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José Sbarra

. plástico Cruel
. Marc, La Sucia Rata
. Informe Sobre Moscú
. Los Pterodáctilos
José Sbarra
Selección
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TODOS LOS DERECHOS ESTAN TORCIDOS

Michaux Editorial
plástico cruel
primera parte

“Yo te buscaré a quién amar


antes de que seas un niño:
después te toca abrir tu caja
y comerte tus sufrimientos.”
Neruda
BOMBÓN
-poeta y puta-
DIARIO

Me contó su vida en el baño de la Estación Central.


Cuidaba cerdos, y olía a eso, pero se negaba a tocarme. Cogía en una batea con
una cerda y le daba asco tocar a un travesti.
Sin embargo, en sus ojos, hubo un margen de curiosidad cuando le mostré las
tetas... Y, como que soy la más puta de las poetas, aproveché ese margen.
- Dejame en paz.
- No pretendo alterar tu paz, sólo deseo chuparte la pija.
Llegó a la ciudad en un tren de carga. Vino para triunfar como poeta (de lo cual
deduje que su idea de la realidad es un tanto distorsionada). Pero es casi un niño
(un niño de campo, se entiende).
- No me gustan los maricas.
- ¿Dónde viste un marica con tetas, bebé?... Soy un travesti.
Su primer amor fue una cerda particularmente mansa: la ponía en una batea y ahí
se la cogía. Unas niñas exploradoras completaron su educación sexual. Y yo lo
tenía ante mi, recién llegado, casi indefenso.
- Fumate un cigarrillo, me gustan los hombres indiferentes, que fuman mientras
les chupo la pija.
Fue monaguillo y niño-dios en el pesebre viviente de su pueblo.
- Toma. Vas a necesitar algo de dinero hasta que triunfes.
- Gracias, me llamo Axel.
- Axel, el Cerdo.
- No, Axel, nada más.
- Para mí sos Axel, el Cerdo. Lo digo cariñosamente.
- Todo hay que entenderlo al revés: sos un hombre, pero sos una mujer, y los
insultos son pruebas de cariño.
- Me gustan los chicos que aprenden rápido. Mis amigos me llaman Bombón.
- ¿Bombón?
- Sí, es una cosa que se come. Voy a presentarte a mis amigos.
- ¿Son todos como vos?
- Sí, son todos poetas.
- Me refiero a si...
- Hombres y mujeres normales... podría decirse así. Bueno, ¿somos amigos o
no?
- Pero amigos, nada más.
- No soy El-ogro-come-niños.
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- Si me preguntan, ¿digo que sos mi amigo o mi amiga? - ¿Yo soy una dama?
- Vos no venís del campo, venís de otro planeta. - No, hija, y a juzgar por tu incapacidad para distinguir una trufa a las hierbas de
- Sos muy divertida, Bombón. un corazón de ciervo a la parrilla no llegarás a serlo nunca.
- Y vos tenés la risa y la verga más puras que conocí en toda mi poética y puta
vida.
Sus ojos me tomaban fotografías y yo salía muy bella. BOMBÓN
- ¿Dónde está tu equipaje? -poeta y puta-
- No tengo. DIARIO
- Sí que tenés, Axel, no lo olvides nunca, el equipaje lo llevas entre las piernas.
Desde este diario declaro al baño para caballeros de la Estación Central como - ¿Qué es lo que más te gustaría hacer, pequeño cerdo?
Honorable Salón de Poetas. Axel tiene la edad en que todavía se desean cosas que se pueden obtener.
Lo más increíble no es dónde conocí a Axel, el Cerdo, ni tampoco el hecho de - Ir al mar.
haberlo conocido. Lo más increíble es que mientras escribo mi diario, él está en - Decís “ir al mar” como yo diría “a París”.
mi cama, durmiendo desnudo. - No estuve nunca en el mar. Cada vez que leo esa palabra en un libro, me dan
Desde cualquier ángulo que la enfoquen, mi vida se ve fascinante. ganas de subirme a una carretera y bajarme en la playa.
Música para mis oídos. Me conmueve. Cualquier estupidez que dice Axel se
convierte en música para mis oídos. Me conmueve. Es tan joven que me siento
BOMBÓN como una madre, una putísima madre, se entiende. No fui con él porque no pue-
-poeta y puta- do abandonar mis shows en el Boogie-Bar. Y porque no quiero ser detenida por
DIARIO corruptora de menores. Le compre un pasaje. Lo empecé a extrañar desde que le
compre el pasaje. ¡Qué duro ser madre!
Axel, el Cerdo, podrá vivir en la ciudad. Consiguió un sótano. Le regalé un pos-
ter que hicieron con una foto mía hace mil años. Le llevo cigarrillos y comida.
Come como un tigre, un león y un elefante. SEÑALES DE TRANSITO

El mar no sabe que es mar


BOMBÓN ni que lo amas.
-poeta y puta-
DIARIO
BOMBÓN
¿Ya dije que lo amo? -poeta y puta-
DIARIO

LINDA MORRIS Y SU MADRE Me reúno con La Malco, Trespa y Frula en la Estación Central. Todos me pre-
guntan por Axel, ese chico los impresionó tanto que hasta inspiró un poema de
- Perdí el vuelo y suspendieron los próximos porque no sé quiénes están de huel- Frula: “Mi amante es una cerda”.
ga. Hace cuatro meses que Axel llegó a la ciudad y a mi vida. Cuatro meses de amor
- Tomás un autobús y listo. unilateral y desmesurado. Todo en él me conmueve: es el chico que yo hubiese
- Pero mi equipaje se va en el vuelo que perdí. querido ser.
- Pediré que lo retiren y te reunirás con él en cuanto llegues. Soy la puta-madre-cerda, cuando mi pequeño regrese de la costa, pasaré una
- ¿La gente que me espera no lo tomará a mal? noche entera con mi mejilla reposando entre sus piernas.
- Linda, es un detalle de muy buen gusto que el equipaje de una dama llegue
antes que ella.
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AXEL Y LINDA MORRIS AXEL Y LINDA MORRIS

- ¿Me dejas del lado de la ventanilla? - Yo tengo veintiséis. ¿Vos cuántos años tenés?
- Mnnn. Pasa. - Si después de “cuántos años”, viene “¿de-qué-signo-sos-y-qué-animal-
- ¿Tristeza o malhumor? en-el-horóscopo-chino?”, mejor yo sigo leyendo y vos seguís con lo que estabas
- Fastidio. No salen aviones y tengo que viajar en esto. haciendo antes de abrir la boca.
- Esto es un autobús. Al principio parece horrible, pero después pasan una - Sólo quería saber tu edad, sospechaba que te habías escapado del jardín
película y te dan un alfajor. de infantes.
- ¿Sos el hijo del dueño de la empresa? - Ahora tu sospecha quedó confirmada.
- ¿Tengo el aspecto? - Te prometo que no hablo más, pero decime cuántos años tenés.
- Para nada. ¿Te molesta si fumo? - Los suficientes como para meterme en la cama de una mujer que no sea
- Por mí podes fumar, masturbarte o violar al chofer que me da igual. mi madre.
- Sólo quería saber si te molestaba el humo - Llegamos.
- Y yo te respondí que no. - ¿Me dejas pasar, Linda?
- Hablas como un rockero. ¿Sos una estrella de rock o “algo así”? - ¿Adónde vas?
- Una estrella de rock no soy, pero ¿qué quiere decir “algo así”? - Al mar.
- Nada. Es una manera de hablar. Me llamo Linda Morris, ¿y vos? - Obvio, pero supongo que irás a un hotel, ¿no?
- Yo no. - No. Voy al mar.
- Desde la escuela secundaria que no escucho un chiste tan estúpido - ¿Pensás dormir en el agua?
- Es mi problema con las mujeres cultas. Yo soy Axel, para los amigos - No, en la arena.
Axel, el Cerdo. - ¿Te estás burlando?
- El viaje va a ser largo, conviene que hagamos esfuerzo por ser simpáti- - No.
cos. - ¿Y tu equipaje?
- Espero que tenga baño este autobús. - Lo llevo entre las piernas.
- ¿Baño?
- Sí, Linda, es un espacio pequeño con una pileta, un espejo y un inodoro
para... BOMBÓN
- Sé muy bien lo que es un baño. Está ahí atrás. -poeta y puta-
- Gracias. DIARIO
- ¿No ibas al baño?
- Sólo quería saber si había, porque siempre tuve la fantasía de voltearme Hambrienta de sexo. He perdido el placer de estar una noche a solas. El
a una mina en el baño de un autobús. chico de los cerdos todavía no regresó. Sufro como una madre, de esas.

BOMBÓN
-poeta y puta-
DIARIO

Axel tiene un aspecto que a cualquier mujer le hace pensar: “Una ducha y a la
cama”. Pero es más fácil llevarlo a la cama que a la ducha.

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SEGUNDA PARTE

“¿Tenemos que amarnos para


conocernos o tenemos que
conocernos para amarnos?”
Michelangelo Antonioni
(El Eclipse)
SEÑALES DE TRANSITO

Vio el mar por primera vez. En la distancia el mar era azul. Incuestiona-
blemente azul. Sintió la felicidad de comprobar. Corrió desnudo por la arena de
una playa sin turistas hasta que las olas le salpicaron la cara. Se detuvo, sospe-
chando algo terrible, tomó entre sus manos un poco de mar. Y lo temido ocurrió.
En el hueco de sus manos, el mar dejaba de ser azul, era sólo agua transparente.
Acortar la distancia para destruir el encanto.

Primera alucinación

EL ENCUENTRO

Con la mitad del corazón agonizando y la otra mitad en estado catatóni-


co entré en el Boogie-Bar. Ella estaba sentada en el taburete de la perversión.
Me acerqué guardando la timidez en el bolsillo izquierdo de mi pantalón
azul marino que nunca navegó. Algún lisérgico escultor la había sentado ahí para
tenerla de modelo. Saqué la mano del bolsillo cuidando que no se me cayera la
timidez, por si en otra ocasión necesitaba de tu silencio.
Ella lanzó hacia mis ojos dos líneas eléctricas. Cambié la dirección de
sus feroces rayos y se los devolví. No estaba dispuesto a que extrajera de mi
corazón el clorhidrato de la locura.
La saludé acariciando sus pechos. Le hable de mis sueños con las ma-
nos.
Ella me respondió mostrando su lengua sedienta. Tiré de esa lengua,
que era mucho más larga de lo que Brueghel hubiese imaginado. Una canción
empezó a sonar entre sus piernas, una canción profunda. Y se le encendieron
luces plateadas y anaranjadas en las orejas.
Giré la pupila de su ojo izquierdo con la esperanza de que se abriesen las
puertas del amor.
En la vuelta 44 aproximadamente se produjo una explosión que desmo-
ronó su nariz. Este hecho resulta bastante sorprendente si se tiene en cuenta que
su aspecto era el de una mujer habituada a los terremotos del orgasmo.
En su ojo derecho, como una máquina tragamonedas, se sucedieron
imágenes de uvas, granadas y fresas hasta quedar detenido ante mi asombro, su
número telefónico.
Recordé aquel proverbio medieval que dice: “No metas en tu cama a
nadie que esté más loco que tú”, y decidí marcharme. Antes de hacerlo, por si al
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día siguiente cambiaba de opinión, tomé nota del número de su teléfono. AXEL Y LINDA MORRIS

Te recordaba más alto.


FIN DE LA ALUCINACIÓN - Siempre decepciono la segunda vez. ¿Te gusta mi casa?
- Nunca pensé que pudiera haber vida humana en un sitio como este...
¡Aaaay! ¡Ratas!
BOMBÓN - Son Pablo y María, no les temas, tienen su propia comida.
-poeta y puta- - ¿Qué es esto?
DIARIO - La cocina. Y pasando esa pila de escombros está el baño.
- Va a quedar hermoso cuando termines de refaccionarlo.
Volvió a su cueva Axel, el Cerdo. Sé que volvió de la playa, pero toda- - Ya está terminado.
vía no vino a verme. - ¿Qué era antes... esto?
Le regalé el pasaje y algo de dinero. - Un estacionamiento subterráneo, ahora es mi casa.
Por la noche y por la arena y por una mujer arrojó al mar las piedras - ¿Vivís sin ventanas?
luminosas de nuestros buenos momentos - Y duermo de día, pero no me encierro en un ataúd ni clavo los colmillos
¿Por qué no fui con él? en el cuello de las mujeres.
- ¿Ese desayuno es para nosotros o tenés caballos?
- Leche, cereales, frutas, miel, queso y fiambras. Una amiga me manda
AXEL Y LINDA MORRIS esto porque estoy en la edad del crecimiento.
- ¿Vas a desayunar desnudo?
- ¿Vas a venir? - No creo que los vecinos puedan espiar, pero para que no se altere tu
- ¿Querés que vaya? digestión vamos a fumarnos un buen porro.
- ¿Por qué no respondes directamente? - No, gracias. Si anoche aparecí aquí, no quiero pensar dónde puedo des-
- Porque vos no pedís directamente. Decime exactamente lo que querés. pertarme si fumo otra vez esa cosa.
- Quiero saber si vas a venir. - ¿Qué buscas?
- No. - Un reloj.
- Bueno, yo quería saber nada más... - No hay. ¿Es tan importante saber qué hora es?
- Axel... - No sé, pero quizás me dé una idea de que aún estoy dentro del sistema
- ¿Qué? solar.
- ¿Por qué?
- ¿Por qué, qué?
- ¿Por qué no podés expresar tus sentimientos? BOMBÓN
- Será porque no tengo. -poeta y puta-
DIARIO

BOMBÓN Todavía no reapareció (Axel, el Cerdo, por supuesto). Extraño su voz


-poeta y puta- ronca de cachorro excitado.
DIARIO

Si lo pierdo a Axel puedo instalar un circo con tigres, leones y elefantes. AXEL Y LINDA MORRIS
Gastaría en alimentación lo mismo que gasto con Axel.
- Mis amigos son La Malco, Frula, Trespa y Bombón.
- ¿Qué significan esos nombres?
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- La Malco quiere decir: la malcogida. - Reuniones de poetas y algunos negocios. Es más cálido que la calle y no
- ¿Frula? te obligan a consumir como en los bares.
- Frula, lo sabe todo el mundo, quiere decir cocaína. - ¿Y el olor?
- ¿Bombón y Trespa? - Nos agrada bastante.
- Un bombón es una cosa que se come. Y a Trespa le dicen así desde - ¿La Malco también pertenece al taller literario del baño público?
chico. - No, La Malco atiende el kiosco de cigarrillos de la estación.
- ¿Vos no tenés ningún apodo? - ¿Qué hacía Bombón en el baño el día que la conociste?
- Si, me dicen el Cerdo, Axel el Cerdo. - Entró para sacarse la ropa de mujer y ponerse la ropa de hombre porque
- Viéndote, no hace falta preguntarte por qué. ¿Bombón y Trespa son la estaban siguiendo.
pareja? - ¿Quiénes la seguían?
- No, a Trespa le gusta otra clase de mujeres. - Dos policías que querían encamarse con ella sin pagarle. La vi salir del
- ¿Qué clase de chica es Bombón? water vestida de hombre o de algo semejante. Llevaba un bolso con ropa y libros.
- Es la clase de chica que puede ser un chico. - ¿Libros?
- ¿Es lesbiana? - Si, unos objetos de papel con un montón de palabras inútiles que te ha-
- No, es travesti. cen parecer inteligente.
- ¿Está operada? - ¿Qué hace con los libros? ¿Se los lee a los clientes?
- Tiene tetas, buenas tetas. - Le pregunté más o menos lo mismo y me contestó que no respondía
- Pero... ¿abajo? preguntas idiotas. Yo le confesé que soy idiota.
- Tiene huevos. - ¿Y qué te dijo?
- ¿Te acostaste con Bombón? - Que ella era idiota y poeta. Yo también, le dije, soy idiota y poeta. Bom-
- Me chupó la pija un par de veces. bón agregó que era idiota, poeta y travesti. Yo tampoco, le dije.
- ¿Por qué lo decís todo de la peor manera posible? - ¿Y así empezó una culta amistad?
- Sí, me hizo pasar al water para demostrarme su calidad poética. Me bajó
el cierre de la bragueta y metió mi pija en su boca.
BOMBÓN - Comprendo, no pudiste impedirlo.
-poeta y puta- - Me dijo que ése era el alimento fundamental para su poesía.
DIARIO - ¿Y qué hiciste?
- Bueno, siempre estuve en contra de la desnutrición. No la soltó hasta
A mí me encienden por las tetas. Si un hombre me acaricia bien las tetas que me hizo acabar.
podrá obtener de mí lo que quiera. Mis pezones son el PLAY para que empiece
el placer. Aprieta mis tetas y dará comienzo el juego. Me enciendo por ahí. No
soy una mujer hasta que un hombre no abre sus labios para cerrarlos sobre mis SEÑALES DE TRANSITO
pezones. Aprieta mi PLAY y el placer del mundo estará en tus manos.
Elegimos el ejemplar más exótico,
nos enamoramos de su libertad
AXEL Y LINDA MORRIS y empezamos a construirle una jaula.

- ¿Dónde conociste amigos tan extravagantes?


- En el baño de la Estación Central. AXEL Y LINDA MORRIS
- ¿En un baño público?
- Sí, es un sitio generalmente amplio y sucio, donde culmina el ciclo de la - ¿Por qué no trabajas?
digestión. - Porque conozco el número privado de todos los peces, pero no me gusta
- ¿Pero qué hacen en el baño? molestarlos a cualquier hora.
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- Si te hacen una buena traducción puede ser que lo que dijiste sea una - Ni se te nota.
genialidad, pero yo no entendí nada. - Sí que se nota.
- Creo que entré por la puerta equivocada. - ¿En qué?
- Por como vas vestido, parece que siempre entraste por la puerta equivo- - En qué, no sé. Pero sé cuándo. Y es cuando necesito sentirme deseada
cada. por alguien.
- Linda, ¿sos un ser humano o una muñeca de plástico?
- Por lo desagradable pareces judío. Dio resultado. Axel durmió conmigo, abrazándome por detrás. Yo, obviamente,
- Lamentablemente no soy judío. despierta toda la noche. Fue casi la felicidad.

