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Educación Superior

Didáctica-pedagogía-ciencia de la
educación: la relación que confirma la
“excepción” francesa

Araceli de Tezanos

Revista Educación y Pedagogía, vol. XVIII, núm. 46 33


Resumen
Didáctica-pedagogía-ciencia de la educación: la relación
que confirma la “excepción” francesa
En este texto se pretende delimitar el campo de la pedagogía y
la didáctica que se ha constituido históricamente en el pensa-
miento francés y sus posibles vínculos con las ciencias de la
educación.

Abstract
Didactics-pedagogy-science of education: the relationship
that confirms the french "exception"
This text pretends to delimit the field of pedagogy and of didactics
that has been historically built on the French thought and its
possible connections with educational sciences.

Résumé
Didactique- pédagogie- science de l'éducation: le rapport
qui confirme " l'exception " Française
Dans ce texte on cherche à définir le champ de la pédagogie et la
didactique qui s'est constitué historiquement dans la pensée
française et leurs liens possibles avec les sciences de l'éducation.

Palabras clave
Pedagogía, didáctica, ciencias de la educación.
Pedagoy, didactics, science of education.

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Educación Superior

Didáctica-pedagogía-ciencia de la educación: la relación


que confirma la “excepción” francesa*

Araceli de Tezanos**

Una reflexión introductoria en distintos países de América Latina nos in-


dica que este privilegio es portador, en sí mis-
mo, de oportunidades y de peligros.

U no de los privilegios que otorga el


nacer y transformarse en un intelec-
tual de la educación y la pedagogía
en América Latina, es el acceso, durante nues-
tra formación, a las diferentes corrientes de
Las oportunidades

Éstas se concretizan en nuestro proceso de


apropiación de las discursividades que se han
pensamiento y tradiciones de las disciplinas generado en torno a la institucionalización de
que indagan y discuten sobre las temáticas los procesos de enseñar y aprender, del papel
propias de estos horizontes de conocimiento. que asumen los sujetos en ellos involucrados
Éstas se han generado en Europa en su senti- (maestros, alumnos), de las razones y causas
do más extenso, y en Estados Unidos; es de- de la selección de ciertos contenidos discipli-
cir, a lo largo y ancho del horizonte cultural y narios y prácticas sociales reconocidos en los
científico occidental.1 Sin embargo, nuestra diferentes contextos nacionales e indagar por
experiencia de trabajo de más de treinta años qué son aceptados como válidos para ser

* Este trabajo intenta cumplir con los objetivos propuestos por el proyecto “El saber pedagógico y las ciencias de la
educación”, dirigido por Olga Lucía Zuluaga, financiado por el CODI y la Universidad de Antioquia. En conse-
cuencia, son pocas las consideraciones personales que me he atrevido a formular, para cumplir con los determi-
nantes requeridos por la investigación. Una revisión con las críticas a las posiciones francesas en materia de
pedagogía, didáctica y las llamadas ciencias de la educación se pone en marcha. Cada lectura de cada documento
citado en este trabajo la hace cada vez más imprescindible, para evitar que sigamos en América Latina siendo el
eco de las afirmaciones, derivas y disputas que se generan en otros contextos, que si bien considero muy
importante conocer y estudiar, más relevante aún me parece superarlos para producir nuestras propias alterna-
tivas teóricas y prácticas en el dominio de los aparatos conceptuales de la pedagogía y la didáctica, disciplinas con
un horizonte de conocimiento propio.
** Magíster en investigación educativa del Centro de Estudios Educativos de la Universidad Iberoamericana de
México, Diplôme d’Études Approfondies, (DEA) en estudios Ibéricos e Iberoamericanos de la Universidad de Paris X-
Nanterre y candidata a Doctorado de la misma universidad.
E-mail: pbernal2@club-internet.fr
1 Pero es importante reconocer que poco hemos conocido y aprendido de las propuestas construidas al interior de
las formaciones culturales de Oriente, en particular en China y Japón.

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transmitidos, así como también conocer, en la Tres situaciones nos interesa destacar. La pri-
comparación, las distintas formas que ha asu- mera son las escuelas normales institucionali-
mido el sistema educativo en diferentes mo- zadas por Domingo Faustino Sarmiento, cuyo
mentos históricos en contextos social-políti- patrón original se encuentra en las Normal
ca-económica e históricamente particulares. Schools de Estados Unidos, creadas bajo la
Este proceso de apropiación se desarrolla, en autoridad y la idea de Horace Mann (véase
general, a través de una lectura rigurosa y crí- Mann, 1972: 211- 218), quien a su vez las reco-
tica de las obras de aquellos autores conside- gió del modelo instaurado en Alemania (Pull-
rados esenciales en la recuperación de la tra- man y Dorros, 1970). A pesar de la condición
dición pedagógica,2 y de los documentos que de copia de estas instituciones, es necesario
dan cuenta de las reformas de los aparatos reconocer el papel fundamental que desem-
administrativos que gestionan la multiplici- peñaron en la formación de los maestros que
dad de sistemas educativos existentes en la contribuyeron al desarrollo de la constitución
actualidad. Este conocimiento se ha transfor- de una ciudadanía democrática en las repú-
mado en un corpus reconocible, pero hetero- blicas recientemente conformadas, en los pri-
géneo, que adopta matices distinguibles en los meros treinta años del siglo XX.
diferentes países latinoamericanos.
La segunda situación, más cercana, es la crea-
Los peligros ción de las escuelas normales superiores, a ima-
gen de sus homónimas francesas, que luego
No obstante la rigurosidad a la que se apela dieron origen a las facultades de educación que
en el estudio y la lectura de la multiplicidad se inscribieron en las estructuras universita-
de temáticas y pensadores, un peligro que rias de varios países latinoamericanos duran-
surge es la apropiación ahistórica y acrítica te las décadas del treinta y del cuarenta. Si las
de estas discursividades.3 Si bien en los últi- escuelas normales que formaron maestros
mos años muchos hemos hecho hincapié en para la escuela primaria, siempre estuvieron
la necesidad sistemática del análisis siempre marcadas por el reconocimiento del valor del
contextualizado tanto histórica como social y oficio de enseñar, las normales superiores
políticamente de los textos, esto agrega un nivel pueden ser señaladas como responsables, en
de dificultad adicional, que pareciera insupe- gran medida, de la pérdida de dicho recono-
rable, en especial en la formación intelectual. cimiento. Esta afirmación se funda en dos
consideraciones: la primera se relaciona con
Entre los peligros a considerar no sólo está la el origen de dichas escuelas normales supe-
mencionada ausencia de criticidad en los pro- riores en la historia de la educación francesa,
cesos de apropiación del conocimiento, sino centradas en la formación de intelectuales
también la aplicación de modelos de forma- dedicados a la investigación en una discipli-
ción asumidos como universalmente válidos, na específica, dejando por fuera el aprendi-
que en muchos casos ni fueron evaluados de zaje y la formación en el ámbito de la teoría y
manera crítica al adoptarlos ni revisados a la práctica de la enseñanza.4 Esta ausencia nos
posteriori. lleva a una segunda consideración, pues es

2 El listado de los mismos se hace casi imposible de presentar en un trabajo como éste. Por otra parte, todos
sabemos cuales son.
3 A esta situación se agrega el problema de las traducciones, que trataremos más adelante.
4 Esta Escuela Normal Superior es la heredera directa de la fundada por la Convención, a instancias de Lakanal y
dirigida por Garat, instalada desde ese momento en rue de Ulm. Ésta es la Escuela Normal Superior en la cual se
formaron Jean Paul Sartre, Raymond Aron, Jean Jaurés, Emile Durkheim, todos pertenecientes por nacimiento a
la burguesía intelectual. Para una profundización sobre este tema, véase Compagnon y Thévenin (2001).

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en ella donde emerge la idea, ampliamente Durante la década del treinta en América La-
expandida en el contexto latinoamericano, que tina, estas ciencias de la educación fueron
para ejercer la docencia en los colegios y li- miradas como las compañeras “naturales” de
ceos de enseñanza secundaria, el saber ense- las ideas de progreso y desarrollo, promovi-
ñar no es una condición sustantiva de la for- das por el aparato económico-político e inte-
mación de los profesores para este nivel del lectual, filosóficamente positivista —no siem-
sistema educativo, asumiendo de esta mane- pre de manera consciente. Su aparición en la
ra que nuestras sociedades presentan las mis- escena educacional latinoamericana conlleva
mas condiciones estructurales que la sociedad la acusación de “pedagogicista” a todo dis-
francesa, donde los alumnos que llegaban al curso que tiene por objeto la enseñanza y que
liceo pertenecían a los sectores de la burgue- no podría ser tratado de manera científica, en
sía intelectual.5 Esta importación del modelo especial el transmitido en la formación de los
de la Escuela Normal Superior francesa, que maestros primarios. Esta descalificación se
termina injertado en diversas universidades aplica a los métodos de formación de los maes-
latinoamericanas, es acompañada por el tras- tros primarios, pero en el fondo está dirigida
lado de la disputa sobre el papel de la peda- al estatus del oficio de enseñar.
gogía en la formación de docentes. Esta dis-
puta tendrá un recrudecimiento importante Entre oportunidades y peligros: la traducción
con otra importación: el traslado acrítico de
la o las ciencias de la educación, tercera situa- El acceso a la literatura pedagógica y educati-
ción que nos interesa comentar. va, al comienzo de la constitución de los Esta-
dos latinoamericanos, estuvo vinculada, en
Las ciencias de la educación6 llegan a Améri- general y fuertemente, a la existencia de tra-
ca Latina tardíamente con el positivismo lati- ducciones, al castellano,8 de obras escritas en
noamericano, heredero de las propuestas de idiomas como el alemán, el inglés, el francés
Auguste Comte y Emile Durkheim, e instala- o el italiano. Esta situación es relevante a par-
das en el contexto universitario en las institu- tir de la década del treinta, con la necesidad
ciones nacidas a partir de las escuelas norma- que surge de expandir los sistemas educati-
les superiores, como es el caso de Colombia, vos y su correlato inmediato, la demanda por
o de los institutos pedagógicos, de matriz ale- la formación de maestros. En este contexto, la
mana, adscritos a las facultades de filosofía labor desarrollada por algunas editoriales es-
en sus comienzos, como sucedió en Chile.7 pañolas es muy significativa. Las traduccio-

