Está en la página 1de 33

2/21/2020 El Poder de la Sangre de Jesús

Asignación Especial para Ronald Buck - El Poder de la Sangre de Jesús: Prioridad Divina

Escrito por Roland Buck

Recopilado por Timothy Holt

Elogios

Media Página Titular

Página Titular

Derechos de Autor

Asignación Especial para Ronald Buck –El Poder de la Sangre de Jesús: Prioridad Divina

Escrito por Roland Buck

Recopilado por Timothy Holt

Publicado por HigherLife Development Services, Inc.

2342 Westminster Terrace

Oviedo, FL 32765

407-563-4806

www.ahigherlife.com

Se reservan todos los derechos. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida, traducida o apropiada de
ninguna forma y por ningún medio (incluido electrónico, mecánico u otro, como ser fotocopia, grabación o
cualquier sistema de almacenamiento o reproducción de información)  —excepto por citas breves en reseñas
o artículos críticos, sin el consentimiento escrito previo de su casa publicadora.

Todas las Escrituras citadas provienen de La Biblia de las Américas, a menos que se especifique lo contrario.

Copyright © 2009 by Timothy Holt/Roland Buck

Se reservan todos los derechos reservados.

ISBN: 978-1-935245-06-3

Diseño de portada: Tracy Jetté

Primera edición

09 10 11 12 - 5 4 3 2 1

Impreso en los Estados Unidos de América

Dedicatoria

Índice

Reconocimientos Introducción

Roland Buck era un hombre común y corriente quien experimentó visitaciones angélicas a lo largo de su
vida, de 1918-1979. Mi tío Roland Buck murió cuando yo era un bebé. Y aunque me siento muy agradecido
de que miles de personas hayan llegado a Cristo gracias a las enseñanzas de mi tío, deseo compartir con mi
www.angelsonassignment.org/pdf/blood_of_jesus_spanish.html 1/33
2/21/2020 El Poder de la Sangre de Jesús

propia generación la revelación que recibió mi tío Roland. Dios compartió verdades sagradas con Roland
Buck –primero mediante la palabra de Dios y luego a través de una serie de visitaciones y visiones recibidas
por él en un lapso de tiempo de dos años, al final de la década del ‘70. Te invito a que leas acerca de algunas
de sus experiencias sobrenaturales documentadas en su libro “Angels on Assignment ”, publicado por
Whitaker House.

En el libro “Angels on Assignment” descubrirás que la primera reacción que tuvo Roland a estas experiencias
sobrenaturales fue negarse a compartir con los demás los mensajes que recibía. Roland valoraba su
credibilidad en la iglesia y pensaba que estaba poniendo su reputación y la de Dios en juego al compartir sus
increíbles encuentros con los ángeles. Sin embargo, Dios movió el corazón de Roland y logró cambiar su
manera de pensar, de tal manera que antes de ir a encontrarse con el Señor, mi tío habló y escribió
cándidamente acerca de las visitaciones y las visiones que había vivido. Y de ahí es que surge este libro, El
Poder de la Sangre de Jesús.

En una ocasión el Ángel Gabriel visitó a mi tío y le pidió que pusiera por escrito las siete verdades que
representaban las “Prioridades del Señor.” Gabriel le enfatizó que la prioridad principal de Dios era la
preciada sangre de Jesús.

Es por eso que con la bendición de mi familia y de la casa publicadora Whitaker, me he tomado el tiempo de
honrar a Dios y a mi tío transcribiendo sus 67 sermones disponibles en audio, y en este volumen les traigo el
mensaje que él recibió acerca de la prioridad principal de Dios, El Poder de la Sangre de Jesús.

Cada una de las prioridades supremas de Dios está relacionada a Su amor y al cuidado que ofrece a su gente.
Todos debemos estar conscientes de que Dios no busca razones para rechazarnos –Él no está interesado en
nuestros fracasos sino que busca nuestra amistad. El mensaje de la sangre es que la furia de Dios se ha
disipado y que ahora Su tibio corazón está abierto para nosotros.

Cuando Gabriel se le apareció a Roland en el 1979, Gabriel le dijo, “Hay más algarabía en las cortes del cielo
que la que se había visto desde la primera llegada de Jesús.” Ha transcurrido una generación desde que
ocurrió esta visitación, y ahora te paso a ti la batuta. Corramos con alegría confiados en nuestra salvación y
en la hermandad con nuestro Creador, gracias al poder de la sangre de Jesús.

Timothy Holt

Capítulo Uno

¿Cuán importante es para ti la Sangre de Jesús?

Las verdades que aparecen aquí no llegaron a mí mediante la investigación, sino que provienen directamente
del corazón de Dios hacia mí. Me había acostado a dormir poco antes de la medianoche de un sábado cuando
Dios comenzó a hablarme al corazón. Yo creía que dormía, pero parecía que estaba despierto, incluso Le
hablaba y conversaba con Él.

Él me habló directamente al corazón y me preguntó, “¿Cuán importante es la sangre de Jesús para ti?” Yo he
dado sermones acerca de la sangre, y siempre me ha parecido de relativa importancia, pero esta pregunta me
llegó a lo más profundo del corazón. Le contesté a Dios que yo sabía lo importante que era la sangre y que
incluso había sermoneado acerca de ella en varias ocasiones. Pero Dios no se sintió satisfecho.

Entonces Él me dijo, “Dado que la sangre es importante para ti, voy a hacerte algunas preguntas para saber
cómo te sientes acerca de la sangre.” Él ya conocía las respuestas, pero aun así me hizo más preguntas.
“¿Cuál es el poder de la sangre? ¿En qué consiste su grandeza?”

“Bueno,” le dije, “no hay poder más grande que el de la sangre. La sangre lava y cubre el pecado.” Comencé
a hablar un poco acerca de la sangre.

El Señor me dijo, “Deja que Yo te enseñe cuán importante es la sangre para Mí.”

Él me dejó ver la importancia de la sangre, y me explicó su importancia en términos prácticos. Me dijo que el
valor de la sangre es determinado por el valor de la vida por donde fluye. El valor de la sangre de una gallina
www.angelsonassignment.org/pdf/blood_of_jesus_spanish.html 2/33
2/21/2020 El Poder de la Sangre de Jesús

sería muy poco dado que fluye por la vida de una gallina. La sangre de un ser humano, en cambio, es muy
valiosa porque representa, y tiene el valor, de la vida de la persona que ocupa. Si se trata del Presidente de los
Estados Unidos de América, el valor de esa sangre se consideraría muy alto en caso de que fuese derramada.
Entonces Dios me indicó que el valor de la sangre de Jesús se determina de acuerdo a dónde fluye. Y
entonces me dijo que cuando piensas en el valor de la sangre, cuando piensas en el poder de esa sangre, debes
pensar en el poder y en el valor de esa vida –que en él habitaba toda la grandeza de Dios. No existe mayor
grandeza. La sangre se convierte en el ingrediente más valioso del mundo de acuerdo a por dónde fluye.

Esa noche, cuando yo Le hablé de la sangre, Dios me enfatizó que era importante recordar que el poder de la
sangre representaba todo el poder del universo, porque Dios el Padre, Dios el Hijo, y Dios el Espíritu Santo
estaban representados en esa sangre. La plenitud vivía en Él, así que la sangre de Jesús que fluía por Él
representaba la autoridad y el poder de todo lo que existe. Si piensas en cómo Dios tomó esa sangre y nos la
ofreció, te darás cuenta de que Él ¡nos ha regalado lo más valioso en todo el universo!

Si es posible que una persona se sienta emocionada mientras duerme, así fue que yo me sentí cuando Dios me
habló del poder de la sangre. Yo pensaba que el poder de la sangre se limitaba a lavar mis pecados, pero no
me había preguntado de dónde provenía su poder y cómo había adquirido la habilidad de lavar mis pecados y
ocuparse de todas esas cosas. Dios trabajó conmigo toda la noche, y me llevó del Génesis a las Revelaciones,
haciéndome preguntas, ofreciéndome escrituras –doscientas escrituras que yo no conocía y que Él imprimió
en mi corazón.

Capítulo Dos

El sendero carmesí de la Biblia

Hay grandes verdades que iluminan el camino de la revelación de Dios al hombre. Vemos Su amor, Su
conocimiento y Su poder. Vemos Su poder de anticipar y Su gracia. Pero no hay verdad que ocupe el lugar de
importancia que tiene la sangre de Jesús en el corazón de Dios. En este estudio, seguiremos el sendero de la
Biblia para descubrir el lugar único que ocupa la sangre de principio a fin en la revelación propia de Dios al
hombre.

Según la revelación Divina, hay cuatro secciones:

4 Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó testimonio de que era
justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas; y muerto, aún habla por ella. (Hebreos 11:4).

Abel ofreció un sacrificio que Dios había ordenado –un sacrificio de sangre. Esta lección nos enseña que
desde el principio no puede haber cercanía a Dios, ni hermandad –aun en la fe– ni disfrute de Su gracia que
esté desligado de la sangre. Hay gente que dice que su fe toma el lugar de la sangre. La Biblia nos dice que
nuestra fe puede tomar el lugar de nuestra virtud y trabajos nobles, pero la fe nunca puede reemplazar la
sangre.

Dios nos ha dado ahora Su verdad y Su gracia. Su gracia nos abre el camino, pero ni la verdad ni la gracia
pueden llegar a nosotros salvo por la sangre de Jesús.

La sangre es el único ingrediente que responde a las exigencias de Dios, Sus promesas condicionales, y Su
gracia. Así es que no tenemos que ofrecerle nada a Dios para ganar algo de Él. Incluso sus regalos llegan a
nosotros por la sangre de Jesús.

En el Monte Ararat hubo un nuevo comienzo luego de que llegara el juicio en forma de una inundación. Y
ese comienzo lo desató la sangre. Noé se sacrificó a Dios, y esa sangre fue derramada para reanudar la
hermandad. Así mismo como en la dispensación a Adán y Eva al ser desterrados del Jardín del Edén, la
hermandad con Cristo ocurrió cuando Dios cubrió a este hombre y a esta mujer con la piel de un animal.
Todo comenzó con la sangre. En Génesis 9, lo primero que hizo Noé fue sacrificar a un animal. La Biblia dice
que Noé tomó a cada bestia limpia y la prendió en llamas en el altar, y Dios comentó acerca del aroma tan
placentero. Él aceptó a Noé, su sacrificio le pareció agradable, y Dios hizo una alianza con Noé y con futuras
generaciones (incluso la nuestra), gracias al sacrificio que fue ofrecido. Esta alianza fue simbolizada por el
arcoíris.

www.angelsonassignment.org/pdf/blood_of_jesus_spanish.html 3/33
2/21/2020 El Poder de la Sangre de Jesús

Ahora el Monte María vemos nuevamente ese rastro de sangre en los picos de la montaña del Viejo
Testamento, donde se le perdonó la vida a Isaac y nació una nueva nación. Pero la Palabra nos dice que el
nacimiento de esta nación no estuvo libre de sangre.

23 Por la fe Moisés, cuando nació, fue escondido por sus padres por tres meses, porque le vieron niño
hermoso, y no temieron el decreto del rey. (Hebreos 11:23).

Luego cuando los niños de Israel bajaron a la tierra de Egipto, estaban al borde de un nuevo comienzo. Los
niños de Israel iban a ser evacuados de Egipto. Tres millones de personas fueron salvadas por la sangre. Dios
le habló a Moisés:

 13 La sangre servirá para señalar las casas donde ustedes se encuentren, pues al verla pasaré de largo. Así,
cuando hiera yo de muerte a los egipcios, no los tocará a ustedes ninguna plaga destructora. (Éxodo 12:13).

Y fue así que la sangre resultó ser muy significativa en el comienzo de un nuevo día. Cuando alguien viene al
Señor y comienza una nueva vida, es gracias a la sangre.

El miedo se ha apoderado del corazón de muchos debido a un malentendido acerca de la comunión. Algunos
incluso han llegado a decir que si se toma la comunión de un modo incorrecto, beberán de la copa de la
maldición eterna. Pero Jesús mismo le dijo a muchos, incluso a algunos que no conocían para nada a Dios,
“Ustedes no van a tener vida propia si no toman de Mí y comen de Mí.” Y cuando habló de comer y beber sin
merecerlo, no se refería a beber y comer sin ser dignos de tomar la comunión. Él dijo, “No son dignos de
hacerlo cuando ponen su fe en otra cosa que no sea la sangre.” Así vemos que no somos dignos de la copa si
al tomar la comunión pensamos, Soy irreprochable. Me he examinado bien y no he cometido ningún error.

Hay quienes se sienten plenos espiritualmente porque otros les han dicho que se pueden preparar para tomar
la comunión a base de esfuerzo. Esto le ha negado la bendición de Dios y la sonrisa de Dios a cientos de
personas a través de los años. Le estoy muy agradecido a Dios por haber revelado esta verdad: que la sangre
de Cristo está tan al alcance del que no conoce y necesita a Cristo como del que sí lo conoce. Por eso le digo
a la gente que si ponemos nuestra fe en las obras de Jesús y bebemos de la copa, le estamos diciendo a Dios a
través de la comunión algo que no le hemos podido decir de ninguna otra manera “Dios, estoy poniendo mi fe
en lo que esta copa simboliza –la sangre de Jesús. Ésta es tu fuente de Vida.”

Un día estaba tomando la comunión en mi oficina cuando Dios trajo a mi mente versos de 2 Crónicas 30.
Dios le dejó saber a esta gente que Él se preocupa más por la gente que por los procedimientos. Había
muchos en la congregación que no estaban santificados. De hecho, la Palabra de Dios dice que la multitud no
era pulcra, y sin embargo, participaron de la Pascua.

Pero Ezequías rezó por ellos, “…Señor bondadoso, perdona a todos los de corazón sincero que te buscan a
ti.” (2 Crónicas 30:18-19).

Y el Señor escuchó a Ezequías y Él sanó a la gente. Y Él les ayudó a revivir y hubo un gran sentir de
bienestar. Incluso desafiaron la tradición. En vez de siete días de ayuno, ellos dijeron, “No podemos
detenernos ahora. ¡Ayunaremos otra semana más!” Y según dicen se sintieron aún más contentos, su alegría
aumentó, porque Dios les escuchó, y Él había perdonado a su gente, al parecer en contra de sus propias
reglas. Esto nos demuestra que la gloria de Dios que llega hoy al mundo está llena de gracia y verdad. La
verdad dice “Así son las cosas,” y le revela al mundo las maneras de Dios, y la condición de Dios.

Pero muy pocos de nosotros podemos cumplir con las condiciones de Dios. Dios dice que deben ser ayudados
de otras maneras, así que la nube de gloria tiene otra dimensión. Esa otra dimensión es la gracia –un regalo
que recibimos. Dios dice, ahora conoces la situación, pero Mi gracia te demuestra una salida. Siempre que
vemos a Dios moviéndose por Su Espíritu vemos que la gente encuentra a Dios –no en base a sus obras, ni en
base a su bondad, sino en base a que basta con la gracia de Dios.

Para mí, la segunda verdad más importante es la gracia de Dios. La sangre encabeza la lista de los requisitos
de Dios, seguida por la gracia. Cuando llegó el acuerdo con Dios, su Pacto, Él nos dijo que solo sería efectivo
a través de su sangre. Dios dijo, “Tomen la sangre y rocíenla en el altar,” significando la conexión de Dios
con Su gente. Ahora dijo, “Tomen la mitad. La mitad de la sangre es para el lado de Dios. Ahora tomen la
otra mitad y rocíenla entre la gente.” Y Dios dijo que Él y la gente solo tienen esta sangre en común. Porque
www.angelsonassignment.org/pdf/blood_of_jesus_spanish.html 4/33
2/21/2020 El Poder de la Sangre de Jesús

ellos la dividieron entre sí. La mitad de la sangre se usó para remediar la furia de Dios y para alejarla de
nosotros. Esto fue lo que ocurrió en la Cruz. La furia de Dios cercó a Jesús. La furia de Dios se alejó de
nosotros y tocó a Jesús.

Dios dijo, “Tenemos un interés en común. Cuando dices, ‘Dios, estoy poniendo mi fe en la sangre,’ estás
poniendo tu fe en algo en lo que Yo sí creo. Así te conviertes en mi socio. Estamos en acuerdo.”

La muerte de Jesús no solo fue para el beneficio del hombre; fue para Dios. Había furia en el corazón de Dios
hacia el hombre, y esa furia tenía que disiparse, porque Dios estaba disgustado. La sangre de Cristo disipó esa
furia. Esparzamos un poco del lado de Dios y la otra mitad a lo largo del camino del hombre para que
podamos encontrarnos a mitad de camino.

Y así fue que en la cruz Jesús levantó una mano hacia el cielo y tocó la tierra con la otra. Ese es precisamente
el enlace –la sangre es el lazo que une a Dios y al hombre. Durante el culto vemos, aún en el trono dorado de
Dios, que el altar y el asiento de misericordia en el lugar sagrado tuvieron que ser rociados con sangre. Sin la
sangre, nadie se podría acercar al asiento de misericordia. Debajo de la tapa del asiento de misericordia había
una caja llamada el Arca del Convenio. Dentro del arca, Dios dijo que el ser humano había roto las leyes de
Dios y todas las leyes que Él había visto, y dijo, “Moisés, toma las leyes rotas de Dios y ponlas en el arca.
Pon esta tapa dorada sobre la caja para que yo no pueda ver las leyes rotas. Ahora, toma la sangre del
sacrificio y rocíala sobre el asiento de misericordia para que cuando alguien venga ahora a pedirme
misericordia yo no pueda ver sus pecados, porque están cubiertos con la sangre. Y todo aquél que se me
acerque por medio de la sangre se ha identificado con el sacrificio que ha ocurrido.”

