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METODOLOGÍA
Normas para el trabajo
de investigación bibliográfica
Guatemala 2012
INTRODUCCIÓN
1
CAPÍTULO I
EL TRABAJO DE INVESTIGACIÓN
1
PRELLEZO J.M., Schemi di metodologia generale del lavoro scientifico, Università Pontificia Salesiana,
Roma 1983 (mimeo), p. 10. (Traducción personal)
2
pensamiento inductivo y deductivo y le hacen cultivar hábitos de orden, disciplina
investigativa, método2.
En una etapa de iniciación, que es la que interesa en este caso, no se pedirá al
alumno tratar un tema nuevo, sino que se insistirá, sobre todo, en el ejercicio metodológico:
que dé muestras de poder trabajar con una metodología correcta. Se tratará de la
elaboración de obras de síntesis o compilación: saber captar y exponer el pensamiento de
diversos autores alrededor de un tema, presentándolo según su visión personal y desde el
punto de vista escogido.
2
Cf. GARCÍA J.M. – LUJÁN J., Guía de técnicas de investigación y cuaderno de trabajo, Serviprensa
Centroamericana, Guatemala 198516, p. 7.
3
El punto de partida más aconsejable es acudir a las así llamadas obras de referencia.
Son “aquellas obras realizadas con el propósito de suplir información en forma sistemática
–generalmente alfabética– de muy diversos tópicos. Hay obras de referencia desde el tipo
más general hasta el más especializado; en esta categoría entran las obras enciclopédicas,
los diccionarios, anuarios, directorios, bibliografías, índices, atlas, etc”3. Hoy en día es
posible localizar tal tipo de obras de consulta también en las páginas de internet.
Una enciclopedia, un diccionario especializado o un artículo de divulgación, ofrecen
una primera información general sobre el tema, y, a la vez, puede presentar útiles
indicaciones bibliográficas. Los repertorios bibliográficos se encuentran en algunas
bibliotecas y dan una información muy completa. De gran importancia es también consultar
el fichero o catálogo de las bibliotecas, que usualmente se presenta dividido en dos partes:
por materia y por autores, según índice alfabético.
3
Ibid., p. 38.
4
Por ejemplo, si se estudia a Platón, serán fuentes primarias sus propias obras, pero también pueden
considerarse tales las obras de Aristóteles o de otros autores antiguos contemporáneos suyos que lo citan o
comentan. Serán secundarias todas las fuentes posteriores que hacen referencia a él en otras épocas
(Escolástica, Edad Moderna, etc.). Sin embargo, si se estudia, por ejemplo, el platonismo medieval, los
autores que lo comentan en la época de la Escolástica serán sus fuentes primarias. En el caso de un autor
4
a) Dónde son accesibles: no basta saber que tales obras existen; es necesario saber si
están disponibles, en bibliotecas o centros a los que uno pueda acudir.
b) Si son fácilmente asequibles: saber las normas y disponibilidad de la biblioteca o
centro de investigación.
c) Si estoy capacitado para manejarlas: de nada me serviría contar con bibliografía en
un idioma que no conozco o de un nivel demasiado especializado, tanto que no me
resulte comprensible.
4. Referencias bibliográficas
Todas las obras que se consulten, ya sea fuentes primarias o secundarias, artículos
de enciclopedias, diccionarios especializados o de revistas, deberán ser debidamente
registradas, según normas metodológicamente aceptadas en el ámbito de la investigación
científica.
El objetivo de las referencias es anotar toda la información que permita identificar
plenamente cada obra consultada e incluso evaluar su calidad: autor (o autores), titulo,
subtítulo, editorial, ciudad, año de edición, traductor(es), si lo(s) hay, título original (si está
en otro idioma), número de páginas, etc. Si se trata de autores antiguos, hay que ver si es
contemporáneo, fuentes primarias serán principalmente sus propias obras, o bien de personas que
compartieron con él y transmiten datos o testimonios de primera mano.
5
ECO Umberto, Cómo se hace una tesis, Ed. GEDISA, Barcelona-México 19865, p. 75.
6
GARCÍA J.M. – LUJÁN J., o.c., p. 39.
5
una edición crítica7. Una vez recogidas las fichas, éstas se clasificarán según se trate de
obras fundamentales (sobre todo fuentes primarias) y obras complementarias. Hoy en día se
utilizan también documentos obtenidos en la red, que tienen igualmente su manera propia
de ser citados, como se verá más adelante.
Dicho registro puede hacerse en fichas bibliográficas, que tienen un formato
especial, o bien en documentos digitales que uno va creando. Lo importante es que estén al
alcance de la mano y que sean fácilmente manejables y accesibles para su consulta
inmediata. La lista de las obras consultadas se colocará al final del trabajo de investigación
como referencia, clasificándolas según sean fuentes primarias, libros, artículos de
diccionarios o enciclopedias, artículos de revistas, etc.
7
Es conveniente también, para quien investiga, tomar el dato de la ubicación de cada obra, por si fuera
necesario consultarla posteriormente.
8
Algunas indicaciones más precisas sobre para una lectura provechosa se pueden ver en el Apéndice I.
6
En primer lugar, si se trata de fuentes de primera mano (por ej., las obras de
Descartes, en el caso de la filosofía; o las de Piaget, en pedagogía), lo ideal sería
consultarlas en su lengua original. Pero a un estudiante que se inicia no se le va a pedir
tanto. Eso sí, deberá cerciorarse de que la obra que lee es una edición crítica y si la
traducción es confiable, hecha directamente desde el idioma original. No cualquier
traducción es buena; toda traducción es en cierta medida una interpretación. En una fuente
original, tales datos generalmente se ofrecen en la introducción o prólogo de la obra.
Si se investiga un autor antiguo, es necesario entrar en su contexto histórico para
lograr captar su pensamiento adecuadamente: conocer algo sobre su vida, su pensamiento,
su época, antes de aventurarse a leer sus escritos. Si se trata de leer obras de un autor
contemporáneo o de un comentario actual sobre autores antiguos, lo más recomendable
metodológicamente es comenzar por la introducción o prólogo, ya que tales secciones
aportan datos utilísimos: el propósito del autor, a quiénes pretende dirigirse, la naturaleza
de la obra, la metodología seguida. Muchas veces anuncia aquí su tesis o la idea o
principales ideas que piensa desarrollar.