5 Esta situación fue válida para Francia hasta el final de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, es necesario
aclarar que, a pesar de la masificación del liceo y el college, la ideología fundacional permanece, lo cual da origen
a serios problemas, tanto para alumnos como profesores, que tratan de resolverse administrativamente con la
creación de las zonas de educación prioritaria (ZEP). La crisis actual del sistema educativa francés, con posterioridad
a su masificación, es evidente, y se ve reflejada en los discursos oficiales y de los sindicatos de maestros. Para
constatar esta afirmación, basta una lectura rápida de los artículos que se publican en Le Monde.
6 A este respecto es fundamental aclarar que las ciencias de la educación en Francia nacen en la Sorbonne, en 1883,
como “curso complementario” y luego como “cátedra”, es decir, en la universidad. Nunca han estado presentes en
la Escuela Normal Superior y muchos menos en las escuelas normales primarias. Para profundizar sobre este
aspecto, véase Charlot (1995, cap. 1).
7 A modo de hipótesis, se podría considerar que en este traslado de las ciencias de la educación a América Latina
influye la aceptación, por los círculos intelectuales, de las posturas positivista de matriz francesa, puesto que en
aquellos países donde es el positivismo inglés el dominante, la aparición de las ciencias de la educación se produce
recién en la década del setenta. Una tarea de investigación histórica rigurosa sobre este tema queda por hacer.
8 Esto no implica desconocer que muchos de nuestros intelectuales tuvieron idoneidad en el manejo de otra lengua,
además de la materna.

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nes de obras europeas y americanas publica- das como, por ejemplo, la de la Historia de la
das por estas editoriales contribuyeron a po- pedagogía, de Gabriel Compayré, editada en
sibilitar el acceso de los maestros y los intelec- castellano en 1908, que es una traducción de
tuales tanto a las tradiciones sustantivas del otra traducción. En la página 460 se lee:
oficio de enseñar, como a las propuestas más
actuales y contemporáneas del pensamiento [...] menos brillante que la obra de M.
pedagógico.9 Spencer, el libro de M. Bain, La ciencia de
la educación11 se recomienda por cuali-
Un aspecto importante a tener en cuenta en dades de análisis estudiado y de sabias
esta labor de difusión está marcado por el minuciosidades (Compayré, 1908).
hecho de que las traducciones fueron encar-
gadas, en general, a expertos en las temáticas El argumento aquí se centra en el hecho de
educativas y pedagógicas. Este conocimiento que el título del texto de Alexander Bain en
riguroso, por los traductores, del campo inte- inglés es Education as a Science, es decir, La
lectual donde nacen los textos es fundamen- educación como una ciencia, que Compayré tra-
tal para evitar la literalidad terminológica, así
dujo en su escrito original como La science de
como también la confusión de los significa-
l’éducation, expresión que fue introducida li-
dos de los conceptos inscritos en ellos. Por
teralmente en el texto en castellano.12 Esta tra-
ejemplo, la traducción que hizo Lorenzo Lu-
yectoria compleja, recorrida por el escrito de
zuriaga de numerosas obras de John Dewey,
como también de Wilhem Dilthey,10 es para- Bain, transformó a su autor en el primero en
digmática. Luzuriaga conocía y comprendía acuñar la expresión “ciencia de la educación”
claramente las diferencias de las matrices fi- (en francés), el que retomará Durkheim en su
losóficas y pedagógicas donde se entroncan cátedra de la Sorbonne.
ambos pensadores. Él nunca hizo pronunciar
a Dewey la palabra “pedagogía”, que sí puso La ambigüedad de significado de la expresión
en boca de Dilthey, puesto que sabía con cer- inicial “ciencia de la educación” y las poste-
teza que, para el primero, la pedagogía está riores “ciencias de la educación”, en inglés,
significada desde el oficio de maestro, y por francés y castellano, está en el origen de una
cuanto se inscribe en ese espacio, Dewey re- larga e infructuosa discusión que sobrevive
dacta “My pedagogic creed”, que Luzuriaga hasta el día de hoy, tanto en su lugar de naci-
correctamente tradujo como “Mi credo pe- miento como en el resto de las comunidades
dagógico”. académicas que la recogieron, en relación con
el estatuto epistemológico que ellas pueden
Frente a este rigor de Luzuriaga, podemos tener y que es imprescindible para darles le-
constatar otras traducciones poco afortuna- gitimidad como aparato disciplinario.

9 Los emigrados republicanos españoles, llegados a muchos países latinoamericanos después de la Guerra Civil
(1936-1939), fueron importantes traductores de los textos pedagógicos. Una figura señera en este dominio es
Lorenzo Luzuriaga. Fue un maestro español, con una formación extendida en Alemania, que trabajó en la
editorial La Lectura y tuvo a su cargo, a su llegada a Buenos Aires, la dirección de la colección “Pedagógica”, de
Editorial Losada. A él pertenecen las mejores traducciones de pensadores como John Dewey, William Kilpatrick,
Charlotte Bülher, Wilhelm Dilthey, para dar algunos ejemplos. Trabajos de investigación sobre la relevancia de la
labor de Luzuriaga en el desarrollo de la historia del pensamiento pedagógico latinoamericano aún están por
hacerse. Para una profundización sobre este tema, véase Zuleta (s. f.).
10 Todas ellas fueron publicadas por Editorial Losada, Buenos Aires.
11 En negrilla en el original.
12 Otro ejemplo del manejo de las traducciones: existen actualmente al menos dos ediciones de un texto de Immanuel
Kant. Una tiene como título Réflexions sur l’education, editada por J. Vrin en 1966 y traducida por Alexis Philonenko.
La otra tiene el título de Traité de pédagogie, editada por Hachette Classiques en 1981, y traducida por J. Barni.
Demás está decir que el texto fuente es exactamente el mismo.

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La tarea de todo traductor de textos académi- Pedagogía


co-intelectuales reclama de un conocimiento
exhaustivo y riguroso de las matrices filosófi- La ambigüedad del significado de un concepto
cas y culturales de los aparatos conceptuales
desplegados en las diferentes argumentacio- La constitución del significado de un concep-
nes. Si bien este estándar se consigue de tiem- to permite, en general, una delimitación clara
po en tiempo, la historia de la traducción de del objeto que nombra, en tanto dicho signi-
textos de pedagogía, didáctica y educación ha ficado surge de un proceso que se inicia a
estado, desafortunadamente, plagada de erro- partir de un algo que se manifiesta de manera
res, creadores de confusiones que han hecho indefinida al principio, y que, mediante el
del discurso sobre estas materias, en América develamiento de los modos en que se relacio-
Latina, algo oscuro y, en muchas ocasiones, nan los elementos sustantivos que lo articulan,
falsamente contradictorio. Esta situación ha avanza a la abstracción que determina su carácter
dado origen a innumerables discusiones bizan- universal (véase Hegel, 1966: 9). La condición
tinas que no podrán ser nunca resueltas, en de universalidad de un aparato disciplinario-
razón del carácter literal y nominalista de la teórico se funda sobre esta característica del
traducción, que sólo el bagaje de conocimien- significado de los conceptos que lo estructu-
tos de los maestros de maestros, como última ran. Es decir, cuando en los enunciados se lee
línea de defensa, a veces podrá clarificar. “química”, “historia”, “matemáticas”, no se
Cuando este conocimiento de los maestros se duda sobre el objeto del discurso a cual se re-
hace presente, como ha ocurrido sólo en los fieren. Sin embargo, no acontece lo mismo
últimos años en América Latina, se abre el cuando se trata de la pedagogía, puesto que
camino a la construcción de un cuerpo teóri- el objeto de su discurso carece de determina-
co que comparte, por un lado, la universali- ciones claras, y esto lleva, en algunos casos, a
dad necesaria y, por otro, la particularidad que se entienda como una filosofía de la edu-
explicativa que permite, a través de una inter- cación; en otros, como una teoría de la edu-
pelación rigurosa de la realidad, la constitu- cación, y en otros más como los modos que
ción de procesos de significación y sentido asume la enseñanza. Todas estas aproximacio-
de los aparatos conceptuales propios en el nes están presentes en la mayoría de las co-
horizonte disciplinario de la pedagogía. munidades académicas de América Latina y
son herederas directas de la historia que tan-
Es éste el reto más importante, desde nuestro to el concepto pedagogía como la pedagogía
punto de vista, que se nos ha presentado y misma han tenido en Francia, donde
sigue presentándose a los intelectuales latinoa-
[…] el uso actual del término “pedago-
mericanos que trabajamos en el dominio con-
gía” es exasperante, al menos por dos
ceptual que pretende explicar e interpretar
razones. La primera es semántica, pues-
tanto las reflexiones como los acontecimien- to que es un término a la vez muy am-
tos que se manifiestan en el campo de la edu- plio y muy estrecho y su uso es equívo-
cación. Y es desde esta perspectiva que, en co. La segunda es, a la vez, histórica,
este texto, pretendemos delimitar el campo política y cultural (Hameline, 1998: 227).
de la pedagogía y la didáctica que se ha cons-
tituido históricamente en el pensamiento fran- Hameline da cuenta, con claridad, de las ca-
cés y sus posibles vínculos con las ciencias de racterísticas del “caso” francés, cuando afir-
la educación. Y si bien éste es el eje central ma:
del trabajo, la argumentación está construida
apelando a trabajos de diferentes tradiciones […] escribir sobre educación es, en prin-
intelectuales. cipio, un asunto de espíritus distingui-

