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BLOQUE II: EL ROMANTICISMO TARDÍO.

1850 – 1900
Guion

1. Arquitectura
a. Los historicismos: neogótico y neomudéjar
b. Las exposiciones universales y su influencia en la arquitectura.
2. Los inicios de la fotografía.
3. El surgimiento de la cinematografía: los hermanos Lumiere y Georges Melies

ARQUITECTURA. LOS HISTORICISMOS: NEOGÓTICO Y NEOMUDÉJAR

La historia de la arquitectura del XIX se mueve entre dos posiciones encontradas, entre dos
opciones teóricas más que dos modelos artísticos. La primera, anclada en el pasado, intenta dar
continuidad a los modelos vigentes desde el siglo XVI, y podría denominarse genéricamente
“clasicista”. La segunda plantea la renovación y/o sustitución de dicho modelo, apostando no
sólo por la incorporación de los nuevos materiales (hierro), sino sobre todo por la identificación
entre construcción (estructura) y arquitectura (composición y cierre externo).

Ambas concepciones arquitectónicas no son más que el reflejo de la sociedad que las produce:
un modelo de sociedad burguesa que pugna y logra consolidarse como modelo alternativo al
Antiguo Régimen, pero donde igualmente se consolida la Revolución Industrial y la lucha de
clases. El modelo tradicional es sostenido desde las instancias oficiales (Academias y Escuelas de
BBAA), y se caracteriza por la concepción compositiva clasicista, es decir, el dominio de valores
como la simetría, la jerarquía, el orden o unidad, con independencia del ropaje decorativo, pero
además por la sobre valoración de la finalidad estética de la arquitectura frente a la
funcionalidad. La otra vertiente acogerá a todas aquellas propuestas que se oponen a los
presupuestos anteriores, lo que implica la apropiación de los nuevos materiales, la superación
del problema del estilo, y la concepción racionalista de la arquitectura, tanto en la ejecución de
la planta como en la lógica del alzado (el muro no es sólo un soporte para la expresión
ornamental que oculta el armazón estructural, sino que esel armazón mismo).

A lo largo del siglo XIX la primera concepción fue hegemónica, interferida de forma intermitente
por la segunda, pero su inevitable derrota llegaría en las primeras décadas del XX al imponerse
el racionalismo.

LOS HISTORICISMOS: NEOGÓTICO Y NEOMUDÉJAR

Así como el imperio napoleónico había convertido el clasicismo en su modelo representativo, el


Romanticismo lo cambiará por el Gótico, ya que si el primero buscaba un ejemplo moral en la
Antigüedad, el segundo veía encarnados sus principios en la Edad Media. En este sentido, el
Gótico (que hasta ese momento había tenido una consideración extremadamente negativa al
ser juzgado por los parámetros clasicistas), se carga de valores ideológicos, morales,
sentimentales y políticos, y la arquitectura neogótica se impone en buena parte del continente
reflejando, eso sí, tres discursos diferentes: el más ponente, el discurso religioso en Inglaterra;
también el nacionalista en Alemania y, por último, el tecnológico en Francia.

El contexto sociopolítico inglés propiciará desde finales de la segunda década del XIX el auge del
Gótico, coincidiendo con la difusión de un discurso religioso que lo convertirá en modelo
arquitectónico indiscutible. La concentración obrera en las ciudades industriales, con su

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potencial revolucionario, generaba una preocupación en la burguesía que encontró la
complicidad de la iglesia anglicana para alcanzar una campaña de recristianizaicón en la
sociedad. Apoyados por movimientos ultraconservadores, plantean un retorno al primitivo
cristianismo y la arquitectura gótica se convierte para ellos en el paradigma del edificio religioso
donde el culto primitivo recuperado hallará su espacio de representación idóneo. Será en este
contexto donde aparezca la figura de Augustus W.N. Pugin, arquitecto y teórico del
neogoticismo inglés, quien irá mucho más allá de la mera defensa de un estilo y, rechazando el
clasicismo por pagano, se situará en una posición de rechazo a la sociedad de su tiempo y
defensa de un modelo imposible. Pero estos planteamientos fueron recogidos por la Iglesia
anglicana que pretendió y en buena medida logró un auténtico control del neogótico.
Propusieron esta arquitectura como modelo, imitaron el diseño de todos los elementos de la
misma, incluido el mobiliario, restringiendo el uso de ciertos materiales, por ejemplo el hierro,
que sólo se aceptaba en pequeñas dosis y preferiblemente oculto, y lo difundieron al mundo
angloparlante.

Pugin inició su labor como arquitecto con un edificio emblemático, el Parlamento londinense,
realizado en colaboración con Charles Barry. Aunque en su planta aflora el clasicismo, así como
en el alzado de la parte que mira al río, con sus valores de regularidad, simetría y redundancia,
Pugin diseñó una ornamentación goticista flamígera, así como numerosas torres deformas y
alturas diversas que ofrecen un contrapunto a la horizontalidad y generar esa imagen
claramente neogótica.

