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El ensayo de mi vida empieza de una forma estrafalaria poco convencional diremos, he allí

junto a la venta pensando en la decisión que debería tomar frente a la interrogante mas
grande de la vida en ese entonces de la juventud: ¿A dónde iré? ¿Cuál es mi camino y quién
soy?

Uno no puede saber cual es el camino correcto, aunque escogiéramos el camino correcto este
siempre estará tornado de sacrificios y muchos pesares, lamentos que se tornaran en
pequeños triunfos en un futuro, pero entonces cual es la gran pregunta ante la primera
inquietud, quizás deba corregir y decir: ¿Como ser valiente en la vida?

Contestar la pregunta que citan muchos jóvenes de si exista una razón el cual defina quien es
realmente o cual es el propósito de vida no es nada fácil. Cada individuo experimenta
sensaciones u emociones que lo hacen único, son situaciones del cual uno va aprendiendo
como afrontarlas, ignorarlas, o sumergirse en esos dilemas sociales o personales.

Lo cierto es que la argumentación correcta ante tal interrogante es saber si uno esta
preparado para tomar decisiones, si se es muy valiente para salir de la zona de confort y
arriesgarse a lo desconocido. He visto muchos artistas sucumbir ante tales hechos quedándose
en el vacío, conformista con lo que la vida les ofrece, pequeñas limosnas ante pocas
aspiraciones mediocres. El individuo suele perderse cuando la motivación no es más que
aplausos que se les puede brindar a un títere bailando en la calle, son pequeños momentos de
gozo, pero pesares en toda la vida si se piensa que eso es el clímax de la felicidad.

Si no eres capaz de experimentar esas sensaciones como sabrás que decisión es la mas
correcta o en este caso la más idónea en la que puedas aprender, no basta con la rebeldía de
muchos jóvenes en los que ellos opinan que salir de su casa los hará adultos y que desde
entonces tomaran las decisiones correctas, es mucho mas complejo, es saber como actuar
frente a problemas que se le vendrá enfrentado el día a día y de ellos aprender, es mucha más
que saber cocinar, el arte está en si estarás preparado para la travesía que se vendrá después
de eso, porque cuando una puerta de cierra se abrirán otras y otras más.

He leído comentaristas que opinan que el ser humano para que llegue a ser intelectual debería
entonces a no desarrollar su habilidad social, y entonces desde pequeño estuve fascinado con
esa idea, permitiendo dar falsas esperanzas a mi falta de comunicación para poder socializar
rápidamente. Pensé en ese entonces que mi falta de amistades se debía ante tal lógica, y que
luego era sustentada por falsos premios o diplomas entregados por un esfuerzo mínimo. Lo
cierto es que no fui capaz de pensar en mí, siempre estuve rodeado de falsas alabanzas que
me hacían sentir conforme con lo mínimo que hacía.

Resulto fascinante saber que eso no seria así para siempre, al final de los tiempos como dijo
algún otro autor, “naces solo mueres solo”, no debía alegrarme por aquellos que me aplaudían
sino alegrarme porque lograba algo que yo hacía, resulta una tanta tarde entender así, mi
motivación estaba orientada a los premios, pero nunca a la satisfacción personal.

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