Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Crisis 1929
Crisis 1929
Una acción de cien dólares nominales podía obtenerse solo por diez, mientras el resto,
llamado "excedente" -o sea, noventa dólares-, se pagaba a crédito. Si la acción seguía
subiendo, todo iba perfectamente: un alza del 10 por ciento, esto es, que pasara de 100
a 110 dólares proporcionaba al accionista un beneficio neto del 100 por ciento sobre los
10 dólares que en realidad había desembolsado. En cambio, si la acción bajaba en un 5
o en un 10 por ciento, el corredor bursátil exigía nuevo pago al contado, y si el cliente no
podía hacer frente al mismo, se veía obligado a vender con pérdidas, con el fin de cubrirse
él y cubrir a otros posibles acreedores.
Entre los pequeños especuladores -decenas de millares de ciudadanos-, eran muy pocos
los que poseían reservas de liquidez apreciable.
EFECTO
1930 9,9
Instituto Universitario de Análisis Económico
1931 7,7 y Social. Universidad de Alcalá
1932 14,9
PIB estadounidense en el período 1910–1960.
La franja rosa resalta los años de la Gran
Depresión (1929–1939)
El funcionamiento del sistema bancario estadounidense fue el factor individual que mayor
influencia tuvo sobre la profundidad alcanzada por la depresión. Los bancos se apoyaban
en unas pocas industrias locales y eran muy susceptibles a las retiradas de fondos. Al
producirse una corrida bancaria masiva, los ahorros se tornaron menores que los
ingresos y los bancos no podían prestar dinero. A su vez, las garantías, como las casas,
contra las cuales se habían vendido los préstamos eran invendibles. A pesar de la
debilidad del sistema bancario, su derrumbamiento pudo haberse evitado, pero el
gobierno no hizo nada para rescatar a los bancos. Es más, lo que se pensaba en ese
entonces era que la depresión suponía una purga que desembarazaría a la economía de
sus aspectos menos eficientes, y que las bancarrotas y los despidos eran parte necesaria
de este proceso de retorno al equilibrio
RECUPERACION
El problema más importante para Roosevelt era la quiebra casi total del sistema bancario,
hasta tal punto que era imposible cobrar un cheque. La producción industrial, por su parte,
había tocado fondo en 1932. La crisis bancaria era esencialmente de confianza y pudo
ser solucionada fácilmente. En un discurso radial Roosevelt informó la población sobre la
reapertura de los bancos incitando a depositar ya que no se corrían más riesgos, por lo
que varios individuos volvieron a depositar. La recuperación de los bancos no fue más
que el preludio de una revisión a fondo del sistema financiero, gravemente distorsionado
desde 1929 por la contracción del crédito, el incremento de las deudas y el impago de las
hipotecas.
Otro problema era el desempleo. La primera medida adoptada en este terreno fue la
creación de campamentos de trabajo donde los desempleados realizaban tareas de
conservación de parques naturales y otros espacios verdes. Si bien el Gobierno federal
encaró la realización de obras públicas, estas no llegaron a compensar la enorme
reducción experimentada por el gasto a nivel estatal y municipal. El New Deal nunca
dispuso de un programa concreto para bajar la desocupación mediante obras públicas ya
que se carecían de proyectos de antemano y la planificación requería tiempo. Los
proyectos debían autofinanciarse lo que hacía difícil su elaboración. Además, para lograr
el máximo beneficio social había que emplear a la mayor cantidad de mano de obra
posible, ya sea calificada como no calificada por lo que estos empleos eran tachados de
constituir en la práctica una auténtica limosna. No solo el New Deal no pudo disminuir
considerablemente el desempleo, sino que los trabajos otorgados eran precarios al
tratarse de obras públicas que por su propia naturaleza no duraban mucho tiempo.
El segundo New
Si bien se dice que el segundo New Deal fue un ‘giro a la izquierda’, no era en absoluto
hostil a los empresarios, lo que hizo fue poner al burócrata donde había fracasado el
hombre de negocios hasta que la empresa privada pudiera florecer de nuevo. Por haber
sabido evitar una solución más radical fue el salvador del capitalismo. El efecto más
perdurable del New Deal fue aumentar el poder del gobierno federal y del presidente en
particular: se redujo el poder de los Estados y el presidente y su gabinete sustituyeron al
Congreso como principal fuente legislativa. La sociedad estadounidense experimentó una
profunda transformación debido al incremento del poder federal y presidencial sobre la
economía. Por eso el auténtico legado del New Deal fue revolucionar las expectativas.