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UNIDAD Y PLURALIDAD DE LOS BIENES HUMANOS.

La ética, capacidad de poder alcanzar un florecimiento de lo humano, no un conjunto de


normas abstractas; ni mucho menos una deriva narcisista, ya que el virtuoso, va en busca de
bienes más altos permitiendo al mismo tiempo una buena relación con los otros.

INDIVIDUAR BIENES ESPEFIFICAMENTE HUMANOS


Capacidad de lectura profunda de la existencia humana; lo concreto de la experiencia ética
(el bien debe ser algo que podemos y debemos hacer ya que es algo humano, y se presenta
en muchas modalidades); posibilidad de una ética universal no minimalista (es necesario
buscar aquello que nos eleva, conseguir un nivel alto de madurez humana; una ética que
pueda basarse en lo que somos sustancialmente); reflexión sobre los derecho humanos (tomar
conciencia de nuestra originalidad, para poder dialogar, sin olvidar las diferencias). La
confrontación diaria del hombre es por ser feliz (Según Aristóteles), por la vida buena, por
la realización y florecimiento de la humano; la felicidad es algo que hacemos, tiene que ver
con nuestras acciones; no podemos negar que existen bienen humanos, que existe una
naturaleza, la ética no existe para vivir sólo.

TEORÍA DE LAS NECESIDADES Y SICOLOGÍA HUMANÍSTICA


Se parte de lo que es el hombre para poder curarlo, entendiendo cuáles son sus necesidades
fundamentales. Eric Fromm, Abraham Maslow, Carl Rogers, Viktor Frankl. Eric Fromm es
influenciado por el Marxismo, los otros no. Según Fromm existen necesidades humanas que
van más allá de la cultura, la vida se construye a partir de las respuestas a estas necesidades.
La idea fundamental es que el hombre actúa para poder satisfacer las propias necesidades
fundamentales.

MUNDO DE LAS NECESIDADES


Este mundo es variado cuantitativa y cualitativamente; la necesidad humana no se alcanza
plenamente a partir de las necesidades fisiológicas, que es lo que más nos acerca a los
animales, pero hay realidades que no se pueden colmar sólo desde lo biológico; las
necesidades tienen una jerarquía, en donde los más altos son los que valen por sí mismos; las
necesidades se canalizan; en la satisfacción de cada necesidad particular fundamentalmente
estamos siempre en juego enteramente, con todo nuestro ser, se satisface toda la persona
(pirámide de Maslow).

NECESIDADES FUNDAMENTALES (MASLOW)


Necesidades primarias son las más básicas, se encuentran en la base porque al ser
satisfechas permiten el desarrollo de las otras (fisiología: respiración, alimentación, sexo,
sueño, homeóstasis; seguridad: física, de ocupación, moral, familiar, de salud, de propiedad),
pero, pero hay una realidad que no se comprende así ya que; necesidades sociales
(pertenencia: amistad, afecto familiar, intimidad sexual; estima: autoestima, autocontrol,
realización, respeto reciproco); necesidades propias (auto-realización: crecimiento
autocontrol, independencia y desafíos); el individuo es un todo integrado, organizado. La
necesidad y la satisfacción son sentidas por todo el individuo y no solo una parte. Las
tendencias no son aisladas ni pueden ser situadas fisiológicamente. La tendencia, la
necesidad, el deseo no es ni estará nunca en referencia a una base específica aislada o
localizada. El deseo es una necesidad de todo la persona. Un hombre sano es aquel que está
motivado por su necesidad a desarrollar y actualizar todas sus potencialidades capacidades.

En Víctor Frank (logoterapia) la necesidad fundamental es el sentido, ya que si éste está los
demás de pueden alcanzar o desarrollar.

Es más convincente la teoría de Maslow, ya que no hay ninguna dimensión que sea
irrenunciable, todas son necesarias: el individuo es un todo integrado, organizado.

TEORÍA DE LAS NECESIDADES: POSITIVIDAD Y LÍMITES.


Positividad: cuidarse a sí mismo (quien lo hace es capaz de hacerlo con los demás); puesta
en evidencia de la condición humana de indigencia y vulnerabilidad (las necesidades no son
absolutas, esto significa que son indigentes, al mismo tiempo nuestra vulnerabilidad nos
enseña que no somos omnipotentes, necesitamos de los otros, el tema de la necesidad es
fundamental, tenemos necesidad pero no somos necesidad; nadie se hace solo en el sentido
más básico de la palabra; somos frágiles; un riesgo de los que se creen virtuosos es creer que
no son frágiles; la indigencia nos recuerda que somos dependientes, lo cual nos hace
replantear nuestros planes de vida); planes de vida creíbles (nuestra realidad indigente y
vulnerable nos mueve a planear cosas creíbles; el radicalismo de la virtud nos lleva a hacer
planes difíciles de alcanzar). Límites: no lograr captar la complejidad de la finalidad humana,
para eso es fundamental la presencia de los otros; muestra mejor la dimensión receptiva que
la activa – oblativa.

CREAR CAPACIDAD (SEN Y NUSSBAUM)


¿Qué cosa está en grado de hacer y de ser esta o aquella persona? Según esto las personas
son las capacidades, y la capacidad sería la libertad sustancial, no las palabras; es la libertad
sustancial la que permite desarrollar algunos bienes, la capacidad es una combinación de
elementos personales y socio-económicos; esto es un evidente discurso político; no hay sólo
una dimensión individual, también hay una dimensión comunitaria, sólo así es posible un
florecimiento humano.

ENFOQUE A LAS CAPACIDADES (SEN E NUSSBAUM)


Vida; salud física; integridad física; sentidos, imaginación y pensamiento; emociones; razón
práctica; pertenencia; relación con otras especies; juego; control sobre el propio ambiente.
Las capacidades son diferentes a los habilidades, ya que las primeras son solo un conjunto
de oportunidades que ofrece un sistema; no es suficiente que la persona tenga capacidades,
es necesario ponerlas al servicio de los otros, deben influir en ellos; no se puede medir la
economía sólo sobre la base económica, también es necesario crear, producir, poner en acto
las propias capacidades. Nussbaum, con la influencia de Aristóteles, indica que el objetivo
de la política es el bien de la polis. Razón práctica y potencia, hay una pluralidad de
dimensiones, pero todas son necesarias, se debe descubrir la jerarquía. El desarrollo de las
capacidades, lo teorético viene asumido por lo práctico. La presencia de la razón práctica y
su ejercicio garantiza la presencia y el desarrollo de los otros. El hombre no se puede
desarrollar solo, la comunidad facilita el desarrollo, para esto al pertenencia; cuando el
hombre se forma para hacer tenemos personas que no piensan, que es el fin de la democracia;
sin la razón práctica tenemos personas eficaces pero incapaces de cuestionar, de pensar, es
un sistema que acaba a la libertad y la razón.
ENFOQUE A LAS CAPACIDADES (POSITIVIDAD Y LÍMITES)
Positividad: lo importante que es estimular las capacidades de la persona, los bienes
humanos tienen una evidente relación con nuestras capacidades. Es necesario el discurso
sobre las capacidades; valoración de la dimensión relacional y política. Límites: hay una
imagen funcionalista del hombre, no nos pregunta quién es el hombre, no hay fundamento
sustancial; lo típico del liberalismo es el pluralismo, la convivencia en paz de las diferentes
formas de pensar; formalismo o falta de indicación de los fines sustanciales de la vida
humana, ya que cuando no hay una imagen sustancial del hombre hay dimensiones que se
olvidan.

