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www rubedo.psc.br | Artigos | © Axel CaprilesDe la Psicologia Analitica a la Psicologia ArquetipalDr. Axel CaprilesAgradegemos ao Dr. Axel Caprilles pela simpatia e a gentileza com que aceitou 0 nosso convite e nos concedeu permisso para por este artigo inédito na Rubedo.Dr. Axel Caprilles é analista Junguiano e tabalha na Venezuela.*Me hubiera gustado mucho ir a Roma, -escribid Carlos Gustavo Jung en su autobiografia- pero senti que no estaba preparado para las impresiones que la ciudad hubiera causado en mi’. Sintiéndose ya capacitado por la avanzada edad para hacerlo, Jung quiso reparar su omisién en 1949, pero en el momento en que intent comprar los billetes en la estacién de tren, un repentino desmayo le hizo perder la consciencia. Como consecuencia del lance psicosomatico, el analista alpino descarté totalmente sus planes de conocer la capital del gran imperio de la antigiiedad clasica. Este curioso do en Memorias, suefios y pensamientos, ha sido interpretado como el inconsciente del esq eC. 6 polivalente imagineria de la tradicion mediterranes, con el mundus imaginalis del sur. Las visiones conflictives que condujeron al desmayo del sabio de Kiisnacht no han sido resueltas por quienes posteriormente se interesaron en la psicologia de Jung y las negociaciones entre dichas visiones son la que probablemente demarcan la transicin de la Psicologia Analitica a la Psicologia Arguetipal. Ese es el tema que abordaremos brevemente en las paginas que siguen.Durante un largo lapso de mi formacion como analista en Zurich yo me senti incémodo con muchas proposiciones de la Psicologia Analitica. Cargando con el rigor y la tradicién cientifica de la psicologia empirica dominante en e! mundo universitario, la Psicologia Compleja se veia el producto de una opinién subjetiva surgida de la particular constelacién histérico cultural de su fundador que requeria revisién desde la perspectiva actual Quise entonces encontrar respuestas y soluciones a mis inquietudes en los trabajos de los seguidores de Jung. La lectura de los escritos de la primera generacién de analistas jungianos no fue demasiado estimulante. El expediente de la cita textual y de la simple parafrasis, que sin afadir algo nuevo recurria, una y otra vez, a la sabiduria del precursor, hacia preferible concentrarse Unicamente en la lectura directa de las obras completas de C.G. Jung cuya riqueza y profundidad psicolégica eran pabulo suficiente para toda una vida.Los libros de Marie-Louise von Franz, Jolanda Jacoby, C.A. Meier, Aniela Jaffe 0 Barabara Hannah, demostraban su gran cultura y erudicion. Fueron, sin duda, estimulos importantes para la investigacién y el estudio sosegado de las siguientes generaciones. Todos habian desarrollado aspectos fundamentales de la obra de Jung. Marie-Louise von Franz profundizé en el método amplificacién y la interpretacion de mitos y cuentos de hadas. Barabara Hanna aclaré el uso de la imaginacién activa en psicoterapia. C.A. Meier retomé los aspectos arquetipales de una psicoterapia basica, como la incubacién. Liliane Frey-Rohn facilité el andlisis comparativo del desarrollo historico de la Psicologia Profunda, y Jolanda Jacoby intenté sistematizar la teoria aportando una valiosa exégesis divulgativa. Todos ellos expandieron, ciertamente, el horizonte de aplicacidn de las visiones y concepto de C.G. Jung, pero en el fondo me era inevitable sentir el aporte de esa primera generacién como un eco repetitive paralizado en el tiempo por la ausencia de critica, como el éxtasis proselitista de una secta de espiritualistas conversos, quienes habiendo sentido el impacto de la deidad, buscaban corroborar por diferentes vias la misma experiencia, consagrando su vida a la divulgacién de la grandeza de la verdad descubierta por el iluminado.