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La sociología se encarga del análisis científico de la estructura y funcionamiento de la sociedad humana o población regional .

(DRAE, 22.ª edición, 2001)


Portal de Sociología se encarga del estudio de los problemas sociales a gran escala, y sintetiza los conocimientos de
otras ciencias aplicadas a la sociedad.

Escuelas, corrientes, teorías de la sociología


Positivismo
Marxismo
Funcionalismo
Estructuralismo
Estructural funcionalismo
Antipositivismo
Neomarxismo
Fenomenología
Escuela de Chicago
Teoría crítica
Teoría del conflicto
Etnometodología
Neofuncionalismo
Interaccionismo simbólico
Métodos de investigación
Investigación cualitativa
Investigación cuantitativa
Método sociológico
Autores Principales
Agnes Heller
Alfred Schütz
Anthony Giddens
Auguste Comte
Emile Durkheim
Ferdinand Tönnies
Gerardo H. Mead
Gilles Lipovetsky
Harold Garfinkel
Saint-Simon
Herbert Marcuse
Herbert Spencer
Georg Simmel
Ibn Jaldún
Jürgen Habermas
Karl Marx
Manuel Castells
Marcel Mauss
Max Weber
Michel Foucault
Niklas Luhmann
Norbert Elias
Eduardo Mondlane
Pierre Bourdieu
Ralf Dahrendorf
Robert K. Merton
Robert Putnam
Talcott Parsons
Boaventura de Sousa Santos
Theodor W. Adorno
Aníbal Quijano
Zygmunt Bauman
Luc Boltanski
Bruno Latour
Sistema social
Anomia
Statu quo
Asimilación cultural
Imaginario social
División del trabajo
Clase social
Cultura
Educación social
Familia
Hecho social
Lebenswelt
Coacción
Tipo ideal
Circulo cultural
Acción social
Modernidad
Posmodernidad
Modo de producción
Relaciones de producción
Sistema social
Sincretismo cultural
Socialización
Sociedad
Política
Facilitación social
Afinidad (sociología)
Estructura social
Movilidad social
Desviación Social
Comportamiento social
Consciencia colectiva
Cosmovisión
Heterosocialidad
Institución
Cohesión social

Portal:Sociología
La sociología es la ciencia social que estudia los fenómenos colectivos producidos por la
actividad social de los seres humanos, dentro del contexto histórico-cultural en el que se
encuentran inmersos.
En la sociología se utilizan múltiples técnicas de investigación interdisciplinarias para analizar e
interpretar desde diversas perspectivas teóricas las causas, significados e influencias culturales
que motivan la aparición de diversas tendencias de comportamiento en el ser humano
especialmente cuando se encuentra en convivencia social y dentro de un hábitat o "espacio-
temporal" compartido.

Índice

 1Orígenes
 2Historia de la sociología
 3Los métodos sociológicos
 3.1Métodos cualitativos
o 3.2Métodos cuantitativos
o 3.3Método comparativo
 4Teorías y paradigmas sociológicos
o 4.1Funcionalismo estructural
o 4.2Neofuncionalismo
o 4.3Teoría del conflicto
o 4.4Interaccionismo simbólico
o 4.5Teoría del intercambio
o 4.6Teoría de sistemas
o 4.7Etnometodología
 5Dinámica social
 6Véase también
 7Referencias
 8Enlaces externos

Orígenes
Los orígenes de la sociología como disciplina establecida están asociados a los nombres de Karl
Marx, Henri de Saint-Simon, Auguste Comte, Herbert Spencer, Émile Durkheim, Georg
Simmel, Talcott Parsons, Ferdinand Tönnies, Vilfredo Pareto, Max Weber, Alfred Schütz, Harriet
Martineau, Beatrice Potter Webb y Marianne Weber. A pesar de esto, ya desde la Edad Media,
pensadores de origen árabe, como Ibn Jaldún, realizaron reflexiones académicas que podrían
ser consideradas sociológicas.
Algunos de los sociólogos más destacados del siglo XX han sido Robert K. Merton, Erving
Goffman, Peter Blau, Herbert Marcuse,Wright Mills, Pierre Bourdieu o Niklas Luhmann. En la
actualidad, los análisis y estudios más innovadores de los comportamientos sociales corren a
cargo de autores como George Ritzer, Anthony Giddens, Zygmunt Bauman, Ulrich Beck, Alain
Touraine, Manuel Castells, entre otros.
Las perspectivas generalmente usadas son el interaccionismo simbólico,
el socioconstruccionismo, la teoría del conflicto, lafenomenología y la teoría funcionalista, no
siendo las únicas. Muchos sociólogos se han abocado al estudio de la sociología crítica, el
posestructuralismo, y otras tantas basadas en la comprensión del sujeto desde una perspectiva
amplia, basada en disciplinas como la historia, la filosofía, entre otras, obteniendo así una teoría
sociológica compleja y cuyos conocimientos son más profundos que en los primeros casos. Para
ello, se apoya en los conocimientos de autores como Michel Foucault, Walter Benjamin, Roland
Barthes, Slavoj Žižek y otros.
Distintas corrientes han nutrido el cuerpo teórico de la sociología, entre las que destacan, la
Escuela Francesa, la Escuela Inglesa, laEscuela de Chicago y la Escuela de Fráncfort.
La sociología, al ser la disciplina dedicada al estudio de las relaciones sociales del ser humano,
y siendo ésta de carácter heterogéneo, ha producido diversas y en ocasiones opuestas
corrientes dentro de su mismo que hacer; tal situación se ha enriquecido, mediante la
confrontación de conocimientos, el cuerpo teórico de esta disciplina.

Historia de la sociología
Historia de la sociología
Durante la época de la Ilustración y después de la Revolución Francesa, lo social y las
actividades del hombre ganan un gran interés. Escritores
como Voltaire, Montesquieu, Giambattista Vico se interesan por analizar las instituciones
sociales y políticas europeas. Lord Kames inicia el de las causas del cambio social, y tras él,
surge una corriente conservadora, muy interesada en saber las razones de los cambios y
estabilidad existentes en la sociedad, liderada por Joseph de Maistre y Edmund Burke, quienes
criticaron muchas de las premisas de la Ilustración.
La voluntad de crear una "física social", esto es, un conocimiento indiscutible de la sociedad de
la misma forma que la Física, apareció con el positivismo del siglo XIX. El primero en defender
una teoría e investigación científica de los fenómenos sociales fue Henri de Saint-Simon (1760-
1825) a mediados del siglo XIX. Auguste Comte, quien fue secretario de Saint-
Simon entre 1817 y 1823, desarrolló sus teorías bajo las premisas del positivismo. Comte acuñó
la palabra sociología en 1824 (del latín: socius, "socio, compañero"; y el sufijo griego -logía, "el
estudio de"). La primera vez que aparece impresa esta palabra es en su Curso de filosofía
positiva de 1838.1
Casi en simultáneo, en Alemania, Von Stein (1815-1890), introdujo el concepto de sociología
como ciencia (Die Wissenschaft der Gesellschaft) incorporando a su estudio lo que él llamó
"Movimientos sociales" y la dialécticahegeliana. De esta manera logró darle a la disciplina una
visión dinámica. Von Stein es considerado como el fundador de las ciencias de la Administración
Pública.
Alexis de Tocqueville (1805-1859) es también reconocido como uno de los precursores de la
sociología por sus estudios sobre la Revolución francesa y sobre los Estados Unidos (La
democracia en América, publicada entre 1835-1840). Analizó a las sociedades en general e hizo
una comparación entre las sociedades americanas y las sociedades europeas.
La sociología continuó con un desarrollo intenso y regular a principio del siglo XX. Émile
Durkheim, quien se inspiró en algunas teorías de Auguste Comte para renovar la sociología,
quería en particular "estudiar loshechos sociales como si fueran cosas". Uno de los retos de la
sociología era desarrollarse como una ciencia autónoma. Durkheim buscó distinguir a la
sociología de la filosofía por un lado y de la psicología por el otro. Se le considera como uno de
los padres fundadores de la sociología.
Él postuló las bases de una metodología científica para la sociología, en particular en la
obra Las reglas del método sociológico (1895), y en La división del trabajo social (1893), libro
que además es su tesis. Su método reposa esencialmente en la comparación de estadísticas y
características cuantitativas, buscando liberarse de todo subjetivismo ligado a toda
interpretación cualitativa, y a desembarazarse de todos los prejuicios morales o moralizadores a
priori para comprender los hechos sociales como en su obra: El Suicidio.
Karl Marx es otro pensador que ha tenido una profunda influencia en el pensamiento social y la
crítica del siglo XIX. Fue principalmente en Alemania donde desarrollara una teoría mayor de la
sociología, influenciando posteriormente, entre otros, en la Escuela de Frankfurt.
Max Weber, contemporáneo de Durkheim, tomó un camino diferente: empleó la Ciencia política,
la Economía política, la Filosofía de la cultura y del derecho, los estudios religiosos que son,
según él, todo como la sociología, las "ciencias de la cultura". De acuerdo a toda una tradición
de la filosofía alemana (sobre todoWilhelm Dilthey), estas ciencias son diferentes de las ciencias
naturales ya que tienen su propio método. Ellas proponen una comprensión de los fenómenos
colectivos antes que la búsqueda de leyes (es el método comprensivo).
Entre los más prominentes pensadores con enfoque sociológico de los últimos tiempos hay que
tener en cuenta al pensador francés Michel Foucault (1926-1984) y al autor alemán Jürgen
Habermas (nacido en 1929). Al igual que los clásicos de la disciplina, estos autores no sólo han
sido sociólogos sino que se han ocupado ampliamente de la filosofía y de la historia. Foucault ha
sido una de las figuras más sobresalientes del pensamiento social del siglo XX. En sus obras se
ocupó de materias similares a las analizadas por Weber en sus estudios de la burocracia: el
desarrollo de las prisiones, hospitales, escuelas y otras organizaciones a gran escala. Por
ejemplo, consideraba que la sexualidad siempre está vinculada al poder social y cuestionaba la
idea de que un mayor conocimiento conduzca a una mayor libertad, porque lo concebía como
una forma de "etiquetar" a las personas y de controlarlas.

Los métodos sociológicos


Método sociológico
Métodos cualitativos
Investigación cualitativa
La investigación cualitativa requiere un profundo entendimiento del comportamiento humano y
las razones que lo gobiernan. A diferencia de la investigación cuantitativa, la investigación
cualitativa busca explicar las razones de los diferentes aspectos de tal comportamiento. En otras
palabras, investiga el por qué y el cómo se tomó una decisión, en contraste con la investigación
cuantitativa la cual busca responder preguntas tales como cuál, dónde, cuándo. La investigación
cualitativa se basa en la toma de muestras pequeñas, esto es la observación de grupos de
población reducidos, como salas de clase, etc.
Este método consiste en descripciones detalladas de situaciones, eventos, personas,
interacciones y comportamientos que son observables. Incorpora lo que los participantes dicen,
sus experiencias, actitudes, creencias, pensamientos y reflexiones tal como son expresadas por
ellos mismos. Cook y Reichardt consideran entre los métodos cualitativos a la etnografía, los
estudios de caso, las entrevistas a profundidad, la observación participante y la investigación-
acción.
Una primera característica de estos métodos se manifiesta en su estrategia para tratar de
conocer los hechos, procesos, estructuras y personas en su totalidad, y no a través de la
medición de algunos de sus elementos. La misma estrategia indica ya el empleo de
procedimientos que dan un carácter único a las observaciones. La segunda característica es el
uso de procedimientos que hacen menos comparables las observaciones en el tiempo y en
diferentes circunstancias culturales, es decir, este método busca menos la generalización y se
acerca más a la fenomenología y al interaccionismo simbólico. Una tercera característica
estratégica importante para este trabajo (ya que sienta bases para el método de la investigación
participativa), se refiere al papel del investigador en su trato -intensivo- con las personas
involucradas en el proceso de investigación, para entenderlas.
Métodos cuantitativos
Investigación cuantitativa

Imagen que representa la estadística aplicada a la sociología.


Cook y Reichardt apuntan que "cuando se aplican métodos cuantitativos se miden
características o variables que pueden tomar valores numéricos y deben describirse para
facilitar la búsqueda de posibles relaciones mediante el análisis estadístico". Aquí se utilizan las
técnicas experimentales aleatorias, cuasi-experimentales, tests "objetivos" de lápiz y papel,
estudios de muestra, etc.
Dentro de todos los análisis de los métodos cuantitativos podemos encontrar unas
características basadas en el positivismo como fuente epistemológica: el énfasis en la precisión
de los procedimientos para la medición, así como la relación clara entre los conceptos y los
indicadores con los que se miden (para evitar las confusiones que genera el uso de un lenguaje
oscuro, que pese a ser seductor, es difícil de comprobar su veracidad). Otra característica
predominante de los métodos cuantitativos es la selección subjetiva e intersubjetiva de
indicadores (a través de conceptos y variables) de ciertos elementos de procesos, hechos,
estructuras y personas. Estos elementos no conforman en su totalidad, los procesos o las
personas (de allí se deriva el debate entre los cuantitativistas que nunca ven un fenómeno
integrado, sino siempre conjuntos de partículas de los fenómenos relacionados con la
observación, y los cualitativistas que pueden percibir los elementos generados que comparten
los fenómenos). Sin embargo, las nuevas técnicas cuantitativas, como el análisis de redes
sociales, o la historia de acontecimientos, consiguen en cierta medida superar estas
limitaciones.

Método comparativo
El método comparativo estudia la correlación que existe entre uno o más fenómenos que se
cotejan. Cuando se estudia, por ejemplo, la relación directa que existe entre el desarrollo del
urbanismo y la relajación de las costumbres, o entre la extensión de la educación y la
democracia, se hace uso del método comparativo.

Teorías y paradigmas sociológicos


Las siguientes teorías son consideradas como las grandes escuelas de la teoría sociológica
moderna. Además de las expuestas, entre el grupo de las grandes escuelas se encuentran
también la Teoría neomarxiana y la Fenomenología, en su vertiente sociológica.2
Funcionalismo estructural

La teoría está asociada a Émile Durkheim y más recientemente a Talcott Parsons, además de a
otros autores como Herbert Spencer y Robert K. Merton. A pesar de la indiscutible hegemonía
que ostentó durante las dos décadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial, el funcionalismo
estructural ha perdido importancia como teoría sociológica.
Neofuncionalismo
. Así, algunos autores consideran el funcionalismo estructural como una perspectiva estrecha y
que su meta debe ser la creación de una teoría más sintética a la que gustan llamar
neofuncionalismo.
Teoría del conflicto
Teoría del conflicto
Interaccionismo simbólico
Interaccionismo simbólico
El interaccionismo simbólico, partiendo de un método de estudio participante, capaz de dar
cuenta del sujeto, concibe lo social como el marco de la interacción simbólica de individuos, y
concibe la comunicación como el proceso social por antonomasia, a través del cual, se
constituyen simultánea y coordinadamente, los grupos y los individuos. Algunos interaccionistas
simbólicos como Herbert Blumer, Manis y Meltzer o Nikolas Rose se esforzaron por enumerar
los principios básicos de la teoría, que son los siguientes:

A diferencia de los animales inferiores, los seres humanos están dotados de capacidad de
pensamiento.
La capacidad de pensamiento está modelada por la interacción social.
En la interacción social las personas aprenden significados y los símbolos que les permiten
ejercer su capacidad de pensamiento distintivamente humana.
Los significados y los símbolos permiten a las personas actuar e interactuar.
Las personas son capaces de alterar o modificar los significados y los símbolos que usan en la
acción y la interacción sobre la base de su interpretación de la situación.
Las personas son capaces de introducir estas modificaciones y alteraciones debido, en parte, a
su capacidad para interactuar consigo mismas (concepto self), lo que les permite examinar los
posibles cursos de la acción, y valorar sus ventajas y desventajas relativas para luego elegir
uno.
Las pautas entretejidas de acción e interacción constituyen los grupos y las sociedades.
Teoría del intercambio
El desarrollo de la teoría del intercambio tiene sus raíces en el conductismo.
El conductismo está más vinculado a la psicología, pero en sociología tiene una influencia
directa en la sociología conductista y una influencia indirecta en la teoría del intercambio. El
sociólogo conductista se ocupa de la relación entre los efectos de la conducta de un actor sobre
su entorno y su influencia sobre la conducta posterior del actor. Los conductistas se interesan
mucho por las recompensas y los costes de las acciones. Las recompensas se definen por su
capacidad de reforzar la conducta, mientras los costes reducen la probabilidad de la conducta.
En este sentido, el conductismo en general, y la idea de recompensas y costes en particular,
han influido poderosamente en la primera teoría del intercambio.
La teoría del intercambio de Peter Blau se diferencia en distintas facetas con la de Homans, la
meta de Blau era "contribuir a una comprensión de la estructura social sobre la base de un
análisis de los procesos sociales que rigen las relaciones entre los individuos y los grupos. La
cuestión básica...es cómo se llega a organizar la vida social en estructuras cada vez más
complejas de asociaciones entre personas"(1962: 2).
Teoría de sistemas:
Teoría de sistemas
Walter Buckley (1967) aborda una cuestión de importancia central: las ventajas de la teoría de
sistemas para la sociología. En primer lugar, dado que la teoría de sistemas se deriva de las
ciencias naturales y dado que, al menos a los ojos de sus exponentes, es aplicable a todas las
ciencias sociales y conductistas, ofrece un vocabulario que las unifica. En segundo lugar, la
teoría de sistemas incluye varios niveles de análisis y puede aplicarse igualmente a los aspectos
macro más objetivo y a los aspectos micro más subjetivo de la vida social. En tercer lugar, la
teoría de sistemas se interesa por las diversas relaciones entre los numerosos aspectos del
mundo social, y por tanto, milita contra los análisis parciales del mundo social.
Etnometodología
Artículo principal: Etnometodología

La etnometodología es una corriente sociológica surgida en los años sesenta a través de los
trabajos de Harold Garfinkel.
La etnometodología se basa en el supuesto de que todos los seres humanos tienen un sentido
práctico con el cual adecuan las normas de acuerdo con una racionalidad práctica que utilizan
en la vida cotidiana. En términos más sencillos, se trata de una perspectiva sociológica que
toma en cuenta los métodos que los seres humanos utilizan en su vida diaria para levantarse, ir
al trabajo, tomar decisiones, entablar una conversación con los otros. En la antropología también
se suele seguir esta línea sociológica, sobre todo los antropópologos que se especializan en los
estudios de la sociedad.

Dinámica social
Se entiende como un dinamismo social3 el fluir de las costumbres y creencias de una sociedad.
El cambio se evidencia a través de las interacciones de cada persona con el resto social y cómo
el conjunto afecta al individuo, marcando un comportamiento de comunicación global de sujetos
relacionados entre sí. Las formas y convenciones de la dinámica social están marcadas por la
historia y sujetas, por tanto, a un cambio permanente.
La interacción social resultante de la dinámica, expresa grados sociales, estableciendo campos
de acción que se expresan mediante la diferenciación del statu quo social. En la interacción
social, habría primero que establecer la capa o campo social sobre el que se va a observar a los
individuos y cómo éstos influyen mutuamente y adaptan su comportamiento frente a los demás.

Véase también
 Portal:Sociología. Contenido relacionado con Sociología.
 Historia de la Sociología  Sociología de la cultura
 Psicosociología  Sociología de la desviación
 Sociología aplicada* Sociología urbana  Sociología de la educación
 Sociología visual  Sociología de la literatura
 Sociología de la ciencia  Sociología de la música
 Sociología de la comunicación  Sociología de la religión
 Antropología  Sociología del arte
 Psicología  Sociología del conocimiento
 Sociología del deporte
 Sociología del Derecho
 Sociología del lenguaje
 Sociología de la lectura
 Sociología del trabajo
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Capítulo 1:
Origen de la sociología
LECCION 1

ORIGEN DE LA SOCIOLOGÍA

CONTEXTO HISTORICO.
La Sociología como disciplina o conocimiento sistematizado es relativamente
reciente. La Sociología nació en Francia, en la primera mitad del siglo XIX. La
palabra Sociología, inventada por Augusto Comte, fue utilizada por primera vez en
1838; su aparición en este año hace pensar que es una ciencia relativamente joven
comparada con otras ciencias. Las primeras reflexiones sociológicas -pre-
sociológicas- son sustituidas por explicaciones más sistemáticas alrededor del siglo
XIX, cuando en Europa, se reúnen un conjunto de factores económicos, científicos
y políticos que crean condiciones para la realización de una reflexión más profunda
de la sociedad. Entre estas condiciones cabe destacar las revoluciones políticas del
siglo XVIII, la revolución Industrial, el nacimiento del Socialismo, el desarrollo de la
urbanización, el cambio religioso, el crecimiento de la ciencia y el desarrollo de la
ilustración 2,3.

El origen de la Sociología debe buscarse inicialmente en los aportes hechos


por diferentes personajes, que elaboraron interpretaciones de la sociedad sobre la
base de observaciones y comparaciones históricas, pero sin utilizar metodologías de
análisis social como las que actualmente se han realizado, a ellos se les designa
con el nombre dePrecursores. Las reflexiones hechas sobre la sociedad las
encontramos en el pensamiento antiguo de Aristóteles y Platón; en la época
medieval con Santo Tomás de Aquino y el filósofo árabe Ibn Jaldun, encontramos
también algunos análisis sociológicos durante la Revolución Francesa en las ideas
de Montesquieu y la aparición del pensamiento conservador de Edmund Burke, en
Inglaterra.

Estas reflexiones pre-sociológicas son sustituidas por explicaciones


más sistemáticas alrededor del siglo XIX, cuando en Europa se desarrollan un
conjunto de factores económicos, científicos y políticos que crean las condiciones
para la realización de una reflexión más profunda de la sociedad. Entre las
condiciones más importantes destacan las revoluciones políticas del siglo XVIII, la
revolución industrial, el nacimiento del socialismo, el desarrollo de la urbanización, el
cambio religioso, el crecimiento de la ciencia y el desarrollo de la ilustración.

Los Fundadores, en cambio, crearon las bases de las primeras


teorías sociológicas como el Positivismo-Funcionalismo y la teoría del conflicto.
Otros personajes desarrollaron las ideas de los fundadores y consolidaron las
grandes corrientes sociológicas modernas como ser El Funcionalismo, El
Materialismo Histórico y la Sociología Comprensiva; a ellos se les considera como
los Clásicos.

Capítulo 2:
Precursores: Montesquieu, Rousseau,
Tocqueville
CHARLES LOUIS DE SECONDAT MONTESQUIEU, (1688-
1755), Escritor y filósofo francés. Criticó la sociedad de Luis XIV. Elaboró la teoría
de la división de poderes (ejecutivo, legislativo y judicial) que influiría en el
pensamiento liberal de la Revolución Francesa. Se le considera precursor de la
Sociología por su obra "Consideraciones sobre las Causas de la Grandeza de los
Romanos; Análisis Comparado de Historia de las Civilizaciones"; interesado por los
problemas del poder político y de las instituciones, escribió El Espíritu de las Leyes y
las Cartas Persas 8. Su aporte al pensamiento sociológico radica en dos aspectos
centrales. Por un lado realizó una clasificación de las sociedades en tipos, lo que le
permitió compararlas unas con otras; por otro lado se preocupó por estudiar las
leyes que se aplican tanto a la naturaleza como a las sociedades humanas.

Para Montesquieu, la estructura y los cambios de una sociedad están


determinados por aspectos demográficos y sociales. El crecimiento de la población
y los aspectos geográficos -topografía, fertilidad del suelo, el clima, cercanía y
lejanía respecto al mar, son elementos fundamentales que provocarán cambios en
el resto de la sociedad.

JEAN JACQUES ROUSSEAU, (1712-1778). Pensador francés que


llegó a ser considerado una de las grandes figuras del pensamiento social y político
europeo de su época. En su teoría afirma que el progreso de la ciencia y la cultura
corrompen a la sociedad y la relación moral entre los seres humanos, haciendo que
estos abandonen dos de las cualidades originarias, como son la igualdad y la
libertad, propias de los hombres en su estado natural. Rousseau, estaba conciente
de que el ser humano no puede retroceder y volver atrás, de nuevo a su estado
natural, por lo que en su obra El Emilio y El Contrato Social, sostiene que el ser
humano puede reorientar y mejorar las condiciones de la vida individual y colectiva.
Además, agregó que, para superar la corrupción moral y las injusticias, se debía
establecer un nuevo orden en donde la ley trate a todos por igual y los hombres
fueran igualmente libres; en otras palabras, en la adopción de un contrato social
donde los individuos preservando sus intereses de carácter personal, fuesen
capaces de actuar en el interés colectivo orientado hacia el bienestar de la
sociedad.

ALEXIS DE TOCQUEVILLE, (1805-1859). Aristócrata francés. Al


igual que Montesquieu se le considera precursor de la Sociología por sus análisis
realizados en La Democracia en América, Los Recuerdos de la Revolución de
1948 y El Antiguo Régimen y La Revolución. En estas obras realiza una
comparación entre la revolución continua que afecta a la sociedad francesa en
esta época, con continuos gobiernos autoritarios y corruptos que anulan la
participación de la población y el experimento de la descentralización y
autogobierno de la democracia en Estados Unidos. Al realizar estos análisis
Tocqueville se convierte en uno de los precursores de la Sociología
comparada al contrastar las características del sistema social y político de
Francia y Estados Unidos.
Escuelas sociológicas - Corrientes y enfoques del pensamiento Social
1. 1. ¿Qué es una escuela sociológica? Agrupación de filósofos, pensadores o sociólogos.
Que toman un nombre, etiqueta o denominación, de acuerdo a los rasgos comunes de
su manera de pensar o de proceder respecto al estudio de la sociología. Surge a partir
de las enseñanzas de un maestro y en oposición a una escuela rival. Nos ofrecen una
propuesta para entender, explicar y transformar la humanidad en general, y a las
sociedades en particular. También conocida como: escuela de pensamiento, corriente de
pensamiento, escuela filosófica.
2. 2. Principales Escuelas Sociológicas A lo largo de la historia de la humanidad, siempre
ha existido el análisis de lo social. Por lo que se han desarrollado distintas corrientes del
pensamiento de acuerdo a la época, estructura y tipo de sociedad, etc. Estas son:
Organicismo Conflictivismo Empirismo Marxismo Criticismo Evolucionismo Positivismo
Funcionalismo Estructuralismo Interaccionismo Simbólico
3. 3. • Finales del siglo XVIII y durante el siglo XIX, cuando la burguesía alcanza el poder
en algunos países (Revolución Francesa) ORIGEN • Este término fue utilizado por
primera vez por el filósofo Augusto Comte, pero algunos de los conceptos positivistas se
remontan a los filósofos David Hume, Saint Simon e Immanuel Kant.
REPRESENTANTES
4. 4. AUGUSTO COMTE - Filósofo positivista francés, pioneros de la sociología. -Buscaba
una reorganización intelectual, moral y política del orden social, para lo cual creía que
adoptar una actitud científica era la clave. - Ley de los tres estadios. - Métodos de la
ciencia para resolver los problemas humanos y para imponer las nuevas condiciones
sociales. - Reconocía el valor de la religión. - Influenció en el desarrollo del positivismo. -
Reorganización de la vida social para el bien de la humanidad a través del conocimiento
científico y del control de las fuerzas naturales
5. 5. CARACTERÍSTICAS • Escuela filosófica - oposición al idealismo, metafísica y
teología. • El hecho es la única realidad científica - sentidos. • Único conocimiento
auténtico - conocimiento científico, que surge de la afirmación de teorías a través del
método científico. • Sociedad e individuo como objetos de estudio científico. • La
observación - base del conocimiento. • La experiencia y la inducción - métodos
exclusivos de la ciencia. • Permitió profundizar el estudio de la naturaleza. • Defiende el
monismo metodológico - método de estudio de las ciencias físico-naturales. • Su objetivo
es explicar causalmente los fenómenos por medio de leyes generales y universales. • La
sociedad como un todo, como un conjunto de relaciones e interacciones entre
individuos. • El presente es una consecuencia del pasado-ORDEN
6. 6. LEY DE LOS TRES ESTADIOS – HISTORIA HUMANA • Infancia de la humanidad;
las personas dan explicaciones mágicas de los fenómenos naturales, utilizando dioses o
divinidades. Estadio teológico o mágico • Explicaciones racionales, se busca el porqué
de las cosas, y se sustituye a los dioses por entidades abstractas y términos metafísicos.
Naturaleza la gran entidad general. Estadio metafísico o filosófico • Definitiva. El
conocimiento se basa en la observación y la experiencia, y se expresa con el recurso de
la matemática. Se busca el conocimiento de las Leyes de la Naturaleza. Busca sólo
hechos y sus leyes. No causas ni principios de las esencias Estadio científico o positivo
7. 7. FUNCIONALISMO ORIGEN Corriente teórica surgida en Inglaterra en la década de
1930, con un enfoque empirista. REPRESENTANTES • Émile Durkheim, Parsons,
Bronislaw Malinowski, y Alfred Reginald Radcliffe- Brown. CARACTERÍSTICAS • Se
basa en la teoría de sistemas: «Una sola pieza faltante impide la conclusión del trabajo.»
• Estudia la sociedad sin tener en cuenta su historia, sino tal y como se la encuentra. •
Nace como reacción al evolucionismo y al particularismo histórico. • Estudia la cultura y
demás hechos sociales, en función de cómo se organizan para satisfacer las
necesidades de un grupo humano.
8. 8. CONSIDERAN A LA SOCIEDAD COMO: • Un TODO “integrado, funcional y
coherente”. Donde cada elemento aislado de la misma sólo puede analizarse
considerando a los demás. • Visión Biologicista: «Organismo» o sistema articulado e
interrelacionado, cuya normalidad viene postulada por fenómenos que se repiten regular
y sistemáticamente. • Un Sistema o conjunto interdependiente de elementos inherentes
que se agrupan en instituciones y que se relacionan entre sí mediante una estructura.
Cada una de esas partes desempeña una función específica en el mantenimiento del
sistema social, las cuales pueden ser manifiestas o latentes. Por ej.: la religión, la
economía, la producción, los rituales, etc. forman un todo interconectado. Marcada por el
equilibrio, con tendencia al cambio. • Los medios tienen una gran importancia para la
estabilidad social. ADEMÁS: • Explica los fenómenos sociales por la función que ejercen
las instituciones en la sociedad. • SI un cambio social promueve el equilibrio, se
considera funcional; si lo rompe, es disfuncional; y si no tiene efectos, es no funcional. •
Las sociedades disponen de mecanismos propios capaces de regular los conflictos y las
irregularidades. Así, las normas que determinan la conducta de los individuos variarán
en función de los medios existente, rigiendo el equilibrio social.
9. 9. ESTRUCTURALISMO ORIGEN: Surge en la década de 1950 con Ferdinand
Saussure y 1970 con Claude Lévi- Strauss, que planteaba la necesidad de explicar los
procesos de la organización social. ESTRUCTURA: Sistema donde sus elementos se
relacionan de manera tal que la modificación de uno de ellos implica una modificación de
todos los demás./ Sistema de relaciones y transformaciones, regulado por una cohesión
interna que se revela en el estudio de sus transformaciones LÉVI-STRAUSS: Los
fenómenos sociales ofrecen el carácter de signos y cualquier sociedad puede ser
estudiada como un sistema de signos. Por ej.: las reglas del matrimonio y los sistemas
de parentesco pueden considerarse como una especie de lenguaje, un conjunto de
operaciones que aseguran cierto tipo de comunicación entre los individuos y grupos.
CARACTERÍSTICAS: • Hechos como totalidades formadas por fenómenos relacionados
e interdependientes. El hombre pasa de ser sujeto de la historia y de la cultura, a ser
objeto. • Elabora estrategias investigativas capaces de dilucidar las relaciones
sistemáticas y constantes que existen en el comportamiento humano, individual y
colectivo, ("estructuras") • Dotar a las ciencias del hombre de un método científico
propio, distinto del de las ciencias empíricas • Método más utilizado para analizar el
lenguaje, la cultura y la sociedad en la segunda mitad del siglo XX.
10. 10. Estructural-Funcionalismo El propósito de la sociedad es el mantenimiento del orden
y la estabilidad social, que se lograría a través del correcto funcionamiento de las
instituciones e individuos que la conforman. La perspectiva estructural funcionalista
surge cuando los grupos sociales están bien estructurados, altamente unificados y
operan con funcionalidad. Las funciones realizadas por los grupos sociales tienden a
hacerse más especializadas, interdependient es y eficaces, a medida que la sociedad
crece y se desarrolla en niveles más complejos de organización. Los sujetos sociales
construyen sistemas de relaciones interactivas, se clasifican en tres tipos (Parsons):
Sistema cultural, de la personalidad y social.
11. 11. MARXISMO • Conjunto de ideas y teorías planteadas por los filósofos alemanes Karl
Marx y Federico Engels, durante la segunda mitad del siglo XIX, y desarrolladas
después por sus seguidores. • Gira en torno a las relaciones socioeconómicas • La
economía determina la naturaleza de la sociedad—su política, religión, ley, y cultura. Los
modos de producción (manera a en que los bienes son producidos y distribuidos:
feudalismo, capitalismo, socialismo, etc.) determina cómo nos relacionamos unos con
otros. • El método que Marx considera para interpretar la realidad social es el método
dialéctico, y considera que el motor de la dialéctica son las contradicciones de la
sociedad, debido al conflicto entre las relaciones de producción y las fuerzas
productivas. • Permanente lucha de clases, la cual ha generado el devenir histórico de la
sociedad • El comunismo sería una forma social en la que la división en clases habría
terminado.
12. 12. Sociedad capitalista organizada en clases sociales: Burguesía - medios de
producción y Proletariado - fuerza de trabajo, relación de explotación.
13. 13. SUPERESTRUCTURA jurídica y política , formas de conciencia social, instituciones,
cultura, religión, educación, salud, etc. BASE ECONÓMICA: Modo de producción
(fuerzas productivas, relaciones sociales y técnicas de producción) Los cambios en la
base económica (revoluciones) provocan transformaciones en la superestructura.
14. 14. Surge en 1923 en la ciudad alemana de Frankfurt. Fundadores: George Lukács,
Teodoro W. Adorno, Herbert Marcuse y principalmente Jürgen Habermas. Corriente que
pretende un cambio radical en la sociedad, a partir de que los individuos que la
componen desarrollen una postura crítica y participen de manera activa para emprender
reformas sustanciales que busquen el beneficio social., recuperando la importancia
individual del hombre, Examina todas las afirmaciones de la razón humana y no acepta
nada despreocupadamente. Cuestiona. Su conducta no es dogmática ni escéptica, sino
reflexiva y crítica. Considera que el hombre es responsable del cambio social, porque es
quien transforma la realidad social a través del tiempo. Se opone al principio marxista de
que el individuo está condicionado y determinado por la estructura social. Busca la
libertad Denuncia al capitalismo moderno y plantea la posibilidad de que puede haber
consenso, apoyo y comprensión entre los diferentes sujetos y grupos sociales que
conforman la sociedad.
15. 15. EVOLUCIONISMO • Spencer, Herbert (1820-1903), teórico social inglés,
considerado el padre de la filosofía evolucionista. • Destacó por sus investigaciones
sobre el cambio social desde la perspectiva evolucionista. • Sostenía que toda materia
orgánica tiene su origen en un estado unificado y que las características individuales se
desarrollan de forma gradual por evolución. • Spencer explica así la evolución social:
familia –tribu- pueblo- Estado.
16. 16. La teoría evolucionista posee una ley general aplicable al universo entero , que es la
, síntesis de siete leyes concebidas por Spencer, de las cuales estas son las tres leyes
básicas: LEY GENERAL Ley de la persistencia de la fuerza. Ley de la indestructibilidad
de la materia. • Ley de la continuidad del movimiento. Establece que, a partir de una
homogeneidad indeterminada e incoherente, se transita hacia una heterogeneidad bien
definida y coherente.
17. 17. Spencer concibe dos tipos de sociedad, partiendo de sus estructuras fundamentales:
SOCIEDAD MILITAR • -Gobierno monárquico. -Prioridad para la satisfacción de las
necesidades de la guerra. -Religión autoritaria. -Estratificación rígida de clases. -Cultura
machista -Hombre al servicio de la comunidad. SOCIEDAD INDUSTRIAL • -Tendencia
hacia la democracia y la paz. -Existencia de múltiples centros económicos -El poder lo
comparten una gran cantidad de individuos. -El Estado al servicio del hombre
18. 18. ORGANICISMO • Autores: Paul Lilienfeld, Albert G. Schäffle. • Concibe a los
fenómenos sociales como un todo orgánico. • Equivalencia entre la sociedad y un
organismo vivo. • La construcción de una teoría social sólo es posible sobre una base
biológica. • Para los organicistas, los grupos sociales no son, metafóricamente, como un
organismo biológico, sino que realmente son organismos de tipo animal, aunque de
naturaleza superior: las carreteras y las construcciones conforman el esqueleto del
cuerpo social; los productos mercantiles, las células; el intercambio comercial es la
locomoción; la infraestructura tecnológica son los músculos; los medios informativos y de
comunicación, el sistema nervioso, etc.
19. 19. CONFLICTIVISMO KARL MARX • La Sociedad es un conjunto de relaciones basada
en el conflicto económico entre los capitalistas y el proletariado, que determinan la
superestructura. • Economía base de la sociedad. • Cambio social- a través de - una
lucha dialéctica. • Las sociedades evolucionan porque existe un conflicto. • El conflicto
sólo desaparecerá eliminando el sistema capitalista, pues la sociedad ideal es la
Comunista. • Marx deseaba que los trabajadores adquirieran una conciencia de clase. •
El trabajador en el sistema capitalista está alienado por que el proceso de trabajo no da
lugar a la creatividad, porque no controla el producto sobre el que trabaja, porque se
sustituye la cooperación por la competencia.
20. 20. INTERACCIONISMO SIMBÓLICO - MAX WEBER • Los individuos interaccionan
entre sí intercambiándose “cosas” de carácter simbólico. • Cuatro tipos de relaciones
básicas: relaciones de beneficio para alcanzar un fin, relaciones en las que influyen las
creencias, Relación Emotiva en la que comparten emociones, Relación Tradicional. • No
se puede decir como debe ser una sociedad, sino como es. • Lo que implica su teoría:
Desencantamiento del mundo, pues, gracias a la ciencia sabemos tanto del mundo,
imponiéndose lo racional a la tradición. Paso de la tradición a la racionalidad: la
racionalización del mundo. • A medida que la gente es mas racional, se vuelve más
capitalista. • La burocracia, es la que mejor representa a esta forma de gobierno.
21. 21. EMPIRISMO DAVID HUME No admitir más que un medio de conocimiento: la
experiencia. El origen de nuestros conocimientos no está en la razón, sino en la
experiencia, ya que todo el contenido del pensamiento, primera ha tenido que pasar por
los sentidos. El extremo opuesto al empirismo es el racionalismo, que cifra todo
conocimiento en el puro pensar."
22. 22. ¿Qué es el pensamiento social? • El pensamiento social, es decir, la reflexión de una
sociedad sobre sí misma surge con las sociedades de clases, pero sólo se plantea allí
donde un grupo o una clase experimenta la necesidad de promover o justificar su
dominación sobre otros grupos y clases.
23. 23. ¿Cómo se origina el pensamiento social latinoamericano? • En la segunda mitad del
siglo XIX, la Sociología así constituida llega a América Latina, para entonces, esta había
promovido ya su independencia respecto a las metrópolis Ibéricas y se empeñaba en la
formación de sus Estados nacionales.
24. 24. CARACTERÍSTICAS • Pensamiento imitativo y reflejo. • Bajo la dominación colonial,
la región no había estado en condiciones de producir ideas propias: las importaba. • Ser
culto significaba estar al día con las novedades intelectuales que se producían en
Europa. • La estatura de nuestros pensadores se medía por su erudición respecto a las
corrientes europeas de pensamiento y a la elegancia con que aplicaban las ideas
importadas a nuestra realidad. • La religión, ni la forma de pensar no se impone, debe
haber la contradicción para que exista el dialogo y posteriormente el consenso. • La
incapacidad de pensamiento que según los colonizadores tenia la clase dominada
impedía el desarrollo y modernización de los pueblos, sin embargo, todo se volteó ya
que al haberlos instruido, se incentivó el ideal de rebeldía de los pueblos contra quienes
se creían que podían dominar por siempre, surgiendo así los precursores de la libertad.
25. 25. ¿Qué es un paradigma social? • Conjunto de conocimientos y creencias que forman
una visión del mundo (cosmovisión), en torno a una teoría hegemónica en determinado
periodo histórico • Cada paradigma se instaura tras una revolución científica, que aporta
respuestas a los enigmas que no podían resolverse en el paradigma anterior. Cada
revolución científica es un cambio total de la percepción del mundo que trae un nuevo
paradigma incompatible con el anterior. CARACTERÍSTICAS: • Está constituido por
supuestos teóricos, leyes y técnicas de aplicación • Es inconmensurable, ya que ninguno
puede considerarse mejor o peor que el otro. • Cuentan con el consenso total de la
comunidad científica que los representa. • Cumplen una doble función: • La positiva que
consiste en determinar las direcciones en las que ha de desarrollarse la ciencia normal,
por medio de la propuesta de enigmas a resolver dentro del contexto de las teorías
aceptadas. • La negativa, establece los límites de lo que ha de considerarse ciencia
durante el tiempo de su hegemonía. Delimita el campo de los problemas que pueden
plantearse.
26. 26. Thomas Kuhn expresa su idea acerca del progreso de la ciencia por medio del
siguiente esquema abierto: Presen cia Ciencia Normal Crisis Nueva Crisis Nueva
Ciencia Normal Revolu ción
CAPITULO 4. LOS PADRES FUNDADORES
INTRODUCCION
 Los teóricos del siglo XIX pusieron las bases para el desarrollo de la nueva ciencia: Saint-Simon fue el
precursor, Augusto Comte fue el padre de la Sociología al que debemos la acuñación de este término;
Emilio Durkheim desarrolló enfoques de estudio e investigación que dieron un verdadero estatuto
científico a la nueva disciplina; y finalmente Carlos Marx y Max Weber contribuyeron al desarrollo de las
bases teóricas de la nueva ciencia de lo social.
 La vigencia de los enfoques de los fundadores se debe:
 La gran estatura intelectual de algunos de estos pensadores
 Insuficiente grado de desarrollo de la S durante el último siglo
 La actualidad de los problemas sociales que preocuparon a estos autores. Su actualidad se explica debida a
la permanencia de este tipo de Sociedad.

 LOS PRECURSORES DE LA SOCIOLOGIA


 SOFISTAS: La sofística se convirtió en una filosofía que estudiaba al hombre como ser social en función
de la lengua, religión, arte, literatura y política.
 Obras históricas de Herodoto: descripciones sobre costumbres y usos sociales de diversos pueblos de la
antigüedad.
 Aristóteles: definición del hombre como ser social y análisis específico sobre los comportamientos
políticos, influencias sociales, los cambio en las polis e incluso la naturaleza y efectos de las divisiones de
clases y grupos sociales.
 Influencia del pensamiento griego en los prohombres del Renacimiento.
 Influencias de la
 Filosofía de la historia: Ib Jaldun XIV, Juan Bautista Vico XVIII que intento establecer una teoría de la
evolución cíclica de la historia, Montesquieu que estudió y comparó diversas instituciones y procesos
sociales sentando las bases del enfoque de las tipologías ideales.
 El pensamiento racionalista:
 Hobbes y Spinoza que intentaron explicar todos los fenómenos con un enfoque racional y científico que
partía de entender el mundo como un sistema mecánico en el que operaban leyes de desplazamiento y
atracción de los cuerpos.
 Hobbes concibió un sistema de filosofía “científica” dividida en tres partes: cuerpos físicos, fisiología y
psicología de los humanos y la del cuerpo “artificial” es decir la sociedad o estado. Esta “física social” es
un antecedente del enfoque comtiano.
 Leibniz y Fichte abrieron la perspectiva de una distinción entre la “sociedad civil” y el Estado”.
 Economía Política clásica: A. Smith, Adam Ferguson y John Millar. Las aportaciones de éstos fueron los
análisis sobre la división del trabajo y el malestar y “fragmentación social” que genera, los esbozos de una
teoría del conflicto social, estudio de clases sociales y la evolución social.
 También recogió influencias positivistas y empiristas de pensadores ingleses como Bacon, Locke, Hume y
Berkeley en cuya obra “De Motu” se establecieron analogías entre la fuerza moral y psicológica que atrae
y une a las personas y los principios de atracción física entre los cuerpos en el mundo material, así algunos
sociólogos consideraron la “gravitación” como la base explicativa de todos los fenómenos.
 Todos los grandes pensadores de la Ilustración que intentaron encontrar explicaciones de la realidad al
margen de las justificaciones tradicionales y sobrenaturales como Turgot (teorías sobre el progreso y el
conflicto) y Concordet (leyes naturales de la evolución y progreso del espíritu humano; considerado por
Comte como su padre espiritual, John Malthus (fundador de la demografía y estudioso de las tendencias de
evolución de la población), Quetelet (para él la “física social” era la estadística social), así Comte tuvo que
acuñar la expresión sociología para diferenciar este concepto.

 SAINT-SIMON 1760-1825
 Objetivo: reorganizar la sociedad sobre las bases de la ciencia y la industria para alcanzar una sociedad sin
clases por el camino de una renovación ético-religiosa. Mediante la planificación económica, el desarrollo
industrial, la organización de una sociedad equitativa y productiva, la desaparición de los Estados
nacionales europeos y una Europa fraternalmente unida.
 Se le considera un precursor del positivismo, la Sociología, el industrialismo moderno, precursor del
europeísmo y el socialismo.
 Obras: Reorganización de la sociedad europea, El Organizador, Del sistema industrial, Catecismo de los
industriales, Nuevo cristianismo y Fisiología social.
 Teorías:
 Necesidad de constituir una ciencia de la sociedad basada en una filosofía positiva, en hechos observados y
discutidos, esta ciencia social, llamada “fisiología social” es entendida como un elemento más de la ciencia
general, opera con sus mismos principios y en cuya cima, se encuentra la ciencia que se ocupa de la
organización de las sociedades humanas.
 Intentó establecer una síntesis de los conocimientos humanos, creando una propuesta de un “nuevo
cristianismo” basado en una doctrina de la filantropía basada en “una concepción panteísta del universo”.
 Fue el “jefe” de Agustin Thierry el de Augusto Comte.

 AUGUSTO COMTE 1798-1857


 Acuñó el término Sociología y realizó la primera propuesta sistemática de esta nueva ciencia.

PENSAMIENTO
 Idea básica: Todas las ciencias formaban una pirámide de acuerdo con la complejidad de los fenómenos
estudiados, primero se desarrollaron las de fenómenos más simples así las relativas al ser humano son más
tardías. La Sociología era la última en surgir porqué coronaba el conocimiento era la “ciencia de las
ciencias”:
 Matemáticas: aspectos abstractos de los fenómenos
 Mecánica, Física, Química y Biología
 Ciencia de la Sociedad (“física social”.
 La Sociología era una ciencia que venía a remediar los problemas del hombre y la sociedad, reordenando
científicamente la sociedad. La consideró la nueva religión laica de la humanidad. La nueva religión era el
positivismo, la nueva divinidad la humanidad y los sacerdotes una elite ilustrada que debía emprender una
reorganización social universal.
 “Ley de los tres estadios” es una interpretación ascendente de la evolución de la humanidad en función del
progreso interconectado “del conocimiento”, de la “realidad social” y del “desarrollo del individuo”:

 Etapa teológica: la explicación de los acontecimientos se realiza en referencia a seres o fuerzas


sobrenaturales e invisibles. Sociedades agrícolas, unidad básica la familia. La organización era autoritaria
y con fuerte control social, desarrollándose doctrinas que permiten al vínculo social basarse en la única
autoridad espiritual. “Doctrina de los reyes”: representa el estado teológico de la política.

 Etapa metafísica: los fenómenos se explican por “entidades e ideas abstractas” que operan como
“abstracciones personalizadas”. Se establece la “doctrina de los pueblos” fundada en la suposición
abstracta y metafísica de un contrato social primitivo. Los métodos empleados son los derechos
considerados naturales y comunes a todos los hombres. En esta etapa se afianza el poder temporal dándose
inicio a un periodo de crisis que preludian una nueva etapa.

 Etapa positiva: mediante la observación y la medición se establecen racionalmente las leyes. Es la época
de la sociedad industrial, la inteligencia humana se libera de mitos y entra en el estadio de la “positividad
racional”. Se renuncia a investigaciones absolutas centrándose en la observación y en el logro de
conocimientos útiles para las necesidades reales.
 Pretende llegar a un conocimiento de las leyes naturales que le permita anticipar el curso de los hechos.
Quería contribuir al progreso de los conocimientos y a la entrada en la etapa positiva, pretendía mitigar las
crisis de un desarrollo espontáneo de la ciencia pues la previsión permite regularizar la acción.

OBJETO
 Pretende mediante la previsión mantener el orden social.
 Familia y las combinaciones sociales
TEORIAS
 Hay dos movimientos que impulsan a la sociedad:
 Desorganización: Luego denominada “dinámica social”, plasmación de las ideas de cambio
 Reorganización: Denominada “estática social”, ideas de orden social.
 Se sitúa en la perspectiva del orden social, reivindicando la necesidad de un consenso universal. Las
aportaciones sobre estructura social y procesos de cambio son limitadas y esquemáticas.
 Distingue tres planos en la sociedad:
 Individuo (no es objeto de análisis sociológico)
 Familia (unidad social básica ligadas por una unidad moral que la diferencia de las otras unidades sociales)
 Combinaciones sociales (la más alta era la humanidad).
METODOLOGIA
 Reivindicación global del método positivo: acudiendo a la observación, comparación y método histórico
(búsqueda de series sociales evolutivas y tipos ideales de evolución como la ley de los tres estadios). No
empleó las matemáticas ni la estadística.
 Los conceptos deben someterse a los hechos y todos los fenómenos sociales debían ser estudiados como
fenómenos sujetos a leyes generales.

LEGADO
 Aunque influyó a otros sociólogos, la intención totalizadora de sus planteamientos y la falta de nexos
metodológicos precisos frustraron su esfuerzo intelectual y le dotaron de fuertes intenciones finalistas. La
Sociología se desligó pronto de Comte apagado por Durkheim.
 Aportaciones fundamentales:
 Concepción positiva sobre el edificio de las ciencias.
 Ley de las tres etapas
 Pretensión de que la Sociología fuese una guía para la acción y una especie de nueva religión.

 EMILIO DURKHEIM Y EL DESARROLLO DE LA INVESTIGACION SOCIAL 1858-1917


 Hizo Sociología mediante investigaciones sociales concretas y esforzándose por desarrollar reglas y
procedimientos de investigación específicos.
 Nacido en Francia en una familia judía, estudio en París, Alemania (influencia de la psicología científica).
Fue catedrático en la Sorbona de Pedagogía 1906 cuyo nombre fue cambiado en 1913 por Sociología.
 Tomo parte activa en política, criticó el marxismo y se definió como partidario de un socialismo
encadenado a lograr la regeneración de la sociedad a partir de los principios morales “descubiertos por una
Sociología científica”.
 Sus principales obras: Desde 1896 publica L'annee sociologique, Annales sociologiques (aglutinando un
grupo de estudiosos sociales). La división del trabajo social 1893, Las reglas del método sociológico 1895,
El suicidio 1897 y Las formas elementales de la vida religiosa 1912
 Aron considera que Durkheim, Max Weber y Wilfredo Pareto, representan un intento de reacción
intelectual contra las explicaciones naturalistas o materialistas exteriores y las explicaciones
racionalizantes y económicas de la conducta humana.
OBJETO:
 La situación política, las crisis de las instituciones docentes y el brote de antisemitismo alentó en
Durkheim una preocupación recurrente por los temas de la solidaridad grupal, el orden social, la crisis de
creencias, la anomia.
 Estudio de la ecuación individuo-sociedad a través de la indagación de la verdadera entidad de lo social.
 La verdadera entidad de lo social es la razón de ser de la Sociología, si el “factor social” no era
considerado una realidad propia no habría razón de una disciplina dedicada a su estudio.
 La Sociología es la ciencia que se ocupa específicamente de los hechos sociales.
 La Sociología es la ciencia que se ocupa de las instituciones, de su génesis y funcionamiento.
TEORIA
 La Sociedad constituye una realidad por sí misma, tiene sus propias leyes y es previa a los individuos que
la componen.
 Las conciencias individuales tienen que estar asociadas y combinadas de cierta manera, de esta
combinación proviene la vida social y es esta combinación lo que la explica. Se fusionan las almas
individuales que constituyen una individualidad psíquica de un nuevo género.
 Esta realidad colectiva, esta fuerza colectiva es la que ha permitido al hombre elevarse de lo animal a la
humanidad.
 Destaca en la adhesión al grupo la mayor fuente de moral para el individuo y de salud para la sociedad.
 El carácter prevalente y superior de la sociedad es una realidad de orden moral: implica un proyecto moral,
unos derechos, unos deberes y normas que permiten establecer nuevas formas de solidaridad y cohesión
que dan lugar a una realidad superior: “Los sentimientos sociales” son la resultante de la organización
colectiva no su base.
 Insiste en la especificidad del ámbito de lo social. Reclama su carácter prevalente, subraya la existencia de
leyes propias de la mentalidad colectiva y fija su atención en la realidad específica de lo social: los hechos
sociales.
 HECHO SOCIAL: Maneras de obrar, de pensar y de sentir exteriores al individuo y dotadas de un poder
superior por el cual se le imponen. Son parte de la supremacía material y moral que la sociedad tiene sobre
sus miembros. Tienen por efecto fijar, instituir fuera de nosotros, determinadas maneras de obrar y
determinados juicios, que no dependen de cada voluntad particular tomada separadamente.
 INSTITUCION: Todas las creencias y formas de conducta instituidas por la colectividad.

METODOLOGIA
 Necesidad de considerar los hechos sociales como realidades dadas, como fenómenos sociales susceptibles
de ser considerados cosas.
 Reglas básicas para el tratamiento de los hechos sociales:
 Evitar las prenociones y prejuicios previos
 Tomar solo como objeto de investigación los fenómenos definidos por sus caracteres exteriores comunes
 Evitar todo subjetivismo, tomando los hechos por el lado en que se presenten aislados de sus
manifestaciones individuales.
 El estudio de lo social debe abordarse por las partes más accesibles a la investigación científica.
INVESTIGACION SOCIAL
 La división del trabajo social (1893) estudia las formas de solidaridad en la sociedad moderna,
preguntándose por los nuevos mecanismos de cohesión social al derrumbarse el viejo orden social. Analiza
la forma de cohesión a que da lugar la moderna división del trabajo, estableciendo su tipología sobre las
formas básicas de solidaridad:
 Solidaridad mecánica: propia de las sociedades arcaicas, basada en la similitud de los miembros
individuales, en su homogeneidad y coincidencia de ideas y de conciencia colectiva, y en el temor a unas
leyes muy duras que castigan cualquier desviación.
 Solidaridad orgánica: propia de sociedades industriales, heterogéneas cuyos miembros se relacionan con la
división del trabajo. Disminuye la importancia de la conciencia colectiva y se desarrollan nuevas formas de
interdependencia entre los individuos, aparece el derecho restitutivo y el contrato. Más riesgos de
desagregación y anomia que en otras sociedades.
 El suicidio (1897): estudio sobre la cohesión social, se analiza el comportamiento suicida como un
fenómeno social explicable según las variaciones de la estructura social especialmente en lo referente a la
solidaridad social. Une la teoría y la investigación empírica con la utilización de tipologías, estudios
comparativos de series de datos y explicaciones teóricas. Entre ellas destaca:
 “el suicidio anómico”: se produce cuando tienen lugar cambios sociales súbitos que dan lugar a quiebras o
desajustes en las normas sociales, éstos producen un estado de anomia que supone confusión, inseguridad,
falta de criterios, que a veces conduce al suicidio. Este concepto de anomia ha sido aplicado por otros
sociólogos en el estudio de patologías sociales y conductas desviadas.
 Las formas elementales de vida religiosa (1912): estudió la función social de la religión en la creación,
refuerzo y conservación de la solidaridad social” a partir del análisis del totemismo.
CONCLUSIONES
 Gran influencia en la Sociología posterior.
 Escuela: idea de institución social, la relación de los conceptos sociológicos de cultura y sociedad, el
análisis estructural-funcional, construcción de tipologías, acotamiento de los principales campos temáticos
de la Sociología, desarrollo de teorías específicas como la anomia.
 Tema recurrente fue la solidaridad social, lo que a veces le ha hecho aparecer como un defensor del orden
social, con perspectivas conservadoras.
 Convencido de los nexos entre los grandes movimientos del XIX: nacimiento de la Sociología, cambio en
las ideas religiosas y la emergencia del socialismo.
 La Sociología podía aportar las bases de un conocimiento metódico y riguroso para la solución científica
de los problemas sociales.
 Su visión sobre el socialismo era que debía ser una aspiración más global que reorganizara el cuerpo social
en su conjunto, reivindicó las concepciones socialistas que aspiraban a una organización más democrática
de la sociedad, a la igualdad jurídica de ambos sexos, una moral más altruista, una simplificación de las
normas jurídicas. Siendo una transformación compleja y profunda que implicaba ajustes y reformas en
todas las partes del organismo social.
 El problema social fundamental no era el económico sino un problema de consenso social, de compresión
de la superioridad moral de la sociedad y de interiorización de todos los imperativos, normas y
obligaciones requeridas para su buen funcionamiento, así, el carácter coactivo de la vida social para los
hombres era la fuerza moral, natural y superior, fundada en la naturaleza de la sociedad y aceptada por los
hombres como una realidad de más alto rango, asumiendo “el espíritu de disciplina como la condición
social de toda la vida en común”. Preguntándose cuales serían las fuerzas de cohesión social de las
sociedades del futuro.
 CARLOS MARX Y LA SOCIOLOGIA DIALECTICA 1818-1883
 Fue un gran agitador, promotor de nuevas ideas y abanderado de los nuevos ideales socialistas. Dirigió
varias publicaciones, lideró la Liga Comunista y participó en la fundación de la AIT.
 Nacido en Prusia, tras un viaje a París donde conoce a Engels, revisa sus trabajos de enfoque hegeliano
dando atención prioritaria a los procesos económicos.
 Abordó cuestiones relacionadas prácticamente con todas las ciencias sociales.

OBJETO:
 Desarrolló una teoría concreta del devenir social a partir del análisis de los procesos de producción
económica.
 Concepción específica de los social, entremezclando una interpretación dialéctica de la historia con una
visión del hombre basada en los conceptos de praxis y alienación.
 Explica la dinámica social mediante las ideas de conflicto y antagonismo.

INVESTIGACION SOCIAL
 Descubrimiento de la “ley económica de la evolución moderna” (ley de evolución del capitalismo). Este
tema lo aborda en El capital (1875), Trabajo, salario y capital (1849), Crítica de la economía política
(1859).
 Los procesos específicos de conflictos de clase. Las luchas de clases en Francia (1850), el 18 Brumario de
Luis Bonaparte (1852), La guerra civil en Francia (1871).
 Se planteó el estudio sociológico global más ambicioso, en cuanto modelo o “tipo ideal” de producción y
en cuanto a procesos concretos de conflictos de clases y cambios sociales en diversas sociedades.
 Pretendía descubrir la estructura y funcionamiento de los sistemas de producción a través de la dinámica
histórica generada por los antagonismos y conflictos de clases que engendraba.
 Buscaba una explicación global para la que necesitaba una teoría de las clases sociales, una Sociología de
los procesos de cambio y antagonismo social y político, una compresión de las leyes de la evolución
histórica, una explicación del papel de las ideologías, un análisis de la estructura económica y de la forma
en que lo económico inter-opera con otros componentes de la estructura social, una interpretación sobre el
papel del hombre en la dinámica social y, por lo tanto, una concepción específica sobre su naturaleza social
y las formas de alienación que truncaban la plasmación concreta de esta dimensión social básica de lo
humano, en suma, una definición de las leyes del capitalismo, de la lógica del Capital.
 Situó sus estudios en dos planos interdependientes: el de los hombres concretos y el de los procesos
históricos. Los hombres son seres sociales que desarrollan su verdadera naturaleza en la sociedad.
Consideraba que la sociedad no era un sujeto abstracto al margen del individuo, era el marco en el que se
producen las interacciones sociales y las más importantes eran las referidas a la organización de la
producción material. Considera decisivo el proceso social del trabajo humano y el papel disruptor de las
situaciones que dan lugar a una alienación del verdadero papel social del hombre como ser de praxis, con
una capacidad libre y creativa de producción.
 Analizó la dinámica de los procesos históricos a partir de la dialéctica de antagonismos y alienaciones a
que daban lugar las contradicciones y carencias de los distintos sistemas de producción, tratando de
desvelar las tendencias de evolución de futuro. El motor del proceso son los procesos sociales específicos
susceptibles de ser conocidos y previstos, conjugando la esfera teórico racional y la empírica-concreta.
Considerando este enfoque como materialismo didáctico o materialismo histórico en contraste con el
idealismo dialéctico de Hegel.
 Pretendía conocer científicamente las leyes de desarrollo de la sociedad, determinando los principales
factores que daban lugar a la génesis del cambio y la dinámica social. Este factor era el “conflicto de
clases” como motor de la historia pues reflejaba las contradicciones y alienaciones implícitas en los
sistemas de producción.
 Postulados básicos del pensamiento de Marx:
 Carácter central de las relaciones de producción
 La dialéctica de interacción entre la infraestructura socioeconómica y la superestructura jurídico-política.
 La dialéctica realidad social-conciencia.
 La dialéctica de las contradicciones/conflictos/cambios, en la que las revoluciones son vistas como
expresión de las necesidades de ajuste de los sistemas sociales, una vez que se llega a un “punto crítico de
ruptura”
 La perspectiva de evolución social en la historia humana, a partir de una tipología básica de los cuatro
grandes modos de producción: asiático, antiguo, feudal y burgués.
 Marx es el sociólogo y economista del régimen capitalistas, es un sociológo-economista, convencido de
que no es posible comprender a la sociedad moderna sin referirse al funcionamiento del sistema
económico, unía la comprensión del presente a la previsión del futuro y la voluntad de acción.

MAX WEBER (1864-1920)


 Su obra ha tenido una enorme influencia en la Sociología actual especialmente en los campos de sociología
política, sociología del conocimiento y en los análisis sobre estratificación social.
 Se ocupó de muchos temas y variadas cuestiones, se resistió a "construir una teoría general”, criticó las
filosofías “emanatistas” (consideraba que los conceptos eran incapaces de reproducir con fidelidad todo el
complejo contenido de lo real), consideraba que cualquier obra “acabada” originaba nuevas cuestiones y
que sería superada en el futuro.

BIOGRAFIA:
 Se educó en un ambiente familiar culto, estudió derecho, historia, economía, filosofía y teología.
 Fue profesor en varias universidades alemanas, se implicó en movimientos políticos y organizó la
Asociación Alemana de Sociología.

OBRAS:
 Estudios de metodología, crítica y filosofía: “Ensayos acerca de la teoría de la ciencia”
 Carácter histórico: estudios sobre derecho romano, civilizaciones de la antigüedad, historia económica,
estudios económicos, políticos y sociales en Alemania y otros países europeos.
 Obras de sociología de la religión: “La ética protestante y el espíritu del capitalismo”, estudios sobre el
confucianismo, el taoísmo, el hinduismo, budismo y judaísmo antiguo.
 Obras sociológicas: “Economía y sociedad”
 Relación con Marx:
 No compartía las líneas generales de la metodología marxista (errores de interpretación o de información).
 Considero como las figuras principales de su tiempo a Marx y a Nietzsche.
 Atribuyó un carácter prevalente al estudio del capitalismo, aunque enfatizando el ámbito de las ideas y
creencias (Marx los económico-materiales).
 Considero que la evolución del capitalismo conduciría a un socialismo moderado, Marx pensaba que se
produciría un cambio revolucionario a un socialismo radical.
 Para sus estudios sobre dinámica de la sociedad capitalista partió de estas consideraciones:
 Metodología: excluía las explicaciones unicausales e intentaba aunar criterios de las ciencias del espíritu y
de las ciencias de la naturaleza.
 Intentó distinguir el plano del poder económico del poder político, diferenciando las ideas de los intereses
con el fin de destacar el papel de las ideas en la vida social.
 Discrepancias explícitas con Marx:
 El capitalismo no tenía un sentido tan negativo. El capitalismo era un exponente de las tendencias hacia
una progresiva racionalización económica. Consideró que la crítica marxista carecía de fundamento
científico.
 Las clases sociales y el conflicto de clases las consideró no solamente en términos económicos sino
considerando factores ideológicos, culturales, de prestigios social, de poder político, etc.
 La autoridad y el poder político obedecen a una lógica que influye en lo económicos. Diferencio los
ámbitos del poder político y el económico.
 Las relaciones entre la infraestructura económico y la superestructura ideológica no eran unívocas ni
unidireccionales. Consideró la religión como un factor en algunos casos fuente de dinamismo económico.
 TEORIAS:
 Determinó la influencia de ciertos ideales religiosos en la formación de una mentalidad económica.
 En su libro “La ética protestante y el espíritu del capitalismo” parte del dato que en occidente se desarrolla
el capitalismo de manera más acusada y rápida en países protestantes y que la mayoría de propietarios y
directivos de las empresas son protestantes.
 Inventarió los rasgos que definen el espíritu capitalista idóneo para triunfar en los negocios y encontró una
gran adecuación entre éste y algunos rasgos de la ética protestante: “libre albedrío”, la “predestinación”, la
perseverancia... Así los calvinistas siguiendo los designios de Dios veían en el escrupuloso cumplimiento
de sus cometidos profesionales una actividad bendecida por Dios y hecha en su propia gloria.
 Estableció que “los elementos esenciales del espíritu del capitalismo son los mismos que se corresponden
con las ascesis profesional puritana. El espíritu del ascetismo cristiano engendró no solo el espíritu del
capitalismo sino la civilización moderna: la racionalización de la conducta sobre la base de la idea
profesional”.
 Por tanto, el capitalismo no podía explicarse solamente a partir de factores económicos.
METODOLOGIA
 Influida por la disputa metodológica de la Alemania de su época:
 Formuló una síntesis entre la tradición neo-kantiana y la neo-idealista aprovechando las perspectivas de las
ciencias de la naturaleza y el espíritu.
 Su enfoque, que calificó como “método comprensivo” intentaba abarcar e integrar los ámbitos de lo
objetivo y lo subjetivo en una perspectiva histórica concreta.
 Integraba tres elementos de análisis:
 El objetivo (con sus relaciones de causalidad)
 El subjetivo (dimensiones de significatividad)
 El histórico (como gran horizonte analítico)
 Definió la Sociología como “una ciencia que pretende entender, interpretándola, la acción social para de
esa manera explicarla causalmente en su desarrollo y efectos”.
 Las herramientas para el análisis weberiano son:
 La “acción” definida como una conducta humana siempre que los sujetos de la acción enlacen a ella un
sentido subjetivo.
 La acción social es una acción donde el sentido mentido por un sujeto o sujetos esta referido a la conducta
de otros orientándose por esta en su desarrollo.
 En la acción social de Weber, que se produce en unos marcos específicos, se pueden observar
“regularidades de hecho” (una acción repetida por los mismos agentes o extendida a muchos, con un
sentido homogéneo). La Sociología se ocupa de estos tipos de desarrollo de la acción, en oposición a la
historia, interesada en las conexiones singulares.
 La “relación social”: es una conducta plural que se presenta como recíprocamente referida y se orienta por
esa reciprocidad. Es la probabilidad de que se actuará socialmente en una forma (con sentido) indecible.
 Estas relaciones sociales se deben abordar:
 Mediante la búsqueda de las reglas del acaecer (interpretaciones causales)
 Mediante la construcción de “conceptos-tipo”
 La “interpretación causal”: implica que el desarrollo externo y el motivo hayan sido conocidos de un modo
certero y al mismo tiempo comprendidos con sentido en su conexión.
 Una interpretación causal correcta de una acción típica significa: que el acaecer considerado típico se
ofrece con adecuación de sentido y puede ser comprobado como causalmente adecuado. Si falta
adecuación de sentido será una probabilidad estadística no susceptible de comprensión, si falta la
probablidad de que una acción tome la forma adecuada por el sentido no podrá hablarse de “leyes
sociológicas”.
 El “tipo” es el marco conceptual básico para entender las acciones sociales. Los “tipos” son instrumentos
metodológicos que permiten una mejor comprensión de la realidad proporcionando marcos de referencia:
 Tipos ideales: establecen una ordenación racional de la realidad. No se dan en toda su pureza en la
realidad, pero sirven para arquetizar la realidad y destacar sus rasgos fundamentales.
 Tipos promedio: permiten formular una catalogación de lo que ocurre en la realidad.
 Construyó un buen número de tipologías: sobre los actos sociales, el orden legítimo, las asociaciones
económicas, las formas de poder o dominación.

CONCLUSION:
 No intentó llegar a conocimientos definitivos, se aplicó a las más diversas cuestiones relacionadas con lo
social, acumulando conocimientos, hipótesis, sugerencias y propuestas metodológicas para abordar con
rigor la sociedad humana. No intentó descubrir y trasmitir “verdades absolutas” sino orientaciones útiles.
La sociología estudia al hombre en su Articulo Muy Interesante
medio social, es decir, en el seno de una
sociedad, cultura, país, ciudad, clase Con este propósito, Durkheim orientó sus
social, etcétera. Sin embargo, el ámbito de esfuerzos hacia investigaciones sociales
investigación de los sociólogos puede específicas, buscando reglas y procedimientos
abarcar desde grandes y vastos conjuntos, de investigación social concretos que
hasta reducidas unidades de observación, permitieran sentar las bases de la sociología
aunque siempre exista entre ambas la como una verdadera doctrina empírica. Su
complementariedad en el análisis. La trabajo permitió llevar a cabo una certera
sociología no estudia la sociedad como diferenciación de la sociología con respecto a
"suma de individuos", sino que estudia las otras disciplinas próximas, como era el caso de
múltiples interacciones de esos individuos la filosofía social. En el ámbito metodológico, el
que son las que le confieren vida y autor insiste en que para comprender lo social
existencia a la sociedad en todas sus no se debe partir de los individuos aislados, ni
manifestaciones, aplicando métodos de de los métodos psicológicos, sino de otros
investigación y evaluación sistemáticos métodos distintos orientados a explicar lo que
que permiten su medición, cuantificación y sucede en los grupos humanos. Para él, la
verificación empírica. sociedad es algo más que la mera suma de los
individuos que la componen; tiene sus propias
La pluralidad de enfoques metodológicos leyes y es previa a los individuos que la
de esta joven ciencia y su acelerado integran; la sociedad es en sí misma una
proceso de especialización interno han realidad con entidad propia. En este sentido,
favorecido la existencia de un profundo Durkheim dio respuesta a cuestiones como qué
desacuerdo con respecto a la elaboración es lo social, cómo se identifica, cómo delimitar
de una definición de esta disciplina el objeto de estudio y cómo abordar su
unánimemente consensuada por la análisis, y plasmó sus planteamientos teóricos
comunidad científica. La complejidad para en su trabajo Las reglas del método
delimitar su objeto de estudio, dada la sociológico. El autor consideraba que la
naturaleza singular y dinámica del mismo, sociología podía aportar soluciones científicas a
así como para determinar los los problemas sociales y sostenía la creencia de
procedimientos del método científico que que el nacimiento de la sociología se
pueden ser aplicados al estudio de la relacionaba con el cambio de ideas religiosas y
realidad social, constituyen todavía hoy los la emergencia del socialismo. El contexto de la
dos grandes desafíos que esta moderna época en la que vivió el sociólogo francés
ciencia deberá resolver en el futuro. En influyó en su interés por el estudio de las
cualquier aproximación que se realice a fuerzas de cohesión social que primarían en las
esta disciplina, resultará fundamental sociedades del futuro. Durkheim procedía de
tener presente que, tal y como sostiene el una familia judía y fue testigo de la experiencia
sociólogo Neil Smelser, una de las de la Comuna de París, vio llegar la
características principales de la sociología instauración de la Tercera República en Francia
radica en ?la existencia de una gran y también observó cómo en la sociedad
cantidad de escuelas que se yuxtaponen, francesa resurgieron brotes antisemitas a
y, a veces, luchan entre sí?, de modo que consecuencia del escándalo Dreyfus (por el que
?existe un gran desacuerdo sobre los se acusó al militar francés Alfred Dreyfus de
problemas fundamentales, los conceptos, espionaje a favor de Alemania en 1894, si bien
las teorías y los métodos de las pruebas demostraban su inocencia y fue
investigación?. Desde sus orígenes hasta excarcelado en 1906). Todos estos
nuestros días, se han ofrecido múltiples acontecimientos debieron influir en el autor,
definiciones sin que ninguna de ellas haya puesto que en sus trabajos prestó atención a
contado con el acuerdo unánime de la cuestiones relacionadas con la solidaridad
comunidad científica. No obstante, durante grupal, la crisis de creencias, la anomia y el
los últimos años, el esfuerzo definitorio ha orden social. Estas inquietudes se plasmaron
pasado a un segundo plano -en cuanto en obras como La división del trabajo (1893),
preocupación de quienes la practican- y donde presenta un estudio sobre las formas de
prima una aplicación del método científico solidaridad en la sociedad moderna; El
al ámbito de lo social, demostrando de suicidio (1897), trabajo en el que sostiene que
este modo que la sociología como ciencia los factores sociales tienen gran influencia en
es capaz de ofrecer resultados específicos el comportamiento individual y donde combina
y rigurosos sobre determinados hechos de forma magistral la empiria con la teoría;
sociales. finalmente, en Las formas elementales de la
vida religiosa(1912) se analiza la religión en su
Teniendo presentes estos problemas función social. La sociología no se puede
definitorios, cabe considerar como primera entender sin la aportación de Emilio Durkheim,
referencia básica y operativa la definición que inicia y abre el camino para la
ofrecida por el sociólogo español José Félix investigación social, aplicando el utillaje propio
Tezanos, que entiende la sociología ?como de una metodología científica a los hechos
el resultado de aplicar, en un determinado sociales, que también define, acota y hace
contexto histórico, los procedimientos de operativos para el análisis.
conocimiento propios del método científico
al estudio de los fenómenos que acontecen Otra figura fundamental en el desarrollo de la
en la esfera de lo social (relaciones sociología lo constituye Karl Marx. Los trabajos
sociales y procesos de interacción que se del filósofo alemán, que nunca se consideró a
producen en el ámbito de las estructuras sí mismo como sociólogo, aportan importantes
sociales).? Y, acercando todavía más esta observaciones sociológicas en cuanto relaciona
ciencia a la convivencia ciudadana, elementos de carácter económico con el
Anthony Giddens sostendrá que funcionamiento y evolución de las instituciones
?sociología es el estudio de la vida social sociales. Por ello puede ser considerado uno de
humana, de los grupos y sociedades. Es los fundadores de esta disciplina y el iniciador
una empresa cautivadora y atrayente, al de una de las principales corrientes de
tener como objeto nuestro propio pensamiento dentro de la sociología: la que
comportamiento como seres humanos. El considera que es el conflicto el factor decisivo a
ámbito de la sociología es la hora de explicar la dinámica social -a
extremadamente amplio, desde el análisis diferencia de otros padres fundadores que
de los encuentros efímeros entre enfatizaban el orden y la armonía social. Para
individuos en la calle hasta la investigación Marx, dentro de un posicionamiento teórico al
de los procesos sociales mundiales?. Por que denominó "concepción materialista de la
último, quepa destacar con respecto a las historia" o "materialismo histórico", el cambio
críticas y objeciones que a menudo ponen social está fuertemente influido por elementos
en duda la cientificidad de la sociología -y de carácter económico. Los factores
de otras ciencias sociales- que el elemento económicos provocan conflictos entre las clases
crucial por el que se atribuye el calificativo sociales que son, a su vez, el motor del
"ciencia" a toda rama del conocimiento se desarrollo histórico. El autor desarrollaría una
fundamenta en la aplicación del método teoría sobre la evolución social partiendo del
científico a su objeto de estudio. En el estudio de los procesos de producción
ámbito de lo social se puede constatar, a económica. Aunque aborda un amplio elenco
través de la aplicación de herramientas de temas, Marx prestó especial atención a los
propias de una metodología científica, cambios acontecidos en la época moderna.
regularidades y correlaciones causales Desde su perspectiva, los cambios más
suficientes para atribuir a la sociología un importantes en el período moderno se
carácter eminentemente científico, aunque relacionaban directamente con el desarrollo del
por la naturaleza de su objeto de estudio capitalismo. Entendía el capitalismo como un
resulte difícil, y muchas veces inexacta, la sistema de clases en el que el enfrentamiento
elaboración de previsiones de la conducta entre ellas era constante. Según su visión, el
social. En la aproximación a la sociología capitalismo sería sustituido por el socialismo o
hay que valorar que se trata de una por el comunismo, sociedades en las que no
ciencia joven a la queda mucho camino habría clases y los medios de producción serían
por recorrer antes de alcanzar su de propiedad comunal con un orden social más
madurez; por lo que, en la actualidad, los plural y menos restrictivo en cuanto a la
problemas del desarrollo de esta disciplina participación de los ciudadanos en todos los
son comunes a los que tuvieron otras órdenes de la vida. Marx optó por estudiar la
ciencias, como la física, que con el evolución del capitalismo, que él consideraba
transcurrir de los siglos fue acumulando un predecible, y de cuyo análisis descubriría la
considerable número de conocimientos forma de operar que tienen los sistemas de
científicos y prácticos y pudo ofrecer producción a través de una dinámica histórica
tiempo después resultados apreciables. caracterizada por los enfrentamientos de clases
Por tanto, no se debe ignorar la historia de que generaban. Aspiraba a llegar al
cada disciplina, que ayudará a entender conocimiento científico de leyes de desarrollo
sus logros cuando se ponen en relación las de la sociedad, identificando los elementos que
posibilidades y constreñimientos técnicos y inducían el cambio y la dinámica social. Si bien
metodológicos disponibles en cada período es cierto que no pudo completar su objetivo, el
y el modo en el que se ha llevado a cabo camino desarrollado por el autor en este
su transformación. empeño marca un punto de inflexión para el
desarrollo de la sociología, cuya influencia ha
Historia de la Sociología llegado hasta nuestros días. Entre sus obras
más representativas, cabe destacarEl
Los orígenes de esta ciencia social se Capital (1875), Trabajo, Salario y
enmarcan en un período de tiempo Capital(1849) y Crítica de la economía
específico, el de los siglos XVIII y XIX, política(1859).
caracterizado por la sucesión de grandes
cambios y transformaciones en diversos Para completar el marco inicial desde el que se
ámbitos de la vida, como el económico, el produce el desarrollo de la teoría sociológica
político y el social. Fueron los años en los que más ha influido en la época
que surgiría el Renacimiento y la contemporánea, cabe reseñar la figura del
Ilustración, que marcaron el inicio de una también alemán Max Weber. Para este autor, a
nueva forma de pensamiento científico. diferencia de Marx, los cambios significativos
Ante las transformaciones acontecidas en acontecidos en la época que le tocó vivir no
este breve período, entre los que cabe podían ser explicados únicamente por factores
destacar la Revolución Americana (1775- de índole económica. Serían más bien los
1783), la independencia de las colonias elementos de carácter cultural los que
latinoamericanas de sus metrópolis, la explicaban el cambio social, que obedecía a un
Revolución Francesa (1789) o la revolución "patrón" acumulativo al que denominó
industrial, algunos pensadores de la época "racionalización". La obra de Weber sobre la
tratarán de explicar, interpretar y predecir dinámica social ha calado profundamente en el
dichos cambios, aspirando a una desarrollo de la sociología tal y como hoy la
comprensión científica de tales concebimos. El análisis de la relación entre
transformaciones. Surgiría entonces un economía y religión llevado a cabo por el autor,
marcado interés por observar, describir y con objeto de identificar la influencia de ciertas
clasificar ciertos fenómenos sociales con el creencias religiosas en la formación de una
objetivo de encontrar leyes estadísticas o mentalidad económica concreta, constituye un
regularidades que permitieran predecirlos, clásico de la sociología y un exponente riguroso
así como examinar las circunstancias y de la investigación social. En La ética
condiciones por las que resultaba más protestante y el espíritu del capitalismo, el
verosímil que determinados cambios y autor parte de la observación del hecho
transformaciones afectaran al orden específico, a partir de la cual establece
político, social, económico y cultural relaciones causales entre el desarrollo del
dominante en cada sociedad. El nacimiento capitalismo y la mentalidad protestante. En el
de la sociología, por tanto, tiene lugar en aspecto metodológico, Weber defendió la
una coyuntura histórica concreta en la que dimensión científica de la sociología, aunque
se registran profundas transformaciones llamó la atención sobre la especificidad de los
técnicas, significativos cambios en las hechos o fenómenos sociales. Propuso un
formas de organización político-sociales y enfoque al que denominó ?método
en las formas de producción y comprensivo?, por el que se combinaban tres
comercialización de mercancías. dimensiones de análisis: la objetiva, la
subjetiva y la histórica. La influencia de la obra
En este período histórico se produjo el de Weber en los sociólogos posteriores ha sido
paso de una sociedad estamental a una muy profunda, no tanto por las teorías
sociedad industrial, lo que daría lugar al desarrolladas, sino por sus orientaciones
desarrollo de algunas de las metodológicas y sus propuestas analíticas.
transformaciones más significativas que ha Finalmente, las elaboraciones realizadas por el
experimentado la historia de la autor sobre la burocracia, como rasgo
humanidad. Sería esta emergencia característico de la época contemporánea,
vertiginosa de nuevos procesos de todavía no han perdido vigencia.
estructuración y desestructuración en la
sociedad estamental en su tránsito hacia Corrientes y escuelas de pensamiento
un nuevo orden de relaciones políticas,
económicas y sociales, lo que Las divisiones teóricas dentro de la sociología
desencadenaría el surgimiento de una actual son reflejo, en buena medida, de
nueva disciplina científica que se ocupase enfoques elaborados en las postrimerías del
de los problemas que generaba la siglo XIX o en los inicios del presente. La
construcción y modificación del orden producción intelectual dentro de esta disciplina
social. En este tránsito convulso del puede ordenarse utilizando diferentes
feudalismo al capitalismo, surge la parámetros. En este caso, partimos de un
sociología como manifestación del proceso esquema global, que conjuga las más decisivas
de especialización que experimentarían el corrientes de pensamiento que han llegado
conjunto de las ciencias, en unas hasta la época actual de forma integradora,
sociedades cada vez más complejas, más resaltando las conexiones entre las doctrinas
seculares y menos estáticas. Con la dominantes en esta disciplina y otras
gestación y desarrollo del Estado Moderno provenientes del ámbito de diversas ciencias
aparecería la ciencia política; después lo sociales. La primera corriente de pensamiento
haría la economía, influida por nuevos dentro de la sociología, y que ha mantenido su
criterios de racionalidad que calarían en influencia hasta la actualidad, aunque en sus
una sociedad en transformación; inicios estuvo seriamente influida por
finalmente, lo haría la sociología. Por fundamentos filosóficos, es el evolucionismo. A
tanto, los intensos cambios sociales y finales del siglo pasado las tesis darwinistas y
económicos registrados entre el siglo XVIII evolucionistas primaban en el corpus
y el siglo XIX, acompañados por nuevos conceptual de algunas ciencias naturales. En
modelos de organización en el plano algunos círculos académicos también se
político y por un significativo desarrollo de comienza a desarrollar la idea de poder
los medios técnicos, dieron lugar a encontrar paralelismos entre la evolución de
constantes alteraciones de los patrones los organismos biológicos, basados en las tesis
sociales, lo que condujo a que algunos de Charles Robert Darwin, y el de la sociedad.
pensadores y científicos de la época Por tanto, en algunos círculos académicos se
reflexionaran sobre la dimensión consideraba probable el poder encontrar una
estática/dinámica y de armonía/conflicto teoría de la evolución social y del darwinismo
de las relaciones sociales. Estas social. En esta ardua tarea se inscriben los
reflexiones determinarían el surgimiento trabajos de Herbert Spencer, quien planteaba
de una nueva disciplina científica dentro de que el cambio social constituía la necesidad de
las ciencias sociales. adaptarse a un nuevo entorno, como una
forma de lucha por sobrevivir en un mundo
Si bien la sociología tiene su origen entre donde los recursos escaseaban. Las
el siglo XVIII y el siglo XIX, es posible aportaciones más tempranas tendían a
encontrar en la historia del pensamiento identificar evolución con progreso, de forma
aproximaciones al estudio de las que el desarrollo de las sociedades tenía una
sociedades y esfuerzos analíticos al evolución lineal tendente a la complejidad. Con
respecto, como veremos seguidamente. Es diferentes matices, en esta línea de
el caso, por ejemplo, del filósofo pensamiento trabajaron hombres como Oswald
griegoAristóteles, que fue el primero en Spengler, el historiador británico Arnold
analizar cómo se estructuraban las Toynbee y Joseph Arthur Gobineau, quien
relaciones sociales y el orden político en formuló un combinado de teorías racistas que
un caso específico, el de las ciudades- influirían en la posterior formación de
estado helénicas, empleando el método ideologías excluyentes y xenófobas de enorme
empírico y positivo. Por otra parte, en la impacto en Europa Occidental. Más
Grecia clásica, algunos sofistas orientaron recientemente, se han elaborado
sus estudios hacia el hombre como ser construcciones teóricas que hunden sus raíces
social, constituyendo por tanto un en estos primeros postulados, si bien conciben
antecedente remoto del quehacer una evolución multilineal en el desarrollo de las
sociológico. También en las obras del sociedades como forma de adaptación al
historiador griego Heródoto es posible medio. El mayor exponente de esta línea de
encontrar descripciones específicas sobre pensamiento contemporánea lo constituye
costumbres de diferentes pueblos de la Gerhard Lenski.
antigüedad. Y más próximo en el tiempo
encontramos a Montesquieu, que comparó Funcionalismo
diferentes instituciones políticas y sociales
aplicando el método deductivo de origen El funcionalismo, como corriente de
aristotélico. Otros pensadores cuyas obras pensamiento, se inició con Comte y Durkheim,
podemos considerar como antecedentes al si bien el funcionalismo moderno sería influido
estudio de las sociedades humanas son por trabajos elaborados desde el ámbito de la
Thomas Hobbes y Baruch Spinoza. Ambos antropología; tal es el caso de A. R. Radcliffe-
procuraron explicar los fenómenos sociales Brown (1881-1955) y Bronislaw Malinowski.
aplicando un enfoque racional y científico Ambos autores opinaban que era preciso
que les llevaría a apostar por una ?física estudiar una sociedad en su conjunto para
social? diferenciada de la política. Otras poder comprender el funcionamiento de sus
aportaciones vendrían de la mano de instituciones y el modo en el que se relacionan
Adam Smith, Adam Ferguson o John Millar sus miembros. En el período de entreguerras,
(1735-1801) que, aunque con una Talcott Parson (1902-1979), fundador de esta
perspectiva economicista, desarrollaron los escuela, y Robert K. Merton (1910), que ocupó
primeros análisis sobre la división del la dirección del Centro de Investigaciones de la
trabajo y las consecuencias, en cuanto Universidad de Columbia, sentaron las bases
fragmentación o disfunción social, que este de la tradición más relevante que ha tenido la
fenómeno producía. Por el contexto en el sociología, especialmente en los Estados
que surgió la sociología, ésta se vería Unidos de América. Ambos autores, influidos
influida también por corrientes de en alguna medida por ciertos elementos
pensamiento positivistas y empiristas, muy propios de las teorías evolutivas, entenderán
especialmente por los trabajos de Francis que existen disfunciones del comportamiento
Bacon, John Locke, David Hume o George social que son una amenaza para el orden
Berkeley. Por su parte, algunos existente. Habría, por tanto, determinados
pensadores de la Ilustración también factores de la vida social que favorecerían la
contribuirían en el más temprano cohesión social o armonía, mientras que otros
desarrollo de la sociología; tal es el caso provocarían conflicto. Buscarían así los
de autores como Anne Robert elementos que favorecían el orden y desorden
Turgot,Condorcet, Thomas Malthus o social atribuyendo a la sociedad elementos
Quetelet (1796-1874), que desarrolló propios del ser humano, como la voluntad o la
estudios de estadística aplicados al ámbito necesidad, enfatizando cómo cada una de las
de lo social bajo el término ya referido de instituciones de la sociedad (o cada parte)
"física social". contribuye al todo.

Pero el verdadero e indiscutible precursor Estructuralismo


de la sociología sería el francés Enrique de
Rouvroy, conde de Saint-Simon. El El estructuralismo también se gesta teniendo
objetivo que pretendía este pensador era como base la obra de Durkheim, aunque su
organizar la sociedad teniendo como base desarrollo sería influido claramente por la
la ciencia y la industria, y con ello llegar a lingüística. El primer trabajo inspirador de las
establecer una sociedad sin clases. Las tesis de esta corriente de pensamiento
propuestas teóricas de Saint-Simon proviene del lingüista suizo Ferdinand de
aparecen difuminadas en diversas cartas y Saussure, cuyas tesis se incorporarían a
folletos, y se pueden citar como sus obras diferentes ciencias sociales. La idea
más influyentes en el ámbito de la fundamental que trasmite es la de estudiar
sociología laReorganización de la sociedad todo aquello que subyace al habla o a las
europea, El organizador, Del sistema palabras, es decir, la propia estructura.
industrial,Catecismo de los lingüística o las llamadas "reglas de
industriales, Nuevo significación". Esta corriente tuvo mayor peso
Cristianismo y Fisiología Social. Planteaba en la antropología, de la mano del filósofo y
el autor la necesidad de construir una antropólogo francés Lévi-Strauss (1908), que
ciencia de la sociedad basada en hechos en sociología; aunque sus nociones y
observados y discutidos; esto es, en una conceptos se han aplicado en el estudio de las
filosofía positiva que tendría el nombre de ideologías, la cultura y los medios de
?fisiología social?. Uno de sus comunicación, obteniendo grandes resultados
discípulos,Augusto Comte, pasaría a ser en estos dos últimos ámbitos. Esta perspectiva
considerado el padre de la sociología. teórica se fundamenta en la explicación del
comportamiento de los individuos a través de
El término sociología fue acuñado por determinadas fuerzas sociales según el modo
primera vez en 1839 por este último autor. en el que estén organizadas.
Su idea fundamental era que todas las
ciencias tenían una dependencia jerárquica Interacionismo
y acumulativa de tipo piramidal. En la base
situaba a las matemáticas, encima a la
El interaccionismo simbólico ha sido una de las
mecánica, la física, la química, la biología,
corrientes que más ha competido con el
etcétera. En el vértice de la pirámide, de
funcionalismo, llegando a enfrentarse
acuerdo a su perspectiva, se debería
abiertamente con él. Como el estructuralismo,
encontrar la sociología o Ciencia de la
surge de la influencia de trabajos de carácter
Sociedad. Para Comte, la complejidad de
lingüístico, pero se desarrolla en otra dirección
cada ciencia dependía de los fenómenos
e influido también por la fenomenología
estudiados. Así, primero se habrían
desarrollada dentro del campo de la filosofía a
desarrollado las ciencias que se ocupan de
comienzos del siglo XX. Los sociólogos de la
los fenómenos más simples, mientras que
fenomenología se alejaban de las concepciones
aquellas que abordan el estudio del ser
totalizantes de Marx y Durkheim sobre la
humano, por ser las más complejas,
sociedad y el cambio, orientando sus trabajos a
habrían tenido un desarrollo más tardío en
la forma en que los individuos perciben e
el tiempo. De acuerdo con la propuesta
interpretan subjetivamente el mundo que les
comtiana, la sociología sería la última
rodea, un enfoque, por tanto, más cercano al
ciencia en gestarse, porque previamente
de Weber y cuyo máximo representante es
era preciso el desarrollo encadenado de las
Edmund Husserl. En el interaccionismo
anteriores para poder completar la
simbólico, se parte de la idea de que es posible
pirámide del conocimiento, que culminaba
llegar a conocer cómo somos a través del
con la ciencia de las ciencias: la sociología.
modo en el que los demás nos perciben. Su
Consideraba este pensador que la nueva
mayor exponente, George Herbert Mead
ciencia debía contribuir al bienestar de la
(1863-1931), y sus discípulos -como Erving
sociedad, presumiendo que pondría orden
Goffman o George Gurvitch-, sostienen que
después de un período de convulsiones
toda relación social (o interacción) es un
políticas y sociales provocadas por la
revolución industrial y la Revolución intercambio de símbolos, como claves que
Francesa. Uno de los ejes fundamentales advierten del comportamiento más adecuado
de sus planteamientos consistía en lo que en cada situación. Los estudios realizados
él denominó "ley de los tres estadios". Por desde esta perspectiva han aportado brillantes
dicha expresión entendía que la observaciones sobre la naturaleza de las
humanidad habría de atravesar tres acciones humanas en sociedad, es decir, en el
etapas: la teológica, la metafísica y la ámbito de la microsociología. Entrelazada con
positiva. En el primer estadio, el teológico, las dos corrientes anteriores, encontramos la
la explicación de los hechos sociales se etnometodología, una nueva elaboración que
fundamentaría, según Comte, en las parte también de postulados individualistas y
fuerzas sobrenaturales. Esta etapa que fue fundada en 1960 por Harold Garfinkel.
corresponde a sociedades agrarias en las Esta perspectiva se enfrenta a los postulados
que priman formas de organización parsonianos y nace como oposición al
autoritarias y con altos niveles de control funcionalismo, manifestando un marcado
social, en las que la máxima autoridad individualismo en su dimensión empírica y en
corresponde a un ser sobrenatural. En la la teórica. Lo más reseñable de esta corriente
segunda etapa, el estadio de la metafísica, es la conceptualización que realizan de un
las explicaciones de los fenómenos nuevo nivel de análisis empírico, el que
sociales basados en elementos combina la cultura con la intencionalidad
sobrenaturales son sustituidas por otras individual, que permite aproximarse a la
fundamentadas en entidades e ideas comprensión del cambio social desde una
abstractas. Durante esta etapa el poder perspectiva completamente novedosa,
terrenal y temporal sustituye al poder rechazando las normas colectivas y
espiritual, surgen los Estados como fundamentando los estudios en la experiencia y
entidades de organización política y se la acción de los individuos. En el
desarrolla una autoridad civil sobre la interaccionismo y en la etnometodología los
militar que primaba en la etapa anterior. individuos actúan según unas expectativas
Por último, en la etapa positiva se subjetivas (influidas por sus experiencias
establecen leyes sobre las relaciones entre personales), y no tanto por condicionamientos
los hechos a través de la observación y la objetivos; es decir, que las personas se
cuantificación, que permiten prever cómo interesarían más por los fines que por los
evolucionan y se gestan los fenómenos medios.
sociales y cómo intervenir en su
transformación. El autor, preocupado por
los cambios sociales que atravesaba
Francia, estimaba que había un sistema
Articulo Muy Interesante
social que estaba finalizando y percibía dos
movimientos que impulsaban a su
sociedad: uno de desorganización y otro
de reorganización. A estos dos procesos
los calificó como "dinámica social" y
"estática social". En síntesis, las
aportaciones de Comte a la sociología
fueron fundamentalmente tres: una
concepción positiva sobre la pirámide de
las ciencias -en cuyo vértice ubicaba a la
sociología-, la ley de los tres estadios y la
concepción de una ciencia que mejoraría la
convivencia ciudadana y el bienestar
social. En el plano metodológico, su
contribución es muy reducida y se limita
únicamente a la reivindicación del método
positivo, que él entendía como
observación, comparación y búsqueda de
regularidades sociales evolutivas. Aunque
Comte ha sido considerado como el padre
fundador de esta disciplina científica, lo
cierto es que el desarrollo de la misma se
alejó rápidamente de los postulados
comtianos. Incluso se ha puesto en duda
el gran peso atribuido al autor, estimando
algunos sociólogos posteriores que el
propio Saint-Simon avanzó más en la vía
que permitió la evolución posterior de la
nueva disciplina científica.

Donde sí existe un gran consenso entre los


sociólogos actuales es en la consideración
de Émile Durkheim como la figura
fundamental en el desarrollo de la
sociología que ha llegado hasta nuestros
días. Durkheim, aunque influido
inicialmente por los trabajos de Comte,
consideró que para que la sociología se
convirtiera en una verdadera ciencia debía
estudiar los ?hechos sociales?, de modo
que debía orientarse hacia el análisis de
las instituciones sociales con la misma
objetividad con la que los científicos
estudian la naturaleza, apostando así por
un estudio de los hechos sociales como si
fuesen ?cosas?, con el mismo rigor con el
que se aborda el estudio de los objetos o
de los sucesos de la naturaleza.
La sociología estudia al hombre en
su medio social, es decir, en el seno de
una sociedad, cultura, país, ciudad, clase
social, etcétera. Sin embargo, el ámbito
de investigación de los sociólogos puede
abarcar desde grandes y vastos
conjuntos, hasta reducidas unidades de
observación, aunque siempre exista entre
ambas la complementariedad en el
análisis. La sociología no estudia la
sociedad como "suma de individuos", sino
que estudia las múltiples interacciones de
esos individuos que son las que le
confieren vida y existencia a la sociedad.

Sociología, ciencia que estudia el


desarrollo, la estructura y la función de la
sociedad. Otras disciplinas de las ciencias
sociales (economia, ciencias politicas,
antropología y psicología) también
estudian temas que pertenecen al ámbito
de la sociología. Los sociólogos analizan
las formas en que las estructuras
sociales, las instituciones (clase,familia,
comunidad y poder) y los problemas de
índole social (delito) influyen en la
sociedad.

La sociología se basa en la idea de que


los seres humanos no actúan de acuerdo
a sus propias decisiones individuales, sino
bajo influencias culturales e históricas y
según los deseos y expectativas de la
comunidad en la que viven. Así, el
concepto básico de sociología es la
interacción socialcomo punto de partida
para cualquier relación en una sociedad.
La sociología que estudia los detalles de
las interacciones de la vida cotidiana
recibe el nombre de microsociología y la
que se ocupa de los patrones de relación
entre sectores sociales más amplios (el
Estado, la economía e incluso las
relaciones internacionales) recibe el
nombre de macrosociología.

Historia de la sociología

El origen de la sociología como disciplina


o conocimiento sistematizado es
relativamente reciente. El concepto de
sociedad civil como ámbito diferente al
Estado se encuentra por primera vez en
el siglo XVII en la obra de los filósofos
ingleses Thomas Hobbes y John Locke, y
de los pensadores del Siglo de las luces
(en Francia y Escocia). El primer enfoque
de la sociología ya se encuentra tanto en
estos trabajos como en los escritos sobre
filosofía de la historia del italiano
GiamBattista Vico y en el estudio del
cambio social del filósofo alemán Hegel.

Origenes

La primera definición de sociología fue


propuesta por el filósofo francés Auguste
Comte. En 1838, Comte acuñó este
término para describir su concepto de
una nueva ciencia que descubriría unas
leyes para la sociedad parecidas a las de
la naturaleza, aplicando los mismos
métodos de investigación que las ciencias
físicas. El filósofo británico Herbert
Spencer adoptó el término y continuó el
trabajo de Comte.

Hoy también se consideran fundadores de


esta disciplina a algunos filósofos sociales
del siglo XIX que nunca se consideraron
sociólogos. El principal entre ellos fue
Karl Marx, aunque no hay que olvidar al
aristócrata francés conde de Sain-Simon,
al escritor y estadista Alexis de Toqueville
y al filósofo y economista inglés John
Stuart Mill. En el siglo XIX se desarrolló la
corriente estadística empírica que
posteriormente se incorporó a la
sociología académica.

Desarrollo

Hasta finales del siglo XIX la sociología no


comenzó a ser reconocida como disciplina
académica. En Francia, Emile Durkheim,
heredero intelectual de Saint-Simon y
Comte, comenzó a enseñar sociología en
las universidades de Burdeos y París.
Durkheim, fundador de la primera
escuela de pensamiento sociológico,
destacaba la realidad independiente de
los hechos sociales (independientes de
los atributos psicológicos de las personas)
e intentaba descubrir las relaciones entre
ellos. Durkheim y sus seguidores
estudiaron ampliamente las sociedades
no industrializadas de forma similar a
como, más adelante, lo harían los
antropólogos sociales.
En Alemania, la sociología fue reconocida
formalmente como disciplina académica
en la primera década del siglo XX, en
gran parte gracias a los esfuerzos del
economista e historiador alemán Max
Weber. Frente a los intentos por parte de
Francia y de los países de habla inglesa
de modelar la disciplina según las
ciencias físicas, la sociología alemana se
basó en una amplia erudición histórica
modulada por la influencia del marxismo,
muy presente en el trabajo de Weber. Los
esfuerzos del filósofo alemán Georg
Simmel por definir la sociología como una
disciplina independiente, subrayaron el
enfoque humano del idealismo filosófico
alemán.
En Gran Bretaña, la sociología sufrió una
lenta evolución. Hasta la década de 1960,
la enseñanza de esta disciplina se limitó
básicamente a una institución académica,
la London School of Economics de la
Universidad de Londres. La sociología
británica combinaba el interés por el
cambio social evolutivo a gran escala, con
el interés práctico por problemas
administrativos del Estado de Bienestar.

En la segunda mitad del siglo XX, cuando


ya había decaído el interés por las teorías
evolutivas de Comte y Spencer, la
sociología comenzó a estudiar
determinados fenómenos sociales como
el delito, las desavenencias
matrimoniales y la aculturación de los
inmigrantes.

El centro más importante del estudio de


la sociología antes de la II Guerra
Mundial (1939-1945) fue la Universidad
de Chicago (EEUU). Allí, el filósofo
estadounidense George Herbert Mead,
formado en Alemania, destacaba en sus
trabajos la influencia de la mente, el yo y
la sociedad en las acciones e
interacciones humanas. Este enfoque
(conocido posteriormente como
‘interaccionismo simbólico’) hacía
hincapié en los aspectos
microsociológicos y psicosociales. En
1937 el sociólogo estadounidense Talcott
Parsons utilizó las ideas de Durkheim,
Weber y del sociólogo italiano Vilfredo
Paretto en su obra principal La estructura
de la acción social, ampliando así el
enfoque estrecho y limitado de la
sociología estadounidense, y centrándose
en el estudio de la acción social. En la
Universidad de Columbia, el sociólogo
estadounidense Robert Merton intentó
vincular la teoría con una rigurosa
investigación empírica de recopilación de
datos.
Tanto en Estados Unidos como en Europa
occidental, Marx, Durkheim y Weber son
considerados como los pensadores
clásicos más relevantes de la tradición
sociológica y sus obras continúan
ejerciendo gran influencia en los
sociólogos contemporáneos.