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dos, que lo hacen autorizados por su lugar reconocido, que no sólo se inscribe en
“notoriedad” o la calidad de su pluma, o el mundo educativo.14 La urgencia por pen-
la profundidad de su erudición o de la sar la escuela y la necesidad de formar
amplitud de su experiencia (p. 229),
[…] decenas de miles de maestros re-
poniendo como ejemplo a Montaigne, Rabe- quiere instalar, a la cabeza de las nuevas
lais, Madame de Maintenon,13 Madame Ne- escuelas normales de institutores e ins-
cker de Saussure. A esta situación, Hameline titutrices, un verdadero cuerpo de pro-
agrega las visiones que la sociedad francesa fesores [...] quienes necesitan un saber
da de los pedagogos a través de la obra de común y también una doctrina común
Moliere, para afirmar que “quizá el término (Hameline, 1998: 231).
pedagogía debe su estatuto dificultoso a esta
herencia paradojal” (p. 229). Esto lleva a algunos intelectuales franceses,
como Gabriel Compayré, a revisar el conoci-
Otra característica que marca a la pedagogía miento pedagógico que se produce en Ale-
en Francia es el ensayismo: mania e Inglaterra. Es importante anotar que
Compayré enseña en las escuelas normales
[...] con su postura de distancia, es decir, primarias recién fundadas como Saint-Cloud
desenvoltura, tanto en relación con la y Sèvres (véase Compagnon y Thévenin,
ostentación del saber como en relación 2001). En su obra, Compayré es el primero en
con las necesidades educativas (p. 230), asumir, en el contexto francés, la idea de la
educación como ciencia, que él traduce, como
señalando como ejemplo que las afirmacio- se mencionó antes, como “ciencia de la edu-
nes de Montesquieu sobre la educación se cación”, una denominación muy diplomática
encuentran en una obra distante de la peda- y provisoria, “pues hablar de ‘ciencia de la
gogía como son los Ensayos sobre las causas educación’ le permite evitar las evocaciones
que pueden afectar los espíritus y los caracteres enojosamente pedantes del término ‘pedago-
(p. 230). gía’” (citado en Hameline, 1998: 232). 15

La emergencia de la Ley Ferry en 1883, sobre Sin embargo, y quizá siempre para evitar las
la obligatoriedad, gratuidad y laicidad de la pedanterías enojosas, Compayré asume que
educación primaria y la instauración de las
escuelas normales primarias, interpela fuer- […] muy distinto es el objeto limitado y
temente la ausencia de un discurso pedagó- modesto de una historia de la pedago-
gico propio. Como un camino para su cons- gía, que sólo pretende exponer las doc-
trucción, la intelectualidad francesa comien- trinas y los métodos de los maestros de
za su peregrinación a Alemania donde, desde la educación propiamente dicha (Com-
los inicios del siglo XIX, la Pädagogik tiene un payre, 1908: 6).

13 Madame de Maintenon, amante de Luis XIV, crea un internado para niñas pobres de buena familia (familias
aristocráticas empobrecidas), en Saint Cyr.
14 A este respecto nos parece relevante revisar y recordar el prólogo de Dilthey a su Historia de la pedagogía, escrita
durante sus cursos en la Universidad de Berlín entre 1884 y 1894, sólo publicada en 1934. Sostiene Dilthey que
“desde un punto de vista general, la floración y fin de toda verdadera filosofía es la pedagogía, en su más amplio
sentido, como teoría de la formación del hombre”. Visión que sin duda influyó el pensamiento de Compayré.
Véase Dilthey (1968: 12).
15 Es importante recordar que, como ya se anotó anteriormente, Compayré recoge la expresión del texto de
Alexander Bain titulado Education as a science.

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A pesar de estas limitaciones de la historia de dagogía... así pues, lo más conveniente


la pedagogía, el autor sostiene que ella “ofre- es seguir el orden cronológico (pp. 9-10).
ce todavía un vasto campo de exploración para
las investigaciones” (p. 6), apuntando a estu- Este orden cronológico y la distinción entre
diar las relaciones que la moral y la psicología historia de la educación e historia de la peda-
mantienen con las ideas pedagógicas, cuan- gogía, defendido por Compayré en 1883 —fe-
do afirma: cha de la primera edición de su obra—, serán
los que marcarán la línea de trabajo tanto en
A psicologías diferentes corresponden Francia como en los países latinoamericanos,16
diferentes pedagogías... De igual mane- pues esta Historia de la pedagogía tendrá un
ra, todo sistema de moral contiene en lugar destacado en las bibliotecas de las es-
germen una pedagogía propia y origi- cuelas normales de los países de la región, a
nal (p. 7). partir de la edición en castellano de 1908.

Y aclara que si bien las cuestiones pedagógi- La obra pedagógica escrita por Compayré no
cas son complejas, en general se limita a su Historia de la pedagogía, sino que
también abarca sus trabajos de revisión sobre
[…] las opiniones de un pedagogo no se Herbart, Spencer, Rousseau, Montaigne, la
separan: hay conexión entre su manera educación en Estados Unidos, y su Curso de
de ver en materia de instrucción y entre pedagogía. Es decir, es una figura clave en la
la solución que da a las cuestiones de constitución del pensamiento pedagógico en
educación propiamente dicha. Un mis- Francia. Quizá es por ello que Hameline ha-
mo espíritu anima sus teorías o su prác- bla del “momento Compayré” (moment Com-
tica tratándose de disciplina moral, y sus payré), que “no es el de la filosofía ni el de la
ideas en materia de educación intelec- didáctica, ni el de la metodología, ni el de la mo-
tual (p. 9). ral, ni el de la ciencia” (Hameline, 1998: 232),
sino el de un discurso pedagógico que va ad-
Compayré alerta sobre un enfoque marcado quiriendo un carácter doctrinal, pues en él se
por pretende

[…] las aplicaciones pedagógicas en […] otorgar un decir a un hacer, y un decir


cierto número de escuelas y relacionar- que asegure la promoción (o la prohibición)
se a todos los educadores con algunas de ese hacer [...] puesto que dice referen-
tendencias generales; la tendencia ascé- cia con la construcción de un pensa-
tica, verbigracia, la de los Padres de la miento considerado como un reperto-
Iglesia y la de la Edad Media; la tenden- rio (más o menos) razonado de verda-
cia utilitaria, como la de Locke y de mu- des erigidas en referencia para una
chos modernos; el pesimismo de Port acción que se compromete o se evalúa
Royal, el optimismo de Fenelón; la es- (p. 233).
cuela literaria de los humanistas del Re-
nacimiento; la escuela científica de Di- Es este discurso doctrinario el que Durkheim
derot y Condorcet... pero esto sería más califica de “teoría práctica”,17 pues sólo pue-
bien una filosofía de la historia de la edu- de tener legitimidad cuando se apoya en una
cación que una simple historia de la pe- ciencia constituida e incontestada de la cual

16 A modo de ejemplo, se puede revisar el capítulo 1 de Luzuriaga (1973).


17 “La pédagogie est une theorie pratique [...] Elle n’étudie pas scientifiquement les systèmes d’éducation, mais elle
y réfléchit en vue de fournir à l’activité de l’educateur des idées qui le dirigent” (Durkheim, 1990: cap. 2, 79).

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ella sólo representa su aplicación.18 La ciencia pedagogía. Ésta consiste en una cierta
a que se hace referencia es, en principio, la manera de reflexionar sobre las cosas de
sociología, a la cual Durkheim considera en la educación.20
un estado de desarrollo más avanzado que la
psicología de su tiempo, aunque le reconoce, De esta manera, Durkheim inscribe la peda-
a esta última, la necesidad de su presencia para gogía en una relación subsidiaria con la edu-
apoyar a la pedagogía en esta ambigua condi- cación,21 en tanto le reconoce estatuto de exis-
ción de “teoría práctica”. Sin embargo, la cien- tencia, pero no de objeto de investigación,
cia que será el fundamento de la pedagogía es lo que aleja la posibilidad de articular un cam-
la ciencia de la educación, que aún está en po disciplinario que la tenga por objeto, puesto
estado de proyecto, pues que

[…] para saber qué debe ser la educa- […] ¿qué valor pueden tener unas con-
ción, será necesario ante todo saber cuál clusiones prácticas que descansan sobre
es su naturaleza, cuáles son las diversas datos científicos a la vez inciertos e in-
condiciones de las que depende, las le- completos? ¿Cuál es el valor de una es-
yes según las cuales ha evolucionado en peculación pedagógica a la cual faltan
la historia.19 todas las bases, o cuyas bases, cuando
de alguna manera existen, carecen de
E insiste: solidez?22

[…] la pedagogía son teorías y no ac- En consecuencia, y a pesar de su estado ini-


ciones. Estas teorías son maneras de cial de desarrollo, para Durkheim será la cien-
concebir la educación, no maneras cia de la educación la que ocupe este espacio,
de practicarla. En ocasiones se diferen- pues es en este contexto donde la educación
cian de las prácticas en uso, a tal punto puede ser objeto de “una investigación que
que se oponen a ellas [...] Mirada de esta satisfaga a todas estas condiciones [las del
forma, la educación es la materia de la método sociológico] y que, por consecuencia,

18 “Mais la pédagogie ainsi entendue est exposée à unes objection dont on ne peut se dissimuler la gravité. Sans
doute, dit-on, une théorie pratique est posible et légitime quand elle peut s’appuyer sur une science constituée et
incontestée dont elle n’est que l’application” (Durkheim, 1990: cap. 2, 80).
19 “Car, pour savoir ce que l’éducation doit être, il faudrait avant tout savoir quelle en est la nature, quelles son les
condicions diverses dont elle dépend, les lois suivant lesquelles elle a évolué dans l’histoire. Mais la science de
l’éducation n’existe guère qu’à l’état de projet” (Durkheim, 1990: cap. 2, 80).
20 “Il en est tout autrement de la pédagogie. Celle-ci consiste, non en actions, mais en théories. Ces théories sont des
manières de concevoir l’éducation, non des manières de la pratiquer. Parfois elles se distinguent des pratiques en
usage au point de s’y opposer... L’éducation n’est donc que la matière de la pédagogie. Celle-ci consiste dans une
certaine manière de réfléchir aux choses de l’education” (Durkheim, 1990: cap. 2, 80).
21 Este proceso de subsidiariedad, que en términos epistemológicos se denomina subsunción, es consecuencia direc-
ta del esfuerzo de Durkheim por continuar lo iniciado por Comte, en lo referido al estatuto de cientificidad de la
sociología, que la pedagogía, tal cual es definida por él, no alcanzará nunca. Esta historia está estrechamente
vinculada a la condición de “doctrina oficial” que el positivismo ha tenido y sigue teniendo en el ámbito intelectual
francés.
22 “Dès lors, que puevent valoir des conclusions pratiques qui reposent sur des dones scientifiques à la foi aussi
incertaines et aussie incomplètes? Que peut valoir une spéculation pédagogique qui manque de touts bases ou
dont les bases, quand elles no font pas totalement défaut, manquent á ce point de solidité” (Durkheim, 1990: cap.
2, 80).

