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LA PIEDRA DE WIRACOCHA

Por Arnaldo Quispe


Por extraño que parezca una de las piedras más sagradas de la cultura Inca
que conecta con el poder del supremo Wiracocha, se ubicaría nada más y nada
menos que en un templo católico en la ciudad del Cusco. En este caso el
templo mayor o catedral ubicada en la Plaza de Armas. El tema en la
actualidad es un secreto a viva voz casi comparable a un mito urbano de los
tantos que fecundan en una ciudad milenaria como el Cusco.

La historia de la piedra se pierde al paso de los tiempos, poco se sabe de ella y


lo poco que se conoce son por referencias de algunos estudios realizados de
aproximación de intelectuales y por sobretodo gracias al aporte de maestros
místicos andinos, los cuales se encuentran convencidos de su procedencia
divina… un regalo o don de nada menos que el mismísimo Dios Wiracocha. En
el dibujo de la cosmovisión andina hecha por el cronista Juan de Santa Cruz
Pachacuti se observa precisamente el símbolo del Wiracocha representado por
un huevo generador de vida, orden y origen.

La piedra compuesta de granito duro tendría una misión muy clara en la faz de
la madre tierra, sería la encargada de transmutar la energía pesante (jucha) en
energía refinada (sami), una función antigua que se conserva hasta nuestros
tiempos. El uso de la piedra por ejemplo compone parte del trabajo del primer
rito del Hatun Karpay (gran iniciación), que tiene como objetivo el desarrollo del
trabajo energético de intercambio de energía, dentro del propio templo. Hay
que considerar que antes de la construcción del templo católico por los
españoles el emplazamiento lo ocupaba el templo Suntur Wasi obra del Inca
Wiracocha, dedicado en mérito a su Dios padre, la pregunta es ¿quién o qué
ocupa qué?. Si la piedra es real no habría cambiado de casa… esa sería su
casa.

Numerosos feligreses católicos luego de celebrada la misa matutina y de recibir


las bendiciones de los sacerdotes católicos, se dirigen al finalizar -muy
discretamente- en dirección de la piedra de Wiracocha, la saludan se hincan y
meditan un momento, el tiempo suficiente como para tomar contacto y respeto
a esta iconografía andina. Este acto da cuenta de un rito colectivo del cual
luego hasta prefieren no hablar, por lo cual la actitud más común es el absoluto
hermetismo.

La historia de la piedra ha pasado por diversas experiencias e incluso muchos


años atrás los sacerdotes católicos se osaron en retirarla y hasta esconderla,
porque incitaba un amenazante celo por parte del clero oficial hacia sus
feligreses. Se cuenta que numerosos intelectuales y personajes de poder de la
ciudad del Cusco presionaron al mismísimo Obispo a fin que la piedra sea
restituida a su emplazamiento original… y como por arte de magia la piedra
recuperó así su lugar dentro del templo hasta el día de hoy.
Iconografía de la cosmovisión Andina por Juan de Santa Cruz Pachacuti

Los sacerdotes católicos evitan hablar de ella y cuando alguno es entrevistado


ellos afirman que en algún momento la piedra había sido puesta como para
contener la puerta principal de la catedral, con lo cual intentaron por un tiempo
hacer olvidar de la memoria de la gente su procedencia e historia. Esto
tampoco influyó y la piedra siguió en su lugar.

Hasta hace poco la piedra había sido cubierta por una urna de cristal dentro del
templo, con lo cual se suma otro intento de alejar de la gente su piedra
sagrada, hoy esta caja de vidrio ha sido retirada y la gente que le dedica un
momento toma contacto directo con ella como en tiempos antiguos. Es común
encontrar kintus de hojas de Coca en su base y siempre algún practicante de la
tradición que realiza el rito de purificación sin prejuicio alguno.

La piedra es sagrada y merece el lugar que ocupa, es un espacio frío y


pequeño rodeado de grandes muros pero es su morada al fin, único y sagrado.
Solo basta sentir el poder purificatorio que posee, que incluso en estados de
meditación profunda hace hasta percibir su portal dimensional, una puerta
donde la energía trasmuta y cuya fe puede llegar hasta sanar las dolencias de
los devotos.

Nota: La localización exacta de la piedra solo será revelada a los lectores del presente post que visiten la ciudad del Cusco y

que refieran realizar un trabajo energético específico con el máximo respecto y compromiso de conservar la tradición espiritual

andina. Sobre este asunto pueden escribir al autor del post.

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