Areas de la sociología

Durante mucho tiempo se ha identificado


la sociología con una amplia
reconstrucción evolutiva del cambio
histórico en las sociedades occidentales y
con el estudio de las relaciones e
interdependencias entre instituciones y
aspectos de la vida social (economía,
Estado, familia o religión). Por esta razón,
se consideraba a la sociología como una
disciplina sintetizadora que intentaba
integrar los resultados de otras ciencias
sociales. Aunque estos conceptos sobre el
ámbito y el enfoque de la sociología
siguen siendo válidos, actualmente se
tiende a considerarlos como una parte de
la teoría sociológica que a su vez sólo es
un área de la ciencia de la sociología.

La teoría sociológica también engloba el


estudio y el análisis de conceptos básicos
comunes a todas las esferas de la vida
social estudiadas por los sociólogos. El
énfasis puesto en las investigaciones
empíricas, realizadas con métodos de
investigación estandarizados y a menudo
estadísticos, desvió la atención de los
sociólogos desde la visión abstracta de
los estudios del siglo XIX hacia áreas más
concretas de la realidad social. Estas
áreas se convirtieron en subáreas y
especialidades de la sociología y hoy son
objeto de estudio en cursos académicos,
libros y revistas especializadas. Gran
parte del trabajo de investigación de los
sociólogos se refiere a alguna de las
múltiples subáreas en las que está
dividida la disciplina. La mayoría de estas
subáreas comparten los mismos
conceptos básicos y técnicas de
investigación. Por esta razón, la teoría
sociológica y los métodos de
investigación son dos asignaturas
obligatorias para cualquier sociólogo.

Las subáreas más antiguas de la


sociología son aquellas que estudian los
fenómenos sociales que no han sido
todavía considerados objeto de estudio
por otras ciencias sociales; por ejemplo,
el matrimonioy la familia, la desigualdad
social, la estratificación social, las
relaciones étnicas, la desviación social,
las comunidades urbanas y las
organizaciones formales. Subáreas de
origen más reciente son la gerontología,
la sociología del sexo y los estereotipos
sexuales
.
Dado que prácticamente toda actividad
humana implica una relación social, otra
de las subáreas importantes de
especialización de la sociología es el
estudio de la estructura social en los
distintos campos de actividad humana,
como la sociología política, la sociologia
del derecho, de la religión, de la
educación, del ejército, de las
ocupaciones y de las profesiones, de las
burocracias, industrial, de las artes, de
las ciencias, del lenguaje (o
sociolingüística), de la medicina, de la
biología (sociobiología), de los medios de
comunicación y de los deportes. Estas
subáreas difieren de modo considerable
en cuanto a volumen de investigación y
número de adeptos. Algunas subáreas
(como la sociología del deporte) son de
origen reciente, mientras que otras
(como la sociología de la religión y del
derecho) tienen sus raíces en los
primeros estudios sociológicos. Otras
subáreas de escasa popularidad han sido
incorporadas a otras más amplias. La
sociología industrial, por ejemplo, fue un
área floreciente en Estados Unidos en las
décadas de 1930 y 1940, para ser
después absorbida por el estudio de las
organizaciones complejas. En Gran
Bretaña, sin embargo, la sociología
industrial se ha mantenido como un área
independiente de investigación. Un
fenómeno sociológico más habitual es la
división de una subárea en subdvisiones.
Así, por ejemplo, la sociología del
conocimiento se ha dividido según los
campos que abarca: la ciencia, el arte, la
literatura, la cultura popular y el
lenguaje, entre otros.

Dos subáreas, la demografía y la


criminología, ya eran áreas
independientes mucho antes de que
existiera la disciplina formal de la
sociología. Antiguamente se solían
asociar a otras disciplinas. En algunos
países la demografía (ciencia que estudia
el tamaño, el crecimiento y la distribución
de la población) está estrechamente
ligada a la economía, pero en otros,
sobre todo occidentales, se considera una
subdivisión de la sociología o de la
geografía humana. En las últimas
décadas, la criminología ha estado
relacionada con el estudio de la
desviación social (cualquier forma de
conducta diferente a la considerada
normal o aceptable desde el punto de
vista social) y de sus formas de conducta
no delictivas.

Áreas interdisciplinarias

La subárea interdisciplinaria más antigua


de la sociología es la psicología social,
considerada una disciplina independiente
que atraía a estudiosos tanto de la
sociología como de la psicología. Mientras
que los sociólogos estudian
principalmente normas,roles,
instituciones sociales y estructuras de
grupo, los psicólogos sociales se
concentran en su impacto sobre la
personalidad del individuo. Los psicólogos
sociales formados en la sociología han
estudiado las interacciones en pequeños
grupos informales, la distribución de
creencias y actitudes en la población, y la
formación del carácter y de las
aspiraciones bajo la influencia de la
familia, la escuela, las amistades y demás
instituciones de socialización. Las ideas
psicoanalíticas derivadas del trabajo de
sigmund freud y de otros psicoanalistas
posteriores, han influido también en el
área de la psicología social.

La sociología histórica comparada,


determinada por las ideas de Marx y
Weber, ha tenido un gran interés en los
últimos años. Muchos historiadores se
han guiado por conceptos procedentes de
la sociología, mientras que algunos
sociólogos han realizado estudios de
historia comparada a gran escala. Las
barreras, antes muy definidas entre
historia y sociología, hoy han
desaparecido, sobre todo en áreas como
la historia social, el cambio demográfico,
el desarrollo económico y político, la
sociología de las revoluciones y los
movimientos de protesta.

Métodos de investigación

Los sociólogos utilizan casi todos los


métodos de recopilación de información
empleados por otras ciencias sociales y
humanidades, desde avanzadas
estadísticas matemáticas hasta la
interpretación de textos. También se
apoyan en la información de tipo
estadístico recogida periódicamente por
los gobiernos, como censos y
estadisticas demograficas, registros de
desempleo, inmigración y delincuencia..
Observación directa

La observación directa de algunos


aspectos de la sociedad tiene una larga
historia en la investigación sociológica.
Los sociólogos obtienen información a
través de la observación participante, es
decir, formando parte del grupo
estudiado o confiando en informantes
seleccionados del grupo. Ambos métodos
han sido igualmente utilizados por los
antropólogos sociales .

En los últimos años esta observación


directa se ha aplicado a escenarios más
pequeños, en clínicas, reuniones
religiosas y políticas, bares, casinos y
aulas. Erving Goffman, sociólogo
canadiense, ha postulado una teoría y
diferentes modelos para este tipo de
estudios. Goffman sostiene que la base
de la realidad social es la vida cotidiana y
no las abstracciones estadísticas o
conceptuales. Esta teoría ha impulsado la
investigación microsociológica intensiva,
haciendo uso de grabadoras y cámaras
de vídeo ante situaciones sociales reales,
en lugar de situaciones creadas de forma
artificial.

Los sociólogos, como los historiadores,


utilizan fuentes de segunda mano que
incluyen historiales, documentos
personales elaborados por instituciones y
registros médicos.

A pesar de que los estereotipos han


descrito a los sociólogos como personas
que captan la observación cualitativa de
las experiencias humanas para reducirla a
sumarios cuantitativos (estadísticos),
esto no es exacto del todo. Aunque es
cierto que la sociología ha destacado la
investigación social cuantitativa y que se
ha distanciado de las disciplinas
humanísticas como la antropología, la
filosofía, la historia y el derecho, la
investigación cualitativa ha sido siempre
de gran valor en esta ciencia.

Métodos cuantitativos

Estos métodos, cada vez más sofisticados


e informatizados, siguen jugando un
papel importante en la sociología. La
sociología cuantitativa engloba la
recopilación de gran volumen de datos
estadísticos descriptivos y la utilización
de técnicas de muestreo, modelos
matemáticos avanzados y simulaciones
informáticas de procesos sociales. El
análisis cuantitativo es cada vez más
utilizado como medio de investigación de
las posibles relaciones causales,
especialmente en la investigación de la
movilidad social y la adquisición de
estatus.

Encuestas

Una encuesta implica la recopilación y el


análisis de las respuestas de grandes
grupos de personas, a través de sondeos
y cuestionarios diseñados para conocer
sus opiniones, actitudes y sentimientos
hacia un tema determinado. En las
décadas de 1940 y de 1950 la realización
de encuestas y los métodos estadísticos
para tabular e interpretar sus resultados
eran considerados como la principal
técnica de investigación sociológica. Las
encuestas de opinión, en especial los
sondeos preelectorales o las
investigaciones de mercado, se utilizaron
por primera vez en la década de 1930.
Actualmente, las encuestas son
herramientas utilizadas tanto por políticos
como por numerosas organizaciones y
empresas relacionadas con la opinión
publica.
Aunque los sociólogos utilizan las
encuestas en casi todas las subáreas de
la sociología, su principal campo de
aplicación es el estudio de la conductade
los votantes, los prejuicios étnicos o la
respuesta a los medios de comunicación.
A pesar de que las encuestas son una
herramienta de investigación sociológica
importante, su utilización ha sido a veces
muy criticada. La observación directa de
la conducta social no puede ser sustituida
por respuestas verbales a una lista de
preguntas estándar presentada por un
entrevistador, aun cuando estas
respuestas se adapten fácilmente a la
tabulación y manipulación. La
observación directa permite al sociólogo
obtener información detallada sobre un
determinado grupo; el muestreo, sin
embargo, le permite obtener una
información uniforme pero superficial
sobre un sector mucho más amplio de la
población.

Nuevas tendencias

A partir de la década de 1960, la


sociología se popularizó de forma
considerable en Europa y Estados Unidos.
Además de la diversificación de teorías,
surgieron nuevas subáreas, como la
sociología del género o de los
estereotipos sexuales, impulsada
especialmente por los movimientos
feministasy que engloba el análisis de
roles y desigualdades sociales según el
sexo, el estudio de las emociones y el
envejecimiento. Se revitalizaron subáreas
más antiguas como la sociología histórica
y comparada, la sociología aplicada y la
sociología política. Los sociólogos aplican
sus conocimientos en su trabajo como
asistentes, planificadores, educadores,
investigadores y gestores en la
administración local y nacional, en
organizaciones no lucrativas y en
empresas privadas, especialmente en las
áreas de marketing, publicidad, seguros,
recursos humanos y análisis organizativo.

Los sociólogos interesados en el estudio


de los fenómenos sociales han
intensificado el uso tanto de los métodos
de investigación tradicionales asociados
con otras disciplinas (análisis de material
histórico, por ejemplo), como de las más
sofisticadas técnicas matemáticas y
estadísticas. El desarrollo de las
computadoras y de otros dispositivos
para manejar y almacenar información,
ha facilitado hoy día el procesamiento de
los datos sociológicos.

Debido a la gran diversidad de métodos


de investigación y de enfoques teóricos,
los sociólogos que trabajan en una
determinada subárea tienen más en
común con los profesionales de una
disciplina complementaria que con los
sociólogos especializados en otras
subáreas. Un sociólogo del arte, por
ejemplo, se encuentra mucho más
cercano en intereses y métodos a un
historiador o a un crítico de arte, que a
un sociólogo que diseña modelos
matemáticos de movilidad ocupacional.
Actualmente no existen escuelas
especializadas en las distintas teorías,
métodos o materias de la sociología.

Fundación Educativa Héctor A. García


COMENTARIO DE LAS REGLAS DEL MÉTODO SOCIOLÓGICO, DE EMILE DURKHEIM
(Armando Cuenca Pina).

Emile Durkheim (1858-1917), de origen judío, fue profesor de filosofía, campo desde el
que accedió al estudio de lo social, contribuyendo notablemente a la consolidación de la
sociología como disciplina independiente. Recoge las aportaciones de sus antecesores, ya
sea para apoyarlas o para refutarlas, siguiendo la línea positivista iniciada por Comte.

En Las reglas del método sociológico pone en práctica la tarea que considera que debe ser
la principal de todos los teóricos de la sociedad de su época si quieren avanzar en su
conocimiento de los fenómenos sociales: dotar a sus estudios de un método científico
propio. Esto permitirá a la sociología constituirse como una ciencia autónoma, de manera
análoga a lo sucedido en el campo de las ciencias naturales, establecidas en siglos
precedentes.

Su labor va a ser, con respecto a la sociología, muy parecida, como él mismo dice, a la
realizada por Descartes con respecto a las ciencias naturales: eliminar los prejuicios
morales, religiosos o psicológicos, de tal modo que los elementos de estudio- la sociedad
y sus componentes- puedan ser analizados y entendidos como cosas, como objetos
independientes de instancias psicológicas o divinas. Para ello habrá de enfrentarse a la
tendencia de los sociólogos de su época a implicarse en el objeto de estudio por
cuestiones morales, políticas, etc., y a asumir nociones precientíficas, comunes sin un
análisis crítico. Valora muy positivamente las aportaciones de Comte y Spencer en contra
de esta extendida actitud, pero considera que ni siquiera sus teorías lograron evitar ese
tipo de injerencias por parte de otros campos, como la filosofía o la historia.

La función que otorga Durkheim a la ciencia social es esencialmente conservadora: en


medio de las convulsiones sociales de su tiempo, la ciencia social debía dedicarse a
comprender la sociedad buscando lo permanente en medio del cambio, es decir,
relaciones causales y fenómenos regulares, para así establecer leyes que permitieran
predecir los procesos de cambio y fortalecer los vínculos sociales (instituciones y
creencias).

En el texto se explica, precisamente, la piedra angular de su método sociológico, la clave


para que éste consiga los objetivos que Durkheim marca: tratar los fenómenos sociales
como objetos.

"Consideramos los hechos sociales como cosas, pero como cosas sociales. El tercer rasgo
característico de nuestro método es el de ser exclusivamente sociológico. Con frecuencia
ha parecido que estos fenómenos, a causa de su gran complejidad, o bien eran
refractarios a la ciencia, o bien no podían entrar en ella más que reducidos a sus
condiciones elementales, sean físicas, sean orgánicas, es decir, despojados de su
naturaleza propia. Nos hemos dedicado, por el contrario, a establecer que era posible
tratarlos científicamente sin quitarles nada de sus caracteres específicos. Incluso nos
hemos negado a identificar esta inmaterialidad sui generis que los caracteriza con la ya
compleja de los fenómenos psicológicos; con mayor razón nos hemos prohibido
subsumirla, como la escuela italiana, en las propiedades generales de la materia
organizada. Hemos hecho ver que un hecho social sólo se puede explicar por otro hecho
social y al mismo tiempo hemos mostrado cómo es posible este tipo de explicación,
señalando el medio social interno como el motor principal de la evolución colectiva. Por lo
tanto, la sociología no es aneja de ninguna otra ciencia; es ella en sí misma una ciencia
distinta y autónoma; el sentimiento de los que tiene de especial la realidad social es
incluso tan necesario al sociólogo que sólo una cultura especialmente sociológica puede
preparar para la comprensión de los hechos sociales. "

En el texto se aprecia el motivo de la importancia que otorga Durkheim a la definición del


hecho social: que existe un paralelismo entre la institución de la sociología como una
ciencia y la consideración del hecho social como una cosa, entre método y objeto.
De este modo, lo primero que encontramos en el texto es la alusión a la autonomía tanto
de los hechos sociales como de la propia sociología.

La independencia del hecho social hay que entenderla en dos sentidos: con respecto al
observador y con respecto a otro tipo de fenómenos. A esto es a lo que alude Durkheim
cuando dice que "[...]estos fenómenos, a causa de su gran complejidad, o bien eran
refractarios a la ciencia, o bien no podían entrar en ella más que reducidos a sus
condiciones elementales [...]".

Lo primero, la posibilidad de separar a la sociedad del científico que la estudia, es una


reivindicación de Durkheim en contra, por un lado, del moralismo que considera indigno
considerar las sociedades, formadas por relaciones humanas, como un objeto semejante a
los objetos naturales; y, por otro, de la estrecha vinculación de las escuelas sociológicas
con intereses de clase, expresados por medio de partidos políticos. Ambas cosas
impedían, según Durkheim, el avance de la sociología, que se perdía en meras
especulaciones. Esto era debido a que, dadas ambas tendencias, la observación empírica
era casi inexistente o, en caso de existir, se realizaba como colofón, como demostración
de una teoría preconcebida y nunca como base para desarrollarla. Por todo ello, Durkheim
va a empeñarse en demostrar que sí puede hacerse ciencia sobre la sociedad: del mismo
modo que, en siglos pasados, muchos se habían resistido a cosificar y cuantificar los
fenómenos naturales por considerarlos imbuidos de una esencia propia o bien por su
condición de obra divina, ahora muchos se resistirán a tratar los productos de la acción
humana como entes diferenciados totalmente de este. El único motivo de esta resistencia
son los prejuicios, e igual que hizo falta en su momento una determinada cultura científica
que eliminara las barreras y permitiera dar luz a nuevos descubrimientos, ahora hace
falta una cultura sociológica. Y los que deben encomendarse a esa tarea son los
sociólogos, quienes, fijándose en la parte observable y cuantificable de los fenómenos
sociales- pues en ningún momento niega la complejidad y profundidad especiales de estos
fenómenos, sino tan sólo la posibilidad de acceder a ellas directamente- poco a poco
establecerán características externas, relaciones, leyes... que servirán de abono para los
descubrimientos verdaderamente relevantes, tal y como ha ocurrido con el resto de las
ciencias.

La segunda de las observaciones de Durkheim va dirigida contra otra de las tendencias


que también hace peligrar la constitución de la sociología como ciencia autónoma: la de
estudiar los fenómenos sociales desde el paradigma de otras ciencias, entendiendo que el
hecho social no es sino una manifestación más compleja de otro tipo de hechos
(psicológicos o físicos, sobre todo). Este es el caso de Comte y sus epígonos, que
analizaban los hechos sociales desde el marco conceptual de la física, dando forma a lo
que denominaban la "física social". Y también hacen lo mismo quienes pretenden que los
hechos sociales son simplemente proyecciones externas de fenómenos psicológicos, y las
sociedades yuxtaposición de individuos singulares. Es sobre todo contra el psicologicismo
en sociología contra lo que batalla Durkheim al caracterizar el hecho social. Por un lado, la
inmaterialidad que caracteriza tanto a ciertos fenómenos sociales (como creencias,
corrientes de opinión...) como a los fenómenos psicológicos no es suficiente para
establecerlos dentro de un mismo tipo de fenómenos, ya que los hechos sociales poseen,
además, otras características incompatibles con la interioridad e individualidad de lo
psicológico: no son un producto de una entidad psicológica individual, de una mente, ya
que no pueden ser modificados a voluntad por ella; son coercitivos, ya que ejercen una
presión social (que puede convertirse, finalmente, en una presión psicológica) sobre el
individuo, existen castigos inherentes a su cumplimiento, sean regulados conforme a
derecho o no. Así, los fenómenos sociales no son hechos psicológicos generalizados sino
que, muy al contrario, son generales precisamente por su condición de hechos sociales.
Además son producto de y afectan a una colectividad, un grupo social, lo que supone un
impedimento más para identificarlos con los hechos psicológicos, individuales.

Todo esta reflexión acerca de la naturaleza del hecho social permite a Durkheim afirmar la
necesidad inequívoca de una ciencia nueva y autónoma que estudie los fenómenos
sociales con todas sus características, para lo que es preciso elaborar un método científico
específico para ella. Este método debe basarse principalmente en la observación empírica
del carácter externo de los hechos sociales, de su manifestación externa y visible, para,
posteriormente, elaborar enunciados científicos que expresen de forma concisa los datos
recopilados. Durkheim aspira fundamentalmente a la elaboración de leyes que expresen
las regularidades y las relaciones causales halladas en los hechos sociales, para así poder
predecir los cambios y controlar su evolución.

Pese a que la aportación de Durkheim fue inestimable en lo que se refiere al despegue de


la sociología, habría que decir que, quizá precisamente por ese clima de moralismo y
psicologicismo con el que él se enfrentaba, confía excesivamente en los éxitos del método
científico y también en la posibilidad de trasplantarlo al estudio de las sociedades. Era
preciso, efectivamente, eliminar los prejuicios que existían con respecto al tratamiento de
lo social como objeto de estudio, pero de ahí a pretender la objetividad del sociólogo
como exigencia para la práctica de la sociología hay un salto que me parece no sólo
injustificado, sino simplemente imposible. Cuando albergamos dudas, incluso, de que los
procedimientos de las ciencias llamadas "duras" nos permitan un conocimiento objetivo y
no interesado de la realidad física, no podemos sino dudar aún más cuando el objeto de
estudio y los resultados de las investigaciones implican a toda una sociedad y a los grupos
sociales que la integran, que son, al mismo tiempo, los que forman el entramado de
relaciones que permite el ejercicio mismo de la investigación sociológica. Es decir, dado
que el sociólogo no realiza su labor al modo de un anacoreta que reflexiona interiormente,
sino que, muy al contrario, necesita de un complejo sistema de relaciones institucionales
(y no institucionales) en el que se apoya y parte de un sistema valorativo previo, es
inevitable que sus aportaciones estén comprometidas en mayor o menor medida con una
determinada visión de la sociedad que se dispone a estudiar. Además, sin entrar a fondo
en la controversia, resulta obvio que la dependencia de las ciencias sociales con respecto
a las instituciones académicas limita y orienta en gran medida sus aportaciones.

Armando Cuenca Pina


MARX
DURKHEIM
WEBER
RAFAEL ESTEO PORRAS

PRIMERO PSICOPEDAGOGÍA

INDICE

0. INTRODUCCIÓN

I. EL PARADIGMA DE LA METODOLOGÍA MARXISTA

II. EL PARADIGMA DE LA METODOLOGÍA DURKHEINIANA

III. EL PARADIGMA DE LA METODOLOGÍA WEBERIANA

A) Weber y la investigación empírica.

B) La Metodología weberiana y la disputa alemana del método.

C) La Metodología weberiana y la lógica de la prueba empírica.


TRES PARADIGMAS METODOLÓGICOS DE LA SOCIOLOGÍA:

MARX, DURKHEIM Y WEBER

El consenso parece casi universal entre la comunidad de científicos sociales de

que la obra intelectual de Marx, Durkheim y Weber representa los fundamentos más

firmes de la moderna fase de investigación empírica sociológica. Consideramos que

las obras teóricas y empíricas de estos tres autores representan los paradigmas más

importantes de la sociología actual.

No cabe en la actualidad referirse a los problemas metodológicos de la

sociología sin estudiar la obra de estos tres grandes autores. Y ello es así porque sus

trabajos intelectuales siguen suministrando en buena medida “modelos de

problemas” y “modelos de soluciones” a la comunidad de sociólogos

contemporáneos.
1. PARADIGMA DE LA METODOLOGÍA MARXISTA.

Karl Marx (1818-1883) antecede en varias décadas a la de Durkheim y Weber,

lo cierto es que la influencia de la sociología marxista ha comenzado a ser decisiva

prácticamente en las dos últimas décadas. Así destacamos algunas opiniones como

por ejemplo Sorokin que escribe lo siguiente: “Karl Marx y Friedrich Engels, con su

división de las relaciones socioculturales en dos clases principales, las relaciones de

producción que constituyen la estructura económica de la sociedad y la

superestructura económica, le comunicaron una nueva vida y un gran desarrollo a la

variación económica de las teorías. Casi todas las teorías recientes representan

variaciones o elaboraciones de la división de Marx y Engels”.

Por otra parte Parsons considera que la obra marxiana representa uno de los

tres puentes más importantes entre las tradiciones idealista y utilitarista del

pensamiento social del siglo XIX.

Una vez aceptado el reconocimiento de la importancia de la obra de Marx,

hay que preguntarse qué vamos a estudiar. Aquí nos vamos a ocupar del tratamiento

de los datos sociales y de la lógica de la prueba científica que se dan en la obra

marxiana. La mayor aportación científica de Marx fue el análisis de la estructura y

desarrollo del capitalismo, y este análisis se encuentra fundamentalmente en El

Capital.
El consenso mínimo que pueda existir actualmente sobra la importancia de la

obra marxiana en el desarrollo contemporáneo de las ciencias sociales, no significa,

sin embargo, consenso en el orden de importancia que Marx ocupa entre las figuras

clásicas de las ciencias sociales.

Wright Mills, por ejemplo, considera que existe solamente la “ciencia social” y

que sin la obra de Marx y otros marxistas esta ciencia social no sería lo que es hoy.

Bottamore, por su parte, reconoce que Marx introdujo en las ciencias sociales

en su día un método nuevo de investigación, nuevos conceptos, y un cierto número

de hipótesis audaces para la explicación del cambio social, pero destaca que en

ningún momento Marx se consideró a si mismo un marxista en el sentido de creerse

poseedor de una teoría de la sociedad completa y terminada.

Desde una posición más cercana a la de estos últimos autores, vamos a

ocuparnos en primer lugar del papel que concedió a la investigación empírica el

propio Marx. La preocupación de Marx por la dimensión empírica de la investigación

social aparece ya claramente explicitada en una de sus obras, La Ideología Alemana,

lo cual representa el primer intento importante de Marx de superar “la concepción

ideológica de la filosofía alemana”, y de conceder a los fenómenos económicos un

papel dominante en el cambio histórico.

Al referirse a que la organización social y el Estado brotan constantemente de

la actividad de determinados individuos, Marx pone especial cuidado en destacar

que hay que observar la actividad de estos individuos, “no como puedan presentarse
ante la imaginación propia o ajena, sino tal y como realmente son; es decir, tal y

como actúan y como producen materialmente y, por tanto, tal y como desarrollan

sus actividades bajo determinados límites, premisas y condiciones materiales,

independientes de su voluntad”.

La insistencia con que Marx incide en la necesidad de partir de lo real, de la

forma en que el hombre actúa y no “del hombre pensado, representado o

imaginado” es una constante en toda su obra. El propio interés de Marx por los

fenómenos sociales no tuvo su origen en remotas abstracciones intelectuales sino en

problemas muy concretos.

El compromiso de Marx con la investigación de hechos sociales resulta

incuestionable y siempre mantuvo la idea de que las reformas sociales debían ir

acompañadas de un “conocimiento exacto y positivo de las condiciones en que la

clase obrera... vive y trabaja”. La idea de que en el pensamiento marxiano estaban

subordinadas las ideas teóricas y las investigaciones sociales a un ideal social

preconcebido y a unos medios previamente determinados para lograrlos, es

claramente insostenible.

En el Prólogo a la Contribución, es donde mejor se sintetizan las ideas

marxianas en breves frases. La concepción materialista de la historia la resume Marx

del siguiente modo: “Mi investigación desembocaba en el resultado de que, tanto las

relaciones jurídicas como las formas de Estado no pueden comprenderse por sí


mismas ni por la llamada evolución general del espíritu humano, sino que radican en

las condiciones materiales de vida”.

Marx señala la dirección de la relación entre el modo de producción y proceso

de la vida social, política y espiritual en general. “No es la conciencia del hombre la

que determina su ser sino, por el contrario, el ser social es lo que determina su

conciencia”.

Los cambios en los factores materiales determinan la dirección del cambio

histórico, aunque bien es verdad que Marx reconoció que los motivos económicos no

eran los motivos decisivos de la acción social. Los intereses de la clase y los

imperativos de la ideología, insertados en el marco de los determinantes

económicos, distan de la acción social.

Una vez reconocidos los méritos indudables de la interpretación materialista

de la historia, cabe preguntarse si tal interpretación resulta suficiente para la

comprensión global del cambio histórico. Marx reconoció la función social de los

valores comunes y desarrolló su teoría de la ideología, pero se puede preguntar lo

siguiente: ¿cómo explica Marx la forma en que la posición de clase, efectiva a través

de los intereses de clase, genera la ideología?

Precisamente, uno de los grandes méritos de la contribución de Weber ha

consistido en modificar la interpretación materialista de Marx, destacando la

importancia de la internalización de un sistema de valores y la importancia de los

factores superestructurales en la determinación de la estructura y cambios sociales.


En este sentido, la perspectiva Weberiana resulta más amplia que la de Marx al

considerar los efectos de los factores materiales e ideológicos en el surgimiento del

capitalismo.

Pero incluso los autores que más recientemente han reconocido las

limitaciones y errores de la obra marxista, no han dejado de reconocer la coherencia

y la estructura lógica de la misma.

El Capital es probablemente el libro más ambicioso que se puede encontrar en

la historia de las ciencias sociales, es un libro de economía que es al mismo tiempo

una sociología del capitalismo y también una historia filosófica de la humanidad.

Para Althusser, lo que realmente es importante en Marx, no es tanto lo que

dice sino como lo dice. Según este autor, la dialéctica hegeliana es distinta a la

dialéctica marxista. En Hegel, los tres momentos dialécticos de la manifestación de la

idea (tesis, antítesis, síntesis) totalidades unitarias y simples, mientras que en Marx

son momentos complejos; tesis, antítesis y síntesis contienen en su seno, toda una

serie de fuerzas en relación asimismo dialéctica.

El método de El Capital no es, según Godelier, el modo de descubrir, sino el

modo de presentar resultados. Godelier resume de la siguiente forma el modo

circular del método de El Capital: “Sabemos que el método es inseparable del

contenido, que ese contenido es la materia ideal de las categorías económicas, que

esta materia está ordenada, que ese orden depende del método y que el método

depende del contenido”.


La “exposición” de las leyes del sistema capitalista de producción las realiza

Marx, según la interpretación de Godelier, por medio de dos avances diferentes, el

método hipotético-deductivo y el método dialéctico. El sistema deductivo que sigue

Marx en El Capital procede por medio de tres tipos de hipótesis. La primera hipótesis

en la que se apoya enteramente El Capital, es una hipótesis simplificada, que estudia

la estructura pura en la relación capitalista de producción como la relación entre el

capital y el trabajo y, bajo su aspecto social, la relación entre la clase capitalista y la

clase obrera. En las propias palabras de Marx, “... aquí sólo existen dos clases: la clase

obrera, que no dispone más que de su fuerza de trabajo, y la clase capitalista,

monopolizadora tanto de los medios de producción como del dinero”. Marx, al

centrarse en el estudio del sistema de producción capitalista, es consciente de la

coexistencia de vestigios de sistemas económicos anteriores, pero no los tiene en

cuenta para poder elaborar la teoría pura de la estructura capitalista.

Además de la hipótesis global, Marx utiliza otros dos tipos de hipótesis. El

primer tipo estaría constituido por una serie de hipótesis generales, como la que

relaciona la teoría del valor y su aplicación a la teoría de la producción, o la que

plantea la premisa de la reproducción simple. El segundo tipo de hipótesis, las más

frecuentes en El Capital, se refieren al estudio de algunas relaciones funcionales

entre estructuras económicas, como podría ser la relación entre tasa de ganancia y

tasa de plusvalía. Muchas de esas hipótesis, al ser operativizadas, permiten la

introducción de un modelo matemático que desemboca en el desarrollo de una

teoría, y en la deducción de algunas leyes de funcionamiento del sistema.


Las operaciones deductivas que realiza Marx son de varios tipos. El primer tipo

lo forman un conjunto de deducciones parciales y concretas que dependen de las

hipótesis no generales. El segundo tipo de operaciones deductivas lo realiza Marx a

partir de la categoría de la plusvalía. Esta se muestra “como el origen invisible de las

categorías visibles, como son la ganancia de la empresa, el interés y la renta”.

En opinión de Godelier, el método hipotético deductivo integra

perfectamente la teoría de Marx en las teorías económicas recientes más

formalizadas.

El análisis estructural se complementa en El Capital, con el método dialéctico,

que permite analizar la relación general de interdependencia entre la producción y la

distribución, el cambio y el consumo, considerados a través de un enfoque distinto.

Las categorías del pensamiento dialéctico son las de contrario, identidad, motivación,

oposición y relación recíproca. Son estas categorías las que permiten el acceso a la

totalidad del sistema económico, desvelando las relaciones recíprocas de las

estructuras económicas y del funcionamiento global del sistema capitalista, casi

como las contradicciones internas de este último.

El método hipotético-deductivo y el método dialéctico se implican recíproca y

circularmente.

El primer define “las estructuras esenciales del sistema económico y estas

estructuras son las que adoran la génesis del sistema capitalista analizado con el
método dialéctico”. A su vez, “estas estructuras esenciales se analizan dentro de su

compatibilidad recíproca con el método hipotético-deductivo”.

Al articular Marx el análisis estructural y una teoría dinámica, combinó la

historia, la teoría económica y la sociología económica construyendo un modelo del

sistema de producción capitalista.

Cabe preguntarse ahora hasta qué punto este modelo marxista sigue siendo

válido para las ciencias sociales contemporáneas. Para Althusser y Godelier, no se ha

realizado en la moderna historia de las ciencias sociales un modelo que supere al de

Marx.

Wright Mills reconoce que “la obra de Marx es un punto de partida, no una

concepción determinada de los mundos sociales que estamos tratando de entender”.

Contemplando la obra de Marx como una pieza fundamental del edificio de

las ciencias sociales en el que concurren una diversidad de aportaciones seminales, y

no suponiendo que representa un modelo aún no superado, es como entendemos la

aportación del pensamiento marxista al desarrollo del pensamiento social

contemporáneo.
2. PARADIGMA DE LA METODOLOGÍA DURKHEINIANA.

Emile Durkheim (1858-1917) es una de las figuras más controvertidas de los

sociólogos clásicos. Durkheim puede ser considerado el sociólogo por excelencia, que

ha establecido de manera más firme los fundamentos esenciales del método

científico aplicado a los fenómenos sociales.

El estudio clásico de Emile Durkheim sobre el suicidio sigue utilizándose en los

libros de texto como ejemplo paradigmático de construcción de teoría sociológica.

Los sociólogos matemáticos acuden una y otra vez a los estudios empíricos de

Durkheim para ejemplificar sus intentos de formalización de la teoría sociológica.

Una de las más notables cualidades de Durkheim como científico, fue su

capacidad para desarrollar de una manera continuada los criterios de una ciencia

social, y los atributos del campo de la sociología desde sus primeras publicaciones, y

que siguió durante toda su vida.

Durkheim se muestra interesado en definir las condiciones generales para el

establecimiento de una ciencia social. “Una disciplina, según Durkheim, puede

decirse que es una ciencia sólo si tiene un campo definido por explorar. La ciencia se

interesa por cosas, por realidades. Si no tiene un material definido para describir e

interpretar, existe un vacío... Antes de que la ciencia social pueda comenzar a existir,

se le tiene que asignar un objetivo sustantivo bien definido”.


Para Durkheim, la tarea de las ciencias sociales es descubrir aquellas

uniformidades y regularidades de la conducta humana que no sean accidentales. Y

para discernir tales uniformidades y tipos en la sociedad es preciso poseer un

método apropiado a la naturaleza de las cosas estudiadas y a los requisitos de la

ciencia. Tal método, sin embargo, no se encontraba definido. Incluso los sociólogos

no se han preocupado mucho por caracterizar y definir el método que aplican el

estudio de los hechos sociales. Durkheim destaca la escasez de tratamientos que en

su época existían sobre problemas metodológicos. Y esta es la tarea que Durkheim se

asigna: escribir un tratado metodológico que se preocupe de los siguientes puntos

específicos: 1. Precauciones que deben adoptarse en la observación de los hechos

sociales; 2. Modo de plantear los principales problemas; 3. Sentido que debía

imprimirse a las investigaciones; 4. Prácticos especiales que permiten obtener

resultados de dichas investigaciones; y 5. Reglas que deben presidir la realización de

las pruebas. Se trata, pues, de un completo y riguroso programa de investigación que

Durkheim realiza plenamente sobre todo en sus obras fundamentales, de División del

Trabajo Social, El Suicidio y Las Formas Elementales de la Vida Religiosa. Los datos

sociológicos de los que parte Durkheim para la realización de sus investigaciones

empíricas reflejan, en buena medida, su propia evolución intelectual. En la División

del Trabajo, Durkheim avanza y declara que el sujeto de su estudio son los hechos de

la vida moral, esto es, fenómenos como otros: consiste en reglas de acción

reconocibles por ciertas características distintivas.


Los hechos sociales “son modos de actuar, de pensar y de sentir exteriores al

individuo, y que poseen un poder de coerción en virtud del cual se le imponen”. La

insistencia de Durkheim en distinguir la objetividad externa de los hechos sociales, en

relación a los datos biológicos y psicológicos, se mantiene hasta en la última de sus

obras.

Visto desde la perspectiva actual, el esfuerzo mayor que realiza Durkheim en

Las Reglas consiste en separar lo más nítidamente posible lo social de lo individual, lo

sociológico de lo psicológico. Aún reconociendo Durkheim que la diferencia entre

hecho social y sus repercusiones individuales no se ofrece inmediatamente a la

observación, a menudo es posible realizarla con la ayuda de ciertos artificios de

carácter metodológico.

Los hechos sociales se reflejan de alguna manera en las estadísticas, y a éstas

acudió Durkheim para realizar su estudio sobre El Suicidio, que continua siendo un

modelo de investigación sociológica. Cierto es que probablemente sobre pocos

temas más hubiera podido encontrar Durkheim la riqueza de datos estadísticos que

encontró en su época sobre el fenómeno del suicidio. Más en cualquier caso, su

estudio continúa siendo un ejemplo para la actual metodología de las ciencias

sociales.

El análisis de Durkheim en El Suicidio suministra también un buen ejemplo de

lo que se ha venido a llamar análisis contextual, esto es, la consideración conjunta de

las características individuales y del grupo en las tasas de la conducta individual.


Así, al comparar las tasas de suicidio en dos zonas, Durkheim encontró que la

relación entre sexo y suicidio era diferente en ambas zonas. Esto es, que las

características zonales tienen un impacto diferencial en la asociación sexo-suicidio de

ambas zonas.

Durkheim se mostró generoso en el uso del análisis replicativo, esto es, en el

estudio sistemático de una relación dada en diferentes contextos. Este abundante

uso de la replicación contrasta con las actuales encuestas sociológicas, en las que con

frecuencia una relación se demuestra en una sola tabla.

El estudio de Durkheim sobre El Suicidio no sólo es un ejemplo para la

moderna investigación sociológica empírica, sino un ejemplo de la aplicación de la

lógica de la ciencia en la sociología. Wallace ejemplifica los elementos del proceso

científico en la sociología con una lectura actualizada de El Suicidio. Una vez

planteado el problema, en función de una teoría y una hipótesis anterior, Durkheim

trató de interpretar el concepto en términos de fenómenos sobre los que pudieran

realizarse las observaciones. Durkheim usó la escala de proporciones del recuento;

las escalas nominales de aplicación religiosa, de sexo, nacionalidad, etc.; la escala de

intervalos de calendario anual; y la escala ordinal del status matrimonial, para

aplicarlas a sus observaciones. El muestreo de los suicidios los hizo en base a las

estadísticas referentes a uno años dados del siglo XIX, en diversas regiones europeas,

y según la edad, sexo, etc. La teoría, obtenida por la ordenación de las proposiciones,

permitió a Durkheim deducir, interpretar y finalmente contrastar varias hipótesis.


El método comparativo que propugna Durkheim para la explicación casual de

los hechos sociales, está exento de toda implicación cósmica, es independiente de

toda filosofía. Se subordina totalmente a la idea de que los hechos sociales son cosas,

y deben ser tratados como tales. El método comparativo es inseparable para

Durkheim, de la sociología científica. En sus propias palabras, “la sociología

comparativa no es una rama particular de la sociología; es la propia sociología, en

tanto que cesa de ser puramente descriptiva y aspira a explicar los hechos”.

Buena parte del moderno funcionalismo en sociología y en antropología tiene

sus orígenes en el análisis durkheiniano. Para Durkheim, no se pueden comprender y

describir adecuadamente los hechos sociales a través de la simple descripción de su

forma o uso manifiesto. La función de un hecho social debe ser buscada siempre en

la relación que mantiene con cierto fin social. Durkheim argumenta que la principal

función de la división del trabajo en la sociedad es la de promover la solidaridad

social, y que la función de la religión no es psicológica sino social. Indica que debe

buscarse la causa determinante de un hecho social entre los hechos sociales

antecedentes, y no entre los estudios de la conciencia individual.

Durkheim insistió en el hecho de que la sociedad, “es sobre todo una

composición de ideas”. “Los principales fenómenos sociales, religión, moral, ley,

economista y estética, no son otra cosa que sistemas de valores y por lo tanto

ideales. La sociología se mueve desde el principio en el campo de los ideales... El ideal

es de hecho su campo peculiar de estudio”. Para Durkheim no es suficiente postular


un cierto número de ideales para comprender cómo son posibles los juicios de valor.

“Sus orígenes, la forma en que se relacionan y que trasciende la experiencia, y la

naturaleza de su objetividad deben ser tenidas en cuenta”.

La obra de Durkheim posee una cualidad que pocas otras obras sociológicas

tienen, la de mostrar que la investigación empírica sólo es útil cuando viene guiada

por una teoría bien establecida. El mensaje del paradigma durkheiniano, siguiendo a

Selvin, bien puede ser el siguiente: la metodología sólo es útil en tanto que nace de

las necesidades de una teoría, y la teoría es tanto más provechosa cuanto más

verificada y refinada esté por la investigación empírica.


3. EL PARADIGMA DE LA METODOLOGÍA WEBERIANA.

3.1. Weber y la investigación empírica.

Weber (1864-1920) realizó tres investigaciones sobre las condiciones de

trabajo de obreros agrícolas e industriales, sobre sus actitudes e historias de trabajo,

utilizando cuestionarios y observación directa. En todo este trabajo, Weber mostró

explícitamente su interés por las técnicas cuantitativas, y por el concepto de

probabilidad en el estudio del significado de las relaciones sociales.

Actualmente, está fuera de duda el gran interés que mostró Weber por las

encuestas sociales. Igualmente Weber mostró su interés metodológico por dos

temas: la elección de los informantes y la mejora del diseño del cuestionario. En las

notas metodológicas que acompañan a los estudios, Weber ya estaba interesado por

el tratamiento de las actitudes, aspecto sobre el que nunca llegó a tener una opinión

definida.

Weber tuvo relación entre otros con dos estudios empíricos, en los que

defendió el uso sistemático de tabulaciones estadísticas cruzadas, y mostró su

convicción de que las entrevistas directas con personas de bajos ingresos merecían

tanta confianza como el juicio de expertos informantes. Según Weber “Sólo después

de haber explotado cuantitativamente el material y de haber relacionado entre sí sus


diversas partes, se puede utilizar como base para la construcción de tipos de

conciencia y mentalidad proletaria, de tipos sustantivos y formales. En todo caso, se

debe tratar el problema en base a números, esto es, investigar diferencias en la

frecuencia de ciertos estilos de expresión y de orientación de pensamiento, según la

edad, ingresos, y lugar de origen de los respondientes. Los casos dudosos deben

dejarse de lado, mientras que las indiscutibles, si es posible, deben reunirse en tipos,

todo ello muy cuidadosamente, y con un continuo examen de los datos originales”.

Weber nunca explicitó sus ideas sobre si las actitudes podían medirse.

Según Weber existían dos formas de estudiar la “acción”, a través del método

deductivo o por medio de una perspectiva empírica, que lo acercaba peligrosamente

a la “psicología”. Esta última perspectiva, finalmente aceptada por la investigación

contemporánea nunca llegó a convencer definitivamente a Weber, quien mantuvo su

ambivalencia entre ambas perspectivas.

A pesar de los esfuerzos de Weber por proporcionar la investigación empírica,

no consiguió su institucionalización en Alemania.

No es posible encontrar en Weber, al contrario de lo que ocurre en el caso de

Durkheim, una obra concreta en la que poder seguir un esquema metodología

general. La propia obra metodológica de Weber tiene un carácter fragmentario y,

sobre todo polémico.


Nunca llegó a escribir un enunciado general de su postura metodológica, con

excepción de su breve artículo “Fundamentos Metodológicos de la Sociología”.

3.2. La Metodología weberiana y la disputa alemana del método.

Los presupuestos metodológicos de Max Weber encuentran su término de

referencia más apropiado en las polémicas que se produjeron en la cultura alemana

cerca de los fines de las ciencias históricas sociales y de la relevancia de sus métodos

de investigación.

La cultura alemana rechazaba el positivismo francés de Comte y el inglés de

Spencer, aunque no la sociología como tal, así, aparece la tarea para las ciencias

histórico-sociales de definir un método que hiciera posible el conocimiento

objetivamente válido.

La metodología de Weber representa un esfuerzo por reconciliar dos

posiciones antitéticas sobre el alcance y el método de las ciencias sociales. La

sociología comprensiva weberiana resume implícitamente la distinción diltheyana

entre ciencias naturales y ciencias del espíritu -en este sentido habla de ciencias

histórico culturales o histórico-sociales-, al mismo tiempo que resume las relaciones

con los valores que destaca Rickert.


Weber enseñó a plantear como problema no sólo los hechos, sino también las

premisas de valor, la relación con los valores, de los juicios y de los intereses

científicos sobre los hechos y sobre los fenómenos.

Weber se enfrentó con el problema de la formulación lógica de instrumentos

de investigación que le permitiesen acceder a los resultados buscados.

En el artículo metodológico más sistemático de Weber, la objetividad

cognoscitiva de la ciencia social y de la política social, trata de delimitar

objetivamente el ámbito de la ciencia social. En este artículo Weber pone de

manifiesto que lo que distingue al conocimiento histórico no es el tener como objeto

el espíritu antes que la naturaleza o que la comprensión sea un método más válido

que la explicación causal. Lo que distingue al conocimiento histórico de la ciencia

natural es su particular estructura lógica, es decir, su orientación hacia la

individualidad.

Aún admitiendo que las ciencias histórico-sociales pueden servirse del proceso

de interpretación, Weber insiste en la necesidad de discernir relaciones causales

entre fenómenos individuales, explicando cada fenómeno de acuerdo con las

relaciones, diversas en cada caso, que lo ligan con otra.

El problema central de la metodología weberiana es el de la objetividad de las

ciencias histórico-sociales. Weber insistió en la necesidad de establecer una línea

clara entre “lo que es” y “lo que debe ser”, rechazando de pleno el punto de vista de

que una ciencia empírica proporcione normas e ideales obligatorios. “Una ciencia
empírica no puede enseñar a nadie qué debe hacer, sino únicamente qué puede hacer

y, en ciertas circunstancias, qué quiere”. Weber admite que “el conocimiento de la

cultura está condicionado por ideas de valor”, lo que hace que el conocimiento de la

realidad cultural sea “siempre un conocimiento que parte desde puntos de vista

específicamente particulares”.

El científico social sólo se ocupa de aquellos datos a los que atribuye

significación cultural, y dentro de este esquema las relaciones con los valores

designan el particular punto de vista que el investigador social adopta.

Así, el campo de investigación de la cultura pasa a convertirse en un complejo

de campos de investigación autónomos, relacionados entre sí de forma distinta

según la etapa del desarrollo histórico considerada. Es aquí donde Weber abandona

el modelo clásico de explicación causal e introduce el concepto de explicación

condicional. Weber pone de manifiesto la necesidad de sustituir la explicación causal

clásica con su relación de carácter necesario, por una relación de condicionamiento,

al señalar que la diversidad de puntos de vista creaban la posibilidad de diversas

órdenes de explicación.

La objetividad de las ciencias histórico-sociales se logra, en la metodología

weberiana, pues, a través de dos condiciones fundamentales. Distinguiendo entre

investigación objetiva y juicio de valor, y destacando el carácter probabilista del

procedimiento de explicación causal. Al preguntarse Weber por el lugar de los

conceptos y de las reglas generales en el ámbito del conocimiento histórico,


introduce la controvertida noción del tipo ideal. Ciertamente Weber no fue el

creador del concepto tipo ideal, ya que en esto, como en otros aspectos, aprendió

mucho de Marx.

En la obra de Weber es posible dilucidar como mínimo dos sentidos con los

que utiliza el término “tipo ideales”. En un sentido, todos los conocimientos y las

teorías son tipos ideales, y en otro sentido, los utiliza de una manera muy específica

al referirse a los conceptos de relevancia-valorativa implicados en la distinción de

complejos particulares de sentido.

Weber define el objeto de la sociología como constituido por las

uniformidades de la conducta humana en cuanto dotadas de sentido. Tal como

destaca Parsons, del estudio crítico del objetivismo, surgen los siguientes puntos en

la metodología weberiana: 1) defensa del empleo de conceptos generales en las

ciencias sociales; 2) insistencia en el carácter abstracto de estos conceptos generales;

3) aparición, como objeto de la comprensión, del aspecto subjetivo de la acción; y 4)

papel central del concepto de la racionalidad de la acción, implicando una relación de

medios y fines.

3.3. La Metodología weberiana y la lógica de la prueba empírica.


En el pensamiento de Weber, se puede abordar también sistemática el

estudio de la lógica de las condiciones de la prueba objetiva de las proposiciones

empíricas.

El problema lógico que intenta resolver Weber es el de la traslación de una

racionalidad subjetiva a un conocimiento objetivo, para lo cual desarrolló las

categorías de posibilidad objetiva y de explicación adecuada. Los pasos lógicos que

sigue Weber en el proceso de la explicación causal son los siguientes:

1. Construcción y comprobación descriptiva de un individuo histórico: la cosa a

explicar.

2. Análisis del fenómeno de manera que se descomponga en elementos de tal

carácter que cada uno de ellos pueda ser subsumido bajo una ley general.

3. Se presupone un conocimiento previo de tales leyes generales.

4. Eliminación o alteración hipotética de uno o más factores del proceso con

respecto al cual se quiere suscitar la cuestión de su significación causal para el

resultado.

5. Construcción hipotética de lo que sería entonces el curso esperado de los

acontecimientos.
6. Comparación de la concepción hipotética de un posible desarrollo con el curso

efectivo de los acontecimientos.

7. Sobre la base de esta comparación, extracción de conclusiones causales.

Weber tuvo muchas críticas como la de Runciman que señaló los siguientes

errores: a) no distinguió adecuadamente entre presupuestos teóricos y juicios de

valor implícitos; b) no acertó en la forma en que la explicación “ideográfica” es

subsumida en leyes causales; y c) no consiguió relacionar claramente la explicación

con la descripción. Parsons aduce que el fracaso de Weber se debió sobre todo a la

rigidez de la frontera metodológica que intentó trazar entre las ciencias naturales y

las ciencias sociales.


Por otra parte, el logro metodológico de Weber no ha sido sólo el de separar

las diferencias substantivas en el orden de los hechos de consideraciones del

carácter lógico de la teoría científica.

Además delineó correctamente los siguientes problemas de la sociología

como ciencia: el potencial obstructivo de los juicios de valor; la naturaleza subjetiva

de la acción social; la unidad de los sucesos históricos; y la irreductibilidad de la

sociología a la psicología.

En Weber los problemas metodológicos adquieren sentido cuando se les

relaciona con los problemas teóricos y empíricos planteados. La posición

metodológica de Weber, se sitúa más al nivel de la metodología de la ciencia que a

un nivel epistemológico. Weber fundamentalmente, no se ocupó de la cuestión de

los presupuestos sobre los que es posible o no una ciencia empírica válida en el

ámbito de la significación humana y de la acción subjetivamente orientada.

Aceptada esta posibilidad, la metodología weberiana se interesó, como se ha visto

anteriormente, por los problemas centrales que siguen atrayendo la atención de la

sociología en la actualidad.
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10 - Alicia González Garza - AUGUSTO COMTE, fundador de la sociología


"La Sociología, la más compleja de las ciencias es la cumbre del método positivo, disfruta de todos los
recursos de las demás ciencias" - Augusto Comte -

Augusto Comte nació en 1798 en Montpellier, Francia. Su padre fue un ferviente católico, oficial del
gobierno, metódico, honrado y devoto de su religión, trabajo y familia. Su padre fue un hombre que
despreció la revolución, por los cambios que suscitó, fue un hombre sujeto al orden. En su madurez
Augusto se vería fuertemente influido por la manera de ser de él.
Augusto, un joven enfermizo, pequeño y delicado fue inscrito en el Liceo, aunque fue un alumno dedicado,
también fue el más rebelde de los estudiantes. Pronto simpatizó con las ideas republicanas.
A los 16 años compitió para ingresar a la "École Polytechnique en París"; escuela liberal que estaba en
contra de la tiranía napoleónica. Comte participó en los movimientos estudiantiles como líder.
A los 18 años fue expulsado por oponerse a la forma de evaluar los exámenes del Liceo, por lo que él tuvo
que abandonar la escuela.
Comte avizoró la posibilidad que en América se instalaría una Escuela Politécnica, a la cual podría acudir,
pero elCongreso resolvió aplazar la idea, lo cual, frente a esta negativa se frustró. Se hizo vivir dando clases
privadas de matemáticas y traduciendo libros de geometría al inglés.
En el verano de 1817, Comte conoce a Henri Saint – Simon y se convierte en el más cercano colaborador.
Este de naturaleza creativa, innovadora, pero desordenado quedó deslumbrado por la metódica capacidad de
trabajo del joven Comte.
Ante las dificultades económicas Saint – Simon dejó de pagarle el salario, y Comte aceptó seguir trabajando
con él por razones intelectuales y con la esperanza de ser recompensado posteriormente.
Comte, un abogado republicano, con ideas de igualdad y fraternidad al contacto con Saint –Simon adquiere
una concepción elitista, ésta concepción lo acompañaría toda la vida.
En 1824 rompe con Saint – Simon por una publicación en la que ambos se disputaban la autoría, cada uno
la publicó con diferente título y la firmó como único autor.
Las dificultades arreciaron entre ambos por el énfasis pragmático de Saint Simon contrario al énfasis teórico
de Comte.
A los veintisiete años decide casarse con Caroline Massin, pero por las constantes discusiones y
separaciones temporales de la pareja deciden separarse definitivamente.
Comte buscó refugio nuevamente en las clases privadas de ingeniería química y siguió trabajando sobre su
Filosofía Positiva.
Su salud mental decayó y fue internado en un hospital siquiátrico, cuando sale de este centro la depresión
continuó al punto de intentar suicidarse arrojándose al Río Sena.
Entre 1830 y 1842 vivió una existencia miserable, al margen de la Academia de Científicos, dando
clasesparticulares, al mismo tiempo escribía el curso de Filosofía Positiva, su máxima obra.
Por "higiene cerebral" decidió no leer ninguna obra científica que pudiera contaminar sus escritos,
limitándose aleer ficción y poesía y a partir de 1838 leyó y releyó solamente el libro "La Imitación de
Cristo".
A pesar de las dificultades Comte se hizo de discípulos extranjeros, entre ellos John Stuart Mills que en
su libroSistema de Lógica lo cita como "entre los primeros pensadores de Europa". Stuart Mills y un grupo
de seguidores reúnen periódicamente sumas de dinero para sacarlo de sus problemas financieros.
Por esos años se enamora de una mujer de clase alta, que había sido abandonada por su esposo, pero ella
muere de tuberculosis sin corresponder a su amor. El promete devoción a la memoria de "su ángel" y en
1844 esboza "El Sistema de Político Positivista".
Comte da un nuevo giro a su vida a raíz de este acontecimiento, ahora impera la primacía de la emoción
sobre el intelecto, el sentimiento sobre la mente.
Cuando aparece finalmente El Sistema, entre 1851 y 1854, ya había perdido muchos de sus seguidores, pero
eso no lo hizo caer y decidió que ahora en adelante firmaría todas sus circulares como "El Fundador de la
ReligiónUniversal, Gran Padre de la Humanidad "
Durante las pláticas que daba a los trabajadores obreros buscaba de convencerlos al nuevo credo de la
Sociedad Positivista". Las reuniones se celebraban en su casa diariamente entre siete y nueve de la noche,
excepto los miércoles. Los asistentes eran: antiguos politécnicos, futuros políticos. Intelectuales,
trabajadores manuales, que intercambiaban entre si admiración por el intelecto de su maestro.
Semanalmente enviaba mensajes a sus nuevos discípulos extranjeros como si fueran las epístolas de San
Pablo. Además funcionaban misiones en España, Inglaterra, Estados Unidos y Holanda
La rebeldía que en su juventud mostró, se diluyó predicando ahora como virtudes la sumisión y el orden, El
lema de la Iglesia Positivista fue: "Orden y Progreso".
Durante la revolución de 1848 Comte repudió los hechos sangrientos, sus años de rebeldía habían quedado
atrás.
A mediados de 1857 enfermó de cáncer, la enfermedad progresó rápidamente, muriendo el 5 de Septiembre
de ese mismo año.

SU OBRA

El objetivo de Comte fue crear una ciencia de la sociedad en la que se pudiera predecir el curso de los
acontecimietos para formular leyes. Los pilares del conocimiento fueron orden, progreso, estabilidad y
cambio.
Las leyes que rigen a la sociedad debían descubrirse y ser tan exactas como las leyes naturales.
La base de la nueva ciencia es "la observación y el razonamiento debidamente combinados". Toda teoría
científica se basa en la observación de hechos, pero que deben ser guiados por la teoría.
"La observación de los hechos es la única base sólida de los conocimientos humanos".
Los hechos sociales como tema de observación, la ciencia social se ocupa de establecer sus relaciones
mutuas.
La observación es indispensable para conocer la realidad, Comte ataca las doctrinas empíricas y exige
un cuadroteórico porque "no hay jamás acción sin una especulación preeliminar".
La ciencia se compone de leyes no de hechos, el fin de la ciencia es ampliar el dominio racional a expensas
de lo experimental. El conocimiento de hace científico hasta que se organiza y generaliza. Toda observación
aislada es inútil por empírica.
Ninguna observación es posible a menos que esté dirigida mediante una teoría.
A esta nueva ciencia social la llama primeramente FÍSICA SOCIAL, acuñando luego la palabra
SOCIOLOGÍA
El objetivo de esta ciencia social es: mejorar la condición humana descubriendo las leyes que conseguían
predecir los hechos sociales, buscando que el hombre aprenderá a utilizar estas leyes para sus propósitos
colectivos.
La Sociología es la ciencia del presente.
En su libro Curso de Filosofía Positiva, escrito entre 1830 y 1842, descubre la ley de los tres estados de la
humanidad o ley del progreso humano.
Las ciencias deben pasar por estos tres estados; teológico o ficticio en el se explican la naturaleza de las
cosas apelando a la voluntad de los dioses o de un dios.
El estado metafísico o abstracto, los fenómenos se explican por las categorías filosóficas abstractas.
El estado científico o positivo, que explica los hechos mediante la aclaración de las causas.
La atención debe centrarse en averiguar cómo se producen los fenómenos para llegar a las generalizaciones;
y que éstas puedan observarse, pero sobre todo, comprobarse. Esto último o sea la comprobación es la base
de toda ciencia.
Cada uno de los estados tiene su imagen en las actitudes políticas y de comportamiento de los hombres:
El estado teológico se refleja en el derecho divino de los reyes.
El estado metafísico se refleja en los conceptos como el contrato social, la igualdad de las personas o la
soberanía popular.
El estado positivo por el análisis científico o sociológico de la organización política.
Comte pugnaba para la edificación de una sociedad estable gobernada por una minoría de científicos doctos
que resolvieran los problemas humanos por métodos científicos acorde a las nuevas condiciones sociales.
Aunque rechazaba la idea de un dios, Comte reconocía el valor de la religión por contribuir a la estabilidad
social. En su obra Sistema de Política Positiva (1851 – 1854) propone una religión de la humanidad que
lograra mejorar la conducta social y humana.
La ley de los tres estados -fundamento de la filosofía positiva- que se hace patente en el proceso histórico,
también se hace extensiva a los conocimientos.
En el estado teológico todo es ficticio y preparatorio. La mente busca las causas y los principios de las
cosas, lo más profundo y lejano, predomina la imaginación.
En él se dan tres fases:
Fetichismo en el que a las cosas se les atribuye un poder mágico.
Politeísmo una serie de divinidades cada una de los cuales presenta un poder: el agua, la madre tierra, el
bosque, el trueno, etc.
Monoteísmo es la fase superior, en la que todos los poderes divinos se concentran en uno solo llamado
Dios.
El estado Metafísico es crítico y de transición.
Explica la naturaleza de los seres, su esencia, sus causas, sin recurrir a las figuras sobrenaturales del estado
anterior.
Es la búsqueda de los conocimientos absolutos.
En este estado el concepto es la naturaleza, a diferencia del concepto de Dios del primer estado.
El estado metafísico es crítico y negativo, un ensayo o preparación para llegar al estado positivo.
El estado positivo es real y definitivo la imaginación es dominada por la observación.
El positivismo busca hechos y sus leyes, no las causas y principios (1° estadio). Ni esencia o sustancia (2°
estadio). Se atiene a lo positivo a lo dado, al dato, busca las leyes de los fenómenos; es decir de las
relaciones invariables.
Comte buscaba llevar al estado positivo el estado de la humanidad, la ciencia de la sociedad.
Apunta que el paso de un sistema social a otro nunca es continuo y directo. La historia de la humanidad
oscila entre lo "orgánico" y "lo crítico"; Lo orgánico corresponde a la estabilidad y la armonía, en el periodo
crítico, se deterioran las tradiciones, se cuestionan las certezas, la sociedad se desequilibra, desquicia,
perturba.
Hay un preámbulo entre un estado y otro, es una fase de transición anárquica y que puede durar un largo
tiempo, varias generaciones inclusive mientras se forja la renovación y el cambio.
La ley de Comte o de las tres fases cuando se aplica a la organización social tiene características de
dominación política. En la fase teológica es dominada por sacerdotes y gobernada por militares. La
metafísica situada en la edad media y el renacimiento, es dominada por sacerdotes y abogados. La fase
positiva es gobernada por administradores industriales y guías morales científicas y corresponde a la era
industrial.
Es como contemplar la historia de nuestra vida en la que hay una infancia teológica, una juventud
metafísica y una adultez positiva o científica.
Sociológicamente en la primera fase la familia es la unidad social, en la segunda fase es la prominencia
social y en la tercera toda la raza humana se vuelve la unidad social operativa.
Comte agrega que en cada fase se va incrementando la población, este aumento poblacional es el
determinante del progreso social. Solo puede surgir la división de trabajo en la era industrial en los grandes
conglomerados, además el constante estímulo que reciben los individuos para resolver las necesidades y las
nuevas dificultades de subsistencia, cada vez con métodos más refinados que llevan al progreso, siempre
mediante el orden.
Para Comte la división de trabajo lleva a la evolución social.
La ley de las tres fases también está conectada a la jerarquía de la ciencia: la primera ciencia que se
desarrolla es la astronomía, luego la física, química y biología durante la segunda fase y por último la
sociología en la tercera fase.
El desarrollo de las ciencias no se da en forma aislada ni lineal, hay interconexiones entre ellas, además que
el surgimiento de cada ciencia depende del grado de desarrollo de la predecesora.
La Sociología, la más compleja de las ciencias es la cumbre del método positivo, disfruta de todos los
recursos de las ciencias anteriores.
Usa el método histórico para conocer la influencia gradual, creciente y continua de las generaciones
anteriores en nosotros mismos –base de la sociología- lo cual solo es posible a la luz del análisis histórico.
La Sociología tiene sus métodos que la distinguen de las demás ciencias; a diferencia de las ciencias
inorgánicas, en que los elementos se conocen mejor que el todo, en la Sociología solo es posible ver cada
elemento a la luz del sistema completo.
El hombre y la sociedad se estudian en conjunto, no por las partes que lo constituyen.
Las ciencias pueden ser estáticas o dinámicas, mientras que en la Sociología se da esta dualidad, tiene los
dos aspectos en sí, la armonía y el desarrollo social, la estabilidad y el cambio, el orden y el progreso.
Comte estudió las causas de la estabilidad social.
Para él la familia es la unidad social más elemental y el prototipo de otras asociaciones humanas que
formaran tribus y que a su vez forman ciudades o naciones.
El cuerpo social debido a su complejidad no esta unido por medios físicos, solo logra mantenerse unido por
lazos espirituales y para lograrlo es necesario que haya un idioma que conecte entre sí a las comunidades,
tanto en forma horizontal como vertical (con nuestros antepasados).
El idioma es el medio para lograr la integración, la solidaridad y los acuerdos generales en las comunidades.
Además es necesario una creencia religiosa común para superar las diferencias individuales, egoístas en pro
de la sociedad. Un sistema común de creencias le da afinidad al conglomerado y apoyo espiritual al poder
temporal de los hombres, porque regula el mando y la obediencia.
Además del idioma y la religión, otro factor que une al hombre con sus compañeros es la división del
trabajo, que consiste en la distribución de las ocupaciones en el complejo organismo social.
Estos factores: familia, idioma, y religión, además de la división de trabajo llevan a la solidaridad humana.
Para lograrla debe haber una armonía espontánea entre las partes y el todo del sistema social.
La humanidad que es propensa al egoísmo, sustituiría estas características por el altruismo, por el orden.
La sociedad instruida sabrá dirigirse.
Según Comte, los sociólogos serán los sacerdotes científicos, los guías morales, los directores de la
educación, los jueces supremos para lograr que se cumplan los deberes colectivos y anular cualquier idea
subversiva sobre derechos individuales. Para lograr un reino de armonía, justicia, rectitud y equidad.
Comte se considero a sí mismo no solamente un científico social, sino un profeta y fundador de una nueva
religión El positivismo.

CARLOS MARX

El hombre no es un elemento
pasivo frente a la naturaleza y
la sociedad, por el contrario,
obra e influye sobre ellas
transformando así sus condiciones
de existencia. - Carlos Marx -

Carlos Marx nace en Tréveris (Prusia) el 5 de mayo de 1818 ( algunos autores dan como fecha el 25 de
mayo). Su padre Enrique y su madre Enriqueta, judíos que apoyaron a Napoleón cuando éste al ocupar
Tréveris les da también todos los derechos de los demás ciudadanos. Con la derrota de Napoleón, los judíos
nuevamente perdieron sus derechos civiles. Ante la amenaza de perder la práctica legal, el padre de Marx se
convierte a la Iglesia Luterana.
El joven Marx estudia Derecho en la Universidad de Bonn y luego Historia y Filosofía en Berlín. Así en
1842 recibe el Doctorado por la Tesis " La Diferencia de la Filosofía de la Naturaleza en Démocrito y
Epicuro. La tesis la dedicó a Ludwig Westphalen su vecino, que le prestó libros y habló sobre las nuevas
doctrinas sociales, su mentor espiritual. Al siguiente año se casó Marx con la hija de él, Jenny Westphalen.
La pareja vive en París de 1843 a1845, en estos años Marx leyó a los reformistas Proudhom, Louis Blanc,
Cabet, Bakunin, Fourier, Saint – Simon, Saint – Simonians y Ricardo y a Sismondi, toda esta literatura era
inaccesible para él en Alemania. Con algunos de éllos, además, hizo amistad.
Con su compañero Federico Engels escriben en 1845 La Sagrada Familia. Crítica de la Crítica Crítica
escrita contra Bruno Bauer (su antiguo maestro en Bonn). El libro consistía en una sátira contra el idealismo
alemán.
A petición del gobierno prusiano, Marx fue expulsado de Francia, se trasladó a Londres con su amigo
Engels, de allí fue a Bruselas donde fundaron la Liga Comunista, buscaban la internacionalización de la
misma. La Liga funcionó con corresponsales en Londres y París.
Proudhom publica en 1846 "De las contradicciones económicas o Filosofía de la Miseria, al año siguiente
Marx publica La Miseria de la Filosofía, obra maestra de Economía Política, concebida en su "tono
terriblemente sarcástico", lo que obviamente produjo la ruptura definitiva entre Proudhom y Marx.
Esta obra contiene la concepción materialista de la historia.
Se cree generalmente, que son las ideas las que guían a los hombres es decir; en el estudio de un periodo
histórico determinado, de las instituciones jurídicas de un pueblo o de las formas políticas de una sociedad.
Se busca el origen de estos acontecimientos en la voluntad de los hombres en su conciencia.
Marx decía: gran error, porque las transformaciones sociales o religiosas, no se pueden explicar solamente
por la evolución del espíritu humano; porque realmente encuentran su origen en las condiciones de la vida
material.
Las relaciones de un hombre con otros y con la sociedad humana son sobre todo, relaciones económicas,
que son el resultado de los medios de producción y que son modificadas estas relaciones en la medida que
se modifican los medios de producción.
Los instrumentos de producción utilizados en determinada época, explican claramente las formas de toda la
vida social .
Cuando se modifican estos medios de producción, cuando ya no están en armonía con las instituciones
jurídicas, políticas y económicas de la sociedad; cuando acontece esta discordia, también se produce una
modificación en la base económica, se crea una revolución en todas las instituciones políticas, sociales,
religiosas, jurídicas, artísticas, se da lo que llamaríamos una fractura en la superestructura de la sociedad.
Apreciamos esto cambios en el paso de la edad de piedra, a la de bronce, a la de hierro, a la de oro. El paso
de los instrumentos individuales a los de la fábrica ha producido cambios drásticos en todas las instancias
arriba señaladas, además también en la familia y la propiedad pero sobre todo en el desarrollo del Estado.
La producción de cada ciclo se da por el antagonismo de las clases; sociales; la clase dominante contra la
clase dominada.
Las fuerzas productivas se desarrollan y crecen con el antagonismo, la clase dominada crece, hasta llegar a
la madurez, a la emancipación, rompiendo con las formas tradicionales y como no quiere perder los frutos
de su nueva posición se convierte de clase revolucionaria a clase conservadora.
Ésto ha ocurrido en la antigüedad, en las colonias esclavistas y en el feudalismo y ocurrirá en el
capitalismo.
En 1847 la Liga Comunista se reúne en Londres y encarga a Marx que escriba un manifiesto en su nombre.
Al año siguiente, 1848 durante la Revolución de febrero en París, sé publica El Manifiesto Comunista, en él
se expone la formación de las diversas clases sociales en la sociedad humana y las formas de lucha que
asumen estas clases, el password de los obreros a nivel mundial fue: Proletarios de todos los países, uníos!
Marx vuelve a Francia, al ser expulsado de Bélgica por sus ataques periodísticos al gobierno prusiano en la
Gaceta alemana de Bruselas. Ante las constantes persecuciones de que era objeto por el gobierno prusiano,
pensó en repudiar esta nacionalidad y convertirse en heimatlos (sin nacionalidad).
El Comité Central de la Liga Comunista se constituyó en París, fungiendo Marx como Presidente.
Con pasaporte francés vuelve a Colonia a fundar la Nueva Gaceta Renana, allí publica artículos sobre El
Trabajo Asalariado y el Capital, es expulsado nuevamente de Prusia, refugiándose ahora en Londres.
En 1850 publica La Lucha de Clases en Francia. En esta obra sostenía Marx que la Revolución de 1848 se
dio por las crisis comerciales internacionales de 1847. Llega a la conclusión que una nueva revolución no
era posible sino solamente como consecuencia de una nueva crisis.
En 1852 escribió el 18 Brumario de Luis Bonaparte, obra en la que aporta que los grupos que ejercen la
misma actividad económica, no constituyen necesariamente una clase social, porque es preciso que exista
conciencia de la unidad de grupo.
En ese mismo año obtuvo permiso para utilizar el cuarto de lectura del Museo Británico, allí llegaría a las
10 de la mañana y se retiraría a las 7 de la tarde, todos los días, consultando libros y escribiendo sobre el
sistema capitalista. Su obra cumbre El Capital.
Marx en Londres vivió en la pobreza, tres de sus hijos murieron por desnutrición y los demás incluyéndolo
enfermaron por las condiciones miserables en que vivían.
Como decía su esposa Jenny, Carlos es tan egoísta que solo piensa en los demás.
En 1859 publica "Contribución a la Crítica de la Economía Política, el primer el primer boceto de El
Capital, cuyo primer tomo apareció en 1867. Para ese entonces Marx era considerado un líder de la
Internacional. Este primer volumen se tradujo al ruso, francés, inglés e italiano en los 10 años siguientes.
Marx decide trabajar en el volumen II de El Capital. Este tomo II lo terminó en 1878, pero ya su salud
estaba minada, deteriorada.
En 1881 su esposa murió de cáncer, un año después su hija mayor también murió, Marx nunca se recuperó
de esos golpes y murió en su sillón de estudio el 14 de mayo de 1883.
SU OBRA
Carlos Marx era un teórico del comunismo y una gran figura del pensamiento económico y filosófico. Para
él la sociedad es un conjunto de fuerzas opuestas que generan el cambio por medio de la lucha entre ellos.
A diferencia de Comte que pensaba que el orden llevaba al progreso, Marx sostenía que la lucha es la
génesis de las cosas, el conflicto social es el centro del progreso histórico.
Marx dice que la historia del mundo es la historia de la lucha de clases. Así el primer acto histórico es la
forma en que los hombres se relacionan entre si para conseguir el sustento, es la producción de la vida
material.
Pero una vez que son satisfechas estas necesidades primarias, la lucha continúa, porque el hombre sigue
descontento y se centra en resolver las nuevas necesidades que evolucionan y se hacen cada vez más
complejas.
Para satisfacerlas los hombres luchan entre sí. Una vez que han superado la fase comunal, la fase primitiva
de desarrollo y en cuanto se da la división de trabajo en la sociedad humana, ésta llevará a la formación de
clases sociales antagónicas.
Según Marx las relaciones sociales entre los hombres, los sistemas de ideas están arraigadas a los periodos
históricos. Las ideas y las categorías no son absolutas, son productos históricos, transitorios, relativos.
La lucha de clases difiere según las fases históricas, si bien es cierto, las luchas se han dado desde la
aparición de las clases sociales, han marcado la historia. En cada periodo los sujetos que luchan tienen
características y formas de producción diferentes, aunque puede resumirse que es la lucha entre opresor y
oprimido, la lucha entre contrarios, entre partes contradictorias.
El pensamiento de Marx contrasta con el de Comte y el de Hegel, para este último la evolución de la
humanidad es la evolución de las ideas o del espíritu humano. En cambio para Marx la evolución depende
de las formas en que se asocian los hombres para ganar el sustento.
De Hegel, tomó la idea que la sociedad es un todo, así cualquier aspecto de ese todo no puede entenderse
solo, se trata el arte, la religión, el sistema educativo.
El desarrollo político, social, legal, literario, filosófico, y educativo descansa en el desarrollo económico.
No significa que la economía sea la única causa activa y las demás sean pasivas, sino que la base económica
siempre es recíproca, y en la que finalmente se impone, en última instancia.
El modo de producción de la vida material es el que determina el carácter general de los procesos políticos,
espirituales y sociales. No es la conciencia de los hombres la que determina su ser, sino que es este ser
social quien determina la conciencia.
La prueba está en que los hombres nacen en sociedades en las que las relaciones de propiedad ya están
determinadas.
Una vez que el hombre se sitúa en una clase social en razón de su nacimiento (señor feudal o siervo, obrero
o capitalista, amo o esclavo) su forma de actuar, su modo de conducta ya está preescrito; definido.
El hombre sólo es humano en sociedad. La división de la sociedad en clases da lugar a diversos puntos de
vista en lo político, social, cultural, religioso, pero estos puntos de vista, estas ideas serán dominantes si son
los puntos de vista, las ideas de la clase dominante.
La clase dominante tiene no solamente los medios se producción material sino también los medios de
producción mental.
Cada orden social es marcado por el cambio continuo de las fuerzas materiales de producción. Las nuevas
relaciones sociales se empiezan a gestar dentro de las estructuras más viejas y son el resultado de las
tensiones y las contradicciones dentro de la estructura.
El modo de producción capitalista se gesta justamente en el feudalismo, cuando la burguesía moderna hace
estallar la estructura económica feudal; es decir, se forman nuevas formas sociales en la matriz de sus
predecesores.
Así mismo en la sociedad capitalista, una vez que la clase proletaria, los obreros, adquieran la conciencia de
clase, descubren el antagonismo con la clase burguesa, se unen para derrocar al régimen que los oprime.
En el capitalismo, la fabrica no es un lugar de colaboración, por el contrario es el núcleo donde se gesta el
antagonismo de las clases. No hay ayuda mutua, sólo intereses de clase y confrontaciones de poder, que son
determinantes en el proceso social e histórico.
Para que surja el antagonismo entre las clases es necesario que primero se den cuenta que pertenecen a una
de ellas, mientras que los individuos no se percaten de que tienen intereses comunes, el compañerismo, el
cooperativismo, el mutualismo no surgirá entre estos seres individuales, una vez que posean la conciencia
de clase a la que pertenecen y puedan unirse como clase, podrán luchar contra la clase antagónica. Pero es
indispensable la cohesión social.
Los intereses de clases son diferentes a los intereses individuales. Estos intereses pueden hacerse comunes
"clase en si" y potencialmente convertirse en intereses reales, cuando los individuos que ocupan posiciones
semejantes, hacen conciencia de su destino común. Aunque no es fácil percatarse de la similitud de sus
intereses a través de los conflictos con la clase contraria, pero una vez que se logra , se obtiene la conciencia
de clase
Los obreros llegan a la ayuda mutua, a la solidaridad al superar sus intereses particulares, su propia
competitividad para lograr sus intereses de clase; sin embargo, los capitalistas por la competencia en el
mercado y las diferentes formas de producción que les acarrearan más riquezas, -su meta última- siempre en
competencia con los otros capitalistas, los imposibilita a unirse, presentar un frente común, dejar a un lado
sus intereses particulares, asumir la conciencia de clase.
No obstante, Marx descubre que para los capitalistas es posible trascender a estos intereses inmediatos -los
económicos- sólo en los ámbitos político e ideológico.
Los capitalistas se encuentran divididos, desunidos por la competencia económica que se da entre ellos; es
así que se ven precisados a instaurar una ideología que justifique la dominación y el sistema político que
fundamente sus acciones y que sirvan a sus intereses colectivos "El Estado es la forma en que la clase
gobernante afirma sus intereses comunes." " Las ideas de la clase gobernante son las que gobiernan las
ideas."
Solo así surgirá en la clase dominante una conciencia de clase, falsa conciencia dice Marx, una conciencia
que no trasciende, porque lo de ellos es la competencia en la producción y su fin último es la ganancia.
Ni la clase, ni el estado, ni la ideología burguesas son suficientes para mantenerse en el poder una vez que
han madurado las condiciones económicas y la clase obrera se ha solidarizado, conciente de sus intereses
comunes y confronta a sus enemigos de clase desunidos.
La interacción de dos elementos: el espontáneo-biológico (relación del hombre con la naturaleza) con el
reflexivo (conciencia del hombre-organización) hay que agregar un tercer elemento: la alienación y los
fetiches.
El hombre al desarrollarse a través de las contradicciones lo humano o positivo, no podrá formarse sino a
través de lo inhumano y negativo, es decir la alienación de lo humano.
Para Marx la historia de la humanidad tiene una dualidad: por un lado el hombre que cada vez más consigue
dominar a la naturaleza y por otro lado él hombre dominado por las fuerzas de su propia creación, por el
objeto que él mismo hombre creó, ahora al hombre lo tiene en un puño como si fuese una entidad ajena a él
y además el hombre le rinde culto. La versión moderna del animismo de las sociedades arcaicas.
La alienación del hombre es real, concreta, practica, económica, social y política.
Las relaciones que el hombre mantiene con los objetos que crea, en los cuales se expresa son normales,
hasta el momento en que algunos cobran una existencia independiente. Por ejemplo, el dinero, el capital que
se convierte en realidad opresiva en manos de una minoría. Cuando el dinero (el fetiche) domina al hombre
estamos frente a una alienación.
El fetichismo verdadero aparece cuando las abstracciones escapan al control, al pensamiento y a la voluntad
de los hombres. Los objetos ejercen un dominio social y psicológico, se convierten en algo más que cosas
materiales. El fetiche domina al hombre y éste le rinde culto.
Si se considera como estructura el modo de producción. La expresión de ese modo de producción en la
superestructura. Esta elabora, codifica y traspone ideológicamente las relaciones humanas hacia un modo de
producción determinado; reacciona para hacerlas avanzar o bien para conservarlas (política reaccionaria).
La superestructura comprende las instituciones jurídicas y políticas, las ideologías y los fetiches
ideológicos, como se apunta arriba. La ideología es la expresión del modo de producción.
Marx revela en su obra El Capital que la vida económica es sólo una parte integrante de la vida social; y
bajo el capital, mercancía, valor precio, ganancia, distribución de bienes y plusvalía están la sociedad y
todos los hombres que participan en ellas.
Engels en una carta a Joseph Bloch (21 septiembre de 1890) le escribe "Según la concepción materialista de
la historia, el factor que es en última instancia determinante en la vida es la producción y reproducción de la
vida real. La intención económica es la base, pero los diferentes factores de la superestructura –formas
políticas, formas jurídicas de las luchas de clases, los reflejos de esas luchas en los cerebros de los
participantes, teorías políticas, jurídicas, filosóficas ejercen un influjo en el curso de las luchas históricas y
determinan las formas de manera preponderante. Hay una acción y reacción de todos los factores".
En Marx jamás se apreciará una concepción fatalista o determinista sobre la historia, por el contrario, en La
Sagrada Familia escribe: "La historia no hace nada. Es el hombre, solo el hombre, el hombre viviente quien
hace, quien posee, quien combate.
No es la historia la que utiliza al hombre para realizar sus fines, como si la historia fuera una persona
independiente. Ella no es nada, nada sino la actividad del hombre que persigue sus fines.
Aunque el enfoque sociológico lo cristaliza Marx cuando afirma que "Los hombres hacen su historia, pero
no saben que la hacen..."
El marxismo como el positivismo de Comte ha nacido de las contradicciones de la sociedad moderna , de la
gran industria , de la lucha del hombre contra la naturaleza y contra los hombres.
Marx adopta de Hegel y empleado por primera vez el método de investigación.
En el prólogo de El Capital indica los aspectos concretos del análisis de este método de investigación.
Distingue el método de investigación que "debe apropiarse en detalle" el objeto estudiado, analizar y
describir las relaciones internas de estos elementos entre sí y utilizar las técnicas más apropiadas al objeto.
Después del análisis nace la exposición que es sintética y reconstruye el conjunto.
Para Marx la realidad a alcanzar es siempre una realidad en movimiento.
Y cada realidad tiene sus propias contradicciones su propio movimiento interno, su calidad , su
transformación.
El método dialéctico es el único medio de comprender los hechos sociales, ya que estos son contradictorios.
El mérito de Marx está en dar a estas contradicciones una explicación que se sumerge en la realidad, la
descubre y la expresa en lugar de desvincularse de ella y separar un fragmento aislado para estudiarlo

HERBERT SPENCER

Así como la naturaleza excreta sus miembros


enfermos, lentos, vacilantes y deformes,
la sociedad debe proceder de igual manera. - Herbert Spencer -

Spencer nació el 27 de abril de 1820 en el Hongo, Inglaterra. Fue el mayor de nueve hijos y el único
sobreviviente. Su padre George Spencer fue un hombre excéntrico cuáquero que combinó el radicalismo y
anticlericalismo en su conducta; y muy individualista en su perspectiva, su madre fue una mujer paciente y
sumisa.
Herbert Spencer fue un niño enfermizo y débil, no asistió a la escuela regular, su padre lo educo en casa. A
los 13 años su padre lo envió a vivir a casa de su hermano suyo, Herbert recibió una educación extensa de
su tío, sobretodo de Radicalismo Filosófico.
Herbert nunca recibió una educación formal en inglés, su lingüística era pobre, pero era bueno para
matemáticas y ciencias naturales, pero no fue un hombre culto.
No tuvo instrucción universitaria como su padre, siguió sus intereses científicos y trabajó como ingeniero
en las vías férreas hasta 1841, y luego publicó artículos en la prensa radical. En El Anticonformista publicó
una columna "La Esfera Apropiada del Gobierno" En la que escribía sobre las restricciones de las acciones
de gobierno. Según su tesis, todas las actividades humanas deben dejarse a la iniciativa privada, a excepción
de la de vigilancia, esta actividad será regulada por el gobierno.
Durante varios años se dedicó al periodismo y a la política radicales, hasta que desesperado por no tener un
sustento fijo como escritor decidió volver al empleo de ingeniero y regresó a las vías férreas durante dos
años. Pasado ese tiempo, nuevamente se quedó sin empleo fijo, oscilando entre las invenciones mecánicas y
el periodismo radical, durante un tiempo pensó en emigrar a Nueva Zelanda. Hasta que en 1848, encontró
un empleo seguro y estable como subeditor en El Economista de Londres.

SU OBRA
Algunos historiadores de Sociología tienden a ver a Spencer como un continuador de las ideas orgánicas de
Comte. Spencer se defiende diciendo que: para Comte, el objetivo es dar cuentas de las concepciones
humanas, en cambio para mí es dar cuenta del progreso del mundo. Comte propone describir el requisito, y
lo real en él es: la filiación de ideas. Yo propongo describir el requisito, y lo real en mí es: la filiación de
cosas.
Comte profesa para interpretar la génesis de nuestro conocimiento de naturaleza. Mi objetivo es interpretar
la génesis de los fenómenos que constituyen la naturaleza. El uno es subjetivo, el otro es objetivo.
Spencer percibió las diferencias esenciales existentes entre ellos, para él la preocupación principal fue la
dirección de los cambios evolutivos en las estructuras y en las instituciones sociales, en lugar de la ley de
los tres estados mentales de Comte "La opinión de cada edad en un país es una función de la estructura
social de la edad en ese país.
Para él la evolución fue un cambio de un estado relativamente indefinido, incoherente y homogéneo a un
estado relativamente definido, coherente y heterogéneo.
Defendió la evolución de las sociedades humanas, que es similar a los demás fenómenos evolutivos.
Porque la Sociología solo puede volverse una ciencia cuando se basa en la ley natural evolutiva.
Sus reflexiones sociológicas se concentran entre la evolución orgánica y social, entre las similitudes en la
estructura y evolución de unidades orgánicas y sociales.
Las analogías biológicas son básicas en el razonamiento sociológico de Spencer. Aunque a él le causaron
críticas muy fuertes por ser un individualista radical. Estas analogías orgánicas le trajeron dificultades
sociológicas y filosóficas, a diferencia de Comte que con su filosofía colectiva, la crítica fue más benévola
con él.
Con sus analogías orgánicas mantiene la noción que con el conocimiento evolutivo vienen los cambios en la
estructura y en las funciones de cualquier unidad, al aumentar su tamaño, también aumenta su
diferenciación.
Tanto las sociedades como los cuerpos vivientes empiezan como gérmenes a desarrollarse y al cabo del
tiempo su alcance es mayor. Este crecimiento puede darse por dos procesos que a veces se dan
separadamente y a veces juntas. Puede ser el aumento de la población por la multiplicación de las unidades,
o bien, por la unión de grupos y nuevamente por la unión de grupos de grupos.
El aumento en el tamaño de unidades invariablemente son acompañados por un aumento en la complejidad
de la estructura. El proceso de crecimiento es el proceso de integración.
Y esta integración debe acompañarse por una diferenciación progresiva de estructuras y funciones, si el
organismo sobrevive por la constante lucha por la supervivencia.
En los animales que corresponden a la escala evolutiva baja se aprecia que sus partes son homogéneas, pero
en cuanto avanzan en la escala evolutiva estas partes de diferencian cada vez más entre sí, igualmente
sucede con los grupos sociales rudimentarios y conforme la población aumenta hay más divisiones y
subdivisiones de roles. En estas sociedades rupestres sus integrantes son al mismo tiempo cazadores,
guerreros, constructores de casas, fabricantes de herramientas, cada uno cubre para sí mismo todas las
necesidades.
Conforme la sociedad crece, también crece la estructura se puede apreciar la división de trabajo, las
diferentes partes asumen actividades diferentes simultáneamente. Se ayudan recíprocamente, las partes se
hacen dependientes unas de otras, constituyen un organismo.
La división de trabajo que los economistas consideran un fenómeno social, en los cuerpos vivientes se llama
división fisiológica de trabajo y es privativa de todo ser viviente.
 Manuales
 Contacto
 Trabajo
 Acción
 América
 Análisis
 Años
 Biografías
 Catálogo
En las sociedades rudimentarias se empiezan a diferenciar las labores de guerrero y cazador, en las
sociedades agrícolas se diferencian las de cultivador y guerrero. Conforme crecen las sociedades se aprecian
diferencias entre, jefes, gobernantes, reyes. Con las uniones de las sociedades se produce más adelante un
jefe de jefes.
En las sociedades simples donde las partes son básicamente iguales las sustituciones pueden hacerse
fácilmente, no así en las sociedades complejas, en que las acciones de uno no pueden ser asumidas por otro,
porque se desconoce la forma de hacerlo. La especialidad de las funciones en la sociedad hace que ésta
progrese pero a la vez la hace más vulnerable y frágil en su estructura, respecto a la sociedad rudimentaria.
Un ejemplo actual y real se aprecia durante en la guerra de Viet Nam. La derrota de la sofisticada y
coordinada civilización estadounidense en manos de una sociedad campesina como la vietnamita.
Obviamente cualquier rotura en la coordinación de la sociedad capitalista, no es fácilmente reparada, en
cambio las vietnamitas, con premura reparaban las fisuras hechas por los norteamericanos.
Cuando no es muy compleja la sociedad se asume la carga de regulación interior y el mando social, pero
cuando la sociedad y la estructura se vuelven más complejas, en sus funciones no es posible que se ajusten
en forma espontánea.
Spencer clasifica a las sociedades por su fase evolutiva, su grado de complejidad, pero además las clasifica
como Pacífica o Militante.
En las sociedades pacíficas las regulaciones son débiles, en la militante las regulaciones son coercitivas. Un
ejemplo de sociedad pacífica es la sociedad industrial, que se caracteriza por la libertad individual y la
cooperación voluntaria entre sus miembros.
Mientras que en la sociedad militante hay regulación estricta y la cooperación es obligatoria.
Lo que define una sociedad de otra no es la complejidad de las funciones, sino la presencia o ausencia de
conflictos con el exterior.
Asimismo, se aprecia que las organizaciones públicas son preponderantes en la sociedad militante, mientras
que las privadas son las preponderantes en las sociedades industriales.
La estructura del Estado es centralizada en la primera sociedad y descentralizado en la segunda.
Respecto a la actividad económica hay autonomía y autosuficiencia en la militante y pérdida de autonomía
económica e interdependencia vía el comercio libre en la segunda, la industrial.
Spencer cree que la evolución de la humanidad es unilineal, se da a través de fases de desarrollo; así como
se da la evolución de los individuos de la niñez a la pubertad y a la madurez, pero todas las etapas deben
vivirse, no se pueden eludir "así como no hay un atajo que nos pase de la niñez a la madurez", las
sociedades así también evolucionan, pasando por todas las etapas de desarrollo y complejidad. El cambio de
homogéneo a heterogéneo se despliega en conjunto en el progreso de civilización, en el progreso de cada
nación.
La evolución de las sociedades, reconoce Spencer, puede ser para progresar o para retroceder, la evolución
es inevitable, pero puede darse también la involución, pero una vez que el equilibrio se ha alcanzado la
evolución continua progresivamente. Además Spencer introduce los factores de estancamiento y retraso.
Sobre las discusiones de instituciones sociales. Spencer muestra que no son el resultado de intenciones
deliberadas y motivaciones de actores. "Las condiciones y no las intenciones determinan... los tipos de
organización política no son cuestiones de opción deliberada".
Spencer concibió los orígenes de la sociedad en condiciones individualistas y utilitarias y además vió a la
sociedad como un vehículo para el perfeccionamiento de los propósitos de los individuos.
Los hombres viven juntos porque les es ventajoso, aunque es necesario hacer algunas adecuaciones para
convivir, se ha demostrado que es más ventajoso así que vivir separadamente. Y una vez que la sociedad se
ha formado es más satisfactorio continuar así combinadamente.
Cada vez que se acercan hombres al grupo social hay adecuaciones en el todo social, se adecúa el todo, pero
también los recién llegados se adecúan, porque "las propiedades de las unidades determinan las propiedades
del agregado, las propiedades de la sociedad".
Con su teoría organicista y sus símiles, asegura que así como un organismo biológico se encajona en una
piel, en una sociedad, para que permanezcan juntos los individuos los une el idioma. El idioma habilita las
sociedades.
Los integrantes de las sociedades poseen capacidad para obtener felicidad o miseria, aunque sea en
diferentes grados cada uno de los integrantes. Porque la sociedad existe para el beneficio de sus miembros
para beneficio de la sociedad.
Las sociedades pueden tener o no leyes, en caso de no tenerlas, no hay orden, no hay una certeza, no hay un
sistema en sus fenómenos. Pero si tiene leyes, así como en el universo, los hechos se darán en forma segura,
infalible, regular y sin excepciones.
Comte quiso dirigir la sociedad a través del poder espiritual de los sociólogos -sacerdotes.
Spencer apuntó que los sociólogos deben convencer a la sociedad que puede ser libre, y no estar bajo
gobierno o reformadores. Debido a la complejidad de causas que operan en la sociedad, es probable que las
acciones humanas produzcan consecuencias que no puedan anticiparse, Cada individuo, cada sociedad
puede proceder según le apetezca, sin esperar que el gobierno decida su agrupación.
De hecho, el Estado solamente debe existir para regular la protección de los derechos de los individuos,
contra los enemigos externos, debe defenderlo contra la opresión extranjera. Todas las demás acciones
deben dejarse a la iniciativa libre de los individuos, que hacen contratos y acuerdos entre sí.
En una sociedad los contratos los hacen los individuos, buscando lograr sus propios intereses. Cuando el
Estado interviene, aunque sea por razón del bienestar social, hay un retroceso en la sociedad, porque una de
las partes controladoras no estará de acuerdo con lo regulado por la sociedad y se estará gestando una
sociedad militante, y quizás tiránica.
Spencer influenciado por Darwin y Maltus sobre la supervivencia del más sano, del mas adaptado, dice que
un exceso de fertilidad, estimula al hombre para ser más ingenioso para sobrevivir.
Para las sociedades que tienen una dificultad para conseguir cómo vivir, para los que ante el incremento de
la fertilidad no buscan alternativas para mejorar la producción, ellos, están en camino de la extinción.
Sólo aquellos con inteligencia superior sobrevivirán la batalla por la existencia. Si el gobierno toma
medidas de protección para los débiles y otras medidas de bienestar social, torcerá la selección que debe
darse en forma natural.
Así como la naturaleza excreta sus miembros enfermos, lentos, vacilantes, deformes, la sociedad debe
proceder de igual manera, pero el Estado con su influencia detiene el proceso purificador.
Si la sociedad castiga la corrupción, pero el Estado insiste en proteger a los sujetos corruptos, anima a estos,
a los incompetentes a multiplicarse, desmotiva al competente y al prudente, elevando así el número de los
primeros y desbalanceando el equilibrio natural; lo que da un proceso inverso que puede llevar al deterioro
progresivo de la raza humana.
Spencer era conciente de los problemas de objetividad que hay en la investigación del mundo social. Exige
que el científico social deba hacer un esfuerzo deliberado para librarse de los prejuicios y sentimientos para
no viciar su quehacer científico. Debe dejar de lado sus relaciones de raza, de país y de ciudadano, además
de sus preferencias, intereses, gustos y supersticiones para no deformar la producción científica. "Tarea que
el hombre común no puede hacer en absoluto y que el hombre excepcional lo hace imperfectamente".
En su obra "El Estudio de Sociología" hace un estudio sobre el análisis del prejuicio y las dificultades
intelectuales y emocionales que conlleva el quehacer científico.
Desarrolla una Sociología rudimentaria del conocimiento en el que muestra cómo la defensa del ideal, los
intereses materiales, tienden a deformar la realidad social.
Hebert Spencer merece un lugar en la Sociología por haber desarrollado la Sociología del Conocimiento

EMILE DURKHEIM

Cuando se propone explicar un fenómeno social,


hay que buscar separadamente la causa suficiente
que lo produce y la función que desempeña - Emile Durkheim -

El Primer Sociólogo Francés


Emile Durkheim nació en Epinal, Lorraine el 15 de abril de 1858, Su padre fue un rabino y Emile decidió
seguir los pasos de su padre, estudió arduamente durante su niñez para lograrlo.
Poco después del Barmitsva (confirmación judía a los 13 años) mostró interés en el catolicismo por
influencia de un maestro, más tarde al perder interés en los fenómenos religiosos se volvió agnóstico.
Fue un estudiante brillante en su natal Epinal, en la Ecole Normale Superiore fue admitido después de
varios intentos en 1879, pero pronto se rebeló porque en los cursos filosóficos nunca eran incluidas las
nuevas doctrinas filosóficas, pero si incluían los versos griegos y la prosa latina, finalmente se graduó en
1882, después de varios conflictos con algunos maestros.

