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Capítulo I

Conceptos básicos: el Jesús real y el Jesús histórico

El Jesús histórico no es el Jesús real. El Jesús real no es el Jesús histórico.

El Jesús real

Por real nos referimos a:

1) No a la realidad total, a todo lo que pensó, sintió, experimentó, hizo y dijo.


2) Lo que se lora alcanzar es un retrato y un historial “razonablemente completos”.
3) En Jesús no está al alcance lo razonablemente completo, ni es conocido ni se puede conocer;
ni jamás intentaron recogerlo quien lo tuvo al alcance.
4) Cuanto más atrás se va en la historia, más pobres se vuelven las fuentes a las cuales
podemos recurrir. Lo que realmente ocurre en la historia tiene unas dimensiones mayores
que la historia que sobre ello es capaz de recobrar el historiador.
5) La mayoría de personajes de la historia antigua simplemente no son hoy accesibles para
nosotros mediante investigación histórica, ni jamás lo serán; aunque en comparación con
otros, es sorprendente lo que sabemos de Jesús.

En conclusión, no podemos conocer al Jesús “real” mediante investigación histórica, ni siquiera un


retrato biográfico razonablemente completo. Si podemos conocer al Jesús Histórico.

El Jesús Histórico

Por el Jesús de la historia se entiende el Jesús que podemos “recobrar” y examinar utilizando los
medios científicos de la moderna investigación histórica: es, por tanto, una abstracción y
construcción moderna.

Tenemos acceso a fragmentos de un mosaico, un judío marginal de una provincia marginal situada
en el extremo oriental del Imperio romano, no dejó escritos propios (como hizo Cicerón), ni
monumentos arqueológicos u objetos (como hizo Augusto), ni nada que venga de él sin
intermediarios. Un momento de reflexión sobre estos hechos escuetos deja claro por qué el Jesús
histórico no es el Jesús real, y viceversa. El Jesús histórico puede darnos fragmentos de la persona
«real», pero nada más. Por eso los dos términos, "Jesús real" y "Jesús histórico", son relativamente
claros y distintos.

“Historisch” y “geschichtlich”

Aclaremos los términos alemanes y presentemos por que no adecuarse a ellos.

Historisch: remite al contenido estricto del conocimiento sobre el pasado de modo que el
historiador renuncia a toda posible relevancia o influjo en el presente y a la búsqueda de un
significado.

“Geschichtlich”: refiere al pasado como algo que tiene significado y que supone para el hombre de
hoy un reto, un compromiso, una incitación a pensar.

Se rechazan por:
1) Ambigüedad, cambian de acuerdo al autor.
2) Lleva una carga de cuestiones teológicas e ideológicas.
3) Desdoblar los termino no resuelve la compleja situación.
4) Definible en teoría, inútil en el mundo real.

Un punto más es la distinción que hace Norman Perrin:

1) Conocimiento histórico descriptivo, sólido, nivel del Historisch.


2) Conocimiento histórico, cuyos aspectos podrían ser hoy importantes para nosotros, nivel
del Geschichtlich.
3) Conocimiento por la fe de Jesús como Señor y Cristo, nivel exclusivo de Jesús, no atribuible
a ningún otro personaje.

Nuestra búsqueda del Jesús Historisch, contiene interés por el geschichtlich. Pero debemos poner
totalmente al margen el tercer nivel de Perrin. Nos centramos en el Jesús de la historia, sin perder
de vista que en la práctica no se separa del de la fe, uno desemboca en el otro.

El Jesús de la Historia no es el Jesús real, sino una reconstrucción hipotética y fragmentaria de él con
los medios de investigación modernos.

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