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Estereotipo

Se conoce con el nombre de estereotipo (del griego: στερεός


[stereós], «sólido», y τύπος [typos], «impresión, molde»)1 a la
percepción exagerada y con pocos detalles, simplificada, que se
tiene sobre una persona o grupo de personas que comparten
ciertas características, cualidades y habilidades, que busca
«justificar o racionalizar una cierta conducta en relación a
determinada categoría social».2 Regularmente los estereotipos
son basados en prejuicios que la sociedad establece conforme su
ideología de «modelo a seguir» de conducta o características
físicas, estos van cambiando conforme el paso del tiempo.

El término se usa a menudo en un sentido negativo,


considerándose que los estereotipos son creencias ilógicas que
limitan la creatividad y que sólo se pueden cambiar mediante el
razonamiento personal sobre ese tema. Los estereotipos son El judío errante, grabado de Gustave
alegatos comunes del pasado. Incluyen una amplia variedad de Doré, caricatura basada en
alegaciones sobre diversos grupos raciales y predicciones de estereotipos.
comportamiento basadas en el estatus social o la riqueza. Son
esquemas de pensamiento o esquemas lingüísticos pre
construidos que comparten los individuos de una misma
comunidad social o cultural.3

Existe una tripartición que nos permite entender cómo funcionan


los estereotipos en las sociedades. Por un lado existe un
componente cognitivo que nos permite reconocer un estereotipo
porque encuadra con conocimientos previos que ya tenemos
sobre el mismo, es una categoría que nos permite identificar y
Un grabado neerlandés del siglo
reconocer fácilmente a ciertos grupos. Por otro lado también
XVIII de los pueblos del mundo, que
existe un componente afectivo, donde entran en juego los representa a los habitantes de Asia,
sentimientos que experimentamos en relación con ese estereotipo, América y África como salvajes.
que pueden ser de prejuicio u hostilidad, o bien, ser positivos. Abajo están mostrando un inglés, un
Finalmente en todo estereotipo hay un componente neerlandés, un alemán y un francés.
comportamental que supone llevar a la práctica acciones
asociadas a esos sentimientos experimentados frente a ciertos
estereotipos. Por ejemplo, cuando se le niega un trabajo a alguien por pertenecer a un grupo determinado.
Estos tres componentes no necesariamente aparecen todos juntos, uno puede asociar a unos grupos
características negativas sin sentir hostilidad o reticencia hacia el mismo y sin excluirlos de ámbitos
sociales como el trabajo.

Representar a alguien con ciertas características remite a un estereotipo, manifestar desprecio u hostilidad
por su grupo de pertenencia se relaciona con un prejuicio, y finalmente llevar adelante acciones sobre la
base de esos prejuicios supone una discriminación.4
Índice
Uso común
En medios de comunicación
Definición y evolución de su significado
Estereotipos en la literatura infantil
Estereotipos en los medios de comunicación
Estereotipos en la publicidad
Estereotipos en el cine
Recomendaciones para la eliminación de estereotipos
En informática
En la cultura de Internet
Estereotipo de grupo
Ejemplos de estereotipo de grupo
Véase también
Referencias
Bibliografía
Enlaces externos

Uso común
Están constituidos por ideas, prejuicios, actitudes, creencias y
opiniones preconcebidas, impuestas por el medio social y
cultural, que se aplican de forma general a todas las personas
pertenecientes a una categoría, nacionalidad, etnia, edad, sexo,
orientación sexual, procedencia geográfica, etcétera.

En la literatura y el arte, los estereotipos son clichés, personajes o


situaciones predecibles. Por ejemplo, un diablo estereotipo es
malvado, con cuernos, cola, y tridente.

Originalmente un estereotipo era una impresión tomada de un


molde de plomo que se utilizaba en imprenta en lugar del tipo
original. Este uso desembocó en una metáfora sobre un conjunto
de ideas preestablecidas que se podían llevar de un lugar a otro
sin cambios (al igual que era posible con el tipo portable).
Estereotipo de villano.
En la ética y valores humanos se usan estereotipos que ayudan y
contribuyen a la forma de representar los problemas que se
presentan en la sociedad diaria y continuamente en todo el
mundo.

