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ÍNDICE

RESUMEN ......................................................................................................... 4
CAPITULO I ....................................................................................................... 5
PREAMBULO ..................................................................................................... 5
1.1. DERECHO ANTIGUO .............................................................................. 5
1.2. DERECHO MEDIEVAL ............................................................................ 6
1.3. DERECHO MODERNO ............................................................................ 6
1.4. DERECHO CONTEMPORÁNEO ............................................................. 6
1.5. DENTRO DE LA LEGISLACIÓN NACIONAL ........................................... 7
CAPITULO II .................................................................................................... 10
DEFINICIÓN..................................................................................................... 10
2.1. DEFINICION DE SEPARACION DE CUERPOS .................................... 10
2.2. DIFERENCIA FUNDAMENTAL ENTRE SEPARACIÓN DE CUERPOS Y
DIVORCIO........................................................................................................ 13
CAPITULO III ................................................................................................... 16
EFECTOS Y FINES DE LA SEPARACIÓN DE CUERPOS ............................. 16
3.1. EFECTOS DE LA SEPARACIÓN DE CUERPOS .................................. 16
3.2. FIN DE LA SEPARACIÓN DE CUERPOS ............................................. 18
CAPITULO IV ................................................................................................... 20
CAUSALES DE SEPARACIÓN DE CUERPOS ............................................... 20
4.1. EL ADULTERIO...................................................................................... 25
4.2.
LA VIOLENCIA FÍSICA O PSICOLÓGICA, QUE EL JUEZ APRECIA
RÁ SEGÚN LAS CIRCUNSTANCIAS ........................................................... 27
4.3. EL ATENTADO CONTRA LA VIDA DEL CÓNYUGE ............................. 29
4.4.
LA INJURIA GRAVE, QUE HAGA INSOPORTABLE LA VIDA EN COMÚ
N 30
4.5.
EL ABANDONO INJUSTIFICADO DE LA CASA CONYUGAL POR MÁS
DE DOS AÑOS CONTINUOS O CUANDO LA DURACIÓN SUMADA DE LOS
PERÍODOS DE ABANDONO EXCEDA A ESTE PLAZO. ................................ 32
4.6.
LA CONDUCTA DESHONROSA QUE HAGA INSOPORTABLE LA VIDA
EN COMÚN ...................................................................................................... 34
4.7.
EL USO HABÍTUAL E ÍNJUSTIFICADO DE DROGAS ALUCINÓGENAS

1
O DE SUSTANCIAS QUE PUEDAN GENERAR TOXICOMANÍA, SALVO LO DI
SPUESTO EN EL ARTÍCULO 347. .................................................................. 35
4.8.
LA ENFERMEDAD GRAVE DE TRANSMISIÓN SEXUAL CONTRAÍD
A DESPUÉS DE LA CELEBRACIÓN DEL MATRIMONIO ........................... 37
4.9. LA HOMOSEXUALIDAD SOBREVINIENTE AL MATRIMONIO ............. 39
4.10.
LA CONDENA POR DELITO DOLOSO A PENA PRIVATIVA DE LA LI
BERTAD MAYOR DE DOS AÑOS, IMPUESTA DESPUÉS DE LA CELEBRACI
ÓN DEL MATRIMONIO. ................................................................................... 40
4.11.
LA IMPOSIBILIDAD DE HACER VIDA COMÚN, DEBIDAMENTE PRO
BADA EN PROCESO JUDICIAL ..................................................................... 41
4.12.
La separación de hecho de los cónyuges durante un período ininterru
mpido de dos años. Dicho plazo será de cuatro años si los cónyuges tuviesen
hijos menores de edad. En estos casos no será de aplicación lo dispuesto en
el artículo 335 (*) .............................................................................................. 46
4.13.
LA SEPARACIÓN CONVENCIONAL, DESPUÉS DE TRANSCURRI
DOS DOS AÑOS DE LA CELEBRACIÓN DEL MATRIMONIO ............ 58
CAPITULO V .................................................................................................... 63
PROCESOS DE SEPARACIÓN DE CUERPOS .............................................. 63
5.1. EL JUEZ COMPETENTE. ...................................................................... 63
5.2. LAS PARTES. ........................................................................................ 65
5.3. LA VÍA PROCEDIMENTAL..................................................................... 67
5.4. LA POSTULACIÓN DEL PROCESO. ..................................................... 67
5.4.1. Descripción de los hechos en la demanda. ......................................... 68
5.4.2. Inadmisibilidad de la demanda ............................................................ 68
5.4.3. Improcedencia de la demanda por caducidad del derecho. ................ 68
5.4.4. Reconvención. .................................................................................... 69
5.4.5. Variación de la demanda de divorcio a separación de cuerpos. ......... 70
5.4.6. Excepciones. ....................................................................................... 71
5.4.7. Rebeldía .............................................................................................. 72
5.4.8. Acumulación. ....................................................................................... 73
5.5. LAS MEDIDAS CAUTELARES............................................................... 77
5.6. LOS MEDIOS PROBATORIOS. ............................................................. 83
5.7. LA CONCLUSIÓN DEL PROCESO. ...................................................... 90
5.8. LOS MEDIOS IMPUGNATORIOS. ......................................................... 96
2
CONCLUSIONES............................................................................................. 99
BIBLIOGRAFIA .............................................................................................. 109

3
RESUMEN

La separación de cuerpos busca obtener el cese de la obligación de los esposos

de "cohabitar" (vivir juntos) pero no disuelve el vínculo matrimonial, por lo que

los "separados" siguen legalmente casados. Distinto es el caso del divorcio que

sí disuelve el vínculo matrimonial y hace posible que los ex esposos puedan

casarse nuevamente. Tanto en el caso de la separación personal como en el

divorcio, finaliza el régimen de gananciales y los bienes que los esposos hayan

adquirido durante su matrimonio deben dividirse o en todo caso debe realizarse

un acuerdo sobre su destino.

En el presente trabajo monográfico encontramos, en primer lugar, un preámbulo

antes de abordar el tema materia de la presente investigación, en el Capítulo I,

continuamos con la definición y diferencias fundamentales en el Capitulo II, en

el Capitulo III tratamos los efectos y fines de la separación de cuerpos, en el

Capitulo IV las causales de la separación de cuerpos de acuerdo al Código Civil,

por último y muy importante el proceso para la separación de cuerpos, según el

código procesal civil.

4
CAPITULO I

PREAMBULO

1.1. DERECHO ANTIGUO

La separación de cuerpos tiene sus antecedentes en el Derecho antiguo,

en el llamado divorcio QUO AD TORUM, es decir, del tálamo, o sea la simple

separación de cuerpos. Aparece nítidamente bajo la influencia del cristianismo,

que si bien reconoció y consagro la indisolubilidad del matrimonio, sin embargo,

no ignoro la gravedad del adulterio al que tomo como causa de separación de

cuerpos. La Iglesia lucho contra las leyes romanas y contra las costumbres

germanas que autorizaron el divorcio llegando a obtener como resultado su

paulatina supresión, pero como no fue posible mantener ciertos hogares

profundamente desavenidos, creo la separación de cuerpos que no era otra, que

la suspensión de los deberes del lecho y habitación, lo que impidió a los

cónyuges contraer nuevo matrimonio.

Mientras el divorcio en la antigüedad resultaba de la sola voluntad de los

esposos, la separación de cuerpos tenía que ser pronunciada en justicia siendo

5
por tanto de competencia canónica. En el antiguo Derecho francés, la

mujer podía pedir la separación sin limitación alguna, lo que se dejaba al arbitrio

y la prudencia de los jueces; pero, el marido solo podía pedir la separación por

adulterio de su mujer

1.2. DERECHO MEDIEVAL

En el Derecho medieval la institución del matrimonio se consagra y se

hace asequible a personas de toda condición social. Conceptualmente en el

Derecho canónico el casamiento es una implicancia entre un acto contractual

(elemento volitivo) y un rito sacramental (elemento teológico). Establece que

regla que los cónyuges tienen el deber y el derecho de mantener la convivencia

conyugal a no ser que les excuse una causa legítima, permitiendo la separación

bajo ciertas circunstancias y con determinados modos.

1.3. DERECHO MODERNO

La secularización del matrimonio canónico y subsecuente reaparición del

matrimonio laico, en Derecho moderno, es un de las directas consecuencias de

la Reforma, por eso el legislador de la Revolución Francesa (siglo XVIII), no veía

en el acto matrimonial más que un contrato civil, razón por la que no dudó en

adoptar la figura del divorcio y suprimir la separación de cuerpos. No obstante,

ésta fue restablecida posteriormente a petición del Consejo de Estado a fin de

dar satisfacción a los católicos para que compatibilizaran sus intereses con la

legislación de la Iglesia.

1.4. DERECHO CONTEMPORÁNEO

6
En el Derecho contemporáneo, la doctrina negativa se opone a la

necesidad de aperturar una vía que permita a los consortes liberarlos del deber

de cohabitación, porque tal separación solo es circunstancial al casamiento;

en cambio, la doctrina positiva sostiene la conveniencia de franquear algún

medio que exima a los cónyuges del deber de cohabitación, sobre todo, cuando

estén gravemente desavenidos o existan razones que imposibiliten el

cumplimiento de los fines matrimoniales.

Sobre el particular surgen varios criterios como:

a) Los que sostienen que la separación de cuerpos es factible solo a

petición de la mujer, como aconteciera en el antiguo Derecho

francés.

b) Los que aseveran que puede solicitarse en forma unilateral,

siguiendo un proceso administrativo o judicial.

c) Los que estiman que la separación de cuerpos es posible a petición

de ambos cónyuges, por mutuo disenso.

1.5. DENTRO DE LA LEGISLACIÓN NACIONAL

 En el Código Civil de 1852 considero el divorcio como la

separación de los casados, quedando subsistente el vínculo

matrimonial.

 Código de 1936 admite el divorcio relativo (separación de cuerpos)

y el divorcio absoluto (vincular).

7
 El Código Civil del año 1984, en cambio, regula la separación de

cuerpos como una figura independiente del divorcio, o como dos

figuras absolutamente distintas.

 Actualmente se halla regulado en el Libro III, Sección Segunda.

Título IV, Capítulo primero y de manera específica en los artículos

332 al 347 del Código Civil.

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9
CAPITULO II

DEFINICIÓN

2.1. DEFINICION DE SEPARACION DE CUERPOS

La separación conyugal, se presenta en varias formas como la separación

amistosa, la separación de hecho, la separación convencional, la separación de

cuerpos y el divorcio vincular. A la separación de cuerpos la doctrina también la

ha denominado separación conyugal, separación del matrimonio y con

mayor propiedad separación judicial.

En sentido estricto y adecuándonos a la ley, decimos que la separación

de cuerpos es una institución del Derecho de Familia que consiste en la

interrupción de la vida conyugal por decisión judicial que suspende los deberes

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relativos al lecho y habitación y pone fin al régimen patrimonial de la sociedad de

gananciales, dejando subsistente el vínculo matrimonial. Se trata de una forma

como se expresa el decaimiento matrimonial (artículo 332).

ARTICULO 332

Definición de Separación de Cuerpos,

La separación de cuerpos suspende los deberes relativos allecho y habitación y

pone fin al régimen patrimonial de sociedad de gananciales, dejando

subsistente el vínculo matrimonial.

La separación de cuerpos es una institución del Derecho de

Familia que consiste en la interrupción de la vida conyugal por decisión judicial

que suspende los deberes relativos al lecho y habitación, y pone fin al régimen

patrimonial de la sociedad de gananciales (PERALTA ANOíA).

La separación personal se limita a autorizar a los cónyuges a vivir

separados, sin que ninguno de ellos readquiera la aptitud nupcial en tanto, tras

el divorcio vincular los cónyuges pueden volver a contraer nuevo matrimonio

o modo, la doctrina moderna considera a la separación de

cuerpos como una institución absolutamente independiente de la figura de

divorcio.

En la separación de cuerpos solo se produce el decaimiento conyugal y

no precisamente su terminación o disolución, por eso podría ser

tomado como una causa de divorcio, es decir, como un medio para llegar

a él, pero no como el divorcio mismo.

Debe tenerse en cuenta que la institucionalización de la unión

intersexual, es decir, la unión entre un hombre y una mujerque llamamos matri

11
monio se logra en virtud de un acto jurídico, es decir, un acto voluntario,

lícito, que tiene por fin inmediato establecer las

relaciones jurídicas conyugales (BOSSERT y ZANNONI).

Al producirse la unión matrimonial, nacen deberes y derechos para

los cónyuges, los cuales se quebrantan cuando se produce la separación de

cuerpos. En nuestro ordenamiento civil, la separación de cuerpos ha sido

regulada independientementedeldivorcio, porconsiguiente ya noes posible referi

rse al divorcio relativo (decaimiento matrimonial) y al divorcio absoluto

(disolucióndel vínculo conyugal)como a las dos caras deuna misma moneda (P

ERALTA ANDíA).

Antes de seguir analizando la norma se debe diferenciar la separación

de cuerpos declarada judicialmente dela simple separaciónde hecho, que se da

cuando los cónyuges dejan de hacer vida en común pero no cuentan

para ello con ninguna decisión judicial que declare dicha situación. Para que se

declare judicialmente la separación de cuerpos es necesario que quien inicie el

proceso acredite cualquiera de las causales previstas en el artículo 333 del

Código Civil o que ambos cónyuges soliciten la separación convencional.

Se entiende por separación de cuerpos la situación jurídica en la que quedan los

esposos válidamente casados entre sí, en razón de haberse suspendido

legalmente el cumplimiento entre ellos del deber de cohabitación, pero

subsistiendo el vínculo matrimonial que los une y, por ende, el estado conyugal´

(F. López Herrera).

12
«[...] aun cuando el petitorio formulado también se refiere a la disolución del

vínculo matrimonial, es evidente que el aludido extremo no ha sido amparado al

resolverse la controversia. Es más, estando a la naturaleza de la pretensión

demandada, es obvio que dicho extremo deviene en impertinente en razón que

la separación de cuerpos deja subsistente el vínculo matrimonial». (Casación N°

3689-2001-Lambayeque, Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de

Justicia, 23 de octubre de 2002).

En sentido, dice Díez-Picazo y Gullón, se denomina separación "a aquella

situación del matrimonio, en la que subsistiendo el vínculo conyugal, se produce

una cesación de la vida en común de los casados y se transforma el régimen

jurídico de sus respectivos derechos y obligaciones, obedeciendo la

terminología al hecho de que determina un alejamiento o

distanciamiento personal"· Aquí la separación puede ser puramente fáctica

(separación de hecho) o una situación fundad en la concurrencia

de presupuestos prevenidos por la ley y acordad en virtud de una decisión

judicial ( separación de derecho).

Por otro lado, en sentido restringido – expresa Jean Carbonier, consiste en la

relajación del vínculo matrimonial merced a una resolución judicial que dispensa

a los cónyuges del deber de convivencia. La noción es básicamente correcta, sin

embargo, no es admisible por su connotación adjetiva.

2.2. DIFERENCIA FUNDAMENTAL ENTRE SEPARACIÓN DE


CUERPOS Y DIVORCIO

a) La separación de cuerpos no extingue el vínculo matrimonia, ni afecta su

validez su vigencia, únicamente determina la suspensión del deber de


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cohabitación entre los cónyuges. Por el contrario, el Divorcio extingue o

disuelve el vínculo matrimonial. Es la causa legal por la cual se extingue

conyugal válidamente formado.

b) La separación personal o separación de cuerpos busca obtener el cese

de la obligación de los esposos de "cohabitar" (vivir juntos) pero no

disuelve el vínculo matrimonial, por lo que los "separados" siguen

legalmente casados. Distinto es el caso del divorcio que sí disuelve el

vínculo matrimonial y hace posible que los ex esposos puedan casarse

nuevamente. Tanto en el caso de la separación personal como en el

divorcio, finaliza el régimen de gananciales y los bienes que los esposos

hayan adquirido durante su matrimonio deben dividirse o en todo caso

debe realizarse un acuerdo sobre su destino.

c) La sentencia de separación personal puede obtenerse por mutuo acuerdo

de los esposos (Art. 333 inciso 13) luego de haber estado casados por lo

menos dos años. Si desearan que la sentencia de separación se convierta

en divorcio, al cabo de seis meses de obtenida la misma, cualquiera de

ellos puede pedirle al Juez que se convierta en sentencia de "divorcio".

d) El divorcio no puede ser de mutuo acuerdo, sino que primero tiene que

obtenerse la separación personal.

e) La separación personal y el divorcio pueden obtenerse por "la separación

de hecho" (Art. 333 inciso 12); en el lenguaje popular se ha llamado a esto

"separación o divorcio automático". Si los esposos han estado separados

por dos años, cualquiera podría demandar ante el Juez ya sea la

separación personal o el divorcio. Este plazo se eleva a cuatro años si

existieran hijos menores de edad.

14
f) En los procesos por "separación de hecho" el juez velará por la estabilidad

económica del cónyuge que resulte perjudicado con la separación así

como la de sus hijos. Así mismo podrá señalar una indemnización

por daño u ordenar la adjudicación preferente de bienes de la sociedad

conyugal[6]Todo esto porque independientemente de que el Juez admita

la existencia de la separación de hecho, cualquiera de los cónyuges

puede alegar que no dio causa a la separación, con el propósito de que

se preserven sus derechos a recibir beneficios propios del que gana un

juicio de separación o divorcio por cualquiera de las causales del Art. 1 al

11 del Artículo 333 del Código Civil.

15
CAPITULO III

EFECTOS Y FINES DE LA SEPARACIÓN DE CUERPOS

3.1. EFECTOS DE LA SEPARACIÓN DE CUERPOS

Como consecuencia de la spparación de cuerpos se producen determina

dos efectos en las relaciones personales y económicas de los cónyuges. La nor

ma comentada establece que dichos efectos son los siguientes:

 Suspensión de los deberes relativos al lecho y habitación. En consecuen

cia, producirse la separación de cuerpos, cada uno de los cónyuges esta

blecerá su propio domicilio, lo que a su vez implica la suspensión del dé

bito conyugal que es el derecho del cónyuge a que el otro consorte sost

enga relaciones sexuales con él.

 Subsistencia del vínculo matrimonial. Si bien como consecuencia de

separación de cuerpos cesa la obligación de hacer vida en común,

16
los cónyuges se encuentran impedidos de contraer nuevas nupcias de

bido a que el vínculo matrimonial se mantiene vigente, lo que implica a s

u vez que subsiste el deber recíproco de la fidelidad.

En efecto, el deber de fidelidad previsto en el artículo 288 del Código Civ

il no cesa como consecuencia de la separación de cuerpos, por lo que aun cua

ndo los cónyuges vivan en domicilios separados deben respetar la contine

ncia sexual, que es el deber del cónyuge de abstenerse de mantener relacione

s sexuales con terceras personas. Fin del régimen patrimonial de la sociedad

de gananciales. Tanto la norma comentada como el numeral 2) del artículo 31

8 del Código Civil disponen que el régimen de sociedad de gananciales fenece

por la separación de cuerpos. Como consecuencia de ello, se procederá a la li

quidación del indicado régimen patrimonial de conformidad con las reglas cont

enidas en los artículos 320 al 324 del Código Sustantivo, quedando los cón

yuges bajo el régimen de separación de patrimonio

Si bien la norma no señala expresamente que la separación de cuerpos

conlleve otros efectos, además de los explicados precedentemente, existen con

secuencias que se desprenden de la separación de cuerpos tales como:

 La obligación de pagar una ~ñsión alimenticia, cuyo monto será fi

jado por el juez atendiendo a las circunstancias de ambos cónyug

es o acogiendo lo propuesto por aquellos en caso de que la separ

ación de cuerpos sea convencional. En efecto, por disposición e

xpresa del artículo 483 del Código Procesal Civil, a la pretensión d

e separación de cuerpos deben acumularse, entre otros, las pre

tensiones relativas a derechos u obligaciones de los cónyuge

s, tales como la de alime~tes; en tal virtud, el juez para fijar la cua


17
ntía de la pensión alimenticia deberá analizar las posibilidades y

necesidades de las partes.

