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Santiago, veintiuno de Agosto de dos mil dieciocho.

Vistos:
Primero: Que don Luis Antonio Arrey Arrey, dedujo recurso de
protección en contra del Servicio de Registro Civil e Identificación, por
rechazo a su petición de concesión de posesión efectiva de los bienes
quedados al fallecimiento de su madre doña Ramona Catalina Arrey
Figueroa, afectando con ello la garantía establecida en el numeral 2 del
artículo 19 de la Constitución Política.
Expone que la solicitud le fue denegada por medio de la Resolución
Exenta N° 87.751, respecto de la cual dedujo reposición que también fue
rechazada expresando que “…consta que el solicitante no fue reconocido
como hijo natural por sus padres, con las formalidades exigidas por la ley
vigente a su inscripción de nacimiento, esto es, instrumentos públicos entre
vivos o acto testamentario, suscrito al margen de la inscripción de nacimiento
y aceptado formalmente por el reconocido o su curador”.
Sostiene que esta resolución lo ha privado o, a lo menos, ha
perturbado su derecho constitucional establecido en el artículo 19 N°2 de la
Constitución Política, pues se pretende aplicarle las exigencias del Código
Civil antes de la entrada en vigencia de la Ley N° 10.271, en contra de lo cual
debe considerarse lo dispuesto en el artículo 33 del mismo código, que
establece que el estado civil de hijo respecto de una persona, es aquél cuya
filiación se encuentra determinada en conformidad a las reglas previstas por
el Título VII del Libro I, y lo señalado en su artículo 188, que establece que
“el hecho de consignarse el nombre del padre o de la madre, a petición de
cualquiera de ellos, al momento de practicarse la inscripción de nacimiento,
es suficiente reconocimiento de filiación”. Con lo anterior estima que se tiene
por comprobado el estado civil de hijo, por lo que corresponde que se lo
reconozca como tal. Agrega que la ley N°19.585 eliminó las diferencias entre
las distintas categorías de hijos que existían hasta antes de su dictación y
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que el artículo 186 del Código Civil establece que la filiación no matrimonial
queda determinada legalmente por reconocimiento del padre, la madre o
ambos o por sentencia firme en juicio de filiación, y en su caso, la filiación con
su madre quedó determinada legalmente por su reconocimiento voluntario, al
pedir que se consignara su nombre al momento de practicarse la inscripción
de su nacimiento.
Solicita que se acoja el recurso y pide al tribunal dejar sin efecto la
referida resolución y ordenar que el Servicio recurrido se pronuncie sobre la
solicitud conforme a derecho, con costas.
Segundo: Que el Servicio de Registro Civil e Identificación informó
señalando que con fecha 19 de Octubre de 2017, se presentó a tramitación la
solicitud N°504 sobre posesión efectiva de los bienes quedados al
fallecimiento de doña Ramona Catalina Arrey Figueroa, la que fue rechazada
por el Director Regional Metropolitano, por cuanto el solicitante no fue
reconocido como hijo natural por sus padres con las formalidades exigidas
por la ley vigente a la inscripción de su nacimiento. Señala que el 15 de
Enero reiteró la solicitud y nuevamente fue rechazada, porque no acreditó su
calidad de heredero respecto de la causante.
Refiere que para resolver se tuvo a la vista la inscripción de nacimiento
del solicitante, la Nº 2871 de la Circunscripción de Independencia del año
1949, de la que consta que en el rubro nombre del padre se consignó la
expresión “no compareciente” y en el rubro nombre de la madre, se consignó
el de doña Ramona Catalina Arrey Figueroa, quien requirió la inscripción de
nacimiento y que sólo consta su nombre, lo que no produce efecto jurídico
alguno y, en consecuencia, el solicitante tendría filiación materna y paterna
indeterminada, sin que sea posible establecer vínculo de parentesco con la
causante.
Explica que hasta antes de la entrada en vigencia de la ley N°10.271
de 2 de Junio de 1952, se establecía que el reconocimiento de los hijos no
matrimoniales se debía realizar al momento de inscribir el nacimiento o bien
en un acto posterior, mediante “manifestaciones expresas de voluntad”
contenidas en una “escritura pública” o en un “acto testamentario” que debía
quedar subinscrito al margen de la inscripción de nacimiento, requiriéndose
además que dicho reconocimiento fuera “aceptado por parte del inscrito” o su
curador si era menor de edad, debiendo subinscribirse también la escritura de
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aceptación. El artículo 6° transitorio de esta ley, reguló expresamente la