En medios de comunicación
Los medios de comunicación cumplen un rol fundamental en la construcción y la reproducción de
estereotipos. A partir de las imágenes e ideas que circulan en los medios, el público accede a ciertos
estereotipos que los mismos reproducen y construyen a la vez. Ciertos formatos como la publicidad y los
programas dirigidos al público infantil usan los estereotipos ya que los mismos permiten un mensaje
eficaz, pues son rápidamente identificados y reconocidos. Tal y como señalan Ruth Amossy y Anne
Herschberg Pierrot, «La visión que nos hacemos de un grupo es el resultado de un contacto repetido con
representaciones enteramente construidas o bien filtradas por el discurso de los medios. El estereotipo
sería principalmente resultado de un aprendizaje social».5 Incluso lo que percibimos en la vida cotidiana
(y no solamente a través de los medios) también utiliza nuestros conocimientos e ideas previas, y por
tanto nunca es totalmente objetivo sino que está moldeado por la cultura a la que pertenecemos y desde la
que percibimos la realidad.

Definición y evolución de su significado


La palabra estereotipo, formada por los vocablos griegos stereós (sólidos) y typos (carácter, tipo o
modelo), es un neologismo creado en el siglo XVIII en el ámbito de la tipografía para designar un
conjunto de tipos sólidos o fijos. En concreto apareció en Francia en 1796 —steréotype—, traducida
como estereotipo que se usa como adjetivo y sustantivo para describir el molde sólido o algo impreso con
el procedimiento de los tipos fijos. La expansión de la palabra fue pareja a la rápida difusión de la técnica
y surgieron equivalentes, casi idénticos, en la gran mayoría de lenguas modernas. En España se usa el
término «estereotipo» para el objetivo y «estereotipa» para el proceso. El último término evoluciona a
«estereotipia», el cual fue reconocido por la Real Academia Española en 1843.

El significado original y sus derivados fueron extendiéndose a un concepto cada vez más figurativo. Por
tanto, apareció una nueva acepción que supone un puente entre su origen tipográfico y su significado
actual dentro de las ciencias sociales; tal acepción se refiere a cualquier cosa que se repita
sistemáticamente de la misma forma, sin variación. En resumen, los términos referidos a la estereotipia
se refieren en principio a las impresiones salidas de un molde y poco a poco van siendo aplicadas a todo
lo que parece salido de un molde, ya hecho, invariable.6

Otras definiciones se refieren a estereotipo como una imagen o idea aceptada comúnmente por un grupo
o sociedad con carácter inmutable1 y una imagen convencional o una idea preconcebida que no tiene una
base racional. Se trata de una concepción popular sobre un grupo de personas y constituye una forma de
categorizar grupos de gentes de acuerdo con sus apariencias, comportamientos y costumbres.7

Con los estereotipos no suele cumplirse la ley de causa y efecto, más bien suele suceder a la inversa.
Además normalmente parecen seguir una lógica, pero cuando se analizan se descubre que son
irracionales e inverosímiles. La imagen creada suele ser una manera de emitir un juicio de valor acerca de
un grupo, normalmente basados en raza, profesión o sexo.7

Es frecuente atribuir la creación de estos estereotipos a la sociedad, pero realmente los medios de
comunicación son grandes vehículos para difundirlos. En cierto modo los medios de comunicación
refuerzan las opiniones generales haciendo uso de la exposición y reiteración de ideas coexistentes. Los
estereotipos tienen cierta conexión con las condiciones sociales, esto les suma fuerza. Al poder localizar
en ellos un grano de verdad, su divulgación se hace efectiva. A pesar de que no todos aceptan los
estereotipos como verdad, acostumbran a estar aprobados por grandes colectivos. El estereotipo es
verdadero y falso al mismo tiempo y está basado en los prejuicios de un grupo hacia otro.
El discurso publicitario es una fuente inagotable de estereotipos. Los mensajes publicitarios usan
estereotipos icónicos para instalarnos en un universo onírico al que accederemos, por supuesto, tras la
adquisición del producto anunciado.8

Estereotipos en la literatura infantil


El primer relato que se conoce cuenta la historia de dos hermanos, Anup y Bata, en un papiro de hace
unos 3250 años. Según un estudio de Kurt Ranke el relato ha sufrido más de 700 versiones distintas. La
mitología griega es la gran portadora de personajes y leyendas que, evolucionadas a través de los siglos y
bajo la influencia de las distintas culturas y tradiciones, son el origen de muchos de los cuentos que hoy
conocemos. En España el origen del cuento está influenciado por la cultura árabe, que introdujo gran
cantidad de relatos, los cuales fueron recopilados por Don Juan Manuel, regente de Castilla, en su obra El
conde Lucanor o libro de los ejemplos. En la obra encontramos una característica propia de estos relatos,
la moraleja que servía para dar una respuesta moral a las dudas que se iban planteando.