En cambio, tratándose de una separación de cuerpos convencional,

el ordenamiento procesal dispone que los cónyuges deben anexar a la deman

da la propuesta de convenio que regule, entre otros, el régimen de alimentos.

No obstante, para que rija lo convenido por las partes es necesario que el juzga

dor acoja el convenio propuesto por aquéllas en la sentencia.

 Pérdida de los derechos hereditarios. Esta circunstancia se pr

esenta únicamente cuando la separación de cuerpos no es conve

ncional pues solo pierde los derechos hereditarios el cónyuge se

parado por culpa suya.

 En cuanto a los hijos, la sentencia que declare la separación de c

uerpos también debe regular los aspectos concernientes a los ali

mentos, tenencia, régimen de visitas y el ejercicio de la patria pot

estad. Para ello se tendrá en cuenta la causal de separación o el

convenio presentado por los cónyuges en caso de separación con

vencional.

3.2. FIN DE LA SEPARACIÓN DE CUERPOS

El estado de separación de cuerpos, legalmente establecido por la sente

ncia respectiva, puede terminar de dos modos: por la completa ruptura del vínc

ulo o por la renormalización de la vida conyugal (CORNEJO CHAVEZ). En el pr

imer caso, estamos ante el divorcio, el cual disuelve el vínculo matrimonial. En

el segundo caso, si los cónyuges se reconcilian, cesan los efectos de la separa

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ción de cuerpos. Ahora bien, el momento en que se lleve a cabo la reconciliació

n determinará que el proceso correspondiente no continúe, si aún no se ha exp

edido sentencia, o que la reconciliación deba ser inscrita en el registro personal

, si es que aquella ocurre después de ejecutoriada la sentencia que declara la s

eparación de cuerpos.

No obstante,en caso de que la sociedad de gananciales ya haya si

do liquidada, los cónyuges reconciliados deberán optar nuevamente por uno d

e los regímenes patrimoniales que establece nuestro ordenamiento civil: socie

dad de gananciales o separación de patrimonios

19
CAPITULO IV

CAUSALES DE SEPARACIÓN DE CUERPOS

ARTICULO 333

Son causas de separación de cuerpos:

1. El adulterio.

2. La violencia física o psicológica, que el juez apreciará según las

circunstancias.

3. El atentado contra la vida del cónyuge.

4. La injuria grave, que haga insoportable la vida en común.

20
5. El abandono injustificado de la casa conyugal por más de dos

años continuos o cuando la duración sumada de los períodos de

abandono exceda a este plazo.

6. La conducta deshonrosa que haga insoportable la vida en común

7. El uso habitual e injustificado de drogas alucinógenas o de susta

ncias que puedan generar toxicomanía, salvo lo dispuesto en el a

rtículo 347.

8. La enfermedad grave de transmisión sexual contraída después

de la celebración del matrimonio.

9. La homosexualidad sobreviviente al matrimonio.

10. La condena por delito doloso a pena privativa de la libertad may

or de dos años, impuesta después de la celebración del matrimo

nio.

11. La imposibilidad de hacer vida en común, debidamente probada

en proceso judicial.

12. La separación de hecho de los cónyuges durante un período inint

errumpido de dos años. Dicho plazo será de cuatro años si los có

nyuges tuviesen hijos menores de edad. En estos casos no será

de aplicación lo dispuesto en el artículo 335.

13. La separación convencional,después de transcurridos dos años

de la celebración del matrimonio.

El matrimonio válido termina generalmente con la muerte física de úno o ambos

cónyuges, por estar destinada a perdurar hasta ese instante. Pero su

decaimiento y disolución puede ser anticipada. Situaciones de hecho dete

rminadas adquieren relevancia jurídica para provocar esa anticipación.

21
La separación personal, que no disuelve el vínculo matrimonial, y el divor

cio vincular constituyen situaciones que la ley prevé, frente al conflicto matrimo

nial.

La separación personal se limita a autorizar a los cónyuges a vivir sepa

rados sin que ninguno de ellos readquiera la aptitud nupcial, en tanto que tras

el divorcio vincular los cónyuges pueden volver a contraer nuevo matrimonio.

Como soluciones que brinda la ley ante situaciones de conflicto matrimo

nial la separación personal y el divorcio vincular pueden aparecer como solucio

nes alternativas o autónomas, o, finalmente ser la separación de cuerpos

una solución previa al divorcio vincular.

En el Derecho de Familia, al menos dentro de lo que podemos lla

mar la tradición liberal, se ha profundizado un carácter no autoritario de la legi

slación, que no se manifiesta sólo en la eliminación de las relaciones de subor

dinación entre los miembros del grupo familiar, sino también en la renuncia a i

mponer a los ciudadanos, diferentes en ideas y creencias, un modelo único de

moral familiar, más alláde las estrictas exigencias del orden público. Es previsi

ble, pues, que algunas personas estén dispuestas a separarse personalmente,

pero no acepten inicialmente una petición de divorcio vincular. De ahí

que se conserve la mera separación personal como alternativa posible, a

unque la separación de cuerpos en cuanto impone un celibato a quienes ya ha

n vivido en matrimonio, pueda convertirse en una situación poco frecuente.

Nuestro Código Civil, regula la separación de cuerpos y el divorcio en for

ma independiente, admitiendo la conversión de la separación personal en divor

cio vincular; pero impone la separación de cuerpos como un paso previo

22
y obligatorio al divorcio, cuando se invoca la causal de separación convencio

nal.

La separación personal y el divorcio vincular como sanción (por culpa) y

como remedio (objetivo) Según una tendencia, la separación personal o el divo

rcio sólo pueden ser decretados judicialmente ante la alegación y prueba de he

chos culpables, de uno o ambos cónyuges, hecha efectiva en un proceso cont

encioso, y debe circunscribirse a las causas taxativamente enumeradas por ley

como adulterio, abandono, injurias graves, etc. Si los hechos no fueren proba

dos, el juez debe

desestimar la demanda, aun cuando existiere la evidencia de que la unión matr

imonial está desintegrada. En síntesis: la sentencia exige la prueba de la culpa

de uno o de ambos cónyuges, y, por ello, el divorcio implica una sanción contr

a el culpable que se proyecta en los efectos: pérdida o restricción del derecho

alimentario, pérdida de la vocación hereditaria, etc.

La otra tendencia se manifiesta en la posibilidad de decretar la separación per

sonal o el divorcio aun sin alegar hechos imputables a uno de los cónyuges, o

a los dos, si, no obstante, el vínculo matrimonial está desquiciado y la vida en

común resulta imposible o intolerable. Desde esta perspectiva no se requiere la

tipificación de conductas culpables: la separación o el divorcio importan,

esencialmente, un remedio, una solución al conflicto matrimonial (y no una san

ción) tendente a evitar mayores perjuicios para los cónyuges y los hijos. Por

esto, se acepta la separación personal o el divorcio vincular por petición

conjunta de los esposos, en la que ellos están dispensados de poner de

manifiesto las causas que motivan su petición.

23
La concepción del divorcio como sanción se basa en la idea de que

aquél se funda en uno o más incumplimientos graves o reiterados de los

deberes conyugales imputables a uno de los cónyuges, que se traduce en la fr

ustración de la finalidad del matrimonio, por lo que el otro cuenta con interés le

gítimo para demandar; si no le fuera dable imputarle alguno de los incumplimie

ntos aludidos que la ley denomina como "causales" faltaría el sustento mismo

de la acción.

La concepción del divorcio como remedio se sustenta en la trasce

dencia de la frustación de la finalidad del matrimonio, en la ruptura de la vida

matrimonial, con prescindencia de si uno o ambos cónyuges son respons

ables de ello, por lo que cualquiera de ellos tiene legítimo interés para deman

dar.

La diferencia sustancial entre la concepción del divorcio sanción y del div

orcio remedio, reside en que la primera considera que la causa del conflicto co

nyugal es la causa del divorcio; mientras que la segunda entiende que el confli

cto es, él mismo, la causa del divorcio, sin que interesen las causas de ese co

nflicto. Al respecto, se sostiene que "la doctrina del divorcio-sanción atraviesa

en la actualidad por serios aprietos. Los conceptos de "culpable" e "inocente",

son a todas luces insuficientes para comprender las crisis de las parejas

desavenidas. No logra la aplicación de estas categorías tradicionales otra cosa

que agudizar los conflictos sin resolverlos, pues, instala a los esposos en un ca

mpo de batalla, en un terreno de confrontación, en el que sacarán a relucir las

miserias del otro, o, terminarán inventándolas para conseguir el divorcio.

24
Este problema se agrava con la forma adversarial y litigiosa como

está diseñado el proceso civil, en cuya atmósfera los interesados representan

nada más que partes contendientes" (RAMOS NÚÑEZ, p. 76).

De otra parte, .se afirma que "la consagración del divorcio-remedio,

altera radicalmente el fundamento de la institución del divorcio y representa u

na idea nueva del matrimonio y de la familia. En la práctica asistimos al derrum

be del sistema del divorcio-sanción por causas específicas y bien determi

nadas. Sistema que está en tránsito de abandonar numerosos países. Predomi

na latendencia a la liberalización del divorcio que se traduce en la adopción del

divorcio-quiebra o por causas objetivas descritas por ley, sin perjuicio de la cus

todia de los intereses sociales, de los cónyuges y de los hijos" (RAMOS NÚÑE

Z, p. 79).

También debe observarse que la regulación del divorcio por mutuo co

nsentimiento no responde a una concepción contractualista del matrimonio, se

trata de una solución al conflicto conyugal que no recibe adecuada respu

esta a través del régimen del divorcio como sanción, por cuanto no nec

esariamente debe mediar la comisión de hechos inculpatorios para que surja el

conflicto conyugal.

4.1. EL ADULTERIO

En términos generales se entiende por adulterio la unión sexual de un homb

re o una mujer casados con quien no es su cónyuge. Se trata, por ello, de una

unión sexual extramatrimonial, en cuanto vulnera fundamentalmente el deber

de fidelidad (continencia sexual conyugal) recíproco que se deben los espo

sos. A los efectos de la separación personal o el divorcio, el adulterio no queda

25
tipificado de modo distinto para la mujer y para el marido. Como todo acto ilíci

to, el adulterio requiere no sólo el elemento material constituido por la unión

sexual fuera del lecho conyugal, sino la imputabilidad del cónyuge que d

etermina la atribución de culpabilidad. Por tanto, no incurriría en adulterio la

mujer que mantuviera relaciones sexuales con un hombre que no es su marido

coaccionada por violencia física irresistible -supuesto de violación- o en el sin

gular caso de que tuviera relaciones con quien cree que es su marido sin serio.

"Es sólo en la concurrencia de ambos elementos, de naturaleza objetiva.

uno (cópula sexual) y subjetiva el otro (intencionalidad), que puede config

urarse el adulterio" (CABELLO, p. 59). El adulterio se configura con el simple a

cto sexual fuera del matrimonio, sea ocasional o permanente. Esta causal

requiere la prueba de las relaciones sexuales extramatrimoniales, lo cual su

ele ser difícil. De ahí que la doctrina y la jurisprudencia acepten la prueba indici

aria que resulta de presunciones graves, precisas y concordantes; como ocurr

e, p. ej" con la partida de nacimiento del hijo extramatrimonial de un cónyuge, c

oncebido y nacido durante el matrimonio de éste, la prueba del concubinato p

úblico, etc. En todo caso, si ellas no tuvieran entidad suficiente para dar por ac

reditado el adulterio, las tendrán para configurar la causal de injuria grave,

si se prueban hechos o actos incompatibles con la observancia de la fid

elidad conyugal, apreciada de acuerdo con las circunstancias del caso.

Sobre esta causal debe considerarse que es improcedente su invocación si el

cónyuge que la imputa provocó, consintió o perdonó el adulterio. La misma con

secuencia se produce si media cohabitación entre los cónyuges con post

erioridad al conocimiento del adulterio, lo que también impide proseguir con el

proceso (artículo 336 del Código Civil).

26
De otra parte, la pretensión de separación de cuerpos o de divorcio por la caus

al de divorcio caduca a los seis meses de conocida la causa por el cón

yuge que la imputa y, en todo caso, a los ciF1cO años de producida (art

ículo 339 del Código Civil). A este respecto, debe observarse que el plazo máx

imo de cinco años establece el límite temporal mayor para ejercer la pre

tensión, dentro del cual debe tomarse conocimiento de la causa por el ofendid

o. No obstante, la pretensión siempre estará expedita mientras subsista el adul

terio (caso del adulterio continuado, como ocurre cuando se tiene una vigente

y actual relación de convivencia extramatrimonial-unión de hecho impropia

-), por cuanto no han concluido los efectos del mismo para considerarlo

un hecho producido -supuesto a que se refiere expresamente la norma citada-.

4.2. LA VIOLENCIA FÍSICA O PSICOLÓGICA, QUE EL JUEZ APRECI


ARÁ SEGÚN LAS CIRCUNSTANCIAS

El texto original del inciso 2 del artículo 333 del Código Civil, denomi

naba esta causal como sevicia; la que consistía en los actos vejatorios ejecuta

dos con crueldad y con el propósito de hacer sufrir material o moralment

e a un cónyuge. La reforma legislativa introducida por el Código Procesal Civil,

no sólo eliminaba la incertidumbre y grandes dificultades que se presentaban

sobre la probanza del propósito de hacer sufrir y la crueldad en la ejecución d

el acto; sino que, además y de manera objetiva, resalta como elementos

constitutivos a la fuerza irresistible y las consecuencias que ella provoca, sean

corporales o sicológicas.

La denominada violencia física está referida a los daños corporales que sufr

e un cónyuge por la acción del otro. La consideración de esta causal es indepe

27
ndiente del juzgamiento que procedería realizar en sede penal por las lesiones

sufridas, sea por configurarUn delito o una falta; por lo que el juez de familia pu

ede resolver la demanda de divorcio por esta causal si llega al convencimiento

de la prueba del hecho imputado, lo que evitará la existencia de sentencia

s contradictorias. La probanza de esta causal consistirá en el examen del esta

do físico del cónyuge afectado.

La llamada violencia sicológica está referida a los daños síquicos que se afl

ige a un cónyuge por la conducta del otro.

El daño síquico consiste en la alteración, modificación, perturbación o

menoscabo, de carácter patológico, del equilibrio mental del cónyuge, gen

eralmente permanente y de reconocida magnitud. Este daño puede originar de

sde la relativa pérdida de autonomía negocial hasta limitaciones de diversa ma

gnitud en el disfrute de la vida, sin dejar de mencionar las dificultades o la impo

sibilidad para acceder al trabajo, la pérdida de capacidad de la persona para v

alerse por sí misma, la perturbación experimentada en la vida de relación famili

ar y social, la repercusión en los afectos y en la creatividad, las depresi

ones e inhibiciones en general. El daño sicológico genera, por consiguien

te, una alteración de la personalidad del cónyuge, de su manera de proyectars

e en la familia y en sociedad.

En cuanto a la probanza del daño síquico, debe considerarse que éste pued

e provenir de un preexistente daño físico o puede, contrariamente, ser autónom

o, es decir, que no reconozca, al menos en forma primitiva, la existencia de un

daño orgánico. De ahí que para evaluar el daño síquico debe analizarse

previamente el estado físico de la persona a fin de determinar si el daño síquico

es autónomo. Ello tiene por objeto determinar si el daño físico es la causa pri
28
maria del daño síquico o si, tan sólo, ha agravado un estado preexistente de m

enoscabo o desequilibrio síquico de naturaleza patológica en el cual se

hallaba sumida la persona con anterioridad al daño sufrido. De otra parte, la pr

etensión de separación de cuerpos o de divorcio por esta causal caduca a los

seis meses de producida la causa. Téngase presente lo expuesto al tratar la

causal de adulterio, para el caso de las violencias continuas.

4.3. EL ATENTADO CONTRA LA VIDA DEL CÓNYUGE

Desde el punto de vista penal, la tentativa se caracteriza por el comienzo de

ejecución de un delito.

En este caso, se trata del intento de homicidio de uno de los cónyuges contra el

otro, sean o no comunes, y fuese el cónyuge el autor principal, cómplice o insti

gador.

Como la calificación de la tentativa por el juez del divorcio no está sujeta a previ

o juzgamiento en sede penal, se ha planteado la cuestión de determinar si los a

ctos preparatorios, no constitutivos de tentativa desde el punto de vista penal, p

ueden ser considerados como tentativa a los efectos del divorcio. Se ha sosteni

do que aun cuando el acto preparatorio no caiga bajo la acción del Código Pen

al, nada obsta a que constituya causal de divorcio.

En sentido contrario, se ha dicho que si los actos preparatorios no llegan al gra

do de tentativa, es decir, al comienzo de ejecución del delito, no se constituiría

el presupuesto de la causal que estudiamos, sin perjuicio de que los hechos co

nfiguren injuria grave.

29
Nos parece preferible esta segunda posición, ya que aun cuando los actos pre

paratorios no sean punibles según el Derecho Penal, nada obsta a que constit

uyan injuria grave, y, en su caso, sean causal de divorcio.

De otra parte, la pretensión de separación de cuerpos o de divorcio por esta ca

usal caduca a los seis meses de conocida la causa por el cónyuge que la impu

ta y, en todo caso, a los cinco años de producida,

4.4. LA INJURIA GRAVE, QUE HAGA INSOPORTABLE LA VIDA EN COM


ÚN
El artículo 2 de la Ley N° 27495 ha variado el inciso 4 del artículo 333 del

Código Civil con el siguiente tenor: "La injuria grave, que haga insoportable la

vida en común". Se incorpora el elemento referido a la intolerancia de la

convivencia marital.

A primera vista, pareciera intrascendente la reforma; por cuanto, es el el

emento "gravedad" -la que se califica en función de circunstancias subjeti

vas, inherentes a las personas de los cónyuges, su contexto familiar, soc

ial y cultural- de la causal de injuria el que legitima la imposibilidad del cónyug

e agraviado de continuar o reanudar su vida conyugal. Así, nuestra jurispruden

cia ha establecido que "la injuria grave consiste en toda ofensa inexcusable e i

nmotivada al honor y a la dignidad de un cónyuge, producida en forma i

ntencional y reiterada por el cónyuge ofensor, haciendo insoportable la vida en

común" (Ejecutoria Suprema del 7-08-1992, citada por CABELLO, p. 145).

En todo caso, el cambio reafirma el criterio para evaluar la gravedad de l

a ofensa: el reiterado desprecio o menoscabo de un cónyuge hacia el otro, que

hace insoportable la vida común.

30
No basta, para poder afirmar que existe una conducta injuriosa y vejatori

a, alguna leve agresión o pequeña violencia que responda a momentáne

os arrebatos surgidos por incidentes vulgares de la vida matrimonial o co

mo reacción natural de un cónyuge ante la conducta o las ofensas del otro; no

es, pues, suficiente sólo apreciar el resultado injurioso o vejatorio del co

mportamiento para la dignidad del consorte. Se requiere de la nota de g

ravedad que se aprecia en el reiterado desprecio, hábito perverso o ultraje haci

a el cónyuge ofendido; lo que, en última instancia, hace insoportable la vida en

común. Cabe señalar que el artículo 337 del Código Civil establece que la inju

ria grave es apreciada "por el juez teniendo en cuenta la educación, cos

tumbre y conducta de ambos cónyuges". Recuérdese que este criterio sigue vi

gente respecto de esta causal, de conformidad con la sentencia del Tribunal C

onstitucional recaída en el Expediente 018-96-lfTC.

Sin embargo y por la incorporación legislativa de la causal de "imposibili

dad de hacer vida común", la injuria grave ha dejado de ser la causal re

sidual.

