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ALCANCES DEL ARTÍCULO 27 DEL DECRETO 196 DE 1971 SOBRE EL

DEPENDIENTE JUDICIAL

LEIDY CAROLINA MARTÍNEZ DÍAZ

ALEXANDRA SILVA GUTIÉRREZ

UNIVERSIDAD COOPERATIVA DE COLOMBIA SEDE APARTADÓ

FACULTAD DE DERECHO

APARTADÓ- ANTIOQUIA

ENERO DE 2020
ALCANCES DEL ARTÍCULO 27 DEL DECRETO 196 DE 1971 SOBRE EL

DEPENDIENTE JUDICIAL

LEIDY CAROLINA MARTÍNEZ DÍAZ

ALEXANDRA SILVA GUTIÉRREZ

MONOGRAFÍA DE GRADO PARA OPTAR AL TÍTULO DE ABOGADO

ASESOR TEMÁTICO

GLADYS QUINTERO

ASESOR METODOLÓGICO

HERNÁN ALFREDO NIETO URIBE

UNIVERSIDAD COOPERATIVA DE COLOMBIA SEDE APARTADÓ

FACULTAD DE DERECHO

APARTADÓ- ANTIOQUIA

ENERO DE 2020
NOTA DE ACEPTACIÓN

_______________________________________
Firma del presidente del jurado

_______________________________________
Firma del jurado

_______________________________________
Firma del jurado
DEDICATORIA

Dedico esta tesis en primer lugar a Dios, a mi familia y mis hijas


Manuela y Mariana Patiño Silva los pilares de mi vida.

Alexandra Silva Gutiérrez

A Dios, por ser el inspirador y darnos fuerza en cada proceso de


nuestras vidas.
A mi abuela Ana Correa y a mi abuelo Darío Díaz, por su amor,
trabajo y sacrificio en todos estos años, gracias a ellos he logrado
llegar hasta aquí y convertirme en lo que soy; he contado con el
orgullo y el privilegio de ser su hija.
A mis padres Edith y Mauricio quienes con su amor, paciencia y
esfuerzo me han permitido llegar a cumplir hoy un sueño más, y me
han invitado a luchar por lo que quiero y a no temer las adversidades.
A mis hijas Manuela e Isabella por su cariño y apoyo incondicional,
por estar conmigo en todo momento gracias.
A mis pequeños Samuel y Valentina por motivarme a concluir este
proyecto y este sueño, gracias hijos de mi corazón, porque me
enseñaron que las metas también pueden ser logradas sin importar su
orden.
A toda mi familia porque con sus oraciones, consejos y palabras de
aliento hicieron de mí una mejor persona.

Leidy Carolina Martínez


AGRADECIMIENTOS

A Dios por ser ese motor que nos impulsó a dar todo y más de lo que creíamos dar, por
siempre estar de nuestro lado aun cuando por diversas dificultades pensamos que no había
oportunidades, por permitirnos tener la fortuna de disfrutar a nuestras familias, gracias Dios
por permitirnos vivir y disfrutar de cada día, a Ti gracias.

A nuestro padres y hermanos por su apoyo incondicional y alentarnos a seguir luchando


por ese objetivo de ser las profesionales, que desde un inicio habíamos deseado ser y que
cada vez estamos a un paso de lograrlo; a ustedes gracias de corazón, gracias por ese apoyo
en cada etapa, gracias por creer en nosotras; no fue sencillo, pero gracias a su amor lo
difícil se hizo más sencillo. Gracias a cada uno de ustedes porque sin ustedes no estaríamos
culminando uno de nuestros sueños más anhelados.

A nuestros hijos que son personitas maravillosas y hermosas, de las cuales nos dieron
toda la paciencia del mundo ya que en nuestro trayecto fueron más las sonrisas con que
éramos recibidas pasadas de 10 de la noche que con una pataleta o llanto, a ellos gracias
porque este triunfo es más por ustedes que por nosotras

A nuestras parejas por apoyarnos y estar en esta etapa tan importante para nosotras.

A los profesores Manuel Patiño, Gladys Quintero, Hernán Nieto entre otros, gracias por
aportar ese grano de arena a estas mujeres que hoy se juegan su verdadero camino hacia el
futuro, por favor nunca dejen de trasmitir ese conocimiento.

A todos los que creyeron en nosotras, les damos las gracias.


TABLA DE CONTENIDO

TABLA DE CONTENIDO................................................................................................6

INTRODUCCIÓN.............................................................................................................8

1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA.....................................................................11

2. JUSTIFICACIÓN.........................................................................................................13

3. OBJETIVOS.................................................................................................................17

3.1 Objetivo general:........................................................................................................17

3.2 Objetivos específicos:................................................................................................17

4. MARCO DE REFERENCIA.......................................................................................18

4.1 Marco contextual........................................................................................................18

4.2 Marco conceptual.......................................................................................................20

4.3 Marco legal.................................................................................................................23

4.4 Marco teórico.............................................................................................................31

5. METODOLOGÍA........................................................................................................58

5.1 Tipo de Investigación.................................................................................................58

5.2 Técnica de investigación............................................................................................59

5.3 Población y muestra...................................................................................................60

5.4 Diseño de instrumentos..............................................................................................60

6. RESULTADOS.............................................................................................................65
6.1 Análisis encuesta 1.....................................................................................................65

6.2 Análisis encuesta 2.....................................................................................................84

6.3 Análisis de las entrevistas...........................................................................................96

7. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES.........................................................100

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS...........................................................................106

ÍNDICE DE FIGURAS

Figura 1 Estructura Política del Colombia 33

Figura 2 Informe de procesos vigentes en Colombia en 2018 45

Figura 3 Etapas del proceso judicial - Etapa 1 47

Figura 4 Etapas del proceso judicial - Etapa 2 48


INTRODUCCIÓN

El presente trabajo de grado busca realizar un análisis objetivo sobre la labor del

abogado en relación con las responsabilidades otorgadas al dependiente judicial para la

vigilancia y control de los procesos a él asignados, en correlación a las carencias existente

en normatividad sobre obligaciones y sanciones al dependiente judicial según lo establecido

en el artículo 27 del decreto 196 de 1971.

En Colombia debido al gran represamiento de demandas existente en los diferentes

despachos judiciales, así como lo ortodoxo en los procedimientos de notificación judicial

(estados), que hace tardío el trámite de las actuaciones judiciales; es habitual que el

abogado utilice como herramienta para el control de sus pendientes judiciales,

notificaciones, revisión de estado, programación de audiencias, atención de la oficina y

clientes, entre otras actividades a un dependiente judicial, quien podrá ser un estudiante de

derecho o no, pero que en todo caso deberá tener conocimiento de instituciones jurídicas y

procedimientos judiciales, así como conocer el número de despachos judiciales que se

encuentran al servicio de la justicia y cuántos procesos se encuentran activos a su cargo en

las diferentes etapas procesales, entre otros muchos asuntos que tendrá que atender.

El abogado en aras de cumplir con su labor utiliza el dependiente judicial para ayudarse

en la vigilancia y control de los procesos para los cuales le ha sido conferido poder por

parte de los clientes para ser representados a la hora de defender sus derechos.
Sin embargo, muchas veces el abogado al confiar en la labor que realiza el dependiente

judicial, ha sido sancionado por dejar pasar actuaciones judiciales que no le han sido

informadas, partiendo del hecho de que toda la responsabilidad recae es sobre el abogado

de acuerdo a lo que establece el Código Disciplinario del Abogado. (Ley 1123de 2007)

Es por ello que la labor de dependiente judicial debería tener una regulación legal en la

que se establezca un artículo que contenga faltas y sanciones disciplinarias ante las

falencias de su gestión en alguna etapa procesal, por una acción no surtida dentro de los

procesos en los que toma parte y a los que les realiza seguimiento, vigilancia y control, toda

vez que un descuido puede conducir a una eventual actuación disciplinaria sobre el

abogado.

Al estudiar el Decreto 196 de 1971 en su artículo 27, encontramos que su enfoque solo

está encaminado a la revisión de los expedientes judiciales antes de ser presentados a los

estrados judiciales, así:

"Los dependientes de abogados inscritos solo podrán examinar los expedientes en que dichos

abogados estén admitidos como apoderados, cuando sean estudiantes que cursen regularmente

estudios de derecho en universidad oficialmente reconocida y hayan sido acreditados como

dependientes, por escrito y bajo la responsabilidad el respectivo abogado, quien deberá

acompañar la correspondiente certificación de la universidad." (Decreto 196 de 1971 en su

artículo 27)

En efecto, el legislador pretende garantizar los intereses de las personas que han

encomendado su causa a un apoderado judicial, impidiéndole, a este último, que pueda


delegar, en cualquier persona, la función de revisar las actuaciones o expedientes judiciales

o administrativos en que consten las actuaciones que interesan al poderdante, como

consecuencia, de ello condicionó la práctica de este oficio a quienes tuvieren un mínimo de

idoneidad, y para tal fin, encontró suficiente exigir que fueran estudiantes regulares de una

facultad de derecho.

Es por eso, que, aunque se tiene como base fundamental que sean estudiantes de derecho

es decir abogados en formación, termina convirtiéndose esta labor en un dolor de cabeza

para los abogados titulados, por las diferentes y a veces comunes fallas cometidas en torno

a la responsabilidad que se les otorga de revisar un expediente donde no solo juega la ética

y la responsabilidad del abogado sino los intereses particulares del cliente.

Sin embargo, existen varios factores alternos a esta labor como dependiente judicial que

impiden la buena realización del ejercicio del derecho como son factores laborales,

económicos, de integridad personal, de conocimiento y hasta de respeto, lo que ha

permitido que el dependiente judicial no determine el alcance disciplinario al que se

arriesga a un abogado cuando este comete una falencia a la hora de revisar los expedientes

y actuaciones judiciales.
1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

A la falta de una normativa que regule las actividades actualmente desarrolladas por los

dependientes judiciales, se generan condiciones que no figuran en el régimen jurídico de

esta actividad, tanto en su ordenamiento disciplinario y como en el campo de

responsabilidades, en relación con las actividades propias del ejercicio profesional del

abogado.

Sin un contexto preciso, se genera un riesgo que puede ir desde las actividades de la

revisión y control de los procesos, como en el relacionamiento que establece el abogado

con el dependiente, de manera que el profesional del derecho se puede arriesgar a afectar al

dependiente o ser afectado por su gestión, considerando que éste tiene un contrato de

mandato con su cliente.

En Colombia todo el quehacer de la dependencia judicial está regulado solo por el

artículo 27 del Decreto 196 de 1971. Sin embargo, esta norma que enuncia algunos detalles

de esta actividad en la profesión jurídica del abogado, en la práctica se expresa en una serie

de responsabilidades que no solo influyen disciplinariamente en el quehacer diario del

abogado sino que generan obligaciones para éste, al ir más allá de las inicialmente

reguladas.

Así mismo la señalada disposición, no tiene en cuenta el hecho que para ser dependiente

debe ser estudiante de derecho, y que aunque no es profesional, está en constante


conocimiento de las leyes y aun así no se ejerce ninguna responsabilidad administrativa

sobre quien tiene acceso no solo a la información del cliente sino también a los expedientes

en su calidad de dependiente, creando un escenario normativo ambiguo entre las

responsabilidades disciplinarias entre el abogado y las del dependiente judicial cuando le es

asignado un proceso para su vigilancia y control; y las otras ocupaciones que realizan.

Ante esta situación, nos planteamos la siguiente pregunta problematizadora: ¿Hasta

dónde llegan el artículo 27 del decreto 196 de 1971 en la regulación legal y disciplinaria de

la labor realizada por los dependientes judiciales en Colombia?


2. JUSTIFICACIÓN

La realidad en Colombia referente al cargo de dependiente judicial, el cual, es un cargo

que se le da a la persona que sirve como auxiliar a un abogado, legalmente en las funciones

asignadas y desarrolladas y que hacen referencia al manejo de un proceso judicial, tiene

actualmente muchos puntos que es preciso analizar.

El artículo 27 del decreto 196 de 1971 aborda parcialmente esta realidad, dejando

muchos temas por abordar y desarrollar; algunos de los cuales son abordados por la ley

1123 de 2007, sigue siendo un escenario sin desarrollo preciso y de planteamiento muy

general (Deik, 2006).

Considerando que es a través del decreto-ley 196/71 que se regula la conducta del

abogado, definiendo las bases para que su conducta sea acorde con la función social que le

corresponde, en el artículo 229 de la Constitución se faculta al legislador para determinar

los casos en que se podrá actuar sin representación de abogado (Deik, 2006).

Por su parte, los artículos 31 y 33 del Estatuto, cuestionados por vulnerar el derecho a la

asistencia técnica en materia penal, fueron hallados constitucionales porque sólo los casos

de cierta complejidad exigen representación de un abogado. Los demás se favorecerán de la

celeridad en las actuaciones.


En cuanto a la ética del abogado, hay cuatro bios o vidas que pueden ser asumidas en la

actividad del litigante (Deik, 2006):

1) Bios justo: el abogado solo debe acudir al juez para demandar lo que por justicia corresponde,

sea o no favorable a su prohijado. Piden amplias funciones al juez para que falle en justicia;

2) Bios utilitario: la única meta profesional del abogado es ganar juicios, satisfaciendo su ego y

su ánimo de lucro, marginando –o triturando- todo concepto ético.

3) Bios legalista: es la idolatría al derecho, la subordinación al texto de la ley.

4) Bios prudente: armoniza y jerarquiza lo valioso de los anteriores. Este es el que persigue el

Estatuto del Abogado, pero el abogado ha degenerado en el utilitarista.

Aunque deja por fuera de las sanciones disciplinarias dadas por las fallas o

incompetencia del abogado al que se le ha dado un contrato de mandato, las que podrían ser

aplicables al dependiente, es preciso adicionar las que surgen de la relación obrero –

patronales entre los dos.

Es preciso en consecuencia, revisar el sistema disciplinario dado que la dependencia

judicial es parte fundamental del buen manejo y eficiencia que tenga el abogado en el

cumplimiento de sus labores.

Ahora bien, actualmente existen muchos dependientes judiciales quienes no tienen claro

las funciones y responsabilidades frente a sistema disciplinario judicial en Colombia por el

cual es penalizado el abogado, ya que en muchas ocasiones estas sanciones tienen su origen

por la negligencia del dependiente judicial al informar, verificar, recepcionar y establecer la


veracidad de la información o la hora de actuar en un proceso, pues, son ellos los que tienen

más manejo del proceso, en razón a la confianza depositada por el abogado.

Siendo los dependientes un apoyo fundamental para el abogado a la hora de realizar la

vigilancia y control necesario de los procesos en los cuales tiene responsabilidad de

representar a los clientes por los cuales fue contratado, sería necesario contar con mayor

claridad al respecto.

Desde el punto vista académico esta investigación se torna significativa porque permite

enriquecer los procesos de formación a los abogados, fortalece e incentiva el deber social

del abogado no solo con sus clientes sino con sus colaboradores y promueve los criterios de

una ciudadanía participativa e incluyente.

Se trata de visualizar una labor del dependiente judicial más participante pero a la vez

más responsable, aprendiendo a cuestionar de manera objetiva el desarrollo de sus

actividades pero a la vez recibiendo un trato digno, adecuado a su labor según lo planteado

por el artículo 27 del decreto 196 de 1971 que establece los alcances de la norma en cuanto

a la dependencia judicial y su relación con los abogados.

Igualmente, busca comprender el campo profesional en el que tiene que desenvolverse

un profesional del derecho en Colombia, para lo cual se requiere un acercamiento a la

percepción que tienen los profesionales y los dependientes sobre su función, su

responsabilidades y competencias, gestión que realizan y trato laboral que reciben (Galvis,

J. A. C. 2017).
En consecuencia, este trabajo busca analizar las actividades que un dependiente judicial

realiza y sus condiciones. En este sentido, se trata identificar los alcances que tiene el

decreto 196 de 1971 frente a las labores realizadas por éste, su reconocimiento por parte del

abogado y sus condiciones de realización y sus alcances para la regulación legal y

disciplinaria de los dependientes judiciales en Colombia.

