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Las vías energéticas

Nuestro organismo, para hacer un tipo de ejercicio u otro, puede obtener energía de
distintas formas. Las vías energéticas, también llamadas vías metabólicas, hacen
referencia al modo en que se obtiene dicha energía.
El objeto de este artículo es transmitir una idea general acerca de estos procesos, sin
detenernos en los aspectos fisiológicos que justifican las complejas reacciones químicas
que ocurren a nivel celular.
Así pues, estas reacciones químicas a las que nos referimos pueden tener lugar en
presencia o no de oxígeno, lo que hace que distingamos entre vía aeróbica y vía
anaeróbica, respectivamente; y, a su vez, la vía anaeróbica puede ser láctica o aláctica.
Cabe destacar el concepto de continuum energético, que justifica la actuación conjunta
de las diferentes vías energéticas aunque, en función de la duración y de la intensidad del
ejercicio, nuestro organismo utilizará preferentemente una u otra vía.

Vía anaeróbica aláctica


Es la vía solicitada para realizar cualquier movimiento explosivo. Se caracteriza por
utilizar la energía que el organismo tiene disponible de forma inmediata. Su capacidad es
muy limitada y será la protagonista durante unos pocos segundos.

Vía anaeróbica láctica


Nos permite realizar movimientos rápidos de intensidad submáxima pero su capacidad es
limitada, puesto que conlleva un aumento de la concentración del ácido láctico en sangre
por encima de los valores tolerables por el organismo, lo que provoca la ralentización de
las distintas reacciones químicas presentes en esta vía. La energía que nos proporciona
proviene de los carbohidratos, concretamente de la glucosa y del glucógeno (almacén de
glucosa). Su protagonismo no durará más de unos pocos minutos.

Vía aeróbica
Utiliza también como sustratos energéticos la glucosa y el glucógeno, además de las
grasas. En situaciones extremas, también puede recurrir a las proteínas. Esta vía es la
protagonista en la realización de ejercicio físico de media y larga duración realizado a
menor intensidad de la que permiten las vías anteriores.
Consejo ARCUM: como norma general, si quieres bajar de peso, deberás activar el
metabolismo de las grasas mediante la realización de ejercicio aeróbico de media o larga
duración e intensidad moderada.

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