Recuérdese la evolución que se ha producido en el concepto de injuria g

rave, primeramente apreciado en el Derecho francés. Originalmente, estuvo ref

erida a los términos despectivos dirigidos por uno de los cónyuges contra el otr

o. Pero luego, fue ampUada -quizás como resultado de la evidencia de

situaciones imputables a uno de los cónyuges que debían razonablemente fun

dar el divorcio sin poder ser encasilladas en una interpretación estricta de las c

ausas legales- hasta hacer entrar en él todo acto que pudiese constituir una of

ensa para el otro cónyuge. De tal modo, que se consideraba injuria grave a tod

as las violaciones de los derechos del otro cónyuge, o toda inejecución de las

31
obligaciones derivadas del matrimonio, o bien los actos contrarios a las obligac

iones legales de los consortes o a la dignidad del cónyuge; todo lo cual, imposi

bilita continuar o reanudar la vida común. En este sentido, las otras causas en

umeradas en el artículo 333 del Código Civil implican, no sólo una injuria al c

ónyuge que la sufre, sino además y en última instancia, la imposibilidad

de hacer vida común. Antes de la reforma introducida por la Ley 27495, hemos

sostenido que "las demás causas enumeradas en el artículo 333 implican ade

más, Y siempre, una injuria al cónyuge que la sufre" (PLÁCIDO, p. 199). Por e

so, la causal de "imposibilidad de hacer vida común" es ahora la causal omním

oda; resumiéndose la "injuria grave" a su concepción tradicional o inicial. De ot

ra parte, la pretensión de separación de cuerpos o de divorcio por esta causal

caduca a los seis meses de producida la causa.

4.5. EL ABANDONO INJUSTIFICADO DE LA CASA CONYUGAL POR MÁ


S DE DOS AÑOS CONTINUOS O CUANDO LA DURACIÓN SUMADA
DE LOS PERÍODOS DE ABANDONO EXCEDA A ESTE PLAZO.

El artículo 333, inc. 5°, del Códígo Civil, establece que es causal

para demandar la separación de cuerpos o el divorcio, el abandono injustificad

o de la casa conyugal. Esta causal está referida al incump)lmiento sin cau

sa justa del deber de cohabitación. Para su configuración el demandante

deberá actuar: a) la prueba de la existencia domicilio conyugal constituid

o; y, b) la prueba del alejamiento unilateral del domicilio conyugalGOAStitui

do, por un período mayor a dos años contínuos o alternados; resultando neces

ario, además de invocar no haber dado motivos para ese alejamiento unilateral

, acreditar el cumplimiento de los deberes-derechos paternofiliales para con los

32
hijos. Por su parte el demandado deberá acreditar las causas que justifican su

alejamiento, como podrían ser los supuestos de cese de la cohabitación por ra

zones ajenas a su voluntad -p. ej., tratamiento por una enfermedad, para cump

lir un trabajo o un estudio temporal, que resulta justificado- o que el abando

no se debe a conductas del otro cónyuge -p. ej., actos de violencia física o

sicológica, impedirle el ingreso al domicilio conyugal o expulsarlo de éste, etc.-

Todo ello se sustenta en el criterio de quien ha hecho abandono de la conviven

cia, tendrá a su cargo probar las causas que lo justifican.

Téngase presente que el Código Civil de 1936 sustentó los criterios j

urisprudenciales -que, lamentablemente, todavía subsisten- según los cuales c

orresponde al demandante acreditar las causas del alejamiento por parte del d

emandado; lo que, por lo general, importaba el requerir previamente alimentos

al abandonante.

Ello era sí, por calificarse la causal como el abandono malicioso del

hogar conyugal. Como la mala fe no se presume sino debe acreditarse, corresp

onde a quien la alega; en estos casos, la carga probatoria era del demandante.

De otra parte, la malicia era apreciada en cuanto el abandono importara l

a intención manifiesta de sustraerse al cumplimiento de las obligaciones famili

ares' por ello, se demandaba previamente una pensión de alimentos. Todas es

ta~ apreciaciones han quedado sin efecto al derogarse el mencionado CÓdigo

Civil de 1936 y calificarse actualmente la causal como abandono injustificado d

e la casa conyugal.

Al respecto, Carmen Julia Cabello señala: "...el criterio judicial no es unif

orme respecto de la apreciación del elemento subjetivo de la causal, un

sector sostiene que el cambio de términos en su formulación ha conducid


33
o a la inversión de la carga de la prueba, afectando supuestos que antes se v

eían librados de sanción legal, como el apartamiento de la cónyuge que se diri

gía a vivir con sus hijos a la casa de sus padres, en tanto no justifique las razo

nes de tal comportamiento, mientras que la otra posición continúa requiriendo

que el pretensor pruebe este elemento" (CABELLO, p. 228). La pretensión de

separación de cuerpos o de divorcio por esta causal está expedita mientras sub

sistan los hechos que la motivan (artículo 339 del Código Civil).

4.6. LA CONDUCTA DESHONROSA QUE HAGA INSOPORTABLE LA VID


A EN COMÚN
Dentro de la generalidad de la fórmula legal del inciso 6 del artículo 333

del Código Civil, se comprende una multiplicidad de hechos y situaciones que l

a realidad puede presentar y que escapan a toda posibilidad de enumeración.

No obstante la genérica redacción, debe apreciarse que concurran los dos extr

emos que establece la ley: si la conducta del cónyuge demandado es realmen

te deshonrosa, y si en efecto torna insoportable la convivencia; no siendo nece

sario requerir la "vida común" como condición de la misma.

Así, se considera que configura esta causal el dedicarse a la prostitución

al proxenetismo, a la delincuencia, a la comercialización de drogas, el despilfar

rar bienes del matrimonio afectando la armónica convivencia, la condena por d

elito doloso a pena privativa de la libertad menor a dos años, etc.

Téngase presente que el término "que haga insoportable la vida en com

ún” debe ser comprendida extensivamente: sea que imposibilite la continuación

de la convivencia o su reanudación. En el primer caso, los cónyuges todavía c

ohabitan en un mismo domicilio conyugal. En el segundo supuesto, "un có

nyuge desde fuera del hogar le procura -al otro- deshonor y/o maledicencia en

34
su ámbito social, profesional, etc." (CABELLO, p. 261). La pretensión de separ

ación de cuerpos o de divorcio por esta causal está expedita mientras subsista

n los hechos que la motivan.

4.7. EL USO HABÍTUAL E ÍNJUSTIFICADO DE DROGAS ALUCINÓGENA


S O DE SUSTANCIAS QUE PUEDAN GENERAR TOXICOMANÍA, SAL
VO LO DISPUESTO EN EL ARTÍCULO 347.

El artículo 2 de la Ley 27495 ha variado el inciso 7 del artículo 333 del C

ódigo Civil con el siguiente texto: "El uso habitual e injustificado de drogas aluci

nógenas o de sustancias que puedan generar toxicomanía, salvo lo dispuesto

en el artículo 347".

La calificación legal está referida al uso habitual e injustificado de dr

ogas alucinógenas o de sustancias que puedan generar toxicomanía. Se trata

de una dependencia crónica a sustancias psicoactivas, como los estupefacien

tes (el opio y sus derivados conocidos como alcaloides narcóticos -la morfina,

la heroína y la codeína­; la coca y sus derivados); los psicotrópicos (psicoléptic

os -hipnóticos o barbitúricos, sedativos ansiolíticos y neurolépticos­; psico

analépticos ­anfetamina­; y, psicodislépticos -marihuana, LSD, mescalina, psilo

cibina­); y, los inhalantes volátiles. También está considerado el alcoholis

mo.

Desde el punto de vista médico-legal, la drogadicción es una afección

que conduce a situaciones de inimputabilidad derivadas de estados persistente

que, aunque no fueren psicóticos, denotan deterioros graves de las funciones

volitivas e intelectivas del enfermo. Para su consideración como causal de divo

rcio, esa afección debe hacer imposible la vida en común.

35
Esto es así, por cuanto, si bien en el origen de la drogadependencia exis

te de un modo u otro un acto libre e imputable al que lo padece, no debe perde

rse de vista que, como lo señala la toxicología moderna, esta afección re

conoce factores etiológicos tanto endógenos (o individuales), vinculados a

la personalidad del alcohólico o drogadicto, como exógenos (o ambientales). D

e ahí que se considere que clínicamentelaerogadependencia constituyen en sí

mismos personalidades anormales patológicas que, aunque no se califiquen de

psicóticas, provocan desviaciones de conducta y peligrosidad socioambiental,

proclividad al delito, y culminaen formas de demencia -así, v. gr., las llam

adas psicosis alucinógena; delirios paranoia alucinatoria, esclerosis cortical, y

otras­; todo lo cual provoca trastornos de conducta que impiden la vida en co

mún e, inclusive, la del cónyuge drogadicto con los hijos. Dichos trastornos son,

también, de carácter permanente debido a la subordinación física y psíquica q

ue experimenta la persona a la ingestión o uso periódico del alcohol o la droga.

Se ha introducido la excepción referida al citado artículo 347 del Código

Civil que dispone "en caso de enfermedad mental o contagiosa de uno d

e los cónyuges, el otro puede pedir que se suspenda la obligación de hacer vi

da común, quedando subsistentes las demás obligaciones conyugales".

Esta modificación resulta ser, en primer lugar, innecesaria; por cuanto,la

calificación legal de la causal ya se descarta la ingestión por razones ter

apéuticas o por prescripción médica. Así, se exige que el uso sea habitual e inj

ustificado.

Pero, además y lo más grave, es que la reforma es inexcusable; ya que,

por ser una norma de excepción, invita a interpretar restrictivamente que


36
el consumo sólo está justificado cuando se la prescribe únicamente para l

os

casos de enfermedad mental o contagiosa de uno de los cónyuges. Con

ello, se descarta el carácter justificado de la ingestión en los supuestos

de: aplicación de sedantes analgésicos, estimulantes he hipnóticos, que constit

uyen medicinas legales y que pueden ser y son usadas, en forma circunstanci

al o permanente, para otras dolencias físicas y síquicas; el uso recreacional de

las drogas de tipo social, como son el alcohol y el tabaco; y, el uso circunstanc

ial o permanente de inhalantes y drogas folklóricas, asociadas a las tradici

ones culturales y costumbres del Perú.

Es por ello, que se demanda la inmediata corrección legislativa con

la supresión de la aludida norma de excepción. Sin embargo, no debe perder

se de vista que la falta de concurrencia del elemento gravedad-común a todas

las causalesdetermina que en tales supuestos no se configure la presente cau

sal. La pretensión de separación de cuerpos o de divorcio por esta causal está

expedita mientras subsistan los hechos que la motivan.

4.8. LA ENFERMEDAD GRAVE DE TRANSMISIÓN SEXUAL CONTRAÍ


DA DESPUÉS DE LA CELEBRACIÓN DEL MATRIMONIO

El artículo 2 de la Ley N° 27495 ha variado el inciso 8 del artículo 333 del Códi

go Civil con el siguiente tenor: "La enfermedad grave de transmisión sex

ual eontraída después de la celebración del matrimonio". El texto anterior se re

fería a la enfermedad venérea grave contraída después de la celebración del

matrimonio.

37
La reforma coincide con el criterio de la Organización Mundial de la Salud (OM

S) que, en el año 1975, estableció la denominación de enfermedades de trans

misión sexual (ETS) para las enfermedades que se adquieren por contac

to sexual directo, independientemente que existen pocos casos adquiridos

por otras vías (como heridas, instrumentos quirúrgicos, sangre, etc.), y que se

diferencian de otras enfermedades infecciosas y parasitarias por la presencia d

el elemento sexual.

Entre ellas se consideran, inicialmente, a la sífilis, la blenorragia o gonorrea, el

chancro blando, ellinfogranuloma venéreo, el granuloma inguinal. En la ac

tualidad, también se consideran la tricomoniasis, la moniliasis, el herpes genita

l, la uretritis no gonocóccica, el condiloma acuminado, la escabiasis o sarna g

enital, la tiña inguinal, la pediculosis pubis y recientemente, se ha incluido

el SIDA.

Si bien el fundamento de la causal se aprecia en el peligro significativo que, pa

ra la salud del cónyuge sario y su descendencia, constituye la enfermedad de t

ransmisión sexual sufrida por el otro consorte; no se debe desconsiderar que l

a causal se circunscribe dentro del sistema del divorcio sanción y que, por ello,

se exige acreditar la imputabilidad del cónyuge enfermo.

En consecuencia, no basta la prueba objetiva de haberse contraído la enf

ermedad de transmisión sexual después de celebrado el matrimonio; sino y so

bretodo, debe acreditarse también que el contagio supone una actitud cul

pable o dolosa del cónyuge al cual se atribuyen. Debe recordarse que las

causas de divorcio culpable tienen como característica y requisito común la im

putabilidad, esto es, que los hechos producidos deben ser resultado de una act

38
itud culpable o dolosa del cónyuge al cual se atribuyen, lo que supone un com

portamiento consciente y responsable.

Por ello y si bien la norma "no distingue entre enfermedad contraída mediante

trato sexual o por medio extrasexual (que excepcionalmente también puede

darse)", procede tal consideración en atención a las características del sistema

subjetivo o de divorcio sanción al que pertenece esta causal. Ello se sutenta,

además, en el deber de asistencia recíproca que impone el matrimonio y exige

la debida atención al cónyuge enfermo inimputable. Así lo sostiene Carmen

Julia Cabello, agregando que la causal no sanciona la infidelidad del cónyuge,

que puede ser vista como adulterio u homosexualidad, según el caso

(CABELLO, p. 281).

En tal sentido, no se configura la causal si el contagio es producto, por ej

emplo, de una relación sexual no consentida o por la transfusión de san

gre contaminada.

La pretensión de separación de cuerpos o de divorcio por esta causal está

expedita mientras subsistan los hechos que la motivan. En ese sentido, la recu

peración del enfermo supone la insubsistencia de la causal.

4.9. LA HOMOSEXUALIDAD SOBREVINIENTE AL MATRIMONIO

La homosexualidad se caracteriza porque el individuo siente atracción

sexual por otra persona de su mismo sexo, por lo que puede ser masculina o f

emenina (lesbianismo).

Sobre esta materia, no debe perderse de vista que la causal legal no

se configura solamente con la probanza de la conducta homosexual en el cam

39
po sexual, como el practicar el coito anal, friccionar el pene entre los muslos d

e la pareja, la masturbación recíproca y el contacto orogenital. Ello es así, por

las diferentes variantes que puede adoptar esta variación de la sexualidad. La

s variantes que pueden presentarse en la homosexualidad van desde el aspect

o y modales homosexuales; la bisexualidad, referida a individuos que sienten a

tracción sexual hacia ambos sexos; el travestismo, que se caracteriza porque

el individuo experimenta una necesidad compulsiva de vestirse con ropa del

otro sexo; y, el transexualismo, en el que existe pérdida de la identidad de gén

ero, el individuo siente que se encuentra dentro de un cuerpo del otro sexo, po

r lo que se comporta y viste de acuerdo al sexo que quiere tener, sometiéndo

se a tratamiento hormonal y quirúrgico para obtener un cuerpo adecuado

a su identidad sexual.

La pretensión de separación de cuerpos o de divorcio por esta causal ca

duca a los seis meses de conocida la causa por el cónyuge que la imputa y, en

todo caso, a los cinco años de producida.

4.10. LA CONDENA POR DELITO DOLOSO A PENA PRIVATIVA DE LA LI


BERTAD MAYOR DE DOS AÑOS, IMPUESTA DESPUÉS DE LA CEL
EBRACIÓN DEL MATRIMONIO.

Esta causal no va ligada a ningún hecho contrario al cónyuge que invoca

la sentencia condenatoria como causal de separación de cuerpos o de divorci

o. La motivación puede fundarse, bien desde la perspectiva del hecho de

la separación fáctica que impone la privación de libertad, bien por contemplaci

ón de una conducta moral reprobable causante de la pena.

40
No puede invocar esta causal el cónyuge que conoció el delito ant

es de casarse. La pretensión de separación de cuerpos o de divorcio por esta

causal caduca a los seis meses de conocida la causa por el cónyuge que la im

puta y, en todo caso, a los cinco años de producida.

4.11. LA IMPOSIBILIDAD DE HACER VIDA COMÚN, DEBIDAMENTE PRO


BADA EN PROCESO JUDICIAL

El artículo 2 de la Ley N° 27495 ha variado el inciso 11 del artículo 333

del Código Civil con el siguiente texto: "La imposibilidad de hacer vida en comú

n, debidamente probada en proceso judicial".

Se trata de la recepción legislativa, en nuestro sistema jurídico, ¡de la tes

is del matrimonio desquiciado o dislocado; vale decir, la consideración al grado

que la desavenencia entre los cónyuges ha alcanzado y, por ello, no puede ale

ntarse esperanza alguna de reconstrucción del hogar. Se sustenta en la falta d

e interés social de mantener en el plano jurídico un matrimonio desarticulado d

e hecho, por la incoveniencia de conservar hogares que pudiesen ser en futuro

fuente de reyertas y escándalos.

Antes de la reforma, la atención a esta tesis implicaba desconocer el régi

men de divorcio sanción y enrolarse abiertamente en el de divorcio remedio, al

admitir que situaciones objetivas diesen lugar al divorcio sin la prueba de la c

ulpa de uno de los cónyuges. No obstante, la jurisprudencia de algunos países

reaccionó luego para apreciar con menor severidad la prueba de la existencia

de las causales legales de divorcio, teniendo en cuenta como elemento de juici

o el dislocamiento del hogar. Tal es el caso de Argentina, en donde nu

merosos fallos, especialmente entre los años 1920 y 1940, marcaron una orien
41
tación jurisprudencial al apartarse de la limitación legal de las causales de divo

rcio al admitir éste en los casos en que no estaba acreditada ninguna de ellas

pero surgía de la prueba que el matrimonio se hallaba "desquiciado" o "disloca

do" (BELLUSCIO, p. 397).

Sin embargo, la innovación no implica haberse admitido la causal

como puramente objetiva. Esto se aprecia en la vigencia, para esta caus

al, del principio de la invocabilidad contemplado en el artículo 335 del Código

Civil: los hechos que dan lugar a la imposibilidad de hacer vida común y, por ta

nto, a obtener el divorcio sólo pueden ser invocados por el cónyuge agraviado,

no por el que los cometió.

Ello responde al sistema mixto y complejo que sigue nuestro sistema jurí

dico, ya expuesto. Se trata de una nueva causal inculpatoria. En consecuencia

se deben analizar los motivos que originan la imposibilidad de hacer vida comú

n yquien los provocó a fin de atribuir los efectos de la separación de cuerpos o

del divorcio, al cónyuge culpable o inocente, según corresponda.

Recuérdese que, como toda causal de divorcio culpable -pues así ha sid

o regulada por la Ley N° 27495-, la imposibilidad de hacer vida común importa

gravedad en la intensidad y trascendencia de los hechos producidos que hace

imposible al cónyuge ofendido el mantenimiento de la convivencia y, su i

mputabilidad al otro consorte; quien, con discernimiento y libertad, frustra el fin

del matrimonio. Téngase presente que la imputabilidad no necesariamente

significa la concurrencia de un propósito -animus- de provocar la frustración del

fin del matrimonio -hacer vida común, artículo 234­; basta que los hechos im

porten errores de conducta de los que se tiene o debe tener el convenc

imiento de su incompatibilidad con los deberes matrimoniales.


42
A pesar que la ratio legislatoris Jue la de identificar y encasillar esta nuev

a causal con la incompatibilidad de caracteres o de personalidades -así l

o exponía el congresista Aldo Estrada Pérez, en su condición de presidente de

la Comisión de Justicia del Congreso de la República y uno de los autores de l

a iniciativa legislativa, en las entrevistas concedidas a los medios de co

municación-, se comprueba que ella nopuede ser invocada de esa manera por

cuanto los factores que determinan tal incompatibilidad no son exclusivam

ente de uno de los cónyuges sino, por el contrario, de la pareja. En ese sentido

, quien así la presenta, violenta el principio del artículo 335 del Código Civil: est

á fundando su demanda en un hecho propio.

Por eso y por tratarse de una causal inculpatoria, deben exponerse los h

echos que, imputados al otro consorte, provocan la imposibilidad de conti

nuar o reanudar la vida en común.