El cuento infantil, independientemente de la época, lleva implícito en sus personajes estereotipos que
reflejan los aspectos culturales de la época de la que provienen. Los personajes son representaciones del
bien o del mal como ejemplo para imitar o repudiar, debido a su carácter moralizador. Los valores de los
personajes cambian a lo largo del tiempo y se adaptan a las estructuras socioculturales del momento. El
héroe y el villano de los cuentos de Charles Perrault o de los Hermanos Grimm poseen cualidades o
defectos distintos entre sí, y además, también distan de las cualidades que se consideran hoy en día. La
posible interpretación de algunos personajes comunes es la siguiente:

La bruja: representa la parte regresiva de todo ser humano, el mal que ha de ser destruido
y combatido.
La madrastra: representa la destrucción dentro de la familia y da cabida a la heroicidad en
el niño o la niña desamparado.
La princesa: la doncella indefensa que ha de ser protegida y/o rescatada.
El lobo: el miedo a la noche y a la oscuridad.
Durante siglos, en la antigüedad clásica existió la creencia de que había mujeres capaces de
transformarse a voluntad y de transformar a otros en animales, se las llamaba brujas y la imagen
estereotipada de los cuentos las define como viejas amargadas y malévolas.

La mayoría de los cuentos maravillosos provienen de relatos antiguos sobre campesinos sometidos al
régimen feudal. Los valores sociales de esta época lo constituyen el valor y el respeto por el orden
establecido, donde la única mejora para la clase baja se encarna en el joven campesino capaz de superar
pruebas y conseguir la mano de la princesa.

En el siglo XVIII, con la Revolución Industrial, surgen nuevos héroes y villanos más acordes con el
hombre de ciudad que ha dejado de lado el campo. Aparecen piratas, pistoleros, bandidos… como
nuevos héroes que se enfrentan al orden establecido y el villano pasa a ser un elemento propio del
sistema como lo es la sociedad burguesa, las costumbres acomodadas o el ejército.

El siglo XX, debido a su carácter bélico proporciona nuevos elementos, por ejemplo la influencia
americana propone nuevos villanos, personalizados en japoneses y alemanes contra los que el héroe ha
de luchar para defender la libertad del mundo.
El cuento ha evolucionado desde aquellos villanos de antaño a villanos con carácter más cotidiano como
puede ser el profesor de colegio o el bullying dentro de las aulas o fuera. El cuento ha pasado a integrarse
dentro de la vida real.9 10

Estereotipos en los medios de comunicación


Trancart (1996), en diversos estudios en medios de comunicación franceses (prensa, radio y TV),
descubrió que una de cada dos mujeres es citada sin que conste su profesión, mientras que en el caso de
los hombres esto sólo ocurre en una de cada diez ocasiones. Tal y como dice Martín Serrano (1995), «uno
de los esquemas que más se repiten en la televisión es el de las mujeres asociadas con el cuerpo, y los
hombres con la cabeza». Así se demuestra en programas televisivos como por ejemplo La Ruleta de la
Suerte, en los que la mujer se presenta como un simple objeto de belleza. «Por desgracia y en un gran
porcentaje de los casos, cuando la mujer aparece en imágenes, lo hace en muchas ocasiones representado
a ciertos estereotipos que han resistido al paso del tiempo y que siguen estando presentes en la mayoría
de las sociedades. Así, nos podemos encontrar con la mujer en el papel de seductora, aludiendo a
conceptos relacionados con la belleza, el erotismo, y la provocación, o como serpiente tentadora. En
definitiva, en el sujeto convertido en objeto».

En Estados Unidos, The National Federation of Press (Gallagher, 2001) muestra cómo las mujeres han
visto incrementar su porcentaje de ocupación de puestos de dirección o de toma de decisiones en solo un
1% cada año desde 1977. Por su parte, el profesor David Weaver llega a la conclusión de que las
periodistas americanas habían conseguido ganancias significativas en materia de control editorial en los
últimos tiempos. Se observa también cómo, a pesar de que en las aulas de los colegios y universidades de
periodismo en Estados Unidos las mujeres superaban en número a la presencia masculina, –un dato que
también se observa en España– seguían teniendo una presencia minoritaria en las salas de prensa y
especialmente, en los puestos de dirección.

En Francia, en Gallagher (2001) se afirma que en el periodismo francés la condición femenina es una
restricción para acceder a responsabilidades en el periodismo. Señala que la distancia con respecto a las
grandes responsabilidades en este ámbito profesional y a las columnas importantes se traduce en menos
probabilidades de encontrase con gente famosa, facilitando en cambio un mayor acceso a personajes más
anónimos y reportajes menos brillantes, lo que en resumen produce un periodismo tipificado como
femenino. Es decir, que lo que las mujeres escriben no siempre guarda relación con la sensibilidad
femenina, sino que en muchas ocasiones no tienen acceso a escribir algo distinto, debido a las estructuras
de poder con las que se topan en esta profesión jerarquizada.

