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crisis

Capitalismo más allá


de la crisis
texto de Amartya Sen

R esulta evidente que para Amartya Sen la actual crisis económica no es una crisis sistémica. Para él, no hace
falta cambiar el sistema, ni siquiera refundar el capitalismo, aunque sí recuperar la sensibilidad smithiana
hacia lo público y hacia los desfavorecidos. Se trataría, dicho de forma un tanto grosera, de mejorar algu-
nas cosas, abrir el paraguas y esperar que escampe la tormenta.

1 La idea de un capitalismo viejo y otro nuevo desempeñó un


2008 fue un año de crisis. Primero tuvimos una crisis ali- papel dinamizador en un simposio titulado “Un nuevo mundo,
mentaria, particularmente amenazadora para los consumido- un nuevo capitalismo” que se celebró en París en enero con la
res pobres, especialmente en África. Esta crisis fue acompaña- presencia del presidente francés Nicolas Sarkozy y del antiguo
da de una subida récord en el precio del petróleo, que puso en primer ministro británico Tony Blair, en el que ambos hicieron
peligro a todos los países importadores. Finalmente, y de modo una defensa elocuente de la necesidad de un cambio. Lo
más bien brusco, en otoño se produjo la recesión económica mismo hizo la canciller alemana Angela Merkel, que habló de
global, que actualmente está cogiendo velocidad a un ritmo la vieja idea alemana de un “mercado social” –un mercado
aterrador. Parece muy probable que en el año 2009 asistamos a limitado por una mixtura de políticas creadoras de consenso–
una aguda intensificación de la recesión, y muchos economis- como posible programa base para un nuevo capitalismo (aun-
tas prevén una depresión de envergadura, probablemente que Alemania no ha tenido una actuación mucho mejor en la
igual de grave que la de los años 30 del siglo XX. Si bien algunas reciente crisis que otras economías de mercado).
grandes fortunas han sufrido fuertes caídas, las personas más Es evidente que se necesitan ideas acerca de cómo cambiar
afectadas son aquellas que ya estaban peor. la organización de la sociedad, con independencia de las es-
La cuestión que se suscita ahora con más fuerza es la relati- trategias para hacer frente a una crisis inmediata. Yo destacaría
va a la naturaleza del capitalismo y a si necesita ser cambiado. tres cuestiones de las muchas que pueden plantearse. Primero,
Los defensores de un capitalismo sin trabas y que se oponen al ¿necesitamos realmente algún tipo de “nuevo capitalismo”,
cambio están convencidos de que se cargan demasiado las tin- más que un sistema económico que no sea monolítico, que
tas al culpar al capitalismo de los problemas económicos a recorra a una variedad de instituciones pragmáticamente ele-
corto plazo –problemas que ellos atribuyen en diferente medi- gidas, y que se base en unos valores sociales que podamos
da al mal gobierno (de la administración Bush, por ejemplo) y defender éticamente? ¿Hemos de buscar un nuevo capitalismo
al mal comportamiento de determinados individuos (a lo que –o un “nuevo mundo”, para utilizar la otra expresión que apa-
John McCain describió, durante la campaña presidencial, co- rece en el título del simposio parisino– que adopte una forma
mo “la codicia de Wall Street”). Otros, en cambio, sí ven defec- diferente?
tos realmente graves en la actual organización de la economía La segunda cuestión se refiere al tipo de economía que se nece-
y quieren reformarla, buscando un enfoque alternativo que sita hoy, especialmente a la luz de la actual crisis económica.
cada vez más se califica de “nuevo capitalismo”. ¿Cómo valoramos lo que están enseñando y abogando algunos