SU OBRA

Durkheim por su formación intelectual nunca dejó de ser un filósofo y un moralista, aunque le cabe el honor
de ser el primer sociólogo que elaboró un método científico: "Las reglas del método sociológico".
Para Durkheim, la solidaridad es el elemento común de toda existencia social, solo así; mediante ella, un
conjunto de individuos puede formar una sociedad.
La solidaridad puede ser mecánica en las sociedades con conciencia colectiva fuerte o bien orgánica en las
sociedades complejas, bajo la influencia de la división del trabajo se unirán individuos con intereses
interdependientes.
Por la división del trabajo social se da una conciencia colectiva que es el conjunto de creencias y
sentimientos comunes a la mayoría de los hombre de una sociedad. Este conjunto de creencias forma un
sistema que tiene vida propia, estamos ante la prioridad del todo sobre las partes. "La división del trabajo
social.(1893)"
En sus primeras obras el aspecto filosófico es la base de sus aportaciones como se aprecia en las siguientes
obras. "Lecciones de Sociología. Física de Moral y de Derecho. (1900) La Educación Moral (1903) Las
Formas Elementales de la Vida Religiosa (1912) Filosofía y Sociología, esta obra publicado postmortem
(1925).
Durkheim es fiel a su época y por su moralismo se parece a Comte. "Hay que elegir entre Dios y la
sociedad. Esta elección me deja bastante indiferente, pues no veo en la divinidad más que la sociedad
transfigurada y pensada simbólicamente".
Lo que es novedoso en Durkheim es su concepción metodológica. El realiza el primer esfuerzo serio y
conciente para lograr unir la teoría sociológica con la investigación empírica. Por cierto Durkheim
considera a Saint – Simon y no a Comte el verdadero padre de la sociología, "porque no sólo ha trazado el
plan de esta ciencia nueva, sino que ha tratado también de realizarlo".
Después de la publicación de Las Reglas del Método Sociológico (1895). Durkheim publica El Suicidio
(1897)obra en que ilustra su método.
Esta obra no es una encuesta mediante entrevistas, sino un estudio basado en documentos estadísticos.
Señala que la noción de suicidio es difícil de definir porque este fenómeno puede tener causas muy
diferentes.
Plantea el problema de los grados de integración a la sociedad y descubre la "anomia" ésta se define estado
turbación, en la que no hay integración social, resultante ésta del desfase de las necesidades con respecto a
las posibilidades que ofrece la sociedad para satisfacerlas.
Al enfocar los problemas de la cohesión o la falta de ella en los grupos religiosos y no en los rasgos
individuales de los creyentes religiosos.
Observó que un aumento significativo en el número de suicidios de un grupo en particular significa que la
cohesión social se ha debilitado y sus miembros no están protegidos contra las crisis existenciales.
Saca por conclusión que el suicidio es un hecho social independiente de cada decisión individual.
Aísla uno a uno los factores como sexo, edad, estado civil y religión para medir su importancia y encontrar
los factores sociales responsables.
Al estudiar la tasa de suicidio entre los grupos religiosos o los grupos de profesionales, se enfoca
principalmente en las formas que tienen de provocar cohesión y solidaridad entre sus miembros.
Sobre la solidaridad apunta que viene de semejanzas y alcanza el grado máximo cuando la conciencia
colectiva y nuestra conciencia se interpolan y todos los puntos de una coinciden sobre los puntos de la otra.
Durkheim distingue la solidaridad mecánica y la solidaridad orgánica.
La primera se refiere a las ideas y tendencias comunes a todos los miembros de la sociedad. Esta solidaridad
prevalece donde se minimizan las diferencias individuales y los individuos de ese grupo social son muy
iguales. Es propia de las sociedades más primitivas. Entre esta solidaridad mecánica y la personalidad hay
una relación inversamente proporcional, a mayor personalidad del individuo, será menor la solidaridad
mecánica en el grupo y viceversa.
La solidaridad orgánica en su producto de la división del trabajo. Con la diferenciación de funciones en la
sociedad, con la dependencia mutua, son necesarias menos creencias comunes que aten a los miembros de
esta sociedad.
Concluye diciendo que sin unidad moral cualquier sociedad primitiva o moderna tiende a degenerarse y
deteriorarse.
En Las Reglas del Método Sociológico apunta que la sociedad no es una simple rama de individuos. No
puede producir ninguna cosa colectiva si no existen unas conciencias particulares, pero esa conciencias
deben estar asociadas, cualquier formación social , puede no ser superior a sus partes individuales, pero lo
cierto es que es diferente a estas partes.
La mentalidad de los grupos no es la de los particulares; pues la de aquellos tiene sus leyes propias. Siendo
las de los particulares insuficiente para explicar las leyes que expresan la regularidad de ciertos hechos.
A los hechos sociales hay que agregar las fuerzas exteriores impersonales y los fenómenos naturales.
El origen de un hecho social debe buscarse en los hechos sociales que lo preceden y no en las conciencias
individuales. La función de un hecho debe buscarse en la relación que guarda con algún fin social.
Este coctel lo estudia la Sociología, observando los hábitos colectivos y sus transformaciones; busca la
explicación de la vida social en la naturaleza de la propia sociedad.
Los hechos sociales consisten en una manera de obrar, de pensar y de sentir exteriores al individuo, que
disponen de un poder coercitivo mediante el cual se imponen a aquel.
El hecho social soporta la acción del tiempo, mientras los individuos particulares mueren y son
reemplazados por otros.
El hecho social se reconoce por el poder de creación externa que ejerce sobre los individuos.
La creación se da en forma de leyes y costumbres sancionando a los individuos cuando estas sean violadas.
El hecho social será cada manera de actuar capaz de ejercer en el individuo una coerción.
La coerción es la obligación moral del individuo para obedecer una regla "algo más allá de nosotros y algo
en nosotros".
La educación es la operación mediante la cual el ser social es sobreañadido al niño y lo adapta a la coerción
que durante toda su vida ejercerán sobre él las instituciones.
Para Durkheim los hombres son criaturas con deseos ilimitados, no se sacian cuando sus necesidades han
sido cubiertas.
Mientras más tiene más quiere, porque la satisfacciones sólo estimulan en lugar de llenar necesidades.
Las sociedades bien organizadas ponen límites a las proyectos individuales en los extremos para normar las
ambiciones.
Cuando los límites se pierden y los individuos no tienen ninguna regulación, la cuestión social se estropea,
surge la anomia (anteriormente definida). Es una condición en que los deseos individuales, ya no son
regulados por las normas comunes, los individuos ya no siguen la guía moral para alcanzar sus metas.
En una sociedad , los grupos que la forman pueden tener diferente grado de ANOMIA.
Por ejemplo el cambio social puede crear anomia en algunos grupos. En el caso de las crisis comerciales los
grupos más afectados son los que ocupan los lugares más altos de la pirámide social, a diferencia de los
grupos que forman la base de la pirámide en la cual en algunos casos la anomia es mínima. La movilidad
tanto ascendente como descendente, si es súbita perturba los estilos de vida y lleva a la posibilidad de llegar
a la anomia.
El individuo con un fuerte grado de anomia es proclive al suicidio.
Por otro lado, además del suicidio egoísta, refiere Durkheim la existencia del suicidio altruista.
Este se da cuando la sociedad tiene un excesivo número de exigencias y restricciones. Tal es el caso de las
viudas que deben suicidarse en la misma pira fúnebre del marido, o bien los guerreros japoneses y el hara
kiri; en estos casos, los individuos al suicidarse armonizan perfectamente con las demandas de la sociedad,
además que la ideología cumple su función básica de convencimiento sin coerción a los individuos.
Durkheim estudió las funciones religiosas y anotó que son necesarias para apuntalar a la sociedad
Para los años en que vivió Durkheim la religión había perdido primacía. Con los Jacobinos, que en Francia
casi destruyeron el catolicismo, se trató de llenar este hueco con la Religión Sintética de la Razón, con la
Nueva Cristiandad de Saint – Simon y con la Religión de la Humanidad de Comte.
Para Durkheim la religión es un sistema unificado de creencias y prácticas sagradas. A las cosas le atañe
cierto simbolismo que son parte de la creencias de un grupo de personas, como el vino en el rito católico
que simboliza la sangre de Cristo, en este contexto el vino ya no es solamente una bebida.
Por suerte a Durkheim no le da por inventar otra religión, él escribe una obra monumental llamada "Las
Formas Elementales de la Vida Religiosa".
La religión tiene varias funciones: los rituales religiosos preparan al hombre para la vida social imponiendo
la autodisciplina. Las ceremonias religiosas reúnen a las personas reafirmando la solidaridad y la cohesión
social. La observación religiosa mantiene la herencia social del grupo, para las generaciones futuras.
Además neutraliza los sentimientos de frustración, falta de fe, dando a los creyentes bienestar, alegría,
dentro del mundo moral.
Con la religión el sentimiento de pérdida que se da con la muerte de un ser querido, se restablece esta
sensación de pérdida con la idea de una próxima reunión algún día esta vez para siempre, cuando ocurra
nuestra muerte.
La creencia de que en un futuro nuevamente lo encontraremos y esta vez será por toda la eternidad.
Durkheim es considerado el padres del FUNCIONALISMO su pensamiento oscila entre la explicación
histórica y una actitud funcional.
"Cuando hay que explicar un fenómeno social hay que buscar separadamente la causa suficiente que la
produce y la función que desempeña."
Hay que hacer ver para qué sirve el hecho (función ) pero también hay que explicar cómo se ha producido
(historia).
El método para estudiar los hechos sociales en forma científica. La primera regla es estudiar los hechos
como cosas.
Cosas en el sentido que la cosa se opone a la idea, como aquéllo que se conoce desde fuera a lo que se
conoce desde dentro.
Es observar frente a ellos una cierta actitud mental.
Las observaciones deben hacerse en forma impersonal y ser verificables para todos antes de ser
internalizadas racionalmente.
"Cuando la explicación de un fenómeno social se emprende, debemos buscar separadamente la causa eficaz
su producto y la función como propósito, porque los fenómenos sociales no existen para los resultados
útiles que ellos producen".
Para Durkheim la pregunta sobre los orígenes y las causas históricas fue tan básica como el análisis de
funciones, los investigadores sociales deben cambiar esta búsqueda, siempre hay que pensar en el conflicto.
Durkheim no deja de ser un filósofo y un moralista, marcado por los problemas de la época y sus problemas
personales: el asunto Dreyfus (por ser judío e hijo de rabino). La derrota de 1870, la gran guerra de 1914, la
muerte de su hijo en 1917, año precisamente también de su muerte pocos meses después

GEORG SIMMEL
El nexo del dinero disuelve ataduras
de parentesco o lealtad - Georg Simmel -

Simmel nació el 1° de mayo de 1858, en el corazón de Berlín. Fue el menor de siete hijos. Su padre judío
convertido al cristianismo fue un hombre próspero, murió cuando Simmel era muy joven. La relación con
su madre fue muy distante, al parecer el ambiente familiar era vago vivió con un sentido de marginalidad e
inseguridad desde entonces.
Se graduó en Historia y Filosofía en la Universidad de Berlín. Cuando recibió el doctorado en Filosofía en
1881, sus conocimientos se extendían desde la historia a la filosofía y de la psicología a la sociología.
Decidió trabajar en la Universidad de Berlín como docente privado (los alumnos pagaban las clases que
ofrecía en la Universidad). Sus cursos oscilaron entre la lógica y la historia de la filosofía, ética, psicología
social y sociología. Sus disertaciones fueron sobre Kant, Schopenhauer, Darwin, Nietzche, entre otros. Fue
un disertante muy popular, sus clases se llenaban no sólo de estudiantes sino también de la élite cultural de
Berlín.
SU OBRA
El acercamiento de Simmel a la Sociología se debe al esfuerzo por rechazar las teorías organicistas de
Comte y Spencer.
Concibe a la sociedad como un tejido de interacciones y a la Sociología le toca estudiar la forma en que
ocurren y recurren estas interacciones en los diversos períodos históricos y en las diferentes escenarios
culturales.
Simmel rechazó a los organicistas y a las escuelas idealistas, no vió la sociedad como Comte y Spencer,
pero tampoco la vió como las escuelas idealistas que pensaban que la sociología no tenia ningún objeto real
de estudio.
Para él la sociedad es un intrincado tejido de relaciones múltiples entre individuos que están en interacción
constante. "La sociedad es el nombre de varios individuos conectados entre sí por la interacción constante.
El estado, el clan, la familia, el sindicato, la ciudad son las cristalizaciones de esa interacción, aunque a
veces pareciera que son entidades extrañas o ajenas a los individuos.
El campo más importante de estudio en la Sociología es la asociación, es decir, los modelos particulares y
las formas en que los hombres se asocian y actúan recíprocamente entre sí.
Arremete contra los que dicen que la Sociología es la "ciencia total de toda la materia", porque no hay una
Sociología de la totalidad que incluya el estudio de los fenómenos filosóficos, políticos, psicológicos,
jurídicos, filológicos y los introduzca en el sombrero del mago y los saque convertidos en fenómenos
sociológicos.
La ciencia debe estudiar dimensiones o aspectos de fenómenos en lugar de totalidades globales.
La Sociología estudia lo que sucede a los hombres, las reglas, mediante las cuales se comportan no en
forma individual, sino cómo se comportan en el grupo y la interacción que establecen en dicho grupo.
Aunque las estructuras institucionalizadas más grandes corresponden al campo de la Sociología, Simmel
prefirió investigar los modelos de interacción entre los individuos que están debajo de las formaciones
sociales más grandes, correspondiendo lo que hoy llamamos microsociología.
Simmel se concentró en las formas de interacciones que están debajo de la conducta política, económica,
religiosa y social. Esas interacciones que se dan en forma cualitativa y cuantitativa.
Estaba de acuerdo en que los hechos individuales son irrepetibles, no recurrentes. Las acciones individuales,
las singularidades no son importantes para los sociólogos, pero sí la acciones que se despliegan alrededor de
este hecho individual. Ejemplificando: para la Sociología no es importante el Rey Carlos V, ni Felipe IV, ni
Enrique VIII, pero sí las acciones derivadas de ellos como majestades. En otras palabras la Sociología no se
preocupa con Carlos V sino por Carlos V, es decir, se preocupa por los niveles de conflicto y cooperación,
de subordinación e insubordinación, de culturización y desculturización, de centralización y
descentralización, todos ellos son los ladrillos que forman la institución más grande.
Si la sociedad se concibe como la interacción entre los individuos, la tarea de la Sociología es la descripción
de las formas de esa interacción, claro, en su sentido más estricto y esencial.
Simmel se concentra en las formas de la vida social, por lo que a sus aportaciones las han etiquetado como
Sociología Formal.
Esta Sociología intenta aislar la forma de la heterogeneidad de las asociaciones humanas.
Intenta mostrar que sin embargo; intereses y propósitos diversos dan lugar a las acciones especificas entre
los hombres, las formas sociales de interacción en que estos intereses y propósitos se comprenden pueden
ser idénticos. Inversamente, los intereses y los propósitos idénticos pueden cristalizar en formas diferentes.
Ejemplos: los intereses económicos en la competencia y la cooperación planeada, o bien, las diferentes
formas de conflictos que hay en las batallas que se suscitan en la guerra y las batallas legales.
En el análisis formal, ciertos rasgos de fenómenos concretos pueden no tener semejanzas o puntos de
comparación en apariencia, pero una vez que son extraídos de la realidad para estudiarse, adquieren ante
nosotros las semejanzas que permanecían ocultas ante los ojos de los que no estudian la realidad social.
Para Simmel, las formas encontradas en la realidad social, no son puras, cada fenómeno social contiene una
multiplicidad de elementos formales: La cooperación y el conflicto, subordinación e insubordinación,
intimidad y distancia todos pueden ser operativos tanto en una relación entre vecinos así como en una
escuela de alumnos foráneos.
Simmel construyó una serie de tipos sociales para complementar su inventario de formas sociales.
El tipo social mas típico en él es el "extraño" el que está cerca y lejos al mismo tiempo, es que le permitirá
observar objetivamente los hechos sociales. Pero también describe a "el mediador", "el pobre", "el
aventurero", "el renegado", cada uno de ellos es un tipo social que tiene una posición particular y que los
miembros de la sociedad esperan que se comporte de una manera específica. Sus características son los
atributos de la estructura social.
Por ejemplo el "extraño" es una persona vagabunda, no es el sentido real del término el que viene hoy y se
va mañana, es un tipo que aunque tiene un lugar fijo en la sociedad aparenta estar y no estar, es un elemento
del grupo, pero no es totalmente parte de él. Sólo se envuelve parcialmente en los asuntos del grupo, no se
compromete radicalmente con las tendencias del grupo; por lo tanto puede lograr mayor efectividad en las
observaciones. Al mismo tiempo puede estar distante y cercano. No está limitado por los compromisos con
el grupo, lo que perjudica la comprensión, la percepción y evaluación de los datos.
A lo largo de su trabajo, Simmel enfatiza las conexiones y las tensiones entre el individuo y la sociedad, ve
a los individuos como producto de la sociedad, como eslabones en el proceso social.
El individuo mantiene una relación dual con la sociedad: está incorporado dentro de él y asume posiciones
contra él. Al mismo tiempo está dentro y fuera de la sociedad, existe para si mismo y para la sociedad.
El hombre es determinado y al mismo tiempo está determinando. Como se aprecia, la Sociología de Simmel
tiene acercamientos dialécticos entre las unidades sociales que él analiza.
El destino inevitable de la vida humana es la incorporación a la red de relaciones sociales, pero también
éstas son un obstáculo a que pueden surgir la individualidad y autonomía.
La asociación siempre provoca: armonía y conflicto, atracción y repulsión, amor y odio. Las relaciones
humanas se caracterizan por la ambivalencia. Un grupo completamente armonioso no es posible que exista.
Simmel diferenció entre las apariencias sociales y las realidades sociales que se dan en las sociedades
modernas.
La tendencia de la historia moderna es la liberación progresiva del individuo de las ataduras a la atadura
exclusiva y las dependencias personales; a pesar de la creciente dominación del hombre hacia los productos
culturales de su creación.
En las sociedades premodernas el número de círculos sociales es pequeño y limitado, le reduce al
parentesco, a los gremios o a los pequeños pueblos. Estos círculos rodean herméticamente y lo sumergen
totalmente a la vida del grupo. Lo subordinan, lo hacen dependiente por medio de las lealtades.
Por ejemplo, en la sociedad feudal, el señor feudal dominó al siervo, en lo político, en lo económico, en lo
jurídico y en lo social, la dependencia era total.
El número de círculos diferentes en que los individuos se mueven es uno de los índices de desarrollo
cultural.
Su círculo familiar ésta separado del religioso, del profesional. Cada individuo al pertenecer a diferentes
círculos donde hay diferentes personas, ocupa una posición en cada uno de ellos, aun cuando estos círculos
se encuentren intersectados o traslapados.
Aunque cada individuo tiende hacia una situación única en la esfera social, pueda compartir con otros
individuos varios círculos, probablemente éste será localizado en la misma situación.
En las sociedades premodernas el hombre no podía coexistir con personas con diferente fe religiosa, porque
la comunidad religiosa coincidía totalmente con la comunidad social o territorial.
En el mundo moderno es diferente, en los barrios conviven familias con diferentes grados de religiosidad y
con diferentes creencias, las ataduras entre los del barrio son territoriales, ésto, no significa que la religión
haya perdido fuerza, sino que no necesariamente los vecinos asisten a la misma iglesia. Estas situaciones le
dan al hombre un sentido de libertad, de independencia sobre la dominación del pequeño círculo.
Respecto a las formas de subordinación, también han cambiado, la dominación ya no se da en todos los
aspectos, aunque exista la dominación en las nuevas sociedades esta será parcial y limitada en tiempo y
lugar.
Volviendo al tema de dominación total por el señor feudal, el patrón moderno sólo domina el tiempo en que
el trabajador está dentro de los confines de la fabrica, esa dominación es básicamente económica. Toda vez
que traspone las puertas del lugar de trabajo, los hombres son libres de tomar parte en otros tipos de
relaciones sociales en otros círculos sociales. Estos, hombres serán subordinados en algunos círculos,
mientras que en otros compensarán esa inferioridad por una superioridad manifiesta.
Simmel involucra un cambio de la homogeneidad a la heterogeneidad, de la uniformidad a la
individualización, de las rutinas predecibles en un mundo de tradición al de posibilidades abiertas en un
mundo multifacético.
Hay una tendencia a pasar de la solidaridad mecánica a la orgánica, de sociedades tan rígidas en que la
costumbre está contra la individualidad, a aquellas sociedades en que la multiplicidad de círculos permite
que se den la singularidad y la autonomía individual.
Ve al hombre rodeado de un mundo de objetos que reprimen y dominan sus necesidades y deseos.
La tecnología hace innecesario el "conocimiento" que no tiene ningún valor particular, pero que es derivado
de la expansión autónoma de actividades científicas.
El hombre se rodea de una multiplicidad de elementos culturales que no son fundamentalmente
significantes. Oprimen al individuo porque no puede asimilarlos totalmente, pero sin embargo, no puede
rechazarlos porque pertenecen a la esfera de su propio desarrollo cultural.
Simmel lo ejemplifica en la división de trabajo. Toda vez que la división de trabajo esté muy desarrollada,
se logra la perfección del producto a costa del productor. La división de trabajo desune al creador de su
creación. El productor ya no se identifica con su producto, le es ajeno, porque no sabe como producirlo en
su totalidad, sólo conoce un pequeño proceso de la producción.
Como el universo cultural que fue hecho por los hombres, pero que cada individuo lo percibe como un
mundo ajeno que el nunca hizo.
El intercambio económico, Simmel lo entiende como un intercambio social. Cuando las transacciones
monetarias reemplazan las formas elementales de cambio, los cambios ocurren en las formas de interacción
de los actores sociales. El dinero está sujeto a la manipulación y a los cambios precisos equivalentes.
Además es impersonal, porque reemplaza los lazos personales fijados en los sentimientos difusos de las
personas, que se limitan a propósitos de intercambio. Por lo tanto el cálculo abstracto invade áreas de la
vida social y relaciones de parentesco. Hay un cambio de relación cualitativa a una relación cuantitativa.
El nexo del dinero disuelve ataduras basadas en lazos de parentesco o lealtad. El dinero es más que una
norma de valor y una forma de intercambio. El dinero nivela las diferencias cualitativas entre las cosas y las
personas. Bajo su amparo, nos acogemos. El espíritu moderno de abstracción y cálculo ha prevalecido sobre
las ideas universales que anteriormente daban la primacía a los sentimientos e imaginación.
La filosofía del dinero fue motivo de discusión en algunos de sus trabajos y no podía dejarse fuera del tema,
para la comprensión del análisis y la crítica cultural simmeliana.
Simmel ve una visión trágica del futuro, porque la libertad progresiva del individuo de las ataduras a las
tradiciones, traerá una perfección objetiva del mundo, pero que finalmente atrofiará el alma humana.

MAX WEBER (1864 – 1920)


Toda obra científica "acabada",
no tiene otro sentido que hacer
nuevas preguntas. exige pues,
ser superada y envejecer. El que
quiere servir a la ciencia, debe
resignarse a esta suerte. - Max Weber -
Judío nacido en un ambiente burgués, se interesó por la política, porque su padre desempeñó cargos
políticos y por la religión, porque su madre fue muy creyente Max por su parte, tuvo una formación jurídica
y su cultura era excepcional.
Su oposición a Freud puede considerarse como una defensa contra las interpretaciones psicoanalíticas. Sus
depresiones, cuanto puede conocerse de su vida, permite suponer un sentimiento de culpabilidad, porque su
padre muere pocos días después de haber tenido una discusión con él. Y también la traición al amigo, con
cuya novia se casó. Además un complejo de Edipo mal resuelto por el gran apego que sentía hacia su madre
y los problemas con una esposa celosa y posesiva.
La fragilidad de su sistema nervioso y su gran sensibilidad parecen dominados por una inteligencia poco
común. De esta dualidad se explica la ambivalencia de su actitud, la impresión de estar dividido –
especialmente en política – entre la acción y la reflexión, la ciencia y las apreciaciones religiosas.
Una parte de la obra de Weber representa una tentativa de respuesta a la disputa entre el idealismo y el
materialismo (Kant y Hegel contra Marx) y las discuciones sobre las diferencias y semejanzas del método
histórico y el de las ciencias naturales.
Weber, el Historiador del Derecho, experto en ciencias políticas y económicas, se transformó en sociólogo
en el transcurso de un largo e intenso diálogo a la sombra de Carlos Marx.
SU OBRA
Cuando escribe "La Ética Protestante y el Espíritu del Capitalismo" se opone simultáneamente a los
idealistas al demostrar que el espíritu, las creencias de una sociedad, pueden estudiarse objetivamente y a
los materialistas probando que las explicaciones sociológicas permiten comprender unos valores que
originados quizás en factores económicos o en otros, permiten expresarse a través de ellos.
Le reprocha a Marx la excesiva importancia que le da al factor económico, y le dice que no busca sustituir
este factor por otro, sino sugerir otros elementos esenciales como son los militares, los industriales, la
organización burocrática, ésta última tan importante a él como la lucha de clases para Marx.
Reconoce la necesidad científica de sistematizar los hechos y a todos los sistemas les reprocha el querer
construir una representación de la realidad.
La elaboración de los conceptos es un medio de construir un instrumento para comprender lo real.
Los autores de la época distinguían dos métodos:
El método generalizado adecuado a las ciencias naturales también llamado nomotético (universal) que
apunta al establecimiento de leyes y el método individualizado de las ciencias de la cultura que se interesan
por los hechos singulares.
Weber negará la atribución de cada método a una sola ciencia, por el contrario, todas las ciencias utilizan
uno u otro, de acuerdo al objeto de su investigación.
Ambos tipos de ciencia involucran la abstracción. La riqueza de los hechos tanto en la naturaleza como en
la historia es tan amplia que sí se busca una explicación total en cualquier rubro, es seguro que se falla. Ni
siquiera en las ciencias físicas es posible predecir todos los datos.
El científico social además de buscar las generalizaciones abstractas de la conducta humana, también esta
interesado en los actores humanos y además en el significado que atribuyen a esas acciones.
Ante tal cúmulo de elementos humanos a investigar las explicaciones totales se dificultan, porque las
variantes se complican.
Una Sociología de grupos humanos tienen la ventaja del acceso a los aspectos subjetivos de la acción y la
motivación.
Contrario a todo dogmatismo, Weber considera que lo característico de un método es que sea eficaz y hacer
progresar el saber.
No reclama la supremacía a la Sociología, pide su autonomía, deja que cada ciencia utilice el método que
mejor le acomode. La validez de la Sociología como ciencia depende únicamente de los problemas
específicos que se proponga resolver.
El concepto es relativo por esencia y aún acumulando un gran número de ellos nunca se llegara a la
totalidad de lo real. "En los dominios de la ciencia, cada uno sabe que su obra habrá envejecido de aquí a
diez, veinte o cincuenta años. Toda obra científica acabada no tiene otro sentido que hacer nuevas
preguntas. Exige, pues, ser superada y envejecer. El que quiere servir a la ciencia, debe resignarse a esta
suerte".
Las ciencias humanas pueden utilizar los mismos métodos que otras ciencias, claro que utilizando
procedimientos particulares. Deben comprender y generalizar los hechos sociales siguiendo el método que
sea adecuado. El método que permite comprender es la Sociología comprensiva; lo que permite generalizar:
el tipo ideal.
Weber no distingue las estructuras y las instituciones sociales. Se interesa por el hombre y la forma en que
se comporta en sociedad, por el modo en que la transforma.
Concibe a la Sociología como la ciencia que tiene por objeto comprender por la interpretación la actividad
social con el fin de explicar casualmente el desarrollo y los efectos de esa actividad.
La comprensión considera al individuo aislado, y su actividad es la unidad de base, su átomo. Desde el
punto de vista de la Sociología toda referencia a una significación supone una conciencia y ésta es
individual. La Sociología se dirige al sentido de lo vivido.
Weber utiliza un vocabulario sui géneris, como reviviscencia y la define como la posibilidad de revivir
eficazmente el comportamiento ajeno, que es muy importante para la evidencia propia de la comprensión,
aunque no dé una condición absoluta a una interpretación significativa.
Para Weber la acción humana es social, en el grado que los individuos le otorguen, por que toma en
consideración el comportamiento de los otros. Ejemplo: la mano extendida del hombre tiene un significado,
quien hace un gesto espera ser comprendido.
La conducta social esta influida por la percepción de los individuos, tanto para unos como para otros, debe
haber reciprocidad. Si no hay reciprocidad se puede hablar de una mala comprensión del comportamiento
exterior.
Por lo tanto, los hechos existen objetivamente, pero además tienen una significación "para los que lo viven".
Buscar las causas de un acontecimiento no es, como en la ciencia de la naturaleza, reconocer una sucesión
de hechos sino seleccionar en el interior de la misma los más significativos.
Weber propone reemplazar la experimentación por la modificación imaginaria del los acontecimientos.
Por ejemplo, qué hubiera ocurrido si Miguel Hidalgo no da el Grito de Independencia?. La búsqueda de la
causalidad no se orienta hacia un fragmento de la realidad, en función del cual se relacionan ciertos hechos
considerados como importantes.
Pero importantes en qué? o para quién? Si la sociedad mexicana hubiera sido diferente sin esa acción de
Hidalgo, entonces podemos concluir que este hecho era un factor causal mayor en el desarrollo subsecuente
de la sociedad mexicana.
La determinación de la casualidad sociológica, la búsqueda de las posibilidades, el experimento mental o el
estudio comparativo con otras culturas. Estas valoraciones metodológicas sirven de herramienta para las
investigaciones sociales.
Señala Weber que un hecho social no es más digno que otro de ser conocido, en relación con los valores,
sólo puede serlo subjetivamente. Esta relación con los valores ejerce su influjo en las diferentes etapas de la
investigación; determina la elección del sujeto en función del estudió que le encuentre el sociólogo, permite
seleccionar los hechos en función de su significación y orientar la investigación de los nexos de la
causalidad.
El sociólogo es consciente de sus valores, pero los grupos sociales no lo son. No es suficiente estudiar lo
que ellos dicen acerca de sus creencias o sus quehaceres, hay que observar su conducta real.
La noción de valor puede ser subjetiva por su origen, pero debe ser estudiada en forma objetiva. El interés
subjetivo no debe impedir el estudio al hecho científica y objetivamente.
La neutralidad ética, implica que una vez que el científico social ha escogido el problema a investigar, debe
seguir las pautas que los datos revelen, no puede imponer sus valores ni sus preferencias al resultado de los
datos, puede manejarlos, pero no manipularlos en el caso de que resulten hostiles a su ideología. El
científico social debe valorar la neutralidad sí ésto no fuera posible que se dedique a otro oficio.
Weber escribe sobre la objetividad del científico. Predica la neutralidad axiológica. Afirma que la vocación
del sociólogo es la búsqueda del conocimiento por el conocimiento.
Weber aparte de la elaboración teórica de los conceptos, se ocupa del tema "la actitud practica del científico
en la vida cotidiana"
El científico puede evaluar las consecuencias probables del curso de las acciones, pero no puede hacer
juicios de valor. Debe tener una visión austera de la ciencia. El científico no busca estar por encima de los
hombres dominándolos, su razón de ser está en la búsqueda de la verdad.
El sociólogo analiza la sociedad, no es un reformador ni un profeta. La distinción entre conocimiento y
acción corresponde a la oposición entre el hecho y el valor, la voluntad y el saber. Porque "la ciencia ayuda
al hombre de acción a comprender mejor lo que quiere y puede hacer, pero, no podrá prescribirle lo que
debe querer".
Los tipos de Sociología no se consideran como especies biológicas, ni como etapas de desarrollo histórico,
ni como seres; sino que son imágenes mentales obtenidas mediante racionalización utópica.
Weber propone "tipos ideales" como relaciones sociales, tipos de poder, de grupo, de procedimiento, de
religión, o incluso de civilización. pero no utiliza ningún criterio objetivo para su uso o elaboración.
El tipo ideal involucra una acentuación de típicas de conducta. Aunque está basada en la realidad, nunca
está completamente dentro de ella. Porque siendo irreal el tipo ideal ofrece una concepción mediante la cual
se puede medir el desarrollo real, poniendo en claro la realidad empírica.
El concepto abstrae una cualidad común de las diferencias particulares: perro, gato, liebre, león, derivan de
un concepto: animales mamíferos cuadrúpedos. El concepto sólo selecciona en función de un aspecto de la
realidad.
El tipo y el concepto no expresan la totalidad de la realidad, solamente su aspecto significativo, pero el tipo
no retiene las características más generales, las que se encuentran regularmente. El tipo ideal supone algo
distinto, se desprende de lo que individualiza, no de lo que une o normaliza. Además el tipo ideal no solo
selecciona la realidad, sino que la enriquece.
El papel del científico consiste, aparte de lo que percibe como significativo, en ampliar ciertas cualidades y
hacer resaltar ciertos aspectos.
En las Ciencias Sociales la categoría se utiliza en el sentido de clasificación, pero teóricamente representa
un sistema de proposiciones que explican los hechos. El tipo se puede considerar entre los datos concretos,
reales y la teoría abstracta.
El tipo ideal que describe Weber, no se trata de un conocimiento acabado , inamovible definitivo. La mejor
prueba es que siempre se están creando nuevos tipos ideales el llamado "flujo eternamente moviente de la
civilización".
Sobre la autoridad Weber discute por qué los hombres exigen la autoridad, ellos creen tener un derecho
legítimo para esperar obediencia.
Weber concibe la autoridad como la característica de la relación entre los líderes y seguidores y no
precisamente como un atributo de líder, por su carisma.
Entiende por carisma la cualidad de una personalidad individual, por virtud de la cual se le pone aparte de
los individuos comunes y se le trata como a quien está investido de poderes y cualidades sobrenaturales,
sobrehumanos o cuando menos excepcionales.
En cuanto a tales no son accesibles a la persona corriente, sino que se los considera de origen divino, o
ejemplares y en base a ellas el individuo es tratado como jefe. Con frecuencia se cree que la sabiduría que
presenta descansa sobre poderes mágicos.
Para la Sociología no importa de dónde provienen esos poderes, lo que importa es cómo considerar a esos
individuos, los sometidos a su autoridad carismática.
La autoridad carismática está fuera del campo de la rutina diaria y la esfera profana. Es opuesta a la
autoridad racional y a la autoridad burocrática y tradicional, en su forma patriarcal, patrimonial o en
cualquier otra. Lo mismo la autoridad racional que la tradicional son formas de control de la acción, pero la
autoridad carismática es opuesta a todas ellas.
El líder carismático deriva su papel de la creencia que sus seguidores tienen sobre su misión.
Weber era muy respetuoso de las contribuciones de Marx, para él Marx presento un esquema demasiado
simplificado en el que no toma en cuenta las causas que influyen en la economía y la estructura social a la
acción humana en forma adecuada.
Weber se negó a ver en las ideas las reflexiones simples de los intereses materiales. Las esferas
intelectuales, síquicas, científicas, políticas y religiosas tienes relativa autonomía, aunque todos se
influencian mutuamente entre sí.
Las relaciones entre los sistemas de ideas y las estructuras sociales eran multiformas y variadas y las
conexiones causales iban de la estructura a la superestructura y viceversa.
Para Weber, también el poder económico es la forma predominante; pero aclara que no necesariamente los
dueños de los medios de producción lo poseen, porque individuos asalariados, pertenecientes a magnas
organizaciones burocráticas pueden manejar mucho más poder económico que algunos dueños de los
medios de producción.
Weber asegura que los hombres no sólo se esfuerzan en enriquecerse, sino también para obtener el "poder",
ése que incluye el reconocimiento y el honor social.
El interés de Weber por el poder y la autoridad lo llevó a estudiar a empresas de gran potencia. Para él la
coordinación burocrática de actividades es el rasgo distintivo de la era moderna.
Las oficinas se construyen en forma jerárquica y su funcionamiento se da por reglas impersonales. Los
titulares tienen asignada su área de jurisdicción, su presupuesto, sus subalternos y sus deberes. El poder se
da por una jerarquía previamente establecida que básicamente se respeta.
Aunque reconoció que la burocratización llevada al extremo lleva a la despersonalización. La era moderna
exige un experto profesional emocionalmente aislado y no un jefe movido por la simpatía, el favor, la gracia
y la gratitud.
Esta visión de burocratización del mundo es semejante a la alienación en Marx; sólo que éste avizora la
alienación como una fase de transición en la emancipación del hombre, mientras que para Weber la
excesiva burocratización llevará a la humanidad a la deshumanización, el futuro será una "jaula férrica" y
no un jardín de rosas.
Como se puede apreciar Weber no es el profeta del optimismo y la alegría, hay quienes lo consideran el
heraldo de la sentencia del desastre de la humanidad.
Quizá por elló, sus textos no han sido traducidos en forma masiva, además sus obras son conocidas solo
parcialmente.

HARRIET MARTINEAU

“Yo no tengo ningún voto en las elecciones


porque soy una ama de casa impuesta, pero
soy un ciudadano responsable y considero
la invalidez como algo absurdo, ya que tengo
una larga experiencia influyendo en los
asuntos públicos con mayor magnitud
que muchos hombres”. - Harriet Martineau -

Harriet Martineau nació en 1802 en Norwich, Inglaterra. Fue la sexta hija de ocho hijos de Thomas
Martineau, empresario prospero, que dedicó buena parte de su tiempo a la educación de su familia.
La educación que recibieron los hijos y las hijas fue la mejor que sus padres pudieron darles, teniendo como
meta última el orden. Se les inculcó que la única riqueza que recibirían sería la educación.
Harriet aprendió bien el latín y el francés y en su juventud aprendió italiano y alemán.
Aprendió composición y leyó una fila interminable de libros, siguiendo el ejemplo paterno.
Fue una niña enfermiza, silenciosa, tranquila e independiente, ésto último tomando en cuenta la rigidez de
la tutela familiar.
En la juventud se agrava la incipiente sordera de su niñez, haciendo necesario el uso de una trompeta por el
resto de su vida. Ésto fortaleció sus hábitos de estudio. Sobre este padecimiento y los efectos que en ella se
dieron habla en “ La Carta al Sordo”.
Sus primeros escritos fueron sobre temas religiosos, siendo su primer trabajo “Los Ejercicios Devotos”.
Quienes la conocieron eran conscientes que ella no era ambiciosa, aunque disfrutó el éxito y mostró orgullo
por haber sufrido agudamente ante el fracaso.
En 1829, ella y sus hermanos perdieron sus pequeñas fortunas al quebrar la casa en que habían puesto su
dinero. Harriet continuó escribiendo, sin capital y sin conexiones literarias. Inició la escritura de “Las
Ilustraciones de Economía Política”, aunque en un principio no encontraba quién editara, finalmente lo
logró, llegando a una circulación de diez mil ejemplares en unos cuantos años. La idea original del libro
consistía en exhibir las leyes naturales de la sociedad en una serie de cuadros de acción social. Hablaba de
lo que es la economía política y de cómo involucra ésta a cada cuerpo que vive en la sociedad. Ella no
pretendió hacer nuevos descubrimientos o nuevas aplicaciones en la materia. Solamente popularizó algunas
doctrinas.
Debido a una enfermedad y por recomendación médica viajó a América, además de ser un viaje recreativo y
de descanso, examinó algunos puntos de vista de política social sobre el tratamiento a delincuentes, a
dementes y sobre la difusión a la educación, pero sobretodo su tema fue sobre el antiesclavismo.
Escribió sobre el tema titulándolo “La Edad del Mártir de los Estados Unidos”, escrito donde condenaba la
esclavitud y sus consecuencias políticas, lo que le costó que fuera insultada y lesionada; además de
amenazada por su conducta abolicionista. Sin importarle su seguridad exhibió la condición real de la
sociedad en los Estados unidos.
Después de dos años de estancia en Norteamérica, Harriet regresó a Inglaterra en 1836 y publicó el
libro “La Sociedad en América” en el que muestra simpatía por los estadistas americanos con los que
mantuvo una cerrada amistad toda la vida. Más tarde escribió “La Mirada Retrospectiva del Viaje
Occidental”. Por la violencia con que la prensa del sur la trataba, se deja ver que sus publicaciones llegaban
a muchos hogares.
Más tarde escribió “Como Observar la Moral y los Modales” y “Las Guías para reparar “, éste último como
entretenimiento para que los niños se ocupasen en oficios que ejercerían toda su vida, también publicó “La
Costurera” “Los Criados” “La Sirvienta de la Señora”.
En 1839 al viajar a Venecia cae enferma y permanece en cama hasta 1844. durante su enfermedad escribió
“La Hora y el Hombre”, además cuatro volúmenes de cuentos para niños “El Play Fellow” y “La Vida en el
Cuarto del Enfermo”, fueron cinco años muy productivos.
Su recuperación parecía imposible, por lo que desesperada empezó con curas de Mesmer (por medio de
agua magnetizada). En cinco meses estaba totalmente recuperada, dando al traste con la opinión de los
médicos, que ante sus pronósticos no cumplidos dijeron que la enfermedad había sido causa de su
imaginación, a lo que élla respondió que, en todo caso sería la imaginación de los doctores que fueron los
del diagnóstico y pronóstico. La cura por el método de Mesmer se extendió por Europa.
Se recluyó en Ambleside, en una casa, con un terreno de dos acres, y allí escribió “Principios Sanitarios y
Prácticos”. “Historia de Inglaterra”, “Historia de América del Norte”. “Escenas del Viaje Oriental”. Así
transcurrieron diez años de su vida.
Repetidas veces le fue ofrecida una pensión de 150 libras por sus aportes literarios, pensión que ella rechazó
otras tantas veces porque sentía que una vez bajo esa obligación pecuniaria, no se sentiría libre para hacer
las preguntas políticas que solía hacer en sus publicaciones.
En 1848 terminó su libro “La Historia de treinta años de paz”. Este libro le acarreó fama de demagogo o
radical peligroso en América y en Inglaterra.
Viajó al Oriente y de sus experiencias y estudios escribió “La Vida Oriental. Pasado y Presente”. Es un
libro que exhibe las civilizaciones egipcia, judía, cristiana y mahometana. Ella viajó del Nilo a Sinaí, a
Jerusalén, a Damasco y a Líbano. Este libro es considerado el mejor de sus escritos.
Más tarde escribió “Carta de las Leyes del Desarrollo de la Naturaleza y el Hombre".En este libro revelaba
algunos hechos sociales, digamos, curiosos, lo que hizo que la “prensa entera” condenara el libro, luego
escribió “La Guía de los Lagos” y el resumen de la Filosofía Positiva de Comte. Además contribuyó con
escritos en la prensa “Las Noticias Diarias” y “Las Cartas de Irlanda”
Más tarde ella enfermó nuevamente y dedicó todas sus energías a escribir su Autobiografía terminándola en
1855 porque quería ahorrarle a los editores trabajos póstumos. Su sobrina María, a la que ella quería como
una hija muere por esos años, este hecho la deterioró aún más. Ella se sintió morir con este fallecimiento y
preparó todos sus papeles, documentos y decidió esperar a la muerte. La que tardó en llegar veinte años.
Finalmente expira en la posesión de todos sus poderes mentales en 1876 y rodeada de los amigos y
familiares a quienes amó.

SU OBRA
Martineau fue el logro del modelo feminista, el motor para otras mujeres (aunque el término feminismo se
utilizó por primera vez hasta en 1895, veinte años después de su muerte).
Ella era sensible y consciente de los esfuerzos hechos por las mujeres en nombre de las mujeres, aunque a
veces criticara las actuaciones femeninas respecto a los hombres. No era muy tolerante sobre las relaciones
sexuales poco ortodoxas, que también existían en la sociedad victoriana aunque no fueran vox pópuli, estas
se hacían públicas de vez en cuando.
Martineau estaba en favor del trabajo, educación, derechos políticos y dignidad personal de la mujer y a
estos rubros enfocó toda su energía y sus publicaciones.
En 1854 en Las Noticias Diarias escribe sobre las palizas que reciben las esposas de parte de los maridos.
Allí anota sobre la ventaja que tiene la esposa de deshacerse de su tiránico marido por medio de un
divorcio. Gracias a Martineau, la Comisión Parlamentaría de Divorcios aceptó como causal de divorcio los
golpes propinados a la esposa por el marido. Alivió así un poco la brutalidad contra las mujeres pobres.
Aunque no hay estadísticas, este alivio se dio probablemente solamente en teoría, porque los cambios
sociales no se dan solamente por decreto; sino que necesitan madurarse en el tiempo para que lleguen a la
conciencia y se instauren en el pensamiento de los hombres.
Ella fue la primera inglesa que hizo una analogía entre una parte de las mujeres americanas y los esclavos,
este trabajo se publica en el libro “Sociedad en América”, en él se incluye un capitulo titulado “La no
existencia política de mujeres”, dato que fue aprovechado por los abolicionistas del Norte para incrementar
las votaciones. Este trabajo la presenta como precursora de la disciplina de la Sociología
Aunque algunos de sus escritos son de ficción, a ella le cabe el honor de ser la primera mujer que escribió
más de 1600 editoriales en Londres en “Las Noticias Diarias” tratando temas políticos y sociales. Estos
temas fueron publicados entre los años 1850 y 1860. Martineau fue una periodista, que logró sostenerse
toda su vida con el pago de sus contribuciones periodísticas.
La educación para las mujeres fue otro tema que Martineau siguió toda su vida. Ella escribió que a las
mujeres se les debe educar reforzando su compañerismo con los hombres y además de mejorar la enseñanza
de niños y niñas y propuso que las muchachas también debían hacer ejercicio físico en las escuelas.
Apoyó las escuelas y universidades para mujeres en Londres: Universidad de las Reynas en la calle Harley
y la Universidad de las Señoras en Bedford Square y la Escuela del Hospital de Saint Thomas.
Otro de sus temas favoritos era “el trabajo de las mujeres” argumentando para horror de la sociedad
victoriana que, a igual trabajo debe corresponder igual salario, porque labores equivalentes merecen pagos
equivalentes. Estos argumentos aparecen en la publicación “La industria hembra” del año 1859.
Pero también se preocupó por la salud de las mujeres porque, a los trabajos agobiantes que desempeñaban
había que agregar la presión mental ejercida por los salarios bajos que no satisfacen las necesidades más
apremiantes, la fatiga incesante, la prisa por terminar su labor afuera y continuarla en su hogar, las escasas
horas de sueño, la ansiedad sobre el futuro con el ínfimo salario. Martineau estudió sobre el incremento de
la población femenina en los hospitales mentales y en los asilos de ancianos porque las mujeres no podían
ahorrar para su vejez con los salarios que percibían.
Para las mujeres casadas proponía el aprendizaje de cocina especializada. Ellas se podían hacer vivir
cocinando en forma especializada uno o dos productos organizándose entre ellas repartiendo la fabricación
de los diferentes productos que ofrecerían en venta. Así, al enfocarse en una o dos especialidades, podrían
invertir menos tiempo, abatir costos, incrementar la producción y producir mayores ganancias para ellas.
Así mismo, propuso a la Comisión Parlamentaría que se enseñara matemáticas a las mujeres para que
pudieran llevar la contabilidad del negocio familiar eficientemente.
A las mujeres solteras y viudas les propuso autoaprendizaje de habilidades comerciales para manejar sus
tiendas recibidas en herencia para evitar tener que casarse rápidamente con alguien que solucionara sus
problemas financieros, porque no siempre lograban ni el casamiento, ni la solución de sus problemas.
Cuando Martineau cumplió cincuenta y dos años solicitó a sus corresponsales que de allí en adelante se
refirieran a ella con el título de Señora en lugar del titulo de Señorita. Justificaba el hecho diciendo que ese
titulo es un reconocimiento que significa mayor respecto, que nada tiene que ver con un esposo; ya que
Señora significa autoridad de la mujer y nada más lejos para las mujeres sobre tener autoridad si estaban
casadas, porque la única autoridad reconocida era la masculina.
Martineau tenía muy claro la degradación y los límites que se imponían a la mujer por el matrimonio. Ella
nunca se casó, porque el matrimonio la privaría de las oportunidades más grandes de utilidad que hay en el
mundo, como son viajar, escribir, publicar, discernir, opinar, disentir.
Martineau publicó entre 1837 y 1851 sobre las consideraciones teóricas de igualdad política para las
mujeres. Gracias a ella, en América todos hablaban positivamente sobre “la mujer”.
La campaña por el sufragio femenino se consiguió hasta 1860, para ese entonces la salud de Martineau se
había debilitado. Aún así ella escribió “yo no tengo ningún voto en las elecciones porque soy una ama de
casa impuesta, pero soy un ciudadano responsable y considero la invalidez como algo absurdo, ya que tengo
una larga experiencia influyendo en los asuntos públicos con mayor magnitud que muchos hombres”.
Se refería a la invalidez mental que muchos hombres pensaban que padecían las mujeres.
Firmó un escrito junto con otras 1498 mujeres que exigían el sufragio y que John Stuart Mills presentó en
1866 ante el Congreso. Estaba convencida del principio del voto para las mujeres, principio que no era
compartido por la Reyna Victoria, pero que Martineau consideraba un derecho de la mitad de la población.
Constantemente participó en todos las protestas, manifestaciones, marchas, publicaciones a favor de la
mujer.
En su vejez su último acto político fue apoyar a las mujeres que eran castigadas por ejercer la prostitución,
ella alegaba por qué razón en el castigo no iban incluidos los hombres.

THORSTEIN VEBLEN
La posición que guarda un hombre en los planos
económico y tecnológico determinan totalmente
su perspectiva y sus hábitos de pensamiento, éstos
con el tiempo cristalizan en leyes y sirven para
aglutinar a los individuos en torno al grupo social - Thorstein Veblen -

Nace en Wisconsin el 30 de junio de 1857 fue el sexto de doce hijos, hijo de inmigrantes noruegos. Cuándo
él tenía 8 años la familia se cambió a Minnesota, allí el padre se convirtió en un próspero granjero.
Raras veces los inmigrantes noruegos convivían con los yanquies, por la diferencia de comportamiento.
Los noruegos eran personas austeras, frugales y trabajadoras y seguidoras de las reglas de la Iglesia
Luterana, ellos despreciaban las formas de conducta, impías de los yanquies. Además éstos no eran
productores, sólo especuladores y distribuidores, hombres en los que no se podía confiar, por si fuera poco
poseían formas detestables de comportamiento, contrarias a los inmigrantes noruegos.
En la comunidad noruega no buscaron establecer relación con los yanquies, los noruegos se ocupaban de
sus propios asuntos y el padre de Veblen fue reconocido como un hombre de juicio e inteligencia en su
comunidad.
Por su parte Thorstein pronto se pareció a su padre, tanto jóvenes como adultos se impresionaron con el
niño de inteligencia precoz y también por las agresiones de que hacia objeto a sus compañeros.
En la juventud esta agresión la sublimó con el sarcasmo, el ingenio corrosivo y el escepticismo.
Cuando fue el tiempo de la confirmación de fe de su iglesia, Veblen se sometió al rito, aunque aclaró que ya
había perdido la fe en la Iglesia Luterana.
Para la comunidad noruega era un “desajustado” y para la sociedad norteamericana era considerado un
forastero. Toda su vida vivió en esa línea “border line” dirían los norteamericanos.

SU OBRA
Veblen escribió sobre economía, finanzas y empresas comerciales, por estos escritos tuvo numerosos
seguidores, pero además, escribió sobre Sociología, a él se le deben las Teorías de Motivación y la Teoría
sobre el Cambio Social.
Sus escritos están hechos en un estilo complicado, rebuscado, elevado, sus exposiciones no son
sistemáticas, no es fácil distinguir en su obra entre el análisis y el juicio al hecho.
Difícilmente en la metodología de sus escritos se puede apreciar que se profetice algún hecho. “nosotros
estamos interesados en lo que es, no en lo que debe o puede ser”.
Su estilo corrosivo se deja ver cuando compara las ropas del sacerdote con las libreas del sirviente, el
primero es el que sirve a Dios así como el segundo sirve al amo. Las críticas de los devotos no se hicieron
esperar, allegándose más enemigos.
Veblen maneja como nadie la combinación de vocablos respetables y deshonrosos como si fuesen una
dicotomía: “la avaricia sin culpas” “sobriedad colusoria “, “sabotaje comercial”, “la incapacidad
especializada”.
Además realizó una disección crítica a las doctrinas de la economía clásica. Su crítica se basaba en que “las
leyes” que los economistas habían construido las consideraban generalizaciones eternas, y no tomaban en
cuenta que las conductas de los hombres sean económicas o de cualquier índole deben ser analizadas en el
contexto social y en circunstancias históricas restringidas, porque la sociedad es cambiante.
Veblen insistió que la economía es histórica, evolutiva. “La historia de la vida económica del individuo “es
un proceso acumulativo de adaptaciones de los medios económicos a los extremos económicos”. Lo que es
verdad en el individuo es también verdad en la comunidad.
Veblen concibió la evolución de la humanidad como Spencer o Darwin, es decir, como un proceso de
selección natural, de adaptación del mas fuerte.
Para él la evolución humana no tiene una meta como en sus doctrinas aseguran Hegel o Marx. La evolución
solo es un “esquema de causalidad acumulativo, en la que no hay ninguna tendencia, ninguna meta, ninguna
consumación”.
Para que pueda ser considerado por la humanidad un proceso de cambio acumulativo es necesario un
cambio en los métodos de hacer cosas, los métodos a tratar con los medios materiales de vida.
La posición que guarda un hombre en los planos económico y tecnológico determinan totalmente su
perspectiva y sus hábitos de pensamiento.
Los hábitos, las costumbres, las formas de actuar, las formas de pensar dentro de la comunidad, están en
razón de la lucha por obtener el sustento de la naturaleza.
Esos hábitos esas costumbres, con el tiempo cristalizan en leyes, que ahora en forma institucional sirven
para tener aglutinados en torno al grupo social a los individuos. Las instituciones son el conjunto de hábitos
y costumbres que se sancionan por la comunidad. La evolución de las sociedades humanas es un proceso de
selección natural de las instituciones
“Las instituciones no sólo son el resultado de un proceso selectivo y adaptable, son al mismo tiempo
métodos especiales de vida y de las relaciones humanas”.
Veblen distingue cuatro fases de evolución de la sociedad:
La economía salvaje pacifica del neolítico
La economía bárbara rapaz que originó las instituciones de guerra, la propiedad y la clase ociosa.
La economía del arte manual del premoderno.
La economía de la máquina en la era industrial.
La idea central sobre el mundo capitalista moderno se basa en la oposición entre el negocio y la industria,
propiedad y tecnología, empleo pecuniario o manual y el industrial, entre los que trabajan y los que ganan el
dinero.
Veblen asegura que las vidas de la clase de ocio, “los capitanes de industria” no han hecho ninguna
contribución industrial, no tienen ninguna función evolutiva, sino más bien retardataria para que las cosas
continúen así como están dadas.
Hace una distinción entre las personas que tienen empleo pecuniarios y los de empleo industrial, las
primeras tienen una fuerte inclinación animista, su pensamiento es mágico. Por otro lado los que tienen
empleo industrial son impelidos para pensar en forma racional.
Los primeros dependen de la suerte; los segundos tienen que pensar racionalmente porque las funciones de
la producción no dan pie a los prejuicios, la eficiencia está sobre la casuística.
El proceso de la maquinaria de producción crea gente disciplinada por el ritmo de trabajo que se lleva, por
los hábitos que forma. Veblen cree que sólo podrán esperar avances en la humanidad, sí los hábitos tienen
efectos disciplinarios, si están por encima de los estilos de vida rapaces y de los pensamientos mágicos y
animistas de los individuos que tienen un empleo manual.
En otras palabras habrá avances si la humanidad supera totalmente las fases de evolución y se concentra en
la era industrial.
Veblen además analizó los hábitos de pensamiento, los modos de conducta entre los actores sociales. La
autoestima la definió como una reflexión de la estima otorgada por los demás, el respeto que los
compañeros te otorgan. Sólo individuos con un temperamento aberrante, pueden tener autoestima alta aún
cuando manifiestan conductas aberrantes.
La base de la estima popular es la posesión de propiedades y bienes y este reconocimiento hace aumentar la
autoestima en su propietario.
En la cultura competitiva, los hombres juzgan su valor comparándose con sus compañeros, constantemente
aspiran a exceder a sus vecinos.
En cuanto el individuo hace nuevas riquezas, al acostumbrarse a ellas, lo hace perseguir una nueva norma
más alta, con mayores posesiones con más riquezas, porque al mismo tiempo sus vecinos buscan
emparejarse en las adquisiciones y entonces, el primero aspira a más, porque su “respeto” en la comunidad
se tambalea y quiere seguir de puntero.
La persona que no logra la adquisición material de sus vecinos vivirá inconforme con sus pertenencias,
porque no ha adquirido la porción que le falta para igualarse a ellos.
Veblen analiza los medios con lo que los hombres simbolizan su status: consumo eminente y ocio eminente,
maneras de vivir y de comportarse como si fuesen realmente de status alto.
Aquí, además de las posesiones materiales son importantes la esposa (sus vestidos) y los sirvientes (sus
uniformes), la casa (y mobiliario lujosos) para demostrar la riqueza.
Cada clase social intenta copiar los estilos de vida de la clase social inmediatamente superior. Dando por
resultado que los cánones de decencia y prosperidad son los esquemas de vida del estrato superior y los
hombres redoblarán sus energías para lograrlo.
El canon de respetabilidad se adapta a las circunstancias económicas y a las tradiciones de cada clase
particular.
Quizá por esta razón los pobres sufren más ahora que sus antepasados. No significa que el sistema los haga
más pobres, porque son relativamente más pobres pero a sus propios ojos y éso es lo que parece contar.
Veblen dice que la razón que anima al hombre moderno no es la propensión a ahorrar, ni transportarse en
carruaje o cualquier otro vehículo, lo primordial es aventajar a su vecino. Un buen lugar competitivo en la
sociedad es un dato básico para entender la conducta económica moderna.
A lo largo de sus escritos Veblen le da énfasis a las maneras en que los hábitos de pensamiento son el
resultado de los hábitos de vida y la dependencia de estilos del pensamiento en la organización de la
comunidad, por lo tanto, el esquema de pensamiento es un reflejo de los esquemas de vida.
Sobre las sociedades agrícolas plantea probable encontrar en ellas una teología politeísta, que hace
referencia a los poderes de la naturaleza, generalmente las deidades son femeninas relacionadas con el
sustento, en cambio en la sociedad rapaz, la teología es monoteísta y el dios siempre es masculino, el dios
es coercitivo, imperioso, arbitrario como los guerreros.
En las fases más tempranas de la evolución humana las comunidades tienen hábitos muy característicos y
muy semejantes, en las fases posteriores en que las sociedades humanas se han dividido en estratos, cada
uno de ellos tiene un papel diferente. Subsisten lado a lado diferentes pensamientos y formas de actuar, que
son asociadas a la situación de clase y a la estructura profesional.
Veblen asegura que los hábitos de pensamiento son reflejados en la posición social y profesional de un
hombre, así como en los tipos de conocimiento y en su conducta.
Estas declaraciones nunca las verificó Veblen de una manera sistemática.
Fue muy perspicaz con los casos de inadaptación o de trastornos de los individuos, cuando al observarlos
apreciaba una incongruencia entre los hábitos de pensamiento y la conducta profesional. A este desfase él lo
llamaría “incapacidad especializada”.
Una persona entrenada para operar con efectividad ante ciertas situaciones tendrá una conducta poco
apropiada si la situación cambia de improviso, es necesario tiempo para adaptarse.
Enfatizó sobre los hábitos de pensamiento y su relación con los intereses cognoscitivos. La clase del ocio
tiene tendencia a ser atraída por los clásicos, las leyes y la política, en cambio, en estratos sociales más
bajos los individuos son atraídos por las ciencias naturales, debido a los intereses pragmáticos de sus
miembros.
La ciencia y las actitudes científicas están arraigadas a las exigencias materiales, solamente los miembros
de la comunidad comprometidos en las artes industriales muestran atracción por el estudio de las ciencias.
Veblen señaló los aspectos irónicos y satíricos de vida social, lo que hace pensar en funciones manifiestas y
latentes de la sociedad.
Nada mejor para ilustrar esta forma de pensar de la sociedad que la obra clásica de Honorato de Balzac. “La
Comedia Humana”, porque presenta los aspectos irónicos y satíricos de la vida social.
Veblen describe las manifestaciones de los grupos sociales para conservar un alto puesto en la estima de la
sociedad.
Los carros sirven para trasladar a las personas y proporcionarles comodidad, pero lo que en un principio era
símbolo de riqueza, el tener un modo de trasladarse sobre ruedas, conforme “avanza la civilización”, el
poseer un auto no es un símbolo de riqueza, lo importante es ahora la clase de auto. No es lo mismo
trasladarse en un Volkswagen que en un Lincoln, en un Chevrolet y en un Cadillac. Se aprecian las
diferencias de grado y el pueblo establece rangos de importancia.
La ostentación se da en cualquier nivel, un jornalero también en la forma de beber tiene modo de ser
superior a los demás jornaleros, o cuando menos de sentirse superior por la cantidad de cerveza que
consume, o la cantidad de días que puede permanecer bebido sin tener que trabajar.
Esta capacidad saca diferencia entre ellos y, sobre todo admiración en su ambiente donde simbólicamente el
individuo puede estar en lo alto de la pirámide porque siempre está bebido.
Su teoría del cambio social es una teoría tecnológica de historia, según él la tecnología disponible en una
sociedad determina el carácter de su cultura.
La influencia de la tecnología no suscita cambios en la cultura de manera inmediata y directa. La nueva
tecnología no trae automáticamente nuevos sistemas de leyes, nuevas actitudes morales o nuevos tipos de
educación. las instituciones viejas muestran resistencia a ser obsoletas.
Las instituciones del pasado se adaptan a circunstancias del pasado
El proceso de la nueva tecnología que redunda en nuevas instituciones acorde a las nuevas necesidades
toma un tiempo considerable y en ese lapso el retraso que sufre la sociedad se manifiesta por la escasa
correspondencia que hay entre las instituciones y la tecnología, por ejemplo la sociedad industrial
gobernada por reglas legales y morales de la sociedad manual, o las instituciones que se rigen por
reglamentos de hace cincuenta años.
Entre el periodo de transición entre el orden viejo y el nuevo, los conflictos sociales se acentúan. Cuando
este período llega a la fase más aguda se aprecian antagonismos de clase entre los de empleos pecuniarios y
los de empleos industriales, sin llegar nunca a los extremos de la lucha de clases de Marx.
Veblen no creyó en la evolución unilineal, y estudió la posibilidad de que las naciones pudieran “pedir
prestada tecnología a otros países” en lugar de desarrollarla por ellos mismos, lo que resultaba que al aplicar
dicha tecnología pudieran eliminar los errores cometidos en el país pionero en tecnología, aprenderían de
sus fallas, saltando así fases evolutivas, algo como el juego de las “damas” en que se aprovechan las fichas
del contrario para adelantarse y ocupar sus espacios.
Mientras que pedir prestada tecnología puede ayudar al crecimiento evolutivo del país, el país pionero va en
declive porque queda en un escalón más abajo en cuanto a tecnología, al conservar los errores.
Veblen lo llama “la multa de tomar la primacía”. Estos países, los pioneros no desechan toda la tecnología
por obsoleta, podrán hacer reformas, adaptaciones, reparaciones, pero mientras la conserven, mientras no la
cambien totalmente, allí habrá algo que tire hacia atrás, que evite el progreso.
Los equipos obsoletos deben desecharse, pero siempre habrá quien quiera conservar lo que aún sirve, lo que
es aprovechable, así proceden los dueños de la industria obsoleta y eso decae la producción industrial.
Resumiendo, el trabajo sociológico de Veblen se centra en las motivaciones sociales que inducen al
hombre a mostrar una conducta competitiva, la búsqueda de las funciones latentes, su interpretación
tecnológica de la historia, su teoría del retraso entre el desarrollo tecnológico e institucional, éstas son sus
aportaciones más importantes

JANE ADDAMS
"La mujer solo puede crecer de forma exacta
e inteligente a través del estudio completo
de por lo menos una rama de ciencia física,
para que con sus propios ojos acostumbrados
a la búsqueda de la verdad pueda descubrir
el engaño y el dogmatismo".
- Jane Addams -
- Premio Nóbel de la Paz 1931 -
Jane Addams nace en Illinois en 1860 fue el octavo hijo de John y Sara Addams, fue una niña frágil y
sensible, acomplejada por la curvatura de su espalda.
Su padre ganó ocho elecciones en la Legislatura de Illinois, y con sus ideas liberales odió la esclavitud y
veneró a Lincoln. Su héroe europeo fue Guiseppe Mazzini, portavoz del Risorgimiento italiano, cuyas
escrituras libertarias trasponían los límites de Italia.
Su madre fue una mujer de espíritu realista, con ésto, ejerció una influencia muy fuerte en la familia, murió
por "complicaciones de parto" cuando Jane tenia solamente dos años de edad.
Esta circunstancia hizo posible que en los años formativos de Jane, su padre fuera la inspiración suprema de
su vida. Jane lo tomó como modelo de su existencia: se levantaba al amanecer para leer los libros como su
padre lo hacía, además, tomó de él las ideas sobre la integridad personal, la caridad hacia otros, tolerancia
religiosa y la democracia entre el estado y la iglesia, y sobre todo a comportarse estoica y honradamente
ante cualquier circunstancia de la vida.
Jane siempre recordaría el día que mataron a Lincoln –el amigo de la familia- cuando vió a su padre llorar
abiertamente; pese a su reserva habitual, porque "el hombre más grande en el mundo estaba muerto". Ésto
fue como "mi iniciación, mi bautismo" en la dura realidad de los adultos.
Era una estudiosa de los clásicos como Homero y Virgilio, pero también de los libros históricos, todos estos
libros los leyó en la biblioteca de su padre y bajo su guía.
Su padre se volvió a casar con la Sra. Ana Holderman, una rica viuda con dos hijos. Ella trató imponer a su
nueva familia modales "más sofisticados y de mejor gusto". Todo ésto era diferente a la vida simple que
habían llevado hasta entonces, lo que causó algunos roces familiares, más sin embargo, su padre no puso
ninguna objeción a la transformación familiar.
En 1877 Jane asistió a la Universidad de Rockford; algo raro para las chicas de ese tiempo, que se
dedicaban a cocinar, tejer, coser y cuidar a los hijos. Éstas eran las áreas consideradas de interés para las
hijas de la clase media, pero el padre de Jane quería una familia excepcional.
En el catálogo informativo de la Universidad se leía que el objetivo principal era "para desarrollar el
carácter moral y religioso de acuerdo con principios correctos de la mujer cristiana, cultivando varios
campos de integridad", definitivamente se trataba de una Universidad para mujeres
El padre que estaba al tanto de las formas de ejercer la política en Estados Unidos se enteró que entre 1860
y 1880 se abrieron más de 500 escuelas secundarias. La reforma educativa incluía nuevos métodos de
educación, con nuevos temas y nuevos libros de texto, ésta se convirtió en un desafío intelectual para las
autoridades.
En 1873 la Suprema Corte formuló una ley mediante la cual se diera mantenimiento a las escuelas
secundarias con los impuestos de la comunidad. Ese mismo año en St. Louis se abrió el primer Jardín de
Niños, extendiéndose estas instituciones rápidamente por todo el país. En la Universidad también hubo
reformas, en Harvard por ejemplo, se permitió a los alumnos escoger los temas y asuntos que prefirieran
tratar en clase, acabando con la rigidez académica. Algunas universidades aceptaron mujeres en sus
recintos. Por otro lado, se establecieron escuelas para educación de los adultos en 1874, a éstas Jane les dió
todo su apoyo.
John Dewey revolucionó la educación con su filosofía pragmática, él insistía en que el aula debe integrarse
al fondo social, para que los niños aprendieran en su escuela, a ser ciudadanos de una sociedad democrática.
Dewey con su filosofía influyó en Jane más que cualquier otro filósofo.
Para la educación americana este período (1860-1880) fue sumamente creativo y expansivo, la educación
creció tanto en forma horizontal como vertical.
Cuando Jane llegó a Rockford su apariencia era de una niña tímida, contaba con 17 años de edad, una
estatura menor a 1.60 mts y un peso de 45 kilos aproximadamente, pero esta primera impresión que se
hicieron sobre ella tuvo que ser cambiada. Desde el principio demostró ella estar lista para el debate, por
estar acostumbrada a charlas serias como las que sostenía con su padre todas las tardes.
En Rockford la comida era sencilla, la vida simple y el trabajo duro, esa austeridad como forma de vida
también se practicaba en casa; es decir, era familiar para Jane, por esa razón se adaptó a la escuela
rápidamente.
Después de sus clases y de concluir sus tareas, se reunía con sus compañeras en la Casa Club por las tardes.
Allí sobre la puerta anotaron una frase de Aristóteles: "Entre el sabio y el ignorante hay la misma diferencia
entre estar vivo y estar muerto".
Debido al interés que sentía por las cuestiones científicas, Jane se unió al Club de la Ciencia de su escuela y
experimentó con semillas de trigo y maíz la teoría de Darwin sobre el origen de las especias y el desarrollo
humano. Esta teoría desató controversia en una escuela como Rockford, en la que los maestros estaban a
favor de una teología fundamentalista. Ellos aceptaban la creación del mundo en siete días y mitos como el
de Adán y Eva.
Jane aceptó esta primera tesis darwiniana solamente, pero rechazó el Darwinismo Social, según esta teoría
sólo sobrevive el hombre más fuerte, más sano, por lo que el resto debe sucumbir. Esta teoría era avalada
por algunos científicos sociales como Spencer entre otros, Jane nunca aceptó esta parte de la teoría social y
la contradijo con su acercamiento a los problemas sociales, políticos y económicos.
Durante sus días de estudiante ella leyó todo lo que estuvo disponible en la biblioteca escolar,
principalmente lo referente a la ciencia. Aprendió a utilizar el método científico llegando a la comprobación
de los hechos, mediante técnicas de laboratorio.
En 1879 Jane escribió en un ensayo "la mujer sólo puede crecer en forma exacta e inteligente a través del
estudio completo de por lo menos una rama de ciencia física, para que con sus propios ojos acostumbrados
a la búsqueda de la verdad pueda descubrir el engaño y el dogmatismo".
Cuando tomó posesión de la herencia de su padre, Jane donó mil dólares para comprar libros de Ciencias
para la biblioteca de Rockford, así las alumnas tendrían acceso a mayor cantidad de material científico.
Por su afición a la lectura leyó los clásicos de la literatura y al leer "Las Confesiones De Quincey",
queriendo sentir las mismas experiencias descritas en forma maravillosa por "De Quincey", un fumador de
opio, Jane y sus amigos obtuvieron la droga, pero "ninguna reorientación mental tuvo lugar, y la ansiedad y
excitación no nos permitieron siquiera sentirnos somnolientos". Allí acabó en Jane el gusto por
experimentar con una droga para crear sueños artificiales.
Cuando se recibió en junio 1881 lo hizo con honores: la presidenta de la clase, editor de la revista de la
Universidad y su portavoz principal al ser representante de la Universidad.
En agosto viajó con su padre a Wisconsin, allí murió John Addams de una apendicitis a los 59 años de edad.
De este duro golpe Jane tardó años en reponerse. La herencia de su padre era cuantiosa, la familia se
repartió el dinero y las propiedades y la cantidad fue suficiente para que no tuvieran que trabajar por el resto
de sus vidas la esposa y los hijos, pudiendo vivir holgadamente.
El sueño de Jane era estudiar para médico y fue aceptada por la Universidad Médica de Mujeres en
Filadelfia, pero su salud empezó a fallar a causa de sus padecimientos en la columna. Sentía fuertes dolores,
por lo que fue operada, permaneciendo atada en una tabla por seis meses para poder recuperarse.
Ese tiempo lo aprovechó para estudiar en su casa y al año siguiente en 1882, en junio, obtuvo el título de
Licenciado en Filosofía y Letras por la misma Universidad de Rockford.
En 1883 Jane viajó con su madrastra a Europa.
La señora Addams Tenía un efecto directo sobre Jane aunque a veces este efecto fuese negativo. La
madrastra se empeñó en que Jane debía casarse con George Halderman o con nadie más. Idea a la que Jane
se negó rotundamente. Este conflicto entre hijastra y madrastra fue muy intenso, y una carga muy pesada
para la frágil Jane todavía convaleciente.
Durante este viaje que duró 21 meses además de visitar museos y tomar cursos de arte, recorrió los barrios
bajos y miserables de cada una de las capitales de Europa, el panorama de necesidad humana era
interminable, en el patio trasero la necesidad humana era horrorosa, en el jardín del exterior brillaba la
aristocracia.
Al regresar a su tierra natal se hundió en "el nadir de la depresión nerviosa". Ésta se agudizó al percatarse
que parte de los fondos de su padre habían sido usados para comprar las hipotecas de las personas que
estaban ahogadas por las deudas.
Se negó a volver a hacerlo y prefirió perder sus fondos a quitar las fincas a las familias endeudadas.
Nuevamente en 1887 emprende otro viaje a Europa, éste sería el parteaguas en su vida, de ahí en adelante la
inspiración de las palabras se convertirían en realidad práctica.

SU OBRA
Jane se opuso rotundamente a la sociología académica, al elitismo, al paternalismo y al intelectualismo. Ella
fue una Socióloga Práctica.
Jane pensaba que los sociólogos académicos tendían a confiar en las publicaciones académicas, en
organizaciones e instituciones, pero pasaban por alto la sociología aplicada, que se dirige al público no
académico, a las masas, a los que no tienen credenciales universitarias.
Addams ofreció cursos universitarios a través de la División de Extensión de la Universidad de Chicago, en
esta Universidad le fue ofrecida la plaza para ser catedrática, pero ella se negó, porque quería estar fuera de
la Academia.
Jane enseñó a los adultos que no podían entrar a la Universidad debido a su pobreza o por falta de
credenciales.
Perteneció a la Sociedad Sociológica Americana (ASNO) fundada en 1905 y fue el miembro más activo e
ilustre de su tiempo. Publicó en varios periódicos populares o eruditos. En sus escritos, ella se refirió a su
trabajo sociológico en el cual enseñó Sociología, escribió Sociología y participó en encuentros sociológicos.
Sus colegas la tenían en alta estima. Fue considerada el mejor sociólogo fuera de la escuela de Chicago, la
escuela sociológica más influyente en su tiempo.
En 1893 presidió las sesiones en la Feria del Mundo en Chicago, ésta fue patrocinada por el Parlamento
Internacional de Sociología.
Jane interpretó la vida americana, su herencia y sus valores. Fue un teórico social cuyas ideas radicales la
hicieron impopular, estigmatizándola. Sus enemigos criticaron su papel sociológico reduciéndolo al
feminismo, buscando minimizar su trabajo intelectual.
Su obra no fue solamente sobre el papel de la mujer y sus valores y el sexismo de la sociología, sino que
críticó las instituciones sociales y el cambio social.
Su papel fue de lider de una extensa red de sociólogas mujeres. Fue una red compleja de lazos
profesionales, instituciones, activismo social y contribuciones intelectuales. Ella fue la clave para entender
una era y una disciplina: la Sociología
Sus libros publicados fueron:
 Democracia y Ética Social (1902)
 Los Nuevos Ideales de Paz (1907)
 El Espíritu de la Juventud y las Calles de la Ciudad (1909)
 Veinte años en el Refugio (1910)
 Una nueva Conciencia y un mal antiguo (1912)
 Memoria de la mujer, un largo camino (1917)
 Los segundos veinte años en el refugio (1931)
A esta lista hay que agregar incontables publicaciones en revistas y periódicos, y numerosos editoriales para
toda publicación a la que era invitada a colaborar, en la cual escribía un artículo.
En 1915 es electa Presidenta de la WILPF (Liga Internacional de Mujeres en pro de la Paz y Libertad) en
congreso celebrado en La Haya.
En 1921 preside nuevamente la WILPF en Viena, en 1929 en Praga, allí se le nombra Presidenta Vitalicia
de la Liga.
La discriminación institucional contra las mujeres en la educación universitaria fue sistemática fueron
limitadas en las oportunidades.
Aún cuando algunas universidades como la de Chicago, Yale, Pennsylvania y Stanford aceptaron el ingreso
de mujeres a sus aulas, existían formas de discriminación más sutil: como la falta de aceptación intelectual,
o bien falta de apoyo financiero o de perspectivas de trabajo.
Las actitudes sexistas se daban también por parte de los Sociólogos como Augusto Comte y Emilio
Durkheim, ambos llamados padres de la Sociología, ellos eran patriarcales, por decirlo de algún modo, en
su análisis de la sociedad.
Comte aseguraba que las mujeres eran constitucionalmente inferiores a los hombres porque su madurez
cesó en la niñez. Propuso que las mujeres debían subordinarse a los hombres al casarse y el divorcio debía
negárseles, por considerarse esclavas de los hombres.
(Schwendinger. Libros Básicos, 1974)
Por su parte Durkheim anotaba en El Suicidio:
"Las necesidades sexuales de las mujeres tienen carácter mental, porque su vida mental está menos
desarrollada". Para la mujer la sociedad es menos necesaria para ella, porque ella tiene menos habilidad
social. "Así para la mujer soltera vieja son suficientes algunas prácticas devotas y cuidar de algunos
animales".
Aún cuando la Universidad de Chicago incluyó a las mujeres en su programa pionero, se confiaba que las
mujeres permanecieran dentro de una "esfera separada", aunque educadas de una manera avanzada.
Se esperaba que las mujeres "manejaran la casa, la cultura de emociones, la moralidad y los niños", y a los
hombres se les confiaba "el gobierno de la familia, las instituciones sociales, políticas y sobretodo las
económicas".
Por supuesto que Addams también pensó que las mujeres eran diferentes a los hombres, aunque superiores.
Una publicación "Las Mujeres en la Universidad" con motivo del décimo aniversario de la Universidad de
Chicago anotaba:
"Noventa y tres hombres y ciento veintiocho mujeres recibieron los honores para beca, basadas en la clase y
calidad del examen. Ciento cuarenta y cinco hombres y ciento noventa y nueve mujeres recibieron honores
en la graduación y cuarenta y cuatro hombres y setenta y tres mujeres recibieron honores especiales". En la
Universidad el número de hombres es y sigue siendo mayor que el de mujeres. Sin embargo, es el 12% de
los hombres recibieron ayuda económica y solamente el 5% de las mujeres para sus estudios.
Pero Jane no sólo luchó contra esta discriminación, sino contra la guerra, en forma intermitente apoyó todos
los movimientos nacionales e internacionales a favor de la paz, lo que la llevó a obtener el Premio Nóbel de
la Paz en 1931.
En 1935 recibe el Premio de Educación de América, Jane asistió a la celebración en su honor en
Washington, las felicitaciones llegaron de todo el mundo. Muere en Chicago el 21 de mayo de ese mismo
año.
Jane Addams de manera fundamental contribuyó a conformar la Sociología Americana.
Estudió la sociedad basándose en la experiencia y el pensamiento social.
Sus estudios son teóricamente sobre la mujer, las etnias, la prostitución, la delincuencia juvenil y los
inmigrantes, éstos serían la base para el cambio social de la sociedad americana.
Sus colegas masculinos aceptaron de buena gana sus ideas, su pragmatismo crítico, la necesidad de
comunicación y sobretodo la flexibilidad de la naturaleza humana

Fuente Free Soc Sociología y Política - Fuente Universidad Abierta


Auguste Comte

Autor: María Ángeles Vitoria

Auguste Comte (1798-1857) es comúnmente considerado el iniciador del


positivismo y de la sociología científica. El centro de gravedad de su
doctrina es la ley de los tres estadios, formulada ya en las obras de
juventud. En ella se contiene su crítica a la religión y a la metafísica, y la
declaración de su positivismo. Esta posición teorética es, paradójicamente,
una “filosofía antifilosófica”, que considera conocimiento auténtico sólo el
conocimiento científico-experimental, declarando vana e inútil la pretensión
sapiencial de la filosofía. El positivismo comtiano, al menos en su instancia
cientificista, fue la filosofía dominante en buena parte del siglo XIX.

Índice
1. Vida y obras

2. La filosofía positiva

2.1. La ley de los tres estadios, núcleo de la filosofía comtiana

2.1.1. Exposición e interpretación comtiana

2.1.2. El estadio teológico

2.1.3. El estadio metafísico

2.1.4. Estadio positivo

2.1.5. Fundamentación de esta ley

2.2. Concepción positivista de la ciencia y clasificación de los saberes

2.3. La vertiente sociológico-política del positivismo. La religión de la


Humanidad

3. Reflexiones críticas

3.1. La ley de los tres estadios. Discusión histórico-epistemológica

3.2. Crítica de la concepción positivista de la ciencia

3.3. Valoración metafísica

4. Bibliografía

4.1. Obras de Auguste Comte

4.2. Traducciones españolas de algunas obras

4.3. Estudios sobre el pensamiento de Comte

4.4 Otras obras citadas en la voz

1. Vida y obras
Augusto Comte nació en Montpellier el 19 de enero de 1798 en una
familia modesta «eminentemente católica y monárquica», como dice él
mismo en el Prefacio personal al Cours de Philosophie positive. Aunque
recibió una educación cristiana, a los catorce años abandonó la fe de sus
padres, declarándose librepensador y republicano. En 1814 entró en l’Ècole
Polytecnique de París, institución promovida en los tiempos de la
Revolución para la formación de técnicos del nuevo régimen. Aquí, dando
muestras de talento precoz, inició la lectura de las obras de Fontenelle,
Maupertuis, A. Smith, Duclos, Diderot, Hume, Condorcet, De Maestre, De
Bonald, Bichat y Gall, que alimentaron en él la idea de una reforma social
orientada a una sociedad gobernada por científicos. Cuando la Escuela se
cerró por sus ideas republicanas, volvió por breve tiempo a Montpellier,
donde se sostuvo económicamente dando clases de matemáticas, mientras
estudiaba anatomía y fisiología en la facultad de Medicina.

Poco después, en 1816, se estableció en París contra la voluntad de sus


padres. Allí conoció al líder socialista Saint-Simon (1760-1825), discípulo de
D’Alembert, que trabajaba en el proyecto de reorganizar la sociedad por
medio de la ciencia y de la técnica. Comte se dio cuenta entonces de la
necesidad de una reconstrucción moral e intelectual de la sociedad y
colaboró con él como su secretario desde 1817 hasta 1824. Durante este
periodo, en 1822, escribió por encargo de Saint-Simon el Plan des travaux
scientifiques nécessaires pour réorganiser la societé (obra que se editó de
nuevo con el título de Système de politique positive, y en la que sostiene la
unidad indisoluble de ciencia y política). Después de esta publicación, en
1824, se independizó de Saint-Simon y empezó a dar lecciones en su casa
a un grupo de discípulos. Entre sus alumnos se encuentran algunos
personajes ilustres: el naturalista Alexander von Humboldt, el matemático
Poinsot, el fisiólogo Blainville. Fruto de estas lecciones es su obra más
famosa, Cours de philosophie positive (1830-1842), que comprende seis
volúmenes.

En 1825 se casó con Caroline Massine y, un año después, apenas


publicada su obra Considérations sur le pouvoir spirituel, dio señales de
locura y tuvo que permanecer en el manicomio aproximadamente un año.
Salió de la clínica con el diagnóstico de “no curado”. Las recaídas y la
estrechez económica serán frecuentes durante el resto de su vida.

En 1840 sufrió una crisis aguda, que le llevó en 1842 a la separación


definitiva de su esposa. Comienza, entonces, una época de delirio mental,
considerándose el mesías de una misión social. Comte vivía entonces
pobremente en su condición de profesor auxiliar de L’École Polytecnique,
sin conseguir que le nombraran catedrático en la misma Escuela, ni le
dieran la cátedra de Historia de las ciencias en el Collège de France. Se
mantuvo gracias a la influencia de Stuart Mill y de sus discípulos ingleses,
que le asignaron un subsidio.

En 1845 conoció a Clotilde de Vaux —que vivía separada de su marido—


, y que murió un año después. El encuentro con esta mujer inaugura una
nueva etapa de su pensamiento: si desde 1830 hasta ese momento había
intentado construir una filosofía positiva, en esta segunda fase desarrolló el
proyecto de una nueva religión, la religión de la Humanidad, esforzándose
por organizarla como una verdadera Iglesia. Algunos estudiosos consideran
que este retorno a lo religioso se debió, en parte, a la extravagancia de la
pasión de Comte por Clotilde de Vaux. Sin embargo, la opinión más común
señala continuidad entre los dos periodos y un reafirmarse de sus doctrinas
sobre la ciencia y la sociología positivas. El propio Comte afirma que la
religión que instituyó al final de su vida era algo que estaba en el corazón
del positivismo desde los comienzos. No se trata, sin embargo, del
cristianismo, sino de la fuerza emotiva de lo religioso en general.

«Cuando no se ha comprendido la relación necesaria entre la


base filosófica y la construcción religiosa, las dos partes de mi
carrera parecen discurrir en direcciones diferentes. Es, pues,
conveniente hacer comprender que la segunda se limita a
realizar el destino preparado por la primera. Este apéndice
debe inspirar espontáneamente una tal convicción al constatar
que desde mi inicio he intentado fundar el nuevo poder
espiritual que ahora instituyo. El conjunto de mis primeros
ensayos me condujeron a reconocer que esta operación social
exigía en primer lugar un trabajo intelectual, sin el que no se
podía establecer sólidamente la doctrina, destinada a poner
término a la revolución occidental. He aquí por qué consagre la
primera mitad de mi carrera a construir, a partir de los
resultados científicos, una filosofía verdaderamente positiva,
única base posible de la religión universal» [Oeuvres, t. X,
Apéndice general, pp. I-II].

Cuando en 1848 estalló la revolución, Comte se alineó con los


revolucionarios, viendo en ellos la clase destinada a realizar el tipo de
sociedad que él auspiciaba, pero pronto se desilusionó y en 1852 se unió a
Napoleón III que, con un golpe de estado, había instaurado el segundo
imperio.

La última fase del pensamiento de Comte está expuesta en el Discours


sur l’ensemble du positivisme, de 1848 y, sobre todo, en el Système de
politique positive ou Traité de sociologie instituant la religión de
l’Humanité (1851-1854), en cuatro volúmenes, que retoma el título de su
primera obra. De este último periodo son también el Catéchisme positiviste
ou Sommaire exposition de la religion universelle (1852), Appel aux
conservateurs (1855) y Traité de philosophie mathématique (1856), primer
volumen de los tres que deberían constituir la obra titulada Synthèse
subjective ou Système universel des conceptions propres à l’état normal de
l’Humanité (1856). En este escrito asocia las matemáticas con el
sentimiento religioso, llegando a asignar propiedades taumatúrgicas a los
números, y establece una trinidad positivista. Los otros dos volúmenes
―que no llegó a publicar― pensaba dedicarlos a la Moral positiva y a la
Industria positiva. Por estas fechas, y para resolver su penosa situación
económica, pidió al círculo de sus amigos positivistas ingleses y franceses
un subsidio anual permanente a cambio de las lecciones que les daba. Con
esas contribuciones vivió hasta el 5 de septiembre de 1857, año de su
muerte. Su voluminosa correspondencia se publicó póstuma.

Se han hecho muchas consideraciones sobre la incidencia que tuvieron


en su filosofía las crisis que padeció. Indudablemente, la vida de Comte
conoció momentos de desequilibrio psíquico, y no es sencillo distinguir el
influjo que la enfermedad tuvo en su doctrina.

2. La filosofía positiva
Para entender el pensamiento comtiano, es necesario tener en cuenta el
contexto histórico-cultural de su tiempo y, particularmente, sus aspiraciones
socio-políticas. «Toda la doctrina de Comte y, en especial, su doctrina
científica, únicamente resultan comprensibles como parte de sus proyectos
de reforma universal, que no sólo abarcan la ciencia sino los demás
sectores de la vida humana» [Kolakowski 1984]. El fundador del positivismo
tiene a las espaldas el inquieto período post-revolucionario francés, en el
que Francia y, en general, Europa están empeñadas en la búsqueda de un
régimen político estable. La doctrina de Comte nace también del intento de
reconstruir el orden social de su tiempo. Él piensa que la crisis política y
moral que atravesaba la sociedad era una manifestación exterior del estado
de anarquía intelectual. Por eso esperaba que con la difusión del
conocimiento científico, la instrucción popular en las ciencias y la riqueza, se
lograría una sociedad pacífica. De ahí que emprendiese la tarea de construir
la unidad del conocimiento poniendo como fundamento la ciencia. En
relación con el Iluminismo del siglo XVIII, el positivismo del siglo XIX tenía la
ventaja de poder referirse a un complejo de ciencias más desarrolladas.
Precisamente este enorme desarrollo del conocimiento científico, que tuvo
lugar en el siglo XIX, ofreció al positivismo la impresión de que la ciencia
podría abrazar de manera exhaustiva y definitiva todo aspecto de la
realidad, tanto natural como humana, sustituyendo a cualquier otra forma de
conocimiento.

La variedad de actitudes y de planteamientos que se acaban de describir


someramente constituyen el humus en el que se genera el positivismo
comtiano. Puede decirse que el ambiente del que parte Comte es
primordialmente el enciclopédico, con su extrema valoración de la ciencia, y
sus crecientes modulaciones historicistas, junto a las preocupaciones
sociales de principios del siglo XIX, ya latentes en los filósofos ilustrados.
Tienen especial influjo en él D’Alembert, Montesquieu, Turgot y Condorcet.
Además, en cuanto a la crítica de la metafísica, indudablemente Comte se
inspira en el empirismo de Hume, al que señala en el Cathéchisme
positiviste como su principal precursor en filosofía. Y, de modo más
inmediato, en lo que concierne a sus ideas científicas y sociales, depende
de Saint-Simon.

2.1. La ley de los tres estadios, núcleo de la filosofía


comtiana
La doctrina de Comte concentra toda su fuerza en la ley de los tres
estadios del pensamiento, formulada ya en las obras de juventud. Él mismo
consideraba que su descubrimiento más importante era esta “ley
fundamental” del progreso científico, cultural y social, que describía también
la evolución del pensamiento humano individual. En ella se contiene su
crítica a la religión y a la metafísica, y la declaración de su positivismo.
Como consecuencia de esta ley propone un nuevo sistema de las ciencias.

2.1.1. Exposición e interpretación comtiana

Según Comte, el hombre individual y la historia humana llegan a la


perfección del conocimiento a través de una evolución lenta que sigue, de
modo necesario, la misma ley.

«Estudiando el desarrollo total de la inteligencia humana, en


sus diversas esferas de actividad, desde su primera
manifestación más simple hasta nuestros días, creo haber
descubierto una gran ley fundamental, a la que se halla
sometida, por una necesidad invariable, y que, me parece,
puede establecerse con pruebas racionales y también por
medio de la verificación histórica».

A continuación describe sucintamente los grandes momentos de esta ley.

«Esta ley consiste en que cada una de nuestras concepciones


principales, cada rama de nuestros conocimientos, pasa
sucesivamente por tres estados teóricos diferentes: el estado
teológico o ficticio; el estado metafísico o abstracto; el estado
científico o positivo (…) De ahí resultan tres clases de filosofía
o de sistemas generales de concepciones sobre el conjunto de
los fenómenos, que se excluyen mutuamente: la primera es el
punto de partida necesario de la inteligencia humana; la
tercera, su estado fijo y definitivo; la segunda sólo está
destinada a servir de transición» [Curso de Filosofía positiva,
lec. 1].

2.1.2. El estadio teológico

En los comienzos de la historia, el hombre se encontraba desarmado y


asombrado ante la Naturaleza. En el intento de conocer y explicar la
naturaleza de los seres y las causas de los eventos, lleno de temor y de
asombro, los atribuyó a la voluntad de seres sobrehumanos (dioses,
espíritus buenos y malos que pueblan el universo y lo manejan por entero).
El hombre primitivo se representó los fenómenos como producidos por la
acción directa y continuada de agentes sobrenaturales, cuya intervención
arbitraria explicaría todas las aparentes anomalías del universo. De ahí la
necesidad de apelar a la magia, oraciones y sacrificios, para someter esas
fuerzas y obtener la curación de enfermedades, la lluvia y, en definitiva,
todos los beneficios temporales. Para Comte, lo que el hombre conseguía
en su tiempo a través de la ciencia, en la época primitiva lo lograba con
recursos religiosos. Este primer intento de explicación, a partir de causas
más bien fantásticas, dio origen a las diversas mitologías, teogonías y
teologías en las cuales, con el paso del tiempo, se fue afirmando la unicidad
de Dios, es decir, la hegemonía de un dios principal.

Aunque Comte usa el término “teológico” para este primer estadio, sería
más exacto reemplazarlo por el término “religioso”, pues el autor del
positivismo piensa más en la conducta religiosa, en la relación del hombre
con Dios o con los dioses, que no en las especulaciones filosóficas sobre
Dios [Sanguineti 1981: 700].

2.1.3. El estadio metafísico

Sucesivamente, en la explicación de los fenómenos de la Naturaleza, las


divinidades ―las voluntades personales de seres sobrenaturales, o de un
dios principal― van siendo sustituidas por fuerzas o poderes inherentes a
las cosas mismas. Surgen así las ideas de naturaleza, esencia, potencias
activas, fuerzas vitales, causas finales, etc. que, al principio, se
consideraban como instrumentos en manos de la divinidad. Comenzaba el
modo metafísico de pensar en sustitución del teológico y, con él, el inicio del
predominio del pensamiento abstracto.

Sin embargo, no se trata todavía de una verdadera explicación de los


fenómenos pues los hombres, bloqueados por sus propias abstracciones
lógicas, discuten inútilmente sobre ideas generales, como justicia, libertad,
derecho y otras semejantes, confundiéndolas con la realidad.

El estadio metafísico alcanza su culminación intelectual con la unificación


de todas las entidades en una sola (la Naturaleza). Posiblemente Comte
tiene presentes aquí a Spinoza y a Hegel.

2.1.4. Estadio positivo

Finalmente, con el progreso de las ciencias, se supera la explicación


metafísica y adviene el estadio positivo en el que la humanidad alcanza la
madurez de pensamiento. El hombre renuncia a buscar causas últimas y
explicaciones de los fenómenos en algo que esté más allá de la experiencia
(voluntades divinas misteriosas o abstracciones metafísicas). En esta etapa
se atiene a los hechos y trata de formular las leyes que los coordinan, por
medio de la observación, de la experimentación y del razonamiento
matemático. Este conocimiento de las leyes naturales se dirige a la
previsión de los acontecimientos futuros y, con ello, al dominio de la
Naturaleza.

La metafísica ha quedado reemplazada por la ciencia moderna. En esta


etapa definitiva del desarrollo del espíritu humano, la humanidad puede
entregarse indefinidamente a sus afanes de dominio tecnológico de la
naturaleza, mientras que en el ámbito especulativo va logrando la
perfección en la medida que consigue unificar los conocimientos científicos
bajo una única ley (ideal laplaciano).

Merece la pena recoger el texto capital de la filosofía comtiana, cuyo


contenido se acaba de exponer:

«En el estadio teológico, el espíritu humano, al dirigir


esencialmente sus investigaciones hacia la naturaleza íntima
de los seres, las causas primeras y finales de todos los efectos
que percibe, en una palabra, hacia los conocimientos
absolutos, se representa los fenómenos como producidos por la
acción directa y continuada de agentes sobrenaturales, más o
menos numerosos, cuya intervención arbitraria explica todas
las anomalías aparentes del universo.

» En el estadio metafísico, que no es en el fondo más que una


simple modificación general del primero, se sustituyen los
agentes sobrenaturales por fuerzas abstractas, verdaderas
entidades (abstracciones personificadas), inherentes a los
diversos seres del mundo, y concebidas como capaces de
engendrar por ellas mismas todos los fenómenos observados,
cuya explicación consiste, entonces, en asignar a cada uno de
ellos la entidad correspondiente.

» En fin, en el estadio positivo, el espíritu humano,


reconociendo la imposibilidad de obtener nociones absolutas,
renuncia a buscar el origen y el destino del universo y a
conocer las causas íntimas de los fenómenos, para dedicarse
únicamente a descubrir, con el empleo bien combinado del
razonamiento y la observación, sus leyes efectivas, es decir,
sus relaciones invariables de sucesión y de semejanza. La
explicación de los hechos, reducida entonces a sus términos
reales, no es ahora ya más que la unión establecida entre los
diversos fenómenos particulares y algunos hechos generales
que los progresos de la ciencia tienden cada vez más a
disminuir en número.

» El sistema teológico llegó a la más elevada perfección de que


es susceptible, cuando sustituyó el juego vario de las
numerosas divinidades independientes, que habían sido
ideados primitivamente, por la acción providencial de un ser
único. Asimismo, la culminación del sistema metafísico consiste
en concebir, en vez de entidades particulares, una sola entidad
general, la naturaleza, considerada como fuente única de todos
los fenómenos. Análogamente, la perfección del sistema
positivo, hacia la que tiende sin cesar, aún cuando sea muy
probable que no lo logre nunca, será el poder representarse
todos los fenómenos observables como casos particulares de
un solo hecho general: por ejemplo, el de la gravitación
universal» [Curso de Filosofía positiva, pp. 187-189].

Comte afirma que esas tres etapas se excluyen mutuamente: primero, la


metafísica desplazó a la religión y, una vez que la humanidad haya
alcanzado el último estadio, ambas —la religión y la metafísica— serán
sustituidas por la ciencia, si bien la religión continuará existiendo para
satisfacer una exigencia totalmente sentimental.

El autor del positivismo invoca continuamente la ley de los tres estadios


como base de toda su concepción y la aplica a todos los aspectos del
desarrollo del individuo y de toda la humanidad; también a la evolución de la
ciencia en general y de cada ciencia en particular. Las civilizaciones y las
culturas —el proceso mismo de la historia— se desarrollan asimismo según
este mismo ritmo evolutivo. Esta ley es establecida, en definitiva, como
dogma fundamental del positivismo.

Vemos ahora algo más detalladamente la descripción comtiana de la


evolución socio-política de la humanidad siguiendo esta ley. Comte describe
así el desarrollo histórico:

«Creo que esta historia puede ser dividida en tres grandes


épocas, o estados de civilización (…) La primera es la época
teológica y militar (…) La segunda es la época metafísica y
legalista (…) en fin, la tercera es la época científica e industrial»
[Oeuvres, t. X, p.112].

Cada etapa está integrada, a su vez, por distintas fases. El estadio


teológico pasa por tres momentos —fetichismo, politeísmo y monoteísmo—,
a los que dedica largos análisis, hasta alcanzar su culmen en el
cristianismo. En el plano social, le corresponde el régimen teológico-militar,
basado en el absolutismo de la autoridad, el derecho divino de los reyes y
una presencia dominante del militarismo como eje estructurante de la
sociedad. En el cristianismo, el poder espiritual pertenece al Papa, que
representa a Dios en la tierra; y el poder temporal, a los reyes y a los
emperadores, que son elegidos por Dios. Comte sitúa cronológicamente el
estadio teológico en la Antigüedad y en el Medioevo.
Si el estadio teológico es “orgánico”, en el sentido de estable, el
metafísico es revolucionario y cambiante, con ataques a las instituciones del
pasado. Este tránsito se concreta, en el terreno político, con la decadencia
de los regímenes absolutos y una mayor distribución del poder. Frente a la
autoridad absoluta se levantan ahora los derechos del hombre, la soberanía
popular, el gobierno anónimo de la ley. Es decir, se atenúa el carácter
centralizado del sistema militarista, mientras que va creciendo la fuerza de
la burguesía y los juristas asumen un papel preponderante. Estamos en la
época de las luces, con la disolución del mundo feudal y el
desencadenamiento de la lucha de clases. Comte sitúa el estadio metafísico
en el periodo que va del Renacimiento a la Ilustración.

La historia de la humanidad va encaminándose hacia un nuevo período


estable, esta vez, definitivo, que es el dominio de la mentalidad científica. La
manifestación política de este estadio final de desarrollo de la humanidad
será una sociedad industrial y comercial, gobernada por científicos, que
impondrán esquemas racionales a la convivencia social, garantizando así el
orden y el progreso. El altruismo (ya extendido gracias al cristianismo) se
hará universal (planetario, dice Comte) merced a la ciencia. Quedarán
eliminadas las causas de las guerras y la autoridad asegurará el bienestar
material a todos. La Humanidad habría logrado por fin la madurez, pudiendo
ahora entregarse indefinidamente a sus afanes de dominio y de
tecnificación de la naturaleza. Comte pensó que se llegaría a esta etapa
positiva en 1841 y que se alcanzaría un orden semejante al que produjo el
catolicismo en la Edad Media, pero con un fundamento verdaderamente
sólido, es decir, no teológico, sino científico.

No obstante la neta separación entre las mentalidades propias de los


distintos estadios de desarrollo, Comte se da cuenta de que hay
superposiciones de instituciones y creencias propias de las tres etapas,
aunque también considera que el desarrollo de la ciencia traerá consigo,
con el tiempo, la desaparición de los residuos teológicos y metafísicos.

2.1.5. Fundamentación de esta ley

Comte piensa que la ley de los tres estadios está inscrita en la naturaleza
misma del espíritu. Tiene, por tanto, valor de primer principio que no
necesita demostración.

«Me parece que basta enunciar esa ley, para que su exactitud
sea verificada inmediatamente por todos aquellos que tienen un
cierto conocimiento profundo de la historia general de las
ciencias. No hay ninguna de ellas, en efecto, que no se halle
hoy día en el estadio positivo, y que no podamos
representarnos en el pasado compuesta esencialmente de
abstracciones metafísicas, y remontándonos aún más,
completamente dominada por las concepciones teológicas»
[Curso de Filosofía positiva, lec. 1].

La simple observación de la evolución de las ciencias humanas


“demuestra” que todas y cada una van pasando del estadio teológico al
metafísico y, después, al positivo, aunque se lamenta de que, aún en su
tiempo, muchas ciencias sigan conservando demasiados rasgos de las
etapas anteriores.

Según Comte, también puede comprobarse muy fácilmente la verdad de


esta ley, pensado en la propia experiencia personal:

«Ahora bien, cada uno de nosotros, contemplando su propia


historia, ¿no se acuerda de que fue sucesivamente, en cuanto
a sus nociones más importantes, teólogo en su
infancia, metafísico en la juventud y físico en la madurez? Esta
constatación es fácil hoy día para todos los hombres en
cualquier altura de su vida» [Curso de Filosofía positiva, lec. 1].

No importa —dice— que esto no se realice en todos; se verifica, al


menos, en los espíritus que están a la altura de los tiempos.

A estas dos pruebas por observación, añade Comte lo que considera la


“demostración” técnica de la necesidad de esa ley. Partiendo del empirismo
fenomenista de Hume, entiende que los sentidos reciben sensaciones
aisladas, sin inteligibilidad intrínseca. Hay necesidad, por tanto, de una
teoría, un principio o un esquema que coordine los hechos aislados,
dándoles la inteligibilidad de la que carecen. Este esquema ha de ser
necesariamente a priori de la experiencia, que ofrece solo sensaciones
aisladas.

«Si bien toda teoría positiva tiene que estar basada


necesariamente en la observación, también es necesaria una
teoría cualquiera que coordine esta observación. Si al
contemplar los fenómenos no los relacionáramos de inmediato
con algunos principios, no solamente nos sería imposible
combinar esas observaciones aisladas, y por tanto sacar
provecho alguno de ellas, sino que seríamos incluso
enteramente incapaces de retenerlas, y a buen seguro que los
hechos permanecerían desapercibidos ante nuestros ojos»
[Curso de Filosofía positiva, p. 39].

Comte plantea, por tanto, la necesidad inicial de una teoría, cuya función
primordial sea la de coordinar los hechos, al margen de su contenido de
verdad.

«Así, pues, el espíritu humano, presionado por un lado por la


necesidad de observar para obtener teorías reales y, por otro
por la necesidad, no menos imperiosa, de crearse algunas
teorías para poder continuar estas observaciones, se hubiera
encontrado desde su nacimiento encerrado en un círculo
vicioso del que no hubiera podido salir nunca si no hubiera
abierto felizmente una salida natural por el desarrollo
espontáneo de unas concepciones teológicas, las cuales han
sido un punto de conexión a sus esfuerzos y han ofrecido un
programa para su actividad» [Curso de filosofía positiva, p. 39].

La teología ha servido, por tanto, como primer punto de apoyo para el


esfuerzo humano de comprender, y como programa inicial de la praxis que
llevará progresivamente, a lo largo de la historia, hacia el dominio científico-
técnico de la naturaleza.

«Independientemente de las profundas consideraciones


sociales que aquí se unen, y que no debo ni tan siquiera
mencionar en este momento, éste es el motivo fundamental
que demuestra la necesidad lógica del carácter puramente
teológico de la filosofía primitiva» [Curso de filosofía positiva, p.
39].

Queda bien patente que, desde el punto de vista gnoseológico, esta


explicación comtiana es deudora del empirismo y del fenomenismo
kantiano, que hunden sus raíces en la filosofía cartesiana. En efecto,
Descartes separó la unidad funcional de inteligencia y experiencia, por
medio de la cual se capta la unidad real del ente sensible, dejando por un
lado los fenómenos a los que había que buscar inteligibilidad y, por otro, los
conceptos que ya no expresaban el ser y la naturaleza de las cosas. En
esta situación, la inteligencia no tenía ya por objeto el ente sensible (lo real
existente) sino el concepto puro; y la sensación tampoco alcanzaba el ente
sensible en cuanto tal, sino la sensación puntual, el dato aislado, despojado
de toda inteligibilidad intrínseca. El ser y la naturaleza de las cosas
quedaban reducidos a fenómenos [Sanguineti 1977b: 232-238].

2.2. Concepción positivista de la ciencia y


clasificación de los saberes
Según Comte, el método científico se caracteriza por prescindir de la
búsqueda de causas reales. Las ciencias se limitan a establecer relaciones
entre los fenómenos observables. De ahí el calificativo de su filosofía como
positivista, puesto que prohíbe que la ciencia traspase el ámbito de los
datos, de lo positivamente dado en la experiencia. Para el positivismo, como
se vio al inicio, las leyes científicas no son más que “relaciones invariables”
entre fenómenos, y su finalidad principal es facilitar el dominio humano de la
naturaleza, permitiendo la previsión de los hechos futuros. La realidad
puede explicarse sin necesidad de recurrir a ninguna entidad o principio
trascendente.

Para Comte no hay más conocimiento que el conocimiento científico-


positivo. Y como las clasificaciones del saber vigentes en su época tenían
un fundamento teológico o metafísico, él propone otra que responda al
estadio positivo, en la que obviamente no incluirá los saberes que pretendan
ir más allá de los hechos y de su coordinación a través de una ley
(metafísica, teología).

Como el método es el mismo para todas las ciencias, las diversas


disciplinas se diferencian, según Comte, sólo por la mayor o menor
complejidad de su objeto específico. Es, por tanto, la extensión y la
comprensión de los objetos (que Comte prefiere designar como generalidad
o universalidad y como complejidad o simplicidad, respectivamente) lo que
traza la delimitación de las ciencias. Éstas presentan una complejidad
creciente. La ciencia más simple es laMatemática, que estudia la cantidad,
la realidad más sencilla y general. A continuación está la Astronomía, que
añade a la cantidad el estudio de las masas dotadas de fuerzas de
atracción. Luego, la Física, que trabaja además con cualidades como la luz
y el calor. Siguen la Química y la Biología, que trata de la vida, añadiendo a
la materia bruta la organización. Finalmente, vendría la Física
social o Sociología, que estudia el hecho de la sociedad y las constantes de
los comportamientos humanos [Curso de Filosofía positiva, pp. 100-
101.113].