Una enumeración completa de los hechos que pueden configurar la caus

al de imposibilidad de hacer vida común es imposible, pues la variedad d

e circunstancias que puede presentar la vida real es tan grande, que siempre

pueden producirse situaciones nuevas. A título ejemplificativo, pueden señ

alarse los siguientes casos:

a) Abusos de uno de los cónyuges contra el otro: como no permitirle la e

ntrada al hogar; internarlo innecesariamente en un sanatorio para enfermos m

entales; introducir clandestinamente en el hogar a personas ajenas a la familia.

b) Acciones judiciales: como la promoción de ciertas acciones judic

iales infundadas como la de nulidad del matrimonio por existencia de otro anter

43
ior del esposo que no se acredita o por impotencia del marido no probada; la t

ramitación en el extranjero de una acción de divorcio vincular a espaldas del c

ónyuge; la promoción infundada y maliciosa de juicio de interdicción civil por in

sania.

c) Actitudes impropias de la condición de casado: como las salidas o viaj

es sin dar a conocer el paradero ni prevenir al otro cónyuge; la llegada habitual

al hogar a altas horas de la noche, sus ausencias periódicas sin ánimo

de abandonar el hogar común; la ocultación del estado de casados.

d) Cuestiones patrimoniales: como la promoción de una serie de demand

as de divorcio desistidas con el fin de mantener una situación de pleito perman

ente para conseguir objetivos económicos; el apoderamiento de los muebles d

el hogar, trasladados a otro lugar so pretexto de mudanza; la venta simulada d

e un bien social para sustraerlo de la sociedad de gananciales; los repetidos r

equerimientos de dinero en préstamo a espaldas del otro cónyuge, unidos a la

entrega de títulos valores falsificando la firma de éste.

e) Cuestiones sexuales: como la pretensión de que el cónyuge acc

eda a prácticas sexuales antinaturales o aberrantes; la negativa a consu

mar el matrimonio; el inmotivado incumplimiento del débito conyugal; la imposi

ción de prácticas anticoncepcionales por uno de los cónyuges contra la volunta

d del otro; el propósito reiterado de abortar; el ocultamiento de la esteriliz

ación practicada después del matrimonio.

f) Deficiencias de carácter: como el carácter fuerte y nervioso de uno de l

os cónyuges que produce incidentes a diario a pesar del buen trato del otro, qu

e trataba de calmarlo; la intemperancia de un consorte en el trato conyugal; el

44
carácter taciturno y poco comunicativo de un cónyuge que permanece muchos

meses en silencio y sin dirigir la palabra al otro; el trato desconsiderado y mani

fiestamente grosero y la asunción de una actitud de superioridad frente al otro;

el obligar a callarse, darle órdenes perentorias y hacerle recriminaciones ante

terceros; la total indiferencia de uno de los cónyuges hacia el otro; las reiterada

s amenazas de muerte.

g) Falta de aseo: como el grado extraordinario de falta de aseo y

de observancia de las más elementales reglas de higiene; el descuido y desali

ño extremos a pesar de la posición desahogada de la familia.

h) Incumplimiento de deberes derivados del matrimonio: como la fa

lta de contribución al sostenimiento económico del hogar por parte de un cóny

uge a pesar de tener medios para hacerlo, o cuando no los obtiene por

su holgazanería, falta de apego al trabajo o desprecio de las oportunidades qu

e se le presentan de obtener ocupación; la desatención de las tareas del hogar

por un cónyuge o la realización de gastos personales por encima de las

posibilidades económicas de la familia; la abstinencia de visitar al cónyuge int

ernado por enfermedad o bien cuando media un total distanciamiento.

imputable a un cónyuge, que priva al otro del cumplimiento de su deber

espiritual de comunicación de sentimientos y afectos; las relaciones equívocas

o sospechosas con una persona del otro sexo; la afición al juego, cuando va a

compañada de desatención de los deberes conyugales o pone en peligro la est

abilidad económica del hogar.

i) Relaciones con parientes: como la actitud de un cónyuge que lleva al

otro a vivir a la casa de su familia, donde se le hace la vida insoportable o no s

e le da el lugar que le corresponde como consorte; la conducta desconsiderad


45
a o irrespetuosa de un cónyuge hacia los parientes del otro; la negativa

injustificada de permitir la visita de los padres o parientes próximos del otro; la

exclusión del hogar del hijo de uno de los cónyuges, por la acción del otro.

Todas las circunstancias descritas precedentemente -que de ordinario p

ueden producirse viviendo o no los cónyuges bajo el mismo techo- debe

n ser acreditadas por cualquier medio probatorio admitido en nuestra legi

slación procesal civil; debiendo el juzgador valorar en conjunto la prueba actua

da a fin de llegar al convencimiento que el hecho comprobado efectivament

e hace imposible continuar o reanudar la vida común, según el caso. Por ello,

la frase "debidamente probada en proceso judicial" resulta ser una redund

ancia innecesaria.

4.12. La separación de hecho de los cónyuges durante un período ininte


rrumpido de dos años. Dicho plazo será de cuatro años si los cóny
uges tuviesen hijos menores de edad. En estos casos no será de a
plicación lo dispuesto en el artículo 335 (*)

Las discusiones legislativas precedentes, su lucha en el tiem po por intr

oducirsEtJill el sistema legislativo nacional y una lectura literal de la fórmula e

mpleada en el inc. 12 del artículo en estudio, puede inducirnos a pensar que s

e trata de una típica causal objetiva propia del sistema divorcio remedio.

Al respecto, cabe señalar que si bien, el carácter mixto de nuestro sistem

a, evidentemente se ha flexibilizado favoreciendo el divorcio, la gran pregunta

a plantearse es si la actual legislación, tal y como su complejidad la presenta,

permite su comprensión tendiente al divorcio remedio pleno, conduciéndonos a

puntos cercanos al otro extremo del péndulo divorcista. Preliminarmente p

46
ensamos que ello es discutible, máxime si el legislador ha conservado las caus

al es subjetivas tradicionales, ha adicionado esta causal, que si bien posi

bilita la invocación del hecho propio, al no distinguir responsables de la ruptura

factual de la relación matrimonial, regula de modo reparatorio los efecto

s personales y patrimoniales de la conclusión del vínculo, así como ha incorpor

ado la causal de imposibilidad de hacer vida conyugal con caracteres un tanto i

nculpatorios.

El análisis e impacto de las nuevas causales será materia en gran medid

a de la comprensión que de ellas haga la judicatura, a quien le corresponderá f

ijar los criterios y alcances para su configuración, en el caso de la separación d

e hecho frente a una objetividad que se proclama, pero cuyo denominad

o "requisito de admisibilidad", supuesto de improcedencia y rigurosidad de la p

robanza por sus efectos también patrimoniales, la alejan de enfoques, re

medios clásicos y de una perspectiva facilista del divorcio.

Definición.- El inc. 12 del artículo 333 del Código Civil, contempla la cau

sal de separación de hecho de los cónyuges durante un periodo ininterrumpido

de dos años si no tienen hijos menores de edad, y cuatro si los tienen.

Es necesario distinguir en la causal de separación de hecho, el tratamien

to legislativo dual que ha merecido, en su comprensión o mejor aún difusión co

mo causal objetiva remedio para efectos de la declaración de divorcio y de su

tratamiento evidentemente inculpatorio para la regulación de sus efectos, tales

como indemnización, alimentos, adjudicación preferente de bienes sociales, qu

e requieren la identificación de un cónyuge perjudicado, a quien el juez por

mandato de ley deberá proteger, pero que antes tendrá que reconocer en el pr

oceso, pero no a partir de un acto de buena voluntad sino que procesal mente
47
requiere reconvención y debate probatorio que determinen al perjudicado

¿inocente?, el perjuicio y la reparación en su quantum y forma.

Elementos de la causal

- Elemento objetivo: Cese efectivo de la vida conyugal, Alejamiento de lo

s cónyuges por decisión unilateral o acuerdo de ambos. Incumplimiento del de

ber de cohabitación.

- Elemento subjetivo: Aunque resulte discutible que se contemple e

n una causal de carácter objetivo la presencia del elemento intencional;

nuestra legislación al acotar en su tercera disposición complementaria el

supuesto ¿supuestos? de improcedencia, permite la discusión de las razo

nes del apartamiento, no ameritándose la causal cuando se produce por

razones laborales, requiriéndose por tanto a contrario, la valoración de la inten

ción de los cónyuges de interrumpir la convivencia mediante la separación.

- Elemento temporal: Se requiere que la separación de hecho se prolong

ue por dos años si los cónyuges no tienen hijos o éstos son mayores de edad

y cuatro años si tienen hijos menores de edad. Si bien, al igual que en la caus

al de abandono injustificado de la casa conyugal se configuran tres elemento

s constitutivos de la misma, éstos difieren sustancialmente:

Con relación al primero, somos de opinión que respecto al cónyuge que

puede invocarla, puede indistintamente cualquiera de los cónyuges demandarl

a, ya sea a pedido de quien se encuentra en la casa común porque ha sido víc

tima del retiro del consorte, o que ha permanecido en ésta por acuerdo con su

cónyuge, como también se admite su invocación por el responsable de la sep

48
aración, esto es por quien se fue, radicando en este aspecto tal vez su mayor

nota distintiva de causal objetiva de divorcio remedio.

Creemos que otro aspecto que se distingue en el elemento material de l

a causal objetiva, se ubica en la no necesidad de acreditar el domicilio conyug

al y que si es imprescindible para efectos de la causal inculpatoria de abandon

o, razón por la cual, el eventual aunque existente caso de los cónyuges que po

r diversos motivos no habían constituido casa conyugal, porque siempre había

n vivido separados por razones económicas, estudios, viaje, etc. En la causal

subjetiva son declaradas improcedentes. Hoy, la sola separación de hecho de l

os cónyuges con prescindencia de la probanza de la casa conyugal permite la

configuración de este elemento para la configuración de la causal. Aspecto dist

into será el vinculado a los efectos patrimoniales que requieran la verific

ación del cónyuge perjudicado, para lo cual resulta fundamental entre otros, id

entificar la casa conyugal, a efecto de reconocer al cónyuge abandonado

, y en consecuencia quien puede válidamente invocar el perjuicio.

En cuanto al elemento subjetivo, las divergentes posiciones judicial

es en cuanto a la probanza o la inversión.de la carga de la prueba de la intenc

ión deliberada de sustraerse de las obligaciones conyugales en el aband

ono injustificado de la casa conyugal, que conduce al cónyuge emplazad

o acreditar las razones que justifican su apartamiento, y el no hacerlo, permite

presumir la intención de transgredir las obligaciones conyugales, deberían q

uedar postergadas en la nueva causal, ante la comprensión legal de que la tol

erancia por parte de ambos cónyuges de la situación de hecho pone de manifi

esto su falta de voluntad para hacer vida en común, y por lo tanto para efectos

49
de la disolución del vínculo, hay una suerte de consentimiento tácito o expreso

para admitir una nueva situación conyugal.

No obstante, lo expresado como característica propia de una causal obje

tiva como lo sería la separación de hecho, como ya se mencionara la ley en su

tercera disposición complementaria y transitoria, señala que para los efectos d

e la aplicación del inciso 12 del artículo 333 del Código Civil no se considerará

separación de hecho y por tanto es causal de improcedencia de la causal, que

la separación se haya producido por causas laborales, exigiéndose en dicho s

upuesto el cumplimiento de las obligaciones alimentarias u otras pactadas por l

os cónyuges.

Hay varios aspectos que ameritan comentarse en esta norma compleme

ntaria. El primero es el relativo a la posibilidad de que en un proceso por esta c

ausal se debatan las razones que motivaron el apartamiento, lo que distorsion

a su tan anunciado carácter objetivo, que puede hacerlo el emplazado en los d

os supuestos que se encuentre, ya sea porque es el cónyuge que se fue y com

o si se tratara del demandado de la causal de abandono injustificado de la cas

a conyugal, Ventilaría las razones del mismo, por lo que desde esa perspectiva

, el cónyuge que permaneció en la casa común estaría en una situación

semejante en ambas causales, y de otro lado, si quien invocando hecho propi

o encuentra un cónyuge emplazado que se niega a divorciarse precisamente a

l argumentar que él cónyuge demandante se retiró de la casa común po

r razones laborales y que ha venido cumpliendo satisfactoriamente sus o

bligaciones alimentarias, acogiéndose en este extremo al supuesto de im

procedencia consignado en la ley, defensa que resultaría implicante con la ad

misión de la invocación del hecho propio.

50
Otro aspecto que llama la atención, si es que se ha pretendido desobjeti

vizar la causal es que no se ha contemplado en los supuestos de improcedenci

a, las razones de salud, honor o peligro de la vida, igualmente comprensibles p

ara la noconfiguración de la causal, es de esperarse que ello en aplicaci

ón del artículo 289 del Código Civil sea resuelto al interpretarse en la práctica j

udicial. Con relación al elemento temporal, difiere de la causal culposa no sólo

en los plazos en razón de la existencia de hijos menores de edad, sino tambié

n en la exigencia de continuidad en la separación, por cuanto en lo ininterrumpi

do del plazo se evidencia la ruptura de hecho con carácter permanente de la re

lación conyugal. . ¿Requisito de admisibilidad de la demanda?- Para invocar l

a causal, la ley establece que es necesaria la acreditación del cumplimiento de

la obligación alimentaria. Si es comprendida tal exigencia como requisito de a

dmisibilidad, las pruebas del cumplimiento de dicha obligación deberán recaud

arse a la demanda, tales como consignaciones, retenciones, documentos priva

dos como recibos, gastos diversos a favor de los acreedores alimentarios,

etc. La expresión acreditar que se encuentra al día en el pago de sus obligac

ionesalimentarias u otras, supone que se verifique el cumplimiento de ésta dura

nte todo el periodo de separación invocado para efectos de la demanda o

la probanza del periodo correspondiente al plazo legal mínimo aplicable

o el periodo próximo a la demanda.

Establecer ello en la práctica judicial será importante, más aún si conside

ramos otras posibilidades que hay que calificar, como que el demandante no c

uen)te con pruebas del cumplimiento de la prestación, porque no ha requerido

ser emplazado judicialmente y no ha tenido la precaución de acopiar los

comprobantes de la satisfacción de la obligación y pretenda cumplir el requisito

51
de admisibilidad con su sola afirmación, corroborada con la declaración de part

e del emplazado o el testimonio de los otros acreedores alimentarios o incluso

no tenga que cumplir p~stación alimentaria alguna por ser la condición econó

mica de su cónyuge más favorable y no tener estado de necesidad.

Exigir que el cumplimiento de la obligación alimentaria sea contemplado

como requisito de admisibilidad al momento de calificar la demanda, en casos

como los descritos, simplemente constituiría un limitante al ejercicio del derech

o de acceder a la tutela jurisdiccional efectiva, por ello resulta más razonable s

u comprensión como requisito de procedencia que posibilite la declaración de

divorcio por esta causal. Por lo mismo, si durante el proceso se verifica que el

peticionante del divorcio adeuda pensiones alimenticias devengadas o ha

incumplido con acuerdos convencionales, carecería del derecho para que se le

ampare la demanda.

Indemnización o adjudicación de bien social al cónyuge perjudicado por

el divorcio.- Aspecto de particular importancia resulta ser la determinación del

cónyuge perjudicado, particularmente si consideramos la trascendencia de la fi

jación de los efectos personales y patrimoniales de la disolución, máxime si ten

emos en cuenta que el perjudicado no necesariamente ha de coincidir con la p

ersona del cónyuge emplazado, podrá serio si éste es el consorte aband

onado en contra de su voluntad, más no lo será si la separación de 105 cónyu

ges se ha producido por propio acuerdo; e incluso el demandante podría ser c

alificado como perjudicado, si no es el abandonante y prefiere invocar el retiro

del otro consorte en esta causal y no en la de abandono injustificado de la cas

a conyugal, causal para la cual, de acuerdo a un criterio no le requerirán que p

ruebe lo injustificado del abandono, comprendiéndose la inversión de la carga

52
de la prueba de este elemento, mientras que según el otro criterio, se le exigirá

que acredite este extremo de lo afirmado. optando de este modo por facilitar s

u causal.

Al respecto, si bien el texto legal señala literalmente que le corresponde

al juez velar por la estabilidad económica clel cónyuge que resulte perjudicado

por la separación de hecho, así como la de sus hijos, para lo cual se deberá se

ñalar una indemnización por daños, incluyendo el daño personal u orden

ar la adjudicación preferente de bienes de la sociedad conyugal, indepen

dientemente de la pensión de alimentos que le pudiere corresponder, interpret

ar que su señalamiento debe ser de oficio, resulta contrario a principios proces

ales que garantizan el debido proceso, tales como el principio de congru

encia que exige que el juez se pronuncie sobre todos y cada uno de los

puntos controvertidos, respecto a los cuales se ha producido el debate p

robatorio, de lo contrario el pronunciamiento en relación a extremos no d

emandados o reconvenidos afectaría además el derecho de defensa del

obligado, que al no ser emplazado no tiene la oportunidad de desvirtuar los arg

umentos por los cuales debería indemnizar, ni sobre el monto indemnizat

orio. Por ello consideramos que, tanto la indemnización o adjudicación de

ben ser derechos alegados por su titular en el proceso judicial, en la demanda

o en su caso en la reconvención.

Respecto a la adjudicación preferente de bienes sociales, se plantean va

rias inquietudes a formular, de acuerdo al literal de la norma se propone una s

uerte de elección entre la indemnización o adjudicación preferente de bie

nes sociales, por lo tanto el cónyuge perjudicado deberá decidir cuál de

los derechos hará efectivo. Otro aspecto que resulta de interés es determinar s

53
i la adjudicación preferente es onerosa o gratuita, aunque no se ha señal

ado expresamente, el hecho de que se propongan como derechos excluyentes

, conduce razonablemente a considerar que dicha adjudicación debe ser en p

rincipio gratuita, guardando la proporcionalidad al daño producido y seguridad

que se desea legalmente brindar al perjudicado. . Alimentos.- En la causal de s

eparación de hecho si bien no se habla de cónyuge inocente, se trata de identif

icar al cónyuge perjudicado a quien se le protegerá entre otros con una pensió

n de alimentos, al respecto su fijación debe considerar como en el caso de las

otras causales lo dispuesto por el artículo 350 del Código Civil, cesando la obli

gación alimentaria por el divorcio, salvo que el perjudicado no tuviera los biene

s propios, gananciales suficientes, o esté imposibilitado de trabajar; perjuicio y

condiciones de necesidad que deberán ser invocados por el acreedor alim

entario y establecidas en la sentencia de divorcio, luego del debate probatori

o correspondiente. En el caso de los hijos menores de edad, la lógica varía s

ustancialmente por cuanto, recordemos, su estado de necesidad se presume.

Patria potestad.- En el caso de la separación de hecho, el dispos

itivo modificatorio aunque deficientemente debemos entender, da un tratamient

o de carácter remedio a lo concerniente al ejercicio de la patria potestad. Se di

spone modificar el artículo 345 del Código Civil y señala que resultan aplicable

s a la separación convencional y a la separación de hecho las disposicio

nes contenidas en los artículos 340 último párrafo y 341, las mismas que refier

en que el padre o madre a quien se haya confiado los hijos, ejerce la patria po

testad respecto de ellos, quedando el otro, suspendido en el ejercicio. Olvidó el

legislador que a la fecha de la dación de la norma de divorcio se encontraba vi

gente la modificación del Código de los Niños y Adolescentes, que ya di

54
stinguía en los artículos 75 y 76 los supuestos de divorcio y separación de cuer

pos por causal específica de la separación convencional, sancionando en el pri

mer caso a uno de los padres con la suspensión de la patria potestad, mientra

s que en el otro, establece que ambos padres ejercen la patria potestad, siend

o encargada sólo la tenencia a uno de ellos. Teniendo en cuenta la ratio legis d

el dispositivo modificatorio que pretende equiparar para efectos de las relacion

es paterno filiales como causales de divorcio remedio a la separación convenci

onal y la separación de hecho, resulta de aplicación del acotado artículo

76 vigente y que ha modificado lo contenido por el artículo 34 del

Código Civil. Por tanto, en la causal de separación de hecho al igual que

en la separación convencional y divorcio ulterior, ambos padres conservan la p

atria potestad, encargándosele la tenencia, como uno de sus atributos a uno d

e los padres, conservando el otro los demás derechos y atribuciones de cuidad

o, asistencia, orientación, vigilancia personal y patrimonial inherentes al ejercici

o de la patria potestad.