€I contacto personal y la familiarizacién con las ideas de algunos analistas de la segunda generacién de jungianos fue una bocanada de aire fresco para mis pulmones, sobre todo porque sus trabajos se me hicieron una continuidad individualizada y creativa, Me referiré solamente a tres de ellos, de cuya amistad y acaloradas discusiones a finales de la década de los sesenta y comienzos de los setenta surgié mucho de lo que hoy se conoce como la Psicologia Analitica después de Jung. Ellos son: Rafael Lépez Pedraza, Adolf Guggenbiihl-Craig y James Hillman. Inroduciré el fo con una anécdota que me narrada hace algin tiempo el Dr Guggenbiihl. Después de un largo periodo de estudio e incubacién sentido como una €poca muy rica, intensa y llena de creatividad, los analistas antes mencionados pensaron que habia legado el momento de impulsar el desarrollo de la Psicologia Jungiana més alla del pequenio circulo de seguidores y salir al mundo exterior. Para ello debian organizarse y repartirse tareas. James Hillman oftecié ocuparse de los aspectos divulgativos: escritos, publicaciones, editorial, cursos, conferencias, coloquios. Adolf Guggenbiihl-Craig convino en el aspecto organizativo y politico: el Curatorium del C.G. Jung Institut de Zurci, 1a Asociacién Intemacional de Psicologia Analitica. Llegaco el turno de Rafael Lopez-Pedraza, le preguntaron cual seria su aporte y area de ocupacién. Echéndose hacia atrés y masajedndose con las dos manos su nutrida abdomen, L6pez-Pedraza respondio que él se encargaria de la inercia, Era obvio que si dos de las persona que conformaban e! grupo tomaban el camino del movimiento direccional y continuo intentando cambiar y reorganizar muchas cosas, alguien debia ocuparse de la inercia psiquica, de la falta de actividad y carencia de energia, de esas fuerzas que nos levan a permanecer en estado de reposo.Durante mis estudios de pre-grado en Venezuela, estando en andlisis con Rafael Lopez-Pedraza, yo habia leido su libro, Hermes y sus hijos, pero en esa época fue muy poco lo que pude obtener de él El ambiente social en que vivia, el concepto dominante de ciencia, el ritmo acelerado de la juventud y los agregados de mi propia inmadurez psicolégica, no eran el recipiente propicio para que las imagenes y la indireccién puieran penetrar y mover mi psique. En aquel momento, me parecian ideas originales e interesantes, pero extremadamente difusas e inconexas. Era incapaz de atisbar la forma extrana en que trabaja el inconsciente, la indireccién de su movimiento y su repercusién animica. Fue algo mas tarde, durante el proceso de mi andlisis personal con el Dr. Adolf Guggenbithi-Craig en Ziitich, que surgié en mi un renovado entusiasmo por la Psicologia Jungiana, No fue solamente porque la lectura de sus libros, como Poder y destructividad en psicoterapia © Eros on Crutches, rompieron el tedio de las infinitas amplficaciones de la von Franz y su mania de encontrar el self en todos lados como Deus ex machina de toda conducta humana, sino porque esas lecturas me abrieron a otras formas de ver y aplicar la psicologia de Jung. Ellas perfilaban una perspectiva diferente para la comprensién de la vida que a pesar de su amplitud metaforica era al mismo tiempo practica y real No es que Guggenbiihl haya dado respuesta a mis dudas tedricas o me haya facilitado el camino para la integracién de tantos conceptos contradictorios, tantos vicios de circularidad e incoherencia teérica en la psicologia de Jung, sino que me mostré la manera de poner en entredicho, con esos mismos conceptos, los absolutismos obtusos que nos paralizan. Cierto desapego personal, una especie de frio desprendimiento y Iejania que, si excluir la sensacidn de calor, nos coloca a la altura propicia desde donde se hace posible situar a distancia el evento que nos sofoca; una capacidad de dudar absolutamente de todo, de burlarse de lo aparentemente dramatico y de si mismo; una raz6n critica y perspicaz capaz de abrigar al unisono la fe y el compromiso, oun manejo Virtuoso del raro arte de la conversacién culta, fluida y amena, que cortada de tanto en ‘tanto por la ironia de un elegante y depurado cinismo desemboca irremediablemente en una explosién de carcajadas y humor movilizando mercurialmente la psique, son todas facetas de la personalidad del Dr. Adolf Guggenbiih!