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De Indignidad a la Indignación

“La soberanía es a las naciones, lo que la dignidad es a las personas”


Carlos Gaviria

Las presiones intimidatorias del gobierno estadounidense sobre nuestras instituciones


constituyen una intromisión indebida en los asuntos internos de la nación y una violación
flagrante a la soberanía nacional. Las interceptaciones a las comunicaciones de
magistrados de la Corte Constitucional, la cancelación de la visa del Representante a la
Cámara John Cárdenas quien denunció públicamente al embajador norteamericano por
las presiones a congresistas para respaldar las objeciones presidenciales a la Justicia
Especial para la Paz - JEP, la modificación de las condiciones de la visa a magistrados de
las altas cortes y la obtención ilegal de pruebas sin el permiso de la justicia colombiana
por parte de la DEA, son un irrespeto al sagrado principio de autodeterminación de las
naciones. El silencio del Jefe de Estado colombiano frente a estos asuntos nos recuerda
el servilismo con que han actuado los gobiernos de los últimos años, que dan respuesta a
todas las orientaciones gringas con el tristemente célebre “Yes, sir”.

Lo grave es que estas presiones se dan para favorecer resultados y posiciones en temas
prioritarios para el futuro del país como por ejemplo, el trámite de las objeciones a la ley
estatutaria de la JEP ante la Corte Constitucional, las decisiones judiciales sobre la
extradición de varios connacionales a los EE.UU y las aspersiones aéreas con glifosato,
entre otros asuntos que autónomamente deben discutir nuestras instituciones en un
ejercicio de soberanía como pilar fundamental de la democracia.

Para tristeza de los norteamericanos y sus adalides criollos, explica el constitucionalista


Rodrigo Uprimy la votación de las dos cámaras en el congreso dio como resultado la
derrota de las objeciones presidenciales a la JEP. A pesar de los constantes reclamos
extranjeros el gobierno no pudo evitar el evidente rechazo de los colombianos, una
votación de 44 votos a favor y 110 en contra en la Cámara y 47 votos a favor y 34 en
contra en el Senado, constituye la primera derrota de la carta de instrucciones gringa para
éste periodo; a lo que habría que sumarle la indignante renuncia de Néstor Humberto
Martínez como Fiscal General.

Es un asunto de dignidad nacional rechazar todos estos actos denigrantes, rodear a la


justicia colombiana para que pueda tomar decisiones independientes y en derecho, exigir
al gobierno Duque el rechazo de tales agresiones extranjeras y prevenir al mundo sobre
el respeto internacional al principio de autodeterminación de las naciones. Que cada país
decida su destino sin intromisiones ajenas.

Algunos preguntarán ¿Y todo eso para qué? Y habrá de respondérseles en palabras del
famoso personaje Gustavo Calle Isaza “que tomo parte en la legendaria gesta del desalojo
de la Casa Uribe” en la película de Sergio Cabrera “La Estrategia del Caracol”: -¿Para
qué? ¿Cómo que para qué? ¿Pues para qué le sirve a usted la dignidad? ¿Ah? ¿Es qué
esa palabra no existe o qué? ¿Cómo que pa´qué? ¡Pa´la dignidad hombe! ¡Pa´la
dignidad nuestra!

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