42 Revista Educación y Pedagogía, vol. XVIII, núm. 46


Educación Superior

presente todos los caracteres de una ciencia”.23 ción que le impedirá transformarse en la cien-
Es la ciencia de la educación que se abroga el cia de la educación que se pretende fundar.26
poder de la investigación sobre la historia de
los sistemas educativos, Frente a esta mirada de Durkheim sobre la
pedagogía, nos parece importante desplegar
[…] nuestras instituciones pedagógi- una aproximación de Dewey al respecto.
cas... una vez formadas, ellas funcionan, En una conferencia27 cuyo tema es la educa-
y podría investigarse de qué manera ción como ciencia, Dewey, quien defiende la
funcionan; es decir, qué resultados pro- posibilidad de un estatuto científico para
ducen y cuáles son las condiciones que la pedagogía, sostiene que
hacen variar estos resultados. Para esto
hace falta una buena estadística esco- […] tenemos que distinguir entre las
lar.24 fuentes de la ciencia pedagógica y el
contenido científico. Nos hallamos en
De la misma manera, constante peligro de confundir las dos;
tendemos a suponer que ciertos resul-
No hay ningún método pedagógico cu- tados, por ser científicos, son ya ciencia
yos efectos no pudieran medirse del pedagógica. Su explicación, claridad y
mismo modo [observaciones metódi- progreso sólo pueden producirse cuan-
cas], suponiendo, entiéndase bien, que do recordamos que tales resultados son
se haya formado el instrumento nece- fuentes que han de utilizarse, por medio
sario para semejante estudio, es decir, de las mentes de los educadores, para
una buena estadística.25 hacer más inteligentes las funciones e-
ducativas (Dewey, 1951: 35).
En resumen, para Durkheim la pedagogía
carece de bases científicas sólidas, ya que da Al preguntarse por las fuentes, que Durkheim
cuenta de una práctica que opera sobre datos considera incoherentes y poco sólidas, Dewey
inciertos e incompletos, y ésta será la condi- responde que

23 “... il n’ya pas de raison pour que l’éducation ne devienne pas l’objet d’une recherche qui satisfasse à toutes ces
conditions et qui, par conséquent, présent tous les caractères d‘ une science” (Durkheim, 1990: cap. 2, 72).
24 “... nos institutions pédagogiques... une fois formées, elles fonctionnet, et l’on pourrait rechercher de quelle
manière elles fonctionnent, c’est-à-dire quels résultats elles produisent et quelles sont les conditions qui font
varier ces résultats. Pour cela, il faudrait une bonne statistique scolaire” (Durkheim, 1990: cap. 2, 76).
25 “Il n’est pas de méthode pédagogique dont les effets ne pourraient être mesurés de la même manière, à supposer,
bien entendu, que l’instrument nécessaire pour une telle étude, c’est-à-dire une bonne statistique, ait été institué”
(Durkheim, 1990: cap. 2, 76).
26 “Le fait que l’on invoque ainsi pour dénier tout crédit à la pédagogie est, en lui-même, incontestable” (Durkheim,
1990: cap. 2, 81).
27 Esta conferencia está publicada en un texto cuyo título de portada es La ciencia de la educación, seguramente debido
a un creativo editor y publicista, ya que en la solapa del libro se lee: “La ‘Biblioteca del Maestro’ publica en el
presente volumen dos de sus trabajos (de Dewey) más importantes sobre el tema tan decisivo para la función
educativa y la formación del magisterio como es el de ‘la ciencia de la educación’”. Sin embargo, en la presenta-
ción, escrita por Lorenzo Luzuriaga, traductor del texto, dice: “En el presente volumen aparecen dos importantes
trabajos de Dewey sobre el problema de la pedagogía como ciencia y de su relación con la filosofía” (Luzuriaga,
1951). Pedagogía y educación en el lenguaje de la traducción de Luzuriaga se hacen sinónimos. Y es necesario
reconocer que ésta es la correcta traducción del significado de la palabra inglesa education: en castellano pedagogía,
en alemán Pädagogik. Es decir, una disciplina que forma parte de las “ciencias del espíritu”, en la acepción que ellas
tienen en la tradición alemana.

Revista Educación y Pedagogía, vol. XVIII, núm. 46 43


Didáctica-pedagogía-ciencia de la educación: la relación que confirma la “excepción” francesa

[…] las actividades efectivas en la educa- […] le entrega un poder casi mágico al
ción prueban el valor de los resultados lenguaje de los números... la investiga-
científicos. Estos pueden ser científicos ción experimental fue incondicional-
en otro campo, pero no en la educación mente considerada como superior. Nun-
hasta que sirvan a propósitos educati- ca se dudó de su objetividad (Depaepe,
vos, y si sirven realmente o no sólo pue- 1998: 39).
de descubrirse en la práctica. Ésta es la
primera y la última; es el comienzo y el Son estas ideas las que se hacen presentes en
fin; el comienzo porque plantea los pro- la emergencia de la psicología como uno de
blemas que dan a las investigaciones, los dominios disciplinarios fundamentales que
significación y cualidad educativas; el podía aportar a la pedagogía el rigor del cual
fin porque sólo la práctica puede com- carece, separándola definitivamente de sus
probar, verificar y desarrollar las conclu- vínculos con la filosofía, y permitiéndole avan-
siones de estas investigaciones. La po- zar en la producción de conocimientos. Clapa-
sición de las conclusiones científicas es
rède expresa con claridad esta idea, cuando
intermedia y auxiliar (p. 35).
afirma:
Las dos posiciones son radicalmente diferen-
[…] la pedagogía, entonces, un poco por
tes: en tanto Durkheim niega toda posibili- su naturaleza, y sobre todo por su ca-
dad de cientificidad a la pedagogía, Dewey, rencia de método, ha pasado y aún pasa
por el contrario, orienta los procesos de su por una disciplina únicamente filosófi-
constitución.28 De esta manera encontramos, ca. Si el principio enunciado por Rou-
en la deriva latinoamericana, las dos ideas: por sseau pareció evidente por sí mismo, es
un lado, la ciencia de la educación como el necesario convenir que Rousseau nun-
camino del rigor científico en la investigación ca lo ha demostrado y que nadie des-
educativa; por otro, el esfuerzo por generar pués de él ha aportado una verificación
un aparato disciplinario propio de la pedago- experimental... Sólo un fundamento ri-
gía, con estatuto científico. Ambas derivas gurosamente científico y psicológico
comparten, por lo general, el casi desconoci- dará a la pedagogía la autoridad que le
miento de su contraparte, lo cual lleva a dis- es indispensable para conquistar la opi-
cusiones que, en muchos casos, adquieren un nión y forzar la adhesión a las reformas
carácter cacofónico. deseadas (Claparède, citado por Frie-
drich, 1998: 58-59).
El giro científico de la pedagogía
Por tanto, la pedagogía, para transformarse
La omnipresencia positivista durkheimiana en en una ciencia autónoma, deberá necesaria-
el mundo intelectual y académico francés es mente separarse de la filosofía,29 aliarse con la
tal, que en el campo de la pedagogía se ideali- psicología y adoptar el método científico-
zan los métodos de investigación cuantitativa cuantitativo. Se inscriben, así, los tres puntos
y se básicos que permiten el nacimiento de la de-

28 Es necesario aclarar que el presentar la postura de Dewey no significa compartir sus orientaciones, aunque sí el
convencimiento del estatuto disciplinario y científico de la pedagogía.
29 Separarse de la filosofía implica abrir un camino diferente de aquel emprendido por el pensamiento pedagógico
alemán, al cual había recurrido la pedagogía francesa en el “momento Compayré”. Sin embargo, esta impronta
psicológica también es asumida por Dilthey cuando, ya en en 1884, afirmaba que “el desarrollo de la pedagogía
muestra que actualmente ella sólo puede pretender un carácter científico a título de psicología aplicada... La
educación pedagógica es, en primer lugar, una educación psicológica” (Dilthey, Escritos pedagógicos, citado por
Friedrich, 1998: 59).

44 Revista Educación y Pedagogía, vol. XVIII, núm. 46


Educación Superior

nominada pedagogía experimental, de la cual investigación científica, asumiendo las reglas


Claparède es su figura fundacional, y Gastón del método científico fundado en la observa-
Mialaret quien completa y articula las reglas ción, análisis y comparación, puesta al servi-
que la ordenan. Este último se adscribe a la cio de la pedagogía y teniendo en cuenta las
definición durkheimiana de educación,30 cuando necesidades e intereses de la práctica pedagó-
sostiene que: “la educación es acción y la de- gica (Mialaret, 1966b: 7). Posteriormente, Ray-
finición de Durkheim es excelente” (Mialaret, mond Buyse completará esta visión, afirma-
1966a:10).
do que
El asumir esta definición de educación le per-
[…] la condición fundamental de una
mite, a Mialaret, adscribir también y conside- utilización del método experimental
rar que la pedagogía experimental es un avan- cuando se trata de encontrar la solución
ce relevante en el conocimiento científico de a problemas técnicos de la pedagogía
la educación, en tanto “la pedagogía experi- puede entenderse como un esfuerzo por
mental es la aplicación del método experimen- medir los hechos pedagógicos, estudiar
tal a los hechos y a las situaciones educativas” sus condiciones y determinar leyes (R.
(Mialaret, 1966b: 100), donde Buyse, L’expérimentation en pédagogie, ci-
tado por Mialaret, 1996b: 98).
[…] el método experimental busca la ex-
plicación de los fenómenos partiendo Mialaret señala un conjunto de dificultades
de una hipótesis, la cual se verificará o importantes para la experimentación en la
no, utilizando un “plan experimental”
investigación pedagógica, la cual da sentido
después de haber definido con precisión
los diferentes tipos de variables de la si-
y significado a la pedagogía experimental.
tuación, los criterios de juicio y de eva- Estas dificultades se relacionan con el proble-
luación de los hechos, situaciones, pro- ma muestral, el control de las variables que
cesos y fenómenos (p. 100). articulan las hipótesis a verificar, y la desapa-
rición de sujetos o poblaciones en el curso de
La idea de “pedagogía experimental”31 toma la experimentación. En consecuencia,
cuerpo en Francia, en un texto publicado bajo
dicho título por Theodore Simon, editado en […] se comprende por qué los estudios
1924, donde da cuenta de las investigaciones que realmente ameritan el calificativo
que realizó en relación con la escritura, la lec- de experimentales son relativamente
tura y la ortografía, y que continúa el trabajo raros en relación con todas las investi-
iniciado en Suiza por Claparède, quien en 1905 gaciones científicas que se necesitan para
publica su obra Psicología del niño y pedagogía el análisis de los hechos y de las situa-
experimental. En ambos textos se apela a una ciones educativas (Mialaret, 1996b: 19).