Dios dijo que el juicio ya había sido repartido a esta persona mediante la sangre. Cuando llegamos a Dios a
través de la sangre de Jesús, Dios no puede ver un solo pecado. Cristo es la tapa dorada. Su sangre y su
sacrificio cubren todos los pecados que hemos cometido o estamos por cometer. Nunca habrá otro sacrificio.
La debilidad de la confesión es que si se basa en la idea de que la confesión lo es todo, algunos podrían
olvidar algún pecado o daño que ha contra Dios o el hombre. En principio, todo lo que nos esconda de una
hermandad con Dios nos separa de Él y por lo tanto es un pecado. Tenemos que decir, “Dios, te necesito.
Existe algo entre nosotros,” y Dios destruirá la ofensa.

Pero básicamente, la persona que pertenece a Jesús no tiene que llegar a Dios y confesar muchas cosas para
complacer a Dios mientras camina con Él. Esa sangre fluye veinticuatro horas al día. Esta es la vida de la
sangre que vamos a discutir en otra lección. Ella continúa limpiando aun cuando no nos demos cuenta.

No tenemos que ir constantemente a donde Dios diciendo, “Dios, hice esto, ¿me perdonas?” Dios ve las
necesidades de la vida humana, y la salvación sería muy insegura si cada vez que se nos presenta una
situación tuviésemos que ir corriendo donde Dios a pedir ayuda. Estaríamos tan inseguros que nueve de cada
diez ocasiones nos perderíamos el culto. Pero cuando nos ponemos en las manos de Dios y caminamos con
Él, Dios dice que cuando caminas en la luz así como Él está en la luz, la sangre de Cristo, el hijo de Dios, está
ahí, y tenemos hermandad el uno con el otro. Dios está junto a nosotros, caminando por la vida, mientras que
la sangre de Jesús limpia todos nuestros pecados. Algunos dicen que cuando caminas en la luz estás libre de
pecado. Si esto fuera cierto, ¿Por qué nos dijo que Él nos limpia del pecado, si es que el pecado no existe? Y
si Él nos limpia al caminar con Él, ¿por qué necesitaríamos otra limpieza del pecado si caminamos en la luz
donde no hay oportunidad para pecar?

Lo que Él nos está diciendo es que siempre habrá cosas que nos ataquen, pero que la limpieza es constante.
La vida no existe sin la sangre. Cuando Juan lo vio a Él, Juan le reconoció y dijo, “Este es el ciervo de Dios”
(Juan 1:29). No hay pacto sin la sangre, pero el nuevo pacto comienza con la sangre. Jesús dijo, “Esta es la
sangre de mi Nuevo Pacto” (Corintios 1, 11:25). El Nuevo acuerdo de Dios es, “Y nunca más me acordaré
de sus pecados y transgresiones.” (Hebreos 10:17). Tu fe en su sangre es el catalítico; es lo que enciende el
interruptor. No solo nos libera de la culpa por el pecado en esta vida, sino también del castigo por el pecado.
La sangre que fue derramada por nosotros ahora se nos entrega. Esa muerte era segura para todos, Pero hasta
que no se aferren a Dios y tomen lo que Él les ofrece, no son capaces de recibirla.

Ya es un hecho. Cada pecado del mundo ha sido expiado a través de la sangre de Jesús, y al tomar la sangre,
nos entregan esa sangre. Jesús tomó el vaso, y Él se los dio a ellos. Y cada vez que tomamos la comunión,
Jesús nos da la sangre que fue derramada en nombre de nosotros, la vida que es más grande que todas las
fuerzas del universo. El poder de la Divinidad nos ha sido entregado. Es una celebración de la vida por el
www.angelsonassignment.org/pdf/blood_of_jesus_spanish.html 5/33
2/21/2020 El Poder de la Sangre de Jesús

poder de Dios, la sangre de Cristo de la que se nos ha hecho entrega. No existe nada en la Biblia, ni nada que
Dios hace por nosotros que no esté atado a la sangre de Jesús.

Gracias a la sangre tenemos el coraje de entrar al cuarto donde se encuentra el trono. A esto le sigue la
santificación y la resurrección de la vida. Dios me preguntó cuál fue el poder que resucitó a Cristo de entre
los muertos, y yo le contesté que fue el poder del Espíritu Santo. Pero Él me dijo que fue el poder de la
sangre. Así fue que Dios me dejó ver tres llaves. Me dijo, “Esta sangre te da las tres llaves para abrir las
puertas clausuradas.” No existe nada en el universo, a excepción de la sangre, capaz de abrir estas puertas:

1. La puerta de la gracia

2. La puerta del cielo

3. La puerta del propio corazón de Dios

Estas puertas se abren cuando ponemos nuestra fe en la sangre. Siempre debemos estar contentos con lo que
Dios nos ha provisto. Cuando Él nos dice en la escritura, “Sed pues, vosotros perfectos como nuestro Padre
que está en los cielos” (Mateo 5:48), Él se refiere a compartir Su naturaleza y Su vida. Él no quiere que
seamos los seres más inteligentes del universo, pero sí que sigamos Su naturaleza. Cuando esta tierra ya no
exista, la sangre ocupará un lugar especial en el corazón de Dios, y así, desde el cierre de los portones del
Edén a la apertura de los portones del cielo, la sangre continúa fluyendo. Todas las maravillas de su gracia
yacen ahí; Su amor, Su virtud, justificación, vida, hermandad, alegría y expiación son solo rayos de luz que se
reflejan en nosotros a través de la sangre de Jesús.

Capítulo Tres

Las bendiciones de la Sangre de Jesús

En la creación vemos cuán detallado es el diseño de Dios. La estructura de la hierba en el campo o una hoja
en un árbol muestran evidencia de Su pensamiento. Desde el insecto más pequeño a Su creación suprema,
vemos el toque de Su mano. Si observamos detenidamente, podemos ver el nivel de detalle de la hermandad
y la cercanía que sentimos con Él. Piensa un poco en eso. Aún las pequeñas batallas sobre el pecado y la
enfermedad que disfrutamos en estos cuerpos mortales provienen de un plan divino de Dios desde antes de la
creación del mundo —un plan que es perfecto y completo con respecto a cada detalle. En este plan vemos
una revelación del corazón de Dios y Su deseo y amor por el hombre. Vemos que el hombre ocupa un lugar
más grande en el corazón y la mente del Creador que ninguna otra parte de su Creación. En este estudio
echaremos un vistazo a lo que yace en el corazón mismo de la redención por la sangre y las bendiciones que
ofrece:

Reconciliación

Limpieza

Santificación

Restauración

Victoria

Vida

Una vez más quiero recordarte cuánto detalle que Dios ha puesto en su Creación. ¿Has notado que incluso los
insectos más pequeños son hermosos e incluso fascinantes? Cada insecto tiene un propósito que cumplir en el
plan total de Dios. Cada criatura tiene un lugar en Su Plan. El mundo y la ciencia lo llaman ecología, pero es
en verdad evidencia del plan de Dios. Cada criatura forma parte de Su plan. El pez grande se come al pez
pequeño. Dios sabe que esos peces grandes estarán muy hambrientos, y por eso tiene un millón de veces más
huevos y peces que a su vez crecerán, porque todo es parte del plan de Dios y del gran ciclo de Dios.

Cuando pienso en el diseño de Dios y cómo todo lleva su sello, pienso en los árboles en Kauai, uno de los
ríos en Hawái. ¿Has oído la historia acerca de las hojas de esos árboles? En Kauai llueve más que en ninguna
www.angelsonassignment.org/pdf/blood_of_jesus_spanish.html 6/33
2/21/2020 El Poder de la Sangre de Jesús

otra área cercana. Dios tiene que procurar que llueva todos los días en esa área cerca del río Kauai porque los
demás ríos en esa área son muy estrechos y no hay suficiente humedad. Por eso Dios continua trayendo toda
el agua que hace falta. Dios quiere que veamos Su trabajo. Y por eso, hay literalmente billones de hojas que
crecen a lo largo de estos ríos, y cada uno de estos árboles contiene un mapa de la isla. Lleva la forma de la
isla y tiene un pico en el medio, por lo que los habitantes de la isla dicen que Dios verdaderamente les sonrió
y puso su sello sobre estos árboles que rodean el río, y que muestran el diseño de la isla. Esto es una creación
de Dios. Y no hay casi nada en la naturaleza donde no encontremos un hermoso diseño y una razón para que
Él lo haya creado.

Se me ocurre pensar en el ciervo volante. Dios diseñó al macho con largos cuernos que sobresalen casi cuatro
pulgadas, mientras que la hembra no tiene cuernos. Pero cuando la mariposa pone sus huevos (y todos son
similares), esta entierra el huevo macho ocho pulgadas más abajo que el de la hembra, porque Dios le dijo a
ese pequeño insecto que el ciervo volante macho necesitaría espacio para acomodar sus cuernos una vez
saliera del cascarón. ¡Los investigadores han descubierto que nunca se ha hallado el huevo de un ciervo
volante a menos de ocho pulgadas de la superficie! Se trata de un diseño magistral.

Cuando Dios diseño su obra más grande, su diseño más importante en todo Su universo, ¿no crees que le
dedicó pensamiento a todo esto? En preparación dijo, “Estoy tomando a mi propio Hijo. Él será el cordero
que será sacrificado.” Tu redención es parte de un maravilloso plan de Cristo que fue pre ordenado antes de la
creación del mundo. Porque la vida de la carne está en la sangre. La vida está en la sangre –es de ahí de
donde viene el poder. Así es que el valor de la sangre es determinado por la clase de vida por donde fluye.
Esta sangre que es tan preciada no solo fluyó a través de un animal o un ser humano común y corriente. Esta
sangre fluyó a través de Aquél que fue entregado directamente de la mano de Dios. La plenitud vive en Él. En
el cuerpo de Cristo vive la plenitud de la divinidad.

En otras palabras, el poder de todo el universo se encuentra en esa sangre. ¡Qué seguro me siento! Tengo
certeza de que la sangre ha sido aplicada y el poder de todo el universo me sostiene. La vida existe para
satisfacer las exigencias de Dios. Él dijo que sin el derrame de la sangre no puede haber perdón de los
pecados —no podemos ser redimidos sin la sangre. Pero cuando la sangre cubre al individuo, el pecado
queda completamente cubierto y redimido, al punto que no podemos reconocer a quien lo cometió. El peor
asesino del mundo puede ser redimido. Pablo dijo que él era el peor de los pecadores, sin embargo cuando
alguien pone toda su fe en la sangre, hay una expiación que separa a la persona del pecado y del crimen, y no
hay razón para que Dios vuelva a conectar a esa persona con el crimen.

La sangre es un gran ecualizador. La sangre levanta a los caídos. Y a los que están de pie, los regressa de
vuelta a la tierra. Dios así lo ha escrito, “Importe pagado en su totalidad en nombre de todos.” Hay muchos
que se preocupan por sus pecados, y a través de Estos versos, puedes enseñarles donde quedaron esos
pecados –enterrados en lo más profundo del mar. Dios nos promete que nunca más recordará nuestros
pecados y desigualdades.

Dios nos ha hecho su Israel espiritual. La sangre destruye el poder del pecado. El Espíritu Santo es su fuerza
dinámica. El poder de la sangre es la fuerza silenciosa de Dios que funciona aunque no te des cuenta. Dentro
de ti hay un pequeño órgano que sigue bombeando aunque no te des cuenta de que está palpitando.

Pablo dijo, “Despierto o dormido, pertenezco al Señor.” Ya sea que estés despierto o dormido, tu corazón
continúa latiendo.

Lo mismo ocurre con la sangre de Jesús. De igual forma la sangre de Jesús, el gran corazón de Jesús,
continua latiendo para ti las veinticuatro horas del día, estés dormido o despierto, ¡aún cuando te enojas con
alguien! La sangre de Jesús continúa latiendo para ti mientras tengas el deseo de complacer a Dios. O sea,
que si nuestros corazones latiesen únicamente cuando estamos conscientes de que lo hacen, estaríamos en
problemas. Así es que cuando estés en problemas, no tienes que exclamar de pronto, “¡Late, corazón!”. Dios
dice que estás conectado al corazón del universo. No hay problema en recordárselo, y Dios no se va a
molestar contigo, pero Él quiere que sepas que trabaja para ti constantemente.

En ninguna parte de la Biblia encontrarás la frase, “Implora la sangre.” Dios no se molesta por ello, pero es
reconfortante saber que dormidos o despiertos la sangre continúa fluyendo, ¡limpiándonos constantemente!
Fue el poder de la sangre el que resucitó a Jesús de entre los muertos. Su sangre destruyó el poder de la
muerte, el infierno, el pecado y el diablo. Su sangre nos da entrada a la vida eterna. La virtud divina de Dios
www.angelsonassignment.org/pdf/blood_of_jesus_spanish.html 7/33
2/21/2020 El Poder de la Sangre de Jesús

protegió al lugar más sagrado. Dios dijo que ahora podemos venir, porque la sangre disipó la furia de Dios.
La furia de Dios se ha calmado, el juicio ha terminado. El mismo Espíritu que levantó a Jesús de entre los
muertos nos dará vida a través de la sangre. Muchos no se dan cuenta de cuan elaborado es el plan de Dios.
El Espíritu Santo aparece cuando alguien pone su fe en la sangre de Jesús.

Capítulo Cuatro

El poder de reconciliación que tiene la Sangre de Jesús

Dios le dijo a Moisés, “Toma un poco de aceite y ponte un poco detrás de la oreja, y del pulgar y del dedo del
pie.” Esas áreas representan el pensamiento, la mente, y los sentidos de una persona, los que indican su
servicio y su andar. Pero Dios dice, “Ahora, Moisés, te quiero explicar el énfasis que he puesto en la
abundancia, la alegría, el desborde y la emoción.” Por eso Dios le dijo a Moisés que tomara el resto de ese
aceite y lo vertiera sobre su cabeza y lo dejara correr sobre su barba y por su ropa.

Hay mucha gente que pone más énfasis en el camino que en la vida spiritual. Pero el verter la porción más
grande de aceite sobre la cabeza es la manera que tiene Dios de decir que hay más del Espíritu Santo en una
vida abundante que en todas esas otras cosas juntas. Por eso me divierto de vez en cuando. Si lo único que
hiciera fuera trabajar duro todo el tiempo, se convertiría en algo aburrido. Pero Dios dice que puedes mezclar
el placer con los negocios siempre y cuando la sangre de Dios haya sido aplicada. Obtienes la limpieza
cuando reconoces el poder de la sangre, y cuando pones tu fe en esa sangre no solo pones la salvación a tu
alcance y se abren las puertas del cielo, sino que también pones a tu disposición el poder el Espíritu Santo.

1 Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; 2 por quien
también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza
de la gloria de Dios. 3 Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la
tribulación produce paciencia; 4  y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; 5  y la esperanza no
avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos
fue dado. 6  Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos.7  Ciertamente,
apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno. 8 Mas Dios
muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. 9 Pues mucho
más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira. 10  Porque si siendo enemigos,
fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos
por su vida. 11 Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por
quien hemos recibido ahora la reconciliación. 15  Mas no como el delito, tal fue el don: porque si por el
delito de aquel uno murieron los muchos, mucho más abundó la gracia de Dios a los muchos, y el don por la
gracia de un hombre, Jesucristo. 16 Ni tampoco de la manera que por un pecado, así también el don: porque
el juicio a la verdad vino de un pecado para condenación, mas la gracia vino de muchos delitos
justificación.  17  Porque, si por un delito reinó la muerte por uno, mucho más reinarán en vida por un
Jesucristo los que reciben la abundancia de gracia, y del don de la justicia. 18 Así que, de la manera que por
un delito vino la culpa a todos los hombres para condenación, así por una justicia vino la gracia a todos los
hombres para justificación de vida. 19 Porque como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron
constituidos pecadores, así por la obediencia de uno los muchos serán constituidos justos. 20 La ley empero
entró para que el pecado creciese; mas cuando el pecado creció, sobrepujó la gracia; 21  Para que, de la
manera que el pecado reinó para la muerte, así también la gracia reine por la justicia para vida eterna por
Jesucristo Señor nuestro. (Romanos 5:1-11, 15-21).

Al considerar el poder de la sangre de Jesús, somos recordados una vez más del poder singular de Dios. El
amor de Dios fue tan grande que su único propósito gira alrededor de Su plan para restaurar al hombre a su
lugar de hermandad. La revelación de Su amor se ve en todos sus asuntos con el hombre. Y alcanza su mayor
expresión en el mensaje de expiación. Este mensaje está intercalado en cada parte de la Biblia y nos
demuestra la importancia que pone Él en el sacrificio de Jesús.

En este estudio vamos a considerar la importancia, el poder y los resultados de la reconciliación.


Primeramente, estudiamos la necesidad.

El pecado se convirtió en una barrera entre Dios y el hombre. No podía existir hermandad hasta que esta
barrera no desapareciera y la furia de Dios fuera aplacada. En Romanos 5 vemos reflejado elementos de este
plan:
www.angelsonassignment.org/pdf/blood_of_jesus_spanish.html 8/33
2/21/2020 El Poder de la Sangre de Jesús

Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo (Romanos
5:1).

Así es que vemos dos de los beneficios que hemos recibido a través de la sangre. Primero que todo, estamos
justificados, y segundo, tenemos paz en Cristo. La barrera que el pecado levantó entre Dios y nosotros se
destruye a través de la reconciliación, y podemos tener paz en el Señor.

Un tercer beneficio que recibimos a través de la sangre de Cristo es el acceso a la gracia de Dios. La pared
que existe entre Dios y nosotros tiene una puerta de libre acceso. Así Él nos dijo que a través de Cristo
tenemos acceso por la fe a esta gracia en donde nos encontramos. Tenemos esperanza y la esperanza nos llena
de alegría. En verso cinco dice, “La esperanza no nos avergüenza, porque el amor de Dios se derrama en
nuestros corazones.”

