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Se conoce como embarazo al período de tiempo comprendido que va, desde la fecundación del
óvulo por el espermatozoide, hasta el momento del parto. En este se incluyen los procesos físicos
de crecimiento y desarrollo del feto en el útero de la madre y también los importantes cambios
que experimenta esta última, que además de físicos son morfológicos y metabólicos.
El embarazo en la adolescencia es aquella gestación que ocurre durante los 2 primeros años
después de la primera menstruación (entre los 10 y 13 años aprox.), y/o cuando la adolescente
mantiene la total dependencia social y económica de sus padres.
Las causas del embarazo adolescente pueden ser muchas, y al mismo tiempo discutibles, pero
trataremos de enumerar algunas. Al mismo tiempo los factores de riesgo de las jóvenes de quedar
embarazadas existe en todas las clases sociales, pero tiene mas probabilidades de ser madre una
niña de bajo estrato social que una con mejor situación económica y padres profesionales.
Causas:
Mal funcionamiento del núcleo familiar (posibilidad de huir de un hogar donde a veces la
adolescente se siente amenazada por la violencia, el alcoholismo y el riesgo de incesto.
La inestabilidad familiar.
Falta de atención médica desde el inicio del embarazo por no comunicar su situación.
Las mujeres más jóvenes –16 años o menos– corren riesgo de preeclampsia y eclampsia.
Bajo peso al nacer de los recién nacidos por causas orgánicas tales como anomalías placentarias,
nutrición deficiente, tabaquismo y consumo de drogas.
Alta mortalidad materna en la adolescencia llegando a ser, en países en vías de desarrollo, una de
causas más frecuentes de muerte en las adolescentes (por embolia, enfermedad hipertensiva y
embarazos ectópicos).
Frecuentemente se decide poner fin al embarazo mediante aborto inducido a veces clandestino
que pone su vida en peligro debido a sepsis y hemorragias.
El embarazo adolescente también es un factor de riesgo para los recién nacidos (pueden presentar
enfermedades como la Espina bífida y el Síndrome de muerte súbita del lactante).
También existen riesgos en el aspecto psicológico y social, ya que la mujer joven se enfrenta, en
general, a una situación para la que no está preparada emocionalmente. Si lleva el embarazo a
término tendrá que aceptar su nuevo rol de madre, haciéndose cargo de los cuidados, atención y
educación de su hijo, a pesar de que ella aún no ha consolidado su formación y desarrollo. Desde
el aspecto psicosocial las consecuencias son las siguientes:78
En ocasiones las jóvenes madres optan por dar a su hijo en adopción lo que les crea una gran culpa
y arrepentimiento, sobre todo en etapas más maduras de su vida.
Si se decide tener al hijo sin la existencia de pareja se convertirá en madre soltera, familia
monoparental, enfrentándose, dependiendo de los países, a grandes carencias y dificultades. Su
proyecto de vida se ve alterado y frenado, llegando a sufrir agresiones por parte de su familia y del
entorno y disminuyendo las oportunidades para conseguir un empleo (cuando lo obtienen es mal
remunerado), sin olvidar que deben educar a su hijo en medio de un ambiente desfavorable.
Las madres adolescentes son más probables de tener ciertas complicaciones psicológicas tales
como:
Miedo al rechazo: La joven se siente constantemente criticada y por ende se aleja del grupo lo cual
hace que se sienta sola.
Rechazo al bebé: Debido a que aún son niñas, no quieren hacerse cargo de la responsabilidad pues
aún no están preparadas.
Problemas familiares: La familia muestra rechazo por la hija o pariente embarazada a tan
temprana edad lo cual la hace sentir como culpable o culpa al bebé de su problema
Fracaso escolar: Tanto los hijos como la madre o padres suelen sufrir una mayor probabilidad de
fracaso escolar, debido a problemas de aprendizaje o los problemas de inserción en la sociedad.
riesgos biológicos:
Complicaciones obstétricas.
Deficiente atención médica durante el embarazo, toxemias del embarazo y del parto prematuro.
Anemia.
Desproporción cefalopelvica.
Muerte.
Perforaciones uterinas.
Hemorragias.
Infecciones.
Prematurez.
Enfermedades congénitas.