Durante el recorrido por la obra, el estudiante tratará de ver qué se propone el autor,
cómo va desarrollando sus argumentos, cómo los fundamenta, cuál es la tesis que pretende
demostrar, cuál es la estructura de la obra, desde qué punto de vista enfoca el tema o los
temas principales, si es coherente en las conclusiones a las que llega, etc. Nos dicen los
autores García y Luján, ya citados:
“Es importante fijarse en el momento en que la obra fue hecha. En el campo científico, que
varía tan intensamente, una obra antigua o retrasada puede haber perdido validez. En
trabajos históricos o en fuentes históricas es importante saber si la fuente se escribió
inmediatamente del acontecimiento o bien transcurrió mucho tiempo. Es importante saber si
se escribió bajo el efecto del miedo, dolor, desesperación, calma, etc. En resumen, una obra
por ser antigua no es peor ni mejor. Ello dependerá de nuestro propósito”9.
Si se trata de un comentarista o de una fuente “de segunda mano”, hay que
preguntarse si el autor es verdaderamente un especialista del tema, si él mismo consulta
directamente las fuentes de primera mano, si es reconocido dentro del ámbito científico por
su objetividad e imparcialidad, o bien si hay motivos para pensar que escribió motivado por
prejuicios ideológicos, políticos, religiosos, etc. Es bueno informarse acerca de su posición
social, económica, intereses personales, etc. Todo esto puede matizar de alguna manera el
pensamiento de un autor y afectar en cierta medida la objetividad de su investigación.
Rafael Farina sugiere hacerse preguntas durante el proceso de lectura:
“¿Qué cosa puedo aceptar de las opiniones del autor? ¿Cómo procederá en el próximo
capítulo? ¿Qué consecuencias sacará de cuanto ha escrito hasta ahora? ¿Qué entiende él con
9
GARCÍA J.M. – LUJÁN J., o.c., p. 50.
7
tal o cual concepto?... O también: lo que el autor dice, ¿concuerda con mi experiencia?
¿Qué cosa debería el autor esclarecer aún? ¿Qué cosa debo yo refutar de su exposición?”10.
Conforme se va leyendo, es bueno ir poniendo alguna señal en aquellos párrafos o
frases que han llamado nuestra atención y que creemos tienen que ver con el argumento
investigado11. Se trata de frases o párrafos que consideramos muy significativos dentro del
contexto de la obra. No conviene tomar nota de una vez, pues tal vez más adelante, en la
lectura posterior, encontremos repetido y mejor expresado el mismo pensamiento, o bien,
puede darse que caigamos en la cuenta de que la frase o párrafo en cuestión no era tan
importante como al inicio habíamos creído.
10
FARINA Rafael, Metodología. Normas para la técnica del trabajo científico, Publicaciones del Instituto
Teológico Salesiano, Guatemala 1979, p. 92; trad. del italiano por A. Berenger, M. Díaz, A. Martín. Esta
obra es de gran utilidad para quien desea informarse sobre el modo de realizar una tesis doctoral.
11
Si el texto que leo es de mi propiedad, puedo subrayarlo o resaltarlo con marcador. Si pertenece a otra
persona o a una biblioteca, debo tener el cuidado de no dejar marcas o manchas imborrables, como norma
de respeto y cortesía. En este caso, lo mejor es una ligera marca con lápiz y al margen, de tal modo que
pueda ser fácilmente borrada una vez que haya tomado nota.
8
títulos servirán para clasificar luego el material, de acuerdo a un esquema de
trabajo.
Si el contenido recogido es textual, es decir, que recoge literalmente el pensamiento
del autor, lo escrito en la ficha deberá ir entre comillas. Un trabajo científico se distingue
por la honestidad, que en este caso significa respetar lo que ha dicho el autor. No se puede
hacer pasar como propio lo que ha dicho otro12. Con las citas textuales hay que ser muy
exactos en la transcripción, para no tergiversar el pensamiento del autor. Un recurso útil
puede ser identificar la ficha en una esquina con el literal A (= autor).
Otra manera de recoger el pensamiento del autor investigado es hacer un resumen o
síntesis de un párrafo, de un trozo o incluso de todo un capítulo de libro, o de un artículo, si
es una revista o diccionario especializado. Se trata de transmitir el pensamiento del autor,
pero con las propias palabras del estudiante. Este tipo de fichas puede llevar en una esquina
el literal S (= síntesis).
Una variedad de este tipo es la paráfrasis: se refiere un texto del autor con palabras
semejantes, pero no de manera literal, sino utilizando un lenguaje propio. En los trabajos de
investigación bibliográfica este recurso literario es muy útil, para no limitarse a repetir
siempre las mismas palabras del autor o autores leídos. Hay que evitar por todos los medios
que la investigación sea un collage de pensamientos de otro que se van sobreponiendo sin
mayor acierto. Un buen trabajo no es transcripción sino una síntesis que dé muestra de que
los conceptos han sido asimilados por el estudiante.
Conforme se va leyendo o fichando, es muy natural que surjan reflexiones,
comentarios, cuestionamientos o dudas. Conviene ir tomando nota de ello, ya que puede ser
material valioso a la hora de redactar el trabajo. Se puede identificar tal tipo de notas con el
literal C (= comentario).
Las notas o fichas de contenido deben expresar un pensamiento único y completo a
la vez, es decir, cada texto seleccionado y transcrito deber poseer la mínima extensión y la
máxima comprensión al mismo tiempo, y referirse a un solo argumento, enfocado desde un
mismo punto de vista. Si no fuera así, habría que elaborar dos o más fichas para abarcar el
contenido deseado13.
6. Esbozo de esquema
Con el material investigado y ya recogido en las fichas o notas de contenido, se
tratará de elaborar un esquema que sirva como base para empezar la redacción del trabajo.
En este momento será necesario releer las fichas obtenidas, poniendo especial atención a
12
Reducir el trabajo de investigación a lo que popularmente se llama, en lenguaje informático, “cortar y
pegar”, sin citar la fuente, es deshonesto, desdice de la calidad profesional del autor y además atenta contra
la propiedad intelectual.