En Reino Unido, en Gallagher (2001) se apunta cómo los hombres que estudian periodismo consiguen
más rápidamente un trabajo en los medios que las mujeres. Esto ha llevado a que algunas compañías
adopten políticas y programas de acción para equilibrar esta situación, pero puntualiza que esta adopción
es más común en radio y televisión que en prensa y que ocurre más a menudo en medios de
comunicación públicos que en el sector mediático privado.

En Sudáfrica, Green (2001) recuerda cómo en un estudio de igualdad laboral realizado una década
después de la proclamación del final del apartheid, el número de personas negras que ocupaban cargos de
poder en el mundo académico y administrativo solo ascendía a un 10 % del total. Lo sorprendente del
estudio era que entre el 90 % restante correspondiente a personas blancas que ostentaban esos puestos de
alto escalafón hubiera una ausencia casi total de mujeres blancas en las estructuras de poder y en la
universidad. Siete años después del fin del apartheid y bajo la nueva ley de igualdad para con los negros
y las mujeres, sólo se encuentra con tres mujeres que ocupen el puesto de editoras en periódicos del país,
dos de ellas de raza blanca y la otra negra. También destaca que bajo un gobierno con mayoría negra
dirigiendo el país, la mayoría de los negocios y profesiones están controladas por manos blancas.

En Australia, en 1996 se llevó a cabo un estudio que desvelaba que el 23 % de las mujeres periodistas de
los medios habían dejado sus trabajos por motivos que tenían que ver con la discriminación que venía
sufriendo el género femenino en su promoción laboral. Asimismo, en 1991 The International Federation
of Journalism (IFJ) admitió que el 27 % de los periodistas que trabajaban en los medios eran mujeres, en
2001 ya superaban el 38 %, sin embargo este estudio también reconoce diferencias significativas en
función del país analizado. Por ejemplo, mientras que en Finlandia y Tailandia estaban cerca del 50 %, en
Sri Lanka y Togo las mujeres periodistas no llegaban casi a un 6 % (Peters, 2001).

En relación con la presencia de la mujer en los distintos medios de comunicación, como es por ejemplo la
radio, los locutores están por encima de las mujeres, sobre todo durante la mañana. Según afirma Cramer,
las mujeres están prefiriendo trabajar en los telediarios que en los informativos de la radio. En lo que
respecta a los medios de comunicación en línea, a pesar de la revolución acontecida en este medio, las
grandes multinacionales de la comunicación parecen haber perdido la oportunidad de revolucionar la
organización y la cultura de las salas de redacción, sobre todo, por lo que se refiere a la igualdad de
género en los puestos directivos (Thiel Stern, 2006).

La mayoría de las entrevistadas no piensan que la escasez de mujeres en los puestos directivos del medio
en línea se deba a sexismo o discriminación. Aun así, la insuficiente representación de la mujer es
problemático. Los altos cargos son tan pocos y cuesta tanto acceder a ellos que no hay «suficiente pastel
para repartir».11

Estereotipos en la publicidad
Los estereotipos en la publicidad son ideas simplificadas de la realidad que han sido aceptadas por la
sociedad o por un grupo de personas determinado. No tratan simplemente de vendernos el producto al
que hacen referencia, sino que nos venden el éxito social o la competitividad. Muchas veces en un
principio pueden resultar forzados o incluso cómicos, pero al final acaban siendo aceptados. El anuncio
publicitario debe ser representado con un vocabulario tópico, que refleje los valores y argumentos en que
se sustenta el estereotipo de la marca. Así se crearán unos estereotipos definidos que no aparecen con
tanta simplicidad en la realidad.

En definitiva, la publicidad es una de las principales responsables de los estereotipos, ya que a través de
muchas estrategias comerciales consiguen establecer modelos de conducta que las personas tratarán de
imitar, nos hace creer que si consumimos el producto anunciado conseguiremos obtener las mismas
características.

En el mundo publicitario encontramos diferentes tipos de estereotipos, aunque el principal es el sexo.