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Foto: epicharmus (Creative Commons)

economistas académicos como guía de la política económica basada en la propiedad privada se considera como uno de los
–incluido el revival del pensamiento keynesiano en los últimos rasgos arquetípicos del capitalismo. Sin embargo, si estos son
meses, a medida que la crisis ha ido adquiriendo virulencia? requisitos necesarios, ¿puede decirse que los sistemas econó-
Más concretamente, ¿qué nos dice la actual crisis económica micos que tenemos actualmente, por ejemplo en Europa y en
acerca de las instituciones y acerca de las prioridades que América, son sistemas genuinamente capitalistas?
hemos de establecer? Tercero, además de avanzar hacia una Todos los países acomodados del mundo –los de Europa y
mejor comprensión de qué cambios a largo plazo es necesario también los de EEUU, Canadá, Japón, Singapur, Corea del Sur,
implementar, hemos de pensar –y hacerlo deprisa– cómo salir Australia, y otros– llevan cierto tiempo dependiendo parcial-
de la presente crisis con el mínimo daño posible. mente de unas transacciones y de otros pagos que tienen lugar
en gran parte al margen del mercado. Entre éstos se incluyen
subsidios de desempleo, pensiones públicas, otros aspectos de
2 la seguridad social y la provisión de servicios educativos, sani-
¿Cuáles son las características especiales que hacen que un tarios y de otro tipo distribuidos mediante una serie de dispo-
sistema sea indudablemente capitalista –viejo o nuevo? Si el sitivos no mercantiles. Los derechos económicos relacionados
sistema económico capitalista actual tiene que ser reformado, con estos servicios no se basan en la propiedad privada ni en
¿qué sería lo que haría que el resultado fuese un nuevo capita- los derechos de propiedad.
lismo, y no otra cosa? Parece algo generalmente asumido que Asimismo, la economía de mercado ha dependido, para su
confiar en el mercado para hacer las transacciones económi- propio funcionamiento, no sólo de la maximización de bene-
cas es una condición necesaria para identificar a una econo- ficios, sino también de otras muchas actividades, como el
mía como capitalista. Del mismo modo, la dependencia del mantenimiento de la seguridad pública y la provisión de servi-
beneficio como motivación y de la recompensa individual cios públicos –algunos de los cuales han llevado a la gente

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mucho más allá de una economía guiada sólo por los benefi- siendo clarificadas y explicadas, sus aspectos negativos tam-
cios. La encomiable actuación del denominado sistema capita- bién se estaban haciendo evidentes –a menudo a los ojos de los
lista, cuando las cosas iban bien, se basaba en una combina- mismos analistas. Mientras que unos cuantos socialistas crí-
ción de instituciones –educación públicamente financiada, ticos, el más famoso de los cuales fue Karl Marx, argumentaron
asistencia médica y transporte colectivo son sólo algunos de un modo influyente en el sentido de censurar y en última