Esta jerarquía de las ciencias fundamentales indica también, para Comte,


el orden histórico necesario en el que han aparecido, puesto que la
inteligencia humana sólo puede pasar al objeto más complejo partiendo del
más simple. La ciencia que ha llegado primero al estadio positivo es la
Matemática (Comte piensa, sobre todo, en los grandes matemáticos de la
Grecia clásica, Euclides, Pitágoras, etc.). Posteriormente, se ha
desarrollado la Astronomía y, luego, la Física, en el siglo XVII, que ha
llegado a su culmen con la ley de la gravitación universal de Newton. A
continuación, ha alcanzado el estadio positivo la Química, gracias al
esfuerzo realizado por Lavoisier. La Biología ha entrado también en su fase
definitiva con los trabajos de Bichat y de Blainville. La Psicología no es, para
Comte, una ciencia a se, puesto que la reduce a Biología, reconduciendo
los fenómenos psíquicos a la fisiología.

El fundador del positivismo advierte que la última de las ciencias del


elenco —la Sociología— es falible e incierta, pues se encuentra todavía en
el estadio metafísico. Hasta entonces, se pensaba que los hechos sociales
dependían de voluntades arbitrarias y, por eso, se habían estudiado con un
método que llevaba a “discusiones interminables”, pero —según Comte—
ha llegado el momento en el que también esos hechos pueden ser tratados
con los métodos de las ciencias positivas. El conocimiento de las leyes que
los relacionan permitirá, por primera vez, comprenderlos y preverlos. A
través del razonamiento y la observación, la Sociología puede establecer las
leyes de los fenómenos sociales, al igual que para la Física es posible
establecer las leyes que rigen los fenómenos físicos. Cuando se constituya
la Física social quedará completado, por tanto, el sistema filosófico.

La Sociología ocupa un puesto fundamental y culminante en la


enciclopedia comtiana, al representar el término último del progreso
intelectual. Esta ciencia tiene en cuenta los resultados de todas las demás y
se propone como objetivo elaborar los nuevos principios de la moral y del
derecho: el sistema de ideas y de mecanismos de convivencia, que salven a
la humanidad de la anarquía y del desorden espiritual en la que la habían
sumido los revolucionarios del siglo XVIII.

Pero cabe preguntarse ahora, ¿qué lugar ocupa la Filosofía en el cuadro


comtiano de los saberes, si las ciencias particulares se distribuyen
exhaustivamente la totalidad de los objetos existentes? En realidad, la
Filosofía no se configura, según Comte, como un saber con un ámbito de
estudio propio, distinto de los que corresponden a las ciencias. Así lo
explica en el Curso de Filosofía positiva:

«Basta, en efecto, con que el estudio de las generalidades


científicas se convierta en una especialidad más. Que un nuevo
tipo de sabios, preparados por una educación conveniente, sin
dedicarse al cultivo especial de ninguna rama particular de la
filosofía natural, se ocupe únicamente, considerando las
diversas ciencias positivas en su estado actual, a determinar
exactamente el espíritu de cada una de ellas, a descubrir sus
relaciones y su encadenamiento, a resumir, si es posible todos
sus principios propios en un menor número de principios
comunes, conformándose sin cesar a las máximas
fundamentales del método positivo» [Curso de
Filosofía positiva, lec 1].

A la filosofía le corresponde, por tanto, el estudio de las relaciones entre


las distintas ciencias y el descubrimiento de los principios comunes a todas
(por ejemplo, la ley de los tres estadios, o la necesidad de recurrir a la
matemática). Las tareas de la filosofía son mucho más modestas de las que
se habían asignado a la metafísica tradicional. Consisten, en definitiva, en
promover el “espíritu científico” que ha consentido a la humanidad obtener
resultados decisivos en el conocimiento del mundo y en su dominio,
controlando que todos los trabajos queden dentro de este espíritu. La
Filosofía positiva no es más que la enciclopedia de todas las ciencias, el
sistema de los conocimientos universales y científicos, ofrecido en una sola
visión total. Así lo declara Comte al comienzo de su Curso.
«El fin de la filosofía positiva es resumir en un cuerpo de
doctrina homogénea el conjunto de conocimientos adquiridos
en los diferentes órdenes de fenómenos naturales» [Curso de
Filosofía positiva, lec 1].

2.3. La vertiente sociológico-política del positivismo.


La religión de la Humanidad
Comte pensaba que el desarrollo de la Sociología de acuerdo con el
espíritu positivo tendría como resultado el orden social. Esta ciencia
ofrecería la completa sistematización de las reglas y principios de la
convivencia, al igual que la Física y la Biología. Comprende dos partes:
Estática y Dinámica. La Estática social estudia las condiciones de existencia
que son comunes a todas las sociedades en todas las épocas. Estas
condiciones son, principalmente, la sociabilidad, el núcleo familiar y la
división del trabajo, que se hace compatible con la cooperación de
esfuerzos. Comte atribuye un valor particular a la familia, como garantía
aglutinante de la sociedad. Piensa que la institución familiar está dada por
naturaleza y la defiende procurando consolidarla mediante la prohibición del
divorcio. La sociedad, para Comte, está formada por familias, no por
individuos. Se opone también a la igualdad, por considerarla causa de
anarquía, al llevar a atribuir cualquier función a cualquier individuo. Por este
motivo defiende también la subordinación de los sexos. Y, por lo mismo,
tiene reservas en relación con las doctrinas democráticas y socialistas
sostenidas por los revolucionarios del 1848.

Por su parte, la Dinámica social consiste en el estudio de las leyes de


desarrollo de la sociedad. Su ley fundamental es la de los tres estadios. El
progreso social se ajusta a esta ley que es, para Comte, una verdadera y
propia filosofía de la historia. La humanidad marcha por una serie de etapas
de perfeccionamiento en su ser y en su obrar, exactamente como el
individuo se desarrolla pasando por una serie de estados y de edades en su
vida biológica hasta llegar a ser animal perfecto. Este progreso de la
humanidad es necesario e irresistible como cualquier otra ley física. Además
es indefinido, ya que la humanidad no progresa hacia una meta más allá de
la cual pueda decirse que ya no seguirá adelante. Conforme a esta ley del
progreso, cada uno de los estados sociales es resultado necesario del
precedente y el motor indispensable del que le sigue [Curso de filosofía
positiva, lec. 48].

Comte pensaba que la crisis pública y moral de la sociedad de entonces


provenía de la coexistencia de tres filosofías opuestas (teología, metafísica
y ciencia). Por tanto, para reorganizar la sociedad era necesario que todas
las mentes llegasen a pensar de acuerdo con unas mismas ideas y que la
Sociología se constituyese como ciencia positiva. La tesis política de Comte
es clara: la unidad social a través de la unidad de la doctrina.
«Esta revolución general del espíritu humano está hoy casi
enteramente cumplida: sólo resta, como ya he explicado,
completar la filosofía positiva, abrazando también los
fenómenos sociales y, a continuación, resumirlos en un solo
cuerpo de doctrina homogénea. Cuando este doble trabajo esté
suficientemente avanzado, el triunfo de la filosofía positiva, se
realizará espontáneamente y se restablecerá el orden en la
sociedad. La preferencia tan pronunciada que casi todas las
mentes, desde las más preparadas a las menos dotadas,
conceden hoy a los conocimientos positivos, sobre las
especulaciones vagas y rústicas, hace presagiar la enorme
acogida que tendrá esta filosofía, cuando adquiera la única
cualidad que todavía le falta: su carácter de generalidad
conveniente» [Curso de Filosofía positiva, p. 68].

Para Comte es suficiente, por tanto, la unidad del método.

«No creo que sean necesarios más detalles para aclarar que el
objetivo de este curso no consiste en absoluto en presentar
todos los fenómenos naturales como idénticos en el fondo,
salvo la variedad de sus circunstancias. La filosofía positiva
sería perfecta si esto pudiera ser así. Pero esta condición no es
necesaria, ni para su formación sistemática, ni tan siquiera para
la realización de las grandes y ventajosas consecuencias a las
que está destinada. No hay más unidad indispensable que la
unidad de métodos la cual puede y debe existir y se encuentra
en su mayor parte establecida» [Curso de Filosofía positiva, p.
71].

Según Comte, el método positivo es la fuerza capaz de realizar la unidad


espiritual entre los hombres. Para él, la felicidad de la sociedad depende
tanto de un desarrollo general de la razón iluminada por las ciencias como
del establecimiento de una ciencia positiva que estudie los hechos sociales.
Pero como las ideas científicas no son la verdad común, es natural que
surjan conflictos en la sociedad, debido a la diversidad de opiniones entre
los hombres. Por eso, él afirmó la necesidad de reemplazar la educación
teológica y metafísica por una educación exclusivamente positivista, y
planteó su imposición por la fuerza desde el Estado.

Junto con esto, Comte advierte que un tal sometimiento de la libertad


individual a la autoridad sólo es posible por motivos religiosos. Nota que el
cristianismo ha sido capaz de suscitar unas actitudes que son esenciales
para la vida social (la solidariedad que lleva a buscar no sólo el interés
personal legítimo, sino también el bien común; y esta actitud no es capaz de
ser suscitada por leyes). Impulsado por las ideas de Joseph de Maestre,
reparó en el modo como en la Edad Media el cristianismo había logrado
aglutinar todo un sistema intelectual y social global, que dotaba de orden a
la cultura y al saber humanos. Por este camino, la exigencia de religiosidad,
que Comte había declarado superada con el advenimiento del estadio
metafísico y, más aún, del positivo, viene de nuevo reclamada en la época
científica como instrumento (medio) necesario para la reforma sociológica.
La religión positivista tiene, por tanto, un papel social importantísimo, el de
ser principio de la unidad de la sociedad: «La verdadera unidad está, pues,
constituida al fin por la religión de la Humanidad» [Système de politique
positive, en Oeuvres, t. IX].

Comte rechaza todas las concepciones de la religión características de


los estadios teológico y metafísico, como el panteísmo y el teísmo. Ni Dios,
ni la Naturaleza pueden ser objeto de culto religioso. Sólo queda, entonces,
la Humanidad concebida como un todo que, bajo el nombre de “Gran Ser”
(Grand Être), Comte la propone, en su etapa final, como objeto de culto en
la nueva religión positivista.

El “Gran Ser” comprende todos los hombres del pasado, del presente y
del futuro que han contribuido o contribuyen al progreso y a la felicidad del
género humano. Comte asigna a este “Gran Ser” una unidad existencial
superior, incluso, a la existencia real del hombre individual, puesto que esta
existencia descansa en la continuidad biológica de la generación del tiempo
presente con las del pasado y del futuro. Considera el espacio como un ser
místico al que llama “Gran Medio” o “Gran Ambiente” (Grand Milieu), en el
que está situada la Tierra, el “Gran Fetiche”. El “Gran Fetiche”, el “Gran
Medio” y el “Gran Ser” constituyen la trinidad de la religión positivista, cuyo
dogma fundamental es “el amor como principio, el orden como base y el
progreso como fin” (l’amour comme principe, l’ordre come base, le progrés
come but).

A continuación, trazó la organización de las ceremonias del culto,


imitando las de la religión católica pero llenándolas de espíritu positivista. El
culto privado estaría constituido por el recuerdo de los muertos y el
sentimiento de obligación respecto a los descendientes. El culto público se
manifestaría en la conmemoración general de los grandes hombres
(científicos, artistas y benefactores de la humanidad). Para este fin, Comte
elaboró un calendario positivista en el que los días, las semanas y los
meses tienen cada uno un patrono. Se señalan 84 días festivos a lo largo
del año. Además instituyó nueve sacramentos sociales y el sacerdocio
positivista, con la misión de desempeñar en la sociedad el cargo de
consejeros, maestros y jueces. Así la humanidad podría vivir en un mundo
feliz guiado no ya por las tinieblas teológico-metafísicas, sino por la ciencia
redentora. En la familia ejerce el sacerdocio la mujer, esposa y madre y, en
defecto de ella, la hija mayor. En general, la mujer ocupa en la sociedad
ideada por Comte un puesto fundamental, en cuanto expresión de la
emotividad humana. El autor del positivismo fundó, en definitiva, una
“iglesia” de la que se proclamó “sumo pontífice” y que le sobrevivió por
varios decenios, especialmente en Inglaterra y en Brasil.
Si en el pasado la salvación individual consistía en la unión con Dios, en
la religión positiva el hombre se salva y sobrevive en los otros, que
recordarán sus acciones útiles a la generación siguiente de la cultura
humana. Comte sustituyó la inmortalidad objetiva o individual, que le
parecía egoísta, con la inmortalidad subjetiva, por la cual los muertos
perviven en la memoria de las generaciones siguientes. La nueva sociedad
positiva había de estar impregnada de esta religión universal, y todos los
actos de la vida social deberían de ser continua expresión de veneración a
este “Gran Ser” o Humanidad, porque la felicidad consistiría en unirse más
al Gran Ser. Esta “religión universal de la humanidad” destruye toda
trascendencia divina, reclamando para el hombre la glorificación y el
servicio que se deben únicamente a Dios. Comte afirmaba certeramente
que «La gran concepción de la Humanidad elimina irrevocablemente la de
Dios» [Système de politique positive, en Oeuvres, t. IX, p. 46], sustituyendo
la idea de Dios por la de “Gran Ser”. Estamos ante una radical
secularización de la religión [de Lubac 1997].

La religión de la humanidad trata en definitiva de organizar la sociedad


independientemente de Dios, considerando que su única finalidad es el
progreso, al que se llega por la ciencia positiva. Algunos estudiosos del
positivismo comtiano han mostrado cómo la motivación política es esencial
en el positivismo: «todo el trabajo especulativo realizado por Comte está,
desde el principio, orientado e impulsado por su labor política» [Petit Sullá
1978: 11]. Puede afirmarse, por tanto, que «la religión comtiana es
esencialmente una religión política, o dicho de otra manera, que la política
deviene su dimensión característica» [Petit Sullá 1978: 227].

3. Reflexiones críticas
Aunque la doctrina de Comte ha recibido muchas críticas, tanto en su
concepción general como en aspectos particulares, su núcleo —la instancia
antimetafísica y la extremada valoración de las ciencias—, sigue presente
en muchas orientaciones de la cultura contemporánea. Se exponen a
continuación algunas de las críticas más significativas a los aspectos
histórico-epistemológicos y metafísicos del pensamiento comtiano.

3.1. La ley de los tres estadios. Discusión histórico-


epistemológica
La ley comtiana pretende describir el curso de la historia humana, la
evolución de cada ciencia y el desarrollo del individuo. Estos tres ámbitos
obedecen a una misma ley, cuya dinámica procede del estadio teológico al
metafísico y, de éste, al científico positivo. Tratándose de una descripción
que debe responder a la evolución histórica real, es lícito preguntarse si el
pensamiento metafísico destruyó efectivamente el saber teológico, y si la
ciencia eliminó las instancias filosóficas y teológicas. Cabe preguntarse
también por el momento preciso en el que, según Comte, tuvo lugar el paso
de la mentalidad teológica a la metafísica y si, de hecho, el desarrollo de
cada ciencia ha seguido los estadios indicados por el fundador del
positivismo. Por último debe comprobarse también si se cumple la dialéctica
de fondo de toda la ley comtiana, que impide la simultaneidad de las etapas.

Para Comte, el estadio teológico ocupa la antigüedad y el medioevo. La


etapa metafísica se extiende desde Descartes hasta Hegel: ésta es la
filosofía que habría destruido el pensar teológico. Sin embargo, resulta
sorprendente constatar que Mill, que asume el legado de Comte en estos
puntos, identifica el estadio metafísico con la época de la filosofía antigua y
medieval (especialmente Aristóteles y Santo Tomás), mientras que atribuye
al nominalismo y al cartesianismo la destrucción de las ideas metafísicas
que dieron paso al estadio positivo; es decir, para Mill, el período metafísico
termina con Descartes.

Un sencillo vistazo a la historia es suficiente para advertir que las


doctrinas de Aristóteles y de Santo Tomás (estadio metafísico por
excelencia, según Mill) no son incompatibles con el conocimiento de Dios ni
con la teología sobrenatural y que, por tanto, el paso del estadio teológico al
metafísico no implicó la destrucción de toda explicación teológica. Por otra
parte, la filosofía que históricamente desplazó a la religión y a Dios del
horizonte de la racionalidad, no fue la que Comte dice que debe
abandonarse (la metafísica del ser, de las esencias inherentes a las cosas:
las metafísica aristotélica desarrollada en la Edad Media), sino la filosofía
racionalista, la metafísica de la inmanencia que se opone al conocimiento
de la trascendencia.

En el estadio metafísico que, para Comte, es la época que va desde


Descartes hasta Hegel, es verdad que la filosofía asume una importancia
preponderante, sobre todo en el racionalismo, que propone la
independencia de la razón de la fe, y que culminará en el monumental
edificio hegeliano. Pero no puede decirse que la Teología fuese expulsada
claramente en estos momentos: o bien se la dejó de lado metódicamente
(Descartes) o bien fue criticada en su forma de religión positiva (Ilustración)
o en todo caso fue asumida por la Razón (Hegel).

La verificación histórica muestra, además, que el estadio metafísico no es


el que sigue a la corrupción del conocimiento de Dios y de la teología, sino
al contrario. Históricamente, la negación de Dios ha estado precedida por la
corrupción de la metafísica del ser (negación del ente y de sus perfecciones
trascendentales) [Sanguineti 1977a: 198-199].

La descripción de la ley de los tres estadios contiene elementos de


ambigüedad. Parece que tanto Mill como Comte utilizan el término
metafísica con un doble sentido: cuando interesa mostrar que la metafísica
desplaza a la teología, identifican la filosofía con la filosofía moderna
(Descartes hasta Hegel); en cambio, cuando quieren señalar que en la
nueva era positivista debe abandonarse la filosofía, entonces la identifican
con la metafísica del ser criticada por Descartes [Curso de Filosofía positiva,
p. 46].

En realidad, en el conjunto de la ley comtiana, el estadio que resulta


problemático y casi artificial en todas las exposiciones que aparecen en la
obra de Comte es el metafísico. Cuando considera la evolución personal de
la inteligencia, como la evolución que ha tenido lugar en cada una de las
ciencias, la descripción del estadio metafísico, o está ausente o se hace
muy de pasada (como mero estadio de transición). Así por ejemplo,
menciona una astrología como fase teológica de la astronomía; y una
alquimia, que sería la primera fase de la actual química, pero no dice ni una
palabra de la fase metafísica de estas dos ciencias [Petit Sullá 1978: 138;
159-160].

Muchos autores han notado —y el mismo Comte lo dice explícitamente—


que, en realidad, el problema central se reduce a probar la existencia de un
primer estadio en el que todos los conocimientos se interpretan desde una
visión teológica. Probado esto, y dado que no puede dudarse del actual
estado en que se encuentran las ciencias, basta añadir solamente un
estadio transitorio entre las dos etapas propiamente tales para que quede
completada la ley de los tres estadios [Curso de Filosofía positiva, lec 1].

«Todas nuestras especulaciones están inevitablemente sujetas,


tanto en el individuo como en la especie, a pasar
sucesivamente a través de tres estadios teóricos diferentes:
teológico, metafísico y positivo. Aunque indispensable bajo
todos los aspectos, el primer estadio debe concebirse ahora
como puramente provisional y preparatorio; el segundo que no
constituye en realidad más que una modificación disolvente,
comporta sólo un papel transitorio, para conducir gradualmente
al tercero; y es éste, el único completamente normal, el que
constituye el régimen definitivo de la razón» [Discours sur
l’esprit positive, p. 4].

En las explicaciones que ofrece el autor del positivismo es fácil advertir


que el estadio metafísico no obedece a una descripción de la historia real:
más que tener valor y sentido en sí mismo, parece un artificio ideado para
justificar la necesidad del estadio positivo de todo el saber.

La sucesión de fases del estadio teológico hasta abocar en el


monoteísmo ha sido también objeto de numerosas críticas por parte de la
investigación histórica posterior y del análisis fenomenológico de la historia
de las religiones (Andrew Lang, Wilhelm Schmitdt, G. van der Leeuw,
Mircea Eliade, Julien Ries). Concretamente, Andrew Lang, en su obra The
Making of the Religion (1898) mostró sobre los nuevos datos aportados por
la etnología, la existencia en numerosos pueblos primitivos de creencias
inequívocas en un Dios supremo y único, aunque mezcladas con diversas
formas de religiosidad inferior, animistas y mágicas. Esta doctrina fue
corroborada más tarde por otros autores, sobre todo, por los antropólogos
de la Escuela de Viena. A partir de Comte, surgieron numerosas disputas
sobre cuál sería la religión “primitiva”, pero la misma disparidad de
conclusiones a la que se llegó es también índice de la deficiente
observación de los hechos en los que se basaban. Por su misma
naturaleza, estos estudios cuentan con una base de experiencia pequeña y
fragmentaria. El estado actual de la investigación, aunque se trata de
conclusiones probables, apoya más el monoteísmo.

Es también históricamente cuestionable la organización socio-política del


estadio teológico que Comte presenta como correlativa a la sucesión de
fases que van del politeísmo al monoteísmo. Sobre esta cuestión,
Sanguineti ha señalado que en los razonamientos del fundador del
positivismo sobre esta cuestión subyace el sofisma de tomar lo que es per
accidens como si fuera per se. Por ejemplo, si un determinado pueblo cree
en Dios y además posee una organización militar, concluye que el culto a
Dios está unido per se a lo militar. Esta falta de discernimiento entre lo
esencial y lo accidental, aplicada a la sucesión histórica, da lugar al
sofisma post hoc, ergo propter hoc [Sanguineti 1977a: 21].

Una consideración histórica serena y objetiva muestra que tampoco se


cumple la dialéctica de fondo de toda la ley comtiana que impide la
simultaneidad de las etapas [Sanguineti 1981]: la metafísica medieval no
eliminó sino que afirmó la teología, y la ciencia moderna ha convivido con la
filosofía y la religión. Merece la pena detenerse en estos aspectos.

La metafísica, de suyo, no se opone a una consideración teológica (ni a la


teología natural, ni a la religión). Además, la época moderna no fue
exclusivamente filosófica, pues en ella nació también con toda su fuerza el
pensamiento científico, en ambientes filosóficos y extrafilosóficos, y
normalmente entre personas creyentes. Tampoco es justo afirmar que el
período contemporáneo es monotemáticamente científico, pues la filosofía
nunca ha dejado de interesar, tanto en sus problemas especulativos como
en las cuestiones morales; y las exigencias de la religión siguen inquietando
a los hombres.

La experiencia histórica demuestra, en cambio, que el saber científico


serio y profundo promueve las cuestiones filosóficas y empuja a los
hombres a Dios. La tendencia a filosofar está, en efecto, hondamente
arraigada en el hombre, que no se satisface sólo con explicaciones de los
principios físicos de la materia, y mayor es el ansia que todos los hombres
experimentan de una respuesta trascendente a los interrogantes más
profundos de su existencia. Si pensamos en los grandes científicos
modernos y contemporáneos: Kepler, Newton, Galileo, hasta llegar a
Einstein o Planck, Collins y otros muchos, encontramos ordinariamente a
personas con preocupaciones filosóficas, muy atentos al problema de Dios y
con respuestas matizadas en relación al valor del saber científico. La
imagen del científico ateo, que ha superado el estadio teológico, y con total
aversión a la filosofía no es frecuente, y suele darse más bien entre
determinados filósofos que han contribuido poco a la ciencia misma (Comte,
Renan, Marx) o en científicos aislados e influidos por las ideologías.

En la vida real, los caminos de la filosofía y de las ciencias no son


excluyentes, sino que suelen entrecruzarse o ir en paralelo, de modos muy
variados. En todas las épocas están presentes múltiples religiones,
doctrinas metafísicas y conocimientos científicos particulares. Estos tres
ámbitos del saber se desarrollan, con predominio de uno u otro, en
dependencia de la libertad humana.

Investigaciones históricas más recientes han probado de modo


satisfactorio que la actividad científica no sólo no se opone a la metafísica
(ni a la religión), sino que tiene sentido únicamente desde unos
presupuestos de carácter filosófico: la confianza en el orden y racionalidad
del universo en su totalidad, y la confianza en la capacidad del hombre para
conocerlo. Numerosos estudios realizados en el siglo XX han mostrado que
la ciencia experimental sólo es posible si el mundo posee un fuerte tipo de
orden y si los hombres son capaces de investigarlo. Puede decirse, por
tanto, que la base de la ciencia moderna ha sido siempre un cierto realismo
metafísico y gnoseológico, que se encuentra en continuidad con el
razonamiento metafísico que lleva a la existencia de Dios. Jaki sostiene una
filosofía de la historia de la ciencia de signo opuesto a la del positivismo
clásico, que consideraba la religión y la metafísica como un lastre
del logos científico [Jaki 1980].

La historia misma muestra que la ciencia moderna surgió


sistemáticamente en el siglo XVII, en una cultura que, desde hacía muchos
siglos era profundamente cristiana, y por obra de científicos como
Copérnico, Kepler, Galileo y Newton, que no sólo eran cristianos
convencidos, sino que con frecuencia estudiaron con gran interés
problemas teológicos.

Los estudios e investigaciones históricas realizadas desde mediados del


siglo XIX permiten concluir que la ley de los tres estadios no responde al
curso real de la historia, ni en su planteamiento general —sucesión de
periodos que se excluyen— ni en los detalles del desarrollo de cada estadio.
Tampoco refleja la historia seguida por cada ciencia. En realidad no es más
que una abstracta identificación de tres posiciones “puras”, artificialmente
contrapuestas, que tampoco gozan de verificación a nivel individual.

3.2. Crítica de la concepción positivista de la ciencia


La concepción positivista de la ciencia es intrínsecamente cientificista.
Por un lado, se asigna a la ciencia el monopolio del saber y, por otro, se
limita su alcance a las realidades de la experiencia, negando realidad
objetiva a todo lo que quede más allá de la experiencia.

Sin duda, con la metodología propia de la ciencia positiva no se llega a


realidades trascendentes (Dios, libertad, espíritu), pero no porque éstas no
tengan realidad o no sean objeto de conocimiento, sino porque el método
científico, por su misma naturaleza, se limita a los aspectos observables de
la realidad. La ciencia no tiene necesidad de considerar otras dimensiones
para desarrollarse. En cambio, el científico como persona sí puede hacerse
preguntas que están más allá de las posibilidades metodológicas de la
ciencia en la que trabaja, pero lo hace en cuanto persona, no en virtud del
método científico.

La idea de que la ciencia puede resolver todos los problemas del hombre
—otra manifestación de la concepción cientificista de la ciencia— es
intrínsecamente ingenua. En efecto, por su misma naturaleza, el
conocimiento científico se circunscribe a ámbitos determinados de la
realidad y, por tanto, existen problemas para los cuales ni siquiera tiene
sentido pedir solución a la ciencia. El conocimiento científico es siempre
parcial y contextual y, por tanto, ninguna ciencia puede proporcionar
soluciones a problemas que tengan un carácter global. Además, incluso los
problemas que la misma ciencia resuelve están, muchas veces, en
dependencia de decisiones humanas que se sitúan en el terreno extra-
científico, en el ámbito de la libertad, de las responsabilidades individuales,
sociales, políticas, etc. [Agazzi 1983: 116-136].

Tampoco los desarrollos científicos se han realizado siguiendo las


directrices metodológicas de Comte. Como es sabido, él consideraba que la
mecánica newtoniana, entendida de modo mecanicista y determinista era el
saber definitivo. Por eso daba gran importancia a la estabilidad del sistema
solar, tal como se conocía en su época. Afirmaba con frecuencia que la
ciencia positiva se extendía sólo hasta donde alcanzaba la vista, sin ayuda
de instrumentos, y que el límite práctico del universo era la órbita de
Saturno: Comte desaprobaba los intentos de investigar más allá del sexto
planeta del sistema solar, por el temor de que nuevos descubrimientos
comprometiesen el determinismo de la ciencia y, con ello, su capacidad de
prever con exactitud. Por lo mismo, en matemáticas era hostil al cálculo de
probabilidades creado por Laplace.

En su época, las explicaciones biológicas distaban mucho de ajustarse en


su desarrollo al esquema positivista. Algunos de los mejores biólogos del
momento refutaban considerar la vida como un mero mecanismo. Sin
embargo, Comte ignoró a estos científicos y exageró, en cambio, la
importancia de los que aportaban elementos que corroboraban su
concepción de la ciencia, por ejemplo, Bichat [Curso de filosofía positiva,
lecc. 48 y 57]. Para Bichat, el elemento último de los seres vivos era el
tejido, no las células. Por tanto, no debía buscarse una realidad más allá del
tejido. Bichat condenó el uso del microscopio, pensando que a través de él
cada uno ve a su manera y en la medida en que resulta afectado. Por influjo
de su autoridad, el microscopio quedó desautorizado varias décadas.
Comte, que admiraba a Bichat, escribió refiriéndose a la teoría celular:

«El abuso de las investigaciones microscópicas y el exagerado


crédito que todavía se presta a un medio de exploración tan
equívoco, contribuyen básicamente a dar una falaz apariencia
de verdad a esta fantástica teoría» [Curso de filosofía positiva,
lec 41].

En el ámbito astrofísico de la ciencia, Comte rechazó el planteamiento de


hipótesis sobre la estructura de las estrellas. Llegó a sostener públicamente
la imposibilidad de conocer la estructura química de las mismas. Poco
después Fraunhofer publicó su descubrimiento de la composición química
de las estrellas y su evolución en el tiempo [Cantore 1988: 147].

La concepción positivista de la ciencia falla en la definición misma de la


ciencia y de su alcance. Al limitar el saber científico a la formulación de las
leyes que relacionan las magnitudes, los fenómenos y los hechos, los
positivistas posteriores desaprobaron el uso de los conceptos de átomo,
peso atómico y, en general, de cualquier hipótesis acerca de la estructura
interna de la materia. Ellos consideraban que se trataba de elementos
ficticios e inútiles, restos de la antigua “metafísica”. Sin embargo, los
experimentos de Perrin (1870-1942), que lograron determinar
experimentalmente el número de Avogadro y demostrar así la teoría
atómica, hicieron entrar en crisis la noción positivista de ciencia. Incluso
Leon Brunschvicg, filósofo de tendencia idealista, y Wilhem Ostwald,
científico que consideraba la teoría atómica como ejemplo de hipótesis
experimental incontrolable de la que la ciencia debería liberarse, después
de ser conocidos los resultados de los trabajos de Perrin, afirmaron que el
átomo, que hasta ese momento era un “ente de razón” se había convertido
en un “ente de laboratorio”; ya no era una ficción sino una realidad, pues,
por así decir, los átomos se podían hasta contar.

Es interesante notar que, aunque el positivismo se auto-proclamó la


filosofía de la ciencia moderna, las hipótesis atómicas se formularon con el
impulso de una concepción realista —no positivista— de la ciencia. La
afirmación de la teoría atómica tiene, pues, gran relieve epistemológico,
porque demuestra la posibilidad, para la ciencia y para la razón humana en
general, de ir más allá de los datos de la sensación y de buscar su
explicación en causas y estructuras subyacentes a los fenómenos [Selvaggi
1985: 163-169]. Éste es el espíritu de la ciencia moderna desde sus inicios,
como muestra claramente la actitud de Galileo en la controversia
ptolemaico-copernicana. El sistema geocéntrico “salvaba las apariencias”,
pero Galileo lo rechazó en cuanto a su capacidad meramente pragmática,
que no producía una comprensión en profundidad de la estructura de la
realidad. A su entender, los científicos auténticos eran los que trataban de
indagar la verdadera constitución del universo. Lo importante no era que la
ciencia “funcionase”. Por eso Galileo no siguió el consejo del cardenal
Belarmino de tratar como hipótesis el sistema copernicano. Para él
considerarlo como hipótesis equivaldría a traicionar la ciencia.

Hoy es patente que el gran progreso de las ciencias experimentales


desde la segunda mitad del siglo XIX se debe, en buena parte, a los
conocimientos logrados acerca del mundo microfísico e intracelular, yendo
mucho más allá de lo dado en la experiencia, o sea, en la dirección que
Comte había prohibido. La genética, por ejemplo, no se ha limitado al
cálculo estadístico y de predicción de caracteres de la descendencia, sino
que ha continuado en el intento de buscar el principio explicativo de tales
proporciones, postulando primero las unidades hereditarias y después, los
genes, hasta llegar a establecer su estructura química. Si la ciencia hubiera
seguido las directrices del positivismo, no tendríamos hoy ni la microfísica,
ni la astrofísica, ni la teoría de la relatividad, ni la bioquímica, ni la genética.

Se considera un último ejemplo, también de la física atómica. Thomson y


Kaufmann trabajaban tratando de medir la relación masa/carga de las
partículas que formaban los rayos catódicos. Los datos de Kaufmann fueron
más precisos. Aunque en conjunto se trataba de conclusiones parciales,
Thomson afirmó el carácter fundamental del electrón como constituyente de
la materia, cosa que la investigación posterior permitió confirmar. En
cambio, Kaufmann no proclamó que hubiera descubierto una partícula
fundamental, porque había sufrido la influencia de la filosofía científica de
Ernst Mach, que sostenía que no era científico ocuparse de hipótesis como
los átomos, imposibles de observar. Es difícil no concluir que fue Thomson
quien descubrió el electrón en 1897 [Weinberg 1985: 70].

Es ahora el momento de valorar el verdadero fundamento de la ley de los


tres estadios y la exagerada confianza de Comte en las posibilidades de la
ciencia. Cuando éste formuló su ley, muchos hechos y situaciones no se
ajustaban a su explicación, invitando, por tanto, a revisarla o a dudar de
determinadas aserciones. Podía haberse percatado también, al observar la
historia desde Descartes hasta él, que había un paralelismo entre el
creciente predominio de la ciencia positiva y el estado bélico de las
sociedades europeas. Podía haber advertido que la evolución del
pensamiento cartesiano y baconiano no era excesivamente prometedora de
la paz social; precisamente ésta, a partir del Renacimiento, comenzaba a
sufrir las más grandes perturbaciones. Sin embargo, sus afirmaciones sobre
las causas del estado revolucionario de su tiempo son de un simplismo
notable.
En toda su obra se observa, además, que esquiva constantemente los
hechos que contradicen o plantean dificultades a su ley. Esta situación, muy
repetida, no incidental, muestra que la elaboración sistemática del
positivismo no tiene explicación desde el punto de vista lógico. Puede
comprenderse sólo como decisión de la voluntad a partir del fin que
pretende: la organización de la sociedad por medio de la Física social,
dotada de leyes tan exactas como las de la atracción gravitacional. La
credibilidad de este deseo dependía de que se demostrase que las ciencias
—la biología en particular— hubieran alcanzado su estadio definitivo pues,
al fin y al cabo, la sociedad no sería más que un inmenso organismo, un
sistema biológico más amplio y complejo. Comte escribía:

«La física social sería una ciencia imposible, si las condiciones


astronómicas fuesen susceptibles de variaciones indefinidas,
pues entonces, la existencia humana que depende de ellas no
podría nunca reducirse a leyes» [Curso de Filosofía positiva, p.
22].

Sólo a partir de la aspiración de alcanzar el dominio y perfecto control de


los hechos naturales y humanos se nos hacen inteligibles las elaboraciones
sistemáticas del positivismo. Sólo así se entiende a fondo su rechazo de la
instancia metafísica basada en el empirismo, ya que «la realidad sin interna
contextura, sin esencial urdimbre es la plasticidad completa, la inerte
disponibilidad material para el ejercicio del poder puro» [Llano 1988: 140].
Putnam afirma que el positivismo no es una explicación, sino una
redefinición persuasiva (persuasive redefinition) ordenada a unos objetivos
claros: excluir la metafísica y la ética normativa [Putnam 1975].

El positivismo no nace tanto como una filosofía inspirada en la ciencia


real, sino como una ideología abiertamente anti-metafísica. Sanguineti lo
expresa así: «La esencia de la actitud positivista consiste entonces, a parte
aversionis, en el abandono del conocimiento metafísico en la investigación
científica, conseguido mediante calculadas restricciones intelectuales; y a
parte conversionis supone el proyecto de alcanzar el dominio y perfecto
control de los hechos, de modo que la razón llegue a ser completamente
dueña del ser y del obrar de todas las cosas. La voluntad de poder
constituye sin duda el finis operis de la construcción positivista, el secreto
que hace inteligibles sus sistemáticas elaboraciones» [Sanguineti 1977a:
244].

Aun considerando el sistema comtiano desde la finalidad que pretende,


llama poderosamente la atención su ingenuidad respecto a las posibilidades
y función de la ciencia. Sin embargo, considerando el contexto histórico-
cultural en el que vivió Comte, resulta, en cierto modo, comprensible. En su
época, la ciencia moderna había logrado grandes éxitos y comenzaba a
organizarse en un sistema grandioso, en una cosmovisión científica capaz
de entrar en concurrencia con la filosofía. Por eso, el saber científico pudo
parecer a Comte la verdadera sabiduría, que iba a revelar los secretos del
universo. Por otra parte, la filosofía estaba representada por las
especulaciones idealistas y por las críticas a la religión revelada y a la
metafísica, operantes ya desde el siglo XVIII. La Enciclopedia, a partir de
una confianza acrítica en el mecanicismo y con la pretensión de basarse en
la mecánica newtoniana, había forjado el mito científico. Comte disponía,
por tanto, de un humus propicio. En cambio, dos siglos atrás, en el
momento de arranque de la ciencia —en la época de Newton— no habría
podido surgir una filosofía como la de Comte, porque entonces los
científicos eran muy conscientes de la parcialidad de sus estudios y
fácilmente se remitían a la filosofía para los problemas más hondos. La
ciencia y, en general, toda la cultura del siglo XVII vivía inmersa en una
atmósfera filosófico-teológica [Sanguineti 1981: 698].

3.3. Valoración metafísica


Para concluir la exposición crítica del positivismo comtiano, parece de
interés hacer algún comentario sobre los elementos metafísicos
máximamente impugnados por Comte y, en general, por el cientificismo: la
causalidad de Dios sobre el mundo y el hombre y la relación entre la Causa
Primera y las causas segundas. Aquí es, quizá, donde más claramente se
pone de manifiesto la pobreza metafísica de la filosofía comtiana.

Como se ha dicho anteriormente, en la doctrina comtiana, las causas


segundas y la Causa Primera están en un mismo plano, casi en
concurrencia, de modo que privilegiar la acción de las causas segundas
llevaría consigo la pérdida de la relevancia de la Causa Primera, hasta
hacer superfluo el recurso a ella. Así, algunos positivistas sostuvieron que el
hombre recurría a la divinidad sólo en ausencia de una explicación positiva
de los hechos concretos. Se trata de una forma de argumentación en línea
con el Deus ex machina que, a nivel práctico, iría mostrando innecesario el
recurso a Dios. En ausencia del saber científico, se recurría a Dios para que
lloviese, curase enfermedades o socorriese en las dificultades. Pero cuando
el desarrollo de las tecnociencias va haciendo posible resolver esos
problemas, deja de tener sentido el recurso a Dios. En realidad, como se
explica a continuación, la Causa Primera no resulta superflua porque
existan causas segundas que se van conociendo cada vez mejor [Agazzi
1983: 121-124]. En este modo de ver del positivismo, falta una comprensión
metafísica adecuada de estos dos órdenes de causalidad que, en cambio, la
doctrina aristotélico-tomista del ser como acto y de la participación logra
iluminar [Sanguineti 1977a: 214-243].

En la doctrina aristotélico-tomista, por Causa Primera se entiende la


causalidad propia de Dios, Esse Subsistens, Ser por esencia, que produce
las cosas en cuanto entes, es decir, da propiamente el ser [Tomás de
Aquino, Summa Theologiae, I, q. 2, a. 3; De Potentia, q. 3, a. 5; Summa
contra gentiles, III, c. 66]. Causas segundas son, en cambio, aquellas que
producen la cosa, pero no en cuanto a su ser sino en cuanto a su modo de
ser (pino, piedra, gato, átomo, etc.). La Causa Primera o trascendental no
excluye ni sustituye a las segundas: Dios en cuanto causa del ser de los
agentes segundos está presente en cualquier acción causal secundaria o
participada. Ciertamente las causas segundas producen la cosa en cuanto
pino, lombriz de tierra, etc. pero la Causa Primera —causa de la causa
segunda y de su causalidad— produce la cosa en cuanto ente. Tanto una
como las otras son propiamente causas, pero en planos distintos.

La metafísica tomista, sin menoscabar la autonomía propia de la causa


segunda y, por tanto, su carácter de causa real del efecto producido,
entiende que la causación de las criaturas requiere el fundamento de la
causalidad divina, tanto para su ser como para su obrar. Toda criatura, toda
causa segunda, es (esencia, principios substanciales y accidentales) en
virtud del esse participado que, a su vez es en acto por la participación
del Esse subsistens. De ahí que el obrar de la criatura —de la causa
segunda— (su pasar al acto) sea tal en virtud del “vibrar” íntimo y radical del
acto de ser [Fabro 1960: 443-444]. Al otorgar Dios el esse fundante del ente
creado, es también la Causa Primera en el ser respecto de cualquier efecto
que se produce en el universo. La participación del ser se continúa, por
tanto, en la participación intrínseca en el obrar y en las potencias operativas.
De ahí que la Causa Primera no se oponga a la razón de causa segunda,
sino que, al contrario, le comunique su condición de causa efectiva, de
modo que esta última nada podría hacer sin contar con la unión y
subordinación a la Causa Primera. Por eso, Santo Tomás dice con
admirable claridad:

«Cuando se pregunta por el propter quid de algún efecto


natural, podemos responder asignando alguna causa próxima,
siempre que reduzcamos todo a la Voluntad divina, como a su
Primera Causa. Por ejemplo, si alguien pregunta: ‘¿por qué se
calienta la madera ante la presencia del fuego?’, se puede
decir, ‘porque calentar es la acción natural del fuego’, y esto a
su vez ‘porque el calor es un accidente propio del fuego’, dado
que resulta de su forma; y así hasta llegar a la Voluntad divina.
Por eso, si alguien respondiera a esa pregunta diciendo que
‘porque Dios lo quiso’, responderá convenientemente si se
propone reducir la pregunta a su Causa Primera, pero no si
entiende excluir todas las demás causas» [Tomás de
Aquino, Summa contra gentiles III, c. 97].

Dios y las criaturas producen un efecto común, pero no como si Dios


produjese una parte de ese efecto y la criatura otra parte. No se trata de una
mutua integración de causas parciales, sino de la fundamentación de la
causa particular en la Causa por esencia. La “moción” divina en el obrar de
la criatura no disminuye, por tanto, la eficacia propia del sujeto que está
obrando, sino que la fundamenta.
El quicio de la relación entre la Causa Primera y las causas segundas
está, por tanto, en la participación. Cuando se deja de lado esta doctrina,
entonces se entiende la causa segunda como totalmente autónoma y la
dependencia de la Causa primera se hace extrínseca, incluso violenta o
superflua. A la vez, como la consistencia o dignidad de la causa segunda se
centra en su independencia, se plantea la necesidad de negar la Causa
Primera o de hacerla, cada vez, más remota. El positivismo teme que la
referencia a Dios lleve al descuido de las causas segundas. Se piensa que
en tiempos antiguos la ingerencia de Dios había constituido un lastre para
progresar en el conocimiento de los mecanismos que permiten el dominio
de los fenómenos. De ahí que el arrinconamiento o la ausencia de Dios se
considere signo de progreso científico: cuantos más fenómenos logre
explicar la ciencia, menos necesario sería el recurso a Dios, hasta llegar a
poder prescindir totalmente de Él. Comte piensa que el poder de prever los
fenómenos y de controlarlos destruye la creencia de ser gobernados por
voluntades mudables. En este sentido, la obra de Comte se dirige a borrar
cualquier intervención causal de Dios en el mundo y a eliminar todo residuo
de metafísica del ser en la elaboración de las ciencias.

En realidad, los conflictos entre la Causa Primera y las causas segundas


o, si se prefiere, entre la teología natural y las ciencias positivas se
producen objetivamente (es decir, prescindiendo de causas subjetivas como
son los intereses personales, los prejuicios, la situación moral de la
persona) sólo cuando las relaciones entre la Causa Primera y las causas
segundas se plantean de modo equívoco. Esto es lo que sucede en el
positivismo.

***

Después de las reflexiones críticas precedentes, cabe preguntarse,


¿tiene algún significado histórico real la ley de los tres estadios?
Respondemos que sí. A grandes rasgos parece justo reconocer que el
itinerario de la filosofía moderna y contemporánea constituye un progresivo
alejamiento de Dios y una caída en el agnosticismo y en el ateísmo. Comte
lleva razón en este sentido sólo si se quiere indicar el proceso de progresiva
radicalización hacia el ateísmo, característico de la vertiente dominante de
la filosofía “moderna”. Pero no cabe generalizar esta observación a toda la
filosofía, ni a la actitud filosófica en su raíz más auténtica y, mucho menos
aplicarla al avance en el conocimiento científico.

«La ley de los tres estadios se presenta así como una


descripción en la que Comte sintetiza el avance de la
civilización moderna hacia el ateísmo, el progresivo alejamiento
de Dios que se estaba operando en el mundo, y más en
concreto el paso operado por el humanismo radical desde el
ámbito de la filosofía al de las ciencias, característico del
ambiente cultural de las primeras décadas del siglo XIX. Al
formular su ley, Comte no hace más que tomar conciencia de
una definida orientación de la cultura moderna, no
absolutamente universal, pero ciertamente dominante»
[Sanguineti 1977a: 200].

4. Bibliografía
4.1. Obras de Auguste Comte
Oeuvres d’Auguste Comte, 12 vol, Anthropos, Paris 1968-1970. Es la
única edición de las obras completas.

Corréspondance générale et confessions (1814-1857), 8 vol. (P.E.


Berrêido Carneiro et autres: ed.), Archives Positivistes, Paris
1973-1990.

4.2. Traducciones españolas de algunas obras


Curso de Filosofía positiva, Aguilar, Buenos Aires 1973 (Se ha utilizado
esta traducción para las citas de las lecciones 1 y 2 de esta
obra).

Catecismo positivista, Nacional, Madrid 1982.

Discurso sobre el espíritu positivo, Aguilar, Buenos Aires 1965; Alianza,


Madrid 1988.

Discurso sobre el espíritu positivo, Orbis, Barcelona 19852 (esta edición


incluye: Curso de Filosofía positiva –lecciones 1 y 2-, traducción
de José Manuel Revuelta; y Discurso sobre el espíritu positivo,
traducción de Consuelo Bergés).

Plan de los trabajos científicos necesarios para reorganizar la sociedad,


Tecnos, Madrid 2000.

Selección de los principales textos de cuatro obras de Comte, traducidos


al castellano (Curso de Filosofía positiva;Discurso sobre el
espíritu positivo; Sistema de Política positiva; Catecismo
positivista), en CANALS VIDAL, F., Textos de los grandes
filósofos (Edad contemporánea), Herder, Barcelona 1977.

4.3. Estudios sobre el pensamiento de Comte


ARNAUD, P. , La pensée d’Auguste Comte, Bordas, Paris 1969.
ATENCIA, J.M., Positivismo, metafísica y filosofía de la ciencia en Augusto
Comte, Universidad de Málaga, Málaga 1990.

—, Augusto Comte y la metafísica, «Philosophica Malacitana» (1994) 25-


31.

CENTRO DE ESTUDIOS FILOSÓFICOS DE GALLARATE, Diccionario de


Filósofos, Rioduero, Madrid 1986 (voz Comte, de A. SANTUCCI).

FERRATER-MORA, J., Diccionario Filosófico, 4 vol., Alianza, Madrid 1980.

KOLAKOWSKI, L., La filosofía positivista, Cátedra, Madrid 19844.

NEGRI, A., Augusto Comte e l'Umanesimo positivistico, Armando, Roma


1971.

—, Introduzione a Comte, Laterza, Roma-Bari 1983.

NEGRO PAVÓN, D., Comte: positivismo y revolución, Cincel, Madrid 1987.

PETIT SULLÁ, J.M., Filosofía, política y religión en Augusto Comte, Acervo,


Barcelona 1978.

RIEZU , J ., La concepción moral en el sistema de Augusto Comte ,


Ediciones Universidad de Granada, Granada 1981.

SANGUINETI, J.J., Augusto Comte: “Curso de Filosofía positiva”, Emesa,


Madrid 1977.

―, Discusión sobre la ley de los tres estadios de Comte, en: “Atti del
Convegno Evangelizzazione e Ateismo”, Paideia, Roma 1981,
pp. 697-708.

STUART MILL, J., Augusto Comte y el positivismo, Aguilar, Buenos Aires


1972. Traducción al castellano de Dalmacio Negro Pavón. Esta
obra de Mill versa sobre el Curso de Filosofía positiva completo
y sobre la última doctrina de Comte.

4.4 Otras obras citadas en la voz


AGAZZI, E., Scienza e fede, Massimo, Milano 1983.

CANTORE, E., L’uomo scientifico. Il significato umanistico della scienza,


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Francisco – MERCADO, Juan Andrés (editores), Philosophica:
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Epistemología de las ciencias sociales Guillermo Briones

INSTITUTO COLOMBIANO PARA EL FOMENTO DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR, ICFES DIRECCIÓN


GENERAL Calle 17 No. 3-40 A.A. 6913 Teléfonos: 3387338 - 3387360 Fax: 2836778 Bogotá,
Colombia HEMEROTECA NACIONAL UNIVERSITARIA CARLOS LLERAS RESTREPO SUBDIRECCIÓN DE
FOMENTO Y DESARROLLO DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR Avenida Eldorado No. 44A-40 Teléfono:
3689780 Telefax: 3680028 Bogotá, Colombia DIRECTOR DEL ICFES: Daniel Bogoya Maldonado
SUBDIRECTORA DE FOMENTO Y DESARROLLO DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR: María de Jesús
Restrepo COPYRIGHT: ICFES 1996 Módulos de Investigación Social ISBN: 958-9329-09-8 Obra
completa ESPECIALIZACIÓN EN TEORÍA, MÉTODOS Y TÉCNICAS DE INVESTIGACIÓN SOCIAL ISBN:
958-9329-10-1 Módulo uno EPISTEMOLOGÍA DE LAS CIENCIAS SOCIALES Composición electrónica:
ARFO Editores e Impresores Ltda. Diciembre de 2002

Contenido Presentación
.............................................................................................................................. 9 Sobre la
naturaleza de la educación a distancia .................................................................. 11 Introduccióno
........................................................................................................................... 13 Objetivos del
módulo ............................................................................................................... 17 PRIMERA
UNIDAD Supuestos filosóficos de las ciencias sociales Capítulo 1 Supuestos de las grandes escuelas
filosóficas ....................................................... 21 El materialismo
.............................................................................................................. 22 El racionalismo
.............................................................................................................. 23 El empirismo
.................................................................................................................. 24 El realismo
..................................................................................................................... 25 El idealismo
................................................................................................................... 26 El positivismo
................................................................................................................. 28 El positivismo lógico
...................................................................................................... 30 Capítulo 2 Otras escuelas
filosóficas .......................................................................................... 31 La fenomenología
.......................................................................................................... 31 La filosofía analítica del
lenguaje de Wittgenstein ...................................................... 33 La hermenéutica
............................................................................................................ 36 Bibliografía recomendada
para la unidad .................................................................... 38 Autoevaluación Nº 1
.......................................................................................................... 39 Control de lectura Nº 1
...................................................................................................... 40 6 SEGUNDA UNIDAD La
construcción epistemológica de las ciencias sociales Introducción
................................................................................................................... 43 Capítulo 3 La
explicación en las ciencias sociales .................................................................... 45 Comte: La
búsqueda de leyes invariantes ................................................................... 45 Marx: La explicación
dialéctica ..................................................................................... 46 Durkheim: La explicación por
causas........................................................................... 48 Malinowski y Merton: La explicación
funcionalista ...................................................... 49 Popper: La explicación
deductiva................................................................................. 50 Lazarsfeld: La explicación
estadística .......................................................................... 52 Bordieu: La explicación sociológica
............................................................................. 54 Explicaciones post factum
............................................................................................. 55 Capítulo 4 La comprensión e
interpretación en las ciencias sociales ..................................... 57 Dilthey: Las ciencias del espíritu
.................................................................................. 57 Rickert: Ciencia cultural y ciencia natural
.................................................................... 58 Max Weber: Los tipos ideales
....................................................................................... 59 Schutz: Las bases fenomenológicas de las
ciencias sociales .................................... 62 Goldmann: Filosofía de las ciencias humanas
............................................................ 65 Winch: El lenguaje de la
acción.................................................................................... 67 Giddens: La doble hermenéutica
................................................................................. 68 Blumer: La interpretación de la acción social
.............................................................. 69 Bibliografía recomendada para la unidad
.................................................................... 71 Autoevaluación Nº 2
.......................................................................................................... 72 Control de lectura Nº 2
...................................................................................................... 73 TERCERA UNIDAD Paradigmas y
programas de investigación en las ciencias sociales Introducción
................................................................................................................... 77 Capítulo 5 Paradigmas
y programas de investigación .............................................................. 79 Kuhn: Paradigmas y
revoluciones científicas............................................................... 79 7 Lakatos: Programas de
investigación........................................................................... 81 Feyerabend: Contra el método
..................................................................................... 83 Capítulo 6 Paradigmas en las ciencias
sociales ........................................................................ 87 Paradigma explicativo y paradigma
interpretativo ...................................................... 87 Integración de paradigmas
........................................................................................... 90 Bibliografía recomendada para la
unidad .................................................................... 92 Autoevaluación Nº 3
.......................................................................................................... 93 Control de lectura Nº 3
...................................................................................................... 94 CUARTA UNIDAD Teorías
derivadas de los paradigmas teóricos Capítulo 7 Teorías derivadas del paradigma interpretativo
...................................................... 97 El interaccionismo simbólico.
....................................................................................... 97 La
etnometodología....................................................................................................... 99 Capítulo 8
Teorías derivadas del paradigma explicativo ......................................................... 101 Teoría
neofuncionalista ............................................................................................... 101 El neomarxismo
analítico ............................................................................................ 103 Teoría neo marxista
postmoderna .............................................................................. 104 El marxismo al final del siglo
...................................................................................... 106 Teoría de la acción comunicativa de
Habermas ........................................................ 110 Bibliografía recomendada para la unidad
....................................................................... 112 Autoevaluación Nº 4
........................................................................................................ 113 Control de lectura Nº 4
.................................................................................................... 114 Algunas conclusiones
..................................................................................................... 115 LECTURAS
COMPLEMENTARIAS Lectura complementaria Nº 1
........................................................................................... 121 Lectura complementaria Nº 2
........................................................................................... 150 Lectura complementaria Nº 3
........................................................................................... 165 Lectura complementaria Nº 4
........................................................................................... 187 8 9 Presentación En cumplimiento de
su misión y de sus funciones, el Instituto Colombiano para el Fomento de la Educación Superior ha
realizado diversas acciones que permitan a las instituciones de Educación Superior no solamente
enfrentar los retos del desarrollo científico, técnico y tecnológico sino hacer del conocimiento y de
la cultura, ejes de calidad y desarrollo. Esto implica necesariamente fomentar procesos de
formación que además de articular y hacer coherentes los campos de conocimiento y sus campos
específicos de prácticas, contribuyan a identificar problemas en diversos contextos y a encontrar o
crear soluciones a partir de procesos de reflexión. Dentro de este contexto, el ICFES promovió la
creación del Programa de Especialización en teoría, métodos y técnicas de investigación social,
ofrecido en la actualidad por cinco universidades públicas a saber: Universidad de Antioquia,
Universidad del Valle, Universidad Industrial de Santander, Universidad de Cartagena y
Universidad Pedagógica Nacional, las cuales atendieron el reto propuesto por el Instituto y
después de siete años de iniciado el programa, en conjunto han graduado más de 300
especialistas. La estructura temática de esta serie de Investigación Social la constituyen siete
módulos orientados al desarrollo de competencias para la apropiación de metodologías y técnicas
de investigación fundamentadas por las teorías que enmarcan las ciencias sociales. Los primeros
cuatro módulos ofrecen elementos que permiten profundizar e indagar sobre el objeto y los
procesos de conocimiento en las Ciencias Sociales, las principales escuelas que han surgido a
través de los tiempos y las diferentes perspectivas de análisis que conducen a la comprensión de
los hechos sociales. Los tres últimos módulos orientan la aplicación de estas ciencias en el campo
de la investigación educativa, la evaluación y el estudio de localidades. Dada la pertinencia y
vigencia de esta serie y aprovechando el desarrollo de las tecnologías de información y
comunicación que nos permite una socialización más amplia y ágil de sus contenidos, la
presentamos hoy en formato CD ROM con la expectativa que esta estrategia de aprendizaje sea
aprovechada por un mayor número de profesores y estudiantes de las instituciones de educación
superior del país. DANIEL BOGOYA M. Director General ICFES 12 Sobre la naturaleza de la
educación a distancia Creemos conveniente llamar la atención sobre la naturaleza de la educación
a distancia, con especial referencia al aprovechamiento de los materiales escritos, el medio
principal, utilizado en esta oportunidad, para ponernos en contacto con usted. Por definición, el
proceso de enseñanza - aprendizaje en esta modalidad educativa tiene su centro en el alumno. Es,
por lo tanto, un proceso de autoinstrucción en apoyado con materiales pedagógicamente
elaborados, que exigen un estudio personal e individual, responsable, al igual que una
autoevaluación permanente por parte del alumno. Los contenidos del curso están organizados en
unidades de aprendizaje y éstas, a su vez, en módulos. Cada módulo propone unos objetivos que
deben lograrse a cabalidad por el estudiante, único que conoce el nivel de aprendizaje que ha
logrado, antes de pasar al módulo siguiente. Las frases anteriores quieren decir que el logro de los
objetivos propuestos está en relación directa con la motivación que usted tenga por su
perfeccionamiento en el área desarrollada por los materiales escritos. Esta motivación y la
correspondiente responsabilidad personal es, desde el comienzo del estudio, un punto de partida
muy importante para avanzar con éxito a lo largo de las materias tratadas en este curso. Si bien
usted es el responsable de su formación, nosotros también tenemos una especial responsabilidad
con todos y cada uno de los alumnos que utilizan nuestros materiales. Ella consiste en poner a
disposición de ustedes nuestra experiencia para seleccionar los temas que de mejor forma puedan
cumplir con sus expectativas de perfeccionamiento y con el logro de los objetivos que nos hemos
propuesto en común. Sin perjuicio del estudio individual de los materiales de autoinstrucción,
queremos hacer resaltar el valor que tiene el estudio en grupo. Por lo mismo, nos permitimos
recomendarle, en la medida de las posibilidades que puedan presentársele, que trate de tomar
con- 11 12 tacto con otras personas que sean alumnos de este curso, con el propósito de formar
un grupo de discusión aunque sea pequeño, en el cual se analicen algunos de los temas que
puedan presentar mayor dificultad o interés. Con relación a los contenidos expuestos en el curso,
quisiéramos proponer algunas sugerencias o recomendaciones a fin de obtener el mejor provecho
de los materiales que están en sus manos: • El alumno debe buscar las ideas principales que
contiene cada párrafo o sección de los módulos, como también las dudas y comentarios más
importantes que le surjan. Escriba esas ideas y comentarios en una libreta o cuaderno. • Es
especialmente útil, cuando sea el caso, contrastar afirmaciones del texto con los conocimientos
que se poseen, para modificarlas o complementarlas. Escríbalas. • El alumno, en la medida de lo
posible, y según los temas de los cuales se trate, debería encontrar aplicaciones de los nuevos
conocimientos adquiridos. Tome notas de ellos. • También debe registrar los temas que le han
sido más difíciles de comprender, como asimismo debe anotar las dudas que le hayan surgido para
presentarlas al tutor, si es el caso, y obtener respuestas a sus inquietudes. • Finalmente, si no
queda satisfecho con las autoevaluaciones que ha realizado en cada unidad, vuelva a repasar en el
texto los puntos en los cuales ha quedado menos satisfecho. Sobre esta revisión, recuerde que
usted, y no el tutor, es el principal evaluador de su trabajo. Por esta razón, usted es el principal
autor y responsable de su formación, aprendizaje y perfeccionamiento. Sobre el contenido de esta
advertencia, no debemos engañarnos de manera alguna. 12 13 Introducción En términos
generales, la epistemología se define como el análisis del conocimiento científico. En términos más
específicos, esta disciplina analiza los supuestos filosóficos de las ciencias, su objeto de estudio, los
valores implicados en la creación del conocimiento, la estructura lógica de sus teorías, los métodos
empleados en la investigación y en la explicación o interpretación de sus resultados y la
confirmabilidad y refutabilidad de sus teorías. Los epistemólogos de las ciencias sociales han
tratado esos problemas en diversos momentos de su construcción . En particular, se han referido a
cinco problemas principales: 1° Los supuestos ontológicos y gnoseológicos de las ciencias sociales.
2° El objeto de estudio propio de estas ciencias. 3° La naturaleza de conocimiento que se va a
obtener por la investigación científica. 4° La relación entre las características del objeto
investigado y los valores del investigador. 5° La función final que debe cumplir la investigación
científica de acuerdo con el modelo elegido para la construcción de las ciencias sociales. Las
diversas posiciones filosóficas frente a esos problemas ayudan a comprender las distintas escuelas
que han surgido en la construcción de las ciencias sociales . Si bien en este texto no se tratarán los
problemas referentes a los puntos 2°, 3° y 4°, se plantearán algunos aspectos sobre ellos y se
anticiparán los contenidos de los otros dos problemas. La respuesta al objeto de las ciencias
sociales ( segundo problema ) ha oscilado en la dicotomía estudio de la sociedad global frente al
estudio de pequeños grupos, es decir, para algunos constructores de la ciencias sociales, éstas
deben estudiar el sistema social en su totalidad, y utilizar, por lo tanto, un enfoque macro social.
Para otros, el objeto propio de estas ciencias debe ser el análisis de los pequeños grupos, de tal
modo que el investigador pueda conocer, directa y experimentalmente, el funcionamiento de esos
grupos empleando un enfoque microsocial. El tercer problema tiene que ver con la naturaleza del
conocimiento que debe obtener la investigación social de los objetos que estudia. Aquí, la
dicotomía se presenta en la elec- 14 ción de un enfoque cuantitativo, por un lado, o un enfoque
cualitativo, por otro. El enfoque cuantitativo buscará la medición de los fenómenos sociales, en
particular, la medición individual de las propiedades que se dan en esos objetos, mediante las
llamadas variables, de tal modo que sea posible la utilización de las técnicas estadísticas del caso.
La alternativa cualitativa, por su lado, emplea un enfoque holístico, o sea, un estudio del objeto
tomado en su totalidad, para lo cual deberá utilizar técnicas cualitativas adecuadas para ese
propósito. El cuarto problema se refiere a la relación entre el objeto que se investiga y el
investigador. En el fondo del problema se encuentran las siguientes preguntas: ¿influye o no el
investigador en el objeto de investigación que, en la mayoría de los casos, está constituido; por
personas? En otras palabras: ¿es posible obtener mediante la investigación social un conocimiento
que no esté perturbado por los valores del investigador, por sus creencias, preferencias y
prejuicios? ¿Existe una ciencia libre de valores? O, finalmente, ¿es posible la objetividad en las
ciencias? El primer problema, que será tratado en este módulo, los supuestos ontológicos y
gnoseológicos de nuestras ciencias, está constituido por la adhesión mayor o menor, consciente o
inconsciente, de los investigadores a ciertas concepciones acerca de la naturaleza última de las
cosas y de su posibilidad de conocerlas. El quinto y último problema, que también será abordado
en este texto, tiene que ver con la función final que debe cumplir la investigación, función que
corresponde a la pregunta ¿cuándo podemos entender determinado suceso social? ¿Qué deben
buscar en última instancia las ciencias sociales mediante sus teorías y sus métodos de
investigación? Como sabemos, la respuesta se da también en la forma de una alternativa: por un
lado, para algunos epistemólogos e investigadores, las ciencias sociales deben explicar los
fenómenos que estudian mientras que para otros, el objetivo final de estas ciencias consiste en la
interpretación de los fenómenos investigados. Este último dilema ha acompañado el proceso de
construcción de las ciencias sociales desde sus primeros momentos y llega hasta nuestros días en
la forma en que se presentarán en algunos capítulos de este módulo. Para una mejor delimitación
de nuestra exposición se establecerá que el término ciencias sociales se utiliza aquí para referirnos
a ciencias como la sociología, la ciencia política, la psicología social, la educación, la antropología
social y la geografía social. 14 15 Otras ciencias sociales, como la historia, la economía, el derecho,
para citar algunas, tienen sus propios enfoques teóricos y metodológicos de tal modo que solo
algunos temas y problemas específicos de esas ciencias caen en los marcos epistemológicos
presentados en este texto. La primera unidad del primer módulo está dedicada a los principales
supuestos que desde la filosofía soportan la construcción de las ciencias sociales. La segunda
unidad presenta el principal problema que se ha dado en esa construcción dado en la alternativa
explicación frente a interpretación. La tercera unidad expone, también como una introducción
ordenada, el tema de los paradigmas en las ciencias sociales y algunas propuestas de integración
de diversos elementos de esos paradigmas. La cuarta unidad está destinada a presentar los rasgos
generales de algunas nuevas teorías derivadas de los grandes paradigmas. El lector no debe, en
ningún momento, perder de vista que este trabajo tiene carácter introductorio. La ampliación de
los temas que puedan interesarle en mayor grado será posible con la bibliografía que se indica en
el cuerpo del texto como la que hemos señalado al término de cada unidad. Nuestro objetivo ha
sido el de presentar los conceptos más directos e importantes que tienen que ver, desde el punto
de vista epistemológico, con las respuestas que, desde mediados del siglo pasado, han dado los
principales constructores a la pregunta central de cuál debe ser la característica final que deben
tener las ciencias sociales. LA SOCIOLOGÍA DE LAS CIENCIAS. UNA NOTA A LA SEGUNDA PARTE Con
antecedentes lejanos en Marx, Engels y Durkheim y, más recientemente, en Merton y otros
autores, se ha desarrollado la sociología de las ciencias, que complementa, en varios aspectos, el
tratamiento que la epistemología hace de esas disciplinas. Bunge, que también ha escrito sobre
esa materia, se refiere, de manera controversial en algunas calificaciones, a diferentes corrientes
que se dan en la sociología de la ciencia como podemos apreciarlo en la cita que sigue: “Desde el
decenio de 1960 han venido surgiendo nuevas orientaciones en la sociología de la ciencia. Si bien
los estilos respectivos representan múltiples diferencias, no dejan por ello de adherirse a una
cantidad de dogmas compartidos. Se trata del externalismo, tesis en cuyos términos el contenido
conceptual (de la ciencia. GB) es determinado por el marco de referencia social; el constructivismo
o subjetivismo, según el cual el sujeto investigador construye no solo su propia versión de los
hechos sino también los hechos mismos y eventualmente el mundo entero; el relativismo, para el
que no existen verdades objetivas y universales; el pragmatismo, que destaca la acción y la
interacción a expensas de las ideas e identifica a la ciencia con la tecnología; el ordinarismo, que
reduce la investigación científica a pura transpiración sin inspiración, negándose a reconocer a la
ciencia un rango especial y a distinguirla de la ideología, de la pseudociencia y hasta de la
anticiencia; la adopción de doctrinas psicológicas obsoletas, como el conductismo y el
psicoanálisis, y la sustitución del positivismo, el racionalismo y otras filosofías clásicas por multitud
de filosofías ajenas a la ciencia e inclusive anticientíficas, como la filosofía lingüística, la
fenomenología, el existencialismo, la hermenéutica, la “teoría crítica”, el postestructuralismo, el
descontructivismo, o la escuela francesa de semiótica, según el caso. Mario Bunge. Sociología de la
ciencia . Buenos Aires: Ediciones Siglo Veinte, 1993, pp. 17 -18) Finalmente, la cuarta unidad del
módulo está dedicada a diversos temas y problemas específicos que se dan en el campo de la
investigación social propiamente tal, todos relacionados más o menos directamente con los
paradigmas expuestos en las anteriores unidades, pero, también, en el trasfondo lejano, con las
elaboraciones epistemológicas y las escuelas filosóficas que aportan las últimas fundamentaciones
de la ciencia. Antes de comenzar con la exposición de los temas contenidos en las primeras dos
unidades de este módulo, es conveniente señalar las dificultades de presentar en forma resumida
escuelas filosóficas y posiciones epistemológicas de especial complejidad frente a muchas de las
cuales no existe aceptación unánime dentro de las ciencias sociales. De ahí la necesidad de que
usted recurra a la bibliografía citada en cada unidad para ampliar sus conocimientos de acuerdo
con sus propias exigencias de autoformación. También podrán serle útiles las sugerencias que
hacemos al comienzo de este módulo al referirnos a la naturaleza de la educación a distancia.
Objetivos del módulo Al terminar el estudio del módulo y de las lecturas complementarias que lo
acompa- ñan, el alumno deberá haber logrado los siguientes objetivos: 1. Identificar los principales
supuestos filosóficos implícitos o explícitos que están en las bases teóricas y metodológicas de las
ciencias sociales. 2. Conocer las diversos tipos de explicación y de interpretación que se utilizan en
las ciencias sociales. 3. Diferenciar los principales paradigmas contrapuestos que se dan en las
ciencias sociales y los niveles de integración que se dan actualmente. 4. Conocer los principios
fundamentales de nuevas teorías derivadas de los grandes paradigmas teóricos de las ciencias
sociales. Supuestos filosóficos de las ciencias sociales 20 21 SUPUESTOS FILOSÓFICOS DE LAS
CIENCIAS SOCIALES Capítulo 1 Supuestos de las principales escuelas filosóficas Como se mencionó
en la Introducción, la diversidad de puntos de vista y opciones teóricas que se han barajado en la
construcción de las ciencias sociales se debe a la variedad de hipótesis filosóficas en las cuales se
basa esa tarea teórica y metodológica. En sentido estricto, el contenido mismo de las ciencias no
comprende conceptos filosóficos como tales, pero ellos soportan, en última instancia, los
supuestos básicos referidos a la naturaleza de los objetos a los cuales se refieren y las
posibilidades y niveles del conocimiento que se pueden lograr de ellos. Es decir, en el horizonte de
su formación, las ciencias sociales y naturales contienen diversas hipótesis ontológicas y
gnoseológicas las cuales, en una dimensión más amplia, también se encuentran en diferentes
concepciones del mundo. Las hipótesis mencionadas forman parte de diversas escuelas filosóficas.
De aquellas que se relacionan de manera más directa con la fundamentación de las ciencias
sociales damos un resumen que, en su brevedad, pretende entregar algunos de sus conceptos más
importantes. En la presentación que sigue se ha puesto énfasis en la forma que en estas escuelas
enfrentan el problema del conocimiento de los objetos naturales y sociales. En este tema, el lector
debe tener presente que mientras algunas lo tratan con especial referencia al origen del
conocimiento (el empirismo y el racionalismo, en particular), otras escuelas lo hacen desde la
perspectiva de su esencia, es decir, de la relación entre objeto y sujeto (idealismo, materialismo y
realismo). También se debe tener en consideración el hecho representado por diversas posiciones
intermedias que se dan entre situaciones extremas, que combinan conceptos de unas y otras de
estas últimas. 22 SUPUESTOS DE LAS PRINCIPALES ESCUELAS FILOSÓFICAS El materialismo En
términos generales, el materialismo es la doctrina ( o doctrinas ) según la cual todo lo que existe es
materia, es decir, solo existe, en última instancia, un solo tipo de realidad que es la realidad
material. La materia es, así, el fundamento de toda realidad y la causa de todas las
transformaciones que se dan en ella. Los orígenes del materialismo son muy antiguos. Para el
presocrático Demócrito y para Epicuro (342- 270 a. C.) los elementos últimos de la realidad son los
átomos, partículas indivisibles e indestructibles que se mueven en el espacio vacío. Las cosas
físicas, los animales y los hombres están formados por átomos. Cuando cualquiera de ellos se
desintegran se forman nuevas combinaciones de átomos. El pensamiento es una forma de
sensación que, a su vez, es explicada como una forma de cambio que se produce en el alma de las
personas. El alma resulta de la combinación de átomos que provienen de los objetos exteriores los
cuales entran al cuerpo a través de los sentidos. Cuando la persona muere, el alma se desintegra
en sus átomos componentes. En el siglo XX el materialismo está representado de manera principal
por el materialismo dialéctico y por el fisicalismo. El materialismo dialéctico es la posición
filosófica de Marx y Engels. Para ellos, la naturaleza es la materia que tiene existencia con
independencia de ser pensada. El pensamiento y los fenómenos mentales se desarrollan a partir
de la materia y deben ser explicados en términos físicos. El materialismo dialéctico tiene como una
de sus preocupaciones centrales el cambio de la realidad. Consecuentemente, considera al mundo
como un proceso en el cual, históricamente, se dan fenómenos nuevos y cada vez más complejos
a partir de los más simples, siguiendo las leyes de la diáléctica: a ) la ley de transformación de los
cambios cuantitativos en cualitativos; b ) la ley de interpenetración de los opuestos que reconoce
la existencia de contradicciones en la naturaleza; y c ) la ley de la negación de la negación, o sea,
una situación dada es reemplazada por otra, de tal modo que lo nuevo surge de la negación de la
situación anterior y ésta es de nuevo negada y reemplazada, por otra nueva situación ( el
feudalismo es negado por el capitalismo; éste, a su vez , será negado por el socialismo). El término
dialéctica en la filosofía de Marx y Engels deriva del concepto de Hegel para referirse al proceso de
cambio en la historia y en la naturaleza. Pero mientras para este 23 SUPUESTOS DE LAS
PRINCIPALES ESCUELAS FILOSÓFICAS último la base de tal proceso era el espíritu, para los
primeros esa base era la materia. De ahí que se diga que la dialéctica de Hegel fue puesta de
cabeza por Marx y Engels. La segunda forma de materialismo presente en el siglo XX es el
fisicalismo, propuesto por algunos miembros del positivismo lógico ( Círculo de Viena ). Según
ellos, un enunciado solo tiene significado si puede ser verificado. Con relación a enunciados de
tipo psicológico, ellos solo tienen significado si se expresan en una conducta corporal. De este
modo, la psicología es una parte de la física. Al respecto, conviene hacer notar que el conductismo
que admite solo los datos que pueden ser observados es una forma de fisicalismo. El racionalismo
Hay varias formas de racionalismo, como el metafísico (toda la realidad es de carácter racional),
psicológico (el pensamiento es superior a las emociones y a la voluntad) y el racionalismo
gnoseológico o epistemológico cuyos conceptos centrales tienen mayor pertinencia con nuestro
tema de los supuestos filosóficos de las ciencias sociales. En esa forma el racionalismo afirma que
es posible conocer la realidad mediante el pensamiento puro, sin necesidad de ninguna premisa
empírica. En esencia, esa es la posición de tres de los más destacados representantes del
racionalismo: Descartes, Leibniz y Spinoza. Por ejemplo, Descartes probó la existencia de Dios y del
mundo físico a partir de la premisa racionalmente indudable “pienso, luego existo ”. El
conocimiento es propiamente tal cuando tiene necesidad lógica y validez universal. Sólo la razón
puede permitir decir que una cosa es como es y no puede ser de otra manera. Sólo la razón tiene
la capacidad de obtener por sí misma, mediante la deducción a partir de las ideas innatas, otros
conocimientos del tipo “todo efecto tiene una causa”, que es evidente pues establece una relación
necesaria. Tales conceptos reciben el nombre de juicios sintéticos, que por tener su origen en la
razón son conocimientos ¡a priori! El racionalismo moderno ha tomado diversas formas, alejadas
de las pretensiones más extremas expresadas en los siglos XVII y XVIII. Se mantiene, desde luego,
la importancia de la razón en el conocimiento de la realidad dentro de los diversos usos del
términos 24 SUPUESTOS DE LAS PRINCIPALES ESCUELAS FILOSÓFICAS “racionalismo”. A ellos
corresponden las posiciones epistemológicas de Gastón Bachelard y de Karl Popper que destacan
tanto el papel de la razón y de la experiencia empírica en la investigación científica. El empirismo
El empirismo (del griego “empeira” = experiencia) sostiene que todo conocimiento se basa en la
experiencia, afirmación con la cual se opone directamente al racionalismo para el cual, según
acabamos de ver, el conocimiento proviene, en gran medida, de la razón. Para el empirismo
radical, la mente es como una “tabla rasa” que se limita a registrar la información que viene de la
experiencia. De manera semejante al racionalismo, se distinguen tres tipos de empirismo: 1) el
psicológico, para el cual el conocimiento se origina totalmente en la experiencia; 2) el empirismo
gnoseológico que sostiene que la validez de todo conocimiento tiene su base en la experiencia; y
3) el empirismo metafísico según el cual no hay otra realidad que aquella que proviene de la
experiencia y, en particular, de la experiencia sensible. El empirismo fue desarrollado
esencialmente por una serie de filósofos ingleses entre los que se destacan Locke, Hume y J. S.
Mill. El empirismo niega la existencia de ideas innatas, invocadas por los racionalistas, las cuales,
según ellos, pueden ser descompuestas en conceptos más simples que se derivan de la
experiencia o bien esos conceptos no son conceptos genuinos ya que no se les puede asignar
ningún significado ( por ejemplo, el concepto de sustancia de los racionalistas que es una mera
palabra de carácter metafísico, pero que no significa nada ). También los empiristas niegan que
haya verdades necesarias a priori, como dicen los racionalistas. Por otro lado, el empirismo acepta
los juicios sintéticos a priori, pero basados en la experiencia, a diferencia de los racionalistas para
quienes eso, juicios serían verdades autoevidentes, válidos con independencia de la experiencia.
Finalmente, el empirismo rechaza toda metafísica y, de manera inversa, da a la ciencia un alto
valor como medio superior de adquirir conocimientos. 25 SUPUESTOS DE LAS PRINCIPALES
ESCUELAS FILOSÓFICAS Una parte importante de la investigación en ciencias sociales tiene bases
en algunos supuestos principales del empirismo, desde luego, el valor dado a la experiencia como
origen del conocimiento y como última instancia de contrastación de las teorías. Pero, justamente,
en cuanto reconoce que la ciencia está compuestas de teorías, el empirismo científico reconoce el
papel de la razón en la práctica científica y en el desarrollo de la ciencia. En tal posición se puede
clasificar al sociólogo francés Emile Durkheim que para sus opositores es uno de los más
destacados empiristas dentro de las ciencias sociales, como lo es también para ellos un positivista,
en cuanto a la importancia dada al método de las ciencias naturales en la investigación social. El
realismo De igual manera que en las otras escuelas filosóficas, es posible distinguir varios tipos de
realismo. Como realismo metafísico, el termino realismo fue utilizado por primera vez para
designar la posición según la cual las ideas generales o universales, como se decía entonces, tienen
existencia real, independientes de ser pensadas o no. Como realismo gnoseológico afirma que el
conocimiento es posible sin necesidad de que la conciencia imponga sus propias categorías a la
realidad. Dentro de esta corriente se encuentran filósofos y epistemólogos como Bertrand Russell,
G. E. Moore y Mario Bunge, en nuestros tiempos. Todos ellos se oponen a toda forma de
idealismo. Dentro del realismo gnoseológico se distinguen tres versiones: 1) el realismo ingenuo
para el cual el conocimiento es una reproducción exacta de la realidad; 2) el realismo crítico, que
afirma que no podemos aceptar sin crítica el conocimiento dado por los sentidos, pues debemos
someter a examen tal conocimiento para comprobar en qué medida corresponde a la realidad tal
cual ella se da; tal examen acerca este tipo de realismo al racionalismo; y 3) el realismo científico
para el cual es la ciencia la que proporciona el mejor conocimiento de la realidad; en ella, la razón
y la experiencia se necesitan para conocer la verdad. Según su principio básico, el racionalismo
científico rechaza otro tipo de conocimiento que pretenda tener el valor de verdad, como el
conocimiento ordinario, el conocimiento religioso, el conocimiento místico y el metafísico. 26
SUPUESTOS DE LAS PRINCIPALES ESCUELAS FILOSÓFICAS El filósofo de las ciencias Mario Bunge
tiende, desde la posición del realismo científico, a la cual se adhiere, un puente hacia el
materialismo en la forma que se indica a continuación: Todo ente material es cambiable cuando
menos en lo que se refiere a su posición respecto de otros entes materiales. Para decirlo en forma
negativa, en ningún momento la ciencia ha afirmado la inmutabilidad de la materia. Otra lección
que podemos extraer de lo que precede es que, lejos de alejarse del materialismo, la ciencia se
está tormando cada vez más materialista en forma explícita. Lo está haciendo no solo evitando el
comercio con objetos inmateriales (fuerzas vitales, fantasmas, pensamientos desencarnados,
fuerzas históricas supramateriales, etc.), sino también, y de hecho especialmente, estudiando
entes materiales. En efecto, la ciencia investiga cosas físicas tales como los quanta, campos y
cuerpos; sistemas bioquímicos como los componentes de la célula; biosistemas tales como
bacterias y hongos, y sistemas sociales tales como economías y culturas. De modo, pues, que la
ciencia contemporánea puede caracterizarse como el estudio de objetos materiales por medio del
método científico y con el fin de encontrar y sistematizar las leyes de tales objetos. En otras
palabras, la investigación científica presupone una ontología materialista y también la enriquece.
Mario Bunge, Materialismo y ciencia. Barcelona: Editorial Ariel. l981, pág. 29. El idealismo El
idealismo es, en general, la escuela opuesta al materialismo y al realismo: en oposición a este
último sostiene que los objetos físicos no pueden tener existencia aparte de una mente que sea
consciente de ellos. En su larga historia, el idealismo ha tomado muy diversas variantes y
expresiones, pero todas ellas pueden caracterizarse por la importancia central dada a la
conciencia, a las ideas, al pensamiento, al sujeto, al yo, en el proceso del conocimiento. 27
SUPUESTOS DE LAS PRINCIPALES ESCUELAS FILOSÓFICAS Para comenzar esta breve síntesis,
digamos que para el idealismo objetivo o lógico (de Platón, Leibnitz, Hegel y otros filósofos) los
objetos son engendrados, de una forma u otra, por factores, causas, creencias o ideas que son
independientes de la conciencia humana. Para el idealismo subjetivo (de Berkeley, en particular)
los objetos que conocemos corresponden a nuestras sensaciones: la existencia de los objetos
consiste en ser percibidos. Ellos son sólo ideas (de ahí el término idealismo). Kant basó su
idealismo trascendental en el argumento según el cual el conocimiento se apoya en sensaciones
referidas a un mundo compuesto de fenómenos (que denomina cosas en sí), pero de cuya realidad
nada sabemos ni podremos saber. Sin embargo, si bien la mente, la razón, no puede imponer una
estructura a la realidad como tal, puede hacerlo sobre las apariencias ya que ella (la razón) posee
ciertas categorías a priori (como sustancia y causa) que son independientes de toda experiencia
sensorial. De acuerdo con estas afirmaciones, Kant insistía que su posición no arrojaba ninguna
duda sobre la ciencia y que, por el contrario, era la única fórmula para salvarla del escepticismo. La
ciencia dice la verdad, afirma, pero sólo la verdad sobre las apariencias. En posición crítica frente a
las ideas de Kant dentro de ella, el rechazo a las cosas en sí, incognoscibles se levanta la gran figura
de Hegel (l770 - l831). Al rechazarlas, el filósofo deja solamente la mente y los objetos de la
experiencia como existentes y afirma que el conocimiento de la realidad es posible, pero esa
realidad es espiritual, en última instancia. El espíritu puede darse cuenta de sí mismo sólo al entrar
en relación con un elemento objetivo. Es decir, los objetos implican un sujeto, pero el sujeto
también implica un objeto aun cuando el sujeto es considerado anterior a aquél. En definitiva, la
materia es una manifestación del espíritu. A comienzos de nuestro siglo, el idealismo está
representado por Edmundo Husserl (l859 - 1938) en la forma de la fenomenología. Una síntesis de
este forma de idealismo será presentada en una próxima sección, debido a la importancia que
tiene para algunos paradigmas interpretativos. 28 SUPUESTOS DE LAS PRINCIPALES ESCUELAS
FILOSÓFICAS

