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UNIVERSIDAD MESOAMERICANA

METODOLOGÍA
Normas para el trabajo
de investigación bibliográfica

Dr. Rolando Echeverría Alvarado, SDB

Guatemala 2012
INTRODUCCIÓN

El presente folleto no pretende ser una guía completa para el trabajo de


investigación científica. Su propósito es mucho más modesto. Se trata solamente de ofrecer,
al alumno de enseñanza superior, aquellas normas consideradas fundamentales para que
pueda realizar trabajos metodológicamente correctos en el campo de la investigación
bibliográfica. En otras palabras, lo que se pretende es introducir al estudiante en la
utilización de las técnicas del trabajo científico y brindarle las orientaciones necesarias para
que pueda adquirir y afianzar las principales destrezas en el arte del manejo y uso de
documentos de manera profesional.
No se hace referencia aquí propiamente al trabajo de tesis, que supone el
planteamiento y la confirmación de una hipótesis sobre un argumento novedoso, aunque las
normas metodológicas que se dan aplican también, por supuesto, a una labor de esa talla.
Por tratarse de alumnos que se inician, me he ceñido a estos tres puntos: el trabajo de
investigación de síntesis documental, la recensión y el seminario. Se han escogido estos por
ser los ejercicios que más se suelen realizar en los niveles de iniciación. Sin embargo, las
normas que se dan valen perfectamente como un primer paso para enfrentar más adelante
un trabajo de tesis, ya adiestrado el estudiante en lo esencial del trabajo de investigación.
Por otra parte, aunque ciertas normas y técnicas son fundamentales en todos los
campos, el folleto está dirigido específicamente a los estudiantes de humanidades o
similares, en donde se ejercita principalmente la investigación bibliográfica. Se hace notar,
además, que el folleto sirve como subsidio de la clase de Metodología. No es de extrañar,
por consiguiente, que algunos puntos queden apenas enunciados, pues son mayormente
explicados en la lección oral.
Quiero resaltar, por otra parte, que en las técnicas de investigación, especialmente
en la manera de citar la bibliografía, puede haber diversos sistemas. Yo he optado por
seguir el sistema europeo, por ser muy difundido en los textos de lengua española, pero
sobre todo porque lo considero claro, práctico y preciso.
Exhorto, finalmente, a los alumnos a no dejarse impresionar negativamente por lo
minucioso de las técnicas requeridas para un trabajo serio. Los trabajos “a medias”, en los
que predomina la vaguedad y la imprecisión, no son propios de un profesional. Para que un
documento sea considerado científico, no puede renunciar a la pretensión de universalidad,
ya que la ciencia se caracteriza por ser un conocimiento que puede ser compartido,
reconocido y valorado en cualquier latitud y por cualquier persona. Es por eso que los
documentos de nivel científico deben presentarse de acuerdo a ciertas normas y técnicas
que son universalmente reconocidas. Acostumbrarse a trabajar con calidad, disciplina
metodológica y honestidad debe ser la meta de todo futuro profesional.

1
CAPÍTULO I

EL TRABAJO DE INVESTIGACIÓN

El trabajo científico de investigación bibliográfica, del que aquí se trata, puede


definirse como “un trabajo intelectual, fundamentalmente de carácter „teórico‟, que se
propone llegar a determinadas conclusiones, las cuales pueden ser adoptadas o verificadas
por otros, en un sector definido de estudio”1. Para cumplir tales condiciones, un buen
trabajo de investigación debe ser realizado según unas técnicas bien definidas. Sólo así un
trabajo puede ser llamado “científico”, es decir, capaz de aportar algo nuevo y de ser
verificado y apreciado por otros.
En los primeros años, no se pedirá al alumno que se inicia que aporte conocimientos
nuevos. Normalmente no está preparado para ello, por lo cual los trabajos buscarán, más
que todo, la adquisición y el ejercicio de la práctica metodológica. Eso sí, hay que subrayar
que la innovación y la creatividad deben ser la meta de la enseñanza superior y del propio
estudiante. Tal será, en su debido momento, el propósito de un trabajo de tesis. Aquí se van
a presentar, como se apuntó en la introducción, aquellas normas y técnicas fundamentales
para desarrollar en forma seria y científica los trabajos de curso, de tal manera que éstos
puedan ser la base para una futura investigación de tesis.
Los trabajos de curso no sólo son un requisito para obtener una calificación. Tienen
un alto valor formativo. En primer lugar, exigen del alumno una disciplina que, una vez
adquirida, le servirá para toda su vida. Además son una excelente forma de ampliar el
panorama de los estudios, ya que liberan al estudiante del texto único o de quedarse sólo
con la voz del catedrático. En especial, si tales trabajos son realizados de acuerdo a las
técnicas establecidas, introducen al alumno en el método científico, desarrollan en él el

1
PRELLEZO J.M., Schemi di metodologia generale del lavoro scientifico, Università Pontificia Salesiana,
Roma 1983 (mimeo), p. 10. (Traducción personal)
2
pensamiento inductivo y deductivo y le hacen cultivar hábitos de orden, disciplina
investigativa, método2.
En una etapa de iniciación, que es la que interesa en este caso, no se pedirá al
alumno tratar un tema nuevo, sino que se insistirá, sobre todo, en el ejercicio metodológico:
que dé muestras de poder trabajar con una metodología correcta. Se tratará de la
elaboración de obras de síntesis o compilación: saber captar y exponer el pensamiento de
diversos autores alrededor de un tema, presentándolo según su visión personal y desde el
punto de vista escogido.

1. Elección y delimitación del tema


Para un trabajo de tesis, o cuando el alumno ya está bien iniciado en su carrera, es
importante que sea éste quien elija el tema a la hora de hacer trabajos de investigación,
puesto que le pueden servir de base para su especialización. Sin embargo, en una etapa de
iniciación, es muchas veces el profesor quien sugiere los temas al estudiante. Esto no ha de
tomarse como una contrariedad. A este nivel, no importa tanto el tema cuanto el ejercicio
metodológico. Lo que sí conviene es que el alumno tenga bien claro el argumento sobre el
cual va a investigar, para no divagar en la búsqueda del material.
Si bien en trabajos de práctica no es del todo necesario ponerse una hipótesis como
punto de partida de la investigación, conviene intentarlo, o al menos formularse preguntas
en torno al tema que se va a investigar, pues la hipótesis o los interrogantes que se pongan
son como una guía para la investigación y van marcando la ruta de la misma. Hay que tener
en cuenta también que el tema se hará más claro conforme se vaya investigando. Nada
extraño, sobre todo en un trabajo de tesis, que el tema llegue a modificarse y delimitarse, o
incluso a cambiarse del todo, por exigencias de la investigación.

2. Búsqueda de las fuentes de información


¿Qué hacer con un tema en la mano? ¿Adónde dirigirse? ¿Cuáles deben ser los
primeros pasos a dar?
Hay que evitar caer en ingenuidades. Un estudiante que se inicia, por regla general,
no puede sacar todo de su cabeza, a menos que sea un genio. Por lo tanto, lo primero que
debe hacer es informarse acerca de lo que han escrito otros sobre la materia. En primer
lugar, es un ahorro de tiempo y energías. En segundo lugar, eso evita el riesgo de hacer
pasar como propio lo que ya han dicho otros desde hace tiempo. Es preciso, por lo tanto,
recurrir a las fuentes de información. En el caso nuestro, serán principalmente fuentes de
tipo bibliográfico.

2
Cf. GARCÍA J.M. – LUJÁN J., Guía de técnicas de investigación y cuaderno de trabajo, Serviprensa
Centroamericana, Guatemala 198516, p. 7.
3
El punto de partida más aconsejable es acudir a las así llamadas obras de referencia.
Son “aquellas obras realizadas con el propósito de suplir información en forma sistemática
–generalmente alfabética– de muy diversos tópicos. Hay obras de referencia desde el tipo
más general hasta el más especializado; en esta categoría entran las obras enciclopédicas,
los diccionarios, anuarios, directorios, bibliografías, índices, atlas, etc”3. Hoy en día es
posible localizar tal tipo de obras de consulta también en las páginas de internet.
Una enciclopedia, un diccionario especializado o un artículo de divulgación, ofrecen
una primera información general sobre el tema, y, a la vez, puede presentar útiles
indicaciones bibliográficas. Los repertorios bibliográficos se encuentran en algunas
bibliotecas y dan una información muy completa. De gran importancia es también consultar
el fichero o catálogo de las bibliotecas, que usualmente se presenta dividido en dos partes:
por materia y por autores, según índice alfabético.

3. Bibliografia general y particular


En cuanto investigación, el trabajo bibliográfico no dista mucho de otros tipos de
indagación, como la del arqueólogo que busca una pieza antigua, o la del detective que
quiere resolver un crimen. Ellos se valen de algunos datos previos, que a veces son sólo
indicios o pequeños hilos conductores, para ir buscando a partir de ahí nuevas pistas que los
llevan a otras, hasta dar con el objeto deseado o con la solución del caso.
Los diccionarios y enciclopedias son como esos primeros datos o indicios, que
ofrecen una información general para poder orientarse en la investigación y con ellos ir
buscando nuevas pistas. Por eso, un trabajo de investigación de nivel superior no puede
ceñirse únicamente a ese tipo de fuentes generales, que son sólo un punto de apoyo para
lanzarse a la verdadera investigación. Ésta consistirá en la lectura de libros, artículos de
revistas especializadas o periódicas, y documentos que interesen al tema. En el caso de
investigaciones de tipo histórico, merecen consideración especial las llamadas fuentes.
Existen fuentes primarias: las del autor mismo que se está estudiando, escritas por él; o
bien las de autores de la época que transmiten su pensamiento o son testigos cercanos de su
vida y de su enseñanza; o documentos que transmiten datos valiosos de primera mano.
Fuentes secundarias, son, en cambio, las que se refieren al pensamiento del autor
estudiado, pero ya más lejanos a él en el tiempo: comentarios, investigaciones, referencias4.
Para utilizar las fuentes, antes de emprender el tema, se ha de saber:

3
Ibid., p. 38.
4
Por ejemplo, si se estudia a Platón, serán fuentes primarias sus propias obras, pero también pueden
considerarse tales las obras de Aristóteles o de otros autores antiguos contemporáneos suyos que lo citan o
comentan. Serán secundarias todas las fuentes posteriores que hacen referencia a él en otras épocas
(Escolástica, Edad Moderna, etc.). Sin embargo, si se estudia, por ejemplo, el platonismo medieval, los
autores que lo comentan en la época de la Escolástica serán sus fuentes primarias. En el caso de un autor
4
a) Dónde son accesibles: no basta saber que tales obras existen; es necesario saber si
están disponibles, en bibliotecas o centros a los que uno pueda acudir.
b) Si son fácilmente asequibles: saber las normas y disponibilidad de la biblioteca o
centro de investigación.
c) Si estoy capacitado para manejarlas: de nada me serviría contar con bibliografía en
un idioma que no conozco o de un nivel demasiado especializado, tanto que no me
resulte comprensible.