-Craig que hace de él una figura para reflexionar sobre lo que Jung probablemente quiso decir por principio de individuacion o desarrollo de la consciencia, nociones tan frecuentemente diltiidas en la abstraccin esotérica y el éter difuso de Ia literatura de la ortodoxia jungiana de la primera generacion.en el plano de las ideas, Guggenbithl nunca se intereso por objetar sistematicamente los fundamentos del cuerpo tedrico de la Psicologia Jungiana, como tampoco mosté mayor preocupacién por las contradicciones internas y deficiencias del modelo teérico. Otro tipo de cuestionamiento estaba, sin embargo, ahi, y quien fuera presidente del C.G. Jung Institut de Ziirich y de la Asociacién Intemacional de Psicologia Analitica, se preguntaba si la Psicologia Jungiana no habia derivado en una especie de fe, en un culto a la perfeccidn. Por ello cuestioné la imagen del si-mismo en psicoterapia, demasiado cargada de redondez, balance, complemento y totalidad, nada més alejado de la vida real tan cargada de imperfeccién, deficiencia e invalidez. Lo psicopatico como carencia contumaz, como ausencia o falta itreparable en el ser humano, est en todos nosotros.De la lectura de los libros de Guggenbiihl pasé a la obra de James Hillman, y fue ésta la que me mostré, por primera vez, hitos bien claros de un desarrollo intelectual que partiendo de Jung buscaba diferenciarse de su sistema y que al radicalizarse exigié el nuevo nombre de Psicologia Arquetipal. El afortunado encuentro en la geografia alpina de un psicoterapeuta caribefio, un psicdlogo norteamericano y un psiquiatra suizo, asi como la coincidencia de que otros analistas fomados en la escuela jungiana compartieran en ese momento una misma pasién y una misma necesidad de encontrar un lenguaje mas cefido y cercano a las realidades del alma, la urgencia comtin de ahondar en las misteriosas formas en que se expresa el fenémeno psiquico, fueron algunos de los determinantes de una sincronia temporal y geografica que hizo posible el desarrollo de un nuevo enfoque que buscaba centrarse en la imagen y en la actividad imaginativa del alma, conocido posteriormente como Psicologia Arquetipal.James Hillamn, el principal representante de esta escuela, no sdlo revisé criticamente y reformulé muchos principios y conceptos que en la literatura jungiana aparecian con mil significados muchas veces inconexos, como hizo en sus ensayos sobre el Anima publicados originalmente en la revista Spring, sino que atacé las fundaciones mismas del cuerpo tedrico jungiano y refuté la utilidad del modelo implicito. Sabemos que las nociones de polaridad y compensacién son instrumentos indispensables para el funcionamiento del aparato y la psicoterapia jungiana, Hillman cuestioné Ia utilidad de esos conceptos descarténdolos como obsolescencias que impiden el desarrollo de una verdadera visién psicolégica. En su principal obra, Re-Visioning Psychology, nos dice:Comprender las eventos psicolégicos a través del principio general de los opuestos -el método fundamental de la psicologia profunda- es demasiado mecénico, Presenta todos los eventos del alma dentro de un sistema compensatorio de pares: mente y cuerpo, ego y mundo, espiritu e instinto, consciente e inconsciente, interior y exterior, y asi interminablemente. Pero los eventos animicos no son parte de un sistema general de balances, un sistema polar de energia o un sistema de informacién binaria. Los eventos animicos no son parte de ningtin sistema. No son reacciones y respuestas otro tipo de eventos en el lado opuesto de cualquier fulero...La formacién de mitos no es compensatoria a ninguna otra cosa; tampoco lo es la creacién de alma (soul making). Para explicar la estructura y dinamica de la psique, Jung utiliza un modelo en el que integra con excesiva libertad nociones de estratificacién geol6gica, evolucionismo, electromagnetismo, termodinamica y energética teleolégica. Asi lo demuestra su uso de la ley de la conservacion de la energia, el principio de equivalencia y la entropia para explicar la dinamica psiquica y su concepto de libido. La ley de la gravedad de la fisica nevtoneana, por Ia cual los cuerpos se atraen con una fuerza que esté en funcién de sus masas, o la atraccién electrostatica y la fuerza de absorcion de los campos magnéticos descritas por las ecuaciones de Maxwell, son modelos alternativos y diferentes que respaldan la idea del poder constelizador del nticleo energético de los complejos y la proposicién de Jung de que toda actitud consciente tiene un signo contrario en el inconsciente, al cual polarizado y constelizedo como complejo genera un