INTRODUCCIÓN
La adolescencia, definida como “un periodo de la vida en el cual el individuo adquiere la capacidad
reproductiva, psicológicamente pasa de la niñez a la adultez y consolida la independencia socio-
económica”, es un período crítico. Muchosautoresdelimitanesta etapa de una forma imprecisa,
pero la OMS la define como la etapa comprendida entre los 10 y los 19 años (Peláez J.1999).
Adolescentes en edad cada vez más temprana viven el drama de la maternidad no deseada, el
rechazo de los padres y el desprecio o la indiferencia de los demás. Sin preparación alguna para la
maternidad, llegan a ella y esa imprevista situación desencadena una serie de frustraciones,
sociales y personales.
Cuando se produce un embarazo en la adolescencia, toda la familia a menudo tiene que reunirse
para decidir si los padres deben mantener al bebé, poner fin al embarazo o dar al bebé en
adopción. Los padres pueden estar para ayudar a guiar a los adolescentes a tomar esa decisión, y
toda la familia tendrá que enfrentar las consecuencias. El embarazo en la adolescencia puede ser
un golpe arrollador para la vida familiar y reclamar una drástica variación y cambios en su
funcionamiento habitual.
La actitud de la familia ante este acontecimiento, resulta decisiva para mantener la salud, el
bienestar y la calidad de vida de la misma, tratándose de un proceso en que no sólo es importante
tomar en consideración los aspectos biológicos sino también hay que considerar importantes
factores psicosociales.
El problema que se presenta para las embarazadas adolescentes es que están transitando por el
difícil camino de transformarse en una mujer adulta y, a la crisis de la adolescencia desencadenada
por los cambios biológicos, psicológicos, sociales e interpersonales, se le suma la crisis del
embarazo que es una crisis secundaria provocada por la presencia de una vida en el vientre, que
compromete a estas jóvenes con una responsabilidad y madurez para las que no se han
desarrollado totalmente (González G.H. 2006).
No existe una específica, en realidad son muchas y pueden ser individuales, familiares, sociales,
económicos o culturales.
Personales:
Deseo de independencia
Familiares:
Inestabilidad familiar
Ejemplo familiar de embarazo adolescente: Varios estudios muestran que si los progenitores
fueron padres adolescentes, es más probable que sus hijos lo sean. “Se dice que es por imitación o
porque la joven piensa: “si tú te embarazaste a mi edad, ¿por qué no lo voy a hacer yo?”.
Sociales:
Estrato social bajo: Algunos estudios muestran que a mayor grado de escolaridad y solvencia
económica hay menos embarazos en jóvenes, aunque ninguno de estos factores garantiza, por
ejemplo, que una familia no sea disfuncional.
Presión grupal y de pareja para tener relaciones sexuales –a veces en forma esporádica- como una
forma de demostrar que es “más hombre o más mujer”.
Culturales:
Sobre todo en áreas rurales hay poblaciones en donde no hay más expectativa de vida que casarse
y tener hijos.
En ocasiones, los jóvenes no mantienen una buena relación familiar y cuando se presenta alguna
situación no toman las decisiones adecuadas o no tienen la confianza para dialogar en familia en
temas como la sexualidad, lo que puede traer como consecuencia embarazos no deseados.
Se plantea además la posibilidad de que el embarazo adolescente sea una forma de escapar del
mundo del trabajo y del mundo escolar, si la adolescente no se siente capaz de enfrentar las
exigencias escolares y/o laborales. Así, al embarazarse no se le puede exigir como al resto, porque
ella ha adquirido otras responsabilidades que pertenecen al mundo de los adultos.
Diversos estudios sobre fecundidad en adolescentes coinciden en que las relaciones familiares
influyen considerablemente en el comportamiento sexual de la adolescente. La comunicación
familiar es un factor determinante de las relaciones que se establece en el núcleo familiar y las
relaciones que se establecerán con los demás.
Mientras que las consecuencias no están bien definidas, las investigaciones confirman que hay
muchas razones de preocupación acerca de los embarazos no planeados entre los adolescentes.
Desde el enfoque de la salud se observa que la madre tiende a padecer, principalmente debido a
su inmadurez física, diversas complicaciones como: complicaciones obstétricas y relacionadas con
el embarazo, mortalidad y morbilidad materna, bajo peso del recién nacido mortalidad y
morbilidad de niños e infantes, aborto en condiciones de riesgo entre otras.
