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Key words: liver diseases, symptoms and liver function, therapeutic treatment.
INTRODUCCIÓN
En el presente trabajo trataremos sobre las enfermedades hepáticas como
definición diríamos se aplica en diversas enfermedades y trastornos que
provocan que el hígado funcione inadecuadamente o que deje de funcionar,
debido a las personas no toman conciencia del hábitos de alimentación, el
consumo de alcohol y otros factores los que causan daños hepáticos ya que
pueden experimentar alteraciones en la producción y el flujo de bilis. Si esto
sucede, el organismo no absorbe adecuadamente los nutrientes. Las células
hepáticas también convierten el hemo (un componente de la hemoglobina que
se libera cuando se descomponen los glóbulos rojos) en bilirrubina. Cuando el
hígado está dañado, puede acumularse bilirrubina en la sangre, provocando
ictericia (que se manifiesta con un color amarillento en la piel y el blanco de los
ojos). Por ende la doctora Lozano indicó que las enfermedades hepáticas se han
constituido en la segunda causa de mortalidad entre las patologías no
trasmisibles que sufren las personas de 30 a 59 años, es decir en el grupo etario
económicamente productivo en el mundo. Por ellos las personas deben tener
una alimentación nutricional tanto como farmacológico para prevenir las
enfermedades producidas.
ENFERMEDAD HEPÁTICA
1. DEFINICION
El término "enfermedad hepática" se aplica a muchas enfermedades, además
puede ser hereditaria (genética) o causada por diferentes factores que dañan el
hígado, como los virus y el consumo de alcohol e impiden que funcione o evitan
que trabaje bien. Con el tiempo, el daño hepático provoca cicatrización (cirrosis)
que puede producir insuficiencia hepática, un trastorno que pone en riesgo la
vida. La obesidad también se asocia con el daño hepático.
2. SÍNTOMAS
Síntomas de enfermedad hepática cansancio o la debilidad generalizada
(astenia), las náuseas y vómitos, la fiebre y el dolor continuo y sordo bajo las
costillas del lado derecho, en el lugar en el que se localiza el hígado. La
enfermedad hepática puede alterar las células (plaquetas) y sustancias
necesarias para que coagule la sangre. Por este motivo, los pacientes con
enfermedad hepática avanzada suelen presentar cardenales fáciles y sangrados
de nariz y de encías.
3. HÍGADO
Es la glándula más voluminosa del cuerpo y pesa alrededor de 1,4 kg en el adulto
promedio. De todos los órganos, le sigue solo a la piel en tamaño. El hígado está
por debajo del diafragma y ocupa la mayor parte del hipocondrio derecho y parte
del epigástrico, en la cavidad abdominopelviana
Las funciones metabólicas del hígado son vitales para mantener un equilibrio
nutricional en el organismo, de ahí que cualquier alteración que dañe su
integridad como órgano es capaz de provocar un desbalance de macronutrientes
y micronutrientes en el individuo.
5. HEPATOPATIAS
Las hepatopatías pueden ser agudas o crónicas y hereditarias o adquiridas. Las
hepatopatías se dividen en: hepatitis vírica aguda, hepatitis fulminante, hepatitis
crónica, esteatohepatitis no alcohólica (EHNA), hepatitis alcohólica y cirrosis,
hepatopatías
5.1.1. SINTOMAS
La sintomatología general de la hepatitis vírica aguda se estructura en cuatro
fases.
Fase prodrómica temprana: afecta aproximadamente al 25% de los
pacientes y cursa con fiebre, artralgia, artritis, exantema y angioedema.
Fase pre ictérica: la cual se caracteriza por malestar, fatiga, mialgias,
anorexia, náuseas y vómitos. Algunos pacientes refieren dolor epigástrico
o en el cuadrante superior derecho.
Fase ictérica: a lo largo de la cual debuta la ictericia (piel color
amarillenta).
Por último, este y otros síntomas comienzan a remitir durante la Fase de
convalecencia.
Cabe esperar una recuperación completa en más del 95% de los casos de
infección por hepatitis A, el 90% de los casos de infección aguda por hepatitis B
y solamente en el 15 al 50% de los casos de infección aguda por hepatitis C.
Habitualmente, la hepatitis crónica no se asocia a la infección por hepatitis E y
los síntomas y las pruebas de la función hepática suelen retomar características
normales en un plazo de 6 semanas (Hoofnagle, 2007).
En la fase inicial, cuando la anorexia, las náuseas y los vómitos pueden plantear
dificultades para la alimentación, los zumos de frutas azucarados y las bebidas
gaseosas suelen ser mejor tolerados que los alimentos sólidos.