SEÑALES DE TRANSITO AXEL Y LINDA MORRIS

Cuántas complicaciones para realizar un acto tan simple y, sobre todo, - ¿Qué te gusta de mí?
tan breve. - Me gusta cómo te quedan los libros.
- ¿Y qué otra cosa te gusta de mí?
- Que vivís fuera de la ley
AXEL Y LINDA MORRIS - ¿Te gusta como funciono en la cama?
- La gente no pregunta esas cosas.
- ¿Sabés que están haciendo ahora la mitad de la ciudad? - Yo sí. ¿Te gusta o no?
- ¿Qué? - Lo que más me gusta es que sos un chico extraordinario y ninguna mu-
- Esta cogiendo con la otra mitad. Si se atrevieran a gritar la felicidad jer se da cuenta, no te miran con deseo, te dejan pasar como si no valieras nada.
de sus orgasmos caerían los vidrios de todos los edificios. Grita, Plástico cruel, - ¿Por qué te gusta eso?
grita. - Porque así permiten que solamente yo goce con vos. Sos un regalo muy
caro envuelto en papel de diario.
- Supongo que en tu estilo eso es un elogio. Pero no me respondiste si te
AXEL Y LINDA MORRIS gusta o no.
- Sí, me gusta.
- ¿No estuvo mal, verdad?
- Puede que seamos la pareja más extraña, pero lo que hicimos estuvo
estupendo. AXEL Y LINDA MORRIS
- Entonces, ¿todavía tenés ganas de volver a verme?
- Sí, Axel. - Sos el peor.
- ¿Aunque mis reservas de seducción sean limitadas? - ¿Por necesitar cuatro orgasmos por día?
- Espero que sean limitadas. - La gente normal no lo hace tantas veces.
- Nunca pretendí pasar por normal.
- ¿Qué haces?
BOMBÓN - Dejame un poquito, vos dormí.
-poeta y puta- - ¡Axel, no!
DIARIO - Entonces chupame la pija mientras fumo un cigarrillo.
- Yo no soy tu prostituta.
- Finalmente vino Axel, me encontró deprimida. Odio parecerme a La - Ese es tu problema. Yo sólo le pido a la humanidad que me ponga un
Malco. cigarrillo en la boca y que me chupen la pija.
- Tengo cuarenta años, Axel. - Sos un perverso.
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- Sí. - Lo estoy de veras.
- Y estás loco. - Esta noche hay luna redonda. Voy a verla en el parque
- También. - Axel.
- Estás muy loco. - ¿Qué?
- Sí, y te pido que me chupes la pija ahora, antes de que tu cadáver y el - ¿Me estás proponiendo una cita?
mío estén masturbándose bajo la tierra. - Bueno, yo voy a estar en el parque, así que si vas, seguramente vamos a
- Axel, los cadáveres no se masturban. encontrarnos.
- El mío impondrá esa costumbre. - ¿Me querés?
- Estoy trabajando seriamente en ese asunto.

LINDA MORRIS Y SU MADRE


LINDA MORRIS Y SU MADRE
- Axel me llevó al Boogie-Bar. Cuando apareció Bombón en el escena-
rio, dijo: “Un leñador perdió su hacha y acusó a un joven del pueblo. Ese joven, - Volvamos a casa, ese chico es peligroso.
según la opinión de todos, caminaba como un ladrón, miraba como un ladrón, - ¿Axel peligroso?
y hablaba como un ladrón. Cierto día el leñador recordó el sitio donde había - Si no lo es, ¿por qué me pediste que te acompañara?
dejado su hacha y la recuperó. Desde ese momento, el joven del pueblo, según la - Porque es tarde y me da miedo este parque.
opinión de todos, caminaba, miraba y hablaba como un chico normal” - ¿Entonces por qué aceptaste una cita en este lugar?
- ¿Qué significa esa historia? - Axel pensaba venir aquí aunque yo no viniera.
- No sé. Pero después de contarla, Bombón empezó a hacer un strip-tease. - O sea que no sabe si vendrás o no.
- ¿Se desnudó totalmente? - Así es.
- Claro, si no, nunca me habría convencido de que era un hombre. - Tomemos un taxi y volvamos a casa.
- ¿Y por qué le gusta a tu amigo ese lugar? - Sigamos caminando.
- Axel dice que es el único sitio donde se puede encontrar poesía. - Vos estás loca.
- ¿Recitada por un travesti? - Allá está Axel.
- Para Axel, Bombón es el mejor actor y la mejor actriz del mundo. - ¿Qué hace?
- Mira la luna.
- ¿Se interna en este parque para mirar la luna?
AXEL Y LINDA MORRIS - Viene solamente cuando hay luna llena.
- Tenés razón. Ese chico no es peligroso, es tonto.
- Hola, soy yo.
- ¿”Yo, quién”?
- Axel, el Cerdo. AXEL Y BOMBÓN
- ¿Hay otro Axel?
- Sí, mi papá. - Hola, Axel, habla Bombón. Necesito que me prestes tu sótano-loft por
- ¿Y cómo está el cerdo Axel? una hora.
- Bien. Te llamo para hacerte una pregunta. - No puedo, Bombón, estoy con una chica.
- ¿Qué pregunta? - Lleva a esa puta a algún cine que necesito tu casa. Es fundamental.
- ¿Todavía tenés ganas de verme? - ¿Vas a venir a meditar?
- Sí. - Un viejo me va a pagar 400 dólares.
- ¿Estás segura? - ¿Y por qué no lo recibís en tu casa?
- Si. Lo estoy. - Mi sobrina vino a pasar unos días. Ya tiene 14 años.
- No quisiera que lo dijeses sin estar convencida. - Comprendo. Está grande y se puede dar cuenta de la clase de vida que
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lleva su tío. - Te dije que sí Bombón, pero tengo que avisarte el grado de anarquía
- No es eso, cerdo. alcanzado.
- Entonces, ¿qué? - Voy a llevar una colchoneta. Repetime la dirección.
- Me lo quita. Tiene unas tetas preciosas y me quita los mejores clientes. - Calle de la Luna 17 bis. La llave se la dejo a la portera. Ella está en el
¿Me prestas tu cueva o no? tercer piso, departamento 83.
- Sí. Pero está en un estado algo ruinoso. - ¿Entre el primero y el tercer piso hay 83 departamentos?
- ¿Hay cucarachas? - Noventa
- Por suerte, no. - Axy, eso no es un edificio, es un palomar.
- ¿Les pones veneno? - Pero palomas casi no hay porque las ratas les comen los huevos.
- No, se las comen las ratas. - ¿Sigue mi poster colgado en la pared?
- ¿¡Hay ratas!? - Tuve que venderlo.
- Solamente dos: Pablo y María. Creí que las conocías. - No importa, Axy, trataré de buscarte algún trabajo.
- No, Axel, no tuve el gusto. - ¡Qué clase de trabajo?
- Fue por recomendación tuya que las adopté. - El más sucio que encuentre, no te alarmes. En unas horas estoy ahí.
- Estás más loco que nunca. Yo no puedo haberte recomendado que tu- Hasta luego, Axel.
vieses ratas. - Bombón.
- Vos me dijiste que si me sentía solo, lo mejor era que me consiguiera - ¿Qué?
una mascota. Bueno, conseguí dos. - ¿Se trata de una broma, verdad?
- Me refería a perros, gatos o pájaros, Axel. - ¿Que necesito tu casa?
- Bombón, ¿cuánto hace que no nos vemos? - NO, eso de conseguirme un trabajo.
- Por lo que contás, no nos vemos desde que tu casa formaba parte de la
civilización occidental.
- En el estado en que se encuentra no creo que sirva para tus negocios. AXEL Y LINDA MORRIS
- Pero no puedo traer al tipo a casa. Voy a la tuya. No creo que se fije
mucho en la decoración. Y con respecto a las ratas, encerralas en la cocina por Coches junto al lago. Dentro de las carcazas metálicas se encienden los cuerpos.
una hora. En esa intimidad de vidrios y lata, las parejas fotocopian el amor.
- No tengo divisiones. Tiré los tabiques. - ¿De dónde sacaste este auto, Axel?
- Bueno, llevalas al cine con esa puta. - Me lo prestó un amigo, ¿te gusta?
- ¿Cuándo venís? - Sí.
- Al tipo lo cito para las cinco y yo voy a llegar quince minutos antes, para - Ahí hay un buen sitio para fumarnos un porro, chupame la pija mientras
poner un poco de orden. lo armo.
- De acuerdo, nos vamos al cine. - ¿Así?
- ¿Con las ratas? - Así, Plástico.
- Las encierro en el baño. - ¿Qué pasa?
- Voy a sacarle 400 dólares. Cien te los dejo sobre tu cama. - Era demasiado bueno para que durase.
- No hay. - ¿Qué querés decir?
- ¿No hay qué? - Que se acercan dos policías de la brigada contra el placer, están alum-
- Cama. brando los coches con sus linternas, no te levantes.
- ¿No tenés cama Axel? ¿Y dónde dormís? - ¿Qué vamos a hacer?
- En el suelo. - Decirles que este humo es un sahumerio y que lo que tenés en tus manos
- ¿Pones el colchón en el suelo? no es mi pija sino un libro de poemas.
- Eso de “colchón” es producto de tu fantasía. - ¿Se lo van a creer?
- ¡Ay, Axel! Si no te conociese, pensaría que no querés prestarme tu casa. - SI no nos creen, será nuestra primera condena juntos: seis meses por
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fumar porros… - Comprendo, Axel, ojalá no te destruya.
- Los abogados de mi padre lo pueden resolver. - ¿Estas felicitándome o me estás augurando un destino fatal?
- Hay un delito más, Plástico. - Estoy diciéndote que te amo.
- ¿Cuál?
- Soy menor de edad.
- ¿Por qué no me lo dijiste antes? AXEL Y LINDA MORRIS
- No me parece el momento más adecuado para discutirlo. Aparte, hay
otro delito. - ¿Les hablaste de mí a tus amigos?
- ¿Cuál? - Les dije que estabas viniendo algunas noches por mi cueva. Y dos pala-
- El auto es robado. bras más.
- ¿A qué distancia están los policías, Axel? - ¿Qué significa: “dos palabras más”?
- Les quedan cuatro coches por revisar antes de llegar a nosotros. - Eso, Linda, dos palabras. Solo dos palabras.
- Huyamos. - ¿Cuáles?
- Hay otro delito. - Plástico Cruel.
- ¡Otro más! Sos el manual del delincuente completo.
- Este delito es el más grave de todos.
- ¿Cuál? AXEL Y LINDA MORRIS
- Estoy enamorado de vos, Plástico Cruel.
- Si de veras es cierto, apretá a fondo el acelerador. - ¿De veras que nunca te hiciste la paja?
- ¿Así? - NO vas a conseguir que me sienta que la anormal aquí soy yo.
- Así, mi amor. - No me importa quién es anormal aquí ni en ningún lado. Pienso en el placer
que te perdiste.
- ¿No se te ocurre que puedo haber tenido otros placeres?
SEÑALES DE TRANSITO - ¿Cuáles?
- Muchos. No todo es sexo.
Nadie está a salvo. Me enamoré. Es así de simple. Las estrellas están de sobra. Si - Nombrame los otros placeres.
hasta yo, que nací en el país de los que siempre llegan tarde, estoy enamorado, - Leer, conversar con amigos, escuchar música, pasear, ir al cine y a las exposi-
quiere decir que le puede pasar a todo el mundo. No escucho campanas ni me da ciones o al teatro.
por besar a la portera. No salto, no bailo, no canto, ni hablo solo, pero en algún - No puedo creer que estés hablando en serio.
rincón de mi cerebro están festejando con una banda y con fuegos artificiales. - Sos vos el que no habla en serio.
Estoy enamorado. Es más que un ácido. Demasiado. Es una felicidad que se pasa - ¿Pretendés decirme que escuchar música es igual que un orgasmo?
de rosca y te hace llorar. Es apenas soportable. - Igual no, Muchas veces es mejor.
- Es una broma, ¿verdad?
- Aparte de lo que vos pensás, existe la realidad.
AXEL Y BOMBÓN - La realidad y yo andamos por caminos distintos y no siento ninguna
curiosidad por ella. Decime, Plástico, ¿te gusta mi pija?
- Estoy enamorado, Bombón. - La gente no hace esas preguntas.
- ¿De mí? ¿Y me lo decís así? - Yo sí.
- De vos, no. De esa chica que conocí en el autobús.
- ¿Cómo se llama?
- Linda. BOMBÓN
- ¿Algún dato más que me permita imaginarla? -poeta y puta-
- Es de plástico cruel. DIARIO
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No soy una estúpida. Sí, soy una estúpida. Cada día que abro los ojos sé que - Sí, un negocio con un señor que se pone una lupa en un ojo y está todo
estoy cometiendo un error. rodeado de relojes.
- ¿Y cómo se la pido?
- En la vidriera hay un neón rojo. Al lado hay otro neón verde. Si el neón
AXEL Y LINDA MORRIS rojo está apagado, no te acerques. Y si el neón rojo está encendido: entrá y pedile
cinco gramos para Axel, el cerdo. El tipo que te va a atender es mi amigo Frula.
- Voy a preparar un té. - Si el neón rojo está apagado: peligro, y si el neón rojo está encendido:
- Hay en la lata que dice orégano. adelante. ¿Y para que tiene el neón verde?
- ¿Y el azúcar dónde está? - Ese anuncia que también hay de lo otro.
- En la lata que dice harina. - ¿Marihuana?
- Todo muy práctico. - No, Dólares falsos.
- En la lata que dice glucosa, hay glucosa.
- ¿Para qué tomas glucosa?
- Es para cortar cocaína. BOMBÓN
- ¿Sos un traficante? -poeta y puta-
- Eso de “traficante” suena demasiado espectacular. Compro para mí y DIARIO
vendo la parte que me sobra.
- Corregida y aumentada. Conocí a Plástico Cruel. Es rarísima. Se pone nerviosa cuando los hombres nos
gritan algo. Se enrojece cuando hablamos de sexo. Es una hipócrita típica.

BOMBÓN
-poeta y puta- AXEL Y LINDA MORRIS
DIARIO
- No podés seguir viviendo aquí.
Estoy perdiendo a Axel, lo más hermoso que encontré en mi puta y poética vida. - ¿Por qué razón?
Ayer me preguntó: - Sencillamente porque ninguna persona puede vivir de este modo si está
- ¿Por qué hacés lo que yo quiero y me das siempre la razón? en su sano juicio.
- Porque a los niños y a los locos no hay que contradecirlos, y vos sos las - Nunca dije que tuviera intención de estar en mi sano juicio. ¿Qué otro
dos cosas. motivo hay?
Axel entendió el sub-texto y se portó como antes de conocer a su muñeca Barbie. - Bueno… Que nadie… esto es…
Pero lo estoy perdiendo. - Ya ves, no podés encontrar ningún motivo válido. De manera que puedo
seguir viviendo aquí.
- ¿A vos no parece importarte lo que pueda decir la gente?
AXEL Y LINDA MORRIS - La gente soy yo. Y a yo le parece estupendo que yo viva aquí.

- Cualquier cosa que pase, me mandás al frente a mí. Fuiste a traerme


algo que yo te pedí y no sabés nada. ¿De acuerdo? AXEL Y LINDA MORRIS
- ¿Entonces, por qué no vas vos? -el amor líquido-
- A mí me ven la facha y ya saben que llevo algo. A vos ni se les ocurriría
pararte. La policía tiene olfato. Cae tu meada. Oro desde tu entrepierna hasta mis piernas. Rayo de sol humean-
- ¿Dónde es? te y vertical. Cae tu meada. Chispas doradas de tu amor líquido caen sobre los
- En una relojería. engranajes caliente de mi locura. Bañame. Empapame. Cae tu meada. Meame la
- ¿Una relojería? espalda, meame el culo, los huevos, los pies y llename la boca. Luego yo, cerdo
32 33
marítimo, por las grietas de tu pecho de piedra te mearé el corazón y bañaré los
últimos bostezos de tu pureza.

TERCERA PARTE

“Yo estaba maravillada. Su sexo


colgante, huidizo, húmedo sobre
mi muslo. Me prohibí adorar su
verga. Cuánta historia, diría una
prostituta. Sí. Cuánta historia.”
Violettte Leduc

34
LINDA Y SU MADRE

- ¿Qué es eso del amor líquido, Linda?


- ¿No te lo imaginás?
- No.
- Es que te meen encima cuando estás desnuda.
- ¿Y ese chico intentó hacerte eso?
- No lo intentó. Lo hizo.
- Pobrecita, ¿cómo conseguiste escapar?
- No me escapé… Lo disfruté, mamá.
- ¡Linda!

SEÑALES DE TRANSITO

Los placeres profundos son caóticos y destructivos. Y la felicidad de la paz es un


disfraz del aburrimiento.

LINDA MORRIS Y SU MADRE

-¡Es un chico fantástico!