Se trata de evaluar el sentido y alcance del artículo 27 del decreto 196 de 1971 en

relación con las responsabilidades del dependiente judicial determinando la relación

función y exigencias socio jurídicas que enfrenta y estableciendo los factores que inciden

en la labor del dependiente judicial, las condiciones y recursos disponibles para el

desarrollo de sus funciones y los sistemas de evaluación existentes.

Se espera con ello proponer elementos que puedan hacer parte de una regulación de la

actividad del dependiente judicial que permitan establecer el alcance laboral que tiene este

oficio y cuál es el trato que se le da en los estrados judiciales.


3. OBJETIVOS

3.1 Objetivo general:

Analizar los alcances del artículo 27 del decreto 196 de 1971 para la regulación

legal y disciplinaria de los dependientes judiciales en Colombia.

3.2 Objetivos específicos:

 Determinar las exigencias socio jurídicas para el dependiente judicial establecidas en el

artículo 27 del decreto 196 de 1971


 Evaluar la relación entre las responsabilidades del dependiente judicial con el artículo

27 del decreto 196 de 1971.


 Establecer los factores que inciden en la labor del dependiente judicial, las condiciones

y recursos disponibles para el desarrollo de sus funciones y los sistemas de evaluación

existentes.
4. MARCO DE REFERENCIA

4.1 Marco contextual

Apartadó es un municipio localizado en Urabá, departamento de Antioquia, Colombia.

Es el municipio más poblado de la región, limita por el norte y oeste con el municipio de

Turbo, por el este con el departamento de Córdoba y por el sur con el municipio de Carepa

(Apartadó, 2018).

En su área urbana, Apartadó se divide en 52 barrios, repartidos en 4 comunas. Mientras

que en su parte rural, cuenta con 4 corregimientos y 57 veredas. Es conocido por su

actividad comercial e infraestructura comercial, ya que posee las principales sedes de

entidades del estado y empresas nacionales y multinacionales (Pérez Zuluaga, L. M., &

Restrepo Colorado, J. 2010). Apartadó cuenta con más de 180.000 habitantes, donde

confluye una diversa mezcla cultural que reúne afrodescendientes, paisas, costeños e

indígenas, en una planicie que forma parte del Caribe colombiano (Bojacá López, Y. A.

2018).

Según relata Bojacá Lopez, Y. (2018) el nombre Apartadó en dialecto indígena traduce a

Río del Plátano: Pata: Plátano, y Do: Río, nombre que surge a raíz de la colonización

provocada con la apertura de la carretera al mar Caribe de Antioquia y la persecución

política que hubo en Colombia a partir de 1948, tras el asesinato del líder Jorge Eliécer

Gaitán.
Aunque la fundación del poblado se remonta a 1907, la iniciación formal es en 1949, un

año después de iniciada la persecución política. Años más tarde, el lugar se convirtió en un

puesto de policía instalado por la municipalidad de Turbo en 1965. A partir de ahí, ese

puesto de policía inicial se convirtió en corregimiento de este mismo distrito Turbo.

Oficialmente, Apartadó nació mediante ordenanza No. 7 de noviembre 30 de 1967. Así,

comienza su vida municipal en 1968, hijo del municipio de Turbo y hermano de los

municipios vecinos de Necoclí, Arboletes, San Pedro de Urabá, Carepa y Chigorodó, todos

parte del territorio conocido como Urabá antioqueño (Hernández Álvarez, R. M., Genes

Roqueme, N. J., Domínguez Serna, N. S., & Barrientos Cibajas, S., 2010).

Económicamente, según datos que provee el DANE citado por Hernández Álvarez, R. y

cols. (2010), Apartadó es la primera ciudad en importancia económica de la subregión de

Urabá. Su economía ha venido diversificándose en los últimos años, destacando el

despegue del sector comercial, financiero, construcción, manufacturero, y de servicios. Esto

abonado a la relativa estabilidad que ha brindado el sector bananero a la actividad

económica, que es la actividad económica más importante del municipio; ha permitido el

crecimiento relativo de una naciente clase media, que se ha asentado en la parte occidental

y noroccidental del municipio. Los ingresos del municipio de Apartadó son

mayoritariamente "transacciones del estado central", que llegan a través del Sistema

General de Participaciones, regalías, empréstitos y transacciones.

Los ingresos del municipio de Apartadó están constituidos por: 11,3% de recaudo

tributario, y 88,7% de recaudo No tributario Aunque cabe destacar, que Apartadó es la


ciudad con mayor capacidad para generar recursos propios, ya que es la que mayor y mejor

recaudo tributario tiene en la sub-región de Urabá. (Rincón Alonso, N. G., 2018)

Judicialmente Urabá cuenta con 13 despachos judiciales en Apartadó, un despacho

judicial en Carepa, 2 despachos judiciales en Chigorodó, un despacho judicial en Necoclí y

uno en arboletes, un despacho judicial en Mutatá y uno en Dabeiba para un total de 20

despachos judiciales en la zona de Urabá (Villegas, M. G., Castillo, C., Rubiano, S.,

Granada, S., & Villamarín, A. 2008).

4.2 Marco conceptual

En la profesión del derecho, es dable asignar un sin fin de denominaciones a los

servicios técnicos prestados a favor de los abogados en la realización de actividades

complementarias del litigio, sea en la revisión de procesos, notificaciones, citaciones,

atención de la oficina del abogado entre otros, dentro de estos se destaca el de dependiente

judicial, quien es el responsable de la asistencia jurídica al abogado.

Se asume que este es un técnico de procedimientos judiciales, más aun, cuando el

estatuto del abogado rescata el termino de dependiente judicial para referirse a este apoyo

del profesional del derecho.


Sin embargo para hablar de la definición de dependiente judicial no existe concepto

concreto que determine la labor (ni siquiera en el decreto 196 de 1971), lo cual nos deja ver

una de las falencia del decreto que no existe normatividad que regule este tipo de labor.

Lo frecuente como requisito fundamental es que sea estudiante de derecho, es decir, un

abogado en formación, ya que esto facilita el trabajo del abogado y le permite que éste

pueda dedicarse a iniciar procesos que le faciliten dar cumplimiento a sus labores de

abogado.

Se ha asumido que los dependientes judiciales son estudiantes de derecho y que su

función es la de ser auxiliares de abogados, aprendices de términos técnicos y jurídicos,

pero sobre todas las cosas, son trabajadores a los que se le asigna la labor de vigilancia,

revisión y control de procesos y en los cuales el abogado principal , deposita la confianza

de las actividades complementarias de su profesión, de la cual no solo va a depender el

buen ejercicio de la abogacía sino también el del éxito del proceso y protección de los

derechos e intereses del usuario del servicio.

ACTUACIÓN JUDICIAL:

(…) cualquier acción u omisión de un órgano judicial. Tampoco advierte alguna del artículo 24.1

de la Constitución, pues no se está cuestionando una actuación judicial que deniegue o impida el

acceso a la justicia ni de obtener una resolución fundada en derecho. Se pone en cuestión,

subraya el Ministerio Fiscal, la inacción del Poder Ejecutivo y frente a ella “no cabe

obviamente- por elementales razones lógicas y hasta gramaticales que no es necesario


desarrollar - la invocación del derecho a la tutela judicial efectiva” (STC 175-2001, de 26 de

julio).

CITACIÓN: Decreto del juez en el que llama a juicio a las partes, a los testigos, a los

peritos, al defensor del vínculo etc., en cualquier fase del juicio, para que se presenten el día

y la hora establecidos ante la sede del tribunal o despacho para realizar un determinado acto

Real Academia Española, 2019).

DEPENDIENTE, dicho de un órgano o entidad, que está adscrito a otro, del que depende,

Persona en situación de dependencia Real Academia Española, 2019).

DESPACHO JUDICIAL: Reunión de una autoridad gubernativa con sus colaboradores para

resolver conjuntamente un asunto o problema. (Real Academia Española, 2019)

LITIGIO: pleito, proceso judicial (Real Academia Española, 2019)

DEMANDANTE: parte actora, parte recurrente en un proceso judicial (Real Academia

Española, 2019).

DEMANDADO: sujeto frente al cual el demandante interesa al órgano jurisdiccional una

acción concreta de tutela de derechos dando lugar al inicio de un proceso. (Real Academia

Española, 2019)
NOTIFICACIÓN Comunicación o puesta en conocimiento de una decisión administrativa

que afecta los derechos o intereses de cualquier persona física o jurídica. (Real Academia

Española, 2019)

PROCESO Conjunto de actos y tramites seguidos ante juez o tribunal, tendentes a dilucidar

la justificación en derecho de una determinada pretensión entre partes y que concluye con

un decisión jurídicamente fundamentada; si bien conviene distinguir, en este acepción, los

actos que lo integran (tramites), las normas que lo regulen (procedimiento) y los

documentos que los plasmen (expediente, causa, autos). Al concluir el proceso, el

expediente recogía todos los trámites exigidos por el procedimiento regulador (Real

Academia Española, 2019)

4.3 Marco legal

Para el análisis del decreto 196 de 1971 artículo 27 es necesario estudiar además de lo

establecido en este artículo, entre otros los siguientes artículos que hacen referencia al

oficio de dependiente judicial: artículo 26 del decreto 196 de 1971 en el literal d y f),

artículo 115 del Código de Procedimiento Civil, articulo 123 del código general del proceso

(Consejo Seccional de la Judicatura de Cundinamarca), fallo 1741 de 2011 del consejo de

estado y articulo 2 de la ley 1564 de 2012, ley 1123 de 2007.


Del estudio del Decreto 196 de 1971 en su artículo 27 se desprende el concepto de

dependiente judicial dando las características necesarias para el desempeño de este oficio

ante los estrados judiciales en relación con los abogados que tienen la principal

responsabilidad del proceso que le ha sido encomendado, tal como se expone a

continuación.

En el literal d y f) del artículo 26 del mismo decreto se plantea sobre los expedientes y

actuaciones judiciales o administrativas que solo podrán ser examinados:

(…) d). Por las personas designadas en cada proceso o como auxiliares de la justicia para lo de

su cargo;

e). Por los directores y miembros de consultorios jurídicos en los procesos en que estén

autorizados para litigar conforme a este decreto, y

f). Por los dependientes de los abogados inscritos debidamente acreditados, siempre que sean

estudiantes de derecho.

La Corte Constitucional se ha pronunciado acerca del literal f) del citado artículo 26,

particularmente en lo concerniente a que los dependientes de abogados, sean estudiantes de

derecho para tener la facultad de examinar los expedientes, concluyendo que tal requisito

resultaba admisible, en tanto garantizaba la idoneidad mínima exigida para revisar las

actuaciones surtidas y las decisiones adoptadas dentro de un proceso judicial. En efecto, en

sentencia C-619 de 1996 (M.P. Eduardo Cifuentes Muñoz), la Corte sostuvo:

"El primer problema que la Corte debe desentrañar consiste en determinar la vigencia y ámbito

de aplicación del literal f) del artículo 26 y del artículo 27 del Decreto 196 de 1971.”
“(…) Para resolver el problema planteado resulta necesario determinar el ámbito de libertad que

le cabe al legislador a la hora de definir criterios de idoneidad, requisitos o condiciones para el

ejercicio de una determinada profesión u oficio. Así mismo, es indispensable estudiar si la

condición impuesta por las normas estudiadas para acceder a los expedientes y actuaciones

judiciales o administrativos, se ajusta a los postulados de la igualdad.”

“(…) Si bien las disposiciones bajo estudio no se refieren directamente a la profesión de

abogado, si se relacionan de manera estrecha con el ejercicio de la profesión, pues limitan la

libertad del abogado al momento de escoger a quien ha de servirle de agente para los efectos en

ellas establecidos. De otra parte, la restricción estudiada, desde la perspectiva de quien cumple la

función de intermediación, otorga a los estudiantes de derecho una ventaja comparativa para

acceder a los cargos de asistentes que procuren las oficinas de abogados.”

Desde este punto de vista, puede afirmarse que el legislador no regulo la ocupación de

que aquí se trata - auxiliar de abogado -, cuando quiera que dentro de las funciones que le

correspondan, se encuentre la de consultar expedientes judiciales o administrativos o asistir

a actuaciones de la misma naturaleza, bajo la responsabilidad del respectivo profesional.

Resta analizar si tal regulación compromete el derecho a la igualdad de oportunidades

laborales y, por contera, la libertad de escoger profesión u oficio.

De otra parte, en el numeral 5º del artículo 115 del Código de Procedimiento Civil

establece que "a petición verbal de cualquier persona, el secretario expedirá copias no

autenticadas del expediente o de parte de éste, en trámite o archivado sin necesidad de auto

que las autorice. Tales copia no tendrán valor probatorio de ninguna clase.", de donde se

sigue que, efectivamente, al dependiente judicial, aún sin tener la condición de estudiante
de derecho, le asiste el derecho de solicitar copias simples de las actuaciones o providencias

que se surtan en determinado proceso, pues la norma no contempla condicionamiento o

restricción alguna para formular tal solicitud ante el Secretario del juzgado.

De acuerdo con lo anterior, a juicio de la Sala Contenciosa Administrativa sección

primera no resulta legalmente admisible equiparar la posibilidad de examinar el expediente

con la de solicitar copias simples de la totalidad o parte del expediente, habida cuenta de

que la primera actividad indudablemente exige el ejercicio de ciertas competencias que

permitan comprender el alcance de aquello que se revisa o examina, mientras que la

obtención de copias simples no requiere mayor habilidad que la de identificar el expediente

y elevar la petición verbal ante el Secretario del juzgado, pues, en últimas, tal solicitud no

comporta el ejercicio de competencia jurídica alguna. (Sala Contenciosa Administrativa

sección primera)

Para muchos abogados litigantes, tal derecho fue regulado con la expedición del Código

General del Proceso, cuyo artículo 123 indica que los expedientes solo podrán ser

examinados;

“(…) 1. Por las partes, sus apoderado y los dependientes autorizados por estos de manera general

y por escrito, sin que sea necesario auto que lo reconozca pero solo en relación con los asunto en

que aquellos intervengan”; sin embargo, la regulación data desde el año 1971, exactamente el

Decreto 196 de 1971 en el literal b) del artículo 26 y el Código de Procedimiento Civil en su

artículo 115, señalaban el derecho de los abogados a consultar cualquier expediente judicial.

2. Por los abogados inscritos que no tengan la calidad de apoderado de la parte. Estos podrán

examinar el expediente una vez se haya notificado a la parte demandada.”


La legislación anterior, daba lugar a diversas interpretaciones, y en muchos despachos

judiciales el acceso a los expedientes judiciales era limitado sin precisar la razón legal,

simplemente por consideraciones propias del respectivo despacho; con las precisiones del

articulo 123 numeral 1 queda entonces claro que no solo el abogado puede consultar los

expedientes sino también sus dependientes con una claridad sobre algo que en la práctica

era usual, no se requiere reconocimiento por auto, en tal sentido basta con la autorización

del abogado ya reconocido en el proceso para que el dependiente pueda acceder a él.

El derecho a examinar un expediente judicial, hace parte del principio denominado

“acceso efectivo a la administración de justicia”, que si bien contempla algunas

excepciones, va acorde con uno de las disposiciones generales del actual Código General

del Proceso que indica en el artículo 3, la premisa que las actuaciones se cumplirán de

forma pública, máxime que las actuaciones de los jueces deben estar acompañadas de la

publicidad que reviste la función pública.

Sin embargo, tal prerrogativa ha sido desconocida por muchos despachos judiciales, en

los que requieren una autorización o reconocimiento como apoderados judiciales en el

respectivo proceso para consultar un expediente, desconociendo con tal exigencia la

normativa en la materia.

