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6 Características Que Determinan “El

Hombre De Doble Ánimo”


El hombre de doble ánimo es alguien que está constantemente viviendo en un estado de
esclavitud. La mitad de su ser, está atada a un sin fin de emociones que hacen una doble
vida: mente, y alma. Quizá una vive para Dios, mientras que la otra vive para su mal hábito.
Por lo tanto, usted es de “doble ánimo”. Al considerar si esa experiencia describe o no su
situación actual.
¿Qué es el doble ánimo?
El doble ánimo es la falta de firmeza en el carácter el cual no ha sido renovado a través de la
transformación del entendimiento. La persona se encuentra en el estado del viejo hombre. Y
su característica principal es la inconstancia. Una persona que es inconstante, lo será “en
todos sus caminos”, en todas las cosas que hace, en todos los ámbitos de su vida: familia,
trabajo, congregación, finanzas. Suele se inconstante en todo. La palabra nos habla de que
quien así haga no recibirá cosa alguna del Señor, nos dice. Diciéndolo de otra manera Dios no
bendice ni puede confiar su obra a un inconstante.
Cómo es el hombre de doble ánimo.
Santiago escribe de la persona incrédula que es

Como una ola del mar, soplada y sacudida por el viento. Que el hombre no piense que va a
recibir nada del Señor; es un hombre de doble ánimo, inestable en todo lo que hace

Un escéptico es una persona de doble ánimo. Jesús tenía en mente a tal persona cuando
habló del que trata de servir a dos señores (Mateo 6:24). Como tal, es “inestable”, que
viene de una palabra griega que significa “inestable, vacilante, tanto en su carácter como en
sus sentimientos”.

Una persona de doble ánimo está inquieta y confundida en sus pensamientos, sus acciones y
su comportamiento. Tal persona siempre está en conflicto consigo misma. Uno desgarrado
por tal conflicto interno nunca puede apoyarse con confianza en Dios y en sus promesas de
gracia.
Por consiguiente, el término inestable es análogo al de un hombre borracho incapaz de
caminar en línea recta, balanceándose de un lado a otro. No tiene una dirección definida y
como resultado no llega a ninguna parte. Tal persona es “inestable en todo lo que hace”.

Características de una persona de doble ánimo


1) Posee influencias que alimentan su pensamiento.
El hombre de doble ánimo siempre está siendo desgarrado en dos direcciones. Él tiene una
relación con Jesucristo como su Señor y Salvador, pero también tiene una relación con
emociones inestables las cuales son pecaminosa. Es una distracción mental, e incluso puede
tener un aspecto físico. Pero es una manera miserable de intentar vivir la vida cristiana.
Los síntomas de un hombre de mente doble se identifican fácilmente. Él o ella es incapaz de
orar en fe debido a la duda, no temen a Dios, aunque las Escrituras declaran que el temor al
Señor es el principio de la sabiduría.
El hombre o la mujer de doble mente están constantemente luchando en sus mentes entre su
amor por Dios y su amor por las cosas de este mundo. Están inquietos en su fe porque no hay
un compromiso total con Dios, sino un compartir el compromiso con Dios y con otras cosas o
personas.

2) Tiene una historia con dos influencias.


Ningún cristiano se vuelve de doble ánimo de la noche a la mañana. Lleva algún tiempo
desarrollar un deseo implacable de seguir un curso particular. Pero no se equivoquen. La
historia tiene una forma de repetirse. Hasta que nos separamos de esa cosa que “apuñala a
Jesús” todo el tiempo, nos encontramos continuamente en un estado de confusión interior.
Incluso si usted ha caminado con el Señor por años, una vida de doble ánimo evita mucho
que el Espíritu Santo obre en ti y a través de ti. Lo que cada creyente necesita
desesperadamente es entregar completamente su corazón y mente al Señor.
3) Se encuentra comprometido en las decisiones de la
mente
Satanás ha estado en su oficio por muchos siglos. Y así como él sabía lo que “desencadena”
a emplear con Adán y Eva, ha descubierto una variedad de tentaciones que están destinadas
a llevar a los creyentes a ser de doble ánimo. Satanás odia ver a los creyentes totalmente
rendidos al Señor. El diablo sabe por experiencia pasada que cuando un cristiano se rinde
completamente, Dios obra aún más milagros en las vidas de su pueblo.

Nuestro desafío como seres humanos pecadores es decir “no” al pecado y “sí” a una vida
justa. Y no es como si este desafío sólo nos enfrentara una o dos veces por semana. Las
tentaciones de compromiso nos rodean todo el tiempo.

4) Cuando el pensamiento es impulsando por la


inconstancia, no recibe guía del Espíritu Santo.
El cristiano guiado por el Espíritu no está cediendo al compromiso. En vez de eso, él o ella
está enfocado, lleno y fluyendo en el agua viva del Espíritu Santo. Es una manera maravillosa
de pasar por la vida. Proporciona paz, poder y propósito.La inconstancia, por otro lado,
aumenta el deseo de caer en la tentación una y otra vez. Nunca tiene suficiente. Así que
termina siendo de doble ánimo, y por ello, no se deja guiar por el Espíritu Santo. Sino que se
inclina en los pensamientos de su mente. Al menos hasta que decida tomar la determinación
y “sea limpio” ante el Señor y su cruz.

5) Vive sin tener una paz mental e interna


Sólo experimenta paz real en su corazón cuando la mente está bajo el control de Dios. No hay
paz para el creyente que va contra su conciencia y contra la Palabra de Dios. Te sientes fuera
de control. Te sientes atraído en la dirección de tu obsesión, en lugar de ser conducido
suavemente río abajo por el río de la gracia y paz de Dios.

La mayoría de nosotros que hemos conocido al Señor por un tiempo hemos llegado a
experimentar la diferencia entre la paz de Dios y la confusión de nuestros pensamientos.
Realmente están en conflicto entre sí. Y es una batalla que no se detiene hasta que nuestra
alma deja nuestro cuerpo en el punto de la muerte física.
6) Te entregas a los viejos hábitos fácilmente.
A un creyente de doble ánimo le resulta casi imposible mantenerse alejado de la zona
de peligro. Él o ella se mueven rápidamente en esa dirección al menor impulso. Cuanto más
tiempo una persona se abstenga de ese mal hábito, más fácil será mantenerse alejado de él.
Pero cuanto más “cortas esquinas”, más te encuentras encerrado en un lodazal de doble ánimo
creado por ti mismo.
La Palabra de Dios dice que el hombre de doble ánimo es “inestable en todo lo que hace”. No
es de extrañar que los viejos hábitos se mantengan indefinidamente en la vida de un creyente
de doble ánimo. Esos viejos hábitos son simplemente el fruto de un corazón y una mente
inestables.

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