Agamenón y la guerra de Troya

-Argumento:
Tántalo es un rey, hijo de Zeus y de una ninfa. Es
uno de los hijos preferidos de Zeus por lo que
muchas veces es invitado a los banquetes que se
celebran en el Olimpo. Al principio Tántalo se
sentía halagado, luego empieza a presumir hasta
llegar a ser arrogante.
Un día se le ocurre poner a prueba el poder de los
dioses, y hace lo siguiente: invitar a todos los
dioses a un banquete en su casa, con todo tipo de
lujo, pero la carne que les ofrece no es carne de
animal si la de su propio hijo, Pélope. Todos los
dioses se dan cuenta justo a tiempo, excepto
Démeter que prueba un bocado. Entonces los
dioses deciden castigarle llevándole al Tártaro a
las orillas del lago y allí atarle a un tronco y
cuando se agache a beber agua esta desaparecerá y cuando se levanté volverá a
aparecer y lo mismo con el fruto de los árboles.
Los dioses consiguen devolver a la vida a Pélope y le hacen un omoplato de marfil
para rellenar el bocado de Deméter.
Pasa el tiempo y Pélope se enamora de Hipodamía, la hija del rey de Arcadia,
Enómao. Este le dice que para conseguir su mano tiene que ganar una carrera,
pero si pierde morirá, como el resto de los anteriores pretendientes. Pélope está
seguro de que ganará porque los dioses le han dado los corceles infatigables,
pero Hipodamía está obligada a montar a su lado para distraerle, ella se quiere
casar con él por lo que decide pedirle ayuda a Mírtilo, el conductor de carros.
En la carrera Enómao intenta atacar a Pélope porque ve que le va ganar, pero
justo en ese momento las ruedas se desprenden y por la caída Enómao muere.
Después de la carrera Pélope se despista y ese es el momento que Mírtilo
aprovecha para intentar abusar de ella, cuando Pélope se entera tira a Mírtilo por
un barranco y este maldice a él y a toda su descendencia.
Los hijos de Pélope, Atreo y Tiestes, se llevan fatal. Lega la muerte de Pélope y la
asamblea de Micenas tiene que elegir entre uno de los dos para reinar. A todo
esto la diosa Artemisa hace aparecer un cordero cornudo con el vellón de oro para
probar su amor hacia los dioses y los dos dicen que el cordero es suyo, entonces
la asamblea decide que él que sea capaz de traer el vellón será rey de Micenas. El
vellón lo tiene Atreo, y Tiestes para conseguirlo, convence a la mujer de Atreo,
Aérope, para que se lo dé, entonces él se convierte en el rey de Micenas, pero
como su hermano tiene el favor de los dioses, Atreo pide que si al día siguiente el
sol se pone por el este Tiestes tiene que renunciar al trono y esto ocurre por lo que
Atreo se convierte en rey y destierra a su hermano.
Unos años después Atreo invita a Tiestes y a sus hijos a un banquete para
reconciliarse y darle la mitad del país, pero lo que en realidad hace es darle de
cenar a sus hijos, y entoces Tiestes maldice a sus hijos y dice que tendrá un hijo
que le vengará.
Después de matar a Aérope, Atreo se casa con Pelopia y esta le da un hijo,
aunque en realidad ese hijo es de Tiestes.
El niño se llama Egisto y Tiestes le cuenta que él es su verdadero padre por lo que
Egisto mata a Atreo e intenta matar a Agamenón y a Menelao, los hijos de Atreo,
pero no puede porque la nodriza huye con ellos a Esparta, junto al rey Tindáreo.
Años después, Agamenón y Menelao están en edad de casarse y Tindáreo quiere
casar a su hija Helena, que es tan guapa que el rey de Atenas la raptó, pero no
quiere que la decisión que tome disguste a su hija y al resto de pretendientes, por
lo que decide dejar elegir su hija, y con ayuda de Ulises dice que todos los
pretendientes deben hacer un juramento: ayudar al esposo de Helena si alguna
vez la vuelven a raptar, todos se comprometen a ello porque piensan que van a
ser ellos los elegidos. El elegido fue Menelao.
La familia de Helena también está maldita. Años atrás, a Tindáreo se le olvido
hacer un sacrificio a Afrodita y esta para vengarse hizo que Zeus tuviera hijos con
Leda, la mujer de Tíndareo, estos hijos salieron de un huevo y eran Pólux y
Helena. Afrodita hizo que estos se volvieran locos de amor y que estuvieran
condenados a engañar a sus maridos y a provocar dramas sangrientos a su
alrededor.
