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Factótum 8, 2011, pp.

36-47
ISSN 1989-9092
http://www.revistafactotum.com

Dos lecturas de Ser y tiempo


Alejandro Escudero Pérez

Universidad Nacional de Educación a Distancia (España)


E-mail: aescudero@fsof.uned.es

Resumen: Ser y tiempo, el libro que Martin Heidegger publicó en 1927, combinaba la pregunta griega por el ser
con la pregunta moderna por el hombre. En este artículo compararemos dos lecturas filosóficas, i.e. la
existencialista y la ontológica (desarrolladas en un marco distinto al propio de la historia de la filosofía), que
intentan hacerse cargo de esas dos decisivas cuestiones.
Palabras clave: Martin Heidegger, pregunta por el ser, existencia humana, comprensión, diferencia ontológica.

Abstract: Being and time, Martin Heidegger's book published in 1927, combined the Greek question for the being
with the Modern question for the man. In this article two philosophical readings of Being an time are compared,
i.e. the existentialist and ontological ones (developed in a frame different from the proper one of the history of the
philosophy), that in turn try to account for those two decisive questions.
Keywords: Martin Heidegger, question of being, human existence, comprehension, ontological difference.

Reconocimientos: Este artículo ha sido elaborado dentro del Proyecto de Investigación FFI2009-11921,
denominado "Interpretación y verdad en la hermenéutica fenomenológica", dirigido por Ramón Rodríguez García.

1. Introducción La meta del artículo va a ser aclarar qué


tipo de lectura proponemos, señalando qué las
Leer hoy filosóficamente Ser y tiempo distingue de otras interpretaciones también
(Heidegger, 2000) es una tarea y un reto posibles.2 El fin, pues, es mostrar con la mayor
fascinante.1 El primer tratado de Martin claridad que podamos nuestra perspectiva
Heidegger por su riqueza y profundidad, por el general sobre el texto que nos ocupa, indicando
lugar clave que ocupa en el seno de la filosofía por ejemplo qué cuestiones nos parecen más
moderna y contemporánea, etc., solicita importantes y dónde cabe poner los acentos. Y
nuevas lecturas, reclama interpretaciones para conseguir esta aclaración el camino más
filosóficas en las que se lo tome como guía para directo es, nos parece, contrastarla
seguir planteando los problemas que nos expresamente con otra línea de lectura e
atañen y conciernen. interpretación.
Como cualquier texto que merezca el
apelativo de “clásico”, Ser y tiempo permite y
alienta la realización distintos recorridos por 2. Las dos lecturas de Ser y tiempo:
sus páginas. Lo que a nuestro juicio merece ser existencialismo vs. ontologismo
desarrollado es una interpretación que, además
de ser fiel al texto, pretenda principalmente De manera general puede decirse que
abrir, a partir de una discusión de sus respecto a Ser y tiempo, en razón por una
hallazgos, una vía de indagación en el ámbito parte a su contenido y por otra a la propia
filosófico. situación de la filosofía, ha habido dos grandes
líneas exegéticas: una “existencialista”,
1 predominante entre los años cuarenta y los
Una lectura filosófica –con consecuencias filosóficas– se sitúa
más acá de los parámetros, legítimos en su orden propio, de las
2
lecturas que proceden de la Historia de la Filosofía (estas son, por Nos referimos, conviene dejarlo asentado desde el principio, sólo
decirlo así, más ‘seguras’ pero pagan esa seguridad con un precio al tipo de lectura. La lectura como tal, con todos sus detalles, puede
muy caro: su esterilidad filosófica). encontrarse en Escudero Pérez (2010a).

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sesenta del siglo XX, y otra “ontológica”, de cuentas, es de verdad relevante. Además
predominante desde los años setenta hasta su lectura es un buen ejemplo de una
hoy. En este panorama, ¿dónde podría interpretación realizada desde claves
ubicarse la lectura que vamos a proponer? contemporáneas que, por eso mismo, ha
Nos gustaría pensar que en el filo que une y resultado ser, con razón y por méritos
separa ambas perspectivas de propios, especialmente influyente entre
interpretación. ¿Por qué? Porque creemos, nosotros.
como ahora argumentaremos, que ambas, Aunque acudiremos para cuestiones
por razones inversas, son insuficientes, puntuales a otros libros suyos atenderemos
sobre todo de cara a lo que debe exigirse a básicamente a lo que expone en Heidegger y
una lectura filosófica. su tiempo (Martínez Marzoa, 1999).
El motivo básico de su respectiva Insistimos en que lo que principalmente
insuficiencia está, desde nuestro punto de nos interesa de su lectura no es su fidelidad
vista, en que no han tomado como hilo a los textos de Heidegger sino, además de
conductor la intrínseca aporeticidad del eso y sobre todo, si lo que obtiene de ella es
programa filosófico propuesto y desarrollado filosóficamente consistente o no (algo así es
por Heidegger en la segunda década del arriesgado, sin duda, pero si no se asume
siglo XX.3 Constatan, como no puede ser ese riesgo cualquier empresa filosófica sería
menos, su interrupción, pero no consiguen enteramente superflua).
esclarecer las profundas causas de este Para empezar vamos a resumir las ideas
hecho incontrovertible. principales de este libro, después, las
Las lecturas existencialistas tienden a discutiremos con el propósito de precisar
restar importancia a que la pregunta cuál es nuestra línea interpretativa.
principal sea la pregunta por el ser. Lo que
les interesa es la analítica del Dasein, pues
3. La interpretación de Felipe
es lo único que les parece filosóficamente
posible, pertinente y necesario. Las lecturas Martínez Marzoa
ontológicas, en cambio, subrayan la primacía
En los dos primeros capítulos Martínez
de la pregunta por el ser en general, pero
Marzoa explica cómo surge la cuestión
sin ocuparse expresamente de mostrar con
filosófica y cuál es la formulación más apta
detalle qué hay en la analítica del Dasein
para recoger su contenido. Su explicación
que pueda, a la postre, dificultar el adecuado
comienza, como ha hecho en otros libros,
planteamiento de la pregunta filosófica
describiendo el fenómeno que denomina
primordial, impidiendo,en última instancia el
“determinación” o “fijación”, y al que
logro de una respuesta coherente. Todo esto
nosotros, por nuestra parte, llamaríamos tal
dicho en general, sin ánimo de minusvalorar
vez “regionalización” o algo parecido. Su
sus respectivos logros, y sólo como inicial
importancia reside en que se trata de un
caracterización de unas insuficiencias que
fenómeno originario: ya siempre hay tal
nuestra exégesis intentará sortear.
cosa, aunque no siempre acontezca de la
Una discusión con varios de los libros misma manera.
que interpretan Ser y tiempo, por
Inmediatamente estamos inmersos y
interesante que fuese, haría de este artículo
nos encontramos en medio de una precisa y
algo excesivamente prolijo y enmarañado.
determinada multiplicidad óntica
Por ello, y para exponer el contraste que nos
estrictamente correlativa e inseparable de
parece pertinente e imprescindible, nos
nuestros modos de saber, experiencia,
limitaremos a indicar las principales
comprensión. A esto remite, por ejemplo, la
diferencias entre nuestra línea de lectura y
expresión de Heidegger ser-en-el-mundo. El
la que ha propuesto el filósofo Felipe
factum, descrito desde nuestra perspectiva,
Martínez Marzoa. El principal motivo de esta
consiste en la necesaria instalación en un
elección es que su interpretación de los
campo fenoménico, en el plano óntico, en el
textos de Heidegger es propiamente
que podemos acceder a múltiples modos de
filosófica: no sólo pretende describir lo se
ser de lo óntico. Es ahí donde tiene lugar,
dice en ellos, sino que intenta extraer de
cada vez y en cada caso, la determinación y
ellos tesis filosóficamente sostenibles como
comparecencia, lo que Martínez Marzoa
tales; o sea, intenta hacer lo único que, a fin
llama también la “fijación”. En efecto:
3
Ser y tiempo es una combinación de valiosos hallazgos y
supuestos procedentes del Idealismo propio de la filosofía “Cada vez que abordamos algo, lo
moderna, unos supuestos que terminaron arruinando aquellos hemos situado de antemano en una u otra
hallazgos. Una exposición amplia de esta tesis puede encontrarse perspectiva, lo hemos tomado “como” esto
en Escudero Pérez (2010b, 2011a).