Norma general es acudir en lo posible, de acuerdo a los límites de preparación


personal y al tiempo de trabajo, a las fuentes más directas que se pueda. Quedarse siempre
en fuentes secundarias reduce la calidad profesional del trabajo y se corre el peligro de
convertirse en un divulgador de opiniones de otros, cuando no de errores o de puntos de
vista ya superados.
El ya célebre escritor italiano Umberto Eco afirma lo siguiente: “cuando se trabaja
con libros, una fuente de primera mano es una edición original o una edición crítica de la
obra en cuestión”5. Y añade que no se deben considerar como fuentes: ni una traducción, ni
una antología, ni los informes elaborados por otros autores. Téngase presente esto sobre
todo para un futuro trabajo de tesis.
Un tipo de información importante es la que brindan las revistas especializadas (de
filosofía, de pedagogía, de historia etc.). En las revistas es en donde se comunican los
nuevos hallazgos, las investigaciones más recientes, las orientaciones más actuales de los
autores ya reconocidos. Es ahí donde se puede estar al tanto de la investigación más
actualizada sobre el tema que se está indagando. Por eso es muy útil consultar también los
índices de revistas y las hemerotecas. Como dicen los investigadores guatemaltecos antes
citados: “No es posible realizar un buen trabajo de investigación e incluso un simple trabajo
de curso que pretenda cierta novedad, sin consultar revistas especializadas”6.

4. Referencias bibliográficas
Todas las obras que se consulten, ya sea fuentes primarias o secundarias, artículos
de enciclopedias, diccionarios especializados o de revistas, deberán ser debidamente
registradas, según normas metodológicamente aceptadas en el ámbito de la investigación
científica.
El objetivo de las referencias es anotar toda la información que permita identificar
plenamente cada obra consultada e incluso evaluar su calidad: autor (o autores), titulo,
subtítulo, editorial, ciudad, año de edición, traductor(es), si lo(s) hay, título original (si está
en otro idioma), número de páginas, etc. Si se trata de autores antiguos, hay que ver si es

contemporáneo, fuentes primarias serán principalmente sus propias obras, o bien de personas que
compartieron con él y transmiten datos o testimonios de primera mano.
5
ECO Umberto, Cómo se hace una tesis, Ed. GEDISA, Barcelona-México 19865, p. 75.
6
GARCÍA J.M. – LUJÁN J., o.c., p. 39.
5
una edición crítica7. Una vez recogidas las fichas, éstas se clasificarán según se trate de
obras fundamentales (sobre todo fuentes primarias) y obras complementarias. Hoy en día se
utilizan también documentos obtenidos en la red, que tienen igualmente su manera propia
de ser citados, como se verá más adelante.
Dicho registro puede hacerse en fichas bibliográficas, que tienen un formato
especial, o bien en documentos digitales que uno va creando. Lo importante es que estén al
alcance de la mano y que sean fácilmente manejables y accesibles para su consulta
inmediata. La lista de las obras consultadas se colocará al final del trabajo de investigación
como referencia, clasificándolas según sean fuentes primarias, libros, artículos de
diccionarios o enciclopedias, artículos de revistas, etc.

5. Recolección del material


Una vez localizadas y anotadas las fuentes de información, se tendrá a mano una
lista de obras que interesan al propio tema, al menos como punto de partida, y que podrá
dar lugar a nuevas pistas de investigación. Se tratará entonces de comenzar a leer las obras,
capítulos, artículos o secciones que interesen, al tiempo que se irá seleccionando el material
que pueda servir para el contenido del trabajo. Esta fase del proceso tiene dos momentos:
lectura crítica y selección del contenido.

5.1 Cómo leer


No hay que leer indiscriminadamente. Como ya se dijo, es conveniente –sobre todo
cuando no se tiene aún mucha práctica o no se conoce nada o casi nada del tema– comenzar
por leer los artículos de enciclopedias o diccionarios especializados, para tener una primera
información sobre el argumento. También puede ser útil consultar artículos en la red, con
tal de que uno se cerciore de que tengan calidad científica.
Después de dicha información general, el estudiante se irá haciendo una idea mejor
del tema a investigar, a la vez que va encontrando nuevas referencias de obras primarias o
secundarias. La lectura de estas obras se puede complementar con la consulta de artículos
de revistas para tener una visión más actualizada del asunto investigado.
En el momento de ir leyendo las distintas obras y de ir seleccionando el material,
hay que ir haciendo un discernimiento, tomando como punto de referencia el tema que está
siendo investigado. En otras palabras, hay que evitar la acumulación cuantitativa de
material, buscando más bien una selección cualitativa, es decir, poniendo la atención en
aquello que pueda servir para el argumento en cuestión. Por lo tanto, al enfrentarse a una
obra, hay que hacerlo críticamente8.

7
Es conveniente también, para quien investiga, tomar el dato de la ubicación de cada obra, por si fuera
necesario consultarla posteriormente.
8
Algunas indicaciones más precisas sobre para una lectura provechosa se pueden ver en el Apéndice I.
6
En primer lugar, si se trata de fuentes de primera mano (por ej., las obras de
Descartes, en el caso de la filosofía; o las de Piaget, en pedagogía), lo ideal sería
consultarlas en su lengua original. Pero a un estudiante que se inicia no se le va a pedir
tanto. Eso sí, deberá cerciorarse de que la obra que lee es una edición crítica y si la
traducción es confiable, hecha directamente desde el idioma original. No cualquier
traducción es buena; toda traducción es en cierta medida una interpretación. En una fuente
original, tales datos generalmente se ofrecen en la introducción o prólogo de la obra.
Si se investiga un autor antiguo, es necesario entrar en su contexto histórico para
lograr captar su pensamiento adecuadamente: conocer algo sobre su vida, su pensamiento,
su época, antes de aventurarse a leer sus escritos. Si se trata de leer obras de un autor
contemporáneo o de un comentario actual sobre autores antiguos, lo más recomendable
metodológicamente es comenzar por la introducción o prólogo, ya que tales secciones
aportan datos utilísimos: el propósito del autor, a quiénes pretende dirigirse, la naturaleza
de la obra, la metodología seguida. Muchas veces anuncia aquí su tesis o la idea o
principales ideas que piensa desarrollar.
Durante el recorrido por la obra, el estudiante tratará de ver qué se propone el autor,
cómo va desarrollando sus argumentos, cómo los fundamenta, cuál es la tesis que pretende
demostrar, cuál es la estructura de la obra, desde qué punto de vista enfoca el tema o los
temas principales, si es coherente en las conclusiones a las que llega, etc. Nos dicen los
autores García y Luján, ya citados:
“Es importante fijarse en el momento en que la obra fue hecha. En el campo científico, que
varía tan intensamente, una obra antigua o retrasada puede haber perdido validez. En
trabajos históricos o en fuentes históricas es importante saber si la fuente se escribió
inmediatamente del acontecimiento o bien transcurrió mucho tiempo. Es importante saber si
se escribió bajo el efecto del miedo, dolor, desesperación, calma, etc. En resumen, una obra
por ser antigua no es peor ni mejor. Ello dependerá de nuestro propósito”9.
Si se trata de un comentarista o de una fuente “de segunda mano”, hay que
preguntarse si el autor es verdaderamente un especialista del tema, si él mismo consulta
directamente las fuentes de primera mano, si es reconocido dentro del ámbito científico por
su objetividad e imparcialidad, o bien si hay motivos para pensar que escribió motivado por
prejuicios ideológicos, políticos, religiosos, etc. Es bueno informarse acerca de su posición
social, económica, intereses personales, etc. Todo esto puede matizar de alguna manera el
pensamiento de un autor y afectar en cierta medida la objetividad de su investigación.
Rafael Farina sugiere hacerse preguntas durante el proceso de lectura:
“¿Qué cosa puedo aceptar de las opiniones del autor? ¿Cómo procederá en el próximo
capítulo? ¿Qué consecuencias sacará de cuanto ha escrito hasta ahora? ¿Qué entiende él con

9
GARCÍA J.M. – LUJÁN J., o.c., p. 50.
7
tal o cual concepto?... O también: lo que el autor dice, ¿concuerda con mi experiencia?
¿Qué cosa debería el autor esclarecer aún? ¿Qué cosa debo yo refutar de su exposición?”10.
Conforme se va leyendo, es bueno ir poniendo alguna señal en aquellos párrafos o
frases que han llamado nuestra atención y que creemos tienen que ver con el argumento
investigado11. Se trata de frases o párrafos que consideramos muy significativos dentro del
contexto de la obra. No conviene tomar nota de una vez, pues tal vez más adelante, en la
lectura posterior, encontremos repetido y mejor expresado el mismo pensamiento, o bien,
puede darse que caigamos en la cuenta de que la frase o párrafo en cuestión no era tan
importante como al inicio habíamos creído.