Tal disposición al estar señalada en el Código General del Proceso, se entiende aplicable

a los procesos de naturaleza civil y administrativa, esta última por remisión del artículo 306

de la Ley 1437 de 2011; sin embargo, tal derecho contempla una condición de carácter
temporal, puesto que se puede ejercer “una vez se haya notificado a la parte demandada”,

ahora bien en algunas materias como en el derecho penal, no es aplicable tal normativa.

(Ley 1437 de 2011, Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso

administrativo).

Teniendo en cuenta el actual panorama procesal, es inaceptable que en los despachos

judiciales, se limite el acceso a los expedientes a pesar de que se cumpla con las exigencias,

legales para ello, o en caso de que se cumplan los dos criterios exigidos por la norma

comentada, de un lado, la acreditación de la calidad de abogado y en segundo lugar que la

parte demandada haya sido notificada, no se puede limitar el acceso a la consulta de un

expediente judicial, máxime que han sido múltiples los casos en los cuales la H. Corte

Constitucional tuteló tal derecho en vigencia del Código de Procedimiento Civil, cuya

redacción normativa daba lugar a que en varias secretarías de despachos judiciales se

interpretara que, solo los abogados reconocidos como apoderados de las partes o que

tuvieren autorización de la parte podían consultar el respectivo expediente, sin embargo en

la actualidad de conformidad a lo dispuesto por el numeral 2 del artículo 123 del Código

General del Proceso no hay lugar a tal disquisición. (Código General del Proceso, articulo

123).

Siendo el panorama procesal claro respecto al derecho de acceso al expediente, tenemos

el reto como abogados litigantes, así como también los servidores judiciales de poner en

funcionamiento pleno las herramientas que el Código General del Proceso puso a

disposición de la justicia con la finalidad de lograr una tutela judicial efectiva en los

términos dispuesto por el artículo 2 de la Ley 1564 de 2012, el cambio de mentalidad exige
controversia y exigencia tanto de quienes ejercen el litigio como de los que administran

justicia. (Ley 1564 de 2012, Código General del Proceso).

A continuación, se presentará la normatividad que sirvió para la elaboración de la

presente investigación, en la cual se consagra el marco jurídico que da cuenta de los

antecedentes, las regulaciones y la implementación del Decreto 196 de 1971 artículo 27.

Del decreto 196 de 1971 los siguientes artículos:

 Artículo 26: Para realizar un análisis completo del decreto 196 de 1971 articulo 27 hay

que abarcar lo enunciado en el literal d y f) del artículo 26 del mismo decreto puesto

que “Los expedientes y actuaciones judiciales o administrativas solo podrán ser

examinados: (…)
 Artículo 27: Los dependientes de abogados inscritos solo podrán examinar los

expedientes en que dichos abogados estén admitidos como apoderados, cuando sean

estudiantes u cursen regularmente estudios de derecho en universidad oficialmente

reconocida hayan sido acreditados como dependientes, por escrito y bajo la

responsabilidad el respectivo abogado, quien deberá acompañar la correspondiente

certificación de la universidad.

Los dependientes que no tengan la calidad de estudiantes de derecho, únicamente podrán

recibir informaciones en los despachos judiciales o administrativos sobre los negocios

que apodere el abogado de quien dependan, pero no tendrán acceso a los expedientes.

En relación con los códigos sobre el tema se tiene el siguiente, el artículo 115 del

Código de Procedimiento Civil que es un artículo derogado por el literal c) del artículo 626
de la Ley 1564 de 2012. Rige a partir del 1o. de enero de 2014, en los términos del numeral

6) del artículo 627 (Artículo modificado por el artículo 1, numeral 63 del Decreto 2282 de

1989. El nuevo texto es el siguiente) De todo expediente podrán las partes o terceros

solicitar y obtener la expedición y entrega de copias.

En el Código General del Proceso artículo 123 se plantea que los expedientes solo podrán

ser examinados:

1. Por las partes, sus apoderados y los dependientes autorizados por estos de manera
general y por escrito, sin que sea necesario auto que los reconozca, pero solo en
relación con los asuntos en que aquellos intervengan.
2. Por los abogados inscritos que no tengan la calidad de apoderados de las partes. Estos
podrán examinar el expediente una vez se haya notificado a la parte demandada.
3. Por los auxiliares de la justicia en los casos donde estén actuando, para lo de su cargo.
4. Por los funcionarios públicos en razón de su cargo.
5. Por las personas autorizadas por el juez con fines de docencia o de investigación
científica.
Por los directores y miembros de consultorio jurídico debidamente acreditados, en los

casos donde actúen.

En la STC6774-2016 de la Corte Constitución el gestor demandó la protección

constitucional de sus derechos fundamentales al debido proceso, trabajo, «libre desarrollo»,

a escoger profesión u oficio, defensa y acceso a la administración de justicia,

presuntamente vulnerados por la servidora acusada.

El Consejo de Estado en el fallo 1741 de 2011 expresa que los dependientes judiciales

pueden ser, o no ser, estudiantes de derecho. Sin embargo, sólo los primeros tienen la

potestad, además de recibir información de los despachos, de acceder a los expedientes.


4.4 Marco teórico

El artículo 27 del Decreto 196 de 1971 establece que "Los dependientes que no tengan la

calidad de estudiantes de derecho, únicamente podrán recibir informaciones en los

despachos judiciales o administrativos sobre los negocios que apodere el abogado de quien

dependan, pero no tendrán acceso a los expedientes", de donde se sigue que la norma que

regula el ejercicio de la profesión de abogado es clara al señalar que los dependientes

judiciales que no tienen la calidad de estudiantes de derecho, sólo pueden recibir

información de los procesos, más no acceder a los expedientes. (Decreto 196 de 1971,

Estatuto del Abogado)

Sin embargo, no puede perderse de vista que el numeral 5º del artículo 115 del Código

de Procedimiento Civil establece que "a petición verbal de cualquier persona, el secretario

expedirá copias no autenticadas del expediente o de parte de éste, en trámite o archivado sin

necesidad de auto que las autorice. Tales copias no tendrán valor probatorio de ninguna

clase.", ya que por no tener la condición de estudiante de derecho, solo le asiste el derecho

de solicitar copias simples de las actuaciones o providencias que se surtan en determinado

proceso, pues la norma no contempla condicionamiento o restricción alguna para formular

tal solicitud ante el Secretario del juzgado. (Código Procedimiento Civil, articulo115)
De acuerdo con lo anterior, a juicio de la Sala de lo contencioso administrativo del

Consejo de Estado no resulta legalmente admisible equiparar la posibilidad de examinar el

expediente con el hecho de solicitar copias simples de la totalidad o parte del expediente,

habida cuenta de que la primera actividad indudablemente exige el ejercicio de ciertas

competencias que permitan comprender el alcance de aquello que se revisa o examina,

mientras que la obtención de copias simples no requiere mayor habilidad que la de

identificar el expediente y elevar la petición verbal ante el Secretario del juzgado, pues, en

últimas, tal solicitud no comporta el ejercicio de competencia jurídica alguna.

El Decreto 196 de 1971, por el cual se dicta el Estatuto del Ejercicio de la Abogacía,

establece también en su artículo 26 que los expedientes y actuaciones administrativas sólo

podrán ser examinados por (a) los funcionarios públicos en ejercicio de sus atribuciones y

por razón de ellas, (b) por los abogados inscritos, sin perjuicio de las excepciones en

materia penal, (c) por las partes, (d) por las personas designadas en cada proceso como

auxiliares de la justicia para lo de su cargo, (e) por los directores y miembros de

consultorios jurídicos en los procesos que estén autorizados para litigar conforme al

estatuto y (f) por los dependientes de los abogados inscritos debidamente acreditados,

siempre que sean estudiantes de derecho. (Decreto 196 de 1971, Estatuto del Abogado)

Antes de ahondar en las funciones o servicios que puede prestar un dependiente judicial,

se hace necesario comprender el campo profesional en el que tiene que desenvolverse un

profesional del derecho en Colombia, para lo cual debemos hacer un acercamiento a la

información y establecer el volumen de despachos judiciales o Jueces de la República que

se encuentran al servicio de la justicia; el número de procesos judiciales que se encuentran


activos; el número de abogados con tarjeta profesional vigente y el tiempo de duración

promedio que puede tener un proceso judicial lo cual dependerán a la hora de que un

dependiente judicial pueda ejercer la labor encomendada.

Colombia es una república unitaria ubicada en la región noroccidental de América del

Sur, es un Estado social de derecho, organizado en forma de República unitaria,

descentralizada (Constitución Política de Colombia, 1991, Artículo 1), con autonomía de

sus entidades territoriales, democrática, participativa y pluralista, fundada en el respeto de

la dignidad humana, en el trabajo y la solidaridad de las personas que la integran y en la

prevalencia del interés general. (Constitución Política de Colombia, 1991, Artículo 1)

El Estado colombiano cuenta con tres ramas del poder público y con los organismos de

control, tal como se muestra a continuación para tener un mejor entendimiento de cual,

sería la panorámica del trabajo en general del abogado en referencia con el del dependiente

judicial:

Figura 1: Estructura Política del Colombia

Banco de la República (2015) Fuente: http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/ayudadetareas/politica/organizacion_del_estado_colombiano.


Para hablar de la Rama Judicial, que es la encargada de administrar la justicia en

Colombia; en aras de función pública hay que señalar que está compuesta por seis

organismos rectores: la Corte Suprema de Justicia, el Consejo de Estado, la Corte

Constitucional, el Consejo Superior de la Judicatura, las Jurisdicciones Especiales y la

Fiscalía General de la Nación.

En Colombia existen alrededor de 4.074 jueces y magistrados, lo que implica que

existen aproximadamente 4300 Despachos judiciales, tasa que indica que en Colombia por

cada 100.000 habitantes existen en promedio 11 jueces. De acuerdo a los estudios

realizados por la Corporación de Excelencia en la Justicia “C.E.J.”; dichas cifras permiten

concluir que Colombia está en un buen nivel comparativo con el número de jueces al

servicio de la población. (Un juez de Colombia resuelve 448 casos al año; uno de EE. UU.,

3.135 (El Tiempo. 2012),

Sin embargo, la cantidad de estrados o despachos judiciales, no es proporcional al

número de expedientes activos, debido a que el volumen de radicación de procesos

judiciales en Colombia es muy alto y el grado de evacuación de los Juzgados no es

eficiente, provocando así la acumulación de expedientes a nivel nacional.

Desafortunadamente Colombia aún no cuenta con un sistema judicial oral en todas las

jurisdicciones, lo cual origina que aún siguen existiendo montañas de expedientes y

trabajándose la justicia en el mundo del papel. El sistema oral que maneja por ejemplo

Estados Unidos de América, permite que un juez pueda resolver aproximadamente 3.135
procesos al año, mientras que en Colombia cada juez resuelve aproximadamente 448 casos

anuales, es decir que tiene tan solo un porcentaje de efectividad del 14,3% comparado con

un juez Norte Americano (Un Juez en Colombia resuelve 448 casos al año, uno de EE.UU.,

3.135. El Tiempo. (2012).

Por lo que se hace necesario revisar las estadísticas contenida en la página de la rama

judicial en Colombia que nos permitirá tener un panorama claro sobre la cantidad de

proceso y estrados judiciales existentes a nivel nacional:

Figura 2 - Informe de procesos vigentes en Colombia en 2018

Fuente: Consejo Superior de la Judicatura de Colombia correspondiente al trimestre de septiembre a diciembre (2018).
Como se observa, el volumen de procesos judiciales vigentes y radicados en los

despachos judiciales de Colombia es muy grande, ya que si observamos en el último

trimestre solo habían radicado 556.913 procesos, sumado el resto de trimestres que no

evidenciamos en el presente trabajo el represamiento que existe por la ausencia de un

sistema oral generalizado en Colombia es bastante. Ahora bien, eso implica de manera

indirecta que en cada proceso judicial deben existir por lo menos dos abogados en ejercicio,

uno de la parte demandada y otro de la parte demandante, lo que indica que debe existir un

gran número de profesionales del derecho (abogados) detrás de la representación judicial de

todos esos litigios.

Teniendo en cuenta el número de jueces y la cantidad de procesos judiciales existentes,

es importante establecer el número de abogados litigantes que se encuentran con tarjeta

profesional vigente.

Colombia es uno de los países con el mayor número de abogados en relación con su

población en el mundo. La Corporación Excelencia en la Justicia establece que por cada

100.000 habitantes, Colombia tiene 354 abogados. Las universidades que ofrecen pregrado

en esta disciplina superan las 100, y al menos 10 son objeto de análisis previo de parte del

Ministerio de Educación Nacional. La Sala Administrativa del Consejo Superior de la

Judicatura (SACSJ) no tiene un registro actualizado de abogados, que se cree son unos 200

mil, incluidos los egresados portadores de licencias provisionales. Anualmente en el país se

matriculan más de 30.000 estudiantes de Derecho. En Neiva cuatro facultades egresan al

año unos 400 abogados (Colombia es un país lleno de abogados. Las 2orillas (2015).
Como se observa, existe un gran número de abogados en ejercicio que disputan el campo

y el mercado jurídico del país, ya que este es un mundo competitivo en el cual se requiere

de habilidad, profesionalismo y practicidad para poder abarcar un espacio en ese área

comercial además de que estamos hablando de un producto intangible como lo es el

servicio, esto implica que actualmente con la globalización de los mercados y el uso

necesario e indispensable de las Tecnologías de la Información y de la Comunicación

(TIC), requiere que los abogados hagan uso de las herramientas tecnológicas que están a su

alcance, para poder competir de manera eficiente en ese mercado tan competitivo por lo

que la información entregada por el dependiente judicial debe ser veraz y oportuna para

poder llegar hacer competencia.

En Colombia, el mercado jurídico es excesivamente competitivo y complicado, para

iniciar la vida profesional como abogado independiente y establecer un despacho para la

atención del público, ya que se requiere contar con un buen capital, que le permita ejercer

su profesión y asumir sus gastos profesionales y personales en los que está el pago de la

nómina de un dependiente judicial entre otros, gastos que solo son compensado de manera

proporcional cuando los procesos judiciales que tiene a cargo sean resueltos por los Jueces

mediante una sentencia judicial que ponga fin al litigio o a través de una conciliación

prejudicial. La duración de un proceso judicial en Colombia es relativa dependiendo del

área o jurisdicción en la que se desarrolle, la ciudad de radicación, el juzgado

correspondiente, las etapas procesales, el número de pruebas a practicar, en fin, el nivel de

retorno de la inversión es lento en proporción al gasto.


Ahora bien, contando con todas las variables descritas anteriormente el tiempo de

duración en un proceso judicial puede llevar hasta año sin embargo, en el campo penal, un

pleito puede tardar, en promedio, hasta 1.200 días si es evacuado por fiscales y jueces de

Barranquilla, Cartagena, Valledupar, Montería, Riohacha, Santa Marta y Sincelejo (Cuanto

tiempo demora un proceso judicial. ((El Tiempo, 2016)

Cerca de 900 días si el asunto es tramitado por la rama Judicial en Ibagué, Florencia,

Neiva, Garzón, Pitalito y Villavicencio; o 700 en Medellín, Itagüí, Manizales, Armenia y

Pereira, una tendencia similar se registra en los despachos judiciales del país con conflictos

civiles, de familia o laborales. Ya que el tiempo promedio de duración de los procesos de

familia es de 293,8 días, máximo 4.153. Mientras que los laborales pueden demorar cerca

de 300 días (Cuanto tiempo demora un proceso judicial. (El Tiempo, 2016)

Cuando el pleito surte dos instancias es decir, la primera sentencia es apelada ante el

superior del juez o tribunal tarda más. Los más lentos son los relacionados con los delitos

contra la familia mientras que el estudio de los expedientes asociados al hurto calificado y

agravado es más rápido.

