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Y SE LLAMA ESPACIO

MUCHOS IMAGINAMOS A DIOS COMO UN VENERABLE VIEJITO BARBUDO DE TÚNICAS


BLANCAS, VIVIENDO EN EL PARAÍSO, EN EL CIELO. PERO, ¿CÓMO PUEDE SER DIOS
MÁS PEQUEÑO EN COMPARACIÓN AL PARAÍSO? ¿NO SERÁ TAN GRANDE COMO EL
PROPIO CIELO? MEJOR AÚN, ¿NO SERÁ LO MISMO QUE EL SUSODICHO PARAÍSO? Y SI
ES INFINITO (TANTO DIOS COMO EL CIELO), ACASO EL NOMBRADO "PARAÍSO" ¿NO
VENDRÍA A SER EL MISMÍSIMO ESPACIO? ES SABIDO QUE ANTAÑO LLAMABAN CIELO
AL ESPACIO EXTERIOR. ANTE TODO ESTO, NO NOS QUEDA OTRO REMEDIO QUE
EVOCAR A DIOS CON LA ARCHIFAMOSA EXPRESIÓN: «EL CIELO TE PROTEGERÁ»
(¿CUÁNTAS VECES NO HEMOS ESCUCHADO ESTA FRASE?).

Abramos estas disquisiciones llevando a cabo el subsiguiente ejercicio mental: ¿Cómo cree usted es
el Espacio? ¿Piensa que tiene fin? (por sentido común se responderá con la máxima según la cual el
Espacio no tiene término). Ahora, pregúntese ¿Es Dios infinito? (la mayoría de la gente dirá,
evidentemente, sí). Por consiguiente, si el Espacio y Dios son ilimitados, ¿cómo diferenciarlos? ¿No
serán la misma cosa?, como ya apuntamos.

Veamos el asunto poniendo de relieve otra situación (hipotética, claro está): Usted posee una hoja de
papel infinita. Seguidamente, toma un lápiz. Se le pide dibujar a Dios. Si lo "grafica" dentro de la hoja
su Dios imaginario no será más que un punto en esa interminable hoja. En suma: Ese Dios es una
fracción de dicha hoja. No obstante, hay otra posible solución... Sombrear toda la hoja: Así, Dios sería
la totalidad de ese Espacio denominado hoja.

Analicemos otro escenario: Visualicemos a Dios como una mujer. Ella une ambas manos por las
puntas de los dedos, sin juntar las palmas. El Espacio entre las dos manos es el Cosmos. Nótese la
absurda división entre el Cosmos –entidad constituida por Espacio– y Dios. Además, en este caso se ve
a simple vista que Dios ocupa un Espacio, por lo tanto, es Espacio, y no puede separase de esta
entidad. Sino, sería un Dios divorciado de su creación. Habría una división entre el Espacio y Dios.
¡Inaudito!

Lo previamente comentado facilita la exposición de cuatro puntos:

1. Consideremos por un momento, la finitud espacial. Así, pongamos en el tapete una cifra, arbitraria,
sí, pero ella nos dará una imagen apropiada sobre lo planteado: El Espacio mide un "billón de años-
luz". ¿Y por qué no puede tener una longitud de un trillón? Un Universo finito en tamaño no tiene
sentido (sería un ente sostenido por la "nada" y ya sabemos que la "nada", nada puede hacer).

2. Un Universo finito en el tiempo, con un inicio, carece de lógica. Significa que antes de su
"aparición" no había nada («antes de mí, nada»).

3. Un Multiverso formado por una cantidad limitada de Universos es irrazonable (la sola idea de un
Super Universo albergando en su seno, verbigracia, 70.000 Universos, provoca un rechazo natural.
¿Por qué no pueden ser 70.001?).

4. Por simple deducción el Universo (el Espacio) es infinito en lo concerniente a su edad y extensión.
No puede pensarse de otro modo.

