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DOSSIER

CATAPULTA AL PODER SUPREMO

El ascenso de Franco
Por ENRIQUE MORADIELLOS

30 EL GRAN SECUNDARIO
40 DE GENERAL A CAUDILLO
EL GRAN SE

FRANCO (en el centro, en primer término) con


sus oficiales en Santa Cruz de Tenerife, 1936.
CUNDARIO
Así hallamos a Francisco Franco en la conjura militar de 1936:
un protagonista secundario, pero de creciente peso.
ENRIQUE MORADIELLOS, CATEDRÁTICO DE HISTORIA CONTEMPORÁNEA EN LA UNIVERSIDAD DE EXTREMADURA
DOSSIER

L
a sublevación militar del 17 de
julio de 1936 fue el resultado final
de una amplia conspiración, cu-
yos orígenes se remontan a las
semanas posteriores a la victoria
del Frente Popular en las últimas eleccio-
nes generales celebradas el 16 de febrero.
El general Francisco Franco Bahamonde
(Ferrol, 1892-Madrid, 1975) no tuvo ini-
cialmente un protagonismo destacado en
esa conjura, ni tampoco estaba previsto
que asumiera su liderazgo político y mili-
tar cuando la insurrección devino en gue-
rra civil. Y, sin embargo, en poco más de
dos meses, el 1 de octubre de 1936, Fran-
co se convirtió en el líder indiscutible de
los sublevados, al ser designado por sus
compañeros de armas “Generalísimo de
los Ejércitos” y “Jefe del Estado”. Empe-
zaba así la historia de la dictadura de
Franco, “Caudillo de España”, el título
oficial que permitía fusionar en una única
magistratura los dos poderes formalmen-
te transferidos: la autoridad militar para
librar la guerra (Generalísimo) y la auto-
ridad política para edificar un aparato
EL PLAN DE MOLA ERA LA
estatal alternativo (Jefe del Estado). SUBLEVACIÓN DE TODAS
La crisis sociopolítica abierta tras las elec-
ciones de febrero había reactivado en el
LAS GUARNICIONES
seno de las fuerzas armadas españolas la MILITARES PARA TOMAR MOLA pasando revista a los voluntarios del
veterana tradición del militarismo preto-
riano reaccionario, que sostenía la supe-
EL PODER EN POCOS DÍAS carlismo. A la izquierda, José Sanjurjo.

rioridad del Ejército sobre la autoridad


civil por su condición de “columna verte- 1932. Detenido entonces, amnistiado por Preparando el golpe
bral de la Patria” y garante de su unidad el gobierno radical-cedista y exiliado en Definitivamente perfilado entre abril y
frente a enemigos externos o internos. Portugal, Sanjurjo ejercía su labor direc- mayo de 1936, el plan golpista de Mola
De hecho, desde principios de marzo, fue tiva dentro de España a través de un consistía en orquestar una sublevación
extendiéndose entre el generalato y la agente de confianza: el general Emilio simultánea de todas las guarniciones
oficialidad conservadora una amplia con- Mola, “director técnico” de la conjura, militares al principio del verano para
jura que tenía como finalidad preparar un excolaborador de la dictadura de Pri- tomar el poder en pocos días, previo
un golpe militar para acabar con las re- mo de Rivera que ahora estaba al mando aplastamiento enérgico de las posibles
formas frentepopulistas y atajar lo que de la guarnición de Pamplona y en estre- resistencias en las grandes ciudades y
percibían como un peligroso deslizamien- cho contacto con los dirigentes carlistas centros fabriles de fuerte implantación
to hacia la revolución social y la desinte- navarros. Coordinados por Mola, toma- socialista y anarquista. Su “Primera ins-
gración nacional. Sus mayores apoyos ban parte en la trama conspirativa ge- trucción reservada”, fechada el 25 de
provenían de los llamados militares “afri- nerales de simpatías monárquicas (como abril de 1936, fue distribuida a todos los
canistas”, que habían hecho mayormente eran Joaquín Fanjul o José Enrique Va- conjurados, incluyendo a los cuatro prin-
su carrera en el Ejército de África y estaban rela), republicanos conservadores (como cipales generales con mando activo: Ca-
curtidos por la experiencia de la cruenta Gonzalo Queipo de Llano o Miguel Ca- banellas, al mando de la División Orgá-
guerra colonial en Marruecos. banellas) o simpatizantes de la CEDA nica de Zaragoza; Goded, que ocupaba
El jefe supremo reconocido por los con- progresivamente radicalizados (como el la comandancia de Baleares; Queipo de
jurados era el general José Sanjurjo, propio general Franco y el general Ma- Llano, que ejercía como inspector gene-
héroe de las campañas marroquíes, que nuel Goded), además de otros oficiales ral de Carabineros; y Franco, recién des-
había sido director general de la Guardia agrupados en la clandestina Unión Mi- tinado en la comandancia de Canarias y
Civil en 1931 y que había protagonizado litar Española (liderada por el teniente previsto jefe del Ejército de África en el
el fracasado golpe militar de agosto de coronel Valentín Galarza). Protectorado de Marruecos.

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Sobre la base de aquella instrucción había El texto de aquella primera instrucción cito para consolidar la situación de hecho
ido perfilándose un plan de insurrección no dejaba dudas sobre ambas premisas, que pasará a ser de derecho”.
militar escalonada a partir de las tropas de y sería, en efecto, la guía de actuación La ejecución del plan fue aplazada varias
Marruecos, que serían secundadas por las de los sublevados: “Se tendrá en cuenta veces por las vacilaciones de Franco sobre
restantes guarniciones peninsulares e in- que la acción ha de ser en extremo vio- sus posibilidades de éxito (“No contamos
sulares, con la posibilidad de tener que lenta para reducir lo antes posible al con todo el Ejército”, advertiría a Mola en
tomar al asalto algunas plazas consideradas enemigo, que es fuerte y bien organiza- mayo) y su oportunidad (hasta principios
de julio creyó posible atajar la crisis por
medios legales con menos riesgo). Y no
SE APLAZÓ VARIAS VECES POR LAS VACILACIONES cabía hacer caso omiso a esas vacilaciones,
DE FRANCO SOBRE SUS POSIBILIDADES DE ÉXITO porque Franco, en virtud de su papel al
frente de las tropas africanas, estaba co-
difíciles (sobre todo, Madrid y Barcelona, do. Desde luego serán encarcelados todos brando un protagonismo operativo cada
donde la conjura apenas conseguía adeptos los directivos de los partidos políticos, vez más crucial. No en vano, se había
suficientes para garantizar su éxito). Dos sociedades o sindicatos no afectos al convertido en el líder de facto de los con-
axiomas estaban claros: la operación iba a Movimiento, aplicándose castigos ejem- jurados por varios motivos concurrentes:
ser un acto de guerra en toda su violencia plares a dichos individuos para estran- su origen familiar (vástago de una familia
brutal, y tenía como objetivo instalar en el gular los movimientos de rebeldía o de rancia tradición militar), su trayectoria
poder un gobierno exclusivamente militar, huelga. Conquistado el poder, se instau- bélica (un decenio en Marruecos luchan-
cuyo modelo era el bien conocido del Di- rará una dictadura militar, que tendrá do al frente de tropas de choque como los
rectorio de Primo de Rivera de 1923, esta por misión inmediata restablecer el or- regulares indígenas y la Legión), su labor
vez presidido por el general Sanjurjo, una den público, imponer el imperio de la técnica (primer y único director de la Aca-
vez regresara de su exilio en Lisboa. ley y reforzar convenientemente al Ejér- demia General Militar entre 1927 y 1931)