FINES/BIENES
El bien es activo, el bien indica algo de sustancial (el bien debe que ser algo real concreto,
de lo contrario no puede ser bien; un bien es una realidad a la cual mira el sujeto para dar
cumplimiento a la propia vida y para realizar la propia humanidad, es apetecible porque
representa una perfección, no basta que un bien sea bien, es necesario vivir (actuar) según
ese conocimiento.

TEORÍA NEOCLÁCISA DEL DERECHO NATURAL.


Estos autores hacen notar que la ley natural no es un interés de personas religiosas. German
Grisez y John Finnis. Doctrina de la ley natural que respete la ley de Hume. Se retoma el
pensamiento de Tomás de Aquino, y la centralidad de fin. Principios prácticos que se basan
en la existencia de bienes humanos auto-evidentes, establecidos por la razón práctica. Una
correcta determinación de los bienes humanos implica una concepción de la felicidad como
florecimiento de la persona y la justificación de la tutela jurídica y política de los derechos
humanos. Estos autores rebaten el binomio fin-bien, el hombre se diferencia de los otros seres
por su capacidad de elección. Nos ponemos objetivos para alcanzar un fin. El bien debe ser
real, de lo contrario no es bien; el bien es buscado para ser más perfecto. German Grisez
(reconoce en Tomas la pluralidad de bienes, una vida humana solo es posible si existe dicha
pluralidad, reflejan realidades diversas (educación, familia, sexualidad). La razón no es
pasiva, hay bienes reconocidos por la razón, no son solo datos biológicos, esto permite
defender la ley natural sin caer en la ley de Hume. La naturaleza no es solo descriptiva,
también es prescripitva, el fin es descriptivo. El fin mueve a su realización. En estos autores
no hay solo un fin, hay una pluralidad de fines. Tomás dice que los bienes humanos son notos
por sí.

LOS BIENES HUMANOS SON.


Evidentes (no son fruto de razonamiento); hay una pluralidad (una vida realizada no es
monotemática, no hay una vida humana que persiga un solo bien, no hay un bien tal alto que
me haga olvidar de los otros bienes, no hay jerarquía entre los bienes); son objetivos e
irreducibles uno al otro, pero si hay una conexión entre ellos (no depende del individuo, de
la sociedad, del tiempo); premorales (está antes del juicio moral).

LEY DE HUME
No está bien hacer derivar un deber de un mero dato de hecho (no es lo mismo el ser y el
debe ser); el valor de las prescripciones morales no deriva de la naturaleza, ni de alguna
descripción de cómo es una cosa. Lo sociológico no determina lo jurídico. No se puede
deducir la ética de una particular doctrina antropológica o metafísica (lo físico no tiene
ninguna implicación antropológica-metafísica, la ética no tiene que ver con ninguna
naturaleza; lo moral no se funda sobre algo metafísico). El valor de las prescripciones morales
no deriva de la naturaleza, ni de ninguna prescripción de cómo es una cosa; la falacia
naturalística (moore) consiste que la propiedad de bondad no tiene valor en sí, sino que
depende de la naturaleza, es un error hacer derivar la bondad de la naturaleza. El bien no es
un cualidad que deriva de una propiedad, la ética se puede hacer sin ninguna relación con la
metafísica.

A PROPÓSITO DE LA LEY DE HUME


1. Maclntyre, critica dicha ley y su aplicación al dominio moral. La ley de Hume no vale
para la moral, ya que el bien no descubre la realidad. El problema de la ley natural es que
parece que se pasa del deber al ser. Según la ley de Hume, un fin no tiene justificación. La
noción de fin como algo externo escapa a la ley de Hume. Tengo necesidad de saber quién
es el hombre parea saber cuál es su fin. 2. Puede ser usada como válvula de escape en el
confronto con el racionalismo y del sociologismo. No es del todo incorrecta la ley de Hume,
el problema es negar que el fin sea una realidad que tenga que ver con nuestras acciones; el
bien no es una categoría. De lo que estudiamos positivamente no podemos deducir una ética.
Hume quería fundar la ética desde el sentimiento, no desde la metafísica. 3. La no
deducibilidad de la ética desde la metafísica o desde la antropología no quiere decir que
sean opuestas. El fin es suficiente para hacer un discurso moral sin hacer referencia a algo
deducido anteriormente.

El fin humano no necesita referirse a la naturaleza humana para ser comprendida. La acción
es un desarrollo de la razón práctica. La necesidad a los cuales están ligados los bienes,
pueden darle una valoración social, política.

Jhon Kelsen, es contrario a Finiss, ya que el primero afirma que aceptar una ley natural es
lo que hace que una ley sea válida. Una ley que ha seguido los correspondientes recorridos
establecidos es válida y debe ser respetada y cumplida. No se plantea el tema de la valoración
moral, si es justa e injusta.

Una teoría de la ley natural debe fundarse en la ley de la razón práctica; en una ley hay
continuidad entre conducta natural y la conducta comunitaria; si no hay orden justo no hay
un punto de convergencia entre diferentes culturas, sería un absolutismo cultural. La ley
natural crea una continuidad entre el juez, el político y el ciudadano; los bienes no se fundan
descripciones, pero esto no implica que la descripción no ayude a vivir en un contexto
concreto. El bien humano y la ley natural están juntos, esto no quiere decir que no podamos
conocer una cultura en donde nace una ley. La ley natural es el conjunto de los bienes que
tienen un valor descriptivo y prescriptivo.

JHON FINNIS, BIENES BÁSICOS HUMANOS


Vida, conocimiento, juego, experiencia estética, amistad, razón práctica, religión,
matrimonio, confianza, trabajo, serenidad interior, paz social coherencia, integridad interior,
autenticidad.
EXIGENCIAS FUNDAMENTALES DE LA RAZÓN PRÁCTICA.
Construir un plan de vida coherente, ninguna preferencia arbitraria entre los valores, ninguna
preferencia arbitraria entre las personas, desapego, justa consideración de las consecuencias,
respeto por cada valor fundamental en cada acto (no orientación del mal al bien), buscar el
bien común, seguir la propia conciencia.

DEONTOLOGISMO
Lo que es bueno o justo son las acciones, deliberadas e intencionales; se pone la demanda:
¿qué debo hacer? El objetivo es individuar y cumplir los deberes, que se presentan como
obligaciones morales para cumplir prescindiendo de las consecuencias. Las obligaciones
morales derivan de normas universales o universables (absolutos morales), establecidos en
base a un eficaz uso de la razón en ámbito práctico. Su principal defensor es Kant. LO
IMPORTANTE es la acción, el sujeto es secundario, la moralidad está en la obediencia a la
norma; para entender que debo hacer debo ignorar mis beneficios, debo meter entre
paréntesis lo que me toca y poner los deberes morales que me dicen qué debo hacer; una
razón que es capaz de actuar, independientemente de mis propios gustos, construir un sano
modelo de vida, que se obtiene con asumir una actitud de justicia; si nos fijamos en las
acciones morales es una prospectiva de tercera persona, el sujeto no importa, es una visión
cercana al liberalismo, al margen de la cultura, la religión.