Lo anterior nos trae al próximo pensamiento: Al ser el Espacio infinito, no tiene comienzo (siempre
ha existido, constituyéndose en la Existencia por antonomasia, por ende, es la Vida) ni fin. El Espacio
es equivalente al Espíritu, es como Dios: Invisible, intangible, inmutable, omnipresente, eterno (el
Espacio no envejece), incomprensible-inimaginable (conocen a alguien que pueda, si acaso, concebir
las dimensiones de esa gota cósmica bautizada como galaxia "Vía Láctea"), omnipotente,
indestructible-insuperable (indisoluble, indivisible, irreductible), único (no existen cielos, sólo uno, el
Espacio; éste es la representación vívida del número 1, de lo indivisible e irreductible, como ya
marcamos), creador, omnisciente (el Espacio comprende la infinidad de astros, por tanto, Todo lo
Sabe) e infinito.

Retornando a la unicidad espacial, el tratado teológico, filosófico y cosmológico titulado "Sobre el


Infinito Universo y los Mundos" (1.584), de Giordano Bruno, manifiesta el concepto de que sólo existe
un cielo, un espacio absoluto para la infinidad de mundos similares a nuestro globo terráqueo.

Así mismo, muchos lo conceptualizan como un "hueco sin fin". Sin embargo, el Espacio no está
vacío. De esta manera, la Mecánica Cuántica pone a la palestra el argumento de un Espacio hecho a
base de infinitesimales corpúsculos, lleno de partículas. Además, para más inri, su energía nunca es
nula –su temperatura es de alrededor de los 3 grados Kelvin–. A este respecto es importante reseñar el
Campo de Higss, pues sugiere la presencia de una energía ondular en todo el Cosmos, cuya
característica principal sería permitir la obtención de masa por parte de las partículas.

En el mundo de los cuantos está negado el Vacío: Hay una presencia innegable de partículas
virtuales, nunca quietas, por eso siempre existe energía. Muchas partículas son fantasmales (caso de
los neutrinos): Atraviesan nuestra humanidad como si no existiese, como si nuestro cuerpo fuera un
espíritu (para nosotros ciertas partículas son "espectrales" o "espirituales" y para estos mencionados
corpúsculos nuestra forma humana es, literalmente, "espiritual"). Algo similar ocurriría para "la
persona del Espacio": Para nosotros, el Espacio es "el Vacío", pero para Él su figura podría ser
perfectamente sólida.

La composición granular y la energía latente del Espacio –llamado por unos como el "Vacío
Cuántico"– delatan su naturaleza sustancial: De hecho, en vez de pensarlo y re-pensarlo como "el
Vacío", debe imaginársele como alguna clase de líquido sutil (ello indicaría que el Espacio sería un
tipo de objeto desconocido, con masa, aunque imperceptible): Los astros (ejemplo: Las estrellas) están
suspendidos en el Espacio (flotan como si estuvieran sobre la superficie de una sustancia líquida)
como los gránulos de soluto en una solución acuosa y los agujeros negros son como los drenajes de
una calle (tragan soles mediante giros en forma de espiral).

Otra de las pruebas de la realidad física del Espacio es que el mismo emite ondas de radio tal como
si fuera una estrella u otro cuerpo estelar (ejemplos: Los púlsares, los quásares y las radiogalaxias): Es
sabido que para donde apunte un radiotelescopio éste captará vibraciones radiales (negando así la
premisa de acuerdo a la cual es únicamente un simplón vacío y que es más bien una especie de objeto,
aunque sumamente sutil).

¿Cómo sabemos esto? En 1.965 los Físicos Arno Penzias y Robert Wilson pusieron en
funcionamiento una antena de bocina de Holmdel, un detector de microondas de radio. Pronto se
dieron cuenta de que no importaba hacia cuál dirección se dirigiera la antena y en qué momento,
siempre recibía la señal de las ondas radiales. Así, si las ondas están en todas partes (las frecuencias
radiales son omnipresentes), sólo puede significar una cosa: Son despedidas por el propio Espacio.