Desde un enfoque social, diversos estudios señalan que este tipo de embarazo cambia el proyecto
de vida de las adolescentes y provoca un abandono obligatorio de sus metas futuras por la
necesidad de afrontar nuevas responsabilidades ligadas al desarrollo del bebé y muestran una
maternidad irresponsable, pues no están preparadas (psicológicamente) para cumplir su rol de
madre ni enfrentar una estabilidad familiar (Alfonso A, 2003; Rivero y Cueva, 2006).
Los padres adolescentes tienden a contraer matrimonios tempranos o forzados, alcanzan menores
niveles de educación, sin mencionar las consecuencias de tener hijos no deseados.
Es más probable que tengan problemas fuertes para relacionarse y para mantener la felicidad
familiar, lo cual crea un medio ambiente complicado para el bebé que, para crecer y desarrollarse
bien, necesita estabilidad familiar.
En las repercusiones del embarazo hay que tener en consideración si se trata de una adolescente
temprana (10 a 14 años), media (14 a 17 años) o tardía (18 y más) ya que las implicaciones
psicológicas son diferentes tanto al inicio del embarazo como en la experiencia en sí de ser
MADRE.
En general, las reacciones de las adolescentes ante la noticia de que esperan a un bebé son muy
diversas, si bien en la mayoría de los casos experimentan incredulidad.
Por otra parte, la adolescente soltera embarazada es muchas veces rechazada, tanto por su grupo
familiar, como por el sistema social, acentuando la inestabilidad psicológica y aumentando los
sentimientos de culpa e inseguridad propias de su edad. La madre adolescente es propensa a
experimentar sentimientos de culpa y autodesprecio. Por todo lo anterior, el embarazo
adolescente crea un estrés severo.
Por otra parte, se da un distanciamiento de su grupo de pares ya que las responsabilidades como
madre que debe cumplir la adolescente, son muy difíciles de compatibilizar con las necesidades
propias de esta etapa que están atravesando sus amigos.
Las adolescentes embarazadas tienen pocas probabilidades de continuar sus estudios debido a
que algunas instituciones educativas optan por negarles la entrada por temor de que puedan
influir desfavorablemente en otros alumnos. Estas chicas que han abandonado los estudios,
raramente vuelven a tener oportunidad de retomarlos donde los dejaron.
Embarazo01
Las repercusiones económicas que esto trae para la joven constituyen lo que se ha denominado
como “la puerta de entrada al ciclo de la pobreza”. De igual manera los padres jóvenes corren un
alto riesgo de experimentar periodos de desempleo o menor salario.
Lo más frecuente es que el embarazo en las adolescentes sea un “embarazo no planificado” o “no
deseado”, con consecuencias desfavorables tanto para la madre como para el niño, así como con
una alta proporción de fracaso en la relación de pareja.
Otra consecuencia del embarazo en edades tempranas es el riesgo de aborto o problemas
relacionados con su salud debido al embarazo. Por lo general, las adolescentes acuden
tardíamente a la consulta médica y las causas son muy variadas.
Lo mencionado anteriormente muestra que la depresión de los padres adolescentes es otro factor
que se agrega al embarazo no planeado. La liga entre embarazo no planeado y salud mental es
importante porque la depresión no solamente afecta el bienestar de los padres sino que también
disminuye su habilidad para ser padres y todo esto se va a reflejar en el bebé.
En consecuencia podemos resumir que los embarazos no planeados pueden traer serias
consecuencias de salud física y mental tanto para los hijos como para sus padres.
En particular, las familias que tuvieron un embarazo no planeado tienen un riesgo incrementado
de enfrentarse a multitud de problemas que persistirán durante mucho tiempo.
Es importante reconocer el cambio de roles que enfrentan los padres adolescentes en el entorno
social, porque comienza el miedo a la discriminación social, a no saber cómo se desempeñarán en
su nuevo papel de padres en el que se considera, en muchas culturas, que el varón debe sostener
la manutención de la “familia” (aunque en general, cada vez más mujeres son las que se
constituyen como jefas de familia), además de no poder evadir una responsabilidad que atemoriza
y que los colocó frente a la necesidad de abandonar sus estudios.