ejemplos– que iba mucho más allá del simple hecho de confiar instancia reemplazar al capitalismo, las enormes limitaciones
en una economía de mercado maximizadora del beneficio y en que tenía el hecho de basarse enteramente en la economía de
el confinamiento de los derechos individuales a la propiedad mercado y en la motivación del beneficio también estaban
privada. muy claras incluso para Adam Smith. Efectivamente, los pri-
Subyacente a este tema, hay una cuestión más básica, la de meros defensores del uso de los mercados, incluyendo a Adam
si el término “capitalismo” tiene actualmente alguna utilidad Smith, no consideraban que el mecanismo del mercado en
particular. La idea del capitalismo ha desempeñado efectiva- estado puro fuese un generador independiente de excelencia,
mente un papel histórico importante, pero es muy posible que ni creían que la motivación del beneficio fuera todo lo que se
actualmente su utilidad se haya prácticamente agotado. necesitaba.
Por ejemplo, los trabajos pioneros de Adam Smith en el siglo Aunque las personas practican el intercambio por razones
XVIII mostraron la utilidad y el dinamismo de la economía de de interés personal (no se necesita nada más que el interés per-
mercado, y por qué –y particularmente cómo– funcionaba es- sonal, como es bien sabido que dijo Smith al explicar por qué
te dinamismo. La investigación de Smith proporcionó un diag- los panaderos, los cerveceros, los carniceros y los consumido-
nóstico esclarecedor del funcionamiento del mercado justo res practican el comercio), una economía sólo puede operar de
cuando este dinamismo estaba emergiendo con fuerza. La un modo eficaz sobre la base de la confianza entre las diferen-
contribución que hizo La riqueza de las naciones, el libro publi- tes partes. Cuando las actividades comerciales, incluidas las de
cado en 1776, a la comprensión de lo que iba a llamarse capi- los bancos y otras instituciones financieras generan la confian-
talismo fue monumental. Smith mostró cómo la libertad de za de que pueden hacer y harán aquello que prometen, las
comercio puede ser con frecuencia extraordinariamente útil relaciones entre prestamistas y prestatarios, pueden darse con
para crear prosperidad económica mediante la especialización soltura y de un modo mutuamente beneficioso. Como escribió
de la producción y la división del trabajo, y haciendo un buen Adam Smith:
uso de las economías de escala de gran magnitud.
Estas lecciones siguen siendo muy relevantes todavía (es Cuando las personas de un determinado país tie-
interesante destacar que el impresionante y altamente sofisti- nen tanta confianza en la fortuna, probidad y
prudencia de un determinado banquero, hasta
el punto de creer que éste estará siempre prepa-
Adam Smith: “la humanidad, la justicia, la rado y dispuesto a pagar cuando se lo pidan
aquellos pagarés que puedan presentarle en
generosidad y el espíritu público son las cualquier momento, estos pagarés acaban
cualidades más útiles a los demás” teniendo el mismo valor que si fueran monedas
de oro o plata, gracias a la confianza que este
dinero puede tener en todo momento para ellos1.