Este se utiliza para todo tipo de productos e incluso para aquellos que no tienen nada que ver con él. Se
trata de un estímulo que el receptor acoge de forma positiva y rápida. El rol de la mujer en la publicidad
ha sido altamente estereotipado, representándola siempre como esposa, madre, ama de casa o incluso
como mujer objeto. Se muestra la imagen de mujer dependiente y débil pero, ante todo, bella. De esta
forma, la mujer es representada no sólo como objeto de deseo del varón sino, como afirma García
Oyarzun (2014), como parte del consumo del objeto publicitado. A pesar de que la objetivación de la
mujer sigue siendo abundante en la publicidad, actualmente también empiezan a aparecer ejemplos de la
mujer superwoman que no necesita la ayuda del hombre. En el hombre el estereotipo establecido ejerce
mayor presión social hacia una imagen que refleje fuerza, agresividad, dominio, valentía, pero sin
descuidar tampoco su aspecto físico. A su vez, son mostrados como poco profundos y muy superficiales,
esencialmente incompetentes.12 13

Sin embargo, tanto en el caso de los hombres como en el de las mujeres uno de valores más explotados es
la belleza. Los creativos publicitarios recurren siempre a modelos atractivos para llamar la atención del
público y con ello pretenden que el público crea que, al consumir su producto o servicios, su físico será
tal y como se muestra en la publicidad y que de esa forma su vida será mejor. En muchos casos, esa
necesidad generada de alcanzar el ideal físico mostrado en la publicidad da lugar a trastornos
alimenticios (anorexia, bulimia) y otros problemas psicológicos, sobre todo en adolescentes, que son un
blanco fácil para este tipo de presiones.

Dentro de la publicidad infantil el estereotipo que más se desarrolla es el de los roles de género,
marcando supuestas diferencias entre chicos y chicas. Las niñas suelen ser representadas como
obedientes, delicadas y ordenadas, que ayudan a la madre en el hogar asumiendo responsabilidades desde
una edad muy temprana. Del mismo modo todos los juguetes enfocados para las niñas tienen relación con
el mundo de la cosmética y el hogar. Por el contrario, los niños suelen mostrarse como inquietos y
rebeldes, aunque a su vez son emprendedores. Y de esa forma los juguetes para niños suelen tener que
ver con el mundo de la construcción, el automóvil o incluso campos más agresivos como la guerra.
También se suele usar a los niños como gancho para vender productos a los adultos, valiéndose de la
simpatía o ternura que producen.12

En ocasiones la publicidad también fomenta ciertos estereotipos raciales. De esta forma, la mayoría de
las veces pueden llegar a subestimar una raza sobre otra, como sucedió en el anuncio de una cadena de
comida rápida en Alemania, que indignó a los mexicanos.14 Además, el físico ideal que muestra la
publicidad tiene también ciertos componentes raciales. Esto sucede porque, por norma general, los
modelos utilizados no sólo comparten entre sí su delgadez y belleza, sino que suelen ser personas con
rasgos caucásicos, piel blanca y, muchas veces, pelo rubio y ojos claros. Esto ayuda a fomentar la idea de
que hay una raza más perfecta o superior que el resto.12

En resumen, el uso de estereotipos es negativo cuando empiezan a convertirse en prejuicios y


condicionantes. Actualmente este problema está empezando a cambiar ya que los consumidores tienen
más consciencia sobre este fenómeno pero, aun así, la gran mayoría sigue siendo manipulada por los
anunciantes.

Estereotipos en el cine
Según un estudio realizado por el Observatorio de Cultura y Comunicación de la Fundación Alternativas,
el cine producido por los grandes estudios de Estados Unidos representa aproximadamente entre el 70%
y el 80% del mercado mundial. Este mismo estudio afirma que Hollywood domina el imaginario
colectivo. Este imperialismo cultural deriva en un mercado cinematográfico –especialmente el
occidental– con referencias y estereotipos comunes.16

Con respecto a España, la mejor cuota de mercado de la historia del cine nacional fue la obtenida en
2014, con un 25,5 %, más de 6 puntos porcentuales por encima de la obtenida en 2013 (19,2 %).17 18
Dentro de este porcentaje el cine de autor no tiene apenas cabida. Esta limitación contribuye al fomento
del consumo de cine elaborado al estilo hollywoodiense, más rentable en términos económicos. De este
modo, a la hora de hablar de estereotipos en el cine se habla
principalmente de aquellos que aparecen reflejados en el cine
norteamericano y que, por extensión, llegan a mayor número de
población.

Como apunta Parini, «el estereotipo –en sus diferentes formas y


significados– representa un instrumento y una solución a la
exigencia objetiva, presente en los medio de comunicación, de
Un ejemplo de estereotipo en el cine
reducir una complejidad que no es fácil de difundir».19 Pero
es la actriz Salma Hayek (siempre le
recurrir al estereotipo refuerza los tópicos, generalmente alejados dan papeles que representan a un
de la realidad a la que aparenta representar, ya que, para Pérez personaje de origen
Serrano «el cine contribuye a la formación, mantenimiento o latinoamericano).15
eliminación de estereotipos, según apoyen o no las creencias
aceptadas socialmente. Además, general modelos que influyen en
la creación de la identidad social».20