13
Ejemplos de fichas de texto o de contenido pueden verse en el Apéndice IV.
9
los títulos de las mismas, para agruparlas por temas o argumentos relacionados. Ello dará la
pauta para elaborar el primer esquema del trabajo. Es preciso recordar que en un trabajo
personal no se trata de reproducir o transcribir datos indiscriminadamente. Es indispensable
una contribución personal, creativa. Esto requiere, en primer lugar, una selección y
valoración crítica del material recogido: dar a las fuentes la importancia que merecen,
valorar las diversas opiniones de los autores consultados, evitar repeticiones innecesarias,
desechar el material que se considere fuera del tema o sin importancia para el mismo. En
efecto, no necesariamente todas las fichas o notas que se han tomado se van a hacer entrar
en la redacción del trabajo.
El esquema de base deberá tener una articulación lógica, de acuerdo siempre al
material investigado. Si se trata de un trabajo que se ha planteado una hipótesis o una
interrogante, se deberá partir de ésta para ir hilvanando luego los argumentos para su
demostración o refutación, y desembocar finalmente en una conclusión que demuestre si se
verifica o no el punto de partida. Si sólo se trata de la exposición del pensamiento de uno o
varios autores en torno a un argumento, se buscará ir presentando articuladamente las
distintas opiniones, dividiéndose el tema en diversos puntos, hasta llegar a una conclusión
personal. Cuando entre los autores consultados se detectan discrepancias sobre un mismo
argumento, es bueno preguntarse, como sugiere Farina:
“a) ¿En qué concuerdan?; b) ¿en qué discrepan? ¿hasta dónde llega su divergencia?; c)
¿cuál es la razón de su conformidad o disconformidad? ¿cuál de los dos ha formulado mejor
sus argumentos?”14
El esquema irá estructurado en divisiones y sub-divisiones, según los distintos
puntos a tratar. El criterio a seguir es resaltar los grandes temas por encima de los apartados
subordinados. En una obra de magnitud, se empleará la división en capítulos. Si la obra es
breve, bastará una división en partes. El sistema de división podrá ser numérico decimal, o
bien un sistema mixto de números y letras. La decisión queda en el autor. Lo importante es
mantener orden y coherencia a lo largo del trabajo. En uno de los apéndices se presenta un
ejemplo de cómo puede configurarse el esquema, que aparecerá luego como índice de todo
el trabajo15.
Naturalmente el esbozo de esquema no será todavía tan completo al inicio. Será sólo
una guía como punto de partida. Se irá completando y perfeccionando a medida que se
vaya haciendo la redacción del trabajo.
7. Primera redacción
Ordenadas las fichas o notas de contenido según el esquema elaborado –para lo cual
es importante haber logrado claridad en el título de cada nota o ficha–, se procederá a la
14
FARINA R., o.c., p. 34.
15
Cfr. Apéndice II.
10
redacción del trabajo. Éste se hace teniendo en cuenta las diversas partes de que consta un
trabajo de investigación.
7.1 Título
Debe ser claro, breve e incisivo y responder al contenido del trabajo. Como ya se
dijo, después de haber investigado, el título puede sufrir modificaciones para reflejar mejor
al contenido. Irá en la portada del mismo, junto con los demás datos requeridos16.
7.2 Sumario
En trabajos de mayor envergadura, como en una tesis, es conveniente y muy útil
presentar, después de la portada, el sumario. Éste consiste en una exposición del esquema o
los títulos principales de la investigación, con el correspondiente número de página. Es una
especie de índice reducido, en el que aparecen los títulos más importantes. Permite al lector
o revisor captar inmediatamente los principales contenidos del trabajo. No es necesario, sin
embargo, presentar el sumario en el caso de trabajos menores.
7.3 Introducción
Es parte esencial de un trabajo de carácter científico. Es la introducción, en efecto,
lo que permite juzgar luego si el trabajo responde a sus propósitos. En ella se expondrá: el
motivo o motivación de la investigación, la finalidad u objetivos de la misma, la
problemática o argumentos que se van a abordar, la metodología utilizada, las grandes
líneas del desarrollo, así como una alusión a los resultados que se esperan alcanzar. Puede
ser útil referirse también a las dificultades que entraña el trabajo y a problemas afines de la
investigación. La introducción podrá redactarse provisionalmente al inicio, pero se
completará hasta haber terminado el desarrollo de la obra, como es lógico suponer,
teniendo en cuenta su naturaleza. Brevedad y concisión son sus notas características.
7.4.1 El texto
Ofrece la sustancia del trabajo. La base de la redacción del texto serán las notas o
fichas de contenido, fruto de la investigación bibliográfica y de la reflexión personal, ya
previamente ordenadas según el esquema prefijado. Así, la redacción seguirá un orden
lógico, distribuyendo eventualmente el material en secciones, capítulos, artículos, párrafos,
etc.
16
Un ejemplo de Portada se presenta en el Apéndice VI.
11
Hay que recordar que la redacción debe ser una tarea de síntesis personal. En ella se
muestra el talento y la creatividad del investigador. Es algo semejante a lo que hace el
escultor con la pieza de mármol: le da un toque personal, le transmite su genio. No se trata,
por tanto, de transcribir sin más lo que otros ya han dicho o pensado, ni de acumular citas
de los autores, sino de enfocar el tema desde un punto de vista personal y con palabras
propias. Esto se notará en el lenguaje, que evitará ser “libresco”. Por eso mismo, hay que
procurar no recurrir demasiado a la citación literal. El ya mencionado escritor italiano
Umberto Eco ofrece unas reglas para las citas, que expongo, en síntesis, a continuación:
Regla 1: Si estamos haciendo un análisis minucioso de una obra, los fragmentos
objeto de análisis se citan con una amplitud razonable. Por ejemplo, si se hace un
estudio de obras como el Fedón, de Platón; o Cien años de soledad, de García
Márquez, es natural que haya muchas citas de tales obras a lo largo del trabajo.
Regla 2: Los textos de literatura crítica (fuentes secundarias) se citan sólo cuando
con su autoridad corroboran o confirman una afirmación nuestra. Sirven de apoyo a
nuestros propios argumentos.
