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Bob Marley tenía mucha razón cuando expreso esto: “Puedes no ser su primero, su último o su

único. Ella amó antes y puede amar de nuevo. Pero si ella te ama ahora, ¿qué otra cosa importa?
Ella no es perfecta, tú tampoco lo eres, y ustedes dos nunca serán perfectos. Pero si ella puede
hacerte reír al menos una vez, te hace pensar dos veces, si admite ser humana y cometer errores,
no la dejes ir y dale lo mejor de ti.

Ella no va a recitarte poesía, no está pensando en ti en todo momento, pero te dará una parte de
ella que sabe que podrías romper: su corazón. No la lastimes, no la cambies, y no esperes de ella
más de lo que puede darte. No sobre analices. Sonríe cuando te haga feliz, grita cuando te haga
enojar y extráñala cuando no esté. Ámala con todo tu ser cuando recibas su amor. Porque no
existen las chicas perfectas, pero siempre habrá una chica que es perfecta para ti…” .

Estos dos párrafos reflejan bien algo que me vive impresionando: el amor es darse, mejorarse y
crecer para hacer feliz a quién te acompaña. No consiste en exigirle una persona que sea a tu
medida y que sea la realización de tu ego mal formado.

Evalúa bien si estás pidiendo más de lo que estás dando. Es como tu relación con Cristo, le suplicas
en oración que te bendiga, pero esa bendición tiene que multiplicarse en tu prójimo. Dar y recibir.
Esa es la idea básica. DAR Y RECIBIR. Dar va primero. 🦋

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