Una vez las barreras se han derrumbado y la nube ha desparecido, los cálidos rayos del amor de Dios
comienzan a entrar. El término derramar se refiere también a la luz. Todo esto está a nuestra disposición
gracias a la sangre. Él dijo que no solo estamos justificados, sino que también recibiremos la salvación a
través de Él. Esto es una promesa y una seguridad de que no solo seremos salvados aquí, sino que también
tenemos la certeza de que obtendremos la salvación en el mañana. Vemos que en el día del juicio, “Porque si
aun cuando éramos Sus enemigos fuimos reconciliados con Dios por la muerte de Su Hijo, seremos salvados
mucho más por Su vida.” ¡Subrayen la frase “mucho más” en sus Biblias!

Yo diría que uno de los grandes problemas que escucho de la gente que viene a verme es el miedo de que se
puedan caer. Pero yo les digo que Dios está aquí para ayudar a mantenernos en pie. Pablo dijo que el
descubrió que Dios te justifica aún más si eres creyente. Y luego dio su razón para decir esto. Pablo dedujo
que si Dios te justificó cuando eras su enemigo, cuando no amabas para nada a Cristo, cuando estabas en una
fuerza opuesta a Dios, entonces Dios es capaz de ayudarte a no caer ahora. Si Dios te justificó y te eligió
cuando tenías la pistola apuntada hacia Él, cuanto más te proveerá la salvación ¡ahora que eres un miembro
de su familia! Solo tienes que saber que Él está ahí y Él te ayudará a no caer. Pero si quieres caer Él no te
podrá ayudar. Tú puedes elegir dejarte caer. Pero Él quiere que sepas que aquellos que desean vivir para Dios
pueden estar confiados en que Él no nos dejará caer. Por lo general, las personas que se hacen todas estas
preguntas no son personas que desean vivir alejados de Dios.

Los creyentes más devotos en el Señor son los que suelen vivir en un miedo constante. Pero Dios quiere que
vivamos relajados en Él. Él nos dijo que la sangre es un regalo de gracia, lo que significa que no es algo que
podemos ganar o un favor especial de Dios. Él nos dice que gracias a la sangre, porque Dios murió por
nosotros, por su sacrificio, podemos recibir el regalo de Su gracia. Es por este regalo de gracia que tenemos la
habilidad de controlar nuestras vidas.

Sé que muchas personas han sufrido altibajos con el Señor, pero no es necesario que esto suceda. Cuando
logramos entender nuestra posición en el Señor, podemos vivir una vida victoriosa. Dios no sería Dios si no
fuera capaz de proveernos una vida victoriosa. Por eso Él nos dice que lo más importante que debemos hacer
para vivir victoriosos es practicar la negación. Hay muchos que creen que su relación con el Señor está
basada en su habilidad de producir virtud o bondad y de complacer ciertas exigencias. Piensan, Si hago esto o
lo otro podré tener una vida victoriosa. Pero eso no es lo que dice Dios.

Dios no dijo que ese tipo de persona sería dueña del reino y tendría control sobre su vida. Él dijo que la
victoria es de los que reciben ese regalo de abundancia y dicen, “Gracias, Jesús. Yo no hice nada para
ganármela, pero Tú me la brindas y yo la tomo. Me cubro con ella y me deleito en su expiación.” La gracia
no ocurre como recompensa a nuestro trabajo. La Biblia dice, “El hombre no se debe vanagloriar de sus
obras, dado que es por la gracia que recibe la salvación.” Es por Su gracia, y cuando aceptamos ese regalo de
gracia, éste crece en nosotros y alcanzamos una victoria espiritual que es producto de Su virtud.

Muchas personas luchan contra la esclavitud. Viven en un miedo constante de no tener suficiente energía
espiritual para producir lo que desean. Pero cuando dejan de luchar y aceptan el regalo de Su virtud y
comienzan a amar a Jesús, y a recibir la fuerza que proviene de Él, comienzan a crecer y pueden echar al
demonio de su camino.

Uno de las peores ideas que tienen los creyentes es que Cristo quiere reinar sobre nuestras vidas.
Indirectamente, sí. Pero Cristo te dice; “Déjame ponerte en control. Tú puedes reinar. Te he dado el poder, la
www.angelsonassignment.org/pdf/blood_of_jesus_spanish.html 9/33
2/21/2020 El Poder de la Sangre de Jesús

gracia y la virtud.”

Al examinar una situación podemos decir “Yo tengo el poder para vencerla“. Pero cuando pensamos que Dios
se debe encargar, y entonces caemos, puede que digamos “No sé por qué Dios no me quiso ayudar esta vez.
Recé y le pedí a Dios, pero siento que no tengo ninguna dirección.” Para reinar sobre nuestra vida
necesitamos la sangre de Jesús. Dios quiere dirigirnos, pero Él nos quiere en control.

El hombre necesita reconciliación al haber sido separado de Dios. Se creó la enemistad. Dios dijo que el alma
que peca debe morir, y la justicia de Dios exige que haya juicio sobre el pecado. Así es que la furia de Dios
arremetía contra el pecado, pero la furia en Su corazón fue aplacada por la sangre de Cristo, y la Palabra nos
dice que ahora Su furia no está dirigida a nosotros. Esto nos muestra que la reconciliación está en el corazón
del plan Dios. No fue una decisión repentina, sino que fue tomada antes de la creación del mundo. Lo vemos
en los sacrificios, en el tabernáculo, y en los banquetes. De hecho, ¡éste es el propósito de la venida de Dios
al mundo!

20 y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en
los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz. 21 Y a vosotros también, que erais en otro tiempo
extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado 22 en su cuerpo de
carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él;
(Colosenses 1:20-22).

Cuando Dios me trajo al cuarto del trono para dejarme ver las cosas como Él las ve, lo primero que me dijo
fue tenía que sentirme relajado. Me dijo que no me preocupara por Su aprobación, o por decir algo
incorrecto, o mirar del modo incorrecto o usar la expresión indebida. Él me dejó saber que no tenía de qué
preocuparme, dado que Él no estaba buscando una excusa para rechazarme. No tenía que pretender ser
piadoso, ni andar con cuidado en Su presencia.

El plan de Dios para su gente era traerles paz para que nadie pudiese culparles de nada. Y es por eso que dice
en Romanos 8 que Dios no escucha quejas levantadas contra su gente. No existe la culpa. Puede que cometas
muchos errores, pero Dios no les va a prestar atención. Él no cree en tu culpabilidad. Ese era su Plan, sin
embargo la gente ha confundido la lectura de la Biblia, estudiándola por parte, y no en su totalidad. Desde el
principio, el plan de Dios para su gente ha sido llevarla a un lugar donde no existe la culpa.

Entonces Él dijo que aquellos que han tomado Su mano y quieren caminar con el Señor han puesto su fe en la
sangre y serían eximidos del castigo. Eso significa que podemos mirar a Dios cara a cara. Puede que digamos
o hagamos ciertas cosas reprochables, pero la sangre de Jesús continúa lavando nuestros errores. En
ocasiones estamos conscientes del pecado, pero Dios no encuentra razón para reprocharnos. Puede que
nosotros y nuestra familia la encuentren, y por eso Dios fue muy específico al decir A Su parecer, no al
parecer de la gente. Por eso no debes andar por ahí diciendo, “Soy el más perfecto de todos.” Tanto tú como
tus amigos saben que a veces eres culpable, y que necesitas un buen empujón de vez en cuando, pero si tu fe
está en la sangre y tienes el regalo de la gracia y la divinidad contigo, sabes que Él está viendo la divinidad de
Jesús, y no puede encontrar nada que reprochar, criticar, exigir o corregir.

Dios dice que podemos ser victoriosos en la vida y reinar sobre nuestra existencia gracias a la sangre de
Jesús. La sangre de Cristo no solo nos une a Él, sino que trabaja también de otras maneras. Más adelante en
este libro exploraremos la santificación, y el poder de la sangre para limpiar y santificar. Su trabajo nos ayuda
a ministrar a la gente, y permite que la gente vea lo que ocurre debajo de este manto. La sangre sigue
trabajando, pero debemos entender que la reconciliación existe antes de que podamos aceptar otros trabajos
de la sangre. Podemos intentar otras cosas, pero mientras no tomemos ese regalo de Dios, estamos haciendo
las cosas al revés.

En Efesios 1:4 vemos que el plan de Dios era que fuéramos divinos y sin culpa, mucho antes de la creación
del mundo. Nuestro problema es que nos vemos a través del lente del prójimo, y le proyectamos a Dios todas
esas fallas y faltas. Pero Dios quiere que sepas que puedes mirarle directamente y Él te considera
irreprochable.

Existe otra palabra, la palabra propiciación, que significa reconciliación y misericordia por nuestros pecados.
La sangre se nos ofrece en reconciliación y para devolvernos la virtud.

www.angelsonassignment.org/pdf/blood_of_jesus_spanish.html 10/33
2/21/2020 El Poder de la Sangre de Jesús

14 Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia. (Romanos
6:14).

¡Qué gozo! ¡Él remueve el poder del pecado! Con frecuencia pensamos que siguen ahí, pero gracias a la fe en
la sangre de Jesús, el poder del pecado e incluso la culpa del pecado desaparecen. A través de la sangre de Su
cruz la culpa desaparece, y podemos mirar a Dios a la cara y decir “Gracias, Jesús, ya no hay culpa.” ¡La
barrera de la furia de Dios ya no existe!

9 Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira. (Romanos 5:9).

Nuestro pecado levantó una barrera entre nosotros y Dios y nos convirtió en enemigos, en vez de hacernos
parte de Su familia. Dios eliminó la barrera, y el mismo Dios a quien enfurecemos nos toca y nos salva a
través de la preciada sangre de Su único Hijo. ¡Somos salvados de su furia! Su amor y Su furia se entrelazan.
Su furia destruye y consume la barrera que nos separa. Dado que Dios es justo, Él no podría justificarnos
mientras existiese pecado, por eso la furia y el amor deben ir de la mano. Su furia destruye y consume el
pecado, porque el pecado y la desobediencia son dignas de Su ira. Y en el momento en que Jesús se ocupó de
los pecados del mundo, la ira de Dios irrumpió contra el pecado. Jesús tomó la responsabilidad por nuestros
pecados.

Por eso es que Pablo podía decir, “Aún puedo ser justo y justificar a aquellos que ponen su fe en la sangre de
Cristo.” El pecado irrita a Dios, pero Él justifica al pecador porque la ira de Dios ve la sangre (y conoce del
juicio) y así la ira se torna en el amor de Dios. Cuando pones tu fe en la sangre, la ira de Dios no te alcanza
porque ya arremetió contra el pecado.

El cuarto tema relacionado a la sangre es el recuerdo del pecado. Dios ya se ocupó de eso. Él remueve el
poder del pecado, la culpa del pecado, y la barrera entre Dios y nosotros. Ahora Él se encarga de destruir el
recuerdo del pecado de Su memoria. “Lo he borrado,” dice Dios. Desapareció de Su memoria. Puedes pararte
en frente de Dios y decir, “Dios, ¿te acuerdas de todos esto que hice mal? Gracias por ocuparte de todo.” Pero
Dios no se acuerda porque Él elimina el recuerdo del pecado.

A través de Él nos salvaremos de la ira. La palabra reconciliación proviene del latín reconciliare. En su
origen significa volver a alguien a la asamblea, a la unión, y al acuerdo con otros. A través de la sangre nos
reunimos nuevamente con el Señor en su divinidad y condición original. Jesús bendijo a su gente para que
pudieron vivir en paz y hermandad con Dios, y hablar con Dios tal como lo hicieron en el Jardín.

¿Cuándo se considera que la reconciliación ha tomado efecto? Cuando un hombre o una mujer pueden tocar
la mano de Dios y decir, “¡Vamos a dar un paseo!

Mientras caminamos con Él, tenemos la certeza de que somos libres de culpa en Su mirada y de que no
importa la situación en la que nos encontremos, no hay motivo para escondernos de Él. Porque Él puede ver a
través de nosotros. Él sabe lo que llevamos dentro, y eso nos permite ser nosotros mismos. Cuando estamos
con Él estamos en el lugar más seguro del universo.

Este es eje central de la Biblia —el eje y corazón de Su plan.

17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son
hechas nuevas. 18 Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el
ministerio de la reconciliación; (Corintios 2 5:17-18)

Una vez nos hemos reconciliado, Dios nos pide que salgamos al mundo y compartamos con los demás el
poder de esta reconciliación.

Él nos ha dado el ministro de la reconciliación, la capacidad de destruir las barreras y unir las manos de la
gente a Cristo, reafirmándoles la bondad de Dios. Él nos ha dado el ministerio de reconciliar a los pecadores,
sin acusar, culpar o reprocharlos por sus pecados. Dios nos ha dado el don de palabra de la reconciliación.
Dios dice, “Tú les hablas sobre mi obra y yo te respaldo.” De eso se trata la reconciliación. Es así que nos
convertimos en Su portavoz.

www.angelsonassignment.org/pdf/blood_of_jesus_spanish.html 11/33
2/21/2020 El Poder de la Sangre de Jesús

20Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos
en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios. (2 Corintios 5:20).

¡Esta es la palabra de la reconciliación! “¡Vayan reconciliados en Cristo!” Ahora los demás tienen que ver la
palabra reconciliación reflejada en nuestro rostro. Tienen que ver la ausencia del miedo y la abundancia de la
alegría. Tienen que vernos relajados. Y entonces podemos decirles, “¡Aquí tienen, alaben a Dios!” Y Dios
nos dice por qué Jesús simboliza el pecado. Jesús fue sentenciado por los pecados para que nosotros
asumiésemos la divinidad de Dios.

¡Y yo te digo que Dios es maravilloso! No dejes que el miedo se apodere de tu mente. Pon tu fe y tu
confianza en lo que Jesús ha hecho ¡y disfruta de la victoria de tu vida sobre el pecado!

Capítulo Cinco

El poder limpiador de la sangre

La importancia de la sangre en el plan de salvación de Dios se ve reflejada en el hecho de que la Biblia hace
referencia a la sangre más de setecientas veces. La sangre siempre estuvo cerca del corazón de Dios, y se
convirtió en un elemento esencial en su relación con el hombre. El propósito y el poder de Su sangre
adquieren mayor significado cuando la comparamos con la sangre humana. Cuando yo comencé a leer sobre
el poder de la sangre y a analizar los propósitos y el poder de la sangre y la vida humana, visualicé a Dios
haciendo Sus planes y diciendo, “¿Cómo debemos hacer la sangre? Bien, vamos a entrelazar mi historia de
redención con la sangre. Vamos a entrelazar la historia de la sangre de Jesús.”

La sangre que corre por tus venas nutre a cada célula en tu cuerpo con los elementos necesarios para vivir. Tu
cuerpo completa un ciclo cada veintitrés segundos. No es necesario que le pidas a tu corazón que palpite,
porque éste va a palpitar ya sea que estés dormido o despierto. Tu corazón continúa funcionando. Y cuando
tú pones la fe en Cristo, la sangre de Jesús le da vida a cada célula de tu cuerpo. Hay suficiente flujo
purificador para cada individuo, para cada célula. La sangre de Cristo es lo que nos une a todos.

Todos somos hermanos y hermanas en la sangre de Cristo, porque todos estamos hechos de una sola sangre.
La sangre se encarga de ayudar a eliminar los desperdicios y las toxinas a medida que fluye por nuestro
cuerpo. Aquellas cosas que se adhieren a nosotros son eliminadas por el sistema de limpieza que Dios creó en
nuestro cuerpo. Su sangre sigue fluyendo cuando estamos en hermandad con Él, y se encarga de todo lo que
nos puede resultar dañino.

Esta sangre también nos protege. ¿Sabías que dentro de nuestras venas tenemos un pequeño ejército
preparado para atacar cualquier cosa que nos pueda causar una infección? Se llaman corpúsculos blancos, y
son los “soldados” que se encargan de prevenir infecciones cuando sufres una herida. La sangre de Cristo nos
ayuda a combatir cualquier ataque del enemigo. La sangre que corre por nuestras venas lleva consigo la
historia de redención de nuestro Señor.

La sangre también nos protege de enfermedades. He escuchado que uno puede volverse inmune a ciertas
enfermedades al convertir un poco de sangre en suero inmune —la sangre de alguien que ha sufrido la
enfermedad. Si te inyectan el suero en las venas, te vuelves inmune. Esto me lleva a una imagen poderosa.
Jesús sufrió el infortunio del pecado. La Palabra nos dice que Dios le hizo ser el Pecado en pos de nosotros, y
Él recibió toda la ira del juicio de Dios. Ahora, cuando Dios inyecta su sangre en nuestras venas recibimos
inmunidad contra el juicio. ¡Aleluya! Él recibió toda la fuerza del juicio para que tú fueses inmune. Estos son
los anticuerpos –una pequeña sustancia que provee inmunidad.

Solo tienes que pensar en el hecho de que tu sistema se limpia cada veintitrés segundos. Cada célula de tu
cuerpo está ligado a esta vida. Dios ampara tu vida. Algunas personas creen que Dios quiere que nos
limpiemos y echemos a un lado aquello que nos hace daño. Por alguna razón, a la gente le gusta tener que
luchar o sentir que tiene que hacer algo para limpiarse. Pero no es cierto. Nunca seremos lo suficientemente
buenos en los ojos de Dios.

Como ya expliqué anteriormente, lo primero que tiene que ocurrir antes de que podamos recibir algo es que
hay aplacar la ira de Dios. Por eso cuando Dios ve esa sangre, su ira desaparece. Pero Él dijo, “La
justificación no es suficiente.” La justificación es uno de los mensajes más importantes que aparece en la
É
www.angelsonassignment.org/pdf/blood_of_jesus_spanish.html 12/33
2/21/2020 El Poder de la Sangre de Jesús

Biblia, pero Dios fue más allá. Él nos cubre con esa sangre y luego diseña la sangre para que fluya a través de
nosotros debajo de este manto. Dios se encarga de las cosas que han arruinado tu vida —la contaminación del
pecado y las relaciones deshechas— y su sangre nos limpia mientras caminamos con Él.

La sangre que Él derramo por nosotros ahora corre dentro de nosotros. Esto provoca una metamorfosis ¡y nos
hace a la semejanza de Jesús!

