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Es entendido como la inejecución de la misma que puede ser total o parcial, permanente o temporal
debido a hechos imputables al deudor o a causas extrañas no imputable al deudor.
Pueden señalarse:
Clases de incumplimiento
2. Incumplimiento moroso: Cumplimiento que satisface el interés del acreedor pero que se ha
realizado con retraso.
LA MORA.
Definición de la Mora.
Toda deuda supone un pago, el cual debe cumplirse de la misma forma en que ha sido pactado, que
toda obligación debe cumplirse tal como ha sido contraída; en este sentido: Cuando el
incumplimiento no es total ni definitivo, sino temporal, por retraso o tardanza imputable al deudor
en la obligación exigible, estamos en presencia de la mora.
Se puede resumir, que la mora es el retraso o retardo culposo de parte del deudor en
incumplimiento de una obligación. Tal definición se afirma plenamente en el artículo 1.271 del
Código Civil, que establece que el deudor de una obligación pactada, será condenado al pago de
daños y perjuicios, por el incumplimiento de la obligación pactada en el momento indicado en el
contrato, así como el retardo en la ejecución, sino prueba que la ejecución o el retraso dependen o
provienen de una causa extraña que no le sea imputable, aun que de parte del obligado o deudor
no haya habido mala fe.
La mora es el incumplimiento permanente o definitivo o como también el incumplimiento temporal
de una obligación contraída. Cuando hablamos de la Mora nos referimos a un retardo, tardanza o
demora en la ejecución de la obligación.
Esto con lleva la idea de un deudor que debido a culpa de su parte, cumple tardíamente su
obligación. Si no hay culpa no puede haber mora. Ejemplo de este tipo de obligaciones la constituyen
las obligaciones a término esencial y las obligaciones de no hacer.
Fundamento Legal.
Desde el punto de viste general, los efectos del incumplimiento culposo están determinado en los
artículos 1264 y 1271 del Código Civil Venezolano. Art. 1264 “Las obligaciones deben cumplirse
exactamente como han sido contraídas. El deudor es responsable de daños y perjuicios en caso de
contravención”.
El artículo 1271: “El deudor será condenado al pago de los daños y perjuicios, tanto por inejecución
de la obligación como por retardo en la ejecución, si no prueba que la inejecución o el retardo
proviene de una causa extraña que no le sea imputable, aunque de su parte no haya habido mala
fe”.
Elementos de la Mora.
Elemento de naturaleza jurídica o elemento subjetivo, que no es más que la imputabilidad del
retraso, ya sea por haber mediado dolo o culpa del deudor. Pensamos que la reprochabilidad por el
incumplimiento del deudor, en razón de dolo o culpa, es un elemento de fundamental importancia
para la configuración de la mora. Sólo cuando el retraso es imputable podremos hablar de mora. Sin
embargo, no debe olvidarse que el simple retardo, por sí solo, crea la presunción iuris tantum de
ser culposo, salvo prueba del deudor contrario
Por otra parte, la concepción que predominó largamente en el derecho romano, a través de todas
sus etapas en la actualidad goza de gran predicamento en los países de la familia romanista de
derechos. El retraso desprovisto de culpa no es mora, aunque pueda eventualmente producir
algunos efectos jurídicos de importancia; así, por ejemplo, en materia de caducidades que las partes
o la ley hacen depender del simple retraso que es la culpa; por eso decimos que el elemento de
naturaleza jurídica es el simple retardo, retraso o tardanza en el incumplimiento, debe ser culposo
determinado por una causa imputable al deudor. Si el retardo se debe a una causa extraña no
imputable, no procederá la noción de mora, sino estaremos en presencia de un caso de
incumplimiento involuntario.
Otro elemento de naturaleza jurídica viene a ser la responsabilidad civil que se desprenda de la
mora. Cuando el retardo culposo causa daños y perjuicios, la parte que ha incurrido en dicho retardo
queda obligada a indemnizarlos.