5.2 Recoger la información


Al terminar de leer un artículo o una obra que tiene que ver con el argumento, se
hace la labor de seleccionar las frases o párrafos que se habían marcado y que uno
considera le pueden servir para el desarrollo del trabajo. Para ello podemos servirnos de
anotaciones o textos en fichas de papel, o bien ir guardando el contenido en notas o
documentos digitales. Lo importante es que el material pueda ser fácilmente identificable y
manejable para el propósito de la investigación. Es imprescindible que las fichas o los
documentos digitales lleven los datos del autor y de la obra de la cual se va extrayendo la
información.
Ya sea que se haga en fichas de papel o en documentos digitales, los contenidos
deberán constar de varios elementos para que su uso sea práctico y metodológicamente
correcto:
- La referencia bibliográfica: los datos, si se quiere abreviados, de la obra donde se
tomó el contenido en cuestión;
- El cuerpo o contenido: el pensamiento (frase, párrafo, comentario…) que se quiere
anotar en cada ficha;
- El título: un enunciado o encabezamiento de la ficha, que nos permita identificar el
contenido de la información de forma rápida y clasificarla de acuerdo al
ordenamiento que se quiera dar al trabajo. A ser posible, cada extracto o párrafo de
la obra que leemos debe tener un título distinto, que refleje de la mejor manera el
contenido del párrafo o texto en cuestión. Puede haber semejanza entre los títulos,
por la similitud del tema, pero hay que procurar distinguirlos, en todo caso con una
numeración. Poner un título preciso es todo un arte que se debe ir aprendiendo. Los

10
FARINA Rafael, Metodología. Normas para la técnica del trabajo científico, Publicaciones del Instituto
Teológico Salesiano, Guatemala 1979, p. 92; trad. del italiano por A. Berenger, M. Díaz, A. Martín. Esta
obra es de gran utilidad para quien desea informarse sobre el modo de realizar una tesis doctoral.
11
Si el texto que leo es de mi propiedad, puedo subrayarlo o resaltarlo con marcador. Si pertenece a otra
persona o a una biblioteca, debo tener el cuidado de no dejar marcas o manchas imborrables, como norma
de respeto y cortesía. En este caso, lo mejor es una ligera marca con lápiz y al margen, de tal modo que
pueda ser fácilmente borrada una vez que haya tomado nota.
8
títulos servirán para clasificar luego el material, de acuerdo a un esquema de
trabajo.
Si el contenido recogido es textual, es decir, que recoge literalmente el pensamiento
del autor, lo escrito en la ficha deberá ir entre comillas. Un trabajo científico se distingue
por la honestidad, que en este caso significa respetar lo que ha dicho el autor. No se puede
hacer pasar como propio lo que ha dicho otro12. Con las citas textuales hay que ser muy
exactos en la transcripción, para no tergiversar el pensamiento del autor. Un recurso útil
puede ser identificar la ficha en una esquina con el literal A (= autor).
Otra manera de recoger el pensamiento del autor investigado es hacer un resumen o
síntesis de un párrafo, de un trozo o incluso de todo un capítulo de libro, o de un artículo, si
es una revista o diccionario especializado. Se trata de transmitir el pensamiento del autor,
pero con las propias palabras del estudiante. Este tipo de fichas puede llevar en una esquina
el literal S (= síntesis).
Una variedad de este tipo es la paráfrasis: se refiere un texto del autor con palabras
semejantes, pero no de manera literal, sino utilizando un lenguaje propio. En los trabajos de
investigación bibliográfica este recurso literario es muy útil, para no limitarse a repetir
siempre las mismas palabras del autor o autores leídos. Hay que evitar por todos los medios
que la investigación sea un collage de pensamientos de otro que se van sobreponiendo sin
mayor acierto. Un buen trabajo no es transcripción sino una síntesis que dé muestra de que
los conceptos han sido asimilados por el estudiante.
Conforme se va leyendo o fichando, es muy natural que surjan reflexiones,
comentarios, cuestionamientos o dudas. Conviene ir tomando nota de ello, ya que puede ser
material valioso a la hora de redactar el trabajo. Se puede identificar tal tipo de notas con el
literal C (= comentario).
Las notas o fichas de contenido deben expresar un pensamiento único y completo a
la vez, es decir, cada texto seleccionado y transcrito deber poseer la mínima extensión y la
máxima comprensión al mismo tiempo, y referirse a un solo argumento, enfocado desde un
mismo punto de vista. Si no fuera así, habría que elaborar dos o más fichas para abarcar el
contenido deseado13.

6. Esbozo de esquema
Con el material investigado y ya recogido en las fichas o notas de contenido, se
tratará de elaborar un esquema que sirva como base para empezar la redacción del trabajo.
En este momento será necesario releer las fichas obtenidas, poniendo especial atención a

12
Reducir el trabajo de investigación a lo que popularmente se llama, en lenguaje informático, “cortar y
pegar”, sin citar la fuente, es deshonesto, desdice de la calidad profesional del autor y además atenta contra
la propiedad intelectual.
13
Ejemplos de fichas de texto o de contenido pueden verse en el Apéndice IV.
9
los títulos de las mismas, para agruparlas por temas o argumentos relacionados. Ello dará la
pauta para elaborar el primer esquema del trabajo. Es preciso recordar que en un trabajo
personal no se trata de reproducir o transcribir datos indiscriminadamente. Es indispensable
una contribución personal, creativa. Esto requiere, en primer lugar, una selección y
valoración crítica del material recogido: dar a las fuentes la importancia que merecen,
valorar las diversas opiniones de los autores consultados, evitar repeticiones innecesarias,
desechar el material que se considere fuera del tema o sin importancia para el mismo. En
efecto, no necesariamente todas las fichas o notas que se han tomado se van a hacer entrar
en la redacción del trabajo.
El esquema de base deberá tener una articulación lógica, de acuerdo siempre al
material investigado. Si se trata de un trabajo que se ha planteado una hipótesis o una
interrogante, se deberá partir de ésta para ir hilvanando luego los argumentos para su
demostración o refutación, y desembocar finalmente en una conclusión que demuestre si se
verifica o no el punto de partida. Si sólo se trata de la exposición del pensamiento de uno o
varios autores en torno a un argumento, se buscará ir presentando articuladamente las
distintas opiniones, dividiéndose el tema en diversos puntos, hasta llegar a una conclusión
personal. Cuando entre los autores consultados se detectan discrepancias sobre un mismo
argumento, es bueno preguntarse, como sugiere Farina:
“a) ¿En qué concuerdan?; b) ¿en qué discrepan? ¿hasta dónde llega su divergencia?; c)
¿cuál es la razón de su conformidad o disconformidad? ¿cuál de los dos ha formulado mejor
sus argumentos?”14
El esquema irá estructurado en divisiones y sub-divisiones, según los distintos
puntos a tratar. El criterio a seguir es resaltar los grandes temas por encima de los apartados
subordinados. En una obra de magnitud, se empleará la división en capítulos. Si la obra es
breve, bastará una división en partes. El sistema de división podrá ser numérico decimal, o
bien un sistema mixto de números y letras. La decisión queda en el autor. Lo importante es
mantener orden y coherencia a lo largo del trabajo. En uno de los apéndices se presenta un
ejemplo de cómo puede configurarse el esquema, que aparecerá luego como índice de todo
el trabajo15.
Naturalmente el esbozo de esquema no será todavía tan completo al inicio. Será sólo
una guía como punto de partida. Se irá completando y perfeccionando a medida que se
vaya haciendo la redacción del trabajo.

7. Primera redacción
Ordenadas las fichas o notas de contenido según el esquema elaborado –para lo cual
es importante haber logrado claridad en el título de cada nota o ficha–, se procederá a la

14
FARINA R., o.c., p. 34.
15
Cfr. Apéndice II.
10
redacción del trabajo. Éste se hace teniendo en cuenta las diversas partes de que consta un
trabajo de investigación.

7.1 Título
Debe ser claro, breve e incisivo y responder al contenido del trabajo. Como ya se
dijo, después de haber investigado, el título puede sufrir modificaciones para reflejar mejor
al contenido. Irá en la portada del mismo, junto con los demás datos requeridos16.

7.2 Sumario
En trabajos de mayor envergadura, como en una tesis, es conveniente y muy útil
presentar, después de la portada, el sumario. Éste consiste en una exposición del esquema o
los títulos principales de la investigación, con el correspondiente número de página. Es una
especie de índice reducido, en el que aparecen los títulos más importantes. Permite al lector
o revisor captar inmediatamente los principales contenidos del trabajo. No es necesario, sin
embargo, presentar el sumario en el caso de trabajos menores.

7.3 Introducción
Es parte esencial de un trabajo de carácter científico. Es la introducción, en efecto,
lo que permite juzgar luego si el trabajo responde a sus propósitos. En ella se expondrá: el
motivo o motivación de la investigación, la finalidad u objetivos de la misma, la
problemática o argumentos que se van a abordar, la metodología utilizada, las grandes
líneas del desarrollo, así como una alusión a los resultados que se esperan alcanzar. Puede
ser útil referirse también a las dificultades que entraña el trabajo y a problemas afines de la
investigación. La introducción podrá redactarse provisionalmente al inicio, pero se
completará hasta haber terminado el desarrollo de la obra, como es lógico suponer,
teniendo en cuenta su naturaleza. Brevedad y concisión son sus notas características.

7.4 Cuerpo central


Comprende básicamente dos elementos: el texto y las notas o citas. En algunos
casos puede incluir diseños, gráficas, fotografías u otros documentos semejantes.

7.4.1 El texto
Ofrece la sustancia del trabajo. La base de la redacción del texto serán las notas o
fichas de contenido, fruto de la investigación bibliográfica y de la reflexión personal, ya
previamente ordenadas según el esquema prefijado. Así, la redacción seguirá un orden
lógico, distribuyendo eventualmente el material en secciones, capítulos, artículos, párrafos,
etc.

16
Un ejemplo de Portada se presenta en el Apéndice VI.
11
Hay que recordar que la redacción debe ser una tarea de síntesis personal. En ella se
muestra el talento y la creatividad del investigador. Es algo semejante a lo que hace el
escultor con la pieza de mármol: le da un toque personal, le transmite su genio. No se trata,
por tanto, de transcribir sin más lo que otros ya han dicho o pensado, ni de acumular citas
de los autores, sino de enfocar el tema desde un punto de vista personal y con palabras
propias. Esto se notará en el lenguaje, que evitará ser “libresco”. Por eso mismo, hay que
procurar no recurrir demasiado a la citación literal. El ya mencionado escritor italiano
Umberto Eco ofrece unas reglas para las citas, que expongo, en síntesis, a continuación:
Regla 1: Si estamos haciendo un análisis minucioso de una obra, los fragmentos
objeto de análisis se citan con una amplitud razonable. Por ejemplo, si se hace un
estudio de obras como el Fedón, de Platón; o Cien años de soledad, de García
Márquez, es natural que haya muchas citas de tales obras a lo largo del trabajo.
Regla 2: Los textos de literatura crítica (fuentes secundarias) se citan sólo cuando
con su autoridad corroboran o confirman una afirmación nuestra. Sirven de apoyo a
nuestros propios argumentos.
Regla 2: Citar a otro autor significa que se comparte su pensamiento, a menos que
se aclare que no se está de acuerdo con la posición del autor citado. Conviene dar
los motivos de discrepancia.
Regla 4: A cada cita debe acompañarse la correspondiente referencia bibliográfica,
con los datos necesarios claramente identificables.
Regla 5: Las citas de las fuentes de primera mano se hacen normalmente
refiriéndose a una edición crítica o bien acreditada. Algunas, sobre todo las obras
antiguas, tienen su propio modo de ser citadas17.
Regla 6: Si se consultan obras en idioma extranjero, las citas deben ir normalmente
en su lengua original. A continuación, o en nota aparte, conviene poner la
traducción, indicando quién es responsable de la misma.
Regla 7: La referencia al autor y la obra consultada debe ser clara.
Regla 8: Cuando una cita no supera las dos o tres líneas, se puede insertar dentro del
párrafo, siempre entre comillas. Si, en cambio, la cita es más extensa, es mejor
ponerla separada del texto, dejando mayor margen a la izquierda de la página y en
un tamaño ligeramente menor, para que resalte su diferencia con el texto de quien
presenta el trabajo.
Regla 9: Las citas tienen que ser fieles, exactas, precisas.
Regla 10: Citar es como aportar testigos en un juicio: hay que estar en condiciones
de encontrar los testimonios y demostrar que son fiables. Por eso la referencia tiene

17
Cfr. en Apéndices, casos de citas especiales.
12
que ser puntual y verificable para cualquiera que quiera corroborar su legítima
utilización18.