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o aquello, “como” este o aquel tipo de Cuando el estar siendo algo de algo, y
cosa. Este previo “tener por” es, desde por el propio desarrollo y decurso del saber
luego, merecedor de continua revisión; lo o la experiencia óntica en la que eso
que nunca ocurre es que no lo haya, pues,
comparece, resulta problemático se vuelve
si no hubiésemos tomado de una u otra
manera la cosa en cuestión, sencillamente dudoso e incierto, entonces despunta la
no estaríamos en relación alguna con ella y pregunta filosófica. El nexo, hasta ahora
nada sabríamos ni nos plantearíamos a firme y sólido, entre el saber, el sentido y su
propósito de ella.” (Martínez Marzoa, 1996: verdad, de repente se deshace, y la
7) consistencia interna de un modo de ser, de
un ámbito de experiencia, se resquebraja.
Ocurre, pues, que los entes se definen Hay que decir que la pregunta filosófica
por o a través de propiedades y relaciones -la pregunta por el ser de los entes (allí
que los agrupan y reúnen en ámbitos o donde su ser se ha hecho problemático)- es
regiones, y que los saberes en los que eso compleja. En su formulación inicial le
acontece -y sobre los que se sostiene corresponde, por la manera en que ha
nuestro existir mundano, y con él las surgido, preguntar por el posible modo de
posibilidades que podemos ejercer- se ser de un ente, de una región de lo óntico;
articulan a partir de preguntas -o, mejor es, pues, una pregunta “ontológico regional”.
dicho: a partir de respuestas vigentes- Pero en tanto cada región remite de algún
referidas a qué entes son, en tal o cual modo a las demás, la conmoción en un
esfera de la experiencia, y qué son esos modo de manifestarse lo óntico afecta y
entes (aquí tiene sentido hablar de saberes concierne a los otros modos de presentarse
científicos, técnicos, éticos y políticos, los entes. Se dibuja, así, a la vez que la
artísticos, religiosos, etc.). pregunta ontológico regional, la posibilidad y
A partir de este planteamiento, que la necesidad de una pregunta que puede
requeriría, desde luego, un desarrollo que llamarse “ontológico general”. Pero ¿de qué
ahora no es posible, importa destacar ante trata propiamente esta? Varios textos de
todo que los modos de presencia óntica Martínez Marzoa nos ayudan a precisar y
remiten unos a otros, a la vez que ampliar este conjunto de ideas:
mantienen su mutua irreductibilidad. La
delimitación o fijación de una región, de un “La exigencia de totalidad ha surgido
modo de ser, sólo es posible en relación a de la pregunta por la posibilidad misma de
otras regiones distintas: remitiendo a ellas, que haya cosa; ha surgido, en efecto, de la
necesariamente, en su propio y peculiar cuestión de en qué consiste el
discernimiento en sí mismo [...] Así pues,
acontecer. Con lo cual resulta apuntada,
hemos contemplado, para la pregunta por
implícitamente aún, la noticia de una posible la posibilidad del discernimiento mismo, un
“totalidad” que reúne de algún modo los tipo de tratamiento que remite de una cosa
diferentes modos de ser, que se recortan a las demás cosas y así en todo caso a la
unos sobre otros. totalidad.” (Martínez Marzoa, 1999: 11)
La cuestión es: ¿cuándo surge la
pregunta filosófica y de qué pregunta se “La pregunta se refiere, pues, a ente
trata? Cuando suceden, más o menos a la sin exclusión de ente ni tipo de ente ni
vez, dos cosas; dice Martínez Marzoa: ámbito alguno de lo ente.” (Martínez
Marzoa, 1999: 18)

“[E]l caso es que la pregunta misma


“Por lo tanto, el fundamento de toda
comporta algo así como un desapego frente
ontología es: la distinción entre lo ente y el
a la cosa [el ente] y a las cosas en su
ser; la consideración de que, puesto que
conjunto; no es motivo de pregunta aquello
esto es... y aquello es..., hay también -y
en lo que sencillamente se está; es
ante todo- esto: ser; la cuestión de qué
cuestión aquello que de alguna manera se
queremos decir cuando decimos "ser", a
escapa o se pierde.” (Martínez Marzoa,
diferencia de cuando mencionamos un
1999: 11)
ente, uno u otro, cualquiera o inclusive
todos.” (Martínez Marzoa, 1974: 195)
“La cuestión de la cosa misma [el ente,
lo óntico] remite de cada cosa a la totalidad
“[L]o común a todas las ontologías,
de las cosas, pero esa misma cuestión sólo
constitutivo de la investigación ontológica
es posible ella misma porque hay algo así
como tal, es la diferencia misma de lo
como una ruptura con las cosas, una
ontológico respecto a lo óntico.” (Martínez
distancia frente a las cosas o un hundirse
Marzoa, 1999: 17)
de las cosas.” (Martínez Marzoa, 1999: 11)