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En la plana mayor de los sublevados


VALENTÍN GALARZA MORANTE GONZALO QUEIPO DE LLANO
El Puerto de Santa María (Cádiz), Tordesillas, 1875-Sevilla, 1951
1882-Madrid, 1951 General de división formado en las campañas
Teniente coronel de Estado Mayor de de Cuba y de Marruecos, participó en la fallida
convicciones monárquicas que fundó conspiración republicana de 1931 y fue jefe del
y dirigió la Unión Militar Española. Par- Cuarto Militar del Presidente de la República.
ticipó en el golpe de Sanjurjo y fue Evolucionó hacia posiciones conservadoras
separado del Ejército hasta ser amnis- y, en 1936, encabezó con éxito la sublevación
tiado y readmitido en 1934. Destinado en Sevilla y se convirtió en virtual “virrey”
en Madrid en 1936, fue detenido antes de Andalucía. Franco le mantuvo como jefe
de la sublevación y permaneció en la del Ejército del Sur hasta el final de la guerra,
cárcel hasta el final de la guerra. pese a sus recelos mutuos.

EMILIO MOLA VIDAL MIGUEL CABANELLAS FERRER


Placetas (Cuba), 1887-Alcocero de Mola (Burgos), 1937 Cartagena, 1872-Málaga, 1938
General de brigada formado en Marruecos que fue director ge- General de división formado en Marruecos y enfrentado a la
neral de Seguridad con la monarquía en 1930-31. En 1936 era dictadura de Primo de Rivera por sus simpatías republicanas
comandante militar de Pamplona y principal organizador de la y su afiliación masónica. Fue diputado por el Partido Radical
conspiración. Sublevado con éxito el 19 de julio, promovió la cons- en 1933. En 1936 estaba al frente de la división orgánica de
titución de la Junta de Defensa Nacional en Burgos. Asumió la Zaragoza, donde se sublevó con éxito. Presidió la Junta de
primacía militar y política de Franco y fue jefe del Ejército del Nor- Defensa Nacional de Burgos hasta la elección de Franco, que
te hasta su muerte en accidente aéreo el 3 de junio de 1937. le relegó a cargos honoríficos hasta su muerte en 1938.

JOAQUÍN FANJUL GOÑI JOSÉ SANJURJO SACANELL


Vitoria, 1880-Madrid, 1936 Pamplona, 1872-Estoril (Portu-
General de división retirado que había gal), 1936
hecho su carrera en Marruecos. Mo- Militar carlista con carrera en Marruecos
nárquico declarado, fue diputado con- que llegó a ser alto comisario. Como di-
servador en 1931 y subsecretario del rector general de la Guardia Civil, aceptó la
Ministerio de Guerra en 1935. El 19 julio República en 1931. Sin embargo, en 1932
de 1936, ante la falta de líder en Madrid, encabezó un frustrado golpe militar que le
asumió la tarea de sublevar las fuerzas llevaría a prisión y luego al exilio en Portu-
de la capital y se refugió en el Cuartel de gal. Reconocido como líder de la conspira-
la Montaña. Aplastada la intentona, fue ción antirrepublicana, falleció el 20 de julio
detenido, procesado en consejo de gue- de 1936 en accidente aéreo cuando inten-
rra y fusilado el 18 de agosto de 1936. taba trasladarse a Burgos.

MANUEL GODED LLOPIS J. ENRIQUE VARELA IGLESIAS


San Juan de Puerto Rico, 1882-Barce- San Fernando (Cádiz), 1891-Tetuán
lona, 1936 (Marruecos), 1951
General de división de brillante trayectoria Militar africanista de reconocido valor
en Marruecos que asumió la jefatura del Es- (poseía dos Cruces Laureadas de San
tado Mayor Central con la República en 1931. Fernando) que secundó la sublevación
Enfrentado al régimen y recuperado por el de 1936 en el Protectorado y encabezó
gobierno radical-cedista, en 1936 era gober- las columnas africanas trasladadas
nador militar de Baleares. Tras sublevarse a la península para ocupar Madrid. De
en Mallorca el 18 de julio, se trasladó a Bar- simpatías carlistas, Franco le encomen-
celona para tratar de hacer lo mismo en Ca- dó la dirección de varias campañas
taluña. Fracasada la tentativa, fue detenido, ofensivas (Segovia, Teruel) y le nombra-
procesado y ejecutado el 12 de agosto. ría en 1939 ministro del Ejército.

Casa Moreno. Archivo de Arte Español (1893-1953). General Varela. Instituto del Patrimonio Cultural de España, MECD.

