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GEOLOGIA
La geología de la península de Paracas es propia de la Costa. En ella se encuentran rocas que van
desde el Precámbrico, que se observan en los acantilados, hasta el Cuaternario. El plegamiento,
levantamiento y posterior erosión de la cordillera junto a fallas normales originaron las
formaciones Paracas y Pisco. A fines del Plioceno, junto con un levantamiento general de la
cordillera de los Andes, ocurrió un retiro paulatino del mar, exponiendo las secuencias marinas
de las formaciones Pisco y Paracas. Finalmente, una cobertura sedimentaria reciente entre
depósitos fluviales y aluviales, acumulaciones eólicas y sedimentos marinos conforman el relleno
Cuaternario.
2.1.1 GEOMORFOLOGIA:
VALLES La zona costera se encuentra intersectada por valles pocos profundos, de piso
regularmente amplio y en la mayoría de los casos orientados perpendicularmente a las
estribaciones andinas.
La región central y sur de la costa del Perú es un área que ha estado sujeta al tectonismo
que estuvo presente durante el Carbonífero, principalmente.
Dicho evento continúa hasta la actualidad, de esta manera junto a un retiro paulatino del
mar a fines del Plioceno se logró exponer las secuencias marinas de las formaciones.
Precambriano
Esta unidad es integrada por gneises bandeados, de color rosado hasta gris verdoso, de
composición variada, pudiendo gradar a migmatitas. Se complementa en menor
proporción con esquistos, anfibolitas y calcosilicatos. Los gneises y esquistos expuestos
en la zona costera de Ica, son el resultado de un metamorfismo regional de alto grado.
Los afloramientos del Complejo Basal de la Costa han sido establecidos dentro del
Precambriano. Esta unidad se puede correlacionar con el gneis de Charcani en Arequipa
y del Complejo del Marañón.
Carbonífero
Cretáceo
Paleógeno
Esta unidad tiene una amplia distribución en casi todo el litoral, desde Paracas hasta las
vecindades de Cañete en el Norte. Las rocas de esta unidad, descansan principalmente
sobre las unidades metamórficas. En la base de la Formación Paracas, se observa un
conglomerado que tiene un grosor de 15m. Sobre las coquinas, se presenta una variada
secuencia, que consiste de areniscas arcillosas, de color amarillo ocre. Se calcula que el
grosor total, de esta unidad en el área, es alrededor de 700 a 800m. Los fósiles encontrados
en esta unidad corresponden al Eoceno medio y superior.
FORMACIÓN CHILCATAY (Ti - cb)
Esta unidad fue propuesta por Dumbar y otros (1990) para designar un afloramiento de
200 m. de areniscas y limolitas endurecidas intercaladas con rocas diatomáceas que
afloran en la Pampa de Chilcatay, ubicada 100 km al noroeste de Puerto Caballas. En esta
localidad se encuentra una de las secciones mas completas del Oligoceno Terminal al
Mioceno Temprano. Similares afloramientos, presentes en la Quebrada Santa Cruz, han
sido descritos por Macharé (1987) empleando el término de «Formación Caballas” del
Oligoceno Terminal al Mioceno Temprano (Dumbar y otros, 1988, 1990). Por otro lado,
DeVries (1988) describió originalmente esta localidad tipo y proporcionó un criterio
cuestionable sobre la separación de esta unidad en tres ciclos transgresivos.
Neógeno
Cuaternario
Bajo este nombre se agrupa a los depósitos clásticos transportados por medio acuoso y
acumulados en las quebradas. Los depósitos acumulados en el fondo de las quebradas
consisten en conglomerados gruesos intercalados con arena, limo y arcilla, están bien
expuestos en los cortes de los ríos y al pie de las terrazas.
DEPÓSITOS EÓLICOS (Q - e)
En la zona costera están ampliamente distribuidos una serie de depósitos eólicos. Los más
antiguos, conforman extensos mantos de arena de escaso espesor, que no pasan de un
metro en las áreas de mayor acumulación. Las arenas son de grano grueso y color gris
oscuro, debido a su alto contenido de ferromagnesianos. Estos depósitos presentan,
generalmente, una superficie ondulada a manera de rizaduras de corriente orientadas.