En las iglesias que proyectó intentaría elaborar edificios inspirados en el Gótico histórico,
concebidos como totalidad, es decir, como una unidad formada por arquitectura más
decoración escultórica y pictórica. Sólo lo logró en algunas, como la Iglesia de St. Giles enn
Chaedle.

En Alemania, uno de los ingredientes fundamentales del Romanticismo será el nacionalismo, y


su concepción de la nación como una construcción natural por la que el pueblo se expresa como
unidad a lo largo de la historia los lleva a convertir la Edad Media en el período donde mejor
puede apreciarse el “espíritu del pueblo”, y la catedral en perfecta representación simbólica del
mismo. En este ambiente, la catedral de Colonia, cuya construcción había quedado inconclusa
en el siglo XIV, se convertirá en el gran símbolo de lla nación, y la tarea de su finalización en la
gran empresa nacional. Este carácter simbólico se evidencia en el respañdo social al mismo:
implicación económica del estado prusiano, creación de asociaciones de financiación, etc.

En Francia, por el contrario, la lectura de Viollet-le-Duc y otros hacen del Gótico (a partir de
numerosos estudios y trabajos de restauración) es estrictamente técnica, al margen de valores
espirituales, y lo convierten en un modelo de arquitectura ideal e idóneo para la construcción
contemporánea. Creen que la aplicación del sistema gótico a la nueva arquitectura resolvería la
crisis que atravesaba esta disciplina en su época. Satisfacía los problemas constructivos y
además permitía el uso de nuevos materiales. Para Viollet-le-Duc, el problema de la arquitectura
no residía en el estilo, como pensaban los academicistas, sino en la renovación de las formas
constructivas, en su racionalización, en la incorporación de las nuevas tecnologías, poniendo las
bases de este modo para la conciliación de la arquitectura y la tecnología, algo que tardaría aún
en producirse.

La preponderancia del neogótico entre los historicismos medievales fue general. Sin embargo,
en determinados lugares, ese protagonismo fue ejercido por el neorromántico (Italia y Cataluña)
o por variantes locales. Además, la arquitectura decimonomica mostró interés por los estilos

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medievales no cristianos, en especial por aquellos que pueden incluirse bajo el término de
islámicos. Desde un punto de vista como las relacionadas con el ocio y los espacios privados.
Aquí se inscribía el neomudéjar, cuyas principales características exteriores son el uso del ladrillo
rojo, arcos de herradura, y polilobulados, azulejos, y paños de sebka. Las características
interiores son las yeserías, las columnillas de yeso que acaban cabalgadas por un arco
polilobulado, y las cenefas con motivos vegetales. Ej: Gran Teatro Falla de Cádiz (Aníbal
González).

LAS EXPOSICIONES UNIVERSALES.

Paralelamente a lo proliferación de los historicismos, la arquitectura del S. XIX está aplicando


soluciones de ingeniería a las nuevas necesidades de la sociedad industrial, recurriendo al uso
de nuevos materiales. El hierro, un material duro, inflexible y resistente a la compresión, es muy
apropiado. Más adelante, el acero sustituirá al hierro.

El empleo masivo del hierro supondría la desaparición misma de la arquitectura, la creación de


“artefactos” extraños sin ligazón aparente con la arquitectura. Sin embargo, a pesar de su
rechazo conceptual, los arquitectos no tuvieron más remedio que asumir el hierro, dados sus
beneficios. Las principales tipologías fueron: puentes y viaductos, andenes ferroviarios, fábricas,
pabellones expositivos, etc.

La evolución tecnológica de los materiales y sistemas estructurales fue permanente a lo largo


del siglo, y las exposiciones universales, iniciadas con la londinense en 1851, se convirtieron en
espacios para la experimentación tecnológica, para la exposición de los últimos logros
tecnológicos y científicos. También eran una oportunidad de demostrar el poder económico y
político de los países organizadores, y nada conseguía ese efecto que un nuevo gran edificio,
como el Crystal Palace de J. Paxtos para la Exposición Universal de Londres en 1851.

De gigantescas proporciones, fue construido en hierro, cristal y madera. Su importancia radica


en que, por primera vez, se levantó un edifico a base de piezas prefabricadas de pequeñas
dimensiones ensambladas in situ. La columna de hierro fundido constituía el principal elemento
estructural del conjunto, aunque su mayor novedad la constituye el cristal, que sustituye al muro
opaco tradicional.

Se puede afirmar que la culminación de esta arquitectura del hierro se produjo en la Exposición
Universal de París en 1889, donde convergieron dos de sus máximos hitos: la Torre Eiffel, y la
Galería de Máquinas.

Cuando las autoridades francesas decidieron organizar la exposición universal de 1889,


convocaron un concurso para que arquitectos e ingenieros presentaran proyectos para levantar
el edificio más alto de la historia.