Aparte de estas ondas sónicas, el Espacio permite el traslado de un sinnúmero de ondas, entre las
cuales están las de índole electromagnético, de lo que se deduce es una clase de medio tal como lo es
el agua líquida, transportando las ondas originadas por el impacto de un pedrusco a la superficie del
líquido vital.
Podemos adjuntar otro indicio de la corporalidad del Espacio: Se ha detectado la presencia efectiva
de electricidad en el Espacio. Ahora, bien, todo mundo sabe que para que haya electricidad debe haber
un conductor. Pero, en la vastedad del Vacío no existen conductores eléctricos como un océano de agua
o una barra de hierro de dimensiones galácticas. Únicamente, existe un Espacio perenne. Luego, se
colige que es el propio Espacio el conductor de corriente eléctrica. Además, el Físico Hannes Olof
Gösta Alfvén arguye la existencia de un campo magnético del orden de las millonésimas de gauss que
llena el Espacio, de acuerdo a información extractada por Francisco Aniceto Lugo en su obra El
Hombre ante el Universo (página 106 del libro editado por Exclusivas Ferma en 1.960). Alfvén hizo
esta aseveración en un trabajo científico titulado "Electricity in Space", aparecido en la publicación
Scientific American, de la ciudad de New York.

Pero, volvamos a la cuestión de su edad. La religión "occidental" y la "ciencia oficial" asumen un


inicio para el Universo. Con la finalidad de defender tal postura, se ha postulado el pretendido big
bang ("gran explosión").

El big bang consiste en un "hoyo negro al revés o invertido": Básicamente, una singularidad, un
agujero negro que estalla, provocando la expansión del Cosmos (en cambio, un agujero negro corriente
es una singularidad cuya función es comprimir), según lo descrito por Stephen Hawking en la página
114 de su famoso libro la "Historia del Tiempo Ilustrada" (editado por Grijalbo en 1.996).

Empero, es merced adentrarnos someramente en la Física de los agujeros negros para entender los
planteamientos ortodoxos: Un "pozo oscuro" es una estrella cuya gravedad es tan grande que se
colapsa sobre sí misma (en otros términos, no soporta su propio peso), hasta generar un punto en el
Universo con una presión (fuerza sobre área) y densidad (masa entre volumen) infinitas. Por ello, se le
conoce a este punto con el nombre de singularidad.

Por consiguiente, imagínese un objeto ilimitado –pues su interior más recóndito tiene una presión y
densidad infinitas– comprimido en un punto, donde no existe el tiempo: Esa es la singularidad del
agujero negro. Ahora, imagínese esta singularidad expandiéndose (surgiendo, así, el tiempo): Eso es el
big bang.

Precisamente, los Cosmólogos Roger Penrose y Stephen Hawking hicieron público un artículo en
1.970 donde probaron matemáticamente la aparición de una singularidad en el "gran estallido" (página
66 del citado texto Historia del Tiempo).

Mas, surgen dudas con la Teoría del Big Bang:

1. Alex Friedmann ideó tres modelos de expansión ("tres big bang"), dos de los cuales considera al
Espacio como infinito (debemos aclarar el hecho según el cual el big bang se basó en estos modelos).
Luego, si "dos big bang" se producen en Espacios interminables, quiere decir que esos Espacios son
eternos. Los referidos modelos de Friedmann son explicados en la página 60 de la obra de Hawking.

2. Existe en el Espacio una infinidad de singularidades o agujeros negros. O sea, hay una potencial
miríada de "big bang".

3. ¿Quién fue primero el huevo o la gallina? ¿Quién fue primero el agujero negro (singularidad) o el
Espacio? En la Teoría de la Relatividad el Espacio no es un mero vacío o la "nada", es como una tela
vasta, una entidad absolutamente real. Entonces, a esta tela se le practican un inusitado número de
orificios (los cuales representan a los agujeros negros). De esta forma ¿quién sería primero? ¿Los
orificios o la tela? ¿Los agujeros negros o el Espacio? Es más: Ni siquiera un agujero negro puede con
el Espacio. Un pozo oscuro es el agente destructivo por excelencia, engulle incluso a una gigante roja
(una super estrella), pero para el increíblemente inmenso Espacio, es un despreciable e insignificante
punto... Un corpúsculo, una partícula que se mueve en Él.
Igualmente, si se analiza esta controversia desde el punto de vista filosófico, notamos como es
ocioso asignarle una "edad" al Señor Cosmos. El Filósofo teutón Immanuel Kant dejó asentado en su
Crítica de la Razón Pura (1.781) lo siguiente: Si el Universo tuvo un génesis implica la existencia de
un tiempo infinito antes de Él, y de ser así, ¿por qué debería iniciar en un tiempo particular?