Aquí, al igual que en la primera instancia, la duración de un proceso es más breve en la

región Cafetera, integrada por los juzgados y tribunales de Medellín, Itagüí, Manizales,

Armenia y Pereira. (Cuanto tiempo demora un proceso judicial. (El Tiempo, 2016)

En cambio, el trámite de un pleito es más prolongado en la zona Atlántica: Barranquilla,

Cartagena, Valledupar, Montería, Riohacha, Santa Marta y Sincelejo. (El Tiempo, 2016)
Estas son las principales conclusiones de un estudio estadístico elaborado por el Consejo

Superior de la Judicatura y el Departamento de Matemáticas y Estadística de la Universidad

Nacional de Colombia (Cuanto tiempo demora un proceso judicial. (El Tiempo, 2016)

Esto quiere decir que en promedio la duración de un proceso judicial, contando desde la

presentación de su demanda hasta que se profiera el fallo de primera instancia, es

aproximadamente mínimo de 2 años, teniendo en cuenta que hay variables que surgen en

cada proceso de acuerdo a su especialidad, complejidad y al número de pruebas a practicar,

que pueden generar una extensión superior de ese lapso.

Por lo que es procedente la herramienta humana del dependiente judicial a la hora del

seguimiento y control de los procesos judiciales asignados por el abogado al cual el cliente

le ha otorgado el contrato de mandato, puesto que son ellos quien a primera mano reciben

la información y facilitan que se le dé cumplimiento a cada una de las etapas del proceso.

En este sentido, es necesario entrar a describir las actividades generales y permanentes

que realiza un abogado en el territorio colombiano, ya que es determinante entender las

tareas que ejecuta un abogado a la hora de poder designarle algunas al dependiente judicial,

para hacer más práctica y ágil la vida profesional de los abogados.

Las labores que se van a describir y analizar, corresponden a las funciones que realizan

todos los abogados que se dedican a ejercer la representación jurídica en los procesos

judiciales de Colombia para los cuales han sido contratados. En otras palabras, las
actividades que se describirán se encuentran directamente relacionadas con los abogados

que representan a la parte demandante o parte demandada de un litigio que se cursa en los

Juzgados, Tribunales o Cortes de la Rama Judicial de Colombia. (Galvis, J. A. C. (2017).

De igual manera, para poder establecer las funciones que realiza un abogado de manera

general y permanente en la representación jurídica dentro de un pleito, debemos delimitar

cuales son las etapas mínimas y necesarias que se desarrollan en un proceso judicial en

Colombia, para lo cual, trabajaremos sobre los procesos de la jurisdicción ordinaria, como

quiera que es la jurisdicción que posee más procesos judiciales vigentes. Recordemos que

de acuerdo a la información suministrada por el Consejo Superior de la Judicatura en

Colombia existen 316.027 para el último trimestre en procesos ordinarios (Consejo

Superior de la Judicatura, 2018). Por lo que es necesario enunciar las diferentes funciones

que realiza un abogado las cuales son:

Un abogado en Colombia, para desarrollar su actividad profesional de manera adecuado

y poder competir dentro del gran mercado jurídico del país, requiere de las siguientes

actividades:

a. Analizar el mercado en el cual se quiere especializar.


b. Establecer una estrategia de mercadeo que le permita entrar a competir en el mundo

laboral y judicial.
c. Determinar sus clientes potenciales y delimitar su nicho de mercado.
d. Actualizarse de manera constante en la nueva normatividad, doctrina y jurisprudencia,

para encontrarse en adecuadas condiciones cognitivas y profesionales, con el propósito

de poder atender a sus clientes y obtener los resultados esperados.


e. Realizar la búsqueda de clientes que correspondan a su nicho de mercado y especialidad

de la materia que maneja.


f. Ofrecer la asesoría correspondiente de manera oportuna y profesional a sus clientes, con

el objetivo de obtener su confianza y así lograr la consecución del contrato de

prestación de servicios jurídicos.


g. Analizar el caso puntal de cada cliente, con la finalidad de establecer la estrategia

jurídica a desplegar en el correspondiente proceso judicial.


h. Elaborar un diagnóstico del problema jurídico para mirar la viabilidad y la prosperidad

del proceso
i. Elaborar un consentimiento informado de los pro y contra del proceso
j. Elaborar un contrato de prestación de servicio con el cliente
k. Elaborar poderes
l. Elaborar el documento contentivo del escrito de demanda (En el evento que actúe como

representante de la parte demandante) o elaborar el escrito de contestación de demanda

(En el evento que actúe como representante de la parte demandada).


m. Asistir a todas y cada una de las audiencias y diligencias que sean programadas por el

Juez que este conociendo el caso.


n. Presentar los recursos, pruebas, memoriales, descargos, alegatos de conclusión y en

general todo tipo de escritos que se requieran presentar con el transcurso del proceso

judicial, con el propósito de obtener el resultado que espera para su cliente.


o. Para poder ejercer de manera eficiente y eficaz su función de abogado dentro de un

proceso judicial, debe realizar una vigilancia, seguimiento y control permanente, de

cada una de las etapas procesales que se adelantan en los juzgados.


p. Realizar sus cobros y llevar su contabilidad actualizada y organizada.
q. Pagar los honorarios o salarios de los empleados o colaboradores que tenga a su cargo

contratado.
r. Vigilar que el dependiente judicial cumpla con cada una de las actividades asignadas

tales como, revisión de estado, programación de audiencia, entrega de memoriales,

retiro de exhorto, informe por cliente, preparación de expediente entre otros.


El anterior listado, corresponde a las actividades generales mínimas y básicas que

requiere desarrollar un abogado en Colombia, con el propósito de ir abriendo su camino al

éxito profesional y poder consolidar su nombre y criterio profesional,

En cuanto a la ejecución de todas estas tareas y/o actividades, requieren por parte del

abogado un sacrificio y entrega absoluta a ejercicio de su profesión, para lo cual se hace

necesaria la disposición de un buen número de horas diarias al cumplimiento cabal de sus

obligaciones, para la cual fue contratado y sobre todo una clara muestra de su ética

profesional.

Los abogados en esta competencia comercial no solo contratan personal de apoyo, como

lo son las secretarias para la atención del público, el manejo del archivo, la atención

telefónica, entre otros, también contratan a estudiantes de derecho o profesionales recién

graduados, con el propósito de encomendarles y delegarles funciones de asistente de oficina

o como les denominan en Colombia “dependientes judiciales” o “patinadores”, los cuales

se encargan de realizar la vigilancia y seguimiento de los procesos judiciales.

Estos dependientes judiciales, son una herramienta fundamental para los abogados,

como quiera que la función de vigilancia de los procesos judiciales, tiene como principal

objetivo evitar el vencimiento de términos, es decir, prevenir que el tiempo o plazo que

tiene para intervenir un abogado en determinada etapa de un proceso judicial venza, sin que

el abogado haya realizado su gestión, sin embargo en la realidad esta labor no es valorada,

pues pese a que muchas veces los dependientes tienen como característica principal ser
estudiante de derecho se les olvida que un descuido es la tortura del abogado como para el

cliente ya que está en juego los derechos por los cuales se está ejerciendo la defensa.

Es así que un vencimiento de un término judicial para un abogado o la mala vigilancia y

control, que no se ha informado por su dependiente judicial, puede ocasionarle algunas de

las siguientes situaciones al abogado:

- Sanciones verbales y/o monetarias.


- Inicio de procesos disciplinarios ante el Consejo Superior de la Judicatura, que pueden

poner en riesgo la vigencia de su tarjeta profesional para poder ejercer como abogado.
- La pérdida de la oportunidad de poder presentar escritos en el proceso, tales como:
- Contestación de demanda, presentación de recursos, presentación de memoriales,

objetar dictámenes, respuestas a requerimientos


- Pérdida de la oportunidad de poder asistir a audiencias tales como: Audiencia de

conciliación, audiencias de práctica de pruebas testimoniales, interrogatorios de parte,

audiencia de alegaciones, audiencia final y lectura de fallo judicial.

Además de las situaciones anteriormente descritas, es evidente que el vencimiento de

algún término judicial, le va a impedir cumplir con su labor de abogado de manera

oportuna, eficaz, eficiente y profesional, poniendo en riesgo la suerte y el resultado del

proceso judicial al que se comprometió con su cliente a cuidar con recelo y dedicación por

lo que se sale de contexto el decreto 196 de 1971 cuando coloca como requisito que sea

estudiante derecho si aun no teniendo responsabilidad directa con el cliente se permite que

el abogado en formación cometa irresponsabilidades y no sea sancionado. (decreto 196 de

1971)
En consideración a lo anterior y para reforzar y complementar los argumentos,

señalados, se hace pertinente traer a colación la normatividad que rige a los abogados de

Colombia y en el cual se establecen los deberes profesionales, prohibiciones y sanciones

que implica el ejercicio de su profesión. Por lo anterior señalamos que de acuerdo a la Ley

1123 de 2007 “Por medio de la cual se establece el Código Disciplinario del Abogado”, son

deberes de los abogados:

Artículo 28. Deberes profesionales del abogado. Son deberes del abogado:

“(…..) 10. Atender con celosa diligencia sus encargos profesionales, lo cual se extiende al

control de los abogados suplentes y dependientes, así como a los miembros de la firma o

asociación de abogados que represente al suscribir contrato de prestación de servicios, y a

aquellos que contrate para el cumplimiento del mismo.

18. Informar con veracidad a su cliente sobre las siguientes situaciones: c) La constante

evolución del asunto encomendado y las posibilidades de mecanismos alternos de solución

de conflictos. (…..)” (Ley 1123 de 2007)

Ahora bien, bajo la misma Ley encontramos que son faltas de lealtad con el cliente:

“Artículo 34. Constituyen faltas de lealtad con el cliente:

a. Callar, en todo o en parte, hechos, implicaciones jurídicas o situaciones inherentes a

la gestión encomendada o alterarle la información correcta, con ánimo de desviar la

libre decisión sobre el manejo del asunto;


b. No informar con veracidad la constante evolución del asunto encomendado o las

posibilidades de mecanismos alternos de solución de conflictos; (…..)” (Ley 1123

de 2007)
Igualmente, el Código Disciplinario del Abogado establece que:

“Artículo 37. Constituyen faltas a la debida diligencia profesional:

“Demorar la iniciación o prosecución de las gestiones encomendadas o dejar de hacer

oportunamente las diligencias propias de la actuación profesional, descuidarlas o

abandonarlas.” (Ley 1123 de 2007)

Ahora bien, las sanciones a las cuales se puede ver abocado un abogado por el

incumplimiento de sus funciones, son las siguientes (Ley 1123 de 2007):

 Censura. Consiste en la reprobación pública que se hace al infractor por la falta

cometida.
 Multa. Es una sanción de carácter pecuniario, que se tasará dependiendo de la gravedad

de la falta, la cual se impondrá en favor del Consejo Superior de la Judicatura.


 Suspensión. Consiste en la prohibición de ejercer la profesión por el término señalado

en el fallo. Esta sanción oscilará entre dos (2) meses y (3) tres años.
 Exclusión. Consiste en la cancelación de la tarjeta profesional y la prohibición para

ejercer la abogacía.

Teniendo en cuenta la normatividad reseñada, es claro que la función de vigilancia

permanente de los procesos judiciales, es una tarea y actividad de mucha relevancia en el

ejercicio de la profesión por parte de los abogados, como quiera que así evita el

vencimiento de términos procesales permitiéndole ejercer su trabajo encomendado de

manera adecuada, oportuna y evitando el inicio de investigaciones de carácter disciplinario

que le puedan ocasionar la suspensión o exclusión en su ejercicio profesional.


Debido a que es una tarea que implica dedicación de mucho tiempo, dependiendo del

volumen o cantidad de procesos que tenga el abogado a cargo y de la manera en que se

realice la vigilancia de los procesos, bien sea personalmente o por internet, por lo que es

necesario entender cuáles son las etapas del proceso puesto que muchos DEPENDIENTES

JUDICIALES desconocen del tema es por eso necesario en este trabajo investigativo

tenerlas presentes

Pero, para poder comprender la complejidad de las funciones generales que ejerce un

abogado en la representación jurídica dentro de un proceso judicial, se hace indispensable

realizar un recorrido por todas las etapas o a la manera en que se desarrolla un litigio en un

juzgado del país.

En Colombia, como en muchos países del mundo, existen diferentes áreas del derecho

como lo son: administrativo, familia, civil, disciplinario, fiscal, agrario, penal, entre otros.

En años anteriores, cada área del derecho tenía un procedimiento especial, con etapas,

actuaciones y diligencias diferentes (Velásquez, J. G. 2016).

No obstante, el Congreso de Colombia por medio de la Ley 1564 del año 2012, expidió

el Código General del Proceso, el cual tiene por objeto regular las actividades procesales de

los asuntos de carácter civil, comercial, familia, agrarios y en casos de asuntos

administrativos (Ley 1564 de 2012. Código general del Proceso).

Lo anterior se realizó con el propósito de poder generalizar el procedimiento judicial

para varias áreas del derecho y compilar toda la normatividad que en materia procesal
existía y poder generalizar el desarrollo de los procesos judiciales en un solo

procedimiento.

Teniendo en cuenta lo establecido en la mencionada Ley, se pueden resumir y diagramar

las etapas mínimas que se adelantan en el desarrollo de un proceso judicial, así (Ver figuras

2 y 3):

Figura 3. Etapas del proceso judicial - Etapa 1

uente: Elaboración propia

Figura 4. Etapas del proceso judicial – Etapa 2


Fuente: Elaboración propia

En estas figuras podemos observar las etapas procesales iniciales y actuaciones básicas

que se desarrollan en todo proceso judicial, de acuerdo a la especialidad del proceso o a la


materia de derecho que se esté tratando, las etapas procesales pueden ser más extensas y

diversas.

Es así como es evidente que en un proceso judicial se abarque por lo menos 21 etapas en

su desarrollo desde la presentación de la demanda, hasta obtener sentencia de segunda

instancia, en las cuales siempre se requiere de la intervención del abogado, bien sea que

este ejerciendo la representación judicial por parte del demandante o del demandado.

Teniendo en cuenta la actividad de vigilancia de los procesos judiciales para evitar el

vencimiento de términos en el desarrollo del litigio por parte de los abogados o de sus

dependientes judiciales, es necesario tener en cuenta todas y cada una de las etapas que se

describieron anteriormente, como quiera que el Juzgado, Tribunal o Corte que este

conociendo el asunto, debe ir registrando todas las actuaciones del proceso en lo que se

denomina “El estado” de los procesos, que no es más que un historial de las actividades, el

cual cumple la función de una bitácora para los abogados que hacen seguimiento a sus

procesos, es el faro que guía el rumbo y ritmo del proceso judicial (Velásquez, J. G. 2016).

En ese registro de actividades o estado del proceso, se deja la anotación de los siguientes

datos: el tipo y clase del proceso; el número de radicación; el Despacho judicial que conoce

el asunto; el nombre del Juez de la República; el nombre del demandante y del demandado

(las partes del proceso); y el historial de todas las actuaciones que se han cursado en el

proceso (Gómez Urrego, J. I., Hernández, C., Mandrelly, J., Gutiérrez, L., & Andrés, C.,

2018).
En este estado de la investigación, es indispensable también abordar el tema

correspondiente a la manera y formas en las cuales los abogados pueden realizar el

seguimiento de los procesos judiciales en Colombia, ya que esta revisión se puede realizar

de varias maneras, bien sea de manera personal por parte del abogado o por medio de un

dependiente judicial (asistente) al cual se le otorga una autorización por parte del abogado

para que pueda tener acceso al expediente o de manera virtual por medio de la plataforma

de los juzgados de la rama judicial a través de la página web www.ramajudicial.gov.co.,

aunque no todos los despachos cuentan con esta alternativa

O finalmente, se puede optar por la contratación de servicios especializados que ofrecen

algunas empresas en Colombia por la prestación del servicio de cada proceso revisado y

pago de una cuota fija, las cuales se dedican exclusivamente a realizar el seguimiento de los

procesos judiciales de los abogados, enviándoles informes, mensajes y mails sobre las

novedades que reporta cada caso o proceso.