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“La “diferencia” ha aparecido como lo conjunto, el programa filosófico que


común a todas las ontologías y lo que Heidegger elaboró en la segunda década del
confiere el carácter de ontología. La siglo XX? Un amplio texto nos lo explica:
cuestión es ahora si cabe definir un tipo de
investigación que tenga que ver no con
este o aquel modo de ser, sino con lo “Allí ciertamente [en Ser y tiempo] no
ontológico en cuanto tal, con “el ser” a se demuestra que cierto ente [el Dasein]
diferencia de “lo ente”, es decir, con la tenga la prioridad en cuestión, ni siquiera
diferencia misma.” (Martínez Marzoa, se señala de manera precisa cuál es el ente
1999: 18) de marras, ni se podría hacer lo uno ni lo
otro. Que se señale de modo eficaz a ese
ente sólo puede ocurrir en cuanto se lo
Hemos partido de la instalación fáctica pone de manifiesto en su peculiaridad, lo
en la multiplicidad de lo óntico desplegada cual tendrá que comportar, si en verdad
en un conjunto de saberes o modos de hay la preeminencia de la que se habla,
comprensión, y a partir de su intrínseca que el examen del peculiar modo de ser de
problematización llegábamos a una pregunta ese ente se encuentre, a lo largo de su
ontológica. Ésta, con y por su duplicidad, al mismo desarrollo, con que no se está
tratando en verdad de un particular modo
apuntar, a la vez, a una región y a un
de ser, sino de la cuestión misma del ser, y
hipotético conjunto de ellas, nos sitúa ante con que no se está refiriendo a un
la cuestión de la “diferencia”,4 tal como particular ámbito de entes, sino que está
sostenían los textos que acabamos de citar. arrancando frente a cualquier ente,
En este punto nos encontramos, y marcando la diferencia que es la cuestión
seguimos resumiendo la perspectiva del ser; o dicho de otra manera, deberá
esbozada por Martínez Marzoa, con una ocurrir que: lo que inicialmente podría
parecer el examen de en qué consiste ser
importante dificultad, que puede formularse
para un determinado ente, eso mismo en
así: su mismo desarrollo, manifieste no ser tal,
sino la cuestión misma del ser [...] Y esto
“La noción de esta investigación es son las tres “secciones” de la prevista
harto problemática. Por de pronto, y siendo primera parte de Sein und Zeit. La primera
así que todo preguntar parte de la sección es eso que todavía puede parecer
instalación cabe lo ente, lo ente concernido el análisis del peculiar modo de ser de
en la pregunta que ahora se esboza es todo cierto ente; la segunda desarrolla la
lo ente, no en el sentido de un presunto cuestión del “sentido” para lo descubierto
“todo de lo ente”, sino en el de que es en la primera; la tercera levanta acta de
concernido cualquier ente o tipo de ente o que el descubierto sentido manifiesta no
ámbito de lo ente. Pero esto precisamente ser sino el sentido de ser [en general] [...]
no dice nada, no delimita nada y no Así pues, en la expuesta cuestión de la
proporciona orientación alguna a la dirección u orientación de la pregunta del
investigación [...] La pregunta se refiere, ser, la opción por cierto ente sólo se
pues, a ente sin exclusión de ente ni tipo justificará por cuanto ese ente (o eso ente)
de ente ni ámbito alguno de lo ente. Pero, resultará no ser en verdad ente alguno o
a la vez, para ser en efecto alguna ámbito alguno de lo ente. Es eso que, si
pregunta, ha de tener alguna orientación o fuera algún ámbito de lo ente, sería el
dirección.” (Martínez Marzoa, 1999: 18) “hombre”, o, dicho de otra manera, eso tal
que, si cupiese una ontología particular de
ello, esa ontología sería la “antropología
Tras este recorrido, complejo y sinuoso,
filosófica”. El camino que hemos
llegamos a donde pretendíamos llegar: a la identificado con el proyecto de Sein und
interpretación que Martínez Marzoa ofrece de Zeit es entonces el de la patencia de que
Ser y tiempo. Es mérito de esta obra, a su no hay ninguna de las dos cosas que ahora
juicio, proporcionar una respuesta -que él, acabamos de entrecomillar. Esto se
en general, y con algunos matices, asume anuncia ya en la evidencia de que cosas
como válida- a la importante incógnita que como “mi ser” o “mi existencia” o como se
acaba de ser planteada. ¿Cómo entiende, en quiera llamar a eso, en efecto, son nada;
todo lo que hay o acontece en eso que
4
llamo “mi ser” es en todo caso el ser de
La diferencia ontológica tiene que ver directamente con el cada cosa en su propio modo de ser,
hecho, ya argumentado por Aristóteles, de que el “ser” no sea un
eventualmente de cualquier cosa, pero de
“genero supremo” o, dicho en términos de la lógica
nada más que unas y otras cosas, y nada
contemporánea, no sea una clase de clases. Así pues la totalidad
que pueda formar lo óntico, lo denominado “ente en total”, está, más que el ser de esta y aquella y la otra
también, en razón de la operación de la diferencia ontológica, cosa; si, por así decir, voy quitando todo lo
“destotalizada”, es decir, es algo abierto, no clausurado. Sobre que es el ser de una cosa o de otra cosa,
esto puede consultarse Gadamer (2002). Esta perspectiva, desde nada queda.” (Martínez Marzoa, 1999: 31-
luego, no ‘agota’ ni de lejos lo que puede decirse sobre la 32)
diferencia ontológica.