Este vocablo (idealismo) se usa asimismo en relación con los ideales. Se llama, entonces, idealismo
a toda doctrina y a toda actitud según la cual lo más fundamental, y aquello por lo cual se supone
que deben regirse las acciones humanas, son los ideales, realizables o no, pero casi siempre
imaginados como realizables. Entonces, el idealismo se contrapone al realismo, entendido este
último como la doctrina o simplemente la actitudsegún la cual lo más fundamental, y aquello por
lo cual se supone que deben regirse las acciones humanas, son las realidades, los hechos
constantes y sonantes. Este sentido del idealismo suele ser ético o político, o ambas cosas a la vez.
José Ferrater Mora. Diccionario de filosofía abreviado. Barcelona: Editorial Sudamericana, l985, pp.
202-203. El positivismo En sentido amplio, el positivismo es la escuela filosófica según la cual todo
conocimiento, para ser genuino, debe basarse en la experiencia sensible. El progreso del
conocimiento sólo es posible con la observación y el experimento y, según esta exigencia, se debe
utilizar el método de las ciencias naturales. La pretensión de algunos filósofos de buscar
conocimientos por medio de especulaciones metafísicas son intentos perdidos, si bien la filosofía
debería tener como única tarea la de hacer comprensibles los métodos de las ciencias naturales y
desarrollar, además, las concepciones generales que se derivan de las resultados de las diferentes
ciencias particulares. Francisco Bacon (1561 - 1626), que puede ser llamado el padre de la escuela,
a la cual dio su nombre, sostiene que los filósofos no deben buscar más allá de los límites de la
naturaleza. Hay hechos que deben ser abordados sin ninguna concepción previa y algunos de esos
hechos hechos positivos deben ser aceptados por la fe en la experiencia. Saint - Simon aplica la
palabra positivo a las ciencias que se basan en los hechos que han sido observados y analizados.
29 SUPUESTOS DE LAS PRINCIPALES ESCUELAS FILOSÓFICAS Augusto Comte (1798 - 1857) _tal vez
el autor más identificado con esta escuela_ destacó el término ya acuñado en el título de su obra
principal Curso de filosofía positiva (l830 - 1842) para poner de relieve que la función de la teoría
consiste en coordinar los hechos observados por las ciencias y de ninguna manera buscar las
causas de su ocurrencia. La posición central de Comte se caracteriza por su manifiesta aversión al
espiritualismo metafísico y religioso y su admiración por los poderes y realizaciones exhibidos por
el pensamiento científico. En este sentido, y de manera que lo acerca fuertemente al tipo de
postura asumida por Francis Bacon en el siglo XVII, el interés principal de Comte no consiste en
elaborar un nuevo sistema filosófico, sino en promover una profunda reforma social. En cuanto tal
reforma requiere de una radical transformación intelectual, Comte desarrolla su posición
positivista. Tal concepción destaca la importancia del espíritu científico en la sociedad: para
Comte, las diferentes ciencias representan una alternativa de conocimiento de carácter unitario.
Esta unidad que, más allá de las diferencias, observa las diferentes disciplinas científicas, está
segurada por el apego de todas ellas al método científico. La unidad del método asegura la unidad
de la ciencia. Comte busca aplicar al campo de la actividad humana el método científico de tal
manera que se pueda generar un tipo de conocimiento sobre el hombre y la sociedad con la
solidez de lo obtenido en las ciencias naturales: en este intento, insiste en la primacía del concepto
de proceso y se preocupa, de manera particular, por ofrecer una explicación científica sobre los
procesos históricos. El objetivo de Comte es descubrir las leyes que explican el devenir histórico.
Rafael Echeverría. El búho de Minerva. Introducción a la filosofía moderna. 1988, pág. 113.
Respecto del objetivo buscado por Comte debe recordarse su ley de los tres estadios. Después de
los estadios teológico y metafísico vendría el estadio positivo o científico en el cual se sustituyen
las explicaciones metafísicas por las explicaciones propiamente científicas. 30 SUPUESTOS DE LAS
PRINCIPALES ESCUELAS FILOSÓFICAS El pensamiento de Comte ejerció una importante influencia
en las concepciones metodológicas de Emile Durheim, en el campo de la sociología. El positivismo
lógico El positivismo lógico, conocido también como empirismo lógico, es la corriente surgida a
fines del decenio de 1920, y cuyos principales representantes se agruparon en el llamado Círculo
de Viena: Schlick, Carnap, Neurath, Frank, Kauffman, Gödel y otros. Su posición básica se funda en
el neopositivismo de Mach, Pearson y de algunos empiristas ingleses, como Hume.
Posteriormente, recibieron la influencia de Wittgenstein. El núcleo del positivismo lógico está
constituido por un empirismo total, apoyado en los recursos de la lógica moderna, una alta
valoración de la ciencia, un rechazo también total a la metafísica y al propósito de unificar el
lenguaje de las diferentes ciencias con un denominador común en el lenguaje de la física
(fisicalismo). Para esta escuela, una proposición sólo tiene sentido si se apoya en un modo efectivo
de verificación. Como dicen: El significado de una proposición es su modo de verificación. Las
proposiciones que no se apoyan en un modo de verificación por la experiencia, de manera
sensible, no pueden ser verdaderas ni falsas. Por lo tanto, solo las proposiciones empíricas son
auténticas proposiciones. Como los enunciados de la metafísica no pueden ser probados por la
experiencia, son pseudoproposiciones o proposiciones sin sentido, sin significado. Una
característica importante del Círculo de Viena es su apoyo en la lógica moderna. Sus trabajos se
exponen con todo rigor con el propósito de eludir la ambigüedad. En esta regla radica su aporte a
la expresión más clara de los contenidos del trabajo científico. La influencia del positivismo lógico
es clara en la metodología cuantitativa de las ciencias sociales y, en particular, en investigadores
como Paul Lazarsfeld, Herbert Hyman, Raymond Boudon y un gran número de sus seguidores. 31
SUPUESTOS FILOSÓFICOS DE LAS CIENCIAS SOCIALES Capítulo 2 Otras escuelas filosóficas Como se
indica en las secciones de este capítulo, otras escuelas filosóficas, como la fenomenología, la
filosofía del lenguaje y la hermenéutica, sirven de apoyo, de manera más o menos directa, a la
construcción de las ciencias sociales como las conocemos actualmente. La fenomenología En la
época actual, por fenomenología se entiende la doctrina desarrollada por Edmund Husserl (l859 -
1938) con ese mismo nombre. En ella nos referimos en esta muy breve y casi imposible síntesis,
entendiéndola como método y como una manera de ver el mundo. Husserl se opone al
positivismo y al pragmatismo, si bien reconoce el valor limitado de la primera escuela. También
rechaza la creencia en una filosofía absoluta. Las tesis fundamentales de la fenomenología
husserliana expuestas en su obra Investigaciones lógicas son básicamente dos: 1. Para captar el
fluir y el contenido de la conciencia debemos limitarnos a describir lo que se presenta en ella, sin
dejarnos condicionar por las teorizaciones que pudimos haber hecho sobre ese contenido. 2. La
descripción señalada antes, muestra que en el fluir de la conciencia se presentan, además de
referencia a objetos concretos, referencias a esencias ideales. Veamos algunos especificaciones de
esas dos tesis fundamentales. La conciencia para Husserl es siempre una conciencia intencional, es
decir, conciencia de alguna cosa. Implica una relación: relación con un objeto. Para acceder a las
esen- 32 OTRAS ESCUELAS FILOSÓFICAS cias que aparecen en los fenómenos que se dan en la
conciencia es necesario purificarlos mediante el procedimiento metodológico de la reducción
eidética denominada epoché. Esta reducción significa poner entre paréntesis todo lo individual y
contingente que aparece en el fenómeno dado en la intuición empírica o por las imágenes de la
fantasía para quedarse con la esencia del fenómeno. La reducción eidética se acompaña de la
reducción trascendental o reducción fenomenológica que también pone entre paréntesis fuera de
juego la existencia del mundo que me rodea y la existencia del propio analista, con sus actos
psíquicos, sus intereses, etc. Lo que queda después de estas reducciones es la conciencia pura: sus
vivencias y sus contenidos. Husserl la denomina conciencia transcendental. La reducción
fenomenológica es el método para llegar al campo en el cual debe actuar la nueva ciencia (nueva,
en cuanto se trata de superar la crisis a la cual han sido arrastradas las ciencias por el positivismo).
Es decir, si se quiere filosofar, es necesario abandonar la información que nos da la actitud natural
y situarse en el ámbito de la conciencia pura. Si bien la reducción fenomenológica, con la cual se
llega a este campo, implica la aceptación de un idealismo transcendental, Husserl no niega la
existencia de un mundo real: sólo la ha puesto entre paréntesis. En la conciencia pura se realiza la
constitución del sentido de los fenómenos captados, pero reducidos por ella. Husserl acusa al
positivismo de ser responsable de la crisis de la ciencia, pues al reducir el verdadero conocimiento
al conocimiento científico dejó de lado la fundamentación filosófica de ella. Para remediar esta
crisis es necesario convertir la filosofía en ciencia, es decir, en un sistema conceptual de validez
universal y necesaria. Como tal, de ella deben partir todas las disciplinas filosóficas y los
fundamentos de todas las ciencias. La fenomenología de Husserl tiene su principal proyección en
la sociología de Alfred Schutz y, en parte, a través de él, en la etnometodología y en autores, entre
otros, como Peter Berger y Thomas Lckmann tal como ellos lo reconocen en su libro La
construcción social de la realidad. 33 OTRAS ESCUELAS FILOSÓFICAS Ponga atención a esta crítica a
la pretensión de Husserl de encontrar, mediante la reducción fenomenológica en la conciencia
pura, los fundamentos de la ciencia. Es verdad, en una palabra,que Husserl defiende con energía el
racionalismo, pero todo nos hace presumir que no quería incluir en la razón también el
entendimiento (para usar la vieja terminología hegeliana). Y si tiene rechazos de fondo contra el
trabajo del intelecto ya sea que se explique de manera autónoma en las matemáticas puras y en la
lógica, o en estrecha vinculación en las ciencias de la naturaleza es muy entendible que no logre
comprender la auténtica estructura de la ciencia moderna (como no la comprenderán sus
discípulos existencialistas, fieles, al menos en este punto al maestro). No resulta en vano el hecho
de que Husserl nunca analice la función del experimento, entendido como interrogación de la
experiencia antes que como simple descripción de lo que vemos en ella. Si tenemos en cuenta
todo esto, tal vez debamos llegar a la conclusión de que la raíz lejana de la anticientificidad de la
fenomenología debe buscarse en la primitiva adhesión de Husserl a la psicología puramente
descriptiva de Brentano. Ludovico Geymonat. Historia del pensamiento filosófico y científico Siglo
XX (I), Barcelona: Editorial Ariel, 1984, pág. 43. La filosofía analítica del lenguaje de Wittgenstein La
obra de Ludwig Wittgenstein (1889-1951), filósofo austríaco que representa aspectos particulares
del empirismo y del positivismo lógico, comprende dos concepciones del lenguaje en relación con
los objetos de la realidad. La primera de esas concepciones se encuentra desarrollada en su su
obra Tractatus logico - philosophicus, publicado en 1922 y la segunda, en sus Investigaciones
lógicas, de l933. De ellas haremos un breve resumen, dentro de nuestra pretensión de mostrar los
elementos filosóficos de las diversas doctrinas que tienen una relación más directa con la
fundamentación de las ciencias sociales. 34 OTRAS ESCUELAS FILOSÓFICAS El objetivo del
Tractatus es el de establecer los límites de aquello que puede decirse con significado. El lenguaje
tiene como propósito principal establecer hechos para lo cual necesita hacer una figura de ellos,
proceso que implica establecer una correspondencia entre el plano de lo real y el plano lingüístico.
O, en otras palabras, es necesario establecer una similaridad estructural. La tesis central en esta
relación la expresa Wittgenstein con la frase: lo que puede ser dicho, puede ser dicho con toda
claridad, y sobre lo que no se puede hablar se debe guardar silencio. El mundo no es la totalidad
de las cosas, sino la totalidad de los hechos, que son figuras de las cosas, de los objetos. Todo lo
que puede ser pensado puede ser expresado por el lenguaje. Pero la única función significativa del
lenguaje consiste en describir los hechos. Más allá de las descripciones, el lenguaje sólo puede
establecer tautologías (Llueve porque está lloviendo). Por eso, cualquier uso más allá de esos dos
no tienen sentido, los enunciados éticos ni la metafísica, porque no son empíricos. La segunda
concepción filosófica de Wittgenstein se desarrolla principalmente de sus Investigaciones lógicas.
Aquí dice que no pretende teorizar ni explicar nada, salvo describir el fenómeno del lenguaje. Al
respecto, señala que el lenguaje comprende varios juegos lingüísticos, cada uno de los cuales está
sometido a sus propias reglas. Por otro lado, dice que el significado de las palabras se define por
su uso. Sólo cuando se sabe cómo han de ser usadas las palabras, sea para interrogar, describir
objetos, nombrar, etc, sólo, entonces, puede decirse que se conoce y se pude hablar un cierto
lenguaje. Los juegos lingüísticos expresan la forma de vida de una comunidad. En los últimos
trabajos del filósofo, el lenguaje ya no se concibe como figura de la realidad, sino como un
instrumento, como una herramienta. La tarea del filósofo consiste en colocar las palabras en su
uso cotidiano, las cuales expresan la forma de vida de la comunidad. El resto de su obra está
dedicada a aplicar su método lingüístico a una variedad de problemas: toma conjuntos de
conceptos, sea de las matemá- ticas o de la conversación ordinaria, separa las cosas paradójicas
que decimos desde la perplejidad filosófica, para tratar de desvanecerla recordándonos el uso
normal de los conceptos, mediante la descripción de los usos reales y posibles del lenguaje en sus
diversos contextos. 35 OTRAS ESCUELAS FILOSÓFICAS La filosofía, tal como nosotros utilizamos la
palabra, es una lucha contra la fascinación que ejercen sobre nosotros las formas de expresión.
Quiero que recuerden ustedes que las palabras tienen los significados que nosotros les hemos
dado; y nosotros les damos significados mediante explicaciones. Yo puedo haber dado una
definición de una palabra y utilizar la palabra de acuerdo con ella, o quienes me enseñaron el uso
de la palabra pueden haberme dado la explicación. Por explicación de una palabra podríamos
entender también la explicación que instamos a dar cuando se nos pregunta. Es decir, si estamos
dispuestos a dar cualquier explicación; en la mayoría de los casos no lo estamos. En este sentido,
pues, muchas palabras no tienen significados estrictos. Pero esto no es un defecto. Creer que lo
es,sería como decir que la luz de la lámpara de mi mesa no es en modo alguno luz real porque no
tiene un límite preciso. Los filósofos hablan muy frecuentemente de investigar y analizar el
significado de las palabras. Pero no olvidemos que una palabra no tiene un significado dado, por
así decirlo, por un poder independiente de nosotros, de tal modo que pudiese haber una especie
de investigación científica sobre lo que la palabra realmente significa. Una palabra tiene el
significado que alguien le ha dado. Hay palabras con varios significados claramente definidos. Es
fácil clasificar estos significados. Y hay palabras de las que podría decirse: se utilizan de mil modos
diferentes que van cambiando gradualmente de uno en otro. No es de sorprender que no
podamos establecer reglas estrictas de su uso. Es erróneo decir que en filosofía consideramos un
lenguaje ideal, como opuesto a nuestro lenguaje ordinario. Pues esto hace que parezca como si
pensásemos que podríamos perfeccionar el lenguaje ordinario. Pero el lenguaje ordinario está
perfectamente. Cuando elaboramos lenguajes ideales, no es para que reemplacen a nuestro
lenguaje ordinario, sino precisamente para eliminar alguna dificultad causada en la mente de
alguien al pensar que ha comprendido el uso exacto de una palabra común. Ésta es también la
razón por la que nuestro método no consiste simplemente en enumerar los usos actuales de las
palabras, sino más bien en inventar otros nuevos de modo deliberado, algunos de ellos, a causa de
su apariencia absurda. (L. Wittgenstein. Cuaderno azul. 1933 - 34). 36 OTRAS ESCUELAS
FILOSÓFICAS La hermenéutica Una de las primeras aproximaciones a la hermenéutica actual la
hizo Dilthey para quien esta disciplina debe ser el método de las ciencias del espíritu. En ella, la
comprensión tiene un carácter objetivo que se dirige hacia las objetivaciones de la vida, es decir,
hacia las obras y valores histórico - culturales que pueden ser captados por la vivencia. Con
Heidegger, la hermenéutica gana en profundización y la comprensión pasa a ser una estructura
fundamental del ser humano: tal filosofía no es ya una forma particular de conocimiento sino que
es la condición esencial de cualquier tipo de conocimiento. A partir de Hans - Georg Gadamer
(nacido hacia 1900), con su obra fundamental Verdad y método (1960), la hermenéutica deja de
ser un método, como quería Dilthey, para convertirse en una doctrina filosófica con una propuesta
coherente acerca de la comprensión. Ya su objeto no es la exploración del ser individual sino la
investigación del ser histórico. En esta versión de Gadamer, la comprensión, que tiene un carácter
objetivo, no consiste en entender al otro, sino entenderse con otro sobre un texto. Un texto puede
ser un acontecimiento histórico, una obra de arte, etc., pero en cualquiera de esos casos, la
comprensión que se logra es histórica, en cuanto ese acontecimiento u objeto está mediado
históricamente. Por otra lado, no es posible lograr una comprensión libre de todo prejuicio (que
para Gadamer significa juicio previo). La comprensión de un texto, sólo es posible desde una
precomprensión o de un prejuicio que el investigador proyecta sobre ese objeto, prejuicio que
será modificado por éste, lo cual conducirá a una nueva comprensión de éste y así, sucesivamente,
sin un fin de la comprensión. En palabras del filósofo, toda comprensión se realiza dentro de un
círculo hermenéutico. Comprender no significa trasladarse a la época del autor del texto o del
acontecimiento estudiado, sino que supone una fusión de horizontes con lo cual se define un
horizonte más amplio que los abarca. Por ello, Gadamer dice que el intérprete de un texto lo
comprende mejor que su autor. 37 OTRAS ESCUELAS FILOSÓFICAS Para Pablo Ricoeur (nacido en
l913, representante francés de la hermenéutica, con aportaciones propias, como se puede ver en
su obra El conflicto de las interpretaciones. 1969), una de las principales dificultades para
constituir una filosofía hermenéutica radica en que no existe una única hermenéutica, es decir,
una única forma de interpretación de los símbolos del lenguaje. Para Freud, por ejemplo, los
símbolos son un disfraz de deseos reprimidos; en cambio, para la fenomenología de la religión
(Mircea Eliade, entre otros) son revelaciónes de lo sagrado. Se puede hablar, así, de un conflicto
de interpretaciones entre dos concepciones contrapuestas: 1) La interpretación como ejercicio de
la sospecha: interpretar es desenmascarar las ilusiones y las mentiras de la conciencia, la cual es
concebida como una conciencia falsa, ya que crea valores (Nietzsche), ideologías engañosas (Marx)
o disfraza las pulsiones inconscientes (Freud). 2) La interpretación como restauración del sentido:
interpretar es recolectar el sentido de los símbolos (puesto que hay una verdad del símbolo).
Ricoeur, que en principio se coloca dentro de la segunda forma de interpretación, piensa, sin
embargo, que la hermenéutica debe unir, dialécticamente, la sospecha y la confianza, la
desmitologización y la restauración del sentido. O también: que la hermenéutica debe ser, al
mismo tiempo, una arqueología del sujeto (a modo de Freud: descubrimiento de lo ancestral y
primitivo) y una teleología de la conciencia (al modo de Hegel: búsqueda de símbolos o figuras que
dan sentido al progreso de la conciencia de sí mismo). (César Tejedor. Op. cit., pág. 430) 38 OTRAS
ESCUELAS FILOSÓFICAS Bibliografía recomendada para la unidad Bunge, Mario. La Ciencia. Su
método y su filosofía. Buenos Aires: Ediciones Siglo Veinte, 1981. _________ . Epistemología.
Ciencia de la ciencia. Barcelona: Ariel, 1980. Cohen, M.R. y E. Nagel. Introducción a la lógica y el
método científico. Buenos Aires: Amorrortu, 1968. Tejedor, César. Historia de la filosofía en su
marco cultural. Madrid: Ediciones Cátedra. 1993. Urmson, J.O. De. De Filosofía y filósofos. Madrid:
Ediciones Cátedra,1982. 39 OTRAS ESCUELAS FILOSÓFICAS Autoevaluación Nº 1 1. Si usted actuara
como investigador en el campo de las ciencias sociales, ¿con cuál o cuáles de las corrientes
filosóficas tratadas en esta unidad se identificaría? ¿Por qué? 2. a) ¿Qué diferencias y semejanzas
existen entre el empirismo y el realismo? b) ¿Cuál doctrina filosófica afirma que la razón y el
conocimiento son necesarios para conocer la realidad? 3. Señale en cada caso los grandes
constructores de las ciencias sociales que, según el texto, se ubican en las diversas escuelas
filosóficas. 4. Señale las principales características de la fenomenología de Husserl. Luego, explique
cuál es el objetivo final de Husserl y por qué. 5. ¿Cuáles son los dos momentos que se distinguen
en la filosofía del lenguaje de Wittgenstein? Caracterice los juegos lingüísticos de acuerdo con este
filósofo. 40 OTRAS ESCUELAS FILOSÓFICAS Control de lectura Nº 1 1. Dé dos ejemplos, en cada
categoría, de: a. problemas empíricos y b. problemas conceptuales. 2. ¿Son o no excluyentes las
cuatro categorías expuestas en la lectura para la clasificación de los problemas? ¿Por qué? 3. ¿Por
qué las ciencias del hombre solo plantean, según el autor, problemas modestos? 4. ¿Cuáles son las
condiciones para que un problema tenga la propiedad de ser un problema científico bien
formulado? 5. ¿Cómo se define un sistema teórico? 6. Dé un ejemplo de un fenómeno o hecho
social y plantee, en cada una de las 10 subcategorías, las preguntas pertinentes en la forma que
Bunge lo hace con el concepto de poder. 7. Indique, en cada estadio, dos o tres preguntas sobre
problemas particulares dentro del esquema general de resolución de problemas en las ciencias
fácticas, de hechos de la realidad. 8. ¿En qué consisten los problemas filosóficos? ¿Cuáles son sus
principales características? 41 La construcción epistemológica de las ciencias sociales 42 LA
CONSTRUCCIÓN EPISTEMOLÓGICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES 43 LA CONSTRUCCIÓN
EPISTEMOLÓGICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES Introducción Como lo adelantamos en las primeras
páginas de este módulo, la segunda unidad está destinada a tratar el dilema principal que se dio
en la construcción de las ciencias sociales, centrado, en términos generales, en la elección del
modelo de las ciencias naturales para esa construcción o en la elección del modelo que tienen las
ciencias de las cultura. Cada uno de esos modelos tiene, desde el punto de vista de la
epistemología, varias diferencias sustantivas, como los lejanos horizontes filosóficos en los cuales
encuentran su último fundamento, la caracterización del objeto de conocimiento, a las cuales
deberían referirse las ciencias sociales, la estructura de sus teorías, de sus métodos y técnicas y, el
principal de ellos, que distingue netamente dos tipos de ciencias sociales, la finalidad última de la
investigación social. En el proceso de construcción de nuestras ciencias, que se inicia en forma
fundamentada y sistemática desde mediados del siglo pasado, el dilema que se da respecto de la
finalidad última de las ciencias sociales y, en términos específicos, la del objetivo de la
investigación social, se compone de dos propuestas antagónicas. Por un lado, están los científicos
sociales para quienes la finalidad última de estas ciencias es la de explicar los fenómenos que
estudia; por el otro, están los científicos sociales para quienes esa finalidad es la de comprender o
interpretar los fenómenos de la realidad social. En ambos casos, esa finalidad implica un método
diferente que, en general, es el de las ciencias que les sirven de modelo. Pero, repetimos, la
diferencia esencial se expresa en la forma de dar cuenta de los resultados que obtiene la
investigación que se realiza en cada una de las ciencias sociales. Si bien, como dijimos en el párrafo
anterior, la confrontación de esas dos posiciones se empieza a dar en forma directamente opuesta
desde mediados del siglo pasado y llega hasta nuestros días. La diferencia entre explicación e
interpretación se remonta, como lo señala Von Wright, a dos grandes tradiciones dentro de la
filosofía de la ciencia: la tradición aristotélica y la tradición galileana (Explicación y comprensión.
Madrid, Alian- 44 LA CONSTRUCCIÓN EPISTEMOLÓGICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES za.1980). La
primera tiene su punto de partida en Aristóteles, para quien la investigación científica de los
fenómenos sólo termina cuando se da una razón de su ocurrencia, es decir, cuando se los puede
comprender. Si bien el filósofo usa el término explicación, no consideraba la explicación en
términos de causas materiales, sino en términos de causas finales, de naturaleza teleológica que
pudiera dar cuenta, en forma clara, con qué fin ocurrían los fenómenos biológicos y materiales.
Como se podrá apreciar en el tercer capítulo de esta unidad, esa concepción aristotélica de causa
tiene semejanzas con la búsqueda la comprensión y la interpretación que se da como una de las
alternativas de construcción de las ciencias sociales iniciada desde el siglo XIX. La otra tradición, la
galileana, si bien tiene raíces muy antiguas en la filosofía griega, encuentra un representante
destacado en Galileo (siglo XVII) , en la considerada como nueva ciencia, y define la explicación
científica como aquella que se da en términos de leyes causales que pueden ser expresadas en
términos matemáticos. Las hipótesis causales tendrán valor explicativo cuando sus enunciados
coincidan con la observación de la realidad efectuada con el análisis experimental. El capítulo 2,
que inicia la unidad, muestra el desarrollo histórico de la opción de tomar como modelo de las
ciencias sociales el de las ciencias naturales en cuanto ese modelo, además de estar estructurado
por teorías, tiene como función final explicar los resultados de la investigación. Veremos, sin
embargo, que si bien se mantienen las características básicas de la explicación, se dan importantes
diferencias en sus primeras formulaciones hasta llegar a una definición comúnmente aceptada de
tal concepto . En el capítulo 3, se hará una presentación paralela de la construcción de las ciencias
sociales como ciencias que buscan la comprensión o la interpretación de los fenómenos que
estudian. Veremos también cómo ese concepto es utilizado en formas muy diferentes por los
principales representantes de tal modelo sin que, como en la alternativa explicativa, se haya
llegado a un acuerdo sobre el significado de la comprensión y de la interpretación. 45 LA
CONSTRUCCIÓN EPISTEMOLÓGICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES Capítulo 3 La explicación en las
ciencias sociales Conforme a lo expresado en la introducción de esta unidad, en este capítulo
haremos una presentación resumida del concepto de explicación, en algunos de los principales
representantes que tienen como modelo el de las ciencias naturales para construir las ciencias
sociales. Comte: La búsqueda de leyes invariantes Augusto Comte ( 1798 - 1857 ) es considerado el
primer representante del positivismo, especialmente por quienes atacan la propuesta de construir
las ciencias sociales de acuerdo con el modelo de las ciencias sociales, aun cuando el término
positivista abarca otros puntos de vista que nada tienen que ver con la doctrina comtiana. Las
obras de Comte Curso de filosofía positiva y Discurso sobre el espíritu positivo contienen lo
esencial de su filosofía de las ciencias. En ellas, afirma que el verdadero conocimiento es el
proporcionado por las ciencias y rechaza, consecuentemente, todo conocimiento que no proviene
de los hechos, especialmente el formado por elaboraciones metafísicas. El espíritu positivo ( el
positivismo comtiano ) se apoya en el conocimiento de las ciencias, todas las cuales deben utilizar
un mismo método que es el método de las ciencias exactas físico-matemáticas. La ciencia así
guiada permite dar explicaciones de los fenómenos estudiados al indicar la causa de ellos. A pesar
de la importancia central dada a los hechos, formula una serie de leyes invariantes basadas en
meras conceptualizaciones, apoyada en una teoría de la naturaleza humana, entre ellas la muy
conocida ley de los tres estadios según la cual el desarrollo de la mente, el conocimiento y la
historia del mundo pasaba por el estadio teológico, el estadio metafísico y el estadio positivo. Es
46 LA EXPLICACIÓN EN LAS CIENCIAS SOCIALES en este último estadio donde los investigadores
buscan las leyes invariantes en todas las ramas de las ciencias obtenidas mediante la teorización
abstracta. Sin embargo, progresivamente, las leyes abstractas irán desapareciendo para ser
reemplazadas por leyes más concretas. Dentro de su positivismo, Comte tenía una concepción
unificada de las ciencias ya que, según él, todas provenían de un tronco común lo que permitía
clasificarlas según el principio de generalidad decreciente: primero, las matemáticas, como la
ciencia más general; luego, la astronomía: después, la física mecánica, la química, la biología y,
finalmente, la sociología o física social. Es de hacer notar que fue Comte el primero en utilizar el
término sociología para referirse a la ciencia de la sociedad. Marx: La explicación dialéctica Como
en los otros grandes constructores de las ciencias sociales, en Carlos Marx (1818 - 1882 ) la
explicación está comprendida dentro del método. De manera resumida, ese método se encuentra
en el Prólogo de la contribución a la crítica de la economía política, El método de la economía
política en Elementos fundamentales para la crítica de la economía política, en diversas
consideraciones metodológicas que hace en El capital, Miseria de la filosofía y en La ideología
alemana. Para comenzar, digamos que en todo momento Marx hace una distinción neta entre la
realidad concreta y el pensamiento que se proyecta sobre esa realidad. Su filosofía materialista
reconoce la primacía de lo real sobre la mente, sobre el pensamiento. Desde ese punto de partida
afirma que lo concreto no es producto del pensamiento, sino que el objeto referido a la realidad
que aparece en la mente es producto del pensamiento, que es la única manera de apropiarse de la
realidad concreta. Según Marx, toda la realidad social está sometida al movimiento dialéctico que
significa un proceso permanente de contradicciones (por ejemplo, contradicción entre las fuerzas
de producción y las relaciones de producción, entre la burguesía y el proletariado). Ese proceso es,
considerando las circunstancias históricas concretas, lo que debería formar el objeto general de
estudio de la investigación social, pero en términos específicos, como lo intenta en El capital, el
objeto consiste en descubrir la ley que preside el movimiento de la sociedad moderna. 47 LA
EXPLICACIÓN EN LAS CIENCIAS SOCIALES Sobre las relaciones entre la realidad concreta y la
conciencia, por un lado, y las contradicciones que se dan en el desarrollo de la historia social, dice
Marx: En la producción social de su vida, los hombres contraen determinadas relaciones
necesarias e independientes de su voluntad, relaciones de producción que corresponden a una
determinada fase de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales. El conjunto de estas
relaciones forma la estructura económica de la sociedad, la base real sobre la que se levanta la
superestructura jurídica y política y a la que corresponden determinadas formas de conciencia
social. El modo de producción de la vida material condiciona el proceso de la vida social, política y
espiritual, en general. No es la conciencia del hombre la que determina su ser, sino, por el
contrario, el ser social es lo que determina su conciencia. Al llegar a una determinada fase de
desarrollo, las fuerzas productivas materiales de la sociedad entran en contradicción con las
relaciones de producción existentes, o, lo que no es más que una expresión jurídica de esto, con
las relaciones de propiedad dentro de las cuales se han desenvuelto hasta allí. De formas de
desarrollo de las fuerzas productivas, estas relaciones se convierten en trabas suyas. Y se abre así
una época de revolución social. Al cambiar la base económica, se revoluciona, más o menos
rápidamente, toda la inmensa superestructura erigida sobre ella ... ... del mismo modo que no
podemos juzgar a un individuo por lo que él piensa de sí, no podemos juzgar tampoco a estas
épocas de revolución por su conciencia, sino que, por el contrario, hay que explicar esta conciencia
por las contradicciones de la vida material, por el conflicto existente entre las fuerzas productivas
sociales y las relaciones de producción. Carlos Marx. Prólogo a la contribución de la crítica de la
economía política en C. Marx /F. Engels. Obras escogidas. Moscú: Editorial Progreso s/f, pp. 182-
183. En el proceso dialéctico de acciones y contradicciones, los fenómenos sociales están
relacionados entre sí en una causalidad dialéctica, según la cual uno de ellos puede ser la causa de
otro, pero, a su vez, éste puede actuar sobre su causa. Es decir, en la sociedad, y en términos
históricos, se da una causalidad recíproca. Pero, en la sociedad concreta nada está totalmente
determinado, menos aún, las formas que tomará la relación entre la acción y la correspondiente
reacción. Por ejemplo, el socialismo no se dará inexorablemente, sino que requerirá la acción
política permanente del proletariado para que así suceda. 48 LA EXPLICACIÓN EN LAS CIENCIAS
SOCIALES La concepción materialista de Marx aparece reafirmada en su compañero Engels, como
se aprecia en esta cita: Nosotros retornamos a las posiciones materialistas y volvimos a ver en los
conceptos de nuestro cerebro las imágenes de los objetos reales, en vez de considerar a estos de
tal o cual fase del concepto absoluto... Pero con esto, la propia dialéctica del concepto se convertía
simplemente en el reflejo consciente del mundo real, lo que equivale a poner la dialéctica
hegeliana cabeza abajo o, mejor dicho, a invertir la dialéctica, que estaba cabeza abajo,
poniéndola de pie... (F. Engels. Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana. 1888.) Con
referencia a otro de los temas mencionados en la introducción a este módulo, hay que decir que
para Marx no es posible separar los valores del investigador de los hechos o fenómenos sociales
que estudia. Durkheim: La explicación por causas El sociólogo francés Emile Durkheim (1858 -
1917) es el principal representante del paradigma positivista en las ciencias sociales, según la
asignación que se le hace desde las posiciones idealistas de esas ciencias. Si bien tiene influencias
de Comte no comparte con él sus elucubraciones teóricas y filosóficas. Es, sí, un empirista y
realista decidido para quien la sociología debe estudiar los hechos sociales, con profundas
influencias, como Marx y Weber, en el desarrollo de las ciencias sociales. ¿Qué son, para
Durkheim, los hechos sociales? En sus propias palabras: .. consisten en maneras de actuar, de
pensar y de sentir que están dotadas de un poder de coerción en virtud del cual se imponen a él ...
(E. Durkheim. Les Régles de la Méthode Sociologique París: Presses Universitarires de France,
1956, p. 5). Durkheim distingue netamente entre hechos materiales y hechos inmateriales. Son
estos últimos, con sus características de coerción, los que constituyen el objeto de estudio de la
sociología. En palabras actuales, tales hechos corresponden a valores y normas internalizadas cuya
coerción consiste en que su no cumplimiento lleva algún grado de menor o mayor sanción social.
Con relación a la explicación, el sociólogo francés dice que los hechos sociales deben explicarse
por otros hechos sociales. La explicación, como lo dice en la misma obra 49 LA EXPLICACIÓN EN
LAS CIENCIAS SOCIALES metodológica ya mencionada, comprende tanto la causa que lo produce
como la función que cumple. Las reglas metodológicas de Durkheim fueron aplicadas en su obra El
suicidio, reconocida como el modelo histórico del modelo causal multivariado que tuvo un amplio
desarrollo en la metodología cuantitativa con el uso de modernas técnicas estadísticas aplicadas a
la investigación por parte de Lazarsfeld, Hyman, Boudon y varios otros investigadores. Su concepto
de función social, entendida como la contribución positiva o negativa de un cierto hecho social
(por ejemplo, el castigo) al mantenimiento o cambio de la estructura social, es el antecedente
directo del funcionalismo de antropólogos como Malinowski, Radclffe - Brown y del estructural
funcionalismo de Parsons y Merton. Malinowski y Merton: La explicación funcionalista El
funcionalismo tiene una larga tradición en las ciencias sociales, que ha tomado de la biología el
concepto de función. Para Malinowski, uno de los principales antropólogos funcionalistas junto
con Radcliffe - Brown, el análisis funcionalista de la cultura trata de explicar hechos
antropológicos, en todos los niveles de desarrollo, por el papel que desempeñan dentro del
sistema total de la cultura, por la manera como se relacionan entre sí dentro del sistema y por la
manera como este sistema se relaciona con el mundo físico... El punto de vista funcional de la
cultura insiste, pues, en el principio de que en todo tipo de civilización, todo hábito, todo objeto
material, toda idea y toda creencia cumple alguna función vital, tiene alguna tarea que realizar ,
representa una parte indispensable dentro de un todo en funcionamiento. Bronislaw Malinowski.
Encyclopaedia Britannica. Vol. I . Nureva York y Londres, 1936, pp. 132-133 . Otra de las obras más
importantes de este antropólogo es A Scientific Theory of Culture.) Por la diversidad de puntos de
vista que se han dado del funcionalismo como método de investigación y de explicación en las
ciencias sociales, el sociólogo norteamericano Thomas Merton, en su principal obra Social Theory
and Social Structure ( Glencoe, Ill.; The Free Press, 1957), presenta un marco conceptual,
denominado por él con el nombre de un paradigma para el análisis funcional en sociología, que
pretende poner orden y claridad teórica y metodológica en ese campo mediante el análisis de 11
conceptos 50 LA EXPLICACIÓN EN LAS CIENCIAS SOCIALES básicos del mismo: 1. Los objetos
sociales y culturales que pueden ser sometidos al análisis funcional; 2. el significado de
disposiciones subjetivas; 3. los conceptos de consecuencias objetivas, es decir, las funciones y
disfunciones; 4. unidades sociales que son afectadas por las funciones; 5. concepto de
prerrequisitos funcionales; 6. concepto de los mecanismos sociales mediante los cuales se
ejercitan las funciones; 7. concepto de alternativas funcionales; 8. obstáculos a las funciones; 9.
concepto de dinámica y cambio; 10. concepto de validación del análisis funcional; y 11. problemas
de las implicaciones ideológicas del análisis funcional. Una de las contribuciones principales de
Merton al análisis social fue la introducción de los conceptos de funciones manifiestas,es decir, las
consecuencias objetivas que contribuyen al ajuste o adaptación del sistema las cuales son
realizadas y reconocidas por sus miembros, y las funciones latentes, que no son buscadas
intencionalmente ni reconocidas por los miembros del respectivo sistema social. Karl Popper: El
racionalismo crítico El pensamiento epistemológico de Karl Popper está expuesto, de manera
principal, en su obra La lógica de la investigación científica, publicada en alemán en l934 y de la
cual hay varias ediciones en español. Otros libros importantes del autor son Conjeturas y
refutaciones, de l962, y El conocimiento objetivo, de l972. Desde el punto de vista filosófico,
Popper queda ubicado tanto en el empirismo como en el realismo, en cuanto afirma la existencia
de un mundo objetivo externo a la conciencia (específicamente, en el realismo científico) y en el
racionalismo, si bien algunos tratadistas lo relacionan con el positivismo lógico. En su crítica a la
posición contraria, el subjetivismo, doctrina que afirma que nada existe si no pensamos en algo,
Popper da varios argumentos a favor del realismo, uno de los cuales puede expresarse así: Toda
persona puede constatar que su vida está dirigida a actuar sobre la realidad exterior, ya sea en el
contexto de la vida cotidiana o en la actividad científica; siempre se dirige a algo que se considera
externo al individuo. Por otro lado el problema de la verdad y de la falsedad de nuestras opiniones
y teorías no tendría ningún sentido si no hubiese una realidad externa. 51 LA EXPLICACIÓN EN LAS
CIENCIAS SOCIALES El concepto de teoría Para Popper, las ciencias empíricas son sistemas de
teorías; las teorías, a su vez, son enunciados universales (que comprenden todos los casos a los
cuales hacen referencia. G.B.). Pero estos enunciados son solo conjeturas que hace el científico
sobre la realidad. Nunca podemos tener la certeza que nuestra teoría sea verdadera. Siempre cabe
la posibilidad de que tal teoría sea falsa. Al respecto, dice el autor: Nuestras teorías son
invenciones y pueden ser suposiciones defectuosamente fundadas, conjeturas audaces, hipótesis.
Con ellas creamos un mundo: no el mundo real, sino nuestras propias redes con las cuales
intentamos atrapar el mundo real. Esas redes pretenden racionalizar el mundo, explicarlo y
dominarlo. Y tratamos que la malla sea cada vez más fina. (La lógica de la investigación científica.
1973, pp. 57) Como mallas que son las teorías, sus intersticios dejan escapar muchos fenómenos y
características del mundo que estudiamos. Al estrechar el tejido de la malla, al hacerla más fina,
somos capaces de captar más fenómenos y más detalles, informaciones, de ellos. Para eso, las
teorías están en cambio continuo. Las teorías, para Popper, son sistemas deductivos, es decir,
conjuntos que relacionan diversas proposiciones de tal modo que las proposiciones de orden
inferior se derivan lógicamente de las de orden superior. Cuando una proposición específica que
se refiere a un fenómeno por explicar se deduce lógicamente de otras generales que constituyen
una teoría, se dice que esa proposición ( el fenómeno ) ha sido explicada por la teoría. Como se ha
insistido en páginas anteriores, para Popper todas las teorías son meras hipótesis; todas pueden
ser rechazadas en un cierto momento, al ser contrastadas con la realidad. Esta afirmación no
quiere decir, sin embargo, que haya que abandonar la búsqueda de la verdad. En el hecho, dice
Popper, la verdad es una idea reguladora que guía nuestras investigaciones. En tal proceso se
procede a la contrastación de las teorías para encontrar la verdad y eliminar la falsedad. Que no
podamos dar razones suficientes de nuestras conjeturas no significa que con algunas de ellas no
nos hayamos acercado a la realidad. O sea, algunas de nuestras hipótesis pueden ser verdaderas
aunque nunca podamos saberlo con certeza. Como dice el autor: Somos buscadores de la verdad,
pero no sus poseedores. 52 LA EXPLICACIÓN EN LAS CIENCIAS SOCIALES Las ciencias sociales En el
campo de las ciencias sociales, Popper se propuso, como finalidad principal, refutar el
historicismo, como método para predecir el desarrollo de la sociedad (como lo hace, por ejemplo,
el marxismo). Su propuesta se encuentra en la obra Miseria del historicismo en la cual, después de
refutar que las ciencias sociales puedan formular profecías históricas de largo alcance, Popper
propone volver al método científico deductivo, con las características especiales que ya fueron
señaladas, más la tarea de proponer soluciones a problemas concretos (como la pobreza, el
analfabetismo, el de la opresión política, etc.). Sugiere, en esa línea, una metodología que permita
el desarrollo de una ciencia social tecnológica como lo dice en la siguiente cita: En oposición a la
metodología historicista, podríamos concebir una metodología cuyo fin fuera una ciencia social
tecnológica. Una metodología de esta clase conduciría a un estudio de las leyes generales de la
vida social cuyo fin sería el de descubrir todos aquellos hechos que debería tomar en cuenta el que
quisiera reformar las instituciones sociales Miseria del historicismo. Madrid: Alianza Taurus, pp.
60). La aplicación de la teoría tecnológica constituye, para Popper, una actividad de ingeniería
social, opuesta a la pretendida ingeniería holística de la posición historicista. Esa ingeniería social
la desempeñaría el ingeniero social fragmentario, cuya principal función sería la de proyectar
instituciones sociales y reconstituir y manejar las ya existentes. Toda la acción de tal ingeniero
debería estar basada en el método del ensayo mediante la proposición de una hipótesis y del
error, sometida a la prueba de la contrastación empírica, es decir, en el método científico que es el
único para estudiar fenómenos naturales o sociales, sin perjuicio de reconocer diferencias en su
aplicación. Pero, en el fondo, tal método permite ofrecer explicaciones deductivas de la estructura
y cambio de la sociedad. Lazarsfeld: La explicación estadística y el factor de prueba La explicación
estadística es una de las formas de explicación que con más frecuencia se utiliza en las ciencias
sociales. En forma simplificada se suele decir que cuando una variable (fenómeno) está asociada a
otra variable (otro fenómeno), la primera explica a la 53 LA EXPLICACIÓN EN LAS CIENCIAS
SOCIALES primera si antecede a la primera y existe una asociación más o menos fuerte entre ellas.
Por ejemplo, si se da una correlación (r) de 0,76 entre niveles de escolaridad y salario, se diría que
la educación es la causa de los mayores o menores salarios entre las personas o, dicho en otros
términos, a mayor educación mayor salario. En forma más elaborada, la explicación estadística usa
el cuadrado de la correlación de Pearson ( r ), llamado coeficiente de determinación, como
procedimiento de explicación. Así, si se ha obtenido una correlación de 0,60 entre niveles de
escolaridad de la madre y logro escolar en matemáticas de un grupo de escolares, entonces se
diría que la escolaridad de la madre explicaría el 0,36 % del logro en matématicas. Igual
procedimiento explicativo se utiliza con el cuadrado de una correlación múltiple (R al cuadrado) o
con cada uno de los coeficientes que se dan en una regresión múltiple. Otras formas más
avanzadas de explicación estadística se dan con el análisis de senderos que es un modelo de
causalidad dentro del análisis social multivariado. Respecto de las explicaciones estadísticas
basadas en porcentajes que afirman que una proporción X de los datos tienen conjuntamente las
propiedades A y B, en su mayoría son solo descripciones de la situación que se da entre dos
variables. Por ejemplo, que el 25% de las personas de baja escolaridad manifieste interés en la
polí- tica, mientras que en las personas de mayor escolaridad sea del 58%, es solo una descripción
que podría tener mayor o menor valor explicativo según la mayor constancia que tenga el valor
encontrado en grupos estudiados en diversas oportunidades. Pero en todos los casos, no se trata
de explicaciones, en sentido estricto (ni causal ni deductivo), sino de la existencia de una relación
entre dos variables, que, sin duda, tiene valor informativo. Otra forma de explicación estadística
en las ciencias sociales es la dada por Paul Lazarsfeld mediante la introducción de un factor de
prueba o variable antecedente en una asociación encontrada entre dos variables. Por ejemplo, si
los datos recogidos en una investigación muestra que las personas con mayor información política
(variable independiente) votan (variable dependiente) en mayor proporción que las que tienen
menos información se podría decir, desde un punto de vista estadístico, que la información explica
la disposición a votar. Pero de nuevo podemos preguntarnos, por qué ello es así, y entonces la
respuesta podría ser que las personas con mayor información tienen tam- 54 LA EXPLICACIÓN EN
LAS CIENCIAS SOCIALES bién mayor educación. Esta tercera variable variable antecedente cumple
una función explicativa o causal, si se cumplen estas condiciones: a) las tres variables consideradas
deben estar relacionadas entre sí; b) cuando se controla la variable antecedente, la relación entre
la variable independiente y la variable dependiente no debe desaparecer; y c) cuando se controla
la variable independiente, la relación entre la variable antecedente y la variable dependiente debe
desaparecer (Sobre esta forma de elaboración de una relación propuesta por Lazarsfeld se puede
consultar a Morris Rosenberg. The Logic of Survey Analysis. New York: Basic Book, 1968. Cap. 3; a
Herman Loether & Donald McTavish. Descriptive Statistics for Sociologists. Boston: Allyn and
Bacon, 1974. Cap. 8; o a Ernest Nagel. La estructura de la ciencia. Buenos Aires: Paidós, 1978. Cap.
XIV, entre otras fuentes pertinentes.) Bourdieu: La explicación sociológica Los sociólogos franceses
Pierre Bourdieu, Jean Claude Chamboredon y Jean Claude Passeron, como fieles discípulos del
epistemólogo de su misma nacionalidad Gastón Bachelard, un racionalismo aplicado, aceptan de
él los importantes preceptos metodológicos de la ruptura y de la vigilancia epistemológica (P.
Bourdieu, J. C. Chamboredon y J. P. Passeron. El oficio del sociólogo. Buenos Aires: Siglo XXI, 1975)
La ruptura epistemológica significa la necesidad que tiene el investigador, al estudiar un cierto
fenómeno social, de romper con las opiniones del sentido común: las prenociones, las ideologías,
como también con las propias tradiciones intelectuales en las cuales ese investigador ha sido
socializado. Esa tarea, según Bachelard, constituye el nuevo espí- ritu científico (Bachelard G. El
nuevo espíritu científico. La formación del espíritu cientí- fico. Contribución a un psicoanálisis del
conocimiento objetivo) y se cumple con la vigilancia de la razón, con la vigilancia epistemológica.
Este tipo de vigilancia permite pasar de un conocimiento menos verdadero a un conocimiento más
verdadero o mejor construido por el investigador. Además, con tal actitud es posible rechazar el
tipo de empirismo ingenuo para el cual se puede tener un conocimiento directo, inmediato, del
objeto de investigación. Siguiendo una de las reglas metodológicas de Durkheim cuya influencia en
ellos es evidente según la cual todo fenómeno social debe ser explicado por lo social y sólo por 55
LA EXPLICACIÓN EN LAS CIENCIAS SOCIALES lo social, los autores del Oficio del aociólogo sostienen
que no se debe renunciar anticipadamente a esa regla y, por el contrario, es necesario buscar una
explicación socioló- gica a todo hecho social estudiado, agotando todas las posibilidades. Esto
significa evitar la tentación de buscar explicaciones biológicas o psicológicas como recursos
alternativos a lo que debe ser propio de la disciplina: la explicación sociológica. Como para
Durkheim la explicación debe buscar la causa de los hechos sociales, deberíamos entender que la
explicación sociológica de la cual tratan los sociólogo franceses cuyo pensamiento estamos
presentando es también de tipo causal. Explicaciones post factum Es frecuente encontrar en la
investigación sociológica explicaciones de algunos resultados mediante el uso de hipótesis
formuladas después de terminada la investigación y con propósito de dar cuenta teórica de tales
resultados: son las llamadas por Merton, en su obra ya citada, Explicaciones sociológicas post
factum. Para comprender esta forma de explicación podemos dar el siguiente ejemplo: en una
investigación se encuentra que las personas desocupadas leen menos que las personas que tienen
una ocupación porque en las primeras la ansiedad que les produce su situación de desocupadas
les impide concentrarse y hallar satisfacción con la lectura. En general, estas hipótesis, para tener
un valor explicativo, deberían someter a contrastación empírica, pero como se formulan a
posteriori sólo podría concedérseles el carácter de hipótesis plausible, es decir, que pueden o no
pueden ser verdaderas. Con esta explicación sociológica terminamos este rápido recorrido por la
historia de la construcción de las ciencias sociales como ciencias explicativas. En el próximo
capítulo haremos un recorrido semejante, pero referido a la construcción de las ciencias sociales
como ciencias comprensivas o interpretativas. 56 LA EXPLICACIÓN EN LAS CIENCIAS SOCIALES 57
LA CONSTRUCCIÓN EPISTEMOLÓGICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES Capítulo 4 La comprensión e
interpretación en las ciencias sociales En el capítulo anterior se plantearon diversas propuestas de
construcción de las ciencias sociales para hacer de ellas ciencias explicativas. Si bien existe
variación entre esas propuestas, en el fondo coinciden en que la explicación debe hacerse por la
identificación de causas, asociada con un cierto fenómeno o con su deducción a partir de las
proposiciones de una teoría. La excepción estaría dada por la explicación funcionalista. Como
podremos ver en este capítulo, en el otro extremo de la construcción de las ciencias sociales se
propone hacer de ellas ciencias comprensivas o interpretativas. Pero, a diferencia de la propuesta
explicativa, en este lado del dilema no se llega a una aceptación unánime de los conceptos de
comprensión o de interpretación. Como se puede constatar al comparar tales conceptos en los
principales representantes de esta alternativa que se presentan a continuación. Dilthey: Las
ciencias del espíritu Tal vez la primera reacción contra la propuesta de construir las ciencias
sociales como ciencias explicativas, tomando como modelo para su estructuración y metodología a
las ciencias naturales, fue la del filósofo hegeliano Wilhem Dilthey ( 1833 - 1911 ). Para él, las que
denomina ciencias del espíritu, como la historia y otras disciplinas que se ocupan de la cultura,
deben tener un fundamento epistemológico diferente al que se le da a las ciencias naturales, pues
mientras las primeras tratan con significados culturales, las segundas se refieren y estudian hechos
externos. Frente a la explicación positivista, como denomina al objetivo final de las ciencias
naturales, las ciencias del espíritu deben buscar la comprensión ( Verstehen ) de las expresiones
culturales. Esta comprensión es posible porque el objeto de estudio no es algo externo al hombre
sino que forma parte de su experiencia ya que las realidades espirituales o culturales han sido
creadas por el hombre mismo en el curso de la historia. En el campo formado por tales 58 LA
COMPRENSIÓN E INTERPRETACIÓN EN LAS CIENCIAS SOCIALES realidades, el hombre se encuentra
en un mundo que es propio de su esencia y puede, entonces, lograr su comprensión. Rickert:
Ciencia cultural y ciencia natural Desde uno de los puntos de vista de la epistemología, la
preocupación principal del filósofo aleman Heinrich Rickert (1863 - 1936) está dirigida a encontrar
la diferencia básica entre las ciencias naturales y las que él denomina ciencias de la cultura, tema
al cual está dedicado su libro Ciencia cultural y ciencia natural, de 1910. Esa diferencia la
encuentra en los distintos métodos que utiliza cada uno de esos tipos de ciencia. Para Rickert, las
ciencias naturales emplean el método generalizador, constituido por conjuntos de procedimientos
que buscan conocimientos generales de los objetos hacia los cuales se dirige su investigación. En
sus palabras: Conocer la naturaleza significará... formar con elementos universales conceptos
universales, y, cuando sea posible, pronunciar absolutamente universales (juicios) sobre la
realidad, esto es, descubrir conceptos de leyes naturales cuya esencia lógica incluya el no contener
nada de lo que se encuentre solamente en tal o cual proceso singular e individual (Op. cit. pp 77
de la edición de Espasa Calpe Argentina de l943). En resumen: las ciencias naturales son, para
Rickert, disciplinas que buscan la formulación de generalizaciones sobre los objetos que se
estudian, es decir, buscan formular leyes. Con la denominación de Windelband, tales disciplinas
son ciencias nomotéticas. Ahora podemos preguntarnos cuál es el método propio de las ciencias
culturales. La respuesta de Rickert es la siguiente: es el método individualizador o idiográfico. Las
ciencias culturales o históricas, en sentido amplio, no buscan generalizaciones, no pretenden
formular leyes: su tarea consiste en la búsqueda de singularidades, de los aspectos particulares
que individualizan un determinado fenómeno. En palabras del autor: La realidad se hace
naturaleza cuando la consideramos con referencia a los universales (a sus aspectos generales,
comunes a todos los individuos de una clase. G. B). Y, en consonancia con ello, quiero oponer el
proceder generalizador de la ciencia natural al proceder individualizador de la historia . (Op. cit.
pág. 98). 59 LA COMPRENSIÓN E INTERPRETACIÓN EN LAS CIENCIAS SOCIALES Max Weber: Los
tipos ideales Las obras metodológicas del sociólogo alemán Max Weber (Economía y sociedad,
1922; Ensayos sobre metodología sociológica, etc.) se inscriben, en parte, en el contexto de las
preocupaciones de Dilthey, Rickert y Windelband, relativas a establecer las diferencias
fundamentales entre las ciencias de la naturaleza y las ciencias sociales. Con Dilthey, se
consideraba que toda disciplina que se ocupara ya sea de fenómenos psíquicos, sociales o físicos
era ciencia. Pero, en contradistinción con ese autor, Weber no creía que la referencia a
significaciones y valores, por parte de las ciencias sociales o culturales, las colocara en una clase
diferente de aquellas ciencias que establecen leyes causales. En oposción a Rickert, no colocaba a
la ciencia natural y a las ciencias sociales, en general, en campos opuestos en cuanto a la precisión
del conocimiento logrado, pues estas últimas pueden lograr esa condición con el uso de un
procedimiento tipológico y, como lo veremos luego, porque las ciencias sociales pueden lograr un
tipo especial de explicación mediante la construcción y uso de tipos ideales. Weber caracterizaba a
las ciencias sociales o culturales como disciplinas que analizan fenómenos de la realidad en
términos de su significación cultural, significación que nada tiene que ver con una ley general. La
significación deriva de una orientación valórica del sujeto hacia ciertos eventos que los convierte
en objetos culturales. Esos eventos son los que constituyen el objeto de estudio de las ciencias
sociales y culturales. Por un lado, el investigador de estas ciencias está interesado en comprender
la individualidad de un determinado fenómeno social (la iglesia, el cristianismo, el protestantismo,
la burocracia, etc.). Pero, también ese investigador debe explicar ese fenómeno, no con el uso de
una ley, como en las ciencias naturales, sino con una explicación que se basa en una imputación
causal, según la terminología de Weber. Tal imputación vincula efectos con causas mediante el uso
de los tipos ideales, en la forma que se expone a continuación. ¿Qué son para Weber los tipos
ideales? Respuesta: son construcciones intelectuales de un cierto objeto cultural (como los
ejemplos dados anteriormente) que se forman por la síntesis de muchos sucesos concretos
individuales arreglados de acuerdo con un cierto acentuado punto de vista del investigador y de
acuerdo con la función que van a cumplir. Esa construcción, demás estaría decirlo, no se encuentra
en la realidad, es una construcción ideal. La definición que da Max Weber es la siguiente: Un tipo
ideal está formado por la acentuación unidimensional de uno o más puntos de vista y por la
síntesis de una gran cantidad de fenómenos concretos individuales, difu- 60 LA COMPRENSIÓN E
INTERPRETACIÓN EN LAS CIENCIAS SOCIALES sos, distintos, más o menos presentes, aunque a
veces ausentes, los cuales se colocan según esos puntos de vista enfatizados de manera unilateral
en una construcción analí- tica unificada... Dicha construcción mental, puramente conceptual, no
puede encontrarse en ningún lugar de la realidad. (Weber, M. Ensayos sobre metodología
sociológica. Buenos Aires: Amorrortu, 1973). La explicación que permiten los tipos ideales tiene la
forma de una imputación causal mediante la cual se buscan las causas que pudieron dar origen a
divergencias entre el tipo ideal de un cierto suceso construido, como ya lo expusimos y un suceso
concreto, dado en el mundo real. Por ejemplo, frente al tipo ideal de la burocracia el investigador
podría encontrar diferencias con un sistema burocrático concreto que se está investigando. El
investigador, en tal caso, podría formular ciertas hipótesis causales de las divergencias y decir, por
ejemplo, que ellas se deben a que los funcionarios actúan sin la debida información, que por ello
cometen errores en su actuación, que los jefes no se preocupan de la actuación de sus
subalternos, que las reglas de procedimiento no son claras, etc. Las características usadas como
causas _adecuada información, despreocupación de los jefes, etc._ son elementos conceptuales
que forman parte del tipo ideal. Como se ha dicho, los tipos ideales contienen elementos de la
realidad que son relacionados conceptualmente. Esa construcción del tipo ideal no se hace de
manera arbitraria, sino que se hace de acuerdo con dos criterios principales. Uno de ellos es el
criterio de la posibilidad objetiva el cual exige que la conceptualización que se haga para formar el
tipo ideal debe de estar de acuerdo con las leyes de la naturaleza (por ejemplo, si es del caso, la
forma de unir esos elementos no debe contradecir las leyes encontradas por las ciencias
naturales). El segundo criterio exige que los elementos deben elegirse de tal modo que unos
elementos puedan servir de causa a otros elementos constitutivos del tipo ideal. Por ejemplo, la
inclusión de la idea de justicia en un tipo ideal sólo se hará si es causalmente relevante para otro
elemento de ese tipo, como podría ser determinada la conducta de las personas. Para una mejor
compresión del concepto, hay que tener en cuenta que Max Weber utiliza el término con cuatro
significados o referentes distintos,que dan otros tantas variedades de tipos ideales. Ellos son: 1. El
tipo ideal histórico. Es el tipo que se puede formular en una época determinada. Por ejemplo, el
tipo ideal de libre mercado. 61 LA COMPRENSIÓN E INTERPRETACIÓN EN LAS CIENCIAS SOCIALES
2. El tipo ideal de la sociología general. Es el tipo que se refiere a fenómenos que se dan a lo largo
de todos los períodos históricos y en todas las sociedades. Por ejemplo, la burocracia. 3. El tipo
ideal de la acción social. Es el tipo de la conducta de un actor determinado por sus motivaciones.
Por ejemplo, la acción afectiva. 4. El tipo ideal estructural. Es la construcción intelectual que se
refiere a causas y consecuenccias de la acción social. Por ejemplo, la conducta de dominación.
Digamos, por último, que los dos momentos que hemos distinguido en el trabajo del investigador
social primero, una individualización del suceso estudiado, y luego, una imputación causal con
base en el correspondiente tipo ideal corresponde al esfuerzo de Weber por encontrar un campo
intermedio entre el conocimiento idiográfico y el nomotético. Weber creía que los sociólogos
tenían una ventaja sobre los científicos naturales: esa ventaja residía en la capacidad de los
sociólogos para comprender fenómenos sociales, mientras el científico natural no podría lograr
una comprensión similar del comportamiento de un átomo o de un componente químico. La
palabra alemana para comprensión es verstehen. Weber le daba a ese término un uso especial en
sus investigaciones, lo que hacía de él una de sus más famosas, y sin duda la más controvertida, de
sus aportaciones a la metodología de la sociología contemporánea. La cuestión clave al interpretar
lo que Weber entendía por verstehen es si éste pensó que era la aplicación más apropiada para los
estados subjetivos de los actores individuales o para los aspectos subjetivos de las unidades de
aná- lisis en gran escala, por ejemplo, la cultura (George Ritzer. Teoría socioló- gica clásica. Madrid:
McGraw - Hill, 1993, pp. 251 - 252). Hay investigadores para los cuales la verstehen debe
considerarse a nivel de los individuos, mientras que otros interpretan el concepto como una
técnica para comprender la cultura, con carácter macro. Conviene tener en cuenta, en todo caso,
que la primera acepción de la comprensión sirve de base teórica al interaccionismo simbólico, y la
segunda, al funcionalismo de Parsons. 62 LA COMPRENSIÓN E INTERPRETACIÓN EN LAS CIENCIAS
SOCIALES Schutz: Las bases fenomenológicas de las ciencias sociales El trabajo del filósofo aleman
Alfred Schutz está dedicado a la construcción de una sociología sobre bases fenomenológicas, de
acuerdo con las tesis de Husserl (como se puede ver en su obra principal El problema de la
realidad social. Buenos Aires: Amorrortu, l973, traducción del libro original Collected Papers: The
Problem of Social Reality, de l962). La sociología fenomenológica de Schutz se centra en el
fenómeno de la intersubjetividad. El estudio de este fenómeno plantea preguntas como las
siguientes: ¿cómo conocemos el contenido de la mente de otras personas?, ¿cómo conocemos a
otros yo?, ¿cómo se produce la reciprocidad de perspectivas entre personas diferentes?; ¿cómo se
produce la comprensión y la comunicación entre las personas?, etc. A diferencia de Husserl, que
estudia la intersubjetividad en la propia conciencia, Schutz lo hace en el mundo social. El mundo
intersubjetivo, dice Schutz, no es un mundo privado. Al contrario, es común para todos los
hombres en cuanto todos pueden tener la experiencia de la intersubjetividad. Ella existe en el
presente vivido en el cual hablamos y nos escuchamos unos a otros. O, como dice el autor: Esta
simultaneidad (la que se da en la interacción entre las personas. G. B.) es la esencia de la
intersubjetividad y significa que (en ella) se capta la subjetividad del alter ego, al mismo tiempo
que vivo en mi propio flujo de conciencia (Cita tomada de M. Natanson en la Introducción a
Collected Papers I: The problem of social reality. La Haya: Martinus Nijhoff, xxv, l973). Por lo dicho
y anotado anteriormente, debería quedar claro que a Schutz no le interesa la interacción física de
las personas, sino el cómo se comprenden recíprocamente sus conciencias, la manera cómo se
relacionan intersubjetivamente unas con otras, cómo se establece el significado y la comprensión
en el interior de las personas, cómo se dan los proceso de interpretación de las conductas de otras
personas, y, finalmente, cómo se da la propia autointerpretación. En la base de esta tarea está el
postulado según el cual todos los conceptos que pueda construir la ciencia social _como también
otras ciencias_ están basados en el conocimiento común, pero no de la experiencia que obtiene
una persona única sino en el bagaje de los conocimientos e interpretaciones de nuestros
predecesores que nos lo entregan como un mundo organizado. 63 LA COMPRENSIÓN E
INTERPRETACIÓN EN LAS CIENCIAS SOCIALES En la vida cotidiana todas las personas utilizan
formas estandarizadas para actuar y para denominar los objetos con los cuales se encuentran. En
palabras de Schutz, todas las personas acuden a tipificar las situaciones que se dan en su
experiencia diaria mediante el uso de categorías en las que colocamos a las personas, a las cosas y
a nosotros mismos. Así, por ejemplo, cuando nos presentan una persona por primera vez decimos
mucho gusto en conocerla o aplicamos el nombre predefinido al referirnos a un determinado
objeto: así, llamamos casa a aquello que así es denominado en nuestra sociedad. En general, las
tipificaciones que usamos están en el lenguaje y, por lo tanto, gran parte de la socialización verbal
consiste en el aprendizaje de las etiquetas que se les pone a las cosas, a las personas o a los
acontecimientos que se dan en nuestra experiencia. Mientras más anónima sea la fórmula
tipificadora más se aleja de la persona concreta con la cual interactuamos y los pocos aspectos de
su individualidad concreta son aquellos que la tipificación requiere para la situación específica con
la cual tratamos y para la cual ha sido definida. Si distinguimos entre tipos personales (subjetivos)
y tipos de acción (objetivos) podemos decir que al crecer la anomización de la tipificación lleva a
reemplazar los primeros tipos por los segundos (la persona es reemplazada por una acción
convencional, impersonal. G.B.). En la completa anomización se supone que los individuos son
intercambiables y que la conducta que se desarrolla en tal o cual circunstancia se refiere a
cualquiera, según está definida en la tipificación que corresponde. (A. Schutz. Concepts,
Constructs, and Theory Formation en Maurice Natanson Philosophy of the Social Sciences. New
York: Random House, l963, pp. 317. El capítulo citado corresponde a la obra del autor Collected
Papers). El mundo de la vida El mundo de la vida (Lebenswelt) es para Schutz el mundo de la vida
cotidiana, de la realidad diaria y del sentido común en el cual aplicamos las tipificaciones. Pero, lo
más importante 64 LA COMPRENSIÓN E INTERPRETACIÓN EN LAS CIENCIAS SOCIALES para la
concepción teórica de este autor, es allí donde se da la intersubjetividad, objeto central de sus
preocupaciones. Tal mundo se caracteriza por seis rasgos principales: 1. En el mundo de la vida se
da una tensión especial de la conciencia del sujeto, que se denomina estado de alerta. En tal
estado, el actor presta atención de manera continua a lo que sucede en la vida y a los requisitos
que se exigen para el comportamiento de las personas. 2. El segundo rasgo señala que el actor no
duda de la existencia de este mundo, a diferencia, por ejemplo, del científico que pone en duda el
mundo cotidiano, en el cual se vive de manera espontánea y, por el contrario, lo somete a estudio
sistemático, a la interrogación constante. En síntesis, lo somete a la investigación científica. 3. El
mundo de la vida es el mundo donde las personas trabajan. 4. La persona que está en este mundo
se experimenta como un yo propio. 5. El mundo de la vida se caracteriza por una forma específica
de sociabilidad en la cual se da la intersubjetividad de la comunicación y de la acción social. 6.
Finalmente, en este tipo de mundo, las personas tienen una perspectiva específica del tiempo,
compuesta por la intersección del tiempo personal y del tiempo de la sociedad. El mundo de la
vida se experimenta en la intersubjetividad, pero existía antes de nuestro nacimiento. Fue creado
por nuestros predecesores y entregado a nosotros con sus instituciones, sus recetas y sus
tipificaciones. Como tal, este mundo limita nuestras acciones, las constriñe, ofrece resistencias
que debemos superar o a las cuales debemos rendirnos. Como dice Schutz: Me encuentro a mí
mismo en mi vida diaria en un mundo preorganizado que me sobrevivirá, un mundo compartido
desde el exterior con semejantes organizados en grupos (Collected Papers, l973, pp. 329). Otra
característica importante del mundo de la vida consiste en que en tal mundo existe una gran
cantidad de conocimientos acumulados comunes para quienes viven un mismo período histórico.
En esos conocimientos se encuentran las tipificaciones, las creen- 65 LA COMPRENSIÓN E
INTERPRETACIÓN EN LAS CIENCIAS SOCIALES cias, los conocimientos científicos y técnicos, etc., los
cuales se encuentran biográficamente articulados, es decir, cada persona tienen su particular
cantidad y diversidad de conocimientos que constituyen su conocimiento privado. Como existen
tantos conocimientos privados como individuos, ellos no pueden ser objeto de estudio científico.
Digamos, finalmente, que Schutz tuvo importantes discípulos como Peter Berger y Thomas
Luckman, conocidos autores de La construcción social de la realidad, obra en la cual tradujeron
para su uso sociológico algunos anticuados términos de la fenomenología. También Schutz tuvo
influencia en la formulación de la etnometodología, de especial importancia en las versiones
interpretativas de las ciencias sociales. Goldmann: Filosofía de las ciencias humanas En la obra del
filósofo francés Lucien Goldmann (Las ciencias humanas y la filosofía. Buenos Aires: Ediciones
Nueva Visión, l967) encontramos otra vez el intento de señalar las diferencias básicas entre las
ciencias sociales o humanas y las ciencias fisico quí- micas, como las denomina el autor. Tales
diferencias se dan, principalmente, en el campo de la objetividad del conocimiento y en el carácter
de totalidad que caracteriza a todos los planos de la vida social. Sobre la objetividad dice
Goldmann: Así, por una parte, las ciencias históricas y humanas no son, como las ciencias fisico
químicas, el estudio de un conjunto de hechos exteriores a los hombres, de un mundo en el cual
realizan sus actos. Son, por el contrario, el estudio de esta misma acción, de su estructura, de las
aspiraciones que las animan y de los cambios que sufre... El proceso del conocimiento científico
que es en sí un hecho humano, histórico y social implica, cuando se trata de estudiar la vida
humana, la identidad parcial entre el sujeto y el objeto del conocimiento. Por esta razón, el
problema de la objetividad se presenta de manera diferente entre las ciencias humanas que en la
física y en la química. (Op. cit., pp. 22). Esta identidad parcial entre el sujeto que conoce y el objeto
de conocimiento es la manera de decir que todo conocimiento sobre este último está mediado por
las ideologías 66 LA COMPRENSIÓN E INTERPRETACIÓN EN LAS CIENCIAS SOCIALES constituidas
por los intereses y valores de las clases sociales a las cuales pertenece el investigador. Como
consecuencia de esta determinación, su trabajo intelectual no puede sino entregar una visión
deformada e ideológica de los hechos. ¿Significa esta determinación que las ciencias sociales no
pueden encontrar una verdad objetiva? Para dar una respuesta hay que considerar que para
Goldmann ciertos juicios de valor permiten una mejor comprensión de la realidad que otros. Así,
entre dos teorías contrapuestas tendrá un valor científico mayor aquella que permite comprender
a la otra como un fenómeno social y también sacar de ella, mediante un análisis riguroso, sus
consecuencias y límites. En términos metodológicos más específicos, la posibilidad de alcanzar un
pensamiento científico que supere la conciencia real de todas las clases sociales se apoya en el
posible logro de los criterios que señalamos a continuación: a) Tomar conciencia de que el
conocimiento está interferido por los valores de clases sociales en oposición. b) No vacilar en
entrar en conflicto con los prejuicios y verdades más evidentes en apariencia. c) Usar la duda no
solo metódica sino permanente y continua respecto de los trabajo de otros investigadores y de los
propios trabajos. d) Para juzgar y comprender sus juicios y los de los demás, el investigador debe
relacionarlos con la estructura social para captar sus significados y con los hechos que pretende
explicar y describir, encontrar en ellos la verdad que puedan contener. La otra característica de las
ciencias humanas, de las dos que señalamos al comienzo de esta exposición, es la de totalidad
para cuyo enfoque Goldmann se apoya en el marxismo y en el psicólogo suizo Piaget. Al respecto,
sostiene que la vida social _que es histórica_ es un conjunto estructurado de comportamientos
individuales que se dan guiados por una conciencia ya sea verdadera, falsa, adecuada o
inadecuada en ciertas condiciones del medio natural y social. Esos comportamientos _y los grupos
en los cuales se realizan_ tratan de dar respuestas a la totalidad de problemas que se plantean en
tales medios en la forma de un equilibrio entre la praxis del grupo y la sociedad total. En palabras
de Goldmann: 67 LA COMPRENSIÓN E INTERPRETACIÓN EN LAS CIENCIAS SOCIALES Los datos de la
experiencia inmediata se presentan al investigador, con mucha frecuencia, arrancados de su
contexto global y, como tales, separados de su significación, lo cual quiere decir separados de su
esencia. Solo por su inserción en el doble proceso de desestructuración de una antigua estructura
significativa, y sobre todo, de la estructuración de un nuevo equilibrio se les puede concretar y,
por lo mismo se puede juzgar acerca de su significación objetiva y de su ‘ relativa importancia en el
conjunto’ , (Lucien Goldmann. Epistemología de la sociología en Piaget Jean. Epistemología de las
ciencias humanas. Buenos Aires: Proteo, 1972, pp. 66 - 68). La perspectiva estructuralista genética
proporciona a nuestro autor bases para unir las funciones metodológicas de la comprensión y de
la explicación. Sin descartar del todo el elemento de la empatía de la primera de estas funciones,
la tarea principal de la investigación consiste en una descripción de las relaciones esenciales que
vinculan los elementos de la estructura que se analiza. Esto significa que la descripción
comprensiva de la génesis de una estructura global tiene capacidad explicativa para el estudio del
devenir y de las transformaciones de las estructuras parciales que forman parte de ella. En este
enfoque se unen, para Goldmann, las categorías de totalidad y la dimensión histó- rica de todo
hecho social.

