Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Caperucitaroja PDF
Caperucitaroja PDF
GOBERNADOR
Dn. Daniel Scioli
VICEGOBERNADOR
Lic. Juan Gabriel Mariotto
DIRECTORA GENERAL DE CULTURA Y EDUCACIÓN
Dra. Silvina Gvirtz
VICEPRESIDENTE 1° DEL CONSEJO GENERAL
DE CULTURA Y EDUCACIÓN
Prof. Daniel Lauría
3 | CAPERUCITA ROJA
CAPERUCITA ROJA
ESTE LIBRO PERTENECE A:
rase una vez una dulce niña a la que todos
querían aunque solamente la hubiesen visto
una vez. Pero quien más la quería era su abuela.
.................................................................................. En cierta ocasión, le regaló una caperucita de terciopelo
rojo y, como le quedaba tan bien y la niña no quería
ponerse otra cosa, todos la llamaron de ahí en adelante
Caperucita Roja.
Perrault, Charles
Caperucita roja / Charles Perrault ; adaptado por María Elena
Cuter y Cinthia Kuperman ; ilustrado por Diego Moscato. - 1a ed.
- Buenos Aires : Eudeba; La Plata: Dirección General de Cultura
y Educación de la Provincia de Buenos Aires. Programa Textos
Escolares para Todos, 2012.
32 p. : il. ; 24x16 cm.
ISBN 978-950-23-1899-8
1. Literatura Infantil. I. Cuter, María Elena, adapt. II. Kuperman,
Cinthia, adapt. III. Moscato, Diego, ilus.
CDD 863.928 2
Fecha de catalogación: 13/01/2012
5 | CAPERUCITA ROJA
La abuela vivía en el bosque, a media hora de camino desde el –¿Qué llevas en tu bella canasta?
pueblo. Apenas Caperucita Roja entró en el bosque, salió a su
encuentro un lobo. Nunca antes la niña había visto a un lobo y –Tarta y leche. La abuela está enferma y débil y necesita
desconocía lo peligroso que es ese animal. comer bien para mejorarse.
El lobo, con su voz más amistosa, le dijo: –Dime, Caperucita Roja, ¿dónde vive tu abuela?
– ¡Buenos días, dulce pequeña! ¿Cómo te llamas? –Hay que caminar aún un buen cuarto de hora por el
bosque porque su casa se encuentra bajo los tres grandes
– ¡Buenos días! Me llaman Caperucita Roja. robles.
– A ver a mi abuelita.
9 | CAPERUCITA ROJA
Caperucita Roja abrió grandes sus ojos y vio cómo los rayos
del sol atravesaban las ramas de los árboles y acariciaban las
preciosas flores que crecían por todas partes.
Deslumbrada, pensó:
Apenas llegó, tocó suavemente la puerta… –No tienes más que girar el picaporte –dijo la abuela desde
su cama.
TOC
TOC
−¿Quién es? –preguntó la abuela con voz fatigada.
El lobo giró el picaporte. La puerta se abrió. Sin pronunciar Cuando Caperucita Roja había escogido tantas flores que ya no
palabra, fue directamente a la cama donde yacía la abuela y se podía llevar ni una más, se acordó de la abuela y se encaminó a
la tragó de un solo bocado. Entonces, se puso sus ropas, se calzó su casa.
su cofia, cerró las cortinas y se metió en la cama.
17 | CAPERUCITA ROJA
Llamó:
¡Abuela!
¡Abuelita!
Pero no obtuvo respuesta. Entonces se acercó a la cama y corrió
las cortinas. Allí estaba la abuela, con la cofia bien calzada en la
cabeza y un aspecto extraño.
19 | CAPERUCITA ROJA
“La abuela ronca pero nunca tan fuerte. Miraré, no sea que le
pase algo”.
Y entró en la alcoba.
23 | CAPERUCITA ROJA
FIN
27 | CAPERUCITA ROJA
En cierta ocasión, cuando Caperucita Roja llevaba dulces a su −Abre, abuela, soy Caperucita Roja y te traigo dulces.
abuela, otro lobo se acercó a ella, le habló y quiso apartarla
del camino. Pero esta vez Caperucita Roja se cuidó mucho de Se quedaron calladas y no le abrieron la puerta.
hacerle caso. Siguió derechamente su camino y apenas llegó a la
casa de la abuela le contó que se había encontrado con el lobo y El malvado se puso a rondar la casa, luego saltó al techo y esperó
que éste le había dado los buenos días. allí a que Caperucita Roja saliera. Tramaba seguirla y comérsela
en la oscuridad. Pero la abuela se dio cuenta y se le ocurrió un
−Estoy segura –dijo la niña− que si me hubiera apartado plan para salvar a la niña.
del camino me hubiese devorado.