7.4.2 Las notas


Éstas tienen la finalidad de completar la información proporcionada en el texto y
documentar las fuentes de donde se han extraído los argumentos presentados. Hay diversos
tipos de notas, como se detalla a continuación.
a) De referencia bibliográfica: en ellas se citan las fuentes de que se ha servido el
que realiza la investigación. Varios ejemplos de ellas se encuentran en este
mismo documento.
b) De información adicional: cuando uno quiere añadir algún argumento de apoyo
o de información adicional del tema desarrollado, pero no tan importante como
para ponerlo en el cuerpo principal del texto.
c) De aclaración: nos servimos de este tipo de citas para aclarar algún término
técnico, o el sentido exacto de una afirmación, o la manera como entendemos a
un autor.
d) De referencia interna: se usan para remitir a otras partes del trabajo mismo.
e) De reflexión: cuando se quiere añadir el propio comentario, acuerdo o
desacuerdo con el pensamiento o doctrina de un autor, o acerca de algún punto
del trabajo.
f) De traducción: si consideramos oportuno traducir una frase o párrafo citado en
lengua extranjera.
g) De bibliografía adicional: cuando se añaden a un tema otras indicaciones
bibliográficas de refuerzo.
El número total de notas debe ser proporcionado a la naturaleza y tamaño de la obra.
Como norma general, hay que evitar acumular citas por el simple afán de erudición. He
aquí las principales normas para utilizar las notas.
1. A cada nota se hará corresponder un número, en orden progresivo; se pueden
distribuir por capítulos, si la obra es de mayor consistencia.
2. Las referencias pueden hacerse al pie de la página, siempre a renglón cerrado, o al
final de cada capítulo, o al final de toda la obra, en cuyo caso se colocan después de
la conclusión.
3. La primera cita bibliográfica de toda obra debe ser completa, esto es, debe
comprender:
- apellido(s) y nombre del autor (o autores); el apellido, siempre en
mayúsculas19;

18
ECO Umberto, o.c., pp. 188s.
13
- título, en letra cursiva, en el caso de los libros, o entre comillas cuando se
trata de artículos de revistas, enciclopedias o periódicos;
- subtítulo, si lo tiene, también en cursiva y a continuación del título, sólo
separado por un punto;
- nombre de la editorial;
- ciudad en que se editó;
- año y número de la edición;
- traductor (si es traducción de una obra en lengua extranjera);
- número de la página o páginas de la cita.
Cada uno de los elementos irá separado por comas. Sólo para la separación entre
título y subtítulo, cuando lo hay, se emplea un punto. Entre la ciudad y el año no hay signos
de puntuación. El número de la edición (a partir de la segunda en adelante) se indica en
superíndice o subíndice, justo a continuación del año. Ejemplos de cita completa:
- LASSO DE LA VEGA Javier, El trabajo intelectual. Normas técnicas y ejercicios
de documentación, Ed. Paraninfo, Madrid 1975, pág. 35.
- GARCÍA Jorge Mario – LUJÁN Jorge, Guía de técnicas de investigación y
cuaderno de trabajo, Serviprensa Centroamericana, Guatemala 198516, p. 7.
4. Si se trata de una cita de la misma obra, colocada inmediatamente después, se usa el
término latino ibidem, que significa “allí mismo”. Se escribe en cursiva, porque está
sustituyendo el título de la obra. Ejemplo:
- Ibidem, pág. 40 (o bien, se contrae: Ibid., p. 40).
5. Si se cita una obra de la cual ya se han consignado los datos previamente, pero
después de haber citado a otros autores, se recurre a la expresión latina opus citatum
(= obra citada). Se puede poner en forma abreviada, o.c., y se escribe en cursiva,
porque sustituye el título de la obra:
- LASSO DE LA VEGA J., o.c., p. 45.
6. Si a continuación se cita al mismo autor, pero otra obra suya, se recurre al
pronombre latino idem, que significa “el mismo”. Se pondrá en mayúsculas, porque
está haciendo las veces del apellido del autor. Ejemplo:
- IDEM, Cómo se hace una tesis doctoral, Fundación Universitaria Española, Madrid
1977, pág. 10.
7. Si aparecen citados dos o más trabajos del mismo autor, después de la cita completa
de cada una de las obras, se citará el título abreviado, para evitar confusiones.
Ejemplo:
- LASSO DE LA VEGA J., El trabajo intelectual… p. 45.
- LASSO DE LA VEGA J., Cómo se hace una tesis… p. 38.
19
Hay autores que prefieren poner primero el nombre, en minúsculas, y luego el apellido, en mayúsculas. La
técnica es válida, con tal de que el uso sea uniforme a lo largo de todo el trabajo, y en la bibliografía final.
14
8. Cuando se trata de una cita no literal de un texto, la referencia se introduce con la
expresión “confrontar”; abreviado: “cf”. Ejemplo:
- Cf. ECO Umberto, Cómo se hace una tesis, Ed. GEDISA, Barcelona – México
1986; pág. 25.
9. Para citas de obras o artículos obtenidos en páginas electrónicas de internet, se
siguen las normas anteriores, pero añadiendo la dirección de la página virtual y la
fecha en que se hizo la consulta. Ejemplo:
- MARX K. – ENGELS F., Manifiesto del Partido Comunista, Edición electrónica,
Buenos Aires 2004. Cap. III, 1, b, en línea.
Cf. http://www.laeditorialvirtual.com.ar/pages/Marx/ManifiestoComunista.htm
Consultado el 2 de Octubre de 2012.
- SAN AGUSTÍN, Confesiones, l. VI, c.2, § 1, en línea.
Cf. http://www.iglesiareformada.com/Agustin_Confesiones_VI.html
Consultado el 20 de septiembre de 2011.
10. Para citas de revistas, enciclopedias, etc., ver el Apéndice.

Sugerencia: si surgen dudas acerca de la manera de emplear las citas, lo mejor es que se
consulte una obra de un buen autor, que sea metodológicamente seguro, y verificar allí
cómo utiliza las citas. Este mismo trabajo puede servir de ejemplo.

7.5 Conclusión
Es otra de las partes importantes del trabajo científico. La conclusión no debe ser
muy larga. Ha de ceñirse a lo esencial y ofrecer los siguientes elementos:
- una recapitulación sintética del camino recorrido;
- los resultados alcanzados en cuanto al argumento de la investigación, si se
alcanzó el propósito y en qué medida se cumplieron los objetivos trazados;
- el provecho individual que se ha obtenido con la elaboración de la obra;
- la posición personal con respecto a la problemática tratada, o la solución de
la hipótesis, si es que se había planteado una al inicio;
- algunos temas o problemas relacionados con el argumento y que pueden ser
motivo de una futura investigación.

7.6 Apéndice(s)
En trabajos que por su género lo requieran, es muy útil la presentación de mapas,
diagramas, tablas, documentación fotográfica o fotostática, etc. Generalmente se hace en
uno o varios apéndices, colocados después de la conclusión.

15
7.7 Bibliografía
En un trabajo ordinario de investigación se deben poner en la bibliografía sólo los
libros y artículos o documentos realmente consultados. Es parte de la honestidad
profesional. No se ha de inflar la bibliografía por pura presunción o para impresionar al
profesor. Sin embargo, en obras de otro género sí cabe añadir una bibliografía sugerida
como complemento, para quien estuviere interesado. En la presentación de la misma ha de
seguirse un orden riguroso y preciso, en dos ámbitos:
 Metodológico: distinguiendo entre fuentes, estudios generales, estudios particulares,
artículos de enciclopedias, artículos de revistas, etc.
 Alfabético: cada sección irá ordenada en orden alfabético, de acuerdo al apellido de
los autores.

7.8 Indice
Al final de todo el trabajo se pondrá, en página aparte, el índice correspondiente a
los diversos capítulos, títulos y subtítulos, haciendo referencia a las páginas en que se
encuentran.

8. Revisión crítica y redacción definitiva


Después de redactado el trabajo en sus distintas partes, es necesario un riguroso
control de cuanto ha sido escrito. Lo más recomendable es hacer una revisión completa del
texto, habiendo dejado pasar un tiempo después de la primera redacción, para que la mente
tome distancia y se disponga a una tarea de análisis crítico de lo que hasta entonces se ha
elaborado. En esta etapa es preciso leer de seguido lo ya redactado, examinando con
detención si el trabajo tiene unidad, si está convenientemente estructurado, si no se ha
desarrollado una parte exageradamente en relación con las demás, si la conclusión
concuerda con lo proyectado en la introducción, etc. Será el momento de hacer ajustes,
recortar repeticiones innecesarias, reforzar partes débiles, controlar el uso de la
metodología, ver si la distribución del cuerpo del texto es armónica. Es muy importante
controlar la calidad ortográfica y de redacción. Para dicha revisión puede ser muy útil
confrontarse con los siguientes defectos a evitar:
 El tema no ha sido suficiente “centrado”.
 El trabajo carece de unidad: repeticiones, desarrollo incoherente, se salta de un
punto a otro sin coordinación, partes poco armónicas…
 Poco cuidado del aspecto crítico: generalizaciones indebidas, afirmaciones no
probadas, se presenta como un hecho lo que sólo sería una hipótesis, etc.
 Se transcriben párrafos de otro autor sin las respectivas citas bibliográficas o sin
usar comillas u otros signos que lo distingan del texto personal; se usan citas
fuera de contexto…
16
 Se acumulan citas para textos o aspectos poco importantes, faltan citas donde sí
se exigirían; se pretende probar afirmaciones simplemente con argumentos “de
autoridad”…
 Errores ortográficos: en la redacción definitiva es imprescindible revisar la
ortografía; los errores ortográficos desdicen de un trabajo serio y rebajan su
calidad. En un trabajo de nivel superior no deben permitirse de ninguna manera
errores ortográficos.