Cuando se compara a dos mujeres que tienen un embarazo planeado con mujeres que tienen uno
NO planeado, es casi seguro que estas últimas estarán fuera de cualquier tipo de relación (no
están casadas ni cohabitan) en el momento de la concepción y es casi seguro que así continuarán
después del parto.
La mayoría de estas mujeres no llegan a establecer una relación más formal después del parto, es
decir, continúan solteras o, si cohabitan, continúan cohabitando o rompen con sus parejas. La
mayoría de las madres (sin que esto sea una regla), reportan tener conflictos con el padre del bebé
antes del año después del parto y ambos no son felices.
Los embarazos no planeados no son un camino confiable para lograr una perdurable unión de la
pareja, de hecho la mayoría de ellos ni siquiera llega a formar pareja y más bien se separan.
CONCLUSIÓN
El embarazo adolescente es un problema de salud pública y como tal debe ser abordado por toda
una sociedad, prevenir es la clave, una buena educación sexual a nivel escolar y un adecuado nivel
de comunicación y confianza con los padres, aumenta los índices de abstinencia y genera
comportamientos sexuales responsables en los jóvenes.
REFERENCIAS
http://www.margen.org/suscri/margen61/marquez.pdf
http://www.diariofemenino.com/familia/adolescentes/articulos/problemas-salud-familiares-
psicologicos-adolescente-embarazada/
http://www.psicologiacientifica.com/adolescentes-embarazadas-repercusion-familiar-policlinico-
calabazar/
Al respecto, menciona que casi siempre hay una fuerte presión sobre las jóvenes, quienes se ven
orilladas a abandonar sus estudios, sufren agresiones por parte de su familia y del entorno, tienen
menos oportunidades de conseguir un empleo (cuando lo obtienen es mal remunerado) y ven
interrumpido su proyecto de vida, sin olvidar que deben educar a su hijo en medio de un ambiente
desfavorable.
Aborto,
Este concepto se utilizaba para referir a lo opuesto a orior, o sea, lo contrario a nacer. Por lo tanto,
el aborto es la interrupción del desarrollo del feto durante el embarazo, cuando éste todavía no
haya llegado a las veinte semanas. Una vez pasado ese tiempo, la terminación del embarazo antes
del parto se denomina parto pretérmino.
Existen dos tipos de abortos: el espontáneo o natural, y el inducido. El aborto espontáneo ocurre
cuando un feto se pierde por causas naturales. Las estadísticas señalan que entre el 10% y el 50%
de los embarazos finalizan a causa de un aborto natural, que suele estar condicionado por la salud
y la edad de la madre.
El aborto inducido, en cambio, es aquel provocado adrede con el objetivo de eliminar el feto, ya
sea con asistencia médica o sin ella. Se calcula que cerca de 46 millones de mujeres al año
recurren a esta práctica en todo el mundo. De ese total, cerca de 20 millones practican abortos
inseguros, que ponen en riesgo la vida de la mujer.
Los abortos electivos, en cambio, suelen ser decididos cuando el embarazo es causado por un
delito sexual (una violación) o cuando la mujer no puede o no desea mantener a su hijo por
razones económicas y sociales. En la mayoría de los países, esta práctica está prohibida por la ley
con la excepción de unos pocos casos (violación de una menor de edad, por ejemplo).
Se denomina aborto a la interrupción prematura del embarazo en todas sus formas, cuando el
mismo no ha cumplido aún las veinte semanas de gestación. Ahora bien, cabe hacer la distinción
entre dos tipos de abortos, por un lado, el espontáneo o natural y por otra parte el provocado
artificialmente o también denominado aborto inducido.
En el primer caso, el aborto espontáneo, las causas que lo provocan son únicamente naturales,
entre las más frecuentes que lo provocan son problemas congénitos, es decir, anomalías genéticas
que padece el feto y que desembocan justamente en la muerte fetal. También se incluyen dentro
de este tipo alguna anormalidad en el tracto reproductivo o afecciones infecciosas o sistémicas
que padece la madre.
Por el lado del aborto inducido consiste en la interrupción de la gestación y puede deberse a
razones médicas, en este caso se lo denomina también terapéutico y entre los casos más
habituales que derivan en este tipo se cuenta el embarazo ectópico, que es aquel que se produce
fuera del útero materno y que ocasiona severos problemas de salud.