Fenecimiento del régimen de sociedad de gananciales.- De conformida?

con lo dispuesto por el artículo 319 del Código Civil modificado, relativo

al fenecimiento de la sociedad de gananciales, se establece que en los casos

previstos en los incisos 5 Y 12 del artículo 333, esto es, la causal de abandono

injustificado de la casa conyugal y la separación de hecho de los cónyuges, se

considera que la sociedad de gananciales fenece desde el momento en que se

produce la separación de hecho, apartándose de este modo de la regla general

aplicable en la materia cual es que el fenecimiento se produce desde la fecha

de la notificación de la demanda.

55
Cambio importante que genera más de una preocupación, que hace req

uerible una mayor exigencia en la probanza de la causal de separación de hec

ho y que nos hace dudar seriamente de que por ejemplo la denuncia poli

cial y su subsiguiente constatación pueda tener mayor repercusión como prue

ba única al igual como ocurre en la causal culposa, ello teniendo en cuenta, qu

e la probanza no sólo va a implicar la verificación de la causal sino además, la

determinación de la fecha cierta de fenecimiento de la sociedad de gana

nciales, y todo lo que ello patrimonialmente involucra, que en casos de esta n

aturaleza resultan particularmente relevantes, si tenemos en cuenta adicio

nal mente que ya era muy frecuente en los procesos por abandono injust

ificado de la casa conyugal que el cónyuge demandante desconozca o afirme

desconocer el domicilio del otro consorte y por tanto se continúe el proceso co

n un curador procesal, situación que no sería extraña, se repita en la causal de

separación de hecho.

Si la preocupación era que durante la separación de hecho de los cónyu

ges no se beneficie indebidamente al cónyuge que no aporta con su trabajo o

cuidado al hogar, retornando solo a buscar productos en los cuales no contribu

yó, para tal efecto ya existía la norma que lo impedía, la prevista en el artículo

324 del Código Civil, que no ha sido derogada y que no comprendemos cómo

va a ser en adelan.te aplicada, si dispone que en caso de separación de hecho

, el cónyuge culpable pierde el derecho a gananciales proporcionalmente

a la duración de la separación, de lo que se deduce que el inocente u abando

nado no los perdería, lo que es incompatible con el actual texto del artículo 319

, que sin distinguir entre inocentes y culpables dispone la conclusión del régim

en de sociedad de gananciales desde la fecha de la separación de hecho. Tal

56
vez lo más saludable si se quería clarificar los alcances y reglas del régimen p

atrimonial, hubiera sido incorporar como causal de fenecimiento de la sociedad

de gananciales en el artículo 318 la separación de hecho de los cónyuges señ

alando un plazo legal razonable.

. Conversión a divorcio.- La legislación contempla la separación de hec

ho entre los cónyuges como una causal por la cual puede demandarse la disol

ución delvínculo matrimonial o su decaimiento. En ese aspecto difiere de la sep

aración convencional por la que no puede solicitarse directamente el divorcio.

En los casos en los que se pretenda en primer término, la separación de

cuerpos por separación de hecho, transcurridos seis meses de su declaración,

cualquiera de los cónyuges puede solicitar la conversión a divorcio. Es conveni

ente recordar que sólo se eleva en consulta al superior jerárquico la sentencia

que declara la separación de cuerpos por separación de hecho, mas no la que

dispone la separación de cuerpos.

. Caducidad.- De acuerdo a lo dispuesto por el artículo 339 del Código

Civil en atención a la naturaleza de la causal, ésta se encuentra vigente, en tan

to subsista la separación de hecho entre los cónyuges, por lo que result

a importante al considerar la causal, no sólo acreditar la separación por dos o

cuatro años en su caso, sino verificar que continúa a la fecha de la inte

rposición de la demanda.

Costas y costos.- En materia de divorcio, por excepción, considerando

que la ley en esta causal ha autorizado al cónyuge ofensor a invocar su hecho

propio como causal, declarando la disolución en contra incluso de la voluntad d

el otro, en aplicación del artículo 412 del Código Procesal Civil, procede la de

57
claración judicial expresa de exoneración de costas y costos de la parte "ven

cida".

4.13. LA SEPARACIÓN CONVENCIONAL, DESPUÉS DE TRANSCURRID


OS DOS AÑOS DE LA CELEBRACIÓN DEL MATRIMONIO

Los actuales sistemas legislativos admiten el mutuo consentimiento,

tanto en la separación personal o de cuerpos como en el divorcio vincular. De

esta manera se evita la inculpación recíproca de los cónyuges, real o fingida, p

ara obtener la sentencia. En lo procesal, contemplan un procedimiento más se

ncillo y, por tanto, menos costoso. Finalmente, en cuanto a los efectos de la se

ntencia de separación, el acuerdo de los cónyuges permite regular de mejor m

odo lo referente a los hijos y bienes del matrimonio.

Este último aspecto es decisivo y condiciona la obtención de una senten

cia de separación. El juez debe examinar si las condiciones estipuladas

por los cónyuges son aceptables desde el punto de vista del interés fam

iliar; especialmente respecto de los hijos menores. Debe poder rechazar el co

nvenio y negar su homologación si esas condiciones no son aceptables para q

ue los cónyuges prese~ten otras distintas a la vista de sus observaciones. Otr

o requisito habilitante de la separación consensual suele ser la exigencia

de un plazo mínimo de duración del matrimonio para poder solicitar la separaci

ón. Nuestra legislación en esta materia sigue las orientaciones generales

expuestaRPrecedentemente, pero admitiendo la separación convencional c

omo causal de separación de cuerpos previa al divorcio. Así, el Código Civil y

el Código Procesal Civil señalan los requisitos siguientes:

58
a) Transcurso de los dos primeros años del matrimonio. El inciso 11 del

artículo 333 del Código Civil -ahora inciso 13 del citado artículo con la modifica

ción

introducida por la Ley N° 27495- exige que para invocar esta causal deb

en haber transcurrido dos años de la celebración del matrimonio. Se constituye

como una garantía de la seriedad del propósito de separación y sirve como p

eríodo de reflexión a los cónyuges frente a apresuradas decisiones cuando, de

spués de celebrado el matrimonio, surgen inmediatamente desavenencias o pr

oblemas conyugales.

b) Consentimiento inicial de ambos cónyuges. Con la modificación introd

ucida a la denominación de la causal, antes llamada "mutuo disenso", se confir

ma que el consentimiento recíproco, que sugiere el término "separación conve

ncional", debe manifestarse con la presentación de la demanda en forma

conjunta. Nuestro sistema no admite la modalidad de la presentación de la de

manda por uno de los cónyuges y la posterior adhesión del otro. No obstante y

a pesar de su ratificación en la audiencia respectiva, permite que cualqui

era de los cónyuges revoque el consentimiento inicialmente prestado, dentro

de los treinta días calendario posteriores a esa audiencia (artículo 344 del

Código Civil, concordado con el artículo 578 del Código Procesal Civil).

c) Presentación con la demanda de la propuesta de convenio regulador

de los regímenes familiares de los cónyuges. La propuesta de convenio regula

dor es exigida como un requisito especial para la admisibilidad de la de

manda (artículo 575 del Código Procesal Civil). El contenido mínimo de este co

nvenio está referido a los regímen~s de ejercicio de la patria potestad, de alim

entos y de liquidación de la sociedad de gananciales.


59
d) Aprobación judicial de la separación convencional. La sentencia acog

erá el contenido del convenio propuesto, siempre que asegure adecuadamente

la obligación alimentaria y los derechos inherentes a la patria potestad y derec

hos de los menores o incapaces (artículo 579 del Código Procesal Civil).

La sentencia de separación de cuerpos por esta causal no es objeto de consu

lta.

e) Sometimiento a la vía del proceso sumarísimo. La separación conven

cional se sujeta al trámite del proceso sumarísimo (artículo 573 del Código Pro

cesal Civil). La conversión de la separación personal aprobada por el juez en

divorcio, es decir el divorcio ulterior, puede ser solicitada por cualquiera de los

cónyuges luego de transcurridos seis meses desde la notificación de la senten

cia de separación (artículo 354 del Código Civil). El juez expedirá sentencia, lu

ego de tres días de notificada la otra parte sobre el pedido formulado (artículo

580 del Código Procesal Civil), y declarará disuelto el vínculo matrimonial si co

mprueba los presupuestos para su procedencia: la legitimidad para obrar del s

olicitante y el transcurso del plazo mínimo legal de seis meses. Procede la con

sulta de la sentencia que declara el divorcio ulterior, si ésta no es apelada (artí

culo 359 del Código Civil).

De otro lado, el artículo 482 del Código Procesal Civil, en concordancia

Con el artículo 357 del Código Civil, establece que en cualquier estado del pro

ceso antes de la sentencia, el demandante o el reconviniente, pueden modifica

r su pretensión de divorcio a una de separación de cuerpos; ello como es natur

al en el deseo social de conservar la institución del matrimonio.

Es evidente que habiéndose demandado el divorcio por causal, la preten

sión puede ser variada por una de separaci~n de cuerpos por causal. Sin emb
60
argo, la jurisprudencia -con cierta frecuencia- viene admitiendo que tambi

én se puede variar a una separación de cuerpos de carácter convencional. Se

afirma que esta práctica judicial, de alguna manera evita se agudiceri aún más

los conflictos de pareja y de familia a través de un proceso judicial altamente

controvertido. No obstante, tal práctica judicial es improcedente, no sólo por tra

tarse de derechos indisponibles, sino y sobretodo por afectarse el debido proc

eso al "sumarisar" un proceso que es de conocimiento y desconocer que la pre

tensión de divorcio por causal involucra a ésta, por lo que la conversión sólo p

uede ser en una separación de cuerpos por causal. Además, la referida

práctica judicial implica un corolario de dispensa de la falta cometida por el cón

yuge culpable.

La aludida práctica judicial ha demostrado su mayor problema cuan

do, producida tal variación, uno de los cónyuges se desiste dentro del pl

azo señalado en el artículo 578 del Código Procesal Civil. La respuesta

mayormente aceptada ha sido la de anular lo actuado en lo convencional y rep

oner la causa al estado previo a la solicitud de variación; aunque también se h

a declarado la conclusión del proceso de acuerdo con la citada disposición adj

etiva y asimismo, se ha señalado la improcedencia de la revocación por tratars

e de un ejercicio abusivo del derecho.

Los cuestionamientos precedentes, evidencian -en última instancia-

que la mentada práctica judicial es contraria a lo dispuesto en el artículo IX del

Título Preliminar del Código Procesal Civil: las normas procesales contenidas

en el Código adjetivo son de carácter imperativo, salvo regulación permisi

va en contrario. Sobre este último aspecto, recuérdese que la Segunda Dispo

sición Complementaria Y Transitoria de la Ley N° 27495 ha dispuesto expresa

61
mente que "en los procesos judiciales sobre separación de cuerpos que se enc

uentren en trámite por las causal es establecidas en los incisos del 1 al13 del a

rtículo 333 del Código Civil, la parte demqndante podrá modificar su dem

anda invocando las causales establecidas en los incisos 11 y 12 del referido ar

tículo en un plazo no mayor de treinta días, contados a partir de la vigencia de

la presente ley, no siendo aplicable por excepción, lo dispuesto en el artículo 4

28 del Código Procesal Civil. El juez adecuará el trámite de la demanda según

la vía procedimental correspondiente".

62
CAPITULO V

PROCESOS DE SEPARACIÓN DE CUERPOS

En la sección quinta, procesos contenciosos, Título I, Proceso de

Conocimiento, Capitulo ii disposiciones especiales Sub Capitulo 1, del Código

Procesal Civil, artículos 480 al 485 y otros pertinentes señalan el proceso, al

respecto detallaremos:

5.1. EL JUEZ COMPETENTE.

Estos procesos son de competencia de los Juzgados de Familia, de

conformidad con el artículo 475, inciso 1, del Código Procesal Civil modificado

por la Ley 271551, pudiéndose interponer la demanda ante el juez del domicilio

1 Ley Que Regula La Competencia De Los Juzgados Y Fiscalias De Familia Y Modifica Diversos
Articulos De La Ley Organica Del Poder Judicial, Ley Organica Del Ministerio Publico, Codigo
Procesal Civil Y Codigo De Los Niños Y Adolescentes

63
del demandado o del último domicilio conyugal, a elección del demandante. La

ley otorga la opción a favor del cónyuge demandante de presentar su demanda

ante el juez del domicilio actual del cónyuge demandado o ante el del último

domicilio conyugal, es decir, si hubo separación de hecho anterior, el que

compartieron al tiempo de producirse ésta. El artículo 24, numeral 2, del Código

Procesal Civil no señala que esta competencia territorial sea improrrogable. En

tal virtud, si se demanda ante juez distinto, éste no puede declarar su

incompetencia, por cuanto en el artículo 35 del Código adjetivo se establece que

la incompetencia se declara de oficio por razón del territorio cuando ésta sea

improrrogable. Lo que procede es que el demandado invoque la incompetencia

como excepción o como inhibitoria. En el supuesto que el demandado

comparezca al proceso sin hacer reserva o deja transcurrir el plazo sin alegar la

incompetencia, se habrá producido una prórroga tácita. Luego, no podrá invocar

la incompetencia como causal de nulidad por no haber sido propuesta oportuna

y debidamente. De hacerlo, el juez deberá rechazarla de plano por no

extemporánea. De otro lado, no existe impedimento legal para que los cónyuges

acuerden por escrito someterse a la competencia territorial de un juez distinto al

que corresponde, al no declararla improrrogable la ley. Ello se produciría, por

ejemplo, si los cónyuges establecen por escrito su separación de hecho y en ella

fijan su sometimiento a la competencia territorial de un determinado juez para el

caso de iniciarse un proceso de separación de cuerpos o de divorcio por causal.

Esa dispensa convencional del deber de cohabitación no podrá ser considerada

como inválida e ineficaz, por cuanto sólo si los cónyuges no acuerdan la

convivencia separada en los casos del artículo 289 del Código Civil, procederá

la dispensa judicial. En tal virtud, la prórroga convencional de la competencia

64
sustentará la contradicción de la inhibitoria o de la excepción, ofreciéndose como

medio probatorio el documento que acredita su existencia. Competen al juez que

conoce de la separación de cuerpos o del divorcio por causal, las pretensiones

relativas a los derechos u obligaciones de los cónyuges o de éstos con sus hijos.

5.2. LAS PARTES.

Resulta obvio que las partes, por antonomasia, son los cónyuges. Ellos

tienen capacidad para ser parte material y para comparecer al proceso

personalmente o por apoderado. Si uno de los cónyuges ha fallecido, los

herederos no pueden iniciar la acción, ya que se ha producido la disolución del

vínculo matrimonial. En caso contrario, la demanda será declarada improcedente

por carecer de legitimación por obra del demandante. De otro lado, los herederos

tampoco podrán continuar la acción iniciada en vida por su causante, es decir,

no operará la sucesión procesal, al haberse producido la desaparición de uno de

los presupuestos de la acción de separación de cuerpos o de divorcio por causal:

ello es, la subsistencia del vínculo matrimonial. Ante esa eventualidad, el juez

debe declarar la conclusión del proceso sin expresión sobre el fondo por haberse

sustraído la pretensión del ámbito jurisdiccional. Si alguno de los cónyuges es

incapaz por enfermedad mental o ha sido declarado ausente, comparece al

proceso representado por cualquiera de sus ascendientes, de acuerdo con el

artículo 334 del Código Civil. A falta de éstos, el juez le nombrará un curador

procesal. Iguales tratamientos deben merecer los casos en que el cónyuge

incapaz lo sea por deterioro mental que le impide expresar su libre voluntad. En

cambio, si el cónyuge ha sido declarado pródigo, mal gestor, ebrio habitual o

toxicómano, debe estarse a lo que dispone el artículo 591 del Código Civil: no

65
puede comparecer al proceso sin el asentamiento especial del curador. Las

situaciones descritas son relevantes para la constitución de una relación jurídica

procesal válida. Así, cuando se demande la separación de cuerpos o el divorcio

por la causal de fármaco-dependencia y en la medida que se cuente con la

prueba preexistente de esa eventualidad, deberá promoverse previamente la

interdicción civil y nombrársele un curador provisional al cónyuge afectado, quien

le otorgaría el asentamiento especial requerido; y, en el caso que la prueba haya

sido ofrecida con la demanda, deberá nombrársele un curador procesal que lo

represente en el proceso si de la actuación de las pruebas resulta manifiesta la

incapacidad relativa de ejercicio, a fin de establecer una relación jurídica procesal

válida. De otro lado, queda entendido que el cónyuge menor de edad tiene plena

capacidad para estar en todo tipo de procesos al haber cesado su incapacidad

relativa por razón del matrimonio. Como se indicó, los cónyuges pueden

comparecer personalmente o por apoderado judicial. A este último deberán

conferírsele las facultades especiales contenidas en el artículo 75 del Código

Procesal Civil, para demandar, reconvenir, contestar demandas y

reconvenciones y demás actos de disposición de derechos sustentativos dentro

del proceso de separación de cuerpos o de divorcio por causal, así como para

asistir a las audiencias respectivas; siendo insuficiente, para ello, las facultades

generales. Con relación a la representación judicial, curadoria procesal y

procuración oficiosa, debe estimarse que no es posible que el hijo de los

cónyuges asuma como abogado o procurador, la defensa o representación de

uno de ellos, pues tal situación lesionaría los deberes de lealtad, probidad y

buena fe, rompiendo el principio de igualdad entre los litigantes, ya que

significaría para uno de ellos la presencia permanente de un factor inhibitorio de

66
su actuación en el pleito, que incide o puede incidir en la eficacia de su defensa.

En tal caso, el juez debe ejercer las facultades que reconoce la ley para hacer

efectiva la igualdad de las partes en el proceso. Además de los cónyuges, el

Ministerio Público es parte en los procesos de separación de cuerpos o divorcio

por causal y, como tal, no emite dictamen. La finalidad de su intervención es la

de controlar la legalidad, evitando la colusión entre los cónyuges para provocar

directamente la separación de cuerpos o el divorcio sin acreditar la causal

invocada, y, cuando hay hijos menores de edad, la de velar por el interés del niño

y adolescente en las cuestiones relativas a la patria potestad y alimentos.

5.3. LA VÍA PROCEDIMENTAL.

El procedimiento es el del proceso de conocimiento y sólo se impulsará a

pedido de parte. La sujeción al proceso de conocimiento radica en que la

sentencia que declara la separación de cuerpos, modifica el estado de familia de

los cónyuges al hacerlo pasar del de casados al de separados o divorciados con

efectos erga omnes, por lo que deben tomarse los mayores recaudos para arribar

a esta declaración. La limitación al impulso procesal de oficio responde al

principio de protección del matrimonio: los únicos interesados en obtener el

decaimiento o la disolución del vínculo conyugal son los propios cónyuges. Su

inactividad procesal podría ser consecuencia de una posible reconciliación y tal

situación interesa mantener.

5.4. LA POSTULACIÓN DEL PROCESO.

Con la relación a la postulación del proceso, se debe considerar lo

siguiente:

67
5.4.1. Descripción de los hechos en la demanda.
Para que quede tipificada la causal que se invoca, deben ser expuestos

con suficiente precisión los hechos ocurridos; considerando que un mismo hecho

no puede configurar más de una causal. En consecuencia, si se comprueba que

en la demanda no se ha cumplido con esta especificidad, debe ser declarada

inadmisible a fin de que se precise el petitorio. Sin embargo, cuando las causales

no se vinculan a un solo hecho, sino al desarrollo de la conducta, tal como por lo

general sucede cuando se imputan injurias, no será indispensable señalar en la

demanda, con exactitud cada una de las ofensas recibidas, sino que bastará con

detallar los hechos más significativos, en tanto resulten representativos de la

conducta injuriosa que se imputa, lo cual permitirá acreditar otros hechos

particulares no mencionados expresamente en la demanda, pero que son de

similar naturaleza a los enunciados.