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4. Discusión de la interpretación de así, nuestra “no onticidad”. Antes de discutir


Felipe Martínez Marzoa este punto, veamos con más detalle el
significado de esta tesis:
Es el momento de discutir esta línea de
interpretación, haciendo hincapié, una vez “El ente que yo mismo soy no lo puedo
más en dos cosas: primero, que no delimitar, asignarle una porción
discutimos tanto la fidelidad a los textos determinada del ámbito total, como hago
como la sostenibilidad como tal de las tesis con la piedra frente al árbol, el animal, el
agua, etc., o incluso con lo “material”
que de ellos se extraen; segundo, que con
frente a lo “espiritual” o viceversa.”
todo esto sólo buscamos una caracterización (Martínez Marzoa, 1974: 198)
inicial de nuestro tipo de lectura, y no una
discusión filosófica a fondo y pormenorizada “[E]l “ser hombre” no es, como es el
de todos estos temas, tan complejos y “ser caballo” o el “ser olivo”, un
difíciles como, desde luego, y en último determinado modo (entre otros) de ser,
término, ineludibles. sino que es estar abierto al ser como tal,
En primer lugar, y a diferencia de lo que habitar de un lado a otro en la abertura del
ocurre en nuestra línea interpretativa, es mundo, en la que esto es de esta manera y
aquello de aquella otra; luego, en rigor, no
clara su tendencia a quitarle hierro a la
se trata del “ser hombre”, sino del ser
interrupción del programa de Ser y tiempo; como tal.” (Martínez Marzoa, 1974: 257)
en su libro Martínez Marzoa menciona lo que
denomina dos “fórmulas” a la hora de “[E]l mencionado “ser en el modo de la
plantear la pregunta por el ser (una la del Existenz” no puede ser entendido como un
Heidegger temprano, otra la del tardío), modo o forma particular de ser, ya que el
entendiendo que se trata, en el fondo, de ser “suyo”, con relación al cual el Dasein se
dos fórmulas perfectamente compatibles y, conduce, que le es abierto, que él
en todo caso, complementarias. ¿Por qué “comprende” y que el ha de ser como suyo,
defiende esto? Sobre todo, nos parece, no es ni más ni menos que el estar abierto
a... al ser de cuanto de una u otra manera
porque no considera -como hacemos
es; el ser del Dasein consiste en esa
nosotros- que el programa ontológico del abertura. Así, pues, la aludida “marca” no
joven Heidegger sea intrínsecamente reside en que la “referencia al ser” lo sea
aporético. precisamente a la Existenz, sino
En consonancia con esto, Martínez sencillamente en que es referencia al ser,
Marzoa no discute en absoluto la pretensión en que lo óntico en ese modo de onticidad
de este programa de filosofía primera de tiene lugar como despliegue de aquello que
sólo la interrogación ontológica puede
fundar la ontología de un modo óntico (esto
entender.” (Martínez Marzoa, 1985: 58-59)
es, en una analítica del Dasein tal y como la
desarrolla Heidegger). Se trata, sin duda, de
un asunto muy delicado, pues, en efecto, la Creemos que todo esto, sin ignorar ni
pregunta por el ser, pensamos, sólo se menospreciar la parte de verdad que sin
puede dirigir a los entes en tanto -sin por duda tiene, encierra numerosos problemas
eso eliminar o distorsionar la diferencia que ponen en entredicho su posible
ontológica- “ser” es, siempre, ser de los consistencia. Para empezar es discutible y
entes: “ser” (como aparecer, donación, dudoso el principal argumento que se ofrece
destinación o envío, etc.) no acontece con para resaltar la peculiaridad que lleva al
independencia o al margen del tener lugar Dasein (a cada uno de nosotros en tanto que
los entes como tales o como cuales. El Dasein) a erigirse en el ente “ejemplar y
problema está en si semejante constatación señalado” cara a la investigación ontológica.
implica sin más tener que buscar, o no, algo El argumento dice así:
así como un “ente ejemplar”, un “ente
señalado”, al que formularse en exclusiva la “Dentro del ámbito total de lo ente,
pregunta. Nosotros pensamos que no, que lo unos entes se delimitan frente a otros por
unas características determinadas. Pues
uno no conduce necesariamente a lo otro.
bien, precisamente yo mismo no me
Por lo que ahora nos interesa es mostrar encuentro jamás como un ente
cómo Martínez Marzoa -interpretando y determinado dentro de ese ámbito, como
defendiendo al Heidegger de los años veinte- localizado en algún punto de él; desde el
solventa esta cuestión. momento en que determino un ente, ese
En el texto que antes citamos, y en lo ente ya es algo que me hace frente en un
que a continuación aportaremos, el asunto determinado lugar, por lo tanto ya no es el
ente que yo mismo soy.” (Martínez Marzoa,
se resuelve argumentando que lo que resulta
1974: 198)
de la “analítica del Dasein” es, digámoslo

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No se trata, como acabamos de decir, de Marzoa, esta expresión encierra una


que esto sea enteramente falso, pero sí de ambigüedad, incluso una equivocidad, que a
que o se matiza mucho o lleva de cabeza y la vez, positivamente, moviliza el desarrollo
sin freno alguno a tesis insostenibles, de la indagación que se plasmó en Ser y
insostenibles para una perspectiva tiempo y, negativamente, al tratar de
ontológica que no considera que la pregunta resolverla, la llevó a un callejón sin salida.
filosófica sea, sin más, la “pregunta por el En efecto, y puesto que lo que
hombre”. La línea argumental de Martínez comprendemos es el ser “en general” -pues
Marzoa conduce, mezclando asuntos que si no fuese así la analítica del Dasein
deberían separarse con cuidado, de afirmar carecería de relevancia cara a una ontología
que ab initio estamos instalados o inmersos “universal”- la “comprensión de(l) ser”
en la multiplicidad de lo óntico a sostener incluye, a la vez, la comprensión de nuestro
que toda comparecencia o mostración tiene ser, y del ser de los entes distintos del ente
lugar “ante nosotros” (como si residiésemos que soy o somos nosotros (lo óntico
fuera de ese ámbito), y de aquí hay un paso, intramundano, para simplificar).
difícilmente evitable de defender, aunque A esta tesis no cabe hacerla, hasta aquí,
sea tácitamente, que esa comparecencia o objeción alguna. Sin embargo, esto no es
mostración acontece “por nosotros” (como todo. En su desarrollo, y en virtud de la
se insinúa en el texto citado; y esto, ¿no acción de prejuicios incuestionados por el
significa que nos erigimos en el Sujeto o programa filosófico de Heidegger, la analítica
Fundamento?). del Dasein acaba defendiendo la prioridad de
Este tipo de tesis e interpretaciones la autocomprensión; comprender el ser
suelen implicar también la idea de que en sería, eminentemente, para el Dasein,
Ser y tiempo, al fin y al cabo, “Dasein” comprender su ser. De hecho en aquellas
significa que soy o que somos el “lugar” (da) situaciones, que también las hay, en la que
donde se revela o abre el “ser” (sein). Desde esto no ocurre -por ejemplo, en la esfera de
este punto de vista, y sin que neguemos la la cotidianidad caída, donde el Dasein se
peculiaridad de nuestro modo de ser, aquello comprende a partir de lo que no es él-
que concede alcance ontológico general a la resultamos expropiados de nuestro ser, y en
analítica del Dasein es contradictorio porque, eso consiste lo que se denomina
entre otras cosas, emplea una distinción “impropiedad” o “inautenticidad”.
óntica (la del Dasein con otros entes) que a Una conclusión coherente con lo
la vez se ve obligada a negar, pues sólo anterior, pero completamente objetable: el
pueden diferenciarse propiamente modos de inicial equilibrio entre los dos vectores de la
ser que tengan algún contenido “positivo” comprensión del ser “en general” se rompe,
(sin que éste tenga por qué resultar creemos que unilateralmente, a favor de uno
indebidamente “sustancializado”, convertido de ellos, obligando a plantear y sostener,
en algo simplemente persistente por para poder seguir adelante con el programa
“esencial”, portador de una “esencia” filosófico, tesis sólo verosímiles e
invariable). En definitiva, y sabiendo que indiscutibles desde una concepción Idealista
esto exige una discusión más amplia, la tesis de la filosofía.
-propia de Ser y tiempo y que la lectura de Además de esto la lectura de Martínez
Martínez Marzoa justifica y asume- de que la Marzoa acepta, sin someterlo a ulterior
ontología necesita de una “fundación óntica”, discusión -algo que nosotros intentaremos
en el sentido dicho, no puede ser aceptada hacer, llevando el asunto hasta sus últimas
sin más, pues puede conducir a conclusiones consecuencias-, dos supuestos estrictamente
precipitadas y reiterativas respecto a la encadenados del primer programa filosófico
tradición Idealista. de Heidegger. Para mostrar de qué se trata
Otro aspecto controvertido en cualquier citaremos un texto suyo que, además, tiene
lectura filosófica del programa de Heidegger el interés de que explica con detalle cómo
hace referencia a lo que se menciona con la entiende el conjunto de Ser y tiempo:
expresión “compresión de(l) ser”. Nosotros
somos por entero, y eso nos define, “Recuérdese que iba a tener dos
comprendiendo de antemano “ser”, partes, cada una de ellas dividida en tres
comprensión que articula y posibilita el secciones, y que fue la tercera sección de
diverso trato con la multiplicidad de los la primera parte lo que resultó imposible
entes o con los entes en su multiplicidad. redactar. La primera sección (de la primera
Ahora bien, desde nuestra interpretación, y parte) es: la analítica ontológica del Dasein
a diferencia de la que promueve Martínez en cuanto que ella misma todavía no se ha
manifestado como cosa alguna otra que

