ABUELOS

“Pepito se me para y se me sale”

“La paloma, señorita…” gritó con júbilo por la prueba superada

“Ve que mono hijuelagranputa…se me viene ahora mismo a la dirección” dijo la

maestra mientras lo agarraba de la oreja

Muchos años después frente al pelotón de nietos recordó el día aquel, mientras

Ilustraba a los cipotes sobre la diferencia del bien y el mal:

… para que vean monos cerotes que Yo era bueno para las adivinanzas

Y los niños se extasiaban con la sabiduría vernácula del anciano. Y Dios vio que
todo aquello era bueno y, le concedió al pícaro una semana más de vida.

El siguiente viernes a las cinco en punto de la tarde el abuelo colgó los tenis