En rigor, no hay creación como tal ("un acto único de creación" o "big bang"), sino un proceso
continuo de reposición de materia. Lo que existe es aglomeración de partículas en un punto específico
del Cosmos, generando un cuerpo: Nacen y mueren planetas, aparecen y desaparecen estrellas, y tal
vez, este proceso también se aplique a las galaxias.

Inclusive, no se requiere mucha energía para crear. De acuerdo al Astrónomo Fred Hoyle, para
mantener constante la densidad galáctica en todo el Cosmos, se necesita la generación de un átomo en
un kilómetro cúbico durante una centuria de años (dato extractado por el Profesor Paul Davies en la
página 187 de su obra El Universo Desbocado, editado por Salvat en 1.985).

Por otro lado, abordemos la característica elemental del Espacio. Al respecto, la Ciencia habla sobre
las fuerzas fundamentales de la Naturaleza: Podemos citar la fuerza gravitatoria (la que origina,
verbigracia, la gravedad en nuestro planeta Tierra), la fuerza nuclear débil (autora de manifestaciones
físicas como la radiactividad), la fuerza de la interacción nuclear fuerte (aquella responsable de
mantener unidos al protón con el neutrón) y la fuerza electromagnética (generadora del magnetismo y
la electricidad). No obstante, existe una fuerza superior a todas las anteriormente aludidas, es la rectora
del Universo: La Fuerza Inteligente. Así, por ejemplo, se han reportado individuos con el don de
vencer la gravedad con sólo emplear el poder de su mente. Son personas que pueden hacer levitar
objetos mediante su voluntad (telequinesis).

Prosiguiendo con la temática de la Inteligencia, ¿quién puede explicar la forma redonda del Sol?
¿Cómo puede una galaxia mostrar una silueta simétrica? Todo esto podría dilucidarse mediante la
actuación de una inteligencia subyacente. ¿Quién le da forma a un filamento galáctico?... Sólo puede
ser su Entorno, es decir, el Espacio.

Si retomamos el caso de los hombres con telequinesis, no puede ser que un individuo humano (un
derivado del Cosmos) tenga mente y su Fuente no. Lo menos no puede ser que lo Más. El Espacio no
es un individuo, es EL INDIVIDUO, EL SER, LA UNIDAD por excelencia. Es el Uno, la encarnación
del Número 1. Es la entidad suprema.

El Espacio es tan inteligente que se hace uno con la Naturaleza. Incluso, el Matemático Davies
(página 183 de la obra El Universo Desbocado) no descarta que haya una inteligencia tras los
fenómenos naturales. En síntesis: La Inteligencia Verdadera se confunde con los procesos naturales.

Por definición, todo es mental, el Mundo es mental, es su naturaleza intrínseca. Del lejano Oriente
se han sabido de personas con la cualidad de plasmar "tulpas": Son entes fantasmales creados por el
pensamiento. Sin embargo, la existencia de la criatura espiritual o tulpa es siempre corta, pues absorbe
considerables cuotas de energía de su padre humano. Si eso sucede con una simple entidad espectral,
¿qué quedará de un astro tan masivo como el Sol? Para mantener su estado físico por miles de millones
de años (el del Sol, entiéndase), se requiere de un potencial mental que sólo puede suministrar el
Infinito. Ese ser sería el Espacio, el Universo o Dios.

En resumen: El Espacio cuenta con el atributo exclusivo de sostener un astro (luna, planeta, estrella,
galaxia o cúmulo galáctico) en una región del Cosmos por un largo período de tiempo. Así será su
inconmensurable poder intelectivo.