Se está celebrando la boda de Peleo y Tetis, y Éride está despechada porque no
la han invitado por lo que, para vengarse, tira una manzana dorada a los pies de
Zeus y en ella pone:”¡A la más bella¡”. Zeus tiene que elegir entre Hera, Atenea y
Afrodita, para no quedar mal con ninguna decide dejarle esa elección a un mortal,
Paris. Cada una de las diosas le ofrece algo, pero él se decanta por oferta de
Afrodita, le entregará a Helena.
Años antes, Príamo, el rey de Troya, y su mujer van a tener un segundo hijo, pero
Hécuba tiene un sueño que indica que ese hijo, llamado Paris, en el futuro, va a
quemar Troya por lo que Príamo decide matarlo, pero Hécuba le pide al pastor
encargado de matar al niño que lo lleve lejos pero que no lo mate.
Pasa el tiempo y Paris es ya un joven fuerte y decide participar en los Juegos de
Troya, y gana en todas la pruebas, entonces los otros hijos del rey, celosos,
deciden matarlo. Pero el padre adoptivo le dice al rey que pare a sus hijos que
aquel a quien van a matar es su desaparecido hijo, Paris, y así es como Príamo se
reencuentra con Paris.
Paris no ha olvidado la promesa de Afrodita, por lo que se embarca en un viaje
hacia Grecia, pero antes una hermana suya, Casandra le dice que no se vaya
porque aquella a quien va raptar va a causar innumerables muertes, pero Paris no
le hace caso y llega a Esparta donde es recibido por Menelao y Helena. Paris le
dice lo que siente a Helena, pero Menelao no se entera y deja solos a Helena y a
Paris, porque él se va a Creta.
Helena engaña a Menelao, y este se entera por Hera, que se quiere vengar de
Paris. Entonces Menelao convoca a todos los príncipes griegos que hicieron el
juramento. Incluidos Ulises y Aquiles a los que cuesta convencer.
El ejército quiere salir del puerto hacia Troya pero el viento está en contra, pero
esto no es un solo día sino muchos. Entonces el jefe del ejercito, Agamenón, le
pregunta al adivino Calcante que es lo que deben hacer para salir del puerto, y
este le dice que tiene que sacrificar a su hija Ifigenia por haber ofendido a la diosa
Artemisa al intentar ser más hábil que ella cazando. Agamenón decide sacrificar a
su hija pero tiene que atraerla a través del engaño, diciéndole que se va a casar
con Aquiles.
Cuando Ifigenia llega Aquiles se enfurece por que han utilizado su nombre para un
engaño e intenta proteger a la muchacha pero nolo consigue y esta es sacrificada,
es entonces cuando el viento amaina y los buques zarpan.
Durante 9 años dura la guerra, pero últimamente hay disputas entre Aquiles y
Agamenón, por una prisioneras, y por ello Aquiles deja de luchar y esto les quita
fuerza al resto de guerreros.
Menelao y Paris se baten en un duelo individual y gana Menelao, pero la guerra
continua. Patroclo muere a manos de Héctor, el mejor guerrero troyano, y Aquiles
para vengarlo mata a Héctor. Pero la guerra continua y lo que se le ocurre a Ulises
para vencer a Troya es construir un caballo gigantesco, que los troyanos quieran
meter en su ciudad para hacer una ofrenda a los dioses, mientras ellos se
esconden, pero que para meterlo necesitan hacer una brecha en la muralla, y
cuando caiga la noche Aquiles y el resto quemarán Troya.
La guerra a terminado y Agamenón vuelve a su casa donde su mujer,
Clitemnestra, y Egisto, hijo de Tiestes y amante de Clitemnestra, traman su
muerte, para vengarse.
Pero Clitemnestra tiene un sueño en el que ve que su pequeño hijo Orestes
vengará a su padre, por lo que su hija Electra, por miedo a que maten a Orestes,
decide llevarle a la corte de su abuelo y luego a la de su tío donde estará a salvo
hasta que pueda vengarse.
Han pasado los años y Electra profesa tanto odio hacia su madre y hacia Egisto
que estos la tienen vigilada y como una trabajadora más. Pero un día llega
Orestes, que ya es un joven fuerte, y engaña todos para poder matar su madre y a
Egisto, pero él se siente culpable por lo que va al templo de Apolo a que le
purifique, y este le manda a Atenas a que Atenea le absuelva, pero las Erinias,
para vengar a Clitemnestra quieren matarle, Apolo intercede en su favor y Atenea
se da cuente de que Orestes es la víctima de una terrible maldición familiar y de
que él a sido el único que ha sufrido por realizar los crímenes, por lo que decide
perdonarlo.