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Logro o Éxito

No siempre sucede, pero muchos son los casos que en un anhelo por alcanzar las
metas personales, se destruyen buenas costumbres, se pulverizan amistades,
desintegran familias, sacrifican la salud, también se pierde la honestidad, y
quienes sin principios y valores persiste así, su futuro no es más que la soledad
andante o la pérdida de la vida que bien pudo prolongarse; lo cual indica que sus
logros fueron muchos, pero el éxito se perdió en el camino.

No estaba equivocado uno de los hombres más sabios de la historia, quien fuera
rey durante 30 años, observador, analista, literato, consejero, buen gobernante,
escribió lo vivido resumiéndolo en unas cuantas palabras: Vanidad de vanidades
todo es vanidad.

De nada sirve alcanzar las metas personales, si convertido en un ser humano sin
escrúpulos, a su paso hiere a quienes son leales, desborda violencia contra la
familia, y provoca en los hijos daños psicológicos que a la postre lo reflejarán en
la conducta. El logro fue una realidad, pero se deja huellas de dolor, la
delincuencia fue propulsada, también la amargura y resentimiento nacieron y se
arraigaron; y se contribuyó para aumentar la descomposición social.

Los logros como brillan, emocionan y deslumbran, pareciera una panacea para la
existencia del hombre, pero dista enormemente del éxito que no siempre es dinero
en abundancia, placeres sin límites, bienes materiales amasados, o alcanzar todo
lo deseado, tampoco poder, y fama.

La conciencia prácticamente es inexistente para aquel que para sus logros, dañó a
personas, robó a los demás, lastimo a sus hijos, dejo huella de violencia en su
conyugue, traicionó a sus amigos, defraudo la confianza de muchos, uso su
influencia para despojar a los indefensos, despreció y olvidó a sus padres, se
enemistó con todos, y hoy es despreciado por quienes recibieron maltrato de él, .

Viene al caso mencionar a un hombre quien se afanó con todos los medios a su
alcance a lograr su fortuna material, contrató a un campesino para que limpiara el
patio de su residencia. Desde su balcón el hombre, desdibujado por la soledad y
sus problemas, miraba al campesino que blandía su machete y trozaba con
destreza la maleza ya crecida; en su descanso el jornalero, dominado por el
hambre batió su pozol y tomó de él con gusto y satisfacción.
Por su parte el pudiente al contemplar esto decía: como me gustaría ser como ese
campesino, que sin tener casi nada, trabaja y disfruta de lo poco que tiene, y yo
aquí siendo consumido por una enfermedad que me impide comer de todo, y que
pronto me llevará a la muerte.

Un hombre exitoso fue el Apóstol Pablo, quien asertivo dijo: Se vivir


humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así
como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer
necesidad.

El año pronto terminara, bueno es mirar atrás los 12 meses con visión crítica, y
evaluar, para saber si los logros predominaron, o el éxito. Si fue el éxito disfrutarás
de tu familia, de sus hijos, de lo poco que tienes, del abrazo de sus amigos, de la
sonrisa de tus vecinos, de trato respetuoso de tus jefes, y viceversa.

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