EL BULLYING

Hay veces en las que, cuando nos encontramos en la escuela solemos jugar y
hacer travesuras, como cualquier niño, hay veces en las que incluso llegamos a
ser un poco bruscos y nos provocamos moretones o raspones en las rodillas, los
codos, etcétera. Está bien a veces dejarse llevar, pero tener cuidado de saber
hasta qué punto es un juego sin intención de tornarse en algo violento, y saber
cuándo es que las cosas llegaron muy lejos. No es que los niños sean violentos
por naturaleza, y tampoco es que sean crueles porque simplemente no saben
medir las consecuencias de sus actos. La verdad es que la mayor parte de los
adultos subestiman la inteligencia y la capacidad de aprendizaje de los infantes, y
no es para más, puesto que, ¿qué diablos va a saber un niño de menos de 10
años sobre poder, sobre manipulación, mentiras, crueldad, y las consecuencias de
utilizar armas? Pues la verdad es que lo saben, conviven con ello, aprenden a vivir
con ello, pero sobre todo, pueden llegar a aprender cómo actuar en base a todo lo
anteriormente dicho. Una vez que aprenden cómo y para qué sirven todas estas
cuestiones es entonces que también aprenden una cosa muy importante: tiene
que ser efectuado ante otra persona, alguien que sea lo suficientemente
vulnerable de manera emocional y físicamente, además de una persona pasiva y
sumisa, ante la cual pueda ser efectuado toda serie de actos de este tipo. Pero
entonces, una vez identificadas todas las características antes mencionadas para
practicar sus conocimientos ¿cómo saber quién es el sujeto que puede llegar a
cumplir con todas esas características?, un adulto es muy obvio que no, un animal
es un objeto que realmente no va a saber captar ni una sola de las acotaciones
que se le dictarán para hacer, pero entonces, una persona de la edad o muy
probablemente menor al infante en cuestión podría funcionar como un perfecto
sujeto para desenvolver todas estas circunstancias y que muy posiblemente
cuente con los requisitos para atender a las necesidades del niño abusador. De
esta forma una vez identificado a la víctima se debe también de determinar el
entorno en el que se es mucho más fácil tener un contacto con ella y,
especialmente un lugar que lo deje vulnerable ante sus abusos, un lugar donde
nadie pueda ayudarle o que pueda ser contraproducente para el agresor. De este
modo, lugares tales como los parques, la calle del vecindario, pero en especial las
escuelas, forman parte de un centro en el que es fácil llevar a cabo actos dentro d
los cuales los niños son la mayor parte del tiempo aprehendidos por sus
agresores, y estos a su vez tienen la oportunidad de sublevar a los demás niños

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con acciones que podrían dejar consecuencias catastróficas para los
involucrados.

A este tipo de conductas violentas llevadas a cabo dentro de las instituciones

escolares, véase caso de intimidación, maltrato, humillación y acoso entre
compañeros del colegio, se le denomina bullying.

El bullying, es un acto que tiene diferentes tipos de manifestaciones, tal como

lograr insultos, burlas, golpear y patear a otros niños, así como manipular y
amenazar. Las formas en las que un niño puede llegar a sur violento contra tras
personas de su mismo colectivo son bastante claras, sin embargo, a pesar de que
hay varios programas que tratan de lograr que estos niños dejen d cometer este
tipo de actos, así como enseñarle una cultura de respeto y tolerancia, aún sigue
siendo muy difícil que los casos de bullying no incrementen día con día,
especialmente en un país como lo es México.

Por ello este ensayo tiene la intención de plantear algunos de los problemas más
importantes por los cuales es muy probable que exista una cultura de violencia
escolar dentro de nuestro aís. Tomando en cuenta el aspecto escolar y familiar,
especialmente, pero esencialmente proponer soluciones, que aunque mínimas por
el momento, podrían crecer para convertirse en opciones factibles que sean de
gran ayuda para disminuir la problemática que representa en este caso el bullying.

La violencia, es un tema que, como sociedad nos tienen que importar sí o sí. Es
cierto que no todos, ni en todos los rincones del mundo vivimos la violencia de la
misma manera, pero es verdad que este tema lleva a congojándonos a rastras
desde que tenemos noción de lo que es y lo que no es, y más importante aún, una
vez identificada, ¿cómo hacer para afrontarla?, e incluso, una pregunta incluso
aún más justa y necesaria, ¿cómo es que se puede evitar desde el punto cero? Es
probablemente de las principales cuestiones que tenemos que resolver como
sociedad, sobre todo en un país como lo es México; un país lleno de tanta
violencia cuantificada en robos, violaciones, asesinatos, violencia de género,
intrafamiliar, laboral, etcétera. Con tantísimos niveles de agresión, se puede
deducir que no será una tarea fácil el estudiar y resolver todos y cada uno delos
casos en los que el abuso se encuentre presente. Nuestro país está en una
situación tan difícil, que le resultaría mucho más complicado contrarrestar la
violencia a diferencia de otros países alrededor del mundo, por lo cual, se vuelve
aún más necesario el fichar eventos que como consecuencia estén dando lugar a
eventos de este tipo, teniendo como objetivo primordial el hecho de, una vez
identificados tomar acción para llegar a soluciones que den lugar a una pronta
resolución que elimine toda probabilidad de situaciones catastróficas en el futuro.
Es como el denominado efecto mariposa, toda pequeña acción, puede

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desembocar en un evento de magnitudes aún más grandes y a veces llegan a ser
tan devastadoras que son irreversibles. Por ello, la mayor parte de las veces, son
cuestiones tan pequeñas como el aleteo de una mariposa, que si no son tratadas
debidamente y al tiempo correcto, pueden provocar un huracán en un futuro
próximo.