30 La definición mencionada dice: “L’éducation est l’action exercée par les générations adultes sur celles qui ne sont
pas encore mûres pour la vie sociale. Elle a pour objet de susciter et de développer chez l’enfant un certain nombre
d‘´etats phisiques, intellectuels et moraux que réclment de lui et la société politique dans son ensemble et le milieu
spécial auquel il est particulièrment destiné” (Durkheim, 1990: cap. 2, 51).
31 La noción de pedagogía experimental es retomada de los trabajos de Claude Bernard sobre la medicina experimen-
tal. El paralelo con la pedagogía nos parece relevante, en tanto la práctica de la medicina y la práctica de la
pedagogía fueron cuestionadas por el aparato doctrinario del positivismo y la búsqueda de cientificidad tanto en
el oficio de curar como en el de enseñar. El texto citado de Mialaret y los de Landeshere y Buyse, han formado
parte relevante de mi formación como maestra. Más aún, me atrevo a afirmar que a estos trabajos se debe la
introducción de los cursos de metodología de investigación en la formación de docentes en América Latina, con
las consecuencias que todos conocemos.

Revista Educación y Pedagogía, vol. XVIII, núm. 46 45


Didáctica-pedagogía-ciencia de la educación: la relación que confirma la “excepción” francesa

El patrón de investigación que Mialaret pre- […] crear un banco de datos donde los
senta en su texto, corresponde a la tradición investigadores encuentren y así puedan
que se puede encontrar en numerosos libros retomar los resultados de experimenta-
de metodología de investigación en ciencias ciones anteriores... Falta este banco de
sociales, considerando ocho etapas: 32 datos y, muy frecuentemente, es nece-
sario rehacer casi por completo las ex-
1. Identificación del problema. periencias que ya fueron hechas (p. 124).

2. Revisión de la literatura. El otro apela al reconocimiento que el Centro


Nacional de Investigación Científica (CNRS)
3. Definición de variables y explicitación de
debe hacer “sobre la necesidad, el valor cien-
las hipótesis.
tífico y la especificidad de la investigación en
4. Definición o construcción de los instru- educación”(p. 125).33
mentos de evaluación.
La emergencia de la pedagogía experimental
5. Desarrollo del plan experimental. está señalada por los avances investigativos
6. Definición de la muestra y recolección de de la psicología, y en especial, por el interés
datos. que surge al interior de ella, a comienzos del
siglo XX, por los estudios sobre la infancia
7. Análisis de resultados y formulación de desde diferentes perspectivas, unas conside-
nuevas hipótesis. radas más científicas que otras. Y es en rela-
ción con las corrientes psicológicas preocu-
8. Publicación científica, dando cuenta de la padas por la medición cuantitativa de la inte-
investigación.
ligencia, herederas de los trabajos de Stanley
Hall y Bidet, que la pedagogía busca su esta-
Esto es muy coherente, en tanto el autor con-
tuto científico, haciéndose experimental, tal
sidera que
como lo enunció Claparède en 1905. En la
emergencia de la pedagogía experimental se
La investigación científica en educación, sea
reconocen los inicios de la investigación en
o no experimental, es sólo un subcon-
junto de la investigación científica: reco- educación, que ha dejado ya hace muchos
rre los mismos itinerarios, encuentra las años de inscribirse en ese dominio para desa-
mismas dificultades, debe someterse a rrollar su propio camino, sin necesariamente
las mismas restricciones metodológicas tener que adscribirse a los principios del mé-
que todas las formas de la investigación todo científico defendido por Claparède y
científica (p. 20). Mialaret.

A partir de esta descripción, los capítulos res- Sin embargo, no es éste el único vínculo que
tantes dan cuenta, paso a paso, de los proce- se establecerá entre pedagogía y psicología en
dimientos a seguir, con la aclaración de las el mundo francófono, relación que ha permea-
dificultades correspondientes. Y en la conclu- do el movimiento de escuela nueva o escuela
sión, Mialaret plantea dos reclamos: uno en activa desde sus inicios y en totalidad. Hacia
relación con la necesidad de 1950, Mialaret inicia un trabajo duro y com-

32 A continuación se presenta una síntesis que ejemplifica el patrón que el autor describe en Mialaret (1996b: 20-21).
33 Es importante hacer notar que hasta el día de hoy, en Francia existe una discusión sobre la validez científica de la
investigación en educación. Para constatarlo, basta leer la prensa cotidiana, fundamentalmente las polémicas
publicadas en Le Monde entre Philippe Merieu y Alain Finkeltraut.

46 Revista Educación y Pedagogía, vol. XVIII, núm. 46


Educación Superior

plejo para definir y aislar un campo propio — Las características de los individuos y de
de la psicopedagogía. En este ejercicio, él re- los grupos presentes.
curre, en primera instancia, a distintas defi- — Los componentes psicológicos de las rela-
niciones encontradas en los diccionarios de ciones de los diferentes individuos y de
lengua francesa, como el Robert, donde se lee sus diferentes grupos y subgrupos, ya sea
“aplicación de la psicología experimental a la entre ellos, o con el medio de referencia
pedagogía”,34 o en obras más restrictivas como (institución escolar, por ejemplo).
el Vocabulario de psicología, que la determina — Los componentes psicológicos constitu-
como “pedagogía científicamente fundada en yentes de aquello que nombramos bajo la
la psicología del niño”, o en obras más gene- expresión general “las relaciones maestro-
rales como el Vocabulario de la psicopedagogía, alumnos”.
de Lafon, donde se define como
— La característica esencial de una situación
[…] pedagogía basada en el conoci-
de educación está en el hecho de que algo
miento del niño en general o del adulto orientado acontece entre los dos subcon-
(enseñanza superior y formación de juntos, el de los educadores, por una par-
adultos), sobre su conocimiento indivi- te, y el de los educados, por otra. Los pri-
dual, así como también sobre el estudio meros utilizan ciertos métodos para trans-
del medio en el cual evoluciona.35 mitir contenidos a los segundos y provo-
car fenómenos de aprendizaje en estos
Mialaret inicia su argumentación acerca del últimos.37
campo de la psicopedagogía, apuntando al — Por último, es necesario considerar que los
hecho de que contenidos que se transmiten, provocan
no sólo reacciones psicológicas de acepta-
[…] los elementos esenciales de una si- ción o de rechazo, sino que también su-
tuación de educación (ya se trate de ponen el desarrollo de procesos psicoló-
situaciones escolares clásicas o de, por gicos que son estructuradores de la per-
ejemplo, educación permanente) llevan sonalidad de los educandos.
a la presencia de dos subconjuntos: el
equipo de educadores (que muchas ve-
ces se reduce a una unidad), y el (los) A partir del análisis de estos componentes
grupo(s) de enseñados que evolucionan psicológicos del acto educativo, Mialaret
en un cierto medio (sea institucional- enuncia la siguiente definición de psicopeda-
mente organizado, sea en un medio de- gogía:
finido por criterios explícitos: la forma-
ción permanente en la empresa, por […] por psicopedagogía se puede enten-
ejemplo) (Mialaret, 1987: 5-6). der sea una teoría, sea un método, sea
un conjunto de prácticas pedagógicas
A continuación enumera algunos de los com- que se refieren a los enunciados de la
ponentes psicológicos de estas situaciones:36 psicología de la educación sea como

34 “Application de la psychologie experimental a la pédagogie”.


35 Todas estas definiciones son citas de Mialaret (1987: 5).
36 La enumeración que se presenta es una síntesis del texto La psychopédagogie, de Mialaret (1987: 5-6).
37 Es importante tener en cuenta aquí que Mialaret considera que “un método pedagógico es un instrumento de
comunicación que, como todo instrumento utilizado en una situación social, vehicula componentes psicológicos”
(véase Mialaret, 1987: cap. 3).