Regla 2: Citar a otro autor significa que se comparte su pensamiento, a menos que
se aclare que no se está de acuerdo con la posición del autor citado. Conviene dar
los motivos de discrepancia.
Regla 4: A cada cita debe acompañarse la correspondiente referencia bibliográfica,
con los datos necesarios claramente identificables.
Regla 5: Las citas de las fuentes de primera mano se hacen normalmente
refiriéndose a una edición crítica o bien acreditada. Algunas, sobre todo las obras
antiguas, tienen su propio modo de ser citadas17.
Regla 6: Si se consultan obras en idioma extranjero, las citas deben ir normalmente
en su lengua original. A continuación, o en nota aparte, conviene poner la
traducción, indicando quién es responsable de la misma.
Regla 7: La referencia al autor y la obra consultada debe ser clara.
Regla 8: Cuando una cita no supera las dos o tres líneas, se puede insertar dentro del
párrafo, siempre entre comillas. Si, en cambio, la cita es más extensa, es mejor
ponerla separada del texto, dejando mayor margen a la izquierda de la página y en
un tamaño ligeramente menor, para que resalte su diferencia con el texto de quien
presenta el trabajo.
Regla 9: Las citas tienen que ser fieles, exactas, precisas.
Regla 10: Citar es como aportar testigos en un juicio: hay que estar en condiciones
de encontrar los testimonios y demostrar que son fiables. Por eso la referencia tiene
17
Cfr. en Apéndices, casos de citas especiales.
12
que ser puntual y verificable para cualquiera que quiera corroborar su legítima
utilización18.
18
ECO Umberto, o.c., pp. 188s.
13
- título, en letra cursiva, en el caso de los libros, o entre comillas cuando se
trata de artículos de revistas, enciclopedias o periódicos;
- subtítulo, si lo tiene, también en cursiva y a continuación del título, sólo
separado por un punto;
- nombre de la editorial;
- ciudad en que se editó;
- año y número de la edición;
- traductor (si es traducción de una obra en lengua extranjera);
- número de la página o páginas de la cita.
Cada uno de los elementos irá separado por comas. Sólo para la separación entre
título y subtítulo, cuando lo hay, se emplea un punto. Entre la ciudad y el año no hay signos
de puntuación. El número de la edición (a partir de la segunda en adelante) se indica en
superíndice o subíndice, justo a continuación del año. Ejemplos de cita completa:
- LASSO DE LA VEGA Javier, El trabajo intelectual. Normas técnicas y ejercicios
de documentación, Ed. Paraninfo, Madrid 1975, pág. 35.
- GARCÍA Jorge Mario – LUJÁN Jorge, Guía de técnicas de investigación y
cuaderno de trabajo, Serviprensa Centroamericana, Guatemala 198516, p. 7.
4. Si se trata de una cita de la misma obra, colocada inmediatamente después, se usa el
término latino ibidem, que significa “allí mismo”. Se escribe en cursiva, porque está
sustituyendo el título de la obra. Ejemplo:
- Ibidem, pág. 40 (o bien, se contrae: Ibid., p. 40).
5. Si se cita una obra de la cual ya se han consignado los datos previamente, pero
después de haber citado a otros autores, se recurre a la expresión latina opus citatum
(= obra citada). Se puede poner en forma abreviada, o.c., y se escribe en cursiva,
porque sustituye el título de la obra:
- LASSO DE LA VEGA J., o.c., p. 45.
6. Si a continuación se cita al mismo autor, pero otra obra suya, se recurre al
pronombre latino idem, que significa “el mismo”. Se pondrá en mayúsculas, porque
está haciendo las veces del apellido del autor. Ejemplo:
- IDEM, Cómo se hace una tesis doctoral, Fundación Universitaria Española, Madrid
1977, pág. 10.
7. Si aparecen citados dos o más trabajos del mismo autor, después de la cita completa
de cada una de las obras, se citará el título abreviado, para evitar confusiones.
Ejemplo:
- LASSO DE LA VEGA J., El trabajo intelectual… p. 45.
- LASSO DE LA VEGA J., Cómo se hace una tesis… p. 38.
19
Hay autores que prefieren poner primero el nombre, en minúsculas, y luego el apellido, en mayúsculas. La
técnica es válida, con tal de que el uso sea uniforme a lo largo de todo el trabajo, y en la bibliografía final.
14
8. Cuando se trata de una cita no literal de un texto, la referencia se introduce con la
expresión “confrontar”; abreviado: “cf”. Ejemplo:
- Cf. ECO Umberto, Cómo se hace una tesis, Ed. GEDISA, Barcelona – México
1986; pág. 25.
9. Para citas de obras o artículos obtenidos en páginas electrónicas de internet, se
siguen las normas anteriores, pero añadiendo la dirección de la página virtual y la
fecha en que se hizo la consulta. Ejemplo:
- MARX K. – ENGELS F., Manifiesto del Partido Comunista, Edición electrónica,
Buenos Aires 2004. Cap. III, 1, b, en línea.
Cf. http://www.laeditorialvirtual.com.ar/pages/Marx/ManifiestoComunista.htm
Consultado el 2 de Octubre de 2012.
- SAN AGUSTÍN, Confesiones, l. VI, c.2, § 1, en línea.
Cf. http://www.iglesiareformada.com/Agustin_Confesiones_VI.html
Consultado el 20 de septiembre de 2011.
10. Para citas de revistas, enciclopedias, etc., ver el Apéndice.
Sugerencia: si surgen dudas acerca de la manera de emplear las citas, lo mejor es que se
consulte una obra de un buen autor, que sea metodológicamente seguro, y verificar allí
cómo utiliza las citas. Este mismo trabajo puede servir de ejemplo.
7.5 Conclusión
Es otra de las partes importantes del trabajo científico. La conclusión no debe ser
muy larga. Ha de ceñirse a lo esencial y ofrecer los siguientes elementos:
- una recapitulación sintética del camino recorrido;
- los resultados alcanzados en cuanto al argumento de la investigación, si se
alcanzó el propósito y en qué medida se cumplieron los objetivos trazados;
- el provecho individual que se ha obtenido con la elaboración de la obra;
- la posición personal con respecto a la problemática tratada, o la solución de
la hipótesis, si es que se había planteado una al inicio;
- algunos temas o problemas relacionados con el argumento y que pueden ser
motivo de una futura investigación.