cado trabajo analítico sobre el comercio internacional que le Smith explicaba por qué a veces esto no sucede, y no hubie-
ha valido a Paul Krugman el más reciente premio Nobel de eco- ra encontrado nada especialmente asombroso, diría yo, en las
nomía está estrechamente relacionado con las trascendentales dificultades a las que tienen que hacer frente hoy empresas y
intuiciones que tuvo Smith hace más de 230 años). Los análisis bancos a causa de la desconfianza y del temor generalizados
económicos que siguieron a estas primeras exposiciones de los que mantienen bloqueados a los mercados crediticios y que
mercados y el uso del capital en el siglo XVIII han conseguido impiden una expansión coordinada del crédito.
establecer sólidamente el sistema de mercado en el corpus También vale la pena mencionar en este contexto, especial-
central de la economía. mente si tenemos en cuenta que el “estado del bienestar” sur-
Sin embargo, al mismo tiempo que las contribuciones posi- gió mucho después de la época de Smith, el hecho de que en
tivas del capitalismo a través de procesos de mercado iban sus diversos escritos muestra un interés –y una preocupación–

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realmente extraordinarios por la suerte de los pobres y los des-


favorecidos. El fracaso más perentorio del mecanismo del mer-
cado está en las cosas que el mercado deja sin hacer. Los análi-
sis económicos de Adam Smith van mucho más allá de dejarlo
todo en manos de la invisible “‘mano negra” del mecanismo
del mercado. Smith no fue sólo un defensor del papel del esta-
do en la provisión de servicios públicos como la educación, y
en la mitigación de la pobreza (además de exigir una libertad
para los indigentes que necesitaban ayuda mayor que la que en
su día les proporcionaban las leyes sobre la pobreza); también
se preocupó enormemente por la desigualdad y la pobreza que
podían darse en una economía de mercado por otra parte muy
exitosa.
La falta de claridad acerca de la distinción entre la necesidad
y la idoneidad del mercado ha sido la responsable de muchos
de los malentendidos sobre la valoración que hace Smith de los
mecanismos del mercado por parte de muchos que afirman
ser sus seguidores. Por ejemplo, la defensa que hace Smith del
mercado alimentario y su crítica a las restricciones impuestas
por el estado al comercio privado de cereales han sido inter-
pretadas a menudo como si hubiese argumentado que cual-
quier interferencia del estado empeoraría inevitablemente el
hambre y la inanición.
Pero la defensa que hizo Smith del comercio privado sola-
mente tomó la forma de un cuestionamiento de la creencia de
que la interrupción del comercio de alimentos reduciría la
lacra del hambre. Esto no equivale en absoluto a negar la nece-
sidad de la acción del estado para complementar las operacio-
nes del mercado mediante la creación de trabajos y rentas (por
ejemplo, con programas de trabajo). Si el desempleo aumenta-
se de repente por culpa de unas circunstancias económicas
desafortunadas o por una mala política pública, el mercado no
John Maynard Keynes
podría, por sí solo, recrear los ingresos de aquellos que perde-
rían su trabajo. Los nuevos parados, escribe Smith, “se morirí-
an de hambre o se verían llevados a convertirse en pedigüeños fue en su primer libro, La teoría de los sentimientos morales,
o tal vez a cometer las peores enormidades”, y “la indigencia, el que fue publicado en 1759, hace ahora exactamente un cuarto
hambre y la mortalidad acabarían imponiéndose inmediata- de milenio, donde examinó por extenso la necesidad de accio-
mente...”2. Smith rechaza aquellas intervenciones que excluyen nes basadas en valores que vayan más allá del simple afán de
el mercado, pero no aquellas intervenciones que incluyen el lucro. Si bien escribió que la “prudencia” era “de todas las vir-
mercado al tiempo que tratan de hacer aquellas cosas impor- tudes, la que más útil resulta al individuo”, también dijo que “la
tantes que el mercado deja sin hacer. humanidad, la justicia, la generosidad y el espíritu público son
Smith nunca utilizó la palabra “capitalismo” (al menos yo no las cualidades más útiles a los demás”3. Smith consideraba que
he sido capaz de encontrarla en sus escritos), pero sería igual- el mercado y el capital hacían un buen trabajo dentro de su
mente difícil elaborar a partir de ellos una teoría que argumen- propio ámbito, pero que, primero, requerían el apoyo de otras
tase a favor del carácter suficiente de las fuerzas del mercado, instituciones –incluyendo servicios públicos como la escuela–
o de la necesidad de aceptar la dominación del capital. En La y valores distintos a la mera búsqueda de beneficios; y, segun-
riqueza de las naciones, Smith habló de la importancia de esos do, necesitaban los límites y las correcciones impuestos por
valores más generales que van más allá de los beneficios, pero otras instituciones –a saber, regulaciones financieras bien con-