Es por eso que Pablo podía decir que el plan de Dios consistía en que Jesús se hiciera pecado por nosotros.
Jesús fue hecho pecado no solo para que pudiéramos ser cubiertos en su divinidad sino también para que
pudiésemos convertirnos en la divinidad de Dios en Él. Esto es gracias a Su sangre, que fluye por nosotros.
La sangre de Adán que fluye por nosotros contenía las semillas de la muerte, y se podía corromper, pero la
sangre de Jesús tiene las semillas de la vida que destruyen las semillas de la muerte. Es por eso que podemos
decir que cuando aceptamos a Jesús tenemos vida eterna. No significa que no habrá una etapa de transición
de una vida a la otra. Para Dios, el dejar de respirar y el final de las actividades en esta vida no son el final.
Para Él la vida existe en ambos lados del río. Fue el mismo Jesús quien dijo, “Dios no es el Dios de la muerte,
es el Dios de la vida.” Es el Dios de Abraham, quien sigue vivo. Es el Dios de Jacobo e Isaac, quienes viven
al otro lado del río. Y esos seres queridos que ya no están contigo no han muerto. Él es su Dios, y Él dijo,
“Yo no soy el Dios de los muertos, sino de los vivos.” Yo creo en que esos seres queridos que se han ido
saben lo que estás haciendo aquí, porque el Espíritu puede llevar la palabra y el mensaje. Hay partes de la
escritura donde se mencionan ejemplos. Dios no quiere que investiguemos mucho sobre este tema, y por eso
no se habla mucho de ello en la Biblia. Pero lo que aparece es suficiente.

La barrera fue destruida durante la reconciliación, y la furia de Dios fue calmada. La evidencia fue destruida
durante la reconciliación, y la limpieza eliminó la contaminación de las semillas del pecado y la muerte. La
reconciliación esconde el pecado de la vista de Dios y a través de la limpieza Él lo elimina.

1 Lo que ha sido desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros propios ojos, lo que
hemos contemplado, lo que hemos tocado con las manos, esto les anunciamos respecto al Verbo que es
vida.  2  Esta vida se manifestó. Nosotros la hemos visto y damos testimonio de ella, y les anunciamos a
ustedes la vida eterna que estaba con el Padre y que se nos ha manifestado. 3 Les anunciamos lo que hemos
visto y oído, para que también ustedes tengan comunión con nosotros. Y nuestra comunión es con el Padre y
con su Hijo Jesucristo. 4  Les escribimos estas cosas para que nuestra alegría sea completa. 5  Éste es el
mensaje que hemos oído de él y que les anunciamos: Dios es luz y en él no hay ninguna oscuridad.  6  Si
afirmamos que tenemos comunión con él, pero vivimos en la oscuridad, mentimos y no ponemos en práctica
la verdad. 7 Pero si vivimos en la luz, así como él está en la luz, tenemos comunión unos con otros, y la
sangre de su Hijo Jesucristo nos limpia de todo pecado. 8  Si afirmamos que no tenemos pecado, nos
engañamos a nosotros mismos y no tenemos la verdad. 9 Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y
justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad. (1 Juan 1-9).

En términos del plan de Dios y cómo funciona, me gusta ese verso de Isaías 1:18: “Vengan y discutamos
esto, —dice el Señor—. Aunque sean sus pecados tan rojos como la grana, blanquearán como la nieve;
aunque sean como la púrpura, como lana quedarán.” Este es el plan y el llamado de Dios. Aquellos que
cargan con el peso del pecado puede que duden, pero en el fondo quieren complacer a Dios y su corazón
anhela por liberarse del peso que llevan a cuestas.

Los cristianos que no han logrado vivir en la victoria sienten lo mismo. Desean ser liberados de aquello que
les agobia y les hiere. Aquí es que Dios nos abre las puertas y nos dice, Puedes venir ahora, mi ira se ha
disipado y puedes hablarme. “Razonemos juntos y yo me ocuparé del resto.” Él se encarga de todo para que
podamos vivir en hermandad. Examinemos el verso nueve. Podemos vivir en hermandad al confesar nuestros
pecados. Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo y nos perdona por nuestros pecados. De eso se
trata la justificación, y la limpieza que ocurre dentro de nosotros nos limpia de toda falta de virtud. En 1 Juan
1:7 se habla sobre cómo vivir en hermandad con el Señor. En las escuelas evangélicas y desde los púlpitos de
muchas iglesias se predica que nuestra relación con Dios depende la cantidad de luz que Él nos ha dado. Se
hace esta declaración, “Esa persona no está caminando con su propia luz, mientras que esta otra persona tiene
todo tipo de luz y entiende sobre estas cosas de la Biblia, por lo que tiene más de donde apoyarse para
caminar.”

Esa noche, cuando Dios se acercó para trabajar conmigo, puso Su pulgar derecho en este verso y lo
magnificó. Me dijo, “¿Cómo interpretas este verso? ¿Cómo lo has predicado?” Le expliqué al Señor que
www.angelsonassignment.org/pdf/blood_of_jesus_spanish.html 13/33
2/21/2020 El Poder de la Sangre de Jesús

siempre lo había entendido de esa manera. Hay muchas enseñanzas en el evangelio que no provienen
directamente del Señor o de la iluminación o de Su Palabra, sino por el contrario de una falta de dirección de
Dios. Le dije que significa caminar rodeado de la luz de Tu conocimiento y Dios me dijo, “¿Caminas tú
rodeado de toda la luz que tienes?” Le dije que no. Que me había equivocado muchas veces. Entonces Él me
dijo, “¿Si tu limpieza depende de caminar en la luz y tú no estás aprovechando toda la luz con que cuentas
entonces cómo esperas quedar limpio? ¿Y si caminas en la luz, lo haces a semejanza de Dios?” Le contesté,
“No, Tú sabes que no lo hago.” Y entonces me preguntó, “¿Conoces a alguien que sí lo hace?” Le dije, “No,
no conozco a nadie que lo hace.” Entonces Él me dijo, “Entonces nadie quedará limpio.”

¿Y sabes qué hizo Jesús? Levantó mis ojos y me dijo, “Déjame mostrarte la verdadera luz. No se trata de
sabiduría, porque si lo fuera ya estuvieras limpio y te hubieses ganado la hermandad. Pero esto no es algo que
puedes adquirir. Solo la gracia ofrece salvación.” Y entonces lo vi claramente en el verso cinco. “El mensaje
es que Dios es la luz. Él ilumina a todo aquél que llega al mundo. Y esa luz es la vida; Dios es la vida.” Y
entonces prosiguió diciendo que dado que Dios es luz, Él se encarga de brillar y de iluminar a la gente, y
mientras camines de su mano, capaz de saludarle de cerca y sepas que Él está ahí y que tienen esa
hermandad, la sangre de Cristo fluye tan lejos como su luz. La sangre fluye tan lejos como Su hermandad.
Fluye tan lejos como Su luz ilumina su hermandad. Y la sangre recorre la misma distancia.

Según algunos, es imposible pecar mientras caminemos en Su luz. La santificación implica que podemos
cometer errores, pero no pecar. Pero eso no es lo que dijo Dios. Dios dijo que mientras caminas en esta luz el
pecado se apoderará de ti, y algunos de ustedes caerán en el pecado. No quiero que lo hagas, pero aún si
pecas puedes quedarte en este plano. La razón, y esto aparece en uno de Sus versos, por la que la sangre fluye
ahí es para que aun cuando el pecado se apodere de ti, la sangre sigue fluyendo y limpiando para deshacerse
de él. Juan usa la palabra limpia en el tiempo presente. La sangre de Jesús, el Hijo de Dios, nos limpia de
todo pecado. Si caminamos de la mano de Jesús, no tenemos por qué andar cabizbajos y con miedo de no
recibir al Señor cuando regrese. Si nos mantenemos en hermandad con Él, el infierno no nos puede llevar,
porque Dios tiene agentes limpiadores ahí, mezclados con su Luz y Su hermandad. Puede que tengas algunos
pensamientos que disgusten a Dios, pero la sangre los limpia. Puede que te enojes con alguien y alces la voz,
pero la sangre continua su limpieza.

5 Este es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él. (1
Juan 1:5). Dios es limpieza. Dios es hermandad. Cuando pecamos, tenemos a alguien que aboga por nosotros
con el Padre. Jesús es la virtud. Nos dijo que Él se ha convertido en la propiciación. La persona se convierte
en la propiciación. La propiciación significa apartar la ira mediante un acto de misericordia. Cuando leas
sobre el asiento de la misericordia que Dios ha colocado en el trono de gracia, en el tabernáculo del culto,
recuerda que es una tapa dorada de inmenso valor. Debajo de ese asiento de misericordia se encuentra el Arca
del Convenio. Dentro del Arca del Convenio se encuentran todas las leyes rotas que significan los pecados y
la culpa y las transgresiones colocadas debajo de la propiciación; es como un manto dorado. Entonces Dios
dijo, “Ahora toma la sangre y recrea esta escena. Toma dos cabras, mata a una de ellas, y rocía su sangre
sobre este asiento de la misericordia. Entonces querrás hacer contacto conmigo. Hay un solo lugar en el
universo donde me encontraré contigo. Es la puerta que fue abierta por la sangre.” Ese es el poder de esta
sangre limpiadora. Dios dijo que cuando vienes a este asiento de misericordia y te identificas con eso, ahí me
encontraré contigo, y conversaremos por encima del querubín. O sea, que hay un lugar específico en donde el
pecado queda cubierto.

Lo mejor de todo es que Dios dijo que no solo Él es la propiciación y limpieza de nuestro pecado, sino que la
sangre de Jesús limpia constantemente. Este asiento de misericordia tiene una tapa para cubrir el pecado, y
Dios acepta al pecador. Esa es la tapa a la que nos referíamos anteriormente. Imagina esa sangre rondando
cubriéndote del Espíritu ahora mismo. Sé libre. Pero dentro del arca aún quedan retazos de las leyes rotas, y
por eso Dios dice, toma este otro cabro; hicieron falta dos animales para completar la visión de Dios. Él pidió
que el creyente pusiera sus manos sobre este cabro para que se identificara con él, y transmitiera sus pecados
al animal, y que luego éste fuera llevado a la selva donde no pudiera ser hallado nunca más. Dios dijo,
“Ahora que está cubierto, lo limpiaremos por completo.” Él trabaja justo debajo de este manto, y elimina los
pecados para que no puedan resurgir jamás.

Cuando Dios eliminó el pecado, lo hizo por completo. En Pedro 1 leemos, "Bendito el Dios y Padre de
nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la

www.angelsonassignment.org/pdf/blood_of_jesus_spanish.html 14/33
2/21/2020 El Poder de la Sangre de Jesús

resurrección de Jesucristo de los muertos, para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible,
reservada en los cielos para vosotros.”

La palabra incorruptible significa que nunca se puede acabar, y no puede perder su poder o ser destruido. La
sangre que fluyó por la espalda de Jesús, esa sangre que fue derramada no se quedó en la tierra ni se
corrompió al mezclarse con la corrupción de esta tierra. Esa sangre no se corrompe. Por el contario, cada gota
de sangre fue guardada y llevada al cielo. Esa sangre permanece ahí. Por eso cuando Pablo pudo mirar al
cielo vio al Padre, a Jesús, los espíritus de hombres que ahora eran perfectos y a un sinnúmero de ángeles. Y
Él dijo, “Por cierto que también hay sangre. Está toda ahí.” Él dejó que Juan pudiera ver la Revelación. Y Él
le dejó ver que ahí estaba toda la sangre. En el Viejo Testamento, cuando el animal es sacrificado, era
importante recoger cada gota de sangre. Dios estaba tratando de demostrar que ésta era otra clase de sangre
de Jesús. Esta sangre no se corrompe, no se puede destruir, y paga por nuestros pecados para siempre.

Hay limpieza para todos. Hay suficiente inmunidad en la sangre que Dios aplica a nuestras vidas para
mantener la enfermedad espiritual alejada de nosotros. Tiene suficiente inmunidad para protegernos,
alimentarnos y reconfortarnos. La sangre nunca ha perdido su poder. Y en esa inyección, se inyecta lo que no
es corrupto a lo que sí lo es, y las semillas de la muerte son destruidas por las semillas de la vida.

Capítulo Seis

La Sangre que santifica

Hemos visto el poder de la sangre de Jesús en el acto de justificación, en la limpieza y la reconciliación. En


este capítulo veremos cómo la sangre de Jesús da vida continuamente a aquellos que han sido lavados y
reconciliados, contrario a las enseñanzas que dicen que la santificación requiere la ausencia del pecado y la
destrucción de la naturaleza previa, etc. La sangre de Jesús trae vida, belleza, propósito y la provisión de
Jesús al creyente. A medida que exploramos estas verdades Bíblicas, mantén tu corazón y tu mente bien
abiertas, porque esta podría resultar ser la revelación más grande de tu vida. Vamos a hablar de la
santificación, los agentes que la activan, y los resultados del trabajo de la santificación a través de la sangre
de Jesús. Miremos lo que Dios tiene que decir acerca de la sangre: 1 Pero cuando Cristo apareció como sumo
sacerdote de los bienes futuros, a través de un mayor y más perfecto tabernáculo, no hecho con manos, es
decir, no de esta creación, 12 y no por medio de la sangre de machos cabríos y de becerros, sino por medio
de su propia sangre, entró al Lugar Santísimo una vez para siempre, habiendo obtenido redención
eterna. 13 Porque si la sangre de los machos cabríos y de los toros, y la ceniza de la becerra rociada sobre
los que se han contaminado, santifican para la purificación de la carne, 14 ¿cuánto más la sangre de Cristo,
el cual por el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, purificará vuestra conciencia de obras
muertas para servir al Dios vivo? 15 Y por eso El es el mediador de un nuevo pacto, a fin de que habiendo
tenido lugar una muerte para la redención de las transgresiones que se cometieron bajo el primer pacto, los
que han sido llamados reciban la promesa de la herencia eterna. (Hebreos 9:11-15).

Estas enseñanzas acerca del poder de la sangre nos llegaron directamente del corazón de Dios. Dios, déjame
ver la sangre como un poderoso río que corre. Y a la vez que corría del corazón de Dios al plano de la
experiencia humana, había un gran obstáculo en el medio –una barrera de pecado. Pero con la muerte de
Jesús esa barrera fue destruida gracias a la sangre y a la vida de Jesús. Esta fue nuestra reconciliación con
Cristo mediante la sangre de Su Hijo, Jesús.

Dios archiva todo lo que ocurre en la vida humana. La Biblia nos dice que esos archivos que pesaban contra
nosotros fueron arrastrados por la corriente del río hasta el mar del olvido de Dios, y todos los archivos
desaparecieron para siempre. De eso se trata la justificación por la sangre.

Y a medida que el río lava los archivos del pecado que están escritos en la vida humana, ese poderoso río
sigue corriendo y destruye la contaminación del pecado. De eso se trata la limpieza por la sangre.

La limpieza no es la santificación. La santificación llega después de la limpieza. Cuando la Palabra nos dice
que la sangre nos santifica, quiere decir que el poder de la sangre (o todos los poderes del cielo) se han
adaptado a la vida humano y su uso.

Existen grandes transformadores que conducen electricidad. Pero antes de que podamos encender la luz en el
cuarto ésta tiene que sea convertida de manera que se pueda usar. Lo mismo ocurre con el poder de la sangre.
www.angelsonassignment.org/pdf/blood_of_jesus_spanish.html 15/33
2/21/2020 El Poder de la Sangre de Jesús

Dios me preguntó, “¿Qué es el poder de la sangre?” Dios me dejó ver que el poder de la sangre era medido
por la vida de aquél por donde fluía. El valor de la sangre es determinado por el valor de esa vida. Y la
Palabra nos dice que en Él se hallaba toda la grandeza de Dios. Así que cuando pienses en el poder de la
sangre, estás reconociendo el poder del cielo y la autoridad del universo que destruyó esa barrera, destruyó
los archivos y eliminó la corrupción, y que ahora nos brinda toda la plenitud misma de Dios –la vida misma
de Jesús.

¿Qué es la santificación? La santificación es compartir la vida de Jesús en nuestros cuerpos mortales. La vida
de Jesús es sumamente importante para nosotros. Él no quería mostrarnos un camino oscuro, sino la brillantez
de Su vida. Es posible que el creyente esté tan envuelto con el lado oscuro de la cruz de Cristo que no pueda
ver el lado de luz de la cruz. Ese es nuestro lado.

3  Pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación (1 Tesalonicenses 4:3).

La vida está en la sangre. En la sangre de Jesús vivía toda la plenitud de Dios, y ahora compartimos en la
plenitud de Dios. Por eso Jesús nos da su sangre y su vida para que fluya por nosotros. Dios nos ha bendecido
espiritualmente en lugares celestiales. Cuando la vida de Jesús fluye por la vida de los creyentes, hay
ocasiones en que están en un lugar celestial. Él nos ha elevado para que podamos tomar asiento en lugares
celestiales.

Cuando ese río fluye y la vida de Jesús toca el cuerpo físico, la gloria de Dios toca esa vida. La gloria de Dios
es la atmósfera pulsante que proviene del trono de Dios. A medida que ese río santificador sigue fluyendo,
revela la vida y la gloria de Jesús. La gloria activa la maravillosa vida de Jesús. La gloria de Dios santifica la
vida del creyente.

Así es que la santificación significa adaptarse a la fuerza vital de Jesús. La verdad, la fe y el Espíritu Santo
causarán que las represas se abran y dejen que la vida de Jesús corra por ellas. La fe activa la sangre de Jesús.
El Espíritu deja que el río siga fluyendo. Jesús nos santifica. La vida de Jesús comienza a fluir a través del
nombre de Jesús. Cuando yo estoy hablando en una reunión, al hacer que la gente diga ese nombre, Su vida
comienza a fluir.

2 elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con
la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas. (1 Pedro 1:2).

