EXTREMOS MORTALES

Un hombre o mujer al conducir a mas de 150 kilómetros por hora, llega a extremos y, en riesgo
pone a su familia, también su vida pende de delgado hilo; quien escala altísimas montañas
sabe que por desafiar las alturas, la muerte puede encontrar; él que por la prisa ignora un alto
en calle transitada, sabe del riesgo de enlutar alguna familia, o confinar a sillas de ruedas a
inocente ciudadano; y quien de trastorno bipolar sufre, siente cercano el día cuando la soledad
podría ser su única compañía.

Los extremos, en peligro se convierten para quien persiste en transitar en riesgoso camino de
los excesos. Andrés Graniel Melo, ex gobernador de Tabasco caminó por ese sendero y
termino en la cárcel, de la cual nunca se imaginó; la familia imperial integrada por José Luis
Abarca y su esposa extendieron sus redes de ambición, y en poco tiempo se convirtieron en
ricos y poderosos; pero hoy están privados de su libertad: nunca lo pensaron.

El ex secretario de Gobierno del Michoacán, Jesús Reyna García coludido con el crimen
organizado, nunca soñó vivir detrás de una celda; el ex gobernador del mismo estado Fausto
Vallejo García, tampoco se imaginó dejar la gubernatura por causa de su hijo Rodrígo Vallejo,
que hoy está en el penal.

La historia universal registra entre sus páginas el poderío de Adolfo Hitler quien con sus
discursos magistrales y un excelente dominio de la oratoria convenció a multitudes de
alemanes; llegó al extremo racial al asesinar a más de 5 millones de judíos; pero tuvo un final
doloroso que necesito de drogas para dormir, debido al abrazante delirio de persecución, el
cual lo llevo al suicidio. Sadan Hussein, gobernante de Irak, temible porque extermino a 4,500
poblaciones kurdas y asesino a mas 180 mil civiles, finalmente fue ahorcado; Muammar
Kadhafi, quien impuso una dictadura de 42 años; y se distinguió por la tortura, persecución a
sus enemigos, ferocidad contra los civiles; llegó a los excesos y terminó capturado y muerto
sodomizado.

A extremos fatales llegaron los policías en Bolonchén, quienes a golpes arrancaron la vida del
Ing. Dennis Abraham canché Trejo, y golpearon también a sus hermanos. Esos agentes quienes
por su capacitación, son expertos en detenciones, entrenados para seguir un protocolo de
seguridad, sin necesidad de extremos; pero perdieron el control de facultades, y las emociones
prevalecieron. Hoy están en la cárcel, y sus familias sufren la falta de ingresos para el sustento
diario.

A los extremos peligrosos llegó también el Ing. Dennis Abraham Canché y sus hermanos,
quien en estado de ebriedad conducía y pudo atropellar a un niño o algún ciudadano;
también violo el reglamento de tránsito al conducir sin licencia; y además se resistió a ser
detenido pese a estar consciente de su incorrecta conducta, e Ignoró las acciones de
prevención de accidentes; todo derivo en violencia física: Hoy está muerto.

Son extremos también los de aquellos políticos quienes de la muerte de este ciudadano,
fincaron sus aspiraciones políticas, y sin remordimiento alguno presionaron para despojar del
poder a la autoridad actual, con el sueño de despachar triunfantes; de la muerte pretendieron
hacer un trampolín para llegar a cumplir anhelos retorcidos.

El pago de la factura cobrada por los excesos, es alto. Nadie sabe cuándo llegará el momento
de pagar; meses o años pueden pasar, y pareciera que nada sucede, ni sucederá. Son razones
poderosas para continuar extremada carrera, hasta que algo ocurre, y sucumbe la felicidad y,
el dolor indeseado irrumpe sorpresivamente: ¡es el cobro de la factura!