7.6 Apéndice(s)
En trabajos que por su género lo requieran, es muy útil la presentación de mapas,
diagramas, tablas, documentación fotográfica o fotostática, etc. Generalmente se hace en
uno o varios apéndices, colocados después de la conclusión.
15
7.7 Bibliografía
En un trabajo ordinario de investigación se deben poner en la bibliografía sólo los
libros y artículos o documentos realmente consultados. Es parte de la honestidad
profesional. No se ha de inflar la bibliografía por pura presunción o para impresionar al
profesor. Sin embargo, en obras de otro género sí cabe añadir una bibliografía sugerida
como complemento, para quien estuviere interesado. En la presentación de la misma ha de
seguirse un orden riguroso y preciso, en dos ámbitos:
Metodológico: distinguiendo entre fuentes, estudios generales, estudios particulares,
artículos de enciclopedias, artículos de revistas, etc.
Alfabético: cada sección irá ordenada en orden alfabético, de acuerdo al apellido de
los autores.
7.8 Indice
Al final de todo el trabajo se pondrá, en página aparte, el índice correspondiente a
los diversos capítulos, títulos y subtítulos, haciendo referencia a las páginas en que se
encuentran.
Sugerencia: recurrir al corrector ortográfico del programa digital que se utilice, o bien
acudir a un diccionario cuando se tenga duda sobre alguna palabra o expresión.
9. Detalles de presentación
Hay que tener en cuenta las siguientes indicaciones para el texto digitalizado o
mecanografiado, en orden a la impresión:
Emplear papel “bond” blanco, formato 21 x 27 cm. (tamaño carta).
Metodológicamente se sugieren los siguientes márgenes: superior 4 cms; inferior
3.5 cms; izquierdo 3.5 cms.; derecho 2 cms. Los programas digitalizados ofrecen
ya una medida estandarizada. Tener en cuenta que, en el caso de imprimir para
un texto de envergadura, como un trabajo de tesis o tesina, como también para
los trabajos de seminario, los márgenes deben permitir suficiente espacio para el
encuadernado o empastado.
Numerar cada una de las páginas, excepto la portada y eventualmente la que
inicia un capítulo o sección: su número se cuenta, pero la cifra no aparece. El
número se puede escribir en el centro o en el extremo superior derecho o inferior
derecho de cada página.
Al iniciar cada párrafo, dejar una sangría de diez a doce espacios. Separar cada
párrafo con doble espacio, o el espacio suficiente para distinguir visualmente
entre uno y otro párrafo.
Para cada sección (introducción, capítulo, conclusión, bibliografía, etc.) se debe
iniciar una nueva página. Es preferible no iniciar de inmediato el capítulo, sino
dejar un mayor margen superior antes de comenzar la redacción.
Si el profesor no da otras indicaciones específicas, escribir preferiblemente en
estilo Times New Roman o Arial 12 puntos y en interlineado de 1,5 puntos. Las
notas, en estilo APA, Times New Roman o Arial 10 puntos y a renglón cerrado.
Emplear siempre y únicamente color negro para el texto. Otros colores pueden
ser usados para gráficos, diagramas, mapas, según se crea conveniente.
Corregir los errores antes de imprimir. No dice nada bien del estudiante cuando
el texto lleva correcciones a lápiz o bolígrafo, mucho menos si hay tachones o
borrones de última hora.
17
Algunas palabras conviene escribirlas en letra cursiva. Umberto Eco da los
siguientes criterios al respecto:
palabras o expresiones extranjeras de uso no común (ej. counseling;
Weltanschauung; collage; habeas corpus…);
nombres científicos, como felis catus (gato), quercus robur (roble), homo
sapiens (hombre), etc;
términos técnicos que se quieren acentuar (ej., postmodernidad;
resiliencia; super-yo; hiperuranio…);
frases enteras (si no son demasiado largas) que constituyen el núcleo de
una tesis o un pensamiento muy importante que se desea poner de
relieve;
títulos de libros o de artículos;
títulos de poemas, obras de teatro, cuadros y esculturas; títulos de diarios
y seminarios;
títulos de películas, canciones, óperas.
No se escriben en cursiva las citas del pensamiento de otros autores, a menos
que en el original se encuentren en cursiva. Las citas, como ya se dijo, si son
breves, se escriben dentro del párrafo mismo, distinguiéndolas solamente por las
comillas. Y si comprenden tres o más líneas, se ponen en párrafo aparte, con un
tamaño menor de letra y dejando una mayor sangría a la izquierda. En este
mismo texto aparecen ejemplos al respecto.
18
CAPÍTULO II
LA RECENSIÓN
2. Descripción general
Trata de expresar, en breves líneas, los aspectos más bien externos acerca de la
obra: el género literario: si se trata de una novela, un tratado, un ensayo, una biografía, una
fuente antigua, un estudio crítico, un artículo de revista, etc.; en qué época se sitúa; en qué
circunstancias fue escrita o con qué propósito; cuáles son sus destinatarios, etc. Estos datos
aparecen generalmente en la introducción o prólogo de la obra.
Conviene dar también una idea de la estructura de la obra: en qué forma se divide
(partes, capítulos); si tiene notas importantes, apéndices, mapas, ilustraciones, índices, etc.
Además, es conveniente aportar todos aquellos datos que puedan dar luz sobre el
valor de la obra: si es una edición crítica (en el caso de fuentes) o al menos confiable, si es
de un autor reconocido, si pertenece o no a las obras fundamentales del autor.
19
La descripción general es breve. Se puede dar una idea suficiente de la obra en
pocas líneas. Una media página puede bastar, o incluso menos, según el tipo de obra que
sea.