Sugerencia: recurrir al corrector ortográfico del programa digital que se utilice, o bien
acudir a un diccionario cuando se tenga duda sobre alguna palabra o expresión.

9. Detalles de presentación
Hay que tener en cuenta las siguientes indicaciones para el texto digitalizado o
mecanografiado, en orden a la impresión:
 Emplear papel “bond” blanco, formato 21 x 27 cm. (tamaño carta).
 Metodológicamente se sugieren los siguientes márgenes: superior 4 cms; inferior
3.5 cms; izquierdo 3.5 cms.; derecho 2 cms. Los programas digitalizados ofrecen
ya una medida estandarizada. Tener en cuenta que, en el caso de imprimir para
un texto de envergadura, como un trabajo de tesis o tesina, como también para
los trabajos de seminario, los márgenes deben permitir suficiente espacio para el
encuadernado o empastado.
 Numerar cada una de las páginas, excepto la portada y eventualmente la que
inicia un capítulo o sección: su número se cuenta, pero la cifra no aparece. El
número se puede escribir en el centro o en el extremo superior derecho o inferior
derecho de cada página.
 Al iniciar cada párrafo, dejar una sangría de diez a doce espacios. Separar cada
párrafo con doble espacio, o el espacio suficiente para distinguir visualmente
entre uno y otro párrafo.
 Para cada sección (introducción, capítulo, conclusión, bibliografía, etc.) se debe
iniciar una nueva página. Es preferible no iniciar de inmediato el capítulo, sino
dejar un mayor margen superior antes de comenzar la redacción.
 Si el profesor no da otras indicaciones específicas, escribir preferiblemente en
estilo Times New Roman o Arial 12 puntos y en interlineado de 1,5 puntos. Las
notas, en estilo APA, Times New Roman o Arial 10 puntos y a renglón cerrado.
 Emplear siempre y únicamente color negro para el texto. Otros colores pueden
ser usados para gráficos, diagramas, mapas, según se crea conveniente.
 Corregir los errores antes de imprimir. No dice nada bien del estudiante cuando
el texto lleva correcciones a lápiz o bolígrafo, mucho menos si hay tachones o
borrones de última hora.
17
 Algunas palabras conviene escribirlas en letra cursiva. Umberto Eco da los
siguientes criterios al respecto:
 palabras o expresiones extranjeras de uso no común (ej. counseling;
Weltanschauung; collage; habeas corpus…);
 nombres científicos, como felis catus (gato), quercus robur (roble), homo
sapiens (hombre), etc;
 términos técnicos que se quieren acentuar (ej., postmodernidad;
resiliencia; super-yo; hiperuranio…);
 frases enteras (si no son demasiado largas) que constituyen el núcleo de
una tesis o un pensamiento muy importante que se desea poner de
relieve;
 títulos de libros o de artículos;
 títulos de poemas, obras de teatro, cuadros y esculturas; títulos de diarios
y seminarios;
 títulos de películas, canciones, óperas.
No se escriben en cursiva las citas del pensamiento de otros autores, a menos
que en el original se encuentren en cursiva. Las citas, como ya se dijo, si son
breves, se escriben dentro del párrafo mismo, distinguiéndolas solamente por las
comillas. Y si comprenden tres o más líneas, se ponen en párrafo aparte, con un
tamaño menor de letra y dejando una mayor sangría a la izquierda. En este
mismo texto aparecen ejemplos al respecto.

18
CAPÍTULO II

LA RECENSIÓN

La recensión consiste en la presentación y valoración crítica de una obra, después


de una cuidadosa lectura de la misma. Normalmente incluirá las siguientes partes:
1. Descripción bibliográfica
La descripción bibliográfica encabeza la recensión. Se trata de dar todos los datos
que identifiquen la obra: autor, título, editorial, ciudad, año y número de la edición, número
de páginas. Si se trata de una obra cuyo original ha sido escrito en otro idioma, es necesario
incluir también el nombre del traductor. Puede ser útil también añadir el tamaño, si se cree
conveniente. Ejemplo:
CORTINA Adela, Alianza y Contrato. Política, Ética y Religión, Ed. Trotta,
Madrid 2001, págs. 182. (23 x 14,5 cm.)

2. Descripción general
Trata de expresar, en breves líneas, los aspectos más bien externos acerca de la
obra: el género literario: si se trata de una novela, un tratado, un ensayo, una biografía, una
fuente antigua, un estudio crítico, un artículo de revista, etc.; en qué época se sitúa; en qué
circunstancias fue escrita o con qué propósito; cuáles son sus destinatarios, etc. Estos datos
aparecen generalmente en la introducción o prólogo de la obra.
Conviene dar también una idea de la estructura de la obra: en qué forma se divide
(partes, capítulos); si tiene notas importantes, apéndices, mapas, ilustraciones, índices, etc.
Además, es conveniente aportar todos aquellos datos que puedan dar luz sobre el
valor de la obra: si es una edición crítica (en el caso de fuentes) o al menos confiable, si es
de un autor reconocido, si pertenece o no a las obras fundamentales del autor.

19
La descripción general es breve. Se puede dar una idea suficiente de la obra en
pocas líneas. Una media página puede bastar, o incluso menos, según el tipo de obra que
sea.
3. Síntesis del contenido
Es la parte que más espacio ocupa. Se trata de presentar la tesis que el autor
defiende en la obra, y las ideas centrales o argumentos que la apoyan. Para ello es
imprescindible partir de la introducción o prólogo, donde se da a conocer cuál es el
propósito de la obra, y ver si al final se realiza. Debe ofrecer la información necesaria para
que quien la lea pueda formarse una idea bastante completa del contenido de la obra. Se ha
de lograr una exposición ordenada y objetiva del pensamiento del autor. No se debe caer,
por ello, en una mera transcripción de párrafos o páginas del libro, aunque se puede citar
literalmente alguna frase o pensamiento más significativo. Es muy importante que quien
hace la recensión se explique con sus propias palabras, demostrando haber asimilado los
contenidos principales del texto leído. Una buena recensión debe lograr el equilibrio en la
combinación de dos cosas: fidelidad, o sea, saber decir con exactitud lo que el autor dijo; y
creatividad: decirlo con palabras propias y de modo personalizado.
En el caso de introducir alguna cita literal, basta poner el correspondiente número
de página entre paréntesis, puesto que ya se sabe que la cita se refiere a la obra en cuestión.
4. Juicio crítico
Una buena recensión se concluye con un comentario valorativo, que consiste en la
reacción que la lectura del texto ha suscitado en el lector. Dicha reacción no debe quedarse
en el aspecto emotivo (“me gustó”, “me resultó muy interesante”, “la recomiendo”…), pues
esto sólo reflejaría un parecer muy subjetivo, que no se aplica a las obras de tipo científico.
El juicio debe apelar al aspecto intelectual, académico y dependerá, en buena parte, del
nivel de conocimientos y de la capacidad crítica del lector. En dicho comentario se ha de
destacar: el aporte que ofrece la obra, su originalidad, los puntos más relevantes, el interés
que logra despertar y, en especial, se ha de juzgar si el autor ha alcanzado el propósito
expresado en la introducción, y en qué medida; y la validez de la tesis y de los argumentos
que la sustentan. Tal juicio crítico examinará también los aspectos formales: estilo,
presentación tipográfica, aparato técnico, calidad de la traducción –si la fuere–, etc.
Una buena recensión constará de varias páginas: tres o cuatro, si se trata de un
libro; pueden ser menos si es un artículo de revista.
En el trabajo de recensión debe aparecer el nombre de su autor o responsable. Para
los trabajos de clase, puede ser precedida por una portada, en forma semejante a los
trabajos de investigación.

20
CAPÍTULO III

EL SEMINARIO

El seminario es una forma de investigación que se realiza en grupo. Se trata de una


modalidad que, por su naturaleza, ayuda al alumno a desarrollar y perfeccionar sus hábitos
de investigación científica. La finalidad, pues, del seminario no mira tanto a obtener
información novedosa cuanto a la formación de los participantes en el método de la
investigación.
Objeto del seminario es la investigación y discusión en grupo de un determinado
argumento, bajo la orientación de un profesor guía. En un nivel de iniciación, el seminario
no pretende superar el nivel actual de la investigación con respecto a un tema o problema,
pero sí recabar toda la información que se pueda, tratando de efectuar un estudio lo más
completo posible y desde diversos ángulos, según lo permitan los recursos de material
disponible, el tiempo con que se cuenta y el número de los participantes.
Existen diversas formas de organizar el seminario. Sin embargo, éstas se pueden
reducir al siguiente esquema, válido sobre todo a nivel de iniciación.
1. Selección del tema y orientación de la investigación.
Generalmente el tema del seminario es elegido en común entre el profesor guía y
los alumnos. El catedrático propone una lista de posibles temas o argumentos para que los
alumnos elijan entre ellos según sus intereses, o da algunas pistas para que los participantes
se orienten en su elección. No se deja total libertad a los alumnos, ya que el profesor debe
tener suficiente dominio sobre el argumento que se va a investigar o al menos sentirse en
sintonía con él, para poder dirigir bien a los estudiantes.
El tema puede ser:
a) Uno y único para todos: todos trabajan sobre el mismo punto, para llevar
después sus conclusiones al plenario y establecer allí la discusión. Tiene la ventaja de que
21
la discusión resulta más participada, pero es poco funcional en el caso de grupos grandes.
Esta modalidad se aplica sobre todo cuando los grupos son pequeños y el argumento a
investigar no es muy amplio y está bien focalizado. Por ejemplo, cuando se quiere
profundizar la obra de un autor determinado.
b) Uno, pero divergente: se estudia un único argumento general, pero confiando a
cada estudiante o grupo un aspecto distinto del mismo. Por ejemplo, si se investiga acerca
de la Independencia de Guatemala, se subdivide el tema general en otros tantos temas
relacionados: descripción de la época; las relaciones entre Guatemala y España; factores
que contribuyeron; personajes destacados; repercusiones en los ámbitos político,
económico, social; puntos de vista de distintos historiadores al respecto, etc.
c) Temas diversos pero convergentes. A cada miembro del grupo o a cada grupo
menor se le asigna un tema de investigación diferente, con la intención de encontrar un
punto de enlace en el momento de la puesta en común. Por ejemplo, estudiar distintas
escuelas de psicología (psicoanalítica, conductista, humanista, cognitiva, logoterapia) y
tratar de encontrar, por ejemplo, su manera de abordar la terapia de las fobias.
Después de presentado y aclarado el tema, el profesor da las necesarias
orientaciones metodológicas:
 el estado en que se halla la investigación sobre el tema,
 los problemas que se deben abordar,
 división del trabajo en subtemas,
 bibliografía disponible o fuentes de investigación,
 la metodología con que se va a trabajar,
 las etapas y momentos en que se va a desarrollar el seminario, etc.
 la calendarización de las sesiones y de las fases del trabajo.
2. División del trabajo
Establecido el proyecto de investigación, el trabajo se divide en grupos menores e
individualmente, de acuerdo a los subtemas o puntos que se deseen investigar. En base a
ello, se establecerá una fecha en la que cada grupo menor y/o cada participante irá
exponiendo a todo el grupo los resultados de su investigación, para su discusión e
integración.
Si el grupo de alumnos es grande, se subdivide en grupos de investigación más
pequeños, para que todos tengan participación. Si el grupo de estudiantes es pequeño, cada
uno investigará una parte por su cuenta, para poner después el resultado en común. Cada
grupo nombrará un coordinador y un secretario, que tomará nota de lo que se trabaje y
discuta en el grupo.