Peter Winch: El lenguaje de la acción En 1958, Peter Winch en su obra The Idea of a Social Science
(traducida al español y publicada por Amorrortu de Buenos Aires en 1972 con el nombre de
Ciencia social filosofía) ataca duramente al neopositivismo y defiende la comprensión como
método propio de las ciencias sociales. Para su crítica utiliza la filosofía lingüística de Wittgenstein,
especialmente su concepto referente a que todo comportamiento está guiado por reglas y todo
comportamiento que así procede es un comportamiento social. A su vez, la descripción,
explicación y comprensión de una acción humana sólo es posible cuando entendemos la
naturaleza de las instituciones que nos permiten identificar esa acción (como acción política, por
ejemplo) y esto significa el entendimiento de las formas de vida y del comportamiento regido por
reglas que están involucradas en esa acción. Winch sostiene, además, que las relaciones sociales
entre las personas sólo existen en sus ideas y a través de ellas. El lenguaje, las ideas y los
conceptos no pueden 68 LA COMPRENSIÓN E INTERPRETACIÓN EN LAS CIENCIAS SOCIALES
separarse con nitidez de las relaciones sociales. En consecuencia, los cambios fundamentales de
esos elementos utilizados por los hombres implican necesariamente también cambios
fundamentales en sus relacione sociales. Con éstas y otras consideraciones, para Winch la tarea
del investigador social es la de aclarar los conceptos de las formas de vida que involucran un
comportamiento basado en reglas, es decir, debe tratar de comprender la idea o el significado de
lo que se está haciendo o diciendo. El significado de las palabras, dice Winch, se obtiene a partir de
las reglas de comportamiento o de comunicación. Tales reglas no son de origen personal, sino que
se han formado en un contexto social determinado, en una forma de vida. La sociología es la
ciencia de la comprensión de las reglas que siguen las acciones de las personas en un contexto de
interacción que está mediado lingüísticamente. Giddens: La doble hermenéutica Anthony Giddens
publicó en 1967 su libro New Rules of Sociological Method: A Positive Critique of Interpretatives
Sociologies, traducido al español con el título de Las nuevas reglas del método sociológico (
Buenos Aires: Amorrortu, 1987 ). En dicho libro, el autor hace un amplio análisis crítico de las
teorías sociológicas de Comte, Marx, Dilthey, Weber, Schutz, Wittgenstein, Winch y otros, para
terminar con la presentación de algunas nuevas reglas del método sociológico destinadas a
ejemplificar sus diferencias respecto del famoso manifiesto sociológico que Durkheim emitió hace
ochenta años (pp. 163 ). En total, Giddens formula nueve reglas, de las cuales seleccionamos
aquellas que están más directamente relacionadas con la tarea de construcción de las ciencias
sociales ( la numeración no sigue la empleada en el texto original ). 1. La sociología no se ocupa de
un universo predado de objetos, sino de uno que está constituido o es producido por los
procederes (acciones) activos de los sujetos. 2. Por consiguiente, la producción y reproducción de
la sociedad ha de ser considerada como una realización inteligente por parte de sus miembros, no
como una mera mecánica de procesos. 69 LA COMPRENSIÓN E INTERPRETACIÓN EN LAS CIENCIAS
SOCIALES 3. El dominio de la actividad humana es limitado. Los hombres producen la sociedad,
pero lo hacen como actores históricamente situados, no en condiciones de su propia elección. 4. El
observador sociológico no puede hacer asequible la vida social como un fenómeno ( dado ) para la
observación, independiente de utilizar su conocimiento sobre la misma a modo de un recurso
mediante el cual la constituye como un tema de investigación. 5. La inmersión en una forma de
vida es el único medio necesario a través del cual un observador puede generar tales
caracterizaciones... Llegar a conocer una forma de vida ajena es saber como orientarse en ella, ser
capaz de participar en ella como un conjunto de prácticas. Pero para el observador sociológico,
éste es un modo de generar descripciones que tienen que ser mediadas, o sea, transformadas en
categorías del discurso científico social. 6. De tal manera, los conceptos sociológicos obedecen a
una doble hermenéutica. ( Esto quiere decir. G.B.) que la sociología se ocupa de un universo que
ya está constituido dentro de marcos de significados dados por los actores mismos, la sociología
los reinterpreta dentro de sus propios esquemas teóricos mediante el lenguaje corriente y
técnico... ( modificando de este modo su empleo original por las personas. G.B.) (Las citas
anteriores están tomadas de las páginas 163 a 166 de la mencionada obra de Giddens). Blumer: La
interpretación de la interacción social Para Herbert Blumer y otros sociológos norteamericanos, la
sociología debe estudiar las interpretaciones que los actores que interactúan en una cierta
situación le dan a ésta, a sus propias conductas y a la conducta de los otros (H. Blumer. Symbolic
Interactionism: Perspective and Method. Englewood Ciffs, N.J: Prentice - Hall, 1969). Este objeto
de estudio es la base de la teoría del interaccionismo simbólico cuyos análisis investigativos se
realizan a nivel de pequeños grupos sociales para obtener de los propios actores sus
interpretaciones de la realidad social en la cual viven. 70 LA COMPRENSIÓN E INTERPRETACIÓN EN
LAS CIENCIAS SOCIALES En términos concretos, la búsqueda de las interpretaciones se logra con la
captación, por parte del investigador, de los significados que los actores le dan a las situaciones en
las cuales viven. Los objetos materiales, las personas y los eventos no poseen significados en sí
mismos, sino que el significado les es conferidos por las personas. A través de la interacción, los
individuos construyen significados en un proceso de constante definición de la situación en la cual
viven. Esas definiciones pueden cambiar y ser reemplazadas por otras, proceso que es de especial
importancia para la investigación del interaccionismo simbólico. Parece conveniente destacar que
gran parte de la investigación cualitativa que se desarrolla en nuestros países se hace con el uso de
los principios del interaccionismo simbó- lico o, bien, en forma más reducida, con la búsqueda de
los significados construidos por un cierto grupo de personas (por ejemplo, la significación que los
profesores, los alumnos y los padres le dan a la escuela). La pregunta básica es, en tales casos ¿qué
significan tales y cuales cosas para estas personas? La comprensión (verstehen) en cuyo sentido se
centró gran parte de la discusión de los primeros grandes epistemólogos de las ciencias sociales
que hemos visto anteriormente se transforma aquí en interpretación, caracterizada como lo hace
el interaccionismo simbólico. 71 LA COMPRENSIÓN E INTERPRETACIÓN EN LAS CIENCIAS SOCIALES
Bibliografía recomendada para la segunda unidad Alexander, Jeffery. Las teorías sociológicas
desde la segunda guerra mundial. Barcelona: Editorial Gedisa. 1995 (Varios capítulos del libro se
relacionan con temas tratados en la unidad). Bachelard, Gastón. La formación del espíritu
científico. Buenos Aires: Siglo XXI Editores. 1978. Cap. 1: La noción de obstáculo epistemológico;
cap. 2: El primer obstáculo: la experiencia básica; cap. 3: El conocimiento general como obstáculo
para el conocimiento científico. Berger, Peter y Luckmann Thomas. La construcción social de la
realidad. Buenos Aires: Amorrortu, 1968. Cap. III: La sociedad como realidad subjetiva. Bourdieu,
Pierre, Chamboredon, J. y Passeron, J. C. El oficio del sociólogo. Buenos Aires: Siglo XXI, 1975.
Bunge, Mario. Materialismo y ciencia. Barcelona: Ariel, l981. Cap. 10: Mundos popperianos y
objetividad (Crítica a la concepción de Popper de los tres mundos). Durkheim, Emilio. Las reglas del
método sociológico (en varias editoriales). Cap. 2: Reglas relativas a la observación de los hechos
sociales. Giddens, Anthony. Las nuevas reglas del método sociológico. Buenos Aires: Amorrortu.
1987. Cap. 1: Algunas escuelas de teoría social y filosofía. Goldmann, Lucien. Las ciencias humanas
y la filosofía. Buenos Aires: Ediciones Nueva Visión, 1967. Cap. 1: El pensamiento histórico y su
objeto; cap. 2 El método en las ciencias humanas. Lazarsfeld, Paul. Interpretation of statistical
relations as a research operation. En P. Lazarsfeld & M. Rosenberg, De. The languaje of social
research. Glencoe, III 1955 Pp. 115-125. Marx, Carlos. Prólogo de la contribución a la crítica de la
economía política. (Varias editoriales). Popper, Karl. La lógica de la investigación científica. Madrid:
Editorial Tecnos, 1973. Cap. 1: Panorama de algunos problemas fundamentales; cap. 2: Sobre el
problema de una teoría del método científico. --- , --- Postfacio a la segunda edición de El Capital
(entre otras editoriales, Fondo de Cultura Económica. 1966. pp. XVII - XXIV). Merton, Robert. Social
theory and social structure. Glencoe, III.: The Free Press. 1957 I: Manifiest and Latent Functions.
Schutz, Alfred. El problema de la realidad social. Buenos Aires: Amorrortu, s.f. Weber, Max.
Ensayos sobre metodología sociológica. Buenos Aires: Amorrortu, s.f. Winch, Peter. Ciencia social y
filosofía. Buenos Aires: Amorrortu, s.f. 72 LA COMPRENSIÓN E INTERPRETACIÓN EN LAS CIENCIAS
SOCIALES Autoevaluación Nº 2 1. Caracterice el positivismo de Comte. 2. ¿En qué consiste la
explicación dialéctica, según Marx y Engels? ¿Cómo se expresa el movimiento dialéctico en la
naturaleza y en la sociedad? ¿Cuál es la relación entre la realidad concreta y la conciencia? 3. ¿Qué
busca la explicación funcionalista? Señale un elemento social (conducta, práctica social, ideología,
creencia, etc.) que, según su opinión, puede ejercer una: a. función positiva sobre el grupo social
en el cual se da ese elemento; b. una función negativa (disfunción). 4. ¿Cuál es el concepto de
teoría y de explicación en Popper? ¿Qué tareas deberían cumplir las ciencias sociales, de acuerdo
con este autor? 5. Dé dos ejemplos de explicación estadística. 6. ¿Qué diferencias existen entre el
concepto de comprensión (verstehen ) de Weber y de Schutz? ¿En qué consiste la interpretación
en el interaccionismo simbólico? 7. Caracterice la explicación causal en Weber a partir de un tipo
ideal. 8. ¿Qué significa la doble hermenéutica en Giddens? 73 LA COMPRENSIÓN E
INTERPRETACIÓN EN LAS CIENCIAS SOCIALES Control de lectura Nº 2 Lea detenidamente la lectura
complementaria Nº 2 Los fundamentos del conocimiento en la vida cotidiana, de Berger y
Luckmann y responda, en forma breve y precisa, las siguientes preguntas. 1. ¿Cuál es la realidad
por excelencia y cuáles son sus principales características? 2. ¿Cómo es el tiempo de la vida
cotidiana? 3. ¿Cuáles son los modos de experimentar a los otros en la vida cotidiana? 4. ¿Por qué
las tipificaciones se vuelven paulatinamente anónimas? 5. ¿Cómo haría un estudio de las
tipificaciones en una comunidad? Paradigmas y programas de investigación en las ciencias sociales
76 77 PARADIGMAS Y PROGRAMAS DE INVESTIGACIÓN EN LAS CIENCIAS SOCIALES Introducción En
la primera unidad de este módulo hicimos una presentación de los fundamentos más lejanos de
las ciencias sociales, ubicados en diversas posiciones filosóficas diferenciadas, de manera principal,
por sus concepciones acerca de la realidad y de las posibilidades y formas de conocerla. En la
unidad siguiente _la segunda_ nos detuvimos a examinar, de manera sucinta, otras bases más
directas de sustentación de esas ciencias, constituidas, esta vez, por distintas conceptualizaciones
epistemológicas referidas a la naturaleza distintiva de ellas, que, en lo fundamental, se mueven
entre el modelo de las ciencias naturales y el modelo de las ciencias humanas o de las ciencias
históricas. En esta unidad avanzamos hacia orientaciones epistemológicas más específicas, que
forman los marcos conceptuales dentro de los cuales se desarrolla la investigación social concreta
de las disciplinas sociales. Tales orientaciones reciben el nombre de paradigmas: por un lado, los
paradigmas epistemológicos y, por otro, los paradigmas teóricos. Los principales paradigmas
teóricos corresponden a las grandes teorías de Durkheim, Marx, Weber y, en un nivel inferior, a la
teoría estructural funcionalista de Parsons. Estos paradigmas no serán tratados aquí, pues esa
tarea corresponde al campo de la teoría social y no al de la epistemología, como lo hacemos en
este texto. Sin embargo, al final del módulo haremos una breve síntesis de algunas nuevas teorías
derivadas directamente de algunos de los grandes paradigmas ya mencionados. El concepto de
paradigma en las ciencias sociales empezó a ser ampliamente utilizado poco después de que Kuhn
empleara ese concepto dentro de las ciencias naturales. Lo mismo, pero en menor grado, ha
ocurrido con el concepto de programas de investigación de Lakatos. Por tal razón, este módulo
comienza con un primer capítulo dedicado a exponer las ideas de ambos autores, que más
interesan a nuestras disciplinas. 78 79 PARADIGMAS Y PROGRAMAS DE INVESTIGACIÓN EN LAS
CIENCIAS SOCIALES Capítulo 5 Paradigmas y programas de investigación Como ya lo anunciamos,
en este capítulo se realizará una exposición breve de las principales ideas de Kuhn y de Lakatos
sobre los conceptos de paradigma y programa de investigación como antecedentes inmediatos del
uso de tales conceptos por las ciencias sociales de nuestros días. Kuhn: Paradigmas y revoluciones
científicas Pocas obras, dentro del panorama de la teoría contemporánea de la ciencia, han
conquistado una tan amplia audiencia y provocado discusiones tan enconadas como la Estructura
de las revoluciones científicas, de Thomas S. Kuhn, publicada en l962, dice Javier Muguera en la
introducción a la obra colectiva La crítica al desarrollo del conocimiento, que citamos en la sección
anterior al exponer las ideas de Popper. Antes de pasar a una breve síntesis de los principales
conceptos epistemológicos de Kuhn, digamos que, en el fondo, sostiene una posición muy
diferente a la de Popper en lo que se refiere al progreso de la ciencia y a las causas del mismo.
Para este último, la ciencia se puede caracterizar como una aproximación asintótica a la realidad.
En el estudio de este avance, la lógica tiene una función principal. La ciencia avanza, dice Popper,
porque el análisis lógico de la estructura de las teorías y de las hipótesis permite desechar aquellos
enunciados que no resisten las pruebas de coherencia interna y de contrastación con la realidad,
vale decir, la aplicación de la lógica al contenido de la ciencia en un cierto momento permite
separar los enunciados científicos de aquellos que no lo son. Kuhn, por su lado, señala la
importancia de factores históricos y sociológicos en el progreso del conocimiento científico y
sostiene que no se puede hablar en las ciencias de un progreso continuo de ellas, pues tal proceso
se desarrolla por el paso de un paradigma a otro que reemplaza al anterior. 80 PARADIGMAS Y
PROGRAMAS DE INVESTIGACIÓN El concepto de paradigma El examen de un paradigma a otro no
es posible, continúa Kuhn, sin el concurso de la psicología y de la sociología de la ciencia. Así, la
aceptación de un paradigma depende del consenso de una comunidad científica y tal consenso no
es una consecuencia de demostraciones lógicas, como lo quiere Popper. El concepto de paradigma
nos coloca en el centro de la concepción epistemológica de Kuhn. En verdad, como lo ha mostrado
Margaret Masternan en el capítulo La naturaleza de los paradigmas en la obra colectiva editada
por Lakatos y Musgrave ya citada, Kuhn utiliza el término paradigma con más de 20 significados.
Sin embargo, tomando en cuenta los elementos comunes en cada uno de esos usos podemos
quedarnos con la siguiente definición del concepto que, creemos, hace justicia al pensamiento del
filósofo del cual tratamos. Esa definición es la siguiente: Un paradigma es la concepción del objeto
de estudio de una ciencia acompañada de un conjunto de teorías básicas sobre aspectos
particulares de ese objeto. Ese contenido define los problemas que deben investigarse, la
metodología por emplear y la forma de explicar los resultados de la investigación. El paradigma
con esas características es aceptado por una comunidad científica determinada que así se
diferencia de otra. Según Kuhn, la investigación científica se desarrolla en cada momento en torno
a paradigmas aceptados. Sus productos, sus resultados, constituyen la ciencia normal, en un
período histórico determinado. Un paradigma logra su predominio por la aceptación de una
comunidad científica que lo legitima porque da respuesta a problemas que otros paradigmas
vigentes hasta ese momento no lo hacían, sin necesidad de la validación lógica que exige Popper.
El investigador, a menudo, de manera casi ciega, acepta un determinado paradigma, sin que se le
ocurra, en la mayoría de los casos, que pueda existir otro distinto. La comunidad científica impone
su paradigma de diversas formas: mediante la educación científica, su exposición en libros y
revistas e, incluso, con la expulsión de la institución o gremio de quienes lo rechazan, según lo
muestra la historia de la ciencia. 81 PARADIGMAS Y PROGRAMAS DE INVESTIGACIÓN Las
revoluciones científicas En cierto momento de la vigencia de un paradigma empiezan a aparecer
ciertas anomalías (fenómenos) que no pueden ser explicados por el paradigma dominante. Se
produce, entonces, en palabras de Kuhn, una revolución científica: ¿Qué son las revoluciones
científicas?... Las revoluciones científicas se consideran aquí como aquellos episodios de desarrollo
no acumulativo en que un antiguo paradigma es reemplazado completamente o en parte por otro
nuevo e incompatible... las revoluciones científicas se inician con un sentimiento creciente,
también a menudo restringido a una estrecha subdivisión de la comunidad científica, de que el
paradigma existente ha dejado de funcionar adecuadamente en la exploración de un aspecto de la
naturaleza (Kuhn.Op. cit.). Conviene hacer notar en esta cita que Kuhn habla de desarrollo no
acumulativo, para diferenciarse de la posición de Popper, y, por otro lado, enfatiza en aspectos
sociológicos la comunidad científica y psicológicos _sentimientos crecientes. Ambos elementos se
oponen así, en este tema de crecimiento del conocimiento, al mero análisis lógico que elimina los
enunciados no científicos de los científicos. Kuhn sostiene que si bien la acumulación desempeña
un papel importante en el progreso de la ciencia, los cambios principales se deben a las
revoluciones científicas, entendidas como el cambio de un paradigma por otro que lo reemplaza.
La ciencia normal de un cierto período está constituida por los conocimientos acumulados dentro
del paragigma vigente, aceptado por la comunidad científica. Pero cuando se producen anomalías,
es decir, situaciones que ese paradigma no puede explicar, se produce una revolución científica.
Lakatos: Los programas de investigación científica La concepción epistemológica de Imre Lakatos
está expuesta, de manera principal en su artículo La falsación y la metodología de los programas
de investigación científica, que constituye un capítulo de la obra colectiva de Lakatos y Musgrave,
ya varias veces citada. Tal capítulo corresponde a una revisión y ampliación de un trabajo
publicado en l968. Existe una traducción al español de la Editorial Alianza Universidad titulada La
metodología de los programas de investigación científica (1983). 82 PARADIGMAS Y PROGRAMAS
DE INVESTIGACIÓN Lakatos comienza por criticar el criterio de falsacionismo de Popper. Tal
criterio de demarcación entre ciencia y no ciencia sería ingenuo pues ignora la la notable
tenacidad de la teorías... normalmente (los científicos)... si no pueden ignorar una anomalía la
desatienden y centran su atención en otros problemas (Metodología de los programas de..., p. 12).
Contra Kuhn dice que el concepto de revoluciones científicas es irracional. Además, esta idea borra
la demarcación entre ciencia y no ciencia. Frente el tema central tratado por los autores anteriores
_el progreso de la ciencia o aumento del conocimiento científico_ Lakatos sostiene que el cambio
no se produce como consecuencia del análisis lógico de los enunciados científicos, como lo
pretende Popper, ni al cambio de un paradigma por otro, como lo afirma Kuhn. Ese cambio se
produce, dice él, porque unos programas de investigación, que denomina progresivos, desplazan a
otros, denominados regresivos. Los progresivos son capaces de predecir hechos nuevos,
desconocidos hasta un momento dado; los regresivos, en cambio, utilizan teorías que explican
hechos conocidos. En tal caso, los científicos tienden a alinearse con los primeros. En palabras de
Lakatos: La historia de la ciencia refuta tanto a Popper como a Kuhn. Cuando son examinados de
cerca resulta que tanto los experimentos cruciales como las revoluciones de Kuhn son mitos; lo
que sucede normalmente es que los programas de investigación progresivos sustituyen a los
regresivos (Op. cit, p. 15). Veamos más de cerca el concepto de programas de investigación. En
general, estos programas consisten en reglas metodológicas que les dicen a los científicos qué
senderos de investigación se han de evitar el uso de estas reglas constituye la heurística negativa
y, por otro lado, qué senderos se deben seguir heurística positiva, es decir, en este último caso, la
heurística positiva dice qué problemas se han de investigar. Todos los programas de investigación
se caracterizan por tener un núcleo convencionalmente aceptado y que considerado irrefutable
por quienes se guían por un determinado programa (por ejemplo, en la física, forma parte de su
núcleo básico la ley de la atracción universal). La heurística negativa nos impide atacar ese núcleo.
A la inversa, los científicos deben protegerlo inventando hipótesis auxiliares que forman un
cinturón protector a su alrededor. Dice Lakatos a este respecto: 83 PARADIGMAS Y PROGRAMAS
DE INVESTIGACIÓN Es este cinturón protector de hipótesis auxiliares quien tiene que resistir el
peso de las constrastaciones e irse ajustando y reajustando, o incluso ser sustituido por completo,
para defender el núcleo que de ese modo se hace más sólido. Un programa de investigación tiene
éxito si todo esto lleva a un cambio de problemas progresivos; no tiene éxito si lleva a un cambio
de problemas degenerativos (Lakatos, en el capítulo La falsación y la metodología... en Lakatos y
Musgrave, Op. cit., p. 245). En los hechos, dice Lakatos, pocos científicos ponen mayor atención a
las refutaciones que la debida. Ellos tienen una política de investigaciones a largo plazo que está
definida por la heurística positiva del programa y no por las psicológicamente molestas anomalías.
Es esa heurística la que le ha permitido formular modelos cada vez más complicados que simulan
la realidad. La atención del científico se concentra en construir esos modelos siguiendo las
instrucciones expuestas en la parte positiva de su programa. La principal diferencia con la versión
originaria de Popper es, a mi juicio, que en la concepción que yo he expuesto, la crítica no
destruye y no debe destruir tan rápidamente como Popper imaginaba. La crítica destructiva, como
la refutación y la demostración de una inconsistencia, no elimina un programa. La crítica de un
programa es un proceso largo y a menudo frustrante y hay que tratar los programas incipientes sin
severidad. Se puede, desde luego, evidenciar la degeneración de un programa de investigación,
pero es sólo la crítica constructiva la que, con la ayuda de programas de investigación rivales,
puede tener verdadero éxito.. (Lakatos, en Lakato y Musgrave, p. 290 - 91). Feyerabend: Contra el
método Paul K. Feyerabend, filósofo vienés, fue decidido seguidor de Popper durante largos años,
para convertirse posteriormente en uno de sus más ácidos críticos. En su principal trabajo se
refiere al racionalismo crítico en los siguientes términos: 84 PARADIGMAS Y PROGRAMAS DE
INVESTIGACIÓN Hemos descubierto, además, que los principios lógicos sólo desempeñan un papel
muy pequeño en los pasos que hacen avanzar la ciencia; más bien el intento de darles fuerza
universal obstaculizaría la ciencia (En la edición española de Tratado contra el método. Madrid:
Editorial Tecnos, 1981, p. 254). Sobre el mismo tema vuelve otra vez, en la forma que se puede
apreciar en la cita que sigue: Ciertamente, el racionalismo crítico no es en realidad una filosofía: es
una divagación confusa sobre la ciencia... esta divagación ni es correcta ni es crítica: no existe un
solo evento interesante en la historía de la ciencia que pueda ser explicado de modo popperiano...
la crítica nunca va dirigida a la ciencia como un todo: la mayoría de las veces, dicha crítica se dirige
o bien contra filósofos rivales o contra desarrollos impopulares dentro de la ciencia misma,
procura evitarse cualquier conflicto con la corriente principal de la ciencia (P. Feyerabend. Diálogo
sobre el método , en P. Feyerabend, G. Radnidtzki, W. Stegmüller y otros. Estructura y desarrollo
de la ciencia. Madrid: Alianza Editorial, 1984, p. 176). En su crítica a Lakatos sostiene que la
eliminación de unos programas de investigación por otros (los programas regresivos por los
progresivos) implica que esos programas pueden compararse entre sí. Tal comparación sólo sería
posible si los programas tuviesen una estructura estrictamente lógica. Sin embargo, tales
construcciones, en los hechos, incorporan creencias, prejuicios, conocimientos previos, influencias
culturales y sociales, etc., características todas que los hacen incomparables, o en su terminología
(que comparte con Kuhn, como lo vimos), los programas de investigación son inconmensurables y,
en consecuencia, no se puede decir que uno es mejor que otro, que uno es verdadero y el otro
falso: sólo puede decirse que son diferentes. Así sucede, por ejemplo, con la teoría de la
relatividad frente a la mecánica clásica, o con la teoría cuántica y la mecánica clásica, etc. Si bien la
crítica a Popper y a Lakatos es importante en sí misma, Feyerabend es especialmente conocido por
sus ataques al método científico. Conviene recordar que su libro de 1970 lleva el título Contra el
método: Ensayo de una teoría anarquista del conocimiento. Por ello se dice que representa un
anarquismo epistemológico . Frente a la afirmación comúnmente aceptada de que el éxito de la
ciencia se debe al método, que siempre debe ser el mismo, cualquiera que sea la disciplina
particular en la cual se aplique, 85 PARADIGMAS Y PROGRAMAS DE INVESTIGACIÓN Feyerabend
sostiene que tal método es una invención de los filósofos. En la práctica real de la investigación,
dice: Al tratar de resolver un problema, los científicos utilizan indistintamente un procedimiento u
otro; adaptan sus métodos y modelos al problema en cuestión en vez de considerarlos como
condiciones rígidamente establecidas para cada solución. No hay una racionalidad científica que
pueda considerarse como guía para cada investigación, pero hay normas obtenidas de
experiencias anteriores, sugerencias heurísticas (procedimientos que pueden ser útiles),
concepciones del mundo, disparates metafísicos, y de todos ellos hará uso el científico en su
investigación (Tratado contra el método, p. XV). Agrega Feyerabend que no existe regla
metodológica que no haya sido infringida en alguna oportunidad. Más aun: algunos desarrollos
importantes de la ciencia, según lo demuestra su historia, se han producido porque los científicos
del momento no se sometieron a ciertas normas preestablecidas o las desobedecieron
deliberadamente. El respeto religioso al método impide el desarrollo del conocimiento, conduce
inexorablemente al estancamiento de la ciencia. Como dice Feyerabend: Si nos volvemos a la
lógica, comprobamos que incluso las exigencias más simples no son satisfechas por la práctica
científica, y no pueden ser satisfechas por la complejidad del asunto. Las ideas que los científicos
emplean para actualizar lo conocido y avanzar por lo desconocido sólo rara vez se conforman a los
preceptos estrictos de la lógica o de la matemática pura; el intento de hacerlas conformes privaría
a la ciencia de la elasticidad sin la cual no se conseguiría progreso. Vemos que los hechos por sí
solos no son bastante fuertes para hacernos aceptar, o rechazar, las teorías científicas, el margen
que dejan al pensamiento es demasiado amplio. La lógica y la metodología, por el contrario,
eliminan demasiadas cosas, son demasiado estrechas. En medio de estos dos extremos se
encuentra el dominio siempre cambiante de las ideas y deseos humanos (Feyerabend. Op. cit., p.
298). Consecuente con sus críticas a la metodología, Feyerabend rechaza a los filósofos de la
ciencia que pretenden decirles a los científicos cómo deberían hacer ciencia. 86 87 PARADIGMAS Y
PROGRAMAS DE INVESTIGACIÓN EN LAS CIENCIAS SOCIALES Capítulo 6 Paradigmas en las ciencias
sociales En la década de 1980, la antigua búsqueda de la construcción de las ciencias sociales,
según el modelo de las ciencias naturales o el modelo de las ciencias culturales o del espíritu, se
sintetizó en dos paradigmas epistemológicos contrapuestos, definidos con distintos contenidos y
denominaciones por sus autores. Pero, en definitiva, podemos apoyarnos en uno de ellos,
propuesto por Lincoln y Guba, que muestra con claridad las diferencias que, según ellos, se dan
entre ambos paradigmas. Estos autores, después de hacer un análisis crítico de varios de los
intentos por construir las ciencias sociales con la estructura y metodología de las ciencias
naturales, seleccionan diversas características del paradigma positivista para contraponerlas a las
del paradigma naturalístico. Debemos decir que las denominaciones varían entre los disitintos
autores que tratan el tema, de modo tal que el término positivista es reemplazado por el
cuantitativista y el de naturalístico con los términos de hermenéutico o cualitativista. Frente a esa
variedad de nombres, nosotros preferimos denominarlos, respectivamente, como paradigma
explicativo y paradigma interpretativo, nombres que toman en cuenta el largo debate dado en el
proceso de construcción de las ciencias sociales sobre el objetivo final dado a tales ciencias, que
para unos es el de explicar y para otros el de interpretar o comprender los objetos sociales
estudiados por el investigador. A continuación damos la versión textual de Lincoln y Guba de esos
dos paradigmas . 1. Naturaleza de la realidad Versión positivista. Existe una sola realidad exterior,
fragmentada en variables y procesos independientes, cualquiera de los cuales puede estudiarse
independientemente de los otros. La investigación de ellas puede llegar a su predicción y a su
control. 88 PARADIGMAS EN LAS CIENCIAS SOCIALES Versión naturalística. Existen múltiples
realidades construidas, que sólo pueden estudiarse en forma holística. Las investigaciones de ellas
serán inexorablemente diferentes (cada investigación levanta más preguntas que respuestas) de
modo tal que el control y la predicción no son posibles, aun cuando algún nivel de comprensión
(verstehen) puede ser alcanzado por el investigador. 2. Relación del investigador con el objeto por
conocer Versión positivista. El investigador y el objeto de investigación son independientes; el
conocer y el objeto conocido constituyen una dualismo discreto. Versión naturalística. El
investigador y el objeto de investigación interactúan y se influyen mutuamente. El sujeto que
conoce y el objeto por conocer son inseparables. 3. Posibilidad de la generalización Versión
positivista. El objetivo final de la investigación es el de desarrollar un cuerpo nomotético de
conocimientos en la forma de generalizaciones que son verdaderas tanto temporalmente como
contextualmente (ellas se mantendrán en cualquier tiempo y lugar). Versión naturalística. El
objetivo final de la investigación es el de desarrollar un cuerpo idiográfico de conocimientos en la
forma de hipótesis de trabajo que describen casos individuales. 4. Posibilidad de relaciones
causales Versión positivista. Cada acción puede explicarse como el resultado (efecto) de una causa
real que precede temporalmente al efecto (o , al menos, es simultáneo con él). Versión
naturalística. Todos los objetos reales están en un estado de modelamiento mutuo y simultáneo
que hace imposible distinguir las causas de los efectos. 5. El papel de los valores en la investigación
Versión positivista. La investigación está libre de valores, lo que se puede garantizar que es así por
la metodología objetiva utilizada. 89 PARADIGMAS EN LAS CIENCIAS SOCIALES Versión
naturalística. La investigación está comprometida por los valores, por lo menos en las cuatro
formas siguientes. • Las investigaciones están influidas por valores investigativos, los cuales se
expresan en la elección de un problema, en su conceptualización y en el énfasis dados a su
focalización, sea en términos de evaluación u opción política. • La investigación está influida por la
elección de un paradigma que guía la investigación hacia el problema. • La investigación está
influida por la elección de la teoría sustantiva utilizada para la recolección y análisis de los datos y
en la interpretación de los resultados. • La investigación está influida por los valores que se dan en
el contexto. A esos principios que según los autores diferencian los dos paradigmas utilizados en la
investigación social se agregan otras características importantes del paradigma naturalístico: 1.
utilización de métodos cualitativos; 2. muestra intencional frente a las muestras probabilísticas
utilizadas en el paradigma positivista; 3. análisis inductivo de los datos; 4. la teoría que se
construya debe emerger de los datos (grounded theory) y, por lo tanto, no debe ser elegida al
comienzo de la investigación; 5. el diseño que se utiliza en la investigación tiene el carácter de
emergente, es decir, no se define en forma completa antes de la investigación, sino que se va
construyendo a medida que se va desarrollando el proceso de investigación; 6. el tipo de
investigación corresponde al estudio de casos; y 7. la interpretación de los datos es idiográfica, en
términos del particular caso estudiado, en lugar de hacerlo por leyes generales. (Lincoln, Ivonna S.
y Guba, Egon G. Naturalistic Inquiry. Beverly Hilss: Sage, 1985, pp. 36 - 43). 90 PARADIGMAS EN
LAS CIENCIAS SOCIALES La integración de paradigmas En esta oportunidad sólo podemos decir
algunas pocas palabras sobre los intentos dados en los últimos años, para integrar o compatibilizar
diversos componentes y enfoques pertenecientes a teorías desarrolladas dentro del paradigma
explicativo y dentro del paradigma interpretativo que los interesados podrán ver en la tercera
parte de su libro Teoría sociológica contemporánea, citado en la bibliografía en la cual se
presentan los intentos de unir el análisis macro y micro, el análisis de la estructura con el del actor
o agente, etc. Dentro de la forma reducida de hacerlo, se plantea a continuación el proceso de
integración de los elementos metodológicos considerados anteriormente como incompatibles.
Plano metodológico y técnico Es una antigua práctica que en la investigación cuantitativa se use la
entrevista en profundidad, considerada antes como de uso exclusivo de la investigación
cualitativa. Una forma de tal uso son las preguntas abiertas en un cuestionario. Pero, para dar otro
ejemplo, nada impide que en un estudio tipo tan característico del paradigma cuantitativo como
son las investigaciones experimentales se hagan entrevistas en profundidad antes y después de la
introducción de la variable experimental, con la finalidad de comprender mejor los efectos de tal
variable en los sujetos del experimento. En la investigación cualitativa, a su vez, se usa la
triangulación para mostrar la validez o credibilidad de sus resultados. Una de las técnicas
cuantitativas utilizada en tal procedimiento puede ser, por ejemplo, una escala destinada a medir
las actitudes de las personas del estudio frente a tal o cual objeto de la realidad social en la cual
viven. Con relación a la afirmación de algunos representantes del paradigma cualitativo con
respecto a que en el paradigma cuantitativo no se concede importancia al cambio de la realidad,
basta tener en cuenta que en este último paradigma se utilizan, desde hace mucho tiempo,
análisis de series de tiempo, el seguimiento de cohortes, etc., para, justamente, analizar los
cambios que se producen en una cierta población o muestra estudiada. Por otro lado, si bien el
diseño de la investigación cuantitativa es definido con detalles en la preparación del proyecto de
investigación, eso no quiere decir que en el terreno tal plan PARADIGMAS EN LAS CIENCIAS
SOCIALES 91 PARADIGMAS EN LAS CIENCIAS SOCIALES pueda seguirse estrictamente. Todo diseño
experimenta modificaciones en su desarrollo, por lo mismo, todo diseño tiene la característica de
ser emergente. Plano de los conceptos Tanto en las investigaciones guiadas por el paradigma
cuantitativo - explicativo como en el cualitativo - interpretativo se usan conceptos propios del
otro. Así, en la investigación cualitativa se usan los conceptos de mayor, menor o igual para hacer
comparaciones. Además, el uso de estadísticas es común en los estudios cualitativos, por ejemplo,
al dar cuenta de los promedios del escolaridad, de ingreso, etc. de las personas en un estudio de
casos. En la investigación cuantitativa, para dar también un ejemplo, se utilizan tipologías
cualitativas al clasificar a las personas de un estudio como autoritarias o democráticas. (Otras
formas de acercamiento entre los dos paradigmas pueden verse en el primer capítulo de la obra
editada por Thomas Cook & Charles Reichardt Qualitative and Quantitative Methods in Evaluation
Research. Beverly Hills: Sage. 1979. Hay traducción al español) PARADIGMAS EN LAS CIENCIAS
SOCIALES 92 PARADIGMAS EN LAS CIENCIAS SOCIALES Bibliografía recomendada para la unidad
Feyerabend, Paul. Diálogo sobre el método en P. Feyerabend y otros. Estructura y desarrollo de la
ciencia. Madrid: Alianza Editorial, 1984, pp. 147 - 213. Kuhn, Thomas. La estructura de las
revoluciones científicas. México: Fondo de Cultura Económica, Breviarios, 1975. Lakatos, Imre. La
falsación y la metodología de los programas de investigación científica en I. Lakatos y A. Musgrave
(ed.). La crítica y el desarrollo del conocimiento. Barcelona: Ediciones Grijalbo, 1975, pp. 203 - 343.
Lincoln Ivonna & Egon Guba. Natualistic Inquiry. Beverly Hills: Sage, 1985. Reichardt, Charles &
Thomas Cook. Beyond qualitative versus quantitative methods en T. Cook & Ch. Reinchardt. Eds.
Quantitative and qualitative methods in evaluation research. Beverly Hills: Sage, 1979. Cap. 1. 93
PARADIGMAS EN LAS CIENCIAS SOCIALES Autoevaluación Nº 3 1. Caracterice, en forma breve, los
conceptos de paradigma y de revoluciones científicas en Kuhn. 2. ¿En qué consisten los programas
de investigación de Lakatos? ¿Por qué un cierto programa es reemplazado por otro? 3. ¿Por qué,
según Feyerabend, no es posible comparar un programa de investigación con otro? ¿En qué
consiste el anarquismo metodológico del autor? 4. Seleccione tres características del paradigma
positivista y del paradigma naturalístico que, según su criterio, definen en mejor forma a cada uno
de esos paradigmas. 5. Dé dos ejemplos del uso conjunto de técnicas cualitativas y de técnicas
cuantitativas de investigación. 94 PARADIGMAS EN LAS CIENCIAS SOCIALES Control de lectura Nº 3
1. ¿Cuál es, según Giddens, la clave de la sociología de Durkheim? 2. ¿Cuáles son las dos
consecuencias del tratamiento de Parsons al problema del orden? Exponga brevemente esas
consecuencias. 3. Haga una síntesis muy breve de las ideas de Marx, según Giddens, sobre los
intereses materiales, el conflicto y el poder. 4. ¿Cuáles son los argumentos del autor para sostener
que todas las normas son a su vez coercitivas y permisivas? 5. Sintetice la exposición sobre el tema
la motivación de la acción expuesta en las páginas finales de la lectura. 95 Teorías derivadas de los
paradigmas teóricos 96 97 TEORÍAS DERIVADAS DE LOS PARADIGMAS TEÓRICOS Capítulo 7 Teorías
derivadas del paradigma interpretativo En este capítulo se presentan los principales conceptos de
algunas nuevas teorías derivadas de los grandes paradigmas teóricos que vimos anteriormente: el
marxista, el weberiano, el durkhemiano y el estructural funcionalismo. En verdad, la derivación
significa en unos casos el rechazo de algunos o todos los principios de un cierto paradigma. En esta
posición se encuentran el interaccionismo simbólico y la etnometodología respecto del
funcionalismo del cual rechazan su formalismo, su lejanía de los sujetos concretos y su concepto
de función. En términos epistemológicos, ambas teorías, de nivel micro, se vinculan con el
paradigma interpretativo. Otras nuevas teorías son continuaciones, con diversos tipos de
modificaciones, de otros paradigmas, como sucede con las teorías neomarxistas o las teorías
neofuncionalistas, de nivel macro, que, epistemológicamente, se basan en el paradigma
explicativo. El interaccionismo simbólico Algunos de los principales conceptos del interaccionismo
simbólico fueron expuestos por primera vez por George H. Mead en su obra de l934 Mind, Self,
and Society (traducida al castellano con el nombre de Espíritu, persona y sociedad. Buenos Aires:
Paidós, 1972). Con base en algunos de ellos, Herbert Blumer, que acuñó el término de
interaccionismo simbólico, hizo una sistematización de la teoría, con importantes aportes
personales (Symbolic Interactionism: Perspective and Method. Englewood Cliffs, New Jersey:
Prentice - Hall. l969). Nuestra exposición se basará, de manera principal, en este trabajo de Blumer
y de algunos de sus seguidores (Becker, Glaser, Strauss y otros), mediante una selección de los
principios básicos de la teoría. 1. En la base del interaccionismo simbólico está el concepto del yo
(self). El yo es una especie de lente en la cual se refleja el mundo social. A su vez, el yo se forma 98
TEORÍAS DERIVADAS DEL PARADIGMA INTERPRETATIVO en la interacción que se da en ese mundo.
Una forma específica de interacción social, de especial importancia, es el proceso de socialización.
2. Existen tres tipos de objetos: objetos físicos, como una mesa, un árbol; objetos sociales, como
un amigo, la madre, y objetos abstractos, como las ideas y los principios morales. 3. Las personas
aprenden el significado de los objetos en el proceso de interacción. Pero cada una de ellas puede
dar diferentes definiciones de los objetos a los cuales se refiere. Es decir, los objetos pueden tener
diversos significados para las personas. Pero para que exista una actividad conjunta es necesario
que las personas involucradas en una relación social le asignen los mismos significados a los
objetos y situaciones a los cuales se dirigen. 4. En la interacción, las personas también aprenden
símbolos que se utilizan para representar cosas de manera consensual. El lenguaje es un gran
sistema de símbolos. Las palabras hacen posible todos los demás símbolos. Además, los actos, los
objetos y las mismas palabras tienen significado solo porque pueden ser descritos por las palabras.
5. En el proceso de interacción, las personas comunican símbolos y significados a aquellas con las
cuales interactúan. Estas los interpretan y orientan su conducta en función de la interpretación
que le dan a la situación. 6. Las personas están en constante definición y redefinición de la
situación en la cual actúan. La internalización de símbolos y significados como también las
expresiones del pensamiento a través del lenguaje aumenta el poder de reflexibilidad que le
permite a la persona mirarse como un objeto, darse orientaciones a sí mismo y actuar hacia los
otros. 7. Durante la etapa de los juegos, el niño se ve a sí mismo desde la perspectiva de los otros
(pues en tal situación cada uno espera alguna acción del otro). Para actuar en ciertas situaciones
debe tomar el papel, el rol, de los otros y a medida que sigue su desarrollo personal no solo se ve
desde esa perspectiva, sino en términos de las normas, valores y leyes aceptadas por la sociedad.
Mead llamó a este yo que toma en cuenta la perspectiva de los otros el yo generalizado , que
representa la relación entre el individuo y la sociedad. 99 TEORÍAS DERIVADAS DEL PARADIGMA
INTERPRETATIVO La investigación de tipo micro, que se desarrolla dentro del paradigma del
interaccionismo simbólico, presenta algunas características especiales que hemos tomado de
diversas fuentes bibliográficas. 1. La investigación debe estar anclada en la realidad empírica. Por
tal se entiende la vida social de las personas como ellas la viven y la desarrollan día a día. Respetar
esa realidad significa hacer sobre ella el mínimo de supuestos al iniciar el trabajo. 2. Como
consecuencia de la anterior orientación, no se requiere partir con un diseño de investigación
completamente definido. Tanto la especificación de los problemas de estudio, como las hipótesis y
las categorías de análisis de los datos se realizan durante la marcha del proceso de investigación.
3. La investigación debe tener muy en cuenta que la vida social se da en distintos niveles de
expresión. Por esto, el investigador debe estar atento para descubrir qué hay detrás de las
primeras y segundas apariencias o modos de presentarse de las personas. Se debe tratar de
obtener información sobre significados que no aparecen en las primeras conversaciones o
entrevistas. En toda opinión, en toda conducta, existe un detrás. 4. Si pretendemos interpretar la
vida y las creencias de las personas el fin último del interaccionismo simbólico debemos tomar el
rol de ellas, colocándonos en su lugar. Así podremos obtener un conocimiento desde dentro de la
vida social que estudiamos. En otras palabras, debemos tratar de ver el mundo desde su punto de
vista. Para lograrlo, en la medida de lo posible, conviene convivir con las personas que estudiamos,
hacernos una de ellas, acompañarlas en las situaciones de su vida diaria, etc. 5. Un tema central
dentro de la investigación que se realiza dentro de este paradigma es la captación de la cultura del
grupo, de los significados y símbolos que se dan dentro de ella. La comprensión de estos
elementos obliga a mantener una cierta lejanía de los actores para obtener el punto de vista de los
otros y no el del investigador. La etnometodología La etnometodología aparece sistematizada por
primera vez en la obra de Harold Garfinkel titulada Studies in Ethnomethodology en l967. Se
define como el estudio de los conoci- 100 TEORÍAS DERIVADAS DEL PARADIGMA INTERPRETATIVO
mientos del sentido común y de los métodos y procedimientos que las personas corrientes utilizan
para darle sentido a las situaciones en la cuales se encuentran y hallan el camino que deben seguir
en ellas y, en consecuencia, actúan. La investigación etnometodológica le da especial importancia
a las explicaciones que dan las personas a las prácticas explicativas, como se dice en esa teoría,
que incluyen procesos como la descripción, la crítica y la idealización de situaciones específicas.
Por esta importancia, tiene un interés mayor el análisis de las conversaciones entre las personas.
En tal análisis, los etnometodólogos adoptan una actitud de indiferencia en el sentido de que no
juzgan la naturaleza de las explicaciones, sino que las analizan en función de su uso en la vida
cotidiana. Es interesante señalar que para los adherentes a esta teoría, el trabajo de los sociólogos
está constituido por explicaciones, en cuanto una buena parte del mismo corresponde a
interpretaciones del sentido común. Por lo mismo, este trabajo cae bajo el análisis de los
etnometodólogos. Para la etnometodología, según el principio de indexicalidad, las proposiciones
que se usan en la vida diaria tienen distintos significados, según el contexto en las cuales se las
utilice. Por ejemplo, la proposición está lloviendo tiene un cierto significado si se va a hacer un
paseo y otro distinto cuando se utiliza para considerar su conveniencia para la agricultura. Otro
principio al cual los etnometodólogos le prestan atención es el que ellos denominan etcétera.
Según el mismo, las personas dejan muchas situaciones en las cuales participan sin la debida
clarificación. Dicho en otras palabras: en la vida cotidiana admitimos una serie de vacíos y
ambigüedades sin cuestionarlos o que a veces esperamos aclarar después. (Este principio se
comprende mejor si recordamos que muchas veces cuando estamos haciendo una exposición
sobre un determinado tema que caracterizamos con solo algunos atributos explícitos y luego
decimos, redundantemente, etcétera, etcétera). Para la etnometodología, la vida sería imposible
si pretendiéramos una claridad completa en todo lo que decimos. En los casos que no lo hacemos,
tenemos la esperanza explícita o implícita de que las cosas se clasificarán más tarde. Como ya
dijimos, la etnometodología trabaja a niveles micro, en ambientes no institucionales, como el
hogar, o institucionales, como la escuela, las salas de espera de un hospital, etc. 101 TEORÍAS
DERIVADAS DE LOS PARADIGMAS TEÓRICOS Capítulo 8 Teorías derivadas del paradigma
explicativo Este capítulo final está destinado a presentar algunas nuevas teorías vinculadas, en una
forma u otra, con el paradigma explicativo, en términos epistemológicos, y con los paradigmas
funcionalista y marxista, en sus aspectos teóricos. Teoría neofuncionalista Del antiguo paradigma
funcionalista, formulado de manera principal por Talcott Parsons (The Structure of Social Action) y
por su discípulo Robert Merton ( Social Theory and Social Structure), muy poco o nada queda en la
actualidad, después de haber sido sometido a severas críticas, tanto desde el punto de vista
teórico como sociológico. Lo muy poco que ha permanecido también sometido a revisión es una
teoría emergente, conocida como neofuncionalismo en cuya construcción sobresalen Jeffrey
Alexander (editor de Neofunctionalism ) y Paul Colomy (editor de Neofunctionalism Sociology ). De
esta nueva teoría hacemos una breve descripción basada directamente en la síntesis de varias
posiciones expuestas por Ritzer (Teoría sociológica Contemporánea , 1993, pp. 524 - 534) El
neofuncionalismo, en la versión de Alexander, ofrece algunas orientaciones básicas para la
investigación en su campo. Para comenzar, se concibe a la sociedad como una configuración
compuesta de elementos en interacción unos con otros . En relación con esa configuración, ya no
se sostiene que el gran problema sea el estudio del orden social, como lo afirmaba el antiguo
funcionalismo, sino que al estudio de ese problema se agrega ahora el de la acción, no solo
racional sino también de la acción expresiva. Si bien en el neofuncionalismo continúa el interés por
la integración, ella se considera como una mera posibilidad. Además, aunque los sistemas sociales
tienden al equilibrio, 102 TEORÍAS DERIVADAS DEL PARADIGMA EXPLICATIVO la desviación de las
conductas respecto de las normas culturales institucionalizadas son realidades normales dentro de
tales sistemas. El concepto central de este paradigma emergente está constituido por la
aceptación tomada en los terminos de Parsons de la interpenetración de los subsistemas social,
cultural y de la personalidad. Tal interpenetración produce una tensión dentro del sistema global,
que es fuente constante de cambios, y, recíprocamente, de control social. El neofuncionalismo se
centra en el estudio del cambio social y en los procesos de diferenciación dentro de los
subsistemas social, cultural y de la personalidad. Por último, Alexander señala que para el
neofuncionalismo, la conceptualización y la teorización son independientes de otros niveles del
análisis sociológico. Para Colomy, las esferas institucionales se desarrollan en forma desigual, pero
también se produce una diferenciación desigual dentro de cada institución. El desarrollo desigual
de las instituciones implica que la tendencia principal al cambio se produce en un grado y
proporción desigual en las distintas regiones de una sociedad. Tal enfoque de la diferenciación
desigual se acompaña de una mayor preocupación por el modo en que los grupos concretos
influyen en el cambio, así como también el modo en que el poder, el conflicto y la contingencia
influyen en el cambio, en la dirección de una mayor diferenciación. Esto conduce a un análisis del
conflicto, que se produce entre diversos grupos que luchan por influir en ese. A diferencia del
antiguo funcionalismo, los procesos de integración pasan a un segundo lugar, para prestar ahora
mayor atención a las contradicciones y tensiones entre los sub sistemas social, cultural y de la
personalidad. Se han realizado numerosos esfuerzos por integrar en el neofuncionalismo ideas de
los viejos maestros, como las reflexiones de Marx sobre las estructuras materiales y las de
Durkheim sobre el simbolismo. El intento de superar el sesgo idealista del funcionalismo
estructural parsoniano, especialmente su énfasis en los fenómenos macrosubjetivos tales como la
cultura, requiere dar paso a enfoques más materialistas: la tendencia del funcionalismo estructural
a subrayar el orden se contrarresta con una aproximación a las teorías del cambio social. Y, lo que
es más importante, para 103 TEORÍAS DERIVADAS DEL PARADIGMA EXPLICATIVO compensar el
sesgo macro del funcionalismo estructural tradicional, se están realizando esfuerzos por integrar
ideas derivadas de la teoría del intercambio (en particular, la de Homans.G.B.), del interaccionismo
simbólico, el pragmatismo, la fenomenología, etc. En otras palabras, Alexander y Colomy se
esfuerzan en la actualidad por sintetizar el funcionalismo estructural con otras tradiciones teóricas
(Ritzen. Op. cit. pp. 533). Teorías neomarxistas La caída de los socialismos reales del este de
Europa (o el fin de la Guerra Fría, para otros) significó diversas nuevas formas de posicionamiento
frente al antiguo paradigma marxista de Marx o de Marx y Lenin. Algunas de esas posiciones
tomaron la forma de abandono de la teoría y de la práctica del socialismo mientras otras se
expresaron en diversos intentos de reformulación del paradigma no todos confluyentes en una
nueva gran síntesis. Por lo mismo, aquí se hará un esfuerzo por presentar algunos de esos
intentos, con sus características principales, cada uno de los cuales debería tomarse como teorías
emergentes de un neomarxismo. Comenzaremos la tarea con algunas propuestas de marxistas
norteamericanos para terminar con la posición de un antiguo marxista que ha revisado algunas de
las concepciones originales de Marx. En todas esas posiciones, el neomarxismo tiene una base
realista, porque, metodológicamente, busca explicaciones de los sucesos que estudia. El
neomarxismo analítico El denominado neomarxismo analítico es una propuesta para realizar una
conjugación entre algunos elementos de la teoría marxista y los métodos no marxistas. Tal
posición significa, en el fondo, abandonar el método dialéctico para reemplazarlo por el método y
técnicas que utiliza la actual investigación social: los métodos inductivo y deductivo, en esencia,
empleados en la investigación empírica o con la forma especial que ellos toman en la explicación
en términos funcionales. Para Roemer uno de los principales representantes del marxismo
analítico (John Roemer. Analytical Marxism. Cambridge: Cambridge University Press, 1982) esta
propuesta debe 104 TEORÍAS DERIVADAS DEL PARADIGMA EXPLICATIVO considerarse como
marxista en cuanto trata temas centrales de la teoría original, como la explotación y las clases
sociales y afirma que el sistema socialista es superior al capitalista. En el análisis de estos y otros
temas (muchos de hecho tratados por el marxismo tradicional), el neomarxismo analítico debe
emplear los métodos comunes de investigación y de explicación utilizados en las ciencias sociales,
además de las matemáticas y la construcción de modelos. El marxismo analítico adopta un
enfoque no dogmático sobre la teoría de Marx. No apoya ciega e irreflexivamente la teoría de
Marx, no niega los hechos históricos a fin de apoyar la teoría de Marx, ni rechaza totalmente la
teoría de Marx como fundamentalmente errónea. Antes bien, considera la teoría de Marx como
una forma de ciencia decimonónica poderosa y válida que, sin embargo, tiene puntos flacos
considerables. La teoría de Marx es válida y debe ser defendida, pero requiere la utilización de
métodos y técnicas que han surgido a finales del siglo XX (Ritzen. Teoría sociológica
contemporánea. l993, p. 572). La aplicación de los métodos que actualmente utilizan las ciencias
sociales a los problemas planteados por el marxismo es defendida abiertamente por Wright (Eric
Rolin Wright. Classes. Londres: Verso, 1985) que pertenece a una especie de variante del
marxismo analítico, sobre todo el representado por Roemer. Su tema principal es reponder a la
pregunta ¿qué es una clase social hoy en día? Pregunta que, como sabemos, Marx dejó sin
respuesta directa. Teoría neomarxista posmoderna En la presentación de esta teoría se utilizará,
como ya lo hemos hecho en ocasiones anteriores, el trabajo ya citado de Ritzer. La obra más
importante del marxismo posmoderno es el libro de Ernesto Laclau y Chantal Mouffe. Hegemony
and Socialist Strategy: Towards a Radical Democratic Politics. Lon- 105 TEORÍAS DERIVADAS DEL
PARADIGMA EXPLICATIVO dres: Verso, 1985, en el cual se sostiene, a diferencia de Marx y más en
la línea de Gramsci, y con inclinación al idealismo, que son las ideas construidas sobre los intereses
materiales las que explican el comportamiento social. Por otro lado, los autores del libro citado
desplazan al proletariado de su papel central en el desarrollo de la sociedad y lo reemplazan por
una gran variedad de grupos de personas desposeidas, como las mujeres, los ecologistas, los
consumidores, las minorías étnicas, etc., cada uno de ellos con su discurso distintivo. Según estas
referencias de la teoría, los problemas del proletariado dejan de ser el problema central y, en el
plano del análisis, la teoría marxista del posmodernismo ha sido descentralizada y destotalizada. El
comunismo y la liberación del proletariado también dejan de ser el centro de la teoría y de la
política del marxismo. En su lugar, Laclau y Mouffe proponen la democracia radical que resultará
de unir en un mismo frente a todos los grupos que participan en luchas democráticas: luchas
antisexistas, antirracistas, anticapitalista, antiexplotación de la naturaleza, etc. Por lo tanto, es
necesario unificar todas estas luchas para conformar una hegemonía de los valores democráticos
(Resonancia de Gramsci. G.B.). Como dicen los autores: La alternativa de la izquierda debe
consistir en situarse claramente en el ámbito de la revolución democrática y expandir cadenas de
equivalencias entre las diversas luchas contra la opresión. La tarea de la izquierda no consiste, por
lo tanto, en renunciar a la ideología democrática liberal, sino, todo lo contrario, en profundizar y
expandirse en la dirección de una democracia plural y radical... La posibilidad de una estrategia
hegemónica de la izquierda no consiste en el abandono del terreno democrático, sino, al
contrario, en la extensión de las luchas democráticas a toda la sociedad civil y el estado (Laclau y
Mouffe. Op. cit. p. 176). Para Jameson otro teórico del marxismo postmodernista el marxismo
clásico es, en nuestros tiempos, un marco teórico válido y fundamental para el análisis del mundo
moderno (o postmoderno, si se quiere). Por eso afirma: La plena convicción de que existe aún el
capitalismo en su sentido clásico. El posmodernismo tiene sus dos lados contradictorios...: por un
lado está el mercado, todo el mundo es más rico y baila al son de su música preferida; pero por
otro estamos igualmente convencidos de que existe una enorme miseria en estas sociedades, que
se empobrecen 106 TEORÍAS DERIVADAS DEL PARADIGMA EXPLICATIVO en lugar de mejorar... La
nueva riqueza y el nuevo empobrecimiento mundiales son ciertos de modo simultáneo... Estoy
convencido de que esta nueva y posmoderna forma mundial de capitalismo tiene su nueva lógica
de clases... Aún me siento comprometido con la lógica marxista (Son palabras de Jameson en
Stuart Hall y Frederic Jameson Clinging to the Wreckage: A Conversation. Marxismo Today,
septiembre: p. 28 -31). El marxismo de final de siglo, según Schaff El filósofo marxista polaco Adam
Schaff, a diferencia de los neomarxistas reseñados anteriormente, que proponen un marxismo
cualitativamente diferente al de Marx, en mayor o menor grado, mantiene varios de los conceptos
clásicos de la teoría (pero con exclusión explícita del leninismo), si bien desecha otros por
obsoletos y desmentidos por la historia. En la exposición que se hará de su pensamiento, que
corresponde a una nueva lectura de Marx (pero no de tipo altusseriano, como tiene cuidado en
señalarlo), se utilizarán diversos párrafos tomados textualmente del segundo capítulo
denominado ¿Qué ha muerto y qué sigue vivo en el marxismo? de su más reciente libro El
marxismo al final del siglo (Barcelona: Editorial Ariel, l994), los cuales serán expuestos de manera
seguida para su mejor lectura, sin comillas ni cursivas. Lo que permanece del marxismo clásico
Cuando nos preguntamos qué es lo que sigue teniendo vida en el marxismo entendemos esta
pregunta como una necesidad de saber qué tesis del marxismo siguen teniendo un carácter
creativo e innovador, tanto en las investigaciones científicas como en la labor práctica de los
movimientos sociales de izquierdas. Ya me he referido antes a los efectos negativos que ha
provocado la crisis actual del socialismo real sobre la valoración racional del marxismo, de su papel
en la ciencia y de su función en el seno de la ciencia: debo prevenir al lector, anticipando en cierto
modo los argumentos que expondré en mi razonamiento posterior, de que tengo la intención de
demostrar, en el presente texto, que el marxismo, a pesar del evidente envejecimiento de toda
una serie de tesis, sigue siendo una doctrina viva e, incluso, un instrumento incomparable para las
ciencias sociales y sus estudios, así como una directriz pragmática para la actividad social de la
izquierda. 107 TEORÍAS DERIVADAS DEL PARADIGMA EXPLICATIVO La mayor necesidad que
sienten hoy los partidarios del socialismo, en tanto que movimiento político, en tanto que visión
de una sociedad mejor, es una respuesta a la pregunta ¿qué significa hoy la palabra socialismo?
Pienso que la definición más breve, al mismo tiempo, más general de socialismo, es la idea
(¿utopía?) de una sociedad en la que se supere todo tipo de explotación del hombre por el
hombre y de desigualdad entre los hombres. ¿Cómo analizar esos problemas de la mejor manera y
cómo encontrar las mejores y más concretas respuestas? A mi modo de ver, hay que aprovechar
en este análisis la teoría marxista de la alienación. ¿En qué consiste el valor heurístico de la teoría
marxista de la alienación? Sobre todo, en la diferenciación de la alienación objetiva y subjetiva? La
alienación objetiva consiste en el hecho que todos los productos del hombre, es decir, no
solamente los bienes materiales que crea sino también las relaciones sociales o los bienes
espirituales, funcionan en un mecanismo social determinado que les impone una existencia
determinada. Por esta razón, aunque el hombre crea estos productos con fines concretos y con la
intención de alcanzar de este modo determinados resultados, sus productos pueden actuar, en el
sentido social, de manera independiente de su voluntad e incluso en su contra. Cuando esto
sucede nos encontramos ante una alienación que es la base de una determinada forma de
explotación. La actividad humana que genera la explotación se ejerce siempre con objetivos
positivos desde el punto de vista de la persona o del grupo a que pertenece. En el mecanismo
social existente, y en las condiciones que lo determinan, esta actividad (que se aliena al adquirir
las formas de un determinado producto y al independizarse de la voluntad y de los propósitos de
su creador) manifiesta funciones sociales negativas. En el caso de la alienación subjetiva, no se
trata de los productos creados por el hombre, y que en determinadas condiciones sociales se
independizan de la voluntad y de las intenciones de su creador o llegan a oponerse a ella, sino del
hombre en sí mismo, que en condiciones concretas no puede realizar sus objetivos relacionados
con el desarrollo de su propia personalidad y empieza a percibir su vida como algo extraño (algo
no deseado), ya que sus formas están determinadas por las condiciones sociales. Esta visión de la
propia vida como algo ajeno lleva al hombre a desinteresarse por el funcionamiento de lo que
determina esa vida y, sobre todo, del ámbito político. Sin actividad en este ámbito será imposible
llegar a una sociedad libre de la explotación del hombre por el hombre. En esto consiste la
importancia política de la 108 TEORÍAS DERIVADAS DEL PARADIGMA EXPLICATIVO teoría de la
alienación de Marx: se trata del hombre y de un aspecto de su vida que con frecuencia se
desestima en la política. Otro tema vigente del marxismo es su teoría del individuo. ¿Cuáles son
los elementos fundamentales de esta concepción original del individuo humano? En primer lugar,
el enfoque del individuo humano en tanto que organismo vivo único, y sus relaciones y
condicionamientos sociales que lo convierten en individuo social. En segundo lugar, con respecto
al problema de su génesis, desde la posición materialista y realista del marxismo, la respuesta es:
homo autocreador. El hombre, enfocado como individuo social, es producto de sí mismo,
naturalmente cuando entendemos por creación un proceso histó- rico y social al mismo tiempo. La
historia es creda por el hombre y justamente con ella, es decir, conjuntamente con las condiciones
sociales de su existencia, el hombre se crea a sí mismo. En tercer lugar, dentro de la concepción
marxista del individuo, hay que considerar el problema de la felicidad. Ella se refiere a las
condiciones que deben ser creadas para que el hombre, solamente en tanto que individuo, ya que
la felicidad es el resultado de la acción combinada de muchas variables que en cada caso pueden
ser muy diferentes, pueda conformar su vida de manera que responda plenamente a sus
necesidades y gustos. El otro componente esencial del marxismo que se mantiene en nuestros
días es la teoría marxista de la sociedad y de su desarrollo. Esto significa, en primer lugar, que
mantienen plenamente su vigor la teoría y el método del materialismo histórico aplicado a esos
temas. En segundo lugar, entra en juego la teoría de la formación económica de la sociedad. Creo
que es una cuestión muy importante la utilidad de esta teoría en relación con la formación
socialista de la sociedad, y aun más ahora cuando se ha reavivado la discusión en torno a la
propiedad de los medios de producción. En cuarto lugar, goza de pleno vigor la teoría de Marx
sobre el estado y su doble función social. Entre las muchas cuestiones que se relacionan con este
tema, una de las más importantes es el problema de la función del Estado en el contexto de la
polémica sobre la economía de mercado y la planificación. A esos temas quiero indicar un
elemento que, a mi modo de ver, es muy importante: la teoría de la revolución socialista, o mejor
dicho, los requisitos que deben cumplirse para que esta revolución pueda llevarse a cabo con
éxito. La tesis es muy sencilla: la revolu- 109 TEORÍAS DERIVADAS DEL PARADIGMA EXPLICATIVO
ción socialista no se puede realizar ad libitum a voluntad, solo con la voluntad. Cuando ya se
conocían las experiencias negativas de la Revolución de Octubre, fue añadido como requisito
indispensable lo formuló Gramsci la existencia del consenso social para el éxito de la revolución. Lo
que dejó de tener vigencia en el marxismo. Resumen de los planteamientos de Schaff. 1. La
desaparición de las clases medias. En lugar de ello, han aumentado. 2. Aumento del proletariado.
Ha disminuido su número. 3. Dictadura del proletariado. 4. Teoría de la plusvalía. 5. Valorización
negativa del mercado (sujeto actualmente a crítica, no solo desde el marxismo sino de otras
posiciones sociales y políticas). Marx formuló una valorización negativa del mercado capitalista y
postuló la creación de una economía planificada porque partía de la sociedad de mediados del
siglo XIX y de las relaciones económicas que entonces regían. 6. Pienso, dice Schaff, que el
desarrollo social ha desmentido la tesis social sobre la religión. Temas de la teoría de Marx que
deben ser adaptados a nuestros tiempos. Tres son los temas y teorías del marxismo que deberían
actualizarse: 1. Problemas que se relacionan con la automatización de los procesos de producción
y de los servicios. 2. Existencia y papel de la clase obrera. 3. La problemática del Estado y de la
democracia. Como lo muestra la historia postMarx, podemos considerar que la hipótesis de la
desaparición del Estado es una utopía. 110 TEORÍAS DERIVADAS DEL PARADIGMA EXPLICATIVO La
teoría de la acción comunicativa de Habermas Jürgens Habermas, nacido en l922, se inscribió, en
sus comienzos en la teoría crítica (o Escuela de Francfort) de Horkheimer, Adorno, Marcuse y
Fromm, pero posteriormente sus ideas tomaron características propias, si bien basadas en algunas
temas de Marx (invertidos, en cierta manera) y de Weber, y como tema central, compartido con
sus compañeros de la teoría crítica, el de la racionalidad. En este campo, dos son las cuestiones
principales que trata de responder: ¿qué tipo de racionalidad le corresponde a las ciencias
sociales? y ¿en qué sentido la modernización de la sociedad puede ser considerada como un
proceso de racionalización? El tratamiento de estos temas se encuentra en su teoría de la acción
comunicativa expuesta en sus obras Teoría de la acción comunicativa I. Racionalidad de la acción y
racionalización social (Madrid: Taurus. l984) yTeoría de la acción comunicativa II. Crítica de la
razón funcionalista (Madrid: Taurus, 1987). Habermas comienza por introducir un nuevo tipo de
racionalidad la racionalidad comunicativa, al lado de la racionalidad instrumental que, de acuerdo
con Weber, consiste en elegir los medios más adecuados para alcanzar un fin. La racionalidad
comunicativa o de la acción comunicativa consiste en lograr la comprensión comunicativa, el
mutuo entendimiento, mediante el uso del lenguaje. En palabras de Habermas: Las acciones de los
agentes implicados en ella (en la acción comunicativa) se coordinan no mediante cálculos
egocéntricos del éxito sino mediante actos para lograr la comprensión. En la acción comunicativa
los participantes no se orientan principalmente hacia su éxito; persiguen sus metas individuales
con la condición de que sean capaces de armonizar sus planes de acción sobre la base de
definiciones comunes de las situaciones (Habermas. Op.cit. 1987, pp. 286) La acción comunicatica
ocupa en Habermas el papel que tiene el trabajo en Marx, en cuanto esa acción es la que
constituye el fundamento de toda la vida sociocultural de una sociedad. También, a diferencia de
este último, para quien el trabajo estaba distorsionado en el capitalismo, al filósofo alemán le
preocupan los factores sociales que distorsionan la comunicación. Sobre el mismo asunto sostiene
que el tema central en el análisis de la racionalización es el que se refiere a la acción comunicativa.
La racionali- 111 TEORÍAS DERIVADAS DEL PARADIGMA EXPLICATIVO zación en este campo
conduce al control de los factores que impiden la libre comunicación, entre ellos, la ideología que
la distorsiona. Según Habermas, el desarrollo de la sociedad no consiste precisamente en un
nuevo sistema de producción, sino en el paso a un sistema de mayor racionalidad en el cual se han
suprimido las barreras que impiden o distorsionan la comunicación y en el cual las ideas se
discuten libremente. En este contexto, los mejores argumentos que surgen del discurso, y que no
están determinados por la fuerza ni el poder, definen lo que es verdadero y válido. Los factores
que impiden el consenso debe ser removidos para alcanzar la sociedad ideal. Si bien Habermas fue
considerado un neomarxista, sus nuevos trabajos lo alejan de tal posición e incluso de la teoría
crítica. Sus planteamientos teóricos más actuales lo han llevado a interesarse por las ideas de
Herbert Mead, Talcott Parsons, Alfred Schutz y Emilio Durkheim, a pesar de que sus
preocupaciones principales siguen siendo la acción comunicativa y el proceso de racionalización
según la versión weberiana. A las ideas anteriores ha agregado otras referidas al mundo de la vida,
con conceptos tomados de Schutz (la sociedad se concibe desde la perspectiva del sujeto), al
sistema (las instituciones sociales, el Estado y la economía y la perspectiva del observador
externo); a la integración social e integración del sistema (conexión entre el mundo de la vida y el
sistema) y a la colonización (imposición de la racionalidad del sistema al mundo de la vida). Es
importante señalar que dentro de este último tema, Habermas considera los movimientos sociales
que buscan una mayor igualdad, un mayor cuidado del medio ambiente y la preservación de la paz
como reacciones a los ataques del sistema al mundo de la vida. La gran tarea de la sociedad
consiste en buscar la armonía entre esos dos componentes. 112 TEORÍAS DERIVADAS DEL
PARADIGMA EXPLICATIVO Bibliografía recomendada para la unidad Alexander, Jeffery C.
Neofuntionalism. Beverly Hills, Ca.: Sage, 1985. Colomy, Paul. Editor. Neofunctionalistic sociology.
Brookfield, Vt.: Edgar Publishing, 1990. Laclau, Ernesto & Chantal Mouffe. Hegemony and
socialistic strategy for democratic politics. Londres: Verso, 1985. Ritzer, George. Teoría sociológica
contemporánea. Madrid: McGraw Hill, 1993. Cap. 5: Interaccionismo simbólico; Cap. 6: Sociología
fenomenológica y etnometodológica. Schaff, Adam. El marxismo a final de siglo. Barcelona :
Editorial Ariel, 1994. Cap. 1: ¿Por qué soy marxista?; Cap. 2: ¿Qué ha muerto y qué sigue vivo en el
marxismo?. 113 TEORÍAS DERIVADAS DEL PARADIGMA EXPLICATIVO Autoevaluación Nº 4 1.
Exponga, de manera breve, las principales ideas del interaccionismo simbólico. ¿Qué hacen los
actores en una determinada situación, según esta teoría? 2. ¿Qué diferencias importantes existen
entre el neofuncionalismo de Alexander y el funcionalismo de Parsons? 3. ¿Cómo se da la
diferenciación dentro del sistema social, según Colomy? 4. Señale las características más
importantes del neomarxismo posmoderno. 5. ¿Qué temas del marxismo clásico: a. permanecen;
b. dejan de tener vigencia, según Schaff? 6. ¿Qué buscan los actores en la acción comunicativa,
según Habermas? ¿En qué consiste, en esta teoría, el desarrollo de la sociedad? ¿En qué consiste
la colonización del mundo de la vida¨por el sistema? Exponga este concepto según su propio
punto de vista. 114 TEORÍAS SERIVADAS DEL PARADIGMA EXPLICATIVO Control de lectura Nº 4 1.
¿Qué diferencias existen entre el objeto real y el objeto científico? ¿En qué consisten, al respecto,
las abdicaciones del positivismo? 2. ¿Cuál es la crítica de los autores a la entrevista no dirigida? 3.
¿Cuál es la crítica a una pregunta cerrada? 4. ¿Cuándo la utilización de diferentes técnicas pueden
contribuir al conocimiento del objeto de investigación? 5. Sintetice la exposición que se hace en
esta lectura sobre el papel que desempe- ña el tipo ideal en la construcción de las hipótesis. 6.
¿Cuáles son las principales características del modelo teórico? 115 ALGUNAS CONCLUSIONES A.
Conclusiones relativas a las ciencias sociales explicativas 1. Las ciencias sociales que han buscado
constituirse de acuerdo con el modelo de las ciencias naturales no han podido formular teorías
deductivas como se dan en aquellas ciencias. Posiblemente, no podrán hacerlo porque no existen
proposiciones generales sustantivas, no triviales, válidas para toda una población en estudio, que
sirvan de premisas en una estructura que relacione lógicamente un grupo de proposiciones de tal
modo que unas puedan ser deducidas de las otras. Por ejemplo, no se puede decir que todas las
personas son autoritarias, o que todos los grupos de católicos tienen mayor cohesión que todos
los grupos protestantes. 2. En el campo de la investigación cuantitativa existe un gran número de
marcos conceptuales, marcos teóricos y marcos de antecedentes, que son conceptualizaciones
construidas, no siempre, sobre una o dos hipótesis centrales, pero cuyos elementos no están
relacionados en forma lógica, en sentido estricto. Como ejemplos, podemos citar la teoría de la
estratificación, la teoría del capital humano, del conflicto social, de los códigos lingüísticos, etc. 3.
También, en este campo, se han reunido conjuntos de investigaciones realizadas sobre un mismo
tema o sobre temas relacionados con un tema principal, los cuales reciben el nombre de
programas de investigación que, en términos amplios, se vinculan con el concepto del mismo
nombre utilizado por Lakatos. Ejemplos de tales programas son: programa sobre el pensamiento
del profesor, programas sobre el pensamiento del alumno, sobre ecología del aula, etc. 4. En
tanto, las ciencias sociales no contienen teorías deductivas, no pueden explicar deductivamente;
que se considera como la más alta forma de explicación en las ciencias naturales. Sólo pueden dar
explicaciones estadísticas de acuerdo con las cuales sólo es probable que un cierto suceso tenga
determinada característica. Por ejemplo, si se hace un estudio y se encuentra que el 65 % de las
personas de 116 ALGUNAS CONCLUSIONES estrato alto están a favor de la discriminación racial,
entonces con respecto de un individuo de ese estrato podremos decir que es probable que
también sea racista. 5. En el caso de la explicación estadística basada, en un resultado obtenido en
una población A en un tiempo T, tampoco podemos afirmar con seguridad que se encontrará el
mismo resultado en una población B con las mismas características que las de A, ( lo cual es, en
sentido estricto, imposible de conseguir ) en un tiempo posterior a T. 6. La explicación post
factum, presentada en el módulo, sólo podrá tener un valor probable si la hipótesis causal que
contiene es comprobada en un estudio empírico posterior. En todo caso, vale la observación
hecha en el anterior numeral 5. En resumen, las ciencias explicativas no han logrado alcanzar,
como lo pretendían desde sus comienzos, ni la estructura lógica de las ciencias naturales ni la
explicación deductiva de los fenómenos sociales que estudia. B. Conclusiones relativas a las
ciencias sociales interpretativas. 1. Las ciencias sociales interpretativas no han podido señalar con
claridad cuál es la estructura de las teorías conforme a la cual deberían constituirse. Si tomaran la
forma de una teoría deductiva, entonces, llegarían al mismo resultado que las ciencias
explicativas, es decir, la deducción permitiría explicar, pero no interpretar los fenómenos. Pero, la
característica idiográfica de sus estudios (estudio en profundidad de casos individuales) implicaría
que habría tantas teorías como estudios realizados. 2. Respecto de la situación de la construcción
teórica de las ciencias sociales interpretativas, es importante la cita siguiente, que corresponde a
uno de los más destacados investigadores en ese campo: La investigación cualitativa, como un
conjunto de prácticas investigativas, no privilegia ninguna metodología sobre otra. Como sitio de
discusión o discurso, la investigación cualitativa es difícil de ser definida con claridad. No tiene
teoría o paradigma que sea distintivamente suyo ...Tampoco la investigación cualitativa tiene un
cuerpo distintivo de métodos que les sean propios. Los investigadores cualitativistas usan la
semiótica, la narración, el análisis del discurso, el análisis fonético e incluso la estadística. También
utilizan los enfoques, métodos y técnicas de la etnometodología, la fenomenología, 117 ALGUNAS
CONCLUSIONES hermenéutica, feminismo, rizomática, descontructivismo, etnografías,
psicoanálisis, encuestas, observación participante, entre otros ... (Norman Denzin & Yvonna
Lincoln Introduction: Entering the Field of Qualitative Research. En N. Denzin & Y. Lincoln, eds.
Handbook of Qualitative Research. Thousand Oaks, Cal: 1994, p. 3). 3. No hay unanimidad en el
concepto de comprensión (verstehen) entre los diversos autores que lo utilizan. El concepto varía
de Weber a Dilthey, de Schutz a Weber, de Habermas respecto a Weber, etc. 4. El concepto de
interpretación tampoco tiene un mismo uso. Por ejemplo, para unos autores es la búsqueda y
entrega directa de las definiciones dadas por los actores en una cierta situación social (por
ejemplo, en el interaccionismo simbólico ); para otros, esas significaciones deben ser
reinterpretadas por el investigador ( Geertz, Giddens). Para Denzin son cuentos (tales, stories) que
se cuentan entre sí los investigadores, etc. 5. Si bien las situaciones dadas en la construcción de las
ciencias sociales indican que quedan muchos problemas por resolver, el aporte de conocimientos
sobre la realidad social, sobre sus instituciones, sobre sus procesos de cambios, sobre situaciones
de conflicto, sobre problemas sociales (pobreza, analfabetismo, salud, etc.) han tenido, tienen y
tendrán una importancia significativa, tanto en la elaboración teórica como en la práctica social. 1.
Problemas científicos y problemas filosóficos. Bunge, Mario ...........................................................
121 2. Los fundamentos del conocimiento en la vida cotidiana. Peter Berger y Thomas Luckmann
....... 150 3. La producción y reproducción de la vida social. Anthony Giddens
..................................................... 165 4. La construcción del objeto. Pierre Bourdieu y otros
........................................... 187 5. Variedades de la teoría feminista contemporánea. George Ritzer
............................. 214 120 LECTURAS COMPLEMENTARIAS 121 LECTURAS COMPLEMENTARIAS
Lectura complementaria Nº 1 Tomada de: Mario Bunge. La investigación científica. Barcelona:
Ediciones Ariel, 1969, págs. 208-230, 240-244. Problemas científicos No todo problema, como es
obvio, es un problema científico: los problemas científicos son exclusivamente aquellos que se
plantean sobre un trasfondo científico y se estudian con medios científicos y con el objeto
primario de incrementar nuestro conocimiento. Si el objeto de la investigación es práctico más que
teórico, pero el trasfondo y los instrumentos son científicos, entonces, el problema lo es de ciencia
aplicada o tecnología, y no de ciencia pura (Cír. 1.5). Sin embargo, no es una línea rígida la que
separa los problemas científicos de los tecnológicos, pues un mismo problema, planteado y
resuelto con cualesquiera fines, puede dar una solución que tenga ambos valores, el cognoscitivo y
el práctico. Así, por ejemplo, los estudios de ecología y etología de los roedores pueden tener a la
vez valor científico y valor práctico para la agricultura y la medicina. La clase de los problemas
científicos que es ella misma una subclase de los problemas de conocimiento puede analizarse de
varios modos. Aquí se adoptará la siguiente dicotomía: Problemas sustantivos o de objeto (Ej.:
¿Cuántos A existen?) Científicos de estrategias o procedimiento (Ej.: ¿Cómo contaremos los A?)
Mientras que los problemas de objeto se refieren a las cosas, los de procedimiento se refieren a
nuestros modos de conseguir noticias de las cosas, y a nuestro conocimiento en general. Los
problemas sustantivos pueden subdividirse a su vez en problemas empíricos y conceptuales, y los
de estrategia en problemas metodológicos y valorativos 122 LECTURAS COMPLEMENTARIAS o de
estimulación. La resolución de los problemas empíricos exige operaciones empíricas, además del
ejercicio del pensamiento, mientras que los problemas conceptuales son objeto sólo de trabajo
cerebral, aunque pueden requerir conceptualizaciones de operaciones empíricas y de datos. Los
problemas metodológicos y valorativos son unos y otros conceptuales por lo que hace al modo de
plantearlos y resolverlos; difieren en que, mientras que las soluciones a problemas valorativos son
juicios de valor, las soluciones a problemas metodológicos están libres de valoración. Las tablas 4.2
y 4.3 exponen algunas de las especies más importantes de los cuatro géneros de problemas: Tabla
4.2. Problemas sustantivos 1. Problemas empíricos 1.1 Hallazgo de datos: caracterización de
objetos de experiencias 1.1.1 Observación 1.1.2 Enumeración 1.1.3 Medición 1.2 Fabricación de
instrumentos, su calibración, preparación de drogas, etc. 2. Problemas conceptuales 2.1
Descripción: caracterización de individuos y clases 2.2 Ordenación: clasificación y ordenación de
conjuntos 2.3 Dilucidación: interpretación de signos y afinamiento de conceptos 2.4 Deducción
2.4.1 Cómputo (p. e., hallar el valor de una variable) 2.4.2 Demostración de teoremas 2.4.3
Comprobación de soluciones 123 LECTURAS COMPLEMENTARIAS 2.4.4 Explicación: dar razón de
hechos y generalizaciones empíricas con base en teorías 2.4.5 Proyección: predicción o
retrodicción de hechos 2.5 Construcción: invención de ideas 2.5.1 Introducción de nuevos
conceptos 2.5.2 Introducción de generalizaciones empíricas 2.5.3 Introducción de hipótesis de
nivel superior que subsuman generalizaciones empíricas 2.5.4 Construcción de sistemas de
hipótesis de nivel alto (teorías) 2.5.5 Reconstrucción de teorías (investigación de fundamentos o
básica) 2.6 Metalógica: descubrimiento y eliminación de inconsistencias, demostraciones de
consistencia e independencia, etc. Tabla 4.3. Problemas de estrategia 1. Metodológicos 1.1
Convenciones: establecimiento de reglas de designación, escalas de medición, unidades de
medición, niveles de relevancia, etc. 1.2 Técnicas: arbitrio de tácticas para examinar problemas,
observar, medir, etc. 1.3 Disposición de experimentos: preparación de experimentos 1.4
Disposición de teorías: preparación de la construcción de teorías 1.5 Examen de métodos: examen
y crítica de todo o anterior 2. Valorativos 2.1 Estimación de datos, hipótesis, teorías, técnicas y
equipo de material con base en los objetivos dados 2.2 Estimación fundamental: examen de los
objetivos mismos 124 LECTURAS COMPLEMENTARIAS Por definición, no se presentan en la ciencia
formal problemas empíricos; y cuando un problema de la ciencia formal se traduce por un
problema factual análogo, la solución a este último tiene que traducirse inversamente al contexto
inicial. Los problemas empíricos se mezclan con problemas conceptuales; no se caracteriza por una
falta total de consideraciones teoréticas en su planteamiento y manejo, sino por la presencia de
operaciones empíricas en el curso de sus resoluciones. En cambio, los problemas conceptuales no
requieren operaciones empíricas sino, a lo sumo, ideas sugeridas por éstas. Por lo que hace a los
problemas metodológicos, estos son de particular importancia en las ciencias más jóvenes; por
ejemplo, el interés por tales problemas que existe en la sociología contemporánea es comparable
al interés por tales problemas que acompañó a la naciente física moderna hacia finales del siglo
XVII. En ambos casos se descubrió que el planteamiento tradicional era erróneo y se buscaron
métodos completamente nuevos. Por último, la inclusión de problemas de valoración en la ciencia
puede hacer que se frunzan muchos ceños filosóficos, a causa de la arraigada dicotomía hecho
valor. Se dirá: ¿No es acaso un hecho que la ciencia moderna no ha podido empezar hasta que la
naturaleza quedó liberada de valores y de otros atributos antropomórficos? Y sí, es un hecho; pero
es un hecho irrelevante: la naturaleza está limpia de valores, pero la ciencia natural no se ocupa
sólo de problemas sustantivos, sino también de la invención y los modos analíticos de manejar
tales problemas, trabajo en el cual se formulan juicios de valor. Cada vez que un experimentador
se encuentra con el problema de elegir entre diferentes equipos materiales para un determinado
fin, estimará, de un modo u otro, factores como el alcance, la precisión, la flexibilidad de uso, la
seguridad y el costo de los diversos equipos, con el fin de formularse un juicio de valores global,
análogamente, el teórico comparará las varias hipótesis concurrentes y las teorías también desde
el punto de vista de su alcance en extensión, su profundidad, el apoyo que reciben de otros
campos de investigación, y hasta desde el de la elegancia formal. Toda decisión se basa en un
conjunto de juicios de valor, y en la investigación científica se están tomando constantemente
decisiones, aunque éstas no se presenten explícitamente en el resultado, el cuerpo de
conocimiento sustantivo. La agrupación de problemas esbozada en las tablas 4.2 y 4.3 no es
enteramente adecuada como división a causa de que la mayoría de los problemas científicos
enteros son lo suficientemente ricos como para caer simultáneamente bajo las cuatro categorías a
la vez. Por eso empírico, conceptual, metodológico y valorativo no deben entenderse como
características que se excluyan recíprocamente, sino más bien como propieda- 125 LECTURAS
COMPLEMENTARIAS des que pasan alternativamente a primer plano en el curso de la
investigación. Así, por ejemplo, el problema consistente en averiguar el efecto de una
determinada droga sobre el sistema nervioso puede descomponerse en las siguientes tareas: (i) el
problema metodológico de arbitrar los experimentos adecuados y elegir el nivel de relevancia de
las correlaciones halladas con la ayuda de experimentos; (ii) el problema empírico de confeccionar
la droga o el medicamento o de purificarla, administrarla y registrar sus efectos; (iii) el problema
conceptual de interpretación de los datos y formulación de hipó- tesis acerca del modo de acción
de la droga (p. e., mecanismos de reacción activos en el organismo); y (iv) el problema valorativo
consistente en averiguar si la droga en cuestión es mejor o peor, respecto de ciertos fines, que las
otras propuestas. Nuestra lista no agota tampoco los problemas que se presentan en la
investigación científica, varios de los cuales no son propiamente científicos. Problemas de
presupuesto, de suministro, de división del trabajo, de entrenamiento e integración del equipo o
colectivo de científicos, etc. son susceptibles de planteamiento científico, con lo que ellos mismos
se convierten en problemas científicos: a medida que la investigación va convirtiéndose en una
rama importante de la producción, los problemas de su administración y dirección tienden a
plantearse con la ayuda de la investigación operativa, la psicología social, etc. Pero por lo común
esos problemas siguen aún tratándose a un nivel precientífico, a causa de la influencia de la
tradición y a causa también de que las teorías de la acción no están lo suficientemente
desarrolladas para que se imponga su aplicación. Tras haber hablado de la taxonomía de los
problemas científicos podemos interesarnos ahora por sus filogénesis. Los problemas científicos
no nacen en el vacío, sino en el humus de un cuerpo de conocimiento preexistente constituido por
datos, generalizaciones empíricas, teorías y técnicas. Si se siente el deseo de averiguar, digamos la
fórmula química exacta del óxido de platino, ello se debe a que conocemos o sospechamos la
existencia de ese óxido y, además, (i) algunas de las propiedades del óxido de platino (datos), (ii)
algo acerca de las leyes de los enlaces químicos (teoría), y (iii) ciertos procedimientos empíricos
como el análisis por rayos X (técnicas). En cambio, el que pregunta ¿Cuál es el sentido de la vida? o
¿Cuál es el sentido de la historia? podrá proceder sin datos, teorías ni técnicas, 126 LECTURAS
COMPLEMENTARIAS porque está planteándose cuestiones indeterminadas, aunque no sea más
que por la ambigüedad de los términos ‘ sentido’ , ‘ vida’ e ‘ historia’ . La mera selección de
problemas está ya determinada por el estado del conocimiento particularmente por sus lagunas,
por nuestros fines y por nuestras posibilidades metodológicas. Cuando el conocimiento que hace
de trasfondo es escaso, los problemas importantes no pueden formularse sino vagamente y, por
tanto, es difícil que se resuelvan. (Por eso no puede sorprendernos que las ciencias del hombre
estén aún manejando problemas relativamente modestos y dejando por el momento las
cuestiones más profundas en manos de los pseudocientíficos: los científicos no disponen aún del
marco adecuado las teorías en el cual pueden plantearse correctamente esos problemas
profundos). Consideremos, por ejemplo, la cuestión de si un caballo puede convertirse en un
animal trepador: esa pregunta no puede ni siquiera plantearse fuera del contexto de una teoría de
la evolución. O tenemos la pregunta que se formuló Einstein de joven y que dio origen a su teoría
general de la relatividad: ¿Por qué la aceleración de un cuerpo inmerso en un campo gravitatorio
no depende de la masa de ese cuerpo? La pregunta de Einstein habría sido estrictamente un
sinsentido para Newton, por ejemplo: era imposible formularla antes de que se constituyeran las
teorías clásicas de la gravitación y de la electrodinámica. Toda teoría delimita el conjunto de los
problemas que pueden formularse. Además, los problemas no surgen, no son impersonalmente
dados al investigador: sino que el científico individual, con su acervo de conocimiento, su
curiosidad, su visión, sus estímulos y sus tendencias, registra el problema o incluso lo busca. Por
tanto, la idea de que toda rama de la ciencia tiene su propio y permanente equipo conceptual es
errónea: en la ciencia, como en el catch-as-catch-can, cada cual se sirve de lo que puede. Si todos
los biólogos aprendieran teoría de conjuntos, teoría de relaciones, teoría de retículos, ecuaciones
diferenciales e integrales, utilizarían todo eso simplemente porque se les ocurrirían nuevos
problemas biológicos que requirieran esos instrumentos de formulación o bien los utilizarían para
formular con más precisión y resolver los problemas habituales. Análogamente, si el psicólogo que
estudia la formación y la evolución de los conceptos básicos en el niño estuviera más familiarizado
de lo que suele estarlo con conceptos que no fueran estrictamente los de clase, seguramente
prestaría más atención a la ontogénesis de los conceptos relacionales y cuantitativos. Hasta los
físicos se beneficiarían de un cierto entrenamiento en lógica pura: no hablarían, entonces, de
definiciones operativas u operacionales, no 127 LECTURAS COMPLEMENTARIAS intentarían
encontrar los conceptos básicos (primitivos) precisamente entre los que se refieren a rasgos
observables, y no creerían que la única y definitiva forma de contrastar positivamente las teorías
es la predicción con éxito. La simple curiosidad no engendra problemas: rara vez nos planteamos
problemas para cuyo tratamiento carezcamos de todo procedimiento adecuado. Y cuando
carecemos de ellos pero notamos al mismo tiempo que el problema es importante, nos
planteamos en seguida el problema ulterior de arbitrar nuevos métodos, problema que es
metodológico, no sustantivo. Esto es lo que hizo Pavlov al enfrentarse con el problema de hallar
una ciencia objetiva del comportamiento; es también lo que hizo Aston cuando tropezó con la
imposibilidad de separar isótopos con las técnicas (químicas) de análisis de que disponía. Como es
natural, ni Pavlov ni Aston habrían formulado sus respectivos problemas si no hubieran sabido que
los procedimientos entonces disponibles eran inadecuados, ni tampoco si no hubieran tenido la
esperanza de hallar otros nuevos. Pero tampoco basta con tener una técnica para la resolución del
problema: tenemos que poseer también un conjunto de datos. En el caso ideal se tratará del
conjunto necesario y suficiente de elementos de información. En la investigación real lo más
frecuente es que nos encontremos en alguno de estos otros casos: (i) demasiado pocos datos, lo
cual exige complementar la información o buscar una solución aproximada; (ii) demasiados datos:
un gran numero de elementos de información, en parte irrelevantes, en parte en bruto o sin
digerir por la teoría, y sólo en parte adecuados, esto exige entonces una previa selección y
condensación de datos a la luz de nuevas hipótesis o teorías. La posesión de un acervo de datos,
técnicas y teóricas es, pues, necesaria para plantear y atacar un problema científico. Pero no es
suficiente. Tenemos que estar razonablemente seguros de que seremos capaces de reconocer la
solución una vez que la hayamos encontrado. Además, tenemos que estipular por anticipado: (i)
qué clase de solución va a considerarse adecuada y (ii) qué clase de comprobación de la solución
propuesta se considera satisfactoria. De no ser así podremos perdernos en una investigación
estéril o una discusión sin fin. Por ejemplo, si uno se plantea el problema consistente en aclarar el
mecanismo por el cual se produce la materia viva, y ello con la intención de refutar el vitalismo, los
dos contendientes tendrán que ponerse antes de acuerdo (i) acerca de si lo 128 LECTURAS
COMPLEMENTARIAS que se considerará necesario y suficiente será la síntesis de un virus o la de
un organismo del orden de magnitud de la ballena; y (ii) acerca de la clase de propiedades que
tiene que poseer el organismo artificial para ser considerado como un ser vivo. Además de
estipular por anticipado cuál tiene que ser el aspecto de la solución, con objeto de poder
reconocerla como tal cuando se consiga tenemos que plantearnos el problema de la existencia y la
unicidad de la solución antes de intentar resolver el problema inicial. En la matemática pura y en
las ciencias que utilizan la matemática, esas cuestiones previas están armadas: la existencia de la
solución y su carácter único se demuestran, o bien se demuestra que no existe solución, o que, si
existe, no es única. (En la práctica, se procede con la esperanza de que exista una solución única, y
no se intenta demostrarlo hasta que se presentan dificultades; pero en todo caso se reconoce que
las demostraciones de existencia y de unicidad son lógicamente anteriores a los intentos de
resolver el problema). Como es natural, la demostración de que existe una solución no garantiza
que se le vaya a encontrar: muchas veces, por falta de métodos adecuados, no podemos pasar de
una solución aproximada. La importancia de asegurar la existencia de una solución única (aunque
acaso de varios miembros) es tan clara como la del asegurar la existencia de solución en general.
Sólo las soluciones únicas pueden usarse para dar explicaciones no ambiguas del comportamiento
de las cosas: piénsese en un campo de fuerzas descrito por una función que tenga más de un valor
para cada punto del espacio (función multivalorada). Los teoremas de existencia y de unicidad
especifican en que condiciones existe una solución y/o si esa solución es única. Estas condiciones
pueden no pertenecer al conjunto de los datos iniciales: pueden tener que obtenerse de la teoría
en la cual se inserta el problema. Podemos ahora resumir las condiciones, necesarias y suficientes
para que un problema pueda considerarse como un problema científico bien formulado: (i) tiene
que ser accesible un cuerpo de conocimiento científico (datos, teorías, técnicas) en el cual pueda
insertarse el problema, de tal modo que sea posible tratarlo: los problemas enteramente sueltos
no son científicos; (ii) el problema tiene que estar bien formulado en el sentido de las exigencias
formales expuestas en la Secc.4.2; (iii) el problema tiene que estar bien concebido en el sentido de
que su trasfondo y, en particular, sus presupuestos no sean ni falsos ni por decir; (iv) el problema
tiene que estar delimitado: un planteamiento que no sea progresivo, paso a paso, no es científico;
(v) hay que hallar las condiciones de existencia y unicidad de la solución; (vi) hay que formular
anticipadamente estipulacio- 129 LECTURAS COMPLEMENTARIAS nes acerca del tipo de solución y
el tipo de comprobación de la misma que resultarían aceptables. El respeto de estas condiciones
no garantiza el éxito, pero sí ahorra pérdidas de tiempo. Esas condiciones son necesarias y
suficientes para que un problema sea un problema científico bien formulado: pero hay problemas
de este tipo que resultan vacíos o irrelevantes, mientras que problemas mal formulados pueden
ser de mucho interés. Para que la investigación científica sea fecunda, hay que añadir una
condición muy importante de orden psicológico, a saber, que el problema sea interesante para
alguien, que esté bien equipado para estudiarlo. La investigación científica, al igual que el arte o
que la política, exige pasión para que sea fecunda. Es claro que no hay recetas para enamorarse de
problemas, aparte de las de ocuparse de ello. Y eso requiere una familiaridad previa con las
motivaciones científicas (cognoscitivas, no personales) del problema, las cuales se hallan
examinando el planteamiento. Ahora bien: la familiaridad con el planteamiento de problemas y el
desarrollo de una sensibilidad al respecto dependen tanto de las tendencias del individuo cuanto
del estado de la ciencia por la cual se interesa. Y este estado se caracteriza no sólo por los logros
ya conseguidos, sino también por las tendencias, características y modas del momento. Porque,
efectivamente, hay modas en la ciencia, igual que en cualquier otra rama de la cultura. El
comportamiento instintivo, como la nidación y la migración de las aves, el tejido de telas por las
arañas y las formas de comunicación de las abejas, han sido temas favoritos de la biología (más
precisamente: de la etología) durante la segunda mitad del siglo pasado, y, en cambio, llegaron a
ser casi desprestigiadores hacia fines de la década de 1930. Volvieron a ponerse de moda, o a ser
respetables, esos temas después de la segunda Guerra Mundial, y ello por sus buenas razones. La
anterior investigación había sido exclusivamente descriptiva, ajena a la teoría: esa era una razón
para despreciarla. Pero con el desarrollo de la ciencia del control y la comunicación resultaron
posibles planteamientos más profundos; también podían seguirse mejor ahora las relaciones entre
genotipo y comportamiento; por último, era evidente que la etología tenía un gran interés para las
nuevas ciencias psicológica y sociológica. Había pues motivos razonables para que resucitarán el
interés por el comportamiento instintivo. Pese a lo cual puede, de todos modos, registrarse un
pequeño elemento de superficialidad dictada por la moda en esa resurrección del tema: la
mayoría de la gente gusta de estar al día, no sólo en cuanto a conocimiento y planteamiento, sino
también respecto de los temas mismos; esto no es ya nada razonable, 130 LECTURAS
COMPLEMENTARIAS pues los temas son esencialmente sistemas problemáticos, y los problemas
deben apagarse en la medida en que se resuelven, no porque se dejen a un lado. El darse cuenta
de que la selección de problemas está parcialmente determinada por el clima intelectual del
momento, y que ese clima incluye un elemento de mera moda es importante para evitar la
subestimación y, consiguientemente, la falta de apoyo de que puede sufrir una investigación seria
pero que no esté de moda; sólo investigadores ya muy reputados pueden permitirse el trabajo en
una investigación así. El valor de los problemas no depende de los muchos o pocos que los cuiden
en un momento dado, sino de los cambios que su estudio podría imponer a nuestro cuerpo de
conocimientos. Supongamos, por último, que hemos tropezado con un problema científico bien
formulado que resulta además interesarnos: ¿podemos averiguar si será un problema fecundo en
vez de un mero pasatiempo agradable? No se conocen condiciones necesarias que garanticen la
fecundidad de un problema, ni por lo tanto de su investigación. Pero todo problema científico, si
se estudia seriamente, dará algún fruto antes o después, porque los problemas científicos son por
definición sistémicos: se presentan o pueden introducirse en un sistema, y ya esto garantiza que
su investigación tendrá algún efecto. Las cuestiones sueltas reciben soluciones también sueltas
que no llevan a ninguna parte; pero si se da un paso en algún punto de una línea de investigación,
puede ser que se mueva hacia delante toda esta línea, o sea, que puedan plantearse nuevos
problemas. Por eso, una organización inteligente de la ciencia, lejos de exigir resultados
inmediatos, impulsará la investigación de todo problema científico bien formulado que haya
surgido en la imaginación de un investigador competente. O sea, la organización de la ciencia, si es
inteligente, asegurará la libertad de investigación, la cual es, en gran medida como veremos
pronto, libertad de planear. Un paradigma, un marco y una comparación A diferencia de los no
científicos, los problemas científicos son miembros de sistemas problemáticos, o sea, constituyen
conjuntos de problemas lógicamente interrelacionados. Un sistema problemático es un conjunto
parcialmente ordenado de problemas, esto es, una secuencia ramificada de problemas dispuestos
en orden de prioridad lógica. El descubrimiento y la modificación de esa ordenación parcial de los
problemas es una parte de 131 LECTURAS COMPLEMENTARIAS la estratega de la investigación, y
hay que esbozarla, aunque sea esquemáticamente, para que la investigación no sea casual, lo que
la haría estéril o casi estéril. Los problemas de rutina son los que pueden tratarse con estrategias
ya fijadas, por que no se presentan grandes novedades en el curso de su investigación. Los
problemas de investigación, por su parte, exigen estrategias varias: la ordenación (parcial) de los
problemas puede tener que alterarse en el curso de la investigación más de una vez, a media que
los resultados arrojan nueva luz sobre los problemas iniciales, y a medida que se presentan nuevos
problemas que no habían sido previstos cuando se planeó la estrategia inicial. La necesidad de
cambiar de plan corrobora, en vez de refutar, la tesis de que la investigación científica es
investigación planeada, aunque sea sólo parcialmente y a pequeña escala: no podría ser de otro
modo, puesto que la investigación consiste en manejar conjuntos (sistemas) parcialmente
ordenados de problemas. La libertad de la investigación científica no consiste en una ausencia de
orientación o programa, sino en la libertad de elegir sistemas problemáticos, planteamientos,
métodos y soluciones sin más objetivos que la consecución de la verdad. La investigación no es
libre cuando carece de plan, sino cuando son los mismos investigadores quienes programan su
trabajo y cambian el programa en respuesta a necesidades internas. Ilustremos la sistematicidad
de los problemas científicos con un caso de interés en la ciencia social: la cuestión del poder, la
cual, desde luego, no es un problema suelto, sino un complejo sistema problemático. Ese sistema
puede analizarse, aunque no de modo único, para obtener los siguientes pasos ordenados. 1.
¿Cómo se describe el poder? 1.1. ¿Cuáles son los ejemplos típicos de situaciones de poder? O sea:
¿qué casos, intuitivamente (presistemáticamente) reconocidos como incidentes de una relación
de poder, debemos considerar como típicos? 1.2. ¿Qué factores son relevantes para el poder?
¿Cuáles son las variables de que depende el poder? ¿Recursos naturales? ¿Fuerza de trabajo?
¿Nivel técnico? ¿Fuerza represiva? ¿Ideas? Y ¿qué factores son concomitantes con el poder? ¿La
organización jerárquica? ¿El privilegio? ¿El derecho? ¿La Violencia? ¿El adoctrinamiento? ¿La
corrupción? 132 LECTURAS COMPLEMENTARIAS 1.3. ¿Dónde rige la relación de poder? ¿En la
naturaleza o sólo en la sociedad? Si lo último es el caso, ¿al nivel individual, al molecular o en
ambos? O sea: ¿cuáles son los relata de la relación de poder: individuos, grupos o unos y otros?
1.4. ¿Cuál es la taxonomía del poder? ¿Cuáles son las clases de poder y de situaciones de poder, y
cómo se relacionan esas clases? 2. ¿Cómo se analiza el poder? 2.1. ¿Cómo debe plantearse el
problema del poder? ¿Qué punto de vista debe adoptarse? ¿Debe seleccionarse una clase especial
de poder (económico, político, ideológico) o debe estudiarse el poder en general? ¿Debe
estudiarse el aspecto psicológico o el aspecto social del poder, o ambos? ¿Debemos adoptar un
punto de vista externo (fenomenológico) o estudiar los mecanismos del poder? En el primer caso
podemos elegir como variables básicas las probabilidades de los varios medios que puede emplear
la unidad y para conseguir un fin dado, y estudiar por qué se alteran esas probabilidades cuando y
cae bajo el poder de x. En un paso anterior podemos desear un planteamiento más profundo,
intentando analizar esos cambios de probabilidad sobre la base de los recursos que x e y pueden
movilizar para alzar sus objetivos, y sobre la base de la habilidad sobre la cual manejan esos
recursos. 2.2. ¿Cómo se define el poder? ¿Qué propiedades son necesarias y suficientes para
caracterizar la relación de poder? Es, sin duda, un relación de orden, pero ¿qué más es? Si la
definición tiene que servir como criterio operativo para reconocer el ejercicio del poder, si debe
contestar a la pregunta ´¿Cómo se reconoce el poder?, entonces, los conceptos definientes tienen
que ser accesibles a la observación, directa o indirectamente; en otro caso no es necesaria tal
restricción. Podemos, por ejemplo, intentar la definición siguiente: x ejerce poder sobre y en el
respecto z si y sólo si el comportamiento de y en el respecto z en presencia de x difiere
sensiblemente del comportamiento de y en el respecto z cuando x no está presente. Toda
definición planteará a su vez ulteriores problemas: ¿es formalmente correcta y cubre los casos
típicos de poder en que estamos pensando? 133 LECTURAS COMPLEMENTARIAS 2.3. ¿Cómo se
mide el poder? ¿Debemos contentarnos con un concepto comparativo de poder, o podemos
analizarlo para obtener rasgos objetivos cuantitativos? En el caso de que emprendamos ese
segundo camino, ¿qué unidad de poder adoptaremos? 3. ¿Cómo se interpreta el poder? 3.1. ¿Cuál
es la estática del poder? ¿Cuáles son las relaciones de poder entre los miembros de un conjunto
cuando éste se encuentra en equilibrio? (Búsqueda de las leyes del equilibrio de poder). 3.2. ¿Cuál
es la cinemática del poder? ¿Cómo surgen las relaciones de poder y cómo cambian en el curso del
tiempo? ¿Qué configuraciones son inestables y cuáles con las direcciones más probables del
cambio: hacia el equilibrio o apartándose de él? (Búsqueda de las leyes de la evolución del poder).
3.3. ¿Cuál es al dinámica del poder? ¿Qué fuerzas pueden alterar la balanza del poder y qué
fuerzas pueden restablecer el equilibrio? (Búsqueda de las leyes del mecanismo del poder). Este
paradigma de la estrategia de la investigación es una secuencia de tres pasos principales:
descripción, análisis e interpretación. La resolución del problema de descripción requiere un
repaso de los datos sociológicos e históricos relevantes, y usa instrumentos analíticos más bien
elementales. Pero el éxito de las tareas descriptivas dependerá de la habilidad analítica del
investigador, así como de su acervo de conocimientos. Por de pronto, tiene que reconocer que el
poder no es una cosa ni una sustancia segregada por entidades poderosas, sino una relación;
luego, la taxonomía del poder puede ser ruda o sutil, según que se ignore o usen ideas de la teoría
de conjuntos. El segundo grupo de problemas, el análisis, es conceptual y metodológico. Una vez
elaborado en este estadio un concepto afinado de poder, el investigador puede retrotraerse al
estadio número uno para perfeccionar su anterior descripción. El último estadio, el de la
interpretación, consiste en formular hipótesis, leyes relativas al poder, y en establecer las
relaciones entre esos enunciados legaliformes: se trata de problemas de construcción. Una vez
construida una teoría razonablemente satisfactoria del poder, aumentará el número de los
problemas empíricos y metodológicos: en efecto habrá que someter la teoría a 134 LECTURAS
COMPLEMENTARIAS contrastación, tal vez no con la mera evidencia empírica ya disponible, sino
con otra adicional cuya búsqueda puede ser sugerida por la teoría misma, en el caso de que esta
nos sea un mero resumen fenomenológico. En el contexto de esa teoría podrán plantearse
problemas más ambiciosos como: ¿Por qué se desea el poder? y ¿cuándo y cómo empieza a
cambiar tal o cual configuración de poder y en qué sentido? Por último, la respuesta al problema
de valoración: ¿En qué medida es verdadera la teoría?, Supondrá la comprobación de la
adecuación de las respuestas suministradas por la teoría a las anteriores preguntas. El anterior
paradigma ilustra las tesis siguientes. (i)Los problemas científicos se presentan en grupos o
sistemas. (ii) Esos sistemas tienen que analizarse hasta llegar a problemas unidad. (iii) Esos
problemas unidad tienen que ordenarse, provisionalmente, al menos. (iv) Esa ordenación, o sea, la
estrategia de la resolución de problemas, tiene que establecerse de acuerdo con la naturaleza de
los problemas mismos y no en respuesta a presiones extracientíficas. (v) Toda estrategia de la
investigación, por modesta que sea, tiene que evitar su restricción a la mera recogida de datos, y
tiene que ocuparse también de problemas conceptuales y metodológicos, y a veces de estimación.
Vamos a intentar exponer el esquema general de la resolución de problemas en la ciencia factual.
El tratamiento de un problema o, por mejor decir, de un sistema problemático no empieza con el
efectivo trabajo de resolución, ni termina cuando se ha hallado una solución. Pueden distinguirse
cinco estadios principales: formulación, exploración preliminar, descripción, interpretación y
control de la solución. Cada estadio puede dividirse a su vez en cierto número de problemas
particulares; a continuación se da una lista más a título de ilustración que de enumeración
completa. 1. Formulación 1.1. ¿Qué es el problema? (identificación del programa) 1.2. ¿Cuáles son
los datos? (acervo de información) 1.3. ¿Cuáles son los supuestos? (acervo de ideas) 1.4. ¿Cuáles
son los medios, p. e., las técnicas? (acervo de procedimientos) 1.5. ¿Cuáles son las relaciones
lógicas implicadas, p. e., entre los datos y la incógnita? (Condiciones que relacionan los
constituyentes del problema) 135 LECTURAS COMPLEMENTARIAS 1.6. ¿Qué clase de solución se
desea? (esquema) 1.7. ¿Qué tipo de comprobación se necesita? (identificación de la solución) 1.8.
¿Por qué se busca una solución? (finalidad) 2. Exploración preliminar 2.1. ¿Qué aspecto tiene?
(búsqueda de analogías con lo conocido) 2.2. ¿Está definido? Si lo está, ¿cómo? (en el caso de
conceptos) 2.3. ¿Está presupuesto? Si lo está, ¿sobre qué base? (en el caso de supuestos) 2.4.
¿Está tomado como hipótesis? Si lo está, ¿con qué evidencia favorable? (en el caso de supuestos)
2.5. ¿Es observable? (en el caso de objetos físicos) 2.6. ¿Es contable o medible? (Ídem) 2.7. ¿Cómo
puede contarse o medirse? (ídem) 3. Descripción 3.1. ¿Qué es? (correlato) 3.2. ¿Cómo es?
(propiedades) 3.3. ¿Dónde está? (lugar) 3.4. ¿Cuándo ocurre? (tiempo) 3.5. ¿De qué está hecho?
(composición) 3.6. ¿Cómo están sus partes si las tiene interrelacionadas? (configuración) 3.7.
¿Cuánto? (cantidad) 136 LECTURAS COMPLEMENTARIAS 4. Interpretación 4.1. ¿Cuáles son las
variables relevantes? (factores) 4.2. ¿Cuáles con los factores determinantes? (causas) 4.3. ¿Cómo
están relacionadas las variables relevantes? (leyes) 4.4. ¿Cómo funciona? (mecanismo) 4.5. ¿De
dónde o de qué procede? (origen físico o lógico) 4.6. ¿En qué se transforma? (predicción) 5.
Control de la solución 5.1. ¿Cuál es el dominio de validez de la solución? (límites) 5.2. ¿Puede
obtenerse la misma solución por otros medios? (posible comprobación independiente) 5.3. ¿Era
conocida la solución? (originalidad) 5.4. ¿Es la solución coherente con el cuerpo de conocimiento
aceptado? (inserción) 5.5. ¿Qué diferencia si la supone significa la solución para el cuerpo de
conocimiento accesible? (efecto) Las cuestiones de formulación, de exploración preliminar y de
control se presentan en la ciencia formal igual que en la factual (como ha mostrado G. Polya). Las
tres primeras cuestiones de la exploración preliminar son comunes también a todas las ciencias,
sean formales o factuales, y lo mismo puede decirse de los dos primeros problemas descriptivos.
Los problemas de interpretación de hecho son peculiares a las ciencias factuales. Examinemos por
último las analogías y las diferencias entre los problemas científicos y acertijos como las palabras
cruzadas. Esto iluminará un poco más nuestro problema. Pueden registrarse los siguientes rasgos
comunes a unos y otros. 137 LECTURAS COMPLEMENTARIAS I. En ambos casos se presupone un
cuerpo de conocimiento. Del mismo modo que una persona analfabeta no puede enfrentarse con
un acertijo de palabras cruzadas, así también es muy poco frecuente que un aficionado sin
preparación pueda enfrentarse con un problema científico. Los infrecuentes casos de recientes
aportaciones relevantes hechas por aficionados (comportamiento animal y radioastronomía) se ha
producido en campos nuevos y suponían en sus autores algún conocimiento especializado previo.
II. En ambos casos se trata de problemas suficientemente bien formulados. En el caso del juego de
incógnitas es un conjunto de palabras interrelacionadas; en el caso de la ciencia, la incógnita
puede ser un objeto (p. e., una fuente de ondas de radio), una propiedad (p. e., una longitud de
onda), una proposición (p. e., una ley), o cualquier otra entidad valiosa cognoscitivamente. En los
dos casos se conocen los constituyentes del problema, y también los medios en la mayoría de los
problemas científicos. III. El sujeto operador avanza mediante conjeturas en ambos casos. En el de
las palabras cruzadas, las conjeturas consisten en suponer que determinadas palabras que
cumplen la descripción dada en las instrucciones se combinan adecuadamente con las palabras
restantes. En el caso del problema científico también las hipótesis tiene que satisfacer condiciones
de compatibilidad: tiene que recoger los datos y tienen que ser consistentes entre ellas y con el
acervo del conocimiento. En ambos casos se requiere, pues, una coherencia doble. IV. En ambos
casos se someten las conjeturas a contrastación: el sujeto operador comprueba si corresponden a
los datos y a las condiciones del problema, así como si concuerdan con las demás hipótesis. V. En
ambos casos se controla la solución. En el de las palabras cruzadas, la solución se compara con la
publicada por el periódico. En el caso científico, se repiten las mediciones, o se toman con otros
instrumentos, y las ideas se estiman con la ayuda de otras ideas. Por lo demás, en ambos casos, el
control es accesible al público. Esas semejanzas no deben escondernos las diferencias entre juegos
como las palabras cruzadas y problemas científicos. En primer lugar, en la ciencia factual nunca es
definitiva la contrastación de los supuestos componentes y de la solución final: siempre es posible
que aparezca evidencia falseadora, o argumentaciones desfavorables, incluso 138 LECTURAS
COMPLEMENTARIAS en el caso de las ideas mejor establecidas. Consiguientemente, no hay
soluciones finales para problemas científicos relativos a hechos: a diferencia de la resolución de
juegos y acertijos, la resolución de problemas científicos no tiene fin. En segundo lugar, la finalidad
primaria de la investigación no es el entretenimiento, sino el incremento del conocimiento. A
diferencia de los juegos, que son obstáculos artificiales levantados a plazo corto y con finalidad
personal, los problemas científicos con obstáculos naturales en el sentido de que se arraigan en la
evolución de la cultura moderna y de que su solución puede ser socialmente valiosa. El valor que
tiene la investigación como entretenimiento se da por añadidura. No se conocen recetas infalibles
para preparar soluciones correctas a problemas de investigación mediante el mero manejo de los
ingredientes del problema: sólo la resolución de problemas de rutina es, por definición, una
actividad en gran medida regida por reglas (Secc. 4.4). Pero pueden darse algunos consejos sobre
la manipulación de los problemas de investigación para aumentar la posibilidad de éxito. Por
ejemplo, la siguiente docena de reglas. 1. Formular el problema con claridad Minimizar la
vaguedad de los conceptos y la ambigüedad de los signos. Seleccionar símbolos adecuados, tan
sencillos y sugestivos como sea posible. Evitar fórmulas lógicamente defectuosas. 2. Identificar las
constituyentes Señalas las premisas y las incógnitas, y escribir en forma desarrollada el generador.
3. Describir los presupuestos Explicar los presupuestos relevantes de más importancia. 4. Localizar
el problema Determinar si el problema es sustantivo o estratégico; en el primer caso, si es empí-
rico conceptual; en el segundo caso, si es metodológico o de valoración. 139 LECTURAS
COMPLEMENTARIAS Insertar el problema en una disciplina (problema unidisciplinario) o en un
grupo de disciplinas (problema interdisciplinario). Averiguar la historia reciente del problema, si la
tiene. 5. Seleccionar el método Elegir el método adecuado a la naturaleza del problema y a la clase
de solución deseada. Estimar por anticipado las posibles ventajas y los posibles inconvenientes de
los varios métodos, si los hay. En el caso de no tener a mano ningún método, formular el problema
estratégico de arbitrar uno, y empezar por este problema. 6. Simplificar Eliminar la información
redundante. Comprimir y simplificar los datos. Introducir supuestos simplificadores. 7. Analizar el
problema Divide et impera: desmenuzar el problema en sus unidades más simples, o sea, en pasos
más cortos (subproblemas). 8. Planear Programar la estrategia: ordenar los problemas-unidad en
orden de prioridad lógica; si esto no es posible, ordenarlos según su grado de dificultad. 9. Buscar
problemas análogos y resueltos Intentar incluir el problema dado en una clase conocida de
problemas, haciendo así rutinaria la tarea. 140 LECTURAS COMPLEMENTARIAS 10. Transformar el
problema Variar constituyentes y/o formulación, intentando convertir el problema dado en otro
más tratable y del mismo campo. Siempre que sea posible, desplazarse hacia un problema
equivalente. 11. Exportar el problema Si fracasan los intentos anteriores, intentar cambiar el
problema dado por un problema homólogo de otro campo, como se hace cuando un problema de
fisiología humana se transfiere al terreno de la fisiología de la rana. 12. Controlar la solución
Comprobar si la solución es correcta o, por lo menos, razonable. Repasar los supuestos
simplificadores y, si es necesario, abandonar algunas de esas restricciones para atacar el nuevo
problema más complejo que resulte. Repetir todo el proceso y, si es posible, probar con otra
técnica. Estimar la precisión alcanzada. Indicar posibles vías para mejorar la solución. La primera
operación, la formulación del problema, su planteamiento, es a menudo la más difícil de todas,
como sabe muy bien el matemático al que se le pide que formule un modelo matemático (una
teoría) sobre la base de un desordenado haz de conjeturas más o menos nebulosas y de datos
relativos a hechos sociales. En la mayoría de los casos puede obtenerse una solución, aunque sea
sólo aproximada, haciendo supuestos simplificadores o consiguiendo más datos: lo que rara vez se
tiene al principio, particularmente en la línea de frontera de la investigación, es una formulación
clara del problema. Por regla general, el enunciado del problema llega a ser una pregunta bien
formulada y clara a medida que progresa el trabajo sobre el problema mismo; muchos problemas
empiezan de un modo oscuro, embrional, y terminan en una pregunta que apenas hace más que
parecerse a la cruda interrogación inicial. Algunas de las demás operaciones antes 141 LECTURAS
COMPLEMENTARIAS referidas especialmente las de identificación de los constituyentes,
descubriendo de los presupuestos, simplificación y análisis no apuntan sólo a la resolución del
problema, sino también a su reformulación en una forma viable. Un buen planteamiento es la
mitad de la solución, dice uno de los pocos refranes populares que son verdaderos. La segunda
operación la identificación de los constituyentes parece trivial, pero puede ser difícil de realizar,
particularmente si el problema no ha sido bien planteado. Puede ser fácil averiguar que las
condiciones dadas y que relacionan los datos con las incógnitas (p. e., las ecuaciones que
contienen unos y otras) son todas necesarias; pero no será tan fácil asegurarse de que son
también suficientes, y de que el problema es determinado. La tercera operación la de descubrir los
presupuestos supondrá un análisis de profundidad variable. Puede dar lugar a la reformulación del
problema o incluso a su eliminación. La cuarta operación la localización del problema se ejecuta
automáticamente en las ciencias ya desarrolladas, pero está muy lejos de ser obvia en las
disciplinas más jóvenes. Por ejemplo, los problemas de percepción, de semántica empírica y hasta
los referentes a doctrinas políticas siguen a menudo clasificándose como filosóficos. Consecuencia
de esa mala localización es que se elige entonces un trasfondo de conocimiento y unos métodos
inadecuados, y el problema entero se pierde. La correcta localización de problemas,
particularmente en las ciencias más recientes, requiere una visión científica amplia y al día. La
quinta operación la selección del método es, naturalmente, trivial, cuando no se conoce más que
uno, pero éste no es siempre el caso: a menudo existen varios métodos o pueden desarrollarse
varios para obtener soluciones equivalentes o de clases diversas (por ejemplo de varios grados de
aproximación). La formulación del problema debe precisar cuál es el tipo de solución deseado. Así,
por ejemplo, pueden resolverse determinadas ecuaciones para obtener soluciones analíticas
compactas, si se aplica a ellas suficiente trabajo y agudeza; pero para ciertos fines (como la
interpretación de las teorías) puede bastar o hasta ser preferible una solución aproximada,
mientras que para otros (como la contrastación de teorías) puede bastar una solución numérica en
un dominio determinado. Por último, sino sirve ninguna técnica conocida o si ningún método
conocido puede dar el tipo de solución que se desea, el investigador se ha visto honrado con un
problema de clase nueva, y su atención se desplazará hacia las cuestiones estratégicas. 142
LECTURAS COMPLEMENTARIAS La sexta operación simplificación es crucial, porque puede dar
lugar a la reformulación de un complejo y rebelde problema en la forma de una cuestión o
conjunto de cuestiones más sencillas y tratables. La simplificación de problemas puede llegar a
brutales amputaciones que dejen simplemente un núcleo ya sólo ligeramente parecido al
problema inicial; esto suele ocurrir en la construcción de teorías, que suele empezar teniendo muy
presente lo que parece esencial, aunque un examen más atento puede revelar que es secundario.
Los supuestos simplificadores pueden ser grotescos en el primer estadio; así, por ejemplo, una
viga real, finita y elástica, puede simplificarse, para representación teórica, concibiéndola como
una viga imaginaria de longitud infinita. La eliminación de información irrelevante (ruidos) es parte
de este estadio. A veces, la información puede ser relevante, pero, debido a la gran variedad y
cantidad de los datos, hay que elegir un número menor de conjuntos de estos, o sea, hay que
tomar solo unas pocas variables para empezar a trabajar; y esto implica supuestos determinados
acerca de las variables que son de importancia primaria y las que son de importancia secundaria.
La séptima operación análisis consiste en la atomización del problema dado, o sea, en su
resolución en problemas más simples que no sean ulteriormente reductibles. El análisis es
necesario, pero no suficiente, para obtener una solución: hay problemas de enunciado elemental
que han resistido hasta el presente a todos los esfuerzos: por ejemplo, el problema consistente en
demostrar que bastan cuatro colores para colorear un mapa de tal modo que no haya dos países
contiguos con el mismo color. Lo que se necesita en estos casos no es una formulación más clara,
ni un conjunto de problemas más simples equivalentes al problema dado, sino una teoría lo
suficientemente fuerte, o una técnica de poder bastante. La octava operación Planear se analizó y
ejemplificó en la Secc. 4.4. La novena operación buscar problemas análogos resueltos se relaciona
con la localización del problema. Generalmente, implica el despoje de la bibliografía relevante,
tarea que se está haciendo cada vez más difícil a causa del incremento exponencial del volumen
de la literatura científica. En el caso de problemas difíciles o que consuman mucho tiempo, valdrá
la pena confiar esta tarea a máquinas capaces de reconocer la semejanza entre problemas y de
seleccionarlos y extractar la literatura relevante. Mientras no se disponga de tales máquinas, la
literatura existente es de uso limitado; y, cosa aun más grave, cuando el investigador se da cuenta
de su alcance puede verse enterrado por una montaña de papel. 143 LECTURAS
COMPLEMENTARIAS La décima operación transformación del problema puede resultar necesaria
tanto si se ha tenido éxito en la fase anterior como si no. Los cambios de variables pueden dar
lugar a una tal reformulación del problema una vez que éste se haya enunciado en forma
matemática. Por ejemplo, el problema (?x) (ax2 + bx + c= 0) se transforman en el problema
atómico (?y) [y2 = (b2 - 4ac)/4a2 ] mediante el cambio de variable x = y (b/2a); de hecho, el
segundo problema es equivalente al primero y se resuelve mediante la mera extracción de una
raíz cuadrada. La reformulación de un problema no afecta, por definición, al problema mismo. A
veces, sin embargo, puede plantearse un problema no equivalente; por ejemplo, un término no
lineal en una ecuación puede tener que despreciarse por falta de una teoría capaz de tratar la
ecuación entera.