3. Síntesis del contenido
Es la parte que más espacio ocupa. Se trata de presentar la tesis que el autor
defiende en la obra, y las ideas centrales o argumentos que la apoyan. Para ello es
imprescindible partir de la introducción o prólogo, donde se da a conocer cuál es el
propósito de la obra, y ver si al final se realiza. Debe ofrecer la información necesaria para
que quien la lea pueda formarse una idea bastante completa del contenido de la obra. Se ha
de lograr una exposición ordenada y objetiva del pensamiento del autor. No se debe caer,
por ello, en una mera transcripción de párrafos o páginas del libro, aunque se puede citar
literalmente alguna frase o pensamiento más significativo. Es muy importante que quien
hace la recensión se explique con sus propias palabras, demostrando haber asimilado los
contenidos principales del texto leído. Una buena recensión debe lograr el equilibrio en la
combinación de dos cosas: fidelidad, o sea, saber decir con exactitud lo que el autor dijo; y
creatividad: decirlo con palabras propias y de modo personalizado.
En el caso de introducir alguna cita literal, basta poner el correspondiente número
de página entre paréntesis, puesto que ya se sabe que la cita se refiere a la obra en cuestión.
4. Juicio crítico
Una buena recensión se concluye con un comentario valorativo, que consiste en la
reacción que la lectura del texto ha suscitado en el lector. Dicha reacción no debe quedarse
en el aspecto emotivo (“me gustó”, “me resultó muy interesante”, “la recomiendo”…), pues
esto sólo reflejaría un parecer muy subjetivo, que no se aplica a las obras de tipo científico.
El juicio debe apelar al aspecto intelectual, académico y dependerá, en buena parte, del
nivel de conocimientos y de la capacidad crítica del lector. En dicho comentario se ha de
destacar: el aporte que ofrece la obra, su originalidad, los puntos más relevantes, el interés
que logra despertar y, en especial, se ha de juzgar si el autor ha alcanzado el propósito
expresado en la introducción, y en qué medida; y la validez de la tesis y de los argumentos
que la sustentan. Tal juicio crítico examinará también los aspectos formales: estilo,
presentación tipográfica, aparato técnico, calidad de la traducción –si la fuere–, etc.
Una buena recensión constará de varias páginas: tres o cuatro, si se trata de un
libro; pueden ser menos si es un artículo de revista.
En el trabajo de recensión debe aparecer el nombre de su autor o responsable. Para
los trabajos de clase, puede ser precedida por una portada, en forma semejante a los
trabajos de investigación.
20
CAPÍTULO III
EL SEMINARIO
22
3. Búsqueda y recolección del material
De acuerdo a la programación establecida, cada participante comienza su
investigación, siempre bajo la guía y asesoría del profesor. Recuérdese que cada estudiante
debe presentar al plenario una relación, oral y escrita, de la parte que se le encomendó. Por
lo tanto, la investigación debe cumplir con todas las normas dadas anteriormente en lo que
se refiere a la búsqueda y recolección del material: elaboración de notas o fichas
bibliográficas, esquema, distribución y manejo del material, redacción, presentación de las
citas, notas, etc.
Entretanto, el profesor que dirige aprovechará las sesiones periódicas presenciales
para dar orientaciones, ya sea de tipo metodológico, o bien con respecto al tema mismo:
conocimientos básicos sobre el argumento investigado, puntos de vista sobre la
interpretación del argumento o de los autores investigados, etc. Así como también se tratará
de ir resolviendo las dudas o respondiendo a los cuestionamientos o dificultades que
puedan ir encontrando los alumnos en su investigación.
4. Relación y discusión
Después de haber dejado un tiempo prudencial para la investigación personal (o de
subgrupos), se ocupan las sesiones de seminario para la relación o exposición oral de los
resultados obtenidos, en orden progresivo, según los temas. A cada exposición seguirá una
discusión, dirigida siempre por el profesor, en la que se pedirán aclaraciones, se
cuestionarán algunos puntos, se harán observaciones al relator. El director hará una
conclusión de la discusión, resumiendo las observaciones y sugiriendo al relator las
modificaciones pertinentes al tema, ya sea de carácter metodológico o bien de contenido.
5. Redacción definitiva y conclusiones generales
Conforme los grupos o cada estudiante vayan presentando los resultados de sus
investigaciones y vayan recibiendo las respectivas correcciones y sugerencias, irán
modificando sus trabajos, de acuerdo a las observaciones que les hagan en la plenaria, para
llegar así a la redacción definitiva. Ésta podrá presentarse de nuevo al plenario, si se estima
conveniente, o bien será revisada solamente por el profesor.
Las últimas sesiones del seminario podrán ser dedicadas a acordar unas
conclusiones generales, que serán como el fruto logrado de la investigación.
Finalmente, si se estima pertinente, todos los trabajos particulares o de los grupos
menores podrán ser reunidos en un único texto, como producto final de la investigación.
Para ello es conveniente que se nombre una comisión de redacción y estilo del documento,
que asegure la unidad metodológica y estilística del trabajo.
23
6. Evaluación
La evaluación del seminario será hecha por el profesor guía, teniendo en cuenta los
siguientes aspectos:
a) interés y participación de cada estudiante y de los grupos en el proceso de desarrollo
del seminario;
b) empeño observado durante la etapa de la investigación y aprovechamiento de la
metodología adecuada;
c) capacidad de exponer el tema asignado, de defender sus argumentos y de valorar el
trabajo de los demás participantes;
d) elaboración del texto escrito y cumplimiento de las tareas asignadas en grupo;
e) validez y coherencia de las conclusiones a que llegaron los participantes.
24
APÉNDICES
3. Síntesis
Hago una síntesis de lo leído, tratando de resumir en pocas palabras lo expuesto por
el autor. Es como si contara a alguien el argumento del texto. Es bueno hacer esquemas o
resúmenes, resaltando:
Ideas principales
Ideas secundarias
4. Relacionar lo leído
La lectura, siempre con apertura de mente, se enmarca en el propio cuadro de
conocimientos, convicciones, valores, relacionándolo:
25
Con otras lecturas
Con otras materias
26
APÉNDICE II: EJEMPLOS DE FICHAS BIBLIOGRÁFICAS 20
FREIRE Paulo,
Editorial N° de págs
Traductor
070
F 22 (IFS)
FARINA Rafael,
Metodología. Normas para la técnica del trabajo
científico, Publicaciones del Instituto Teológico
Salesiano, Guatemala 1979, págs. 345. Traducción del
italiano por A. Berenguer, M. Díaz, A. Martín
20
Tamaño usual: 12,5 x 7,5 cm. Suelen encontrarse en las librerías en papel cartulina.