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y su protagonismo corporativo durante el


quinquenio republicano (alma de la re-
presión del movimiento socialista y cata-
lanista de octubre de 1934 y jefe del Es-
tado Mayor Central hasta su cese por el
gobierno frentepopulista).
En atención a esa creciente influencia,
Franco también había logrado de sus com-
pañeros de armas el compromiso de que
el hipotético levantamiento no tuviera
perfil político definido (ni monárquico ni
de otro tipo), fuera “únicamente por Dios
y por España” y resultara obra exclusiva-
mente militar y sin dependencia de ningún
partido derechista. Esta toma de la inicia-
tiva política por parte de los generales
contó con la aceptación de todas las fuer-
zas derechistas: tanto carlistas como al-
fonsinos, cedistas y falangistas acabaron
reconociendo de grado o por fuerza que
era el Ejército, con sus generales al frente,
el que tenía el protagonismo operativo y
la dirección política del inminente asalto
violento contra el gobierno.
CADÁVER del político conservador José Calvo
La insurrección Sotelo, asesinado el 13 de julio de 1936.
Si bien el asesinato el 13 de julio de José
Calvo Sotelo (exministro de Primo de Ri-
vera y líder del monarquismo alfonsino) se sublevara en Canarias en la madrugada blación, arruinando y destruyendo sus
fue presentado como la chispa que prendió del 18 de julio. Lo hizo publicando un ma- fuentes de riqueza y creando una situación
la llama, en realidad, la fecha de comien- nifiesto que era un compendio de doctrina de hambre que lanzará a la desesperación
zo de la operación había sido fijada por nacional-militarista, con su apelación al a los hombres trabajadores. Los monu-
Mola en las semanas previas. Habría de sagrado deber del Ejército para asumir con mentos y tesoros artísticos son objetos de
ser “el 17 [de julio] a las 17 [horas]” en energía la autoridad pública por el bien los más enconados ataques de las hordas
Melilla, una de las capitales del Protecto- de la patria y para salvarla de mortales revolucionarias, obedeciendo a la consig-
rado, puesto que allí la trama conspirativa enemigos internos y externos. Por eso fue na que reciben de las directivas extranjeras.
contaba con mandos muy respetados (co- masivamente impreso y difundido por las [...] En estos momentos [...], el Ejército,
mo el teniente coronel Juan Yagüe, de la radios españolas en poder de los alzados la Marina y fuerzas de Orden Público se
Legión) y con apoyos abrumadores entre en días sucesivos: “¡Españoles! A cuantos lanzan a defender la Patria”.
Asegurado el control de Canarias, Franco
dejó al mando al general Orgaz para tras-
FRANCO LOGRÓ EL COMPROMISO DE TODOS DE QUE ladarse en avión hasta Tetuán a fin de
EL GOLPE NO TUVIERA UN PERFIL POLÍTICO DEFINIDO asumir la dirección del Ejército de África.
Su misión era atravesar con esas tropas el
los oficiales y tropas. Además, dada la pre- sentís el santo amor a España, a los que en estrecho de Gibraltar, desembarcar en An-
vista necesidad de realizar operaciones las filas del Ejército y la Armada habéis dalucía e iniciar la marcha sobre Madrid
móviles contra Madrid y otras ciudades, hecho profesión de fe en el servicio de la (cuyo control era vital para consolidar la
el levantamiento solo podía iniciarse por Patria, a cuantos jurasteis defenderla de situación, dada su calidad de capital y
aquel sector del Ejército más disciplinado sus enemigos hasta perder la vida, la nación centro de los resortes del Estado). Sin em-
y curtido en la lucha: un total de más de os llama a su defensa. La situación en Es- bargo, el transporte de esas tropas decisi-
32.000 hombres, contando con 4.200 le- paña es cada día más crítica; la anarquía vas se convirtió pronto en un grave pro-
gionarios del Tercio, 17.000 regulares in- reina en la mayoría de los campos y pue- blema por un doble revés imprevisto. En
dígenas (los “moros”) y 11.000 reclutas blos; autoridades de nombramiento gu- primer lugar, porque apenas había aviones
del servicio militar obligatorio. bernativo presiden, cuando no fomentan, disponibles para esa labor, puesto que la
El rápido triunfo de los insurrectos en el las revueltas [...]. Huelgas revolucionarias mayoría de los aviadores permanecería
Protectorado fue la señal para que Franco de todo orden paralizan la vida de la po- leal a la República y solo un tercio de los

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CABANELLAS junto a tropas marroquíes. A la


dcha., el Alcázar de Toledo, septiembre de 1936.

300 aparatos, todos bastante anticuados, por toda España entre el 17 y el 20 de julio, modelo del pronunciamiento militar de
caería en poder de los sublevados. Y, en creando una fractura en el seno del Ejérci- Primo de Rivera de 1923, que había sido
segundo orden, porque la flota encargada to (integrado por unos 15.000 jefes y ofi- empresa unánime de toda la corporación
de colaborar en la tarea quedaría en manos ciales comandando algo más de 200.000 militar; o bien el aplastamiento de los su-
de una marinería que destituyó a los man- hombres) que sería crucial para su devenir. blevados mediante el empleo masivo de la
dos conjurados tras un violento forcejeo Según cálculos fidedignos de Gabriel Car- fuerza de un Ejército disciplinado y some-
en los buques y en la base naval de Carta- dona, se alzaron en armas un total de 4 de tido a las autoridades civiles decididas,
gena, poniendo a casi el 70% de sus ele- los 18 generales de división que formaban como había sucedido durante la tentativa
mentos al servicio del gobierno republica- la cúpula suprema del Ejército español golpista de Sanjurjo en agosto de 1932.
no e implantando un bloqueo del Estrecho (Franco, Goded, Queipo y Cabanellas), 18 En las circunstancias de quiebra de la uni-
más intimidante que efectivo. de los 32 generales de brigada, casi todos dad de las Fuerzas Armadas de finales de
los oficiales de Estado Mayor, en torno al julio de 1936 fue posible un resultado dis-
Fractura en el Ejército 80% de los oficiales y la mitad de los 60.000 tinto: una sublevación que triunfó en casi
En todo caso, el triunfo de la sublevación efectivos de las fuerzas de orden público media España, pero que fracasó en la otra
en Marruecos y Canarias fue seguido del (algo más del 50% de la Guardia Civil y de mitad. Y ello según un patrón de conductas
levantamiento, con distinta fortuna, de la Guardia de Asalto y solo una tercera bien perfilado por Jorge Martínez Reverte:
casi todas las restantes guarniciones mili- parte de los Carabineros de Fronteras). “Casi en toda España se produce un mismo
tares (44 de las 53) que se distribuían en Esa fractura de las Fuerzas Armadas, que fenómeno: cuando las fuerzas de seguridad
las 8 divisiones orgánicas existentes (cuyas Franco había temido desde el principio, o una parte importante de la guarnición se
capitales, por orden de numeración, eran: resultó clave para el destino de la subleva- mantienen leales, el golpe se para. Cuando
Madrid, Sevilla, Valencia, Barcelona, Za- ción, porque impidió un desenlace rápido la mayoría de la guarnición se subleva, las
ragoza, Burgos, Valladolid y La Coruña). en un sentido u otro: o bien la victoria com- ciudades caen del lado de los golpistas. [...]
En otras palabras: la insurrección militar pleta de los alzados en armas con más o España se ve inmersa en una orgía de san-
se extendió como un reguero de pólvora menos resistencias sofocadas, siguiendo el gre que durará muchos meses”.