Estereotipos culturales

«Durante gran parte del siglo, la teoría del cine en Europa y Norteamérica parece haber vivido de la
ilusión de ser totalmente ajena a toda raza». Esta frase del teórico Robert Stam (1999) define no solo la
teoría, sino también una realidad.21

En lo que al cine norteamericano respecta, los principales papeles representados por los asiáticos son el
de mafioso y el de experto en artes marciales –o ambos a la vez, generalmente–. Por su parte, los latinos
suelen ser pobres con un especial talento para bailar, seducir o embaucar o traficantes y personas
allegadas a estos. Los afroamericanos aparecen representados por personajes graciosos, con carácter y/o
buena voz. Los rusos suelen aparecer como agentes, ex agentes secretos o mafiosos dispuestos a poner en
peligro la seguridad mundial. Al pueblo judío lo representan como un colectivo avaro y codicioso,
mientras que los árabes, como terroristas.

Los occidentales de piel clara suelen ser los protagonistas de las películas y desempeñan diferentes roles,
también estereotipados, fundamentalmente en torno al género. Cabe mencionar aquí al héroe americano,
firme defensor de lo correcto, la libertad y la justicia y algunos de los tópicos más frecuentes en torno a
los europeos: los alemanes se relacionan con la cerveza y un gran tamaño, los españoles con la fiesta y el
flamenco –y a veces con los trajes de mexicano– y los italianos con la seducción, la mafia, la pasta y la
Vespa. En definitiva, el reflejo que hace el cine comercial no es el del individuo, sino el de los tópicos.

Si dirigimos la mirada hacia el cine español, Gordillo concluía en un trabajo sobre el diálogo intercultural
en el cine español contemporáneo que «el cine español muestra actualmente unas relaciones
interculturales deficientes entre el oriundo y el inmigrante que llega huyendo de la pobreza, debido –
sobre todo– a la mirada etnocéntrica y a los prejuicios sociales y culturales de carácter negativo».22

Para Rodrigo Alsina, catedrático de Teorías de la Comunicación de la Universidad Pompeu Fabra de


Barcelona, «dentro del cine español encontramos una profunda falta de información sobre las etnias,
culturas y pueblos que empiezan a vivir en nuestras ciudades. En realidad, una de las causas del rechazo
social y del racismo es el desconocimiento de la otra cultura, que da lugar al estereotipo, una de las
marcas que se presentan al reflejar los rasgos del diálogo intercultural en el cine español. Aunque los
estereotipos ayudan a ordenar y dar sentido a los hechos que desbordan nuestro conocimiento, son un
problema cuando se utilizan para fundamentar ideas y opiniones supuestamente serias. Los prejuicios y
los estereotipos siempre se utilizan para analizar la realidad y debemos de ser conscientes de ello».23

Estereotipos de género

Para Williams y Best, «uno de los estereotipos que a lo largo de la historia se ha mantenido con más
fuerza y fiabilidad es el del sexo. En múltiples trabajos, algunos ya clásicos y otros más cercanos se
encuentran descripciones de los grupos de hombres y de mujeres que engloban características similares
en contextos tan diversos como América del Norte y del Sur, Asia, África, Europa y Australia. Estas
descripciones retratan a las mujeres como sensibles, cálidas, dependientes y orientadas a la gente, en
tanto que a los hombres se les ve dominantes, independientes, orientados hacia el trabajo y agresivos».24

La industria cinematográfica moderna representa a la mujer a través de un estereotipo en el que se ajusta


al canon de belleza, que viste por lo general con ropa seductora y cuyo rol se encuentra entre ser el objeto
de deseo o una acompañante fiel, tierna y comprensiva de la figura masculina protagonista. Las mujeres
mayores o poco atractivas solo optan a papeles secundarios o se ven relegadas a papeles como el de bruja
o señora de la limpieza cuando, por el contrario, los hombres de su misma condición sí optan a papeles
protagonistas y aparecen siempre rodeados de atractivas jóvenes que, en palabras de Gila y Guil Sevilla,
o se enamoran de ellos o se venden a su poderío. Las mismas autoras reconocen, no obstante, que «existe
cine español y europeo que escapa a estos tópicos», pero que «su influencia es muchísimo menor al ser
significativamente menos visto por los espectadores».25

Sin embargo, la sociedad está viviendo un empoderamiento de la mujer en las últimas décadas, lo que
augura algunos cambios en la industria cinematográfica, si seguimos el criterio de González Gabaldón,
que manifiesta que «una forma concreta de cambio del estereotipo se produce al modificarse los roles de
un grupo y cuando esto sucede los estereotipos se adaptan rápidamente y pasan a reflejar los nuevos
desempeños».26 En la actualidad se busca derribar los modelos femeninos superficiales planteados en
los medios de comunicación para combatir los estereotipos que tratan a la mujer como objeto en lugar de
sujeto.