Sin embargo a pesar de todas las herramientas existentes para la revisión y control de los

proceso jurídicos que tiene a su cargo el abogado, la revisión de estos se hace dispendiosa

puesto que esto implica desplazarse a los diferentes despachos judiciales y que estos tengan

que ser atendidos primero atreves de una ventanilla para preguntar por el Estado de su

proceso y solicitar que se le permita el acceso al expediente, para lo cual, debe una

funcionaria buscar y verificar la información para entregar el expediente el cual no puede

perder de vista.
Esta actividad es engorrosa e implica disposición de mucho tiempo, ya que implica que

un solo funcionario el juzgado realice las funciones de recibir correspondencia, atender a

todo el público en general y realizar actividades de archivo de los expedientes que son

consultados, por lo que requiere de mucho tiempo para la revisión de los procesos

Este procedimiento debe realizarlo en cada juzgado y por cada uno de los procesos

judiciales que tiene a cargo el abogado, es decir que si posee la representación jurídica de

20 procesos, pues le corresponde desplazarse a 20 juzgados o despachos judiciales, los

cuales generalmente no se encuentran ubicados en un mismo edificio o inmueble, por el

contrario, dependiendo de la competencia y especialidad, su ubicación se encuentra

dispersa en varios complejos judiciales en lugares distintos de la ciudad, lo que implica que

debe realizar varios desplazamientos

En el caso donde la revisión se hace a través de computadores instalados en los juzgados

aunque es más ágil implica también para poder acceder a ellos tener que desplazarse y

esperar a que el funcionario realice la tarea de archivo por lo que el dependiente y el

abogado debe ser ágil y manejar no solo las etapas procesales de un proceso judicial sino

también tener conocimiento tecnológicos que implique agilizar la tarea, además de tener un

número limitado de equipos, frente al número de abogados o dependientes que acuden a la

consulta. Corral, A. F. (1996).

En el decreto 196 de 1971 en su artículo 27, que habla de los dependientes judiciales, se

puede determinar que tiene una característica específica y es la de ser un estudiante de

derecho, por lo que el legislador buscaba que la persona que desempeñara esta labor tuviera
idoneidad para realizar la revisión de los expedientes judiciales en los que le hubieran

reconocido personería jurídica los juzgados al abogado. (Decreto 196 de 1971. Estatuto del

abogado)

Sin embargo no podemos dejar de lado las personas que ejercen esta labor sin ser

estudiantes de derecho, que autorizados por el articulo 115 numeral 5º del Código de

Procedimiento Civil y el código general del proceso en su artículo 123 que establece que "a

petición verbal de cualquier persona, el secretario expedirá copias no autenticadas del

expediente o de parte de éste, en trámite o archivado sin necesidad de auto que las autorice.

Tales copia no tendrán valor probatorio de ninguna clase.”. De donde se sigue que,

efectivamente, al dependiente judicial, aún sin tener la condición de estudiante de derecho,

le asiste el derecho de solicitar copias simples de las actuaciones o providencias que se

surtan en determinado proceso, pues la norma no contempla condicionamiento o restricción

alguna para formular tal solicitud ante el Secretario del juzgado.

Es así como el dependiente que no es estudiante de Derecho no puede acceder al

expediente, pero sí solicitar copias de este, toda vez que se trata de actuaciones totalmente

distintas, para las que se requiere el ejercicio de competencias diferentes.

Si bien las prácticas que hoy se encuentran bajo estudio no se refieren directamente a la

profesión de abogado, si se relacionan de manera estrecha con el ejercicio de la profesión,

pues limitan la libertad del abogado al momento de escoger a quien ha de servirle como

dependiente para los efectos en ellas establecidos. De otra parte, la restricción estudiada,

desde la perspectiva de quien cumple la función de intermediación, otorga a los estudiantes


de derecho una ventaja comparativa para acceder a los cargos de asistentes que procuren las

oficinas de abogados, ya que desde este punto de vista puede afirmarse que el legislador no

reguló la ocupación de que aquí se trata - auxiliar de abogado o dependiente judicial -,

cuando quiera que dentro de las funciones que le correspondan, se encuentre la de consultar

expedientes judiciales o administrativos o asistir a actuaciones de la misma naturaleza, bajo

la responsabilidad del respectivo profesional, por lo que también es necesario analizar si tal

regulación, compromete el derecho a la igualdad de oportunidades laborales, como también

la libertad de escoger profesión u oficio.

Ante estas manifestaciones concretas del derecho al trabajo (Constitución política de

Colombia. art. 25) y al libre desarrollo de la personalidad (Constitución Política art. 16),

que habla de la libertad de escoger profesión u oficio (Constitución Política. art. 26), este

derecho-libertad se deriva la facultad de ejercer la actividad que se ha escogido, sin más

restricciones que aquellas que legítimamente imponga el legislador, - para minimizar el

riesgo social que puede implicar el ejercicio irresponsable de una profesión u oficio o para

proteger derechos de terceras personas - y que ha de hacer cumplir la administración, en

ejercicio de las siguientes situaciones: (Constitución Política art. 16)

 Que a pesar de que uno de los requisitos fundamental señalados en el artículo 27 del

decreto 196 de 1971 es que sea estudiante derecho, esto desconocen las diferentes

etapas que se surten en un proceso judicial, ya que no consideran la responsabilidad que

se les atañe
 Que siendo estudiantes en formación no existe un artículo que sanciones el ejercicio

irresponsable de la labor.
 Que no existe un régimen disciplinario, o jurisprudencia que repercuta en esta profesión

que ha dejado el estado huérfano


 Que en ninguno de los artículos donde se menciona al Dependiente tiene claridad sobre

los alcances judiciales a los cuales puede acceder en los estrados.


 Que exista dentro del código disciplinario la labor de dependiente judicial sin embargo

este no establece el régimen de responsabilidades dentro del ejercicio del derecho


 Que no exista una disposición disciplinaria para los Dependientes judiciales que no son

estudiantes de derecho en relación con la responsabilidad de terceros.


 No se establecen funciones determinadas para el dependiente judicial siendo que el

término fue creado dentro del código del abogado.


 No establece ninguna información sobre las personas jurídicas que prestan el servicio

de dependencia judicial
 No se tiene claridad sobre cuál es el procedimiento de contratación idóneo para el

desarrollo de esta labor


 No establece el tipo de responsabilidad disciplinaria de las personas jurídicas que

prestan el servicio de Dependencia judicial

Sin embargo, la norma se quedó corta, como también la doctrina y la jurisprudencia ya

que no han determinado con claridad las competencias que tiene el dependiente judicial

además de existir una disputa con servidores públicos que se encuentran detrás de la

baranda de los diferentes despacho judiciales en los cuales se tiene un litigio, ya que en

muchas ocasiones el trato no es el adecuado a la hora de atender las solicitudes realizadas

por este auxiliar del abogado.

Ahora bien en el caso de las personas jurídicas que prestan el servicio de dependiente

judicial no existe una norma que contemple este evento ya que el decreto solo habla de

estudiante de derecho autorizados por abogados para la revisión y expedición de copias, y


luego los artículos 115 del código de procedimiento civil y el artículo 123 del código

general del proceso, para las personas que no tienen la calidad de estudiante que pueden

solicitar copias simples, es así como a la hora de responder por terceros a quien estaría

sancionando la norma.

Como tampoco se pueden dejar de lado la falta de intervención de los colegios de

abogados que en su función investigativa suplan el desarrollo normativo, en cuanto a este

tipo de oficio del cual su componente principal son próximos abogados, es así como en

Colombia además de ser uno de los países que produce más abogados a nivel mundial su

descontrol social no le ha permitido al Consejo Superior de la Judicatura poner en cintura

este tipo de falencias de las cuales no solo se perjudica el abogado principal sino el cliente

es decir, se juega con los derecho de un tercero Gómez Vélez, M. A. (2016).

Es de anotar que todo este compendio de falencias jurisprudenciales han hecho de esta

profesión una oficio de dependiente judicial mediocre, que no ha entendido el ejercicio y la

importancia que tiene, ya que son el medio de comunicación diario entre los estrados

judiciales y el procesos, si tan solo se partiera de la ética profesional como abogado en

formación y los riesgos que esto implica, se tuviera más cuidado en la revisión y control de

los mismo ya que es la persona que entiende quizás más del proceso que el abogado titular

al cual se le ha dado el poder.

Por lo que se ha de entender es que a pesar de que las leyes son universales para todo el

territorio colombiano, cabe decir una expresión muy sabia de un muy buen profesor de

derecho “cada juzgado tiene su propio código”, lo cual obliga al dependiente judicial que
no solo sepa los códigos que se manejan en los diferente juzgados donde se tienen procesos

a vigilar sino también ser agradable al servidor público ya que el simple hecho de ser

dependiente judicial es un declarativo de no ser nadie o de mensajero sin demeritar el

oficio, es así que se vive la realidad de una labor en la que el dependiente judicial ni si

quiera conoce de sus funciones e importancia, como tampoco algunos abogados y

servidores públicos que se aprovechan de su posición en cuanto a las diferentes formas de

ejercer la profesión del derecho.

Para hablar de un dependiente judicial es necesario entender que es la persona que sirve

como herramienta principal para la vigilancia y control de los procesos en los actúa el

abogado tiene no solo una responsabilidad ética – profesional sino también social, ya que le

va a permitir tener de primera mano información precisa e inmediata de las diferentes

etapas del proceso judicial, y que a su vez se tenga en cuenta todos los procesos de

contratación, costo- beneficio, y los que a continuación se señala para legalización de un

dependiente judicial para que este pueda tener un control efectivo de vigilancia sobre las

actividades a realizar del dependiente judicial tales como:

 Contrato personas naturales


 Contrato con personas jurídicas
 Contrato con abogados
 Tipo de contrato
 Prestación de servicio
 Riesgo laboral
 Contenido del contrato
 Manual de funciones
 Actividades diarias
 Riesgo judicial
 Beneficios de un dependiente judicial
5. METODOLOGÍA

La presente investigación es de carácter cualitativo, puesto que en ella se presenta un

análisis del decreto 196 de 1971 articulo 27 con respecto al cargo de DEPENDENCIA

JUDICIAL en cuanto a sus funciones, responsabilidades y régimen disciplinario en relación

con él abogado que los designa para la vigilancia y control de los procesos en los cuales se

le ha otorgado un contrato de mandato.

De allí la necesidad de abordar los conceptos, dependencia judicial, funciones generales

de los abogados, proceso judicial, y estrados judiciales que nos permitirán tener claridad del

proceder ante las diferentes limitaciones normativas que se tienen sobre este oficio.

5.1 Tipo de Investigación

El presente trabajo es una investigación con enfoque CUALITATIVO con la aplicación

del método DESCRIPTIVO toda vez que se basa en un análisis del Decreto 196 de 1971

basados en la jurisprudencia vigente, códigos y conceptos sobre el tema.

Según Sampieri (2018), los estudios descriptivos son aquellos que permiten detallar

situaciones y eventos sin entrar a desarrollar otro tipo de elaboraciones sobre la

información.
En otras palabras, son proyectos en los que se busca mostrar cómo es y cómo se

manifiesta un fenómeno especificando algunos detalles relevantes bien sea de las personas

o comunidades en torno a cualquier fenómeno sometido a análisis.

Para este autor, la investigación descriptiva aporta una mirada integral de un hecho,

condición o situación seleccionada, utilizando para ello métodos cuantitativos, cualitativos

o una combinación de ambos (Sampieri 2018).

5.2 Técnica de investigación

La técnicas de recopilación de datos seleccionada para este proyecto ha sido la

investigación de campo basada fundamentalmente en encuestas y entrevistas, como recurso

que nos permiten observar y describir el comportamiento de las personas en torno a los

dependientes judiciales, sin influir sobre ellas, de manera que podamos recoger información

suficiente para realizar un análisis pertinente.

Se trata de recopilar información, a través de la percepción que tienen dependientes,

funcionarios y abogados del sector, se obtiene información descriptiva y detallada del tema,

partiendo de diferentes fuentes y perspectivas que nos permitan caracterizar con precisión

la situación socio jurídica relacionados con el artículo 27 del decreto 196 de 1971, (Decreto

196 de 1971)
5.3 Población y muestra

La población la constituyen todos los estudiantes que se desempeñan como dependientes

judiciales y los distintos abogados en su ejercicio profesional.

✔ Estudiantes de derecho

✔ Abogados dependiente y oficinas de abogados

✔ Despachos judiciales

En este proyecto la muestra es por conveniencia tomando en consideración a que los

sujetos fueron seleccionados dada la conveniente accesibilidad y proximidad para las

investigadoras. Como el proyecto no busca un análisis exhaustivo de la realidad sino

establecer dejar una evidencia de campo que nos permita conocer desde la población la

forma como interpreta y la labor del dependiente judicial (Sampieri, 2018).

5.4 Diseño de instrumentos

Para lograr los objetivos propuestos se realizó una búsqueda de información de las leyes,

la jurisprudencia, conceptos, artículos de revistas indexadas que hay con respecto al tema.

En este trabajo investigativo se utilizaron dos encuestas y un cuestionario de entrevistas.

Estos instrumentos fueron desarrollados siguiendo los criterios de la investigación y

atendiendo al sistema categorial propuesto, que se relaciona a continuación:


Categorías de análisis
Categorías Sub categorías Descriptores Atributos Ítem Preguntas
¿Considera la labor del dependiente judicial una acción
jurídica relevante para la labor del abogado?
Reconocer la condición ¿Es la labor del dependiente judicial útil para la gestión
Dependiente Manejo de Evidencias de manejo
Normatividad y legalidad del manejo del derecho?
judicial documentación de documentos
de documentos ¿La labor del dependiente mejor el ejercicio del derecho?
¿Contribuye el dependiente judicial al logro de respuestas
judiciales adecuadas??
¿Son conscientes las instituciones de la importancia de la
labor del dependiente judicial?
Aseguramiento de Se brinda adecuada
Despacho ¿Utilizan las instituciones adecuadamente al dependiente
gestión juridicial gestión judicial
Responsabilida Control de procesos y judicial?
d manejo de archivos ¿Disponen las instituciones de suficientes dependientes
Generación de judiciales para promover la acción jurídica?
Autoridad judicial respuestas judiciales Tipos de gestión judicial ¿Se debería utilizar más dependientes judiciales en los
adecuadas despachos?
¿Son responsables los dependientes judiciales de las
Facilidad para la Medios y servicio Responsabilidad del acciones que realizan?
Intercambio ¿Son conscientes los dependientes judiciales del impacto
atención al usuario brindado dependiente judicial
en la justicia de sus acciones?
¿Se valora igualmente los dependientes judiciales en los
Tareas asignadas y Pertinencia y rapidez Aplicación de la Alcances de la labor del despachos privados y en los públicos?
seguimiento en la gestión norma dependiente ¿Realizan evaluación a la labor del dependiente judicial?
¿Existe responsabilidad del dependiente judicial en el
Relación con
desenlace de los procesos?
actores
¿Son los dependientes judiciales idóneos para el desarrollo
judiciales y
de su labor?
procesos
¿Se remunera adecuadamente a los dependientes
Educación del Asignación de judiciales?
Remuneración Pago asignado
ciudadano remuneración adecuada ¿Hay correspondencia entre responsabilidad y
remuneración en la labor del dependiente judicial?
¿Se remunera igualmente a hombres y mujeres
dependientes judiciales?
¿Se involucra lo sexual en el caso de las mujeres
dependientes judiciales?
Con base en estos referentes se elaboró la siguiente encuesta:
Considerando la dinámica laboral de los dependientes judiciales, se diseñó otra encuesta

que tuvo el siguiente cuestionario:

ABOGADO SI:__ NO__

1. ¿Hace cuánto usted ejerce la profesión de abogado?


__Menos de un año.
__De 1 a 5 años.
__De 5 a 10 años.
__Más de 11 años

2. ¿Cuál ha sido el número máximo de procesos judiciales que tiene o ha tenido a cargo en
un mismo periodo de tiempo?
__Menos de 50
__De 51 a 100
__De 101 a 150
__De 151 a 200
__De 201 a 300
__Más de 300

3. En una escala del 1 al 5, siendo 1 baja y 5 alta, considera Usted que la herramienta del
dependiente judicial es necesaria a la hora de prevenir vencimiento de términos judiciales y
seguimiento del proceso
1 2 3 4 5

4. ¿Actualmente por quien es prestado el servicio de dependencia judicial?