situación de aquellas personas que no habían sido inscritas con anterioridad
a la entrada en vigencia de ella y que no habían sido objeto de
reconocimiento, otorgando el derecho expreso a su titular para interponer la
acción de reconocimiento forzado en el plazo de dos años contados desde su
entrada en vigencia, por lo que el solicitante que se encontraba en esta
situación, personalmente o representado, debió haber ejercido esta acción,
para que su filiación quedara determinada conforme a la normativa entonces
vigente.
Agrega que para pronunciarse sobre el caso, debe tenerse presente
que estado civil y filiación no son términos sinónimos y por tanto sus efectos
son distintos, siendo el vínculo de filiación el que le otorga al individuo el
derecho a ser parte de una comunidad hereditaria de conformidad a las
normas que rigen los órdenes de sucesión intestada. Antes de la dictación de
la Ley N°19.585, se reconocía el establecimiento de un vínculo jurídico entre
el padre, la madre o ambos y el hijo, cumplida las formalidades
correspondientes respecto de los hijos legítimos, legitimados y naturales,
mientras que en el caso de los hijos simplemente ilegítimos, sólo constituía
respecto de ellos el estado civil, sin que existiera filiación de su padre madre
o ambos. Si bien la ley mencionada eliminó las diferencias entre hijos nacidos
dentro y fuera del matrimonio, estableciendo un estatuto igualitario para todos
ellos cualquiera sea el origen de su filiación, sigue reconociendo la diferencia
entre estado civil y filiación y el reconocimiento en sus distintas formas sigue
siendo necesario para establecerla.
En cuanto que aplicar la Ley N° 19.585 sería más beneficioso, recuerda
que el principio de irretroactividad de las normas no lo permite, salvo que la
ley que pretende aplicarse señale expresamente que tendrá efectos
retroactivos, cuyo no es el caso.
Considerando que es la propia Ley N° 19.903 la que entrega al Servicio
de Registro Civil la competencia para conocer y resolver las herencias
intestadas abiertas en Chile y el Decreto N°237 del año 2004 del Ministerio de
Justicia, el que en su artículo 17 N°2 contempla las causales de rechazo de
una solicitud de posesión efectiva, no es posible que incurra en
discriminación o afectación de algún derecho al aplicar la normativa vigente.
Finaliza expresando que la declaración de reconocimiento de filiación
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que persigue el recurrente debe conocerse a través de un juicio de lato


conocimiento y no a través de esta acción que protege derechos indubitados,
por lo que solicita el rechazo del recurso, con costas.
Tercero: Que como el propio recurrido lo reconoce, con la dictación de
la Ley N° 19.585 se consagra como principio fundamental la igualdad de los
hijos, modificando de esta manera los estatutos anteriores que establecían
diversas clases, diferencia de la que fue objeto el recurrente y a quien,
durante la plena vigencia de dicho texto legal, por haber nacido bajo una
determinada normativa y no haberse acogido a una posterior, se llega a
considerar carente de filiación paterna y materna, negando el vínculo lo une
con quien aparece como su madre, según la inscripción de nacimiento
respectiva y desconociendo el estado civil que siempre ha ostentado.
No se trata, como lo sostiene la recurrida, de dar aplicación retroactiva
al texto legal primeramente citado, sino tan sólo resolver situaciones como la
planteada por el recurrente, teniendo en cuenta los principios que informan
esta legislación, llamada a resolver diferencias que hoy resultan inaceptables
y que con la decisión de la recurrida tienden a mantenerse, pues se prescinde
de ella y se posterga una adecuada respuesta al derecho invocado,
originándose una situación contradictoria, ya que permitiéndosele actuar bajo
la filiación materna que indica, se le priva del derecho de suceder a su madre,
pretextando que carece de ella.
Tampoco es pertinente argumentar señalando que para remediar la
situación pretendida debiera instar por la vía ordinaria, ejerciendo la acción de
reconocimiento de filiación que se señala, puesto que frente a un estado
consolidado hace muchos años y que las sucesivas modificaciones legales
no se encargó de regularizar directamente, dejándola entregada a la iniciativa
del ciudadano común, en la mayoría de los casos ajeno a estas intrincadas
situaciones legales, imponerle, además, una carga que en términos prácticos
significa dificultades de toda índole e importa postergar indefinidamente el
reconocimiento de los derechos que legítimamente hizo valer.
Cuarto: Que, en consecuencia, si el artículo 188 del Código Civil en su
actual redacción, establece que el hecho de consignarse el nombre del padre
o de la madre, a petición de cualquiera de ellos, al momento de practicarse la
inscripción de nacimiento, es suficiente reconocimiento de filiación, que fue lo
acontecido, en su momento, con el recurrente y la inscripción requerida por
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su madre, resulta de toda lógica entender que, en iguales circunstancias, no