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cebidas y asistencia estatal a los pobres– con el fin de evitar la culativos que, como decía Adam Smith, tienden a atrapar a
inestabilidad, la desigualdad y la injusticia. Si tuviésemos que muchos seres humanos en su ansiosa búsqueda de beneficios.
buscar un nuevo enfoque a la organización de la actividad eco- Smith calificaba a los promotores de un riesgo excesivo en su
nómica que incluyese una elección pragmática de una serie de búsqueda de beneficios de “manirrotos y proyectores” –lo que
servicios públicos y de regulaciones bien planteadas, estaría- es una descripción bastante acertada de los emisores de hipo-
mos siguiendo, más que alejándonos, de la agenda reformista tecas subprime de los últimos años. Discutiendo las leyes con-
que esbozó Smith con su defensa y su crítica del capitalismo. tra la usura, por ejemplo, Smith pedía la regulación del estado
para proteger a los ciudadanos de los “manirrotos y proyecto-
res” que promovían préstamos poco sólidos:
3
Históricamente, el capitalismo no surgió hasta que nuevos Una buena parte del capital del país sería de este modo
sistemas legales sobre la práctica económica protegieron los arrancado de las manos de quienes más probablemente
derechos de propiedad e hicieron practicable una economía podrían hacer un uso provechoso y ventajoso del mismo,
basada en la propiedad. El intercambio comercial no pudo y arrojado en las de quienes con mayor probabilidad lo
desarrollarse de un modo eficaz hasta que la moralidad em- malgastarían y destrozarían4.
presarial hizo que la conducta contractual fuese algo sosteni-
ble y barato –que no requiriese estar constantemente enta- La fe implícita en la capacidad de la economía de mercado
blando demandas contra quienes incumplían los contratos, para autocorregirse, que es en gran parte la responsable de la
por ejemplo. La inversión en negocios productivos no pudo supresión de las regulaciones establecidas en Estados Unidos,
prosperar hasta que se hubieron moderado las elevadas re- tendía a hacer caso omiso de las actividades de los manirrotos
compensas que producía la corrupción. El capitalismo orien- y proyectores de un modo que hubiera sorprendido incluso a
tado a la obtención de beneficios se ha basado siempre en el Adam Smith.
respaldo que le daban otros valores institucionales. La actual crisis económica la genera parcialmente una enor-
Las obligaciones morales y legales, y las responsabilidades me sobreestimación de la sabiduría de los procesos del merca-
asociadas con las transacciones se han vuelto últimamente do, y la crisis se está actualmente exacerbando por la ansiedad
mucho más difíciles de rastrear gracias al rápido desarrollo de y la falta de confianza en el mercado financiero y en el mundo
los mercados secundarios de derivados y otros instrumentos de los negocios en general –respuestas que se han hecho evi-
financieros. El prestamista de un crédito subprime [un crédito dentes en las reacciones del mercado a la sucesión de planes
con un riesgo de impago superior a la media] que induce a para incentivar la economía, incluyendo el plan de estímulo de
error a un prestatario haciéndole asumir un riesgo poco pru- 787 miles de millones de dólares legalmente promulgado en
dente, puede actualmente pasar los activos financieros a una febrero por la nueva administración Obama. Pero resulta que
tercera parte –que puede estar a una distancia remota de la estos problemas ya habían sido identificados por Adam Smith
transacción original. La responsabilidad se ve de este modo en el siglo XVIII, aunque han sido desatendidos por quienes
gravemente socavada, y la necesidad de supervisión y regula- han estado en el poder estos últimos años, especialmente en
ción se ha vuelto mucho más perentoria. Y sin embargo, el rol Estados Unidos, y que no han dejado ni un momento de citar a
supervisor del gobierno, en Estados Unidos en particular, ha Adam Smith en apoyo de un mercado sin restricciones.
sido, durante este mismo período, fuertemente recortado, un
fenómeno alimentado por la creencia cada vez mayor en la
naturaleza auto-reguladora de la economía de mercado. 4
Precisamente a medida que aumentaba la necesidad de vigi- Si recientemente Adam Smith ha sido muy citado, aunque
lancia estatal, se fue reduciendo la necesidad de supervisión. no tan leído, aún más recientemente se ha producido un enor-
Como consecuencia de ello, era cada vez más inevitable que se me revival de John Maynard Keynes. Ciertamente, la recesión
acabase produciendo un desastre, que finalmente se produjo acumulativa que estamos observando ahora mismo, y que nos
el año pasado, y que ciertamente ha contribuido enormemen- está acercando cada vez más a una depresión económica, tiene
te a la crisis financiera que está asolando actualmente al rasgos claramente keynesianos; la reducción de ingresos en un
mundo entero. La insuficiente regulación de las actividades grupo de personas ha llevado a una reducción de sus compras
financieras tiene implicaciones no sólo por las prácticas ilegíti- que a su vez ha causado una reducción en los ingresos de otras.
mas, sino también por la propensión hacia unos excesos espe- Sin embargo, Keynes sólo puede ser nuestro salvador en una

