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Roberto Cabrera
Roberto Cabrera fue un pintor, escultor, grabador, crítico de arte y ensayista guatemalteco. Fundó
junto con Marco Antonio Quiroa y Élmar Rojas el grupo artístico Vértebra. Su obra ha sido
exhibida tanto en Guatemala como en el extranjero.
Cabrera nació en Guatemala y estudió en la Escuela Nacional de Artes Plásticas a mediados de la
década de los cincuenta (Díaz Castillo, 2010).
Fundó el estudio-taller Cabrera, donde realizó una
labor de impulso y desarrollo de las artes plásticas
en el país. Fue uno de los más destacados artistas de
la Generación de 1960. Representó a Guatemala en
diferentes eventos internacionales y también fundó
junto con Marco Antonio Quiroa y Élmar
Rojas el Grupo Vértebra.
Trabajó también como docente, dando clases de
artes plásticas en Guatemala y Costa Rica (Díaz
Castillo, 2010).
Experimentó con la técnica matérica, el collage y
otros tipos de innovaciones plásticas. Su estilo era
figurativo abstracto y sus técnicas se centraban en el óleo, tinta, matérico, grabado, xilografía,
aguatina, aguafuerte y litografía. En cuanto a sus temas, se incluían la figura humana, bodegón,
temas sociales, históricos y de libre creatividad.
Manolo Gallardo
Manolo Gallardo (Guatemala, 10 de junio de 1936-), es un pintor, escultor, dibujante y retratista
que ha destacado dentro del arte guatemalteco. Su pintura, de impecable técnica académica pero de
elegante soltura, abarca desde el retrato hasta el surrealismo, pasando por la interpretación de
diversos temas históricos, mitológicos, folclóricos y políticos. Ha recibido más de 50 premios en su
carrera por su trayectoria, incluyendo la Orden del Quetzal en 1995 y el grado de Emeritissimum de
la Universidad de San Carlos de Guatemala .
VIDA
Gallardo nació el 10 de junio de 1936 (Manolo Gallardo, s.f.).
El pintor estudió en la Escuela Nacional de Artes Plásticas, a mediados de la década de 1950. De
1957 a 1965 estudió alternadamente pintura y escultura, incluída la fundición de bronce en España,
en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Academia Artium y la de Eduardo Peña .
Su estilo era básicamente realista y surrealista. Sus técnicas principales eran el oleo, lápiz, crayón y
carboncillo. En escultura, modelado en barro y fundición en bronce. Sus temas eran la figura
humana, bodegón, paisaje, retrato y la libre creatividad.
Participó en más de 100 exposiciones personales y colectivas, entre ellas, la del Museo Regional de
Chiapas -en México-, El Museo del Vaticano en Roma -Italia-, Expo 92 en Sevilla y Casa Do Brasil
en Madrid -España-, entre muchas otras .
Gallardo también ha dedicado parte de su tiempo a la docencia, en la Escuela Nacional de Artes
Plásticas de Guatemala, en la Facultad de Humanidades de la Universidad de San Carlos de
Guatemala y en la Academia Gallardo de Guatemala (Díaz, 2010).
DISTINCIONES Y RECONOCIMIENTOS
Desde 1954 hasta la fecha, Gallardo ha recibido más de 50 reconocimientos nacionales e
internacionales. En 1995 recibió la Orden del Quetzal en grado de Gran Oficial. En el año 2000
obtuvo el premio Meritorio Plástica, Arco Iris Maya y en el 2002 obtuvo el grado de Emeritissimum
Universidad de San Carlos de Guatemala. Sin embargo, dentro de su hoja de vida se encuentran
docenas más de reconocimientos.
Carlos Mérida
Carlos Mérida (Guatemala 1891- México 1984) es uno de los pintores más trascendentes de los que
han visto la luz en Guatemala. Criado en un ambiente familiar donde la cultura era importante, a
muy corta edad comenzó a adquirir conocimientos artísticos, especialmente de música y de pintura,
campos que le atraían mucho. Después que una sordera parcial le imposibilito su deseo de ser
músico, decidió, siendo aún muy joven, dedicarse a la pintura. Desde sus inicios como pintor logró
capturar escenas propias del folclore Guatemalteco; sin embargo, en estas ya se notaba la influencia
de las escuelas y técnicas europeas de su tiempo, con las cuales entró en contacto gracias a una larga
estadía en Europa.
Ahí, Mérida fue testigo de la transición del impresionismo al cubismo, y vivió plenamente la gran
revolución del arte moderno. Esta primera etapa es muy significativa, no por su obra en sí, sino
porque es la época donde redescubre, a partir de su conocimiento con otras sociedades, las
diferentes expresiones culturales de su Guatemala natal, presencia decisiva hasta los últimos años
de su labor artística. En su obra posterior, existe un constante juego de líneas geométricas, que da
como resultado la abstracción de la naturaleza. Los conjuntos se ven enriquecidos por el uso de
colores intensos, clara reminiscencia de los güipiles indígenas que dota a sus composiciones de una
armonía muy especial. A simple vista los cuadros de Mérida parecen complejos, las figuras se
entrelazan o estallan en colores o nuevas figuras, a las cuales no siempre se les encuentra
correspondencia con objetos o seres reales, pero la intención es muy simple: la composición de la
pintura es la forma expresiva de la misma. El artista ha eliminado todas las formas y elementos
complejos de la naturaleza y nos entrega una obra inundada de un lenguaje visual simplificado,
renovado, y accesible si se usa la emoción más que la lógica. Se puede percibir también una gran
influencia musical, la repetición de líneas y colores recuerda los sonidos emitidos por instrumentos
de percusión convirtiéndolo en un elemento muy importante en toda su obra. El mismo Mérida
reconocía tal tendencia, ya que alguna vez escribió: "Siempre se encontrará en mi pintura una
fuente, un origen vital... asociaciones remotas o sentimientos musicales que vienen desde muy
lejos."