27
APÉNDICE III: EJEMPLO DE FICHAS DE CONTENIDO21
Indica que es una cita literal del autor Título de la ficha Referencia bibliográfica
FICHA DE SÍNTESIS
Indica que es una síntesis del autor Título de la ficha Referencia bibliográfica
Principios inspiradores:
1) Responde a los intereses y necesidades de los educandos.
2) La escuela es vida y no preparación para la vida.
3) La cooperación es más importante que la competencia.
4) Se aprende resolviendo problemas y no transmitiendo saberes.
Libertad, iniciativa, actividad; atención a los intereses, no pretender erudición.
(Págs. 341-343)
21
Tamaño sugerido: 15 x 10 cm.
28
APÉNDICE III: EJEMPLO DE ELABORACIÓN DEL ESQUEMA
DIVISIÓN NUMERAL
1. Capítulo 1
1.1 Título 1
1.1.1 Sub-división primera
1.1.2 Sub-división segunda
1.1.3 Sub-división tercera
1.2 Título 2
1.2.1 Sub-división primera
1.2.1.1 nueva sub-división
1.2.1.2 nueva sub-división
1.2.2 Sub-división segunda
1.3 Título 3… etc.
2. Capítulo 2
2.1 .Título 1
2.1.1 Sub-división primera
2.1.1.1 nueva sub-división
2.1.1.2 nueva sub-división
2.1.2 Sub-división segunda
2.2 Título 2
2.2.1 Sub-división primera
2.2.2 Sub-división segunda
3. Capítulo 3… etc
DIVISIÓN MIXTA
A. Capítulo I
I. Primera parte
a. Título 1
b. Título 2
c. Título 3
II. Segunda parte
29
a. Título 1
b. Título 2
III. Tercera parte
B. Capítulo II
I. Primera parte
a. Título 1
b. Título 2
c. Título 3
II. Segunda parte
a. Título 1
b. Título 2
30
APÉNDICE IV: EJEMPLOS DE REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
A continuación se presentan algunos ejemplos que pueden servir para la
presentación de la bibliografía en los trabajos de investigación documental. Se procura
seguir un modo sencillo y lógico a la hora de hacer el elenco de las obras. Como se dijo en
su momento, la bibliografía se ordena alfabéticamente, a partir del apellido del autor o los
autores. Si el trabajo exige consultar un buen número de obras, conviene clasificar también
la bibliografía de acuerdo a la naturaleza de los textos consultados.
En el caso de las fuentes, conviene reportar aquellos datos que tienen que ver con la calidad
de la edición. El número de la edición se pone como exponente, junto al año, ya sea delante o
detrás de la fecha.
- ARISTÓTELES, Metafísica, Ed. Espasa-Calpe, Madrid 19758, págs. 324. Colección
Austral. Traducción del griego por Patricio de Azcárate.
- IDEM, Ética Nicomaquea, UNAM, México 1961, págs. 263. Versión, prólogo y notas
de A. Gómez Robledo.
- ASTURIAS Miguel Ángel, El Señor Presidente, Ed. Piedrasanta, Guatemala 19912,
págs. 323. Según edición crítica.
- CERVANTES SAAVEDRA Miguel de, Obras completas, Ed. Aguilar, Madrid 1949,
págs. 1815. Recolección, estudio preliminar, prólogos y notas, Ángel Valbuena
Portuguez.
- PLATON, Diálogos, Ed. Bruguera S.A., Barcelona 1974; págs. 217. Traducido y
editado por M. J. Ribas y A. González.
- ROUSSEAU Juan Jacobo, El contrato social, Ed. Aguilar, Madrid 1970, págs. 153.
Traducción del francés por Consuelo Berges.
- TITO LIVIO, Historia de Roma. Libro XXI, Ed. Instituto Antonio de Nebrija, Madrid
1946, págs. 156. Edición, notas y estudio preliminar por José Vallejo.
31
C. Ejemplos de referencias de Tratados o estudios, varios autores
Si son dos o tres autores, se escriben sus apellidos separados por un guión. En el caso de más
de tres autores, se escribe el apellido del primero según orden alfabético, o el responsable de
la edición, seguido, entre paréntesis, de la expresión latina “et alii” (et al.), que significa “y
otros”. Si la obra es en varios volúmenes, se hace constar el número del volumen consultado.
- BRAIDO Pietro (et al.), Educar. Pedagogía y Didáctica, vol. I, Ed. Sígueme,
Salamanca 1967, págs. 790. Trad. del italiano por J.M. Prellezo.
- LÁZARO CARRETER F. – CORREA CALDERÓN E., Cómo se comenta un texto
literario, Ed. Cátedra, Madrid 199833, págs. 205.
- HANSON B. – NELSON S. – FEYERABEND O., Filosofía de la ciencia y religión,
Ed. Sígueme, Salamanca 1976, págs. 156. Trad. del inglés por José L. y J. Coy.
Al inicio se pone el apellido y nombre (o iniciales) del autor consultado; el título del capítulo
o artículo leído se pone entre comillas, y luego los datos de la obra completa. El número de
páginas corresponde al inicio y término del capítulo o artículo en cuestión.
- HANSON N. R., “El dilema del agnóstico”, en HANSON B. – NELSON S. –
FEYEREBEND O., Filosofía de la ciencia y religión, Ed. Sígueme, Salamanca 1976;
págs. 19–25. Trad. del inglés por José L. y Juan J. Coy.
Si uno de los autores es responsable o director de la obra, se señala con (dir.).
- CAPARRÓS Antonio, “El pensamiento antropológico de Sigmund Freud”, en LUCAS
Juan de Sahagún (dir.), Antropologías del siglo XX, Ed. Sígueme, Salamanca 1976,
págs. 101–124.
- WOOLHOUSE Roger, “John Locke”, en HONDERICH Ted (et al.), Los filósofos.
Una introducción a los grandes pensadores de Occidente, Ed. Tecnos, Madrid 20092,
págs. 105–114. Traducido del inglés por Carmen García Trevijano.