Gustave Eiffel desde 1860 había realizado, junto con sus colaboradores, una serie de grandes
puentes y viaductos de hierro que tuvieron mucha repercusión, y en los que puso en práctica
los mismos métodos que aplicaría a la torre de 1889.

Para el diseño y construcción fueron empleados los siguientes recursos:

- Para impedir que la torre volcara, se diseñó el trazado campaniforme de sus cuatro
pilares.

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- Para darle suficiente rigidez e impedir que se deformara, se conectaron los cuatro
grandes pilares mediante una gran viga de celosía a la altura de la primera planta, y se
adoptó para la construcción de los mismos el sistema de cuadriláteros triangulados.

LOS INICIOS DE LA FOTOGRAFÍA.

la fotografía surgió como resultado de un largo proceso de investigación técnica.

Ya en el Renacimiento se utilizaban artefactos para intentar reproducir de modo veraz la


realidad; así, se desarrolló la cámara oscura. Teniendo en cuenta que el principio esencial de la
fotografía es fijar imágenes producidas por la luz, este instrumento permitía conseguir una vista
invertida.

Entre los pioneros de la fotografía destacan: los franceses Niepce y Daguerre.

Niepce sentía un gran interés por la ciencia y por la litografía, una técnica consistente en dibujar
sobre una piedra e imprimir el dibujo en un papel con tinta grasa. La fotografía encajaba muy
bien en esas dos áeras, puesto que requería el desarrollo de procesos químicos y, al mismo
tiempo, implicaba reproducir una imagen mediante un procedimiento técnico.

Niepce fue el primero en obtener una imagen producida por la luz y fijada en un soporte.
Experimetó con varias bases (estaño, vidrio…), hasta que en 1816 consiguió reproducir una
imagen sobre un papel tratado con cloruro de plata mediante ácido nítrico y utilizando una
cámara oscura. La imagen aparecía invertida y en negativo. Consciente de la necesidad de
positivarla, experimentó con betún de Judea, y consiguió una imagen positiva que denominó
heliografía.

Niepce era un científico que trabajaba de forma discreta; sin embargo, Daguerre era un pintor y
decorador de teatros afán de comerciar. En 1829 crearon juntos una sociedad para desarrollar
investigaciones sobre este proyecto. Cuando Niepce murió, sin embargo, fue Daguerre quien
consiguió el éxito de la primera imagen “daguerrotipo”, mejorándolo con yoduro de plata como
emulsión. Aun así, la imagen solo se podía ver correctamente desde un ángulo de visión
determinado, aparecía invertida lateralmente y no se podía hacer copias.

Las diversas experimentaciones y representaciones públicas de las primeras fotografías tuvieron


un gran interés. Rápidamentese vieron los usosque podían tener, y se fueron creando estudios
fotográficos a la vez que se configuraba y ganaba entidad el oficio de fotógrafo.

Hasta entonces, solo ciertas clases sociales con poder económico podían permitirse el servicio
de un pintor para hacerles un retrato, mientras que la fotografía tenia un coste más bajo, y
permitía que muchas más personas pudieran tener una representación suya. La experiencia de
un retrato era de tiempos de exposición muy largos.

Entre los diversos retratistas destacaba Nadar.

EL SURGIMIENTO DE LA CINEMATOGRAFÍA

Si el cine nace es, en gran parte, por el desarrollo de la fotografía y por la posibilidad de captar
el movimiento gracias al fenómeno óptico de la persistencia retiniana (secuencia)

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A lo largo del siglo XIX se desarrollaron varios juguetes ópticos que tenían como objetivo
experimentar con esta ilusión del movimiento: taumatropo, zoótropo, linterna mágica…

A todo esto hay que añadir el interés de la fotografía por captar el movimiento. El advenimiento
del cine destaca Edison y los hermanos Lumiere.

Lumiere ideó el cinematógrafo, consistente en una cámara y un sistema de proyección en


pantalla de una película, a 16 fotogramas por segundos. Los hermanos Lumiere conocían el
kinetoscopio de Edison y, a partir de este, idearon una propuesta que patentaron en 1895 y que
se diferenciaba en el visionado, que en este caso era colectivo.

La primera proyección pública que hicieron cobrando entrada fue el 28 de diciembre de 1895
en un salón de Paris. Se proyectaron doce films en una hora y media, siendo propuestas muy
breves pero diferentes.

Los Lumiere tejieron una ambiciosa estructura industrial, con operadores contratados que
viajaban por varios países.

En esta etapa temprana del cine sobresale Meliés, un hombre que provenía del ámbito del
espectáculo y que consideraba el cine como un buen medio para mejorar sus creaciones. Hizo
obras muy creativas, bastante teatrales, y empleo toda una serie de trucos, como rodar a través
de un acuario. Entre su producción destaca “Viaje a la luna”, un film de 14 minutos.

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