__Estudiante derecho
__No estudiante derecho
__Empresa en cargada de dependencia judicial
__No tiene

5. En la eventualidad que la vigilancia de los procesos judiciales la realice Usted o su


dependiente judicial personalmente en los juzgados, cuanto tiempo SEMANAL invierte en
esa actividad, incluyendo el desplazamiento
__De 1 a 3 horas
__De 3 a 6 horas
__De 6 a 10 horas
__Más de 10 horas

6. ¿Cuánto cuesta MENSUALMENTE contratar un dependiente judicial o asistente de


oficina?
__La mitad de un salario mínimo
__1 salario mínimo legal vigente
__2 salarios mínimos legales vigente
__Más de 2 salarios mínimos
7. ¿Controla usted las actividades realizadas por el dependiente judicial?
__Siempre
__Casi siempre
__Nunca

8. Ha tenido problemas disciplinarios por alguna falencia cometida por un dependiente


judicial
__Si
__No
6. RESULTADOS

La ejecución del trabajo de campo consiste en utilizar instrumentos tales como:

encuestas y entrevistas, a dependientes y abogados, personal de los juzgados y de

organismos judiciales

La tabla de las respuestas recibidas a las encuestas (tabulación) fue la siguiente:

6.1 Análisis encuesta 1

SUJETO
Pregunta 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Pregunta 1 3 4 3 3 4 3 3 3 4 2
Pregunta 2 4 3 3 3 3 4 3 1 4 3
Pregunta 3 4 4 4 4 4 2 2 3 1 3
Pregunta 4 4 4 4 4 4 4 2 4 4 1
Pregunta 5 3 3 2 2 4 3 3 4 3 1
Pregunta 6 3 3 4 2 4 2 2 3 3 2
Pregunta 7 2 2 3 3 2 2 2 2 4 1
Pregunta 8 2 2 31 2 3 2 2 3 1 2
Pregunta 9 3 3 1 1 4 2 2 4 1 2
Pregunta 10 3 4 1 1 4 2 2 1 1 2
Pregunta 11 3 4 2 2 3 2 3 3 4 1
Pregunta 12 2 2 2 2 3 1 2 3 1 1
Pregunta 13 3 2 3 3 3 3 3 3 3 3
Pregunta 14 3 1 1 1 1 3 2 3 1 2
Pregunta 15 1 2 1 2 2 1 2 1 1 1
Pregunta 16 1 2 2 2 2 1 2 3 3 1
Pregunta 17 2 2 2 2 4 2 2 2 1 3
Pregunta 18 3 4 2 2 1 1 3 3 4 3
Fuente: elaboración propia
Para el análisis de los resultados se utilizó el paquete estadístico SPSS que si bien pudo

aportar otra información, para el proyecto era suficiente la de carácter descriptivo.

1. La labor del dependiente judicial es una acción jurídica relevante para la labor del

abogado

Frecuencia Porcentaje
En desacuerdo 1 10,0
De acuerdo 6 60,0
Totalmente de acuerdo 3 30,0
Total 10 100,0

Se puede analizar en la pregunta anterior que el 60% de cada 20 abogados utiliza como

herramienta judicial a un dependiente judicial en aras de cumplir con sus funciones y

poder asignado

El 30% de 10 abogados está totalmente de acuerdo que los dependientes son

fundamentales a la hora de desarrollar las funciones necesarias para el cumplimiento de

las etapas procesales en los estrados judiciales.

En 10% no está de acuerdo en que los dependientes judiciales sean necesario para el

desarrollo de los funciones como abogados


---

2. La labor del dependiente judicial es necesaria para el ejercicio del derecho

Frecuencia Porcentaje
Totalmente en desacuerdo 1 10,0
De acuerdo 6 60,0
Totalmente de acuerdo 3 30,0
Total 10 100,0

En la pregunta anterior se establece que el 60% de cada 20 de las personas que se

desenvuelven en el medido judicial considera necesario a un dependiente judicial para el

desarrollo de las actividades en vigilancia y control realizadas en los despachos

judiciales

En cuanto 30% se encuentra totalmente de acuerdo en que la labor de dependiente

judicial es necesaria para realizar las funciones de revisión y control de procesos.

Ahora el 10% de encuestado se encuentra en desacuerdo

---
3. La labor de dependiente judicial está regulada en Colombia

Frecuencia Porcentaje
Totalmente en desacuerdo 1 10,0
En desacuerdo 2 20,0
De acuerdo 2 20,0
Totalmente de acuerdo 5 50,0
Total 10 100,0

En la pregunta anterior podemos observar que 50% de cada 20 personas entrevistadas

conoce de la ley que habla de los dependientes judiciales y sus alcances.

En cuanto al 20% de los encuestados reconocen estar totalmente de acuerdo en conocer

la ley que regula la labor de dependiente judicial y su alcance en los estrados judiciales

en su condición de estudiantes de derecho.

En lo que respecta al otro 20% se encuentra en desacuerdo en conocer la ley que regula

la labor de dependiente en judicial.

En lo que respecta al 10% correspondiente a estar en desacuerdo con que la labor de

dependiente judicial en cuanto a su regulación es necesario indicar que hay que

establecer que tanto se tienen esta labor como herramienta fundamental para cumplir con

el mandato otorgado al abogado.

---
4. El dependiente judicial debe estar necesariamente autorizado por un abogado a la hora de

revisar los procesos en los estrados judiciales

Frecuencia Porcentaje
Totalmente en desacuerdo 1 10,0
En desacuerdo 1 10,0
Totalmente de acuerdo 8 80,0
Total 10 100,0

En cuanto a esta pregunta el 80% de cada 20 personas encuestadas consideran que debe

estar debidamente autorizada por el abogado a quien le prestan el servicio de

dependiente judicial en la mayoría estudiantes de derecho para el efecto de revisión y

control de los expedientes en los estrados judiciales

En cuanto al 20% se encuentra dividido en que deben estar o no autorizados los

dependientes judiciales por sus abogados ya que son ellos quien tiene a primera mano la

información de los estrados judiciales en Colombia.

---
5. Los abogados y jueces tienen claridad del concepto de dependiente judicial

Frecuencia Porcentaje
Totalmente en desacuerdo 1 10,0
En desacuerdo 2 20,0
De acuerdo 5 50,0
Totalmente de acuerdo 2 20,0
Total 10 100,0

Al realizar un análisis de esta pregunta de que si los jueces y abogados tienen claridad

sobre el concepto de dependiente judicial podemos analizar que está dividido la opinión

puesto que el 50% de los entrevistados conoce del concepto y es de acuerdo con la ley.

Mientras que el otro 50% se encuentra dividido ya que desconoce del todo un poco del

significado de la labor de dependiente judicial ya son más lo dependientes que realizan

la labor de manera empírica o por costumbre que por conocimiento de la norma y los

alcances que tienen de ella

---
6. Las instituciones jurídicas y abogados son conscientes de la responsabilidad que se le

asignan a un dependiente judicial

Frecuencia Porcentaje
En desacuerdo 4 40,0
De acuerdo 4 40,0
Totalmente de acuerdo 2 20,0
Total 10 100,0

Esta pregunta es importante analizar que no se tiene establecido el tipo de

responsabilidad que se le indilga un estudiante o no estudiante de derecho a la hora de

desarrollar la labor de dependiente judicial ya que, desconocen o no son consiente de

que un error o descuido en la cadena de vigilancia de las etapas procesales resultarían

contraproducente para el abogado a la hora de responder de manera disciplinaria con su

tarjeta profesional, a la hora de una sanción o inclusive hasta la perdida de esta.

Por lo que un 40% de cada 20 entrevistados estuvo de acuerdo que tanto abogados como

jueces están consiente de la responsabilidad entregada a un dependiente y que por lo

tanto conoce de sus consecuencias.

Que el 20% de cada 20 entrevistados está totalmente de acuerdo con las

responsabilidades otorgadas a los dependientes judiciales


En cuanto al 40% restantes no están consiente de las responsabilidades otorgadas a los

dependientes, por lo que se encuentran dividido las opiniones llevándonos a pensar que

es más el sentir de una labor, que un análisis de quien verdaderamente se encuentra apto

para el desarrollo de la labor.

---

7. Las instituciones jurídicas y abogados cumplen con la norma que los dependientes

judiciales sean estudiantes de derecho

Frecuenc Porcenta

ia je
Totalmente en
1 10,0
desacuerdo
En desacuerdo 6 60,0
De acuerdo 2 20,0
Totalmente de acuerdo 1 10,0
Total 10 100,0

Se puede observar en esta pregunta que el 60% de cada 20 personas encuestas reconocen

uno de los principales requisitos que debe cumplir un dependiente judicial y es que sea

estudiante de derecho de una universidad reconocida.


En cuanto a el 20% está de acuerdo que tenga que ser un estudiante de derecho quien

realice la labor de dependencia judicial ya que tienen conocimiento de las diferentes

etapas procesales.

El 10% de cada 20 personas encuestadas está totalmente de acuerdo que la labor la

desempeñe un dependiente judicial

El 10% restante está desacuerdo que sea un estudiante de derecho quien desempeñe la

labor.

8. Los operadores judiciales conocen el alcance jurídico que tiene un dependiente judicial

ante los estrados judiciales

Frecuencia Porcentaje
Totalmente en desacuerdo 1 10,0
En desacuerdo 6 60,0
De acuerdo 3 30,0
Total 10 100,0

El 60% de cada 10 personas encuestadas está en desacuerdo de conocer el alcance

jurídico que tiene el dependiente judicial en los estrados judiciales y cuál es la


consecuencia judicial al negársele un documento o una actuación procesal dentro de los

procesos en los cuales se encuentra autorizado.

El 30% de cada 10 personas encuestadas se encuentra de acuerdo en conocer los

alcances jurídicos que tiene los dependientes judiciales

El 10% de cada 10 personas encuestadas se encuentra en total desacuerdo en conocer el

alcance que tiene un dependiente judicial en los estrados judiciales.

---

9. Un dependiente judicial solo puede acceder a copias simples del expediente

Frecuencia Porcentaje
Totalmente en desacuerdo 3 30,0
En desacuerdo 3 30,0
De acuerdo 2 20,0
Totalmente de acuerdo 2 20,0
Total 10 100,0

En el 30% de cada 20 personas encuestadas está totalmente de acuerdo en que el

dependiente solo puede acceder a copias simples.

El 20% de cada 10 personas encuestadas se encuentra de acuerdo con que el dependiente

solo acceda a copias simples de los expedientes a los cuales se encuentra autorizados.
El 60% de cada 10 personas encuestadas se encuentra en desacuerdo y totalmente en

desacuerdo que solo los dependientes judiciales tengan acceso a solo copias simples ya

que la idea es que ellos sean el apoyo que necesita el abogado para desarrollar sus

actividades judiciales en relación con los estrados judiciales.

---

10. Los dependientes judiciales son responsables de sus fallas y olvidos a la hora de revisar

un proceso judicial a cargo

Frecuencia Porcentaje
Totalmente en desacuerdo 4 40,0
En desacuerdo 3 30,0
De acuerdo 1 10,0
Totalmente de acuerdo 2 20,0
Total 10 100,0

En esta pregunta se observa el sentir de las personas del medio ya que el 40% de cada 10

personas encuestadas está totalmente en desacuerdo en que los dependientes judiciales

sean no sean responsables de sus fallas u olvidos en cuanto a la vigilancia y control que

ejercen ellos a la hora de autorizarlo el abogado.


EL 30% de cada 10 personas entrevistadas se encuentra en desacuerdo con que los

dependientes no sean responsables de sus fallas u olvidos en cuanto a la vigilancia y

control de los procesos asignados

En cuanto al otro 30% se encuentra de acuerdo de que no se han responsable de la fallas

puesto que la responsabilidad se encuentra en cabeza de los abogados.

---

11. Los dependientes judiciales tienen claridad sobre la responsabilidad a cargo en la

revisión y cuidado de los procesos

Frecuencia Porcentaje
Totalmente en desacuerdo 1 10,0
En desacuerdo 3 30,0
De acuerdo 4 40,0
Totalmente de acuerdo 2 20,0
Total 10 100,0

En esta pregunta se observa que el 40% de las personas encuestados tienen claridad

sobre la responsabilidad que reposa sobre los dependientes judiciales en cuanto a la

vigilancia y control que realizan en los estrados judiciales, sobre los procesos asignados

en las diferentes estancias judiciales.


El 30% de cada 10 personas encuestadas están de acuerdo en que el dependiente judicial

asume una responsabilidad cuando esta al cuidado de los procesos judiciales asignados.

El 20% de cada 10 personas encuestadas están de totalmente acuerdo con que el

dependiente judicial debe asumir responsabilidades a la hora de asumir procesos

judiciales.

El 10% de cada 10 personas encuestadas están totalmente en desacuerdo de que los

dependientes judiciales entienden la responsabilidad que asumen cuando obvian u

olvidan una actuación por parte del juzgado para realizar.

---

12. En Colombia es valorada adecuadamente la labor del dependiente judicial en los

despachos judiciales

Frecuencia Porcentaje
Totalmente en desacuerdo 3 30,0
En desacuerdo 5 50,0
De acuerdo 2 20,0
Total 10 100,0

En la respuesta anterior analizamos que el 50% de cada 10 personas encuestadas

manifiestan que en Colombia no es valorada la labor de dependiente judicial en los


estrados judiciales, porque mucho de ellos han sido maltratos o ignorados por los

funcionarios públicos al servicio de la justicia en este país

En cuanto al otro 50% se encuentra dividido entre de acuerdo y totalmente de acuerdo en

que son valorados como cualquier otra profesión

---

13. Los dependientes judiciales son personas idóneas para el desarrollo de su labor

Frecuencia Porcentaje
En desacuerdo 1 10,0
De acuerdo 9 90,0
Total 10 100,0

El 90% de cada 10 personas encuestadas respondieron a que los dependientes judiciales

son las personas idóneas para desempeñar el rol debido a su interpretación de la leyes en

cuanto a los que son estudiantes derecho, en cuanto a los que no lo son también hacen

parte de una gran herramienta fundamental para el abogado en conexión con los estrados

judiciales.

En relación con el 10% restante de cada 10 personas encuestadas se encuentra en total

desacuerdo en pensar que los dependientes judiciales sean las personas idóneas para

desarrollar la labor de vigilancia y control.

---
14. Existe responsabilidad jurídica del dependiente judicial en el desenlace de los procesos

Frecuencia Porcentaje
Totalmente en desacuerdo 5 50,0
En desacuerdo 2 20,0
De acuerdo 3 30,0
Total 10 100,0

El 50% de cada 10 personas encuestadas se encuentra en total desacuerdo que los

dependientes judiciales no tengan ninguna responsabilidad jurídica de sus fallas

cometidas en el desarrollo de su labor de vigilancia y control sobre los procesos

asignados por el abogado.

El 30 % de cada 10 personas encuestadas está de acuerdo que no exista ningún desenlace

jurídico ante las falencias de los dependientes judiciales.

El 20% de cada 10 personas encuestadas también se encuentra en desacuerdo de que los

dependientes judiciales no tengan ninguna responsabilidad ante sus fallas al momento de

cumplir la labor.

---
15. En Colombia es remunerada adecuadamente la labor de los dependientes judiciales

Frecuencia Porcentaje
Totalmente en desacuerdo 6 60,0
En desacuerdo 4 40,0
Total 10 100,0

Se puede observar en la siguiente pregunta el 60% de cada 10 personas

entrevistadas se encuentran en totalmente desacuerdo en que es bien remunerado la labor

del dependiente judicial ya que muchos de los dependientes judiciales les pagan por

debajo del mínimo, o muchos solo por la labor realizada sin tener en cuenta ninguna

afiliación al sistema de seguridad social.

