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Por el contrario, los Settlements Houses se alzaron como una propuesta de atención
colectiva, científica, cercana a las Universidades y a los incipientes movimientos sociales
de aquellos años. Los centros comunitarios se inspiraron en la propuesta de Samuel
63
Lillo y Roselló plantean que la Institución fundada por Owen es uno de los antecedentes a considerar,
trabajo en la fábrica, tiende a abarcar la vida de toda la comunidad, su tiempo libre y formación dentro de
Los Settlements realizaban labores con la población más empobrecida de los barrios,
incorporando para ello a estudiantes universitarios, quienes asumieron un voluntariado en
la organización a través de actividades de promoción social y organización de la
comunidad68, razón por la cual estos centros se asocian al inicio del trabajo social con
grupos y comunidades.
Este tipo de centros se concibieron como sedes sociales y educativas, pero que, al mismo
tiempo, contaban con características de agencia social cuya contribución estaba ligada a
la formación cívica, política y ciudadana (Capilla y Villadóniga, 2004). Los Settlements
contaban con una inspiración y acción totalmente diferente a la realizada por la COS,
tanto por la intervención multinivel como por el nivel de participación e implicación
política que presentaba la organización (Miranda, 2003).
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Henrietta Rowland, trabajó antes de conocer a Samuel Barnett junto a Octavia Hill. Destacó por su
activismo no sólo en la Toynbee Hall, sino también en asociaciones de mujeres trabajadoras y fundaciones
dedicadas a la protección de la infancia, además fue autora de libros sobre la Reforma social, socialismo,
economía doméstica y cuidados de niños y niñas (Capilla y Villadóniga, 2004).
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La propuesta de Barnett sigue vigente al día de hoy [http://www.toynbeehall.org.uk/].
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Al respecto Nieves Lillo
con un espíritu social y un ejercicio de la solidaridad, brillantes universitarios ingleses coronaran sus
carreras yéndose con su flamante título a encerrarse por unos años en dicho settlement sin vivir en él en
comunidad, y, sin retribución alguna, dedicar plenamente los mejores años de su vida a convivir con los
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condiciones de pobreza, y la igualdad de trato (Travi, 2006). Razones por las cuales se
encuentran entre sus fundadoras e integrantes, a personas que se manifestaron
activamente contra la guerra, la supremacía blanca, la dominación de las mujeres y las
desigualdades en general (Miranda, 2003; Travi, 2006; García, 2010).
Las intervenciones desarrolladas en las primeras décadas del siglo XX, fueron
influenciadas por lo que Eduard Linderman (1921) conceptualizó como Organización de
la Comunidad, de organización social
que constituye un esfuerzo consciente por parte de una comunidad para controlar sus
asuntos democráticamente, y para asegurar los más altos servicios de sus especialistas,
organizaciones, organismos e instituciones (p.
173 [original en inglés, trad. propia69]).De esta forma, la organización de la comunidad
representa una estrategia fundada en una noción de ciudadanía amplia, en la cual la
democracia es un valor comunitario, y que es posible de extender mediado por el trabajo
especializado.
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which constitutes a conscious effort on the part of a community to control its affairs democratically, and to
secure the highest services from its specialists, organizations, agencies and institutions by means of
recognized inter-
El autor desarrolla además una tipología de formas de organización de la comunidad, distinguiendo un tipo
directo (formas de organización y representación propias de las comunidades), indirecto (organización
mediante federaciones e instituciones externas) y una tercera forma en la que existe un consejo en el cual
existen representantes de las formas anteriores, incluyendo a las agencias y servicios sociales (Linderman,
1921).
esfuerzos locales con las acciones desplegadas por las agencias sociales.
Durante la década de los años veinte del siglo pasado se vivió un fortalecimiento del
enfoque de organización de la comunidad, el que es observado como una alternativa que
permite la adaptación y ajuste social de los individuos, de manera que su integración a la
comunidad, organizada y eficiente, permite avanzar hacia el progreso de la sociedad,
acorde a las posturas del naciente trabajo social norteamericano. En 1925 surge una
definición formulada por Walter Pettit quien lo señalaba como
Años más tarde, en 1962, la NASW estableció una definición sobre la organización de la
comunidad, en la cual señalaba los alcances del método:
Organización de la comunidad es el proceso de tratar con individuos o grupos que están
interesados o pueden interesarse en los servicios u objetivos del bienestar social con el
propósito de aumentar el volumen de tales servicios, mejorar su calidad y distribución, y
participar en las gestiones para alcanzar tales objetivos (citado en Ander-Egg, 2003, p. 53).
