPI-A

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En las escalas suplementarias (Ta- Los resultados obtenidos permiten


bla 7), se obtuvieron diferencias signi- determinar que los adolescentes eva-
ficativas en la escala de de Inmadurez luados no se diferenciaron respecto
(INM), que de acuerdo con las compa- al sexo, tipo de familia, ni al tipo de
raciones múltiples, estas diferencias se actividades extraescolares que llevan
encuentran entre los hombres y muje- a cabo. Presentaron niveles similares
res no resilientes en comparación con de estrés en múltiples áreas vitales, a
los hombres y mujeres resilientes (p = excepción del estrés personal que fue
.001). Esta tendencia se presenta tam- más elevado entre los no resilientes. Y
bién en las escalas de Ansiedad (A-A) mostraron resultados distintos ante el
y en la de Ideación suicida, donde los riesgo de suicidio, lo cual confirma la
hombres y mujeres no resilientes pun- existencia de diferencias en su adapta-
túan más alto que los hombres y muje- ción a los sucesos de vida estresantes.
res resilientes (p = .01). La prioridad del riesgo suicida en-
A nivel clínico, los varones no resi- tre los adolescentes no resilientes, indi-
lientes se caracterizaron por tener eleva- ca que más de la mitad de estos jóvenes
ciones en la escala de Ansiedad, mientras presentan riesgo por malestar emocio-
que las mujeres no resilientes no presen- nal asociado al suicidio, datos que son
taron ningún valor por arriba de T 60. de gran utilidad y relevancia a nivel
Tanto hombres como mujeres resilientes clínico ya que señalan la necesidad de
tuvieron puntuaciones bajas (T ≤ 45) en realizar intervenciones de prevención
la escala de Inmadurez; especialmente con los jóvenes ubicados en este nivel
las mujeres mostraron estos valores en las de riesgo.
escalas de Ansiedad y Riesgo suicida. Lo Con respecto a las diferencias ob-
anterior es indicativo de elevada madurez tenidas en las características de perso-
personal y emocional en ambos sexos, así nalidad entre los adolescentes resilien-
como estabilidad y control emocional, y tes y no resilientes, se observa que los
un bajo riesgo suicida en las mujeres. adolescentes resilientes no presentaron
elevaciones (T > 60) que indicaran sín-
Discusión y Conclusiones tomas físicos o de salud mental, resulta-
dos que coinciden con los hallazgos de
En este estudio se estableció que Pilowsky, Zybert y Vlaho (2004) sobre
las características de personalidad son la ausencia de psicopatología en estos
algunos de los factores internos que jóvenes. Mientras que los jóvenes no
pueden o no contribuir a la presencia resilientes presentaron elevaciones mo-
de patrones resilientes en jóvenes bajo deradas (T entre 60 y 65) en algunas de
situaciones de estrés. las escalas clínicas, de contenido y su-

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Tabla 7. Diferencias en las escalas suplementarias del MMPI-A

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plementarias que están relacionadas con suicida, baja autoestima, y pocos pla-
la presencia de síntomas físicos y con- nes para el futuro.
ducta suicida, como las escalas de Hi- En lo referente a las mujeres, las
pocondriasis, Depresión, Obsesividad, adolescentes resilientes mostraron
Enojo, Ansiedad e Ideación suicida. mejor adaptación, mayor asertividad,
Las escalas clínicas de Depresión, ausencia de problemas físicos y emo-
Psicastenia e Introversion social mos- cionales, buena autoestima y capacidad
traron ser buenas escalas diferencia- de planeación a futuro, percibiéndose
doras entre resiliencia/no resiliencia, como maduras, con juicio adecuado y
independientemente del sexo. En ellas control de impulsos. En comparación
los no-resilientes obtienen mayores con el grupo de mujeres no resilientes,
puntuaciones que los resilientes. quienes presentaron diversas molestias
La sub-escala de ideación suicida y padecimientos físicos que pueden in-
del MMPI-A mostró ser una buena es- terferir con sus actividades cotidianas
cala específica para diferenciar de en- ya que tienden a expresar su ansiedad
tre los adolescentes de riesgo suicidio, o estrés por medio de la somatización
aquellos no resilientes. Estos resultados presentando sentimientos de desespe-
son similares a los obtenidos en otros ranza, abatimiento y apatía, así como
estudios en los que se evaluaron las problemas de conducta o desadapta-
características de personalidad de ado- ción en su entorno familiar. Estos re-
lescentes suicidas (Lucio & Hernández- sultados coinciden con lo señalado por
Cervantes, 2009; Lucio, Loza & Durán, algunos teóricos del desarrollo (Mas-
2000; Wrobel & Lachar, 1992). ten, Hubbard, Gest, Tellegen, Garmezy
De acuerdo con las diferencias ob- & Ramirez, 1999) quienes indican que
tenidas en función del sexo y grupo de la resiliencia comúnmente incluye as-
riesgo, es posible señalar que los hom- pectos como tener salud mental o au-
bres resilientes se caracterizaron por sencia de psicopatología, competencias
tener mayores recursos para resolver sociales y éxito en las tareas del desa-
problemas, ser más abiertos, expresi- rrollo propias de la edad.
vos, sociables, entusiastas, enérgicos y Los datos de este estudio contri-
con una adecuada percepción de sí mis- buyen a un mejor entendimiento de
mos. Por el contrario, los adolescentes la resiliencia evaluada como un resul-
no resilientes, presentaron mayores tado ante el riesgo de suicidio, y son
síntomas de ansiedad, tensión y angus- congruentes con los hallazgos de otras
tia, dificultades para tomar decisiones, investigaciones (Everall, Altrows &
pensamientos obsesivos, sentimientos Paulson, 2006; Fergusson, Beautrais &
de tristeza, desesperanza e ideación Horwood, 2003) las cuales sustentan

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que la vulnerabilidad y/o resiliencia to nivel de subjetividad. No obstante,


ante el suicidio está influenciada por algunos autores (Lucio, Barcelata &
una serie de variables entre las que se Durán, 2007) plantean que la percep-
incluyen factores personales como la ción del adolescente respecto de sí
autoestima, problemas de adaptación y mismo y de su entorno es de gran uti-
conducta, sentimientos de apatía y neu- lidad en la evaluación del riesgo en
rosis, estableciendo que la configura- esta población, lo cual cobra especial
ción positiva de estos factores favorece importancia ante la problemática suici-
la resiliencia mientras que la configura- da. Los hallazgos de este estudio tienen
ción negativa incrementa la vulnerabi- implicaciones importantes en el ámbi-
lidad al suicidio. to clínico mediante la realización de
Este estudio presenta algunas li- intervenciones a nivel preventivo que
mitaciones como el que los resultados permitan promover los factores per-
obtenidos se basan en autoinformes, sonales de resiliencia entre jóvenes en
donde los datos están sometidos a cier- riesgo de suicidio.

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