La Inteligencia del Espacio o Mente Espacial es esencialmente irracional (infinita) y opera en modo
inconsciente. De hecho, el Espacio está inconsciente al igual que una piedra o como nosotros cuando
dormimos (lo cual no significa que no genere pensamientos, recuérdese que en el estado de la
inconsciencia tenemos esas experiencias denominadas "sueños").

En consecuencia, el Espacio es de naturaleza mental o, por lo menos, ostenta una faceta inteligente.
Por eso, a la Inteligencia Espacial la conocían los sabios griegos como el Logos, la Razón.

El Sistema, el Espacio, se comporta no como un organismo, sino como EL ORGANISMO. En esta


línea de pensamiento se circunscribe Salvador Freixedo, quien hace la aseveración de acuerdo a la cual
estamos ante un organismo supra-enorme. Las estrellas, literalmente, son sus átomos (página 258 de su
libro La Religión entre la Parasicología y los Ovnis, editado por Orión en 1.977). Otro tanto lo apunta
Fritz Zwicky (Astrónomo y Físico, descubridor de la estrella de neutrones y exponente del concepto
de la materia oscura), para quien los cúmulos galácticos son las células del Espacio (las llama "células-
cúmulos"), según recoge Francisco Aniceto Lugo en la página 109 del volumen El Hombre ante el
Universo.

Hay más personalidades apoyando esta postura del Sistema Cósmico: El archifamoso Filósofo
Platón afirmaba que el Universo es un animal divino; el Sabio Giordano Bruno aducía la infinitud del
Cosmos y señalaba sin medias tintas que esta suprema vastedad se haya viva; el Físico Richard
Phillips Feynman asentó «Yo... Un Universo de átomos, un átomo en el Universo»; otro Físico, Amit
Goswami, intituló un documento como "El Universo Consciente", suerte de compendio monista donde
expresa la siguiente máxima: La Conciencia es la base del Cosmos; todo está conectado por una
mente, incluso a nivel cuántico.

El estado normal de las cosas o lo natural en el Universo es que haya Espacio, en contraste, un
objeto cualquiera es un cuerpo extraño para la Naturaleza o el Espacio. Incluso, a nivel microscópico,
un objeto rígido (por ejemplo, una bola de cañón) es prácticamente vacío. Lo común es el Espacio, lo
singular es lo corpuscular.

Pese a ello, el Espacio luce un aspecto o realidad material, una constitución física. Veamos un caso
más para validar este argumento: El experimento para observar "el efecto Casimir" es la constatación
de que la "Nada", el "Vacío" o el "Espacio" se constituye en un número ingente de partículas. El
referido experimento consiste en la colocación de un par de placas metálicas a una distancia lo
suficientemente pequeña entre ambas. Entonces, el número de ondas dentro de las placas es distinto al
número de ondas sin que estuvieran las placas, produciendo que ambas se aproximen. Una
interpretación del acercamiento entre las dos placas puede ser explicada por la presencia física del
Espacio, quien ejerce una presión sobre las láminas de metal.

El Espacio es invencible. Al ser concebido el Universo como un ser infinito, no puede ser
aumentado o disminuido (página 77 del escrito El Hombre ante el Universo, cuyo autor es el
Astrónomo Lugo)... Al Espacio no se le puede agregar o suprimir nada de su esencia. Por ejemplo,
suponga usted hay una brecha entre una mesa y su persona de 3 (tres) metros: No hay forma de que
usted reduzca o amplíe ese "espacio de tres metros". Como ya indicamos, ni siquiera un agujero negro
destruye el "Vacío", pues una vez que deja un sitio en el Cosmos, allí sigue habiendo Espacio.