- ¿Quién?
- ¡Axel, mamá!, en la cabecera de la cama tiene un collage.
- ¿Qué tiene de fantástico eso?
- Que son un hombre y una mujer cojiendo.
- Su tema favorito, supongo.
- Pero está hecho con las facturas del gas y de la luz que nunca pagó. ¿No es
fascinante?
- Prefiero ignorar cuál es tu concepto de lo fascinante.
- A veces me parece que lo quiero y otras veces me veo como una investigadora
social analizando a un terrorista. Su visión del mundo es completamente distor-
sionada, pero después de una noche junto a él, empiezo a sentir que la visión
distorsionada es la mía.
- ¿Está enamorado de vos?
- Hoy me dijo que me veía estúpida, misteriosa y egoísta.
- ¿Y algún elogio más?
- Me dijo que esa manera de ser mía lo está volviendo loco.
- ¿Eso significa que te quiere o que piensa asesinarte?
37
- Creo que las dos cosas. AXEL, EL CERDO, Y LINDA MORRIS

- Estoy en dificultades, Plástico.


AXEL Y LINDA MORRIS - ¿Qué te pasa?
- Tengo 2.400 dólares.
- La única manera de que mi padre continúe dándome dinero es que nos - ¿Y a eso lo llamás estar en dificultades?
casemos. - Son falsos.
- Ese es un deporte que no me interesa practicar. - ¿Querés que los lleve a tu amigo Frula?
- Te estoy hablando en serio. - Podemos cambiarlo por diez o veinte gramos. Decile que son para el
- Tampoco practico el deporte de la seriedad. Lo que vos necesitas es un cerdo.
buen trip. - Okay.
- ¿Un buen trip? - Si te para la policía, vos no tenés idea de lo que llevás, decile que yo te
- Sí, Linda, un viaje de ácido. pedí que…
- No me escribas un guión. Puedo improvisar. ¿Voy a la relojería?
- No. Ahora está en la vereda de enfrente, atiende una carnicería.
LINDA MORRIS Y SU MADRE - ¿Una carnicería?
- Sí, es un lugar lleno de cadáveres desangrándose sobre mostradores de
- Hace cuatro días que no te veo. mármol.
- Estuve de viaje, mamá. - ¿Alguna contraseña?
- ¡Qué estupendo! Mi estilista dice que un viaje es la mejor terapia, aun- - Esperá que no haya ningún cliente y decí solamente que vas de parte de
que mi terapeuta no está de acuerdo. ¿Y a dónde fuiste? Axel el cerdo.
- A Egipto. - ¿La policía no tiene fichado ese nombre?
- ¿Paraste en el Milton de El Cairo? Es el único hotel soportable. - Probablemente.
- No, mamá, me tomé un ácido lisérgico y estuve en el antiguo Egipto, - ¿No te conviene cambiarlo por otro?
con faraones y todo eso. Yo era Cleopatra. - Imposible.
- Adoro las fiestas de disfraces. ¿Pagaste con tarjeta? - ¿Por qué?
- Los traficantes sólo aceptan efectivo. - Porque me gusta demasiado que me llamen Axel el cerdo.
- Vivimos tiempos de una inmoralidad tan pavorosa, que me parece lógi-
co que los hoteleros no quieran aceptar tarjetas.
- No dije “hoteleros”, mamá, dije traficantes. BOMBÓN
-poeta y puta-
DIARIO
AXEL Y LINDA MORRIS
Le regalé 2.400 dólares a Axel. Son falsos, pero se cotizan al 20 por ciento. ¡Qué
- ¿Cómo podemos saber si realmente estamos enamorados? más le puedo dar para que me ame? No resisto estar a su lado comportándome
- Vamos al parque a mirar la luna. Si al verla, decimos: “Ahí está la luna”, como si no quisiese besarle cuello-manos-pija-huevos-culo-y-pies-sucios. Toda-
mientras metés la mano en mi bragueta y yo te acaricio el culo, quiere decir que vía no se le pasó la curiosidad por investigar el contenido de su muñeca inflable
realmente estamos enamorados. Pero si contemplamos la luna y nos sentimos marca Morris.
sublimes, quiere decir que, además de estar realmente enamorados, somos dos
pelotudos.
LINDA MORRIS Y SU MADRE

- ¿Con quién vas a salir, a qué sitio horrible vas a ir y a qué hora pensás
38 39
volver? lo llevara a todas partes dentro de mí.
- ¿Estás trabajando de madre? - ¡Linda! Dejá de hablar de ese modo.
- Estoy tratando de ser tu amiga. Una madre tiene la obligación de saber - No puedo. Estoy enamorada.
con quién sale su hija. No me lo hagas difícil, Linda. - ¿Se lo dijiste a ese chico?
- Voy a la cueva de Axel. - Sí. Y me respondió que lo único que le interesa del plástico es su cuali-
- ¿Es un bar de moda? dad de ser descartable.
- Es la casa de Axel. - ¿Cuál es la traducción?
- ¿Dónde lo conocimos a ese chico? ¿En algún coctel de la embajada de - ¿Sabés cómo me llama?
Grecia? - Creo que prefiero no enterarme.
- No, mamá, Axel, el chico del parque, nunca entró en una embajada. - Plástico Cruel.
- Hace bien. Esas recepciones son cada vez más aburridas.
- Me voy, mamá.
- Chau, hija, dale mis saludos al chico de la embajada de Grecia. BOMBÓN
- Chau, mamá. -poeta y puta-
DIARIO

AXEL Y LINDA MORRIS Sólo tengo el deseo y la poesía. “Y mi amistad”, me dice Axel. Cuando lo que
busco de un hombre es que me ame, su amistad es sólo un consuelo, y nada me
- Quedate a dormir, por favor. entristece tanto como un consuelo: Le contesto a Axel. Toma su cerveza y se va.
- ¿Por qué tanta insistencia esta noche? Extraña a la burguesa plastificada.
- Porque afuera hay luna redonda.
- Está bien. ME quedo a dormir con una condición.
- La que quieras. AXEL Y LINDA MORRIS
- Que me dejes dormir tranquila y no te aparezcas a mitad de la noche en
mi colchón. - Buenos días, ¿te acordas de mí?
- Te lo prometo. - ¿Qué hora es? ¿Estuvimos durmiendo toda la mañana?
- Axel, el cerdo, encantado.
- No sé ni qué día es hoy…
AXEL Y LINDA MORRIS - ¿Qué importancia tiene que sea septiembre o lunes?
- Por favor, Axel, guiarme por el calendario me tranquiliza y no me inte-
- ¿Qué hacés en mí cama? resa polemizar sobre el tema.
- Me sentía muy solo. - Linda, el calendario es sólo una opinión.
- Pero me habías prometido… - Una opinión con la que coincido y coincide todo el mundo civilizado.
- Olvidé decirte que nunca pude cumplir una promesa. ¿Dónde dejé mi ropa?
- ¿Te vas? ¿Las convenciones del mundo civilizado te reclaman?
- Volveré mañana.
LINDA MORRIS Y SU MADRE - No me hables del futuro.
- ¿El futuro?
- Me quedó ardiendo el culo toda la semana. - Sí, ya sabés, cuando esté mirando la vida desde la ventana de un geriá-
- ¿Cómo te atreviste a hacer algo así? trico.
- Con él no hay nada a lo que no me atreva. - Dije “mañana”, no el siglo que viene.
- Vas a tener que ir al analista. - No hay diferencia, para mí, todo lo que no es ahora, no existe.
- Cada vez que siento el ardor en el culo me acuerdo de Axel. Es como si
40 41
AXEL Y LINDA - ¿Adónde vamos?
- A verlo a mi padre.
- ¿Qué hiciste durante mi ausencia? - ¿No conocés algún sitio más interesante?
- Inauguré un museo de cadáveres. - Vamos a sacarle dinero.
- Comprendo. ¿Cadáveres desconocidos? - ¿Por dónde agarro?
- No. Sólo cadáveres de amigos. Expuse en público mis penúltimas des- - Por la autopista.
ilusiones y convoqué una asamblea de sufridores ocasionales. - ¡Qué bueno es este auto!
- ¿Para no sentirte solo? - Es el mejor. Costó doscientos mil dólares.
- Sí, y también me hice pintor. Pinté una acuarela con vino rojo. - Parece que tu viejo tiene mucha pasta.
- ¿Cómo anduviste de salud? - Esa fábrica blanca es de él.
- Me hice cuatro autopsias parciales: de recuerdos, de planes, de corazón - ¡Guau! ¿Por dónde está la entrada?
y de pija. - No está ahí. Está en otra, más adelante. Esa gris también es de él.
- ¿Comiste? - ¿Cuántas tiene?
- Sobrevolé como un cuervo hambriento hectáreas de locura. - No sé. Esa del tanque como un cilindro también es de él.
- ¿Te drogaste mucho? - ¿Qué fabrican?
- Sorprendí la imperceptible vibración de una monja que intentaba fu- - Desde hamburguesas hasta misiles.
garse. Presencié un desfile de lujosos carruajes con enfermos mentales, vi pasar - ¿Y ésa?
esqueletos con trajes de lentejuelas envenenadas, escuché música de carboniza- - Esa es mía. Me la regaló cuando cumplí ocho años. Yo quería una bici-
dos dirigidos por una corista epiléptica que se electrocutaba sobre un caballo de cleta y él se apareció con las acciones de esa empresa. Fue muy decepcionante.
neón. - Me imagino el sufrimiento.
- ¿Me extrañaste? - No te imaginas nada. Si una chica quiere una bicicleta y los padres no
- Conocí el golpe incesante de tu recuerdo contra la escollera de mis hue- se la compran, ya sea porque son pobres y no les alcanza el dinero o porque son
sos. Y supe que el adiós es cortante como la aleta de un tiburón en la superficie ricos y no les alcanza el cerebro, la decepción es la misma.
del silencio. - No es la misma, pero para qué discutir.
- Efectivamente, te drogaste mucho. - Axel, si no coincido para nada con vos, ¿por qué estás conmigo?
- Por el placer de manejar este auto y porque tenés mucha plata.
- Hasta hoy no lo sabías.
BOMBÓN - Los cerdos tenemos muy buen olfato.
-poeta y puta- - ¿Y si te digo que te bajes del auto?
DIARIO - ¿Querés que me baje?
- No. Toma por ese camino. Es allá.
Un ataúd de cristal y yo vestida de novia. Y que me maquillen. - ¿Esa? No tiene ningún cartel.
- Hacé señas con los faros para que sepan que está todo bien.
- ¿Está todo bien?
AXEL Y LINDA - Sí, a menos que quieras que te vuelen la cabeza por intentar tomar vos
solo una fabrica de armamento pesado.
- ¿Subís o no?
- No me gusta viajar en un auto conducido por una mujer.
- ¿No creés que sepa manejar? AXEL Y LINDA
- No es eso. Me hace sentir como un marica.
- ¿Un tipo como vos tiene prejuicios? - ¿Por qué caminas inclinado?
- Sí. Sólidos prejuicios. - Se me desprendió un taco del zapato.
- Conduje vos. - ¿Dónde comprás los zapatos?
42 43
- El derecho lo encontré en un conteiner y el izquierdo me lo regaló un SEÑALES DE TRANSITO
amigo, son bastante parecidos ¿verdad?
- Si te casaras conmigo serías inmensamente rico y por ende inmensa- El único virus mortal es el aburrimiento y el único delito es la crueldad delibe-
mente feliz. rada.
- ¡Entonces era cierto! El dinero hace la felicidad.
- Quizá no, pero hace que la infelicidad sea mucho más cómoda.
- Prefiero mi incomoda felicidad. AXEL Y LINDA
- Insisto en que podría hacerte mucho más feliz de lo que sos.
- Nena, me parece que te sobreestimás o que me subestimás. - Los chicos nos respetaban demasiado o nos odiaban.
- Acordate de que bastaría un silbido tuyo para llevarme al altar. - ¿Y a vos te odiaban o te respetaban demasiado?
- No sé silbar. - A mí me buscaban. Jugaban conmigo para tocarme.
- ¿Por qué?
- No sé. Nunca pude explicármelo.
BOMBÓN - ¿Te dejabas tocar?
-poeta y puta- - Sí. Creo que era una ingenua. No sabía si eso estaba bien o estaba mal.
DIARIO - ¿Ahora lo sabés?
- No.
La Malco encuentra misterio en el sexo mal satisfecho. Esa posesión incompleta - ¿Te interesa que te dé mi opinión?
la retiene y la lleva a perseguir hombres que no tienen ningún interés en ella. - No.
Cuando se enfrenta a la indiferencia de algún amante, viene a casa y llora. En - ¿Qué sentías cuando te tocaban?
esas ocasiones nunca la dejo a solas: tengo miedo de que abra las llaves del gas. - Cosquillas… Miedo… No sé.
A veces, para mí, ser testigo de su sufrimiento es un consuelo. Ni siquiera las - ¿Dónde te tocaban?
mujeres son felices. ¿Hay algo más triste que un consuelo? - En todo el cuerpo.
- Quise decir si en tu casa o en la calle.
- En mi jardin había un laberinto de ligustros. Los chicos me encerraban
AXEL Y LINDA y me agarraban como pulpos desesperados.
- ¿Todos a la vez?
- ¿Hace mucho que me esperabas? - Sí.
- Pasó un chico con una soga, pasó una soga y después pasó una vaca. - ¿Cuántos eran?
Pasaron dos curas sospechosos de homosexualidad… - Seis o siete.
- ¿Por qué eran sospechosos de homosexualidad? - ¿Te gustaban?
- Porque uno me miró el bulto y después lo codeó al otro. Pasó una vieja - No. Había uno que sí. Yo le pedí que viniera sólo, pero él insistía en que
que no podía cruzar la calle porque el semáforo no permanece cuatro horas y me dejara tocar por sus amigos.
media en la luz verde, pasó un policía de civil… - Era solidario. ¿Y te besaban?
- ¿Si estaba de civil cómo sabés que era un policía? - No mucho. Eso no les interesaba.
- Al pasar dejó olor a neuronas en estado de descomposición. Después - ¿Al que te gustaba tampoco?
pasaron mil años y un tren… - A él lo besaba yo. Abríamos la boca y mezclábamos las lenguas.
- ¡Y llegué yo! - ¿Él te enseñó eso?
- Eso fue mucho después. Antes pasó una guerra y murieron niños, al- - No. Supongo que besarnos con la boca cerrada nos habrá resultado abu-
guién inventó una nueva religión y de la carpa de un circo se escapó un elefante rrido y abrimos los labios.
en celo. Y entonces… Hola, Plástico. - ¿Cuánto duró esa historia?
- Hola Axel, ¿cómo estás? - Poco tiempo. Súbitamente me dio un ataque de santidad, y dejé de res-
- Tocame la bragueta y vas a saberlo. ponder al llamado de los ligustros.
44 45
- ¿Ellos se resignaron?
- Al principio los defraudé, después se olvidaron de mí.
- ¿Y el que te gustaba…?
- Me dejó de gustar.

AXEL Y LINDA

-
-
Cabalga vos, Linda, porque yo estoy cansado.
¿Qué me pedís que haga?
Cuarta Parte
- Lo que quieras, pero hacelo todo vos, parame la pija, hacé con ella lo
que quieras, te la presto.
- Sólo quiero amar.
- Entonces amame la pija, amala, tratala como a una fiera a la que vas a
domar y después metétela donde quieras, hoy estoy para mirar el techo y gozar.
Si te gusta la pija, te la presto. Y si no, volvé a tu casa.
- ¿Vos que vas a hacer?
- SI tengo fuerzas, me haré una paja antes de dormir.
- Estás loco.
- Y eso es lo que te gusta de mí.
- Cuando jalás demasiada cocaína me pedís cosas raras.
- Sólo te pido que me ames.
- Pero el amor no es así.
- ¿Y quién sabe de qué forma es el amor? ¿el cine? ¿las telenovelas?
¿Dónde está dicho que el amor no es así?
- En los libros.
- No en los que escribo yo.

“En Algún punto entre el miedo


y el sexo está la pasión.”
Jeannette Winterson

46
AXEL Y LINDA MORRIS

- ¿Con quién te acostaste antes de mí?