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medida muy parcial, y hemos de mirar más allá de él para dinero–, compras por parte del gobierno de activos tóxicos,
entender la actual crisis. Un economista cuya relevancia actual seguros contra el impago de préstamos, y nacionalizaciones de
ha sido mucho menos reconocida que la de Keynes es su rival bancos. (Esta última propuesta asusta a muchos conservado-
Arthur Cecil Pigou, que, al igual que Keynes, también estuvo en res, del mismo modo que el control privado del dinero público
Cambridge, de hecho en el mismo Kings College que él y dado a los bancos inquieta a las personas preocupadas por la
durante la misma época. Pigou estaba mucho más interesado responsabilidad). Como sugiere la débil respuesta que ha dado
que Keynes en la psicología económica y en las formas en que hasta ahora el mercado a las medidas de la administración,
ésta puede influir en los ciclos comerciales agudizando y con- cada una de estas políticas tendría que ser en parte valorada
solidando una recesión económica y llevándonos a una depre- por su impacto en la psicología de empresarios y consumido-
sión (que es lo que está sucediendo ahora). Pigou atribuía las res, particularmente en América.
fluctuaciones económicas parcialmente a “causas psicológi-
cas” consistentes en
5
variaciones en el estado de ánimo de las personas cuya El contraste entre Pigou y Keynes es relevante también por
acción controla la industria, y que emergen en forma de otro motivo. Mientras que Keynes se preocupó mucho de la
errores debidos a un optimismo o a un pesimismo exce- cuestión de cómo incrementar la renta global, se ocupó relati-
sivos en sus pronósticos económicos5. vamente menos de analizar los problemas relativos a la distri-
bución desigual de la riqueza y el bienestar social. En cambio,
Es difícil ignorar el hecho de que hoy, además de los efectos Pigou no solamente escribió el estudio clásico de la economía
keynesianos de unos deterioros que se refuerzan mutuamente, del bienestar, sino que también fue el primero en utilizar la
nos encontramos claramente en presencia de unos “errores medición de la desigualdad económica como uno de los prin-
debidos a un excesivo pesimismo”. Pigou se centró particular- cipales indicadores para evaluar las políticas económicas7.
mente en la necesidad de desbloquear el mercado crediticio Dado que el sufrimiento de los más desaventajados de cada
cuando la economía está paralizada por un pesimismo excesivo: economía –y del mundo en general– exige una atención ur-
gente, el papel de la cooperación solidaria entre empresas y
Por consiguiente, siendo todo lo demás igual, la inciden- gobiernos no puede limitarse simplemente a la expansión
cia de quiebras empresariales será más o menos amplia mutuamente coordinada de una economía. Es absolutamente
en función de si los préstamos de los bancos, dada la cri- necesario prestar una atención especial a los más desampara-
sis de la demanda, serán más o menos fáciles de obtener6. dos de la sociedad a la hora de planificar una respuesta a la cri-
sis actual para poder ir más allá de las medidas encaminadas a
A pesar de las enormes inyecciones de liquidez dadas a las producir una expansión económica general. Las familias ame-
economías americana y europea, principalmente desde los nazadas por el desempleo, por la falta de asistencia médica y
gobiernos, los bancos y las instituciones financieras no han por las privaciones sociales y económicas se han visto afecta-
estado dispuestos, hasta ahora, a desbloquear el mercado cre- das de un modo particularmente crudo. Las limitaciones de la
diticio. Siguen también quebrando otras empresas, parcial- economía keynesiana a la hora de abordar estos problemas
mente como consecuencia de la disminución de la demanda tendrían que ser mucho más reconocidas.
(el proceso “multiplicador” de Keynes), pero también como
respuesta al temor de que la demanda se reduzca todavía más
en el futuro, en un clima de pesimismo general (el proceso Keynes sólo puede ser nuestro salvador en
pigoviano del pesimismo contagioso). una medida muy parcial.
Uno de los problemas a los que tiene que hacer frente la
administración Obama es que la crisis real, surgida de una
mala gestión financiera y de otras transgresiones, se ha visto
muy amplificada por un colapso de tipo psicológico. Las medi- Una tercera forma en la que Keynes necesita ser comple-
das que se están discutiendo ahora mismo en Washington y en mentado es la relativa a la poca atención que presta a los servi-
otros lugares para regenerar el mercado crediticio incluyen cios sociales –de hecho, incluso Otto von Bismarck tenía más
bailouts [rescates o ayudas] –con la exigencia de que las insti- cosas que decir sobre el tema que el propio Keynes. El hecho de
tuciones financieras subvencionadas presten realmente el que la economía de mercado sea especialmente ineficaz a la