campo de atraccién magnética.La superposicién de capas y estratos geoldgicos es el modelo de fondo que respalda la descripcién jungiana de la estructura psiquica, la explicacién de las formas de organizacién y sedimentacién de la experiencia humana y del inconsciente colectiva con sus diferentes niveles de memoria y arcaismo. Si la regresién y progresion de la libido implican un movimiento de la energia psfquica a través de los diferentes estratos, el desarrollo de la consciencia y el proceso de individuacién remiten a la idea de teleologia, a un desplazamiento energético orientado hacia un inevitable fin. Hillman descarta el uso de esos principios, surgidos de las ciencias naturales, y propone un nuevo modelo para entender la psicologia, no como ciencia, sino como una actitud que acercandose ala metafora y a la poesia, permite ver a través de los hechos literales y coneretos que tanto empobrecen la vida. En relacin a ello escribe'el proceso de ver a ‘través no requiere un sistema de termodindmica (entropia) como el que encontramos en Jung, ni de hidrodinémica (represar, canalizar, inundar) como el que encontramos en Freud. Tampoco necesitamos campos eléctricos(cargas, _conversiones, transformaciones), 0 un sistema de energética teleolégica con todas sus partes atraidas como limaduras de hierro por el magneto del objetivo o meta..le hecho, la fantasia dinamica puede proveer un butaca engafiosamente confortable para la estatica estigia de seis 0 siete afios de terapia semanal.Volvamos a imaginar la psicodinémica como cuentos miticos en lugar de procesos fisicos; como el auge y caida de temas dramaticos, como genealogias, como viajes, contiendas y treguas, como intervenciones de los Dioses... Nuestras reflexiones podran mostrar, entonces, una proporcién més personificada. En vez del lenguaje de los reclamos territoriales y los iceberg (Freud), 0 las excavaciones arqueolégicas y los polos positivos y negatives (Jung), nuestras reflexiones se corresponderan con la modestia del alma. El rasgo caracteristico de la Psicologia Arquetipal, lo que la hizo parecer un movimiento que aportaba un punto de vista diferente y nuevo, es haber enfatizado hasta sus titimas consecuencia algo que ya Carlos Gustavo Jung habia sefialado, es decir, la observacion de que a pesar de toda nuestra espiritualidad religiosa y metafisica, a pesar del triunfo del racionalismo y el mecanicismo; el politeismo, el animismo y la personificaci6n, constituyen todavia la base del funcionamiento psiquico afectivo, el tipo de actividad psicolégica fundamental de ese acontecer que entendemos como alma. En palabras de James Hillman: “Aqui estoy trabajando una psicologia del alma basada en una psicologfa de la imagen. Aqui estoy sugiriendo ambas, una base poetica de la mente y una psicologia que comienza no con fa fisiologia del cerebro, la estructura del lenguaje, a organizacién de la sociedad, 0 el analisis de la conducta, sino con el proceso dela imaginacién” . La tnica forma de comprender una emocién es capturar y leer la imagen que est detrés. Por ello, es preferible re-imaginar la psicologia con como ciencia, sino como literatura, como teatro, como un entendimiento con la imagen y la metafora. Jung anduvo siempre a horcajadas entre su formacién médica y cientifica y su pasién religiosa y literaria. Sélo hacia el final de su obra logré darle rienda suelta a sus intuiciones sin pretender cubrirlas de un ropaje cientifico. Lo resaltante de la Psicologia Arquetipal es que en lugar de manejar con diplomacia sus relaciones con los paradigmas imperantes en la universidades y el mundo académico, hizo del desprecio a Ia psicologia cientifica y monoteista tan fobica a las imagenes, su bandera preferida. No se pensé a si misma como una sintesis conciliatoria sino como tendencia contraria, enfrentada a las incesantes batallas de la ciencia dirigidas a cortar las numerosas cabezas de lo imaginario en nombre de la consciencia y la raz6n.La psicologia profunda mas que una disciplina es una forma de ver. Es un ver a través de las conductas y de los hechos concretos para diferenciar las imagenes, afectos y pasiones que estan detrés. Supone Un interior de las cosas, un teatro oculto, un fantasma en la oscuridad. Se wata de disolver