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En ese contexto sangriento, los éxitos más logró sublevar la guarnición de Cádiz, y lo presión intensa. Seguidamente, el gene-
importantes de los sublevados comenzaron mismo sucedería con las de Huelva, Cór- ral Saliquet repetía la acción de Queipo
el mismo 18 de julio, justo a la par que el doba y Granada, con los mismos episodios en Valladolid y, previa destitución violen-
gobierno republicano anunciaba con sui- de anulación de mandos opuestos, encar- ta del general Molero, sublevaba la divi-
cida confianza al país que había frustrado celamiento de autoridades civiles y aplas- sión y desplegaba una sangrienta repre-
“un nuevo intento criminal contra la Re- tamiento de la resistencia ofrecida por los sión contra los opositores. Completando
pública” y predominaba “la absoluta tran- partidos y sindicatos obreros en la calle. el rosario de éxitos, aquel mismo día se
sumaban a la rebelión otras dos plazas
cruciales. En Burgos, el general Dávila
LA REBELIÓN SE GENERALIZÓ, LOGRANDO TRIUNFOS dominaba la resistencia de su superior,
CRUCIALES TRAS VIOLENTAS REPRESIONES el general Batet, que había sofocado la
revuelta catalana de 1934 pero perma-
quilidad en toda la Península”. Andalucía El 19 de julio, la rebelión se generalizó por neció fiel a la República, y pagaría por ello
fue la tercera región sublevada con éxito y toda España, logrando triunfos cruciales con su vida. En Baleares se alzó el general
la primera de la península. El artífice de la en cascada. En primer lugar, Mola se alzó Goded, que solo encontró resistencia a
operación fue Queipo de Llano, que se pre- en Navarra con el apoyo masivo de las sus planes en la isla de Menorca, donde
sentó en Sevilla la tarde del 18, destituyó milicias carlistas, que colaboraron con las los aviadores y marineros destinados en
al vacilante jefe de la división con el apoyo tropas en la reducción inclemente de las sus respectivas bases se negaron a secun-
de la mayoría de la guarnición, asumió la ocasionales resistencias encontradas en dar su iniciativa y siguieron la línea de
responsabilidad de implantar el estado de la región. Simultáneamente, Cabanellas actuación mayoritaria de sus armas.
guerra y aplastó con violencia la débil re- se sublevaba en Zaragoza, ante la pasivi- El día 20 de julio tuvieron lugar las últimas
sistencia ofrecida por los militantes de iz- dad aterrada de sus fuertes masas anar- sublevaciones con éxito de los militares
quierdas en la ciudad y la provincia. Se- quistas, y lograba extender su control conjurados. Ante todo, el coronel Pablo
cundando esa iniciativa, el general Varela sobre Huesca y Teruel mediante una re- Martín Alonso consiguió desde La Coruña

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LA POSTURA POLÍTICA DE FRANCO monárquicas quedaron patentes en su dis-
gusto ante la proclamación de la República,
pese a sus críticas al rey por haber cesado al
El general, partidario del “accidentalismo”, mostró inicialmente general Miguel Primo de Rivera. Sin embar-
reticencias ante las opciones que pudiera tener la sublevación. go, como la mayoría de los militares, aceptó
el nuevo régimen porque compartía las tesis
DESDE EL PRINCIPIO, Franco manifes- mo presidente de la República). En ella adver- del accidentalismo político perfilado por la
tó muchas reservas sobre las posibilidades tía a su superior jerárquico del grave “estado doctrina de la Iglesia con León XIII y Pío X: la
de éxito rápido de un golpe militar. Por eso, de inquietud” de la oficialidad por la crítica si- forma de Estado (monárquica o republicana)
frente a otros conjurados, extremó su cautela tuación política y las medidas tomadas por el es accidental (contingente y por eso no prio-
ante las propuestas de acción rápida por dos ejecutivo en asuntos militares. Pero también ritaria), y lo importante y crucial es la esencia
motivos básicos: el temor a las consecuen- se ofrecía veladamente para aconsejar las so- del Estado (si respeta la vida, la propiedad y
cias de un fracaso, habida cuenta de la falta luciones pertinentes a fin de reducir “una los derechos de la religión católica y sus fie-
de apoyos masivos a la conjura entre los gravedad grande para la disciplina militar”. les). Por eso apoyó el programa político de
mandos militares, y la tenue esperanza de No recibió respuesta. En todo caso, la simul- la CEDA, al sentirse identificado con su
que el deterioro de la situación sociolaboral tánea oleada de huelgas de ese mes fue reba- estrategia posibilista de reforma legal de la
pudiera ser atajado legalmente y con menos jando sus expectativas de resolución legal de República para hacerla compatible con sus
riesgos y costes. Por esas dudas sobre la se- la crisis, que quedaron barridas tras el asesi- principios. Solo el fracaso de esa estrategia
guridad del triunfo, el 23 de junio de 1936 re- nato de José Calvo Sotelo el 13 de julio. legalista y posibilista le impulsó a tomar la
mitió una equívoca carta al presidente del vía conspirativa e insurreccional, pero man-
gobierno y ministro de Guerra, Santiago Ca- ACCIDENTALISMO POLÍTICO. Franco teniendo la idea de que la forma estatal era
sares Quiroga (que había asumido el cargo siempre había sido uno de los generales pre- un accidente, y no motivo esencial de la opo-
un mes antes, tras la elección de Azaña co- feridos por Alfonso XIII, y sus convicciones sición al gobierno republicano.
FRANCO

FUNERAL del general Sanjurjo en Estoril, tras


su muerte en un accidente aéreo, julio de 1936.