El 40% de cada 10 personas entrevistadas se encuentra en desacuerdo con la

remuneración que le es cancelada a los dependientes judiciales.

---
16. Hay correspondencia entre responsabilidad y remuneración en la labor que realiza el

dependiente judicial

Frecuencia Porcentaje
Totalmente en desacuerdo 3 30,0
En desacuerdo 5 50,0
De acuerdo 2 20,0
Total 10 100,0

Se puede observar que el 50% de cada 10 personas entrevistadas se encuentra en

desacuerdo por la remuneración que se le otorga al dependiente judicial frente a la

responsabilidad que le otorga el abogado para la revisión y control de procesos.

En cuanto al 30% de cada 10 personas entrevistadas está totalmente en desacuerdo de

que no existe correspondencia entre la responsabilidad otorgada al dependiente judicial

para la realización de la labor y control de los procesos judiciales a cargo.

El 20 % de cada 10 personas entrevistadas se encuentra de acuerdo con el pago otorgado

frente a las responsabilidades otorgadas al dependiente judicial.

---
17. Existe igual de remuneración, trato y respeto entre mujeres y hombres que realizan la

labor de dependiente judicial

Frecuencia Porcentaje
Totalmente en desacuerdo 1 10,0
En desacuerdo 7 70,0
De acuerdo 1 10,0
Totalmente de acuerdo 1 10,0
Total 10 100,0

En esta pregunta que hace referencia a la igualdad de género en cuanto al desarrollo de

la labor podemos ver que el 70% de cada 10 personas entrevistadas está en desacuerdo

que exista el mismo trato y respeto entre mujeres y hombres que realizan la labor de

dependiente judicial por lo que se denota que hay un desigualdad entre hombres y

mujeres al momento de desempeñar la vigilancia en los estrados judiciales.

El 10% de cada 10 personas entrevistadas se encuentra en totalmente en desacuerdo en

que no hay igualdad en el trato y respeto entre hombres y mujeres.

El 10% de cada 10 personas entrevistadas se encuentra totalmente de acuerdo con que el

trato para hombres y mujeres que desarrollan la labor de dependiente judicial es igual.

El otro 10% de cada 10 personas entrevistadas se encuentra de acuerdo de que existe

igualdad en el trata de hombres y mujeres.


---

18. En el caso de mujeres dependientes judiciales se presentan casos de acoso sexual o

de explotación laboral

Frecuencia Porcentaje
Totalmente en desacuerdo 2 20,0
En desacuerdo 2 20,0
De acuerdo 4 40,0
Totalmente de acuerdo 2 20,0
Total 10 100,0

En este caso el 40% de cada 10 personas entrevistadas establece las mujeres

dependientes judiciales han presentado caso de acoso sexual o explotación social en el

desarrollo de la labor.

El 20% de cada 10 personas entrevistadas está totalmente de acuerdo en que las mujeres

han sufrido de acoso laboral o explotación sexual.

El otro 40% de cada 10 personas entrevistadas se encuentra dividas en total desacuerdo

y desacuerdo en que las mujeres hallan recibido algún tipo de acoso o explotación

sexual.
6.2 Análisis encuesta 2

Para el desarrollo de esta encuesta se realizó un muestreo probabilístico el cual fue

aplicado a diferentes abogados de Apartado –Antioquia.

La selección de la muestra se realizó a abogados que ofrecen servicios de defensa o

representación judicial y sus contactos fueron ubicados de manera aleatoria por medio de

directorios jurídicos, páginas web y por cadenas de redes sociales de abogados litigantes.

Para el desarrollo del presente trabajo final de grado, se consideró indispensable hacer

uso de una encuesta como técnica y apoyo de la metodología de la investigación, para

lograr realizar una recopilación adecuada de la información de primera mano, es decir

directamente de los abogados , esto con el ánimo de determinar que tanto se sabe sobre el

alcance jurídico que tiene un dependiente judicial cuando es estudiante de derecho o no

estudiante en cuanto a los vacíos judiciales que presenta el decreto 196 de 1971 en cuanto a

las falencias que comenten los dependientes y solo es disciplinado el abogado.

El propósito del anterior cuestionario, era recaudar la opinión de los abogados que

ejerzan la actividad de defensa o representación judicial, en donde se pudiera verificar, los

años que llevan ejerciendo la profesión, la importancia que tiene la función de la vigilancia

de los procesos o asuntos judiciales que tienen a su cargo y así evitar vencimiento de

términos judiciales; establecer cuál es la manera más usual de realizar esa vigilancia

judicial; para aquellos que realizan la vigilancia por intermedio del portal web de la Rama

Judicial, conocer cuánto tiempo se tardan en revisar un solo proceso; establecer el


verdadero sentido de la herramienta judicial como es el DEPENDIENTE JUDICIAL y sus

alcances jurídicos otorgados por el Decreto 196 de 1971 en su artículo 27.

Este cuestionamiento nos permitiría conocer el tipo de carga procesal que maneja un

dependiente judicial y si debido a la carga de procesos y los diferentes componentes

entorno a su labor le permiten que se extralimite en las funciones, ocasionando que este

tenga olvidos y perdidas contra producente para el abogado que al final de cuenta es quien

responde disciplinariamente ya que es el tutor del dependiente judicial tal como lo dispone

la norma.

Gráfica 1: Pregunta # 1 de la Encuesta.

Con las respuestas emitidas por los abogados encuestados, se logra establecer que el 30%

tiene de menos de un año y el 40% tienen un trayecto profesional superior a los 11 años. Y

el censo restante se ha desempañado en el oficio en un periodo menor a 5 años.


La muestra anterior implica que de los profesionales que accedieron a responder la

encuesta, son abogados con una trayectoria profesional significativa, lo cual favorece al

desarrollo de la encuesta, debido a que su óptica y perspectiva laboral es avanzada y de

acuerdo a su experticia pueden responder objetivamente a los temas que se relacionan en el

cuestionario remitido.

---

Gráfica 2: Pregunta # 2 de la Encuesta.

2. ¿Cual ha sido el numero maximo de procesos judiciales que tiene o ha tenido a cargo en un mismo periodo de tiempo?

de 151 a 200;
37.50% menos de 50;
37.50% menos de 50
de 51 a 100
de 101 a 150
de 151 a 200

de 101 a 150 ; de 51 a 100;


12.50% 12.50%

El objetivo de la pregunta No.2, era conocer el volumen de procesos judiciales que han

tenido o tienen a cargo los abogados en un mismo periodo de tiempo, lo cual ayudará a

establecer posteriormente el tiempo y dedicación que deben disponer al control y vigilancia

de esos asuntos los dependientes judiciales.

De las respuestas recibidas, se puede concluir que:


- 3 de cada 10 abogados poseen menos de 50 procesos a su cargo;

- 1 de cada 10 abogados tienen a su cargo entre 51 a 100 procesos judiciales,

- 1 de cada 10 abogados tienen a su cargo entre 101 a 150 procesos judiciales,

-1 de cada 10 abogados tienen a su cargo entre 151 a 200 es decir que los abogados tiene

una carga laboral superior a 200 procesos e inferior a 300

- Tan solo 2 de cada 10 abogados supera el manejo de 300 asuntos judiciales.

---

Gráfica 3: Pregunta # 3 de la Encuesta.

2. En una escala del 1 al 5, siendo 1 baja y 5 alto, considera usted que la herramiento del dependiente judicial es necesaria a la hora de prevenir vencimiento de terminos judiciales y seguimiento del proceso
3; 20.00%

1
2
3
4
5
2; 20.00% 1; 60.00%

En consideración a lo anterior, se puede concluir que la actividad de vigilancia y seguimiento

de los procesos que deben ejecutar dependiente judiciales para evitar el vencimiento de

términos en cada una de la etapas judiciales, es considerada por el 60% como una función de

alta importancia y no es para menos, pues con una adecuada vigilancia de sus procesos está

garantizando: control sobre todos los asuntos que tiene a su cargo; tiene las herramientas

necesarias para poder realizar los informes que le soliciten sus clientes; tiene tiempo suficiente

para la preparación de audiencias y redacción de los memoriales, recursos o documentos

necesarios para el éxito de su gestión profesional; evita el vencimiento de términos que le


impliquen la perdida de la oportunidad de intervenir dentro de los expedientes y finalmente

evita la apertura de investigaciones disciplinarias en su contra.

---

Gráfica 4: Pregunta # 4 de la Encuesta.

4. ¿Actualmente por quien es prestado el servicio de dependencia judicial?

no tiene; 20.00%

estudiante de derecho ; 50.00%


empresa encargada de la dependencia judicial; 20.00%

no estudiante de derecho; 10.00%

La pregunta reseñada anteriormente, tenía por objeto conocer de primera mano de los

abogados litigantes, cual es la metodología más utilizada para realizar la actividad de

vigilancia judicial, de lo cual podemos concluir que:

- El 50% de los abogados están realizando el seguimiento judicial a través de un estudiante

de derecho que ejerce la dependencia judicial. Es decir que 50 de cada 10 abogados,

disponen de un dependiente judicial para visitar de manera personal los complejos y

despachos judiciales con el propósito de realizar el seguimiento de sus asuntos, lo cual

implica una inversión de tiempo y recursos económicos.

- Se puede concluir también, que de cada 10 abogados, el 20% realiza la dependencia

judicial a través de una empresa de constitución jurídica, para lograr el apoyo de sus
actividades laborales referentes a la vigilancia judicial, los cuales trabajan por el modelo de

outsourcing y cobran sus servicios por cada proceso revisado. Algunas de esas empresas

manejan paquetes promocionales, teniendo en cuenta el número de procesos que sean

contratados para realizar el seguimiento (Outsourcing es un término inglés muy utilizado en

el idioma español, pero que no forma parte del diccionario de la Real Academia Española,

- Igualmente se puede afirmar que 20% de cada 10 abogados, realizan ellos mismos la

actividad de vigilancia y control por intermedio del portal web de la Rama Judicial de

Colombia o por ellos mismos, lo cual demanda gran cantidad de tiempo y dedicación, es

decir que hacen el seguimiento de manera remota, sin incurrir en gastos de desplazamiento

y haciendo uso de las Tecnologías de la Información y de la Comunicación Tic´s, que son

herramientas necesarias para el desarrollo práctico de las actividades comerciales y

laborales de hoy en día.

- Finalmente, 10% de cada 10 abogados utilizan a personas que no son estudiantes de

derecho para solicitar la expedición de copias.

---

Gráfica 5: Pregunta # 5 de la Encuesta.

5. En la eventualidad que la vigilancia de los procesos judiciales la realice usted o su dependiente judicial cuanto tiempo invierte semanalmente

mas de 10; 18.18%

de 1 a 3; 45.45%

de 3 a 6; 36.36%
En esta oportunidad se hace necesario analizar de manera conjunta los resultados que

arrojaron las preguntas No. 4 y 5 del formulario, como quiera que se encuentran

interrelacionadas y conexas.

Recordemos que de acuerdo a las respuestas recibidas en la pregunta No. 4 se concluyó

que 50% de cada 10 abogados realizan la actividad de vigilancia judicial a través de un

estudiante de derecho cuya labor es dependiente judicial. Con fundamento en lo anterior

y teniendo en cuenta las respuestas obtenidas en la pregunta No. 5 podemos establecer lo

siguiente:

- El 46% de cada 10 abogados gastan semanalmente entre 1 a 3 horas en dicha

actividad, tiempo que es equivalente a 1 día hábil de oficina. Lo anterior revela que es

una actividad operativa que les consume demasiado tiempo semana, el cual puede ser

aprovechado en otro tipo de actividades más representativas y productivas como es dar

una revisión total por semana a todos los procesos a cargo

- El 36% de cada 10 abogados invierten de 3 a 6 horas semanales en dicha tarea,

situación que de igual manera equivale entre medio a un día hábil.

Lo anterior indica que el 40% de cada 10 abogados, invierten demasiado tiempo en la

ejecución de la actividad de vigilancia judicial, como quiera que disponen el tiempo

equivalente de 1 a dos días hábiles en la realización de funciones o tareas netamente

operativas, cuando podrían ocupar ese lapso en otras actividades administrativas,

jurídicas y comerciales mucho más representativas.

- El 18% de cada 10 abogados invierten más de 10 horas semanales, realizando la tarea

de la vigilancia judicial, por realizar una tarea de carácter operativo, pero de mucha
importancia para el despacho de un abogado lo cual no da seguridad de que se esté

cumpliendo con la labor.

Es importante mencionar que este tiempo invertido para la revisión personal y

presencial de los procesos judiciales, se debe a los desplazamientos que deben realizar

los abogados o dependientes judiciales para poder acercarse a los complejos o despachos

judiciales, más aun teniendo en cuenta que no todos se encuentran ubicados en un

mismo punto del municipio. Esto quiere decir que aparte de la disposición del tiempo,

también requieren hacer una inversión económica para los transportes del abogado o

dependiente judicial.

---

Gráfica 6: Pregunta # 6 de la Encuesta.

6. ¿Cuanto cuesta mensualmente contratar a un dependiente judicial o asistente de oficina?

10.00%
20.00%
1/2 SMLV
1 SMLV
2 SMLV
MAS DE 2 SMLV

70.00%

Frente a la anterior pregunta, es importante aclara que tenía por objetivo establecer un

parámetro por medio del cual se lograra establecer que costo representa para el despacho

de un abogado la contratación de un dependiente judicial o asistente de oficina, que


cumpla la función de ejecutar aquellas actividades que son esencialmente operativas,

para que el abogado se encargue de las funciones administrativas y principalmente las

netamente jurídicas y que si esto es un componente importante a la hora de determinar si

los descuidos ocasionados son motivos de desinterés versus la remuneración recibida

Ahora bien, del análisis se puede concluir que:

- El 70% de los abogados consideran que el costo de contratación de un dependiente

judicial oscila entre 1 SMLV es decir un equivalente de OCHOCIENTOS

VEINTIOCHO MIL CIENTO DIECISÉIS PESOS. Lo anterior implica que de cada 10

abogados estiman que ese es el valor corresponde a una contratación de un dependiente

judicial, s18 8 Decreto 2552 de 2015, “Por medio del cual se fija el salario mínimo

legal” Artículo 1. Salario Mínimo Mensual Legal para el año 2016: Fijar a partir del

primero de enero del año 2016, como salario mínimo legal mensual para los trabajadores

del sector urbano y rural, la suma de SEISCIENTOS OCHENTA Y NUEVE MIL

CUATROCIENTOS CINCUENTA Y CINCO PESOS moneda corriente ($689.455)

establecido por el Gobierno Nacional y prestaciones sociales tales como aportes a salud,

pensión y riesgos profesionales. Decreto 2552 de 2015

El 20 % consideran que el costo de un dependiente judicial oscila entre medio salario

mínimo lo cual corresponde a CUATROCIENTOS CATORCE MIL CINCUENTA Y

OCHO PESOS ($414.058), lo cual puede ser contratado por medio tiempo y cumplirle

con el pago de todas sus prestaciones sociales, contratarlo por medio del contrato de

prestación de servicios con el cumplimiento de metas, evitándose el costo del pago de

las prestaciones sociales.


Teniendo en cuenta las dos respuestas anteriores y que equivalen al 90% de los

abogados encuestados, estima que los costos de contratación de un dependiente judicial

fluctúa entre 1 SMLV y ½ SMLV. Analizando los valores señalados, se puede manifestar

que la mayoría de los abogados pagan a sus dependientes judiciales el SMMLV y cubren

en cierta parte las prestaciones sociales correspondientes a una vinculación laboral, lo

que implica que ese porcentaje de abogados respetan y cumplen con los derechos

básicos de sus trabajadores.

- El 10% restante, manifestaron que el costo de contratación de un dependiente judicial

oscila entre 2 SMLV, lo cual a simple vista no alcanza a cubrir los costos legales

mensuales que se le deben cancelar a un trabajador en Colombia. Dicha situación

permite realizar dos observaciones:

Existen muchos abogados que contratan dependientes judiciales, pero que no le

reconocen los mínimos legales y les vulneran los derechos laborales a sus empleados.