Así también se señalan los objetivos específicos del método, que se despliega en torno a
tres grandes ejes:
1. Proporcionar a la comunidad o a sectores de la misma, la oportunidad de movilizar sus
recursos para resolver o prevenir problemas sociales:
ofreciendo a los ciudadanos medios para movilizarse, expresarse y para hacer
frente a sus responsabilidades por el bienestar social;
proporcionando medios a las agencias sociales para cumplir eficazmente con sus
responsabilidades respecto de la comunidad;.
brindando medios a la profesión del trabajo social para cumplir con sus
responsabilidades comunitarias.
2. Proporcionar medios de interacción entre diferentes sectores de la comunidad entre:
diversos ciudadanos y grupos a quienes les concierne el bienestar de la comunidad;
especialistas dentro de la profesión y entre profesionales y el liderazgo de la
comunidad;
especialistas e instituciones (sistema escolar, cuerpo médico, abogados, etc.);
la comunidad política y la comunidad del bienestar social.
3. Proporcionar a la comunidad un servicio de planificación del bienestar mediante:
el desarrollo de planes de bienestar social;
la realización de dichos planes;
influjo en las políticas de bienestar social y otras políticas públicas relacionadas
directa o indirectamente con el bienestar de la gente;
ayudar a la movilización de una financiación adecuada, gubernamental y voluntaria
(Lillo y Rosselló, 2004, pp. 27-28).
Existe consenso entre los autores en que, a mediados del siglo pasado, emerge la idea del
desarrollo comunitario, en el colonialismo inglés en la década del veinte (Ander-Egg,
1992), y que se extiende primero a Asia y África, para luego abarcar también a
Latinoamérica y Europa (2003). Así, la idea de desarrollo comunitario está orientada, en
su contexto originario, a
para pasar al Fonseca, Rojas y Vargas, 2008, p. 97). Es la
Oficina de Colonias británica, The Colonial Office la que en 1948 plantea oficialmente
la expresión desarrollo de la comunidad, designando así a los programas gubernamentales
de índole comunitaria en las colonias del Reino Unido ubicadas en Asia y en África
(Ander-Egg, 1992).
Así también, la organización considera con especial atención el derecho de las mujeres a
participar en el desarrollo de las comunidades (Res. 1162, 1957)73, y la oportunidad de
establecer, mediante la cooperación internacional, coordinaciones y apoyos entre las
naciones con tal de alcanzar el mentado desarrollo. Asimismo, a partir de 1957 se
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Res. 585 sobre la situación mundial, del 23 de julio de 1955.
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En la misma resolución se hace referencia a la formación profesional del personal de servicios sociales,
afirmando la necesidad de aumentar el número de trabajadores sociales con formación especializada, en los
1955, p.8).
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Entre los informes se pueden señalar los siguientes: desarrollo de las comunidades rurales, Principios y
conclusiones, 1953; desarrollo comunitario en las zonas urbanas; desarrollo comunitario rural (Europa)
1968; desarrollo comunitario y desarrollo nacional, 1963; el desarrollo de la comunidad por medio de los
centros comunales; el progreso rural mediante la acción cooperativa; el progreso social mediante el
desarrollo; la formación profesional para el desarrollo comunitario; participación local en la planificación
del desarrollo; Problemas de la Comunidad; La preparación del maestro en la educación comunitaria, 1967
(Fundación FOESSA, 1972)
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En la Resolución 1162, de 1957, de la Asamblea General de Naciones Unidas, se afirma que los Estados
Mie
implementa un programa de acción a largo plazo para el desarrollo de la comunidad, en
el cual se atienden asuntos como: la capacitación de dirigentes, las migraciones rurales y
urbanas, la participación de las mujeres y la cooperación internacional, entre otros.