Existen situaciones excepcionales en las cuales la mora en la ejecución de una obligación causa por
ese mismo hecho daños y perjuicios sin necesidad de que se deba demostrar la existencia de los
mismos. Se trata de las obligaciones que tienen por objeto sumas de dinero, en las cuales los daños
y perjuicios causados por el retardo culposo en el cumplimiento consisten en el pago de intereses
sobre la cantidad debida, salvo convenio de las partes o disposiciones especiales en contrario.
Clases de Mora.
Mora accipiendi, llamada también mora credendi o mora del acreedor. Es el retardo contrario a
derecho en la exigencia del cumplimiento de la prestación por parte del acreedor, por una causa
que le es imputable. Esta mora no la contempla nuestro Código Civil. Se debe diferenciar el retardo
de la mora, toda mora lleva implícito un retardo, una tardanza en el cumplimiento de la obligación,
pero no todo retardo constituye una mora, pues para que esta se constituya debe reunir todas las
condiciones exigidas en la Ley.
La mora del acreedor es el retardo culposo del acreedor en recibir el pago del deudor; esta expresión
“recibir el pago del deudor” no debe entenderse en el sentido de que el acreedor deba recibir del
deudor la prestación a la cual este se ha obligado o que el acreedor está obligado a recibir lo que se
le deba.
Mora solvendi, llamada mora del deudor. En la mora solvendi a su vez se distingue:
La mora solvendi ex-re. Es la mora que se produce en aquellas obligaciones cuyo cumplimiento no
exige requerimiento o interpelación por parte del acreedor, tal como ocurre en aquellas
obligaciones que tienen establecido por las partes o por la ley, un plazo fijo para su ejecución.
La mora solvendi ex-personam. Es la mora que se produce en aquellas obligaciones que para su
cumplimiento requieren un requerimiento o una interpelación por parte del acreedor. La mora
solvendi expersonam ocurre después de haberse efectuado dicha información.
Por su origen:
Mora ex – lege. Que consiste en el retraso culposo en el cumplimiento de una obligación derivada
de la ley.
Efectos de la Mora.
En las obligaciones de dar el deudor que incurra en mora esta obligador a pagar al acreedor los
daños y perjuicios provocados por la tardanza en el cumplimiento (Art. 1271 C.C.).
En las obligaciones mercantiles que tienen por objeto sumas de dinero liquidas y exigibles, la mora
opera de pleno derecho sin necesidad de interpelación. Dichas deudas devengan de pleno derecho
el interés corriente en el mercado.
Ello se debe a que el legislador presume en materia mercantil que los comerciantes tienen siempre
firme la decisión de cobrar en el día fijo que ha sido previsto para el pago.
En los contratos bilaterales la mora en una de las partes puede dar lugar a la oposición de la
excepción non adimpleti contractus en todos los casos y a la posibilidad de intentar la acción
resolutoria, especialmente en aquellos casos en que el cumplimiento de la obligación debe
efectuarse en determinado tiempo o época y la mora del deudor hace que el acreedor pierda interés
en dicho cumplimiento.
Extinción de la Mora.
La extinción de la Mora, o sea, aquella situación en que la mora cesa y por lo tanto deja de producir
sus efectos es llamada también en la doctrina “Purga de la mora” y ocurre en los casos siguientes:
Por la renuncia a la Mora efectuada por el acreedor, bien porque otorgue un nuevo plazo al deudor
o admita una novación. Esa renuncia puede ser expresa o tácita y en este último caso deberá existir
en forma clara la voluntad del acreedor de renunciar a prevalerse de la mora.
Por prescripción de las acciones del acreedor contra el deudor. Es en aquellos casos de negligencia
del acreedor en ejercerlas.
Por la llamada “Compensatio Morae”, cuando el deudor y el acreedor a incurrido a la vez en mora.
En los casos en que el acreedor intente ejercer judicialmente sus acciones y estas son declaradas sin
lugar por el juez.