CONSECUENCIALISMO/UTILITARISMO
Lo que es justo lo es por las consecuencias que produce. ¿con cuales acciones puedo provocar
las mejores consecuencias? Solo las consecuencias son mesurables, porque son confrontables
entre ellas, son razonables, soportan el cálculo. Prescindiendo de las intenciones, de las
opiniones, de las virtudes de cada individuo, es posible hacer converger individuos o grupos
que no tienen la misma cultura, ni las mismas convicciones morales. El punto de partida de
la ética, en particular del utilitarismo, es un sentimiento de benevolencia generalizada, que
dirige la acción hacia un único fin; promover la mayor felicidad posible. Su mayor
representante es Bentham. Pero esta postura cae por su peso ya que, según ellos, no existe el
bien fundamental, lo bueno es lo que se produce; las consecuencias son mesurables; el
objetivo del consecuencialismo es garantizar la felicidad, basada en consecuencias, pues es
la base de la acción; que el individuo pueda actuar según aquello que le produce placer; no
hay una visión catártica del sufrimiento; lo mesurable es lo que permite el buen vivir;
favorecer la acción en busca de la mayor felicidad posible; se busca la felicidad (placer) y se
debe evitar el dolor; hay una influencia hedonística evidente.

RELACIÓN FINISS-TOMÁS DE AQUINO


Tomás sugiera la pluralidad de los bienes básicos; Tomás enseña que el conocimiento de los
bienes no deriva del conocimiento metafísico de la naturaleza humana, que interviene del
externo sobre el razonamiento práctico: Tomás habría propuesto un orden pero no una
jerarquía de bienes.

CUESTIÓNES ABIERTAS
CRITICIDADES TEÓRICAS CRITICIDAD
(INTERPRETACIÓN DE TOMÁS)
- La separación entre metafísica y ética (Finiss - Tomás jerarquiza los bienes (es la
puede tener razón cuando afirma que la ética no aplicación de una teoría metafísica al
siempre deriva de la metafísica, hay cierta actuar humano).
autonomía, pero esto no quiere decir que no hay - La ética para Tomás no deriva de la
relación, de lo contrario, la filosofía moral no metafísica o de la antropología, pero no
tendría sentido, ya que en esta la teoría juega un las considera indiferentes, el metafísico
papel fundamental) cuando razona lo hace sobre el bien; la
- Completa diferencia entre razón práctica/razón ética nos mete en una realidad
teorética. metafísica)
- Exceso de intuicionismo (aunque ha insistido - Tomás indica en la vida contemplativa
en el no innatismo de los bienes humanos, con el fin arquitectónico de todas las otras
el mismo problema del intuicionismo; pues no actividades. Mientras en Finnis el
puedo vivir un bien en lugar de otros; esto conocimiento es un fin, en Tomás es el
genera una situación que contradice la fin arquitectónico, es la mejor
experiencia; no debe haber rigidez, si no hay disposición del bien; las personas
orden, cual es el criterio para elegir un bien el felices son las que han desarrollado
lugar de otro, no hay un criterio para ordenar) muy bien la capacidad contemplativa,
- Rol meramente ideal de la felicidad (para no hay caridad sin contemplación, no se
Finnis florecimiento la felicidad no hedonista, puede amar lo que no se conoce, por
sin embargo la felicidad es el bien fundamental, esto la ignorancia es inmoral.
no es uno entre otros, hay sólo una relación - El conocimiento de Dios juega un rol
“ideal” entre la felicidad y los otros bienes). decisivo al momento de alcanzar una
- Aporia implícita en la posibilidad de felicidad plenamente humana la
seleccionar dichos bienes. metafísica es la ciencia más noble
- Dios viene totalmente separado del fin natural porque nos lleva a la sustancia más
del hombre (la religión no puede decir nada a la noble; Dios no es un bien entre otros, es
realización y organización de la sociedad). arquitectónico.

SPEAMANN: FELICIDAD Y FINES PARTICULARES.


En la relación entre objetivo y medio, el objetivo es indefinible prescindiendo del medio y
determina, en cuanto tal, la búsqueda de los medios. Al contrario, que cosa sea una vida plena
nosotros no lo podemos saber independientemente de los contenidos che constituyen tal vida;
estos, para ser ordenados al todo, no vienen funcionalizados, hechos “medios” y por principio
intercambiables uno con el otro. La relación que hay entre las relaciones particulares en la
vida humana es como aquella relación que hay entre las partes y el todo. En esta relación no
es el todo a determinar unívocamente las partes, sino es una determinación recíproca.

DETERMINAR LOS BIENES HUMANOS (S. TOMÁS)


Dos prospectivas diversas para llegar al mismo fin: suma teológica (I-II, q. 94: los bienes
humanos en el cuadro de la ley natural) y la suma contra gentiles (III, c.129: la bondad de
ciertos actos depende de la su naturaleza y no del hecho de depender de la promulgación de
una ley).

LAS INCLINACIONES NATURALES EN SANTO TOMÁS (I-II, Q. 94, A. 2)


Inclinaciones compartidas con todas las sustancias: ser y vida; inclinaciones compartidas
según el género próximo (animalidad): complementariedad sexual, educación de la prole;
inclinaciones específicas: conocimiento de Dios y vida social.
NOCIÓN DE NATURALEZA EN TOMAS DE AQUINO
Son tres los significados del término naturaleza: nacimiento-generación de los vivientes, los
principios que presiden a la generación: materia y forma, la sustancia o esencia (Aristóteles
y Boecio)

JHON FINNNIS (LIBRO)


Crear una teoría del derecho sobre la particularidad de los bienes humanos; la ley natural es
el conjunto de los bienes que tiene un valor descriptivo y prescriptivo; el estado debe
promover el bien ¿cómo ocurre esto? Cuando hablamos de ética no podemos olvidar que
somos seres sociales y que nos pone en relación con los otros; hacer el bien y difundir el bien.

CAPÍTULO II
La ley natural son principios prácticos que permiten el desarrollo humano, la norma es el
efecto de la ley natural, pero no es perfecta puede cambiar, no vale por sí misma, se funda
sobre los bienes, no es la norma lo que hace que la cosa sea buena, al contrario; lo que es
obligatorio en la ley positiva es lo que se encuentra en la ley natural, una ley no lo es no solo
porque no cumpla las reglas sino porque no corresponde a un bien; Cada persona puede
conocer que los principios de derecho natural son buenos. La ley natural no depende de la
forma de concebirla; la lógica de la validez no es la lógica del descubrimiento; el hecho que
hayan bienes fundamentales, esto deriva de ciertas experiencias, cada persona está en grado
de comprender que los bienes son buenos, no se puede fundar una ley positiva si no existieran
esos bienes. Finnis acepta la ley de Hume, del hecho no se pueden descifrar prescripciones;
los principios son “per se nota” e indemostrables porque si fueran demostrables no serían los
primeros principios; No se deduce de principios especulativos, El aparecer del bien como
bien no es el producto de la especulación, esto viene a ser un ataque al modelo racionalista;
la ética tiene autonomía, su especificidad que debe ser reconocida; Los bienes no son innatos,
la razón los individua, exige una actividad de la razón. Son principios de racionalidad
práctica; el intelecto práctico tiene que ver con el bien (bene); hacer el bien y evitar el mal.
Tenemos una inclinación natural al bien; Para una ley moral tenemos que partir de principios
prácticos. La naturaleza no es un principio solamente de conocimiento, también es un
principio de acción; El fin tiene a su interno una dimensión descriptiva. La razón no es la
referencia de la ley natural, pero es la razón la que encuentra el fin. A partir de la inclinación
natural la razón individua cuales son los bines del hombre. El fin es una realidad humana al
cual se dirigen nuestras actividades, los fines producto del intelecto práctico; hay una
autonomía de la ley natural con respecto a la especulación. La ley natural necesita a alguno
que lo promulgue, ya que una ley externa necesita un legislador. El bien es la necesidad
fundamental, no es tanto obedecer a un legislador, sino más bien el hecho de construir a la
persona. la noción de bien que se da en formas de vida, no es algo que se encuentra en la
naturaleza, lo encontramos con la razón práctica, todos los hombres pueden descubrir un fin
de vida. A finnis le sirve la dey de Hume, del ser no se determina el deber ser.Hume no ha
rechazado la ley natural sino alguna definición de la misma.