La violación de los derechos laborales de esos trabajadores, ponen en riesgo la seguridad

jurídica de su despacho, como quiera que sin duda alguna se verán abocados a demandas

futuras de orden laboral.

Que los dependientes judiciales en vista que no le son cumplidos sus derechos laborales

no realicen la labor de vigilancia y control bien

---
Gráfica 7: Pregunta # 7 de la Encuesta

7. ¿Controla usted las actividades realizadas por el dependiente judicial?

Siempre
casi siempre
50.00% 50.00% nunca

Se puede analizar en la pregunta anterior que el 50% de cada 10 abogados realiza una

vigilancia estricta de sus procesos sin importar el trabajo que realice el dependiente

judicial ya que entienden de la responsabilidad que les endilga el Decreto 196 de 1971

El 50% de 10 abogados casi siempre confía más en el trabajo realizado por los

dependientes judiciales que ellos contratan en referencia con las empresas que realizan

la misma labor, lo que no dimensionan es la responsabilidad que se le otorga al

dependiente al no realizar el control de auditoria en labor encomendada.

---
Gráfica 8: Pregunta # 8 de la Encuesta

8. Ha tenido problemas disciplinarios por alguna falencia cometida por un dependiente judicial

20.00%
si
no

80.00%

El 80% de los abogados entrevistados no ha tenido problemas disciplinarios que haya

puesto en problema ante el Consejo Superior de la Judicatura su tarjeta profesional por

falencias ocasionados

El 20% de cada 10 abogados ha tenido problemas sancionatorios por las falencias

ocasionados por los dependientes judiciales ya que el Decreto 196 de 1971 articulo 27

habla de que la responsabilidad es directamente del abogado, sin embargo es ahí donde

hay surge una inquietud general entre los abogados, si en la mayoría de los casos son

estudiantes de derecho es decir abogados en formación, porqué no existir un artículo en

el código disciplinario del abogado que les otorgue una sanción temporal.
6.3 Análisis de las entrevistas

En el caso de las entrevistas, las respuestas recibidas fueron las siguientes:

Entrevistado ¿Defina en sus palabras el concepto de dependiente judicial?


Persona que bajo la responsabilidad del abogado y por disposición legal
Entrevistado 1
puede acceder a sus expedientes
Estos pueden ser o no estudiantes de derecho sin embargo solo los

Entrevistado 2 primeros tiene la potestad de además de recibir información de los

despachos acceder a los expedientes


Entrevistado 3 Apoyo para el profesional
Entrevistado 4 Herramienta humana apoyo al profesional del derecho
Entrevistado 5 Persona dedicada a efectuar seguimiento de los procesos judiciales
Es una persona que estudia derecho y presta sus servicios a un abogado
Entrevistado 6
estando pendiente de los procesos en los juzgados - estados
Auxiliar del abogado potestad para recibir información de los despacho
Entrevistado 7
y acceso a los expedientes seguimiento de procesos

Entrevistado ¿Qué conoce usted del Decreto 196 de 1971 artículo 27 que habla

de la dependencia judicial
Lo necesario para decidir si aceptar o no las facultades de revisión
Entrevistado 1
que la ley les entrega
El decreto 196 de 1971 es que dicta el estatuto del ejercicio de la

abogacía ahora bien, cuanto a la dependencia judicial dicta que solo

Entrevistado 2 podrá acceder a los procesos los que tengan calidad de estudiantes

mientras que los que no solo se les suministran información sin dar

los expedientes.
La principal función del abogado es defender es justicia los derecho
Entrevistado 3
de la sociedad y de los particulares
Entrevistado 4 Le cuesta caso para la información
Que podrán tener acceso al expediente, los dependientes de abogados

Entrevistado 5 sean apoderados bajo su responsabilidad y siempre que acrediten ser

estudiante de derecho
Entrevistado 6 Que deben cumplir unos requisitos para poder ejercer el cargo
Entrevistado 7 Por el cual se dicta el estatuto del ejercicio de la abogacía

Entrevistado ¿Considera usted que la labor de dependiente judicial es una

herramienta necesaria para el abogado


Totalmente de acuerdo, la actividad del litigio se vería afectada
Entrevistado 1
sustancialmente sin la existencia de esta figura en la ley
Si toda vez que muchas veces por la falta de tiempo de los abogados

y litigantes o empresas se vuelve una herramienta muy útil pues a su


Entrevistado 2
manera de ayudar al abogado y además se convierte en un

aprendizaje para el abogado debido del cuidado del proceso


Si ya que es una buena labor además le ayudan al abogado a
Entrevistado 3
descongestionar
Si se agiliza la comunicaciones de los distintos actuaciones dentro del
Entrevistado 4
proceso
Necesaria no, pero si tiene un gran número de procesos judiciales en

Entrevistado 5 trámite, podría ser de apoyo y asegurar eficiencia en las actuaciones a

su cargo
De suma importancia porque es la persona que revisa los estados y

Entrevistado 6 está presente de cumplir lo referido y presentar bien los requisitos de

un buen dato en la atención por del empleado judicial


Entrevistado 7 Claro que si

Entrevistado ¿Considera que el dependiente judicial ejerce bien este tipo de

labor en Colombia
Entrevistado 1 En los últimos años entidades preparan de forma correcta a las 5
personas que realizan estas actividades
Son criterios diferentes que se pueden dar pero se puede deducir que

Entrevistado 2 una buena implemento para el estudiante en su aprendizaje y el

abogado debido al cuidado de los procesos


Entrevistado 3 Si porque es un esfuerzo que ellos hacen
Entrevistado 4 Algunas veces
Entrevistado 5 No podría referirme pues la pregunta es muy general
Entrevistado 6 No
Entrevistado 7 Si

Entrevistado ¿Cree usted que las universidades que certifican al estudiante para

desempeñar este tipo de labor deben tener alguna responsabilidad

antes las fallas cometidas en la labor de dependencia judicial


En desacuerdo la ley clara e indica que los dependientes están bajo
Entrevistado 1
responsabilidad del abogado que utilice sus servicios
Esto sería en el sentido que los estudiantes estén llevando proceso en los

consultorios jurídicos pues son las universidades los garantes de vigilar el


Entrevistado 2
debido proceso de los dependientes judiciales que en ese caso son los

estudiantes.
No porque esto no es responsabilidad de la institución como tal sino de cada
Entrevistado 3
uno de ellos.
Entrevistado 4 Si porque quienes lo orientan el proceso de dependencia
No pues la responsabilidad del mismo se asumida por el abogado que lo
Entrevistado 5
tenga bajo su cargo tal como lo dispone el decreto 196
No, porque quieren ejercer la labora como dependiente en los despachos o

Entrevistado 6 entidades territoriales es el estudiante y no la universidad se convierte la

falta es quien debe responder ante su jefe inmediato


Entrevistado 7 Si ejercen responsabilidad jurídica
7. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

El decreto 196 de 1971 en su artículo 27 fue creado con el objetivo establecer la labor de

dependiente judicial a través de la tutoría del abogado a quien se le otorgo el poder judicial

sin embargo, no solo hay que tener claridad que no solo los estudiantes de derecho puede

ejercer la función de dependiente judicial ya que a través del artículo 123 de código general

del proceso y el articulo 115 del código civil, establece que personas que no sean

estudiantes derecho pueden solicitar a los juzgados copias simple de los procesos a los

cuales están autorizados por estos, ahora bien no basta sólo con crear un marco jurídico que

establezca quienes son los dependientes judiciales de acuerdo al código disciplinario del

abogado, sino que también se debe analizar la clase de responsabilidad que se le otorga a la

hora de darles la vigilancia y control de los procesos a los cuales el abogado es el titular del

poder otorgado por el cliente, por lo cual la norma se queda corta en disciplinar a estos

integrantes del ámbito jurídico que se encuentran en formación como abogados en derecho.

Ahora para analizar el cumplimiento del Decreto 196 de 1971 artículo 27 en la atención

a los dependientes judiciales existen carencias y limitaciones a simple viste el cual se debe

revisar teniendo en cuenta quienes desarrollan la labor, ya que de esta manera, se podrá

determinar la responsabilidad que asumen al momento de asignarle procesos judiciales a un

estudiante de derecho, y ante la controversia de los dependientes que no son estudiantes

derecho el Consejo de estado de acuerdo de acuerdo a circular SACUN 14 – SACUNC16-

144 que establece que ante “las quejas y diferentes inquietudes que se han presentado en la

seccional, en razón a la falta de claridad respecto a que personas está permitido que los
Despachos Judiciales puedan suministrarle información al respecto de los procesos de

estado y del alcance de la expresión DEPENDIENTES JUDICIALES, es el caso de

transcribir el artículo 123 del Código General del Proceso, el cual indica quienes pueden

consultar los expedientes judiciales (…)

Así mismo, es del caso recordar la sentencia del Consejo de Estado, que trato el asunto

de los dependientes judiciales y la obligatoriedad de dar respuesta a las peticiones verbales

que se realicen sobre los expediente a cargo de los estrados judiciales (Consejo de Estado,

radicado número 76-001-23-31-000-2010-01741-01(AC) dejando claro que no solo los

estudiantes pueden expedir copias simples y ejercer vigilancia sobre los procesos

asignados.

En materia de legislación Colombiana no existe una ley que reglamente la labor de

dependiente judicial ante las falencias cometidas frente a los procesos asignados por los

abogados, ya que muchos de estos problemas acontecen es porque el desconocimiento que

se tiene sobre las actuaciones procesales ocurridas en los estrados de los despachos, porque

no se puede desconocer la responsabilidad del abogado en el desempeño del dependiente

pues como su nombre lo indica dependen del abogado y este es quien en principio debe

asignarle las responsabilidad y sobre capacitarlo.

En primera medida es indispensable basar las conclusiones en la información que reposa

en los apartados anteriores, para lo cual es importante señalar que de acuerdo a la encuesta

realizada a cada 10 abogados, se logró establecer que el 50% consideran que la actividad de

la vigilancia y seguimiento de procesos judiciales es de suma importancia. Lo anterior


corresponde a la necesidad que tienen los abogados de evitar el vencimiento de etapas y

términos procesales, que pueden ser cruciales e indispensables para el éxito de un pleito

judicial.

En consideración a lo anterior, es evidente que dicha actividad de litigio representa una

gran responsabilidad para los abogados, debido a que por ejemplo si un abogado no tiene

conocimiento que corrieron traslado para presentar alegatos de conclusión por el término de

3 días (Última oportunidad que tiene el abogado para presentar sus argumentos jurídicos y

de defensa) y deja pasar esa oportunidad procesal sin entregar su escrito de alegaciones, el

juez de conocimiento en un caso penal no le permitirá presentar dicho documento con

posterioridad, generándole al abogado un riesgo en el éxito de su gestión jurídica. El

ejemplo anterior corresponde solo a una de las etapas procesales, pero es importante

recordar que un proceso judicial tiene aproximadamente 21 etapas, tal y como quedó

consignado en grafica anterior contenida en el presente trabajo.

Siguiendo con el análisis, es importante mencionar que de 10 abogados encuestados, el

22% tienen entre 100 a 150 procesos judiciales y el 12% tienen entre 50 a 100 procesos

judiciales, lo que quiere decir que aproximadamente 7 de cada 10 abogados litigantes tienen

en promedio 50 procesos judiciales a cargo.

Ahora bien, quiere decir que un abogado con 50 procesos a cargo, debe estar pendiente

de las etapas generales de cada uno de esos procesos, es decir que estaría a cargo

aproximadamente de 1050 notificaciones o cambios de estado del proceso judicial. Esta


operación debida a las 21 etapas procesales que tiene una demanda ante los estrados

judiciales.

Lo anterior implica que efectivamente el trabajo de carácter operativo del abogado es

grande, a tal punto que 4 de cada 10 abogados de los que realizan la vigilancia judicial en

sitio (De manera personal en los complejos judiciales) invierten aproximadamente entre 3

horas semanales en el desarrollo de dicha actividad.

Por lo que entrando en materia la herramienta del dependiente judicial para el abogado

es tan necesario como lo es tener conocimiento de cada uno de las etapas procesales de una

demanda ya que son ellos los que ayudan a realizar la labor de vigilancia y control, lo cual

es aprovechado en tiempo para el abogado poder resolver y apropiar su conocimiento

jurídico en los casos asignados.

En este sentido estado Colombiano esta en mora de entrar a regular y controlar la

actividad de dependiente judicial y de esta manera evitar los riesgos que se generan tanto

para los dependientes judiciales como para los profesionales del derecho indudablemente

desde la sociología jurídica unas de las profesiones que se desarrolla desde el inicio de la

carrera es la dependencia judicial e igualmente la experiencia ha demostrado que dicha

actividad ha adquirido una importancia más allá de ser un simple tramitador o mensajero

del abogado, hoy en día el dependiente es todo un asistente judicial de la profesión jurídica

lo cual adquiere una relevante importancia en el proceso de administración de justicia,

como para que el estado lo haya dejado huérfano de una regulación específica y especial
tanto como para su escenario administrativo como para su escenario de responsabilidad

judicial.

Sin embargo hay que dejar claridad que ante la pregunta señalada el decreto 196 de 1971

aún vigente se quedó corto, puesto que aunque establece quien son los dependientes

judiciales no señala ninguna responsabilidad que llegue a sanciones disciplinarias ante la

falta de vigilancia y control asignada por el abogado que lo contrata, por el contrario recae

exclusivamente en el abogado, por lo que es necesario solicitar reglamentación jurídica ya

que el estado colombiano se encuentra en mora de establecer las diferentes conductas que

han sido evidenciada antes las diferentes falencias cometidas por los diferentes

dependientes judiciales que han llevado a diferentes sanciones a los abogados por no tener

claridad sobre la responsabilidad que se les acusa.

En necesario observar que el 40% de los dependientes judiciales encuestados tienen

claridad sobre la responsabilidad que reposa sobre ellos, en cuanto a la vigilancia y control

que realizan en los estrados judiciales y sobre los procesos asignados en las diferentes

estancias judiciales

En cuanto al 30% de cada 10 personas encuestadas están de acuerdo en que el

dependiente judicial asume una responsabilidad cuando esta al cuidado de los procesos

judiciales asignados, sin embargo a la hora de responder solo es el abogado quien asume la

responsabilidad total ante el cliente y el Consejo superior de la judicatura aun cuando el

decreto estipula una de las características principales para ser dependiente es estudiante
derecho, es decir debe ser conocedor de la ley por lo que es incoherente que este no

entienda el riesgo judicial que se asume al no realizar bien su trabajo.

El 20% de cada 10 personas encuestadas están de totalmente acuerdo con que el

dependiente judicial debe asumir responsabilidades a la hora de asumir procesos judiciales.

Y el otro 10% de cada 10 personas encuestadas están totalmente en desacuerdo de que los

dependientes judiciales entienden la responsabilidad que asumen cuando obvian u olvidan

una actuación por parte del juzgado para realizar

Una de las recomendaciones que daremos ante esta investigación es que el estado tome

parte en esta labor jurídica profesional de la cual no solo actúa ante los estrados sino que es

herramienta fundamental de los abogados para la revisión y control de los procesos a los

cuales son asignados a través de poder otorgados por clientes.

Además de que esta se debe catalogar como una actividad profesional del derecho se

debe realizar un manual de funciones, un contrato con remuneración justa que garantice la

estabilidad económica del dependiente, establecer un consentimiento informado de la

responsabilidades que tiene y que deberá asumir al momento de adjudicarle los procesos de

control y revisión.

Conforme a lo anterior no solo se deberá garantizar la responsabilidad de cada una de las

actividades por parte del dependiente judicial que garantice la seguridad de las actuaciones

realizadas en cada una de las etapas procesales de una demanda, con lo cual el estado

deberá tener en cuenta al proponer una norma que regule esta profesión huérfana que no
solo le genera riesgo judicial al abogado sino a ellos mismo como profesionales del

derecho.
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