La dieta debe ser bien equilibrada y alcanzar las 3.000 calorías o más en forma
de hidratos de carbono, proteínas y grasas. Éstas no son perjudiciales para el
hígado, aunque ciertos pacientes con poco apetito presentan náuseas y diarreas
después de su ingesta, sobre todo si son de origen animal. En estos casos el
mismo paciente debe regular la composición de la dieta, evitando los alimentos
que no tolere.
La abstinencia de alcohol debe mantenerse por lo menos 6 meses después de
la curación clínica de la enfermedad, aunque no hay demostración objetiva de
que pequeñas cantidades ejerzan un efecto nocivo.
5.2.1. CAUSAS
En la mayoría de las ocasiones la causa es desconocida. Pero de las causas
que se conocen las más comunes son las siguientes:
5.2.2. SÍNTOMAS
Estos son los síntomas más destacados, aunque los principales son los dos
primeros:
6. CIRROSIS HEPÁTICA:
6.1.1. DEFINICION
Según la OMS lo define como un proceso difuso caracterizado por fibrosis y la
conversión de la estructura normal en una disposición nodular anormal, que se
presenta como la etapa final de diversas enfermedades hepáticas de distinto
origen.
Se caracteriza histológicamente por pérdida de la estructura normal del hígado,
presencia de necrosis, así como por la formación de nódulos de regeneración
que lleva a la liberación de citosinas, proteasas y prooxidantes. Estos productos
desencadenan la activación de lipocitos (también conocidos como células de Ito,
células estelares, almacenadoras de lípidos, almacenadoras de vitamina A o
células presinusoidales) con la siguiente metaplasia hacia células semejantes a
miofibroblastos. Éstos poseen la capacidad de sintetizar y depositar colágena,
principalmente de tipo I.
6.1.2. SÍNTOMAS:
Cuando la enfermedad está avanzada, no puede llevar vida normal y aparecen,
entre otros, los siguientes síntomas:
6.1.3. CAUSAS
Infección prolongada por el virus de la hepatitis C.
Alcoholismo crónico
Esteatohepatitis no alcohólico (hígado no graso).
Virus de la hepatitis B.
Hemocromatosis.
Enfermedades autoinmunes.
6.1.6. TRATAMIENTOS:
No existe un tratamiento que sea capaz de eliminar por completo la cirrosis, pero
se suelen llevar a cabo intervenciones para aliviar los diversos síntomas:
6.4. HEMOCROMATOSIS:
La hemocromatosis es una enfermedad hereditaria con sobrecarga de hierro
asociada al gen HFE. Los pacientes con hemocromatosis hereditaria absorben
demasiado hierro del intestino y pueden llegar a almacenar 20-40 g de hierro,
cantidad muy superior a los 0,3-0,8 g de las personas sin hemocromatosis (v.
capítulo 33). Un aumento de la capacidad de saturación de la transferrina (≥45%)
y de la ferritina (más del doble del límite superior de la normalidad) son
indicativos de hemocromatosis. Como consecuencia pueden aparecer
hepatomegalia, hemorragia esofágica, ascitis, alteración de la capacidad
biosintética del hígado, anomalías de la pigmentación cutánea, intolerancia a la
glucosa, afectación cardíaca, hipogonadismo, artropatías y hepatocarcinoma
celular.
Esta carencia produce colestasis o cirrosis, para los que no existe ningún
tratamiento diferente del trasplante hepático.
Es preciso evaluar a los sujetos con trombosis de una vena hepática o de la vena
porta respecto a la presencia de trastornos mieloproliferativos. De igual modo,
algunas hepatopatías se asocian a una parasitosis, una infección bacteriana o
una micosis, o bien a un proceso granulomatoso. Por último, el término cirrosis
criptogénica se aplica a cualquier cirrosis de etiología desconocida.
Permitidos
-verduras frescas
-frutas en general
No permitidos
- parmesano,Roquefort,mozzarella
-embutidos
-pescado en latas
-mariscos
-vegetales en conserva
7. VALORACIÓN NUTRICIONAL:
Es preciso realizar una valoración nutricional con el fin de determinar el grado y
la causa de la desnutrición. La hepatopatía y sus consecuencias afectan a
muchos de los marcadores convencionales del estado nutricional, lo que dificulta
esta evaluación.
Los parámetros objetivos que pueden ser útiles cuando se controlan en serie son
las determinaciones antropométricas y la ingesta diaria (v. capítulo 19). El modo
más apropiado de llevar a cabo una valoración nutricional puede consistir en la
combinación de estos parámetros con la valoración global subjetiva (VGS) la
cual parece disponer de un nivel aceptable de fiabilidad y validez. Este método
emplea un pequeño número de parámetros de fácil determinación por un médico
con experiencia. La VGS permite obtener una visión más amplia del problema,
pero carece de sensibilidad en la detección de cambios del estado nutricional.
Se debería revisar la influencia de otros parámetros disponibles.