el hecho que se nos presenta en el mito y la fantasia que lo respaldan. Es el intento de huir de lo literal y de lo concreto. Si queremos un paradigma para la psicologia, un modelo para expresar la dindmica psiquica, en vez de acudir a la légica 0 a la fisica, imaginemos més bien un cuento mitico con intervencién de dioses y genealogias, una pieza de teatro con temas dramaticos, con pasiones, retos y fracasos, con multitud de personajes, expresiones, al fin y al cabo, del alma como campo de accién de personalidades multiples. Jung pretendid, por mucho tiempo, hace ciencia. En sus libros aparecen continuamente alegatos defendiendo su empirismo y espiritu cientifico. Es evidente que la Psicologia Aruetipal no se ve a si misma como perteneciente a la ciencia, ni aun siquiera a esas ciencias tan conflictivas e inseguras de si mismas como son las ciencia sociales o ciencias de la conducta. Una disciplina que prefiere muchas perspectivas en vez de definiciones operacionales, que mitifica en vez de verificar; un investigador que pregunta por personas en vez de circunstancias; una personificacién que antropomorfiza y anima lo que para otros son procesos, mecanismo, estructuras; una indefinicién constante; una existencia mas cercana al verso y a la metafora que al concepto; todo esto hace imposible que esta rama del conocimiento basada en la experiencia de la psique se piense a si misma como cientifica. En palabras de Hillman, “si la psicologia humanista sigue a Aristételes, identificando la psique con la vida y al psicologia como el estudio de la naturaleza del ser humeno viviente, la psicologia arquetipal sigue a Platén y el examen del alma en relacién con la muerte, la psicologizacién del morir fuera de la vida. No nuestra salida de la vida o la negacién de la vida, no se trata de una muerte literal, sino del movimiento de cada evento fuera de su defensiva identificacin con la vida".La imagen es, desde esta perspectiva, la data primaria de la psique, el objetivo de estudio de la psicologia, el producto esponténeo de ese fendmeno emergente que llamamos alma organizado por estructuras 0 patrones arquetipales. Gran parte de la psicologia y de! pensamiento occidental se ha ocupado de devaluar la imaginacién como la loca de la casa. La funcién imaginativa vinculada a la realidad ha sido vista, por lo general, como un fendmeno anormal y patolégico aceptable sélo en los dominios del arte y la literatura; como fuente de error, engafo y falsedad; o como una forma primitiva de pensamiento. La imagen ha sido considerada un doblete mnésico de la percepcion, Ia repeticion y arreglo combinatorio simple de sensaciones remanentes coaguladas en el umbral del recuerdo. “Devaluacién que”, como dice Gilbert Durand, “no se corresponde en modo alguno al papel efectivo que juega la imagen en el campo de las motivaciones psicologicas y culturales”. ¥ este aspecto de la vinculacién a la motivaci6n es relevante porque la imagen siempre esté ligada a un tono afectivo. “El psicoandlisis insiste en el hecho de que la psique funciona esencialmente con base en la creacién y apropiacién de imagenes y no con base en Ia produccién y comprensién de conceptos" Similar fue el interés de los roménicos en promover la funcién imaginativa al rango de funcién creativa, de dinamismo organizador que deforma y reforma las copias dadas por la percepci6n y que se convierte en el fundamento de la vida humana per se, como reina intermedio y auténomo entre lo abstracto espiritual y lo concreto sensorial. Para la filosofia y ficcion romantica, e! mundus imaginalis era también el espacio intermedio entre lo sensible y lo inteligible, entre la realidad fisica y material y la realidad conceptual y espiritual. Ya no se trataba de una simple reminiscencia. La imaginacién no era ya la acumnulacién de residuos a posteriori sino una agencia creativa, la facultad de lo posible. Poetas como Coleridge hicieron la distincidn entre fantasia e imaginacién creativa, siendo esta ultima un agente auténomo que disuelve y difumina para volver 2 crear y unificar. También para Jung la imaginacién es la actividad natural reproductiva y creativa en la mente en general. Es el flujo de la energia psiquica, la expresién directa de la vida del alma que