La undécima operación exportación del problema se está haciendo cada vez más frecuente a
medida que avanza la integración de las ciencias. Por ejemplo, entre grupos animales, a menudo
difícil sobre la base de caracteres observables morfológicos, etológicos y superficiales en general,
puede conseguirse a un nivel molecular, estudiando acaso las proteínas y sus proporciones: de
este modo, un problema de sistemática zoológica, erró- neamente supuesto simple, se exporta a
la bioquímica y los resultados obtenidos en este campo se reconducen finalmente al campo de
origen. Este procedimiento se remonta a los orígenes de la aritmética y la geometría, que se
introdujeron como instrumentos para convertir operaciones empíricas de contar y medir en
operaciones conceptuales. La duodécima y última operación control de solución se comentó en
4.4, pero merece aun una observación más. La solución puede controlarse de alguno de los modos
siguientes: repitiendo las mismas operaciones, intentando un planteamiento diferente (por
ejemplo, de acuerdo con otra técnica), y viendo si es razonable. La razonabilidad se estimará por lo
común intuitivamente, pero en rigor sólo una teoría o un conjunto de datos pueden determinar si
una solución es razonable, pues razonable no significa en la ciencia sino compatible con lo
conocido, y el cuerpo del conocimiento contiene datos y teorías nada intuitivas. Esto es
aproximadamente todo lo que la heurística el arte de facilitar la resolución de problemas puede
decir por el momento, sin entrar en las diferencias específicas que existen entre los varios campos
de la ciencia. Preguntémonos ahora por el destino de los problemas científicos. 144 LECTURAS
COMPLEMENTARIAS Problemas filosóficos Filósofos de primera mano son los que estudian
problemas filosóficos; filósofos de segunda mano son los que estudian lo que han dicho o dejado
de decir los filósofos de primera mano. Los primeros atienden a los problemas, los segundos a sus
soluciones. Los primeros se interesan primariamente por las ideas y las circunstancias
concomitantes de su nacimiento y su difusión. Al igual que unos escritores tratan la vida y otros
tratan de libros que tratan de la vida, así también los filósofos de primera mano realizan la
actividad filosófica primaria, mientras que los filósofos de segunda fila registran, comentan,
explican, desarrollan o critican lo que hacen los primeros. Esas afirmaciones no son valorativas,
sino descriptivas: las dos clases de filósofos existen realmente y, además, ser de mano n no es lo
mismo que ser de categoría n: filósofos de primera mano (originales) pueden ser pensadores de
segunda categoría, y hasta charlatanes, mientras que filósofos de segunda mano pueden ser
pensadores de primera categoría. Las dos clases de filósofos son necesarias para que viva la
filosofía, pero el progreso filosófico, igual que el de la ciencia, exige comprender claramente que
(i) la investigación original consiste en descubrir, inventar, disolver y resolver problemas a poder
ser profundos y fecundos, y (ii) que la investigación original es imprescindible para mantener una
disciplina en vida. Aunque todo eso sea obvio, valía la pena repetirlo a causa de lo popular que
sigue siendo la idea de que la filosofía es simplemente un conjunto enseñable de temas y
opiniones o sea, un conjunto de doctrinas y no un conjunto de problemas con los que luchar.
Cuando los sostenedores de la concepción doctrinal aluden a problemas filosóficos, no piensan en
problemas propiamente dichos, sino más bien en grandes áreas temáticas, el problema del
conocimiento. Si se les pide que indiquen un miembro concreto de un tal sistema problemático, es
posible que no entiendan la petición y contesten ofreciendo algún problema histórico por
ejemplo, ¿Cuál habrá sido la influencia de A?, o algún problema lingüístico por ejemplo, ¿Qué
quiere decir la gente con esto cuando dice que piensa lo que dice?, o tal vez un problema
psicológico por ejemplo, Si por una distracción olvido mi dolor de cabeza, ¿hace eso que deje de
dolerme la cabeza o sólo que deje de sentir el dolor? (éste es efectivamente un problema puesto a
concurso por Analysis para enero de 1953). Problemas históricos, psicológicos, lingüísticos y de
otras clases ocupan a los filósofos de primera y de segunda mano, al igual que los citólogos tienen
que ocuparse de 145 LECTURAS COMPLEMENTARIAS sus microscopios electrónicos, los
arqueólogos de sus coches para todo terreno y los prehistoriadores de los datos geológicos. La
investigación de problemas históricos, lingüísticos, psicológicos y de otras clases puede iluminar
problemas filosóficos y es a menudo una propedéutica de estos; pero dichos problemas no son
filosóficos. ¿Qué es un problema filosófico? He aquí un problema de teoría de la filosofía, y hay
tantas metafilosofías cuantas filosofías. Si se adopta un punto de vista un tanto tradicional, la
respuesta puede darse en forma de una simple Definición denotativa: Un problema filosófico es un
problema de lógica, epistemología u ontología. Si se pide una aclaración de esa definición, puede
añadirse que un problema filosófico es un problema de forma, o de conocimiento o referente al
ser. Pero todo eso es oscuro e insuficiente: la cuestión de si dos sistemas conceptuales, como dos
teorías, son isomorfos o no, es un problema de forma, pero puede ser estrictamente matemático;
el averiguar cómo tenemos conocimiento de cosas que no han sido objeto de experiencia es un
problema de conocimiento, pero no epistemológico (no lo es, por lo menos, desde que lo ha
recogido la psicología); y preguntarse por la naturaleza de los enzimas es un problema referente al
ser, pero no es un problema ontológico. Los problemas lógicos se incluyen en el amplio conjunto
de los problemas formales. Son problemas genéricos que se refieren a la forma y pueden
presentarse en cualquier investigación. En cualquier campo podemos tener que tratar problemas
como ¿Es p equivalente a q ?, ¿Es q deducible de p?, ¿Es p, que contiene el concepto c, traducible
por alguna proposición equivalente que no contenga c? Los problemas epistemológicos no son
problemas que se refieran propiamente al conocimiento, sino ciertos problemas no empíricos
sobre él, tales como ¿cuáles son los criterios de la verdad factual?, ¿cuál es el valor veritativo de la
conjunción de dos enunciados parcialmente verdaderos?, ¿cómo se someten las teorías a
contrastación? o ¿cuál es el papel de la analogía en la inferencia científica? Y los problemas
ontológicos no son problemas específicos referentes al ser, sino problemas genéricos, no
empíricos, que se refieren a rasgos generales de la realidad, tales como ¿qué relación hay entre el
tiempo y el cambio?, ¿hay clases naturales?, ¿es el azar irreductible?, ¿es la libertad compatible
con la legalidad? o ¿cómo se relacionan los distintos niveles? Con estas precisiones podemos
conservar la anterior definición del problema filosófico, aunque dándonos cuenta de que toda
definición denotativa es evasiva. Una peculiaridad de los problemas filosóficos consiste en que en
su planteamiento no se presentan datos empíricos (como momentos nucleares o datos históricos).
Los datos 146 LECTURAS COMPLEMENTARIAS empíricos pueden ser, sin embargo, relevantes para
el filosofar: pueden dar origen a problemas filosóficos y pueden refutar soluciones a problemas
filosóficos; pero no pueden presentarse en su formulación, por que si lo hicieran, los problemas
filosóficos se investigarían con medios empíricos, o sea, pertenecerían a alguna ciencia empírica.
En segundo lugar, los problemas filosóficos no pertenecen a ninguna ciencia particular, ni por su
tema ni por su método, aunque la investigación científica como veremos en la Secc. 5.9 presupone
y sugiere tesis filosóficas (por ejemplo, la realidad del mundo externo) y teorías filosóficas (por
ejemplo, la lógica ordinaria). En tercer lugar, todos los problemas filosóficos son conceptuales,
pero algunos de ellos por ejemplo, el sistema problemático de las leyes científicas presuponen un
cuerpo de ciencia factual. Consiguientemente, se resuelven (o disuelven) a menudo con la ayuda
de la ciencia o en la misma ciencia. Es posible que los filósofos hayan hecho mucho más al plantear
cuestiones inteligentes luego acaso recogidas por la ciencia que proponiendo extravagantes
soluciones a raros problemas. En cuarto lugar, los problemas filosóficos de las clases que no son la
lógica son irresolubles de un modo plenamente exacto, particularmente si se relacionan con la
ciencia, la cual no es nunca definitiva. Por eso, los problemas epistemológicos y ontológicos, como
los problemas fundamentales de la ciencia factual, son eternos en el sentido de que no tiene
solución definitiva. Pueden ir recibiendo soluciones cada vez mejores, y en algunos casos pueden
dejar de interesar a los espíritus investigadores, pero siempre quedarán, en el mejor de los casos a
medio resolver. Esto, naturalmente, no nos exime de ser precisos en la formulación y la
concepción de los problemas filosóficos: la solución será tanto más verdadera cuando mejor
formulado y concebido haya sido el problema. Una quinta peculiaridad, la más desgraciada de los
problemas filosóficos que no son estrictamente lógicos, es que no suele haber criterios para
reconocer las soluciones, y menos aun, naturalmente, para decidir si una solución dada es
correcta. Es sabido que algunas cuestiones filosóficas son intrínsecamente indecidibles; no son
propiamente problemas, sino pseudoproblemas, como el siguiente: ¿Cuánto más ser tiene el
hombre que los animales inferiores? (pregunta realmente planteada en el XII Congreso
Internacional de Filosofía en 1958). Pero lo que ha confundido a bastantes pensadores es que
numerosos problemas filosóficos genuinos hayan sido objeto de largas e inconcluyentes
controversias. ¿Son los problemas filosóficos per se los que son impropios, o se encuentra el
defecto en nuestra torpeza para formularlos y estipular las técnicas que permitirían contrastar las
soluciones filosóficas (es decir, las hipótesis y teorías filosóficas)? 147 LECTURAS
COMPLEMENTARIAS Antes de refugiarse en una respuesta pesimista hay que recordar que la
lógica formal entera y la mayor parte de la semántica se han convertido en disciplinas rigurosas,
hasta el punto de que hoy se las considera frecuentemente como ciencias independientes. Esos
éxitos sugieren la adopción de una determinada metodología filosófica y más precisamente la de
una inspirada en el método de la ciencia. Proponemos las siguientes reglas como una base
metodológica filosófica. Primera, el tratamiento de problemas filosóficos no lógicos debe
armonizar con la lógica ordinaria: por tanto, los errores lógicos bastarán para invalidar el discurso
filosófico, enteramente o en parte; no descalificarán todo problema filosófico, ni siquiera todo
programa filosófico, pero seguramente eliminarán mucha argumentación filosófica. Segunda, que
el tratamiento de los problemas filosóficos no lógicos no debe chocar con el cuerpo principal del
conocimiento científico, y, además, debe estar al día científicamente; esto no condenará las
heterodoxias científicas mientras se produzcan dentro del espíritu de la ciencia, pero eliminará
mucho sinsentido. Tercera, que la formulación y la elaboración de los problemas filosóficos, así
como la comprobación de las soluciones propuestas, tienen que discurrir paralelamente con las
correspondientes operaciones de la ciencia: el método del filosofar debe ser científico. Cuarta, que
las soluciones propuestas a problemas filosóficos deben juzgarse sólo desde el punto de vista de
su valor veritativo, independientemente de consideraciones no cognoscitivas políticas, por
ejemplo. Esas cuatro reglas del filosofar de la estimación del trabajo filosófico guiarán ya la
elección de los problemas filosóficos. Si no se respeta la lógica, puede estudiarse cualquier
absurdo, desde el hegelianismo hasta el existencialismo; si no se respeta el acervo de la ciencia,
podrá plantearse cualquier gestión superficial o hasta estúpida como la de si existen huellas del
futuro; si no se imita el método de la ciencia, se renunciará al beneficio de la más lograda
experiencia humana; y si la aspiración del filosofar no es buscar la verdad (la búsqueda de verdad
perfectible); se obtendrá la sierva de cualquier doctrina fósil. El problema de la elección del
problema adecuado y del correcto planteamiento es tan importante en la filosofía de la ciencia
como en cualquier otra rama del conocimiento. Aquí, como en el resto de la filosofía, se presenta
la tentación de no proceder sino por caminos abiertos por la autoridad, cualquiera que sea la
relevancia del problema tradicional para la real investigación científica. Ejemplos recientes,
característicos de este tipo de problemas, son los siguientes: (i) la cuestión de los condicionales
contrafactuales, cuya solución se presenta como un requisito previo a la teoría de la ley científica;
(ii) la 148 LECTURAS COMPLEMENTARIAS cuestión del descubrimiento de definiciones lógicamente
satisfactorias de conceptos cualitativos de disposición, como soluble, que se cree indispensable
para plantear el problema de los conceptos teoréticos; y (iii) el problema de la inducción, del que
se cree que agota los problemas de la inferencia científica. El hecho es que el problema de los
condicionales contractuales está por ahora formulado oscuramente, y, por tanto, sin resolver,
mientras que, en cambio, la teoría de la ley científica marcha bien, como por fuerza tenía que
ocurrir, porque lo interesante de los condicionales contrafactuales es que se presentan en la
inferencia, no en la formulación de premisas de teorías factuales. Por lo que hace a los conceptos
de disposición, los científicos suelen preferir derivar conceptos disposicionales cualitativos o
comparativos a partir de conceptos cuantitativos, y lo hacen en el seno de teorías, no fuera de
ellas (V. Secc. 3.3). Por último, el papel de la inducción en la inferencia científica es más modesto
de lo que suele creerse (V. Secc. 15.4). Se ha producido la inflación de ciertos problemas por falta
de real conocimiento de la ciencia tal como existe, y así se ha desarrollado una artificial teoría de
la ciencia que no versa realmente sobre la ciencia, sino sobre determinadas ideas que se les han
ocurrido a distinguidos filósofos a propósito de problemas de escaso o ningún interés para el
progreso del conocimiento: a menudo se estudian esos problemas con un enorme aparato de rigor
e ingenio, simplemente porque se supone erradamente que son vitales para la ciencia o para la
explicación filosófica de la ciencia. La teoría de la ciencia no tiene por qué tratar exclusivamente
problemas que puedan atraer la atención de los científicos los cuales suelen pasar por alto las tesis
filosóficas que suponen, pero sin duda tiene que ocuparse de la ciencia real, y no de una imagen
simplista de ella. Y si es deseable un fecundo intercambio entre filósofos y científicos, tanto para el
enriquecimiento de la filosofía cuanto para la depuración de la ciencia, entonces, es necesario
tratar los problemas filosóficos que se presentan, el curso de la investigación. Actualmente los
físicos se enfrentan con la necesidad de construir teorías de las partículas elementales, y se les
ayudaría con una discusión competente acerca del problema general de los planteamientos
posibles de la construcción de teorías físicas. Los cosmólogos se encuentran con una evidencia
poco segura a favor de teorías sumamente especulativas; seguramente acogerían muy bien una
discusión competente acerca de la contrastabilidad y la precisión que hay que exigir a las teorías.
Los químicos están incómodos con sus muchas hipótesis ad hoc acerca de funciones de onda, y
con su excesivo cálculo ciego: se beneficiarían de una discusión acerca de la naturaleza de las
construc- 149 LECTURAS COMPLEMENTARIAS ciones ad hoc y de un examen del status de los
modelos. Los biólogos se enfrentan con el creciente abismo entre la investigación por observación
y la experimental, así como el existente entre la biología celular y la molecular: se les ayudaría
mediante una discusión acerca del valor y la interrelación de esos varios planteamientos. Los
psicólogos están aprendiendo química, y necesitarían una discusión acerca de si los hechos
psíquicos no son más que reacciones químicas. Y así sucesivamente. La elección de problemas
vivos animará la filosofía de la ciencia y la hará útil para el progreso de la ciencia. En conclusión: el
correcto planteamiento de los problemas filosóficos su elección y su tratamiento no difiere, o no
debería diferir demasiado del planteamiento correcto de los problemas científicos, por mucho que
difieran los temas y las técnicas. Pero esto no es más que un modo ambiguo de decir que no hay
más que un modo de plantear los problemas de conocimiento, ya sea en la ciencia pura, ya en la
aplicada, ya en la filosofía: no se pueden plantear problemas de conocimiento sino
científicamente. Esto puede ser dogmático, pero vale la pena intentarlo para ver si cambia la
situación de la filosofía. 150 LECTURAS COMPLEMENTARIAS Lectura complementaria Nº 2 Tomada
de: Peter Berger y Thomas Luckmann. La construcción social de la realidad. Buenos Aires:
Amorrortu, 1986, págs. 36-52. Los fundamentos del conocimiento en la vida cotidiana 1. La
realidad de la vida cotidiana Dado que nuestro propósito en esta obra es un análisis sociológico de
la realidad de la vida cotidiana, más exactamente, del conocimiento que orienta la conducta en la
vida cotidiana, y puesto que sólo tangencialmente nos interesa cómo puede presentarse esta
realidad en diversas perspectivas teóricas a los intelectuales, debemos empezar por clarificar esa
realidad tal como se ofrece al sentido común de quienes componen ordinariamente la sociedad.
La manera como las elaboraciones teóricas de los intelectuales y demás mercaderes de ideas
pueden influir sobre esa realidad del sentido común es cuestión aparte. Por lo tanto, nuestro
cometido, aunque de carácter teórico, engrana con la apreciación de una realidad que compone el
objeto de la ciencia empírica de la sociología, vale decir, el mundo de la vida cotidiana. Quede
claro, por lo tanto, que no es propósito nuestro dedicarnos a la filosofía. Con todo, si queremos
entender la realidad de la vida cotidiana, debemos tener en cuenta su carácter intrínseco antes de
proceder al análisis sociológico propiamente dicho. La vida cotidiana se presenta como una
realidad interpretada por los hombres y que para ellos tiene el significado subjetivo de un mundo
coherente. Como sociólogos hacemos de esta realidad el objeto de nuestro análisis. Dentro del
marco de referencia que proporciona la sociología, en cuanto ciencia empírica, cabe tomar esta
realidad como dada, aceptar como datos fenómenos particulares que se producen en su seno, sin
investigar mayormente sus fundamentos, tarea ésta que concierne a la filosofía. Sin embargo,
dado el propósito particular de la presente obra, no podemos soslayar del todo el problema filosó-
fico. El mundo de la vida cotidiana no sólo se da por establecido como realidad por los 151
LECTURAS COMPLEMENTARIAS miembros ordinarios de la sociedad en el comportamiento
subjetivamente significativo de sus vidas. Es un mundo que se origina en sus pensamientos y
acciones, y que está sustentado como real por estos. Antes de emprender nuestra tarea principal
debemos, por lo tanto, tratar de clarificar los fundamentos del conocimiento en la vida cotidiana, a
saber, las objetivaciones de los procesos (y significados) subjetivos por medio de los cuales se
construye el mundo intersubjetivo del sentido común. Para el propósito que nos ocupa es ésta una
labor preliminar y solamente podemos esbozar los rasgos principales de la que creemos es una
solución adecuada al problema filosófico; pero entendámonos, adecuada sólo en el sentido de que
puede servir de punto de partida para el análisis sociológico. Las consideraciones que siguen
tienen, por tanto, el carácter de prolegómenos filosóficos y, de suyo, presociológicos. El método
que consideramos más conveniente para clarificar los fundamentos del conocimiento en la vida
cotidiana es el del análisis fenomenológico, método puramente descriptivo y, como tal, empírico,
pero no científico, que así consideramos la naturaleza de las ciencias empíricas* . El análisis
fenomenológico de la vida cotidiana, o más bien de la experiencia subjetiva de la vida cotidiana, es
un freno contra todas las hipótesis causales o genéticas, así como contra las aserciones acerca de
la situación ontológica de los fenómenos analizados. Es importante recordarlo. El sentido común
encierra innumerables interpretaciones precientíficas y cuasicientíficas sobre la realidad cotidiana,
a la que da por establecida. Si vamos a describir la realidad el sentido común, tendremos que
referirnos a estas interpretaciones, así como también tendremos que tomar en cuenta su carácter
de presupuesto; pero lo hacemos colocándolo entre paréntesis fenomenológicos. La conciencia es
siempre intencional, siempre apunta o se dirige a objetos. Nunca podemos aprehender tal o cual
substrato supuesto de conciencia en cuanto tal, sino sólo la * La totalidad de ésta sección se basa
en Alfred Schutz y Thomas Luckmann, Die Strukturen der Lebenswelt; obra en preparación, en
vista de lo cual nos hemos abstenido de incluir referencias individuales a aquellos lugares de la
obra ya publicada de Schutz en los que se estudian los mismos problemas. Nuestra argumentación
en este lugar se basa en Schutz, tal como lo desarrolla Luckmann en la obra antes citada, in toto. El
lector que desee conocer la obra de Schutz publicada hasta la fecha puede consultar: Alfred Schutz
Der sinnhafte Aufbau der sozialen Welt (Viena, Springer, 1960); Collected Papers vols. I y II. El
lector a quien interese la adaptación que hizo Schutz del método fenomenológico al análisis del
mundo social puede consultar especialmente sus Collested Papers, vol. I, pp. 99 y sigs., y Maurice
Natanson (comp.), Philosophy of the Social Sciences (Nueva York, Random House, 1963), pp. 183 y
sigs. 152 LECTURAS COMPLEMENTARIAS conciencia de esto o aquello. Esto es lo que ocurre, ya sea
que el objeto de la conciencia se experimente como parte de un mundo físico exterior, o se
aprehenda como elemento de una realidad subjetiva interior. Tanto si yo (primera persona del
singular, que aquí y en los ejemplos siguientes ocupa el lugar de la autoconciencia ordinaria en la
vida cotidiana) estoy contemplando el panorama de la ciudad de New York, como si tomo
conciencia de una angustia interior, los procesos de conciencia implicados son intencionales en
ambos casos. No necesitamos insistir en que el tomar conciencia del edificio del Empire State se
diferencia del tomar conciencia de una angustia. Un análisis fenomenológico detallado revelaría
las diversas capas de experiencia y las distintas estructuras de significado que intervienen, por
ejemplo, en ser mordido por un perro, en recordar haber sido mordido por un perro, en tener
fobia a todos los perros, etc. Lo que nos interesa aquí es el carácter intencional común de toda
conciencia. Objetos diferentes aparecen ante la conciencia como constitutivos de las diferentes
esferas de la realidad. Reconozco a mis semejantes, con los que tengo que tratar en el curso de la
vida cotidiana, como pertenecientes a una realidad muy diferente de las figuras desencarnadas
que aparecen en mis sueños. Los dos grupos de objetos introducen tensiones muy diferentes en
mi conciencia y les presto atención de maneras muy diferentes. Mi conciencia, pues, es capaz de
moverse en diferentes esferas de realidad. Dicho de otra forma, tengo conciencia de que el mundo
consiste en realidades múltiples. Cuando paso de una realidad a otra, experimento por esa
transición una especie de impacto. Este impacto ha de tomarse como causado por el
desplazamiento de la atención que implica dicha transición. Este desplazamiento puede
observarse con suma claridad al despertar de un sueño. Entre las múltiples realidades existe una
que se presenta como la realidad por excelencia. Es la realidad de la vida cotidiana. Su ubicación
privilegiada le da derecho a que se la llame suprema realidad. La tensión de la conciencia llega a su
apogeo en la vida cotidiana, es decir, ésta se impone sobre la conciencia de manera masiva,
urgente e intensa en el más alto grado. Es imposible ignorar y aún más difícil atenuar su presencia
imperiosa. Consecuentemente, me veo obligado a prestarle atención total. Experimento la vida
cotidiana en estado de plena vigilia. Este estado de plena vigilia con respecto a existir y
aprehender la realidad de la vida cotidiana es para mí algo normal y evidente por sí mismo, vale
decir, constituye mi actitud natural. 153 LECTURAS COMPLEMENTARIAS Aprehendo la realidad de
la vida cotidiana como una realidad ordenada. Sus fenómenos se presentan dispuestos de
antemano en pautas que parecen independientes de mi aprehensión de ellos mismos y que se les
imponen. La realidad de la vida cotidiana se presenta ya objetivada, o sea, constituida por un
orden de objetos que han sido designados como objetos antes de que yo apareciese en escena. El
lenguaje usado en la vida cotidiana me proporciona continuamente las objetivaciones
indispensables y dispone el orden dentro del cual éstas adquieren sentido y dentro del cual la vida
cotidiana tiene significado para mí. Vivo en un lugar que tiene un nombre geográfico; utilizo
herramientas, desde abrelatas hasta autos deportivos, que tienen un nombre en el vocabulario
técnico de la sociedad en que vivo; me muevo dentro de una red de relaciones humanas desde el
club al que pertenezco hasta los Estados Unidos de América, que también están ordenadas
mediante un vocabulario. De esta manera, el lenguaje marca las coordenadas de mi vida en la
sociedad y llena esa vida de objetos significativos. La realidad de la vida cotidiana se organiza
alrededor del aquí de mi cuerpo y el ahora de mi presente. Este aquí y ahora es el foco de la
atención que presto a la realidad de la vida cotidiana. Lo que aquí y ahora se me presenta en la
vida cotidiana es la realidad de mi conciencia. Sin embargo, la realidad de la vida cotidiana no se
agota por estas presencias inmediatas, sino que abarca fenómenos que no están presentes aquí y
ahora. Esto significa que yo experimento la vida cotidiana en grados diferentes de proximidad y
alejamiento, tanto espacial como temporal. Lo más próximo a mí es la zona de vida cotidiana
directamente accesible a mi manifestación corporal. Esa zona contiene el mundo que está a mi
alcance, el mundo en el que actúo a fin de modificar su realidad, o el mundo en el que trabajo. En
este mundo de actividad mi conciencia está dominada por el motivo pragmático, o sea que mi
atención a este mundo está determinada principalmente por lo que hago, lo que ya he hecho o lo
que pienso hacer en él. De esta manera, es mi mundo por excelencia. Sé, por supuesto, que la
realidad de la vida cotidiana incluye zonas que no me resultan accesibles de esta manera. Pero, o
bien no tengo un interés pragmático en esas zonas, o bien mi interés por ellas es indirecto en
tanto puedan ser para mí zonas manipulativas en potencia. Típicamente, mi interés por las zonas
alejadas es menos intenso y, por cierto, menos urgente. Me siento profundamente interesado por
el grupo de objetos que intervienen en mi tarea diaria; por ejemplo, el mundo de la estación de
servicio, si soy mecánico. Me siento interesado, aunque menos directamente, por lo que ocurre en
los laboratorios de prueba de la industria automovilística en 154 LECTURAS COMPLEMENTARIAS
Detroit; es probable que jamás esté en uno de esos laboratorios, pero la tarea que allí se realiza
afectará eventualmente mi vida cotidiana. Tal vez me interese lo que suceda en Cabo Kennedy, o
en el espacio exterior, pero ese interés es cuestión de un gusto particular mío, de mi tiempo libre,
más que una necesidad urgente de mi vida cotidiana. La realidad de la vida cotidiana se me
presenta además como un mundo intersubjetivo, un mundo que comparto con otros. Esta
intersubjetividad establece una señalada diferencia entre la vida cotidiana y otras realidades de las
que tengo conciencia. Estoy sólo en el mundo de mis sueños, pero sé que el mundo de la vida
cotidiana es tan real para los otros como lo es para mí. En realidad, no puedo existir en la vida
cotidiana sin interactuar y comunicarme continuamente con otros. Sé que mi actitud natural para
con este mundo corresponde a la actitud natural de otros, que también ellos aceptan las
objetivaciones por las cuales este mundo se ordena, que también ellos organizan este mundo en
torno de aquí y ahora de su estar en él y se proponen actuar en él. También sé, por supuesto, que
los otros tienen de este mundo común una perspectiva que no es idéntica a la mía. Mi aquí es su
allí. Mi ahora no se superpone del todo con el de ellos. Mis proyectos difieren y hasta pueden
entrar en conflicto con los de ellos. A pesar de eso, sé que vivo con ellos en un mundo que nos es
común. Y, lo que es de suma importancia, sé que hay una correspondencia continua entre mis
significados y sus significados en este mundo, que compartimos en un sentido común de la
realidad de éste. La actitud natural es la actitud de la conciencia del sentido común, precisamente
porque se refiere a un mundo que es común a muchos hombres. El conocimiento del sentido
común es el que comparto con otros en las rutinas normales y autoevidentes de la vida cotidiana.
La realidad de la vida cotidiana se da por establecida como realidad. No requiere verificaciones
adicionales sobre su sola presencia y más allá de ella. Está ahí, sencillamente, como facticidad
evidente de por sí e imperiosa. Sé que es real. Aun cuando pueda abrigar dudas acerca de su
realidad, estoy obligado a suspender esas dudas puesto que existo rutinariamente en la vida
cotidiana. Esta suspensión de dudas es tan firme que, para abandonarla como podría ocurrir, por
ejemplo, en la contemplación teórica o religiosa, tengo que hacer una transición extrema. El
mundo de la vida cotidiana se impone por sí solo y cuando quiero desafiar esa imposición debo
hacer un esfuerzo deliberado y nada fácil. La transición de la actitud natural a la actitud teórica del
filósofo o del hombre de ciencia ejemplifica este punto. Pero no todos los aspectos de esta
realidad son igualmente no problemáticos. La vida cotidiana se divide en sectores, unos que se
aprehen- 155 LECTURAS COMPLEMENTARIAS den por rutina y otros que me presentan problemas
de diversas clases. Supongamos que soy un mecánico de automóviles y gran conocedor de todo lo
referente a coches de fabricación norteamericana. Todo lo que corresponde a este último aspecto
es rutina, faceta no problemática de mi vida cotidiana. Pero un día aparece alguien en el garaje y
me pide que repare su Volkswagen. Me veo ahora obligado a entrar en el mundo problemático de
los autos de marcas extranjeras. Puedo hacerlo a regañadientes o con curiosidad profesional; pero
en cualquiera de los dos casos enfrento problemas que todavía no he introducido en mi rutina. Al
mismo tiempo no dejo la realidad de la vida cotidiana, por supuesto. La verdad es que ésta se
enriquece, ya que empiezo a incorporarle el conocimiento y la habilidad requeridos para reparar
autos extranjeros. La realidad de la vida cotidiana abarca los dos tipos de sectores, en tanto lo que
parece un problema no corresponda a una realidad completamente distinta (por ejemplo, la
realidad de la física teórica, o de las pesadillas). En tanto las rutinas de la vida cotidiana prosigan
sin interrupción, serán aprehendidas como no problemáticas. Pero el sector no problemático de la
realidad cotidiana sigue siéndolo solamente hasta nuevo aviso, es decir, hasta que su continuidad
es interrumpida por la aparición de un problema. Cuando esto ocurre, la realidad de la vida
cotidiana busca integrar el sector problemático dentro de lo que ya no es problemático. El
conocimiento del sentido común contiene una diversidad de instrucciones acerca de cómo
proceder para esto. Por ejemplo, las personas que trabajan conmigo son para mí no
problemáticas, en tanto cumplan sus rutinas familiares y establecidas, tales como escribir a
máquina en mesas próximas a la mía en la oficina. Se vuelven problemáticas si interrumpen esas
rutinas; por ejemplo, si se amontonan en un rincón y cuchichean. Cuando inquiero el significado
de esa actividad insólita, hay una variedad de posibilidades que mi conocimiento de sentido
común es capaz de reintegrar dentro de las rutinas no problemáticas de la vida cotidiana: pueden
estar consultándose sobre cómo arreglar una máquina descompuesta, o uno de ellos tal vez tenga
instrucciones urgentes del jefe, etc. Por otra parte, puede ser que me entere de que están
discutiendo una directiva sindical para hacer huelga, lo cual todavía está fuera de mi experiencia,
pero bien cabe dentro del tipo de problema que puede encarar mi conocimiento de sentido
común. No obstante, habrá de encararlo como problema, antes que reintegrarlo sencillamente
dentro del sector no problemático de la vida cotidiana. Sin embargo, si llego a la conclusión de que
mis colegas se han vuelto locos colectivamente, el problema que surge es todavía de otra clase.
Ahora encaro un problema que trasciende los límites de la realidad de la vida cotidiana y que
apunta a una realidad completamente 156 LECTURAS COMPLEMENTARIAS distinta. Lo cierto es
que mi conclusión de que mis colegas han enloquecido implica, ipso facto, que se han alejado
hacia un mundo que ya no es el común de la vida cotidiana. Comparadas con la realidad de la vida
cotidiana, otras realidades aparecen como zonas limitadas de significado, enclavadas dentro de la
suprema realidad caracterizada por significados y modos de experiencia circunscritos. Podría
decirse que la suprema realidad las envuelve por todos lados, y la conciencia regresa a ella
siempre como si volviera de un paseo. Esto es evidente en los ejemplos ya citados, el de la realidad
de los sueños o el del pensamiento teórico. Conmutaciones similares se producen entre el mundo
de la vida cotidiana y el mundo de los juegos, tanto de los niños como aún más señaladamente de
los adultos. El teatro proporciona una excelente ejemplificación de este juego de parte de los
adultos. La transición entre las realidades se señala con la subida y bajada del telón. Cuando se
levanta el telón, el espectador se ve transportado a otro mundo, que tiene significados propios, y a
un orden que tendrá o no mucho que ver con el orden de la vida cotidiana. Cuando cae el telón, el
espectador vuelve a la realidad, es decir, a la suprema realidad de la vida cotidiana en
comparación con la cual la realidad presentada sobre el escenario parece ahora tenue y efímera,
por vívida que haya sido la presentación de momentos antes. Las experiencias estética y religiosa
abundan en transiciones de esta especie, puesto que el arte y la religión son productores
endémicos de zonas limitadas de significado. Todas las zonas limitadas de significado se
caracterizan por desviar la atención de la realidad de la vida cotidiana. Si bien existen, claro está,
desplazamientos de la atención dentro de la vida cotidiana, el desplazamiento hacia una zona
limitada de significado es de índole mucho más extrema. Se produce un cambio radical en la
tensión de la conciencia. En el contexto de la experiencia religiosa, esto se ha denominado, con
justeza, salto. Es importante destacar, sin embargo, que la realidad de la vida cotidiana retiene su
preeminencia aun cuando se produzcan saltos de esta clase. El lenguaje, al menos, establece la
verdad de esto. El lenguaje común de que dispongo para objetivar mis experiencias se basa en la
vida cotidiana y sigue tomándola como referencia, aun cuando lo use para interpretar experiencias
que corresponden a zonas limitadas de significado. Típicamente yo deformo, por lo tanto, la
realidad de éstas en cuanto empiezo a emplear el lenguaje común para interpretarlas, vale decir,
traduzco las experiencias que no son cotidianas volviéndolas a la suprema realidad de la vida
cotidiana. Esto puede advertirse fácilmente asociándolo con la experiencia de los sueños; pero
también 157 LECTURAS COMPLEMENTARIAS es típico de los que tratan de hacer conocer mundos
de significado teórico, estético o religioso. El físico teórico nos dice que su concepto del espacio no
puede transmitirse lingüísticamente, precisamente lo mismo que dicen el artista con respecto al
significado de sus creaciones y el místico con respecto a sus comunicaciones con la divinidad. Sin
embargo, todos ellos el que sueña, el físico, el artista y el místico también viven en la realidad de la
vida cotidiana. Ciertamente, uno de los problemas para ellos más importante consiste en
interpretar la coexistencia de esta realidad con los reductos de realidad dentro de los cuales se ha
aventurado. El mundo de la vida cotidiana se estructura tanto en el espacio como en el tiempo. La
estructura espacial es totalmente periférica con respecto a nuestras consideraciones presentes. Es
suficiente señalar que también ella posee una dimensión social en virtud del hecho de que mi zona
de manipulación se intersecta con la de otros. Más importante en lo que respecta a nuestro
propósito presente es la estructura temporal de la vida cotidiana. La temporalidad es una
propiedad intrínseca de la conciencia. El torrente de la conciencia está siempre ordenado
temporalmente. Es posible distinguir niveles diferentes de esta temporalidad que se da
intrasubjetivamente. Todo individuo tiene la conciencia de un fluir interior del tiempo, que a su
vez se basa en los ritmos psicológicos del organismo aunque no se identifica con ellos. Sería
transgredir en exceso los límites de estos prolegómenos, entrar en un análisis detallado de dichos
niveles de temporalidad intrasubjetiva. Empero, como ya hemos indicado, la intersubjetividad
tiene también una dimensión temporal en la vida cotidiana. El mundo de la vida cotidiana tiene su
propia hora oficial, que se da intersubjetivamente. Esta hora oficial puede entenderse como la
intersección del tiempo cósmico con su calendario establecido socialmente según las secuencias
temporales de la naturaleza, y el tiempo interior, en sus diferenciaciones antes mencionadas.
Nunca puede haber simultaneidad total entre estos diversos niveles de temporalidad, como lo
ejemplifica muy claramente la experiencia de la espera. Tanto mi organismo como la sociedad a
que pertenezco me imponen, e imponen a mi tiempo interior, ciertas secuencias de hechos que
entrañan una espera. Puedo querer intervenir en un acontecimiento deportivo, pero debo esperar
a que se sane mi rodilla lastimada. O también debo esperar la tramitación de unos papeles a fin de
que pueda establecerse oficialmente mi capacidad para intervenir en dicho acontecimiento. Fácil
es advertir que la estructura temporal de la vida cotidiana es excesivamente compleja, porque los
diferentes niveles de temporalidad empíricamente presente deben correlacionarse en todo
momento. 158 LECTURAS COMPLEMENTARIAS La estructura temporal de la vida cotidiana me
enfrenta a una faticidad con la que debo contar, es decir, con la que debo tratar de sincronizar mis
propios proyectos. Descubro que el tiempo en la realidad cotidiana es continuo y limitado. Toda
mi existencia en este mundo está ordenada continuamente por su tiempo, está verdaderamente
envuelta en él. Mi propia vida es un episodio en el curso externamente artificial del tiempo. Existía
antes de que yo naciera y seguirá existiendo después, que yo muera. El conocimiento de mi
muerte inevitable hace que este tiempo sea limitado para mí. Cuento sólo con una determinada
cantidad de tiempo disponible para realizar mis proyectos, y este conocimiento afecta mi actitud
hacia esos proyectos. Asimismo, puesto que no quiero morir, este conocimiento inyecta una
angustia subyacente en mis proyectos. De esa manera, no puedo repetir indefinidamente mi
participación en acontecimientos deportivos. Sé que me estoy poniendo viejo. Tal vez sea ésta la
última oportunidad en la que pueda intervenir. Mi espera se volverá ansiosa según el grado en que
la finitud del tiempo gravite sobre el proyecto. La misma estructura temporal, como ya hemos
indicado, es coercitiva. No puedo invertir a voluntad las secuencias que ella impone: lo primero es
lo primero constituye un elemento esencial de mi conocimiento de la vida cotidiana. Por eso, no
puedo rendir un examen determinado sin antes haber aprobado ciertos cursos. No puedo
practicar mi profesión antes de haber aprobado dicho examen, y así sucesivamente. De igual
manera, la misma estructura temporal proporciona la historicidad que determina mi situación en
el mundo de la vida cotidiana. Nací en una determinada fecha, ingresé en la escuela en otra,
empecé a trabajar en mi profesión en otra, etc. Estas fechas, sin embargo, están todas ubicadas
dentro de una historia mucho más vasta, y esa ubicación conforma decididamente mi situación.
Así pues, nací en el año de la gran quiebra del banco en la que mi padre perdió su fortuna, ingresé
en la escuela antes de la revolución, comencé a trabajar inmediatamente después de que estallase
la gran guerra, etc. La estructura temporal de la vida cotidiana no sólo impone secuencias
preestablecidas en la agenda de un día cualquiera, sino que también se impone sobre mi biografía
en conjunto. Dentro de las coordenadas establecidas por esta estructura temporal, yo aprehendo
tanto la agenda diaria como la biografía total. El reloj y el calendario, en verdad, me aseguran que
soy un hombre de mi época. Sólo dentro de esta estructura temporal conserva para mí la vida
cotidiana su acento de realidad. Por eso, en casos en que pueda sentirme desorientado por
cualquier motivo (por ejemplo, digamos que haya sufrido un accidente automovilístico a
consecuencia del cual hubiera quedado inconsciente de un golpe), 159 LECTURAS
COMPLEMENTARIAS siento una necesidad casi instintiva de reorientarme dentro de la estructura
temporal de la vida cotidiana. Miro mi reloj y trato de recordar en qué día estoy. Con sólo esos
actos vuelvo a ingresar en la realidad de la vida cotidiana. 2. Interacción social en la vida cotidiana
La realidad de la vida cotidiana es algo que comparto con otros. Pero, ¿cómo se experimenta a
esos otros en la vida cotidiana? Una vez más se puede distinguir aquí entre diversos modos de tal
experiencia. La experiencia más importante que tengo de los otros se produce en la situación cara
a cara, que es el prototipo de la interacción social y del que se derivan todos los demás casos. En la
situación cara a cara el otro se me aparece en un presente vívido que ambos compartimos. Sé que
en el mismo presente vívido yo me le presento a él. Mi aquí y ahora y el suyo gravitan
continuamente uno sobre otro, en tanto dure la situación cara a cara. El resultado es un
intercambio continuo entre mi expresividad y la suya. Lo veo sonreír, luego reaccionar ante mi
ceño fruncido dejando de sonreír, después sonreír nuevamente cuando yo sonrío, y así
sucesivamente. Cada una de mis expresiones está dirigida a él, y viceversa; y esta continua
reciprocidad de actos expresivos podemos utilizarla tanto él como yo simultáneamente. Esto
significa que en la situación cara a cara la subjetividad del otro me es accesible mediante un
máximo de síntomas. Por cierto que yo puedo interpretar erróneamente algunos de esos
síntomas. Puedo pensar que el otro se sonríe cuando en realidad está haciendo una mueca. Sin
embargo, ninguna otra forma de relación puede reproducir la abundancia de síntomas de
subjetividad que se dan en la situación cara a cara. Solamente en este caso la subjetividad del otro
se encuentra decididamente próxima. Todas las demás formas de relación con el otro, en diversos
grados, son remotas. En la situación cara a cara el otro es completamente real. Esta realidad es
parte de la realidad total de la vida cotidiana y, en cuanto tal, masiva e imperiosa. Es verdad que el
otro puede ser real para mí sin que lo haya encontrado cara a cara, por conocerlo de nombre, por
ejemplo, o por habernos tratado por correspondencia. No obstante, se vuelve real para mí en todo
el sentido de la palabra solamente cuando lo veo cara a cara. En 160 LECTURAS
COMPLEMENTARIAS verdad, puede alegarse que el otro, en la situación cara a cara, es más real
para mí que yo mismo. Por supuesto que yo me conozco mejor de lo que jamás pueda conocerlo a
él. Mi subjetividad me es accesible de una manera como jamás podrá serlo la suya, por muy
cercana que sea nuestra relación. Mi pasado está a mi alcance en mi memoria con una plenitud
que nunca podré alcanzar en mi reconstrucción de su pasado, por mucho que me hable de él. Pero
este mejor conocimiento de mí mismo requiere reflexión. No se me presenta directamente. El
otro, en cambio, sí se me presenta directamente en la situación cara a cara. Por lo tanto, lo que él
es se halla continuamente a mi alcance. Esta disponibilidad es continua y prerreflexiva. En cambio,
lo que yo soy no está tan a mi alcance. Para que así ocurra se requiere que me detenga, que
interrumpa la espontaneidad continua de mi experiencia y retrotraiga deliberadamente mi
atención sobre mí mismo. Más aún, esa reflexión sobre mí mismo es ocasionada típicamente por
la actitud hacia mí que demuestre el otro. Es típicamente una respuesta de espejo a las actitudes
del otro. Se dice que las relaciones con otros en la situación cara a cara son sumamente flexibles.
Dicho en forma negativa, es comparativamente difícil imponer pautas rígidas a la interacción cara
a cara. Sean cuales fueren las pautas impuestas, serán constantemente modificadas por la enorme
variedad y sutileza del intercambio de significados subjetivos que se produce. Por ejemplo, tal vez
yo vea al otro como alguien que me es esencialmente hostil y actúe para con él dentro de una
pauta de relaciones hostiles, como yo lo entiendo. En cambio, en la situación cara a cara el otro
puede encararme con actitudes y acciones que contradigan esta pauta, quizá hasta el punto de
que yo me vea obligado a desecharla por inaplicable y a considerar al otro como amigo. En otras
palabras, la pauta no puede sustentar la evidencia masiva de la subjetividad del otro que se me
ofrece en la situación cara a cara. Por contraste, me resulta mucho más fácil pasar por alto esa
evidencia en tanto no me encuentre con el otro cara a cara. Aun en una relación relativamente
cercana, como puede ser la epistolar, me es posible descartar más eficazmente las protestas de
amistad del otro porque no representan en realidad su actitud subjetiva hacia mí, sencillamente
porque en la correspondencia me falta la presencia inmediata, continua y concretamente real de
su expresividad. Seguramente puedo interpretar erróneamente los significados del otro aun en la
situación cara a cara, ya que es posible que el otro oculte hipócritamente sus significados. Aun así,
tanto la interpretación errónea como la hipocresía son mucho más difíciles de mantener en la
interacción cara a cara que en las formas menos cercanas de las relaciones sociales. 161 LECTURAS
COMPLEMENTARIAS Por otra parte, yo aprehendo al otro por medio de esquemas tipificadores
aun en la situación cara a cara, si bien estos esquemas son más vulnerables a su interferencia que
otras formas más remotas de interacción. Dicho de otra manera aunque resulte
comparativamente difícil imponer pautas rígidas a la interacción cara a cara, ésta ya aparece
pautada desde el principio si se presenta dentro de las rutinas de la vida cotidiana. (Podemos dejar
a un lado, para considerarlos más adelante, los casos de interacción entre personas totalmente
desconocidas que no tienen un trasfondo común de vida cotidiana). La realidad de la vida
cotidiana contiene esquemas tipificadores en cuyos términos los otros son aprehendidos y
tratados en encuentros cara a cara. De ese modo, puedo aprehender al otro como hombre,
europeo, como cliente, como tipo jovial, etc. Todas estas tipificaciones afectan continuamente mi
interacción con él cuando, por ejemplo, decido invitarlo una noche para que se divierta antes de
tratar de venderle mi producto. Nuestra interacción cara a cara llevará la impronta de esas
tipificaciones en tanto no se vuelvan problemáticas debido a una interferencia de su parte. Porque
puede suceder que el otro me demuestre que, aunque hombre, europeo y cliente, es también un
honrado moralista y que lo que al principio parecía ser jovialidad, no es sino una expresión de
desdén hacia los norteamericanos en general y hacia los vendedores norteamericanos en
particular. A esta altura de las cosas, es natural que mi esquema tipificador tenga que ser
modificado y que la invitación deba ser planeada de otra manera según esa modificación. Pero, a
no ser por esta clase de provocación, las tipificaciones serán valederas hasta nuevo aviso y
determinarán mis actos en la situación. Los esquemas tipificadores que intervienen en situaciones
cara a cara son, por supuesto, recíprocos. El otro también me aprehende de manera tipificada:
hombre, norteamericano, vendedor, tipo simpático, etc. Las tipificaciones del otro son tan
susceptibles a mi interferencia, como lo eran las mías a la suya. En otras palabras, los dos
esquemas tipificadores entran en negociación continua cuando se trata de una situación cara a
cara . En la vida cotidiana es probable que esta clase de negociación pueda de por sí disponerse de
antemano, de manera típica, como en el típico proceso de regateo entre clientes y vendedores. De
tal modo, la mayoría de las veces mis encuentros con los otros en la vida cotidiana son típicos en
un sentido doble: yo aprehendo al otro como tipo y ambos interactuamos en una situación que de
por sí es típica. Las tipificaciones de la interacción social se vuelven progresivamente anónimas a
medida que se alejan de la situación cara a cara. Toda tipificación entraña, por supuesto, un 162
LECTURAS COMPLEMENTARIAS anonimato incipiente. Si yo tipifico a mi amigo Henry como
integrante de una categoría X (por ejemplo, como un inglés), ipso facto interpreto por lo menos
algunos aspectos de su comportamiento como resultantes de dicha tipificación: por ejemplo, sus
gustos en la comida serán típicos de los ingleses, como lo serán sus modales, algunas de sus
reacciones emocionales, y demás. Esto, sin embargo, implica que estas características y acciones
de mi amigo Henry corresponden a cualquiera en la categoría del hombre inglés, vale decir, que
estos aspectos de su ser los aprehendo en términos anónimos. Aun así, en tanto mi amigo Henry
pueda presentárseme en la plena expresividad de la situación cara a cara, irrumpirá
continuamente en mi tipificación del inglés anónimo para manifestarse como individuo único, por
lo tanto, atípico, a saber, como mi amigo Henry. El anonimato del tipo es evidentemente menos
susceptible a esta clase de individualización cuando la interacción cara a cara es cosa del pasado
(mi amigo Henry, el inglés que conocí cuando era estudiante), o cuando es de índole superficial y
transitoria (el inglés con quien sostuve una breve conversación en un tren), o cuando nunca se ha
producido (mis competidores comerciales de Inglaterra). Un aspecto importante de mi experiencia
de los otros en la vida cotidiana es, por consiguiente, que tal experiencia sea directa o indirecta. En
cualquier momento dado podré distinguir entre las personas con las que interactúo en situaciones
cara a cara y otros que son meros contemporáneos, de quienes tengo recuerdos más o menos
detallados o que conozco solamente de oídas. En las situaciones cara a cara tengo evidencia
directa de mis semejantes, de sus actos, de sus atributos, etc. No ocurre lo mismo con mis
contemporáneos: de ellos tengo un conocimiento más o menos fidedigno. Además, en las
situaciones cara a cara debo tomar en cuenta a mis semejantes, mientras que en mis meros
contemporáneos puedo pensar si quiero, pero no necesariamente. El anonimato aumenta a
medida que paso de los primeros a los segundos, porque lo anónimo de las tipificaciones por las
que aprehendo a mis semejantes en las situaciones cara a cara se llena constantemente de los
múltiples síntomas vívidos que atañen a un ser humano concreto. Esto, por supuesto, no es todo.
Existen diferencias obvias en mis experiencias de los meros contemporáneos. Hay algunos a los
que he experimentado una y otra vez en situaciones cara a cara y espero volver a encontrarlos con
regularidad (mi amigo Henry); a otros los recuerdo como seres humanos concretos de un pasado
encuentro (la rubia con la que me crucé en la calle), pero el encuentro fue breve y con toda
seguridad no ha 163 LECTURAS COMPLEMENTARIAS de repetirse. Con otros me sucede otra cosa:
sé de su existencia como seres humanos concretos, pero puedo aprehenderlos sólo por medio de
tipificaciones más o menos anónimas que se entrecruzan (mis competidores comerciales ingleses,
la reina de Inglaterra). Entre estos últimos también podría hacerse la distinción entre probables
asociados en situaciones cara a cara (mis competidores comerciales ingleses) y asociados en
potencia pero improbables (la reina de Inglaterra). El grado de anonimato que caracteriza mi
experiencia de los otros en la vida cotidiana depende, sin embargo, también de otro factor. Veo al
vendedor de diarios en la esquina tan regularmente como a mi esposa. Pero el vendedor no tiene
tanta importancia para mí y no tengo trato íntimo con él. Puede seguir siendo para mí
relativamente anónimo. El grado de interés y el grado de intimidad pueden combinarse para
aumentar o disminuir el anonimato de la experiencia. También pueden influirla
independientemente. Puedo estar en términos de gran intimidad con algunos socios de mi club y
en términos muy formales con mi patrón. Sin embargo, los primeros, aun cuando para mí no son
completamente anónimos, pueden resumirse en esa barra del club, mientras que el segundo se
destaca como un individuo único. Y por último, el anonimato puede llegar a ser casi total en el
caso de ciertas tipificaciones que nunca se pretende individualizar, como en el caso del típico
lector del Times de Londres. Finalmente, el alcance de la tipificación y por ende su anonimato
puede seguir aumentando al hablar de la opinión pública inglesa. La realidad social de la vida
cotidiana es, pues, aprehendida en un continuum de tipificaciones que se vuelven
progresivamente anónimas a medida que se alejan del aquí y ahora de la situación cara a cara. En
un polo del continuum están esos otros con quienes me trato a menudo e interactúo
intensamente en situaciones cara a cara, mi círculo íntimo, diríamos. En el otro polo hay
abstracciones sumamente anónimas, que por su misma naturaleza nunca pueden ser accesibles en
la interacción cara a cara. La estructura social es la suma total de estas tipificaciones y de las
pautas recurrentes de interacción establecidas por intermedio de ellas. En ese carácter, la
estructura social es un elemento esencial de la realidad de la vida cotidiana. Podríamos agregar
aquí otro punto más, aunque sin mayor elaboración. Mis relaciones con otros no se limitan a
asociados y contemporáneos. También se refieren a mis antecesores y sucesores, a los que me
han precedido y me sucederán en la historia total de mi sociedad. Con excepción de los que fueron
mis asociados en el pasado (mi difunto 164 LECTURAS COMPLEMENTARIAS amigo Henry), me
relaciono con mis antecesores mediante tipificaciones sumamente anónimas: mis bisabuelos
inmigrantes y aún más, los Padres de la Patria. Mis sucesores, por razones comprensibles, se
tipifican de manera todavía más anónima: los hijos de mis hijos, o las generaciones futuras. Estas
últimas tipificaciones son proyecciones substancialmente vacías, casi desprovistas por completo
de contenido individualizado, mientras que las tipificaciones de antecesores tienen al menos un
cierto contenido de esa índole, si bien sumamente mítico. El anonimato de esos dos grupos de
tipificaciones, sin embargo, no impide que formen parte de la realidad de la vida cotidiana, a veces
de manera muy decisiva. Después de todo, puedo sacrificar mi vida por lealtad a los Padres de la
Patria, o, llegado el caso, en pro de las generaciones futuras. 165 LECTURAS COMPLEMENTARIAS
Lectura complementaria Nº 3 Tomada de: Anthony Giddens. Las nuevas reglas del método
sociológico. Buenos Aires: Amorrortu, 1987, págs. 95-119. La producción y reproducción de la vida
social Orden, poder, conflicto: Durkheim y Parsons El tratamiento de Durkheim de la exterioridad
de los hechos sociales y la coerción que ejercen sobre la conducta de los actores encarnaron un
intento de proveer una teoría sobre la relación entre la acción y las propiedades de las
colectividades sociales. Cuando introdujo por primera vez las nociones de exterioridad y coerción,
en Les règles de la méthode sociologique, Durkheim omitió separar el sentido ontológico en el que
el mundo físico tiene una existencia independiente del sujeto cognoscente, y puede influir
causalmente sobre su conducta, de las propiedades coercitivas de la organización social. Más
tarde, sin embargo, llegó a clarificar el supuesto, que de todos modos ya estaba fuertemente
desarrollado aun en sus primerísimos escritos, que los fenómenos sociales son, en su misma
esencia, fenómenos morales: las sanciones utilitarias, que influyen sobre la conducta humana de
una manera mecánica, son distinguidas de las sanciones morales, cuyo contenido es especifico del
universo moral al que vinculan la conscience collective; y llegó a sostener que la adhesión a los
ideales morales no es meramente coercitiva en un sentido simple, sino que es la fuente misma de
la conducta intencional. En este último sentido, se establece una triple conexión: social-moral-
intencional. Ésta es la clave para la sociología de Durkheim, aunque permanece confundida con
una tendencia a ver algunos propósitos como si fueran egocéntricos, basados en impulsos
orgánicos y resistentes a la incorporación al universo social de los imperativos morales. Pero la
idea de que los propósitos pueden ser considerados como valores introyectados no es en modo
alguno exclusiva de los escritos de Durkheim; por el contrario, aparece en muchísimos sitios
diferentes, y a menudo en las obras de aquellos 166 LECTURAS COMPLEMENTARIAS cuyas ideas
son en apariencia muy distintas de las de Durkheim, y, en verdad, directamente opuestas. Los
axiomas centrales involucrados pueden expresarse como sigue. El mundo social está diferenciado
del mundo de la naturaleza esencialmente por su carácter moral (normativo). Ésta es la verdadera
disyunción radical, porque los imperativos morales no están en relación de simetría con los de la
naturaleza y, por consiguiente, en modo alguno pueden ser derivados de estos; la acción, se
declara, entonces, puede ser considerada como una conducta que está orientada hacia normas o
convenciones. Este teorema puede conducir entonces por direcciones divergentes, dependiendo
de que el análisis se concentre en los propósitos o motivos del actor, o que se ponga el acento,
como lo hace Durkheim, en las normas mismas como propiedades de las colectividades. Los
filósofos poswittgensteinianos han seguido inevitablemente la primera de estas rutas, abordando
el estudio de la conducta intencional por la vía de asimilar la conducta significativa con la
gobernada por reglas, y dejan sin explicar los orígenes de las reglas a las que se refieren (a la par
que ignoran su carácter de sancionadas). El mismo curso siguieron otros numerosos escritores
recientes, quienes, aunque no son filósofos, fueron influidos por las ideas de los seguidores
declarados de Wittgenstein. Así, en uno de tales textos, se nos dice: Los motivos [con lo que el
autor se refiere a lo que en mi terminología son los propósitos] son una manera por la que un
observador puede asignar relevancia a una conducta con el fin de que pueda ser reconocida como
un caso de acción ordenada normativaniente, o de nuevo, el motivo es una regla que describe el
carácter social del acto mismo. Ya he indicado algunos de los defectos inherentes a este tipo de
razonamiento y es adecuado, en este punto, tratar de relacionarlos con las debilidades
involucradas en aquel que es nominalmente su contrario: o sea el propuesto por Durkheim, y
seguido posteriormente en aspectos importantes por Parsons. La deuda de Parsons con Durkheim
en la formulación de su marco de referencia de la acción es explícita y reconocida. El tema
principal de The Structure of Social Action es el de una inmanente convergencia del pensamiento
entre Alfred Marshall, Pareto, Durkheim y Weber. Parsons discierne un paralelo entre la
consideración de Weber de la acción y la preocupación de Durkheim por la obligación moral
(interiorizada) que aplica para proveer una resolución general al problema del orden de Hobbes.
La manera en que Parsons plantea y procura resolver este problema hobbesiano tiene dos grupos
de consecuencias principales cuyas implicaciones quiero analizar, que involucran: 1) la tesis de que
el voluntarismo puede ser 167 LECTURAS COMPLEMENTARIAS incorporado a la teoría social
mediante el axioma de que los valores forman a la vez los componentes motivacionales de la
acción y los elementos centrales del consenso universal, que es la condición de la estabilidad
social; 2) el supuesto de que el conflicto de intereses en la vida social está centrado en la relación
entre el individuo (actor abstracto) y la sociedad (comunidad social global), un punto de partida
que conduce, como ocurrió con Durkheim, directamente a la idea de que el disenso (crimen,
rebelión, revolución) ha de ser conceptualizado como desviación, y visto como una falta de
compromiso motivacional con las normas consensuales. El voluntarismo La obra inicial de Parsons
estuvo dirigida a reconciliar el voluntarismo supuestamente inherente al enfoque metodológico de
Weber (y, desde un ángulo diferente, anticipado por Pareto) con la idea de la exigencia funcional
del consenso moral. La noción de valor, tal como está representada en los escritos de Parsons,
desempeña un papel tan capital en el marco de referencia de la acción porque es el concepto
básico que vincula las disposiciones de necesidad de la personalidad (valores introyectados) y (por
la vía de las expectativas de rol normativas en el nivel del sistema social) el consenso cultural. Un
sistema concreto de acción, dice Parsons, es una estructura integrada de elementos de acción en
relación con una situación. Esto significa esencialmente una integración de elementos
motivacionales y culturales o simbólicos, reunidos en un cierto tipo de sistema ordenado. Una vez
que se aprecia la significación de esta afirmación, no es difícil ver por qué, como han señalado
algunos, el voluntarismo que se pone de relieve en el trabajo inicial de Parsons, The Structure of
Social Action, parece estar eliminado de su posición madura, tal como se la describe en The Social
System y en escritos posteriores. Como lo representa Parsons en su primer trabajo, el
voluntarismo es contrapuesto al positivismo, involucrando este último formas de teoría social del
siglo XIX que procuraban evitar toda referencia al sujeto actuante como actor moral, mientras que
el primero abarca aquellas en las que el sujeto actuante es colocado en primer plano. El uso del
término voluntarismo sugiere que Parsons quiso tratar de construir dentro de su propio enfoque
una concepción del actor como agente creativo e innovador, buscando así romper con los
esquemas en los que la conducta humana no es diferenciada conceptualmente de la explicación
del movimiento de los objetos en la naturaleza. Para Parsons, los mismísimos valores que
componen el consensus universel, 168 LECTURAS COMPLEMENTARIAS en cuanto introyectados
por los actores, son los elementos motivacionales de la personalidad. Si estos son los mismos
valores, sin embargo, ¿qué fundamento puede quedar para el carácter creativo de la acción
humana tal como la presupone nominalmente el término voluntarismo? Parsons interpreta este
último concepto con referencia simplemente a los elementos de carácter normativo; la libertad
del sujeto actuante se reduce entonces y muy claramente en la teoría madura de Parsons a las
disposiciones de necesidad de la personalidad. En el marco de referencia de la acción, la acción en
sí entra en el marco sólo dentro del contexto de un énfasis en que las explicaciones sociológicas de
la conducta necesitan ser complementadas con explicaciones psicológicas de los mecanismos de la
personalidad; el sistema es enteramente determinista. Así corno no hay espacio aquí para la
capacidad creativa del sujeto en el nivel del actor, hay una fuente importante de dificultades
cuando se trata de explicar los orígenes de la transformación de los criterios de valor
institucionalizados en sí, un problema que el sistema de la teoría de Parsons (y la de Durkheim)
comparte con las ideas de Winch, que en otro sentido son muy diferentes, sobre la filosofía de la
acción, puesto que ambas tienen que tratar los criterios de valor (reglas) como dados. El individuo
en sociedad La resolución de Parsons del problema del orden tiene en cuenta, por supuesto, la
existencia de tensiones y conflictos en la vida social. Éstas derivan de tres conjuntos posibles de
circunstancias, cada uno de los cuales está centrado en cierto sentido en la noción de anomia, que
es fundamental en el pensamiento de Parsons como lo fue en el de Durkheim. Uno de ellos está
dado por la ausencia de criterios de valor obligatorios en alguna esfera de la vida social; el
segundo supone una falta de articulación, como lo señala Parsons, entre las disposiciones de
necesidad de los actores y una pauta de orientación de valores dada; el tercero se verifica cuando
los elementos condicionales de la acción, tal como los percibe el actor, son especificados
erróneamente. Se ha dicho con bastante frecuencia que el esquema teórico de Parsons no ofrece
lugar para los conflictos de intereses. De hecho, su mismo punto de partida es la existencia del
conflicto de intereses, puesto que el teorema de la integración de propósitos y valores es la base
principal de su propuesta resolución del problema del orden de Hobbes, definido precisamente en
función de la conciliación de intereses diversos y divergentes. He sustentado en alguna parte que
el problema hobbesiano no tiene la importancia en la historia del pensamiento social que 169
LECTURAS COMPLEMENTARIAS Parsons pretendió asignarle, pero es importante examinar aquí sus
debilidades analíticas. La cuestión no es que el sistema de Parsons (y el de Durkheim) no otorgan
papel alguno al conflicto de intereses, sino que ofrecen una teoría específica, y defectuosa, sobre
él, de acuerdo con la cual el choque de intereses existe en tanto un orden social no es capaz de
hermanar los propósitos de los diversos miembros de una colectividad con la integración de
patrones de valor en un consenso internamente simétrico, y sólo en esta medida. El conflicto de
intereses, según esta concepción, nunca llega a ser algo más que un choque entre los propósitos
de los actores individuales y los intereses de la colectividad. En tal perspectiva, el poder no puede
llegar a ser tratado como un componente problemático de los intereses de grupos divergentes
corporizados en la acción social, puesto que el entrelazamiento de intereses es considerado
primero y ante todo como un problema de la relación entre el individuo y la sociedad. Desde este
punto de vista, las ideas de Durkheim son, de hecho, para bien o para mal, mucho más complejas
que las encarnadas en The Social System, por lo menos en un importante sentido. Es decir,
Durkheim sostenía que hay dos modos primarios en los cuales los intereses de los actores pueden
llevarlos a divergencias respecto de los imperativos morales de la conscience collective, aunque no
alcanzó a esclarecer cabalmente la relación de estos en su pensamiento: uno está basado en lo
inerradicable de los impulsos egocéntricos, orgánicamente dados, que son concebidos en tensión
constante con las demandas morales de la sociedad, o el segmento socializado de la personalidad
dualista del actor; el otro es el esquema familiar de la falta anómica de conjunción de los
propósitos de los actores con las normas morales establecidas. El tratamiento de Durkheim de la
anomia permite vislumbrar una posibilidad de reconocimiento conceptual del conflicto de
intereses que deriva de los choques entre grupos dentro de la sociedad, en cuanto la
derregulación anómica es descrita como si derivara de una situación en la que los actores tienen
aspiraciones definidas que, dada la organización existente de la sociedad, no son realizables (un
camino desarrollado posteriormente por Merton) y no de una situación en la cual hay un vacío
moral, una ausencia de normas morales obligatorias respecto de las acciones. Pero esta
posibilidad, que podría haber sido vinculada con el análisis de lo que Durkheim mencionó como la
división forzada del trabajo, y de este modo con el análisis del conflicto de clases, quedó
inexplorada en gran parte en los escritos de Durkheim, y se pierde de vista del todo en el esquema
teórico de Parsons, puesto que éste define la anomia como la antítesis polar de la
institucionalización ple- 170 LECTURAS COMPLEMENTARIAS na, o la completa ruptura del orden
normativo. Aunque la interpretación de Parsons de la línea de pensamiento de Durkheim ofrecida
en The Structure of Social Action es a mi juicio enteramente engañosa, el énfasis arriba señalado
vincula indudablemente la obra de Durkheim con la del primero, unificando de este modo la
tradición dominante en la sociología académica. El problema del orden desde este ángulo
depende de la centralidad de una tensión que se concibe existente entre el egoísmo y el altruismo,
en la terminología de Durkheim: un problema que se refiere a la reconciliación de los intereses de
los actores individuales con la moralidad social, la conscience collective o el sistema común de
valores. Dada tal orientación a la teoría social, es imposible hacer un reconocimiento conceptual
satisfactorio de la diversificación de intereses en la sociedad que se produce entre las acciones de
sus miembros y la estructura suprema de la comunidad global, de los conflictos que se afirman
entre aquellos, o las alineaciones de poder con las que están entrelazadas. La interpretación
característica del orden como consenso moral aparece muy tempranamente en la obra de
Parsons, y es atribuida a Weber como asimismo a Durkheim. Así, al comentar su traducción del
análisis de Weber del orden legítimo (Ordnung), Parsons señala: Es evidente que por orden Weber
entiende aquí un sistema normativo. El patrón para el concepto de orden no es, como en la ley de
la gravedad, el orden de la naturaleza... Si Weber lo entendía así o no, el problema del orden para
Parsons es ciertamente el de una regulación normativa, un problema de control. El acertijo para el
que las formulaciones de Parsons se ofrecen como una solución no es equivalente en su
generalidad a la famosa pregunta de Simmel: ¿Cómo es posible la sociedad?, que retiene su
significado si la presentación de Parsons del problema del orden se abandona, como sostengo que
debe ser. Si el término orden ha de usarse, a mi juicio, debería tomarse el sentido que está
implícito en los comentarios de Parsons sobre Weber mencionados más arriba, en cuanto que en
sí mismo ese término es inapropiado para la ciencia social, es decir, como un vago sinónimo de
patrón o la antítesis de caos. Orden, poder, conflicto: Marx Al buscar una alternativa para este tipo
de teoría, uno tiende a dirigirse al marxismo, con su aparentemente ubicua insistencia en el
proceso, el conflicto y el cambio. Esto es justamente lo que algunos han hecho, incluso
Dahrendorf, Lockwood, Rex y otros, tratando de complementar ideas tomadas del sistema teórico
de Parsons con principios 171 LECTURAS COMPLEMENTARIAS extraídos, supuestamente por lo
menos, de Marx. Las ideas que tales autores defendieron difieren en sustancia. Así, Dahrendorf
sugirió una vez que la teoría del consenso y la teoría de la coerción representan modos
alternativos de enfoque que podrían aplicarse a distintas categorías de problemas concretos,
siendo el uno más apropiado para iluminar algunas especies de cuestiones empíricas, y más
apropiado el segundo para otras. Esta idea seguramente no requiere mayores refutaciones.
Puesto que la teoría del consenso y la teoría de la coerción ofrecen interpretaciones divergentes
de cualquier material dado, éstas tienen que ser consideradas como explicaciones teóricas rivales
y no como complementarias. Sin embargo, casi todos los autores han supuesto que antes que
alternativas que deben mantenerse distintas, se trata más bien de perspectivas complementarias
que, si se las reúne de alguna manera, preservarán a la vez las virtudes, que ellos encuentran en
los escritos de Parsons, y al mismo tiempo ofrecerán un correctivo para sus defectos. En su
mayoría, sin embargo, como hizo Dahrendorf, han aceptado la formulación parsoniana del
problema del orden, argumentado meramente que la solución propuesta por Parsons, la
interpretación de los valores consensuales socialmente organizados y los motivos de los actores,
deberían ser fundidos con el vocabulario conceptual del poder. Pero el modo en que esto debe
hacerse permanece oscuro, y a mi juicio debe ser así, porque ese tipo de crítica de las ideas de
Parsons no ahonda lo suficiente. Podría señalarse que los elementos que los autores arriba
mencionados toman del marxismo son solamente formales (aunque algunos, en particular
Lockwood y Rex, prefieren remontar su genealogía a Weber antes que a Marx), involucrando una
acentuación abstracta de las nociones de poder, conflicto, etc., no un compromiso con la
estructura global de la teoría marxista, o aun con el concepto de la lucha de clases en su forma
clásica. Más particularmente, al tratar de establecer alguna conexión entre el marxismo y las ideas
de Parsons, no hacen el menor intento de mirar hacia el énfasis ontológico del primero en el
hombre como productor, como creador, énfasis que está en rígido y dramático contraste con la
fascinación de Parsons con el problema del orden. Esto quizá no sea sorprendente, porque el
hecho es que hay pocos nexos claramente establecidos en los propios escritos de Marx entre la
concepción del hombre social como homo faber, que forma el fondo general de su teoría de la
historia, y los análisis más específicos que ofreció de las formaciones y conflictos de clase. En
cierto grado, esto puede considerarse como una expresión del carácter inconcluso de la obra de
Marx, ya que el programa que fue delineado en sus escritos primeros, y sobre todo en los
Manuscritos de 1844, nunca llegó a cumplirse. El capital, a pesar de su 172 LECTURAS
COMPLEMENTARIAS considerable extensión, sólo marca la primera fase de una empresa que Marx
planeó en su juventud. Las dificultades a las que esto dio origen al establecer la continuidad entre
las obras juveniles y maduras de Marx son bien conocidas y no hace falta comentarias aquí. Pero el
debate sobre la relación de la noción de alienación y otras ideas introducidas en los escritos
juveniles de Marx con su pensamiento posterior ha sido principalmente escolástico; o sea que se
ha concentrado en la exégesis antes que en el análisis, y ha dejado en gran parte intactos los
problemas sustanciales de la estructura teórica del materialismo histórico. En este punto no deseo
referirme a ellos sino en cuanto se relacionan con lo que dije más arriba. Pueden distinguirse dos
formas de relación dialéctica en el movimiento de la historia en los escritos de Marx. Una es la
dialéctica entre la humanidad y la naturaleza; la otra es la dialéctica de las clases. Ambas están
vinculadas con la transformación de la historia y la cultura. Los seres humanos, a diferencia de los
animales inferiores, no son capaces de existir en un estado de mera adaptación al mundo material.
El hecho de que no posean un aparato ingénito de respuestas instintivas los fuerza a un juego
recíproco creativo con su ambiente, de modo que tienen que procurar el dominio de su entorno
antes que adaptarse simplemente a él como algo dado: de este modo, los seres humanos se
modifican a sí mismos mediante el cambio del mundo que los rodea en un proceso continuo y
recíproco. Pero esta antropología filosó- fica general (que no fue original de Marx y que en la
forma en que fue expuesta en los primeros escritos en particular hace poco más que injertar la
inversión feuerbachiana» en el esquema de Hegel) se mantiene latente en las obras subsiguientes
de Marx (con la excepción parcial de las Grundrisse, donde la reelaboración de estas ideas es aún
fragmentaria). En consecuencia, es poco lo que se puede encontrar en Marx en la forma de un
análisis sistemático o elaboración de la noción básica de la praxis. Hallamos afirmaciones tales
como ésta: La conciencia es... desde su mismo comienzo un producto social, y sigue siéndolo en
tanto los hombres existen, y, más específicamente: El lenguaje es tan antiguo como la conciencia,
el lenguaje es la conciencia práctica que existe también para los otros hombres... el lenguaje,
como la conciencia, sólo surge de la necesidad, del intercambio con otros hombres. Pero antes
que explorar las consecuencias de tales proposiciones, Marx estaba interesado por principio en
avanzar directamente hacia la tarea de interpretar históricamente el desarrollo de tipos
particulares de sociedad por la vía de los conceptos de modos de producción, división del trabajo,
propiedad privada y clases, concentrándose, por supuesto, en la crítica de la economía política y la
trasformación optativa del capitalismo por el socialismo. 173 LECTURAS COMPLEMENTARIAS El
uso de Marx de los conceptos supuestamente involucrados en la teoría de la coerción interés
material, conflicto y poder está elaborado en este contexto, y refleja algunas de las ambigüedades
de los recursos intelectuales de los que fueron tomados. Es bastante evidente que, dentro de la
estructura del capitalismo, las dos clases principales, el capital y el trabajo asalariado, tienen
intereses divergentes (tanto en el sentido estrecho de la apropiación de las utilidades económicas
como en el sentido más profundo en el que los intereses de la clase trabajadora promueven la
incipiente realización del trabajo socializado, chocando con la defensa atrincherada de la
propiedad privada por parte de la clase dominante); que estos factores implican que el conflicto
de clases, latente o manifiesto, es endémico en esa sociedad; y que esta condición de
antagonismo es directamente controlada o estabilizada mediante la gestión del poder político del
Estado. La superación del capitalismo, sin embargo, marca la superación de las clases, sus
conflictos de intereses, y del poder político mismo. En este último aspecto, se puede señalar sin
dificultad la influencia residual de la doctrina de Saint-Simon, la idea de que la administración de
los hombres por otros hombres dará paso a la administración de los hombres sobre las cosas (que
Engels cita concretamente más de una vez). La noción de Marx de la superación del Estado es, por
cierto, mucho más sofisticada que esto, y es evidente en las notas de sus críticas iniciales de Hegel
y en sus comentarios posteriores sobre la comuna y el programa de Gotha. Pero las clases, los
intereses de clases, el conflicto de clases y el poder político son para Marx, en un sentido básico,
contingentes en relación a la existencia de un tipo dado de sociedad (la sociedad de clases), y dado
que raramente analiza los intereses, el conflicto y el poder fuera del contexto de las clases, no
resulta claro hasta dónde estos conceptos se relacionan con la sociedad socialista. Los intereses de
clases y los conflictos de clases pueden desaparecer en la sociedad socialista, pero ¿qué ocurre
con las divisiones de intereses y los conflictos que no están específicamente vinculados con las
clases? Hay afirmaciones en los escritos iniciales de Marx que podrían interpretarse en el sentido
de que la llegada del comunismo marca el fin de todas las formas de división de intereses entre los
hombres. Debemos presumir seguramente que Marx no sostuvo este punto de vista más que en el
sentido de que los conflictos entre los hombres pueden ser abrogados. Pero la ausencia de algo
más que indicaciones dispersas acerca de tales cuestiones hace imposible establecer muchos
juicios concretos sobre ellas. Ahora bien: se puede señalar que Marx se negó a entrar en detalles
acerca de la sociedad del futuro sobre la base de que tal especulación degenera en el socialismo
utópico, puesto que no es posible prever la forma de la organización social que caracterizará 174
LECTURAS COMPLEMENTARIAS a una sociedad basada en principios muy distintos de los
existentes; y de modo similar tal vez se pueda sostener que los conceptos desarrollados dentro de
un tipo de sociedad el capitalismo no serían apropiados para el análisis de otra el socialismo. Pero
estos argumentos no contrarrestan el punto principal: que los únicos análisis convincentes del
conflicto y el poder se vinculan específicamente en Marx con los intereses de clases. Desde este
aspecto, sus escritos no proveen una alternativa elaborada para esas tradiciones principales del
pensamiento social cuya antropología filosófica está centrada en los conceptos de valor, norma o
convención. Lo que sigue se basa en la idea fundamental de la producción y reproducción de la
vida social, que ciertamente resulta coherente con la ontología marxista de la praxis. Según lo dice
Marx: Tal como los individuos expresan su vida así es como son. Lo que son, por consiguiente,
coincide con su producción, tanto con lo que producen como con el modo en que producen. Pero
la producción ha de ser entendida en un sentido muy amplio, y con el fin de detallar sus
implicaciones tenemos que ir mucho más allá de lo que está inmediatamente disponible en los
trabajos de Marx. La producción o constitución de la sociedad es una obra práctica de sus
miembros, pero que no se verifica en condiciones que estén enteramente dentro de su intención o
comprensión. La clave para entender el orden social, en el sentido más general del término que he
distinguido antes no está en la interiorización de los valores, sino en las relaciones cambiantes
entre la producción y la reproducción de la vida social por sus actores constituyentes. Toda
reproducción es necesariamente producción; sin embargo, la simiente del cambio existe en cada
acto que contribuye a la reproducción de cualquier forma ordenada de vida social. El proceso de la
reproducción comienza con la reproducción de las circunstancias materiales de la existencia
humana y depende de ésta; o sea la reprocreación de la especie y la transformación de la
naturaleza. Los seres humanos, según dice Marx, producen libremente en intercambio con la
naturaleza, en el sentido paradójico de que están forzados a transformar activamente el mundo
material con el fin de sobrevivir en él, puesto que carecen de un aparato de instintos que pueda
proveerles una adaptación más mecánica a su ambiente material. Pero lo que sobre todo distingue
a los seres humanos de los animales es que los primeros son capaces de programar reflexivamente
su ambiente, controlando así su propio lugar en él; esto se torna posible sólo mediante el
lenguaje, que es más que ninguno el medio de las actividades prácticamente humanas. 175
LECTURAS COMPLEMENTARIAS ¿Cuáles son, analíticamente, las principales condiciones que
corresponden a la reproducción de las estructuras de interacción? Se las puede analizar
considerando las siguientes especies: las destrezas constituyentes de los actores sociales; la
racionalización de estas destrezas como formas de actividad; las características no explicadas de
los sistemas de interacción que promueven y permiten el ejercicio de tales capacidades, las que
pueden ser analizadas como elementos de motivación, y que llamaré la dualidad de la estructura.
Desarrollaré el argumento en las secciones siguientes de este capítulo con referencia al lenguaje,
no porque sea útil considerar la vida social como cierta especie de lenguaje, sistema de
información o lo que fuere, sino porque el lenguaje, como forma social en sí, ejemplifica algunos
aspectos, y sólo algunos aspectos, de la vida social en su conjunto. El lenguaje puede ser estudiado
considerando por lo menos tres aspectos de su producción y reproducción, cada uno de los cuales
es característico de la producción y reproducción de la sociedad en forma más general. El lenguaje
es dominado y hablado por los actores; es empleado como medio de comunicación entre ellos y
forma una estructura que en cierto sentido está constituida por el habla de la comunidad de
lenguaje o colectividad. Bajo el aspecto de su producción en cuanto serie de actos de locución por
un hablante individual, el lenguaje es: a) una destreza, o un conjunto muy complejo de destrezas,
que posee cada persona que conoce el lenguaje; b) utilizado para conferir sentido, literalmente,
como un arte creativo de un sujeto activo; c) algo que es hecho, realizado por el hablante, pero no
con pleno conocimiento de cómo lo hace. Es decir, que probablemente pueda ofrecer sólo una
versión fragmentaria de lo que son las habilidades que ejerce, o de cómo las ejerce. En cuanto
medio de comunicación en la interacción, el lenguaje implica el uso de esquemas interpretativos
para entender no sólo lo que otros dicen, sino también lo que se proponen expresar: la
constitución del sentido como una realización intersubjetiva de entendimiento mutuo en un
intercambio continuo; y el uso de indicaciones contextuales, como propiedades del sistema, como
parte integral de la constitución y comprensión del significado. Considerado como una estructura,
el lenguaje no es poseído por ningún hablante particular, y sólo puede ser conceptualizado como
una característica de una comunidad de hablantes; puede concebírselo como un conjunto
abstracto de reglas que no se aplican mecánicamente, sino que las emplean de un modo
generativo los hablantes miembros de la comunidad de lenguaje. Me propongo decir, entonces,
que la vida social 176 LECTURAS COMPLEMENTARIAS puede considerarse como un conjunto de
prácticas reproducidas. Siguiendo el triple enfoque que distinguimos antes, las prácticas sociales
pueden ser estudiadas, en primer término, desde el punto de vista de su constitución como una
serie de actos realizados por los actores; segundo, como formas constituyentes de interacción,
que involucran la comunicación del significado; y tercero, como estructuras constituyentes que
pertenecen a colectividades o comunidades sociales. Órdenes morales de la interacción Los
elementos morales de la interacción se vinculan en forma integral con su constitución como algo
significativo y como un conjunto de relaciones de poder. Cada una de estas conexiones debe
considerarse igualmente básica. Las normas figuran de una manera importante tanto en los
escritos de los que han adoptado una posición fuertemente naturalista en la teoría social (en
especial Durkheim) como en los de quienes han sido sus críticos más fervientes. Aunque Durkheim
sólo llegó a elaborar plenamente sus ideas originales en sus últimos trabajos, no siempre se inclinó
a subrayar la significación de las normas como coercitivas u obligatorias; es decir, que han de ser
abordadas mediante la noción de las sanciones. Schutz, Winch y otros, en cambio, se mostraron
más preocupados por la capacidad de las normas de conferir y permitir. Me propongo sostener
que todas las normas son a la vez coercitivas y permisivas. Quiero distinguir también entre normas
y reglas, que son casualmente utilizadas como sinónimos por la mayoría de los filósofos
poswittgensteinianos; trataré las reglas normativas o morales como una subcategoría de la noción
más general de regla, que vincularé con la de estructura. La constitución de la interacción como
orden moral puede entenderse como la actualización de derechos y la imposición de obligaciones.
Existe una simetría lógica entre ambas, que, sin embargo, puede ser quebrada en los hechos. Es
decir que lo que es un derecho de un participante en un encuentro aparece como una obligación
del otro de responder de una manera apropiada, y viceversa; pero este nexo puede cesar si una
obligación no se reconoce o no se cumple, y no se puede aplicar eficazmente ninguna sanción. Así,
en la producción de la interacción, todos los elementos normativos tienen que ser tratados como
una serie de pretensiones cuya realización es contingente en relación con la actualización exitosa
de las obligaciones mediante las respuestas de los otros participantes. De tal modo, las sanciones
normativas son esencialmente diferentes (como lo ha reconocido Durkheim) de las relacionadas
con la transgresión de las prescripciones técnicas o utilitarias, 177 LECTURAS COMPLEMENTARIAS
que implican lo que von Wright llama proposiciones anankásticas. En las prescripciones tales como
evite tomar agua contaminada, la sanción que está involucrada (el riesgo de envenenarse) surge
mecánicamente de la ejecución del acto: depende de relaciones causales que tienen la forma de
eventos naturales. Al hacer esta distinción, sin embargo, Durkheim también obliteró un sentido
vital en el que las normas pueden ser abordadas de una manera utilitaria por los participantes en
la producción de la interacción, y que debe ser conceptualmente relacionado con el carácter
contingente de la realización de las pretensiones normativas. Esto significa que una pretensión
normativa puede ser reconocida como obligatoria, no porque un actor al que se aplica como
obligación acepte tal obligación como un compromiso moral, sino porque prevé y quiere evitar las
sanciones que le serán aplicadas en el caso del no cumplimiento. En relación con la persecución de
sus intereses, por consiguiente, un actor puede abordar las pretensiones morales exactamente de
la misma forma que lo hace con las prescripciones técnicas: en cada caso también puede calcular
los riesgos involucrados en un acto particular en función de la probabilidad de escapar de la
sanción. Es un error elemental suponer que la instauración de una obligación moral implica
necesariamente un compromiso moral con ésta. Por elemental que sea, es importante insistir en
este punto, porque es ignorado sistemáticamente en la tradición del pensamiento social que
vincula a Durkheim con Parsons. Puesto que las sanciones que siguen a la transgresión de las
pretensiones morales no operan con la inevitabilidad de los eventos de la naturaleza, sino que
implican las reacciones de los otros, típicamente existe cierto espacio libre para el transgresor, si
se lo identifica como tal, para negociar el carácter de la sanción que debe seguirse. Ésta es una de
las formas en que la producción de un orden normativo se verifica en estrecha relación con la
producción de significado: lo que es la transgresión resulta potencialmente negociable, y la
manera en que es caracterizada o identificada afecta las sanciones a las que puede estar sujeta.
Esto es familiar y está formalizado en los tribunales de justicia, pero también se extiende por todo
el campo de la constitución moral puesto que opera en la vida diaria. Las sanciones se clasifican
fácilmente, en un nivel abstracto, en función de si los recursos que son movilizados para producir
la sanción son internos, o sea que involucran elementos de la personalidad del actor, o externos, o
sea que toman características del contexto de la acción. Cada una de éstas puede ser categorizada
además en función de si los recursos que el agente sancionador es capaz de movilizar son positivos
o nega- 178 LECTURAS COMPLEMENTARIAS tivos en relación con los deseos del actor que es el
blanco de la sanción. De este modo, la actualización de las sanciones internas puede fundarse en
un compromiso moral positivo del actor, o negativamente en la ansiedad, el temor o la culpa; la
actualización de las sanciones externas puede fundarse en ofertas de recompensa o, por el otro
lado, puede esgrimir la amenaza de la fuerza. Obviamente, en situaciones concretas de
interacción, varias de éstas pueden operar simultáneamente; y ninguna sanción externa resulta
eficaz a menos que ponga en juego una sanción interna: una recompensa sólo es tal si coincide
con los deseos de una persona. La interpretación de las normas, y su capacidad para hacer que
una interpretación cuente, por parte de los participantes en la interacción, están vinculadas de
maneras sutiles con su sumisión a las pretensiones morales. La falta de advertencia de este hecho,
o en todo caso la incapacidad para establecer explícitamente sus consecuencias, se relaciona con
algunos de los defectos característicos del funcionalismo de Durkheim-Parsons, como asimismo de
la filosofía poswittgensteiniana. La coordinación moral de la interacción es asimétricamente
interdependiente con su producción con carácter significativo y con su expresión de relaciones de
poder. Esto tiene dos aspectos, estrechamente relacionados entre sí: a) la posibilidad de choques
entre diferentes ideas del mundo, o, menos macroscópicamente, entre distintas definiciones de lo
que es; b) la posibilidad de choques entre comprensiones divergentes de las normas comunes.
Relaciones de poder en la interacción La noción de acción está lógicamente vinculada con la de
poder. Esto es en cierto sentido reconocido por los filósofos, que hablan de que alguien puede, es
capaz de o tiene poder para en relación con la teoría de la acción. Pero sus autores raramente o
nunca relacionan tales discusiones con los análisis del concepto de poder en sociología y, por
consiguiente, no las vinculan con el análisis de las relaciones de poder entre los actores o en las
colectividades. La relación entre la acción y el poder puede ser enunciada simplemente. La acción
implica de modo intrínseco la aplicación de medios para conseguir resultados, producidos
mediante la intervención directa de un actor en el curso de los eventos: la acción que se intenta
concretar es una subclase de los procederes del actor, o de su abstención de hacer; el poder
representa la capacidad de un agente para movilizar recursos con el fin de constituir esos medios.
En este sentido más general, el poder se 179 LECTURAS COMPLEMENTARIAS refiere a la capacidad
transformadora de la acción humana y, de aquí en adelante, en aras de la claridad, emplearé este
segundo término, reservando el primero para un uso más restringido, relacional, de poder, que
será explicado en lo que sigue. La capacidad transformadora de la acción humana es colocada en
primer plano por Marx, y resulta el elemento clave de la noción de praxis. Todos los sistemas de
teoría social han tenido que ocuparse de ello, en cierto sentido, de la transformación de la
naturaleza por el hombre y del carácter incansablemente modificador de sí misma de la sociedad
humana. Pero en muchas escuelas del pensamiento social, la capacidad transformadora de la
acción fue concebida en función de un dualismo, como un contraste abstracto entre el mundo
neutral de la naturaleza, por una parte, y el mundo cargado de valores de la sociedad humana, por
otra. En tales escuelas de pensamiento, particularmente en las asociadas con el funcionalismo, con
su acento puesto en la adaptación al ambiente, el alcance de la historicidad del hombre es
fácilmente abandonado. Sólo en las tradiciones afines a la filosofía hegeliana y (ciertas versiones)
del marxismo, la capacidad transformadora de la acción, como proceso automediador del trabajo,
fue establecida como punto central del análisis. El trabajo es, como dice Löwith, un movimiento de
mediación... una modelación o ‘ formación’ , y en consecuencia una destrucción positiva del
mundo que está presente en la naturaleza. Parece haber pocas dudas de que este amplio énfasis
siguió siendo básico en el pensamiento maduro de Marx, aunque no significativamente elaborado;
en sus Grundrisse encontramos la afirmación, en un lenguaje que reproduce de cerca su temprana
inmersión en el río de fuego, que el trabajo es el fuego vivo, modelador; representa la
impermanencia de las cosas, su intemporalidad; en otras palabras, su formación en el curso del
tiempo viviente. Sin embargo, Marx se preocupó crecientemente no por el trabajo como
capacidad transformadora de la actividad, sino por su deformación como ocupación dentro de la
división industrial-capitalista del trabajo; y el poder, en cuanto involucrado en el intercambio
social entre los hombres, como he indicado antes de una manera preliminar, fue analizado como
una propiedad específica de las relaciones de clase y no como un rasgo de la interacción social en
general. El poder en el sentido de la capacidad transformadora de la actividad humana es la
capacidad del actor para intervenir en una serie de eventos de modo de alterar su curso; 180
LECTURAS COMPLEMENTARIAS como tal, es el puede que media entre las intenciones o
necesidades y la realización concreta de los resultados buscados. El poder en el sentido más
estrecho, relacional, es una propiedad de la interacción, y puede ser definido como la capacidad
para asegurar resultados donde la realización de estos resultados depende de la actividad de
otros. Es, en este sentido como los hombres tienen poder sobre otros: éste es el poder como
dominación. Aquí hay que señalar algunos puntos básicos. a) El poder, sea en el sentido amplio
como en el restringido, se refiere a capacidades. A diferencia de la comunicación del significado el
poder no cobra existencia sólo cuando es ejercido, aunque últimamente no existe otro criterio por
el cual se pueda demostrar qué poder poseen los actores. Esto es importante, porque podemos
hablar del poder como algo almacenado para un uso futuro. b) La relación entre el poder y el
conflicto es de índole contingente: tal como lo he formulado, el concepto de poder, en una u otra
forma, no implica la existencia del conflicto. Esto está contra algunos usos, o abusos, de lo que es
quizás la más famosa formulación del poder en la literatura sociológica, la de Max Weber, de
acuerdo con la cual el poder es la capacidad de un individuo de realizar su voluntad, aun contra la
voluntad de otros. La omisión del aun en algunas versiones de esta definición es significativa:
entonces, el caso viene a ser que el poder presupone el conflicto, puesto que el poder sólo existe
cuando la resistencia de los otros tiene que ser vencida y sometida su voluntad. c) Es el concepto
de interés, antes que el de poder como tal, el que se relaciona directamente con el conflicto y la
solidaridad. Si el poder y el conflicto frecuentemente marchan juntos, no es porque el uno
implique lógicamente al otro, sino porque el poder está unido a la prosecución de intereses, y los
intereses de los hombres pueden no llegar a coincidir. Todo lo que quiero decir con esto es que
mientras que el poder es un rasgo de toda forma de interacción humana, la división de intereses
no lo es. d) Esto no implica que las divisiones de intereses puedan ser superadas en toda sociedad
empírica; y es ciertamente necesario oponerse a la vinculación del interés con hipotéticos estados
de naturaleza. El uso del poder en la interacción puede ser entendido en función de los recursos o
facilidades que los participantes aportan y movilizan como elementos de su producción, dirigiendo
así su curso. Ellos incluyen no sólo las destrezas mediante las cuales la interacción es constituida
con carácter significativo, sino también y esto debe enunciarse aquí sólo en forma abstracta todos
los demás recursos que un participante es capaz de aportar para influir o controlar la conducta de
los otros que son parte de la interacción, incluso la posesión de autoridad y la amenaza del uso de
la fuerza. Estaría enteramente fuera de lugar el tratar de establecer en este estudio una elaborada
181 LECTURAS COMPLEMENTARIAS tipología de los recursos del poder. Mi única preocupación en
este punto es ofrecer un esquema conceptual generalizado que integre la noción de poder dentro
de la versión teórica desarrollada en el presente capítulo. Lo necesario, sin embargo, es relacionar
este análisis del poder remontándolo a la producción de significado en la interacción. Esto puede
realizarse de la mejor manera retornando brevemente al marco de referencia de la acción de
Parsons, o más específicamente a las críticas expresadas contra este por los que recibieron la
influencia de la etnometodología. Tal crítica ha adoptado a grandes rasgos la forma que sigue. En
la teoría de Parsons se argumenta, el actor está programado para hacer lo que hace como
resultado de valores interiorizados, como disposiciones de necesidad de la personalidad (en
conjunción con las condiciones no normativas de la acción): se pinta al actor como un incauto no
pensante de su cultura, y su interacción con los otros como la actualización de tales disposiciones
de necesidad y no como lo que realmente es, una serie de realizaciones de destreza. Es decir que,
siguiendo a Garfinkel, se ha prestado atención sólo a la inteligibilidad, al manejo cognitivo de la
comunicación y a los sistemas de comunicación. Todo esto es tratado como resultado del trabajo
mutuo de parte de los actores, pero como si fuera siempre el esfuerzo de pares en colaboración,
contribuyendo igualmente cada uno a la producción de la interacción, y teniendo como único
interés el de sostener una apariencia de seguridad ontológica, mediante la cual se constituye el
contenido significativo. Aquí se puede notar la fuerte influencia residual del problema del orden
de Parsons, pero despojado de su contenido volitivo y reducido a un diálogo incorpóreo. Frente a
esto debemos destacar que la creación de marcos de significado ocurre en cuanto mediación de
las actividades prácticas y en función de los diferenciales de poder que los actores son capaces de
aportar. Esto tiene crucial importancia en la teoría social, que debe considerar como una de sus
tareas principales la acomodación mutua del poder y las normas en la interacción social. La
elaboración reflexiva de los marcos de significado experimenta desequilibrios característicos en
relación con la posesión del poder, ya sea este último un resultado de la destreza superior
lingüística o dialéctica de una persona en la conversación con otra; de la posesión de tipos
adecuados de conocimiento técnico; de la movilización de la autoridad o la fuerza, etc. Lo que
pasa por realidad social está en relación inmediata con la distribución del poder; no sólo en los
niveles más mundanos de la interacción diaria, sino también en el nivel de las culturas e ideologías
globales, y su influencia en verdad puede sentirse en cada rincón de la vida social cotidiana. 182
LECTURAS COMPLEMENTARIAS Racionalización y reflexividad Ya he señalado que en la mayoría de
las escuelas tradicionales del pensamiento social, la reflexividad es tratada meramente como un
estorbo, cuyas consecuencias pueden ser ignoradas o deben ser reducidas en lo posible a un nivel
mínimo. Esto vale tanto respecto de la metodología, en la que la introspección es duramente
condenada como contraria a la ciencia, como respecto de la representación conceptual de la
conducta humana en sí. Pero nada resulta tan central en la vida humana ni es tan distintivo de
esta como el control reflexivo de la conducta, que todos los miembros competentes de la sociedad
esperan de los otros. En los escritos de los pensadores sociales que no reconocen que esto sea lo
central hay una extraña paradoja, con frecuencia señalada por sus críticos: porque el
reconocimiento de su misma competencia como autores implica justamente lo que están
obliterando en las interpretaciones que ofrecen de la conducta de los otros. Ningún actor es capaz
de controlar el flujo de su acción exhaustivamente, y cuando se le pide que explique por qué hizo
lo que hizo en un momento y en un sitio particulares, puede optar por responder que por ninguna
razón, sin comprometer en modo alguno la aceptación de los otros de su persona como
competente. Pero esto sólo vale para los aspectos de la interacción diaria que se consideran como
triviales, no para lo que se juzga importante en la conducta de un agente, para lo cual siempre se
espera que pueda dar razones si se las piden (no consideraré aquí hasta dónde esta observación
puede aplicarse fuera de la cultura occidental). Puesto que el dar razones involucra al actor en el
suministro de una explicación verbal de lo que podría guiar sólo implícitamente su conducta, hay
una fina línea entre la racionalización, tal como yo he usado el término, y la racionalización
significando el dar falsas razones después de un evento. El dar razones se entrelaza íntimamente
con la evaluación de la responsabilidad moral por los actos, y por consiguiente se presta
fácilmente al disimulo o al engaño. Aceptar esto que acabo de señalar, sin embargo, en manera
alguna es lo mismo que sostener que todas las razones son meramente explicaciones de principio
ofrecidas por los actores acerca de lo que hacen, a la luz de cánones aceptados de
responsabilidad, independientemente de que estos hayan estado incluidos en algún sentido en sus
procederes. Hay dos sentidos según los cuales los actores pueden sostener que sus razones son
válidas, y su encaje recíproco es de no pequeñas consecuencias en la vida social. En el primero se
plantea hasta qué punto las razones expuestas por un agente expresan en 183 LECTURAS
COMPLEMENTARIAS juzgar sobre una discusión posterior en un nivel abstracto, debemos
considerar ante todo dos aspectos desde los cuales la conducta de los actores puede ser opaca
para ellos mismos: primero, el de la motivación, y segundo, el de las propiedades estructurales de
la interacción. La motivación de la acción Cometeríamos un error si supusiéramos que las especies
de explicaciones que los actores buscan y aceptan respecto de la conducta de los otros están
limitadas a la racionalización de la conducta, es decir en cuanto se presume que el actor
comprende adecuadamente lo que está haciendo y por qué lo está haciendo. En el lenguaje
corriente, como he mencionado antes, las razones no están claramente distinguidas de los
motivos; uno podría preguntar: ¿Cuál fue su razón para hacer X? como un equivalente de ¿Cuál
fue su motivo para hacer X? Sin embargo, se reconoce que preguntar por los motivos de alguien
para actuar como lo hace es potencialmente buscar elementos en su conducta de los que él
mismo puede no tener plena conciencia. Es por esto, a mi juicio, que el término motivos
inconscientes no resulta particularmente violento en el lenguaje corriente, mientras que parece
menos fácil aceptar razones inconscientes. Mi uso de motivación, por consiguiente, con referencia
a deseos de los que un actor puede o no ser consciente, o sólo puede volver conscientes después
de haber realizado el acto al que un motivo particular se refiere, de hecho se ajusta bien al uso de
los legos. La motivación humana puede ser adecuadamente concebida como subordinada a un
orden jerárquico, tanto en un sentido de desarrollo como en función de la distribución de los
deseos en cualquier tiempo dado en la vida de una persona. Un infante no es un ser capaz de
reflexividad: la capacidad de control de las propias actividades se predica firme y
fundamentalmente en relación con el dominio del lenguaje, aunque esto no excluye la posible
aplicación de la tesis de Mead de que la reflexividad está fundada en su nivel más primitivo en la
reciprocidad de las relaciones sociales durante la interacción del infante con los otros miembros
del grupo familiar. Ahora bien: aunque el infante muy pequeño puede conocer unas pocas
palabras, que sirven como signos en su interacción con otros, un niño no alcanza amplia posesión
de las destrezas lingüísticas, o un dominio de las complejidades de la terminología demostrativa
del yo, el mí, el tú hasta una edad que está entre los dos y los tres años. Sólo cuando esto ocurre
tiene la capacidad, o se espera que verdad su control de lo que hizo; en el otro hay que preguntar
184 LECTURAS COMPLEMENTARIAS hasta qué punto su explicación se conforma a lo que
generalmente es reconocido, en su ambiente social, como conducta razonable. El último sentido, a
su vez, depende de pautas de creencia más o menos difusamente integradas a las cuales los
actores se refieren con el fin de derivar explicaciones fundadas de sus conductas recíprocas. Lo
que Schutz llama el acopio de conocimiento que los actores poseen, y que aplican en la
producción de la interacción, cubre en realidad dos elementos analíticamente separables. Existe lo
que he llamado genéricamente conocimiento mutuo, que se refiere a los esquemas interpretativos
mediante los cuales los actores constituyen y comprenden la vida social como significativa; esto
puede distinguirse de lo que llamaré el sentido común, pasible de considerarlo comprendiendo un
cuerpo más o menos articulado de conocimiento teórico al que es posible recurrir para explicar
por qué las cosas son lo que son, u ocurren como lo hacen, en el mundo natural y en el social.