DEPÓSITOS MARINOS (Q - m)
Rocas intrusivas
Las rocas intrusivas han sido clasificadas en base a datos cronológicos, composición y
textura, y su distribución territorial. El conjunto de intrusivos antiguos, de edad
Paleozoico inferior, se le ha denominado Batolito San Nicolás, al igual que en el área
situada inmediatamente al Sur, fueron emplazados entre el Ordoviciano y el Siluriano
(J. Caldas, 1978). Mientras que los intrusivos más jóvenes, de edad Cretáceo superior,
corresponden al Batolito de la Costa, aflorando principalmente en las estribaciones
andinas y por excepción en la llanura costera.
Bajo este nombre se agrupa un conjunto de rocas intrusivas que afloran en la zona
costera y que son anteriores al emplazamiento del Batolito de la Costa. Los granitos,
normalmente potásicos, presentan amplia variedad de texturas, desde equigranular de
grano grueso, hasta porfiríticas con matriz microcristalina, pasando por todas las
variedades intermedias. La edad del Batolito de San Nicolás, se basa en las
observaciones hechas en el área vecina, sobre este mismo batolito expuesto en los
alrededores de Marcona del cual se considera como su prolongación y que se emplazó
entre el Ordoviciano y el Siluriano J. Caldas (1978).
GABRO-DIORITA (P - gd)
El pórfido granítico de color rosado grisáceo, se observa que los cuerpos están en
contacto con pórfidos cuarcíferos, de matriz afanítica, muchos son contactos fallados.
Es así como durante el Cenozoico se dan 4 fases principales de eventos tectónicos que
influyeron en la configuración del relieve topográfico, litología y sedimentación de la
zona de Pisco, estos son: Esfuerzos extensionales en el Eoceno medio (Lutetiano-
Bartoniano), con la formación de hemigrabens y fallas normales, formación de cuñas de
progradación y abanicos aluviales. Esta etapa se subdivide en 3 subetapas, la primera ya
descrita donde se da lugar a la Formación Caballas; la posterior inundación marina de
aguas someras llamada Formación Los Choros; luego los grandes olistolitos, las fallas
sindepositacionales, rellenadas por facies conglomerádicas dieron lugar a una fuerte
subsidencia controlada por fallas y ésta a su vez dio lugar a una gran inundación marina,
que trajo consigo la depositación de lodolitas tobáceas y diatomeas, a estas facies
litológicas se le dió el nombre de Formación Yumaque. En el Oligoceno tardío se
sucedieron nuevamente esfuerzos extensionales, estos son deducidos por discordancias
angulares de facies de areniscas finas de aguas someras con conglomerados de flujos de
escombros, ésta es la Formación Chilcatay; pero este callamiento es continuo y sucede
luego otra invasión marina donde esta vez se depositan lodolitas tobáceas y diatomáceas
en láminas finas y pellets fosfáticos ésta es la formación Pisco inferior. Esta evolución
estructural en la cuenca no es uniforme en toda la cuenca, y son características de esta
cuenca, la reactivación de fallas y la generación de grabens. En el Mioceno medio
(Langhiano-Serravalliano) se renuevan los esfuerzos extensionales y dan lugar a la
reactivación dinámica de los ríos y formación de nuevos valles que son rellenados por
facies conglomerádicas, en esta etapa se produce un levantamiento tectónico, con una
subsidencia y depositacion de lodolitas biogénicas y tobáceas, así como vidrio volcánico,
que indica la cercanía de volcanismo en la parte oriental de la cuenca, ésta es la formación
Pisco superior. Como 4º evento, durante la transición del Plioceno al Pleistoceno, se
produce un cambio en la orientación de los esfuerzos, dando lugar a la inversión de la
cuenca, generando su levantamiento, así como la formación de grabens que se forman
siempre que se dan esfuerzos inestables de poca duración (León & Aleman., 2002).