Revista Educación y Pedagogía, vol. XVIII, núm. 46 47


Didáctica-pedagogía-ciencia de la educación: la relación que confirma la “excepción” francesa

fundantes, sea para explicarlos, sea para pedagogía, inscribiendo a la primera en el


ponerlos en ejecución en el plano de la horizonte de los estudios piagetianos sobre el
acción (Mialaret, 1987: 11). desarrollo intelectual del niño (Not, 1988). En
él, el autor apela, al igual que Mialaret, al mé-
El problema con la delimitación del horizon- todo experimental, “que se define, como se
te de esta “disciplina” es abierto por el propio sabe, por la verificación de una hipótesis que
Mialaret, cuando sostiene que se somete al control de los hechos” (p. 11), y
asume que la
[…] la psicopedagogía montessoriana
es distinta a la psicopedagogía decro- […] pedagogía, durante mucho tiempo
lyana, que la de Freinet no puede jun- considerada como un arte, hoy aspira a
tarse con la de Cousinet. Es evidente un estatuto científico y tiende a asumirse
que, guardado como tejido de fondo el como la ciencia de los métodos de edu-
conjunto de los factores psicológicos, cación (p. 8).
el acento puede ser puesto, según los ca-
sos, sobre tal o tal grupo de factores que Según Not, dos son los métodos presentes en
aparecen como los más importantes se- el dominio pedagógico: la heteroestructuración
gún los sistemas pedagógicos... La psi- y la autoestructuración. La primera enfatiza la
copedagogía de la música o la psicope- situación de
dagogía de la enseñanza programada
tienen ciertos elementos comunes, pero […] un educador que ejerce una acción
también elementos específicos que las sobre un educando, a través de una ma-
diferencian (Mialaret, 1987: 10). teria, el conocimiento constituido, divi-
sible en elementos que pueden llamar-
La amplitud del campo que abre esta defini- se objetos y que son los instrumentos
ción de la psicopedagogía, que el mismo Mia- para la formación del alumno (p. 8).
laret reconoce como un problema, la ha trans-
formado en lo que Hameline denomina una La segunda remite a la noción de que “el a-
lumno es el artesano de su propio conocimien-
[...] disciplina bastarda: insuficiente co- to” (p. 8). La pedagogía del conocimiento pro-
mo ciencia, pues no tiene vínculos con puesta por Not pretende
la investigación, lo que la transforma en
una suerte de divulgación aproximati- […] definir un método de educación
va (Hameline, 1998: 235). cognitiva fundada en la interestructura-
ción del sujeto que conoce y del objeto
La psicologización de la pedagogía: a conocer. Se puede considerar que este
una continuidad histórica método integra las ventajas de cada uno
de los dos anteriores, elimina sus caren-
Como ya se dijo anteriormente, es el movi- cias y supera su oposición (p. 12).
miento de escuela nueva o escuela activa la
que instaura un estrecho vínculo entre psico- A la luz de estas nociones metodológicas, Not
logía y pedagogía, dando continuidad a los despliega una extensa revisión histórica de las
primeros pasos establecidos por Herbart. Este diferentes propuestas pedagógicas, asignando
vínculo se acrecienta con la emergencia de la a la heteroestructración los métodos tradicio-
psicopedagogía francesa y hoy adquiere un nales, y a los que denomina coactivos, funda-
estatuto fundamental a través de las denomi- dos sobre la primacía del objeto. En este con-
nadas pedagogías del conocimiento. Es en el tex- texto es interesante el análisis que realiza de
to de Louis Not donde se da cuenta de esta las ideas de Durkheim y de las de Alain, dado
aproximación a la relación entre psicología y el hecho de que

48 Revista Educación y Pedagogía, vol. XVIII, núm. 46


Educación Superior

[…] para ambos se trata de partir del ser […] no hay nada que asegure que los
natural que apenas se distingue del ani- sistemas que inscriben el acceso al cono-
mal; sin embargo, uno [Durkheim] en- cimiento en el desarrollo de los intere-
tiende hacer un individuo social para el ses y necesidades del niño, sean, por esta
cual las necesidades y las aspiraciones razón, generadores de libertad (pp. 164-
de la sociedad determinan los rasgos 165).
constitutivos; el otro [Alain], por el con-
trario, quiere hacer un ser humano que Será su propuesta de interestructuración del
se desprenda por sí mismo de su ani- sujeto y del objeto en la organización del co-
malidad, para alcanzar una humanidad nocimiento, la que tenderá a superar las con-
que se define en la libertad y la razón tradicciones anteriores. El trabajo de Not es,
(Not, 1988: 33). quizá, uno de los mayores esfuerzos por trans-
formar la práctica docente, enraizándola fun-
Si bien Not demuestra la oposición entre los damentalmente en los hallazgos de la psico-
argumentos de Durkheim y Alain, considera logía genética.38 Para ello despliega un con-
que los dos, a pesar del contenido de sus dis- junto de argumentaciones sobre los modos
cursos, pretenden imponer al sujeto-alumno que debe asumir la enseñanza de las diferen-
una tradición constituida, referida a “mode- tes asignaturas escolares desde esta perspec-
los que consisten, fundamentalmente, en con- tiva, afirmando que
memorar, admirar, venerar, imitar, repetir, co-
piar” (p. 48). Los métodos coactivos que Not […] la construcción de nociones obede-
revisa, son todos aquellos fundados en la psi- ce a leyes estructurales, pues no hay nin-
guna noción aislada ni aislable; cada una
cología conductista de Watson, que atravie-
se inscribe en un sistema que puede
san los trabajos de Skinner y las propuestas
restringirse en los diferentes niveles de ela-
cibernéticas, y boración que puede asumir, pero que
puede comprender todo un conjunto
[…] cuyo principio consiste en guiar al nocional; se lo ha mostrado, por ejem-
alumno, en su camino de descubrimien- plo, en la proporcionalidad; esas leyes
to o de invención, canalizando la activi- estructurales deberán definir los modos
dad en el marco de condiciones tales que de estructuración aplicables a una no-
todo está previsto y organizado desde ción. Desde el punto de vista genético,
un comienzo, lo cual es radicalmente di- ellas son transformaciones que hay que
ferente de las condiciones reales de la provocar para pasar de un modo de fun-
auténtica invención o del auténtico des- cionamiento a otro más ágil, más pode-
cubrimiento (pp. 86-87). roso, más económico, más elegante o
más eficaz. Es necesario estar atento a
Bajo la denominación de métodos de autoes- las extensiones prácticas que toda no-
tructuración cognitiva, Not integra las propues- ción puede asumir; ellas indican las di-
tas de la escuela nueva, en las que se inscri- recciones en las cuales es oportuno o
ben Montessori, Decroly, Ferrière, Dewey, posible desarrollarla (p. 331).39
Cousinet y Claparède, y las cuales enfatizan
en el sujeto y propenden por la libertad de Esta propuesta de interestructuración le per-
los individuos. Sin embargo, para Not, mite a Not redefinir la educación como

38 La propuesta de Not puede articular con las denominadas pedagogías constructivistas.


39 Está demás todo comentario sobre el fundamento piagetiano de esta argumentación.

Revista Educación y Pedagogía, vol. XVIII, núm. 46 49


Didáctica-pedagogía-ciencia de la educación: la relación que confirma la “excepción” francesa

[…] la puesta en marcha de los medios los principios básicos de la pedagogía experi-
pertinentes que permiten al alumno mental, así como también a la noción de
transformarse en el sentido que lo defi- psicopedagogía desplegada por Mialaret.40
nen los fines asignados al proceso edu-
cativo. Estos fines están relacionados
con el máximo desarrollo del alumno;
Didáctica: ¿cuál es su papel en
una educación fundada en la interes-
tructuración del sujeto y del objeto lo
la excepción francesa?
liberta de toda tutela, y por la importan-
cia que ésta le atribuye a la acción, le Así como podemos aceptar que las referen-
permite crecer simultáneamente en su cias a la pedagogía y a lo pedagógico pertene-
saber y en su ser (p. 331). cen al universo del vocabulario francés coti-
diano,41 la didáctica es una noción que surge y
La pedagogía del conocimiento, en tanto una pertenece al dominio intelectual alemán des-
puesta al día con los avances de la psicología de el comienzo del siglo XVII,42 y “ha sido
del desarrollo del niño, marcada por los estu- siempre un pensamiento filosófico, una teori-
dios piagetianos, concretiza una vuelta de zación y una construcción de modelos teóricos”
tuerca fundamental en el significado asigna- (Kansanen, 1998). Por el contrario, en el mun-
do a la pedagogía en el dominio intelectual do académico francés “la distinción entre pe-
francés, haciéndose casi sinónimo de enseñan- dagogía y didáctica es frecuentemente borro-
za. Tal es así que el mismo Not publica un tex- sa” (Altet, 1994: 11); más aún, la “didáctica” es
to, cuyo título es muy sugerente (Enseigner et un término que se usa cada vez más y más en
fair apprendre. Eléments de psychodidactique ge- detrimento de la pedagogía, aunque su emer-
nérale, 1987), donde afirma: gencia se puede marcar hacia fines de la dé-
cada del sesenta (Hamelin, 1998: 236), y es otra
[…] cualquiera que sea la disciplina, el vez Mialaret, en 1979, quien aporta la siguien-
saber de cada individuo se organiza y se te definición: “conjunto de métodos, técnicas
define por las actividades psicológicas y procedimientos para la enseñanza”. Es de-
(representaciones y comportamientos) cir, el desarrollo de un aparato teórico, como
potenciales o actualizadas, funcional- en el caso alemán, queda por fuera de esta
mente, es decir, estructuralmente idén-
definición. De la misma manera, es excluido
ticas, más allá de la diversidad de obje-
de la proposición de M. Bru, cuando afirma:
tos (matemáticos, químicos, históricos).
“la didáctica se propone estudiar científica-
Esto sugiere apuntar a una psicodidáctica
general que, por su generalidad, encuen- mente las condiciones y las característica del
tra la unidad de la persona y del saber, acto de enseñar en su relación con el acto de
más allá y a pesar de la indispensable aprender” (citado por Altet, 1994: 16). Esta
división en disciplinas especiales (Not, definición vuelve a conectar la didáctica con
citado en Altet, 1994: 15). la pedagogía experimental.

La ausencia de delimitaciones claras del con- Este modo de mirar y considerar la didáctica
cepto pedagogía y su vinculación estrecha con está relacionada con la relevancia de la psico-
la enseñanza y la psicología, sigue apegado a logía en la sociedad francesa y fundamental-

40 Es decir, otra propuesta que se inscribe en la tradición, siempre presente en el mundo intelectual francés, del
pensamiento positivista durkheimiano.
41 A este respecto es interesante escuchar expresiones como “el discurso del ministro X fue muy pedagógico…”.
42 Los trabajos de Wolfang Ratke y Juan Amós Comenio están en el origen de la historia de la didáctica. Sobre la
trayectoria de la didáctica en Alemania, véase Kansanen (1998).