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hora de proporcionar bienes públicos (como educación y asis- cualquier otro lugar del mundo. Pero, al mismo tiempo, y lle-
tencia médica) es algo que ha sido discutido por algunos de los vada por su nueva fe en la economía de mercado, China abo-
más importantes economistas de nuestro tiempo, como Paul lió también el sistema de asistencia sanitaria universal; y des-
Samuelson y Kenneth Arrow. (Pigou también hizo contribucio- pués de las reformas de 1979 los seguros médicos había que
nes a este tema con su énfasis en los “efectos externos” de las pagarlos individualmente (exceptuando unos casos relativa-
transacciones de mercado, en los que los beneficios y las pér- mente raros en los que el estado o algunas empresas privadas
didas no están exclusivamente limitados a compradores y ven- proporcionaban uno a sus empleados y familiares). Con este
dedores). Este es, obviamente, un tema de largo alcance, pero cambio, el rápido progreso que había experimentado China
vale la pena tener en cuenta, además, que la mordedura de la en longevidad se vino rápidamente abajo.
recesión puede ser mucho más cruel, especialmente cuando Esto ya era un problema cuando la renta global de China
no todos tienen garantizada la asistencia médica. estaba creciendo de un modo extraordinariamente rápido,
Por ejemplo, en ausencia de un servicio nacional de salud, pero se convertirá seguramente en un problema mucho más
cada puesto de trabajo perdido puede representar una mayor grave cuando la economía china experimente una fuerte des-
exclusión de la asistencia sanitaria esencial debido a la pérdida aceleración, cosa que ya ha empezado a suceder. El gobierno
de ingresos o a la pérdida de un seguro médico privado vincu- chino está tratando ahora de reintroducir gradualmente el
lado al puesto de trabajo. Estados Unidos tiene en este seguro médico para todos, y el gobierno norteamericano de
momento un índice de desempleo de un 7,6 por ciento, lo que Obama se ha comprometido a universalizar la asistencia mé-
está empezando a producir muchas penurias. Cabe preguntar- dica. Tanto en China como en Estados Unidos, las rectificacio-
se de qué modo países europeos como Francia, Italia y España, nes tienen aún mucho camino por recorrer, pero tendrían que
que han vivido durante décadas con unos índices de desem- ser elementos centrales a la hora de abordar la crisis económi-
pleo mucho más elevados, han conseguido evitar un colapso ca, y también para avanzar en una transformación a largo
total de su calidad de vida. La respuesta es, en parte, la forma plazo de ambas sociedades.
en que opera el estado de bienestar europeo, con un seguro de
desempleo mucho más potente que en América y, lo que es 6
aún más importante, con unos servicios médicos básicos pro- El revival de Keynes puede contribuir mucho al análisis y a la
porcionados a todos por el estado. política económica, pero habrá que echar las redes de modo
que cubran una superficie mucho mayor. Si bien Keynes es
visto a menudo como un personaje “rebelde” en la economía
La incapacidad del mecanismo del mercado para contemporánea, el hecho es que estuvo a punto de convertirse
en el gurú de un nuevo capitalismo, que se centró en tratar de
proporcionar una asistencia médica universal ha estabilizar las fluctuaciones de la economía de mercado (de
sido flagrante. nuevo prestando relativamente poca atención a las causas psi-
cológicas de las fluctuaciones comerciales). Aunque Smith y
Pigou tienen fama de ser unos economistas más bien conser-
vadores, muchas de las intuiciones acerca de la importancia de
La incapacidad del mecanismo del mercado para proporcio- instituciones no ligadas al mercado y de valores no lucrativos
nar una asistencia médica universal ha sido flagrante, muy proceden de ellos y no de Keynes y sus seguidores.
especialmente en Estados Unidos, aunque también se ha Una crisis no sólo constituye un desafío al que hay que hacer
dejado notar en el brusco frenazo que ha experimentado en frente de forma inmediata, también es una oportunidad para
China la salud y la longevidad desde la abolición en 1979 de tratar de resolver problemas de más largo alcance, pues es un
la cobertura sanitaria universal. Antes de las reformas econó- momento en que la gente está dispuesta a reconsiderar las
micas de ese año, cada ciudadano chino tenía garantizada la convenciones establecidas. Por esta razón, la crisis actual hace
asistencia sanitaria proporcionada por el estado o las coope- que sea importante abordar problemas largo tiempo desaten-
rativas, aunque fuese a un nivel muy básico. Cuando China didos como el de la conservación del medio ambiente o el de la
suprimió su contraproducente sistema de cooperativas y asistencia médica nacional, así como el de la necesidad de un
comunas agrícolas y de unidades industriales gestionadas mejor transporte público, que ha sido muy descuidado duran-
por burócratas, el índice de crecimiento del producto interior te las últimas décadas y que está siendo dejado de lado –en el
bruto del país experimentó un incremento mayor que en momento de escribir este artículo– incluso de las primeras