El Espacio siempre se sale con las suyas... Los científicos han tratado de limitarlo, anularlo: Para
cumplir con tal fin, lo "aíslan en un sistema cerrado": Un recipiente sellado donde la temperatura baja
hasta el cero absoluto y en el cual se pretende la cancelación de los campos, intentando eliminar de
facto las partículas. Es la definición de la Energía del Punto Cero (Zero Point Energy, ZPE) o Vacío
Cuántico. Mas, esto nunca se cristaliza. Siempre queda una que otra partícula, además, en franco
movimiento perpetuo. Los campos jamás se anulan, siempre hay y habrá energía positiva, o sea, mayor
a cero.
Honestamente, es complejo estudiar el Cosmos, pues el Espacio es Todo o Todo es Espacio. Para la
parte se hace difícil hacerse consciente de la Totalidad debido a que se encuentra inmersa en ella. Así,
para analizar un entorno o ambiente es vital la distinción o separación de sus partes. ¿Cómo sabe una
célula que forma parte del cuerpo de una persona? ¿Tiene conocimiento de la personalidad de este ser
humano? ¿Cómo el pez sabe que está dentro del Océano? Un pez no puede separase de las aguas, no
las ve como sus enemigas, es uno con ellas. No obstante, nuestra situación frente al ilimitado Espacio
es peor que la del pecesillo con su medioambiente, el Mar. ¿Cómo estaríamos conscientes de la
naturaleza del Cielo? ¿Cómo podría alguien concebir siquiera la posibilidad de que el Espacio es una
realidad? ¿Es el Espacio real, es una entidad? ¿Cómo saberlo? Analizar implica dividir. Para estudiar
algo se necesita "aislarlo" de su entorno. ¿Cómo salir del Espacio? ¿Cómo un ente puede dejar el
Espacio? Somos uno con la Individualidad Mayor: El Espacio.

Este estudio se justifica plenamente –así como es el Espacio, un pleno, de ningún modo un vacío–
puesto que el Cosmos es nuestro verdadero hogar.

Si queréis, si podéis, busquen la imagen del Campo Profundo del Hubble (Hubble Deep Field,
HDF) y tendrán una visión de la estampa hermosa del Cosmos, El Inobjetable, El Grandilocuente, El
Misterioso... El Espacio luce Inmenso... El Cielo ha hablado...

El Espacio es lo más cercano a Dios que tenemos (llena y rodea nuestra humanidad; nos sustenta).
Es su manifestación máxima porque es infinito. Es Dios en su máxima expresión.

El Espacio es una realidad vívida. Es la Energía, el Ánima de Dios, el Espíritu del Universo, el Alma
de las Cosas o de la Totalidad.

La Deidad es el Todo y el Todo es Infinito. Y, por cierto, se llama Espacio, la llama eterna. En
conclusión: El Espacio es... sencillamente divino.

Definitivamente, nada puede escapar del Espacio (Dios), debido, precisamente, a sus dimensiones
infinitas.

Si Dios (el Espacio) hace, crea o moldea algo, automáticamente ese algo es sagrado, porque salió,
surgió o se formó de Él (no puede ser de otra manera). Por estar dentro de Él, es parte de Él, es Él.

A lo largo de nuestra efímera historia, el hombre a reverenciado a cuerpos celestes como la Luna
(influye en la agricultura, en las mareas del océano y el tiempo de 28 días que tarda en darle una vuelta
a la Tierra es el mismo de uno de los ciclos del cuerpo de la mujer), la Tierra (nos proporciona
nutrientes) y el Sol (cuyos rayos nos dan la vida). No merece menos el Espacio (a la vez, Madre y
Padre de los astros), rindamos justo tributo a esta Divinidad. Por todo esto y con toda justicia,
contemplémoslo al menos un par de minutos durante una noche y nos admiraremos de su grandeza, de
la cual formamos parte.

Palabras vinculadas al Espacio: Sistema, Realidad, Totalidad, Infinito, Naturaleza, Individuo,


Existencia, Entidad, Organismo, Inteligencia, Fuerza, Espíritu, Dios, Cielo, Cosmos, Universo,
Multiverso, Metaverso, Espacio Exterior, Hiperespacio.

Temáticas tratadas: Teología, Esoterismo, Matemática, Física, Cosmología, Filosofía.

Escrito por el Prof. Marco Antonio Rango Ochoa, Ingeniero Industrial.

http://marango8a.webnode.com.ve/news/y-se-llama-espacio/.

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