CAPÍTULO III
Finnis: conocimiento, bien básico, buscado por sí mismo. Es un valor por sí mismo, es decir,
es realmente un bien que objetivamente vale la pena buscar. No deriva de otro, o de algún
hecho. El conocimiento tiene que ser visto como bien, como fin en sí mismo. El conocimiento
como algo muy distinto de la esencia; la verdad no es abstracta, es algo que acogemos como
un bien. Quiero conocer, siento una inclinación a conocer, tengo un deseo de conocer.
Conocer por el placer de conocer, no tiene un sentido utilitarística. Decir que el conocimiento
es un valor no quiere decir que todo conocimiento sea válido; no todo lo que permite alcanzar
un bien está permitido. No todos los modos son buenos y no todos los individuos encuentran
aquel valor; decir que una cosa sea buena no quiere decir que sea absoluta, los bienes siempre
son plurales. Si considero un conocimiento un bien humano, hay un aspecto práctico, no nos
dicen como viene el conocimiento, como se produce; es más que un impulso. El conocer es
la razón del actuar; entender no es una necesidad de la felicidad, sino una forma de vivirla.
Si el bien fuera externo caería en la ley de hume, pero el bien es interno; la verdad no se
agrega a la acción, sino que la perfecciona, la constituye; el bien se pone como fin interno de
la acción; el bien del conocimiento es evidente, pero no demostrable, no es una intuición, hay
un momento en el que el conocimiento práctico posee conocimiento teorético; El bien es
objeto de deseo, no es porque hay un objeto físico, sino porque el mismo bien los es para mí
y para ti; las cosas no son buenas porque yo las deseo, sino que las cosas las deseo porque
son buenas. Sea que me guste o no me guste, quien conoce es más feliz que quien no conoce.
El conocimiento como un bien es muy diverso del conocimiento moral; el escepticismo no
tiene base porque la ignorancia nunca será un bien, nadie puede negar que conocer es, de por
sí, un bien. La potencialidad es un bien desde el momento en que la potencialidad viene
cumplida es un bien; el hecho que una potencialidad me mueva a un fin, los que lo niegan se
contradicen. Cualquier argumento de los escépticos se contradice sólo. En qué modo
llegamos a los bienes humanos, cuando negamos un bien caemos en contradicción; pero no
se puede negar que el escepticismo tiene un valor metodológico, pero si niego todas las
verdades no puedo hacer un razonamiento coherente. Para Tomás existe el bien que produce
placer, el bien que tiene utilidad, el bien honesto porque es un bien en sí; los bienes
fundamentales son aquellos que Tomás llama bien honesto, por lo cual el bien moral es un
bien honesto.

CAPÍTULO IV (otros valores básicos)


Cada bien es siempre el bien de la persona, un bien sustancial. Es muy riesgoso reducir el
hombre a una sola dimensión. Los bienes no son impulsos, puede ser orientado al bien, en
cualquier momento entra la razón práctica, la razón instituye. El bien es lo que viene
establecido de la razón. El relativismo bloquea la idea de que existan bienes humanos, el
aspecto cultural solo direcciona un principio fundamental; todas las culturas muestran un
gran respecto por el cuerpo humano, los bienes fundamentales están presentes; hay una
plasticidad de las inclinaciones humanas, lo cual no es contrario a su universalidad; existe un
conjunto de bienes básicos, intrínsecamente valiosos y se encuentran todos al mismo nivel
de importancia. Bienes básicos son aquellas cosas buenas para la existencia humana. El
derecho ha de servir al ser humano, debe fomentar o por lo menos no perjudicar esos bienes
básicos, ya que ellos son fundamentales para el florecimiento humano. Bien es todo lo que
sirve para desarrollar la vida del hombre, perpetuar la especie y propiciar el
perfeccionamiento del hombre. Tenemos la inclinación a la conservación del ser según su
propia naturaleza, común con los animales la unión del macho y la hembra, y la educación
de los hijos; propio del hombre conforme a condición natural el deseo de conocer a Dios, el
deseo de vivir en sociedad, evitar la ignorancia, no dañar al prójimo. Vida (significa cada
uno de los aspectos de la vitalidad que hacen que el ser humano esté en buenas condiciones
para la autodeterminación), conocimiento (en cuanto es buscado por sí mismo, es decir, por
el puro deseo de saber, deseable por sí mismo, no solo instrumentalmente. Juego
(considerado como un elemento de la cultura humana que consiste en ocuparse en una serie
de realizaciones que no tienen otro sentido que la realización misma que se disfruta por sí
misma. Experiencia estética (consiste en el goce de las formas bellas tanto por experiencia
interna como fuera de nosotros. La experiencia estética no siempre supone la acción de uno
mismo, lo que se valora puede ser la forma bella fuera de sí y la experiencia interna de la
belleza. Amistad (la amistad implica obrar por los propósitos del amigo, por el bienestar del
propio amigo. Estar en una relación de amistad con al menos una persona es una forma
fundamental del bien. Razonabilidad práctica, capaz de hacer que la propia inteligencia se
aplique eficazmente, implica libertad y razón, integridad y autenticidad, posee la suficiente
unidad para ser tratado como uno solo). Religión (se relaciona con los aspectos
trascendentales de la existencia humana y nos vincula con la eternidad. Estos valores no son
medios, sino modos de vivir los fines-bienes humanos. No hay uno que sea instrumento de
otro, ni uno que sea superior a otro. El contexto, el “ahora” me lleva a potencializar o elegir
uno en lugar de otro bien. Pero si soy un estudioso y descuido los otros bienes mi vida se
convierte en algo invivible. El hombre es un ser completo, que necesita desarrollar todos los
bienes, cuando una persona se concentra en un bien y descuida los otros tiene una vida un
poco antinatural. Tenemos necesidad de una vida plena, no por pedazos. Esto no quiere decir
que no existan prioridades, se necesita un sano equilibrio. Todos los bienes son importantes.
Es un erro de finnis el no aceptar la jerarquización de los bienes, según Finnis un determinado
momento nos hace valorar más un bien con respecto a otro, pero esto no es jerarquía. El
placer no es el fin de los bienes (máquina del placer), nadie está dispuesto estar pegado a una
máquina que produzca placer), el sujeto no mira el plaver sino en el ser protagonista de sus
acciones, no es sólo pasivo, queremos vivir en un modo real, no solo queremos placer,
también queremos la realización de la vida, más allá del placer.