¡Incluso la paz de Dios llega a nosotros a través del trabajo santificador de Jesús! No podrás tener verdadera
paz hasta que dejes de luchar. No podrás relajarte hasta que te des cuenta de que Dios se está encargando de
esas cosas que te molestan. La gracia y la paz son tuyas gracias al maravilloso trabajo de Dios. Todas estas
cosas llegan a nosotros gracias a Su sangre. ¡Su sangre nos trae una nube de gloria!

Capítulo Siete

La sangre acorta la distancia y nos acerca a Dios

La muerte de Dios desata un poderoso río de vida que fluye del corazón de Dios hacia el hombre. Hasta el
momento, hemos aprendido lo siguiente acerca de nuestra relación con la sangre de Jesús:

La sangre destruye la barrera que nos separa—reconciliación

La sangre borra todos los archivos de nuestras culpas—justificación

La sangre elimina la corrupción en la vida interior de los hombres—limpieza

La sangre trae vida, vigor, y alegría—santificación

En este capítulo veremos que un río de vida nos lleva hasta la presencia de Dios, eliminando la distancia y
proveyendo hermandad a través de la sangre de Jesús. Vamos a discutir nuestro derecho a pararnos frente a
Él, los resultados de vivir en Su presencia y lo que significa ministrar en Su presencia. Verás que el río se
lleva todas las barreras que hay entre tú y Dios.

www.angelsonassignment.org/pdf/blood_of_jesus_spanish.html 16/33
2/21/2020 El Poder de la Sangre de Jesús

El flujo de este río elimina toda constancia de nuestros pecados cuando ponemos nuestra fe en la sangre, para
que Dios no pueda recordar los pecados que hemos cometido. No solo se olvida de tus pecados, sino que se
olvida por completo. Él te ha perdonado. No puedes decir, “Gracias por haberme perdonado setenta veces.”

Dios dice, “¿De qué setenta veces hablas?” Su perdón es así de absoluto.

También tenemos la hermosa historia de santificación de la que hablamos en el capítulo anterior, que no se
trata de limpieza o vida eterna, sino de sentir la vida incorruptible de Jesús en nuestros propios cuerpos. La
sangre que emanó de su frente, la sangre que corrió por Su costado, por Sus manos y Su espalda, la sangre
que puede haber caído durante el camino –ni una sola gota de esa sangre fue echada a perder o corrupta por la
tierra.

23  siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y
permanece para siempre. (I Pedro 1:23).

La Palabra nos dice que Su sangre fue preservada en toda la plenitud de Dios mismo, dado que es
incorruptible. Nunca puede ser destruida.

Juan tuvo la oportunidad de visitar el cielo, y dijo “Ahí está, ahí está la sangre de Jesús –aún está ahí.” A
través de los tiempos, la sangre que compró nuestra expiación continua su misión de limpieza. Pablo fue
testigo. ¿Sabías que Pablo tuvo la oportunidad de visitar el cielo?

22  sino que os habéis acercado al monte de Sión, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la
compañía de muchos millares de ángeles, 23 a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los
cielos, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos,4 a Jesús el Mediador del nuevo
pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel. (Hebreos 12:22-24).

Ahí lo tienes. La sangre nos habla y nos dice “Cuenta con esa persona –ella ha puesto su fe y su confianza en
Mi.” Aleluya, la sangre sigue ahí.

Cuando la gente siente el flujo de la sangre es como si se liberaran de una carga pesada. Sus ojos brillan y sus
caras irradian alegría. Se pueden mover en una victoria que nunca antes habían experimentado, y patear al
enemigo para sacarlo de su camino. Cuando veo esto, me doy cuenta de que Jesús adaptó el poder del
universo que hay en la sangre a la vida humana. La vida de Jesús se podía sentir en esos cuerpos mortales.
Como estudiamos en el capítulo anterior, cuando Dios habló de la santificación, a esto es que se refería –a la
aplicación de la vida de la Divinidad a la vida diaria. Cuando la gloria de Dios es revelada, todo el que bebe
de esa vida se convierte en un reflejo del cielo. No es algo difícil ni piadoso. Lo que Dios está haciendo hoy
es asegurarse de que Su gente ame a Jesús.

La sangre nos ha comprado una maravillosa hermandad con Dios.

1 En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios. 2 Él estaba en el principio
con Dios.  3  Todas las cosas fueron hechas por medio de Él, y sin Él nada de lo que ha sido hecho, fue
hecho. 4 En Él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. 5  Y la luz brilla en las tinieblas, y las
tinieblas no la comprendieron. (I Juan 1:1-5).

La gente llega con pesadez y oscuridad en el corazón, y miran hacia Él para ser iluminados, inspirados en esa
hermosa luz que emana del cielo y que provee hermandad. En Él no hay oscuridad alguna.

6 Si decimos que tenemos comunión con Él, pero andamos en tinieblas, mentimos y no practicamos la
verdad; 7mas si andamos en la luz, como Él está en la luz, tenemos comunión los unos con los otros, y la
sangre de Jesús su Hijo nos limpia de todo pecado. (1 Juan 1:6-7).

Cuando caminamos en este tipo de hermandad, la sangre de Jesús nos limpia a todos del pecado. Nunca cesa
de limpiar. Algunos dicen que cuando estamos en este lugar de hermandad y santificación el pecado no puede
existir. Pero eso no es cierto. La Palabra nos dice que el pecado aún puede existir en el diario vivir. Podemos
pecar de pensamiento o de palabra. Puede que en efecto hayas desafiado a Dios, pero aun así el hambre y el
deseo de tu corazón es caminar con Él y servirle a Él.

www.angelsonassignment.org/pdf/blood_of_jesus_spanish.html 17/33
2/21/2020 El Poder de la Sangre de Jesús

Ya estás limpio cuando comienzas el día gracias a Su sangre. Cuando le has mostrado todo a Dios ya estás
limpio. Cuando caminas en esta maravillosa luz todo el pecado desaparece. Debes preocuparte solo de amar a
Jesús y de mirar hacia Él. Conozco un hombre que estaba luchando para complacer al Señor, tanto que casi
pierde la cordura. Pensaba que tenía que estar arrodillado las veinticuatro horas del día. Repetía
incesantemente, “¡Dios mío, santifícame y hazme divino!” Así continuó hasta que ya no pudo más.

Le dije, “No quiero que leas la Biblia o hagas referencias a ella. El enemigo está usando la Biblia para
atacarte.”

Si recuerdas, el enemigo trató de usar la escritura para atacar a Cristo. Dios te salvó y quiere que sepas que Él
ha escrito tu nombre en el cielo. Pero Él quiere que seas un ser humano completo, y que desarrolles todo tu
espíritu, tu mente y tu cuerpo. Si no te ocupas de tu humanidad tu espíritu no valdrá nada. Así es que le di un
ejemplar de la revista National Geographic y le pedí que lo leyera y me hiciera un reporte.

Luego de dos o tres días me llamó y me dijo, “Me leí el Geographic y también el Reader’s Digest que me
diste. Aprendí algunas cosas interesantes sobre las minas de carbón.”

El hombre había crecido en un ambiente donde era programado ocho horas al día, creando tensión en su
mente y batallando contra lo que tenía que hacer para alcanzar a Dios. Las personas que han crecido así viven
con un sentimiento constante de fracaso. Le dije que tenía que dejar que el Espíritu lo ayudara a levantarse y
le recordé que tomaría tiempo deshacerse de esos rituales y tradiciones que lo había tenido atado por tanto
tiempo.

No puedo entender cómo la gente puede sentirse tan deprimida y piensa que hablar con Dios es tan difícil,
cuando en verdad es algo maravilloso. Con Él puedes ser tú mismo, puedes ser feliz ¡y ser la persona que
Dios quiso que fueras! Puedes quitarte la máscara y ser tú mismo con el Señor. Si Él hubiese querido que
fueras diferente, te hubiese creado de otra manera. Pero Dios no quiere que seamos copias al carbón el uno
del otro. Nos hizo a todos diferentes porque le agrada que seamos así.

Cuando te alejas de Dios Él no te dice, “Si te acercas a mí y haces esto o esto otro y sigues esta guía hasta
llegar aquí, entonces te voy a escuchar.” Por el contrario, Él nos dice, “Si me llamas, no importa qué tan lejos
estés, eliminaré la distancia con mi milagroso poder.”

Esto me recuerda cuando Jesús y sus discípulos luchaban dentro del barco. Pero cuando llamaron a Jesús, Él
los calmó, y llegaron inmediatamente a su destino. Él eliminó la distancia. Él tiene ese poder.

Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la
sangre de Cristo. (Efesios 2:13).

Aún recuerdo la emoción que sentí cuando Dios me hizo ver este verso tan claramente y vi cómo desaparecía
la distancia. La sangre de Jesús te acerca a Dios.

19Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo
(Hebreos 10:19).

Hebreos es uno de mis libros favoritos en toda la Biblia, porque Dios nos muestra el patrón de lo que ocurre
en el cielo en el transcurso de este libro. El evangelio completo está aquí; el plan completo de Dios nos es
revelado en este libro. Veamos el verso dieciséis:

16 Este es el pacto que haré con ellos después de aquellos días dice el señor: pondré mis leyes en su corazón,
y en su mente las escribiré, añade: 17 y nunca más me acordare de sus pecados e iniquidades.

No existe otra ofrenda para el pecado. Por eso puedes ser audaz.

Durante siglos nadie podía acercarse a Dios. Tenía que existir el miedo de que si cometían un error sus vidas
serían apropiadas. Habían llegado con tanto miedo creyendo que sus vidas tenían que ser perfectas, porque
eso era el prototipo de lo que Jesús deseaba de nosotros. Pero ahora Pablo decía que no, que el pastel ya está
listo y no se va a derrumbar. ¿Sabes como caminas con cuidado por la cocina para evitar que el pastel se
derrumbe? Si das pasos muy fuertes o uno de tus niños corre saltando por la cocina puede que el pastel se
www.angelsonassignment.org/pdf/blood_of_jesus_spanish.html 18/33
2/21/2020 El Poder de la Sangre de Jesús

caiga. A lo mejor las damas saben de lo que estoy hablando. Hay que tener un poco más de cuidado. Esto es
lo que sucede en el Viejo Testamento, pero ahora Dios dice que ya se terminó. Todo está hecho. Y es por eso
que hay que tener cuidado. Porque el trabajo ya está hecho. Ahora puedes decir con certeza y audacia, “Dios,
aquí estoy.”

Él nos dice que podemos venir con audacia frente al trono de la gracia:

16 Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia
para el oportuno socorro. (Hebreos 4:16).

El lugar más santo es ese donde vive Dios; ese es el centro y corazón de Dios, y la sangre abrió la puerta para
que nosotros podamos llegar ahí. Ya no tienes que caminar con cuidado. Puedes venir saltando o dando
brincos. Y no tienes que venir en silencio. Hubo un tiempo en ese lugar sagrado en que había que hacer
silencio; la sangre tenía que hablar por nosotros.

La Biblia dice que la sangre llevaba el mensaje, por eso es que en el Viejo Testamento tenía que reinar el
silencio. Pero ahora Él dice que podemos venir y gritar a gusto. Cuando Juan tuvo la oportunidad de visitar
los cielos y vio éste hermoso trono de Dios, dijo que vio gente frente al trono quienes alababan a Dios en voz
alta y que sonaban como una cascada. No hay que tener cuidado cuando llegamos hasta Dios en nombre de
Jesús. ¿Le amas tú? Por eso tenemos la audacia de entrar.

20 por un camino nuevo y vivo que Él inauguró para nosotros por medio del velo, es decir, su carne, 21 y
puesto que tenemos un gran sacerdote sobre la casa de Dios, 22 acerquémonos con corazón sincero, en plena
certidumbre de fe, teniendo nuestro corazón purificado de mala conciencia y nuestro cuerpo lavado con agua
pura. 23 Mantengamos firme la profesión de nuestra esperanza sin vacilar, porque fiel es el que prometió; 24
y consideremos cómo estimularnos unos a otros al amor y a las buenas obras,  25 no dejando de
congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos unos a otros, y mucho más al ver que
el día se acerca. (Hebreos 10:20-25).

Dios no solo nos invita a venir sino que hasta nos tiene un lugar reservado. Él nos dice, “Tengo un sitio de
honor para ti, y puedes venir como rey o sacerdote hasta Dios.”

9 y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste
inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; 10 y nos
has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra. (Revelación 5:9-10).

En este pasaje, Juan nos habla de lo que tuvo oportunidad de ver. Él dice que somos reyes y sacerdotes,
lugares especiales honrados por Dios mismo. Por eso quiero que te des cuenta de los resultados que tiene
vivir en hermandad con Él.

11Me mostrarás la senda de la vida; En tu presencia hay plenitud de gozo; Delicias a tu diestra para
siempre. (Salmo 16:11).

Esto es lo que sucede en la presencia de Dios. No es un peso sino una alegría. Cuando Dios nos toca con Su
vida hay alegría. Hay un verdadero sentir de satisfacción que viene con Su presencia. Hay satisfacción y
también protección en su presencia.

4 Bienaventurado el que tú escogieres y atrajeres a ti, Para que habite en tus atrios; Seremos saciados del
bien de tu casa, De tu santo templo. (Salmo 65:4).

19 ¡Cuán grande es tu bondad, que has guardado para los que te temen, que has obrado para los que en ti se
refugian, delante de los hijos de los hombres! 20 De las conspiraciones de los hombres tú los escondes en lo
secreto de tu presencia; en un refugio los pondrás a cubierto de los enredos de las lenguas. (Salmo 31:19-
20).

No importa lo que los demás digan de ti existe un lugar creado por Él donde te puedes esconder. Hay algo
cierto en la palabra “secreto”. Cuando Él habla del “secreto” de su presencia se está refiriendo a al hecho de
que existe una fuerza secreta o un poder que emana de Su hermosa presencia. Es algo que no es visible por el
ojo humano. Es una fuerza invisible.
www.angelsonassignment.org/pdf/blood_of_jesus_spanish.html É 19/33
2/21/2020 El Poder de la Sangre de Jesús

Puede que el enemigo se pregunte cómo es que Dios puede proteger a esa gente. Él viene listo a atacarte y se
encuentra con una fuerza protectora que te rodea. Ese es el secreto de Su presencia. La gente que está cerca
de Dios está más interesado en lo que Dios tiene que decir que en lo que dicen los demás.

7 Mas si andamos en luz, como Él está en luz, tenemos comunión entre nosotros, y la sangre de Jesucristo su
Hijo nos limpia de todo pecado (1 Juan 1:7).

Juan habla de la hermandad que tenemos con Él. La comunión con Dios es más que la buena comunicación.
La comunicación puede ser un traspaso de información, entender los pensamientos con claridad, entender
palabras. Pero la comunión es cuando tu corazón habla y hay una unión de espíritu con Dios. De eso se trata
la comunión. ¿Has notado que a veces puedes tener una comunión de corazón con ellos sin tener que decir
una palabra? Te sientes atraído a ellos, como si fuesen tu hermano y tu hermana en el Señor. Esto ocurre
porque Dios nos ha permitido llegar a Su presencia.

Voy a tratar de compartir con ustedes algo que el Señor hizo verdad para mí. Lloré frente a Él cuando le pedí
que hiciera esto verdad para mí al igual que lo hizo aquella noche que me habló al corazón. Y Dios se hizo
verdad para mí en ese momento. Él es nuestro Sacerdote Supremo.

Hay tantos versos hermosos aquí que quiero invitarte a que lo busques en tu propia Biblia y le pidas a Dios
que te muestre su significado. El verso dice:

23Y los otros cierto fueron muchos sacerdotes, en cuanto por la muerte no podían permanecer. 24Mas éste,
por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable: 25  Por lo cual puede también salvar
eternamente a los que por Él se allegan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.  26Porque tal
pontífice nos convenía: santo, inocente, limpio, apartado de los pecadores, y hecho más sublime de los
cielos; 27Que no tiene necesidad cada día, como los otros sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus
pecados, y luego por los del pueblo: porque esto lo hizo una sola vez, ofreciéndose a sí mismo. 28Porque la
ley constituye sacerdotes a hombres flacos; mas la palabra del juramento, después de la ley, constituye al
Hijo, hecho perfecto para siempre. (Hebreos 7:23-28).

El punto más importante es que nuestro Sacerdote Supremo se sentó en el lugar de más prestigio en el cielo, a
la derecha de Dios. Desde ahí Él administra en una carpa sagrada, el lugar de culto verdadero, que fue creado
por el Señor y no por manos humanas. En el verso cinco Él nos dice, “Rinden culto en un lugar que es solo
una copia, una sombra del que existe en el cielo.” Pero Jesús está en el tabernáculo que erigió Dios,
intercediendo por nosotros. Lo que Dios nos ha pedido es que lleguemos hasta Él como lo hicieron esos
sacerdotes y que ministremos a Dios.

Mientras ministraban, estos sacerdotes tomaron su incienso y lo quemaron, y su dulce aroma subió hasta el
altar y hasta llegar a Dios. Dios dijo “Estoy complacido y satisfecho. Agradezco esta dulce ofrenda.”

Ellos ministraban diariamente a Dios. Era una rutina diaria. Su rutina diaria se convirtió en un servicio
sacerdotal. Y nuestra rutina diaria, nuestro trabajo diario, también se convierte en un servicio sacerdotal. Si
eres una dama que hace sus quehaceres en el hogar o un hombre que trabaja en el patio, no importa el tipo de
trabajo que realices, esa rutina se convierte en servicio sacerdotal porque un sacerdote lo lleva a cabo.
¿Sabías que ahora eres un sacerdote?

17 Y todo lo que hacéis, sea de palabra, o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando
gracias a Dios Padre por él. (Colosenses 3:17).