levantar en armas a la mayoría de las guar- Los grandes éxitos cosechados ese 20 de zona centro-occidental que iba desde La
niciones de Galicia, previa destitución de julio solo tuvieron en contra un serio revés Coruña a Huesca y desde Cáceres a Teruel,
sus superiores leales al régimen republica- político: Sanjurjo perdió la vida en acci- y que incorporaba las regiones de Galicia,
no y al precio de una intensa lucha contra dente aéreo en Lisboa cuando trataba de León y Castilla la Vieja, Navarra y Álava,
los focos de resistencia en la base naval de viajar hasta Pamplona para asumir la di- la alta Extremadura y la mitad occidental
El Ferrol y entre la clase obrera de Vigo. rección suprema del movimiento de fuer- de Aragón. Era algo menos de la mitad de
Ese mismo día tuvieron lugar otras tres za en curso. Los sublevados, en suma, toda la superficie española peninsular.
El corolario de esa afirmación es evidente.
La rebelión había fracasado en el resto del
LOS SUBLEVADOS PERDÍAN A SANJURJO, SU LÍDER, EN territorio nacional y había sido aplastada
ACCIDENTE AÉREO APENAS INICIADA LA OPERACIÓN en dos grandes zonas separadas entre sí:
una estrecha y aislada franja norteña de
incorporaciones a la sublevación de gran perdían a su líder reconocido apenas ini- la costa cantábrica (desde Guipúzcoa y
valor simbólico y estratégico. Por un lado, ciada la operación y en medio de un con- Vizcaya en el País Vasco hasta toda As-
el teniente coronel Camilo Alonso Vega texto incierto en el plano militar y en el turias, salvo Oviedo, y la provincia inter-
sumaba la provincia de Vitoria al bando orden político. No en vano, después de media de Santander) y un compacto terri-
rebelde. Por otro, el coronel Antonio Aran- cuatro días trágicos, la sublevación solo torio centro-oriental, articulado por el
da decantaba la ciudad de Oviedo contra había logrado triunfar de manera indiscu- triángulo de Madrid-Barcelona-Valencia,
el gobierno republicano. Y, finalmente, el tida y tras varias vicisitudes en todas las que incluía toda la región catalana y el
coronel José Moscardó, director de la Aca- colonias (Marruecos, Ifni, Sáhara y Gui- resto de la costa mediterránea hasta Má-
demia Militar de Toledo, se alzaba en armas nea), los dos archipiélagos de Canarias y laga, así como las áreas interiores desde
en la ciudad y se atrincheraba en el viejo Baleares (salvo Menorca), en un núcleo Badajoz hasta Castilla la Nueva y La Man-
Alcázar con sus hombres y medio millar de andaluz (cuyos ejes eran Sevilla, Cádiz, cha. Era algo más de la mitad de toda la
civiles afectos o tomados como rehenes. Córdoba y Granada) y en una compacta superficie peninsular de España.

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DE GENERAL
A CAUDILLO
¿Cómo pasó Franco en apenas dos meses de Guerra Civil de ser uno de los
generales sublevados a convertirse en Caudillo de España?
ENRIQUE MORADIELLOS, CATEDRÁTICO DE HISTORIA CONTEMPORÁNEA EN LA UNIVERSIDAD DE EXTREMADURA
DOSSIER

C
omo resultado de los éxitos de
la insurrección militar de julio
de 1936, surgieron tres núcleos
geográficos aislados que estaban
bajo el control respectivo de un
destacado jefe militar: Mola, en Pamplona,
se erigió en autoridad máxima en la zona
centro-occidental, pese a que era de infe-
rior edad y graduación que el general Ca-
banellas en Zaragoza; Queipo de Llano,
en Sevilla, estaba al frente del reducto
andaluz, donde actuaba como auténtico
virrey; y Franco, en Marruecos, se había
puesto al mando de las tropas como líder
africanista indiscutido, después de ase-
gurar el dominio de Canarias. El gran
ausente de ese triunvirato que dirigía la
sublevación era Sanjurjo, que debería ha-
berse puesto al frente de todos regresando
de su exilio portugués. Sin embargo, per-
dería la vida en accidente aéreo en Lisboa
el día 20, y esa muerte dejó sin cabeza la
rebelión, acentuando los problemas deri-
vados de su indefinición política.
Efectivamente, los generales sublevados
carecían de alternativa política explícita.
Existía entre ellos una mayoría monárqui-
ca (Kindelán, Orgaz y Saliquet), pero se
registraban también carlistas (Varela),
republicanos conservadores (Queipo de
Llano y Cabanellas) y aun falangistas (Ya-
güe) o accidentalistas (Aranda, Mola y, en
gran medida, Franco). Esa diversidad de
sensibilidades había propiciado el acuerdo
entre los conjurados sobre el carácter neu-
tral del pronunciamiento y la necesidad de
establecer una dictadura militar más o
menos transitoria, cuyo objetivo esencial CABALLERÍA del bando nacional ante el palacio
de Capitanía General de Burgos en 1936.
era frenar las reformas gubernamentales
y atajar la amenaza de revolución proleta-
ria. Así lo había subrayado la última de las subrayado por los mandos sublevados en rio Militar llamará a colaborar a los ele-
“normas de ejecución” de la sublevación todas sus proclamas. El 24 de julio, Mo- mentos que estime necesarios”.
que Mola había firmado antes del inicio de la anunciaba en la prensa que estaba en En función de esa indefinición política, el
la operación: “Prohibición de todo género marcha una operación del “Ejército, ce- universo ideológico de los sublevados se
de manifestaciones de tipo político que rebro, corazón y brazo” de la patria, que circunscribía a tres ideas sumarias y comu-
pudieran quitar al movimiento el carácter había asumido la tarea de “la salvación nes a todas las derechas conservadoras
de neutralidad absoluta que lo motiva”. de España” con “activa conciencia de su hispanas, con independencia de su progra-
Se trataba, en definitiva, de un movi- responsabilidad”. Y pocas semanas des- ma político específico. Ante todo, el nacio-
miento de contrarreforma efectiva y pués, Franco se expresaba en la misma nalismo español integrista e historicista
contrarrevolución preventiva liderado línea militarista pretoriana ante la pren- (ferozmente opuesto a la descentralización
por el Ejército como “espina dorsal de la sa portuguesa: “Implantaremos una cor- autonomista o secesionista), que apren-
Patria”, cuyo fracaso parcial, paradójica- ta dictadura militar, su duración depen- dieron a amar los cadetes en las academias
mente, provocaría el temido proceso derá de la que necesiten los organismos militares desde fines del siglo xix y en las
revolucionario en las zonas escapadas a que con funciones especiales, en régimen cruentas guerras coloniales de Marruecos
su control. Ese exclusivo protagonismo nacional, servirán a la nueva España. Des- que se libraron entre 1909 y 1926. En se-
militar corporativo fue inmediatamente pués, cuando ello sea posible, el Directo- gundo orden, reforzada tras el episodio