CAPÍTULO 5 (Exigencias fundamentales de la razonabilidad práctica)


El bien debe ser fundamental pero debe ser evidente, no consecuencia de un razonamiento
práctico; la razón práctica reconoce los bienes fundamentales, solamente en el uso de la razón
práctica surge la moral. Toda persona debe tener un plan de vida coherente, metas y
orientaciones en su existencia, si dejarse arrastrar por impulsos momentáneos. No se pueden
tener preferencias arbitrarias entre los bienes básicos. No se deben realizar preferencias
arbitrarias entre personas en cuanto a la posibilidad de alcanzar los bienes básicos, le regla
de oro: “haz a los demás…”; mantener la apertura a la consecución de todos los bienes
considerando siempre las circunstancias cambiantes que se presentan a lo largo de toda la
vida. Se debe mantener fidelidad a los compromisos personales en relación con el proyecto
de vida asumido, evitando así la ligereza de abandonarlos por cualquier razón. Para alcanzar
los objetivos asumidos se deben realizar las acciones que son eficientes para cumplirlos. Esto
implica valorar las consecuencias de decisiones alternativas sin llegar a las tesis irracionales
del utilitarismo y del consecuencialismo. Respeto a cualquier bien básico, evitar ponerlo en
peligro, es decir, no se debe cometer ningún acto que por sí mismo cause daño. No hay
justificación para la comisión de un daño apelando a los resultados favorables que pudiera
atraer aparejada la acción que directamente ocasiona ese daño, ni aún la hipótesis de que el
beneficio más importante que el daño generado. Se debe favorecer y fomentar el bien de la
propia comunidad, porque la mayoría de nuestras responsabilidades, obligaciones y deberes
morales en general, y jurídicos en particular tienen por base esta exigencia. Hay que actuar
siempre en conformidad con la conciencia. Si después de una seria reflexión sobre alguna
reflexión sobre alguna cuestión uno piensa que no debemos hacer algo, entonces no se debe
hacer. Estas exigencias de las razonabilidad práctica constituyen los presupuestos necesarios
para disfrutar la plenitud del bienestar en las circunstancias de toda la vida, de tal manera que
quien vive a la altura de ellas es un hombre maduro, que posee la sabiduría práctica.

CAPÍTULO VI (Comunidad, comunidades y bien común)


Nosotros conseguimos la realización junto con los otros, mi propia realización será fecunda
solo con los otros; la dimensión social no puede ser separada de la dimensión particular e
íntima; ninguno vive su realidad de forma aislada, es una relación unificante con los otros;
este encuentro con los otros se puede vivir en 04 formas diferentes: 1. Físico-biológico el
hombre encuentra identidad sólo con los de sus especie, es una relación física, casi de sangre,
esto crea un legame unificante, puedo encontrarme con el otro porque es como. 2. Unidad
de discurso, sintonía entre el que escucha y el que habla, hay unidad lógica, la política entre
personas que pueden hacer 3. Hay unidad con cualquier cosa que pueda ser sometida por
nosotros; cuando reconozco a otros que culturalmente, técnico-lingüísticamente es muy
parecido a mí, unidad cultural. 4. Unidad que existe entre el uso de mi voluntad y libertad,
se refiere a la elección; hay una elección de seguimiento, de aceptación, de libertad, que no
se encuentra en los otros; esta comunidad no se equipara a las otras, tiene una particularidad
y es precisamente el uso de la voluntad y la libertad (es una comunidad política). El nivel
superior de la comunidad es la amistad, tener un amigo pertenece a la propia realización; la
amistad vale por sí, no porque deba brindarme algo. Compartir con los otros no quiere olvidar
la propia identidad. Subsidiaridad es un principio de justicia, sirve para entender la relación
entre lo local y lo particular; la forma superior no absorbe lo inferior; la necesidad surge de
abajo y se pide ayuda arriba; no se debe sustituir a la comunidad.

CAPÍTULO XIII (Naturaleza y Dios)


Finnis reconoce a Dios como “fundamento” del orden moral porque el sentido ulterior
unitario al que apunta la persecución de los bienes humanos clásicos sea fundamento
ontológico de un orden moral anterior para nosotros desde el punto de vista epistemológico,
es decir, un orden moral conocido antes por la razón práctica que capta de manera evidente
los primeros principios del orden práctico incluso cuando desconoce la existencia del
fundamento trascendente de ese orden práctico incluso cuando desconoce la existencia del
fundamento trascendente de ese orden práctico. Finnis sostiene que el desconocimiento
especulativo de Dios no es irrelevante al conocer la ley moral natural, pues sin esa
fundamentación última inmutable, sin el conocimiento de Dios, toda la estructura de las
exigencias de la razonabilidad práctica se torna de alguna manera subjetiva y discutible. De
manera que Finnis está lejos de sostener que el orden moral existiría “incluso si Dios no
existiera”. Por el contrario, afirma que puede conocerse sin y antes de conocer la existencia
de Dios, tesis que evidentemente se sigue del hecho de que los primeros principios prácticos
son evidentes de suyo para todos los seres humanos con uso razón y la experiencia de
relevante mientras que la existencia de Dios no es evidente para nosotros sino demostrable.
Sólo que sin Dios la normatividad moral no alcanza a ser explicada cabalmente, y de hecho,
si Dios no existiera no habría ni orden moral ni realidad alguna.

SANTO TOMÁS
La razón práctica es diversa de la razón teorética, una cosa es definir la verdad otra es definir
cada uno de los bienes particulares. Los productos de la razón especulativa son la definición,
la enunciación, el silogismo o demostración. La ley debe ser promulgada para que tenga
vigor, la ley es la orden de la razón ordenada al bien común, promulgada de quien está
encargado de una colectividad. La ley es una posesión estable, una posesión habitual (fe) ya
que los preceptos de tal ley pueden ser objeto de la razón, sea en manera actual, sea en manera
habitual. La posesión habitual no implica automatismo. Algo evidente por sí mismo no quiere
decir que siempre estoy en condiciones de conocer la realidad. El bien es la primera cosa en
el conocimiento de la razón práctica; cada fin tiene una razón de bien; se necesita hacer el
bien y buscarlo, y se debe evitar el mal, ya que éste último es el que compromete llegar al
fin. Un principio de ley natural se basa sobre el concepto haz el bien y evitar el mal, nadie
puede actuar sin este principio. El orden de los preceptos naturales sigue el orden de las
inclinaciones naturales; la vida es el bien humano más básico, la conservación del propio ser
según la propia naturaleza; esto quiere decir que en las necesidades humanas hay una
jerarquía. El bien plenamente conforme según la razón es la felicidad, si el hombre tiende a
este bien comprende lo perfecto o lo imperfecto; Tomás distingue entre la felicidad primaria
(ejercicio de la virtud, relación de amor con las otras personas) y la vida buena en común. La
humanidad de la felicidad consiste en conocer en conocer la verdad y a vivir con los demás;
no existe la moralidad de la política, existe el bien particular, sólo viviendo en medio de los
otros. En Tomás, Ignorancia no es solo no estudiar, es nescientia, es decir, lo que se debería
saber y no se sabe. Unidad y pluralidad (q. 94. Art.2) hay un orden que cualifica las
inclinaciones. Las necesidades fisiológicas, por ser naturales, son fundamentales, permiten
al sujeto alcanzar otros bienes, la misma inclinación natural tiene un orden; nuestra
humanidad tiene que ver con aspectos que no tienen que ver con aspectos que no tienen nada
que ver con lo que compartimos con los otros seres. Hay un orden en las inclinaciones; la
animalidad en el hombre no es una animalidad humana; el mantenimiento del ser conforme
a la propia naturaleza; las inclinaciones no se dan en abstracto; el corazón de la realización
humana es conocer la voluntad de Dios y vivir en comunidad; el orden de las inclinaciones
inducen al bien de cada nivel del ser (sustancia, cualidad especificidad humana), es un bien
promover lo que nos hace humanos; el uso de la razón no es sólo teorética, es en su totalidad;
la virtud es una disposición adquirida a actuar según la razón; la virtud está en relación a las
emociones y a las pasiones; precisamente porque implica mesura, implica razón, y es
reconducible a la ley natural; la razón no inventa la ley natural ni la virtud; la virtud no es
algo automático, sino que significa la capacidad de mesurarse. Justo medio es la capacidad
de actuar en el mejor modo; ser virtuoso es el uso de la razón en el modo adecuado, la
determinación de la ley es la de la razón; la razón no es un principio abstracto; la ley natural
vale para todos, ella se manifiesta como principios generales. Art. 5, la ley natural no puede
cambiar, sin embargo, y precisamente porque es ley, significa que hay una justicia superior
que puede cambiarla en vista de un bien mayor; los hombres pueden tomar la ley natural y
adaptarla; no hay excepciones de la ley natural, hay situaciones en que las circunstancias
permiten adaptarla de forma diversa, es una tipología especial para aplicar la ley natural.