22
3. Búsqueda y recolección del material
De acuerdo a la programación establecida, cada participante comienza su
investigación, siempre bajo la guía y asesoría del profesor. Recuérdese que cada estudiante
debe presentar al plenario una relación, oral y escrita, de la parte que se le encomendó. Por
lo tanto, la investigación debe cumplir con todas las normas dadas anteriormente en lo que
se refiere a la búsqueda y recolección del material: elaboración de notas o fichas
bibliográficas, esquema, distribución y manejo del material, redacción, presentación de las
citas, notas, etc.
Entretanto, el profesor que dirige aprovechará las sesiones periódicas presenciales
para dar orientaciones, ya sea de tipo metodológico, o bien con respecto al tema mismo:
conocimientos básicos sobre el argumento investigado, puntos de vista sobre la
interpretación del argumento o de los autores investigados, etc. Así como también se tratará
de ir resolviendo las dudas o respondiendo a los cuestionamientos o dificultades que
puedan ir encontrando los alumnos en su investigación.
4. Relación y discusión
Después de haber dejado un tiempo prudencial para la investigación personal (o de
subgrupos), se ocupan las sesiones de seminario para la relación o exposición oral de los
resultados obtenidos, en orden progresivo, según los temas. A cada exposición seguirá una
discusión, dirigida siempre por el profesor, en la que se pedirán aclaraciones, se
cuestionarán algunos puntos, se harán observaciones al relator. El director hará una
conclusión de la discusión, resumiendo las observaciones y sugiriendo al relator las
modificaciones pertinentes al tema, ya sea de carácter metodológico o bien de contenido.
5. Redacción definitiva y conclusiones generales
Conforme los grupos o cada estudiante vayan presentando los resultados de sus
investigaciones y vayan recibiendo las respectivas correcciones y sugerencias, irán
modificando sus trabajos, de acuerdo a las observaciones que les hagan en la plenaria, para
llegar así a la redacción definitiva. Ésta podrá presentarse de nuevo al plenario, si se estima
conveniente, o bien será revisada solamente por el profesor.
Las últimas sesiones del seminario podrán ser dedicadas a acordar unas
conclusiones generales, que serán como el fruto logrado de la investigación.
Finalmente, si se estima pertinente, todos los trabajos particulares o de los grupos
menores podrán ser reunidos en un único texto, como producto final de la investigación.
Para ello es conveniente que se nombre una comisión de redacción y estilo del documento,
que asegure la unidad metodológica y estilística del trabajo.

23
6. Evaluación
La evaluación del seminario será hecha por el profesor guía, teniendo en cuenta los
siguientes aspectos:
a) interés y participación de cada estudiante y de los grupos en el proceso de desarrollo
del seminario;
b) empeño observado durante la etapa de la investigación y aprovechamiento de la
metodología adecuada;
c) capacidad de exponer el tema asignado, de defender sus argumentos y de valorar el
trabajo de los demás participantes;
d) elaboración del texto escrito y cumplimiento de las tareas asignadas en grupo;
e) validez y coherencia de las conclusiones a que llegaron los participantes.

24
APÉNDICES

APÉNDICE I: SUGERENCIAS PARA LA COMPRENSIÓN DE LECTURA

1. Una lectura general


Leer el texto con atención, de forma continuada, tratando de seguir el hilo del
razonamiento del autor y la conclusión a la que pretende llevar al lector. Es importante
ubicar bien la lectura. Para ello, mucha atención al prólogo o introducción e identificar los
motivos de la obra, el propósito del autor, argumento de que trata, estructura de la misma,
alcance, destinatarios… Si es una obra antigua: circunstancias históricas y culturales del
autor. Atender a:
 Tema: ¿de qué trata? ¿de qué me está hablando? Confrontar el contenido con el
título.
 Argumentos: ¿cuál es su tesis? ¿qué está pretendiendo demostrar? ¿cómo?
 Conclusión: ¿a qué conclusión o conclusiones llega?

2. Una lectura más cuidadosa


Se trata de ir leyendo en diálogo con el autor, tratando de interactuar con él
imaginariamente.
 Palabras que no entiendo: señalo y busco. Pongo atención sobre todo a las
palabras clave.
 Señalo o subrayo los párrafos principales
 Examino críticamente los argumentos del autor y las conclusiones a que llega:
¿estoy de acuerdo? ¿es objetivo? ¿da razones convincentes? ¿demuestra lo que
pretende?
 Expreso mis objeciones: ¿con qué no estoy de acuerdo?

3. Síntesis
Hago una síntesis de lo leído, tratando de resumir en pocas palabras lo expuesto por
el autor. Es como si contara a alguien el argumento del texto. Es bueno hacer esquemas o
resúmenes, resaltando:
 Ideas principales
 Ideas secundarias

4. Relacionar lo leído
La lectura, siempre con apertura de mente, se enmarca en el propio cuadro de
conocimientos, convicciones, valores, relacionándolo:

25
 Con otras lecturas
 Con otras materias

5. Modo de hacer la lectura


Atenta: procurar la mayor concentración, evitar otros estímulos distractores.
Ordenada: seguir el “hilo conductor” del autor, centrarse en el tema de fondo.
Activa: discernir lo más importante de lo menos importante, lo principal de lo
secundario.
Reflexiva: en diálogo con el autor: su tesis, argumentos que utiliza, conclusiones a que
llega.
Provechosa: tomar notas, hacer fichas, resúmenes, esquemas, mapas conceptuales…
Crítica: tomar distancia, confrontar lo leído con mis ideas, mis valores, con las
opiniones de otros autores o corrientes…

26
APÉNDICE II: EJEMPLOS DE FICHAS BIBLIOGRÁFICAS 20

Apellido del autor Nombre Título Ciudad Año

FREIRE Paulo,
Editorial N° de págs

Pedagogía del oprimido,


Siglo XXI Editores, México 1973. Págs. 245.
Traducción del portugués por J. Mellado.

Traductor

Puede ser útil poner la referencia


del lugar donde se localiza la obra

070
F 22 (IFS)
FARINA Rafael,
Metodología. Normas para la técnica del trabajo
científico, Publicaciones del Instituto Teológico
Salesiano, Guatemala 1979, págs. 345. Traducción del
italiano por A. Berenguer, M. Díaz, A. Martín

(Obra que describe con minuciosidad y gran riqueza de


ejemplos varios tipos de trabajo científico, en especial para
licenciatura y doctorado. Gran riqueza de ejemplos).

Se puede añadir una brevísima indicación sobre el contenido de la obra.

20
Tamaño usual: 12,5 x 7,5 cm. Suelen encontrarse en las librerías en papel cartulina.

27
APÉNDICE III: EJEMPLO DE FICHAS DE CONTENIDO21

FICHA DE CONTENIDO LITERAL

Indica que es una cita literal del autor Título de la ficha Referencia bibliográfica

A EL HOMBRE: GRANDEZA Y MISERIA

SHAKESPEARE, Hamlet (Acto II, escena II)

“¡Qué obra de arte es el hombre!


Cuán noble su razón, cuán infinitas sus potestades, su forma y movimientos cuán
exactos y admirables, qué semejante por sus actos a un ángel y por su comprensión a
un Dios; la hermosura del mundo, el modelo de todas las criaturas. Y sin embargo,
¿qué es para mí esta quintaescencia del polvo?” (p. 70)

Contenido de la ficha (entre comillas) N° de página en la obra leída

FICHA DE SÍNTESIS

Indica que es una síntesis del autor Título de la ficha Referencia bibliográfica

S ESCUELA NUEVA: PRINCIPIOS INSPIRADORES

FULLAT Octavi, Filosofías de la Educación


Escuela Activa o Escuela Nueva: Dewey (1896), Decroly (1907), Montessori (1909),
Kerschensteiner (1912)

Principios inspiradores:
1) Responde a los intereses y necesidades de los educandos.
2) La escuela es vida y no preparación para la vida.
3) La cooperación es más importante que la competencia.
4) Se aprende resolviendo problemas y no transmitiendo saberes.
Libertad, iniciativa, actividad; atención a los intereses, no pretender erudición.
(Págs. 341-343)

Contenido de la ficha N° de páginas en la obra leída

21
Tamaño sugerido: 15 x 10 cm.
28
APÉNDICE III: EJEMPLO DE ELABORACIÓN DEL ESQUEMA

DIVISIÓN NUMERAL
1. Capítulo 1
1.1 Título 1
1.1.1 Sub-división primera
1.1.2 Sub-división segunda
1.1.3 Sub-división tercera
1.2 Título 2
1.2.1 Sub-división primera
1.2.1.1 nueva sub-división
1.2.1.2 nueva sub-división
1.2.2 Sub-división segunda
1.3 Título 3… etc.
2. Capítulo 2
2.1 .Título 1
2.1.1 Sub-división primera
2.1.1.1 nueva sub-división
2.1.1.2 nueva sub-división
2.1.2 Sub-división segunda
2.2 Título 2
2.2.1 Sub-división primera
2.2.2 Sub-división segunda
3. Capítulo 3… etc

DIVISIÓN MIXTA
A. Capítulo I
I. Primera parte
a. Título 1
b. Título 2
c. Título 3
II. Segunda parte

29
a. Título 1
b. Título 2
III. Tercera parte
B. Capítulo II
I. Primera parte
a. Título 1
b. Título 2
c. Título 3
II. Segunda parte
a. Título 1
b. Título 2

30
APÉNDICE IV: EJEMPLOS DE REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
A continuación se presentan algunos ejemplos que pueden servir para la
presentación de la bibliografía en los trabajos de investigación documental. Se procura
seguir un modo sencillo y lógico a la hora de hacer el elenco de las obras. Como se dijo en
su momento, la bibliografía se ordena alfabéticamente, a partir del apellido del autor o los
autores. Si el trabajo exige consultar un buen número de obras, conviene clasificar también
la bibliografía de acuerdo a la naturaleza de los textos consultados.