42 H I STO R I A Y V I DA
FRANCO

la constitución en Burgos, el día 24 de


julio, de la Junta de Defensa Nacional, una
entidad militar que, según su decreto fun-
dacional, “asume todos los Poderes del
Estado y representa legítimamente al País
ante las Potencias extranjeras”.
La Junta de Burgos estaba integrada por
la plana mayor del generalato sublevado,
al modo del Directorio Militar de 1923, y
la presidía Cabanellas en su condición de
jefe más antiguo en el escalafón. Formaban
parte de ella otros cuatro generales con
mando operativo en la zona centro-occi-
dental (Mola, Saliquet, Dávila y Ponte) y
dos coroneles que actuaban como secreta-
rios (Federico Montaner y Fernando Mo-
reno). Pocos días después se incorporarían
a ella los mandos del resto de las zonas
insurrectas: Franco, Queipo de Llano, Or-
gaz, Gil Yuste y el almirante Salvador Mo-
reno. Se trataba de un organismo de re-
presentación colegiada de la cúpula del
Ejército alzado en armas, cuyo cometido
básico consistía en ser un organismo de
intendencia y administración básicas. Su
carácter interino pretendía asegurar las
mínimas funciones de gestión institucional
hasta que la ocupación de Madrid permi-
tiera hacerse con los órganos centrales del
Estado residentes en la capital. Por eso

MOLA QUISO PALIAR EL


VACÍO DE PODER A LA
MUERTE DE SANJURJO
CON UNA JUNTA DE
DEFENSA NACIONAL
secularista republicano, la profesión de fe ne el sentimiento de unidad nacional por mismo se referirá a sí misma como “régimen
en un catolicismo identificado con la idea encima de toda otra idea”. provisional de Mandos combinados” que
de cruzada “por Dios y por España”, que solo “respondían a las más apremiantes
llevaba siglos proclamando a “España como Dirección colegiada necesidades de la liberación de España”.
país predilecto y predestinado para la rea- Dueños de media España bajo esos postu-
lización del Reino de Cristo”. Y, finalmen- lados doctrinales, los mandos sublevados Triunvirato militar
te, un virulento anticomunismo genérico tuvieron que afrontar de inmediato los Si bien la Junta se convirtió en un eficaz
que repudiaba tanto el comunismo stricto problemas planteados por el vacío de poder órgano de autoridad colegial del poder
sensu como a sus “cómplices”, el socialismo, supremo creado a la muerte de Sanjurjo y militar imperante en la zona sublevada,
el anarquismo y el liberalismo democrá- por la dispersión de autoridad generada a como institución no tuvo papel en las ope-
tico, por sus efectos disolventes sobre la raíz de la fragmentación territorial de las raciones bélicas. Esa responsabilidad siguió
unidad nacional y religiosa. Con su habi- zonas dominadas. Con el apoyo de Caba- en las manos de los tres mandos que se
tual simplicidad, Mola sintetizaría ese nellas y aprovechando su prestigio como habían configurado tras la sublevación.
credo doctrinal con una declaración lacó- organizador (pese al evidente fracaso de En el frente norte-centro, esa dirección
nica: “Somos nacionalistas porque es lo muchas de sus previsiones golpistas), Mo- recaía en Mola, cuyas tropas trataban de
contrario de marxistas, o sea, que se po- la trató de paliar ambos peligros mediante sostener con creciente dificultad la ofen-

H I STO R I A Y V I DA 43
DOSSIER

LA AYUDA EXTERIOR
El peso del trato inicial de Franco con Hitler y Mussolini
FRANCO APRECIÓ LA NECESI- SUS INICIATIVAS TUVIERON un
DAD de recabar apoyos externos para éxito crucial: Hitler aceptó sus demandas
hacer triunfar el golpe militar desde el 19 el 25 de julio, en tanto que Mussolini lo hi-
de julio de 1936, una vez comprobado su zo tres días más tarde, sumándose ambos
fracaso en buena parte de España. Ese al apoyo logístico que la dictadura portu-
día emprendió las gestiones pertinentes guesa de Salazar había prestado desde el
para lograr el respaldo de Italia y Alema- primer momento. El 29 de julio llegaron a
nia por vía telegráfica (remitiendo peticio- Tetuán los primeros aviones alemanes que
nes de ayuda a los agregados militares ayudarían a realizar el transporte de fuer-
italiano y alemán en Tánger y Lisboa) y zas africanas a la Península. Un día des-
mediante el envío de emisarios persona- pués se sumaron a la tarea los primeros
les y confidenciales (el periodista Luis Bo- aviones italianos. Franco se alzaba así con
lín a Roma y dos empresarios nazis de una baza militar y diplomática crucial:
Marruecos a Berlín). En la imagen, Franco el apoyo personal de ambos dictadores
junto al dictador italiano tiempo después. a sus planes ofensivos y políticos.

FUERZAS REBELDES cruzan Valladolid para luchar


contra los republicanos en la sierra de Guadarrama.

siva en dos áreas: el avance desde Álava


hacia la frontera franco-española en Irún
y la preservación de las posiciones ganadas
en la sierra madrileña de Guadarrama,
donde sus tropas experimentaban una
aguda escasez de material que le obligaría
a depender de los suministros remitidos
por los otros mandos operativos.
En el frente sur, era Queipo de Llano el
responsable de ampliar las bases median-
te expediciones de columnas militares por
toda Andalucía, muy pronto reforzadas por
la llegada de tropas marroquíes.
Finalmente, en Marruecos, Franco afian-
zaba su condición de jefe del Ejército de
África y empezaba a convertirse en la ca-
beza de la sublevación, gracias a sus in-
contestables éxitos militares y a sus triun-
fos político-diplomáticos. No en vano, los
primeros (el traslado por vía aérea de sus
tropas hasta Cádiz y Sevilla, donde inicia-