aparece en la consciencia en forma de imagenes. Estas, aunque pueden surgir de los contenidos de la memoria, no ser refieren a realidades externas, son fundamentalmente una manifestacién de la actividad normal de la psique, el producto de una funcién auténoma dirigida a la percepcin de los contenidos inconscientes que asociados con el material de Ia experiencia, los trae a foco en forma de representacién visual. En las antiguas tradiciones indoeuropeas, poeta y vidente se expresaba con un término comin. Y no es por azar que en la Grecia antigua la poesia era considerada la tnica capaz de obtener una ensefianza esencial de la secuencia temporal de los hechos empiticos y profanos. El conocimiento del pasado primordial pertenecia a los poetas, los inductores de imagenes a través de la palabra, los reveladores de las verdades escondidas. Nada pareciera més alejado de la abstraccién conceptual del pensamiento cientifico que esta apologia de la imaginacién. Pero, paraddjicamente, al postularse a si misma como una wuelta al paganismo y coma expresion de un politefsmo radical donde las nociones de unidad y toralidad dejaron de tener la importancia que tenian para Jung, la Psicologia Arquetipal salié por la puerta trasera al mismo teatro del mundo postulado por la ciencia contemporénea. A pesar de que Jung insistié en Ia disociabilidad de la psique como parte de su dinémica mas substancial, y fue un pionero en las descripciones del comportamiento humano coma escenario repleto de dioses donde interactian personalidades miiples, el sabio de Kiisnacht siempre mantuvo la idea de un factor unificador, una especie de armonia preestablecida, Frente a las fuerzas disociativas y desintegradoras de la personalidad, dominaba una tendencia hacia el orden, hacia la coherencia, la simetria, el equilibrio y la totalidad. Atrincherando 2 Dios en el Self, Jung vio en el Si-Mismo la fuerza arquetipal que impulsaba la funcién trascendente que permite la unién sintética de los opuestos, la tendencia natural hacia el balance, el equilibrio, la coherencia y la unidad, De alli la importancia asignada a la consciencia del yo como manifestacién empirica de esa fuerza unificadora trascendente, Recordemos la representacién del eje ego-self de Erich Neumann y toda la teoria sobre la evolucién de la consciencia donde el tan aleman Hegel no puede esconder su presencia. Hay obviamente, muchas formas de imaginar y acercarnos a la idea del Self, pero en la base de esa nocién predomina su presencia como Deus Ex Machina, como un programador a-priori y trascendente que anclado en el nivel més profundo de la psique regula y da sentido al proceso vital.Las correcciones impuestas por la investigacién cientifica de las uhtimas década al paradigma clasico de las ciencias naturales describen el comportamiento de los sistemas en términos de constantes bifurcaciones y acontecimientos aleatorios. Resaltan la inestabilidad y la ruptura de simetrias como propiedades caracteristicas de los procesos vitales. Seguin el premio ndbel de quimica, Ilya Prigogine:El no equilibrio como origen de orden se presenta ya como uno de los principios mas generales que podemos formular actualmente..oncebido como la entropia maxima accesible a un sistema dado, el equilibrio se convierte en sinénimo de desorden, de caos, como ya habia anticipado Boltzman.Si consideramos seriamente la segunda ley de la termodinamica con su interpretacién probabilistica, tenemos que asociar el equilibrio a la maxima probabilidad, Pero la maxima probabilidad, en términos de particulas, significa movimiento incordiando, cadtico, similar a la modalidad con que los atomistas griegos imaginaban e! mundo fisico... ¢Cudl es, entonces, el efecto de! no equilibrio? Crear correlaciones entre esas unidades, crear orden a partir de los movimientos cadticos que se originan en el estad de equilibrio. Esta descripcién de la naturaleza, en la que el orden se genera a partir del caos a través de condiciones de no equilibrio aportadas por el medio cosmolégico, nos lleva a una fisica bastante similar en espiritu al mundo de procesos imaginado por Whitehead, nos lleva a concebir la materia como algo activo, un estado continuo de devenir.

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