Está en la página 1de 1

El hediondo lujo de una sociedad

“...quiero decir que siempre es como el primer día…cada vez, me


envuelves”
- Newland Archer (Daniel Day-Lewis)

Es ‘La edad de la inocencia’ un certero e implacable retrato de


universo cerrado en sí mismo, cuyas leyes impiden la natural
expresión de los sentimientos y cuyos rastreros partícipes
encuentran placer en todo tipo de rumores y cotilleos, juzgando
a los demás, metiéndose en sus vidas y en sus relaciones
personales. Sus títulos de crédito, creación por tercera vez de
Elaine y Saul Bass para Scorsese, contextualizan
ejemplarmente el tema de la película, con una sucesión de
flores de distintos colores, que vemos a través de un filtro con
caligrafía victoriana o de encaje. La sucesiva eclosión de las
flores revela ese encaje, ese filtro que parece apresarlas.
Metáfora evidente de la lucha contra la represión que Madame
Olenska y Newland Archer, con su secreta relación, llevan a
cabo. Pero toda la escenografía, el minucioso detallismo, van
encaminados a representar una sublimación de lo
superficialmente lujoso frente a la urgencia y la angustia de la
pasión irrefrenable.

También podría gustarte