es posible desconocer la filiación que se invoca.
Por lo demás, si de accederse al derecho invocado por el recurrente
pudiera afectarse a terceros, situación del todo eventual, nada impide que
puede promoverse la controversia respectiva, lo que en todo caso será
preferible a lo acontecido con la resolución que se impugna, que no sólo
desconoce el derecho de un hijo a suceder a su madre, sino niega su filiación
materna, dejándolo en una situación más desmedrada de aquella en que se
encontraba.
Quinto: Que, en consecuencia, lo actuado por la recurrida se convierte
en una actuación arbitraria, pues desconoce la normativa que se encuentra
vigente, cuyos principios debió tener en cuenta al momento de resolver,
afectándose así los derechos constitucionales invocados, pues ha dado lugar
a una situación que resulta discriminatoria y que trae consigo el
desconocimiento del derecho a suceder a una causante que la ley le
reconoce.
Por estas consideraciones y visto lo dispuesto en el artículo 20 de la
Constitución Política y Auto Acordado de la Excma. Corte Suprema sobre la
materia, se acoge el recurso de protección deducido por Luis Antonio Arrey
Arrey, dejándose sin efecto la Resolución Exenta N° 31.192, de fecha 30 de
Abril de 2018, que rechazó la solicitud N° 14 de posesión efectiva de los
bienes quedados al fallecimiento de doña Ramona Catalina Arrey Figueroa,
presentada en la Oficina de Renca por el recurrente antes individualizado,
debiendo la autoridad dictar otra que reconozca tal derecho, sin costas.
Regístrese, comuníquese y en su oportunidad archívese.
Redacción del ministro Carlos Gajardo Galdames.
N° protección 44.933-2018.-

CARLOS FERNANDO GAJARDO JESSICA DE LOURDES GONZALEZ


GALDAMES TRONCOSO
MINISTRO MINISTRO
Fecha: 21/08/2018 13:11:12 Fecha: 21/08/2018 13:28:23

ANA MARIA ANTONIETA HERNANDEZ


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MEDINA
MINISTRO(S)
Fecha: 21/08/2018 13:45:45
Pronunciado por la Sexta Sala de la C.A. de Santiago integrada por los Ministros (as) Carlos Gajardo G.,
Jessica De Lourdes Gonzalez T. y Ministra Suplente Ana Maria Hernandez M. Santiago, veintiuno de agosto
de dos mil dieciocho.

En Santiago, a veintiuno de agosto de dos mil dieciocho, notifiqué en Secretaría por el Estado Diario la
resolución precedente.

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Este documento tiene firma electrónica y su original


puede ser validado en http://verificadoc.pjud.cl o en la
tramitación de la causa.
A contar del 12 de agosto de 2018, la hora visualizada
corresponde al horario de verano establecido en Chile
Continental. Para Chile Insular Occidental, Isla de Pascua
e Isla Salas y Gómez restar 2 horas. Para más
información consulte http://www.horaoficial.cl.

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