Dentro de este texto, se observará a esta situación de la violencia dentro de uno

de los planos en los que se manifiesta y que también es de vital importancia
resolver para México, dado que el país ocupa el primer lugar en este caso de
coacción dentro de un sector específico de la población a nivel mundial: el acoso
escolar, mejor conocido como bullying.

El bullying, como ya lo mencionamos, es toda clase de comportamiento violento

de un niño a otro, generalmente practicado dentro de las instituciones escolares.
En ocasiones, estas agresiones toman lugar de una manera leve, tal cual es así,
que hay situaciones en las que se llega a confundir el maltrato por un juego en el
que simplemente los niños se llevan un poco pesado. El problema aquí es que hay
una diferencia entre ser parte de un juego que conlleva un poco de brusquedad en
el asunto, y otra muy grande, es no estar siendo parte de ningún juego, y observar
que el tipo de tratos tomados son constantes y variados, que ya no se restringen a
tomar forma por medio de contacto físico, si no también hay un cierto porcentaje
incluido de violencia verbal. Y es que, estas son cuestiones que debido a que
comienzan con algo que en un inicio era considerado como un pequeño acto
inocente de un infante que no conoce el límite de su fuerza, son ignoradas por los
adultos en varias ocasiones, hay momentos en los que cuando el problema va
avanzando paulatinamente, para cuando el adulto en cuestión llega a darse
cuenta de que en realidad esto iba mucho más allá de unos simples empujones,
ya sería demasiado tarde para preocuparse por hacer algo para detenerlo.

El acoso escolar es algo que ha aquejado a la población mundial por variedad de

tiempo, y eso ha quedado muy en claro a partir d los estudios logrados por el
investigador Dan Olweus a comienzos de la década de los 70, comenzado primero
por su país natal que es Suecia y posteriormente llevando su trabajo hacia otros
países europeos y muy prontamente llegando al continente americano. Olweus
comenzó sus estudios gobernado por la preocupación que le generó el saber que
dentro de una comunidad noruega, habían acontecido tres suicidios en niños que
se encontraban cursando las etapas finales de la escuela primaria.

Pero en lo que respecta a la actualidad, autores tales como Guadalupe García

García y Susan Limber en compañía de Patricia Agaston y Robin Kowalski, entre
trso más, tienen en cuenta que el bullying ha aumentado en gran medida debido a
las nuevas tecnologías de comunicación, lugares en los que es aún más fácil el

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diseminar la violencia y que complica aún más la situación, debido a que el
internet es un medio por el que se propaga la información a una velocidad
increíble así como todo el mundo puede estar enterado de cualquier movimiento
dentro de la red y, lo más peligroso, el hecho de que es un medio de difusión
anónima, por lo cual es aún más difícil identificar culpables.

El bullying, como ya lo mencionamos, es toda clase de comportamiento violento

de un niño a otro, generalmente practicado dentro de las instituciones escolares,
mientras que el cyberbullying, es todo acoso ocasionado dentro de los medios de
comunicación virtuales. Sin embargo, y a pesar de que el cyberbullying también es
una situación que sobre todo en tiempos actuales requiere de una atención
importante, el problema que vamos a plantear por el momento es el propio acoso
suscitado en las escuelas.

En ocasiones, estas agresiones toman lugar de una manera leve, tal cual es así,
que hay situaciones en las que se llega a confundir el maltrato por un juego en el
que simplemente los niños se llevan un poco pesado. El problema aquí es que hay
una diferencia entre ser parte de un juego que conlleva un poco de brusquedad en
el asunto, y otra muy grande, es no estar siendo parte de ningún juego, y observar
que el tipo de tratos tomados son constantes y variados, que ya no se restringen a
tomar forma por medio de contacto físico, si no también hay un cierto porcentaje
incluido de violencia verbal. Y es que, estas son cuestiones que debido a que
comienzan con algo que en un inicio era considerado como un pequeño acto
inocente de un infante que no conoce el límite de su fuerza, son ignoradas por los
adultos en varias ocasiones, hay momentos en los que cuando el problema va
avanzando paulatinamente, para cuando el adulto en cuestión llega a darse
cuenta de que en realidad esto iba mucho más allá de unos simples empujones,
ya sería demasiado tarde para preocuparse por hacer algo para detenerlo.

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