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que nadie puede elegir médico en los servicios nacionales de


salud europeos, lo que no es en absoluto el caso.
También se requiere, de todos modos, un mejor conoci-
miento de las opciones existentes. En los debates que han te-
nido lugar en EEUU sobre la reforma sanitaria, ha habido
una concentración excesiva en el sistema canadiense –un
sistema de salud pública que hace muy difícil tener asisten-
cia médica privada– mientras que en Europa occidental, los
servicios nacionales de asistencia médica proporcionan
atención médica a todos, pero también permiten, además de
la cobertura estatal, la medicina privada y los seguros médi-
cos privados para quienes disponen de los medios y la volun-
tad de emplearlos de este modo. No está nada claro por qué
los ricos que pueden gastar libremente su dinero comprando
yates u otros artículos suntuarios no han de poder gastarlo
en resonancias magnéticas o en escáneres. Si seguimos el
ejemplo de los argumentos de Adam Smith respecto a varias
instituciones y para tener en cuenta una diversidad de moti-
vaciones, hay una serie de medidas prácticas que podemos
tomar y que constituirían una gran diferencia respecto al
mundo en que vivimos.
La actual crisis económica no requiere, en mi opinión, un
“nuevo capitalismo”, pero sí reclama una nueva forma de
considerar viejas ideas como las de Adam Smith o, más cerca
en el tiempo, como las de Pigou, muchas de las cuales han
Arthur Cecil Pigou sido lamentablemente desatendidas. Lo que también se
necesita es una percepción más lúcida de cómo funcionan
políticas anunciadas por la administración Obama. La ase- en realidad diferentes instituciones, y de cómo una serie de
quibilidad económica es, por supuesto, un problema a tener organizaciones –desde el mercado a las instituciones del
en cuenta, pero como demuestra el ejemplo del estado indio estado– pueden ir más allá de las soluciones inmediatas y
de Kerala, es posible tener una asistencia médica garantiza- contribuir a producir un mundo económico más decente■
da por el estado a un coste relativamente bajo. Desde que
China abandonó la asistencia médica universal en 1979, Ke- Traducido por Josep Sarret
rala –que continúa teniéndola– ha superado claramente a
China en esperanza de vida y en indicadores como la morta-
Notas
lidad infantil, a pesar de tener un nivel de renta per cápita 1. Adam Smith, An Inquiry into the Nature and Causes of the Wealth of
muy inferior. Hay, pues, oportunidades también para los paí- Nations, edición de R. H. Campbell y A. S. Skinner (Clarendon Press,
ses pobres. 1976), I, II.28, p.292.
Pero los retos más grandes son los que afronta Estados 2. Smith, The Wealth of Nations, I, I.viii 26, p.91.
Unidos, que ya tiene casi el nivel más alto de gastos médicos 3. Adam Smith, The Theory of Moral Sentiments, edición de D. D.
per cápita de todos los países del mundo, pero con un logro 4. Raphael y A. L. Macfie (Clarendon Press, 1976), pp. 189-190.
5. Smith, The Wealth of Nations, I, II.iv.15, p.357.
aún relativamente bajo en cuanto a salud y con más de cua-
6. A. C. Pigou, Industrial Fluctuations (London: Macmillan, 1929), p.73.
renta millones de personas sin asistencia médica garantiza- 7. Pigou, Industrial Fluctuations, p.96.
da. Parte del problema, en este caso, es de actitud y de com- 8. A. C. Pigou, The Economics of Welfare (London: Macmillan, 1920).
prensión por parte de la opinión pública. Las percepciones, Muchos trabajos actuales sobre la desigualdad económica, incluyendo
enormemente distorsionadas, de cómo funciona un servicio las principales contribuciones de A. B. Atkinson, han sido inspiradas
nacional de salud tienen que ser corregidas mediante una en una medida considerable por la pionera iniciativa de Pigou. Véase
serie de debates públicos. Por ejemplo, es común suponer Atkinson, Social Justice and Public Policy (MIT Press, 1983).

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