- No quiero ir “de campeón del orgasmo”, pero me resulta imposible
recordarlas a todas.
- La anterior a mí. ¿Quién fue?
- La hija de un tipo para el que hice un trabajo.
- ¿Vos trabajando?
- Es una manera de decir.
- ¿Cuándo fue?
- Hace muy pocos días.
- ¿Es bonita?
- Sí.
- ¿Te encamaste más de una vez con ella?
- Sólo una.
- ¿Cómo fue?
- Socialmente deleznable, moralmente imperdonable y físicamente elec-
trizante.
- Contame algo concreto.
- Ni el alma más monástica se resiste a los detalles sórdidos.
- No me interesan los detalles sórdidos. Sólo me gustaría imaginarte con
otra mujer. Y tu descripción no me revela nada.
- ¿Qué querés saber?
- ¿Fue de día o de noche?
- De mañana.
- No puedo imaginarte despierto por la mañana, ni siquiera para echarte
un polvo.
- Había dormido en casa de un amigo. Su mujer nos obligó a levantarnos
temprano para ir no sé a dónde.
- ¿Fue en la habitación de ella o en la tuya?
- En el baño. Yo salía de la ducha con una toalla en al cintura y justo en-
traba ella.
- ¿Qué se dijeron?
- Nada. Ella miró el bulto que se me formaba bajo la toalla y yo le miré
las tetas.
- ¿Las tiene grandes?
- Tiene las tetas más pequeñas y puras que he probado en mi vida.
- ¿Cómo empezó?
- Descorrí la toalla y le mostré la pija, que se movía sin mi consentimien-
49
to. Al mismo tiempo dejé mi vista clavada en sus tetitas tratando de parecerme a - No dije médico, dije travesti, mamá. Y se llama Bombón.
Francisco de Asís hablando con dos palomas. - Últimamente sólo escucho apellidos extrañísimos. ¿El doctor Bombón
- ¿Y entonces? es experto en ese tema?
- Se quedó hipnotizada por la curiosidad. Mi juguete cabeceaba de un - Sí, esa es precisamente su especialidad.
lado hacia el otro. Fue una pausa excitante. Me acerqué un paso tratando de no - ¿Vendrás a cenar?
asustarla y le dije: agarralo. - Un día de estos, mamá.
- ¿Y ella qué hizo? - Espero que la cultura esté aún en buenas manos y que nunca publiquen
- Lo agarró con inexperiencia. ese libro.
- ¿Era virgen?
- Nunca se sabe, pero supongo que sí. Y que sigue siéndolo.
- ¿No la penetraste? AXEL Y LINDA MORRIS
- No pude. No le entraba. Y nos esperaban abajo con el desayuno.
- ¿Qué fue lo que hicieron? - No te bañes.
- Le enseñe cómo tenía que pajearme y cómo chupármela sin morderme. - ¿Qué decís?
- Era una boluda. - Que por favor no te bañes.
- Yo no diría eso. Aprendió con facilidad. Después se la metí entre las - Transpiré mucho.
piernas. Eso le gustó mucho. Cabalgó como si estuviera montada sobre un caba- - Voy a secarte con mi lengua.
llo caliente. Fue… electricidad pura. - Axel…
- Así como la contaste no le encuentro nada de particular.
- Decís eso porque no la conocés.
- ¡¿Cuántos años tiene?! BOMBÓN
- Nueve. -poeta y puta-
- ¡¿Nueve años?! DIARIO
- Sí, pero parece de siete.
EL mundo interior no cuenta. Podés ser la persona más fascinante del universo,
pero a la hora de amar, los hombres sólo quieren apariencias, reclaman los ac-
LINDA MORRIS Y SU MADRE cidentes geográficos convencionales en la carne que desean. El mundo interior
no cuenta.
- Hola, mamá, soy yo, Linda.
- ¿Dónde estás, con quién y qué cosa rara estás haciendo?
- Estoy en la cueva de Axel, mamá, y no hacemos nada raro: estamos AXEL Y LINDA MORRIS
escribiendo un libro.
- ¿Y eso te parece algo normal? ¿Sobre qué escriben? - Pegame, Linda.
- Ningún tema en especial. Contamos las cosas que vivimos. Por ejem- - ¿Qué?
plo, la semana pasada estuvimos con un grupo del Boggie-bar, que hacen inter- - Que te pares sobre mí y me pegues como a un niño malo.
cambio sexual comunitario. - Estás loco, Axel, vos tenés una parte muy enferma.
- Y esta semana tendrán seguramente alguna de esas enfermedades socia- - Claro, Linda, por eso estás acá.
les. - Estoy aquí por tu parte sana.
- Tu deducción es correcta, mamá, tengo el pubis lleno de bichitos que - De acuerdo, pero ahora, mi parte enferma te pide que abras tus piernas
pican. sobre mi y me castigues.
- Andá ya mismo al servicio médico de la familia.
- No es necesario, un travesti amigo nos trajo una pomada.
- ¿Cómo se llama ese médico amigo?
50 51
BOMBÓN elemento imprescindible para mi respiración. Sonríe. Le digo que en la heladera
-poeta y puta- tiene cerveza. Vuelve con la lata de cerveza y se para a mi lado a leer lo que es-
DIARIO toy escribiendo. Me paso la lengua por los labios y le miro el bulto. Sé que está
leyendo lo que escribo. Entonces pongo en letras mayúsculas: SI NO ME TOCA
La Malco lloró toda la noche. Tuve que consolarla. Se quejó de un tipo que PRONTO LAS TETAS MORIRE DE AMOR.
se acostó con ella una noche y después no tuvo la delicadeza de llamarla para
encontrarse otro día. Los hombres se acuestan con La Malco sólo cuando están
muy borrachos o cuando no hay ninguna otra mujer al alcance de la noche. Algu- BOMBÓN
nos la llevan a camas cada tanto para que siga regalándoles cigarrillos del kiosco -poeta y puta-
que tiene en la estación. La Malco no es atractiva, tiene las tetas horriblemente DIARIO
caídas y su culo no permite un solo elogio. Hace treinta años que La Malco tiene
las tetas caídas y un culo que no permite elogios y sin embargo se sorprende de MARTES: Sobreviví.
que los hombres no quieran verla más después de haberla llevado a la cama. La
naturaleza la agredió. Su figura es un envoltorio absurdo. En su cuerpo están
condenados a fracaso perpetuo el deseo y la esperanza de ser amada alguna vez. BOMBÓN
Lloró toda la noche. Debí haberle dicho: “sos bonita, en cualquier momento vas -poeta y puta-
a encontrar un hombre que sepa amarte, un tipo que no le tenga miedo al amor”. DIARIO
Pero no tuve el coraje suficiente.
La novia de Axel es una imbécil con dinero y un agujero entre las piernas. No
puedo comprender que esos dos insignificantes detalles me hagan perder a Axel.
AXEL Y LINDA MORRIS

- ¿Qué te pasa, Plástico? LINDA Y SU MADRE


- Nada.
- Te quejaste. - ¿Con quién vas a salir?
- Es que hoy no estoy para… - Con La Malco.
- ¿Te hice daño? - Qué encanto. Dale mis saludos… ¿Quién es La Malco?
- Sí, pero no importa. - Es una amiga nueva que no conocés.
- ¿Por qué no me lo dijiste al empezar? - Ya me parecía que ese nombre no lo había escuchado nunca. ¿De qué
- No quería arruinar tu placer. origen es?
- Si hago algo que no te gusta, mi placer se arruina igual aunque no lo - Es un apodo. Unos amigos le pusieron La Malco.
digas. - ¿Tiene algún significado?
- Sí. Quiere decir la malcomida.
- ¡Qué buena síntesis! Conozco varias mujeres que merecerían ese apodo,
BOMBÓN empezando por mí misma.
-poeta y puta- - Me voy, mamá.
DIARIO - Decime, Linda, ¿esa chica es de dinero?
- No, mamá. ¿Pero eso qué importa?
LUNES: Axel me mira. Yo le sonrío y sigo escribiendo. Estamos en la cocina - Debe ser horrible ser Malco y encima pobre.
de mi departamento. Se enamoró de una puta de lujo y eso le da un aire de se- - Adiós, mamá.
guridad. Me exaspera y me estremece. Axel sonríe. Se siente cómodo. Escribo
versos inconexos, cualquier cosa. Lo hago solamente para no tirarme al suelo
a besarle los pies, tan jóvenes y tan sucios. Axel no sabe que su amistad es un
52 53
LINDA MORRIS Y LA MALCO - Es por la comida. Tenés hambre. ¿Qué te parece si preparo huevos con
queso, almendras y avena y lo llamamos desayuno?
- Linda, ¿vos sabés que Bombón está enamorada de Axel? - Me voy.
- Sé que le gusta. - ¿A dónde?
- Más que eso, está perdidamente enamorada de él. - Si es de día, a mi casa, y si es de noche a un bar hasta que amanezca.
- Me sorprende muchísimo. - Averiguá la hora por teléfono mientras preparo algo que sirva igual para
- ¿Te sorprende que Axel haya tenido historias con un travesti? desayuno o cena.
- Eso no.
- Pero no te preocupes, Axel te prefiere a vos.
- Yo no sabía que los travestis, no sé cómo decirlo. Yo creía que… AXEL Y LINDA MORRIS
- ¿Qué creías?
- Que eran pervertidos, nada más. Nunca se me hubiera ocurrido pensar - Acabo de ver la luna más gorda y sensual que haya habido nunca flotan-
que también necesitaban amor. do sobre el parque.
- Ahora entiendo por qué te dicen Plástico Cruel. - Leí tus papeles.
- ¿Y?
- Sos el mejor escrito del mundo.
BOMBÓN Dijo eso mientras me desnudaba y me besaba. Justo en una noche de luna re-
-poeta y puta- donda.
DIARIO
A los pocos días discutimos porque ella se había puesto desodorante en la con-
Desesperadamente quisiera ser mujer para que Axel no se vaya de mi lado. cha. O porque habíamos cogido mal. O porque yo me rasqué el culo mientras co-
míamos. O porque decidimos pasar la noche en el Boggie-bar y cuando salimos
de la cueva era de día y había un sol insoportable.
AXEL Y LINDA MORRIS
Antes de dar un portazo, más previsible que el final de una película americana,
- Me voy. me gritó:
- ¿Por qué? - ¡Sos el tipo más sucio que he conocido!
- No se puede reducir la vida a esto, Axel. Eso fue lo único cierto que dijo en toda su vida.
- ¿A qué? Eso… y lo de que soy el mejor escritor del mundo.
- A drogarse, comer y hacer el amor.
- A mí no me parece un mal plan.
- Pero es que nunca sabemos cuándo es de día o de noche. BOMBÓN
- Es porque en este sótano no hay ventana. -poeta y puta-
- No es sólo por eso, Axel… DIARIO
- Tenemos la libertad de elegir: son las cuatro de la tarde o las siete de la
mañana, podés decidirlo vos. A Plástico Cruel le da vergüenza pasear conmigo. Ayer me citó en el parque.
- No puede ser así. Lejos de los senderos. Cuando llegué la encontré leyendo un libro de cuatrocien-
- Entiendo, preferís que sea de noche. tas páginas que está de moda. Le pregunté si de veras puede leer cuatrocientas
- No. No entendés. No prefiero nada. Quiero vivir al mismo tiempo que páginas y acordarse de los capítulos anteriores. Respondió que sí, pero no le creí.
el resto del mundo.
- Eso no es posible, Linda, porque mientras de este lado del mundo sea de
noche, siempre del otro será de día.
- No es eso, Axel.
54 55
AXEL Y LINDA MORRIS - Me patearon por todo el cuerpo.
- Axel, ¿Qué pasó realmente?
- ¿Vamos a comprar un poco de diversión? - El rastrillo.
- No tengo dinero, Axel. - ¿Para qué tenés un rastrillo?
- ¿Qué pasó? ¿Quebraron las hamburguesas o los misiles? - Para nada. Un rastrillo me salvó la vida. Quise planchar un tipo y me
- Ninguna de las dos, pero mi padre se negó a darme dinero. salió mal.
- ¿Vendemos el auto? - ¿Qué quiere decir planchar?
- Está a nombre de él. - Hay una casa abandonada a donde llevo clientes.
- ¿No podemos sacar algo de la fábrica que te regaló? - ¿Clientes?
- No puedo disponer de un solo centavo sin su firma. - Sí. Gente que quiere comprar equipos de audio, videos, boludeces. Voy
- Curiosa manera de hacer regalos tiene tu padre. a la tarde y les muestro la mercadería. Después vuelvo a la noche y les digo que
- ¿Qué hacemos? tengo que entrar solo. Les monto alguna historia. Los convenzo. Me dan los dó-
- Mañana voy a procurarme unos dólares. lares y salgo por la puerta de atrás. Eso quiere decir planchar.
- ¿De qué manera? - ¿Y hoy te plancharon a vos?
- No más ilegalmente que tu padre. - Llevé al tipo. Me dio 400 dólares. Entro. Salgo por atrás. Echo a correr
y en la esquina me cierra un Renault, bajan dos tipos armados. Uno me hizo esto
en la frente con una 9 mm. Caí al suelo atontado, me patearon y me subieron al
BOMBÓN renault. Me llevaron a un descampado, me iban a matar. Entramos en un galpón.
-poeta y puta- Me sacaron los 400 dólares, y me dejaron en calzoncillos, el que me apuntaba
DIARIO dijo: “esta es la última que hacés, pibe, porque te vamos a matar”. El otro fue a
buscar no sé qué. Pero salió del galpón. El que me apuntaba con la 9 milímetros
Vino a verme Axel, traía un guión escrito. Estaba sucio y hermoso. Como un me dio la espalda para cerrar la ventana y en ese relámpago de tiempo vi el ras-
chico que recita su poema en la fiesta patria, dijo: “Linda no quiere que tenga trillo. Lo agarré y lo golpeé con todas mis fuerzas. Vi la sangre corriendo por la
historias sexuales con vos”. Su tono era poco convincente. Le habían ordenado campera. El tipo cayó de rodillas y soltó la 9. Le apunté a la cabeza. El de afuera
recitar ese monólogo. Me dolió. Armé un porro nevado con cocaína para darme todavía estaba armado. Me cubrí con este que sangraba y que me pedía que no lo
dignidad. Hablamos de su novela. Al marcharse repitió el monólogo que le había matara. Le dije al de afuera que tirara el fierro si no quería ver muerto a su amigo.
dictado Linda. Pero en esa oportunidad hubo una variante en la escena: mientras El otro tiro la 45 y arrastrando a ese semicadáver llegué hasta el renault. Lo puse
declamaba que nunca más, que a Linda no le gustaba, que lo comprenda, que en marcha y salí en tercera. Como la sangre me chorreaba por los ojos, no podía
su vida cambió, yo, de rodillas, abría su bragueta, metía su sexo en mi boca y lo ver bien, además me habían atontado los golpes y terminé en una zanja. Ya es-
bebía como siempre. taba bastante lejos. Tiré la 9 mm y la 45 al agua. Empecé a correr y llegué a una
casa. Me encontré con un matrimonio de viejos. Les dije que me habían asaltado,
como estaba semidesnudo los viejos me creyeron. Me dieron este pantalón y esta
AXEL Y LINDA MORRIS camisa. Y aquí estoy. Gracias a un rastrillo. Esos tipos me habían desnudado,
golpeado y estaban decididos a matarme. Y de pronto, por un rastrillo toda la
- ¿Qué te pasó? historia se dio vuelta, y fueron ellos los que suplicaron que no los matara.
- Me golpearon. - Axel…
- ¿Quiénes? - No me reproches nada. Dame un beso.
- Dos tipos. Me asaltaron y me golpearon. - ¿Dónde? Si estas todo magullado. ¿Dónde te beso?
- Cerrá los ojos que te pongo alcohol en la frente. - En la pija. Ahí me siento bien.
- Linda, te amo, te amo, te amo…
- Sacate la camisa.
- No.
- ¡Dios! ¿Qué te pasó en el pecho?
56 57
AXEL Y LINDA MORRIS - ¿Y qué pasó?
- ¿Te interesa toda la película o particularmente las partes morbosas?
- No entiendo, Axel, cómo conseguís ser tan tierno un día y tan desagra- - ¿Cómo era él?
dable al día siguiente. - Era el muchacho más maravilloso del mundo, caminábamos tomados
- No es difícil conseguirlo, basta con ser espontáneamente humano. de la mano y todo eso…
- Si seguís así vas a morir de soledad. - ¿Y un día te traicionó con una mujer?
- ¿Quién te dijo que necesito estar acompañado? - Fui yo quien lo traicionó. Me acosté con su mejor amigo y no me lo
- ¿Para qué me llamaste? perdonó, ¿querés toda la película?
- Para cojer. - Sí.
- ¿Y ahora querés que me vaya? - Yo lo quería de verdad. Y él también me quería. Todo era demasiado
- Podés hacer lo que se te antoje. perfecto. Me había regalado un traje como de novia y un anillo con un brillante.
- Hay más de cuarenta tipos que se mueren por mí, Axel. Me trataba como a una dama. En Navidad iba a presentarme a su madre. Era
- Conozco a esos pelotudos con etiquetas de fama hasta en los calzonci- alemán y yo lo llamaba Ricky. Su mejor amigo era un negro, estaba fuerte, pero
llos. yo estaba enamoradísima de Ricky, pasaba de fijarme en él. Además el negro
- Para vos, todos los que no están con una aguja clavada en la vena son tenía una novia que lo esperaba en Marruecos para casarse. Vivíamos los tres en
unos pelotudos. la misma casa (Ricky, el negro y yo). Una noche, después de hacer el amor con
- Así es. Igual que para ellos somos pelotudos todos los que no corremos Ricky, me levanté de la cama para ir al baño, Ricky se había dormido. Para llegar
tras un fajo de dólares. al baño tenía que pasar por la habitación del negro. Era verano, el negro hacía
- ¿El cerdo Axel con delirios de grandeza? más de un mes que no veía a su novia y estaba durmiendo con la puerta abierta.
- No son delirios, Plástico, es grandeza pura. Y destapado. Miré su cuerpo, estaba iluminado por la luz de la luna que entraba
- Mejor no te digo lo que estoy pensando. por la ventana. En eso veo que la mano se mueve y se aprieta la pija abajo del
- Aunque no hables, reconozco tus pensamientos por la fricción de los calzoncillo. Estaba despierto mientras yo lo miraba. Y entonces me dijo: “Entrá
engranajes de plástico de tu cerebro. y cerrá la puerta”. ¿Qué podía hacer yo? Era una voz de un hombre en celo. Yo
- Siempre tratás de herir antes de que te hieran, quizás estás en lo cierto, lo quería a Ricky. Jamás había estado tan enamorada. Pero el negro tenía la pija
yo no entiendo qué te pasa, no comprendo cómo funciona tu sensibilidad, quizás dura y me la estaba mostrando y me decía: “Entrá y cerrá la puerta”. Entré y me
yo sea irremediablemente de plástico… tiré sobre esa píja que me estaba ofreciendo. Ricky dormía. Yo creía que dor-
- De plástico cruel. mía. Al rato escuchamos pasos. Era Ricky, abrió la puerta de una patada. Estaba
- De Plástico Cruel, y no alcanzo a entender tu inútil genialidad, pero hay encendido de furia. Se peleó a trompadas con el negro. Me arrancó el anillo que
una cosa que sé, Axel, y es que ahora me necesitás. tenía un brillante. Me echó a la calle y no quiso verme nunca más. Después de
- Muy conmovedor tu discurso, pero lo único que necesito de vos es que eso, me dediqué a la mala vida. Ricky fue el único hombre que me amó hasta el
me chupes la pija antes de dormir. Lo hacés muy bien, pero sos reemplazable. extremo de enfrentar a la sociedad y a su propia familia. Y yo, que también lo
- ¿Y creés que a vos no te puedo reemplazar? amaba, lo traicioné…
- La mitad de la humanidad huele a cadáver y la otra mitad a desodorante - ¿En ese tiempo ya te vestías de mujer?
de ambiente. - Linda, yo nací mujer, poeta y puta.
- ¿Y en qué mitad se incluye Axel, el cerdo? - ¿Qué vas a hacer cuando no puedas ganarte la vida de esa manera?
- En ninguna, yo huelo a mugre llena de vida. - ¿Me ves con una bata raída, chinelas y charlando con las vecinas en una
- Ya me estoy aburriendo de tu narcisismo. pensión?
- Tomá, besámela un poco y no te aburras. - Eso no me aclara nada.
- Cuando mi vida deje de parecer una comedia musical, voy a retirarme
como una reina.
LINDA MORRIS Y BOMBÓN - ¿Te vas a suicidar?
- No. Con mis ahorros voy a inaugurar el primer convento para travestis.
- Yo también amé alguna vez, Linda. Me encerraré a escribir, como la Sor Juana, poemas a las pijas de mis amantes.
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- Me cuesta entenderte, bueno, en fin somos de distinto sexo. Un amor tan grande que nunca desee traicionarlo: eso es lo que busco. O quizás
- No, Linda, no somos de distinto sexo, somos de distinto material. precisamente eso es el amor, y las historias que yo viví no hayan sido otra cosa
que atenuantes de mi desesperación.