Varios autores consideran que un enfoque holístico de concienciación a todos los niveles sobre el
binomio sociedad-industria cinematográfica no solo permitiría seguir avanzando en dirección a la
restitución de la integridad de la figura de la mujer con pleno derecho, sino que direccionaría el uso de
una herramienta de difusión como es la industria del cine hacia motivos superiores, universales y
ejemplarizantes para la sociedad que los estrictamente mercantiles.27

Recomendaciones para la eliminación de estereotipos


A pesar de que la prevalencia de los estereotipos es continua en el tiempo y está fuertemente arraigada en
nuestra cultura y en nuestro día a día, la utilización de estas figuras vejatorias ha de llegar a su fin, puesto
que sólo contribuyen, en muchos casos, a desfigurar una realidad variada y rica con complejos y miedos
o reservas infundados. La desaparición de los mismos es una meta por la que han de pugnar todos los
agentes sociales, aunando esfuerzos por una eventual erradicación de los mismos.

A continuación se procede a la enumeración de algunas de las recomendaciones de los estudiosos del


tema para hacer desaparecer los estereotipos de los medios de comunicación:
Los medios han de representar el pluralismo de imágenes y discursos que genera la
sociedad, igualmente plural y diversa, al servicio de la igualdad y la justicia, para así
permitir que todas las partes de la misma estén correctamente representadas.
Se han de crear relaciones positivas y continuas con las organizaciones y profesionales
para mejorar la imagen y el posicionamiento de las minorías desfavorecidas. En el caso
concreto de los periódicos, podría ser interesante crear una sección específica destinada a
sensibilizar a los públicos acerca de estos ámbitos, o incluso lanzar una revista que aborde
esta temática. Por lo que respecta a lo audiovisual, a la televisión, dada su naturaleza
como medio masivo, que consigue mayor cobertura e impacto, podría ser interesante
realizar programas o debates televisivos, destinados a proporcionar información sobre los
estereotipos, contrastando, aportando datos, para así permitir a las audiencias
desmontarlos por sí mismos.
Conseguir repercusión, que las noticias, reportajes e investigaciones realizados por
aquellos integrantes de las minorías desfavorecidas lleguen a los principales medios
relatando los hechos desde su punto de vista, dando proyección y por lo tanto, influir así en
las políticas relacionadas de los países, tanto a nivel nacional como internacional.
Creación de cursos, seminarios y similares sobre orientación de estos asuntos para
profesionales de los medios con el fin de desalentar la información insensible respecto a
las minorías.
Desarrollar organismos, asociaciones, centros de información, oficinas, tanto nacionales
como internacionales que propicien al cambio social, con un canal directo y abierto de
comunicación con los principales medios para así planificar políticas y planes de acción
eficaces.
Contar con la implicación de directores de los canales, los productores, los publicistas; es
decir, todos los públicos implicados, tanto decisores como los que contribuyen a generar la
opinión pública.
Creación de un código ético y de conducta que se refiera específicamente estos temas,
enfocado a los medios de comunicación masivos.
Creación de equipos multiculturales en los medios.

Recomendaciones para la prensa escrita

El lenguaje no es una creación arbitraria de la mente humana, sino un producto social e histórico que
influye en nuestra percepción de la realidad, de ahí su gran importancia.

Es importante tener en cuenta que la audiencia no es necesariamente homogénea y está


conformada por mujeres y hombres de diferentes vertientes culturales, creencias,
costumbres y orígenes. Se han de intentar satisfacer las necesidades informativas del
amplio abanico de los públicos y la pluralidad de intereses que representan. El supuesto
ser humano neutro carece de existencia real y, por tanto, de cabida en los medios.
Considerar los grandes cambios experimentados por los colectivos, los avances y
retrocesos, abusos y ayudas, y trasladar esto a las informaciones para que una correlación
en los medios de comunicación.
Diversificar las fuentes, dar voz a los afectados y evitar limitarse a los interlocutores y jefes
jerárquicos de las instituciones, que aportan datos, cifras frías y sin rostro, en lugar de
buscar a las personas que hay tras ellas.
Introducir perspectiva, entendido esto como asumir cada colectivo, cada individuo desde su
diferencias; poner de relieve que hemos sido socializados de una manera distinta y a
menudo educados en valores diferentes o incluso opuestos. Esta socialización ha
introducido a la fuerza variedades de comportamiento, de actitudes, de creencias, de estilo
o de formas de vida.
Ser cuidadoso en la adjetivación. Ha de prevalecer la búsqueda por aportar nuevos rasgos
informativos a la noticia y destierra el sentido sensacionalista, evitando alusiones
despectivas y groseras o demasiado elogiosas que no aporten nuevos contenidos
informativos.