5.4.2. Inadmisibilidad de la demanda

Por no cumplir con los requisitos legales o no acompañarse los anexos

exigidos por ley. Se presentaría cuando la demanda no cumpla con las

exigencias legales procesales o no se acompañe la prueba de la calidad de

cónyuge, esto es, la partida de matrimonio o los documentos probatorios que

tuviese en su poder el demandante. En estos casos, el juez ordenará al

demandante subsanar la omisión o defecto. Si el demandante no cumpliera con

lo ordenado, el juez rechazará la demanda y ordenará el archivo del expediente.

5.4.3. Improcedencia de la demanda por caducidad del derecho.

68
Se presentaría cuando el Juez advierta, del texto de la demanda y de la

prueba ofrecida, la verificación de alguno de los supuestos del artículo 339 del

Código Civil que producen la caducidad del derecho en que se sustenta la

pretensión. De ser manifiesta, el juez declarará improcedente la demanda,

fundamentando su decisión y devolviendo los anexos. Sobre la caducidad, debe

tenerse presente que el demandado puede proponerla como excepción, la que

si se declara fundada anulará todo lo actuado y dará por concluido el proceso.

Sin embargo, es posible que la caducidad no se advierta de la demanda ni el

demandado la haya propuesta como excepción, pero luego es apreciada por el

juez; inclusive, después del saneamiento procesal. Al respecto, debe

considerarse que la caducidad puede ser declarada de oficio por el juez, de

conformidad con el artículo 2006 del Código Civil; y que, esa actuación de oficio

no se ve perjudicada si alguna de las partes la advierte al juez. En consecuencia,

deberá concluirse el proceso sin declaración sobre el fondo de acuerdo con el

artículo 321, inciso 5, del Código Procesal Civil.

5.4.4. Reconvención.

El demandado por separación de cuerpos o divorcio por causal puede

reconvenir por divorcio o separación de cuerpos por causales idénticas o

diferentes, indistintamente. También puede entablar por esa vía, cualquiera de

las pretensiones acumulables por la conexidad con la relación jurídica invocada

en la demanda. Si el demandado no reconviene, no puede declararse la

separación de cuerpos o el divorcio por culpa del cónyuge demandante -aun

cuando su culpa resulte de la prueba- pues ello implicará juzgar fuera de lo

peticionado.

69
5.4.5. Variación de la demanda de divorcio a separación de
cuerpos.

El artículo 482 del Código Procesal Civil, en concordancia con el artículo

357 del Código Civil, establece que en cualquier estado del proceso antes de la

sentencia, el demandante o el reconviniente, pueden modificar su pretensión de

divorcio a una de separación de cuerpos; ello como es natural en el deseo social

de conservar la institución del matrimonio. Es evidente que, habiéndose

demandado el divorcio por causal, la pretensión puede ser variada por una de

separación de cuerpos por causal. Sin embargo, la jurisprudencia -con cierta

frecuencia- viene admitiendo que también se puede variar a una separación de

cuerpos de carácter convencional. Se afirma que esta práctica judicial de alguna

manera evita se agudicen aún más los conflictos de pareja y de familia a través

de un proceso judicial altamente controvertido. No obstante, tal práctica judicial

es improcedente, no sólo por tratarse de derechos indisponibles, sino y sobre

todo por afectarse el debido proceso al "sumarisar" un proceso que es de

conocimiento y desconocer que la pretensión de divorcio por causal involucra a

ésta, por lo que la conversión sólo puede ser en una separación de cuerpos por

causal. Además, la referida práctica judicial implica un corolario de dispensa de

la falta cometida por el cónyuge culpable. La aludida práctica judicial ha

demostrado su mayor problema cuando, producida tal variación, uno de los

cónyuges se desiste dentro del plazo señalado en el artículo 578 del Código

Procesal Civil. La respuesta mayormente aceptada ha sido la de anular lo

actuado en lo convencional y reponer la causa al estado previo a la solicitud de

variación; aunque también se ha declarado la conclusión del proceso de acuerdo

con la citada disposición adjetiva y, asimismo, se ha señalado la improcedencia


70
de la revocación por tratarse de un ejercicio abusivo del derecho. Los

cuestionamientos precedentes, evidencian -en última instancia- que la mentada

práctica judicial es contraria a lo dispuesto en el artículo IX del Título Preliminar

del Código Procesal Civil: las normas procesales contenidas en el código adjetivo

son de carácter imperativo, salvo regulación permisiva en contrario. Sobre este

último aspecto, recuérdese que la Segunda Disposición Complementaria y

Transitoria de la Ley 27495 ha dispuesto expresamente que "en los procesos

judiciales sobre separación de cuerpos que se encuentren en trámite por las

causales establecidas en los incisos del 1 al 13 del artículo 333 del Código Civil,

la parte demandante podrá modificar su demanda invocando las causales

establecidas en los incisos 11 y 12 del referido artículo en un plazo no mayor de

treinta días, contados a partir de la vigencia de la presente Ley, no siendo

aplicable por excepción, lo dispuesto en el artículo 428 del Código Procesal Civil.

El Juez adecuará el trámite de la demanda según la vía procedimental

correspondiente".

5.4.6. Excepciones.

El ordenamiento procesal precisa la excepción que pueden ser

propuestas por el demandado. Para el caso de la separación de cuerpos y el

divorcio por causal, tienen particular interés las excepciones de caducidad y de

litispendencia. Ya se ha explicado que para las diferentes causales de

separación de cuerpos y de divorcio, el artículo 339 del Código Civil contempla

los casos en que opera la caducidad y que provoca anular todo lo actuado, dando

por concluido el proceso. El análisis de la excepción de litispendencia requiere

tener presente que para establecer si una pretensión es idéntica a otra hay que

71
tener en cuenta tres elementos: personae, petitum y causa petendi. En base a

estos elementos identificatorios se determina si hay una doble litispendencia, de

conformidad con el artículo 452 del Código Procesal Civil. Recuérdese que se

puede demandar la separación de cuerpos o el divorcio por las distintas causales

taxativamente señaladas en el artículo 333 del Código Civil. Por eso la pretensión

de separación de cuerpos o de divorcio abarca, comprende a la causal o

causales invocadas en la demanda. En ese sentido, por ejemplo, en la pretensión

de divorcio el petitum es la disolución del matrimonio y la causa petendi la

invocada en la demanda. Por ello, una comparación de los citados elementos de

los procesos involucrados descartará la identidad si la causa petendi del petitorio

de cada uno no es la misma. Sin embargo, el análisis no se agota en esto desde

que diferentes hechos imputados a cada cónyuge pueden configurar idénticas o

diferentes causa petendi. En tal sentido, además se deberá apreciar los hechos

que configuran la causa petendi invocada en la demanda para declarar fundada

o infundada la excepción de litispendencia.

5.4.7. Rebeldía

La declaración de rebeldía, en el proceso de separación de cuerpos o

divorcio por causal, no causa presunción legal relativa sobre la verdad de los

hechos expuestos en la demanda. Ello en razón de que la pretensión se sustenta

en un derecho indisponible por su carácter de atributo de la persona: el estado

de familia. Tal indisponibilidad provoca que los particulares carezcan de poder

sobre sus cualidades personales como para modificarlas o disponer de ellas por

convenciones según su voluntad. En tal sentido, la declaración de rebeldía no

obsta a que el demandante acredite los hechos expuestos en su demanda, ni

72
impide al demandado ofrecer pruebas, si fuere el estado, las que sólo pueden

versar sobre los hechos alegados por la parte actora.

5.4.8. Acumulación.

En caso de que cada uno de los cónyuges, en la misma época, haya

demandado al otro por separación de cuerpos o divorcio por causal, corresponde

la acumulación de ambos procesos para que se dicte una sola sentencia, dado

que se persigue la modificación del estado de familia: el vínculo matrimonial,

elemento común en ambas pretensiones (artículo 84 del Código Procesal Civil).

Se trata de una acumulación sucesiva de procesos. Igualmente, y atendiendo a

la mencionada conexidad, pueden acumularse los procesos de invalidez del

matrimonio con los de separación de cuerpos o divorcio por causal; lo que evitará

pronunciamientos jurisdiccionales opuestos (artículo 88, inciso 3, del Código

Procesal Civil). Ante esta última circunstancia, si el juez declara fundada la

demanda de invalidez del matrimonio, debe declarar, a su vez, la conclusión del

proceso de separación de cuerpos o divorcio por causal sin expresión sobre el

fondo por sustraerse la pretensión del ámbito jurisdiccional al desaparecer uno

de los presupuestos de la acción: la subsistencia válida del vínculo matrimonial.

Un caso de conexidad por la existencia de un elemento afín entre dos

pretensiones es el caso en que se demanda divorcio por la causal de adulterio y

acumulativamente se impugna la paternidad matrimonial del hijo tenido por la

mujer casada con un tercero, que es el sustento de la primera pretensión. Se

trata de un evidente caso de acumulación objetiva originaria accesoria, donde la

pretensión principal es la de impugnación de la paternidad matrimonial y la

accesoria la de divorcio por adulterio. De otro lado, en vista de los efectos

73
personales y patrimoniales que producirá la separación de cuerpos o el divorcio,

todas las cuestiones relativas a los derechos y deberes de los cónyuges o de

éstos respecto de sus hijos deben ser resueltas con la pretensión de separación

de cuerpos o de divorcio por causal. Se trata de una acumulación de

pretensiones autónomas, que puede ser originaria o sucesiva. Para el primer

caso, el artículo 483 del Código Procesal Civil dispone que, salvo que hubiera

decisión judicial firme, deben acumularse a la pretensión de separación de

cuerpos o de divorcio por causal, las referidas a alimentos, tenencia y cuidados

de los hijos, suspensión o privación de la patria potestad, separación de

patrimonios y las demás que directamente deben resultar afectadas como

consecuencia de la declaración de la separación de cuerpos o del divorcio por

causal; y, aunque esas pretensiones tuvieran decisión judicial consentida,

pueden ser acumuladas proponiéndose su variación. Debe destacarse que no

es de aplicación lo dispuesto en los incisos 1 y 3 del artículo 85 del código

adjetivo: esto es, que sean de competencia del mismo juez y que sean

tramitables en una misma vía procedimental. Esto último resulta relevante, si se

considera que el Código de los Niños y Adolescentes contempla la vía del

proceso única para los procesos de patria potestad, tenencia, visitas, etc.

Entonces, la regla es: cuando estas pretensiones se acumulan a la de separación

de cuerpos o de divorcio por causal, no se considera la vía procedimental del

referido código; el proceso único sólo es aplicado cuando se ejercitan esas

pretensiones en forma independiente o individual. Por la acumulación objetiva

sucesiva, los procesos respecto de las pretensiones indicadas con anterioridad

y que estén pendientes de resolución, se acumularán al proceso de separación

de cuerpos o de divorcio a pedido de parte, conforme al artículo 484 del Código

74
Procesal Civil. En este punto resulta relevante establecer los criterios para

discernir sobre el carácter autónomo y accesorio de las pretensiones que pueden

ser propuestas con la pretensión de separación de cuerpos o de divorcio por

causal. Al respecto, debe tenerse presente que, de acuerdo con nuestro

ordenamiento civil, en la separación de cuerpos o en el divorcio la accesoriedad

está expresamente prevista por la ley; y que, en ese sentido, esas pretensiones,

aunque no sean propuestas, se consideran tácitamente integradas a la demanda

y obligan al juez a ampararlas necesariamente, conforme al artículo 87 del

Código Procesal Civil. Así y atendiendo a lo expuesto en los artículos 332 y 343

del Código Civil, son pretensiones accesorias de la separación de cuerpos por

causal: la suspensión de los deberes relativos al lecho y habitación; al

fenecimiento y liquidación de la sociedad de gananciales; y, la pérdida de la

vocación hereditaria del cónyuge culpable. Con relación al divorcio por causal y

de acuerdo con los artículos 348, 352 y 353, son pretensiones accesorias: la

extinción de los deberes conyugales; la pérdida, por el cónyuge culpable, de los

gananciales que procedan de los bienes propios del inocente; y, la pérdida de la

vocación hereditaria entre los cónyuges. Se tratan de los efectos que, de pleno

derecho, se producen al declararse la separación de cuerpos o el divorcio por

causal y que, si a ellos no se refirió el accionante en la respectiva demanda,

están tácitamente integradas a ella; por lo que, necesariamente el juez debe

ampararlas, sin hacer ninguna apreciación sobre cada una de esas pretensiones

accesorias. Justamente, esa consecuencia de la acumulación objetiva accesoria

que determina que, al declararse fundada la principal, las pretensiones

accesorias sean también necesariamente amparadas; esto es, declararlas

igualmente fundadas, permite destacar la naturaleza autónoma de las

75
pretensiones relativas a los derechos y deberes de los cónyuges o de éstos

respecto de sus hijos que también deben ser resueltas con la pretensión de

separación de cuerpos o de divorcio por causal; sea declarándolas

improcedentes, fundadas o infundadas, según sea el caso. Aquí se exige la

apreciación razonada del juez para que, luego de valorar la prueba actuada

sobre cada una de ellas, se pronuncie en uno u otro sentido, respectivamente.

El desconocimiento de esta especial naturaleza y su consideración como

"accesorias" provocaría el absurdo de amparar esas pretensiones en la forma

propuesta por el demandante, sin considerar para nada los argumentos de

defensa que, sobre cada una de ellas, pueda formular el demandado. Por ello,

el análisis del artículo 483 del Código Procesal Civil, de cuyo último párrafo se

inferiría la calificación legal como "accesorias" de las pretensiones relativas a los

derechos y deberes de los cónyuges o de éstos respecto de sus hijos, resulta

contrario a su verdadera naturaleza jurídica; la cual impone su debida

consideración como pretensiones autónomas, dejando de aplicar la inapropiada

y equívoca calificación sugerida en la ley. Debe recordarse que, en un proceso,

pueden haber más de una pretensión y que la acumulación de pretensiones

autónomas no está prohibida por la ley procesal. Lo expuesto resulta relevante

en el desarrollo del proceso. Así, en la audiencia de conciliación, el juez

propondrá una formula conciliatoria en la que comprenda todas y cada una de

las pretensiones acumuladas en el proceso; resultando procedente una

conciliación que verse sobre alguna de las pretensiones autónomas, diferentes

a la de separación de cuerpos o divorcio por causal; respecto de las cuales, el

proceso continuará. Si éstas fueran declaradas infundadas, subsistirá lo resuelto

en la conciliación sobre las otras pretensiones autónomas. De esta manera, se

76
atenderá parcialmente el conflicto familiar y no se afectarán los principios de

concentración y economía procesales, los que se verían inobservados si se les

considerasen como pretensiones "accesorias" que, ante un desamparo de la

pretensión principal, obligaría al interesado a promover posteriormente los

respectivos procesos por cada una de ellas. Igualmente, en la audiencia de

fijación de puntos controvertidos, el juez procederá a enumerar los puntos

controvertidos, en los que deberá comprender los relacionados con las otras

pretensiones autónomas a la separación de cuerpos o al divorcio por causal, y

determinará la admisión de los medios probatorios ofrecidos respecto de cada

una de ellas.

5.5. LAS MEDIDAS CAUTELARES.

Después de interpuesta la demanda, compete adoptar todas las medidas

que sean necesarias sobre las personas de los cónyuges y de los hijos menores,

su residencia y, sus relaciones patrimoniales. Todas ellas tienen carácter

provisional y transitorio, y pueden ser ampliadas, modificadas, reducidas o

sustituidas durante el curso del proceso, a la par que quedan subordinadas a lo

que se resuelva en la sentencia o después de ella. Esto último se evidencia en

todas las cuestiones que puedan planearse posteriormente entre las personas

con relación a los efectos de la separación de cuerpos o del divorcio sentenciado,

tales como los cambios de tenencia de los hijos menores; fijación o modificación

de régimen de visitas; aumento, disminución o cesación de alimentos, etc.

5.5.1. Medidas cautelares sobre las personas de los cónyuges

A. Separación provisional de los cónyuges.

77
Concordantemente, los artículos 485 y 680 del Código Procesal

Civil se refieren a la medida cautelar sobre separación provisional de

los cónyuges. Ella podría consistir en la autorización para vivir

separado del hogar conyugal, si al momento de promoverse el

proceso, los cónyuges habitaban en el domicilio conyugal, o en la

autorización de la separación del hogar conyugal, si al momento de

promoverse el proceso los esposos estaban separados de hecho.

B. Atribución de la casa conyugal.

El segundo párrafo del artículo 677 del Código Procesal Civil

dispone que, si durante la tramitación del proceso de separación de

cuerpos o de divorcio por causal se producen actos de violencia física,

presión psicológica, intimidación o persecución al cónyuge, hijos o

cualquier integrante del núcleo familiar, el juez debe adoptar las

medidas necesarias para el cese inmediato de los actos lesivos. Entre

las más relevantes medidas cautelares está la de atribuir la casa

conyugal. Verdadero problema se presenta cuando los esposos

continúan habitando la casa conyugal y las alternativas del juicio o el

estado de las relaciones personales hace necesaria la separación o

bien cuando uno de ellos se haya retirado voluntariamente o porque

se le impidió la entrada y pretende su reingreso y la exclusión de otro.

En tal supuesto, el juez debe atribuir la casa conyugal disponiendo si

alguno de los cónyuges debe retirarse del hogar conyugal o ser

reintegrado a él. Los criterios para la atribución de la casa conyugal

dependen de diversas circunstancias. Fundamentalmente, debe

atribuírsele al cónyuge a cuyo cargo queden los hijos mejores, en

78
defensa de los intereses de éstos y para conferir protección al núcleo

familiar subsistente. Pero también, puede tenerse en consideración, la

imposibilidad o mayor dificultad que sufre uno de ellos para procurarse

vivienda separada, la necesidad de permanecer en el hogar debido a

enfermedad o disminución física de uno de los cónyuges o porque allí

desarrolla sus actividades profesionales, la eventualidad de estar

instalada en el bien propio de uno de los esposos o en el social

adquirido con el producto de su trabajo personal. A falta de otra pauta

aplicable, debe preferirse a la mujer teniendo en cuenta la mayor

facilidad que para el hombre existe de solucionar el problema de la

vivienda consiguiendo nuevo alojamiento. Si la vivienda fuese

alquilada, le juez puede imponer al cónyuge que se retira, la

continuación del pago de la renta, si es el único que trabajo, o que

asuma una parte proporcional de pago, si ambos perciben ingresos.

Ello bajo el título de asignación anticipada de alimentos, por

comprender éstos lo indispensable para la habilitación. La atribución

de la casa conyugal queda, por lo demás, implícita entre las llamadas

medidas cautelares genéricas que prevé al artículo 629 del Código

Procesal Civil.

C. Alimentos.

El artículo 485 de Código Procesal Civil establece que corresponde

al juez disponer la fijación de los alimentos que deban prestarse al

cónyuge que correspondiera recibirlos. Para su fijación, se

considerarán las tareas hasta ese momento desarrolladas por uno y

otro cónyuge y los aportes de dinero y en labores domésticas que cada

79
uno ha venido realizando, para mantener el mismo nivel de aportes

mientras se sustancia el proceso. Asimismo, deberán tomarse en

cuenta las previsiones dispuestas en el artículo 350 del Código Civil,

si fuere el caso.

5.5.2. Medidas cautelares sobre los bienes de los cónyuges.

A. Inventario.

Como una medida de conservación de los bienes del matrimonio,

procede la realización de un inventario, esencialmente útil para

determinar la composición de los gananciales. Cuando se ha de

comprender a una empresa, el inventario puede ser complementado o

sustituido por la designación de un contador (perito contable) que

practique un balance. En cambio, no procede la valorización de los

bienes, porque no cumpliría finalidad alguna con medida cautelar.

B. Embargo.

Como otra medida de conservación de los bienes del matrimonio

procede el embargo, especialmente práctico para evitar enajenaciones

fraudulentas o disipación de los bienes del matrimonio. Por

consiguiente, pueden embargarse todos los bienes propios del

accionante en poder del demandado y el 50% de los bienes sociales,

si fuere el caso. Esto último, en razón de la previsión del artículo 646

del Código Procesal Civil y porque, como se considera fenecida la

sociedad de gananciales entre los cónyuges desde la notificación de

la demanda, ha surgido un estado de indivisión postcomunitaria al que

se aplican las reglas de copropiedad. El embargo procedería en forma

80
de depósito y secuestro, de inscripción, de retención, de intervención

en información, etc.