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mera analítica del Dasein, es decir: análisis Marzoa ha intentado aclarar por qué una
del peculiar modo de ser de un cierto ente; determinada sección -y precisamente esa-
lo cual no quiere decir que no sea en el “resultó imposible redactar” (a menos que se
fondo (incluso ya en esta sección) más que
acepte como respuesta que no había, en el
eso. Es, por lo tanto, también esa sección
la que está orientada temáticamente a la fondo, nada más que redactar). Pero lo que
cotidianidad del Dasein. La referencia a la nos interesa ahora es otra cosa. Desde
cotidianidad se rompe desde el momento nuestra perspectiva, nuestra línea de lectura
en que, una vez conquistada una e interpretación, en este programa filosófico
caracterización provisional del ser del -tal y como ha sido descrito por él- se están
Dasein (esto es: de en qué consiste en el dando por supuestas, sin mayor
caso de ese ente el hecho de ser), esa argumentación, al menos dos cosas. En
caracterización pasa a ser analizada
primer lugar que lo que posibilita respecto al
críticamente desde el punto de vista del
“fondo sobre el cual” tiene lugar, o sea: de
Dasein la comprensión del ser es simétrico e
si aquello que (hasta ese momento idéntico con lo que, por decirlo así,
implícitamente) le ha servido de “sentido” “posibilita” al ser mismo, o dicho de otro
está o no a la altura de tal función. En modo: la condición de posibilidad de la
otras palabras: se pasa a la cuestión del comprensión es idéntica a la condición de
sentido del ser del Dasein, cuestión que se posibilidad de lo comprendido en ella (cf.
desarrolla a partir del parágrafo 45 (ya en Escudero Pérez, 2010c). Una identidad a la
la segunda sección). Una vez obtenida una
que remite, precisamente, el término
clarificación del “sentido”, la analítica
tendrá que ser “repetida” desde los nuevos
“sentido”. En segundo lugar se afirma que
“supuestos”; ambas cosas (la clarificación eso idéntico, eso que tiene que ver con el
del “sentido de ser” del Dasein y la sentido del ser es el “tiempo”, eso sí, en una
consiguiente repetición de la analítica) acepción peculiar que no acepta, por
ocupan la segunda sección. Como es ejemplo, la primacía del “presente” y, por
sabido, lo que se obtiene como tanto, su configuración como sucesión de
determinación del “sentido” es una cierta “ahoras”. Escribe, a este respecto, Felipe
noción del tiempo y la temporalidad, y la
Martínez Marzoa:
anunciada “repetición” consiste en que la
estructuras ontológicas del Dasein
expuestas en la sección primera se “El tiempo es inevitablemente el
manifiestan ahora, en la segunda como horizonte dentro del cual se entiende el
modos de la temporalidad [...] Hasta aquí ser.” (Martínez Marzoa, 1974: 232)
llega lo redactado de Sein un Zeit. ¿Que
debería, pues, manifestarse en la tercera ¿Es esto discutible o tiene que
sección de la primera parte? Las reiteradas, concederse su validez? Desde nuestro punto
aunque poco explícitas, declaraciones de
de vista esto no puede ser defendido en
intenciones que se encuentran en la parte
redactada de la obra (y en otras partes de todos sus aspectos y con todas sus
la obra total de Heidegger) nos permiten consecuencias. ¿Por qué? Porque ambos
indicar lo siguiente: queda dicho que el supuestos acarrean, al menos, y
Dasein no constituye propiamente una directamente, dos consecuencias que
esfera particular de lo ente, o lo que es lo nuestra interpretación deberá revisar
mismo, que el ser del Dasein no constituye minuciosamente en el intento de abrir una
propiamente un modo de ser particular, ya vía de investigación en la filosofía
que el ser del Dasein es comprensión del
contemporánea (cf. Escudero Pérez, 2010a).
ser, estar abierto a..., a saber: al ser, y,
por ende, al ser de cuanto de una u otra En primer lugar, lo denominado “ser”
manera es. Así, pues, la comprensión del resulta reducido a su “comprensibilidad”,
ser del Dasein habrá de manifestarse como como si ésta sin más lo agotase y capturase
comprensión del ser en general; por lo por entero. En segundo lugar, la primacía del
tanto, aquello que se habrá revelado como tiempo obliga a intentar reducir a él todo lo
el horizonte o fondo a partir del cual, sobre que, en amplio sentido, podemos llamar el
y hacia el cual es posible la comprensión
espacio y la espacialidad (como forma de la
del ser del Dasein, eso mismo habrá de
revelarse también como el horizonte o experiencia externa o de la exterioridad).
fondo a partir del cual, sobre y hacia el cual Nuestra idea es que estas consecuencias
es posible la comprensión del ser. La impiden entender, al fin y al cabo, cómo el
Existenz no es el ser; el ser del Dasein no “ser” (el aparecer, la manifestabilidad, la
es el ser en general; pero el sentido del ser fenomenalidad, la donación, el envío) es lo
del Dasein es el sentido del ser en primero y lo primario, aquello a lo que el
general.” (Martínez Mazoa, 1985: 8-10) saber filosófico tiene que estar volcado y
entregado.
En ningún sitio, sea dicho recordando un En general toda esta línea de lectura
asunto que planteamos antes, Martínez -que apreciamos en lo que tiene de