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Los servicios conexos detallados por Ezequiel Ander-Egg y propuestos por la ONU son: servicios de
agricultura, de nutrición, educación, orientación y formación profesional, promoción de cooperativas,
artesanías y pequeñas industrias, servicios sociales, vivienda, construcción y planificación, y sanidad
(Ander-Egg, 1992, p. 151).
trabajadores y trabajadoras sociales, sino más bien una política global orientada al
desarrollo de los pueblos, criticada por su intencionalidad colonizadora y técnica, pero
que marcó precedente en las acciones desarrolladas. En Latinoamérica, concretamente,
dio paso a una serie de: trabajos de alfabetización de la población adulta, soporte al
campesinado; formación de líderes y apoyo a mujeres. Sin embargo, el desarrollo de la
comunidad también implicaba el manejo de las poblaciones más pobres con el fin de
mitigar su descontento, dejar de lado lo rural, lo subdesarrollado, aceptando la civilidad;
es decir, se requería un contingente de profesionales que propagase los beneficios de la
adaptación al desarrollo que promulgaban los organismos internacionales.
Los principios y la práctica del Servicio Social tienen una estrecha relación con los
progr ] los programas de Desarrollo de la comunidad
en escala nacional escapan del dominio exclusivo de los asistentes sociales. Pero es
evidente que los asistentes sociales están especialmente capacitados en los procedimientos
y técnicas para lograr la aceptación y la comunicación imprescindibles en este tipo de
programas (Egle, 1965, p. 39).
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En ese contexto, aparecen las primeras obras latinoamericanas sobre desarrollo social, destacando los
trabajo de Rubén Darío Atria, Ezequiel Ander-Egg, Ricardo Pozas y Herman Kruse (Aguilar Idáñez, 2013)
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La Unión Panamericana es la institución que antecede a la Organización de Estados Americano (OEA).
El desarrollo de la comunidad, basado en el funcionalismo y el desarrollismo, se extendió
en los siguientes años por toda Latinoamérica, asumiéndose como la estrategia concreta
de implementación de los postulados señalados en 1961 por la Alianza para el Progreso
(ALPRO)77 (Kisnerman, 1983; 1998). El método fue potenciado en la década de los
, como la
Democracia Cristiana, querían implementar en países como Chile y Venezuela; ideas que
luego se extendieron a
1997). Para conseguir la implementación de esta perspectiva, se invitó a autores
norteamericanos, como Caroline Ware78, T. R. Batten y Murray Ross79, quienes
generaron una base teórica para este enfoque que, tal y como había propuesto Naciones
Unidas, se propagó por los centros de formación y las universidades del continente
(Kisnermann, 1998). Así también, se puso en acción un contingente de profesionales
expertos en planificación, quienes debían implementar proyectos en las comunidades
(Pastor Seller, 2004b). Para efectuar estas acciones se contó con el apoyo económico
proveniente de fondos internacionales, lo que generó aún más sospecha entre quienes
criticaban esta perspectiva (Kruse, 1968; Kisnerman, 1983), en tiempos en los que se
comenzaba a gestar el proceso de reconceptualización de la profesión en Latinoamérica.
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Para Kisnermann, la Alianza para el Progreso apuntó a contrarrestar los efectos de la revolución cubana
de 1959 a través del "desarrollo de la comunidad" (1998, p. 51).
78
Caroline Ware, fue una trabajadora social de origen Norteamericano, a quien la Unión Panamericana editó
dos libros en Latinoamérica: Estudio de la Comunidad (1952) y Organización de la Comunidad para el
Desarrollo Social (1954) (Aguilar Idáñez, p. 183), la misma, tuvo una presencia importante en Chile
realizando talleres y capacitaciones en la década del sesenta (González, 2014).
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en la comunidad la capacidad de funcionar como una unidad respecto a sus necesidades, problemas y
objetivos comunes (Ross, 1967, p. 78; citado en Pastor Seller, 2004b, p. 147). Así también, afirmaba que
el proceso de desarrollo y organización de la comunidad implicaba un proceso doble: de planificación e
integración de la comunidad.
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Natalio Kisnermann acusa faltas en las consideraciones éticas de las intervenciones desplegadas, en las
omitió primero crear la convivencia social e invadió poblaciones con encuestas sin explicitar
objetivos, sin pedir autorización, creando falsas expectativas, sin devolver la información, sin focos
2013), sino más bien de profesionales de otras disciplinas de lo social, incluyendo a
pedagogos y economistas. Finalmente, el cambio planificado fue un cambio controlado,
permitir transformaciones en
p. 157).
De ahí, las voces críticas que se alzaron en las décadas de los sesenta y setenta en América
Latina a la implementación de este enfoque, observando en él un interés neocolonizador
y dominador, denunciando una ideología implícita que buscaba el control de la población
y la limitación de la capacitación de agencia a través de sus postulados.
