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A LOS QUE NO PUDIERON CONTEMPLAR TANTA HERMOSURA

*A los que no pudieron contemplar tanta hermosura, la bóveda celeste acariciando la frontera,
el celo de la noche, la miel del sol tardío, previa al frío que visita cuando nacen las estrellas.

A los que no quisieron detenerse a respirar y abandonar el ro lde las ratas a la carrera, del
alienado que le tiene pánico al peligro de perder las manos si le sueltan las cadenas.

A los que no comprenden un llanto de alegría y no aprendieron a perder anets d léxito, para
los niños problemáticos que no encuentran el hueco de su indómita inquietud de buscar
siempre en lo inédito.

Dedico un réquiem a ese muerto en vida, al que no ve la salida en un mundo que es un


laberinto errante, al participante de un concurso que detesta por un premio que no entiende y
odia cuanto más lo mira.

Quiero reflejar la belleza en la pantomima, ser la oda, la ironía en este chiste que es la vida,
quiero ser indecoroso dentro de mis reflexiones para así exteriorizar nuevos tipos de narrativa.

Miento? Si entro a clase de pintura, reformaré la física para ejercer la arquitectura, cambiaré
los vientos para que choquen las olas contra el dique que contiene lo moralmente correcto.

No lo siento si tu vida es dura y solo celebras el día de Ashura del imán Husein, pues las
desgracias no van unidas a la amargura, o eso diría un personaje de los libros de Mark Twain.

*Enamorarse del defecto de las llagas, subirme al tren del pensamiento antes de bajar unas
bragas, envidiar la moraleja del amanecer por mi apego al envejecer de los cuentos de hadas.

Exhalar bolas de humo con figuras deformadas, humor intermitente o música desafinada.
Sentirme un ermitaño, un rodeado por la gente porque no entiendo que mis problemas no
significan nada.

El mundo seguirá girando al margen del ser humano, un árbol en el bosque sonará al ser
derrumbado y veremos la hermosura en el momento que entendamos que no hay dueños de
la tierra sino artistas invitados.

*Un vagabundo que no te deja indiferente, una ambulancia a 120 transcurriendo por
poblados, una familia de okupas en un bloque abandonado o un enfermo de cáncer que no se
aparta de su gente.

Somos poesía en prosa en un papiro endeble, jeroglíficos tallados en las más tenaces rocas,
castillos en las nubes con terror en las alturas o alpinistas kamikazes por desafiar a la muerte

Somos comedia de mal gusto, una babilonia injusta, un caballo que corre atizándose a sí
mismo con la fusta, un autismo displicente que acude en auxilio dependiendo de quién es
quien pide ayuda.

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