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43 Alejandro Escudero Pérez

filosófico, en su pretensión de sostener mundo, en la cual tiene su ser todo cuanto,


determinadas tesis a partir de la en uno u otro modo, es. Del “hombre”,
interpretación de un texto- se aguanta sobre pues, del ente que en cada caso yo mismo
soy, no hay ontología particular; hay la
una identificación casi automática: la de
ontología fundamental; no porque la
“Dasein” (como nombre para el modo de ser cuestión del ser se reduzca a la cuestión
que nos corresponde) y “ser” (ya “del hombre”, sino por lo opuesto, a saber:
mencionamos los fáciles juegos que suelen porque la cuestión “del hombre” se
hacerse escribiendo “Da-sein”, etc.). Esta “reduce” a la cuestión del ser.” (Martínez
identificación o equiparación, con la que se Marzoa, 1974: 202)
pretende reducir la pregunta por el “hombre”
a la pregunta por el ser, consigue, a nuestro La idea central es nítida: el Dasein,
juicio, lo contrario de lo que intenta. comprendiéndose, proyecta, desde sí mismo
Pretende cimentar una ontología y no llega y por sí mismo, un mundo dentro del cual
sino a una forma, sutil, es cierto, de comparece el ente intramundano en su
Idealismo (en el que el hombre es tenido por peculiar multiplicidad (una multiplicidad
el Sujeto del ente en su totalidad, es decir, roturada por los distintos saberes
su fundamento incondicionado). Desde fenoménicos). Y sin embargo esto, que es en
nuestra perspectiva ambas preguntas son, el fondo lo que se defiende, resulta
en su nivel y con sus peculiaridades, camuflado por la reiteración de expresiones
legítimas, y están internamente conectadas, como “a la vez” o “lo mismo son”. Lo
aunque la segunda apunte a una dimensión profundamente problemático de esto es que
más radical que la primera. Pero lo que se considere lo mencionado por tales
ahora nos interesa destacar es los expresiones (que justificarían que la analítica
argumentos que se proponen para defender del Dasein es sin más la ontología general)
la identificación que tratamos de discutir. como algo obvio y que va de suyo. Desde
Varios textos de Martínez Marzoa nos nuestra línea interpretativa el “a la vez” o “lo
presentan los más importantes: mismo son” no constituyen una solución,
algo en lo que la indagación pueda reposar,
“En el acontecer de mi propio ser -esto al contrario: este fenómeno indica un
es: en el encontrarme en cada caso en el problema que tiene que ser planteado y
proyecto que es el mío- lo que acontece es discutido a fondo.
el abrirse del mundo, la presencia de las
A esta argumentación de Heidegger, en
cosas, el ser.” (Martínez Marzoa, 1974:
200) la medida en que efectivamente esté en él
(en parte lo está, o eso nos parece), y de
“Mi propio ser, como proyecto en el Martínez Marzoa, se le pueden oponer, a fin
que en cada caso me encuentro, y el de iniciar una controversia filosófica, dos
abrirse del mundo como presencia de las objeciones:
cosas, son lo mismo.” (Martínez Marzoa,
1974: 200) 1) Si proyectándome (comprendiéndome,
etc.) abro o descubro “mundo”, resulta
“[E]l proyecto en el que en cada caso que antes del proyecto no hay
me encuentro es a la vez la presencia de lo
propiamente lo que se ha llamado aquí
ente.” (Martínez Marzoa, 1974: 199)
“mundo”; lo que pone, en entredicho,
entre otras cosas, la idea de un radical y
“El “mundo” es el ámbito de los
posibles caminos en mi “poder ser”, ámbito originario ser-en-el-mundo, por ejemplo.
que resulta abierto en el proyecto que mi Es cierto, como se ve en los textos de
“poder ser” es.” (Martínez Marzoa, 1974: Martínez Marzoa, que se intenta evitar
200) este tipo de objeción a través de la
constante mención de un “siempre ya”:
“Mi proyecto no es otra cosa que la ya siempre me he proyectado en un
abertura del mundo; mi propio ser consiste mundo etc. Pero con esto, apelando a la
en el ser, esto es: en la presencia de cada facticidad o al arrojamiento
cosa en el modo de presencia que le es (Geworfenheit) no se solventa, en
propio.” (Martínez Marzoa, 1974: 201)
absoluto, el problema (cuya raíz está,
nos parece, en la contraproducente
“[L]a extrema peculiaridad del ser
identificación de “ser” y “Dasein”).
propio del ente que yo mismo soy reside
precisamente en que ese ser no es ningún 2) Por otro lado, la equiparación
modo particular de ser, porque consiste en mencionada obliga a considerar -como
estar de un lado a otro en la abertura del expresamente hace Martínez Marzoa- a

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la analítica del Dasein no como un contenido propio delimitable y definible, al