CONTRA GENTILES
La dimensión de ley, nosotros tenemos una ley, ley nueva, ley antigua, nos habla a través de
la naturaleza; esta es una forma de ley, la naturaleza, es como si vinieran establecidas las
formas de comportarse; actuar según naturaleza no significa actuar según la ley; es necesario
reconocer que hay una ley natural; cuando actuamos según la naturaleza seguimos un
principio interno, no impuesto; se actúa según la ley cuando se actúa según un principio
externo; la razón humana lee las inclinaciones, ordo naturae-ordo rationis; la vida es un bien
porque va perseguida por sí misma; la inclinación y la razón son la ley que me han dado;
cuando el hombre cultiva el propio bien lo hace porque es según naturaleza; los principios
naturales son naturales porque son internos. Nuestra corporeidad está en función de nuestro
ser, de nuestra razón; podemos estructurar los bienes humanos, pero el modo como los
perseguimos es contingente.; hay instrumentos, inclinaciones que nos permiten el desarrollo
de la razón; la naturaleza es una disposición, no una determinación, no somos automatismo;
la realización se consigue siguiendo la propia naturaleza, es esto lo que hace al hombre
persona, ser dueño de su propio acto; el pecado es una acción contra la propia naturaleza.

CUÉSTIONES ABIERTAS
En Tomás cuando se habla de ley se habla de un principio externo, nadie proclama una ley
para sí mismo (no es una verdad teológica, pero el algún modo si es revelada), alguno ha
puesto en mí cierta inclinación a un fin, esto no es confundir lo que significa actuar según
natura, según la ley, pero puedo decir que la inclinación es una forma de ley, las inclinaciones
son reales, no son proyectos.
- Grsez, Boyle, Finnis: ninguna posibilidad puede ser actualizada por una realidad no
humana (entonces Dios no es necesario); el don se contrapone al fin, no hay una referencia;
Finnis muestra la realidad de los bienes humanos independiente de la ciencia, ¿es posible una
sociedad de ateos? Cuando se quita el fundamento teológico los bienes humanos también
peligran, quedan sin fundamento; podemos elaborar principios morales válidos según
nuestras inclinaciones con una ley.

PROFESOR ERRAZURIS
¿qué es un bien jurídico? Un bien humano en cuanto bien jurídico. ¿qué es el derecho?
Complejo sistemático de reglas, es un sistema; el derecho es norma, ley, regla. Es la facultad
de exigir, es una pretensión. Es la constante y perpetua voluntad de dar a cada uno sus
derechos (Ulpiano), el bien que pueda ser requerido (la vida humana). El bien del sujeto,
pertenece a un sujeto, pero esto no es suficiente, se debe tener en cuenta que es un derecho
en cuanto le es debido de otro sujeto, el derecho es el bien mismo en cuanto pertenece a
alguno, pero al mismo tiempo otro me lo tiene que dar, lo debe reconocer; dar al otro el bien,
y el otro tiene facultad de exigirlo, lo que es propio del derecho y de la justicia tiene que ver
con el bien del otro, y no pensar solo el bien propio; objeto de la justicia. El derecho es un
bien jurídico. En Tomás el derecho es la ipsa res iusta, la misma cosa justa, la justicia está
unida al bien. El derecho se dice de modo análogo. El norma en cuanto determina un bien.
La exigencia es una consecuencia de poseer el derecho. No se puede entender el derecho
como la ciencia de las normas, sino como ciencia de los bienes jurídicos; es necesario el
derecho como bien. Los derechos buscados sobre la ley natural todavía no son jurídicos, son
morales, subjetivos; lo que introduce un derecho natural en lo jurídico es norma positiva;
antes de la ley jurídica los derechos son morales, los derechos, antes de ser legislados son
exigencias morales; Jhon Kelsen: no existe nada fuera de la norma jurídica. Los hechos
jurídicos son los contenidos en una norma jurídica. ¿Debe tener el derecho el mínimo de
moral para ser válido? existe un valor moral sistémico del derecho, hay un valor mínimo
esencial de justicia y de paz. Otros afirman que el derecho tiene un valor moral solamente
procesual. Valores morales sustanciales: bienes humanos fundamentales, tomados de modo
contingentes, ya que son morales. Teoría artefactual del derecho: el derecho como
concepto se encuentra a nivel ontológico, es algo diverso de la moral y de la metafísica, tiene
una lógica diversa a éstas últimas. ¿hay algo jurídico en el bien? S. Tomás dice que el derecho
es la misma cosa justa, el derecho es una cosa. Para Tomás el derecho es la cosa misma, por
lo tanto lo jurídico es que las cosa es atribuida a la persona, por lo tanto, al existir otra persona
que me lo pueda quitar, se convierte en jurídico; la vida es un bien moral que se convierte en
jurídico; el derecho no es un bien mío, sino el bien del otro; la justicia solo se relaciona con
el aspecto externo de la persona, lo que viene manifestado, no a las disposiciones. El bien
jurídico y el derecho prácticamente son lo mismo. El derecho natural es la vida misma, así
nace un bien jurídico, es siempre el bien del otro. La justicia, lo jurídico es entre iguales, por
eso con Dios no tenemos igualdad. El bien es un aspecto del bien trascendental.

El derecho como bien jurídico está unido a su definición como conjunto de normas y facultad
de exigir. Comúnmente se relaciona el derecho con el conjunto de normas, esto se explicita
de dos modos diversos: 1. Considerar la norma con relación con el bien jurídico; la norma
puede declarar el bien jurídico; también puede la norma determinar el bien jurídico (el
sistema sanitario para cuidar la salud); la norma se comprende en el bien jurídico, así se
entiende la norma como la medida justa; la norma no es solo la norma positiva, está unida a
un tema natural, anterior al hombre; la norma positiva se abre a la norma natural, de esta
forma se evita el normativismo; 2. Desconectando la norma jurídica del bien jurídico; así
viene a ser comprendida como un acto de voluntad que establece un comportamiento debido
y lo hace según una normalidad prevista, se le une una sanción; presenta a la norma que
puede tener cualquier contenido, el cual viene a ser jurídica porque se encuentra en una
norma (Kelsen), el homicidio es antijurídico, contrario al derecho, hay una ley y una pena;
esto no tendría ninguna influencia sino estuviera referenciado por una ley. La norma se
caracteriza por tener una sanción, el positivismo jurídico tiene una mayor sensibilidad a la
moralidad. 3. El derecho es visto como un fenómeno de poder, establecido en una norma
positiva, de esta manera el derecho pierde fuerza. Exigir se puede concebir: 1. Tiene en
cuenta al bien jurídico, porque se puede exigir algo? Porque pertenece al susjeto, la facultad
es delimitada de un bien concreto, puede exigirlo a quien la debe, puedo exigir mi libertad,
la que me pertenece, hay una exigibilidad del bien jurídico, no está sólo la autotutela, se
requería una organización social al servicio de la justicia, no se entiende el bien jurídico sin
la capacidad de exigir, la misma capacidad de exigir es un bien jurídico. 2. Olvidar el nexo
con el bien jurídico es una pretensión, algo en donde lo que es central es la autafirmación del
sujeto en virtud de su fuerza, de su poder, de su deseo; la capacidad de exigir viene a ser
subjetivista e individualista, no se tiene en cuenta la relación con la justicia, alteridad,
esencial al derecho. La facultad de exigir absolutizada puede llevar a injusticias; exigir,
desvinculado con el bien jurídico es peligroso en todos los campos. El olvido del bien
jurídico lleva al relativismo que hace depender al derecho del consenso social, esto va en
contra de la subsistencia propia del hombre; el sistema jurídico no se mueve sin el consenso
social, pero éste no lo puede crear, la realización de las personas está unido a la justicia.