BOMBÓN
-poeta y puta- LINDA MORRIS Y BOMBON
DIARIO
- Sexo y poesía. Pocas veces me cogen bien…
Axel zafó de la muerte gracia a un rastrillo. Ventajas de haber sido chico de - ¿Qué quiere decir que te cojan bien?
campo. Dos tipos que eran policías u otra clase de asesinos estuvieron a punto - Que el tipo sepa coger, que sepa usarla, ¿me entendés? Que me asuste,
de matarlo. que me gaste, que me bese con morbo. No sé, no se puede explicar.
Le aconsejé que no salga a la calle por uno o dos meses. Deben estar buscándolo: - ¿Sos feliz, Bombón?
esa gente no se resigna a perder. - Muy pocas veces. Para mí la felicidad es tener una pija en la boca, otra
Axel es un insensato. Lo peor de todo es que cuando se mete en esas locuras lo en el culo y cuatro tipos eyaculándome encima.
quiero más. - ¿Otra imagen de la felicidad no tenés?
- No. Son todas variantes de la misma.
- ¿Podes imaginar la felicidad sin sexo?
AXEL Y LINDA - No.
- ¿Y tus poesías?
- Cuándo te dije que te iba a bañar en mi leche, quise decir exactamente - Amo escribir poesías. Pero si un macho me dijera: “Tirá esas boludeces
eso: bañarte en mi leche. a la basura y chupame la pija”… No dudaría en obedecerle.
- Soltame un minuto. - ¿Te gusta Axel?
- ¿A dónde vas? - Lo amo. Pero no te preocupes. Vos sos mujer y al cerdo le gustan las
- A darme una ducha y vuelvo. mujeres. A mí me ha usado cada tanto. Y me gusta que me use. Nunca le dije que
- De aquí no te vas. no.
- Soltame, sos un cerdo. - ¿No te irrita que sea tan machista?
- Si no te gusta que se seque en tu piel te la limpio. - Eso es lo que me fascina de él.
- Sí, por favor, sí. - ¿Por qué siempre terminamos hablando de Axel como si no hubiese
- Voy a dejar tu piel inmaculada como la de un bebé. otro hombre?
- ¡No! Con tu lengua no. No seas más cerdo todavía. Dame una toalla. - Porque no hay otro hombre.
- Voy a tragarme cada una de las gotas de mi leche sobre tu cuerpo. Des-
pués podrás ducharte.
- ¡Soltame! SEÑALES DE TRANSITO
- No.
- Me das asco. ¿Alguna vez dos seres se amarán del mismo modo y al mismo tiempo?
- ¿No te gustan las caricias de mi lengua?
- No. ¿Dónde aprendiste tantas porquerías?
- En ningún lado. Las improviso. AXEL Y LINDA MORRIS

- A mí pija también a veces la odias y a veces la amas, como hacés con-


BOMBÓN migo
-poeta y puta- - Axel, el sexo no esta separado del resto de una persona.
DIARIO - Tal vez no, pero sé que a veces pensarás en mí y otras recordaras mi
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pija. BOMBÓN
- Me estás fastidiando. -poeta y puta-
- El hecho de que te enfurezcas refuerza lo que te digo. DIARIO
- ¿No te deprime lo elemental de tus esquemas de pensamiento?
- Lo que me deprime es ver lo complicado que son los esquemas de la El dolor más placentero y el placer más doloroso: soy una mística.
mentira.

AXEL Y LINDA MORRIS


SEÑALES DE TRANSITO
- En mi libro voy a incluir una tesis sobre el existencialismo genital.
Quizás sea cierto que todos somos únicos. Pero lamentablemente somos únicos - ¿En qué consiste?
para nosotros mismos. - Se trata de una doctrina filosófica como cualquier otra.
- ¿Quién la invento?
- Algún libre pensador.
BOMBÓN - Por casualidad, ¿conocido como Axel, el cerdo?
-poeta y puta- - Efectivamente. Espero que eso no la invalide.
DIARIO - ¿Cómo es la doctrina?
- El postulado principal sostiene que todo pasa entre las piernas.
Me apoyé contra un árbol. Los zapatos me destruían. Una maquina se cerraba - No suena muy filosófico.
hasta triturar los huesos de mis pies. Cuarenta años dando placer. Placer. Experta - Eso es porque unos alemanes malcomidos nos hicieron creer que la filo-
en dar placer. Pero no puedo mantener la elegancia en las esperas. Años atrás sofía es una elucubración abstracta y metafísica.
caminaba 48 horas seguidas, hacía decenas de clientes. Y los seleccionaba. Aho- - ¿Qué sabes vos de metafísica?
ra soy un saldo en el escaparate de la decadencia. Los hombres se sorprenden - Lo fundamental: que es una rama de la ciencia ficción. Soy el primer
al verme desnuda: me imaginaban peor. No sé si eso me alegra o me humilla. filósofo de los órganos genitales, que es el lugar por donde entra el conocimiento
Llegué a casa y puse mis torturados pies en agua caliente con sal. Soy un travesti de la existencia. Por eso mi sistema filosófico se denomina existencialismo geni-
en ruinas que reposa sus pies en una palangana humeante. La imagen es tan tal.
desagradable como el sonido de la palabra palangana. Como huéspedes fastidio-
sos se incorporan a nuestra vida esas palabras horribles a partir de los cuarenta.
Tendré que ahorrar dinero para fundar mi convento para travestis-poetas urgente. SEÑALES DE TRANSITO
Yo seré la Puta Madre Superiora.
Consideraciones sobre el orgasmo, según el existencialismo genital:

PLASTICO CRUEL *) La intensidad del placer en el orgasmo es absolutamente independiente de la


persona que está colaborando para que lo alcances.
Tu culo pequeño, con olor a talco y del color de la apariencia. Mi lengua sub- *) Es posible alcanzar el orgasmo al mismo tiempo que el otro, pero se trata sólo
versiva explorando tu culo de mujer burguesa. Mi pija entrando en la cueva de de una coincidencia en la simultaneidad del fenómeno. El placer del orgasmo es
la alta sociedad. Tú boca tragándose al héroe de la noche. Tu garganta dejando inexorablemente individual.
el paso libre al semen de los marginados. Los engranajes de nailon de tu cerebro *) Algunos amantes suponen que disfrutan porque están enamorados. Se sor-
haciendo girar la rueda de la culpa. Creyéndote inteligente porque sufres, Plásti- prenderían como niños engañados si supieran qué poco tiene que ve el amor con
co Cruel, amo tu estupidez. la intensidad del placer.
*) No se puede hacer nada por Plástico Cruel si ella no está dispuesta a disfrutar.

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LINDA MORRIS Y BOMBON - ¿Por qué discutimos tanto, Axel? ¿qué nos pasa?
- Nos pasa que tendríamos que estar tirados en el suelo y cogiendo en
- ¿Y Frula? ¿Y Trespa? lugar de hacer estos debates para televisión.
- Frula es una especie de socio de Axel. Trespa sólo se quiere a sí mismo - ¿Siempre igual, Axel?
y no puede ser amigo de nadie. - No, cada vez peor.
- ¿Y La Malco?
- Axel nunca podría quererla realmente a La Malco porque es fea, no
tiene humor y carece de talento. LINDA Y BOMBÓN
- Pero alguna vez se acostaron…
- La Malco no existe. No es más que una concha. Una cita para hablar de Baudelaire
- ¿O sea que la única amiga de Axel sos vos?
- Así es. Soy la única que jamás lo va a traicionar. - Hace un par de horas que estoy esperandote, Bombón.
- ¿Y él lo sabe? - ¡Ay, Linda! ¿A que no sabes lo que me pasó?
- Cuando está en apuros, que es cuando importa, lo recuerda. - ¿Un accidente?
- ¿Y eso no te pone mal? - Claro, no tenés ni puta idea. Yo en cambio, de puta tengo todo. Y por
- Sé amar de muchas maneras. eso tuve un tropiezo.
- Cualquiera que te escuche sin verte, diría que sos una santa. - En el camino se me cruzó uno de esos machos que te dejan sin aliento.
- Si existe alguna monja capaz de amar, esa moja se parece mucho a mí. ¡Unas espaldas! ¡Un pecho! ¡Un bulto! ¡Y esos ojos! Si tendrían morbo esos
- ¿Qué un travesti se compare con una monja no es un poco ofensivo? ojos, que se los miré más que al bulto. A unos metros de mí, el macho sacó el
- No, Linda, no me ofende para nada. pañuelo y se sonó estrepitosamente la nariz. Yo seguí con mi mirada en su pupila
azul. El macho me mostró el pañuelo y me dijo: “¿Querés un poco, putazo?” Yo,
que de lenta no tengo nada, le contesté: “Sí, todo, pero frotámelo en el pecho”.
BOMBÓN Terminé chupándole la pija bajo el puente del ferrocarril.
-poeta y puta- - ¿Y para hacer esa porquería me hiciste esperar una hora?
DIARIO - Sí, Linda. Y no me arrepiento. Tragar ese chorro de semen fue como
beberme su mirada azul.
El problema de Axel es cómo conseguir que una chica lo quiera sin tener que - Vida de poeta.
ponerse perfume en las pelotas. - Así es, de poeta y puta. Y cuando más poeta, más puta me siento. Recién
ahora, después de esa chupada, me encuentro en condiciones de hablar de Bau-
delaire.
AXEL Y LINDA MORRIS

- Si te bañas y te ponés ropa limpia, tu aspecto mejoraría bastante. BOMBÓN


- No estoy seguro de querer mejorar. -poeta y puta-
- Pero, Axel, sos increíblemente sucio. DIARIO
- Vos vas a misa, sabés que dios hizo al mundo en seis días y al séptimo
descanso sin bañarse. CUANDO QUIERO AMOR
- Un poco libre tu interpretación de la Biblia. ME OFRECEN SEXO
- En ningún capítulo dice que el protagonista se haya bañado o puesto Y CUANDO QUIERO SEXO
desodorante, igual que yo. INSISTEN CON ESO DEL AMOR
- ¿Te comparas con Dios?
- Es verdad, debo estar muy loco ya para compararme con un personaje
de ficción.
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LINDA MORRIS Y LA MALCO - Tomó la decisión… una decisión muy elegante. ¡Ay, se me saltó el es-
malte de una uña!
- ¿Te molesta que te llamen La Malco? - ¿Cómo?
- Me da igual. Te pueden decir “preciosa” con la peor maldad y te pueden - No sé cómo fue, con el borde de la silla, supongo.
llamar “pelotuda” con el cariño más grande del mundo. - No te pregunto por tu uña sino por tu padre. ¿Qué decisión tomó?
- ¿Te sentís realmente malcomida? - Se suicidó.
- No es eso. No soy como vos ni como Bombón. Yo soy una romántica.
Una vez fui con un chico a un hotel… en la habitación no había ni una sola plan-
ta, ni una pequeña maceta con un geranio… Se lo comenté al chico. AXEL Y LINDA MORRIS
- ¿Qué te dijo?
- Me preguntó si era lesbiana. - ¡Basta!
- Qué grosería. - ¿Basta qué?
- No lo dijo con maldad. Los varones no saben lo que sufrimos las muje- - Nos están mirando.
res… Yo tengo las tetas muy caídas… Mis tetas son feas, ni me las tocan. - ¿Y qué me importa? ¿Te gusta que te toque el culo o no?
- Eso se puede corregir con una buena cirugía plástica. - No.
- Me da pánico… además no tengo dinero… ¿Sabés qué hago cuando - Hacé memoria.
estoy desnuda con un hombre?... Llevo los brazos hacia arriba para que no las - No en público.
vea tan caídas… Soy patética, ¿verdad? - No te vayas.
- Malco, mirá, hay casi como un arco iris sobre el lago. - ¿Me lo pedís o me lo estás ordenando?
- Si pensás que hacés otra cosa que confirmar lo triste que es mi vida al - Si no te amara sería una orden. Escuchame, Plástico, sé que voy a seguir
cambiar de conversación, me creés más tonta de lo que soy. respirando sin vos, pero me gusta vivir en tus pulmones.
- La vida es estupenda… - Esa frase ponela en tus libros, es pirotecnia, no dice nada, pero deslum-
- Estoy aburrida, Linda. bra.
- Tengo algo de dinero, ¿vamos a gastarlo juntas? - Yo no pretendo decir nada, siempre repito lo mismo: no me dejes nunca.
- Y después, ¿qué?
- Vos no estás aburrida, Malco, a vos te encanta aburrirte.
BOMBÓN
-poeta y puta-
SEÑALES DE TRANSITO DIARIO

Falsificadores abstenerse Mis sentimientos son los de una mujer, pero razono como un hombre. Lo sé.

sólo se recibe amor


no se aceptan copias AXEL Y LINDA MORRIS
por perfectas que parezcan
falsificadores abstenerse - ¿En qué estás pensando?
- En dar un golpe grande.
- ¿Matar al presidente, asaltar un banco…?
LINDA MORRIS Y BOMBON - Secuestrar a la hija de un millonario, ¿no te parece algo grande?
- ¿Qué estás diciendo?
- ¿Y tus padres cómo tomaron la noticia de que te hiciste travesti? - ¿Tu padre sabe que yo existo?
- Mamá me apoyó siempre. Y en esta ocasión no me defraudó. - Apenas sabe que existo yo. ¿Secuestrarme? ¿Cómo se te ocurrió una
- ¿Y tu padre? idea tan ridícula? Vamos a dormir.
66 67
BOMBÓN - Felicitaciones, ahora no vas a necesitar ensuciarte las manos.
-poeta y puta- - Tengo una idea genial.
DIARIO - ¿Estás seguro?
- Vamos a secuestrarla.
No volveré a creer en el amor. Quizá exista el amor, pero no para mí. Soy un - Me pareció haberte escuchado decir que tenías una idea genial.
monstruo. No soy un monstruo. Esta noche pasará. - Hablo en serio, Frula. Vamos a secuestrarla.
- ¿No te habías enamorado?
- Me enamoré, pero soy poeta.
AXEL Y LINDA MORRIS - Un poeta perverso.
- ¿Existe otra clase de poetas?
- Ya resolví cómo vamos a cobrar el rescate. - Un poeta perverso.
- Supuse que una noche de sueño te iba a hacer olvidar ese absurdo plan. - ¿Existe otra clase de poetas?
- No dormí. - ¿Cómo vamos a hacerlo?
- Vos estás loco. - Lo estoy planeando. Necesitaba saber si contaba con vos.
- La locura no existe, sería bueno que lo recordaras como a la fecha de tu - ¿Tenías alguna duda?
cumpleaños. No dormí en toda la noche. Ya tengo todo planeado: vamos a pedir - ¡Qué lindo tipo sos, Frula!
400 mil dólares. - Axel, todavía me gustan las mujeres.
- Creo que estás exagerando el afecto que me tienen mis padres. - A mí también, pero te quiero mucho, vos para mí sos Fer Brunet.
- Está bien, pediremos 200 mil. Cincuenta mil para cada uno. - ¿A quién mató?
- ¿Quiénes son cada uno? - Era como Robin Hood, le robaba a los ricos para ayudar a los pobres.
- Vos, yo, Bombón, La Malco y Frula. - La tenía clara ese Fer Brunet.
- ¿Y Trespa? - Adelantame unos gramos por lo que vamos a rescatar con el secuestro.
- No tengo trabajo para él. Además a Trespa le alcanza con que su abuela
no insista en respirar.
- Axel, ¿estás hablando en serio? LINDA MORRIS Y BOMBÓN
- Sí, teniendo las cenizas de su abuela, Trespa es un tipo feliz.
- Me refiero a lo de secuestrarme. - Nadie tiene deseos equilibrados: o deseás someter o deséas ser someti-
- Ya estás secuestrada. da.
- Pero vos sos un auténtico revolucionario, porque desafiaste el tabú su-
premo de tus padres.
BOMBÓN - Primero, Linda, hablame en femenino. Y segundo: no soy ninguna re-
-poeta y puta- volucionaria. Yo quería librarme de mis padres para atarme a un hombre que,
DIARIO además de protección, me diera placer.
- Pero desafiante el tabú.
Soy una santa. No hay diferencia entre los místicos y yo. Sólo cambia el cáliz, - Yo no desafié un carajo. Me vestí de mujer y el revuelo se armó solo.
pero la devoción es la misma. Me pongo de rodillas.