“camino”, un trabajo que aunque cual se llama “el yo” o la “interioridad
necesario no deja de ser “preparatorio”, psíquica” o “la conciencia”, etc., según las
diversas terminologías. Sin embargo, si
sino como el contenido mismo de la
prescindimos de toda pretensión de
ontología, algo que, con acierto desde comodidad intelectual, de toda exigencia de
nuestro punto de vista, expresamente formar un sistema de conceptos fácil de
niega el último parágrafo de Ser y manejar, y si nos atenemos a lo que se
tiempo. muestra por sí mismo, tendremos que
reconocer esto: que no encontramos jamás
“el yo” (o como se lo quiera llamar) como
Pero esto no es todo. La tesis de que el
un ente con un contenido propio
Dasein, comprendiéndose o proyectándose, delimitable frente al de los otros entes. Por
abre o descubre un “mundo”, o sea, la idea el contrario, el ente que yo mismo soy me
de que Dasein y ser son, a la postre, es patente en cuanto mi propio “poder ser”,
“idénticos” o “equiparables” (en tanto, por mi proyecto, y esa patencia no es otra cosa
ejemplo, el sentido del ser del Dasein es el que la patencia del mundo.” (Martínez
sentido del ser en general) etc., acarrea tres Marzoa, 1974: 201)
importantes consecuencias que, con
brevedad, vamos a exponer y discutir a El Dasein es, se afirma aquí,
continuación. ontológicamente relevante y eminente por
En toda ontología una noción clave es la ser ónticamente indeterminado (sólo por eso
de “posibilidad”; como consecuencia de la su autocomprensión coincide, según este
identificación o equiparación que estamos planteamiento, con el descubrimiento y la
señalando -y rechazando- el primer apertura del mundo). Pero ¿qué implica
programa filosófico de Heidegger tiene que esto? Cosas muy curiosas -y de dudosa
defender que las posibilidades son, en consistencia. Así, cuando Martínez Marzoa
exclusiva, del Dasein, en el doble sentido de estudia la conexión entre “proyecto” y
la expresión. Las posibilidades son, así, “muerte” llega a la siguiente conclusión:
proyectadas por el Dasein, se proponen y
disponen desde él hacia el ente “Al caracterizar como “muerte” el
intramundano que sólo así llega a carácter total del proyecto vemos que todo
comparecer y ser descubierto. Desde sentido tiene lugar a partir del no-sentido.”
nuestra perspectiva todo esto tiene que (Martínez Marzoa, 1974: 227)
elaborarse de otra manera (cf. Duque, 1995)
Las posibilidades y lo posible (y en tanto Si sentido, aquí, significa algo así como
provienen, finalmente, del ser, del plano “determinación”, “definición”, el ser algo de
ontológico) lo son siempre entre, digámoslo algo (esto es: presencia, comparecencia,
así, “nosotros” y las “cosas”: están en medio onticidad etc.), resulta que éste brota y se
del campo fenoménico básico, sosteniendo articula a partir de lo indeterminado e
los dos lados del “a priori de correlación” indefinido ¿de la “nada”? Es esta clase de
(Escudero Pérez, 2010d), por emplear el consecuencias, desde luego rigurosamente
concepto de Husserl. Dicho con términos de obtenidas, lo que intentaremos discutir
Heidegger: lo posible y las posibilidades acudiendo a su misma raíz.
atraviesan y entreveran los “existenciarios” y La tercera consecuencia de equiparar o
las “categorías” (Escudero Pérez, 2011b), identificar “ser” y “Dasein” -sostenida por la
enlazándolos y circulando entre ellos línea interpretativa respecto a la que
(articulan, en definitiva, lo que Gadamer estamos señalando y subrayando nuestras
llama “círculo hermenéutico”, esa estructura distancias- tiene que ver con el modo en que
sobre la que se sostiene toda forma de saber se concibe la “diferencia ontológica”. Ésta,
y de experiencia óntica, y que es la entraña como puede comprobarse leyendo el libro
del entero ser-en-el-mundo). que Martínez Marzoa ha dedicado a
La segunda consecuencia que nos parece Heidegger, es entendida sólo como
discutible puede formularse así: el papel “separación” o “brecha” del ser respecto a
privilegiado del Dasein en la ontología se los entes (y no, también, como mutua co-
debe, según esta línea interpretativa, a su pertenencia). ¿Por qué? Porque la
no onticidad, como con claridad expone comprende, únicamente, desde el
Martínez Marzoa en textos como este: “arrancarse” del Dasein al conjunto de lo
óntico en el que este asume y reconoce su
“[T]odo lo que nos hace frente dentro modo propio de ser (Eigentlichkeit).
del mundo tiene unos límites que lo A esto puede objetársele, primero, y
definen, así se piensa que el ente que soy más en general, que con este planteamiento
en cada caso yo mismo tendrá también un