Entonces, en este caso la principal justificación para su razón de ser es el riesgo de vida que
pueden enfrentar tanto la madre como el feto, si se continúa con el embarazo.
Y de la otra vereda nos encontramos al aborto que más polémica y controversia despierta en el
mundo, que es al aborto electivo, aquel en el cual la madre decide interrumpir el embarazo
porque no quiere tener ese bebé.
... CAUSAS
· Problemas de salud.
· Violación o incesto.
La ictericia del recién nacido Cualquier enfermedad que pueda padecer un recién nacido es motivo
de angustia para los padres, sobre todos para los primerizos, quienes no saben cómo actuar frente
a estas situaciones. Pero para estar preparados frente a alguna eventualidad, es bueno conocer
cuáles son las enfermedades más comunes que pueden presentar un bebé.
Uno de los problemas más frecuentes son los cólicos, que se pueden producir por problemas de
digestión, por tragar aire al comer o porque la madre consume alimentos que provocan hinchazón,
tales como repollo, coliflor, habas, etc. Si bien no hay una cura comprobada para mejorar esto, se
puede aliviar al bebé tratando de sacarle los “chanchitos” después de comer o meciéndolo
suavemente para que expulse los gases.
Otro problema que pueden presentar los recién nacidos es el reflujo, que se produce por la
debilidad o falta de madurez del esófago de las guaguas, lo que las lleva a devolver parte de la
leche ingerida. Para esto es conveniente ponerlo en posición vertical luego de comer, no moverlo
mucho, hacerlo eructar y en las noches poner un cojín bajo la almohada para evitar que pueda
ahogarse con el vómito. Si esta situación es constante, lo mejor es consultar un pediatra.
La fiebre en los recién nacidos se puede producir por varios motivos, infecciones, cuadros virales e
incluso si es que el bebé se encuentra muy abrigado. Lo importante es saber sumar el resto de los
síntomas para determinar la gravedad de su estado. Cuanto su temperatura supera los 39 grados
es imprescindible bajarla y consultar al médico.
La ictericia es un exceso de bilirrubina en la sangre debido a que el hígado del bebé no es capaz de
expulsarla. Esto los lleva a tomar un color amarillento en la piel y en la parte blanca de los ojos.
Una alta concentración de bilirrubina en la sangre puede provocarles sordera o algunas lesiones
cerebrales. Se debe llamar inmediatamente al pediatra cuando se nota el que el bebé está
descaído y el color amarillo se ha intensificado.
Es importante destacar que, pese a que estas patologías resultan ser frecuentes, no significa que
sean poco importantes. Además recuerda no medicar a tu bebé sin antes consultar a un
profesional.
Un proyecto es un plan que se idea, para poderlo realizar. Un proyecto de vida se refiere a la
definición de un plan de lo que se desea hacer en la vida.
Es aquello que una persona se traza con el fin de conseguir uno o varios propósitos para su
existencia, en otras palabras, se asocia al concepto de realización personal, donde lleva a las
personas a definir conscientemente las opciones que puede tener para conducir su vida y alcanzar
el destino que se propone.
Un proyecto de vida le da un por qué y un para qué a la existencia humana. Y con eso, le otorga
sentido al presente, porque de alguna manera se vive del presente pero sin perder de vista que el
futuro se construye día a día.
Un proyecto de vida debe contemplar tres aspectos fundamentales: visión, misión y metas. La
visión en un proyecto es la imagen del futuro que queremos lograr, nos indica a donde queremos
llegar y como seremos cuando lleguemos. Esto incluye objetivos, aspiraciones, esperanzas, sueños
y metas.
La misión es la forma de llegar a la visión a lo largo del tiempo, son las actividades que vamos a
realizar para concretar la visión. Las metas son las realizaciones concluidas en el tiempo de lo que
nos hemos propuesto como proyecto de vida.
Hay que destacar que todo proyecto de vida presenta fortalezas como también debilidades. Entre
las fortalezas tenemos actitudes y valores como amor, amistad, autoestima, respeto,
responsabilidad, optimismo, DISCIPLINA, etc. Y las debilidades están relacionadas con los
antivalores como irresponsabilidad, indecisión, indisciplina, pesimismo, etc., que poco a poco con
el tiempo nos van invadiendo.