Hazlo por la Gloria de Dios. De eso se trata ministrar al Señor. Dios se siente complacido con ello. Cuando te
sientas en su presencia y Le amas y tomas de Él estás ministrando a Jesús, sirviendo a Jesús. La mentira más
grande que el enemigo nos quiere hacer creer es que servimos a Dios con la actividad rigurosa. Pero no es de
eso que se trata el ministrar o servir a Dios. Puede que estés siendo muy productivo o puede que no, pero solo
consigues llenarte de ansiedad cuando intentas hacer el trabajo que le corresponde a Dios. El trabajo de Dios
es apaciguarte, y tú te interpones en Su trabajo cuando te vuelves ansioso al tratar de ministrar a Él o de
complacerlo a Él. Si quieres ministrar a Él, o solo amarlo a Él, entonces todo lo que tienes que hacer es hacer
tu trabajo con una canción en tu corazón —solo entonces estarás ministrando al Señor. Esto es lo que el Señor
nos ha pedido que hagamos porque gracias a la sangre es que podemos ministrar en Su nombre. Cuando

www.angelsonassignment.org/pdf/blood_of_jesus_spanish.html 20/33
2/21/2020 El Poder de la Sangre de Jesús

ministramos en Su nombre ministramos a otros. Ministramos a través de la oración, de la intercesión, y al


activar la amplia red de recursos que tiene Dios, como sacerdotes que somos.

5 vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer
sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo. 6  Por lo cual también contiene la
Escritura: He aquí, pongo en Sion la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa; Y el que creyere en Él,
no será avergonzado. 7 Para vosotros, pues, los que creéis, Él es precioso; pero para los que no creen, La
piedra que los edificadores desecharon,  Ha venido a ser la cabeza del ángulo; 8 y Piedra de tropiezo, y roca
que hace caer, porque tropiezan en la palabra, siendo desobedientes; a lo cual fueron también destinados.
9  Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios,  para que
anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; (1 Pedro 2:5-9).

Tú eres un reinado de sacerdotes, la nación santa de Dios, y Su posesión, y Él quiere que les muestres a otros
las bondades de Dios. Él te sacó de la oscuridad y te trajo a la luz con un propósito.

Tú eres un sacerdocio real; tú puedes venir hasta la presencia de Dios y ministrar a Él y después ministrar a
los demás. Esto lo hacemos mediante la oración, y así también activamos los recursos del cielo.

Dios me dio una visión delcCristiano en oración, y observé a este cristiano mientras rezaba. Él oprimió los
botones que activarían la mano de Dios que enviaría la agencia necesaria para lograr el cometido. Bajo orden
de Dios, un puñado de ángeles bajarían a cumplir el cometido. Había gente que no sabía quién era Dios —no
creyentes— y Dios les decía a los ángeles que intervinieran y ayudaran a esas personas. Había otros
creyentes, y Dios podía decir “esa persona necesita cinco dólares, dénselos”. Dios ha puesto la capacidad de
ministerio en algunos de sus corazones. Ahí hay alguien que necesita un poco de ayuda. Necesita un poco de
apoyo, ve y dáselo. Como ves Dios envía a la gente a cumplir Sus cometidos.

Y luego está el poder del Espíritu Santo y el ministerio del Espíritu mediante sus regalos. Y Dios tiene una
agencia que maneja las circunstancias. Las circunstancias a veces no cambian; con frecuencia Dios cambia a
la persona y deja las circunstancias tal cual. Pero Dios también puede reajustar las circunstancias. Entonces
en esa visión Dios me dejó ver cómo Él llamaba a las fuerzas de la naturaleza, Su creación, para lograr que
un enjambre de abejas cumpliera Su cometido. Las abejas pueden apresurar a la gente, además de hacer otras
cosas.

Nunca olvidaré cuando mi esposa y yo estábamos en Washington, y una gran cantidad de pulgones
aterrizaron en un huerto de manzanas en el medio de la noche. El dueño del huerto recién se había convertido
en cristiano hacía unos tres meses, y pensó que si Dios era verdadero Él se encargaría de todo. Así que acudió
a su reunión de hermandad, y les dijo que le acompañaran en una oración para recordar a Dios de que
necesitaba ayuda en el huerto. Cuando regresó a media tarde, escuchó un ruido un poco extraño.

Y cuando Dios escuchó esa oración, Él dijo “¿Cuál sería el mejor método para deshacernos de estos
pulgones?” Podría enviar un fuerte viento que limpiase las hojas. Pero tengo un enjambre de abejas
hambrientas que necesitan comida, así que haré las dos cosas a la vez.”

Así que recogió millones de abejas hambrientas y las soltó en el huerto de este hombre, y tuvieron el festín
más grande de su vida. Ellas eliminaron cada uno de los pulgones de esas hojas. No quedó ni una sola. Pero
Dios solo envió suficientes abejas para limpiar un campo. El resto de los huertos estaba infectado de
pulgones. Dios tiene acceso a cualquier tipo de agencia. Él sabe cómo resolverlo todo. Él puede cambiar
hasta las condiciones del tiempo. Dios puede responder a la oración de muchas maneras, porque está en
control de todo el universo.

Mediante la oración podemos llevar la bendición de Dios a los demás y compartir con ellos Su amor y Su
vida. Por eso en 1 Juan 1 leímos que nuestro trabajo es anunciarle a los demás esta maravillosa hermandad. Y
es seguro que lo que más necesitamos en esta vida es tener hermandad con el Señor.

Esa es la búsqueda, el hambre del hombre y de la mujer a través del tiempo para estar cerca de Dios
nuevamente. Y el trabajo que estamos haciendo, el trabajo que tú estás haciendo al ayudar a los demás, el
propósito de ese trabajo es que ellos puedan tener hermandad con Jesús. ¿No es cierto? La hermandad se hace
posible gracias a la sangre. Sin la sangre no puede haber hermandad alguna.

www.angelsonassignment.org/pdf/blood_of_jesus_spanish.html É 21/33
2/21/2020 El Poder de la Sangre de Jesús

Para concluir, Jesús abrió la tumba con Su sangre. Hebreos 13:20 dice que por Su sangre Él resurgió de la
tumba:

20 Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por
la sangre del pacto eterno (Hebreos 13:20).

Él abrió las puertas del cielo. Con su sangre Él entró en la presencia de Dios. Con

Su sangre abrió las puertas del corazón de Dios.

19  Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo
(Hebreos 13:20)

23 Y los otros sacerdotes llegaron a ser muchos, debido a que por la muerte no podían continuar; (Hebreos
7:23)

8 Ahora bien, el punto principal de lo que venimos diciendo es que tenemos tal sumo sacerdote, el cual se
sentó a la diestra del trono de la Majestad en los cielos (Hebreos 8:1)

Tener la audacia te entrar ahora por la sangre de Jesús abrió el corazón de Dios. Esto lo resume todo. Ahora
tenemos un Sacerdote que está sentado a la derecha de Dios. En el Viejo Testamento, el sacerdote no se podía
sentar. Tenía que estar de pie cuando estaba trabajando, para simbolizar el hecho de que su trabajo no
terminaba nunca. Era una labor que continuaba año tras año. Pero ahora Jesús finalizó el trabajo, y tomó
asiento. ¡Él se encargó de todo!

Hoy tenemos un Sacerdote Supremo sentado a la mano derecha de Dios. Su sacrificio ha sido aceptado. Su
trabajo ha terminado. Él lo miró y dijo que sí, que funcionaba, que la sangre está ahí, incorruptible. Y seguirá
trabajando. Y Jesús lo miró y dijo, “¿Qué tal se ve, Padre?” Dios dijo, “Lo acepto. Se acabó. Está hecho.
Toma asiento.” Él se sentó; Jesús ya no lucha. No está preocupado. Dios no está preocupado. Dios sabe que
todo está bien. Ha funcionado por casi dos mil años, y no hay quién lo detenga. Jesús se siente seguro de que
funcionará para siempre. Y por eso no entiende por qué nosotros estamos tan preocupados. Él declaró que
funciona. Jesús no está preocupado. Él dijo que estaba todo listo. Así que dejemos de preocuparnos tanto. La
sangre nunca ha perdido su poder.

Él dijo que hay descanso para la gente del Señor. Y es la alegría que sentimos cuando podemos ver el
mensaje de Jesús –que la sangre nunca será destruida, que es incorruptible. Y que continuará haciendo su
trabajo para siempre, poderosa y no se detendrá jamás. Cuando entendemos esto, entonces podemos sentirnos
en paz.

10 ya que de haber entrado en el descanso de Dios, también él descansaría de todos sus trabajos lo mismo
que Dios descansó de los suyos. (Hebreos 4:10).

Me sentí tan emocionado cuando el Señor me hizo esta revelación que casi no podía contenerme. Y me
gustaría contagiarte con ese entusiasmo. Él quiere que dejemos de luchar. Demos gracias a Dios por la sangre
que sigue siendo efectiva y a nuestro Sacerdote Supremo, quien sigue ahí sentado a la derecha del Padre.

¿Qué es ese río para nosotros? ¿Cuál es el canal visible y tangible, el canal que atrae este río y se lleva las
barreras del pecado, eliminando las distancias? ¿A qué nos podemos aferrar? Al nombre de Jesús. Por eso es
que siempre motivo a la gente, y nunca dejaré de hacerlo. Porque veo que es la manera más efectiva de
mostrar lo que Dios puede hacer posible, y por eso le digo a la gente que digan el nombre de Jesús, porque al
decir su nombre, desatamos una fuerza poderosa y Dios vierte su vida sobre nosotros. Los que llaman en
nombre del Señor, quienes nombran a Jesús, recibirán la salvación. Ese río fluye, limpia el pecado y elimina
las barreras.

Así que todos los beneficios de la sangre de Jesús que llegan a nosotros llegan por el nombre de Jesús.
Levanta tu corazón y respira profundamente dentro del nombre de Jesús, y deja que Él haga lo que sea
necesario. Jesús, Jesús, Jesús…

Capítulo Ocho
www.angelsonassignment.org/pdf/blood_of_jesus_spanish.html 22/33
2/21/2020 El Poder de la Sangre de Jesús

Hay Vida en la Sangre de Jesús

El mensaje que Dios hilvanó en Su Palabra bajo el poder de la sangre de Jesús es como un resplandeciente
diamante brillando en el sol con verdades multifacéticas. Cuando la luz del cielo brilla sobre esta revelación
de la sangre de Jesús, nos sentimos sobrecogidos por la belleza y la totalidad del plan de restauración de
Jesús. En este estudio hemos visto un rio de vida proveniente del corazón de Dios decir presente en el
Calvario, destruyendo las barreras, los expedientes del pecado, transportar su Vida Divina, y llevarnos en su
corriente a un lugar cercano al corazón de Dios. Otra faceta de la belleza que veremos en esta lección es la
vida de esta sangre y lo que significa para nosotros.

Voy a tratar de explicar una visión en la que Dios me permitió ver la belleza del tabernáculo de Dios en el
cielo. Fue construido y planeado antes de la creación de la tierra, sin embargo la estructura que vi frente a mí
era fría, débil, y sin vida, porque no estaba en funcionamiento. Esperaba por la sangre. Dios me dejó ver a
Jesús tomar su propia sangre y entrar al tabernáculo.

Y Dios me dijo, “Quiero que veas el poder de esta sangre —la vida está en la sangre.” Y Jesús fue al
tabernáculo y roció los muebles con Su propia sangre.

De pronto, todas las llantas del gran plan de Dios comenzaron a girar. Los pecados de Adán del presente e
incluso los pecados del futuro fueron expiados por la sangre. Había muchos pecados esperando para ser
expiados, pero Dios dijo claramente que los sacrificios del Viejo Testamento no podían eliminar esos
pecados. Año tras año esperaban a que el cielo comenzara su gestión, pero solo la sangre de Jesús podría
limpiar esos pecados. Dios me permitió ver el poder de la sangre de Jesús en el contexto del plan de Dios, a
través de los tiempos pasados y hasta el fin de los tiempos, y eliminó cada pecado, cada inequidad, y destruyó
su poder para siempre.

Sabes que hay muchos que aun cargan el pecado con ellos. Aún no se han aprovechado de lo que Dios ha
hecho por ellos. Por eso Pablo dice que están sufriendo los efectos de pecados que ya han sido expiados. Juan
dijo que Cristo se ha convertido en la propiciación de nuestros pecados, y del resto del mundo. Pablo dijo en
Hebreos 10 que este Hombre Jesús hizo un sacrificio en nombre del pecado por el resto del tiempo. Está
hecho, funciona, y Él se sentó a la derecha de Dios. El sacrificio de la sangre de Jesús se encarga del pasado,
del presente y del futuro.

Hebreos 9 dice, “Ahora bien, el primer pacto tenía sus normas para el culto, y un santuario terrenal.  En
efecto, se habilitó un tabernáculo de tal modo que en su primera parte, llamada el Lugar Santo, estaban el
candelabro, la mesa y los panes consagrados.  Tras la segunda cortina estaba la parte llamada el Lugar
Santísimo, el cual tenía el altar de oro para el incienso y el arca del pacto, toda recubierta de oro. Dentro del
arca había una urna de oro que contenía el maná, la vara de Aarón que había retoñado, y las tablas del
pacto.  Encima del arca estaban los querubines de la gloria, que cubrían con su sombra el lugar de la
expiación. Pero ahora no se puede hablar de eso en detalle. Así dispuestas todas estas cosas, los sacerdotes
entran continuamente en la primera parte del tabernáculo para celebrar el culto.  Pero en la segunda parte
entra únicamente el sumo sacerdote, y sólo una vez al año, provisto siempre de sangre que ofrece por sí
mismo y por los pecados de ignorancia cometidos por el pueblo. Con esto el Espíritu Santo da a entender
que, mientras siga en pie el primer tabernáculo, aún no se habrá revelado el camino que conduce al Lugar
Santísimo.” (Hebreos 9:1—8 BV)

Esto es una lección importante para nosotros, porque bajo el sistema anterior los regalos y sacrificios que
fueron ofrecidos no lograron limpiar los corazones de la gente que los trajo. El antiguo sistema estaba basado
en rituales —lo que debían comer y beber, las reglas para lavar sus cuerpos, las reglas sobre esto y aquello.
La gente debía que seguir esas reglas hasta que Dios crease otro plan. Él se hizo Sacerdote Supremo de éste
sistema que hoy gozamos. Él fue al tabernáculo más grande ubicado en el cielo, que no fue creado por los
hombres. Tomó un poco de tiempo. Entonces Jesús entró en al lugar más Sagrado y roció su sangre sobre el
asiento de la misericordia —pero no era la sangre de cabros y terneros. No, Él tomó su propia Sangre, y con
esa preciada sangre aseguró nuestra salvación eterna.

“Porque si la sangre de los machos cabríos y de los toros, y la ceniza de la novilla, rociadas sobre los que se
han contaminado, santifican para la purificación de la carne, ¿cuánto más la sangre de Cristo, quien por el
Espíritu eterno Él mismo se ofreció sin mancha a Dios, purificará nuestra conciencia de obras muertas para
servir al Dios vivo? Por eso Cristo es el mediador de un nuevo pacto (testamento), a fin de que habiendo
www.angelsonassignment.org/pdf/blood_of_jesus_spanish.html 23/33
2/21/2020 El Poder de la Sangre de Jesús

tenido lugar una muerte para la redención de las transgresiones  que se cometieron bajo el primer pacto
(testamento), los que han sido llamados reciban la promesa de la herencia eterna. (Hebreos 9:13—15)

Estos muebles y efectos que adornaban el tabernáculo son importantes porque nos demuestran la actitud de
Jesús —Su plan para ayudar al hombre a través de su vida

La vela — para iluminarnos con la luz de Dios

El pan de la presencia, colocado en la mesa que anunciaba la comunión, y que anunciaba que ahora era
posible entrar en comunión con Él

El altar para facilitar la comunión

La vasija colocada justo en el centro del camino al lugar Sagrado, no a un lado, para que hubiese
limpieza constante mientras caminamos por la vida

El hermoso altar de incienso, donde Él dijo “Sus oraciones complacen a Dios cuando vienes a Él, y se
elevan como dulce incienso hasta Sus orificios nasales.”

El cuarto del trono, en donde los seres celestiales cuidan del trono, estrechando sus alas sobre el trono
de Dios

El asiento de la misericordia —Dios le dijo a Moisés en Éxodo 25 que existía solo un lugar en el
universo donde Él se encontraría con el hombre, y que ese lugar donde vienes y eres aceptado, porque
todos tus pecados están bajo el asiento de la misericordia, y Dios no los puede ver

Cada uno de estos muebles representa los pasos que Jesús tomó para acercarnos en hermandad a Dios nuestro
padre, Jesús nuestro hermano, y nuestro maestro, el Espíritu Santo. Ahora Dios está a disposición de la gente.

Todo esto fue hecho en el cielo, pero no funcionaba para los que estábamos en la tierra. No significaba nada
—le faltaba vida para funcionar. Era algo muy tedioso para Israel, año tras año. Cada paso era tan preciso, tan
perfecto, porque Cristo era el que seguía esos detalles. He escuchado gente predicar que nuestro culto
también tiene que ser perfecto. Pero tú no eres Cristo, y no te estás preparando para el sacrificio. El trabajo
está hecho, y por eso no se trata de pasar por este proceso con Dios. Cristo se sentó e hizo un sacrificio por el
resto de la eternidad. Él hizo su trabajo y puso en marcha las ruedas que continúan girando en el cielo. Cristo
hizo el sacrificio perfecto. Él está sentado para siempre a derecho del Padre. Y nos dijo que todo está
funciona bien.

Una vez al año, el sacerdote iba al lugar Sagrado para rociar sangre en el Asiento de la Misericordia. La
sangre era así de importante para Dios. Esa noche, Dios me hizo ver claramente el verso ocho:

8 Queriendo el Espíritu Santo dar a entender esto: que el camino al Lugar Santísimo aún no había sido
revelado en tanto que el primer tabernáculo permaneciera en pie (Hebreos 9:8).

Esto es algo de lo que Dios le habló a mi corazón. La gente que ha puesto su fe en lo que pueden hacer por
ceremonia y esfuerzo no se han avalado de los que Jesús ha hecho por ellos y continúan luchando. Siguen
trabajando, frustrados, preocupados de hacer todo lo correcto para llegar a Dios. Pablo menciona esto en
Gálatas 5:4, donde dice “Cristo no tiene efecto sobre ti.” En esencia, Pablo está diciendo que Dios ha hecho
el trabajo, pero que la gente estaba tratando de hacerlo nuevamente. No podemos justificar nuestra existencia
en base a nuestra capacidad de producir.