50 Revista Educación y Pedagogía, vol. XVIII, núm. 46


Educación Superior

mente en los pensadores, ya antes menciona- por entradas diferentes y complementarias,


dos, que buscan con afán la cientifización de en tiempo diferentes y considerando de
la pedagogía y encuentran en la psicología manera distinta los actores: el alumno,
una forma de resolver los problemas metodo- para el didáctico [didacticien en el origi-
lógicos de aquella. Esta base psicológica común nal] es el aprendiz; el alumno para el
pone en cuestionamiento los límites y, por en- pedagogo [pédagogue], es una persona
de, las posibles relaciones entre pedagogía y global; el enseñante, para el didáctico,
didáctica. es un técnico del saber y de sus modos
de adquisición; el enseñante, para el pe-
Un ejemplo de estas fronteras borrosas lo en- dagogo, es un mediador de la relación
contramos en las tres acepciones que Halté (1994: 17).43
da a la didáctica:
Y concluye:
a) Una reflexión sobre los objetos de en-
señanza; b) indagaciones acerca de las […] didáctica y pedagogía son, por tan-
condiciones de apropiación de los sabe- to, dos aproximaciones complementa-
res y c) indagaciones sobre la interven- rias para el análisis del proceso enseñan-
ción didáctica cuya dominante es praxo- za-aprendizaje que buscan producir
lógica (citado por Altet, 1994: 17). saberes para comprender las prácticas de
enseñanza y de aprendizaje (p. 17).44
Una lectura atenta de estas tres consideracio-
nes sobre la didáctica, nos permite afirmar, Estas aproximaciones sobre el significado y,
en el contexto francés, que las dos primeras por ende, el campo intelectual de la didácti-
son pertinentes a su significado; pero la ter- ca, llamada general, aparecen un tanto confu-
cera define, desde la tradición francesa, el sas y poco claras. Y son quizá estas ambigüe-
dominio de la pedagogía, en tanto la entien- dades las que se intentan superar a partir del
de como una disciplina práctica (“teoría prác- análisis que se genera al interior de las didác-
tica” al decir de Durkheim) regida por la in- ticas especiales o disciplinares y, particular-
tervención, la acción, la interacción maestro- mente, en la enseñanza de las matemáticas.
alumnos, las elecciones y las decisiones sobre Es en este contexto que Chevallard presenta
los contenidos y la marcha de la situación su noción de transposición didáctica,45 que se
pedagógica en general. inscribe en un argumento crítico donde sos-
tiene que
Altet intenta establecer la distinción entre pe-
dagogía y didáctica cuando afirma: […] el obstáculo crucial que se levanta
frente al desarrollo científico y social de
[…] ellas tienen el mismo objeto: el pro- la didáctica se concretiza en una muy
ceso enseñar-aprender, pero lo abordan antigua línea de demarcación que pre-

43 Los términos “alumno” y “enseñante” son la traducción de élève y enseignant, tal como aparecen en el original del
texto.
44 El término “saberes” es la traducción de savoirs, en el original del texto. Esta aclaración es importante, pues en
muchas ocasiones este término ha sido traducido de manera incorrecta como conocimiento. En francés existe la
distinción vocabular entre savoir y conaître (saber y conocer), y entre savoir y connaissance (saber y conocimiento).
45 Esta propuesta de Chevallard surge como respuesta a la inclusión, a fines de la década del sesenta, en los progra-
mas de matemáticas, de las proposiciones del grupo llamado Bourbaki. Esta reforma produce conflictos entre los
llamados “clásicos” y “modernos”. Un aspecto interesante de esta reforma es que dichos contenidos son parcial-
mente reformados nuevamente, en el nivel de la escuela primaria, a fines de la década del setenta, volviéndose a
los clásicos. Sin embargo, se mantienen en el liceo.

Revista Educación y Pedagogía, vol. XVIII, núm. 46 51


Didáctica-pedagogía-ciencia de la educación: la relación que confirma la “excepción” francesa

tende distinguir, por un lado, “lo didác- En la perspectiva de Chevallard, la teoría de


tico”, campo supuestamente natural de la transposición didáctica apunta a la com-
la didáctica, y por otro, “lo pedagógico”, prensión de los fenómenos del mismo nom-
entregado desde siempre a “la pedago- bre. Dicho de otra manera, se trata de dar
gía”... Lo pedagógico —y “la pedagogía” cuenta de los flujos de nuevos saberes que se
que lo organiza— se situaría de esta
inyecta periódicamente en el sistema de en-
manera en las fuentes de los saberes que
señanza. Estos flujos son analizados como el
se estudian, en lugar de formular enun-
ciados en función de ellos (Chevallard, resultado de las disputas entre el conjunto de
1999). los agentes dotados de una cierta legitimidad
en materia curricular en un momento dado en
En la propuesta de Chevallard sobre la trans- el tiempo (la noosfera), y en el marco de un
posición didáctica, el sistema de enseñanza control que ejerce el cuerpo social. La trans-
posición didáctica consiste en encontrar una
se presenta como un ecosistema en constante
“buena” distancia del saber que se enseña, en
pérdida de equilibro, donde la transposición
relación con los conocimientos disciplinarios
didáctica es, a la vez, consecuencia de esta ten-
y el saber de los padres (Bardet, 1997: 48).
dencia al desequilibrio y factor de re-equili-
bración. La pérdida de equilibrio del sistema
La transposición didáctica, que en la propues-
es producto de “una constante renovación
ta de Chevallard tiene un carácter investiga-
exógena de los saberes escolares por interme-
tivo, ha adquirido en la práctica del sistema
dio de lo que aquí se llama la ‘noosfera’” (Che- educativo una condición normativa, lo que
vallard, citado por Bardet, 1997: 46).46 Esta úl- implica que no sólo es aplicada en el terreno
tima se define como “un espacio intermedio de la enseñanza de las matemáticas, sino tam-
entre Sociedad y Escuela”.47 Para ser consis- bién en el resto de las disciplinas que articu-
tentes con los modos de exposición de las ideas lan el currículo escolar en el nivel secundario
que practica Chevallard, en la figura 1 repre- del sistema. Esto ha llevado al despliegue de
sentamos la transposición didáctica: un conjunto de críticas que provienen de di-
ferentes ángulos. Las primeras surgen en el
campo de los pedagogos. Para Meirieu, la dis-
tribución de las ciencias y la repartición de
las disciplinas escolares no son cortes que
Sistema de enseñanza puedan ser superpuestos, puesto que una ta-
rea escolar apela a diversas ciencias fundamen-
tales en forma simultánea (1991: 45-46). Por
Noosfera otra parte, él considera que la cultura científi-
ca y la cultura escolar son dos configuracio-
nes específicas, no reducibles una a la otra,
Sociedad que desarrollan dos programas ampliamente
autónomos. Más aún, el mismo autor afirma
que las disciplinas escolares son “configura-
Figura 1. Transposición didáctica ciones epistemológicas originales”.

46 He mantenido la traducción literal del neologismo de Chevallard, cuya escritura en francés es noosphère.
47 Chatel describe esta noción de la siguiente manera: “Esta noosfera agrupa los responsables pedagógicos o admi-
nistrativos de la educación nacional, los expertos, los profesores que contribuyen en la elaboración de los progra-
mas, escriben los manuales y las obras metodológicas destinadas a los enseñantes en terreno” (Chatel, 1995).

52 Revista Educación y Pedagogía, vol. XVIII, núm. 46


Educación Superior

A pesar de estas críticas, la transposición di- contenidos del estudio... La extensión


dáctica se ha diseminado exitosamente en el necesaria del campo de la didáctica su-
ámbito de las didácticas especiales o discipli- pone un aprendizaje para “ver” lo espe-
narias francesas, quizá como una evidencia cífico detrás de lo genérico, y de la mis-
de la necesidad de generar investigación al ma manera, para “ver” lo genérico más
interior de cada una de ellas, en tanto las no- allá de lo específico — en tanto que faci-
ciones de Chevallard han traído de la mano litador o, por el contrario, impedimento
el tema de la epistemología, aunque siempre de lo específico (Chevallard, 1999).
mirado y considerado al interior de cada dis-
ciplina, lo que nos lleva a hipotetizar que de- Esta es la forma en que Chevallard propone
trás podríamos encontrar la influencia de la la ruptura de la tradicional supremacía de lo
epistemología genética surgida en Ginebra a pedagógico (lo genérico), frente a lo didácti-
través de los estudios piagetianos.48 co (lo específico). Sin embargo, en esta rup-
tura y delimitación del campo de la didáctica,
Por último, y en tanto Chevallard aparece
queda una pregunta abierta y sin respuesta,
como uno de los representantes más signifi-
por lo menos hasta hoy: ¿es que lo específico
cativos en el dominio de la didáctica france-
sa, nos parece relevante dar cuenta de su de- (didáctico) debe superar a lo pedagógico?
limitación del campo de esta disciplina. A este
respecto afirma:
Ciencia(s) de la educación: la compleja
[…] el mito de una frontera no creada, definición de un dominio académico
eterna, inmanente en el orden del mun-
do es una ficción interesada, que ha en- En un texto publicado por primera vez en
tregado, me parece, todo lo que podía 1976,49 Mialaret da cuenta de la historia de la
dar. Hoy es necesaria una revolución didác- cátedra de pedagogía, luego de ciencia de la e-
tica para salir de las alegres aporías del ducación, inaugurada en la Sorbonne por
poderoso y del pedante. Una revolución
Henri Marion, que después ocupó Buisson y
tal apela a una redefinición radical del
campo de la didáctica que vaya más allá que Durkheim, quien le cambió el nombre,
de la prohibición pedagógica. En reali- será el último en tenerla a cargo, ya que a su
dad, la definición necesaria está presen- muerte, en 1917, fue suprimida. Sólo en 1967
te y en acto en esta obra mayor que es la se aceptan los Departamentos de Ciencias de
teoría de las situaciones didácticas, pues- la Educación en tres universidades: París,
to que, quizá de una manera un tanto Burdeos y Caen. Mialaret se lamenta del arrai-
oblicua, la noción de situación ignora, go de las discursividades pedagógicas en el
en efecto, de derecho y de hecho, la an- mundo francés, como origen de este retraso,
tigua demarcación que la intimidación
por comparación con la situación en la suiza
pedagógica no ha cesado de querer im-
poner. El campo de la didáctica se ex- francesa, donde en Ginebra se funda, en 1912,
tiende, por definición, a todos los deter- el Instituto de Ciencias de la Educación, que
minantes posibles del estudio, a todo en 1929 formará parte, como Facultad, de la
aquello que condiciona las formas y Universidad de Ginebra.