AXEL Y BOMBÓN
AXEL Y FRULA
- Tenés que ayudarme.
- Me enamoré de una millonaria. Se llama Linda Morris. - ¿Por qué me elegiste a mí?
- ¿Es la que vino a mi negocio un par de veces? - Porque sos una mariquita con pelotas.
- Sí, esa belleza es millonaria. - No soy mariquita, soy un travesti.
68 69
- Vas a tener que cobrar un rescate. Vamos a secuestrar a una mujer. - A las cuatro en el puente, venga solo y no se le ocurra llamar a la policía.
- ¿Y a matarla? - ¡Sos un talento, Bombón!
- No. Sólo secuestrarla. - ¿Entonces me vas a dar tu cuerpo?
- Qué pena. - Esperá un poco, vampiro, también necesito que imites al director de la
- Se trata de Plástico Cruel. agencia de detectives.
- ¿De Linda? ¿Tú crees que yo serviré para eso? - Encontraremos a su hija sana y salva, señor Morris, le enviaré a uno de
- Sos el tipo indicado. Sé que no me vas a traicionar. mis mejores hombres, confíe en él.
- ¿Por qué estás tan seguro? - ¡Genial!
- Porque yo siempre te respeté, porque tenés huevos y porque sé que te - Por vos aprendo a imitar la voz del presidente de Rusia.
gusto.
- En lo último no te equivocas.
- ¿Entonces cuento con vos? AXEL Y LINDA MORRIS
- Sí, guapo.
- ¿Cuánto querés por el trabajo? - Hay fiesta en lo de Trespa, ¿vamos?
- Con una noche contigo me doy por bien pagada. - ¿Qué festeja?
- Eso te lo voy a dar de yapa, pero igual vas a tener tu parte. - La muerte de su abuela.
- ¿No hay un adelanto? - ¿Y por eso hace una fiesta?
- ¿De dinero? - Gracias a la muerte de su abuela se va a Francfort.
- No, chico, de lo otro. - ¿Le dejó una herencia?
- No, un negocio. La abuela pidió que sus cenizas fuesen esparcidas en la
Selva Negra.
BOMBÓN - Parece mentira.
-poeta y puta- - Es mentira.
DIARIO - ¿La abuela nunca pidió eso?
- Sí, lo pidió.
Brillaste hace años, pero ya no brillas. No saltas de la cama con la misma gracia - ¿Es mentira que Trespa piense irse a Francfort?
de cuando tenías veinticuatro. Apagás luces. Te peinás y te maquillás a cada ins- - Va a Francfort.
tante. Te cepillás los dientes cuatro veces por minuto. “No enciendas la luz, por - Axel, me estás confundiendo. ¿Trespa se va o no a Francfort a tirar ce-
favor”. Te levantas por las mañanas como si todas las noches ejecutaran un solo nizas al viento?
tambor cerca de tu almohada. Prefieres despertarte sola, pero sigues necesitando - Va a Francfort. Lo de tirar cenizas es un agregado suyo.
acostarte acompañada. El despiadado mecanismo del amor exige carne fresca. - ¿Y qué va a hacer con la ceniza?
“No enciendas la luz”. El mecanismo se traba ante una mujer incompleta de - Venderla.
cuarenta. Sólo aventuras. Nunca más un hombre que te abrace enamorado-para- - Voy a empezar a mirar con más cariño a mis abuelas. Nunca hubiese
toda-la-vida. Brillaste, pero fue hace una eternidad. Fundaré el primer convento pensado que en Europa se cotizara la ceniza de un fósil.
para travestis y que dios me perdone. - Cuarenta dólares el gramo.
- ¿Cuarenta dólares un gramo de ceniza?
- De cocaína. Va a cambiar el contenido de la urna.
AXEL Y BOMBÓN - Decime, Axel, ¿por qué todos tus amigos son delincuentes?
- Porque la vida sin delitos se les hace muy tediosa.
- Necesito que hagas algo más, aparte de cobrar el rescate.
- Si me das tu cuerpo a cambio, ya mismo hago lo que quieras.
- ¿Podés imitar la voz de un secuestrador y de un director de agencia de
detectives?
70 71
BOMBÓN BOMBÓN
-poeta y puta- -poeta y puta-
DIARIO DIARIO
A partir de los cuarenta es necesario el sudor de las neuronas para conquistar un
Hubo reunión en casa de Trespa. Noche de droga idiota. Cada uno decía una bo- poco de carne genital. Con la imagen no basta. Y a veces la imagen conspira.
ludez más grande que su antecesor e infinitamente más pequeña que su sucesor. Fuera de mi negocio casi no hago el amor. Voy camino al convento de travestis-
La droga idiota. Yo me drogo para arrancarme de la cabeza un poema o para poetas.
voltearme a un tipo que no me animaría a abordarlo sin estar completamente de
la cabeza. Todos parecían muy felices de consumir y consumir buena cocaína
sólo para poner en evidencia la vaciedad de sus cerebros. La Malco le marcaba BOMBÓN
el bulto a Trespa, yo como siempre moría por Axel, aunque noté que Frula me -poeta y puta-
miraba con cierta libidinosidad, Axel está estúpido con esa mina de plástico, que DIARIO
al final se fue a la casa de sus padres. Nadie cogió. Noche de droga idiota.
Axel me pidió que imitara la voz de un secuestrador y la del director de una
agencia de detectives. No puedo negarle nada. Soy un autómata. Ya que no me
FRULA Y AXEL ama, que por lo menos me necesite.

- Vos vas a ser detective. Vamos el 20 por ciento para Bombón, veinte
para La Malco, veinte para Plástico Cruel, veinte para mí y veinte para vos.
- No puedo aceptar eso.
- ¿Te parece injusto el porcentaje?
- El porcentaje no, me refiero a hacer de policía.
- De policía no, Frula, de detective.
- Es la misma mierda. Los dos laburan para el enemigo.
- No, yo te voy a explicar: La policía trabaja para el sistema, pero un
detective puede luchar por una verdadera justicia. Tu función es evitar que la
policía se meta en este asunto.
- Yo no sé nada de detectives.
- Tenés que comportarte igual que en las películas. Vos vas a ser un de-
tective científico.
- Renuncio.
- Renunciás a veinte mil dólares.
- ¿Detective científico?
- Sí, boliviano, científico y cocainómano. No vas a tener ningún proble-
ma. Lo que no se puede disimular, conviene exagerarlo.
- Boliviano ya soy, cocainómano ya soy, detective como en las películas,
pero eso de científico… ¿qué significa?
- Lo leí en esta revista. Están de moda, basan sus investigaciones en los
testigos mudos del crimen: uñas, pelos, saliva, de esos elementos analizan el
ácido desoxirribonucleico.
- ¿El qué?
- Tomá, leélo.

72 73
Q-uinta P arte
el secuestro-

“Se ame o no, siempre es terrible.”


M.Yourcenar
LA SECRETARIA DEL SEÑOR MORRIS RECIBE LA LLAMA-
DA DE BOMBON, QUE FINGE LA VOZ DE UN SECUESTRA-
DOR

- Hola.
- Deme con el señor Morris.
- Imposible, el señor Morris está en una reunión.
- Interrumpa la reunión y dígale que me atienda.
- Imposible, señor, no puedo interrumpirlo. Deje su mensaje.
- Mirá, concha con desodorante, decile a ese viejo que si quiere ver a su
hija con vida, me atienda rápido. Estoy en un público y tengo una sola ficha.
- Espere un momento, por favor.

EL SEÑOR MORRIS ATIENDE A BOMBON

- Hola, soy el señor Morris.


- Doscientos mil dólares en el puente de la dársena sur, el jueves a las
cuatro de la tarde.
- ¿Quién habla?
- Eso no te importa, doscientos mil dólares.
- No tengo ese dinero. Es imposible.
- Esa palabra “imposible”, la repiten demasiado en su empresa. Empezaré
a enviarle a su hija por partes. ¿Sigue siendo imposible?
- Está bien. Estaré ahí y quiero a mi hija absolutamente sana.
- El jueves a las cuatro. Venga solo o lo lamentará.

EL SEÑOR MORRIS Y SU SECRETARIA

- Síiii, señor.
- ¿Le pareció reconocible la voz del hombre que llamó?
- No, señor Morris, jamás la había escuchado.
- ¿Dijo algo en particular?
- Quería hablar con usted, tenía urgencia.
- ¿No dijo nada en especial?, ¿algo que sirviese para identificarlo?
- Dijo que si quería ver a su hija con vida lo atendiese rápidamente y que
estaba en un teléfono público.
- ¿Qué más?
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- No sé, ninguna cosa importante. - Haga pasar a ese detective.
- Todo lo que pueda recordar es importante.
- Dijo que no tenía más fichas telefónicas.
- ¿Qué otra cosa dijo? ¿Usó alguna expresión que le haya llamado parti- AXEL Y PLASTICO CRUEL
cularmente la atención?
- Hablaba de un modo común. - Chupame la pija.
- ¿Se dirigió a usted con respeto? - No.
- No. - Quereme, Plástico Cruel, quereme.
- ¿Cómo la trato? - Te quiero, pero no entiendo por qué tenemos que estar siempre en la
- Me llamó “concha con desodorante”. cama.
- ¿Es común que la llamen así? - Podemos hacerlo de parados.
- Señor Morris… - Basta, Axel, no seas desagradable.
- Está bien. Señorita, siga con su trabajo. Le agradezco la colaboración. - Quereme, quereme un poco.
- Bien, señor. - Te quiero muchísimo…
- Entonces, quereme menos y chupame la pija más.

AXEL Y LINDA MORRIS


FRULA Y EL PADRE DE LINDA MORRIS
- Quereme, Plástico Cruel, aunque no me entiendas como yo te entiendo
pero te quiero. - Buenas tardes.
- Nos llevaríamos mejor si te hubiese conocido hace diez años. - ¿No podía llegar más temprano?
- Linda, habríamos provocado la revolución sexual infantil: hace diez - Jamás trabajo por las mañanas.
años, yo era un niño. - Un detective que jamás trabaja por la mañana. ¡A dónde hemos llegado!
- Hasta aquí. ¿Desea que me retire?
- Acepté esta entrevista porque, según parece, Charly es un viejo amigo y,
EL SEÑOR MORRIS Y SU SECRETARIA además, insistió.
- ¿Su viejo amigo le habló de mí?
- Lo está esperando el señor Froilán Frula. - Dijo que usted es extranjero, detective y científico. Espero que no tenga
- ¿Quién es el señor Froilán Frula? otras cualidades.
- Es el detective que usted pidió, lo envió su amigo Charly, el director de - El informe que el dieron es bastante completo.
la agencia de detectives privado. - ¡¿Bastante completo?! Me dejaría más tranquilo si me dijera que es su-
- Yo no sabía que tenía un amigo que dirige una agencia de detectives. ficiente. No quisiera enterarme de más particularidades suyas.
- Eso mismo le dije yo. Me respondió que se conocen de la universidad. - Entonces, digamos que es suficiente, agregando que jamás trabajo por la
- Desde que la prensa se ocupa de mi fortuna, mis compañeros de univer- mañana. ¿Duda de mí, señor Morris?
sidad se multiplicaron. Haga pasar a ese señor … - Para nada, directamente no creo en absoluto en lo que usted dice.
- Froilán Frula. - Llame al director de la agencia, su amigo Charly.
- Qué nombre extraño para un detective, ¿por qué no se lo habrá cambia- - Eso mismo es lo que haré.
do?
- Eso mismo pensé yo, ¡suena tan ridículo!
- No le pago para que piense. Haga pasar a ese señor Froilán Frula. LA MADRE DE LINDA MORRIS Y EL ANALISTA
- Bien, señor.
- No hace falta que diga “bien, señor” cada vez que se retira. - ¿Cómo se encuentra, señora Morris?
- Bien, señor… Perdone, señor. - Con un marido sicótico y una hija oligofrénica secuestrada por algún
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terrorista, ¿cómo quiere que me encuentre? - Por supuesto, sobre todo para aflojar la tensión de los pómulos y para el
- No llore, señora Morris, si llora deja de pensar y de buscar una salida brillo de los ojos.
positiva. - Yo no sé qué haría sin usted, Felix. ¿Cómo me veo ahora?
- Ya no sé que haría sin usted, licenciado. - Rutilante.

EL SEÑOR MORRIS RECIBE LA LLAMADA DE BOMBON, FRULA Y EL PADRE DE LINDA MORRIS


QUE FINGE SER CHARLY, EL DIRECTOR DE LA AGENCIA
DE DETECTIVES - Señor Frula, me levanto a las seis de la mañana, duermo cuatro horas y
manejo varias empresas. Me cuesta creer que alguien pueda ser eficiente traba-
- Hola, Charly, casualmente pensaba comunicarme con vos. Pedí el mejor jando sólo por las tardes.
detective y aquí llega un individuo que me dice que no trabaja por las mañanas. - Y por las noches, señor Morris.
- Es el único que puede resolver tu caso, es un detective científico. - Su nombre es Froilán Frula, ¿verdad?
- ¿Es brujo? - Efectivamente.
- No es brujo, pero por muy poco. - Perdone la indiscreción, pero ¿por qué no se lo cambió?
- Entonces llamaré a una agencia más seria. - Esa pregunta parece más propia de su secretaria que de una persona que
- Somos la agencia más seria. Ese individuo que está frente a vos, y espe- duerme cuatro horas y maneja varias empresas.
ro que siga estándolo es el mejor detective, dejalo hacer. - Charly me dijo que es usted extranjero.
- En todo caso será “dejalo dormir”, que es lo que está haciendo en este - Así es.
momento en mi despacho. ¡Quién es exactamente este hombre Froilán Frula? - SI no le parece una pregunta de mi secretaria, ¿de dónde es?
- Un detective especial. Posee un método de investigación científica. Se - Soy boliviano.
basa en los testigos mudos del delito. - De modo que Bolivia, además de cocaína, exporta detectives.
- ¿Huellas dactilares? - Según su amigo Charly: “La mejor cocaína y los mejores detectives”.
- Si con las huellas castigares no se obtiene nada, Frula busca otros ele- - Quiero que empiece a trabajar rápidamente.
mentos: sangre, semen, saliva, sudor, uñas, piel. Es un genio y, te pido reservas, - Para eso estoy acá.
es cocainómano. - ¿Hay algo que desee preguntarme o, a esta altura, ya sabe todo?
- No quiero parecer obstaculizador, pero: detective, extranjero, científi- - Me gustaría conocer con detalles qué dijo el hombre que telefoneó por
co y cocainómano, son demasiadas particularidades hasta para un país absurdo el rescate.
como el nuestro. - Dijo exactamente lo que le comenté hace unos instantes.
- Confiá en ese hombre, no te vas a arrepentir. - No me refiero al lugar, la hora o el dinero que pidió. Quiero saber si usó
- Una pregunta más, Charly. alguna expresión particular.
- Las que desees. - Ninguna, fue una comunicación absolutamente normal.
- Sólo una, ¿este tipo no será, además, homosexual? - ¿Hablaba con corrección?
- Absolutamente normal.
- ¿Habló normalmente con su secretaria?
LA MADRE DE LINDA MORRIS Y EL ESTILISTA - La llamó “concha con desodorante”.
- ¿Debo entender que es “absolutamente normal” que a su secretaria la
- ¿Qué tal, señora Morris, como está? llamen “concha con desodorante”?
- Con el infeliz que tengo de esposo, con una hija secuestrada y con el - Lo ignoro, señor Frula. Y ahora tengo otros asuntos que atender, espero
cabello reseco, ¿cómo quiere que esté? noticias suyas en mi casa, a medianoche.
- Llore, señora Morris, llore. Tome mi pañuelo, llore todo lo que pueda,
desahóguese.
- ¿Usted cree que me hará bien llorar?
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SEÑALES DE TRANSITO abajo.
- Le agradeceré que no me mire con ese gesto.
Un niño corre a mostrarles a sus padres el dibujo de un jardín con cerdos, un sol, - ¿Con qué gesto?
una casa con chimenea y un camino que conduce a quien lo mira. - Con ése. Usted no mira, usted opina con sus ojos.
- Miraré por la ventana mientras le formulo tres o cuatro preguntas.
- Me parece lo más correcto. Y espero que sólo sean tres o cuatro, tengo
BOMBÓN invitados que atender.
-poeta y puta- - ¿Acaban de secuestrar a su hija y realiza una fiesta?
DIARIO - Mis invitados y mis negocios son la misma cosa, Frula. Esto no es una
fiesta, es un aquelarre de especuladores.
Llevé en el auto a Frula. Es buen tipo Frula, lo único que me molesta de él es que
nunca da muestra de desearme. Es un poco puritano. Cuando llegamos a la man-
sión de los Morris se estaba llevando a cabo una fiesta. La casa brillaba como un AXEL Y LINDA MORRIS
incendio en el bosque.
A la puta-frívola-reventada que soy le hubiera gustado figurar entre esos invita- Todo te lo habré enseñado. Cómo chupar una verga, cómo acabar juntos. No sé.
dos. Y la puta-anarquista-reventada que también soy quería barrerlos a todos con Tantas cosas. Otro lo podrá disfrutar. Más que yo. Es un pensamiento mezquino
una ametralladora. de mi parte. Pero cuando me dejas caliente y te veo dormir como ahora, siento
tu egoísmo de plástico cruel. Me estoy haciendo la paja, Plástico Cruel, y vos
dormís.
AXEL Y PLASTICO CRUEL Cuando acabe solo en el cosmos sin que nadie, salvo yo, se estremezca, vas a
despertarte y me pedirás que te acaricie el culo para volver a sumergirte en tus
Inauguraste el NO. ¿Qué buscabas en mí y no lo encontraste? Quiero que una sueños llenos de pijas y de semen. Y yo lo voy a hacer, porque ya habré acabado
nube tóxica te envuelva y desaparezcas. Que te vayas y que todos te hagan daño. y porque me gusta demasiado tu culo. Otro no tendrá nada que enseñarte, todo lo
Que por toda la vida te hagan daño todos los hombres que toques. Te amo, Plás- que se puede hacer bajo la luna lo habrás aprendido conmigo. Otro podrá disfru-
tico Cruel, de la única manera que sé amar, desastrosamente. tarlo más que yo. Y ése será egoísta con vos, pero lo soportarás, te excitará como
me ocurre ahora a mí mientras veo tu culo que empieza a moverse pidiendo que
le haga algo más que acariciarlo y que, en tu sabia pereza, estás segura de que
FRULA Y EL PADRE DE LINDA MORRIS lo haré.