El desarrollo de la comunidad pasó a ser una estrategia política, una respuesta paliativa al
subdesarrollo y un freno a los movimientos de liberación nacional, desarrollada primero
por los ingleses hacia sus colonias y luego adoptada y más elaborada por los
norteamericanos para afirmar su dominio económico en el mundo (Kisnermann, 199881, p.
41).
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La misma frase es acuñada por el autor en su libro Comunidad, 1981, p. 20.
82
Este proceso es iniciado por la generación del ´65, quienes se manifiestan en contra del metodologismo
aséptico, postulaban
genuinamente latinoamericano, es decir, capacitado para ser respuesta concreta a los desafíos que las
-
59).
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Se ha de destacar la influencia de las organizaciones creadas en esos años, las que se convirtieron en
actores protagónicos del proceso, como la Asociación Latinoamericana de Escuelas de Trabajo Social
(ALAETS), fundada en 1965, el Centro Latinoamericano de Trabajo Social (CELATS) creado en 1975, el
Instituto de Solidaridad Internacional (ISI), entre otras (Krusse, 1972; Parra, 2004).
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Hasta ese momento, los métodos tradicionales mantenían una secuencia lógica muy similar, que
consideraba fases de estudio, pronóstico, plan de acción, ejecución y evaluación, con diferencias que
radicaban en la especificidad de sus objetos de intervención. Así, se llegó a la conclusión de que el método
podía integrarse en uno solo, consolidándose el método básico (Barreix y Castillejos, 1997).
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Herman Krusse (1972) señala con sorpresa que, entre los autores y autoras de la reconceptualización no
había nadie que se dedicase a la teorización respecto del método de caso o la intervención individual.
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e negó el trabajo individual, por entenderse que los problemas
sociales no se resuelven individualmente, aislando a la persona de su familia, de sus otros grupos de
convivencia, de la comunidad. La práctica demostró que, si bien la problemática individual surge de un
todo mayor al que también afecta, no puede descartarse que algunas situaciones demandan ese trabajo
[En la reconceptualización los] profesionales buscaron dar respuesta a la situación de
subdesarrollo que vivían nuestros países, fundamentalmente aplicando el Método de
Organización y Desarrollo de la Comunidad, con un amplio consenso más allá de las
diversas posturas ideológicas de los mismos. La alternativa desarrollista se presentaba
como una posibilidad válida para dar respuesta a las manifestaciones de la cuestión social
en América Latina y las críticas, por cierto muy limitadas, se centraban en cuestionar la
metodología utilizada para implementar los planes de desarrollo antes que sus
fundamentos. Aunque desde la década de 1950, el Trabajo Social en general, y el
latinoamericano en particular, había comenzado a recibir la influencia del Trabajo Social
en su versión norteamericana, con un fuerte impulso a la planificación, el desarrollo de
comunidades y la formación de equipos técnicos y profesionales, la Generación del 65 trató
de diferenciarse de estas propuestas (Parra, 2004, p. 5).
En los mismos años (1963-1964), tanto Naciones Unidas como la CEPAL declaraban que
i
p. 44).
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A pesar de la afirmación, coincidimos con Ander-Egg (2003) respecto de que desarrollo de la comunidad
-49).
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Conocido también como el Método Integrado, Método Básico o Método Único.
organización de la comunidad y el desarrollo comunitario ya observado en la
reconceptualización- dando paso en los años siguientes, en el contexto del neoliberalismo,
a nuevas nomenclaturas que apelan a otros elementos, a otras estrategias de apoyo/control
de las poblaciones pobres, como los conceptos de empowerment89, y capital social (Arias,
2009). Sin embargo, poco a poco el desarrollo comunitario enfren
enfoque a nivel local, nacional y global (Ander-Egg, 2003). Es así como el desarrollo
comunitario, como estrategia nacional y global, dio paso al desarrollo local, en el que
iban a adquirir protagonismo las organizaciones no gubernamentales (Aguilar Idáñez,
2013).
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A pesar de que no es un concepto nuevo, en los últimos cuarenta años, este ha sido utilizado por las
agencias internacionales y de cooperación al desarrollo, como eje fundamental de apoyo a las comunidades
rurales, indígenas, y en los programas destinados a mujeres.