48 Al respecto es interesante volver a revisar los tres tomos de Introducción a la epistemología genética de Piaget, cuyos
títulos son: “El pensamiento matemático”, “El pensamiento físico” y “El pensamiento biológico, psicológico y
sociológico” (véase Piaget, 1975).
49 Aquí las citas corresponden a la novena edición del año 2002 de esta obra.

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Didáctica-pedagogía-ciencia de la educación: la relación que confirma la “excepción” francesa

Sin embargo, a partir de una lectura rigurosa Ésta es la cartografía actual de las ciencias de
de diferentes artículos y textos sobre la con- la educación en Francia. Esta situación hace
formación, estructura y objetos de estudio de de ellas, desde una breve lectura en la sospe-
las ciencias de la educación, pareciera que las cha de este mapa, “una apuesta y un desa-
razones de esta situación se encuentran más fío”, según Charlot (1905). Pero también, his-
allá del apego francés a “lo pedagógico”; más bien, tóricamente, las hizo atravesar un recorrido
hacen parte de un largo camino de discusio- dificultoso para lograr transformarse en una
nes sobre el estatuto de cientificidad de este disciplina universitaria, pues
dominio del conocimiento, que el texto de Mia-
[…] primero, su enseñanza se agregaba
laret trata, en parte, de subsanar. Como un
casi siempre a la enseñanza de la filoso-
modo de aclarar la estructura de las ciencias fía, de la psicología (en el caso de Fou-
de la educación, Mialaret enuncia un cuadro cault) o de la sociología (en el caso d’Es-
general (2002: 43-84) donde, en un primer pinas, de Durkheim, de Bouglé o de
momento, ellas son clasificadas a partir de las Fauconnet). Numerosos profesores vie-
disciplinas existentes, de la siguiente forma: ron en ellas una carga suplementaria
que los alejaba de su obra principal y que
constituían un obstáculo en la evolución
1. Las disciplinas que estudian las condicio-
de su carrera... Segundo, los profesores
nes generales y locales de la educación. que enseñaron la ciencia de la educación
Éstas son: historia de la educación y de la no conformaron un medio de intercam-
pedagogía, sociología de la educación, et- bios y debates, ya que no podían apo-
nología de la educación, demografía esco- yarse en una escuela ya existente, a di-
lar, economía de la educación, administra- ferencia, por ejemplo, de los historiado-
ción escolar, educación comparada. res o de los sociólogos durkheimianos...
Tercero, la enseñanza de la ciencia de la
2. Las ciencias que estudian las situaciones y educación no se inscribía en un cursus
los hechos de la educación. Estas son de- de estudios universitarios y no era san-
nominadas ciencias pedagógicas, que son cionada con un diploma o un grado es-
categorizadas de la siguiente forma: pecífico (Gautherin, 1995: 47-48).50

a) Las disciplinas que estudian las condi- Si bien la situación descrita por Gautherin ha
ciones del acto educativo desde los án- cambiado, en la actualidad encontramos que
gulos fisiológicos, psicológicos y psico-
sociológicos. […] el plural de las ciencias de la educa-
b) Las didácticas y la teoría de los progra- ción indica que al menos coexisten en
mas. una unidad académica varias ciencias
humanas y sociales. Idealmente, todas
c) Las ciencias de los métodos y de las téc- reunidas: psicoanálisis, psicología
nicas pedagógicas. cognitiva, psicología social, antropolo-
d) Las ciencias de la evaluación. gía, sociología, lingüística, historia, eco-
nomía, demografía, geografía, politolo-
3. Las disciplinas que se ocupan del análisis gía. Cada una de estas ciencias tiene “al-
reflexivo y las ciencias del futuro, que in- guna cosa” que decir sobre la educación,
cluyen la filosofía de la educación, la pros- los sistemas, las prácticas, los procesos
pectiva en pedagogía y la planificación. educativos, las culturas, los valores, los

50 La última parte de la afirmación fue reparada en 1967 con la creación de los Departamentos en las univerisdades
de Caen, París y Burdeos mencionados más arriba, donde los estudios en ciencias de la educación son sancionados
académicamente con grados de licencia y doctorado.

54 Revista Educación y Pedagogía, vol. XVIII, núm. 46


Educación Superior

saberes que las sostienen (Perrenoud, Esta mirada es la que permite comprender los
2000).51 largos listados cartográficos que presentamos
con anterioridad y que, al mismo tiempo, ha
Es evidente que, en esta nueva cartografía gi- puesto en tela de juicio, desde diferentes án-
nebrina de las ciencias de la educación que gulos, la posibilidad de existencia de las cien-
nos presenta Perrenoud, algunas de las disci- cias de la educación y, fundamentalmente, su
plinas propuestas por Mialaret han desapare- estatuto de cientificidad, al interior del mun-
cido como, por ejemplo, “las didácticas y la do académico francés. En este mundo nadie
teoría de los programas” así como también “las
cuestiona la condición de ciencia de la socio-
ciencias de los métodos y de las técnicas pe-
logía, la psicología, la antropología o la histo-
dagógicas”.
ria, pero sí, y de manera muy fuerte, lo hacen
Sin embargo, no es la presencia o ausencia de frente a las ciencias de la educación. Por ejem-
una u otra disciplina en el espectro de las cien- plo, la sociología de la educación que produ-
cias de la educación lo que puede despertar jo Pierre Bourdieu durante años, siempre ha
las discusiones más duras, sino la especifici- sido respetada, pero nunca ha sido conside-
dad epistemológica de las mismas.52 rada una producción proveniente del campo
de la ciencia de la educación. Sin embargo,
La problemática de las ciencias de la educación en las cartografías presentadas, la sociología
a la francesa ha tenido y tiene una repercu- de la educación es una de las que articula el
sión en el terreno académico latinoamericano. dominio de las ciencias de la educación.
En razón de ello, nos parece importante des-
plegar algunos comentarios con respecto a Por último, es muy importante señalar que
ellas. Un primer argumento está en relación las ciencias de la educación se presentan como
con el concepto de educación que las fundamen- algo diferenciado y distanciado de la pedago-
ta. La definición aceptada por todos es la de gía y la didáctica, en tanto las primeras se pro-
Durkheim, ya antes mencionada. Y esto mar- ducen al interior de la universidad, y las se-
ca el camino que ha seguido la ciencia de la gundas entran directamente en el dominio de
educación defendida por el mismo Durkheim
la práctica de los maestros y en el terreno de las
hasta su pluralización. Una pluralización que
instituciones de formación de docentes. Esto
surge como una forma de afrontar el estudio
de un fenómeno que se asume como extrema- implica que es, al interior de las ciencias de la
damente complejo, donde se educación, que se produce investigación y,
por tanto, conocimiento científico, aunque se
[…] articulan procesos, prácticas, repre- cuestione su estatuto. Si bien la didáctica se va
sentaciones, integra todos los aspectos abriendo camino arduamente en este campo,
de la existencia, interroga la cultura, las como lo evidencian los trabajos de Chevallard
relaciones con uno mismo, con el otro, mencionados en este documento, la inves-
con lo social, y con la historia (Charlot et tigación pedagógica está fuera del mundo aca-
al., 1995: 23). démico,53 pues

51 Como dato interensante a tener en cuenta, Perrenoud es académico de la Facultad de Psicología y de Ciencias de
la Educación de la Universidad de Ginebra. Es decir, estas últimas vuelven a ser subsidiarias en su inscripción
universitaria.
52 Con respecto a este tema, véase Charlot et al., “Les sciences de l’educatión: essai d’épistemologie” (1995).
53 Es muy importante conocer y saber que la producción de conocimientos en ciencias de la educación está ausente
del sistema educativo francés. Es decir, la calidad del sistema educativo en Francia está desvinculada de los
resultados de la investigación que se produce en las universidades en el dominio de la ciencia de la educación. La
calidad de este sistema está vinculada a un conjunto de tradiciones pedagógicas y principios republicanos que
nada tienen que ver con el mundo académico.

Revista Educación y Pedagogía, vol. XVIII, núm. 46 55


Didáctica-pedagogía-ciencia de la educación: la relación que confirma la “excepción” francesa

[…] no es una disciplina científica, pues edición en francés es de 1883 y la primera edición
ella trata de finalidades, de la ética, de la inglesa es de 1905).
educabilidad, de la responsabilidad o de
la sinceridad del educador no como he- Depaepe, M., 1998, “La recherche expérimentale en
chos para estudiar, sino como valores éducation de 1890 a 1940”, Le paris des sciences de
para afirmar o debatir. Sin renunciar a l’éducation, Raison Educatives, De Boeck Université
apoyarse sobre los hechos y la razón, el núms. 1-2.
discurso pedagógico da cuenta de las
convicciones que el pedagogo-autor o Dewey, J., 1951, “La educación como ciencia”, en: La
el pedagogo-profesor recogen de su ex- ciencia de la educación, Buenos Aires, Losada.
periencia y de su filosofía de la existen-
cia más que del camino de la investiga- Dilthey, W., 1968, Historia de la pedagogía, Buenos Ai-
ción empírica (Perrenoud, 2000). res, Losada.

Y esta postura muestra una vez más que el Durkheim, E., 1990, Education et sociologie, París, PUF.
pensamiento durkheimiano continúa vigen-
Friedrich, J., 1998, “Phisolophie, psychologie et
te y activo en el mundo intelectual francés.
pédagogie un menge à tríos”, Le paris des sciences de
Es la intelectualidad latinoamericana la que
l’éducation, Raison Educatives, De Boeck Université,
tendrá que decidir si éste es, o no, el camino a núms. 1-2.
seguir.
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Referencia
De Tezanos, Araceli , "Didáctica-pedagogía-ciencia de la educación: la relación
que confirma la “excepción” francesa", Revista Educación y Pedagogía, Medellín,
Universidad de Antioquia, Facultad de Educación, vol. XVIII, núm. 46,
(septiembre-diciembre), 2006, pp. 33-57.

Original recibido: mayo 2006


Aceptado: junio 2006

Se autoriza la reproducción del artículo citando la fuente y los créditos de los


autores.

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