Abstract

Educación permanente

La educación permanente comienza a ser difundida luego de la segunda mitad del siglo XX
abarcando de manera amplia la educación para la vida en sociedad y no únicamente como la
educación de los adultos que no han logrado completar los niveles de escolaridad obligatorios.

Surge ante la necesidad de las personas adultas de tener una formación continua, y el derecho
de las mismas a seguir construyendo conocimientos socialmente significativos. Tiene además
una concepción pedagógica que viene a cambiar lo establecido, la cual cree que no hay un
tiempo determinado para educarse, sino que además de ser un derecho, la educación es una
construcción social que necesita de todos los actores que forman la mismas, y como tal debe
ser un proceso permanente en la vida de los ciudadanos que constituyen la sociedad.

Comprendiéndolo de esta manera es que podemos comenzar a dimensionar los aspectos que
aquí se contienen. Surgiendo dos vertientes por un lado está la educación de adultos y por el
otro la animación sociocultural.

La educación de adultos, que en sus comienzos se da desde la perspectiva social de completar

lo que no se ha hecho a tiempo, entendiendo que el tiempo para estudiar es el de la infancia y
la adolescencia y que luego de esto los procesos cognitivos comienzan a deteriorarse por lo
que no es tan efectiva la formación, va convirtiéndose debido al avance de la pedagogía y la
psicología (de la mano de la psicología cognitivista y constructivista), dejando así de ser
exclusivamente una enmienda de aquello que no se hizo bien.

Debido a la formación de las nuevas generaciones cada vez más específica y con necesidad de
conocimientos avanzados, ha provocado que las generaciones anteriores queden en niveles
desiguales de formación, por lo que tienen la necesidad de complementarla, a un nivel que
anteriormente no era necesario, pero que en la actualidad si lo es. Este proceso se va a llamar
“teoría del efecto desnivelador”.

La animación socio-cultural por otro lado tiene como objetivo principal propiciar la
participación activa de los adultos y de los grupos sociales en la vida cultural y social. Su
objetivo transcurre en la trasformación de la misma, mejorar la calidad de vida y la creación de
cultura y recreación de ella.

Sin embargo no todas las corrientes han comulgado con la idea de la transformación social en
sí. Existen corrientes que buscan perpetuar el orden social, teniendo como función contribuir
a sostener estas estructuras. Por otro lado están las que quieren realizar una transformación,
pero fomentándolo mediante las relaciones sociales, centrándose en la comunicación,
interacción y formación cultural. Y existen también las que desean modificar las estructuras
económicas y sociales a través de la concientización, entendiendo a la animación socio-cultural
como proceso político.

La educación permanente como parte del sistema educativo, se encuentra en constante

tensión, producto de los distintos intereses económicos y también culturales, pero viene como
parte de una concepción que cree en la educación como un proceso que no debe finalizar.