A. Ejemplos de referencias de Fuentes

En el caso de las fuentes, conviene reportar aquellos datos que tienen que ver con la calidad
de la edición. El número de la edición se pone como exponente, junto al año, ya sea delante o
detrás de la fecha.
- ARISTÓTELES, Metafísica, Ed. Espasa-Calpe, Madrid 19758, págs. 324. Colección
Austral. Traducción del griego por Patricio de Azcárate.
- IDEM, Ética Nicomaquea, UNAM, México 1961, págs. 263. Versión, prólogo y notas
de A. Gómez Robledo.
- ASTURIAS Miguel Ángel, El Señor Presidente, Ed. Piedrasanta, Guatemala 19912,
págs. 323. Según edición crítica.
- CERVANTES SAAVEDRA Miguel de, Obras completas, Ed. Aguilar, Madrid 1949,
págs. 1815. Recolección, estudio preliminar, prólogos y notas, Ángel Valbuena
Portuguez.
- PLATON, Diálogos, Ed. Bruguera S.A., Barcelona 1974; págs. 217. Traducido y
editado por M. J. Ribas y A. González.
- ROUSSEAU Juan Jacobo, El contrato social, Ed. Aguilar, Madrid 1970, págs. 153.
Traducción del francés por Consuelo Berges.
- TITO LIVIO, Historia de Roma. Libro XXI, Ed. Instituto Antonio de Nebrija, Madrid
1946, págs. 156. Edición, notas y estudio preliminar por José Vallejo.

B. Ejemplos de referencias de Tratados o estudios, un solo autor

- AMURRIO Jesús, Clásicos del pensamiento político, Ed. Universitaria USAC,


Guatemala 1976, págs. 341.
- BETANCOURT Rómulo, Hacia América Latina democrática e integrada, Ed. Taurus,
Madrid 19693, págs. 265.
- POSTIC Marcel, Observación y formación de los profesores, Ediciones Morata,
Madrid 1996, págs. 335. Traducción del francés por Gonzalo Gonzalvo Mainar.
- SAVATER Fernando, El valor de educar, Ed. Ariel, Barcelona 2001, págs. 223.
- VATTIMO Gianni, La sociedad transparente, Ed. Paidós, Barcelona 1990, págs. 172.
Traducción del italiano por Teresa Oñate.

31
C. Ejemplos de referencias de Tratados o estudios, varios autores

Si son dos o tres autores, se escriben sus apellidos separados por un guión. En el caso de más
de tres autores, se escribe el apellido del primero según orden alfabético, o el responsable de
la edición, seguido, entre paréntesis, de la expresión latina “et alii” (et al.), que significa “y
otros”. Si la obra es en varios volúmenes, se hace constar el número del volumen consultado.
- BRAIDO Pietro (et al.), Educar. Pedagogía y Didáctica, vol. I, Ed. Sígueme,
Salamanca 1967, págs. 790. Trad. del italiano por J.M. Prellezo.
- LÁZARO CARRETER F. – CORREA CALDERÓN E., Cómo se comenta un texto
literario, Ed. Cátedra, Madrid 199833, págs. 205.
- HANSON B. – NELSON S. – FEYERABEND O., Filosofía de la ciencia y religión,
Ed. Sígueme, Salamanca 1976, págs. 156. Trad. del inglés por José L. y J. Coy.

D. Ejemplos de referencias de un texto escrito en colaboración

Al inicio se pone el apellido y nombre (o iniciales) del autor consultado; el título del capítulo
o artículo leído se pone entre comillas, y luego los datos de la obra completa. El número de
páginas corresponde al inicio y término del capítulo o artículo en cuestión.
- HANSON N. R., “El dilema del agnóstico”, en HANSON B. – NELSON S. –
FEYEREBEND O., Filosofía de la ciencia y religión, Ed. Sígueme, Salamanca 1976;
págs. 19–25. Trad. del inglés por José L. y Juan J. Coy.
Si uno de los autores es responsable o director de la obra, se señala con (dir.).
- CAPARRÓS Antonio, “El pensamiento antropológico de Sigmund Freud”, en LUCAS
Juan de Sahagún (dir.), Antropologías del siglo XX, Ed. Sígueme, Salamanca 1976,
págs. 101–124.
- WOOLHOUSE Roger, “John Locke”, en HONDERICH Ted (et al.), Los filósofos.
Una introducción a los grandes pensadores de Occidente, Ed. Tecnos, Madrid 20092,
págs. 105–114. Traducido del inglés por Carmen García Trevijano.

E. Ejemplos de referencias de artículos de diccionarios o enciclopedias

Si el autor del artículo consultado es también el autor de todo el diccionario:


- FERRATER MORA José, “Escolástica”, en IDEM, Diccionario de Filosofía, vol. II,
Alianza Editorial, Madrid 1979, págs. 978–983.
Cuando el autor del artículo consultado forma parte de una gran obra escrita por varios:
- VERES D‟OCÓN Ernesto, “Cervantes Saavedra, Miguel de”, en Gran Enciclopedia
RIALP, t. V, Ed. RIALP, Madrid 1971, págs. 542–547.
Si la obra está en otro idioma, la referencia se hace en la lengua original. Si no aparece algún
dato, se hace constar, entre corchetes:
- FYNEK Rychard, “Education, Philosophy of”, en Collier‟s Encyclopedia, t. 8, The
Crowell-Collier Publishing Company, [no ciudad] 1964, págs. 581–584.

32
- [n.a.] “Quijote”, en Enciclopedia Universal Ilustrada. Europeo Americana, t. 48,
Espasa-Calpe, Madrid-Barcelona 1958, págs. 1117–1214.

F. Ejemplos de referencias de artículos de revistas

El título del artículo consultado se pone entre comillas, después del apellido y nombre del
autor; a continuación el título de la revista, en cursiva; luego el número de la revista; el año,
entre paréntesis; finalmente, los números de página de inicio y final del texto.
- ACEVEDO Carlos, “Balance global del proceso de negociación entre el gobierno y el
FMLN”, en Estudios Centroamericanos (ECA) 519–520 (1992) 15–53.
- ARIAS MURILLO Francisco Antonio, “Dimensión sociológica de la globalización
frente a la identidad en la cultura latinoamericana”, en Cuadernos de Filosofía
Latinoamericana 94 (2006) 59–66.
- LOBO José A., “Marx y los movimientos sociales”, en Estudios Filosóficos 32 (1983)
9–48.

G. Ejemplos de referencias de artículos de periódicos

De manera semejante a los artículos de revista, se pone el apellido y nombre del autor (si lo
hay), el título del artículo entre comillas; el nombre del periódico, en cursiva; la ciudad y la
fecha correspondiente; finalmente, el número o números de páginas que comprende.
- “Editorial: Los fondos del IGSS no son piñata”, en Siglo XXI, Guatemala, Miércoles 20
de septiembre de 2000, pág. 14.
- MARÍAS Julián, “Unamuno y los jóvenes de mi generación”, en La Vanguardia
Española, Barcelona, 9 de enero de 1998, pág. 7.
- SANDOVAL Mario Antonio, “La justicia está en el banquillo”, en Prensa Libre,
Guatemala, miércoles 3 de octubre de 2012, p. 16.

H. Ejemplos de referencias de obras en internet

- CERVANTES SAAVEDRA Miguel de, El ingenioso hidalgo Don Quijote de la


Mancha, Edición virtual, Parte I.pdf, Portal Educativo EducaCYL.
Cf.http://www.educa.jcyl.es/educacyl/cm/gallery/Recursos%20Infinity/tematicas/webq
uijote/pdf/DONQUIJOTE_PARTE1.pdf (Consultado el 5 de Octubre de 2012)

- TOMÁS DE AQUINO, Suma Teológica, Edición virtual.


Cf. http://hjg.com.ar/sumat/ (Consultado el 10 de septiembre de 2011)

- IOVANOVICH Marta Liliana, El pensamiento de Paulo Freire: sus contribuciones


para la educación, Edición virtual.pdf
Cf. http://biblioteca.clacso.edu.ar/ar/libros/freire/iovanovich.pdf (Consultado el 5 de
octubre de 2012)

33
APÉNDICE V: EJEMPLOS DE REFERENCIAS EN TEOLOGÍA

A. Ediciones de la Sagrada Escritura

Las notas o citas de la Biblia se escriben como de costumbre, es decir, el título del libro
abreviado, el número del capítulo y el o los versículos. Ej.: Jn 1,12-14. La referencia se puede
hacer junto al texto citado, entre paréntesis, o bien en nota aparte. Sin embargo, en la
bibliografía habrá que citar los datos completos de la versión de la Biblia consultada. Ejs.:

- Biblia de Jerusalén, Ed. Desclée de Brouwer, Bilbao 1998, págs. 1891.


- Nuevo Testamento Trilingüe, BOVER J. M. – O‟CALLAGHAN J. (ed.), Editorial
Católica, Madrid 1994, págs. 1380.
- Nueva Biblia Española, SCHÖKEL Luis Alonso – MATEOS Juan (ed.), Cristiandad,
Madrid 1975; págs. 1980.
- Nova Vulgata. Bibliorum Sacrorum Editio, Auctoritate Iohannis Pauli Pp. II
promulgata, Libreria Editrice Vaticana, Ciudad del Vaticano 1979, págs. 2155.