Debemos decir, “Dios, voy a permitir que me ayudes.”

Pero a veces la gente dice, “No gracias, Dios, déjame hacerlo yo.”

Quisiera que la gente dejase de debilitar a Dios porque tienen miedo de que no llegarán al cielo—un miedo
que se conoce como la seguridad eterna. Dios no pidió que rechazáramos la seguridad eterna. Él nos dice que
reclamemos la seguridad eterna, porque existe y ahí está. Él nos dijo eso. Él no nos iba a forzar a aceptarla ni
atarnos si la probamos y no nos gustó. Él no quiere a nadie en el cielo que no quiera verdaderamente estar
ahí. Dios no hace las cosas a medias. Su plan ofrecía la salvación maravillosa y completa que nos elevaría al
É
www.angelsonassignment.org/pdf/blood_of_jesus_spanish.html É É 24/33
2/21/2020 El Poder de la Sangre de Jesús

cielo. Porque Él no hace las cosas a medias. Según la Palabra, “Él lo vio y lo encontró todo bien,” y Él hizo
un buen trabajo. Y si nosotros dejásemos de buscar agujeros por donde caernos y mirásemos en vez a lo que
Dios ha preparado para nosotros, seguro que estaríamos mucho mejor.

11 "Porque la vida de la carne está en la sangre, y yo os la he dado sobre el altar para hacer expiación por
vuestras almas; porque es la sangre, por razón de la vida, la que hace expiación. (Levítico 17:11, 14).

Dios nos está diciendo, “Te he dado la sangre para que puedas expiar tus pecados. La vida de todas las
criaturas está en la sangre. Por eso es que les he dicho a las gentes de Israel que nunca la beba o la coma. Es
porque la vida de todo pájaro o animal se encuentra en la sangre. Y todo aquél que la beba o la coma debe ser
expulsado.”

Estas facetas de verdad que te quiero mostrar indican el poder que trae la vida de Jesús cuando se aplica. El
tabernáculo en el cielo y el plan supremo de Dios no entró en efecto hasta que se aplicó la sangre, y fue
entonces que empezó a moverse. Lo mismo ocurre con la expiación.

Porque su sangre vive y contiene todo el poder de la Divinidad, todo el poder de la creación está en esa
sangre. Dios le dijo a Moisés “Quiero que tomes la sangre porque ahí está la vida. La sangre será capaz de
expiar los pecados —capaz de hablar.”

El animal que fue sacrificado representa la vida, y el sacerdote no podía emitir una sola palabra en
tabernáculo mientras se encontraba en ese sitio sagrado. Tenía que haber completo silencio aún al momento
de construirlo. Ese sitio era sagrado. Cuando el sacerdote entró ahí, Dios quería dejarle saber a su gente que
Él escuchaba a otro tipo de voz. Y cuando trajo la sangre, ¡la sangre habló!

Si recuerdas, cuando Dios dejó que Pablo le echase un vistazo al cielo, éste vio al Padre, Jesús, rodeado de
una gran cantidad de ángeles. Los más increíble es que Pablo miró a un lado y dijo, “¡Miren, ahí está la
sangre! La sangre nos está hablando habla. Le está hablando a Dios.”

La sangre es eterna —nunca perderá su poder. Y por eso cuando Cristo entró al tabernáculo, Su sangre llevó
un mensaje a Dios, y cuando Él lo aplicó a su asiento de misericordia, al tabernáculo, los oídos de Dios
recibieron el mensaje de una vez. La sangre estaba hablando y decía, “Ellos son perdonados. Sus pecados han
sido destruidos. Los expedientes no existen. La sangre ha expiado sus pecados.”

El plan de Dios es único y tan hermoso. Cada parte del plan de Dios está tan bien sincronizado con todo lo
demás —y pensar que Dios incluso creó una palabra que comunicara exactamente lo que Él quería
comunicar, cuando existen miles y miles de palabras. Pero Él así lo hizo. En el idioma hebreo, la palabra para
expiación es Kawhfer, y tiene nueve definiciones en el diccionario hebreo. Dios incluyó en la palabra
expiación todo lo que necesitaba decir. La sangre estaba hablando, y esta palabra cubría varios aspectos:

1. La palabra expiar significa borrar. Dios no puede ver los pecados, porque éstos han sido borrados.
Cuando dijiste, “Jesús, te doy mi vida,” Dios borró tus pecados con su inmensa divinidad. Y Dios te
mira y te dice, “Perfecto, perfecto.”

22 Por eso se le tomó en cuenta su fe como justicia. 23 Y esto de que «se le tomó en cuenta» no se escribió
sólo para Abraham, 24 sino también para nosotros. Dios tomará en cuenta nuestra fe como justicia, pues
creemos en aquel que *levantó de entre los muertos a Jesús nuestro Señor (Romanos 4:22—24).

Y Dios mira a la gente —alguna gente muy buena, alguna medio buena, alguna medio mala y otra
verdaderamente mala— pero dado que todos están poniendo su fe en Jesús, Él dice, “Todos están al mismo
nivel.”

5 No es que nos consideremos competentes en nosotros mismos. Nuestra capacidad viene de Dios (2
Corintios 3:5).

2. El Segundo significado de la palabra expiar es purificar por medio de algún sacrificio. La palabra
griega para expiación es propiciación. Esto significa que Dios ha purificado y cubierto nuestros
pecados.

www.angelsonassignment.org/pdf/blood_of_jesus_spanish.html 25/33
2/21/2020 El Poder de la Sangre de Jesús

2 Él mismo es la propiciación por nuestros pecados, y no sólo por los nuestros, sino también por los del
mundo entero (1 Juan 2:2).

Ese es el trabajo de la expiación. Cuando el enemigo viene y dice, “Señor, esa persona tiene una deuda muy
grande. Yo sé que son responsables por esto.” Dios dice, “Hay una voz que proviene de esta sangre y dice que
todas las culpas han sido expiadas.” Y tiene que seguir hablando porque nosotros seguimos causando
problemas, y la sangre tiene que seguir hablando. Es un mensaje que es transmitido constantemente a Dios.

3. El tercer significado de la palabra expiación es eliminar la ira o la causa de la ira para que Dios no
esté enfado. Ahora somos amigos.

7 mas si andamos en la luz, como Él está en la luz, tenemos comunión los unos con los otros, y la sangre de
Jesús su Hijo nos limpia de todo pecado (1 Juan 1:7).

4. Un cuarto significado de la palabra expiar es cancelar. Esto significa eliminar los cargos. La sentencia
de muerte es cancelada. La Biblia dice que el alma que peca debe morir, pero a través de la expiación
los cargos son anulados. Cuando dejamos este cuerpo no morimos. La muerte eterna es esa sentencia
de muerte que te separa de Dios.

 10 y ahora lo ha revelado con la venida de nuestro Salvador Cristo Jesús, quien destruyó la muerte y sacó a
la luz la vida incorruptible mediante el Evangelio. (2 Timoteo 1:10).

5. Una quinta definición de la palabra expiación es perdón, devuelto al lugar original en el corazón de
Dios, al puesto que tenía antes de que Él crease a Adán y Eva.

6. Otro significado es obtener misericordia.

7. La mejor definición es bondad con compasión. La gente puede ser amable pero no sentir compasión.
Pero cuando hay verdadera piedad, vemos que hay la bondad y la compasión van de la mano.

1. La expiación tiene el poder de eliminar y limpiar.

10 y ahora lo ha revelado con la venida de nuestro Salvador Cristo Jesús, quien destruyó la muerte y sacó a
la luz la vida incorruptible mediante el evangelio. (Hebreos 9:14)

2. La expiación tiene el poder de reconciliar y hacer la paz.

Esto nos lleva al tercer logro de la sangre de Jesús. Repasemos:

1. La sangre le da vida le da vida al tabernáculo.

2. La sangre de Jesús puso la expiación en marcha gracias a la vida de Jesús.

3. La sangre hace que la Palabra de Dios tome vida.

Es gracias a esa sangre que la Biblia puede ser más que un libro para ti. Puede ser una palabra viva y latente
de la Palabra misma de Dios. Está viva, y su vida es activada por la sangre.

 12Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que cualquier espada de dos filos; penetra
hasta la división del alma y del espíritu, de las coyunturas y los tuétanos, y es poderosa para discernir los
pensamientos y las intenciones del corazón (Hebreos 4:12).

Dios dijo que la Palabra es ágil, y la palabra ágil significa viva. Por eso la Palabra de Dios, gracias a la sangre
de Jesús, se convierte en algo vivo y latente —diferente a los demás libros. La vida circula por cada página de
la Biblia. ¡Está viva! Por eso es capaz de hacer por ti lo que ningún otro libro puede hacer.

  63El Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son
espíritu y son vida (Juan 6:63).

www.angelsonassignment.org/pdf/blood_of_jesus_spanish.html 26/33
2/21/2020 El Poder de la Sangre de Jesús

23 Pues habéis nacido de nuevo, no de una simiente corruptible, sino de una que es incorruptible, es decir,
mediante la palabra de dios que vive y permanece. 24 Porque: toda carne es como la hierba, y toda su gloria
como la flor de la hierba. Secase la hierba, cayese la flor,  25 Mas la palabra del señor permanece para
siempre. Y esta es la palabra que os fue predicada. (1 Pedro 1:23—25).

Esa Palabra es la Buena Nueva que nos fue predicada. Pedro nos dice que no hemos sido redimidos por cosas
corruptibles como la plata o el oro, sino por la sangre preciada de Dios. Cada gota de la sangre de Jesús que
cayó al suelo no se quedó ahí. La Palabra nos dice que su sangre era incorruptible. Dios se quedó con cada
gota. La imagen que Él nos dio en el tabernáculo estaba en el lugar donde estaba la sangre del cordero
sacrificado; tenía que haber un pequeño comedero.

La razón por la cual todo tenía que ser tan preciso era que Dios había dicho, “Yo no voy a dejar que ni una
gota caiga al piso. La sangre ha sido conservada para siempre y es incorruptible.” Por eso es que la Biblia
dice, “Dios, Tu Palabra ha sido establecida y nunca podrá ser destruida.” Los infieles han tratado de
destruirla, la gente ha quemado el papel y la palabra impresa, pero la Palabra de Dios sigue intacta, porque es
la Palabra Viviente.

¿Cómo nos bendice la palabra viva?

Nos reconforta

Nos inspira

Nos da paz

Nos acompaña

Nos regaña

Nos habla

Nos condena

Nos hace sentir que andamos por un camino sólido

Nos da seguridad

Nos alimenta

Nos dirige y nos dice, “Este es el camino”

Nos ilumina el camino en la oscuridad

Nos revela a Jesús

La Palabra de Dios eleva Su belleza para que todos la podamos admirar

La Palabra nos corrige y nos muestra cuando vamos por mal camino

La vida victoriosa está al alcance de todos gracias a lo que ha logrado la sangre de Jesús. Ahora podemos
entrar audaces al cuarto más sagrado a través de la sangre de Jesús. Hemos sido perdonados por culpas
pasadas, presentes y futuras.

Así que hasta la palabra que Dios escogió —expiación— comunica todo lo que Dios quería decir. La
expiación —la sangre— continúa hablando. Cuando Pablo visitó el cielo, pudo ver los espíritus de hombres
justos hechos perfección, y dijo, “Ahí está la sangre, y sigue hablando.”

Algunos se preocupan por el pasado. Y otros se preocupan por el futuro. Pero Dios solo nos da fuerza para
enfrentar el día de hoy, y nos creamos problemas cuando traemos los problemas de ayer al día de hoy. Y
también nos creamos problemas cuando nos preocupamos por el futuro, porque quizás nunca lleguemos ahí.
www.angelsonassignment.org/pdf/blood_of_jesus_spanish.html 27/33
2/21/2020 El Poder de la Sangre de Jesús

24 En efecto, Cristo no entró en un santuario hecho por manos humanas, simple copia del verdadero
santuario, sino en el cielo mismo, para presentarse ahora ante Dios en favor nuestro. 25 Ni entró en el cielo
para ofrecerse vez tras vez, como entra el sumo sacerdote en el Lugar Santísimo cada año con sangre
ajena.  26  Si así fuera, Cristo habría tenido que sufrir muchas veces desde la creación del mundo. Al
contrario, ahora, al final de los tiempos, se ha presentado una sola vez y para siempre a fin de acabar con el
pecado mediante el sacrificio de sí mismo. 27 Y así como está establecido que los seres *humanos mueran
una sola vez, y después venga el juicio, 28 también Cristo fue ofrecido en sacrificio una sola vez para quitar
los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, ya no para cargar con pecado alguno, sino para traer
salvación a quienes lo esperan. (Hebreos 9:24—28).

Todos saben que la muerte es cierta. Si tú sabes que la muerte es un hecho, también puedes creer que Él va a
aparecer. Así es que la sangre de Cristo nos dice que gracias al poder de Su sangre Él va a regresar por
nosotros, y no tendremos pecado alguno. Sin la sangre viviente, el plan de Dios sería como un motor muy
avanzado que no tiene la fuerza para ser activado. Mucha gente ignora el trabajo que Jesús realiza en hoy en
día. El sacrificio llega hasta Su luz. Esto lo vemos reflejado en 1 Juan 1:7.

 7 pero si andamos en luz, como Él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo
su Hijo nos limpia de todo pecado (1 Juan 1:7).

¿Qué ocurre si decides vivir en el pecado de todas maneras? Puede que digas, “Dios, yo sé que esto no te
agrada, pero voy a romper nuestra hermandad por el momento. Voy a hacer algo que te desagrada.” Dios dice
que el sacrificio no cubre en estos casos. El que hace esto tiene que regresar y decir, “Jesús, deja fluir tu
sangre nuevamente.”

Es peligroso quedarse fuera del cuidado de Dios. El Señor conoce el camino de la virtud, y todo lo que ahí
ocurre es maravilloso. Pero el camino donde no hay virtud, el de aquellos que desobedecen y retan a Dios, es
un camino peligroso, y los que ahí residen perecerán. Cuando no vivimos en hermandad con Cristo el
enemigo tiene varias maneras de atacarnos.

Muchos han sido llamados, pero pocos han elegido responder a ese llamado. Dios nos ha elegido a todos. Él
no quería que ninguno pereciera, y deseaba que todos vinieran arrepentidos. Dios nos ayudará a todos y a
cada uno de nosotros a llegar a esa puerta de decisión, pero una vez estamos frente a esa puerta, Dios dice
que estamos obligados a decidir.

Capítulo Nueve

La Comunión de la Sangre

El mensaje de la sangre de Jesús nos ilumina con los rayos brillantes de la verdad:

Su ira desaparece

Los expedientes de nuestros pecados son destruidos

No existe la distancia entre nosotros

No existe la culpa

Su vida fluye a través de nuestros cuerpos mortales

En este capítulo vamos a echarle un vistazo al propósito principal que tuvo Dios al dejar fluir este riachuelo
carmesí —restaurar al hombre a un lugar de comunión, donde haya una unión entre el espíritu de Dios y el
del hombre.

Y de eso es que se trata la comunión, mis amigos. La comunión no es solo el acto de tomar los símbolos de
Su muerte (el pan y el vino o el jugo de uva), sino de la una unión entre el espíritu de Dios y del hombre.

En el Viejo Testamento, la comunión se conocía como Pascua.

www.angelsonassignment.org/pdf/blood_of_jesus_spanish.html 28/33
2/21/2020 El Poder de la Sangre de Jesús

12 La sangre servirá para señalar las casas donde ustedes se encuentren, pues al verla pasaré de largo. Así,
cuando hiera yo de muerte a los egipcios, no los tocará a ustedes ninguna plaga destructora. 14 Éste es un
día que por ley deberán conmemorar siempre. Es una fiesta en honor del Señor y las generaciones futuras
deberán celebrarla. 24 Obedezcan estas instrucciones. Será una ley perpetua para ustedes y para sus hijos.
(Éxodo 12:13, 14, 24).

Esa ley se convirtió en ley divina porque vino de Dios. Dios hizo de esto una ley porque el individuo no vive
sin participar de Jesús. La pascua era un símbolo del Cordero que estaba por venir.

Estas familias participaron en el Cordero:

Usaron la sangre para protegerse

Usaron el cuerpo para alimentarse

Usaron el cuerpo para su bienestar físico

Y por eso la Palabra nos dice, al referirse a esto, que la razón por la cual tanta gente está débil y enferma es
porque no han discernido el cuerpo del Señor. Alguien puede aceptar el perdón que viene de la sangre pero
aun no discernir el cuerpo de Cristo. Y al participar de Su vida, tomamos la sangre al igual que las virtudes de
su cuerpo.

Puede que pensemos que el cuerpo humano no vale mucho, pero tiene un inmenso valor para Dios porque en
la expiación, y en Su plan antes de la creación del mundo, Él proveyó para la salud del cuerpo.

4Ciertamente llevó Él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros Le tuvimos por azotado,
por herido de Dios y abatido. Mas Él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el
castigo de nuestra paz fue sobre Él, y por Su llaga fuimos nosotros curados. (Isaías 53:4, 5).

27 Por lo tanto, cualquiera que coma el pan o beba de la copa del Señor de manera indigna, será culpable
de pecar contra el cuerpo y la sangre del Señor. 28 Así que cada uno debe examinarse a sí mismo antes de
comer el pan y beber de la copa.  29  Porque el que come y bebe sin discernir el cuerpo, come y bebe su
propia condena. (1 Corintios 11:27—29).

Pero al estar en la presencia del Señor y recibir su intención a través de la comunión, recibimos:

Curación emocional

Curación física

Curación espiritual

Es por eso que en su oración, Pablo dice:

23  Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea
guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo (I Tesalonicenses 5:23).