- Permítame estrechar su mano.


- ¿Cómo un gesto de amistad? FRULA Y EL PADRE DE LINDA MORRIS
- No. Quiero cerciorarme de que no lleva armas.
- Tengo arma, señor Morris, pero no la llevo en la mano. - Si usted no consigue rescatar a mi hija, el jueves voy a pagar, Frula.
- Comprenderá que con lo sucedido, me veo obligado a desconfiar de - ¿Doscientos mil dólares?
todo el mundo, señor Frula. - Es lo que gasto en los empleados que mensualmente se retiran de mis
- Llámeme Frula, nada más. Suena ridículo “señor Frula”. empresas.
- Yo no lo encuentro nada ridículo. - Es usted un hombre muy generoso.
- ¿Sabe qué quiere decir “frula”? - No es eso. A los empleados que se van hay que pagarles para detener los
- No. juicios.
- Cocaína. - ¿Y por qué le hacen juicios?
- Frula, me gustaría saber si usted, políticamente, es de derecha o de iz- - En el trabajo se cometen algunas irregularidades.
quierda. - Si no le parece una indiscreción, quisiera preguntarle…
- En política, no hay izquierda ni derecha, señor Morris, sólo hay arriba y - Todo lo que usted pregunta me parece indiscreto, de todas maneras,
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¿qué quiere saber? FRULA Y LA MADRE DE LINDA MORRIS
- ¿Por qué empresas tan rentables trabajan con irregularidades?
- Porque así son más rentables. - Lo siento, pero no puedo atenderlo. Debo ir a mis prácticas de UNDER-
- No entiendo mucho de negocios, señor Morris. BODY, ¿conoce el método? Es lo último.
- Le voy a dar un ejemplo: en la fábrica de armamento pesado, es más ba- - Disculpe mi ignorancia, señora Morris.
rato pagar el subsidio a una viuda que comprarle un equipo de seguridad a cada - Debería practicarlo. Es para despertar la conciencia del esqueleto.
obrero, ¿ahora comprende? - Comprendo la importancia.
- Estoy demasiado sorprendido como para entender. - No, no comprende. Y no me sorprende. Hay mucha gente que va por el
mundo sin tomar conciencia de su esqueleto.
- Señora Morris, siempre que debo entrevistarla por el caso de su hija,
BOMBÓN usted está en otra parte o tiene urgencia por ir a otra parte.
-poeta y puta- - Señor Frula, en el horóscopo azteca soy “movimiento”, de modo que es
DIARIO absolutamente normal que sea una mujer activa. Buenas tardes.

Axel y su enamorada, Poliestirena Formofenólica Cruel, empezaron a romper las


porcelanas del amor. Axel está viviendo sus primeros tormentos. Soplan vientos LINDA MORRIS Y TRESPA
de la separación. No puedo evitar sentirme dichosa. Soy la peor.
- ¿A dónde podemos ir, Linda?
- Con mi porsche, a donde quieras.
FRULA Y LA MADRE DE LINDA MORRIS - Son las ventajas del progreso.
- Del que parecen estar en contra todos los amigos de Axel.
- Señor Frula, no quisiera perder el vuelo. - No yo. ¿Quéres venir a mi casa?
- Puede tomar el siguiente, señora Morris. - Vayamos a tu casa.
- Ya despaché mi equipaje y mis amigos irán a recogerme al aeropuerto.
- Tome el siguiente vuelo. Es de muy buen gusto que el equipaje de una
dama llegue antes que ella. MADRE DE LINDA MORRIS Y ESTILISTA
- ¿Desde cuándo los bolivianos saben qué cosa es de buen gusto?
- Desde que pudimos observar de cerca de la clase alta argentina. - ¿Hubo Alguna novedad en el caso de su hija?
- ¿Es un elogio o un insulto? - Mi esposo contrató a un detective que se llama Froilán Frula, ¿qué le
- Usted elige, señora. parece?
- Un nombre horrible.
- Usted y yo siempre coincidimos, pero eso no es nada, además, es boli-
BOMBÓN viano.
-poeta y puta- - ¿Boliviano? Su esposo se volvió loco.
DIARIO - Eso es lo que yo creo.

Axel sospecha que Linda lo engaña. Le dije que, en amor, cuando uno sospecha
es porque el otro traiciona. No hace falta más prueba que la sospecha. Le dije que BOMBÓN
los celos son la evidencia del engaño y que ningún amante es celoso cuando no -poeta y puta-
es engañado. En fin, lo incité al plasticidio. DIARIO

Amo de él todo lo que me niega (siempre hablo de Axel). Cada vez que la plas-
tificada desaparece, Axel me llama para drogarnos juntos. Nuestros encuentros
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terminan invariablemente con él, de pie, fumando un cigarrillo y yo, arrodillada, do se entera de que su hija será descuartizada por sus raptores si no reciben el
chupándole la pija. No da para más y lo amo. ¿Qué haría una verdadera mujer en dinero a tiempo.
mi lugar? Lo ignoro. - Señor Frula, dígame por qué estos seres secuestraron a mi hija.
- Supongo que necesitaban dinero, señora Morris.
- Es doloroso pensar lo mal hecha que está la vida.
FRULA Y LA MADRE DE LINDA - ¿Por qué no toma su chequera y la corrige?
- He visitado a algunas amistades. Es lógico que me reuniera con ellas
- No voy a aceptar que un detective boliviano me someta a un interroga- para contarles lo que estaba viviendo.
torio. - ¿Qué estaba viviendo, señora Morris?
- ¿Prefiere que lo haga el sargento de la policía argentina? - Un drama de noticiero de TV. Le agradeceré que ya me deje descansar.
- ¿Por qué se hizo detective usted? - Una última pregunta.
- Cuando se nace pobre y con un poco de inteligencia, modestamente, - Sólo si me promete que de veras será la última.
sólo se puede ser detective o delincuente. - Se lo prometo, señora Morris.
- O terrorista. - Pregunte entonces.
- Sí, pero carezco de ideales… - ¿Quiere usted a su hija?
- Y de moral. - No.
- Eso es muy cierto, señora. - ¿Por qué?
- ¿Y por qué no se hizo usted delincuente? - Señor Frula, ya le respondí su última pregunta, buenas noches.
- Porque no tenía dinero para comprar un arma. Las agencias de detecti-
ves proveen una sin pagar.
- Usted no me gusta. BOMBÓN
- Nunca le he caído bien a los delincuentes. -poeta y puta-
- ¿Está insinuando que soy una delincuente por el sólo hecho de que soy DIARIO
rica?
- No fue una insinuación. Axel siempre lo envidió a Trespa porque tiene la pija más grande. Y ahora supo-
- Si continúa faltándome el respeto ordenaré que lo echen de está casa ya ne que Linda lo está engañando con Trespa. Le explico que un motivo como ese
mismo. no es suficiente para que una mujer deje de amar a un chico como él.
- Creo que decididamente usted prefiere ser interrogada por la policía, no Insisto en que esa mujer tendría que estar muy enferma para dejarlo a él por un
tengo inconveniente en pasarles mi informe y que ellos continúen el caso de su motivo tan gastronómico. Dejé entrever una vez más, que Linda es una tonta del
hija. culo. Con Axel hay que ser sutil.
- ¿Qué es lo que necesita saber?
- ¿Qué cosa hizo usted los días siguientes a la desaparición de su hija?
- ¿No pretenderá que las recuerde todas? FRULA Y LA MADRE DE LINDA
- ¿Fue a un desfile de modas, a una fiesta o a un teatro?
- Creo que sí, el primer día fui a un desfile de modas, el segundo día a una - ¿Cuándo fue la última vez que vio a su hija?
fiesta… - Fue en el restaurante del Place. Yo le había preguntado qué clase de
- Y el tercero a un teatro. salsa quería para acompañar los langostinos. Me acuerdo que recé por que no pi-
- Probablemente. diese salsa siberiana, Linda nunca supo armonizar sabores… Bueno, estábamos
- No está colaborando, señora. en eso cuando entraron los Hudges. Los Hudges comen siempre en el restaurante
- ¿Por qué habría de colaborar? Place. Crucé dos palabras con la señora Hudges y cuando terminaba de decir “le
- Supongo que por amor a su hija. presento a mi hija…”, descubrí que Linda ya no estaba a mi lado.
- ¿Qué quiere que haga? ¿La escena de la madre destruida?
- Sólo me gustaría saber por qué una mujer continúa su vida social cuan-
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BOMBÓN Hubo más vibración entre él y yo. Me abrazó varias veces. Cuando íbamos en
-poeta y puta- el taxi nuestras piernas se tocaron y él no se apartó. Al despedirse me besó en
DIARIO la boca.

El frío de la calle me hiela las piernas: lo mejor que tengo para mostrar. Y las
tetas. Hacer la calle en invierno es humillante. Yo cobro tarifas diferentes por FRULA Y EL PADRE DE LINDA MORRIS
coger vestida o totalmente desnuda. Sin calefacción es más caro. En cambio en
verano no hago estas especulaciones. Me encanta sudar. Me encanta revolcarme - Fui con el dinero y no sólo no me devolvieron a Linda, sino que nadie
desnuda en el sudor de un hombre. Terminar empapada en el sudor de una cama vino a buscar el rescate. Tal vez llegué 1 ó 2 minutos tarde, pero no más.
de verano: esa es mi felicidad. - ¿Cuánto tiempo espero?
- Un tiempo lógico.
- ¿Cuánto es para usted, señor Morris, un tiempo lógico?
LA MADRE DE LINDA Y SU ANALISTA - Una vez cumplido el horario de la cita, es el tiempo en que tarda en
pasar un negocio ante mis narices.
- ¿Por qué se encuentra tan alterada?
- Vino a verme otra vez ese detective boliviano. No sé por qué le temo
más a él que a los secuestradores de mi hija. SEÑALES DE TRANSITO
- ¿La molestó con sus preguntas?
- No son sus preguntas lo que me irrita. No sé qué es. Pero siempre me Cualquier objeto de plástico
hace sentir como una estúpida. Es como si no creyera en mi sensibilidad. dura más que un amor eterno.
- ¿Por qué no lo despide?
- Según mi esposo, es el mejor detective que hay en la ciudad. Cuando le
dije que estaba desesperada, miró la piscina y pasó su mano por el borde de már- AXEL Y BOMBÓN
mol. Me miraba con eso ojos como escarabajos que tienen los indígenas. Yo le
dije: “Señor Frula, cuando una mujer está desesperada, está desesperada aunque - ¿Por qué no esperaste?
tenga un camarero tailandés que le sirva el cóctel en una piscina de mármol”. - Esperé, pero el tipo no llegó.
- ¿Tiene un camarero tailandés? - ¿Hasta qué hora esperaste?
- Sí, es un barman excelente, ¿nunca le hablé de él? - Un tiempo lógico.
- Parece que lo omitió. - ¿Qué es para vos un tiempo lógico?
- Ya hablaremos, me crea serios conflictos, pero prepara el negroni como - Una vez que cumplido el horario de la cita, es el tiempo en que tarda en
nadie. Lo trajimos en el último viaje de… pasar un hombre.
- Continúe hablándome de ese detective. - Te hiciste un levante y te fuiste a coger.
- Yo le dije: “Nací rica, señor Frula, ¿qué se supone que debo hacer?, - El tipo no vino a la hora fijada y en eso pasó un taxi, lo miré por si Mo-
¿repartir mi fortuna entre los pobres? rris venía adentro, pero el tipo interpretó mal mi mirada y… me llevó a dar una
- ¿Y qué le respondió? vuelta en pija.
- “No es una mala idea”. Y apagó su cigarrillo en mi piscina. - No había contado con esa parte tuya cuando te elegí para este trabajo.
- Si no me das lo tuyo, tengo que agarrar lo que venga. Cuando veo un
hombre me caliento como el mercurio de un termómetro metido en el culo de un
BOMBÓN bebé que tiene cuarenta grados de fiebre.
-poeta y puta-
DIARIO

Hoy, Axel me llevó en taxi hasta el lugar de la cita con el padre de Plástico Cruel.
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LINDA MORRIS Y TRESPA - Ya estoy tras la pista de los secuestradores, mañana le podré dar un
informe más completo.
- ¿Por qué no me pedís que vaya a Francfort con vos? - Bien, lo espero mañana, ahora debo marcharme.
- ¿Vendrías conmigo a Francfort? - No terminó su café.
- Sí. - No se preocupe, podrá recalentarlo nuevamente.
- ¿Y Axel?
- El me puso Plástico Cruel y me tiene por descartable, ya me cansé.
- Pero te quiere. AXEL Y LINDA
- Vos también me querés. ¿Por qué si sos un ganador insistís en jugarla de
perdedor? - No me toques. Estoy cansado.
- ¿Te gusto? - Mmm, un cielo de tormenta se cierne sobre Axel, el cerdo.
- Preparame una buena línea que con eso me pongo sincera. - Si querés hacer algo por mí, decime alguna cosa agradable.
- Tomá. - Sos el mejor amante y el escritor más talentoso del mundo.
- Desde que te conocí me hice fantasías sexuales con vos. A veces le chu- - Decime algo que yo ignore.
paba la pija a Axel, pero imaginaba que estaba con vos y que te hacía gozar. - Axel, el cerdo, está mal y por eso se hace el interesante.
- Axel nos va a odiar. - No me hago. Soy interesante.
- ¿Y por eso nosotros no podemos amarnos? - Yo sé lo que te pasa.
- Creí que lo querías. - Decímelo. No me dejes morir sin la respuesta.
- Estás mal porque no vine ni el sábado ni el domingo.
- Yo nunca sé cuando es sábado, lunes o jueves.
FRULA Y EL PADRE DE LINDA - Sí, pero sabés que hace dos días que no vengo por esta sucia cueva. Y en
tu cabeza de napolitano habrán pasado una película titulada “Las orgías de Linda
- Señor Frula, esto parece un prostíbulo. Morris, alias Plástico Cruel”.
- Se lo agradezco, pero creo que está sobredimensionando la importancia - Te estás dando demasiado protagonismo, nena.
de mi oficina. - Sí, hombre duro. Pero dejame contarte que me quedé a dormir en la
- Tenía otra idea de lo que era la oficina de un detective. estancia donde se casó mi mejor amiga.
- ¿Un whisky, señor Morris? - ¿Todavía se hacen esas boludeces como casarse, ponerse anillos, ir a la
- No, gracias. iglesia y tirar arroz?
- ¿Una línea de cocaína? - Sí, Axel, y son ceremonias conmovedoras, lo que nunca supe es por qué
- No. a los novios les tiran arroz.
- ¿Entonces, un café? - Es obvio. Porque los tomates manchan.
- Le acepto un café.
- Ya está listo.
- ¿Recalienta el café? FRULA Y EL PADRE DE LINDA
- Es una costumbre que tenemos los pobres.
- Sólo vine por el tema de mi hija. - No he tenido nuevos llamados de los secuestradores.
- No me cabe ninguna duda. - Quizá los desenmascare antes de que vuelvan a comunicarse, tenga con-
- No comprendo como puede trabajar para la policía un hombre que se fianza en la investigación científica.
droga y mantiene un prostíbulo. - ¿Si asesinaron a mi hija, para qué puede servir que Ud sea científico?
- Señor Morris, trabajo para la justicia, no para la policía. - Poseo un laboratorio de investigaciones.
- Siempre creí que eran la misma cosa. - ¿Piensa explicarme en qué consiste ese sistema científico o prefiere ha-
- Usted pasa demasiado tiempo ocupado en sus empresas. cerse el misterioso?
- ¿Qué averiguó sobre Linda? - No hay ningún misterio. La ciencia no es ficción.
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- No tengo mucho tiempo, como comprenderá, ¿puede ir al grano, Frula? AXEL Y LINDA MORRIS.
- Considero únicamente las huellas de ADN, ¿sabe qué es el ADN?
- Soy un ejecutivo, no un científico. - ¿Qué pasó con Trespa?
- Es el Acido-Desoxirribo-Nucleico, la molécula de la vida. Esta molé- - Fuimos a dar una vuelta.
cula se encuentra en todas las células y contiene el código genético completo de - ¿Desde las 12 de la noche hasta las 6 de la mañana?
cada individuo. - ¿Me espías?
- Hasta ahora no veo cómo va a resolver el caso de mi hija.... - No. No te espío. No hace falta que me respondas.
- Cualquier célula del individuo que atacó a su hija puede revelarnos da- - Puedo responderte.
tos fundamentales. Es como si el asesino perdiese su documento de identidad en - No. No lo hagas. Prefiero tu silencio a que me cuentes una mentira.
el lugar del crimen. Para descubrirlo me basta con el análisis de un pelo o de una
gota de saliva.
- ¿Y qué espera, que el asesino le envíe una carta con un mechón de pe- FRULA Y LA MADRE DE LINDA.
los?
- Señor Morris, si los métodos científicos no los puedo aplicar, aplico los - Perdone la demora, señor Frula, pero necesitaba cambiar de ropa.
métodos clásicos. - ¿Usted mira mucho cine, verdad señora?
- Me encanta. ¿Por qué lo dice?
- Porque se viste como la mujer de un gangster de película.
SEÑALES DE TRANSITO - ¿Desde cuándo los detectives saben de moda?
-perfumes tóxicos- - Sólo intentaba decirle algo simpático.
- Pues lo único que consigue es ponerme nerviosa.
el aliento de un amante - No confía en mí, ¿verdad señora?
en la oscuridad - No. Y si faltara algo en mi casa no dudaría en suponer que usted lo robó.
- Generalmente, robar es poner las cosas en su sitio.
- ¿¡Pero, qué clase de policía es usted!?
Linda y Trespa - No soy policía. Soy detective.
- ¿Un detective no trabaja para la policía?
- ¿Qué significa tu nombre? - No necesariamente.
- Tres patas, desde que era muy chico me llamaban así. - Señor Frula, está logrando irritarme. ¿Para quién trabaja usted?
- ¿Por qué? - Si es por mi cuenta, lo hago para la justicia. Si me contratan, trabajo para
- No quisiera resultar desagradable. el que me contrata.
- Después de haber vivido con Axel, todos los hombres me parecen monaguillos. - No sé cuántos son sus honorarios, pero tengo mi propio dinero, si se
- Tampoco soy eso. retira de este caso, le pagaré el doble de lo que le haya ofrecido mi esposo.
- ¿Vas a decirme o no por qué te llaman tres patas? - Es demasiado, señora.
- Porque tengo la pija bastante grande. - Considérelo una obra benéfica.
- Nunca abandono un caso sin resolverlo.
- No sabía que los bolivianos tuvieran convicciones tan firmes.
SEÑALES DE TRANSITO - No son convicciones, es curiosidad. Señora Morris, ¿conoce usted a los
amigos de su hija?
El inventor de la rueda redondeó la palabra adiós. La hizo más ágil, más - A algunos.
dinámica. Su invento es una fiesta triste. Ocupó en la historia del amor un prota- - ¿Sabe sus nombres o dónde viven?
gonismo tan lamentable que por eso nadie recuerda el nombre de ese genio. - No sé dónde viven ni cómo se llaman.
- ¿Su hija no los nombró nunca?
- Sí. Pero todos tienen apodos rarísimos.
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- ¿Recuerda esos apodos? - ¿Sentimos culpa?
- No se, La Mola, Tresna o algo así, y creo que Alex era el que más estaba - A mí me da pena.
con ella. - ¿Nadie va a llorar?
- ¿No serían La Malco, Trespa y Axel? - ¿Dónde está el cadáver?
- Puede ser. - Sigue tirado al costado de las vías.
- ¿No recuerda cómo son físicamente? - No me sorprende, La Malco siempre fue negligente.
- No, por supuesto, señor Frula, créame que lamento interrumpir esta - No es eso. Las ambulancias de la morgue están en huelga.
conversación, pero tengo cita con mi analista. - ¿Nadie va a llorar?