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45 Alejandro Escudero Pérez

se convierte la diferencia ontológica en un desmerezca en nada su enorme e


“resultado” de esa operación del Dasein de imprescindible labor, sin ver en ello el
apropiarse de su ser y, segundo, y más conjunto de dificultades que, por nuestra
concretamente, que termina elevando a cuenta, y para caracterizar nuestra línea
rango ontológico lo que no es más (por interpretativa, hemos tratado de señalar.
relevante o interesante que sea) que una Volviendo con el tipo de cuestiones que
“distinción óntica” (la que diferencia al intentaremos plantear en la lectura del
Dasein de otros entes con un modo de ser programa filosófico de Heidegger: la
distinto). Por estos caminos -que cuando interpretación de Martínez Marzoa explica,
Heidegger intentó transitar tuvo que aunque sea indirectamente, por qué en éste
interrumpir su marcha- sólo se consigue no se consiguió responder a la pregunta por
reproponer, tácitamente y de una manera el sentido del ser en general. ¿Por qué no lo
sutil o muy elaborada, modelo sujeto/objeto consiguió? Porque, según esta lectura, era
(por más que aquí al “sujeto” se le declare por un lado imposible, por otro algo
“insustancial”, al negarle cualquier innecesario. Así, y a la vez, se constata la
contenido). interrupción de este programa filosófico y se
Aún nos queda comentar un último le quita cualquier significado relevante a este
punto, que es el que sirve de colofón, en hecho. Su interrupción se debería no a que
definitiva, a toda esta línea de lectura que se sostuviesen tesis insostenibles, sino a que
con rigor ha dibujado Martínez Marzoa. ahí ocurrió lo que ocurre en toda gran
En perfecta continuidad y coherencia con filosofía: fracasar en el intento de tematizar
lo anterior, y en sus interpretaciones lo que es intematizable (salvo que se
filosóficas de autores griegos y modernos ontifique al ser, cosa impedida, o prohibida,
(especialmente Platón y Kant, a los que ha de iure, por la diferencia ontológica).
dedicado importantes monografías), el Lo más curioso de esto es que al final
filósofo español afirma que lo que estamos -aunque no pensamos que sea pura
denominando “ser” sólo puede entenderse casualidad- la lectura “ontológica” como la
propiamente como “retracción” o como que estamos reconstruyendo y la vieja
“ausencia”, etc. La “raíz común” de la lectura “existencialista” acaban coincidiendo.
multiplicidad óntica no sólo es, cada vez y en ¿En qué? Principalmente en negar que pueda
cada caso, y cuando acontecen rupturas en o que tenga que responderse a la pregunta
su configuración, “desconocida” por el ser en general: basta y sobra la
(parafraseando el título de su libro sobre la “analítica del Dasein”, en tanto esta es la
Crítica del Juicio de Kant) sino, sobre todo, única “ontología posible”.5
“incognoscible”. Así concebida la cosa por Sin embargo esta conclusión -a la que
parte de Martínez Marzoa, ¿en qué consiste no negamos coherencia- no tiene por qué
la filosofía? En el, una vez y otra, necesario ser aceptada sin más, y menos como la
y siempre fracasado intento de tematizar al única posible. Sobre todo porque el
“ser”, a lo que se retrae y ausenta y que, razonamiento, la trama argumental, que
por hacerlo, impide cualquier pretensión de lleva a ella está salpicada de problemas y
unificar y totalizas el ámbito óntico, dificultades que tienen que ser discutidas de
eliminando su intrínseca multiplicidad. manera pormenorizada, y no zanjadas como
Pero esto, al fin y al cabo, y siempre idea cuya evidencia hace superfluo cualquier
desde nuestro punto de vista, ¿qué significa? intento en este sentido.
Nada menos que una indebida denegación
del saber filosófico, a favor de un 5. Conclusión
“agnosticismo ontológico”, por llamarlo de
alguna manera, y que no consiste sino en Desde nuestro punto de vista, y más acá
una forma muy estilizada de escepticismo. de las lecturas “existencialistas” u
(cf. Escudero Pérez, 2009). “ontológicas”, en el primer programa
Como filósofo y como intérprete de Ser y filosófico de Heidegger, y eso lo hace
tiempo -pues es por esta doble condición por relevante para la filosofía que nos
lo que lo hemos traído a colación- Felipe corresponde desarrollar, contiene a la vez y
Martínez Marzoa ha encadenado con rigor y entremezclados, valiosos hallazgos y
precisión la fundación de la ontología en una prejuicios que impidieron su pleno
analítica del Dasein, la primacía del tiempo desarrollo. La tarea de una lectura filosófica
en su sentido “originario”, y la idea de que
“ser” sólo acaece como ausencia y 5
Desde luego no esto precisamente lo que defendió
retracción. Y lo ha hecho, sin que esto Heidegger posteriormente. Bien significativa a este respecto es,
por ejemplo, la réplica a Sartre en Heidegger (2000b: 44).

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que sea de verdad ontológica es mostrar lo del ser en general, se deja implícitamente
uno y lo otro. reconocer a partir de la problemática
hermenéutica que antecede a la obra
El gran problema, pensamos, de lecturas
mayor de Heidegger. En efecto, el sentido
como la de Martínez Marzoa es que no han del ser en general, implicado en el
conseguido discutir a radice con el Idealismo comprensión previa de nuestro propio ser,
filosófico, no han desmontado pieza a pieza no puede ser positivamente apropiado por
su delicado y preciso engranaje, y eso, tarde la hermenéutica; por el contrario, se ve
o temprano, para una rotunda factura. En más bien obligada a reconocerlo como lo
todo caso, esperamos, ahora se ve mejor absolutamente antecedente. En su
por qué la clave y la pregunta constante de momento de máxima des-velación la
hermenéutica nos sitúa ante el ser fáctico
nuestra interpretación -una clave que
que somos, ante nuestro puro poder-ser,
pretende dar pie a una marcha a la vez pero que se comprende ya articulado como
retrospectiva y prospectiva- será indagar las ser. El sentido de ejecución (Vollzugssinn)
razones de fondo de la interrupción de este y temporalización (Zeitigungssinn)
programa de filosofía primera. auténticos de la existencia no pueden
Para concluir esta caracterización convertirse en condición de la posibilidad
formularemos una pregunta que hay que del sentido mismo de ser sin verse a priori
envueltos en él. La vía para la “inversión”
intentar responder, en algún momento, con
hacia una fundamentación ontológica y no
todo detalle. La ontología: ¿ha de fundarse óntica de la ontología se dibuja ya en el
ónticamente u ontológicamente? horizonte.” (Rodríguez, 1997: 220-221)
Un importante texto de Ramón
Rodríguez nos alerta de las insuperables ¿Qué se puede hacer ante esta enorme
dificultades de intentar sólo unilateralmente dificultad? Esforzarse por fundar
lo primero, al menos del modo en que fue ontológicamente la ontología, sin olvidar, por
intentado en Ser y tiempo y que Martínez otro lado, que lo denominado “ser” no
Marzoa acepta sin mayores reparos: acontece sin los entes, sino en ellos. Lo que
requiere, a la vez que se asume la diferencia
“No hay, sin embargo, en el desarrollo ontológica, considerar al ser como algo que
de la “hermenéutica fenomenológica de la no sólo se retrae y ausenta, sino como algo
facticidad” [analítica del Dasein] el menor
que, también, se da, y que se da o acontece
esbozo de un tal sentido del ser en general.
Ella no supera la diferencia ontológica como principio, como límite determinante,
“secundaria” que el parágrafo final de Ser y en cada caso y cada vez, de las múltiples
tiempo consideraba estrictamente configuraciones de la onticidad; un principio
preliminar: “lo que tan luminoso parece, la inmanente que no puede ser confundido con
diferencia entre el ser del Dasein existente ningún fundamento trascendente, absoluto,
frente al ser de los entes que no son el inmutable o universal, al estilo de las Ideas
Dasein (realidad, por ejemplo), es sin platónicas o los a priori formales del Sujeto
embargo sólo el punto de partida
en la filosofía moderna. Sólo así, creemos,
(Ausgang) de la problemática ontológica,
pero nada en lo que la filosofía pueda será posible desarrollar una filosofía que sea
descansar” (SZ, pp. 436-437). La aporía un saber crítico, sin sucumbir al
final, bien conocida, de Ser y tiempo, la escepticismo de lo inefable ni al dogmatismo
imposibilidad de que la originaria del saber absoluto.
constitución del ser del Dasein, en tanto Esto es lo que nos parece, en última
que “aquí del ser”, en tanto que pro-yecto instancia, que merece la pena intentar; el
temporal de ser, funcione efectivamente
que aquí estemos en el camino de lograrlo
como horizonte trascendental del sentido
es algo, desde luego, que está por ver.

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