DOCUMENTO
El derecho está unido a la justicia: las normas jurídicas deben ser justas para ser obligatorias.
Los derechos son exigencias de justicia, su violación es una injusticia. Las normas se fundan
sobre la realidad de la persona humana y de su relacionalidad. Negar la relación entre justicia
y derecho es negar el derecho natural, que tiene su origen anterior a la voluntad y al poder de
los hombres. Esta es la tesis fundamental del positivismo jurídico: el derecho es solo derecho
positivo, hecho por el hombre, así se niega realidad jurídica al derecho natural. Pero es
necesario reconocer la existencia de realidades justas verdaderamente jurídicas anteriores a
la norma positiva. El separar al derecho de la justicia conduce hacia una separación del
derecho da cualquier legame con la realidad ontológica de la persona, quedando sólo lo
formal, técnico e instrumental. Así el derecho se convierte en una realidad extrínseca al
hombre, una regla heterónoma que limita y oprime. Los juristas sólo son técnicos, que sirven
a interese determinados. El derecho se reduce a la norma. La expresión derecho natural
implica la relación entre lo que es jurídico y lo que deriva de la naturaleza de la persona
humana, y no una visión instrumentalista del derecho. El derecho es una realidad inherente a
las personas en sus relaciones sociales. El derecho aparece unido a la persona humana en su
relación son los otros. Desde el positivismo jurídico es imposible argumentar la existencia
de un derecho natural. La posición del positivismo sería válida para acoger algo de verdadero
de la exigibilidad social, propia del orden jurídico. Pero la coceptualización positivista
representa una reducción en el derecho, es una verdad parcial que pretende mostrar a la
verdad total y esencial, pero ante esto la realidad se rebela. Esto muestra que la técnica
jurídica no es se parable de los problemas sustanciales de la justicia, ya que la ella tiene como
objeto los mismas relacione humanas. Una norma que no busque la justicia no merita la
denominación de verdadera norma.

El derecho como lo que es justo: actualidad de una tradición: Aristóteles diferencia y


relaciona la justicia y su objeto, el justo. Tomás de Aquino lo llama la misma cosa justa, la
justicia presupone el derecho, se define en función de eso. El derecho puede ser: 1. Una cosa
o realidad (entendida en sentido amplio, no solo lo físico); 2. Lo que pertenece a la persona
humana o a otro sujeto de derecho que trasciende al derecho; 3. Lo que es debido a otro
sujeto. De esto se desprende que el derecho connota siempre una relación de al menos dos
personas, los titulares son siempre personas humanas. Lo que es justo presupone siempre la
existencia de dos sujetos, de los cuales uno tiene debe dar al otro lo suyo. La división
fundamental entre derecho natural y positivo adquiere de esta manera su significado clásico:
lo que es justo por naturaleza, y lo que es justo por determinación social. Los dos están
entrelazados en la realidad, ya que las fuentes jurídicas dependen de la voluntad humana. La
idea de la unidad entre el derecho natural y el derecho positivo como aspectos inseparables
es de gran importancia para la comprensión del mundo jurídico. A veces el concepto de cosa
justa ha sido sustituido por aquel de derecho-ley y por el de derecho subjetivo. El derecho en
la óptica de la relacionalidad entre personas humanas según la justicia es inseparable del
personalismo del cristianismo. Sea en el derecho que en la justicia se pueden redescubrir la
dignidad de la persona humana, en cuanto ser capaz de dominio de sí y de las cosas. Sin la
dimensión natural el derecho cae en mera fuerza y no resultan concebibles algunos derechos
de la persona anterior a la norma.

El derecho como norma y como facultad de exigir: una visión crítica, la facultad de exigir
(derecho en sentido subjetivo), es derecho en cuanto se dirige a la parte operativa, sirve para
indicar que una persona puede exigir algo que le pertenece. El derecho es subjetivo en cuánto
se apoya en la cosa justa como presupuesto esencial. El normativismo es compatible con
afirmación de que existen normas jurídicas naturales, las cuales no dependen de un acto de
la voluntad humana, sino de un principio superior a ella. Tales exigencias y la misma
naturaleza humana necesitan una fundación metafísica ulterior de índole trascendente, de esta
manera se llega a Dios como único autor de la naturaleza humana y por tanto de su intrínseca
dimensión de justicia. No hay un deber jurídico que pueda subsistir sin fundamento. Es el
tema del fundamento de la norma jurídica que representa una de las espinas del positivismo.
La norma jurídica natural no solo funda algunos principios absolutos, sino que está siempre
presente y operante, es su base indispensable. El principal riesgo del normativismo es el
extrinsecismo, de querer unir la juridicdad a un acto de voluntad que lleva uan especie de
sobrestructura extrínseca respecto a la libertad. El derecho y la justicia no tiene que ver solo
a la relación entre los individuos, también implica las relaciones de las personas con el
conjunto social. esta se llama justicia distributiva. No existe una relación entre individuos
donde no haya alguna dimensión comunitaria.

PETAGINE

Una de las críticas que se le hace a la filosofía moral es olvidar a la vida concreta de las
personas. Eso ocurre también en la ética cuando se reduce a cuestiones abstractas y poco
cercanas a conductas concretas. La ética debe dar indicaciones eficaces para la vida de los
hombres, sólo en este contexto se puede hablar de la teoría de los bienes humanos
fundamentales, que tiene como raíz una vida personal, buena y feliz, hacia la cual la ética
debe dirigir, junto a la política y el derecho, los cuales deben promoverlos y tutelarlos.
Importantes los aportes de Grisez y Finnis, quienes se confrontan con la doctrina de la ley
natural y las inclinaciones naturales de Tomás de Aquino. 1. Confrontación con Tomás de
Aquino, reformular la doctrina de la ley remite necesariamente a Tomás de Aquino. Señala
Grisez que en Tomás hay una pluralidad en los preceptos de la ley natural. Existe la
convicción de que la determinación de los bienes humanos es una obra de la razón práctica.
Para Tomás, la razón no es pasiva con respecto al dato de la inclinación, ya que elabora los
preceptos de la ley natural de manera práctica, por tal motivo, la doctrina de Tomás no se
opone a la ley de Hume (del ser al deber ser). Grisez nota que Tomás resalte la analogía entre
el conocimiento práctico y teorético. La razón descubre y entra siempre más profundamente
en el conocimiento de una realidad que ella no genera sino que comprende. En el actuar
humano, el conocimiento práctico se fija es la finalidad, dirigirse hacia, que no está todavía
un objetivo establecido, pero que constituye la base indispensable. La actividad de la razón
práctica no tendría lugar si no tuviera en cuenta la pluralidad de las inclinaciones naturales
que muestran la riqueza de la naturaleza humana, indicando acciones en vista a posibles fines.
En Tomás, los principios de la ley natural son notos de per se, dotados de evidencia, lo cual
no quiere decir que dichos principios sean fruto de la intuición directa. Notos de per se
significa que tales principios pueden ser conocidos fácilmente por cualquier hombre que usa
la razón. No derivan de otros principios, ni son fundados sobre otro principio básico. Lo
particular de estos preceptos es el hecho de presentarse como bienes por perseguir y no
como deberes a los cuales nos debamos someter. Esto se aleja del deontologismo y del hacer
deducir la ética de alguna teoría metafísica. Esto ayuda a demostrar que es posible reconocer
un lay universal sin caer en el deontologismo al mismo tiempo que es posible proponer una
visión objetiva de la ley natural al margen de una posición metafísica o religiosa, y ser
fundamento de una civil convivencia sin contradecir un pluralismo que caracteriza a las
sociedades democráticas. Per Finnis, considera problemáticos dos aspectos de la teoría de
Tomas. 1. La falta de terminología que permita distinguir entre un fin particular y las
aspiraciones fundamentales que valen siempre y para cualquiera, ya que Tomás, en ambos
casos, habla siempre de bien. Finnis propone usar un término ad hoc, para entender las
funciones fundamentales, propone llamarlas formas generales del bien o valores. 2. Tomás
logra individuar una pluralidad de inclinaciones naturales y hace derivar lo preceptos de la
ley natural de la razón práctica, va de lo que es común a todas las sustancias a lo que es propio
del hombre. De esta manera, según Finnis, Tomás da a las inclinaciones una descripción
metafísica, donde la cuestión es de tipo práctico. Este proceder sería innecesario e inútil. La
determinación de los bienes humanos fundamentales no depende de ninguna concepción
metafísica de naturaleza. Grisez y Finnis han encontrado en Tomás: 1. la existencia de una
irreducible pluralidad de bienes humanos fundamentales. 2. Dichos bienes son evidentes de
por sí, o al menos, son inderivables y universalmente afferrabiles. 3. El carácter
específicamente racional-práctico de la determinación natural, según la ley de Hume.