44 H I STO R I A Y V I DA
ron su fulgurante avance por Extremadu- Madrid (y en apenas tres meses llegarían otro decreto, fechado el 25 de septiem-
ra para conectar con la zona central) eran a sus puertas sin apenas resistencia), la bre, que prohibía “todas las actuaciones
en gran medida resultado de los segundos. Junta de Burgos legitimaba la militari- políticas y las sindicales obreras y patro-
Consciente de la falta de armas para com- zación efectiva de España por un bando nales de carácter político”.
batir que acuciaba a los sublevados, el 19 del 28 de julio que extendía el estado de Ese dominio absoluto de los mandos mi-
de julio Franco había enviado emisarios guerra a todo el territorio nacional. Se- litares no encontró resistencia por parte
de las fuerzas derechistas que habían
prestado su concurso subordinado a la
POR SUS BAZAS ESTRATÉGICAS Y DIPLOMÁTICAS, insurrección. A la par que la CEDA se
FRANCO GANABA AUTORIDAD SOBRE SUS COLEGAS hundía como partido, sus bases católicas
y sus dirigentes (incluyendo a José María
a Roma y Berlín para recabar su ayuda guirían otras medidas similares que Gil-Robles, exiliado en Portugal) cola-
urgente. Y sus gestiones fueron atendidas Franco demandaba a mediados de agos- boraron en la instauración del nuevo
por Hitler y Mussolini a finales de mes to con creciente autoridad sobre sus orden militar dictatorial. Idéntica coo-
con el envío de aviones y municiones que compañeros de armas, en virtud de sus peración prestó el monarquismo alfon-
completaban el apoyo logístico prestado bazas estratégicas y diplomáticas: “Todo sino, descabezado por la muerte de José
por la dictadura portuguesa. el mundo tendrá que sacrificar cosas en Calvo Sotelo, que, a pesar de no encua-
beneficio de una disciplina rígida que no drar masas de seguidores, tenía asegu-
Acuerdo de mínimos se preste al craquelado ni al fracciona- rada la influencia política gracias a su
Mientras las columnas africanas de Fran- miento”. La incontestable exclusividad prestigio social, sus apoyos económicos
co emprendían su veloz marcha sobre del dominio militar fue ratificada por y sus conexiones internacionales.

H I STO R I A Y V I DA 45
DOSSIER

Mayores reservas abrigaron el carlismo y


el falangismo, cuyo crecimiento masivo EL ESFUERZO BÉLICO
desde los primeros días de guerra les per- SE ENCUMBRÓ A LA
mitió constituir milicias de voluntarios
para combatir, siempre encuadradas en CATEGORÍA DE CRUZADA
la disciplina del Ejército: casi 37.000 fa- POR LA FE DE CRISTO Y LA EL CARDENAL GOMÁ, primado de España, en un
langistas y 22.000 carlistas en octubre de
1936. Ese control militar de las “milicias SALVACIÓN DE ESPAÑA acto en 1937. A la izqda., Gil-Robles en su despacho.

nacionales”, junto a la división interna en


ambos partidos (entre colaboracionistas bernamental (con un registro mínimo de co el control de las costumbres civiles y
e intransigentes) y la ausencia del líder 6.832 víctimas), la Iglesia española se de la vida educativa y cultural.
de Falange (José Antonio Primo de Rive- alineó de inmediato con los militares su-
ra estaba preso en zona republicana y blevados. El catolicismo pasó a convertir- Por un mando único
sería fusilado el 20 de noviembre), impi- se así en uno de los principales valedores A fines de septiembre, los triunfos milita-
dió todo desafío al papel político rector nacionales e internacionales del esfuerzo res cosechados por Franco (el día 28 había
de los generales. En esencia, los partidos bélico insurgente, encumbrado a la cate- liberado el Alcázar de Toledo de su asedio
derechistas asumían que la emergencia goría de cruzada por la fe de Cristo y la al precio de un desvío de su avance sobre
bélica y la necesidad de vencer exigían la salvación de España frente al ateísmo co- Madrid) y la expectativa de un próximo
subordinación a la autoridad de los man- munista y la anti-España. asalto final sobre la capital plantearon a
dos del Ejército combatiente. El decidido apoyo católico convirtió a la los generales la necesidad de concentrar
Iglesia en la fuerza institucional de mayor la dirección estratégica y política en un
El respaldo de la Iglesia peso, tras el Ejército, en la conformación mando único, para aumentar la eficacia
La Junta de Burgos pudo contar muy pron- de las estructuras políticas estatales que del esfuerzo de guerra. Una situación de
to con una asistencia crucial por sus im- germinaban en la España insurgente. La fuerza como la representada por la junta
plicaciones internas y externas: el apoyo compensación por parte de los generales de generales no podía prolongarse sin
de la jerarquía episcopal española y de las a ese apoyo fue generosa. Una catarata de riesgos internos y diplomáticos. Primero,
masas de fieles católicos. En consonancia medidas legislativas anuló las reformas porque esa dirección colegiada dificulta-
con su previa hostilidad al programa se- republicanas (ley de divorcio, cementerios ba la “unidad de mando” exigida por la
cularizador de la República, y aterrada por civiles, educación laica, supresión de finan- nueva escala de las operaciones y afren-
la furia anticlerical desatada en zona gu- ciación estatal...) y entregó al clero católi- taba la visión jerárquica de unos milita-

46 H I STO R I A Y V I DA
res que anhelaban el restablecimiento del La cuestión del “mando único” fue objeto firmar el decreto que le nombraba “Gene-
“principio de autoridad” única e indivisa. de consideración por la Junta en dos reu- ralísimo de las fuerzas nacionales de tierra,
Y, segundo, porque Mussolini y Hitler niones sucesivas celebradas en un aeró- mar y aire” (función militar-estratégica) y
apremiaban en ese sentido; su apoyo mi- dromo de Salamanca. El 21 de septiembre, “Jefe del Gobierno del Estado Español”
litar y financiero era inexcusable, y habían los reunidos aprobaron la idea de disolver (función política-administrativa), confi-
apostado por Franco como su interlocutor el organismo y elegir a Franco como “Ge- riéndole expresamente “todos los poderes
del Nuevo Estado” a fin de permitirle “con-
ducir a la victoria final y al establecimien-
LA CONCENTRACIÓN DE PODERES EN FRANCO SE to, consolidación y desarrollo del Nuevo
ENCONTRÓ CON LA ÚNICA RESERVA DE CABANELLAS Estado, con la asistencia fervorosa de la
Nación” (según rezaba el Boletín Oficial
en España. Por eso mismo, fueron los ase- neralísimo” y líder político único de ma- del Estado publicado el día 30).
sores de Franco los que suscitaron la cues- nera combinada, con la única reserva de
tión de manera más decidida: su hermano, Cabanellas, que cuestionaba esa concen- El dictador militar
el ingeniero naval Nicolás Franco, conver- tración de poderes y trataba de limitar la El encumbramiento político de Franco sig-
tido en su principal asesor político por duración del nombramiento. La segunda nificaba la conversión de la junta militar
entonces; el general Alfredo Kindelán, reunión tuvo lugar el 28, justo a la par que colegiada en una dictadura militar de ca-
jefe de la pequeña fuerza aérea; y el gene- Franco anunciaba la liberación del Alcázar rácter personal, con un titular individual
ral José Millán-Astray, condecorado mu- y lograba un crucial éxito propagandístico. investido por sus compañeros de armas
tilado que había sido fundador de la Le- Sus compañeros de armas cedieron con como representante supremo del único
gión y era amigo íntimo de Franco. mayor o menor entusiasmo y aceptaron poder imperante en la España insurgente.