B. Documentos del Magisterio


- DENZINGER Heinrich – HÜNERMANN Peter, El Magisterio de la Iglesia.
Enchiridion Symbolorum, Definitionum et Declarationum de rebus fidei et morum,
Ed. Herder, Barcelona 1999, págs. 1630. Versión castellana de la 38ª edición alemana.
Traductores: Bernabé Dalmau OSB, Constantino Ruiz, Eva Martín.
- Documentos del Vaticano II: Constituciones, Decretos, Declaraciones, Editorial
Católica, Madrid 1979, págs. 723.
- JUAN PABLO II, El Esplendor de la Verdad, Libreria Editrice Vaticana, Ciudad del
Vaticano 1993, págs. 149.
- BENEDICTO XVI, Verbum Domini. Exhortación Apostólica Postsinodal, EDIBESA,
Madrid 2010, págs. 198.
- Código de Derecho Canónico, Edición bilingüe, fuentes y comentarios de todos los
cánones. Antonio Benlloch Poveda (dir.), Edicep, Madrid 19948, págs. 822. Según la
versión castellana de la Conferencia Episcopal Española.
- CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE, De Aborto procurato.
Declaración sobre la práctica del Aborto (18 de noviembre de 1974), en
GUERRERO F. (ed.), El Magisterio Pontificio Contemporáneo, Editorial Católica,
Madrid 1991; vol. I, págs. 482 – 492.
- V CONFERENCIA GENERAL DEL EPISCOPADO LATINOAMERICANO Y
DEL CARIBE, Discípulos y misioneros de Jesucristo para que nuestros pueblos en Él
tengan vida. Documento Conclusivo. (Aparecida, Brasil, Octubre de 1992), Editado
por CELAM, San Pablo, Paulinas, Bogotá 20072, págs. 311.

34
C. Documentos en la red
- BENEDICTO XVI, Porta Fidei. Carta apostólica en forma de motu proprio con la
que se convoca el año de la fe,
cf.http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/motu_proprio/documents/hf_ben-
xvi_motu-proprio_20111011_porta-fidei_sp.html (Consultado el 02.10.2012)

- CONGREGACIÓN PARA EL CULTO DIVINO Y LA DISCIPLINA DE LOS


SACRAMENTOS, Redemptionis Sacramentum, Instrucción Sobre algunas cosas
que se deben observar o evitar acerca de la Santísima Eucaristía.
cf.http://www.vatican.va/roman_curia/congregations/ccdds/documents/rc_con_ccdds_doc_2
0040423_redemptionis-sacramentum_sp.html (Consultado el 05.18.2011)

ALGUNOS TIPOS DE REFERENCIAS ESPECIALES


Hay que recordar que los documentos pontificios se identifican por los términos latinos con
que inician, y cada uno de sus párrafos se suelen numerar progresivamente. De tal modo que
las referencias que se hagan en el transcurso del trabajo tendrán en cuenta estos elementos
para su identificación. Sin embargo, en la bibliografía final se pondrán los datos completos
de la fuente. Ejemplos de citas:
- VATICANO II, Sacrosanctum Concilium, 5. (o bien: Sacrosanctum Concilium 5, o
simplemente SC 5)
- PABLO VI, Populorum Progressio, 7. (o bien: PP 7)
- BENEDICTO XVI, Verbum Domini, 10. (o bien: VD 10)

El Código de Derecho Canónico se cita de acuerdo a las iniciales del nombre latino (Codex
Iuris Canonici), especificando el número del canon y del párrafo, si lo tiene. Ejemplos:
- CIC 119
- CIC 124, § 2.
De forma semejante en el caso del Catecismo de la Iglesia (Catechismus Ecclesiae
Catholicae). Ejemplos:
- CEC 119
o bien:
- Catecismo de la Iglesia Católica, 1524.
En el caso de los documentos del Episcopado Latinoamericano, se ha optado por citar la
ciudad donde se llevó a cabo la Conferencia General. Ejemplos:
- Santo Domingo, 25.
- Aparecida, 126.

35
Las obras de los Padres de la Iglesia y de los Teólogos medievales tienen su propia forma de
ser citados, aunque igualmente en la bibliografía final habrá que dar los datos completos de
la fuente que utilizó el investigador. Algunas de estas obras están divididas en libros,
capítulos y párrafos. Ejemplo:
- SAN AGUSTÍN, Confesiones, Lib. V, cap. 3, n. 4.
La obra Breviloquio, de San Buenaventura, está dividida en partes, capítulos y párrafos
numerados. Ejemplo:
- BUENAVENTURA, Breviloquio, Parte II, cap. 4, n. 3.
En el caso de la Suma Teológica de Santo Tomás, se cita según la parte, cuestión, artículo y
respuestas o argumentos que apoyan la tesis. Ejemplo:
- TOMÁS DE AQUINO, Suma Teológica, I-IIae, q.1, a.3, ad 2.

36
APÉNDICE VI: EJEMPLO DE PORTADA

UNIVERSIDAD MESOAMERICANA
FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS Y SOCIALES
DEPARTAMENTO DE FILOSOFÍA

EL PROBLEMA DE LA LLAMADA
“CUESTIÓN SOCRÁTICA”
Trabajo de investigación de la clase de Historia de la Filosofía Antigua

ALUMNO: JUAN RAMÓN VELÁSQUEZ


CATEDRÁTICO: DR. ROLANDO ECHEVERRÍA

Guatemala, 20 de marzo de 2010

37
BIBLIOGRAFÍA

- ECO Umberto, Cómo se hace una tesis. Técnicas y procedimientos de investicaci´n,


estudio y escritura, Ed. GEDISA, Barcelona-México 19866, págs. 267. Traducción
del original italiano por Lucía Baranda y Alberto Clavería.

- FARINA Rafael, Metodología. Normas para la técnica del trabajo científico,


Publicaciones del Instituto Teológico Salesiano, Guatemala 1979, págs. 345.
Traducción del original italiano por A. Berenguer, M. Díaz y A. Martín.

- GARCÍA J.M. – LUJÁN J., Guía de técnicas de investigación y cuaderno de


trabajo, Serviprensa Centroamericana, Guatemala 198516, págs. 193.

- GUIDICI Maurice, Entrenamiento para la lectura rápida y eficaz, Ed. Mensajero,


Bilbao 1979, págs. 182. Traducción del francés por M. Churruca.

- LITTON Gastón, La investigación académica, Bowker Editores, Buenos Aires


1971, págs. 185.

- MIRA Y LÓPEZ Emilio, Cómo estudiar y cómo aprender, Ed. Kapelusz, Buenos
Aires 19737, págs. 111.

- PRELLEZO José Manuel, Schemi di metodologia generale del lavoro scientifico,


Università Pontificia Salesiana, Roma 1983 (mimeo), págs. 48.
- TABORGA Huáscar, Cómo hacer una tesis, Ed. Grijalbo, México 198810, págs.
220.
- ZUBIZARRETA Armando, La aventura del trabajo intelectual. Cómo estudiar e
investigar, Addison-Wesley Iberoamericana, México 19862, págs. 198.

38
INDICE

INTRODUCCIÓN .............................................................................................................................. 1
EL TRABAJO DE INVESTIGACIÓN ............................................................................................... 2
1. Elección y delimitación del tema ................................................................................................ 3
2. Búsqueda de las fuentes de información ..................................................................................... 3
3. Bibliografia general y particular.................................................................................................. 4
4. Referencias bibliográficas ........................................................................................................... 5
5. Recolección del material ............................................................................................................. 6
5.1 Cómo leer .................................................................................................................................. 6

5.2 Recoger la información ............................................................................................................. 8

6. Esbozo de esquema ..................................................................................................................... 9


7. Primera redacción...................................................................................................................... 10
7.1 Título ....................................................................................................................................... 11

7.2 Sumario ................................................................................................................................... 11

7.3 Introducción ............................................................................................................................ 11

7.4 Cuerpo central ......................................................................................................................... 11

7.4.1 El texto ............................................................................................................................. 11

7.4.2 Las notas .......................................................................................................................... 13

7.5 Conclusión............................................................................................................................... 15

7.6 Apéndice(s) ............................................................................................................................. 15

7.7 Bibliografía ............................................................................................................................. 16

7.8 Indice ....................................................................................................................................... 16

8. Revisión crítica y redacción definitiva ...................................................................................... 16


9. Detalles de presentación ............................................................................................................ 17

39
LA RECENSIÓN .............................................................................................................................. 19
1. Descripción bibliográfica .......................................................................................................... 19
2. Descripción general ................................................................................................................... 19
3. Síntesis del contenido ................................................................................................................ 20
4. Juicio crítico .............................................................................................................................. 20
EL SEMINARIO ............................................................................................................................... 21
1. Selección del tema y orientación de la investigación. ............................................................... 21
2. División del trabajo ................................................................................................................... 22
3. Búsqueda y recolección del material ......................................................................................... 23
4. Relación y discusión.................................................................................................................. 23
5. Redacción definitiva y conclusiones generales ......................................................................... 23
6. Evaluación ................................................................................................................................. 24
APÉNDICES ..................................................................................................................................... 25
APÉNDICE I: SUGERENCIAS PARA LA COMPRENSIÓN DE LECTURA .............................. 25
1. Una lectura general................................................................................................................ 25

2. Una lectura más cuidadosa .................................................................................................... 25

3. Síntesis .................................................................................................................................. 25

4. Relacionar lo leído ................................................................................................................ 25

5. Modo de hacer la lectura ....................................................................................................... 26

APÉNDICE II: Ejemplos de fichas bibliográficas ............................................................................ 27


APÉNDICE III: Ejemplo de fichas de contenido.............................................................................. 28
APÉNDICE III: Ejemplo de elaboración del esquema ..................................................................... 29
APÉNDICE IV: Ejemplos de referencias bibliográficas .................................................................. 31
A. Ejemplos de referencias de Fuentes .......................................................................................... 31
B. Ejemplos de referencias de Tratados o estudios, un solo autor ................................................ 31
C. Ejemplos de referencias de Tratados o estudios, varios autores .............................................. 32
D. Ejemplos de referencias de un texto escrito en colaboración ................................................... 32
E. Ejemplos de referencias de artículos de diccionarios o enciclopedias ..................................... 32
F. Ejemplos de referencias de artículos de revistas ...................................................................... 33
40
G. Ejemplos de referencias de artículos de periódicos .................................................................. 33
H. Ejemplos de referencias de obras en internet ........................................................................... 33
APÉNDICE V: Ejemplos de referencias en teología ........................................................................ 34
A. Ediciones de la Sagrada Escritura ............................................................................................. 34
B. Documentos del Magisterio ...................................................................................................... 34
C. Documentos en la red ................................................................................................................ 35
Algunos tipos de referencias especiales ............................................................................................ 35
APÉNDICE VI: Ejemplo de Portada ................................................................................................ 37
BIBLIOGRAFÍA............................................................................................................................... 38
INDICE ............................................................................................................................................. 39

41

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