La determinación de los bienes humanos fundamentales según Grisez, Shaw y Finnis,


se enumeran 08 bienes fundamentales, evidentes de por sí y universalmente reconocibles.
Los dividen en dos grupos: sustanciales (la vida, el juego, la experiencia estética, el
conocimiento especulativo), son llamados sustanciales porque su valor no depende del modo
en el cual el sujeto actúa. Reflexivos (integridad, autenticidad, amistad, religión), se refieren
a la forma como el sujeto se relaciona con sí mismo. El hombre busca generar equilibrio,
coherencia, armonía, sobre todo internamente y con sus expresiones. La religión como bien,
no implica la adhesión a una religión positiva, y tampoco necesita que se crea en Dios, el
hombre quiere entrar en relación con algo que sea distinto a él. Estos bienes no se encuentra
aislados sino que son una familia, por lo que vida no significa solo auto-conservación,
también significa procreación y educación de la prole. Finnis sostiene necesario indicar
cuáles son los bienes fundamentales ya que ellos constituyen las más fundamentales
motivaciones sobre lo cual se establece lo que se debe hacer y lo que se debe evitar, por lo
que dichos benes deben ser individuados en el mejor modo. La lista que propone Finnis de
bienes fundamentales evita la división entre sustanciales y reflexivos de Grisez. Sin embargo
parece que han encuadrado los bienes humanos en categorías rígidas. Tres grupos de
dificultad de esta división: 1. Las listas de bienes humanos propuestos en la teoría clásica
parecen caer en el mismo error te las teorías intuicionistas, de la cual pretenden alejarse.
¿Cómo se puede sostener que lo que resulta evidente a nosotros sea evidente en sí? 2.
Suponiendo que estos bienes sean indeducibles el uno del otro, y que no deriven de una
noción metafísica de natura, ¿esto implicaría que no exista un orden entre ellos? 3. Si no se
puede hablar de la felicidad como el fin último de la vida, ya que esto no haría de los bienes
fundamentales los “primeros”, esto lleva a considerar la felicidad como algo ideal, regulativo
y subjetivo.

El valor de una visión integral de los bienes humanos, el tentativo de ofrecer listas bien
definidas de no es algo de propio de la teoría neoclásica, sino que está presente en muchas
prospectivas teóricas, que han puesto en el centro los bienes, las necesidades y las
motivaciones del ser humano, sin embargo hay convergencias. La vida humana no se presenta
como un cuadro monotemático o monocromático., sino como una red de bienes diversos
entre ellos, todos importantes e irrenunciables. En la vida es necesario hacer elecciones y
establecer prioridades, sin embargo no debemos nunca poner razonablemente en
contraposición los diversos bienes humanos, decidiendo de promover uno o algunos en
detrimento de otros. Establecer prioridades significaría poner fines diversos e irrenunciables
en una cierta relación entre ellos, pero sin perder de vista en el entero cuadro, constituido por
la totalidad insuperable de los bienes humanos fundamentales. No es convincente la
sugerencia de Finnis, según la cual, cuando se persiguen algunos bienes es válido de
descuidar otros. Precisamente para sacar frutos de la tesis de la pluralidad de bienes, es
necesario afirmar que, aunque hay circunstancias en las que el perseguir un bien exija un
particular cuidado y dedicación, esto no significa un olvidar o descuidar los otros bienes.

Algunas críticas en la determinación neoclásica de los bienes humanos, la multiplicidad


de bienes humanos se constituye como un elemento fecundo, que lleva a concebir el
florecimiento humano ligado al cultivo de dichos bienes. Grisez y Finnis quieren mostrar que
su teoría está en línea con la ley de Hume, sin embargo, algunos autores muestra la dificulta
de aplicar dicha ley a un cierto fin o a una serie de bienes. No parece posible separar la
dimensión descriptiva de la prescriptiva, el hombre y la acción parecen entrar en esta
dinámica. La vida humana, por la que pregunta la ética, no se entiende como un dato
biológico, sino como aquella realidad que el hombre, en cuanto viviente, se esfuerza por
realizar en el mejor modo posible, a través de las propias acciones. Si el hombre puede mirarla
su vida como un todo, significa que ella, más que uno entre los otros bienes, es la totalidad
hacia la cual se dirige cada acción y cada fin que el hombre se ponga: es la felicidad de la
cual hablaba Aristóteles, y que parece perder valor en estos autores. La existencia de este
bien, no solo no contradice la multiplicidad, la irreductibilidad y la fundametalidad de los
bienes humanos básicos, sino que muestra su sentido más profundo, mostrando porque todos
son importantes. Entre ellos y la felicidad no hay subordinación sino una relación todo-parte.
Estos autores han dejado la felicidad a un nivel regulativo y subjetivo, no han reconocido que
los bienes humanos no son simples medios. Concibiendo la felicidad como el cumplimiento
y el florecimiento de la vida entendida como un todo, los bienes fundamentales serían
precisamente aquellas dimensiones esenciales que hacen humana tal vida. En este sentido
entiende Tomás las inclinaciones naturales, según un orden arquitectónico. Si buscamos en
Tomás cuales son las inclinaciones humanas, solo podemos individuarlas partiendo de
aquellas que los hombres comparten con los otros entes, hasta bajar hasta aquellas que los
caracterizan en manera exclusiva. Entre estas inclinaciones está el conocimiento de Dios, lo
cual constituye el verdadero cumplimiento de la felicidad humana. Po lo tanto, para tener
firme la pluralidad de los bienes humanos fundamentales, no es necesario renunciar a la idea
que entre ellos haya un orden. Admitir que todos los bienes humanos son todos importantes
no significa que todos son iguales y que estén al mismo nivel, ni que si existe un orden
algunos bienes serían reducidos a simples medios respecto a los otros. Retomar la enseñanza
de Tomás sobre las inclinaciones naturales, implica decir que las más específicamente
humanas aparecen arquitectónicas con respecto a aquellas que compartimos con los otros
entes.

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