Las creencias del sentido común apuntalan típicamente el conocimiento mutuo que es aportado
en cualquier encuentro por los participantes; este último depende en forma básica de un marco
de seguridad ontológica provisto por el sentido común. En modo alguno el sentido común tiene
solamente un carácter práctico como el conocimiento de un libro de cocina. Normalmente, en
cierta medida sustancial se deriva y responde a las actividades de los expertos, que realizan la
contribución más directa a la racionalización explícita de la cultura. Los expertos incluyen a todos
los que tienen la autoridad y la entrada privilegiada a los dominios del conocimiento especializado:
sacerdotes, magos, científicos, filósofos. El sentido común, por cierto, es en parte el conocimiento
acumulado de los legos; pero las creencias del sentido común reflejan y encarnan también las
perspectivas desarrolladas por los expertos. Como señala Evans-Pritchard, el lego de la cultura
europea considera la lluvia como el resultado de causas naturales que pueden ser expuestas por
un meteorólogo, aunque es improbable que él mismo pueda ofrecer algo más que una explicación
rudimentaria de esta especie; un azande caracteriza los orígenes de la lluvia dentro de una
cosmología diferente. La racionalización de la acción por la vía del sentido común es un fenómeno
de vasto alcance en sociología, pues los propios científicos sociales pretenden ser expertos que
proveen conocimiento autorizado. En consecuencia, se plantea la cuestión crucial: ¿En qué sentido
los acopios de conocimiento, que los actores emplean para constituir o dar existencia a la misma
sociedad que es el objeto de análisis, son corregibles a la luz de la investigación y la teoría
sociológicas (pág. 151 y sigs.)? Sin pre la tenga, de alcan- 185 LECTURAS COMPLEMENTARIAS zar
los rudimentos de la facultad de controlar su propia conducta en una forma afín con la de un
adulto, y de expandir de este modo el control racional que puede ejercer sobre aquella. Pero
aunque un niño no nace como ser reflexivo, nace con deseos, con un conjunto de necesidades
orgánicas para cuya provisión depende de otros, que median en su creciente incorporación a un
mundo social definido. En consecuencia, se puede presumir que el periodo más temprano de la
socialización implica el desarrollo de la capacidad del infante para el manejo de la tensión,
mediante lo cual logra activamente la aptitud para acomodar sus deseos a las demandas o las
expectativas de los otros (Kardiner llama a esto la formación de un sistema de seguridad básica).
Dado que los modos de manejar las necesidades orgánicas representan la primera acomodación
que el niño efectúa en el mundo, y en un sentido importante, la de máximo alcance, parece
legítimo suponer que un sistema de seguridad básica o sea, un primitivo nivel de manejo de las
tensiones enraizadas en las necesidades orgánicas sigue siendo central en el desarrollo posterior
de la personalidad; y dado que estos procesos ocurren en primer término antes que el niño
adquiera las destrezas necesarias para controlar conscientemente su aprendizaje, parece legítimo
afirmar que están por debajo del umbral de aquellos aspectos de la conducta que, aprendidos
posteriormente y en conjunción con el control reflexivo de ese aprendizaje, son fácilmente
verbalizados y así hechos conscientes por el niño mayor o el adulto. Sin embargo, incluso el
aprendizaje más temprano del infante es entendido en un sentido erróneo, si se lo concibe como
una mera adaptación a un mundo externo dado anticipadamente; el infante es desde los primeros
días de su vida un ser que moldea activamente los marcos de su interacción con los otros y que,
teniendo deseos que en alguna circunstancia van a chocar con los de los otros, puede llegar a
encontrarse involucrado en conflictos de intereses con ellos. Que las necesidades humanas están
jerárquicamente ordenadas, incluyendo como núcleo un sistema de seguridad básica que en gran
parte es inaccesible a la conciencia del actor es, por supuesto, una afirmación no incontrovertible
y que tiene muchos puntos en común con el énfasis general de la teoría psicoanalítica; pero esto
no implica un compromiso con los elementos más detallados del esquema teórico o terapéutico
de Freud. El mantenimiento de un marco de seguridad ontológica es, como otros aspectos de la
vida social, una realización continua de los actores legos. Dentro de la producción de los modos de
interacción en los cuales el conocimiento mutuo requerido para sostener esa interacción es no
problemático, y por consiguiente se lo puede dar por sentado en 186 LECTURAS
COMPLEMENTARIAS gran parte, la seguridad ontológica está fundada rutinariamente. Las
situaciones criticas se verifican cuando tal fundamento rutinario queda radicalmente dislocado, y
cuando en consecuencia las destrezas constituyentes acostumbradas de los actores ya no
engranan con los componentes motivacionales de su acción. La seguridad de ser, que en gran
medida es aceptada sin cuestionamiento en la mayoría de las formas diarias de la vida social,
resulta así de dos tipos relacionados entre sí: el sostenimiento de un orden cognoscitivamente
ordenado del ser y del otro, y el mantenimiento de un orden efectivo en el manejo de las
necesidades subjetivas. Las tensiones y ambivalencias en la motivación pueden derivar de una u
otra de estas fuentes, y como tales ser analizadas como conflictos dentro y entre las capas en la
estratificación de dichas necesidades. 187 LECTURAS COMPLEMENTARIAS Lectura complementaria
Nº 4 Tomada de: Pierre Bourdieu y otros. El oficio del sociólogo. Buenos Aires: Siglo XXI, 1975
págs. 51-81. La construcción del objeto II. El hecho se construye: las formas de la renuncia
empirista El punto de vista dice Sanssure crea el objeto. Es decir que una ciencia no podría
definirse por un sector de lo real que le correspondería como propio. Como lo señala Marx, la
totalidad concreta, como totalidad del pensamiento, como un concreto del pensamiento es, in
fact, un producto del pensamiento y de la concepción [...]. El todo, tal como aparece en la mente,
como todo del pensamiento, es un producto de la mente que piensa y que se apropia el mundo
del único modo posible, modo que difiere de la apropiación de ese mundo en el arte, la religión, el
espíritu práctico. El sujeto real mantiene, antes como después, su autonomía fuera de la mente
[...]1 . [K. Marx, texto nº 20]. Es el mismo principio epistemológico, instrumento de la ruptura con
el realismo ingenuo, que formula Max Weber: No son dice Max Weher las relaciones reales entre
«cosas» lo que constituye el principio de delimitación de los diferentes campos científicos sino las
relaciones conceptuales entre problemas. Sólo allí donde se aplica un método nuevo a nuevos
problemas y donde, por lo tanto, se descubren nuevas perspectivas nace una «ciencia» nueva2
[Max Weber, texto n.º21]. Incluso si las ciencias físicas permiten a veces la división en subunidades
determinadas, como la selenografía o la oceanografía, por la yuxtaposición de diversas disciplinas
referidas a un mismo sector de lo real, es sólo con fines pragmáticos: la investigación científica se
organiza de hecho en torno de objetos construidos que no tienen nada en común con aquellas
unidades delimitadas por la percepción ingenua. Pueden verse los lazos que atan 1 Marx, Karl.
Introduction genérale à la critique de I’ économie politique (trad. M. Rubel y L. Evrard), en Obras,
t. I, Gallimard, París, 1965, pp. 255 - 256. En castellano véase Marx, Karl. Elementos fundamentales
para la crítica de la economía política, vol. I, Buenos Aires: Siglo XXI, 1971, p. 22. 2 Weber, M.
Essais sur la théorie de la science, op. cit., p. 146. 188 LECTURAS COMPLEMENTARIAS aun la
sociología científica a las categorías de la sociología espontánea en el hecho de que a menudo se
dedica a clasificaciones por sectores aparentes, por ejemplo, sociología de la familia, sociología del
tiempo libre, sociología rural o urbana, sociología de la juventud o de la vejez. En general, la
epistemología empirista concibe las relaciones entre ciencias vecinas, psicología y sociología, por
ejemplo, como conflictos de límites, porque se imagina la división científica del trabajo como
división real de lo real. Es posible ver en el principio durkheimiano según el cual hay que
considerar los hechos sociales como cosas (se debe poner el acento en considerar como) el
equivalente específico del golpe de estado teórico por el cual Galileo construye el objeto de la
física moderna como sistema de relaciones cuantificables, o de la decisión metodológica por la
cual Saussure otorga a la lingüística su existencia y objeto distinguiendo la lengua de la palabra: en
efecto, es una distinción semejante la que formula Durkheim cuando, explicitando totalmente la
significación epistemológica de la regla cardinal de su método, afirma que ninguna de las reglas
implícitas que incluyen los sujetos sociales se encuentra íntegramente en las aplicaciones que de
ellas hacen los particulares, ya que incluso pueden estar sin que las apliquen en acto3 . El segundo
prefacio de Las reglas dice claramente que se trata de precisar una actitud mental y no de asignar
al objeto un status ontológico [Emile Durkheim, texto n.º22]. Y si esta suerte de tautología, por la
cual la ciencia se construye construyendo su objeto contra el sentido común siguiendo los
principios de construcción que la definen, no se impone por su sola evidencia, es porque nada se
opone más a las evidencias del sentido común que la diferencia entre objeto real, preconstruido
por la percepción y objeto científico, como sistema de relaciones expresamente construido4 . No
es posible ahorrar esfuerzos en la tarea de construir el objeto si no se abandona la investigación
de esos objetos preconstruidos, hechos sociales demarcados, percibidos y calificados por la
sociología espontánea5 , o problemas sociales cuya aspiración a 3 Durkheim, ÉmiIe. Les règles de
la rnéthode sociologique, 2 edic. revisada y aumentada, París, F. Alcan: 1901; citado según la 15
ed. de PUF, París, 1963, p. 9. [Hay ed. esp.: Las reglas del método sociológico, Buenos Aires:
Schapire, l973.] 4 Es, sin duda, porque la situación de comienzo o de recomienzo se cuenta entre
las más favorables a la explicitación de los principios de construcción que caracterizan a una
ciencia, que la argumentación polémica desplegada por los durkheimistas para imponer el
principio de la especificidad de los hechos sociales conserva, aun hoy, un valor que no es sólo
arqueológico. 5 Muchos sociólogos principiantes obran como si bastara darse un objeto dotado de
realidad social para poseer, al mismo tiempo, un objeto dotado de realidad sociológica: dejando a
un lado las innumerables monografías de aldea, podrían citarse todos esos temas de investigación
que no tienen otra problemá- tica que la pura y simple designación de grupos sociales o de
problemas percibidos por la conciencia común, en un momento dado. 189 LECTURAS
COMPLEMENTARIAS existir como problemas sociológicos es tanto más grande cuanto más
realidad social tienen para la comunidad de sociólogos6. No basta multiplicar el acoplamiento de
criterios tomados de la experiencia común (piénsese en todos esos temas de investigación del tipo
el ocio de los adolescentes de un complejo urbanístico en la zona este de la periferia de París) para
construir un objeto que, producto de una serie de divisiones reales, permanece como un objeto
común y no accede a la dignidad de objeto científico justamente porque se somete a la aplicación
de técnicas científicas. Sin duda que Allen H. Barton y Paul F. Lazarsfeld tienen razón cuando
señalan que expresiones tales como consumo opulento o White-collar crime construyen objetos
específicos que, irreductibles a los objetos comunes, toman en consideración hechos conocidos,
los que por el simple efecto de aproximación, adquieren un sentido nuevo7 ; pero la necesidad de
construir denominaciones específicas que, aun compuestas con palabras del vocabulario común,
construyen nuevos objetos al establecer nuevas relaciones entre los aspectos de las cosas no es
más que un indicio del primer grado de la ruptura epistemológica con los objetos preconstruidos
de la sociología espontánea. En efecto, los conceptos que pueden superar a las nociones comunes
no conservan aisladamente el poder de resistir sistemáticamente a la implacable lógica de la
ideología: al rigor analítico y formal de los conceptos llamados «operatorios» se opone el rigor
sintético y real de los conceptos que se han llamado «sistemáticos» porque su utilización supone
la referencia permanente al sistema total de sus interrelaciones8 . Un objeto de investigación, por
más parcial y parcelario que sea, no puede ser definido y construido sino en función de una
problemá- 6 No es casualidad si sectores de la sociología, como el estudio de los medios de
comunicación modernos o del tiempo libre, son los más permeables a las problemáticas y
esquemas de la sociología espontánea: además de que esos objetos existen ya en tanto que temas
obligados de la conversación común sobre la sociedad moderna, deben su carga ideológica al
hecho que es con el mismo que se relaciona el intelectual cuando estudia la relación de las clases
populares con la cultura. La relación del intelectual con la cultura encierra todo el problema de su
relación con la condición de intelectual, nunca tan dramáticamente planteada como en el
problema de su relación con las clases populares como clases desprovistas de cultura. 7 Barton, A.
H. y Lazarsfeld, P. F. «Some Functions of Qualitative Analysis in Social Research», en Lipset, S. M. y
Smelser, N. J. (eds.). Sociology: The Progress of a Decade, Prentice Hall, Englewood Cliffs (N.J.),
1961, pp. 95-122. 8 Los conceptos y proposiciones definidos exclusivamente por su carácter
operatorio pueden no ser más que la formulación lógicamente irreprochable de premoniciones y,
por este motivo, son a los conceptos sistemáticos y proposiciones teóricas lo que el objeto
preconstruido es al objeto construido. Al poner el acento exclusivamente en el carácter
operacional de las definiciones, se corre el peligro de tomar una simple terminología clasificatoria,
como hace S. C. Dodd (Dimensions of Society, New York, 1942, u «Operational Definitions
Operationally Defined», American Journal of Sociology, XLVIII, 1942- 1943, pp. 482-489) por una
verdadera teoría, abandonando para una investigación ulterior el problema de la sistematicidad
de los conceptos propuestos y aun de su fecundidad teórica. Como lo subraya C.G. Hempel,
privilegiando las «definiciones operacionales» en detrimento de las exigencias teóricas, «la
literatura metodológica consagrada a las ciencias sociales tiende a sugerir que la sociología tendría
190 LECTURAS COMPLEMENTARIAS tica teórica que permita someter a un sistemático examen
todos los aspectos de la realidad puestos en relación por los problemas que le son planteados. II-1.
Las abdicaciones del empirismo En la actualidad se coincide demasiado fácilmente con toda la
reflexión tradicional sobre la ciencia, en el sentido de que no hay observación o experimentación
que no impliquen hipótesis. La definición del proceso científico como diálogo entre hipótesis y
experiencia, sin embargo, puede rebajarse a la imagen antropomórfica de un intercambio en que
los dos socios asumirían roles perfectamente simétricos e intercambiables; pero no hay que
olvidar que lo real no tiene nunca la iniciativa puesto que sólo puede responder si se lo interroga.
Bachelard sostenía, en otros términos, que el vector epistemológico [...] va de lo racional a lo real
y no a la inversa, de la realidad a lo general, como lo profesaban todos los filósofos desde
Aristóteles hasta Bacon [Gaston Buchelard, texto n.º 23]. Si hay que recordar que la teoría domina
al trabajo experimental desde la misma concepción de partida hasta las últimas manipulaciones de
laboratorio9 , o aun más que sin teoría no es posible ajustar ningún instrumento ni interpretar una
sola lectura10 es porque la representación de la experiencia como protocolo de una
comprobación libre de toda implicación teórica deja traslucir en miles de indicios, por ejemplo en
la convicción, todavía muy extendida, de que existen hechos que podrían trascender tal como son
a la teoría para la cual y por la cual fueron creados. Sin embargo, el desafortunado destino de la
noción de totemismo (que Levi-Strauss compara al de histeria) bastaría para destruir la creencia
en la inmortalidad científica de los hechos: una vez abandonada la teoría que los unía, los hechos
del totemismo vuelven a su estado de datos de donde una teoría los había sacado por un tiempo y
de donde otra teoría no podrá sacarlos más que confiriéndoles otro sentido11. que proveerse,
para preparar su porvenir de disciplina científica, de una amplia como posible gama de términos
«operacionalmente definidos» y «de un empleo constante y unívoco», como si la formación de los
conceptos científicos pudiera ser separada de la elaboración teórica. Es la formulación de sistemas
conceptuales dotados de una pertinencia teórica lo que se emplea en el progreso científico: tales
formulaciones exigen el descubrimiento teórico cuyo imperativo empirista u operacionalista de la
pertinencia empírica [...] no podría darse por sí solo (Hempel, C.G. Fundamentals of Concept
Formation in Empirical Research, Chicago: London: University of Chicago Press, 1952, p. 47). 9
Popper, K. R. The Logic of Scientific Discovery, op. cit., p. 107. 10 Duhem, P. La théorie physique,
op. cit., p. 277. 11 Lévi-Strauss, Claude. Le totemisme aujourd´hui, París: PUF, 1962, p. 7 [hay ed.
esp.]. 191 LECTURAS COMPLEMENTARIAS Basta haber intentado una vez someter al análisis
secundario un material recogido en función de otra problemática, por aparentemente neutral que
se muestre, para saber que los data más ricos no podrían nunca responder completa y
adecuadamente a los interrogantes para los cuales y por los cuales no han sido construidos. No se
trata de impugnar por principio la validez de la utilización de un material de segunda mano sino de
recordar las condiciones epistemológicas de ese trabajo de retraducción, que se refiere siempre a
hechos construidos (bien o mal) y no a datos. Tal trabajo de interpretación, del cual Durkheim dio
ya el ejemplo en El suicidio, podría constituir la mejor incitación a la vigilancia epistemológica en la
medida en que exige una explicitación metódica de las problemáticas y principios de construcción
del objeto que están comprendidos tanto en el material como en el nuevo tratamiento que se le
aplica. Los que esperan milagros de la tríada mítica, archivos, data y computers desconocen lo que
separa a esos objetos preconstruidos llamados hechos científicos (recogidos por el cuestionario o
por el inventario etnográfico) de los objetos reales que conservan los museos y que, por su
excedente concreto, ofrecen a la indagación posterior la posibilidad de construcciones
indefinidamente renovadas. Al no tener en cuenta esos preliminares epistemológicos, se está
expuesto a considerar de modo diferente lo idéntico e identificar lo diferente, a comparar lo
incomparable y a omitir comparar lo comparable, por el hecho de que en sociología los datos, aun
los más objetivos, se obtienen por la aplicación de estadísticas (cuadros de edad, nivel de ingresos,
etc.) que implican supuestos teóricos y por lo mismo dejan escapar información que hubiera
podido captar otra construcción de los hechos12. El positivismo, que considera los hechos como
datos, se limita ya sea a reinterpretaciones inconsecuentes, porque éstas se desconocen como
tales, ya sea a simples confirmaciones obtenidas en condiciones técnicas tan semejantes como sea
posible: en todos los casos efectúa la reflexión metodológica sobre las condiciones de
reiterabilidad como un sustituto de la reflexión epistemológica sobre la reinterpretación
secundaria. Sólo una imagen mutilada del proceso experimental puede hacer de la subordinación
a los hechos el imperativo único. Especialista de una ciencia impugnada, el sociólogo está
particularmente inclinado a reafirmar el carácter científico de su disciplina sobrevalorando los
aportes que ella ofrece a las ciencias de la naturaleza. Reinterpretado según 12 Cfr. Bourdieu, P. y
Passeron, J.C. «La comparabilité des systèmes d´éducation», en R. CasteI y J. C. Passeron (eds.),
Éducation, dérnocratie et développment, Cahiers du Centre de Sociologie Européenne, n.º 4,
Mouton, París, La Haya, 1967, pp. 20-58. 192 LECTURAS COMPLEMENTARIAS una lógica que no es
otra que la de la herencia cultural, el imperativo científico de la subordinación al hecho
desemboca en la renuncia pura y simple ante el dato. A esos practicistas de las ciencias del
hombre que tienen una fe poco común en lo que Nietzsche llamaba el dogma de la inmaculada
percepción, es preciso recordarles, con Alexandre Koyré, que la experiencia, en el sentido de
experiencia bruta, no desempeñó ningún rol, como no fuera el de obstáculo en el nacimiento de la
ciencia clásica13. Ocurre, en efecto, como si el empirismo radical propusiera como ideal al
sociólogo anularse como tal. La sociología sería menos vulnerable a las tentaciones del empirismo
si bastase con recordarle, como decía Poincaré, que los hechos no hablan. Quizá la maldición de
las ciencias del hombre sea la de ocuparse de un objeto que habla. En efecto, cuando el sociólogo
quiere sacar de los hechos la problemática y los conceptos teóricos que le permitan construirlos y
analizarlos, siempre corre el riesgo de sacarlos de la boca de sus informantes. No basta con que el
sociólogo escuche a los sujetos, registre fielmente sus palabras y razones, para explicar su
conducta y aun las justificaciones que proponen: al hacer esto, corre el riesgo de sustituir lisa y
llanamente a sus propias prenociones por las prenociones de quienes estudia o por una mezcla
falsamente cientí- fica y falsamente objetiva de la sociología espontánea del científico y de la
sociología espontánea de su objeto. Obligarse a mantener para indagar lo real o los métodos de
cuestionamiento de lo real aquellos elementos creados en realidad por una indagación que se
desconoce y se niega como tal, es sin duda la mejor manera de estar expuesto, negando que la
comprobación supone la construcción, a comprobar una nada que se ha construido a pesar de
todo. Podrían darse cientos de ejemplos en que, creyendo sujetarse a la neutralidad al limitarse a
sacar del discurso de los sujetos los elementos del cuestionario, el sociólogo propone, al juicio de
estos, juicios formulados por otros sujetos y termina por clasificarlos con relación a juicios que él
mismo no sabe clasificar o a tomar por expresión de una actitud profunda juicios superficialmente
provocados por la necesidad de responder a preguntas innecesarias. Todavía más: el sociólogo que
niega la construcción controlada y consciente de su distancia a lo real y de su acción sobre lo real;
puede no sólo imponer a los sujetos 13 A. Koyré, Études Galiléennes, I. A I´aube de la science
classique, Hermann, París, 1940, p. 7. Y agrega: «Las de las que se reclama o habrá de reclamarse
más tarde Galileo, aun las que ejecuta realmente, no son ni habrán de ser nunca más que
experiencias de pensamiento» (ibid., p. 72). 193 LECTURAS COMPLEMENTARIAS preguntas que su
experiencia no les plantea y omitir las que en efecto surgen de aquéllas, sino incluso plantearles,
con toda ingenuidad, las preguntas que sus propios propósitos le plantean, mediante una
confusión positivista entre las preguntas que surgen objetivamente y aquellas que se plantean
conscientemente. El sociólogo no sabe qué hacer cuando, desorientado por una falsa filosofía de
la objetividad, se propone anularse en tanto tal. No hay nada más sorprendente que el
hiperempirismo, que renuncia al deber y al derecho de la construcción teórica en provecho de la
sociología espontánea y reencuentra la filosofía espontánea de la acción humana como expresión
de una deliberación consciente y voluntaria, transparente en sí misma: numerosas encuestas de
motivaciones (sobre todo retrospectivas) suponen que los sujetos puedan guardar en algún
momento la verdad objetiva de su comportamiento (y que conservan continuamente una
memoria adecuada), como si la representación que los sujetos se hacen de sus decisiones o de sus
acciones no debiera nada a las racionalizaciones retrospectivas14. Se pueden y se deben, sin duda,
recoger los discursos más irreales, pero a condición de ver en ellos no la explicación del
comportamiento sino un aspecto del mismo que debe explicarse. Cada vez que el sociólogo cree
eludir la tarea de construir los hechos en función de una problemática teórica, es porque está
dominado por una construcción que se desconoce y que él desconoce como tal, recogiendo al final
nada más que los discursos ficticios que elaboran los sujetos para enfrentar la situación de
encuestado y responder a preguntas artificiales o incluso al artificio por excelencia como es la
ausencia de preguntas. Cuando el sociólogo renuncia al privilegio epistemológico es para caer
siempre en la sociología espontánea. II-2. Hipótesis o supuestos Sería fácil demostrar que toda
práctica científica, incluso y sobre todo cuando obcecadamente invoca el empirismo más radical,
implica supuestos teóricos y que el sociólogo no tiene más alternativa que moverse entre
interrogantes inconscientes, por tanto incontroladas e incoherentes, y un cuerpo de hipótesis
metódicamente construidas con miras a la prueba experimental. Negar la formulación explícita de
un cuerpo de 14 La noción de opinión, sin duda, debe su éxito, práctico y teórico, a que concentra
todas las ilusiones de la filosofía atomística del pensamiento y de la filosofía espontánea de las
relaciones entre el pensamiento y la acción, comenzando por el rol privilegiado de la expresión
verbal como indicador de las disposiciones en acto. Nada hay de sorprendente, entonces, si los
sociólogos que ciegamente confían en los sondeos se exponen continuamente a confundir las
declaraciones de acción, o peor aún las declaraciones de intención con las probabilidades de
accíón. 194 LECTURAS COMPLEMENTARIAS hipótesis basadas en una teoría, es condenarse a la
adopción de supuestos tales como las prenociones de la sociología espontánea y de la ideología,
es decir los problemas y conceptos que se tienen en tanto sujeto social cuando no se los quiere
tener como sociólogo. De este modo, Elihu Katz demuestra cómo los autores de la encuesta
publicada bajo el título The People’ s Choice no pudieron encontrar en una investigación basada
en una prenoción, la de masa como público atomizado de receptores, los medios de captar
empíricamente el fenómeno más importante en materia de difusión cultural, a saber el flujo en
dos tiempos (Two-step flow), que no podía ser establecido sino a costa de una ruptura con la
representación del público como masa desprovista de toda estructura15 [E. Katz, texto n.º 24].
Aun cuando se liberara de los supuestos de la sociología espontánea, la práctica sociológica, sin
embargo, no podría realizar nunca el ideal empirista del registro sin supuestos, aunque más no
fuera por el hecho de que utiliza instrumentos y técnicas de registro. Establecer un dispositivo con
miras a una medición, es plantear una pregunta a la naturaleza, decía Max Planck. La medida y los
instrumentos de medición y en general todas las operaciones de la práctica sociológica, desde la
elaboración de los cuestionarios y la codificación hasta el análisis estadístico, son otras tantas
teorías en acto, en calidad de procedimientos de construcción, conscientes o inconscientes, de los
hechos y de las relaciones entre los hechos. La teoría implícita en una práctica, teoría del
conocimiento del objeto y teoría del objeto, tiene tanto más posibilidades de no ser controlada, y
por tanto inadecuada al objeto en su especificidad, cuanto es menos consciente. Al llamar
metodología, como a menudo se hace, a lo que no es sino un decálogo de preceptos tecnológicos,
se escamotea la cuestión metodológica propiamente dicha, la de la opción entre las técnicas
(métricas o no) referentes a la significación epistemológica del tratamiento que las técnicas
escogidas hacen experimentar 15 Katz,E. «The Two-Step Flow of Communication: An Up-to-date
Report on an Hypothesis», Public Opinion Quaterly, vol. 21, Spring 1957, pp. 61-78: «De todas las
ideas expuestas en The Peopl´s Choice, la hipótesis del flujo en dos tiempos es probablemente la
menos apoyada en datos empíricos. La razón de ello es clara: el proyecto de investigación no
anticipaba la importancia que revistirían en el análisis de datos las relaciones interpersonales.
Dado que la imagen de un público atomizado inspiraba tantas indagaciones sobre los mass media,
lo más sorprendente es que las redes de influencia interpersonales pudieran llamar, por poco que
sea, la atención de los investigadores». Para medir con qué fuerza una técnica puede excluir un
aspecto del fenómeno, basta saber cómo, con otras problemáticas y otras técnicas, los sociólogos
rurales y los etnólogos captaron desde tiempo atrás la lógica del twostep-flow. Los ejemplos de
estos descubrimientos que hay que redescubrir abundan: es así como A. H. Barton y P. F.
Lazarsfeld recuerdan que el problema de los «grupos informales», de los que hace mucho tiempo
eran conscientes otros sociólogos, sólo aparecieron tardíamente y como un «descubrimiento
sorprendente» a los investigadores de la Western Electric; cfr.. «Some Fonctions of Qualitative
Analysis in Social Research» (loc. cit.). 195 LECTURAS COMPLEMENTARIAS al objeto y a la
significación teórica de los problemas que se quieren plantear al objeto al cual se las aplica. Por
ejemplo, una técnica aparentemente tan irreprochable e inevitable como la de muestreo al azar
puede aniquilar completamente el objeto de la investigación, cada vez que este objeto debe algo a
la estructura de grupos que el muestreo al azar tiene justamente por resultado aniquilar. Así, Elihu
Katz señala que para estudiar esos canales del flujo de influencia, que son los contactos entre
individuos, el proyecto de investigación se ha revelado como inoperante por el hecho de que
recurría a un muestreo al azar de individuos abstraídos de su medio social [...]. Cada individuo de
un muestreo al azar no puede hablar más que por sí mismo, y los leaders de opinión, en el padrón
electoral de 1940, no podían ser identificados sino dando fe de su declaración. Y subraya, además,
que esta técnica no permite comparar los leaders con sus seguidores respectivos, sino sólo los
leaders y los no leaders en general16. Puede verse cómo la técnica aparentemente más neutral
contiene una teoría implícita de lo social, la de un público concebido como una masa atomizada,
es decir, en este caso, la teoría consciente o inconscientemente asumida en la investigación que,
por una suerte de armonía preestablecida, se usaba con esta técnica17. Otra teoría del objeto, y al
mismo tiempo otra definición de los objetivos de la investigación, habría recurrido al uso de otra
técnica de muestreo, por ejemplo el sondeo por sectores: registrando el conjunto de miembros de
ciertas unidades sociales extraídas al azar (un establecimiento industrial, una familia, un pueblo),
se procura el medio de estudiar la red completa de relaciones de comunicación que pueden
establecerse en el interior de esos grupos, comprendiendo que el método, particularmente
adecuado al caso estudiado, tiene tanto menos eficacia cuanto más homogéneo es el sector y que
el fenómeno del cual se quieren estudiar sus variaciones depende más del criterio según el cual
está definido ese sector. Son todas las operaciones estadísticas que es preciso someter a la
interrogación epistemológica: A la mejor estadística (como a la menos buena también) no hay que
exigirle ni hacerle decir más que lo que dice, y del modo y bajo las condiciones en que lo dice18.
Para obedecer verdaderamente al imperativo que formu- 16 Katz, E. loc. cit. p. 64. 17 C. Kerr y L.
H. Fisher muestran que así como, en las investigaciones de la escuela de E. Mayo, la técnica y los
supuestos son afines, la observación cotidiana de los contactos cara a cara y de las relaciones
interpersonales dentro de la empresa implica la convicción dudosa que «el pequeño grupo de
trabajo es la célula esencial en la organización de la empresa y que este grupo y sus miembros
obedecen sustancialmente a determinaciones afectivas» [...]. «El sistema de Mayo deriva de dos
opciones esenciales. Una vez cumplidas todo está dado, los métodos, el campo de interés, las
prescripciones prácticas, los problemas reservados para la investigación» (y en particular) «la
indiferencia a los problemas de clase, de ideología, de poder» («Plant Sociology: The Elite and the
Aborigines», en Komarovsky, M. ed. Common Frontiers of the Social Sciences, Illinois: The Free
Press, Glencoe, 1957, pp. 281-309). 18 F. Simiand, Statistique et expérience, remarques de
méthode, París: M. Rivière, 1922, p. 24. 196 LECTURAS COMPLEMENTARIAS la Simiand y para no
hacer decir a la estadística otra cosa que lo que dice, hay que preguntarse en cada caso lo que dice
y puede decir, en qué limites y bajo qué condiciones [F. Simiand, texto n.º 25]. II-3. La falsa
neutralidad de las técnicas: objeto construido o artefacto EI imperativo de la neutralidad ética que
Max Weber oponía a la ingenuidad moralizante de la filosofía social tiende a transformarse hoy en
un mandamiento rutinizado del catecismo sociológico. Si se creyera en las representaciones más
chatas del precepto weberiano, bastaría precaverse de la parcialidad afectiva e incitaciones
ideológicas sobre la significación de los conceptos y la pertinencia de las técnicas. La ilusión de que
las operaciones axiológicamente neutras son también epistemológicamente neutras limita la
crítica del trabajo sociológico, el suyo o el de otros, al examen, casi siempre fácil y estéril, de sus
supuestos ideológicos y al de sus valores últimos. La discusión sin fin sobre la neutralidad
axiológica se utiliza a menudo como sustituto de la discusión propiamente epistemológica sobre la
neutralidad metodológica de las técnicas y, por esa razón, proporciona una nueva garantía a la
ilusión positivista. Por un efecto de desplazamiento, el interés por los supuestos éticos y por los
valores o fines últimos es un apartarse del examen crítico de la teoría del conocimiento sociológico
que está implicada en los actos más elementales de la práctica. Por ejemplo, ¿no es porque se
presenta como la realización paradigmática de la neutralidad en la observación el que, entre todas
las técnicas de recolección de datos, la entrevista no dirigida se la sobrevalora frecuentemente, en
detrimento de la observación etnográfica que, cuando emplea normas obligadas por la tradición,
realiza más completamente el ideal del inventario sistemático efectuado en una situación real? Es
posible sospechar de las razones del favor que goza esta técnica cuando se observa que ni los
teóricos ni los metodólogos y ni siquiera los usuarios del instrumento, nada mezquinos sin
embargo en cuanto a consejos y consignas, se pusieron jamás a interrogarse metódicamente
sobre las distorsiones específicas que produce una relación social tan profundamente artificial:
cuando no se controlan sus supuestos implícitos y se enfrenta con sujetos sociales igualmente
predispuestos a hablar libremente de cualquier cosa, ante todo de ellos mismos, e igualmente
dispuestos a adoptar una relación forzada e intemperante a la vez con el lenguaje, la entrevista no
dirigida que rompe la reciprocidad del diálogo habitual (por otra parte no exigible por igual en
cualquier medio y situación) incita a los sujetos a producir un artefacto verbal, por lo demás
desigualmente artificial según la distancia entre la relación con el 197 LECTURAS
COMPLEMENTARIAS lenguaje favorecido por su clase social y la relación artificial con el lenguaje
que se exige de ellos. Olvidar el cuestionamiento de las técnicas formalmente más neutrales
significa no advertir, entre otras cosas, que las técnicas de encuesta son también técnicas de
sociabilidad socialmente calificadas [L. Schatzmann y A. Strauss, texto n.º 26]. La observación
etnográfica, que es a la experimentación social lo que la observación de los animales en su medio
natural es a la experimentación en laboratorio, hace notar el carácter ficticio y forzado de la mayor
parte de las situaciones sociales creadas por un ejercicio rutinario de la sociología que llega a
desconocer tanto más la reacción de laboratorio cuanto que sólo conoce el laboratorio y sus
instrumentos, tests o cuestionarios. En tanto no hay registro perfectamente neutral no existe una
pregunta neutral. El sociólogo que no somete sus propias interrogaciones a la interrogación
sociológica no podría hacer un análisis verdaderamente neutral de las respuestas que provoca. Sea
una pregunta tan unívoca en apariencia como: ¿trabajó usted hoy?. El análisis estadístico
demuestra que provoca respuestas diferentes de parte de los campesinos de Cabila o del sur
argelino, los cuales si se refinaran a una definición objetiva del trabajo, es decir a la definición que
una economía moderna tiende a dar de los agentes económicos, debieran dar respuestas
semejantes. Sólo a condición de que se interrogue sobre su propia pregunta, en lugar de
pronunciarse precipitadamente por lo absurdo o la mala fe de las respuestas, el sociólogo tiene
alguna posibilidad de descubrir que la definición de trabajo que implica su pregunta está
desigualmente alejada de aquella que las dos categorías de sujetos dan en sus respuestas19.
Puede verse cómo una pregunta que no es transparente para el que la hace puede oscurecer el
objeto que inevitablemente construye, incluso si la misma no ha sido hecha para construirlo [J.H.
Goldthorpe y D. Lockwood, texto n.º 27]. Dado que se puede preguntar cualquier cosa a
cualquiera y que casi siempre alguien tiene buena voluntad para responder cuando menos algo a
cualquier pregunta, aun la más irreal, si quien interroga, carente de una teoría del cuestionario, no
se plantea el problema del significado específico de sus preguntas, corre el peligro de encontrar
con demasiada facilidad una garantía del realismo de sus preguntas en la realidad de las
respuestas que recibe20: interrogar, como lo hace D. Lerner, a subproletarios de países
subdesarrollados 19 Bourdieu, P. Travail et travaiIleurs en Algérie, 2 parte, París, La Haya: Mouton,
1962, pp. 303-304. 20 Si el análisis secundario de los documentos proporcionados por la encuesta
más ingenua es casi siempre posible, y legítimo, es porque resulta muy raro que los sujetos
interrogados respondan verdaderamente cualquier cosa y no revelen algo en sus respuestas de lo
que son: se sabe por ejemplo que las no-respuestas y negarse a responder pueden ser
interpretados en sí mismos. Sin embargo, la recuperación del sentido que contienen, a pesar de
todo, suponen un trabajo de rectificación, aunque más no fuera para saber cuál es la pregunta a la
que verdaderamente respondieron y que no es necesariamente la que se les ha planteado. 198
LECTURAS COMPLEMENTARIAS sobre la inclinación a proyectarse en sus héroes cinematográficos
preferidos, cuando no respecto de la lectura de la prensa, es estar expuesto evidentemente a
recoger un flatus vocis que no tiene otra significación que la que le confiere el sociólogo
tratándolos como un discurso significante21. Siempre que el sociólogo es inconsciente de la
problemática que incluye en sus preguntas, se impide la comprensión de aquella que los sujetos
incluyen en sus respuestas: las condiciones están dadas, entonces, para que pase inadvertido el
equívoco que lleva a la descripción, en términos de ausencia, de las realidades ocultadas por el
instrumento mismo de la observación y por la intención, socialmente condicionada, de quien
utiliza el instrumento. El cuestionario más cerrado no garantiza necesariamente la univocidad de
las respuestas por el solo hecho de que someta todos los sujetos a preguntas formalmente
idénticas. Suponer que la misma pregunta tiene el mismo sentido para sujetos sociales
distanciados por diferencias de cultura, pero unidos por pertenecer a una clase, es desconocer que
las diferentes lenguas no difieren sólo por la extensión de su léxico o su grado de abstracción sino
por la temática y problemática que transmiten. La crítica que hace Maxime Chastaing del sofisma
del psicólogo es pertinente siempre que se desconoce el problema de la significación diferencial
que las preguntas y las respuestas asumen realmente según la condición y la posición social de las
personas interrogadas: El estudiante que confunde su perspectiva con la de los niños estudiados
recoge su propia perspectiva en el estudio en que cree obtener la de los niños [...]. Cuando
pregunta: «¿Trabajar y jugar es la misma cosa? ¿Qué diferencia hay entre trabajo y juego?»,
impone, por los sustantivos que su pregunta contiene, la diferencia adulta que pareciera
cuestionar [...]. Cuando el encuestador clasifica las respuestas no según las palabras que las
constituyen sino de acuerdo con el sentido que les daría si el mismo las hubiera dado en los tres
órdenes del juego-facilidad, juego-inutilidad y juego-libertad, obliga a los pensamientos infantiles a
entrar en esos comportamientos filosóficos22. Para esca- 21 Lerner, D. The Passing of Traditional
Society. Nueva York: The Free Press of Glencoe, 1958. Sin entrar en una crítica sistemática de los
supuestos ideológicos implicados en un cuestionario, que de 117 preguntas sólo contenía dos
referentes al trabajo y al status económico (contra 87 sobre los mass media, cine, diarios, radio,
televisión) puede observarse que una teoría que tome en cuenta las condiciones objetivas de
existencias del subproletario y, en particular, la inestabilidad generalizada que lo caracteriza,
puede explicar la aptitud del subproletario de imaginarse almacenero o periodista, y aun de la
particular modalidad de esas «proyecciones», en tanto que la «teoría de la modernización», que
propone Lerner, es impotente para explicar la relación que el subproletario mantiene con su
trabajo o el porvenlr. Aunque brutal y grosero, parece que este criterio permite distinguir un
instrumento ideológico, condenado a producir un simple artefacto, de un instrumento científico.
22 Chastaing, M. «Jouer n’ est pas jouer», loc. cit. 199 LECTURAS COMPLEMENTARIAS par a este
etnocentrismo lingüístico, no basta, como se ha visto, someter al análisis de contenido las palabras
obtenidas en la entrevista no dirigida, a riesgo de dejarse imponer las nociones y categorías de la
lengua empleada por los sujetos: no es posible liberarse de las preconstrucciones del lenguaje, ya
se trate del perteneciente al científico o del de su objeto, más que estableciendo la dialéctica que
lleva a construcciones adecuadas por la confrontación metódica de dos sistemas de
preconstrucciones23 [Lévi-Strauss, C. Mauss, M. Malinovski, B. textos n.º 28, 29 y 30]. No se han
sacado todas las consecuencias metodológicas del hecho de que las técnicas netas clásicas de la
sociología empírica están condenadas, por su misma naturaleza, a crear situaciones de
experimentación ficticias esencialmente diferentes de las experimentaciones sociales que
continuamente produce la evolución de la vida social. Cuanto las conductas y actitudes estudiadas
más dependen de la coyuntura, la investigación, en la coyuntura particular que permite la
situación de encuesta, está más expuesta a captar sólo las actitudes u opiniones que no valen más
allá de los límites de esta situación. Así, las encuestas que tratan sobre las relaciones entre las
clases y, más precisamente, sobre el aspecto político de esas relaciones, están casi
inevitablemente condenadas a terminar con la agravación de los conflictos de clase porque las
exigencias técnicas a las cuales se deben sujetar las obligan a excluir las situaciones críticas y, por
ello mismo, se les vuelve difícil captar o prever las conductas que nacerán de una situación
conflictiva. Como lo observa Marcel Maget, hay que «remitirse a la historia para descubrir las
constantes (si es que existen) de reacciones a situaciones nuevas. La novedad histórica actúa como
«reactivo» para revelar las virtualidades latentes. De allí la utilidad de seguir al grupo estudiado
cuando se enfrenta a situaciones nuevas, cuya evocación no es nada más que un remedio para
salir del paso, pues no se pueden multiplicar las preguntas hasta el infinito24. Estamos en contra
de la definición restrictiva de las técnicas de recolección de datos que confiere al cuestionario un
privilegio indiscutido y la posibilidad de ver nada más que sustitutos aproximativos de la técnica
real en métodos no obstante tan codificados y tan probados como los de la investigación
etnográfica (con sus técnicas específicas, des- 23 De este modo, la entrevista no directiva y el
análisis de contenido no podrían ser utilizados como una especie de patrón absoluto, pero deben
proporcionar un medio de controlar continuamente tanto el sentido de las preguntas planteadas
como las categorías según las cuales son analizadas e interpretadas las respuestas. 24 Maget, M.
Guide d’ étude directe des comportements cultureis, París: C.N.R.S., 1950, p. XXXI. 200 LECTURAS
COMPLEMENTARIAS cripción morfológica, tecnología, cartografía, lexicografía, biografía,
genealogía, etc.). En efecto, hay que restituir a la observación metódica y sistemática su primado
epistemológíco25. Lejos de constituir la forma más neutral y controlada de la elaboración de
datos, el cuestionario supone todo un conjunto de exclusiones, no todas escogidas, y que son
tanto más perniciosas por cuanto permanecen inconscientes: para poder confeccionar un
cuestionario y saber qué se puede hacer con los hechos que produce, hay que saber lo que hace el
cuestionario, es decir, entre otras cosas, lo que no puede hacer. Sin hablar de las preguntas que las
normas sociales que regulan la situación de encuesta prohíben plantear, ni mencionar aquellas
que el sociólogo omite hacer cuando acepta una definición social de la sociología, que no es sino el
calco de la imagen pública de la sociología como referéndum, ni siquiera las preguntas más
objetivas, las que se refieren a las conductas, no recogen sino el resultado de una observación
efectuada por el sujeto sobre su propia conducta. Tampoco la interpretación valdría más si ella se
nutriera de la intención expresa de discernir metódicamente de las acciones las intenciones
confesadas y los actos declarados que pueden mantener con la acción relaciones que vayan desde
la valoración exagerada, o la omisión por inclinación, a lo secreto hasta las deformaciones,
reinterpretaciones e incluso a los olvidos selectivos; tal intención supone que se obtenga el medio
de realizar científicamente esta distinción, sea por el cuestionario mismo, sea por un uso especial
de esta técnica (piénsese en las encuestas sobre los presupuestos o sobre los budgets-temps como
cuasiobservación) o bien por la observación directa. Se induce, por tanto, a invertir la relación que
ciertos metodólogos establecen entre el cuestionario, simple inventario de palabras, y la
observación de tipo etnográfico como inventario sistemático de actos y objetos culturales26: el
cuestionario no es nada más que uno de los instrumentos de la observación, cuyas ventajas
metodológicas, como por ejemplo la capacidad de recoger datos homogéneos igualmente
apreciables por un análisis estadístico, no deben disimular sus límites epistemológicos; de manera
que no sólo no es la técnica más económica para captar las conductas 25 Se encontrará una
exposición sistemática de esta metodología en la obra de Marcel Maget ya citada. 26 Al poner
todas las técnicas etnográficas dentro de la categoría desvalorizada del quatitative analysis, los
que privilegian absolutamente el «quantitative analysis» se condenan a ver en él sólo un recurso
por una suerte de etnocentrismo metodológico que lleva a referirlos a la estadística como a su
verdad, para terminar viendo nada más que una «cuasi-estadística en la que se encuentran
«cuasidistribuciones», «cuasicorrelaciones» y «cuasidatos empíricos: «La reunión y el análisis de
los cuasidatos estadísticos sin duda pueden ser practicados más sistemáticamente de lo que lo han
sido en el pasado, por lo menos si se piensa en la estructura lógica del análisis cuantitativo para
tenerla presente en la mente y extraer precauciones y directivas generales (Barton, A. H. y
Lazarsfeld, P. F. «Some Functions of Qualitative Analysis in Social Research», loc. cit.). 201
LECTURAS COMPLEMENTARIAS normalizadas, cuyos procesos rigurosamente «determinados» son
altamente previsibles y pueden ser, en consecuencia, captados en virtud de la observación o la
interrogación sagaz de algunos informantes, sino que se corre el peligro de desconocer ese
aspecto de las conductas, en sus usos más ritualizados, e incluso, por un efecto de
desplazamiento, a desvalorizar el proyecto mismo de su captación27. Los metodólogos suelen
recomendar el recurso a las técnicas clásicas de la etnología, pero haciendo de la medición la
medida de todas las cosas y de las técnicas de medición la medida de toda técnica, no pueden ver
en ellas más apoyos subalternos o recursos para encontrar ideas en las primeras fases de una
investigación28, excluyendo por esto el problema propiamente epistemológico de las relaciones
entre los métodos de la etnología y los de la sociología. El desconocimiento recíproco es tan
perjudicial para el progreso de una y otra disciplina como el entusiasmo desmedido que puede
provocar préstamos incontrolados; por otra parte, las dos actitudes no son exclusivas. La
restauración de la unidad de la antropología social (entendida en el pleno sentido del término y no
como sinónimo de etnología) supone una reflexión epistemológica que intentaría determinar lo
que las dos metodologías deben, en cada caso, a las tradiciones de cada una de las disciplinas y a
las características de hecho de las sociedades que toman por objeto. Si no existen dudas de que la
importación descontrolada de métodos y conceptos que han sido elaborados en el estudio de las
sociedades sin escritura, sin tradiciones históricas, socialmente poco diferenciadas y sin tener
muchos contactos con otras sociedades, pueden conducir a absurdos (piénsese por ejemplo en
ciertos análisis culturalistas de las sociedades estratificadas), es obvio que hay que cuidarse de
tomar las limitaciones condicionales por límites de validez inherentes a los métodos de la
etnología: nada impide aplicar a las sociedades modernas los métodos de la etnología, mediante el
sometimiento, en cada caso, a la reflexión epistemológica de los supuestos implícitos de esos
métodos que se refieren a la estructura de la sociedad y a la lógica de sus transformaciones29. 27
Inversamente, el preferente interés que los etnólogos conceden a los aspectos más determinados
de la conducta, a menudo es paralelo con la indiferencia por el uso de la estadística, que es la
única capaz de medir la distancia entre las normas y las conductas reales. 28 Cfr. por ejemplo,
Barton, A.H. y Lazarsfeld, P. F. Some Functions of Qualitative Analysis in Social Research», loc. cit.
Selliz, C. Deutsch M. y Cook S. W. se propusieron definir las condiciones en las cuales podría
realizarse una trasposición fructífera de las técnicas de inspiración etnológica (Research Methods
in Social Relations, Rev. vol. I, ed. Methuen, 1959, pp. 59-65). 29 Tal sustantivación del método
etnológico es la que realiza R. Bierstedt en su artículo «The Limitation of Anthropological Method
in Sociology», American Journal of Sociology, LIV, 1948-1949, pp. 23-30. 202 LECTURAS
COMPLEMENTARIAS No hay operación por más elemental y, en apariencia, automática que sea de
tratamiento de la información que no implique una elección epistemológica e incluso una teoría
del objeto. Es evidente, por ejemplo, que es toda una teoría, consciente o inconsciente, de la
estratificación social lo que está en juego en la codificación de los indicadores de la posición social
o en la demarcación de las categorías (ténganse presentes, por ejemplo, los diferentes índices
entre los cuales se puede escoger para definir los grados de cristalización del status). Los que, por
omisión o imprudencia, se abstienen de sacar todas las consecuencias de esta evidencia se
exponen a la crítica frecuentemente dirigida a las descripciones escolares que tienden a sugerir
que el método experimental tiene por función descubrir relaciones entre datos o propiedades
preestablecidas de esos datos. Nada hay de más engañoso, decía Dewey, que la aparente sencillez
de la investigación científica tal como la describen los tratados de lógica, esta sencillez especiosa
alcanza su punto culminante cuando se utilizan las letras del alfabeto para representar la
articulación del objeto: teniendo en un caso, ABCD, en otro BCFG, en un tercero CDEH y así
sucesivamente, se concluye que es C el que evidentemente determina el fenómeno. Pero el uso de
este simbolismo es un medio muy eficaz de oscurecer el hecho de que los materiales en cuestión
han sido ya estandarizados y de disimular por ello que toda la tarea de la investigación inductiva-
deductiva descansa en realidad sobre operaciones en virtud de las cuales los materiales son
homogeneizados30. Si los metodólogos están más atentos a las reglas que se deben observar en la
manipulación de las categorías ya constituidas que en las operaciones que permiten construirlas,
es porque el problema de la construcción del objeto no puede resolverse nunca de antemano y de
una vez para siempre, ya se trate de dividir a una población en categorías sociales, por nivel de
ingreso o según la edad. Por el hecho de que toda taxonomía implica una teoría, una división
inconsciente de sus alternativas, se opera necesariamente en función de una teoría inconsciente,
es decir, casi siempre de una ideología. Por ejemplo, dado que los ingresos varían de una manera
continua, la división de una población por nivel de ingresos implica necesariamente una teoría de
la estratificación: no se puede trazar una línea de separación absoluta entre los ricos y los pobres,
entre los capitalistas terratenientes o inmobiliarios y los trabajadores. Algunos autores pretenden
deducir de este hecho la consecuencia de que en nuestra sociedad no cabe ya hablar de una clase
capitalista, ni oponer la burguesía a los trabajadores31. Es tanto como decir, agrega Pareto, que
no existen ancianos, puesto que no se sabe a qué edad, o sea en qué momento de la vida,
comienza la vejez. 30 Dewey, J. Logic: The Theory of Inquiry. Nueva York: Holt, 1938, p. 431, n 1.
31 Pareto, V. Cours d’ Économie politique, t. II. Ginebra: Droz, p. 385. Las técnicas más abstractas
de división del material tienen por efecto justamente anular las unidades concretas como
generación, biografía y carrera. 203 LECTURAS COMPLEMENTARIAS Habría que preguntarse, por
último, si el método de análisis de datos que parece el más apto para aplicarse en todos los tipos
de relaciones cuantificables, como es el análisis multivariado, no debe someterse siempre a la
interrogación epistemológica; en efecto, partiendo de que se puede aislar por turno la acción de
las diferentes variables del sistema completo de relaciones dentro del cual actúan, a fin de captar
la eficacia propia de cada una de ellas, esta técnica no puede captar la eficacia que puede tener un
factor al insertarse en una estructura e incluso la eficacia propiamente estructural del sistema de
factores. Además, al obtener por un corte sincrónico un sistema definido por un equilibrio
puntual, se está expuesto a dejar escapar lo que el sistema debe a su pasado y, por ejemplo, el
sentido diferente que pueden tener dos elementos semejantes en el orden de la simultaneidad
por su pertenencia a sistemas diferentes en el orden de la sucesión, es decir, por ejemplo, en
diferentes trayectorias biográficas32. Generalmente, una hábil utilización de todas las formas de
cálculo que permite el análisis de un conjunto de relaciones supondría un conocimiento y una
conciencia perfectamente claros de la teoría del hecho social, considerado en los procedimientos
en virtud de los cuales cada uno de ellos selecciona y construye el tipo de relación entre variables
que determinan su objeto. Así como las reglas técnicas del uso de técnicas son fáciles de emplear
en la codificación, así son difíciles de determinar los principios que permiten una utilización de
cada técnica que tenga en cuenta conscientemente los supuestos lógicos o sociológicos de sus
operaciones y, aun más, a plasmarse en la práctica. En cuanto a los principios de los principios, los
que rigen el uso correcto del método experimental en sociología y, por esa razón, constituyen el
fundamento de la teoría del conocimiento sociológico, están en este punto tan opuestos a la
epistemología espontánea que pueden ser constantemente transgredidos en nombre mismo de
preceptos o fórmulas de las cuales se cree sacar partido. De este modo, la misma intención
metodológica de no atenerse sino a las expresiones conscientes, puede llegar a otorgar, a
construcciones tales como el análisis jerárquico de opiniones, el poder de elevar las declaraciones,
aun las más superficiales, a actitudes que son su principio, es decir de transmutar mágicamente lo
consciente en inconsciente, o por un proceso idéntico, pero que fracasa por razones inversas, a
buscar la estructura inconsciente del mensaje de prensa por medio de un análisis estructural que
no puede otra cosa, en el mejor de los casos, que redescubrir penosamente algunas verdades
primeras mantenidas conscientemente por los productores del mensaje. 32 Cfr. Bourdieu, P.
Passeron, J. C. y de Saint-Martin, M. Rapport pédagogique et communication, Cahiers du Centre
de sociologie europeénne, nº 2, Mouton, París, La Haya, 1965, pp. 43-57. 204 LECTURAS
COMPLEMENTARIAS Del mismo modo, el principio de la neutralidad ética, lugar común de todas
las tradiciones metodológicas, paradójicamente puede incitar, en su forma rutinaria, al error
epistemológico que aspira prevenir. Es en nombre de una concepción simplista del relativismo
cultural que ciertos sociólogos de la cultura popular y de los medios modernos de comunicación
pueden crearse la ilusión de actuar de acuerdo con la regla de oro de la ciencia etnológica al
considerar todos los comportamientos culturales, desde la canción folklórica hasta una cantata de
Bach, pasando por una cancioncilla de moda, como si el valor que los diferentes grupos les
reconocen no formara parte de la realidad, como si no fuera preciso referir siempre las conductas
culturales a los valores a los cuales se refieren objetivamente para restituirles su sentido
propiamente cultural. El sociólogo, que se propone ignorar las diferencias de valores que los
sujetos sociales establecen entre las obras culturales, realiza de hecho una transposición ilegítima,
en tanto incontrolada, del relativismo al cual se ve obligado el etnólogo cuando considera culturas
correspondientes a sociedades diferentes: las diferentes culturas existentes en una misma
sociedad estratificada están objetivamente situadas unas en relación con las otras, porque los
diferentes grupos se sitúan unos en relación con otros, en particular cuando se refieren a ellas; por
el contrario, la relación entre culturas correspondientes a sociedades diferentes sólo puede existir
en y por la comparación que efectúa el etnólogo. El relativismo integral y mecánico desemboca en
el mismo resultado que el etnocentrismo ético: en los dos casos el observador sustituye su propia
relación por los valores de los que observa (y de ese modo a su valor), a la relación que estos
mantienen objetivamente con sus valores. ¿Cuál es el físico pregunta Bachelard que aceptaría
gastar sus haberes en construir un aparato carente de todo significado teórico? Numerosas
encuestas sociológicas no resistirían tal interrogante. La renuncia pura y simple ante el dato de
una práctica que reduce el cuerpo de hipótesis a una serie de anticipaciones fragmentarias y
pasivas condena a las manipulaciones ciegas de una técnica que genera automáticamente
artefactos, construcciones vergonzosas que son la caricatura del hecho metódica y
conscientemente construido, es decir de un modo científico. Al negarse a ser el sujeto científico de
su sociología, el sociólogo positivista se dedica, salvo por un milagro del inconsciente, a hacer una
sociología sin objeto científico. Olvidar que el hecho construido, según procedimientos
formalmente irreprochables, pero inconscientes de sí mismos, puede no ser otra cosa que un
artefacto, es admitir, sin más examen, la posibilidad de aplicar las técnicas a la realidad del objeto
al que se las aplica. 205 LECTURAS COMPLEMENTARIAS ¿No es sorprendente que los que
sostienen que un objeto que no se puede captar ni medir por las técnicas disponibles no tiene
existencia científica, se vean llevados, en su práctica, a no considerar como digno de ser conocido
más que lo que puede ser medido o, peor, a conceder sólo la existencia científica a todo lo que es
pasible de ser medido? Los que obran como si todos los objetos fueran apreciables por una sola y
misma técnica, o indiferentemente por todas las técnicas, olvidan que las diferentes técnicas
pueden contribuir, en medida variable y con desiguales rendimientos, al conocimiento del objeto,
sólo si la utilización está controlada por una reflexión metódica sobre las condiciones y los límites
de su validez, que depende en cada caso de su adecuación al objeto, es decir a la teoría del
objeto33. Además, esta reflexión sólo puede permitir la reinvención creadora que exige
idealmente la aplicación de una técnica, inteligencia muerta y que la mente debe resucitar, y a
fortiori, la creación y aplicación de nuevas técnicas. II.-4 La analogía y la construcción de hipótesis
Para poder construir un objeto y al mismo tiempo saber construirlo, hay que ser consciente de que
todo objeto científico se construye deliberada y metódicamente y es preciso saber todo ello para
preguntarse sobre las técnicas de construcción de los problemas planteados al objeto. Una
metodología que no se planteara nunca el problema de la construcción de las hipótesis que se
deben demostrar no puede, como lo señala Claude Bernard, dar ideas nuevas y fecundas a
aquellos que no la tienen, servirá solamente para dirigir las ideas en los que las tienen y para
desenvolverlas a fin de sacar de ellas los mejores resultados posibles [. . .] el método por sí mismo
no engendra nada34. Contra el positivismo que tiende a ver en la hipótesis sólo el producto de una
generación espontánea en un ambiente infecundo y que espera ingenuamente que el
conocimiento de los hechos o, a lo sumo, la inducción a partir de los hechos, conduzca de modo
automático a la formulación de hipótesis, el análisis eidético de Husserl, como el análisis histórico
de Koyré demuestran, a propósito del procedimiento paradigmático de Galileo, que una hipótesis
como la de la inercia no puede ser conquistada ni cons- 33 El uso monomaníaco de una técnica
particular es el más frecuente y también el más frecuentemente denunciado: Dad un martillo a un
niño dice Koplan y se verá que todo le habrá de parecer merecedor de un martillazo»(The Conduct
of Inquiry, op. cit., p. 112). 34 Bernard, C. Introduction à I´étude de la médecine expérimental, op.
cit., Cap. II, parágrafo 2. 206 LECTURAS COMPLEMENTARIAS truida sino a costa de un golpe de
estado teórico que, al no hallar ningún punto de apoyo en las sensaciones de la experiencia, no
podía legitimarse más que por la coherencia del desafío imaginativo lanzado a los hechos y a las
imágenes ingenuas o cultas de los hechos35. Tal exploración de los múltiples aspectos, que supone
un distanciamiento decisivo respecto de los hechos, queda expuesta a las facilidades del
intuicionismo, del formalismo o de la pura especulación, al mismo tiempo que sólo puede evadirse
ilusoriamente de los condicionamientos del lenguaje o de los controles de la ideología. Como lo
subraya R. B. Braithwaite, un pensamiento científico que recurre al modelo analógico es siempre
un pensamiento al modo del «como si» (as if thinking) [...]; la contrapartida del recurso a los
modelos es una vigilancia constante36. Al distinguir el tipo ideal como concepto genérico obtenido
por inducción, de la esencia espiritual o de la copia impresionista de lo real, Weber sólo buscaba
explicitar las reglas de funcionamiento y las condiciones de validez de un procedimiento que todo
investigador, aun el más positivista, utiliza consciente o inconscientemente, pero que no puede ser
dominado más que si se utiliza con conocimiento de causa. Por oposición a las construcciones
especulativas de la filosofía social, cuyos refinamientos lógicos no tienen otra finalidad que
construir un sistema deductivo bien ordenado y que son irrefutables por ser indemostrables, el
tipo ideal como guía para la construcción de hipótesis, según la expresión de Max Weber, es una
ficción coherente en la cual la situación o la acción es comparada y medida, una construcción
concebida para confrontarse con lo real, una construcción próxima a una distancia tal que permite
medir y reducir y no aproxi- 35 E. Husserl, «Die Krissis der eropäischen Wissenschaften und die
transzendentale Phänomenologie: Eine Einleitung in die phänomenologische Philosophie» (trad.
francesa E. Gerrer, «La crise des sciences européennes et la phénomenologie transcendantale»,
Les Études Philosophiques, n.º 2 y 4, París [hay ed. esp.] ) - Koyré, más sensible que cualquier otro
historiador de la ciencia a la ingeniosidad experimental de Galileo, no vacila sin embargo en
observar en el prejuicio de construir una física arquimediana el principio motor de la revolución
científica iniciada por Galileo. Es la teoría, es decir, en este caso la intuición teórica del principio de
inercia, que precede a la experiencia y la hace posible volviendo concebibles las experiencias
susceptibIes de validar la teoría. Cf. Koyré, A. Études Galiléennes; III, Galilée et la loi d´inertie.
París: Hermann, 1966, pp. 226-227. 36 Brathwaite, R. B. Scientific Explanation. Cambridge:
Cambridge University Press, 1963, p. 93. No es casual si, en ciencias que como la econometría,
recurren desde hace tiempo a la construcción de modelos, la conciencia del peligro de
inmunización contra la experiencia que es inherente a todo proceso formalista, es decir
simplificador, es más acentuado que en sociología. H. Albert mostró la «coartada ilimitada» que
significa el hábito de razonar ceteris paribus: La hipótesis se vuelve irrefutable desde el momento
en que toda observación contraria de la misma puede imputarse a la variación de los factores que
aquélla neutraliza suponiéndolos constantes (H. Albert, «Modell Platonismus», en E. Topitsch
(ed.), Logik der Sozialwissenchaften, Kiepenheuer und Witsch, Köln, Berlín, 1966, pp. 406-434).
207 LECTURAS COMPLEMENTARIAS mada. El tipo ideal permite medir la realidad porque se mide
con ella y se determina al determinar la distancia que lo separa de lo real [M. Weber, texto n.º 31].
Con la condición de prescindir de las ambigüedades que deja subsistir Weber al identificar el tipo
ideal con el modelo, en el sentido de caso-ejemplo o caso-límite, construido o comprobado, el
razonamiento como pasaje de los límites constituye una técnica irreemplazable de construcción de
hipótesis: el tipo ideal puede extenderse tanto en un caso teóricamente privilegiado en un grupo
construido de transformaciones (recuérdese, por ejemplo, el rol que hacía jugar Bouligand al
triángulo rectángulo como soporte privilegiado de la demostración de la pitagoricidad)37 como en
un caso paradigmático que puede ser, ya sea una pura ficción obtenida por el pasaje de los límites
y por la acentuación unilateral de las propiedades pertinentes, ya sea un objeto realmente
observable que presenta en el más alto grado el número mayor de propiedades del objeto
construido. Para escapar a los peligros inherentes a este procedimiento, hay que considerar al tipo
ideal, no en sí mismo ni por sí mismo a la manera de una muestra reveladora que bastaría copiar
para conocer la verdad de la colección íntegra sino como un elemento de un grupo de
transformaciones refiriéndolos a todos los casos de la especie del cual es uno privilegiado. De este
modo, construyendo por una ficción metodológica el sistema de conductas que pondrían los
medios más racionales al servicio de fines racionalmente calculados, Max Weber obtiene un medio
privilegiado para comprender la gama de conductas reales que el tipo ideal permite objetivar,
objetivando su distancia diferencial al tipo puro. No existe el tipo ideal en el sentido de muestra
reveladora (Instancia ostensiva), que haga ver lo que se busca, como lo indicaba Bacon, al
descubierto, bajo una forma agrandada o en su más alto grado de potencia, que pueda tornarse
objeto de un uso riguroso; se puede evitar lo que se ha llamado «el paralogismo del ejemplo
dramático», variante del paralogismo de la française rousse a condición de advertir en el caso
extremo sometido a observación, el revelador del conjunto de casos isomorfos de la estructura del
sistema;38 es esta lógica lo que hace a Mauss privilegiar el potlatch como forma paroxística de la
especie, los cambios de tipo total y agonístico, o que permite ver en el estudiante literario
parisiense 37 Véase Bachelard, G. Le rationalisme appliqué. op. cit, pp. 91-97. 38 Así, Goffman
concibe al hospital psiquiátrico reubicándolo en la serie de instituciones, cuarteles o internados: el
caso privilegiado en la serie construida puede ser entonces aquel que, tomado aisladamente,
mejor disimula por sus funciones oficialmente humanitarias la lógica del sistema de los casos
isomorfos (cfr. Goffman. Asiles. París: Éditions de Minuit, 1968). 208 LECTURAS
COMPLEMENTARIAS de origen burgués y en su inclinación al diletantismo, un punto de partida
privilegiado para construir el modelo de relaciones posibles entre la verdad sociológica de la
condición de estudiante y su transfiguración ideológica. El ars inveniendi, entonces, debe limitarse
a proporcionar las técnicas de pensamiento que permitan conducir metódicamente el trabajo de
construcción de hipótesis al mismo tiempo que disminuir, por la conciencia de los peligros que tal
empresa implica, los riesgos que le son inherentes. El razonamiento por analogía que muchos
epistemólogos consideran el principio primero del descubrimiento científico está llamado a
desempeñar un papel específico en la ciencia sociológica que tiene por especificidad no poder
constituir su objeto sino por el procedimiento comparativo39. Para liberarse de la consideración
ideográfica de casos que no contienen en sí mismos su causa, el sociólogo debe multiplicar las
hipótesis de analogías posibles hasta construir la especie de los casos que explican el caso
considerado. Y para construir esas analogías mismas, es legítimo que se ayude con hipótesis de
analogías de estructura entre los fenómenos sociales y los fenómenos ya establecidos por otras
ciencias, comenzando por las más próximas, lingüística, etnología o, incluso, biología. No carece de
interés observa Durkheim investigar si una ley, establecida por un orden de hechos, no se
encuentra en otra parte, mutatis mutandis; esta comparación puede incluso servir para
confirmarla y comprender mejor su alcance. En suma, la analogía es una forma legítima de
comparación y ésta es el único medio práctico que disponemos para conseguir que las cosas se
vuelvan inteligibles 40. En resumen, la comparación orientada por la hipótesis de las analogías
constituye no sólo el instrumento privilegiado de la ruptura con los datos preconstruidos, que
pretenden insistentemente ser considerados en sí mismos y por sí mismos, sino también el
principio de la construcción hipotética de relaciones entre las relaciones. 39 Véase, por ejemplo,
Polya, G. Induction and Analogy in Mathematics. Princeton (N.J.): Princeton University Press, 1954,
ts. I y II. Durkheim sugería ya principios de una reflexión sobre el buen uso de la analogía. «El error
de los sociólogos biologistas no es haberla usado (la analogía), sino haberla usado mal. Quisieron
no controlar las leyes de la sociología por las de la biología, sino deducir las primeras de las
segundas. Pero tales deducciones carecen de valor; pues si las leyes de la vida se vuelven a
encontrar en la sociedad, es bajo nuevas formas y con caracteres específicos que la analogía no
permite conjeturar y que sólo puede alcanzarse por la observación directa. Pero si se ha
comenzado a determinar, con ayuda de procedimientos sociológícos, ciertas condiciones de la
organización social, hubiera sido perfectamente legítimo examinar luego si no presentaban
similitudes parciales con las condiciones de la organización animal, tal como lo determina el
biologista de su lado. Puede preverse incluso que toda organización debe tener caracteres
comunes que no es inútil descubrir» (E. Durkheim, «Représentations individuelles et
represéntations collectives», Revue de Metaphysique et de Morale, t. VI, mayo 1898, reproducido
en: Sociologie et philosophie, París, F. Alcan, 1924, 3 ed., PUF, París, 1963). 40 E. Durkheim, ibid.
209 LECTURAS COMPLEMENTARIAS II-5. Modelo y teoría Es sólo a condición de negar la definición
que los positivistas, usuarios privilegiados de la noción, dan de modelo, que se le puede conferir
las propiedades y funciones comúnmente concedidas a la teoría41. Sin duda, se puede designar
por modelo cualquier sistema de relaciones entre propiedades seleccionadas, abstractas y
simplificadas, construido conscientemente con fines de descripción, de explicación o previsión y,
por ello, plenamente manejable; pero a condición de no emplear sinónimos de este término que
den a entender que el modelo pueda ser, en este caso, otra cosa que una copia que actúa como
un pleonasmo con lo real y que, cuando es obtenida por un simple procedimiento de ajuste y
extrapolación, no conduce en modo alguno al principio de la realidad que imita. DuIiem criticaba
los modelos mecánicos de Lord Kelvin por mantener con los hechos sólo una semejanza
superficial. Simples procedimientos de exposición que hablan sólo a la imaginación, tales
instrumentos no pueden guiar el descubrimiento puesto que no son sino, a lo sumo, otra cosa que
una puesta en forma de un saber previo y que tienden a imponer su lógica propia, evitando así
investigar la lógica objetiva que se trata de construir para explicar teóricamente lo que no hacen
más que representar42. Ciertas formulaciones científicas de las prenociones del sentido común
hacen pensar en esos autómatas que construían Vaucanson y Cat, y que, en ausencia del
conocimiento de los principios reales de funcionamiento, apelaban a mecanismos basados en
otros principios para producir una simple reproducción de las propiedades más fenomenales:
como lo subraya Georges Canguilhem, la utilización de modelos se reveló fecunda en biología en el
momento en que se sustituyeron los modelos mecánicos, concebidos en la lógica de la producción
y transmisión de energía, por modelos cibernéticos que descansan en la transmisión de
información y dan así con la lógica del funcionamiento de los circuitos nerviosos43. No es una
casualidad si la indiferencia a los principios condena a un operacionalismo que limita sus
ambiciones a salvar las apariencias, sin perjuicio de proponer tantos modelos como fenómenos
hay, o multiplicar para un mismo fenómeno modelos que incluso no son contradictorios porque,
productos de un trabajo científico, están igualmente desprovistos de principios. La investi- 41 En
este parágrafo, el vocablo teoría se tomará en el sentido de teoría parcial de lo social (cf. supra,
parág. I.7, pp. 48-50). 42 Entre los modelos incontrolados que obstaculizan la captación de las
analogías profundas, hay que tener en cuenta también los que transmite el lenguaje en sus
metáforas, aun las más muertas (cfr. supra, parág. I-4, pp. 37-41). 43 Canguilhem, G. «Analogies
and Models in Biological Discovery», Scientific Change, Historical Studies in the Intelectual, Social
and Technical Conditions for Scientific Discovery and Technical Invention, from Antiquity to the
Present, Symposium on the History of Science, Heinemann, London, 1963, pp. 507-520. 210
LECTURAS COMPLEMENTARIAS gación aplicada puede contentarse, sin duda, con tales verdades
en un 50%, según la expresión de Boas, pero quienes confunden una restitución aproximada (y no
próxima) del fenómeno con la teoría de los fenómenos se exponen a inexorables fracasos y sin
embargo incomprensibles en tanto no se aclare el poder explicativo de coincidencia.
Confundiendo entre la simple semejanza y la analogía, relación entre relaciones que debe ser
conquistada contra las apariencias y construida por un verdadero trabajo de abstracción y por una
comparación conscientemente realizada, los modelos miméticos, que no captan más que las
semejanzas exteriores se oponen a los modelos analógicos que buscan la comprensión de los
principios ocultos de las realidades que interpretan. Razonar por analogía dice la Academia es
formar un razonamiento fundado en las semejanzas o relaciones de una cosa con otra o más bien,
corrige Cournot, fundado en las relaciones o semejanzas en tanto éstas muestren las relaciones.
En efecto, la visión de la mente, en el juicio analógico, se refiere únicamente a la razón de las
semejanzas: éstas no tienen ningún valor desde el momento que no revelan las relaciones en el
orden de hechos en que la analogía se aplica44. Los diferentes procedimientos de construcción de
hipótesis pueden aumentar su eficacia recurriendo a la formalización que, además de la función
esclarecedora de una estenografía rigurosa de conceptos y la función crítica de una demostración
lógica del rigor de las definiciones y de la coherencia del sistema de enunciados, también puede
cumplir, bajo ciertas condiciones, una función heurística al permitir la exploración sistemática de
lo posible y la construcción controlada de un cuerpo sistemático de hipótesis como esquema
completo de las experiencias posibles. Pero si la eficacia mecánica, y metódica a la vez, de los
símbolos y de los operadores de la lógica o de la matemática, instrumentos de comparación por
excelencia, según la expresión de Marc Barbut, permite llevar a su término la variación imaginaria,
el razonamiento analógico puede cumplir también, incluso carente de todo refinamiento formal,
su función de instrumento de descubrimiento, aunque más trabajosamente y con menos
seguridad. En su uso corriente, el modelo proporciona el sustituto de una experimentación a
menudo imposible en los hechos y da el medio de confrontar con la realidad las consecuencias que
esta experiencia mental permite separar completamente, porque ficticiamente: Luego de
Rousseau y 44 Cournot, A. Essais sur les fondements de nos connaissances et sur les caractères de
la critique philosophique. París: Hachete, 1912, p.68. 211 LECTURAS COMPLEMENTARIAS bajo una
forma decisiva, Marx enseñó, observa Claude Lévi-Strauss, que la ciencia social al igual que la física
no se construye a partir de los datos de la sensibilidad: el objetivo es construir un modelo, estudiar
sus propiedades y las diferentes maneras en que reacciona en el laboratorio, para aplicar
seguidamente esas observaciones a la interpretación de lo que sucede empíricamente45. Es en los
principios de su construcción y no en su grado de formalización que radica el valor explicativo de
los modelos. Por cierto, como se ha demostrado a menudo de Leibniz a Russell, el recurso a
evidencias ciegas de los símbolos constituye una excelente protección contra las obcecadas
evidencias de la intuición: El simbolismo es útil, indiscutiblemente, porque torna las cosas difíciles.
Queremos saber «qué puede ser deducido de qué». Al principio todo es evidente por sí; y es muy
difícil ver si una proposición evidente procede o no de otra. La evidencia es siempre enemiga del
rigor. Inventemos un simbolismo tan difícil que nada parezca evidente. Luego establezcamos
reglas para operar con los símbolos y todo se vuelve mecánico46. Pero los matemá- ticos tendrían
menos razones que los sociólogos para recordar que la formalización puede consagrar evidencias
del sentido común en lugar de condenarlas. Se puede, decía Leibniz, dar forma de ecuación a la
curva que pasa por todos los puntos de una superficie. El objeto percibido no se transforma en un
objeto construido como por un sencillo arte de magia matemática: peor, en la medida en que
simboliza la ruptura con las apariencias, el simbolismo da al objeto preconstruido una
respetabilidad usurpada, que lo resguarda de la crítica teórica. Si hay que precaverse de los falsos
prestigios y prodigios de la formalización sin control epistemológico, es porque reduciendo las
apariencias de la abstracción a proposiciones que pueden ser obcecadamente tomadas de la
sociología espontánea o de la ideología, amenaza inducir a que se pueda ahorrar el trabajo de
abstracción, que es el único capaz de romper con las semejanzas aparentes para construir las
analogías ocultas. La captación de las homologías estructurales no siempre tiene necesidad de
apelar al formalismo para fundamentarse y para demostrar su rigor. Basta seguir el procedimiento
que condujo a Panofsky a comparar la Summa de Tomás de Aquino y la catedral gótica 45C Lévi-
Strauss. Tristes tropiques. Paris: Plon, 1956, p. 49 [hay ed. esp.]. 46 RusseIl, B. Mystidsm and Logic,
and Otizer Essoys. Doubleday, Nueva York: Anchor Books, 1957, p. 73 (inst. publ. Philosophical
Essays. London: George Allen & Unwin, 1910, 2a ed., Mysticism and Logic, 1917 [hay ed. esp.]. 212
LECTURAS COMPLEMENTARIAS para advertir las condiciones que hacen posible, legítima y fecunda
tal operación: para acceder a la analogía oculta escapando de esa curiosa mezcla de dogmatismo y
empirismo, de misticismo y positivismo que caracteriza al intuicionismo, hay que renunciar a
querer encontrar en los datos de la intuición sensible el principio que los unifique realmente y
someter las realidades comparadas a un tratamiento que las hace igualmente disponibles para la
comparación. La analogía no se establece entre la Summa y la Catedral tomadas, por así decirlo,
en su valor facial, sino entre dos sistemas de relaciones inteligibles, no entre cosas que se
ofrecerían a la percepción ingenua sino entre objetos conquistados contra las apariencias
inmediatas y construidos mediante una elaboración metódica (E. Panofsky, texto n.º 32). De esta
manera, es en su poder de ruptura y de generalización, los dos son inseparables, que se reconoce
el modelo teórico: depuración formal de las relaciones entre aquellas que definen los objetos
construidos, puede ser transpuesto a órdenes de la realidad fenomenal muy diferentes y provocar
por analogía nuevas analogías, nuevos principios de construcción de objetos [P. Duhem, texto n.º
33; N. Campbell, texto nº 34]. Así como el matemático encuentra en la definición de recta como
curva de curvatura nula el principio de una teoría general de las curvas, ya que la línea curva es un
mejor generalizador que la recta, así la construcción de un modelo permite tratar diferentes
formas sociales como otras tantas realizaciones de un mismo grupo de transformaciones y hacer
surgir por ello propiedades ocultas que no se revelan sino en la puesta en relación de cada una de
las realizaciones con todas las otras, es decir por referencia al sistema completo de relaciones en
que se expresa el principio de su afinidad estructural47. Es éste el procedimiento que le confiere
su fecundidad, es decir su poder de generalización, a las comparaciones entre sociedades
diferentes o entre subsistemas de una misma sociedad, por oposición a las simples comparaciones
suscitadas por la semejanza de los contenidos. En la medida en que estas metáforas científicas
conduzcan a los principios de las homologías estructurales que pudieran encontrarse sumergidas
en las diferencias fenomenales, son, como se ha dicho, teorías en 47 Es el mismo procedimiento,
que consiste en concebir el caso particular e incluso el conjunto de casos reales como casos
particulares de un sistema ideal de composiciones lógicas, que en las operaciones más concretas
de la práctica sociológica como la interpretación de una relación estadística puede terminar
invirtiendo la significación de la noción de significatividad estadística: así como la matemática
pudo considerar la ausencia de propiedades como una propiedad, del mismo modo una ausencia
de relación estadística entre dos variables puede ser altamente significativa si se considera esta
reacción dentro del sistema completo de relaciones de la que forma parte. 213 LECTURAS
COMPLEMENTARIAS miniatura puesto que, al formular los principios generadores y unificadores
de un sistema de relaciones, satisfacen completamente las exigencias del rigor en el orden de la
demostración y de la fecundidad, en el orden del descubrimiento, que definen una construcción
teórica: gramáticas generadoras de esquemas, pasibles de ser transpuestas, proporcionan el
principio de los problemas y de cuestionamientos indefinidamente renovables; realizaciones
sistemáticas de un sistema de relaciones verificadas o a verificar, obligan a un procedimiento de
verificación que no puede ser más que sistemático en sí mismo; productos conscientes de un
distanciamiento por referencia a la realidad, remiten siempre a la realidad y permiten medir en la
misma las propiedades que su irrealidad sólo posibilita descubrir completamente, por
deducción48. 48 Seria indispensable en ciencias sociales una educación del espíritu científico, para
que, por ejemplo, en sus informes de encuesta los sociólogos rompan más a menudo con el
procedimiento inductivo que a lo sumo conduce a un balance recapitulativo (cfr. infra, parág. III.2,
p. 91) para reorganizar en función de un principio unificador (o de varios), a fin de explicar
sistemáticamente, el conjunto de relaciones empíricamente comprobadas, es decir para obedecer
en su práctica a la exigencia teórica, aunque fuera al nivel de una problemática regional. 214
LECTURAS COMPLEMENTARIAS Lectura complementaria Nº 5 Tomada de: George Ritzer. Teoría
sociológica contemporánea. Madrid: MacGraw-Hill, 1993, págs. 364-369-372-375-379-380-384-
391. Variedades de la teoría feminista contemporánea La teoría feminista contemporánea
constituye la base literaria del desarrollo de toda teoría sociológica feminista, como la que
analizaremos en el siguiente apartado de este capítulo. Por tanto, presentamos aquí una
perspectiva de la teoría feminista, un sistema de ideas generales cuyo fin es describir y explicar la
vida social y la experiencia humana desde el punto de vista de las mujeres. Nuestra meta ahora es
presentar los temas que ofrece la teoría feminista para la construcción de una teoría sociológica
feminista. Los estudiosos y estudiosas feministas contemporáneos han producido una serie de
escritos teóricos extraordinariamente rica y altamente diversa, una demostración de la realidad de
un movimiento intelectual al que Jessie Bernard (en prensa) denomina ilustración feminista. El
alcance y la continua expansión de esta literatura nos sugiere calificarla de desafiante,
gratificadora y, en ocasiones, algo confusa. El mapa de la teoría feminista que aquí trazamos
constituye un constructo o tipo ideal, para clasificar este complejo cuerpo de trabajo intelectual1 .
Nuestra tipología de las teorías feministas se basa en las dos preguntas básicas (analizadas más
arriba) que unen todas las teorías feministas: la que se refiere a la descripción ¿qué hay de las
mujeres? y la que se refiere a la explicación ¿por qué esta situación 1 Existen otros sistemas de
clasificación, por ejemplo, los desarrollados por Chafetz (1988); Glennon (1979); Jaggar (1983);
Jaggar y Rothenberg (1984); Lengermann y Wallace (1985); Snitow et. al. (1983); y Sokoloff (1980).
Los lectores deberían prestarles atención para equilibrar y ampliar el tipo ideal presentado aquí.
En combinación, estos esfuerzos han generado una larga lista de tipos de teoría feminista,
incluyendo el feminismo negro, el conservadurismo, el expresionismo, el instrumentalismo, el
feminismo lesbiano, el liberalismo, el marxismo, el polarismo, el feminismo psicoanalítico, el
radicalismo, el separatismo, el socialismo y el sintetismo. Nuestra propia tipología intenta incluir la
mayoría de estas teorías, aunque no siempre las describimos con esas denominaciones
específicas. 215 LECTURAS COMPLEMENTARIAS es la que es? El modelo de respuesta para la
pregunta descriptiva genera las principales categorías para nuestra clasificación (véase Tabla 1). En
lo fundamental, la pregunta ¿qué hay de las mujeres? sugiere tres respuestas. La primera es que la
localización de las mujeres y su experiencia en la mayoría de las situaciones difiere de la de los
hombres en esas mismas situaciones. La investigación se centra aquí en los detalles de esa
diferencia. La segunda respuesta es que la localización de las mujeres en la mayoría de las
situaciones no difiere demasiado, pero es menos privilegiada y no es igual que la de los hombres.
La respuesta se centra en la naturaleza de esa desigualdad. La tercera es que la situación de las
mujeres ha de comprenderse también a partir de la relación de poder directa entre hombres y
mujeres. Las mujeres están oprimidas, es decir, son reprimidas, subordinadas, moldeadas, usadas
y objeto de abuso por los hombres. Las descripciones se centran aquí en la naturaleza de la
opresión. Toda teoría feminista puede ser clasificada como teoría de la diferencia, de la
desigualdad y de la opresión. Tabla 1 Sinopsis de los tipos de teoría feminista* Tipos básicos de
teoría feminista. Distinciones dentro de las categorías. Respuestas a la pregunta descriptiva:
Respuestas a la pregunta descriptiva: ¿qué hay de las mujeres ? ¿por qué la situación es como es ?
Teorías de la diferencia La posición y la experiencia femenina Explicaciones biosociales de la
diferencia. de la mayoría de las situaciones Explicación institucional de la diferencia. es diferente
de la de los hombres Explicación psico-sociológica de la diferencia en idéntica situación. Teorías de
la desigualdad La posición de las mujeres en la Explicaciones liberales a la desigualdad mayoría de
las situaciones no sólo Explicaciones marxistas de la desigualdad es diferente de la de los hombres,
sino Explicaciones de Marx y Engels menos privilegiada o desigual Explicaciones marxistas
contemporáneas Teorías de la opresión Las mujeres no sólo son diferentes Explicaciones
psicoanalíticas de la opresión. o desiguales sino que se hallan Explicaciones radical-feministas de la
opresión. oprimidas, activamente constreñidas, Explicaciones socialistas feministas de la
subordinadas, moldeadas, usadas y opresión. son objeto de abuso por parte Explicaciones
feministas de la opresión de la de los hombres. tercera ola * La columna de la izquierda categoriza
las variedades de teoría feminista según su respuesta a la pregunta básica ¿Qué hay de las
mujeres? La columna de la derecha establece distinciones dentro de esas categorías en función de
la pregunta básica explicativa ¿por qué esta situación es la que es? 216 LECTURAS
COMPLEMENTARIAS En nuestro análisis distinguimos tres categorías básicas diferencia,
desigualdad y opresión en términos de sus distintas respuestas a la segunda pregunta explicativa,
¿por qué esto es como es? (Los diversos tipos de respuestas se resumen en la Tabla 1.) Este
método de clasificación cumple una importante función: nos permite clasificar no sólo el cuerpo
general de la teoría feminista contemporánea, sino también la literatura en expansión,
particularmente la literatura teórica sobre el género realizada en sociología desde los años
sesenta. La expansión de esta literatura refleja no sólo la reactivación de una protesta feminista
visible en la sociedad, sino también el movimiento sin precedentes de las mujeres de incorporarse
a la educación superior, como licenciadas, doctoradas y facultativas entre los años sesenta y
nuestros días (Lengermann y Wallace, 1985; Vetter et al., 1982). De este modo, las cuestiones
feministas han logrado introducirse directamente en el discurso académico y universitario de la
sociología profesional. Pero como los sociólogos se han orientado hacia la exploración de las
cuestiones del género, han utilizado de un modo característico una parte del cuerpo existente de
teoría socioló- gica como punto de partida para lo que se denomina en la disciplina sociología del
género. Aunque el término género suele utilizarse eufemísticamente en sociología, para las
mujeres, la sociología del género es, en términos específicos, el estudio de los roles y las
identidades del hombre y la mujer, y las relaciones entre los hombres y las mujeres, una cuestión
ligeramente diferente del enfoque principal del feminismo sobre las mujeres. Este enfoque sobre
la relación entre hombres y mujeres no equivale a una teoría feminista. Como hemos señalado
más arriba, el objetivo de la teoría feminista es presentar una perspectiva de la experiencia
humana centrada en las mujeres. Como mostraremos más adelante, una sociología feminista
puede describir el mundo social desde un punto de vista centrado en las mujeres. Sobre todo, la
sociología del género concibe el género simplemente como una variable entre muchas otras
dentro de las relaciones y las estructuras sociales. No obstante, algunos sociólogos y sociólogas
que parten del punto de vista de la sociología del género han producido obras relevantes para la
teoría feminista (y muchos sociólogos y sociólogas están directamente implicados en la producción
de una teoría feminista). El resto de este apartado examina las teorías feministas de la diferencia,
de la desigualdad y de la opresión. Describimos cada tipo en líneas generales e identificamos
algunas de las diferencias entre ellos y de sus recomendaciones para el cambio. Sin embargo, es
preciso señalar dos cuestiones importantes. Primera, la mayoría del trabajo teórico se 217
LECTURAS COMPLEMENTARIAS resiste a una clasificación estricta. Una puede identificar su
principal preocupación teó- rica o distinguir sus principales enunciados teóricos. Segunda, se trata
de una revisión selectiva. Dado el enorme volumen de escritos feministas y sociológicos sobre la
situación de las mujeres, un análisis exhaustivo está fuera del alcance de este capítulo. Teorías de
las diferencias de género Aunque el enfoque sobre las diferencias de género constituye una
posición minoritaria en el feminismo contemporáneo, algunas influyentes contribuciones a la
teoría feminista contemporánea mantienen este enfoque (Bernikow, 1980; Gilligan, 1982; Kessler
y McKenna, 1978; J. Miller, 1976; Ruddick, 1980; Snitow, 1979). También existen investigaciones
(Hite, 1976, Masters y Johnson, 1966) que muestran descubrimientos acerca de las diferencias de
género y que han influido profundamente en el pensamiento feminista contemporáneo. Además,
mucha literatura sociológica reciente sobre el género tiene por temas las diferencias entre
géneros. Entre esta literatura se encuentran trabajos teóricos con una perspectiva esencialmente
institucional, cuasi funcionalista, de la sociedad (J. Bernard, 1982), escritos biosociales (A. Rossi,
1977, 1983), escritos simbó- lico-interaccionistas (Best, 1983; Lever, 1978), trabajos
fenomenológicos (Berger y Kellner, 1964), y escritos etnometodológicos (Garfinkel, 1967). En
efecto, si añadimos a este núcleo básico de escritos la vasta literatura empírica realizada por
sociólogos que toman los factores del sexo y el género como variables independientes centrales, el
enfoque sobre las diferencias de género puede tal vez constituir el más importante en sociología
(Huber, 1976; Stacey y Thorne, 1985). El tema central de la literatura contemporánea sobre las
diferencias de género es que la vida interior psíquica de las mujeres es, por lo que respecta a su
configuración general, diferente de la de los hombres. Las mujeres tienen una visión distinta y dan
una importancia diferente a la construcción social de la realidad porque difieren de los hombres
fundamentalmente en lo tocante a sus valores e intereses básicos (Ruddick, 1980), a su modo de
hacer juicios de valor (Gilligan, 1982), a su construcción de motivos de logro (Kaufman y
Richardson, 1982), a su creatividad literaria (Gilbert y Gubar, 1979), a sus fantasías sexuales (Hite,
1976; Radway, 1984; Snitow et al., 1983), a su sentido de la identidad (Laws y Schwartz, 1977), y a
sus procesos generales de conciencia e indivi- 218 LECTURAS COMPLEMENTARIAS dualidad
(Kasper, 1986; J. Miller, 1976). Un segundo tema es que la configuración general de las relaciones
y las experiencias vitales de las mujeres son distintivas. Las mujeres se relacionan con su
descendencia biológica de modo diferente a los hombres (A. Rossi, 1977, 1983); los niños y las
niñas tienen estilos de jugar distintivamente diferentes (Best, 1983; Lever, 1978); las mujeres
adultas se relacionan entre ellas (Bernikow, 1980) y con las mujeres que estudian de un modo
particular. En efecto, la experiencia vital general de las féminas desde la infancia hasta la vejez es
fundamentalmente diferente a la de los hombres (J. Bernard, 1981). En combinación, esta
literatura sobre las diferencias de conciencia y experiencia vital presenta una única respuesta a la
pregunta ¿qué hay de las mujeres? La segunda pregunta, ¿por qué? nos proporciona las líneas
centrales de variación dentro de este enfoque general sobre las diferencias de género. Las
explicaciones de las diferencias psicológicas y relacionales entre hombres y mujeres son
esencialmente de tres tipos: biológicas, institucionales y construidas, esto es, socio-psicológicas.
Explicaciones biológicas de las diferencias de géneros. Las explicaciones biológicas han sido
características del pensamiento conservador sobre las diferencias de gé- nero. Freud vinculó las
diferentes estructuras de personalidad de los hombres y las mujeres a sus diferencias genitales y a
procesos cognitivos y emocionales que comienzan cuando los niños descubren sus diferencias
fisiológicas. Los socio-biólogos Lionel Tiger y Robin Fox (1971) hablan de biogramas variables
subyacentes a la primera evolución homínida que condujeron a que las mujeres establecieran
vínculos emocionales con sus hijos y a que los hombres establecieran vínculos prácticos con otros
hombres. Sin embargo, el argumento biológico también se ha utilizado en escritos más propicios al
feminismo. El análisis de Master y Johnson sobre la anatomía de la sexualidad femenina ha
proporcionado a las teorías feministas los hechos básicos para reformular la cuestión de la
regulación social de la sexualidad, y Alice Rossi (1977,1983) ha examinado con rigor los
fundamentos biológicos de la conducta específica del género. Rossi ha vinculado las funciones
biológicas diferentes de hombres y mujeres a las diferentes pautas de desarrollo hormonalmente
determinado durante el ciclo vital y ello, a su vez, a la variación sexualmente específica en
características tales como la sensibilidad a la luz y al sonido y a las diferencias en las conexiones
entre el lado derecho y el izquierdo del cerebro. Estas diferencias, cuadran con los diferentes
estilos de juego infantil señalados 219 LECTURAS COMPLEMENTARIAS por Carol Gilligan (1982),
Janet Lever (1978) y Raphaela Best (1983); la famosa , ansiedad ante las matemáticas femenina; y
también el hecho aparente de que las mujeres están más preparadas y dispuestas para el cuidado
de los niños de una manera más enriquecedora que los hombres. El feminismo de Rossi le lleva a
abogar por medidas socioculturales que hagan posible que cada género compense, mediante el
aprendizaje social, las desventajas biológicamente dadas, pero como bio-socióloga aboga también
por el reconocimiento racional de las implicaciones de la investigación biológica. Explicaciones
institucionales de las diferencias de género. Las explicaciones institucionales de las diferencias de
género suelen acentuar también las funciones distintivas de la crianza y el cuidado de los hijos.
Consideran la responsabilidad de la maternidad como uno de los principales determinantes de la
más amplia división sexual del trabajo que vincula a las mujeres en general con las funciones de
esposa, madre y ama de casa, con la esfera privada del hogar y la familia, y por tanto con una serie
de eventos y experiencias vitales muy diferentes a las de los hombres. En este contexto, las
mujeres desarrollan interpretaciones distintivas de sus metas, intereses y valores, rasgos
característicos necesarios de extroversión en las relaciones, atención y cariño a los demás, y redes
particulares de apoyo a otras mujeres (madres, hijas, hermanas, esposas, amigas) que habitan en
su misma esfera separada de las de los hombres. Aunque algunos de los teóricos institucionales de
las diferencias aceptan la división sexual del trabajo como socialmente necesaria (Berger y Berger,
1983), otros son conscientes de que la distinción entre esferas separadas para mujeres y hombres
encaja en las pautas generales de desigualdad entre los géneros (J. Bernard, 1981; M. Johnson,
1989; Kelly-Godol, 1983) o incluso de opresión (Ruddick, 1980). Sin embargo, los escritos que se
han citado en este apartado se centran fundamentalmente en la diferencia de género y en sus
raíces institucionales. Teorías socio-psicológicas del género. Las explicaciones socio-psicológicas de
las diferencias entre los géneros son de dos tipos: teorías fenomenológicas y posestructuralistas, y
teorías de la socialización. Las primeras (Butler, 1990; Cixous y Clement, 1986; Flax, 1990;
Garfinkel, 1967; Goffman, 1977; Kessler y McKenna, 1978; Laws y Schwartz, 1977; Moi, 1986;
Stanton, 1985) se centran en la continua configuración de nuestra cultura, lenguaje y realidad
cotidiana mediante conceptos derivados de experiencias masculinas y mediante las categorías
dicotómicas simples de las tipificaciones 220 LECTURAS COMPLEMENTARIAS de la masculinidad y
la femineidad. Acentúan la contribución conceptual e interaccional de todos nosotros para el
mantenimiento de esas tipificaciones, y los modos en que esta intervención colectiva determina, a
través de la definición, las esferas distintivas y los perfiles psicológicos de las mujeres y los
hombres. El problema del lenguaje como un dominio esencialmente masculino ha sido analizado
por muchas teóricas, entre ellas Dorothy E. Smith y Audre Lorde (que más adelante analizaremos),
pero fue el objeto de estudio particular de un grupo de feministas francesas: Hélène Cixous, Luce
Irigaray, Julia Kristeva. Estas pensadoras, formadas en una tradición rigurosamente filosófica,
tomaron como punto de partida una idea central del psicoanálisis francés: que todos los lenguajes
existentes en nuestros días son falocéntricos ¡se apoyan en y son un reflejo de las experiencias y
las conceptualizaciones de los hombres!, y que esta relación entre lenguaje y masculinidad se
establece cuando el niño descubre el lenguaje y su identidad mediante el aprendizaje de los
patronímicos de su sociedad. Partiendo de esta idea, y aceptándola, plantearon el feminismo de la
forma más dramática la cuestión de cómo podrían las mujeres expresar su experiencia. La teoría
de la socialización (véase Stockard y Johnson, 1980; Walum-Richardson, 1981, para una
bibliografía completa) complementa los análisis institucionales al centrarse en las experiencias de
aprendizaje social que forman a las personas en general y a los niños en particular para adoptar
roles y vivir en las diferentes esferas institucionales de la masculinidad y la femineidad. Salvo en el
caso de los teóricos conservadores ¡teóricos no feministas que creen en la inevitabilidad de la
diferencia y, por tanto, en la necesidad de renunciar a sus demandas!, las recomendaciones sobre
la situación de las mujeres propuestas por estas teorías de la diferencia de género se centran en la
necesidad del respeto. Los teóricos de la diferencia reclaman típicamente que los modos
distintivos de ser de las mujeres se reconozcan no como modos que se alejan de lo normal, sino
como alternativas viables a los modos masculinos, y que el conocimiento público, los círculos
académicos y la auténtica estructuración de la vida social tomen seriamente en cuenta los modos
de ser femeninos. En efecto, en el extremo más feminista del continuum de este enfoque teórico,
encontramos una viejísima demanda del feminismo: cuando los modos de ser de las mujeres se
inculquen en la vida pública y se conviertan en parte de ella el mundo constituirá un lugar más
seguro y más humano para todos... 221 LECTURAS COMPLEMENTARIAS Teorías de la desigualdad
entre los géneros Cuatro temas caracterizan las teorías de la desigualdad entre los géneros.
Primero, los hombres y las mujeres no sólo están situados en la sociedad de manera diferente,
sino también desigual. En concreto, las mujeres tienen menos recursos materiales, estatus social,
poder y oportunidades para la autorrealización que los hombres de idéntica posición social , ya se
base esa posición en la clase, la raza, la ocupación, la etnicidad, la religión, la educación, la
nacionalidad o cualquier otro factor socialmente relevante. Segundo, esta desigualdad procede de
la misma organización de la sociedad, no de ninguna diferencia biológica o de personalidad entre
los hombres y las mujeres. El tercer tema de toda teoría de la desigualdad es que aunque los seres
humanos individuales pueden variar en lo tocante a su perfil de capacidades y rasgos, ningún
modelo de variación natural relevante distingue a los sexos. En efecto, todos los seres humanos se
caracterizan por una profunda necesidad de libertad para la autorrealización y por una
maleabilidad fundamental que les lleva a adaptarse a los constreñimientos y a las oportunidades
de las situaciones en las que se encuentran. Afirmar que existe desigualdad entre los géneros,
equivale entonces a decir que las mujeres tienen situacionalmente menos capacidad que los
hombres para percatarse de la necesidad de autorrealizaciones que comparten con los hombres.
Cuarto, todas las teorías de la desigualdad suponen que tanto los hombres como las mujeres
responderán mejor ante estructuras y situaciones sociales más igualitarias. En otras palabras,
mantienen que es posible cambiar la situación. Esta creencia distingue a los teóricos y teóricas de
la desigualdad entre los géneros de los de la diferencia de géneros, quienes tienen una imagen de
la vida social en la que las diferencias de género son, cualquiera que sea su causa, perdurables,
profundamente inculcadas en la personalidad y sólo parcialmente remediables. Las explicaciones
de la desigualdad entre los géneros varían en función de este común cuerpo de interpretación.
Analizamos a continuación dos principales variantes de teoría feminista contemporánea que se
centran e intentan explicar las desigualdades entre los géneros: el feminismo liberal y el
feminismo marxista. La descripción de las mujeres mermadas de su plena humanidad procede de
The Future of Marriage (1982) de Jessie Bernard. Bernard es una socióloga que ha escrito sobre la
cuestión del género desde los años cuarenta, mucho antes de que los sociólogos percibieran la
importancia de esta cuestión. The Future of Marriage constituye, tal vez, su 222 LECTURAS
COMPLEMENTARIAS libro más famoso sobre este tema. Con la voz desapasionada de la corriente
principal de la sociología, institucionalmente orientada y empíricamente fundamentada, Bernard
presenta a los sociólogos una nueva y devastadora descripción de la institución del matrimonio. El
matrimonio es a la vez un sistema cultural de creencias e ideales, un arreglo institucional de roles y
normas, y un complejo de experiencias interactivas para las mujeres y los hombres. Culturalmente,
el matrimonio está idealizado como el destino y la fuente de realización de las mujeres; una
bendición que combina domesticidad, responsabilidad y constreñimiento para los hombres; y para
la sociedad estadounidense en su conjunto una asociación esencialmente igualitaria entre esposo
y esposa. Institucionalmente, el matrimonio confiere autoridad y libertad al rol del marido y, en
efecto, la obligación de salir del hogar; combina la idea de la autoridad masculina con la de la
destreza sexual y capacidad masculina; y decreta que la esposa ha de ser complaciente,
dependiente, simple de espíritu, y estar esencialmente centrada en las actividades y las tareas
domésticas. De este modo, pues, nos encontramos con dos matrimonios dentro de todo
matrimonio institucional: el matrimonio del hombre, en el que él se ve constreñido y lleno de
cargas, mientras experimenta lo que las normas dictan autoridad, independencia, y derecho al
servicio doméstico, emocional y sexual por parte de la esposa; y el matrimonio de la mujer, en el
que ella reafirma la creencia cultural de realización, mientras experimenta normativamente la
forzosa ausencia de poder y la dependencia, la obligación de proporcionar servicios domésticos,
emocionales y sexuales y una merma gradual de la joven persona independiente que fue antes de
casarse. Los resultados de todo esto pueden encontrarse en los datos que miden el estrés
humano: mujeres casadas, sean las que sean sus demandas de realización, y hombres no casados
cualesquiera que sean sus demandas de libertad, puntúan alto en todos los indicadores de estrés,
ya sea palpitaciones de corazón, mareos, dolores de cabeza, pesadillas, desmayos, insomnio y
temor a las crisis nerviosas; las mujeres no casadas, cualquiera que sea su concepción del estigma
social, y los hombres casados puntúan bajo en todos los indicadores del estrés. El matrimonio,
pues, es bueno para los hombres y malo para las mujeres y dejará de ser así sólo cuando las
parejas se sientan lo suficientemente libres de los constreñimientos institucionales predominantes
como para negociar el tipo de matrimonio que más satisfaga sus necesidades y su personalidad
individual. Para las feministas liberales, la sociedad estadounidense, con sus derechos e
instituciones constitucionales, permite más libertad e igualdad individual que la mayoría de las
demás sociedades. Sin embargo, en dicha sociedad la igualdad de oportunidades también está
limitada por el racismo y el sexismo. Estos sistemas de creencias son reminiscencias disfuncionales
de los viejos tiempos, apuntalados sólo por la tradición, las 223 LECTURAS COMPLEMENTARIAS
convenciones y los prejuicios sin fundamento. El sexismo, al igual que el racismo, obliga a los
hombres y a las mujeres a entrar en moldes caracteriológicos rígidos, impide a la comunidad
disponer de todos los talentos de la población, infravalora a las mujeres y niega constantemente
nuestros más queridos valores culturales de la estima y libertad individual. Las feministas liberales
sostienen que la sociedad estadounidense contemporánea debe cambiar y eliminar el sexismo, y
piensan que se debe educar a la mayoría de las personas para que comprendan lo razonable que
es la crítica feminista. Las feministas liberales proponen las siguientes estrategias para eliminar la
desigualdad entre los géneros: la movilización en pro del uso de los canales políticos y legales
existentes para lograr el cambio; la igualdad de oportunidades económicas; la introducción de
cambios en la familia, en la escuela y en los mensajes de los medios de comunicación de masas
con el fin de que las personas no se socialicen en roles de sexo rígidamente separados; y el
esfuerzo de todos los individuos para desafiar el sexismo allí donde lo encuentren en su vida
cotidiana. Para las feministas liberales se llegará a una situación ideal cuando cada individuo
pueda elegir el modo de vida que más le convenga y cuando se respete y acepte esa elección, ya
sea ama o amo de casa, profesional no casado o miembro de una familia de doble ingreso, sin
niños o con niños, heterosexual u homosexual. Las feministas liberales creen que este ideal
ensalza la práctica de la libertad y la igualdad, ideales culturales centrales de los Estados Unidos de
América. El feminismo liberal es, pues, compatible con el ethos estadounidense dominante por su
básica aceptación de las instituciones y la cultura del país, su orientación reformista y su atracción
por los valores del individualismo, la elección, la libertad y la igualdad de oportunidades. Teorías
de la opresión de género Todas las teorías de la opresión de género describen la situación de las
mujeres como la consecuencia de una relación de poder directa entre los hombres y las mujeres
en la que los hombres, que tienen intereses concretos y fundamentales en el control, uso,
sumisión y opresión de las mujeres, llevan a cabo efectivamente sus intereses. Para las teóricas y
teóricos de la opresión de género, las mujeres se encuentran en una situación en la que los
hombres las usan, las controlan, las someten y oprimen. Esta pauta de opresión está profunda y
poderosamente incorporada en la organización de la sociedad, 224 LECTURAS
COMPLEMENTARIAS una estructura básica de dominación llamada comúnmente patriarcado. El
patriarcado no es la consecuencia azarosa y secundaria de otra serie de factores _sean éstos la
biología, la socialización en roles de sexo o el sistema de clases_. Constituye una estructura
primaria de poder que se mantiene intencionada y deliberadamente. En efecto, para la mayoría de
las teóricas y teóricos de la opresión, las diferencias de género y la desigualdad entre los géneros
son subproductos del patriarcado. Mientras las primeras teóricas feministas se centraron en
cuestiones relativas a la desigualdad entre los géneros, lo que caracteriza a la teoría feminista
contemporánea es la intensidad y la fuerza de la preocupación por la opresión (Jaggar, 1983).
Debemos precisar aquí que la mayoría de las teóricas feministas contemporáneas son teóricas de
la opresión y ciertamente los desarrollos teóricos más novedosos y ricos del feminismo
contemporá- neo han sido los trabajos de este grupo de teóricas. Los trabajos teóricos sobre la
opresión de género representan la punta de lanza, la frontera dinámica en expansión de la teoría
feminista contemporánea. Sin embargo, aunque, como veremos más adelante, algunos sociólogos
y sociólogas han hecho importantes contribuciones a esta literatura, los soció- logos y sociólogas
que analizan cuestiones de género, no se sienten, como comunidad, atraídos por las teorías de la
opresión. Probablemente es esta divergencia de enfoque teórico sobre la situación de las mujeres
_en virtud de la cual los sociólogos se inclinan por las teorías de la diferencia y de la desigualdad y
las teóricas y teóricos feministas se inclinan por las teorías de la opresión_, lo que explica el
desacuerdo actual entre las dos comunidades respecto de si la teoría sociológica ha tenido
seriamente en cuenta o no las implicaciones de las cuestiones planteadas por las feministas. A
continuación nos ocuparemos de las cuatro principales variantes de teoría feminista; todas ellas se
centran en la opresión pero difieren en lo que respecta a las explicaciones de la opresión. Estas
teorías son: el feminismo psicoanalítico, el feminismo radical, el feminismo socialista y el
feminismo de la tercera ola.

Feminismo radical. Lo que caracteriza al feminismo radical es una intensa valoración positiva de las
mujeres y, como consecuencia de ello, una profunda indignación y pesar ante su opresión2 . Las
feministas radicales subrayan el gran mérito de la mujer que desafía un sistema universal que la
devalúa; su indignación ante la opresión de las 2 Este apartado es una adaptación de Lengermann
y Wallace (1985: 141-144) 225 LECTURAS COMPLEMENTARIAS mujeres se expresa en un
sorprendente y detallado catálogo de las ofensas que se han cometido contra todas las mujeres
del mundo. Por su apasionada combinación de amor e indignación, las feministas radicales se
asemejan a los grupos raciales y étnicos más militantes, y sus pretensiones recuerdan a las
demandas de que lo negro es hermoso de los estadounidenses negros o al testimonio de opresión
de los judíos. Conforme analicemos su llamamiento a las mujeres en nombre de las mujeres,
veremos con mayor claridad la postura del feminismo radical sobre la organización social, la
opresión de género y las estrategias para el cambio. Las feministas radicales creen que toda
sociedad se caracteriza por la opresión. Toda institución constituye un sistema en el que unas
personas dominan a otras, y en las estructuras más básicas de la sociedad, en las pautas
asociativas entre grandes grupos o categorías de gente, puede percibirse una continua pauta de
dominación y subordinación _entre las clases, las castas, los grupos raciales, étnicos y religiosos,
las categorías de edad y el género_. De todos estos sistemas de dominación y subordinación, la
estructura más fundamental de opresión es el género, el sistema de patriarcado. El patriarcado no
sólo constituye, como describió Engels, la primera estructura de dominación y subordinación de la
historia, sino que ha venido siendo el sistema más poderoso y duradero de desigualdad, el modelo
social básico de dominación. Mediante su participación en el patriarcado, los hombres aprenden a
despreciar a otros seres humanos, a verlos como seres no humanos y a controlarlos. Dentro del
patriarcado los hombres comprenden y las mujeres aprenden lo que es la subordinación. El
patriarcado es una fuente de culpa y de represión, de sadismo y masoquismo, de manipulación y
engaño, que impulsa a los hombres y a las mujeres a otras formas de tiranía. Para las feministas
radicales, el patriarcado constituye la estructura más importante de desigualdad social y la que
menos se percibe como tal. En este análisis es de suma importancia su imagen del patriarcado
como un sistema en que los hombres y las organizaciones dominadas por los hombres practican la
violencia contra las mujeres. La violencia no siempre se encarna en abierta y directa crueldad
física. Puede ocultarse en prácticas más complejas de explotación y control: en criterios de moda y
belleza, en ideales tiránicos de la maternidad, la monogamia, la castidad y la heterosexualidad; en
acoso sexual en el lugar de trabajo; en prácticas de ginecología, obstetricia y psicoterapia; en
trabajo doméstico fatigoso no pagado y en trabajo asalariado mal pagado. La violencia existe allí
donde un grupo controla en su propio interés la 226 LECTURAS COMPLEMENTARIAS vida, las
oportunidades, los entornos, las acciones y las percepciones, de otro grupo, como hacen los
hombres con las mujeres. Pero el tema de la violencia como crueldad física abierta es clave en la
relación que establece el feminismo radical entre el patriarcado y la violencia: la violación, el
abuso sexual, la prostitución forzosa como esclavitud sexual, el abuso de la esposa, el incesto, la
vejación sexual de los niños, la histerectomía y otras formas excesivamente radicales de cirugía y
el sadismo explícito en la pornografía, guardan relación con las prácticas históricas e
interculturales de la quema de brujas, la condena de muerte por adulterio, la persecución de las
lesbianas, el infanticidio femenino, la práctica china del vendaje de los pies, los suicidios forzosos
de las viudas hindúes, y la salvaje práctica de la extirpación del clítoris. A través de esta lente
radical se nos ofrece una imagen de las mujeres mutiladas y sangrantes, una representación visual
de lo que hace el patriarcado. El patriarcado existe como forma social cuasi universal debido
sobretodo a que los hombres pueden ejercer el recurso de poder más básico, la fuerza física, para
establecer su control. Una vez que el patriarcado se establece, los otros recursos de poder
_económico, ideológico, legal y emocional_ también pueden ejercerse para mantenerlo. Pero la
violencia física siempre constituye su última arma de defensa, y tanto en las relaciones
interpersonales como intergrupales, esa violencia se utiliza repetidas veces para proteger al
patriarcado de la oposición individual y colectiva de las mujeres. Los hombres crean y mantienen
el patriarcado no sólo porque tienen los recursos para hacerlo, sino porque tienen intereses reales
en hacer que las mujeres les sirvan de herramientas complacientes. Las mujeres son, por un lado,
el medio más eficaz de satisfacer el deseo sexual masculino. Sus cuerpos son, además, esenciales
para la producción de hijos, que satisfacen las necesidades prácticas y, como los psicoanalistas han
mostrado, neuróticas de los hombres. Las mujeres constituyen una fuerza de trabajo útil, como
han indicado los marxistas. También pueden constituir signos ornamentales del estatus y el poder
del hombre. Como compañeras, para los hijos y los varones adultos celosamente controladas,
constituyen complacientes compañeras, fuentes de apoyo emocional y útiles contrastes que
refuerzan constantemente la percepción de los varones de su significado social central. Estas útiles
funciones sugieren que los hombres buscan por doquier mantener contentas a las mujeres. Pero
circunstancias sociales diferentes conceden distinto rango a estas funciones, y por tanto, llevan a
variaciones interculturales en la configuración del patriarcado. Las feministas radicales, a 227
LECTURAS COMPLEMENTARIAS diferencia de las feministas psicoanalíticas, nos ofrecen una
explicación de la opresión universal de género y un modelo para comprender las variaciones
interculturales de esta opresión. ¿Cómo se puede destruir el patriarcado? Las radicales mantienen
que esta derrota debe comenzar con una reconstrucción básica de la conciencia de las mujeres, de
manera que toda mujer reconozca su propio valor y fuerza; rechace las presiones del patriarcado
que consiguen que se considere a sí misma débil, dependiente y secundaria; y trabaje en
solidaridad con otras mujeres, sin tener en cuenta las diferencias entre ellas, para establecer una
confianza basada en la hermandad femenina, el apoyo, la estima, y la defensa mutua. Cuando se
establezca esta hermandad, sugieren dos estrategias: un enfrentamiento crítico con todo aspecto
de la dominación patriarcal allí donde exista; y un mayor grado de separatismo a medida que las
mujeres se integren en empresas, hogares, comunidades, centros de creatividad artística y
relaciones amorosas dirigidas por mujeres. ¿Cómo evaluamos el feminismo radical? En el plano
emocional cada uno de nosotros responde a él en función de nuestro grado de radicalismo
personal: unos lo considerarán excesivamente crítico, y otros totalmente convincente. Pero desde
un punto de vista teórico apreciamos que el feminismo radical incorpora los argumentos del
feminismo marxista y del feminismo psicoanalítico sobre las razones de la subordinación de las
mujeres, e incluso desarrolla estas teorías. Se trata del más amplio de los tipos de feminismo que
hemos analizado. Además, las feministas radicales han realizado investigaciones relevantes para
apoyar su tesis de que el patriarcado descansa, en última instancia, en la práctica de la violencia
contra las mujeres (Barry, 1979; Bunch, 1987; Dworkin, 1987, 1989; Frye, 1983; Griffin, 1978,
1981; Millet, 1970; Rich, 1976, 1980). Presentaban un programa razonable, aunque tal vez
incompleto, para cambiar la situación. Han sido criticadas por centrarse exclusivamente en el
patriarcado. Este enfoque parece simplificar las realidades de la organización social y la
desigualdad social y por esta razón se aleja de la realidad en lo tocante a los cambios que propone
para mejorar la situación. El objetivo explícito del tercer grupo de teorías de la opresión, el
feminismo socialista, es remediar este defecto del feminismo radical. Feminismo socialista. El
feminismo socialista se expresa en un conjunto de escritos teóricos muy diversos, unidos más por
su agenda teórica que por sus conclusiones 228 LECTURAS COMPLEMENTARIAS teóricas
sustantivas (Einstein, 1979; Hartman, 1979; Hartsock, 1983; MacKinnon, 1982, 1989; Ruddick,
1980; Smith, 1974, 1975, 1978, 1979, 1987, 1989, 1990a, 1990b). Tres metas guían al feminismo
socialista: la síntesis teórica, (véase el capítulo 13), una combinación de extensión y precisión
teóricas, y un método explícito y adecuado para el análisis social y el cambio social. Los y las
socialistas feministas se trazaron el proyecto formal de lograr una síntesis teórica, y superar las
teorías feministas existentes. En concreto, los y las feministas socialistas se proponen unir lo que
perciben como las dos tradiciones feministas más valiosas: el pensamiento feminista marxista y el
feminismo radical. De este proyecto de síntesis han nacido dos subvariedades distintivas de
feminismo socialista. La primera se centra exclusivamente en la opresión de las mujeres y en su
comprensión mediante las ideas de la opresión de clase (del marxismo) y de la opresión de género
(del feminismo radical). Mediante esta intersección teórica, estos y estas teóricas se proponen
identificar los elementos comunes y las diferencias entre las distintas experiencias de la
subordinación de las mujeres. El término que utilizan con mayor frecuencia para describir el
sistema es el de patriarcado capitalista (Einstein, 1979; Hartman, 1979). La segunda variante de
feminismo socialista intenta describir y explicar todas las formas de la opresión social utilizando las
ideas de las jerarquías de género y clase para explorar los sistemas de opresión basados no sólo en
la clase y el género, sino también en la raza, la etnicidad, la edad, la preferencia sexual y la
localización dentro de la jerarquía mundial de naciones. El término que más utilizan para el
sistema que describen es el de dominación (Frye, 1983; Lorde, 1984; D. Smith, 1979). Las mujeres
ocupan un lugar central en este enfoque teórico en dos sentidos. Primero, como en todo
feminismo, la opresión de las mujeres constituye el principal tema de análisis. Las teóricas de la
dominación pueden describir más competentemente que las del patriarcado capitalista las
variaciones y diferencias en esa opresión. Segundo, la localización y experiencia de las mujeres en
el mundo constituye un punto de vista ventajoso desde donde contemplar todas las formas de
dominación. En última instancia estas teóricas se preocupan por todas las experiencias de la
opresión, sean masculinas o femeninas. Exploran incluso la forma en que algunas mujeres
oprimidas participan activamente en la opresión de otras mujeres como, por ejemplo, las mujeres
blancas en la sociedad estadounidense que 229 LECTURAS COMPLEMENTARIAS oprimen a las
mujeres negras. En efecto, una estrategia de todas las feministas socialistas es atacar los prejuicios
y las prácticas de opresión dentro de la propia comunidad de mujeres (Frye, 1983; Lorde, 1984).
Tanto el enfoque del patriarcado capitalista como el de la dominación mantienen un compromiso,
explícito o implícito , con el materialismo histórico como estrategia analítica (Jaggar, 1983). El
materialismo histórico, un principio básico de la teoría social marxista, sostiene que las
condiciones materiales de la vida humana, incluidas las actividades y las relaciones que producen
esas condiciones, constituyen los factores clave que configuran la experiencia humana, la
personalidad, las ideas y las disposiciones sociales; que esas condiciones cambian en el transcurso
del tiempo debido a la inminente dinámica que existe en ellas; y que la historia es un registro de
los cambios en las condiciones materiales de la vida de un grupo y de los cambios
correspondientes en sus experiencias, personalidades, ideas y disposiciones sociales. Los
materialistas históricos mantienen que cualquier análisis social debe identificar con detalle y
precisión histó- ricos las características de las condiciones materiales del grupo y los vínculos entre
esas condiciones y las experiencias, las personalidades, los eventos, las ideas y las instituciones
sociales características del grupo. Al vincular el materialismo histórico con su enfoque sobre la
dominación3 , las feministas socialistas intentan alcanzar el objetivo de desarrollar una teoría que
interprete la más extendida de las instituciones sociales, la dominación, y que aun así se
comprometa firmemente con los análisis precisos e histó- ricamente concretos de las
disposiciones sociales y materiales que dan forma a las situaciones particulares de dominación. El
materialismo histórico, sello distintivo del feminismo socialista, muestra claramente la enorme
deuda de esta escuela con el pensamiento de Marx. Pero en lo tocante al uso de este principio, las
feministas socialistas han ido más lejos que los marxistas en tres sentidos importantes: en su
redefinición de las condiciones materiales, en su reevaluación del significado de la ideología, y en
su enfoque de la dominación. Primero, han ampliado el significado de las condiciones materiales
de la vida humana. Las marxistas usan este concepto para referirse sólo a la dinámica económica
de la sociedad, particu- 3 Desde ahora utilizaremos el término dominación para referirnos a las
preocupaciones centrales de ambas variantes de feminismo socialista. Ambos grupos se
preocupan, de hecho, por la jerarquía, concebida en sentido amplio, más que por un sistema
particular de jerarquía. 230 LECTURAS COMPLEMENTARIAS larmente los modos en que los
diversos bienes son creados para el mercado e intercambiados en él. Ellas identifican las raíces de
la desigualdad y del conflicto de clase en las diversas disposiciones explotadoras, que convierten a
unos en ricos y a otros en pobres. El análisis feminista socialista incluye la dinámica económica y
también, en términos más generales, otras condiciones que crean y mantienen la vida humana: el
cuerpo humano, su sexualidad e implicación en la procreación y la crianza de los hijos; el
mantenimiento del hogar, con sus tareas domésticas no reconocidas e impagadas; el apoyo
emocional; y la producción de conocimiento. Las disposiciones explotadoras en todas estas
actividades que mantienen la vida enriquecen a unos y empobrecen a otros. El fundamento
esencial de toda teoría de la dominación es una plena comprensión de todas estas disposiciones
básicas de la producción y la explotación de la vida. Esta redefinición del concepto de las
condiciones materiales transforma el supuesto marxista de que los seres humanos son
productores de bienes en la idea de los seres humanos como creadores y mantenedores de la vida
humana. Esta transformación nos lleva a la segunda diferencia entre el materialismo histórico
marxista y el materialismo histórico desarrollado por el feminismo socialista; es decir, a la
preocupación de este último por los que algunos marxistas denominarían, con desprecio,
fenómenos ideacionales o mentales: la conciencia, la motivación, las ideas, las definiciones
sociales de la situación, el conocimiento, la ideología, la voluntad de actuar en interés propio o en
interés de otros4. Para las feministas socialistas todos estos factores influyen profundamente en la
personalidad y la acción humanas, en las estructuras de dominación que se llevan a la práctica
mediante esa acción. Además, estos aspectos de la subjetividad humana son productos de
estructuras sociales que están inextricablemente entrelazadas con otras igualmente poderosas y
sofisticadas: las que producen los bienes econó- micos. Las disposiciones explotadoras en las
estructuras sociales también enriquecen a unos mientras empobrecen e inmovilizan a otros. El
análisis de los procesos que estructuran la subjetividad humana es de suma importancia para una
teoría de la dominación, y ese análisis también debe realizarse con precisión aplicando los
principios del materialismo histórico. 4 Algunos neomarxistas, especialmente los teóricos críticos,
han reevaluado también el significado explicativo de la ideología (véase el Capítulo 4). 231
LECTURAS COMPLEMENTARIAS La tercera diferencia entre las feministas socialistas y las marxistas
es que para las primeras el objeto de análisis no es la desigualdad entre las clases, sino una amplia
serie de desigualdades sociales interrelacionadas. El feminismo socialista desarrolla una
descripción de la organización social en la que las estructuras públicas de la economía, la política y
la ideología interactúan con los procesos privados e íntimos de la reproducción humana, la
domesticidad, la sexualidad y la subjetividad para mantener un sistema polifacético de
dominación, cuyas funciones son discernibles tanto como pautas sociales duraderas e
impersonales, como en las más diversas sutilezas de las relaciones interpersonales. Para analizar
este sistema, las feministas socialistas se trasladan constantemente desde la descripción de los
grandes sistemas de dominación a la exploración situacionalmente específica y detallada de las
experiencias cotidianas mundanas de las personas oprimidas. Su estrategia para el cambio
descansa en este descubrimiento, en el que intentan implicar a los grupos oprimidos que estudian
y a través del cual esperan que tanto los individuos como los grupos aprendan, en mayor o menor
medida , a actuar para lograr su emancipación colectiva. Una importante crítica que se ha hecho al
feminismo socialista y, de hecho, a todas las variantes de feminismo descritas hasta ahora, es que,
a pesar de sus demandas de emancipación, tienden a centrarse en los supuestos y aspiraciones de
mujeres blancas, de clase media y del Atlántico Norte. Existe una preocupación cada vez mayor
dentro de la teoría feminista por la problemática práctica y teórica que plantea la explotación de
las mujeres de una determinada clase, raza, grupo étnico o posición internacional, por parte de
otras mujeres. Esta problemática constituye la preocupación de la teoría que vamos a analizar en
el siguiente apartado. 232 LECTURAS COMPLEMENTARIAS El autor El autor de este texto es el
profesor Guillermo Briones –sociólogo de la educación– quien ha desempeñado labores docentes
y de investigación en las universidades de Chile, Flacso, San Marcos de Lima, Nacional de
Colombia, Pedagógica Nacional de Colombia, entre otras. Ha sido profesor visitante en los
Programas de Doctorado en Educación en las Universidades Católica de Chile, Universidad
Metropolitana de Ciencias de la Educación, de Santiago de Chile y en la Universidad de
Extremadura de España. El profesor Briones ha sido Asesor Técnico Principal de la UNESCO
durante 12 años con funciones en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, de Lima y en el
Ministerio de Educación de Colombia. También se ha desempeñado como consultor internacional
de CEPAL, UNESCO, UNICEF, IDRC y SECAB con misiones en varios países de América Latina y
consultor del Ministerio de Educación y del Consejo Superior de Chile. Ha realizado numerosas
investigaciones en el campo de la sociología de la educación y de evaluación de sistemas y
programas de educación y salud comunitaria. Entre sus libros principales se encuentran: La
evaluación interactiva, Métodos y técnicas de investigación para las ciencias sociales, evaluación
de programas sociales, Métodos y técnicas de investigación para la educación y las ciencias
sociales, Formación de docentes en investigación educativa, Preparación y evaluación de
proyectos educativos y filosofía y Teoría de las ciencias sociales. Cada uno de esos textos tiene tres
y más ediciones. Actualmente es profesor de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de
Chile y profesor emérito de la misma institución. Es también Director del Centro Iberoamericano
de Educación a Distancia (CIEDIS).

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