C. Prohibición de innovar.

La prohibición de innovar -medida destinada a impedir que durante

el proceso se altere la situación de hecho de los bienes en el litigio

para evitar que la sentencia se haga inocua o de cumplimiento

imposible- también es admisible como una medida de conservación de

los bienes del matrimonio. Puede ser útil para evitar actos materiales

que pudieran disminuir el patrimonio, como la demolición de

construcciones. También cabe la prohibición de contratar, para impedir

la celebración de actos jurídicos relativos a los bienes sociales que

afecten o dificulten la concreción de los derechos del otro cónyuge en

la división de la sociedad conyugal. Puede tener por objeto, por

ejemplo, impedir al demandado que alquile un inmueble social.

D. Remoción de la administración.

De conformidad con el artículo 680 del Código Procesal Civil y las

normas del Código Civil, procede la directa administración de los

bienes del matrimonio cuando uno de los cónyuges no contribuye con

los frutos o productos de sus bienes propios al sostenimiento del

hogar, cuando uno de los cónyuges permite que sus bienes propios

sean administrados en todo o en parte por el otro; y, cuando uno de

81
los cónyuges faculta al otro para que asuma exclusivamente la

administración respecto de todos o de algunos de los bienes sociales.

5.5.3. Medidas cautelares sobre los hijos.

A. Tenencia de los hijos.

Dispone el artículo 485 del Código Procesal Civil que, después de

interpuesta la demanda, es procedente la medida cautelar de tenencia

y cuidado de los hijos por uno de los padres, por ambos, o por un tutor

provisional. Como criterio fundamental para fijar la tenencia debe

seguirse el de mantener el statu quo existente al tiempo de la

promoción de la demanda, especialmente si de hecho uno de los

cónyuges viene ejerciendo la tenencia por un tiempo prolongado, y

salvo que esa situación haya sido creada por el engaño o la violencia

de uno de los esposos. En todo caso, corresponde aplicar

subsidiariamente la regla contenida en el segundo párrafo del artículo

340 del Código Civil: los hijos varones mayores de siete años quedan

a cargo del padre, y las hijas menores de edad, así como los hijos

menores de siete años al cuidado de la madre. No obstante, la

previsión de la norma procesal, cuando los hijos menores son varios,

es conveniente ponerlos a todos bajo la tenencia de la misma persona,

a fin de mantener la unidad de educación. Sólo por razones

excepcionales cabe entregarlos a un tercero, dejando de lado a los

padres; en tal caso debe nombrársele un tutor o curador provisionales.

En general, la atribución de la tenencia debe otorgarse de acuerdo con

la conveniencia y el interés de los menores.

82
B. Régimen de visitas.

El otorgamiento de la tenencia de hijos menores a uno de los

cónyuges o a un tercero no priva al otro -ni a ambos, en el segundo

caso- del derecho a mantener relaciones personales con aquéllos, el

cual se manifiesta especialmente en el derecho de visita, sin perjuicio

de otros aspectos, como el intercambio de correspondencia, la

vigilancia de la educación, etc. Sólo por causas muy graves que

supongan poner en peligro la seguridad, la salud física o moral de los

menores puede privarse de él a los padres. En principio, las visitas

deben realizarse en el hogar del cónyuge en cuyo favor se establecen

o en lugar que él indique. No deben llevarse a cabo en el domicilio del

otro esposo, pues ello supondría someterlo a violencias inadmisibles y

quitar a las visitas el grado de espontaneidad necesario para que el

visitante cultive con eficacia el afecto de sus hijos. El régimen de visitas

puede ser suspendido a título de sanción contra el padre que no da

cumplimiento deliberado a su obligación alimentaria, pues se trata de

un deber patrimonial, sin cuyo cumplimiento no puede pretender los

derechos correlativos ni alegar un cariño, cuya inexistencia se

demuestra acabadamente.

5.6. LOS MEDIOS PROBATORIOS.

Dada la peculiar naturaleza de los procesos de separación de cuerpos o

divorcio por causal, la prueba fundamental a producirse es la que el cónyuge ha

incurrido en alguna de las causales legales. La prueba de hechos concretos

encuadrados en la enumeración legal no resulta enervada por la del concepto de

83
que el imputado goza en las relaciones sociales o en el desempeño de su trabajo

o de cargos públicos, pues es común que en la vida de relación, tanto el hombre

como la mujer actúen en forma distinta de la que caracteriza su desempeño en

la actividad del hogar. En principio, todo medio de prueba es admisible de

acuerdo con el artículo 191 del Código Procesal Civil. Como los hechos que dan

lugar a la separación de cuerpos o al divorcio ocurren en la intimidad del hogar,

la prueba es dificultosa. Por ello, el criterio con que se aprecia la prueba

producida debe ser amplio, y ella debe ser considerada en conjunto, a fin de

tratar de obtener una idea exacta de la situación real del matrimonio y determinar,

dentro de la relatividad de las cosas humanas, la culpabilidad de cada cónyuge

en el fracaso del matrimonio. Las especiales circunstancias sobre la educación,

la costumbre y conducta de los cónyuges deben ser, pues, consideradas por el

juez. Las ordinarias y principales pruebas que pueden ser ofrecidas por las

partes, son las siguientes:

5.6.1. Declaración de parte.

La declaración de parte se referirá a hechos del que la presta. Tratándose

de los procesos de separación de cuerpos o de divorcio por causal, la

declaración de parte debe ser personal, no debiendo ser admisible la declaración

del apoderado, por no permitir una apreciación directa de la educación,

costumbres y conducta de los cónyuges, perdiendo, así, su finalidad. Si se ha

alegado más de una causal, el juez puede dividir la declaración de parte al

momento de su valorización, por comprender hechos diversos e independientes

entre sí. La declaración espontánea puede ser tenida en cuenta si está

corroborada por otras pruebas o si es evidente la ausencia de connivencia entre

84
los cónyuges para provocar, por ejemplo, el divorcio, como cuando se admite

una imputación, pero se procura atenuar sus efectos con otros hechos

5.6.2. Declaración de testigos

En materia de separación de cuerpos o de divorcio por causal, asumen

particular relevancia las declaraciones de testigos, por cuanto se trata de probar

hechos ocurridos en la intimidad del hogar. Pueden declarar en estos procesos

los parientes de los cónyuges, estando exceptuados de la prohibición legal en

asuntos de derecho de familia, por ser quienes conocen mejor, o los únicos que

conocen los hechos que llevan a la separación de cuerpos o al divorcio. Por ello,

no pueden ser considerados testigos objetables en tanto sus declaraciones

revelen objetividad y no sean parciales. Corresponde al juez analizar sus dichos

para descalificarlos, si de los mismos resultara que tienden a favorecer a una de

las partes; pudiendo dividir la declaración, cuando comprende hechos diversos

e independientes entre sí de acuerdo a las causales imputadas.

5.6.3. Documentos.

Son admisibles en estos procesos toda clase de documentos, como los

escritos, públicos o privados, los impresos, fotocopias, planos, cuadros, dibujos,

fotografías, radiografías, cintas cinematográficas y otras reproducciones de

audio o video, la telemática en general y demás objetos que recojan, contengan

o representen algún hecho, o una actividad humana o su resultado. Pueden ser

ofrecidos como pruebas, copias certificadas de expedientes administrativos o

judiciales, si están en trámite, o el propio expediente, si es fenecido. Las

constancias o certificados levantados por la policía como consecuencia de

denuncias hechas por los cónyuges también pueden ser tenidas en cuenta, con

85
la limitación de que por tratarse de manifestaciones unilaterales, sólo podrían

valer en contra, pero no en favor de quien las hace; especial valor asume si de

ellas resulta la exclusión de la causal de separación de cuerpos o de divorcio.

Los documentos públicos y privados en general pueden ser propuestos como

prueba. Cuando no son documentos públicos, cabe el reconocimiento, sea en su

firma o bien en su contenido si no están firmados, lo mismo que la autenticación

por otros medios probatorios, como el cotejo. Con relación a la correspondencia

privada, pueden presentarse las dirigidas entre los esposos, las enviadas por

uno de ellos a un tercero y las de un tercero a uno de los cónyuges, pero no

valdrán como pruebas las dirigidas por el cónyuge que las invoca a un tercero,

pues ello implicaría hacer mérito de una prueba creada por el mismo interesado.

Respecto a si existe entre los esposos el derecho de interceptarse la

correspondencia, a fin de obtener y presentar como prueba las cartas dirigidas

por un tercero al otro cónyuge, debe seguirse el criterio de su admisión como

prueba en el proceso, si quien las presente las obtuvo por medios lícitos y no

mediante la violación de la correspondencia, que es un delito, pero con la

atenuación de que no es quien las presenta el que debe probar que las obtuvo

lícitamente, sino el otro cónyuge el que debe demostrar que fueron logradas por

medios ilícitos, ya que no necesariamente la posesión de las cartas implica haber

violado la correspondencia del destinatario, pues también pueden haber sido

abandonadas o extraviadas por éste. También pueden presentarse anónimos,

notas, diarios íntimos, etc., los que pueden constituir un principio de prueba

escrita si el escrito emana del cónyuge a quien se opone y el hecho alegado sea

verosímil. Las fotografías y videos son documentos no escritos que también

pueden servir como prueba y ser sometidos al reconocimiento de la parte contra

86
la cual se presentan. Pero su valor probatorio debe ser analizado teniendo en

cuenta la posibilidad de la presentación de fotografías y videos fraguados por

uno de los cónyuges para intentar perjudicar al otro.

Para la prueba de grabaciones (fonográficas) deben regir similares

principios que para la correspondencia privada: no viola secretos el esposo que

registra las conversaciones telefónicas de su cónyuge para obtener la prueba de

su inconducta, si tiene razonables sospechas acerca de ello. Procede el

reconocimiento del interesado de que la voz grabada es la propia y de que la

conversación se ha sostenido con un interlocutor determinado o determinable.

5.6.4. Pericia.

La prueba pericial de cualquier especie es admisible, resultando

necesaria cuando un documento escrito o no, atribuido a uno de los cónyuges,

no fue reconocido espontáneamente. Será procedente, por ejemplo, la pericia

grafotécnica para demostrar la autenticidad de documentos escritos, la

identificación pericial de la voz basada en la registro mecánico de las curvas de

vibración, amplitud e intensidad de ondas, etc. Tratándose de pericias médicas

o psiquiátricas sobre la persona de uno de los cónyuges no será procedente la

inspectio corporis compulsiva, pero la negativa a someterse al examen puede

constituir un elemento de apreciación al dictarse la sentencia, según las

circunstancias y los demás elementos de juicio acumulados.

5.6.5. Inspección judicial.

Resulta importante la inspección judicial para determinar las condiciones

de vida de los cónyuges y el ambiente familiar, para la atribución definitiva de la

tenencia de los hijos menores.

87
5.6.6. Sucedáneos de los medios probatorios.

Los sucedáneos son auxilios establecidos por la ley o asumidos por el

juez para lograr la finalidad de los medios probatorios, corroborando,

complementando o sustituyendo el valor o alcance de éstos. En los procesos de

separación de cuerpos o de divorcio por causal son relevantes el indicio, la

presunción judicial y la conducta procesal de las partes. Así, por ejemplo, si se

alega la causal de toxicomanía y no se ha podido actuar la pericia toxicológica,

a fin de acreditar la drogadicción por la negativa de someterse a la prueba, pero

existen además reiteradas constancias e investigaciones policiales y uniformes

declaraciones de testigos referidas a escándalos realizados en la vía pública bajo

el influjo de sustancias estupefacientes o de internamiento por haber sido

encontrado consumiendo o comprando droga en compañía de micro

comercializadores conocidos por la policía; estas circunstancias en conjunto

adquieren significación de certeza por cuanto clínicamente la drogodependencia

constituye en sí mismo personalidades anormales patológicas que, aunque no

se califiquen de psicopáticas, provocan desviaciones de conducta y peligrosidad

socioambiental, proclividad al delito y culminan en formas de demencia. La

toxicomanía, por otro lado, provoca trastornos permanentes, debido a la

subordinación física y síquica que experimenta la persona al uso periódico de

droga, que impiden la vida en común o la del cónyuge drogadicto con los hijos.

Tales circunstancias son, pues, indicios que conducen al juez a la certeza en

torno a un hecho desconocido relacionado con la controversia; además, la

conducta procesal de la parte que se negó a someterse a la prueba, denota su

falta de cooperación para lograr la finalidad de los medios probatorios. Otro caso

se presentaría cuando se invoca al causal de abandono injustificado del hogar

88
conyugal. El juez puede presumir la injustificación del abandono si el cónyuge

abandonante no acredita los motivos de su alejamiento y no hay indicios de

provocación por parte del abandono, como cuando no se le permitió el ingreso,

cambiando el sistema de la cerrajería. Ello en razón a que está implícito en

nuestro ordenamiento civil que es injustificado todo incumplimiento de los

deberes conyugales, como presunción relativa.

5.6.7. Actuación de pruebas de oficio

El artículo 194 del Código Procesal Civil señala que cuando los medios

probatorios ofrecidos por las partes sean insuficientes para formar convicción, el

juez, en decisión motivada e inimpugnable, puede ordenar la actuación de los

medios probatorios adicionales que considere convenientes. Atendiendo al

principio dispositivo y a la característica de los derechos comprendidos en los

procesos de separación de cuerpos y de divorcio por causal, la actuación de

pruebas de oficio no puede suponer una suplencia de la carga probatoria que

corresponde a quien afirma hechos que configuran su pretensión, ni afectar la

naturaleza de cada medio probatorio. En ese sentido, el juez puede disponer la

actuación de pruebas periciales adicionales; el reconocimiento o cotejo de

documentos privados escritos, simplemente ofrecidos o tachados; el

reconocimiento de documentos no escritos simplemente ofrecidos; una

inspección judicial. En cambio, no podrá disponer la declaración de parte ni la de

testigos; por exigir, además, para su actuación la previa presentación de los

respectivos pliegos que deben ser entregados por las partes. Téngase presente

que la norma procesal destaca que la insuficiencia está referida al valor

probatorio de cada medio -"para formar convicción"- y no importa carencia o falta

89
de medios probatorios que debieron ser ofrecidos oportunamente por las partes

para acreditar la causal invocada.

5.7. LA CONCLUSIÓN DEL PROCESO.

De acuerdo con el Código Procesal Civil, la conclusión del proceso puede

ser sin declaración sobre el fondo (artículo 321) y con declaración sobre el fondo

(artículo 322). El juez declarará concluido el proceso si durante su tramitación se

produce cualquiera de los casos previstos en el artículo 321 y los incisos 2, 4 y

5 del artículo 322.

5.7.1. Conclusión del proceso sin declaración sobre el fondo.

En los procesos de separación de cuerpos o de divorcio por causal, tienen

particular relevancia las causales previstas en los incisos 1, 2, 3, 5 y 6 del artículo

321 del Código Procesal Civil.

A. Sustracción de la pretensión del ámbito jurisdiccional.

Ella se produciría ante la eventualidad del fallecimiento de una de las

partes durante la tramitación. Si uno de los cónyuges fallece durante el proceso,

no operará la sucesión procesal y se habrá producido una sustracción de la

pretensión del ámbito jurisdiccional al desaparecer uno de los presupuestos de

la separación de cuerpos o de divorcios por causal: ello es, la subsistencia del

vínculo matrimonial.

B. Disposición legal que declare al conflicto de intereses como un

caso no justiciable.

90
Ella se presenta con la reconciliación de los cónyuges, producida durante

la tramitación. Si prospera una reconciliación entre los cónyuges durante el juicio,

el artículo 346 del Código Civil dispone el corte del proceso, esto es, la

conclusión del proceso sin declaración sobre el fondo, al evidenciarse la

restitución del estado normal del matrimonio y, por tanto, la no intención de

obtener el decaimiento o la disolución del vínculo.

C. Declaración de abandono del proceso.

Como estos procesos no se impulsan de oficio, la inactividad procesal de

las partes producirá que se declare el abandono del proceso, poniéndole fin sin

afectar la pretensión. Debe entenderse que, la previsión del artículo 351 del

Código Procesal Civil sobre los efectos del abandono del proceso (restricciones

al derecho de accionar, restitución de las cosas al estado anterior a la demanda,

extinción de derecho pretendido), está referida a la pretensión que se sustentó

en hechos pasados, tratados en el proceso abandonado, mas no a la pretensión

que, sobre hechos nuevos, puede motivar el inicio de un nuevo proceso.

D. Caducidad del derecho pretendido.

Se presentaría cuando se verifiquen algunos de los supuestos de

caducidad previstos en el artículo 339 del Código Civil, aplicable tanto a la

separación de cuerpos como al divorcio. Tal caducidad vincula al derecho

pretendido, sustentado sobre hechos producidos en ese plazo, y no a aquellos

hechos posteriores que podrían fundar una nueva demanda.

E. Desistimiento del proceso y de la pretensión.

El desistimiento del proceso lo da por concluido sin afectar la pretensión,

aun cuando puede tener por resultado la caducidad del derecho pretendido.

91
Respecto del desistimiento de la pretensión, éste resulta procedente al no

suponer una disposición del derecho pretendido. Así si el cónyuge ofendido

perdona al ofensor durante el proceso, ese hecho supone la reanudación del

estado conyugal y, por tanto, la no continuación del proceso. Tal perdón

comprende los hechos en que se sustenta la pretensión y ello no impide que,

sobre la base de hechos nuevos, se pueda intentar una nueva demanda. No hay

disponibilidad del derecho al evidenciarse el mantenimiento del estado de

casados.

5.7.2. Conclusión del proceso con declaración sobre el fondo.

A. Declaración definitiva de fundada o infundada la demanda.

El objeto de la prueba en los procesos de separación de cuerpos o de

divorcio por causal está constituida por los hechos alegados como fundamentos

de la demanda, y en su caso, de la reconvención.

Por tanto, debe probarse que el cónyuge ha incurrido en alguna de las

causales legales para declarar, en su caso, fundada o infundada la demanda.

Sin embargo, pueden presentarse los siguientes casos:

A.1 Calificación de la causal.

Es posible que, en la demanda, el actor haya calificado indebidamente,

desde el punto de vista jurídico, la causal que invoca; así, califica de adulterio lo

que, a través de la descripción de los hechos, no es sino una injuria grave. Si la

prueba corrobora los hechos descritos en la demanda, el juez hará lugar a ésta,

calificando adecuadamente la causal que apareció descrita en ella, aunque

indebidamente denominada, en virtud del principio iura novit curia recogido en el

92
artículo VII del Título Preliminar del Código Procesal Civil. Lo expuesto, también

es pertinente para la reconvención.

A.2 Hechos nuevos y causales nuevas.

Los hechos nuevos son los ocurridos después de promovida la demanda

o la reconvención y que pueden constituir causales de divorcio o de separación

de cuerpos. El Código Procesal Civil, en su artículo 429, indica que, después de

interpuesta la demanda, sólo pueden ser ofrecidos los medios probatorios

referidos a hechos nuevos y a los mencionados por la otra parte al contestar la

demanda o reconvenir. En los procesos de separación de cuerpos o de divorcio

por causal debe admitirse la alegación de nuevos hechos, aún cuando configuren

causales distintas de las invocadas al promover la acción, sobre la base de

considerar que los deberes matrimoniales subsisten en su integridad hasta que

se dicte la sentencia que declare fundada la demanda, de manera que sus

violaciones durante la sustentación del proceso también deben ser tenidas en

cuenta al sentenciar.

A.3 Hechos no alegados en la demanda pero que surgen de la

prueba.

Corresponde aplicar en los procesos de separación de cuerpos o divorcio

por causal, los principios que rigen las litis contestatio en el proceso civil. En tal

virtud, no es posible dictar sentencia que declare el decaimiento o disolución del

vínculo matrimonial sobre la base de hechos que en ninguna forma fueron

aludidos en la demanda y reconvención ni invocados como hechos nuevos. Ello

en razón a que la producción de la prueba sobre un hecho sin dar ocasión a la

contraparte de presentar a su vez la prueba de descargo -la cual, en muchos

93
casos, puede destruir a aquélla- no sólo viola los deberes procesales de lealtad,

probidad y buena fe, hoy consagrado legalmente, sino que elimina la igualdad

de los litigantes y la garantía constitucional de la defensa en juicio, pues si el

hecho no es invocado oportunamente, el acusado no puede prever la necesidad

de ofrecer la contraprueba.