32
- [n.a.] “Quijote”, en Enciclopedia Universal Ilustrada. Europeo Americana, t. 48,
Espasa-Calpe, Madrid-Barcelona 1958, págs. 1117–1214.
El título del artículo consultado se pone entre comillas, después del apellido y nombre del
autor; a continuación el título de la revista, en cursiva; luego el número de la revista; el año,
entre paréntesis; finalmente, los números de página de inicio y final del texto.
- ACEVEDO Carlos, “Balance global del proceso de negociación entre el gobierno y el
FMLN”, en Estudios Centroamericanos (ECA) 519–520 (1992) 15–53.
- ARIAS MURILLO Francisco Antonio, “Dimensión sociológica de la globalización
frente a la identidad en la cultura latinoamericana”, en Cuadernos de Filosofía
Latinoamericana 94 (2006) 59–66.
- LOBO José A., “Marx y los movimientos sociales”, en Estudios Filosóficos 32 (1983)
9–48.
De manera semejante a los artículos de revista, se pone el apellido y nombre del autor (si lo
hay), el título del artículo entre comillas; el nombre del periódico, en cursiva; la ciudad y la
fecha correspondiente; finalmente, el número o números de páginas que comprende.
- “Editorial: Los fondos del IGSS no son piñata”, en Siglo XXI, Guatemala, Miércoles 20
de septiembre de 2000, pág. 14.
- MARÍAS Julián, “Unamuno y los jóvenes de mi generación”, en La Vanguardia
Española, Barcelona, 9 de enero de 1998, pág. 7.
- SANDOVAL Mario Antonio, “La justicia está en el banquillo”, en Prensa Libre,
Guatemala, miércoles 3 de octubre de 2012, p. 16.
33
APÉNDICE V: EJEMPLOS DE REFERENCIAS EN TEOLOGÍA
Las notas o citas de la Biblia se escriben como de costumbre, es decir, el título del libro
abreviado, el número del capítulo y el o los versículos. Ej.: Jn 1,12-14. La referencia se puede
hacer junto al texto citado, entre paréntesis, o bien en nota aparte. Sin embargo, en la
bibliografía habrá que citar los datos completos de la versión de la Biblia consultada. Ejs.:
34
C. Documentos en la red
- BENEDICTO XVI, Porta Fidei. Carta apostólica en forma de motu proprio con la
que se convoca el año de la fe,
cf.http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/motu_proprio/documents/hf_ben-
xvi_motu-proprio_20111011_porta-fidei_sp.html (Consultado el 02.10.2012)
El Código de Derecho Canónico se cita de acuerdo a las iniciales del nombre latino (Codex
Iuris Canonici), especificando el número del canon y del párrafo, si lo tiene. Ejemplos:
- CIC 119
- CIC 124, § 2.
De forma semejante en el caso del Catecismo de la Iglesia (Catechismus Ecclesiae
Catholicae). Ejemplos:
- CEC 119
o bien:
- Catecismo de la Iglesia Católica, 1524.
En el caso de los documentos del Episcopado Latinoamericano, se ha optado por citar la
ciudad donde se llevó a cabo la Conferencia General. Ejemplos:
- Santo Domingo, 25.
- Aparecida, 126.
35
Las obras de los Padres de la Iglesia y de los Teólogos medievales tienen su propia forma de
ser citados, aunque igualmente en la bibliografía final habrá que dar los datos completos de
la fuente que utilizó el investigador. Algunas de estas obras están divididas en libros,
capítulos y párrafos. Ejemplo:
- SAN AGUSTÍN, Confesiones, Lib. V, cap. 3, n. 4.
La obra Breviloquio, de San Buenaventura, está dividida en partes, capítulos y párrafos
numerados. Ejemplo:
- BUENAVENTURA, Breviloquio, Parte II, cap. 4, n. 3.
En el caso de la Suma Teológica de Santo Tomás, se cita según la parte, cuestión, artículo y
respuestas o argumentos que apoyan la tesis. Ejemplo:
- TOMÁS DE AQUINO, Suma Teológica, I-IIae, q.1, a.3, ad 2.
36
APÉNDICE VI: EJEMPLO DE PORTADA
UNIVERSIDAD MESOAMERICANA
FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS Y SOCIALES
DEPARTAMENTO DE FILOSOFÍA
EL PROBLEMA DE LA LLAMADA
“CUESTIÓN SOCRÁTICA”
Trabajo de investigación de la clase de Historia de la Filosofía Antigua
37
BIBLIOGRAFÍA
- MIRA Y LÓPEZ Emilio, Cómo estudiar y cómo aprender, Ed. Kapelusz, Buenos
Aires 19737, págs. 111.
38
INDICE
INTRODUCCIÓN .............................................................................................................................. 1
EL TRABAJO DE INVESTIGACIÓN ............................................................................................... 2
1. Elección y delimitación del tema ................................................................................................ 3
2. Búsqueda de las fuentes de información ..................................................................................... 3
3. Bibliografia general y particular.................................................................................................. 4
4. Referencias bibliográficas ........................................................................................................... 5
5. Recolección del material ............................................................................................................. 6
5.1 Cómo leer .................................................................................................................................. 6
7.5 Conclusión............................................................................................................................... 15
39
LA RECENSIÓN .............................................................................................................................. 19
1. Descripción bibliográfica .......................................................................................................... 19
2. Descripción general ................................................................................................................... 19
3. Síntesis del contenido ................................................................................................................ 20
4. Juicio crítico .............................................................................................................................. 20
EL SEMINARIO ............................................................................................................................... 21
1. Selección del tema y orientación de la investigación. ............................................................... 21
2. División del trabajo ................................................................................................................... 22
3. Búsqueda y recolección del material ......................................................................................... 23
4. Relación y discusión.................................................................................................................. 23
5. Redacción definitiva y conclusiones generales ......................................................................... 23
6. Evaluación ................................................................................................................................. 24
APÉNDICES ..................................................................................................................................... 25
APÉNDICE I: SUGERENCIAS PARA LA COMPRENSIÓN DE LECTURA .............................. 25
1. Una lectura general................................................................................................................ 25
3. Síntesis .................................................................................................................................. 25
41