Dios proveyó para la preservación, y cada vez que nos vamos por una tangente nos alejamos de Dios. Esto no
significa que una persona enferma no puede participar de Su vida. Dios tiene un propósito y un momento para
todo, y Él mira las cosas desde un ángulo diferente al de nosotros. Sus misericordias cambian día a día.
Incluso la salud física no siempre es lo que la gente cree que es, pero cuando entras en la presencia del Señor
y Él comparte su vida contigo, puedes sentir ese fluir y ese resplandor.

Hay gente que tiene la poderosa unción del Espíritu pero no tienen la evidencia física de la sanación. Pero sí
tienen evidencia de que Su vida está ahí. Puedes ir por la vida feliz, regocijado aun cuando sufras los
síntomas de la presencia de estas cosas. Si Dios te ha tocado, tú puedes agradecer a Dios. Hay quienes no
reciban la evidencia de la sanación física aun cuando están con el Espíritu. Pero ellos tienen evidencia de que
Su vida está ahí.

www.angelsonassignment.org/pdf/blood_of_jesus_spanish.html 29/33
2/21/2020 El Poder de la Sangre de Jesús

Muchas de las personas de cuya sanación he sido testigo en las pasadas semanas han sido sanadas sin siquiera
pedirle a Dios por su salud, y sin yo saber nada al respecto. Pero lo cierto es que Dios sabia, y cuando Su vida
llegó, él se encargó de todo. Pienso en una dama en particular quien llegó al cuarto casi muerta y salió del
cuarto casi muerta. Llegó muerta y triste y se fue muerta pero feliz. Pero tres días después los síntomas de la
buena salud regresaron a su vida.

Esta es la Hermosa provisión que hizo Dios. Él dijo, “Quiero que esto sea una ley eterna.” Esto era la Pascua.
Y así fue que los hijos de Israel tenían que celebrar la Pascua todos los años.

Cuando Jesús llegó, Él dijo, “Voy a deshacer el pacto anterior, y voy a traer uno nuevo cuando concluya mi
sacrificio.”

La Pascua no se ha terminado, pero el verdadero Cordero de Pascua ha llegado. Tú puedes participar del
verdadero Cordero y de la verdadera sangre. No se trata de posponer el símbolo de lo verdadero. Tú estarás
participando de algo verdadero. Por eso al pensar en el poder de la sangre, la eliminación de la barrera, la
reconciliación, la destrucción de los expedientes, la eliminación de la corrupción —todas estas cosas fueron
traídas al hombre para crear comunión. Dios quería preparar al mundo para poder tener comunión con el
hombre una vez más.

La única garantía que tenemos de ser aceptados por Dios es la sangre. Por eso dice que la sangre debe ser
para nosotros un símbolo, y cuando la miro, cuando compruebo que la sangre está ahí, eres aceptado frente a
Mí. La sangre es la marca. La sangre es la única fuente de vida divina.

53 Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre,
no tenéis vida en vosotros. 54El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en
el día postrero. 55Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. 56El que come mi
carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él. 57 Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el
Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí. (Juan 6:53—57).

Ahora existe esa hermandad y esa comunión. Compartimos con Él y vivimos por Él — ¡tenemos vida! Pero
Él nos dijo que si no participamos en su cuerpo y su sangre no tendremos vida. Y dijo que si participamos en
Su vida, permaneceremos juntos y en hermandad, y tendremos la promesa de la resurrección de los muertos o
el rapto (si es que aún estamos aquí dado el momento), según sea el caso.

30Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos duermen. (1 Corintios 11:30).

Los versos que antecedieron esta charla hablan sobre la comunión y la necesidad de participar en ella —
también hablan acerca de comer o beber sin ser dignos de ello.

27 De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será
culpado del cuerpo y de la sangre del Señor. 28 Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan,
y beba de la copa. 29 Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come
y bebe para sí. 30 Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos duermen. 31 Si,
pues, nos examinásemos a nosotros mismos, no seríamos juzgados; 32  mas siendo juzgados, somos
castigados por el Señor, para que no seamos condenados con el mundo. (I Corintios 11:27—32).

Resulta triste que estos versos hayan sido usados durante años para amenazar a la gente. Una interpretación
popular es que beber sin merecerlo significa que tomaste la comunión cuando tenías algo incorrecto en tu
corazón. Lo que él nos dice aquí es que si comes o bebes sin tener fe en la sangre, entonces no mereces
hacerlo. Puedes sentarte aquí y decir, “He hecho esto y esto y esto y todo está bien; soy digno,” pero no te
estás beneficiando de la verdadera comunión.

Aquí Él usó un término que no se ha tornado en doctrina. Veamos lo que dijo Jesús:

17 Porque Dios no envió a Su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por
El. 18 El que cree en Él no es condenado (juzgado); pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha
creído en el nombre del unigénito (único) Hijo de Dios.(Juan 3:17—18).

www.angelsonassignment.org/pdf/blood_of_jesus_spanish.html 30/33
2/21/2020 El Poder de la Sangre de Jesús

Si dependemos de lo que podemos hacer (la oración correcta o un acto de bondad especial), estamos
comiendo y bebiendo en un estado de condena, porque no lo hemos aceptado a Él, a Su vida, y a Su cuerpo,
como es necesario para obtener la salvación. Debido a esta enseñanza, creo que con frecuencia Dios no ha
juzgado a los cristianos quienes toman la comunión indebidamente. Dios sabe por qué actuamos de la manera
en que lo hacemos, y Él nos mira al corazón. En muchos casos, Dios no toma nota de ello porque Él sabe las
presiones que causan que tomemos la comunión de manera indebida. A menudo hacemos lo que pensamos
que Dios espera de nosotros, y Dios se da cuenta de ellos. Es triste, pero esto nos roba de la habilidad de dejar
que nuestra fe se apodere de la obra de Dios. Estos son algunos de los pensamientos o preocupaciones que las
personas suelen tener cuando se acercan a tomar la comunión:

Hoy no puedo comulgar porque tuve un pensamiento indebido

Soy culpable de algunos pecados de omisión; pude haber hech el bien y no lo hice

Tuvimos un pequeño altercado en casa, y no hablé con la amabilidad con que debí haberlo hecho

Mira todas las razones por las que no debo participar de Jesús

Si esto te describe a ti, ¡cuidado! Satanás siempre te dará la razón. Por eso el Señor no quiere que prestemos
atención a las razones por las que no debemos participar. Por el contrario, Él quiere que te fijes en las razones
por las que debes hacerlo. Su sangre es para ti — ¡Su sangre es para mí!

La sangre que fue derramada por nosotros nos es devuelta durante la comunión. Podemos participar de ella y
hacerla parte de nuestra vida —la inyección divina de la vida. Cuando la vida no está en la sangre, tiene que
estar en otra cosa, y por lo general el énfasis está en examinarnos a nosotros mismos para ver si hay cosas que
nos alejan de Dios. Pero hayamos mención alguna de ello en ninguna parte. Cuando él nos dice, “Deja que un
hombre se examine a sí mismo y déjalo comer,” el escritor está diciendo que una persona debe examinarse a
sí misma para saber si está poniendo su fe en esa sangre. Dios no está buscando razones para condenar a la
gente. Él vino para que tuviésemos vida.

Durante los primeros 1,750 años de la experiencia cristiana, la gente no fue instruida a auto examinarse. Eso
comenzó al final del último siglo. A alguien se le ocurrió que había que comenzar a examinar a la gente. Pero
ésta enseñanza no aparece en ningún escrito hasta el final del siglo diecinueve. Pero de pronto, la gente
comenzó a decir, “Tú tienes que luchar y alcanzar la cima de perfección si es que quieres participar en la
comunión.” Es lo mismo decir que tienes que ser fuerte y perfecto antes de estar vivo. Jesús dijo que si no
participas de Él, no tendrás vida alguna.”

Si quieres a Jesús, recuerda que tú tienes la llave en tus manos cuando tomas esa copa y pones tu fe en Su
obra. Y el Señor no hace de esto algo sicológico, sino un ajuste mental. Él quiere ver cómo la comunión
presiona los botones y cambia la vida de la gente. El renacimiento llega y produce cambio. Nuestra verdadera
comunión con Dios no se trata de la celebración que ocurre al aceptarlo. Estamos en comunión con Él cada
día, pero en esos momentos de celebración estamos celebrando nuestras obras. Nosotros no podemos ver la
sangre que Dios ha rociado en nuestra vida, pero Dios sí puede verla. Esto ocurre a diario cuando
participamos de Él y andamos con Él. Nosotros alimentamos Su corazón, y Él alimenta el nuestro de eso se
trata la comunión.

¿Con cuánta frecuencia debemos comulgar? Yo no quisiera tener que esperar siete días para tomar la
comunión. El Señor quiere que lo hagamos en casa todos los días, como símbolo de lo que puede ser posible.
El Señor viene y celebra contigo. Dios no está tan interesado en los detalles como en hacer que la gente entre
en comunión con Él. Prestemos atención a este relato acerca del Rey Ezequiel:

17 Porque había muchos en la congregación que no estaban santificados, y por eso los Levitas sacrificaban
la pascua por todos los que no se habían limpiado, para santificarlos a Jehová. 18 Porque una gran multitud
del pueblo de Efraín y Manasés, y de Issachâr y Zabulón, no se habían purificado, y comieron la pascua no
conforme a lo que está escrito. Mas Ezequías oró por ellos, diciendo: Jehová, que es bueno, sea propicio a
todo aquel que ha apercibido su corazón para buscar a Dios, 19 A Jehová el Dios de sus padres, aunque no
esté purificado según la purificación del santuario.  20 Y oyó Jehová á Ezequías, y sanó al pueblo. (2
Crónicas 30:17—20).

www.angelsonassignment.org/pdf/blood_of_jesus_spanish.html 31/33
2/21/2020 El Poder de la Sangre de Jesús

Este relato habla de gente que no había sido purificada luego de que el templo fuera purificado. Ellos no se
habían examinado para ver si tenían sentimientos negativos u otras cosas, y sin embargo aquí estaban,
participando de la Pascua, y asustaron a los sacerdotes casi de muerte. Y así fue que los sacerdotes fueron
donde Ezequías y dijeron, “¿Qué vamos a hacer? Esa gente no ha seguido las reglas.”

Y Ezequías respondió, “Veamos lo que piensa Dios.”

Y Dios dijo, “Me place,” y Él los perdonó a todos.

Esta comunión y este perdón aparecen en el Nuevo Testamento. El sacrificio de Jesús activó un Nuevo pacto
y cumplió con la ley de Moisés, creando la ley de Cristo —la ley del amor, que se escribe en el corazón.

6 Mas ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, el cual ha sido
formado sobre mejores promesas. 7 Porque si aquel primero fuera sin falta, cierto no se hubiera procurado
lugar de segundo. 8 Porque reprendiéndolos dice: He aquí vienen días, dice el Señor, Y consumaré para con
la casa de Israel y para con la casa de Judá un nuevo pacto; 9 No como el pacto que hice con sus padres El
día que los tomé por la mano para sacarlos de la tierra de Egipto: Porque ellos no permanecieron en mi
pacto, Y yo los menosprecié, dice el Señor. 10 Por lo cual, este es el pacto que ordenaré a la casa de Israel
Después de aquellos días, dice el Señor: Daré mis leyes en el alma de ellos, Y sobre el corazón de ellos las
escribiré; Y seré a ellos por Dios, Y ellos me serán a mí por pueblo: 11 Y ninguno eneseñará á su prójimo, Ni
ninguno a su hermano, diciendo: Conoce al Señor: Porque todos me conocerán, Desde el menor de ellos
hasta el mayor.  12 Porque seré propicio a sus injusticias, Y de sus pecados y de sus iniquidades no me
acordaré más. 13 Diciendo, Nuevo pacto, dio por viejo al primero; y lo que es dado por viejo y se envejece,
cerca está de desvanecerse (Hebreos 8:6—13).

En este pasaje, vemos que Cristo comenzó el Nuevo pacto y escribió una nueva “ley” en el corazón y no en
las tablas de Moisés. Jesús estaba dándole la bienvenida a un nuevo pacto. Este nuevo pacto dice, “Seré
compasivo con tu falta de divinidad, y no recordaré tu pecado.”

Él no dijo, “Voy a perdonar a quienes son divinos.” No, Él dijo, “Seré compasivo con tu falta de divinidad, y
no recordaré tus inequidades porque aquí está la sangre.”

Amigo o amiga, aun cuando Dios me hizo esta revelación acerca del poder de la sangre, el impacto del
mensaje no me llegó en ese momento. Durante años no me acerqué a esta revelación, aunque la había escrito
según la recibí. Con toda honestidad, la había olvidado hasta que busqué mis apuntes y los revisé para
escribir estos capítulos sobre la sangre de Jesús.

La hermosa verdad es que sin la sangre no hay vida. Estudiemos el pasaje de la Biblia que habla sobre el
momento en que Jesús comulgó con sus discípulos.

26 Y comiendo ellos, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed.
Esto es mi cuerpo. 27 Y tomando el vaso, y hechas gracias, les dio, diciendo: Bebed de él todos; 28 Porque
esto es mi sangre del nuevo pacto, la cual es derramada por muchos para remisión de los pecados. 29 Y os
digo, que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día, cuando lo tengo de beber nuevo
con vosotros en el reino de mi Padre. (Mateo 26:26—29).

Leí los comentarios y estudié lo que los eruditos pensaban acerca de esta comunión con Mateo. Los sabios
escribieron que Jesús había dicho que esa era la última vez y no lo haría nuevamente hasta el Reino de su
Padre. Pero al mirar los apuntes que había hecho cuando Dios me habló al corazón, vi que Jesús dijo, “Al
completar mi sacrifico, se inició la vida del reino.” El Señor unió ese pensamiento en Isaías 55:3 e Isaías 54:

3 Inclinad vuestros oídos, y venid a mí; oíd, y vivirá vuestra alma; y haré con vosotros pacto eterno, las
misericordias firmes a David (Isaías 55:3).

Y es así que la vida del reino y la promesa pertenecen a aquellos que son parte de Su reino. Leí aquellos
apuntes y me emocioné mucho, porque había anotado las palabras del pacto de Jesús que el mismo Juan
había documentado:

www.angelsonassignment.org/pdf/blood_of_jesus_spanish.html 32/33
2/21/2020 El Poder de la Sangre de Jesús

20 He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él,
y él conmigo. (Revelación 3:20).

Es emocionante porque esto no es algo que pertenece a un futuro lejano, sino que pertenece al presente. Jesús
está en hermandad con nosotros ahora mismo. Dios estaba preocupado porque como anoté el día de la visión,
si esto fuera algo del futuro, entonces el pacto tenía que llevar una fecha futura. Entonces su compasión hacia
la falta de rectitud y Su perdón tendría que ocurrir en otra época, según el convenio. Todo es igual.

Mi nuevo convenio es que no recordaré jamás tus pecados e inequidades al comienzo de mi Nuevo convenio.
Si aceptamos esto, también tenemos que aceptar que las promesas del reino no aplican al presente.

Por eso cuando tomamos la comunión y tomamos esa copa en nuestras manos, o en la mañana, o en cualquier
momento en que tenemos comunión con Cristo, Jesús nos acompaña. Él está ahí. Si alguna vez quieres
acercarte a Su presencia durante la comunión, puedes estar seguro de que Él está ahí. Jesús está ahí
haciéndote compañía.

Recuerda que la comunión no es un acto individual. La comunión de uno solo no existe. Jesús dijo, “Te estoy
alimentando con Mi vida, pero tú Me estás alimentado porque yo me nutro con tu alabanza y con tu amor.”
Cuando Él les dijo a sus discípulos, “Tengo carne que vosotros no conocéis,” quería decir que estaba
consumiendo la alabanza de uno que quería atraer hacia Él. Y cuando Marta dijo, “Dile a mi hermana
holgazana que venga y me ayude a preparar tu cena,” Jesús dijo, “Ya estoy comiendo. Esta es la mejor
comida que María me puede dar. Me estoy alimentado, estoy en comunión porque hay unidad de espíritu.” En
otras palabras, lo que el Señor quiere decir es que cuando yo dejo el sacrificio, ignoro el pacto viejo, y le doy
la bienvenida al nuevo pacto, es entonces que podemos comulgar juntos.

Epílogo

Si leíste la introducción de este libro, recordarás que Dios le envió un mensaje a mi tío para que éste
escribiera siete verdades representativas de las prioridades de Dios. Este libro contiene las enseñanzas más
importantes en relación a la primera prioridad —la preciada sangre de Jesús.

Después de haber leído los últimos capítulos del libro, puede que tengas una idea de lo que el ángel le dijo a
Ronald acerca de la segunda prioridad de Dios. ¿Adivinas qué es? La segunda prioridad de la que Dios quería
que Roland tomara nota era el hecho de que Dios quiere la hermandad y la comunión con su gente. La sangre
de Jesús nos libera del pecado, aleluya, pero la intención de Dios desde el principio de los tiempos era crear a
la gente en Su imagen, con la libertad de amarlo a Él o de rechazarlo. La sangre de Jesús nos permite tener
una relación íntima con Dios.

Dios vive por su creación suprema, que somos nosotros. Él quiere que seamos amigos; quiere conversar y
caminar con nosotros. Y claro está, una Amistad o un matrimonio no funciona si ambas partes no tienen el
derecho de aceptar o rechazar, de herir o nutrir a la otra persona. Dios quiere tener una relación especial
contigo y conmigo; una relación de aceptación, de mutuo crecimiento. Por eso me honra el poder compartir
estas enseñanzas contigo en este libro, así como tal vez algunas más en el próximo libro. Espero que nos
acompañes.

Si Dios te habló cuando leíste este libro, quisiera escuchar de ti. Escríbeme a faithfulsteward7@aol.com

Timothy Holt
305 North Hidalgo Avenue
Alhambra CA 91801

626-377-0163

www.facebook.com/timothy.holt2

www.angelsonassignment.org/pdf/blood_of_jesus_spanish.html 33/33

También podría gustarte