B. Conciliación.

Las partes pueden conciliar su conflicto de interés en cualquier estado del

proceso, siempre que trate sobre derechos disponibles y el acuerdo se adecue

a la naturaleza jurídica del derecho en litigio. En tal sentido y toda vez que el

estado de familia es indisponible, en los procesos de separación de cuerpos o

de divorcio por causal es improcedente una conciliación si su contenido

representa la consecución de la finalidad del proceso sin la necesaria sentencia

judicial. Ello se comprueba, en la realidad del Distrito Judicial de Lima, cuando el

juzgador propone a los cónyuges conciliar, convirtiendo la pretensión de divorcio

por causal en una de separación convencional, definiendo en ese momento el

contenido del convenio respectivo; amparándose equívocamente en el deber de

considerar el interés superior del niño, como si fuera un principio que puede

primar sobre el derecho al debido proceso. No sólo esta fórmula conciliatoria es

improcedente por tratarse de derechos indisponibles, sino y sobretodo lo es por

afectarse el debido proceso al "sumarisar" un proceso que es de conocimiento y

desconocer que la pretensión de divorcio por causal involucra a ésta, por lo que

la conversión sólo puede ser en una separación de cuerpos por causal.

En cambio, no es objetable si los cónyuges en procesos de divorcio, sin

llegar a reconciliación, acuerdan un lapso de espera para intentar el avenimiento.

Sin embargo, la conciliación si puede ser procedente para reglamentar el


94
ejercicio de algunos derechos emergentes del estado de familia sin lesionar su

esencia, como lo referido a la tenencia de los hijos, el régimen de visitas, el monto

de la pensión alimenticia para hijos y a favor de los cónyuges, la atribución de la

casa conyugal, etc., sin perjuicio de la facultad del juez de observar u objetar el

acuerdo por atender al interés familiar.

C. Allanamiento y reconocimiento.

El demandado puede expresamente allanarse al petitorio o reconocer la

demanda si el conflicto de intereses comprende derechos disponibles. En tal

virtud, es improcedente la aceptación de la pretensión (el allanamiento) y la

admisión de la veracidad de los hechos expuestos en la demanda (el

reconocimiento) sobre la causal invocada de separación de cuerpos o de

divorcio, por ser indisponible el estado de familia. En cambio, es procedente el

allanamiento o el reconocimiento sobre las pretensiones relativas a los derechos

y obligaciones de los cónyuges o de éstos para con los hijos. En estos casos,

debe procederse conforme a lo dispuesto en el artículo 333 del Código Procesal

Civil.

D. Transacción judicial.

Sólo los derechos patrimoniales pueden ser objeto de transacción. En tal

sentido, es improcedente la transacción sobre el estado de familia o sobre los

derechos extrapatrimoniales que de él emanan. Por ello, será nula la transacción

que pretenda hacer lugar a la separación de cuerpos o al divorcio. En cambio,

será válida la transacción sobre derechos patrimoniales emergentes del estado

de familia, como, por ejemplo, la fijación del monto de la pensión alimenticia para

uno de los cónyuges y los hijos.

95
E. Renuncia.

En principio, las acciones de estado de familia son irrenunciables, puesto

que lo es el estado en sí mismo. Sin embargo, es posible renunciar al derecho

de accionar por la separación de cuerpos o divorcio cuando ya se han producido

los hechos que facultan a ejercerla, pues nada obsta para que el cónyuge

ofendido perdone al ofensor. En cambio, no es admisible renunciar a interponer

recurso contra las resoluciones que, pronunciándose sobre el fondo, ponen fin al

proceso, salvo, como se indicó, el perdón del cónyuge ofendido.

5.8. LOS MEDIOS IMPUGNATORIOS.

Contra la sentencia que pone fin a la instancia cabe recurso de apelación

y contra la expedida por la Corte Superior sólo procede el pedido de aclaración

o corrección, en su caso. Respecto de la apelación, la Corte Superior sólo podrá

integrar la sentencia de primera instancia en la parte decisoria, si la

fundamentación aparece en la parte considerativa (artículo 370 del Código

Procesal Civil). Ello resulta aplicable para las pretensiones autónomas

acumuladas al proceso de separación de cuerpos o de divorcio por causal y

sobre las cuales la ley exige el pronunciamiento judicial. En consecuencia, sin

de la parte considerativa no aparezca la fundamentación, no procede la

integración y deberá declararse nula sentencia de primera instancia al no

haberse resuelto todos los puntos controvertidos. Con relación a la consulta,

cabe distinguir su procedencia o no en el supuesto de separación de cuerpos y

en caso de divorcio por causal. Respecto de la separación de cuerpos por causal,

no procede la consulta de la sentencia de primera instancia no apelada, por

cuanto, el Código Procesal Civil ha derogado expresamente el Decreto

96
Legislativo 310, norma que disponía la consulta para ese caso y no existe otro

dispositivo legal que la contemple. En cambio, la sentencia de divorcio por causal

no apelada debe ser consultada, por así establecerlo el artículo 359 del Código

Civil, norma no derogada. Ello concuerda con el artículo 408, inciso 4, del Código

Procesal Civil: procede la consulta en los casos señalados en la ley. Al respecto,

la consulta tiene por objeto verificar respecto de la pretensión principal la

existencia o no de errores in procedendo, esto es vicios de procedimiento, o

errores in iudicando, esto es apreciaciones equívocas al momento de calificar la

causal. En tal sentido, las pretensiones accesorias resueltas en primera

instancia, sujetan sus efectos a lo que resuelva la consulta de la pretensión

principal; no afectando ello, a las pretensiones autónomas acumuladas al

proceso, cuyas decisiones seguirán vigentes si la consulta desaprueba la

pretensión de separación de cuerpos o de divorcio por causal. Contra la

sentencia expedida por la Corte Superior procede, además del pedido de

aclaración o corrección, en su caso, el recurso de casación por las causales a

que se refiere el artículo 386 del Código Procesal Civil. Como se sabe, este

recurso sólo tiene por finalidad la correcta aplicación e interpretación del derecho

objetivo.

97
98
CONCLUSIONES

La separación de cuerpos, constituye es una institución diferente al Divorcio,

en algunos casos puede ser una etapa previa al Divorcio, el objeto de la

separación de cuerpos es suspender todos los deberes derivados de la

convivencia física de los cónyuges y poner fin al régimen patrimonial, sin

embargo el vínculo matrimonial continua vigente, eso impide que los cónyuges

contraigan nuevo matrimonio, cuales son las causas para que el cónyuge, solicite

al juez la separación de cuerpos, tenemos 13 causas :

1. El adulterio.

2. Violencia física o psicológica.

3. Atentado contra la vida del cónyuge

4. Injuria grave que haga insoportable la vida en común.

5. El abandono injustificado del hogar por más de 2 años continuos o

cuando la duración sumada de los periodos de abandono exceda ese

plazo.

6. Conducta deshonrosa que haga insoportable la vida en común

7. Toxicomanía

8. Enfermedad grave de transmisión sexual, contraída después del

matrimonio.

9. Homosexualidad Sobreviniente al matrimonio.

10. Condena por delito doloso, a pena privativa de la libertad mayor de 2

años impuesta después de la celebración del matrimonio.

11. La imposibilidad de hacer vida en común.

12. Separación de hecho de los cónyuges, por un periodo interrumpido de 2

años, dicho plazo será de 4 años si tuvieran hijos menores.

99
13. La separación por acuerdo de los esposos, siempre que hubiera

transcurrido 2 años desde la celebración del matrimonio.

 Cualquiera de los esposos, es titular de la acción civil.

 Ninguno de los dos puede fundar su demanda en hecho propio, es

decir que el cónyuge que es culpable, no puede pedir la separación de

cuerpos, y el ulterior divorcio, por ejemplo, en caso del adulterio, el

adulterino no podrá solicitar la separación de cuerpos, en estos casos

solo el cónyuge víctima de estos hechos es titular de la acción.

 Ahora bien, que sucede cuando el cónyuge víctima de la conducta que

fundamenta una causal de separación. no quiere divorciarse o

separarse. Nuestro código civil asume, que el matrimonio como

cualquier contrato no puede romperse de manera unilateral, si no hay

causal y no hay acuerdo entre las partes, se recurrirá a la causal 12

ya expresada

 Hasta hace unos años era imposible solicitar la separación de cuerpos.

En el año 2001, se incorporó la separación de hecho la causal 12, que

fue impulsado por una corriente pro divorcio, para acreditarse esta

causal debe acreditarse con documento de fecha cierta, por ejemplo

una constatación policial de retiro voluntario o abandono de domicilio,

para invocar esta causal la parte demandante debe estar al dia de las

pensiones alimenticias, el juez podrá fijar una indemnización

económica para el que resulte perjudicado.

REGLAS IMPORTANTES

100
 No se puede demandar por adulterio, si esto fue consentido o

perdonado, la cohabitación posterior al conocimiento, hace

imposible iniciar la acción, probar el adulterio es muy

complicado, se debe acreditar el mismo acto sexual fuera del

matrimonio, la existencia de un hijo extramatrimonial,

reconocido es la única prueba plena.

 No se puede demandar, la separación de cuerpos, al

condenado por delito doloso si el delito era conocido antes de

casarse.

 En caso de adulterio, atentado contra la vida del cónyuge,

homosexualidad y condena ´por delito doloso, la acción caduca

a los 6 meses de conocida la causa, si esta no es conocida

caducara a los 5 años.

 En los casos de violencia física, e injuria grave, caduca a los 6

meses conocida de producida la causa,

 En todos los demás casos la posibilidad de demandar persiste

mientras existan los hechos que la motivan.

 La separación convencional o de mutuo acuerdo, tiene un

procedimiento sumarísimo en la vía civil, desde el 2008 también

101
es posible tramitarlo en la municipalidades y notarias, según ley

29227

 Los cónyuges podrán arrepentirse, tendrán un plazo de 30 días

para revocar el consentimiento, después de la audiencia 30

días.

 Concedida la separación de cuerpos, tendrá sus efectos n en

patria potestad, patrimonio y la pensión de alimentos.

 Si los cónyuges se reconcilian durante el proceso de

separación, el juez ordenara el corte del proceso.

PROCESO DE SEPARACION DE CUERPOS


El juez competente: Estos procesos son de competencia de los Juzgados de

Familia, de conformidad con el artículo 475, inciso 1, del Código Procesal Civil

modificado por la Ley 27155, pudiéndose interponer la demanda ante el juez del

domicilio del demandado o del último domicilio conyugal, a elección del

demandante.

Las partes: Resulta obvio que las partes, por antonomasia, son los cónyuges.

Ellos tienen capacidad para ser parte material y para comparecer al proceso

personalmente o por apoderado. Si uno de los cónyuges ha fallecido, los

herederos no pueden iniciar la acción, ya que se ha producido la disolución del

vínculo matrimonial. Si alguno de los cónyuges es incapaz por enfermedad

mental o ha sido declarado ausente, comparece al proceso representado por

102
cualquiera de sus ascendientes, de acuerdo con el artículo 334 del Código Civil.

A falta de éstos, el juez le nombrará un curador procesal.

La vía procedimental: El procedimiento es el del proceso de conocimiento y

sólo se impulsará a pedido de parte.

La sujeción al proceso de conocimiento radica en que la sentencia que declara

la separación de cuerpos o el divorcio por causal, modifica el estado de familia

de los cónyuges al hacerlo pasar del de casados al de separados o divorciados

con efectos erga omnes, por lo que deben tomarse los mayores recaudos para

arribar a esta declaración.

La postulación del proceso: Con la relación a la postulación del proceso, se

debe considerar lo siguiente:

Descripción de los hechos en la demanda: Para que quede tipificada la causal

que se invoca, deben ser expuestos con suficiente precisión los hechos

ocurridos; considerando que un mismo hecho no puede configurar más de una

causal. En consecuencia, si se comprueba que en la demanda no se ha cumplido

con esta especificidad, debe ser declarada inadmisible a fin de que se precise el

petitorio.

Inadmisibilidad de la demanda: por no cumplir con los requisitos legales o no

acompañarse los anexos exigidos por ley. Se presentaría cuando la demanda no

cumpla con las exigencias legales procesales o no se acompañe la prueba de la

calidad de cónyuge, esto es, la partida de matrimonio o los documentos

probatorios que tuviese en su poder el demandante. En estos casos, el juez

ordenará al demandante subsanar la omisión o defecto. Si el demandante no

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cumpliera con lo ordenado, el juez rechazará la demanda y ordenará el archivo

del expediente.

Improcedencia de la demanda por caducidad del derecho. Se presentaría

cuando el Juez advierta, del texto de la demanda y de la prueba ofrecida, la

verificación de alguno de los supuestos del artículo 339 del Código Civil que

producen la caducidad del derecho en que se sustenta la pretensión. De ser

manifiesta, el juez declarará improcedente la demanda, fundamentando su

decisión y devolviendo los anexos

Reconvención: El demandado por separación de cuerpos o divorcio por causal

puede reconvenir por divorcio o separación de cuerpos por causales idénticas o

diferentes, indistintamente. También puede entablar por esa vía, cualquiera de

las pretensiones acumulables por la conexidad con la relación jurídica invocada

en la demanda.

Variación de la demanda de divorcio a separación de cuerpos. El artículo

482 del Código Procesal Civil, en concordancia con el artículo 357 del Código

Civil, establece que en cualquier estado del proceso antes de la sentencia, el

demandante o el reconviniente, pueden modificar su pretensión de divorcio a una

de separación de cuerpos; ello como es natural en el deseo social de conservar

la institución del matrimonio.

Excepciones. El ordenamiento procesal precisa la excepciones que pueden ser

propuestas por el demandado. Para el caso de la separación de cuerpos y el

divorcio por causal, tienen particular interés las excepciones de caducidad y de

litispendencia.

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Ya se ha explicado que para las diferentes causales de separación de cuerpos y

de divorcio, el artículo 339 del Código Civil contempla los casos en que opera la

caducidad y que provoca anular todo lo actuado, dando por concluido el proceso

El análisis de la excepción de litispendencia requiere tener presente que para

establecer si una pretensión es idéntica a otra hay que tener en cuenta tres

elementos: personae, petitum y causa petendi. En base a estos elementos

identificatorios se determina si hay una doble litispendencia, de conformidad con

el artículo 452 del Código Procesal Civil.

Rebeldía: La declaración de rebeldía, en el proceso de separación de cuerpos

o divorcio por causal, no causa presunción legal relativa sobre la verdad de los

hechos expuestos en la demanda. Ello en razón de que la pretensión se sustenta

en un derecho indisponible por su carácter de atributo de la persona: el estado

de familia.

Acumulación. En caso de que cada uno de los cónyuges, en la misma época,

haya demandado al otro por separación de cuerpos o divorcio por causal,

corresponde la acumulación de ambos procesos para que se dicte una sola

sentencia, dado que se persigue la modificación del estado de familia: el vínculo

matrimonial, elemento común en ambas pretensiones (artículo 84 del Código

Procesal Civil). Se trata de una acumulación sucesiva de procesos

Las medidas cautelares. Después de interpuesta la demanda, compete adoptar

todas las medidas que sean necesarias sobre las personas de los cónyuges y

de los hijos menores, su residencia y, sus relaciones patrimoniales. Todas ellas

tienen carácter provisional y transitorio, y pueden ser ampliadas, modificadas,

reducidas o sustituidas durante el curso del proceso, a la par que quedan

subordinadas a lo que se resuelva en la sentencia o después de ella.


105
Medidas cautelares sobre las personas de los cónyuges.

A. Separación provisional de los cónyuges : Concordantemente, los

artículos 485 y 680 del Código Procesal Civil se refieren a la medida

cautelar sobre separación provisional de los cónyuges. Ella podría

consistir en la autorización para vivir separado del hogar conyugal, si al

momento de promoverse el proceso, los cónyuges habitaban en el

domicilio conyugal, o en la autorización de la separación del hogar

conyugal, si al momento de promoverse el proceso los esposos estaban

separados de hecho

B. Atribución de la casa conyugal : El segundo párrafo del artículo 677 del

Código Procesal Civil dispone que, si durante la tramitación del proceso

de separación de cuerpos o de divorcio por causal se producen actos de

violencia física, presión psicológica, intimidación o persecución al

cónyuge, hijos o cualquier integrante del núcleo familiar, el juez debe

adoptar las medidas necesarias para el cese inmediato de los actos

lesivos. Entre las más relevantes medidas cautelares está la de atribuir la

casa conyugal

C. Alimentos: El artículo 485 de Código Procesal Civil establece que

corresponde al juez disponer la fijación de los alimentos que deban

prestarse al cónyuge que correspondiera recibirlos. Para su fijación, se

considerarán las tareas hasta ese momento desarrolladas por uno y otro

cónyuge y los aportes de dinero y en labores domésticas que cada uno

ha venido realizando, para mantener el mismo nivel de aportes mientras

se sustancia el proceso. Asimismo, deberán tomarse en cuenta las

previsiones dispuestas en el artículo 350 del Código Civil, si fuere el caso.

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Medidas cautelares sobre los bienes de los cónyuges.

A. Inventario: Como una medida de conservación de los bienes del

matrimonio, procede la realización de un inventario, esencialmente útil

para determinar la composición de los gananciales

B. Embargo: Como otra medida de conservación de los bienes del

matrimonio procede el embargo, especialmente práctico para evitar

enajenaciones fraudulentas o disipación de los bienes del matrimonio. Por

consiguiente, pueden embargarse todos los bienes propios del

accionante en poder del demandado y el 50% de los bienes sociales, si

fuere el caso. Esto último, en razón de la previsión del artículo 646 del

Código Procesal Civil.

C. Prohibición de innovar: La prohibición de innovar -medida destinada a

impedir que durante el proceso se altere la situación de hecho de los

bienes en el litigio para evitar que la sentencia se haga inocua o de

cumplimiento imposible- también es admisible como una medida de

conservación de los bienes del matrimonio. Puede ser útil para evitar

actos materiales que pudieran disminuir el patrimonio, como la demolición

de construcciones

D. Remoción de la administración: De conformidad con el artículo 680 del

Código Procesal Civil y las normas del Código Civil, procede la directa

administración de los bienes del matrimonio cuando uno de los cónyuges

no contribuye con los frutos o productos de sus bienes propios al

sostenimiento del hogar, cuando uno de los cónyuges permite que sus

bienes propios sean administrados en todo o en parte por el otro

Medidas cautelares sobre los hijos.

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A. Tenencia de los hijos : Dispone el artículo 485 del Código Procesal Civil

que, después de interpuesta la demanda, es procedente la medida

cautelar de tenencia y cuidado de los hijos por uno de los padres, por

ambos, o por un tutor provisional.

B. Régimen de visitas: El otorgamiento de la tenencia de hijos menores a

uno de los cónyuges o a un tercero no priva al otro -ni a ambos, en el

segundo caso- del derecho a mantener relaciones personales con

aquéllos, el cual se manifiesta especialmente en el derecho de visita, sin

perjuicio de otros aspectos, como el intercambio de correspondencia, la

vigilancia de la educación, etc.

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BIBLIOGRAFIA

 CODIGO CIVIL
 CODIGO PROCESAL CIVIL
 CODIGO CIVIL COMENTADO – TOMO II DERECHO DE FAMILIA
file:///D:/CODIGO%20CIVIL/codigo-civil-comentado-tomo-ii.pdf.
 Alex F. Plácido V. EL CÓDIGO PROCESAL CIVIL Y LOS PROCESOS
DE SEPARACIÓN DE CUERPOS Y DEL DIVORCIO POR CAUSAL
Publicado en Ensayos de Derecho de Familia. Lima, Editorial Rodhas,
1997. p. 313.http://dike.pucp.edu.pe/doctrina/civ_art43.PDF

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