Recomendaciones particulares para los profesionales de la información

Conocer las culturas.


Hacer que impere la racionalidad; no guiarse siempre sólo por las emociones. Hacer primar
la honradez y la profesionalidad.
La empatía es importante: ponerse en el lugar del otro. Intentar comprender a los demás.
Asumir que todos los seres humanos, por el simple hecho de serlo, merecen respeto y
dignidad.
Utilizar el pensamiento crítico y no sucumbir a la presión de un grupo.
Guiarse por los derechos humanos y la democracia, así como los valores que promueven.
Apreciar a la gente que lucha por un mundo más justo y combate la discriminación.
No caer en la trampa de los estereotipos; no son más que imágenes falsas y simplificadas.
Aceptar la individualidad de cada ser humano.

En informática
Es un concepto dentro del Lenguaje de Modelado Unificado, donde se utiliza para encapsular los
comportamientos. Por lo tanto, un estereotipo se utiliza como un vehículo para comunicar los requisitos
de software y diseños, carece de la actual connotación negativa que se le da en el uso general.

En la cultura de Internet
Bright – Persona que adhiere e impulsa la visión naturalista del mundo, incluyendo igualdad
de derechos civiles, y aceptación de las personas que comparten dicha visión del mundo.
Friki – Personas interesadas obsesivamente en los temas de la denominada cultura friki:
ciencia ficción, fantasía, videojuegos, historietas, informática, etcétera.
Nerd – Persona abocada al estudio y la labor científica, informática e intelectual, hasta el
punto de mostrar desinterés por las actividades sociales, físicas y deportivas.
Gamer – Jugador de videojuegos con gran dedicación e interés y con buen conocimiento
de este tipo de productos.
Otaku – Hace referencia a todo fanático que dedica tiempo, dinero y/o interés en sus
pasatiempos al manga y al anime, así como a la cultura japonesa.
Hipster – jóvenes de clase media-alta asociados a tendencias culturales independientes,
alternativas o alejadas de las predominantes, a posiciones políticas progresistas o de
izquierdas, al consumo de alimentos orgánicos, productos artesanales y ropa de segunda
mano.

Estereotipo de grupo
La pertenencia de un individuo a un determinado grupo social hace que se le relacione con un prototipo
de vida, asignándole un modelo de conducta que conlleva un conjunto de características similares o
comunes a los miembros de este grupo y de esta forma establecer diferencias significativas con miembros
de otras categorías. Los estereotipos de grupo son una de las formas más frecuentes de representación
social, definidos como una imagen mental simplificada de alguna categoría de personas, institución o
acontecimiento que es compartida por un gran número de personas en sus características esenciales
(Henri Tajfel, 1982). En la medida en que un sujeto es agregado a una categoría social o grupal, se le
atribuyen determinadas características. Se espera que piense, que sienta y que por lo general se comporte
en coherencia con las características de dicho grupo. Los sujetos no son tomados como individuos, sino
como parte de un grupo y son percibidos como similares entre ellos. El estereotipo se encarga de hacer
generalizaciones acerca de los miembros de un grupo. Las generalizaciones pueden ser vistas desde un
punto positivo (las mujeres son tiernas) pero en otras ocasiones son vistas negativas y resistentes al
cambio (los aborígenes son salvajes). Normalmente los estereotipos facilitan el prejuicio y la
discriminación.

Ejemplos de estereotipo de grupo


Mujer: ama de casa, madre, siempre bella, paciente, delicada, dependiente, sensible,
objeto sexual, frívola, tierna, sumisa.
Hombre: trabajador, inteligente, fuerte, no llora, valiente, jefe de familia, proveedor, le
gustan los riesgos, agresivo
Ancianos: se les cataloga como inútiles, enfermizos, dependientes, e improductivos.
Racial: se basan en las diferencias étnicas y culturales considerando inferiores a personas
de distinto color, lugar de origen o cultura, catalogándolos por ejemplo como terroristas,
delincuentes o tontos.
Clases sociales: generalizan a los pobres con la ignorancia y la delincuencia, a los ricos
con la soberbia y la prepotencia, a las madres solteras con una conducta ligera.
Es bueno acotar que estos estereotipos en muchos casos conllevan discriminación.

Véase también
Arquetipo
Personaje tipo
Estereotipos de enfermería
Cliché
Rubia tonta
Científico loco
Anexo:Sesgos cognitivos

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Enlaces externos
Wikcionario tiene definiciones y otra información sobre estereotipo.

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