H I STO R I A Y V I DA 47
DOSSIER

Y así fue escenificado en la ceremonia de


EL AUSENTE Y EL CAUDILLO “transmisión de poderes” que tuvo lugar
en la Capitanía General de Burgos el 1 de
La relación de Franco con el líder de Falange Española octubre. Franco fue consciente de la in-
mensa autoridad que recibía y de su pro-
FRANCO HABÍA CONOCIDO a Jo- mero concluyó que Franco era un militar cedencia militar. Por eso había reconoci-
sé Antonio Primo de Rivera (abajo) en de cortas miras y excesiva cautela, y el do en privado tras su elección: “Este es el
1932 en la boda de su cuñado, Ramón segundo pensó que José Antonio era un momento más importante de mi vida”.
Serrano Suñer, con la hermana menor de joven civil apasionado, pero poco fiable. No cabía duda de que los títulos de Franco
su mujer (ambos eran padrinos de los para asumir el cargo eran superiores a los
novios). En vísperas de octubre de 1934, EL DESENCUENTRO se agudizó en de sus potenciales rivales. Por esa asom-
el líder falangista le remitió por conducto mayo de 1936, cuando Franco consideró brosa suerte que Franco tomaba por mues-
de Serrano una carta de alerta sobre el ser candidato derechista a las elecciones tra de favor de la Divina Providencia, habían
peligro revolucionario, a la que respondió parciales de Cuenca y topó con el veto de
desaparecido los políticos (Calvo Sotelo y
por igual vía pidiendo “fe en los milita- José Antonio. Durante la guerra, Franco
res” y “apoyo si estallaba la crisis”. propició varias tentativas fallidas de libe-
Primo de Rivera) y generales (Sanjurjo y
ración de José Antonio, preso en Alicante, Goded) que hubieran podido disputarle la
A MEDIADOS DE 1935 se entrevis- mediante canje de prisioneros (por un hi- preeminencia. A los restantes mandos los
taron en el domicilio de Serrano y ningu- jo de Largo Caballero), mediante soborno superaba por antigüedad y jerarquía (Mo-
no quedó satisfecho: José Antonio le (a carceleros y responsables políticos de la), por triunfos militares (Queipo y Caba-
expuso sus proyectos insurreccionales y la prisión) y por la fuerza (una operación nellas) y por conexiones políticas interna-
pidió su respaldo; Franco respondió eva- de comando con apoyo alemán). Todo fue cionales (era él quien había conseguido la
sivamente y reiteró la demanda de apoyo en vano, y “El Ausente” pasó a ser mero vital ayuda militar y diplomática de Hitler
al Ejército en caso de necesidad. El pri- predecesor de “El Caudillo”. y Mussolini). Por otra parte, en función de
su reputado posibilismo político, también

TENÍA EL APOYO DE LOS


GRUPOS DERECHISTAS,
CONFIADOS EN PODER
INCLINAR A SU FAVOR
SUS DESIGNIOS FUTUROS
gozaba del apoyo tácito de todos los grupos
derechistas, que confiaban en poder incli-
nar a su favor sus designios futuros.
Por si esos méritos militares y políticos
fueran pocos, también contaba su condi-
ción de católico ferviente, una caracterís-
tica que había heredado de su piadosa
madre y reforzado tras su matrimonio en
1923 con Carmen Polo, una altiva y bella
joven de la oligarquía urbana ovetense.
Por eso gozaba de la simpatía de la jerar-
quía episcopal y del grueso de los católicos
españoles. La primera no tardaría en ben-
decirlo como homo missus a Deo (enviado
de Dios) y encargado providencial del
triunfo de la cruzada: “Caudillo de España
por la Gracia de Dios”. Y Franco respon-
dería convirtiendo a la Iglesia en el segun-
do pilar básico de su régimen de poder
personal, tras el Ejército, porque compar-
tía su visión del catolicismo militante e
integrista mayoritario en el país.

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FRANCO

El 1 de octubre de 1936, en Burgos, había


nacido el régimen franquista, en medio
de una cruenta guerra civil y sobre la
base de una dictadura militar de mando
colegiado que había optado por entregar
sus omnímodos poderes a uno de sus
integrantes de manera personal y vita-
licia. Un depositario de “todos los pode-
res del Estado” que al principio no había
reservas en llamar “buen Dictador”, y
que pronto pasaría a ser, sencillamente,
el “Caudillo de España”, utilizando un
vocablo de amplia circulación para deno-
tar a los jefes militares heroicos y admi-
rables. Era el comienzo de un culto caris-
mático a Franco, inspirado en el surgido
en torno a Mussolini (el Duce) y Hitler
(el Führer), que ensalzaba con el título
de “Caudillo” a la clave del arco del régi-
men que estaban construyendo los insur-
gentes durante la Guerra Civil.
En definitiva, Franco empezaba a actuar
como algo más que un mero primus inter
pares que solo daba curso a la voz de los
compañeros de armas que le habían ele-
gido. Comenzaba a actuar como jefe de
Estado vitalicio, aclamado por los milita-
res y bendecido por los clérigos, con la
misión de constituir un régimen perma-
nente y a tono con los modelos políticos
valedores de su causa bélica que triunfaban
en Europa. Solo restaba afianzar su régi-
men de poder personal con un tercer pilar
tras el Ejército y la Iglesia: el partido úni-
co. Y no tardaría mucho en acometer la
tarea, ya desde su imbatible posición de
Generalísimo, Cruzado de la Fe de Cristo
y Caudillo de la España insurgente.

PARA SABER MÁS


ENSAYO
ALÍA MIRANDA, Francisco. Julio de 1936.
Conspiración y alzamiento contra la II Re-
pública. Barcelona: Crítica, 2011.
CARDONA, Gabriel. Historia militar de una
guerra civil. Barcelona: Flor del Viento, 2006.
MARTÍNEZ REVERTE, Jorge. El arte de matar.
Cómo se hizo la guerra civil española.
Barcelona: RBA, 2009.
MORADIELLOS, Enrique. Francisco Franco:
crónica de un caudillo casi olvidado. Ma-
drid: Biblioteca Nueva, 2002.
PRESTON, Paul. Franco, caudillo de Espa-
ña. Barcelona: Debate, 2015 (1994).
TUSELL, Javier. Franco en la Guerra Civil.
Una biografía política. Barcelona: Tus-
UNA FOTOGRAFÍA de Francisco Franco con su esposa, Carmen Polo, y su hija Carmencita. Salamanca, 1936. quets, 1992.

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