AXEL Y LINDA MORRIS MADRE Y PADRE DE LINDA

- ¿Te acostaste con Trespa? - ¿En ese sobre te enviaron el anillo?


- No, siciliano celoso, no me interesa para nada. - Sí.
- Sin embargo se miraron de una forma extraña toda la noche. - ¿Había algo más?
- Axel, ¿no se te van a pasar nunca los celos? - Sí.
- Tendría que dejar de amarte. - ¿Podrías dejar de responderme con monosílabos?
- Antes me decías que no te importaba que me acostase con todo el mun- - Sí.
do. - ¿Qué más había en el sobre con el anillo de Linda?
- Antes no sabía que te quería tanto. - Un dedo.
- ¿Un dedo?... ¿Y de quién?
- De Linda.
FRULA Y EL PADRE DE LINDA - No debo llorar. No debo llorar. Mi analista me dijo que no debo llorar.
Aunque mi estilista dice que es mejor descargar. No se que hacer. ¿Dónde está?
- Volvieron a llamar por el rescate. Mañana a la misma hora en el mismo - ¿Quién?
sitio. ¿Qué me aconseja, Frula? - El dedo.
- Vaya y pague. Es la manera más rápida de recuperar a su hija. - En poder de mi secretaria.
- Pedí que lo envíen inmediatamente.
- ¿Por qué?
AXEL-BOMBÓN-FRULA-TRESPA-LINDA - Porque soy la madre de... ese dedo.
- Perdimos a La Malco. - ¿Para qué hacer que traigan el dedo de Linda?
- ¿Qué quiere decir que la perdimos? ¿Qué se fue de viaje o que la can- - Es parte de nuestra hija.
jeaste por 10 gramos de cocaína? - Es sólo un dedo.
- Eso es imposible. Nadie daría 10 gramos por La Malco. - Esta será su casa hasta que pueda reunirse con el resto de Linda.
- Se suicidó. Se tiró bajo las ruedas de un tren. - Como quieras.
- ¿Por qué de esa manera tan horrible?... Bajo las ruedas del tren... - Además se me acaba de ocurrir una idea.
- Supongo que porque no es posible matarse tirándose sobre el techo del - Espero que estés hablando en broma.
tren. - Vamos a guardar ese dedo en el freezer hasta que recuperemos a Linda.
- En eso, hay que reconocerlo, fue sensata. Quiero que se sienta orgullosa de sus padres.
- Se mató porque nadie supo quererla. - Ya mismo ordeno que lo traigan.
- No, se mató porque ella no supo quererse. - Voy a reservar turno en alguna clínica de New York para los dos.
- ¿A dónde quieren llegar con estos comentarios desubicados? - ¿Para quiénes? Yo no creo que pueda viajar a New York.
- A no sentir culpa. Yo tampoco puedo viajar. Es para Linda Morris y su dedo.
94 95
BOMBÓN LA MADRE DE LINDA Y SU ANALISTA.
-poeta y puta-
DIARIO - ¿Usted cree que le quedará alguna marca horrible a Linda?
- Seguramente sí. Pero con varias sesiones por semana, al cabo de unos
No creo que exista nada que yo no sea capaz de hacer por Axel. Cual- años se habrá reestablecido.
quiera que haya tenido una amiga malcogida y suicidada y que se haya visto en - No me refiero a su estado psíquico. Digo si le quedará alguna marca
la obligación de encontrar y ocultar, ante la mirada implacable de los curiosos, un luego de que le pongan el dedo en la mano.
dedo de su mano cortada brutalmente por el acero de las ruedas de un tren para - Señora Morris, yo soy analista y no cirujano.
ponerle el anillo de una joven rica secuestrada, con la finalidad de enviar anillo - Qué pena.
y dedo al padre millonario para que éste pague el rescate, comprenderá lo difícil
que resulta efectuar esta operación
LA MADRE DE LINDA Y SU ESTILISTA

LA MADRE DE LINDA Y SU ANALISTA - Mi analista me dijo que a Linda le va a quedar una marca horrible y que
tendrá que hacer tratamiento por largos años.
- ¿Cómo se siente ahora que ha recuperado una parte de su hija? - Pero no, señora Morris, hoy en día la cirugía plástica hace milagros.
- Es una parte muy pequeña. Si me hubiesen enviado a Linda y se hubie- - No, Felix, me refería a una marca psicológica, un trauma.
ran quedado con el dedo, me sentiría un poco mejor. - Eso se cura con un viaje señora, mándela a Europa.
- No es lo mismo, señora. - Linda ya está aburrida de ir a Europa.
- ¿¡Cómo que no!? Si lo que ellos quieren es el dinero, vamos a pagar lo - Entonces a algún país exótico.
mismo porque Linda recupere su dedo o porque su dedo recupere a Linda. Mi - Los conoce todos.
hija no sería mi hija sin todos los dedos de su mano. - Entonces va a tener que anotarla en algún vuelo charter al espacio.
- Señora Morris, considero que tendrá que venir 4 veces por semana. - ¡Qué ocurrente es usted, Felix!
- ¿De veras cree que debo venir dos veces más? - En eso salí a mi santa madre.
- Por el bien de su salud mental y porque en febrero voy a viajar a Europa.
- ¿Por qué mejor no llama a éstas, sesiones intensivas y me las cobra el
doble? AXEL Y PLASTICO CRUEL
- Es una idea brillante, señora Morris.
- Cuando se trata de hacerle gastar dinero a mi marido, siempre se me - ¿A partir de cuándo tengo deudas con vos? ¿Te debo haberme enseñado
ocurren ideas brillantes. a fumar porros o a jalar cocaína? ¿Te debo la cuota de ingreso al club de los
- Nuestra primera sesión intensiva terminó. marginados? Cerdo Axel, no te debo nada que a su vez no me debas a mí. Me
- La última pregunta... voy, Axel. Nos hartamos los dos. Aquí no hay culpas ni deudas. ¿Qué pasó con
- Mejor, en la próxima, señora. tu inteligencia precoz?

SEÑALES DE TRANSITO. LA MADRE DE LINDA Y SU ESTILISTA

Uno debería ser el único de su especie - Félix, estilista, buenos días.


las otras especies deberían ser - Hola, Félix, habla la señora Morris, tiene que darme un turno.
los objetos sexuales para uno, pero sin posibilidad - ¿Para el viernes le parece bien?
de atracción entre ellas. Y adiós a los celos. - Tiene que ser ya mismo.
- Ay, no puedo, señora Morris, tengo toda la tarde ocupada.
- El dedo de mi hija se lo cortaron al cadáver, mi hija se arrojó bajo un tren
96 97
o la empujó un terrorista, no sabemos, por favor, Félix, tenga piedad de mí, deme - Basta, Axel, dejame salir.
un turno. - Cenemos juntos y después te vas, en un instante preparo una cena.
- En ese caso, déjeme ver cuál puedo anular. - Son las seis de la tarde, Axel.
- Anúlelos todos. A primera hora de la tarde estaré ahí. - ¿Te vas con Trespa?...
- Bien, señora Morris, la espero, siento mucho lo de... - Me voy y punto.
- ¡Click! - Es un tipo peligroso, como todos los cobardes. Es capaz de hacerle daño
a cualquiera.
- ¿Y el que abusa de una niña de nueve años, qué es para vos?
AXEL Y LINDA - Yo no abusé de esa chica, sólo le di placer, creí que lo habías entendido.
- Lo entendí perfectamente, Axel.
- No te vayas. - No, no es cierto. Nunca entendiste nada.
- Esta historia terminó. - Con más razón para que me dejes ir sin hacer cuestiones.
- ¿Hay otro tipo? - Te voy a extrañar.
- Hay miles de tipos. - ¿Me vas a extrañar a mí o al sexo que hacías conmigo?
- Todos de plástico. - ¿Qué diferencia hay?
- Serán más apropiados para mí, según vos. - Basta, Axel, cuando la gente deja de amar, se separa. Y listo.
- ¿Por qué no les mentís a ellos en lugar de mentirme a mí? Deciles que - Yo no dejé de amar.
los querés, pero engañálos conmigo. Quereme sólo a mí, acostate con todos, pero - Vos no amás.
quereme a mí. Seamos amantes. - No es amor haber pasado tanta historia con vos?
- Eso es ridículo, Axel, tenemos que separarnos y basta. - Tu interpretación de cualquier cosa es tan cerrada como la de mi madre.
- No me parece la solución más creativa. Sos incapaz de ver la realidad.
- Cuando el amor se termina, una pareja se separa. Es tan elemental que - ¿Qué realidad tengo que ver? ¿Que te vas a buscar otra pija?
no tendría que explicártelo.
- A mí no se me terminó el amor.
- Axel, sólo querés que me quede a tu lado por comodidad y por orgullo. FROILAN FRULA Y LA MADRE DE LINDA
- No me juzgues según tu manual de códigos morales. No quiero retener-
te por comodidad ni por conveniencia. - Si se suicidó es porque no quería vivir más, señor Frula.
- Yo no dije conveniencia, dije orgullo. - ¿No le parece demasiado simplista su deducción?
¿Orgullo ante quiénes? - Es así de simple: los que no quieren la vida, se matan.
- Ante vos mismo. - Tal vez los que se suicidan son los que más quieren vivir.
Estoy demasiado ocupado con el dolor de perderte como para pensar - Eso es un juego de palabras. Aquí no le faltaba nada. Se fue y terminó
qué-diré-yo-de-mí porque una mujer deja. matándose. Y no me diga que le faltaba amor porque eso es una tontería.
- Me voy. - Señora Morris, un suicida es alguien que se equivocó de víctima.
- Te dije alguna vez que sos la mujer más hermosa que conocí en toda mi - Debería haberme matado a mí, ¿eso es lo que intenta decirme?
vida. - Señora Morris, no creo que yo pueda decirle nada que usted no sepa.
- Toda tu vida, Axel, tenés diecisiete años.
- No te vayas.
- No puedo quedarme, Axel. FRULA Y EL PADRE DE LINDA MORRIS
- ¿Por qué no lo pensamos mejor?
- No hay nada que pensar. - La mujer que debía recibir el rescate no vino, Frula.
- ¿No querés darte una ducha? Hay un montón de ropa tuya en esta cueva. - Se habrá retirado del delito.
- Axel, ¿vos pidiéndome que me bañe?... - ¿Por qué no le reemplazó otro de la banda?
- Estoy dispuesto a pedirte lo que quieras, ¿querés casarte conmigo? - Probablemente no funcionan como el directorio de sus empresas, son
98 99
delincuentes menos organizados. Pero quédese tranquilo que su hija está viva.
- Frula... ¿Cómo sabe que mi hija está viva?
- Entre las características de mi personalidad que no le mencioné al pre-
sentarnos figura la clarividencia.
- Frula, ¿me está diciendo que, además de boliviano, científico, detective
y cocainómano, usted es... vidente?
- Afirmativo, señor Morris.

AXEL Y LINDA MORRIS


SEXTA PARTE
- Vamos a coger.
- ¿No podés insinuarlo de una manera más delicada?
- ¿Nos acostamos, mi cielo?
- No.
- No.
- ¿Por qué?
- Porque el sexo por el sexo me parece un acto gratuito.
- Hacés tantos actos gratuitos que no entiendo por qué cuestionas el más
divertido.
- Me cansé, Axel, me cansé de tu búsqueda de sensaciones baratas.
- ¿Baratas? La cocaína está carísima.
- No hagas el idiota, me refiero a tu liberación sexual pasada de moda.
- Nunca pretendí estar a la moda.
- Me cansé de tu idea de que sólo se puede disfrutar de la vida tomando
drogas y fornicando bajo la lluvia de una dotación de caballos en celo.
- De modo que preferís la clásica y aburrida manera de fornicar de Tres-
pa.
Y aunque Axel no se lo preguntó, ella dijo:
- Estoy enamorada de Trespa.

“Partimos en busca de la
virginidad y llegamos a Sodoma”.

Fedor Dostoyevski.

100
BOMBÓN
-poeta y puta-
DIARIO

Quiero tanto que Axel me quiera que acentúo mi estupidez. Exagero lo


que le cuento para que se ría de mí. Almaceno sus risas para cada oportunidad en
que necesito desesperadamente su cariño. Soy una idiota que cultiva su estupidez
como si fuese un jardín. Ya estoy para el convento.

LINDA MORRIS Y AXEL

- Cuando te drogás te descontrolás demasiado, Axel.


- Nena, precisamente esa es la razón por la que me drogo, para descontro-
larme.
- Drogate todo lo que quieras, pero nada de mearme ni de pedirte que te
mee. Ya me aburrí de esas porquerías.
- No son porquerías, es amor.
- Vaya idea que tenés del amor.
- Todo el mundo ama mal, mi manera de amar es convertir el cariño en
morbo. Te digo que te quiero con mi pija, yo tengo el corazón entre las piernas.
Vení a besarme el corazón.

FRULA Y EL PADRE DE LINDA MORRIS

- Yo sí tengo noticias, Frula


- ¿Qué noticias?
- La muchacha muerta responde a las características de Linda. Suicidio
u homicidio, al cadáver de esa muchacha le falta un dedo, la policía citó a mi
esposa, irá a la morgue para hacer el reconocimiento.
- Nadie mejor que una madre para reconocer el cuerpo de su hija.
- Si realmente se trata de Linda, quiero que encuentre al culpable, como
sea. A la policía no le mencioné nada sobre el secuestro.
- Lo encontraré, señor Morris, no pierda la confianza en su detective.

103
MADRE DE LINDA Y SU ESTILISTA SEÑALES DE TRANSITO

- Félix, atiéndame ya. En el ángulo que forman las costillas superiores con el esternón del pe-
- Están todos los turnos tomados, señora Morris. cho de Axel cazaron un ciervo en pleno vuelo.
- Anúlelos, le pagaré por todos. Debo ir a la morgue a reconocer el cadá-
ver de mi hija.
- En ese caso, venga por aquí. AXEL Y LINDA

- Estoy desolada, Félix. - Sí. Me enamoré de Trespa -repitió Linda y su voz, como un flash, en-
- Quizá sea el cuerpo de otra muchacha. cendió la memoria de Axel.
- ¿Usted cree?
- Últimamente violan y asesinan a muchas jóvenes con las características
de su hija. SEÑALES DE TRANSITO
- Yo pensaba que linda era más personal. Nunca aprobé su peinado ni su
manera de vestirse. ¡Qué terrible lo que estoy viviendo Félix! No me tires a matar como si tuviese repuesto.
- No se preocupe, va a ver que el cuerpo no es de su hija, recuerde que a
su hija le falta un dedo.
- A la que encontraron, también. Me lo dijo la policía.- AXEL Y LINDA
- Eso no quiere decir nada, señora Morris, hoy es muy común que secues-
tren muchachas, las violen y les corten los dedos. - ¿Trespa? -preguntó inútilmente Axel. Y un recuerdo, que se había re-
- ