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Cultura y Deporte

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Los jóvenes en general son a menudo representados para el mundo como llenos de
ambiciones y esperanzas y, por lo tanto, son considerados importantes impulsores del
cambio cultural. El Fondo de Población de las Naciones Unidas describe así esta
expectativa hacia los jóvenes como forjadores de la cultura del futuro:
A medida que crecen hacia la adolescencia, los jóvenes desarrollan su identidad y se
convierten en individuos autónomos. Los jóvenes no comparten las experiencias y
recuerdos de los mayores. Desarrollan sus propias formas de percibir, apreciar, clasificar
y distinguir las cuestiones y los códigos, símbolos y lenguaje en el que expresarse. Las
respuestas de los jóvenes a los cambios del mundo, y sus formas únicas de explicar y
comunicar su experiencia, pueden ayudar a transformar sus culturas y sus sociedades
para hacer frente a los nuevos desafíos. … Su dinamismo puede cambiar algunos de los
aspectos más nocivos y arcaicos de sus culturas que las generaciones de mayor edad
consideran inmutables.1

El deporte es un elemento universal en todas las culturas y, por lo tanto, hemos optado
por incluirlo como un tema para Compass. El deporte es muy popular sobre todo entre
los jóvenes, las estadísticas muestran que el 61% de ellos entre 15 y 24 años participan
regularmente (al menos una vez a la semana) en las actividades deportivas en la UE2.
Otra razón por la que se incluye el deporte es que este proporciona a los jóvenes
oportunidades de interacción social a través de las cuales pueden desarrollar los
conocimientos, habilidades y actitudes necesarias para su plena participación en la
sociedad civil.
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No hay derechos humanos para la cultura y el deporte como tal –de la misma manera
que sí existe el derecho a la vida y al trabajo. Sin embargo, sí tenemos derecho a
disfrutar de la vida cultural y los derechos en el deporte ya que esto está relacionado
con los derechos a la educación y la salud.

¿Qué entendemos por “cultura”?


La palabra “cultura” se utiliza de muchas formas diferentes, por ejemplo cultura popular,
cultura de masas, cultura urbana, cultura feminista, cultura de las minorías, cultura
corporativa y, por último, pero no menos importante, la cultura juvenil. También
podemos hablar de una persona culta, lo cual se refiere a una persona que tiene buenos
modales y es educado formalmente en las tradiciones de la literatura y el arte, o de
choque cultural: la desorientación y frustración cuando una persona no está
familiarizada con la cultura. Ninguno de estos significados de la “cultura” es usualmente
tratado por los ministerios de cultura o de sus autoridades gubernamentales
equivalentes.

La palabra “cultura” viene del latín, “cultura” que significa “atender, guardia, cultivar,
labranza”. Por primera vez alrededor de 1500 CE la palabra comenzó a aparecer en el
sentido figurado de “el cultivo a través de la educación” y sólo a mitad del siglo XIX la
palabra se vinculó a las ideas sobre el colectivo de las costumbres y de las formas de vida
de distintas sociedades.4 Este es el significado de la cultura, patrones heredados de
significados compartidos y entendimientos comunes, que tratamos en esta sección.

Ninguna cultura es homogénea. Dentro de cada cultura, es posible identificar


“subculturas”: grupos de personas con distintas series de prácticas y comportamientos
que los separan de la cultura mayor y de otras subculturas. Es un término difícil de
definir y de dimensionar; las culturas están siempre en evolución y cambio.
Parafraseando a Heráclito “de no pisar dos veces en el mismo río, la cultura en la que
nos comunicamos hoy en día no es la misma en el que nos comunicamos ayer”. Sin
embargo, en los ojos y las percepciones, es realmente la misma.

Pregunta: ¿Qué nuevas ideas o tecnologías han cambiado su cultura en los últimos diez
años?

El Comité de la ONU sobre los Derechos Económicos, Sociales y Culturales define cultura
de la siguiente manera:
Cultura […] incluye, entre otras cosas, formas de vida, idioma, literatura oral y escrita, la
música y el canto, comunicación no verbal, la religión o creencias, ritos y ceremonias,
deportes y juegos, métodos de producción o tecnología, medios naturales y artificiales, la
comida, el vestido, la vivienda, las artes, las costumbres y las tradiciones a través de la
cual los individuos, grupos de individuos y comunidades expresan su humanidad y el
sentido que dan a su existencia, y construyen su visión del mundo representando su
encuentro con las fuerzas externas que afectan a sus vidas.5

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Algunos aspectos de la cultura son muy visibles, por ejemplo, la forma en que la gente
viste. Otros aspectos son en su mayor parte inconscientes, casi instintivos. Una manera
de pensar acerca de la cultura consiste en utilizar la metáfora de un iceberg. Un iceberg
tiene una parte visible por encima de la línea de flotación y una más grande, invisible a
continuación. De la misma manera, la cultura tiene algunos aspectos que se pueden ver
y de los que somos conscientes y otros aspectos que sólo pueden ser sospechados o
imaginados y alcanzados mediante el diálogo y la introspección. Así como la raíz del
iceberg es mucho más grande que la parte superior, la mayor parte de la cultura es
“invisible”. El riesgo es tomar la parte por el todo. Al centrarse en lo que es visible para
nosotros (y que se parece “comprender”) nos arriesgamos a perder lo esencial de las
personas, de los seres humanos.

Pregunta: ¿Qué aspectos de su cultura, en su comprensión, son invisibles a los ojos de


los demás?

Cultura es también la lente a través de la cual podemos ver e interpretar la vida y la


sociedad. La cultura se transmite de una generación a la siguiente, a la vez que incorpora
nuevos elementos y desecha otros. Debido a que hemos tomado gran parte de la
cultura que prevalece en la leche de nuestra madre es muy difícil ver nuestra propia
cultura de forma objetiva; solo parece ser normal y natural lo que en nuestra cultura se
siente “bien” y otras culturas con sus diferentes maneras de pensar y de hacer nos
parecen extrañas, incluso pueden ser erróneas.
Cultura también se explica como una construcción dinámica de la propia gente en
respuesta a sus necesidades. Pensemos por un momento en que en medio ambiente
ártico del norte de Suecia las personas se enfrentan a diferentes retos que las personas
que viven en las cálidas costas del Mediterráneo, por lo que han desarrollado diferentes
respuestas, diferentes formas de vida, de cultura.
Hoy en día, como resultado de la tecnología moderna y de la globalización, las dos
culturas tienen más en común que en el pasado, pero, sin embargo, todavía tienen
muchas diferencias, entre ellas distintas nociones de lo que significa ser europeo.
Quienes somos o creemos depende en gran medida de las culturas en las que se crece,
o que estamos expuestos a aceptar. Cada uno de nosotros, sin embargo, es también
único. Es la casualidad de donde hemos nacido lo que define inicialmente, por ejemplo,
los idiomas en los que aprendemos a hablar en primer lugar, la comida que nos gusta
más y la religión que seguimos, o no. La identidad, al igual que la cultura, es un concepto
complejo con partes por encima y por debajo de la línea de la conciencia que cambian
con el tiempo y la ubicación. Podemos hablar de identidad personal, de género, nacional,
cultural, étnica, de clase o identidad familiar, y de cualquier otro tipo de identidad.
Aceptar que la identidad es compleja, diversa y dinámica y a ser uno mismo, y al mismo
tiempo reconocer y aceptar los derechos de los demás a expresar sus propias
identidades es fundamental para la construcción de una cultura de los derechos
humanos, en la que todo el mundo es igualdad en derechos y respeto. Identidad es lo
que hace que cada uno de nosotros sea único. Sin embargo, esta singularidad no es la
misma en toda nuestra vida; es siempre cambiante.

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¿Qué entendemos por “deporte”?
Deporte y sobre todo juegos de equipo, son una parte importante de nuestras vidas, ya
seamos espectadores o participantes. Para muchos, el fútbol es una fuente inagotable de
conversación, los aficionados sienten una gran afinidad con su equipo, y los jugadores
estrella tienen la condición de héroes. La moda actual para que la gente quiere verse
bien, joven, atlético y saludable se manifiesta por el número de clubes de fitness que se
abren y la cantidad de revistas publicados sobre adelgazamiento, mientras que los
parques se llenan de corredores. Otras actividades que implican el ejercicio mental más
que físico, como el ajedrez, también se consideran deportes. Hay para todos los gustos y
temperamentos y, por lo tanto, el deporte puede estar realmente muy vinculado a
nuestra identidad y cultura en algún momento de nuestra vida.
Si nos fijamos más en el valor subyacente y el propósito de los deportes y los juegos, y
esto incluyen los juego de niños, se hace evidente que todos los deportes, ya sea fútbol,
lanzar piedras o yoga, se han desarrollado como medio de enseñanza de aptitudes
necesarias para la vida, el principal motivo por el que los deportes se consideran como
una parte importante de los planes de estudios, tanto formales como no formales.

Derechos culturales
En primer lugar los derechos culturales están consagrados en la Declaración Universal
de los Derechos Humanos, artículo 27:
Toda persona tiene derecho a participar libremente en la vida cultural de la comunidad,
a gozar de las artes y a participar en el progreso científico y sus beneficios.

La protección y promoción de los derechos culturales son importantes para el proceso


de capacitación de los individuos y de las comunidades. Tener sus derechos culturales
reconocidos ayuda a las comunidades a desarrollar su autoestima y motivación para
mantener sus tradiciones y a ser respetados por sus prácticas y valores.

De acuerdo a la Asociación de Educación en los Derechos Humanos, el derecho a la


cultura en el derecho internacional de los derechos humanos es esencialmente sobre la
celebración y la protección de la creatividad y las tradiciones de la humanidad. El derecho
de una persona al disfrute de la cultura y de promover esta y la ciencia sin interferencia
del estado es un derecho humano. En el derecho internacional de los derechos humanos
los gobiernos tienen también la obligación de promover y conservar las actividades los
objetos culturales, en especial los de valor universal. La cultura es abrumadoramente
aplaudida como positiva en la gran mayoría de los instrumentos de derechos humanos.
El derecho a la cultura incluye una variedad de componentes:
• El derecho a participar en la vida cultural.
• El derecho a gozar de los beneficios del progreso científico.
• El derecho de la persona a beneficiarse de la protección de los intereses morales y
materiales resultantes de las producciones científicas, literarias o artísticas de las que
sea autor.
• El derecho a estar libre de la interferencia del estado en actividades creativas o
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científicas.9
Otros aspectos de la cultura están también protegidos en la normativa internacional
sobre derechos humanos, por ejemplo, el derecho a contraer matrimonio y a fundar una
familia, a expresar la opinión libremente, a la educación, a recibir y difundir información,
al descanso y el esparcimiento, y el derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y
de religión.

Pregunta: ¿Qué otros derechos humanos están relacionados con la cultura?

En relación con los niños, la Convención sobre los Derechos del Niño estipula que la
educación de este deberá estar encaminada a “… el desarrollo de la personalidad del
niño, sus talentos y sus habilidades mentales y físicas hasta el máximo de sus
posibilidades”, y el artículo 31 se refiere al derecho al descanso y el esparcimiento, al
juego y a las actividades recreativas propias de la edad del niño. Los deportes y los
juegos son actividades esenciales para el desarrollo personal y social, el crecimiento y el
bienestar de los niños y los jóvenes.
En 1966, el Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales
(PIDESC) destacó la importancia de la cultura: “reconociendo que, de conformidad con la
Declaración Universal de los Derechos Humanos, el ideal del ser humano libre, liberado
del temor y de la miseria solo se puede conseguir si se crean condiciones que permitan a
cada persona gozar de sus derechos económicos, sociales y culturales, así como de sus
derechos civiles y políticos”.

Los principios de la UNESCO en la Cooperación Cultural Internacional (1966) también


afirman que la amplia difusión de la cultura y la educación de la humanidad, la libertad y
la paz son indispensables para la dignidad del hombre. Artículo I:
1. Cada cultura tiene una dignidad y un valor que deben ser respetados y protegidos.
2. Todos los pueblos tienen el derecho y el deber de desarrollar su cultura.
3. En su riqueza y diversidad, y por la influencia recíproca que ejercen unas sobre otras,
todas las culturas forman parte del patrimonio común de la humanidad.11

En 2007, la adopción de la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas 12 fue


un paso importante en la aclaración del concepto de cultura dentro de la legislación de
derechos humanos. Afirma que los pueblos indígenas son iguales a todos los demás, y
reconoce el derecho de todos los pueblos a ser diferentes, a considerarse a sí mismos
distintos y a ser respetados como tales, y también afirma que todos ellos contribuyen a
la diversidad y riqueza de las civilizaciones y culturas, que constituyen el patrimonio
común de la humanidad.

Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas

Artículo 8
1. Los pueblos y las personas indígenas tienen el derecho a no ser sometidos a la
asimilación forzada o la destrucción de su cultura.
2. Los estados deberán proporcionar mecanismos eficaces para la prevención y la

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reparación de:
(A) Cualquier acción que tenga por objeto o efecto privarlos de su integridad como
pueblos distintos o de sus valores culturales o identidades étnicas.

Artículo 11
1. Los pueblos indígenas tienen derecho a practicar y a revitalizar sus tradiciones y
costumbres culturales. Esto incluye el derecho a mantener, proteger y desarrollar el
pasado, el presente y el futuro de las manifestaciones de sus culturas, como lugares
arqueológicos e históricos, objetos, diseños, ceremonias, tecnologías y artes visuales y
escénicas y la literatura.

¿Pueden las prácticas culturales violar los derechos humanos?


Los principios de la UNESCO en la Cooperación Cultural Internacional afirman que cada
cultura tiene una dignidad y un valor que deben ser respetados y protegidos. ¿Qué
significa este principio en la práctica?
Prácticas como las corridas de toros, mostrar un apoyo fanático a un club de fútbol,
beber cerveza caliente, cazar ballenas o comer carne de caballo puede ser importante
para algunos, pero esas prácticas parecen tontas o incluso ofensivas para otros. Hay
otras prácticas que tienen consecuencias más serias sobre los derechos de las personas
y la dignidad humana, por ejemplo, el uso de la pena capital, las costumbres de ser
sexualmente activos (o no) antes del matrimonio, los símbolos religiosos, o los castigos
corporales de los niños.

Pregunta: ¿Deben ser respetadas todas las prácticas culturales?

La Organización de las Naciones Unidas tiene una postura clara con respecto a esta
cuestión: un derecho no puede ser usado para violar otro, como dice la Declaración
Universal de los Derechos Humanos:
[…] los derechos culturales no pueden ser invocados o interpretarse de tal manera que
justifiquen cualquier acto que conduzca a la negación o violación de otros derechos
humanos y libertades fundamentales. De esta forma, alegar el relativismo cultural como
una excusa para violar derechos humanos o para negarlos es un abuso del derecho a la
cultura.
No son legítimas, las limitaciones sustantivas de las prácticas culturales, incluso en
tradiciones bien arraigadas. Por ejemplo, ninguna cultura hoy puede reclamar
legítimamente el derecho a practicar la esclavitud. A pesar de su práctica en muchas
culturas a lo largo de la historia, hoy no puede ser considerada legítima y legal, o parte
de un legado cultural con derecho a algún modo de protección. Por el contrario, todas
las formas de esclavitud contemporánea, incluyendo las prácticas análogas, son una
violación flagrante de los derechos humanos en virtud del derecho internacional.
Del mismo modo, los derechos culturales no justifican la tortura, el asesinato, el
genocidio, la discriminación por motivos de sexo, raza, idioma o religión, o la violación de
cualquiera de los otros derechos humanos universales y las libertades fundamentales

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establecidas en el derecho internacional. Cualquier intento de justificar dichas
violaciones sobre la base de la cultura no tiene validez en virtud del derecho
internacional.13

Entre los peligros de hacer declaraciones irreflexivas sobre derechos culturales está el
hecho de que podemos caer en la trampa de etiquetar a las personas, “ponerlos en una
caja” de acuerdo a su cultura, y por lo tanto perpetuar los estereotipos y prejuicios. Es
muy típico de los representantes de la cultura mayoritaria considerar todas las opciones,
las acciones o decisiones de los miembros de un grupo minoritario como algo
relacionado con la cultura, mientras que consideran que en sus propias acciones,
opciones o decisiones no influye en absoluto la cultura, sino que son “objetivas”.

La diversidad cultural es una consecuencia natural de la combinación de la dignidad


humana y los derechos humanos en su totalidad. Estos garantizan la libertad de
pensamiento, religión, creencias, expresiones culturales, educación, y así sucesivamente.
De la misma manera que el poder de las mayorías no se puede utilizar para suprimir los
derechos humanos de las minorías, los derechos culturales de este colectivo no pueden
utilizarse para justificar las violaciones de los derechos humanos, perpetrados por las
minorías o las mayorías. La diversidad debe producirse en el marco de los derechos
humanos y no utilizarse como motivo de discriminación. La diversidad sólo es posible en
condiciones de dignidad, donde la igualdad ha de convivir con la diversidad.

Deportes y derechos humanos


Pierre de Coubertin, “padre” de los Juegos Olímpicos de la era moderna, creía que los
eventos deportivos en general y particularmente los internacionales son herramientas
importantes para la promoción de los derechos humanos: “El deporte debe tener la
función explícita de fomento activo de la paz y la comprensión internacional en un
espíritu de respeto mutuo entre personas de diferentes orígenes, ideologías y credos.”

Ninguna de las declaraciones de derechos humanos o pactos internacionales contiene


una mención específica al deporte. No obstante, el Comité Olímpico Internacional (COI)
señaló en su Carta Olímpica que la “práctica del deporte es un derecho humano. Cada
individuo debe tener la posibilidad de practicar deporte, sin discriminación de ningún
tipo y en el espíritu de los Juegos Olímpicos”.15

La participación en el deporte puede promover los derechos humanos a través de la


generación de intereses y valores compartidos y la enseñanza de habilidades sociales
que son necesarias para una ciudadanía democrática. El deporte mejora la vida social y
cultural porque acerca a personas y comunidades. Los deportes pueden ayudar a
superar las diferencias y fomentar el diálogo, y así ayuda a romper los prejuicios, los
estereotipos, las diferencias culturales, la ignorancia, la intolerancia y la discriminación.

El deporte se utiliza a menudo como un primer paso para grupos vulnerables y


marginados. El fútbol en la calle se utiliza en muchas zonas del centro de la ciudad como
una manera para que los trabajadores juveniles se pongan en contacto con jóvenes
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marginados. La Homeless World Cup es un torneo internacional de fútbol donde los
equipos están formados al completo por personas sin hogar. El evento se ha celebrado
anualmente desde 2003. En el sitio web oficial de la organización podemos leer que “… la
investigación sobre el impacto de la Homeless World Cup Copenhague 2007 demuestra
una vez más cambios significativos en las vidas de los protagonistas – el 71% de los
jugadores dejó las drogas y el alcohol y accedió a puestos de trabajo, hogares, formación,
educación, reconstruyó relaciones y todos quieren seguir jugando al fútbol”.16

Los deportistas como ejemplo


Los deportistas suelen ser admirados por su condición, sus logros, y a veces por su
inspiradora trayectoria hacia el éxito. Muchos jóvenes les siguen por sus esfuerzos en la
lucha por la justicia social y los derechos humanos. Por ejemplo, Lilian Thuram es el
jugador más laureado en la historia de la selección nacional francesa de fútbol y
conocido por su lucha contra el racismo y la defensa de los jóvenes. Eric Cantona es
también un famoso ex-futbolista. Venía de una familia de inmigrantes pobres y ahora es
conocido por sus acciones y por su apoyo a las personas sin hogar.

La ONU se basa en algunas destacadas personalidades del mundo del arte, la música, el
cine, la literatura y el deporte para llamar la atención sobre sus actividades y promover la
misión de la organización. Ejemplos de ellos son los siguientes: el futbolista Leo Messi,
Embajador de Buena Voluntad de UNICEF; la estrella del tenis Maria Sharapova,
Embajadora de Buena Voluntad del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
(PNUD) y la cantante Celine Dion, Artista para la Paz de la UNESCO.17

Deporte sin fronteras18

Deporte sin fronteras es una organización sin ánimo de lucro iniciada por un grupo de
atletas de una variedad de deportes. Está comprometida con defender el derecho a
jugar y participar en los deportes de todos los niños; independientemente de la
condición socioeconómica o del contexto en el que vivan, deben tener derecho a jugar y
a participar en el deporte.
Promueve la educación a través del deporte, trabaja con las poblaciones en situación de
riesgo, contribuyendo así a la lucha contra la desigualdad. Su lema es “La solidaridad es
principalmente un deporte colectivo”.
www.playthegame.org

Las violaciones de los derechos humanos relacionadas con los


deportes
El uso de drogas para mejorar el rendimiento es probablemente el abuso más conocido
de la dignidad y la salud humana. También hay temas polémicos respecto al tratamiento
hormonal y las pruebas de sexo a las mujeres atletas que tienen que ver con el respeto a
la dignidad humana y el derecho a la intimidad. Los patrocinadores pueden explotar a
los deportistas y los padres ambiciosos pueden hacer lo mismo con los niños que
demuestren una capacidad precoz. El entrenamiento intensivo y la presión de competir
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pueden conducir a lesiones deportivas y poner en riesgo el bienestar mental.
Los deportes no siempre son incluyentes y, a menudo, hay elementos de discriminación
contra la mujer, las minorías religiosas o culturales u otros grupos en el acceso a
instalaciones deportivas, por ejemplo, o las clases de fútbol ofrecidas solo para niños en
la escuela. Las presiones e intereses comerciales pueden conducir a violaciones de los
derechos humanos que atentan contra la dignidad y el respeto por los demás. Por
ejemplo, algunos jugadores aceptan sobornos por cometer “fallos profesionales” en
partidos de fútbol o para amañar partidos de cricket.
Algunos abusos de derechos humanos están asociados con la globalización de la
industria de los artículos deportivos. Por ejemplo, la ropa y los proveedores de equipos
han sido objeto de críticas por la contratación en las fábricas donde se utiliza mano de
obra infantil.

Pregunta: ¿Son todos los deportes igualmente accesibles a todos los jóvenes?

El reto más común en materia de derechos humanos relacionados con el deporte es el


de la igualdad y la no discriminación.
El ejercicio efectivo de la igualdad en el acceso a las instalaciones deportivas se enfrenta
a varios desafíos: la existencia de instalaciones deportivas, poder acceder a ellas y poder
pagarlas, ser admitido en los clubes e instalaciones deportivas y así sucesivamente. A
pesar de la reconocida función integradora del deporte, en la mayoría de los países a
muchos de los jóvenes se les priva del acceso a él.

Deporte y política
El deporte se ha utilizado durante mucho tiempo como un medio pacífico de acción
política contra la injusticia. Durante la época del apartheid, muchos países se negaron a
tener relaciones deportivas con Sudáfrica y esto contribuyó al cambio político en ese
país. En 1992, la República Federal de Yugoslavia fue sustituida por Dinamarca en el
Campeonato Europeo de Fútbol UEFA debido al estado de guerra entre repúblicas de la
ex Yugoslavia.
Sin embargo, el deporte también puede ser utilizado con fines políticos o nacionalistas.
Por ejemplo, en los Juegos Olímpicos de Munich 1972, ocho terroristas palestinos
invadieron la sede del equipo israelí para tomar rehenes. Dos de los deportistas
murieron en la pelea, y nueve rehenes fueron asesinados tras un fallido intento de
rescate de la policía alemana. Los Juegos Olímpicos, en particular, han sido usados
durante mucho tiempo como foro por los países para hacer declaraciones políticas. Por
ejemplo, los Estados Unidos de América junto con otros 65 países boicotearon los juegos
de Moscú de 1980 debido a la invasión soviética de Afganistán. La Unión Soviética y
quince de sus aliados boicotearon los siguientes juegos de Los Ángeles en 1984 por
razones de seguridad y el temor a la solicitud y concesión de asilo político. Más
recientemente, la elección de Beijing para los Juegos Olímpicos de 2008 fue objeto de
críticas debido a la falta de democracia y las violaciones de los derechos humanos.

Deporte y racismo
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El racismo en esta área puede afectar a todos los deportes, puede manifestarse en
varios niveles, en el deporte aficionado, a nivel institucional, a nivel internacional, así
como en los medios de comunicación. Puede ocurrir a nivel local en particular, pero no
exclusivamente, en la interacción (por razones reales o imaginadas de color, religión,
nacionalidad u origen étnico) entre o contra los jugadores, equipos, entrenadores y
espectadores y también contra los árbitros.
La responsabilidad de la lucha contra el racismo en el deporte es de todos, incluidas las
autoridades públicas (encargados de elaborar las leyes, los tribunales, la policía, los
organismos gubernamentales encargados del deporte y las autoridades locales),
organizaciones no gubernamentales (las asociaciones deportivas nacionales
profesionales y aficionadas, clubes, asociaciones deportivas, clubes de seguidores,
organizaciones de jugadores, asociaciones de lucha contra el racismo, etc.) y las
personas.

Mondiali Antirazzisti

Es un torneo internacional de fútbol y un gran festival de lucha contra el racismo, que se


celebra cada año cerca de Bologna, Italia. El programa está abierto a grupos de hinchas,
a organizaciones que se oponen al racismo, a las asociaciones de inmigrantes, grupos de
jóvenes, y a todo el que disfruta jugando al fútbol. El torneo no es competitivo y tiene
como objetivo reunir a la gente. Además de los partidos, se organizan muchas otras
actividades, como charlas, talleres, proyecciones de cine, conciertos, etc.
http://www.mondialiantirazzisti.org

Pregunta: ¿Debe prohibirse a un hincha supuestamente violento viajar a otro país para
asistir a un partido? ¿Que hay de su derecho a la libertad de circulación?

Cultura y jóvenes
A menudo generalizamos y hablamos de la cultura de un determinado país y pasamos
por alto el hecho de que la cultura es pluralista. De manera similar, sería engañoso
hablar de cultura de la juventud como una construcción homogénea. En Europa, los
cambios sociales y económicos que han tenido lugar desde la Segunda Guerra Mundial
han propiciado la aparición de las subculturas juveniles. Los jóvenes, con sus propias
necesidades, conocimientos, principios, prácticas, intereses, comportamientos y sueños,
renuevan la cultura en la que crecen y la hacen suya, algunos abrazándola totalmente y
otros rechazándola.

El acceso y la participación en actividades culturales pueden ser un factor de cohesión,


de integración y de promoción de una ciudadanía activa. Por lo tanto, es importante que
los jóvenes tengan “acceso a la cultura”, ya sea como consumidores, por ejemplo, con
respecto a las bibliotecas, los museos, la ópera o los partidos de fútbol o, como
productores, por ejemplo, de música y películas de video o como participantes activos en
el baile o los deportes.

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Pregunta: ¿Tienen todos los ciudadanos de su país igual acceso a la participación en la
vida cultural de la sociedad?

Se puede facilitar el acceso de los jóvenes a la cultura de varias formas, por ejemplo a
través de precios subvencionados, pases de temporada, disminución del precio de las
suscripciones, o el libre acceso a los museos, galerías de arte, óperas, obras de teatro y
conciertos de orquesta sinfónica. También se alienta el acceso a través de programas de
educación y actividades de ocio, por ejemplo, subvenciones a grupos de teatro juvenil y
apoyos a los clubes juveniles, centros comunitarios, casas de la juventud y cultura.
La Carta Europea sobre la participación de los jóvenes en la vida local y regional
recomienda a las autoridades locales y regionales el “apoyo organizado a las actividades
socio-culturales, a las asociaciones y organizaciones juveniles, grupos de jóvenes y
centros comunitarios, que, junto con la familia y la escuela o el trabajo, son uno de los
pilares de la cohesión social en el municipio o en la región; estos son medios ideales
para la participación juvenil y para la aplicación de las políticas de juventud en los
campos del deporte, la cultura, la artesanía artística y otras formas de creación y
expresión, así como en el ámbito de la acción social”.
De acuerdo con esta Carta, la participación social y la participación cultural están
entrelazadas. La mayoría de las organizaciones juveniles desarrollan sus actividades en
este espíritu. Pueden o no tener cultura o deporte como su primer objetivo, pero existen
para promover el bienestar de los jóvenes que no pueden llevarse a cabo sin un
componente social, cultural y deportivo. Algunas organizaciones juveniles abordan
directamente las formas de participar en la vida cultural y el intercambio intercultural
(como la Federación Europea para el aprendizaje intercultural, la Juventud para el
intercambio y la comprensión, o el Consejo Ecuménico de la juventud en Europa); otras
tienen un interés más directo por el deporte, como la Asociación Cultural y Deportiva o la
Organización No Gubernamental del Deporte Europeo. Todas ellas, especialmente
muchas pequeñas y grandes organizaciones activas a nivel local, ofrecen oportunidades
para que los jóvenes sean protagonistas en la vida social y cultural, y esto significa
mucho más que ser consumidores de ofertas culturales realizadas por otras personas.

La labor del Consejo de Europa

Convenio Cultural Europeo19


Este Convenio del Consejo de Europa data de 1954. “La finalidad de este Convenio es
fomentar el entendimiento mutuo entre los pueblos de Europa y el recíproco
reconocimiento de la diversidad cultural, para garantizar la cultura europea, a fin de
promover las contribuciones nacionales al patrimonio común cultural de Europa
respetando los mismos valores fundamentales y fomentando en particular el estudio de
los idiomas, la historia y la civilización de los Estados miembros de la Convención. La
Convención contribuye a la acción concertada en el fomento de las actividades culturales
de interés europeo”.

Libro Blanco sobre el Diálogo Intercultural


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En 2008, los ministros del Consejo de Europa pusieron en marcha el Libro Blanco sobre
el Diálogo Intercultural, “vivir juntos como iguales en dignidad”. En el Consejo de Europa
el diálogo intercultural es visto como un medio de promover el conocimiento, el
entendimiento, la reconciliación y la tolerancia, así como prevenir los conflictos y
garantizar la integración y la cohesión de la sociedad.
El Libro Blanco presenta diferentes orientaciones para la promoción del diálogo
intercultural, el respeto mutuo y la comprensión, basadas en los valores fundamentales
del Consejo de Europa. Los ministros destacaron la importancia de garantizar una
adecuada visibilidad del Libro Blanco, y pidieron al Consejo de Europa y a sus Estados
miembros, así como a otros interesados, dar un adecuado seguimiento a sus
recomendaciones.

El Convenio europeo contra el dopaje


El Convenio Europeo contra el dopaje es el instrumento jurídico de referencia
internacional en la lucha contra el dopaje. Se abrió a la firma en 1989 y hasta la fecha 51
países lo han ratificado. El Convenio establece una serie de normas y reglamentos que
obligan a las partes a adoptar medidas legislativas, financieras, técnicas, educativas y de
otro tipo para luchar contra el dopaje en el deporte.

Convenio europeo sobre la violencia de los espectadores


El objetivo de este Convenio es prevenir y controlar la violencia e irrupciones de los
espectadores, así como garantizar la seguridad de estos en los eventos deportivos. El
Convenio ha sido ratificado por 41 estados. Se refiere a todos los deportes en general,
pero al fútbol en particular. Los estados se comprometen a tomar medidas prácticas
para prevenir y controlar la violencia. También establece medidas para identificar y
enjuiciar a los delincuentes.

Los Juegos Paralímpicos

Los Juegos Paralímpicos son una competición deportiva para personas con discapacidad,
entre ellas los amputados, las personas con problemas de visión, los parapléjicos y las
personas con parálisis cerebral. Los Juegos Paralímpicos se crearon en 1948 y desde
1952 han sido organizados en los años de los Juegos Olímpicos. Los Juegos Paralímpicos
de Invierno se celebraron por primera vez en 1976. La primera vez que tuvieron lugar
realmente en paralelo con los Juegos Olímpicos fue en 1988 en Seúl, Corea del Sur,
donde los atletas paralímpicos tuvieron una aldea y utilizaron las instalaciones de
competición olímpicas. Los Juegos Paralímpicos son reconocidos y apoyados por el
Comité Olímpico Internacional (COI) y se rigen por el Comité Paralímpico Internacional
(IPC).

Hacia una cultura de los derechos humanos

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A pesar de que todos nos comunicamos de diversas formas y grados en las diversas
culturas y “subculturas”, también somos, en primer lugar, los seres humanos y, en ese
sentido, actores y protagonistas de la cultura más universal, la cultura de los derechos
humanos. Esta es una cultura en la que los seres humanos sabemos y respetamos los
derechos propios, así como los derechos de los demás, somos responsables de la
dignidad individual y la dignidad de los demás y actuamos cada día de una manera
coherente con los principios de los derechos humanos.
No se trata de crear una nueva cultura, una nueva ideología o filosofía, sino de apoyar
todas las culturas para incorporar en su legislación, en los sistemas políticos y en las
prácticas culturales los principios relativos a los derechos humanos. Quizá sea una
buena manera de comenzar a ver el mundo que te rodea a través de la lente de los
derechos humanos y actuar en consecuencia.23 Por esto la protección y promoción estos
no es una especificidad de una determinada cultura, religión o etnia: es lo que debe
unirnos a todos en nuestras diferentes filiaciones e identidades culturales.

Notas finales
1 “La generación del cambio, los jóvenes y la cultura”, suplemento juvenil del UNFPA
Estado de la población mundial, 2008:
www.unfpa.org/webdav/site/global/shared/documents/publications/2008/swp_youth_08
_eng.pdf
2 ec.europa.eu/public_opinion/archives/ebs/ebs_334_fr.pdf
3 Aime Cesair Martiniquen, escritor, hablando ante el Congreso Mundial de escritores y
de los artistas negros en París: www.wsu.edu/gened/learn-
modules/top_culture/quotations-on-culture
4 Etimología el diccionario en línea: www.etymonline.com/index.php?term=culture
5 Observación General n.º 21 al artículo 15, párrafo 1, inciso a), del Pacto Internacional
de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, Comité de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales, 2009
6 T-Kit Training Essentials, el Consejo de Europa y la Comisión Europea, 2002:
www.youth.partnership-eu.coe.int/youth-partnership/publications/T-kits/6/Tkit_6_FR
7 Carta Europea del Deporte, Consejo de Europa, 1993
8 Asociados en la Educación en Derechos Humanos: www.hrea.org/index.php?
base_id=157
9 www.un.org/en/documents/udhr/
10 Círculo de derechos, Centro de Recursos de Derechos Humanos, en la sección 5 del
módulo 17:: www1.umn.edu/humanrts/edumat/IHRIP/circle/modules/module17.htm
11 portal.unesco.org/en/ev.php-
URL_ID=13147&URL_DO=DO_PRINTPAGE&URL_SECTION=201.html
12 www.un.org/esa/socdev/unpfii/documents/DRIPS_en.pdf
13 Ayton-Shenker Diana, “El desafío de los derechos humanos”, Departamento de
Información Pública de las Naciones Unidas DPI/ 1627/HR 1995:
www.un.org/rights/dpi1627e.htm
14 Amin Maalouf, en nombre de la identidad: la violencia y la necesidad de pertenecer,
New York: Arcade Publishing 2000.
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15 Carta Olímpica, el Comité Olímpico Internacional, 2011:
www.olympic.org/Documents/olympic_charter_en.pdf
16 Para obtener más información, consulte: www.homelessworldcup.org/
17 Ver más listas extensas de www.un.org/sg/mop/gwa.shtml y
http://portal.unesco.org/en/ev.php-
URL_ID=4049&URL_DO=DO_TOPIC&URL_SECTION=201.html
18 Para obtener más información, consulte: www.sportsansfrontieres.org
19 conventions.coe.int/Treaty/Commun/QueVoulezVous.asp?NT=018&CL=FRE&NT=018
20
www.coe.int/t/dg4/intercultural/Source/Pub_White_Paper/White%20Paper_final_revised_
FR.pdf
21 http://conventions.coe.int/Treaty/Commun/QueVoulezVous.asp?CL=FRE&NT=135
22 http://conventions.coe.int/Treaty/Commun/QueVoulezVous.asp?CL=FRE&NT=120
23 Interesante debate en torno a esta cuestión en la enseñanza de los Derechos
Humanos Asociados al foro: www.hrea.org/lists/hr-education/markup/msg01188.html

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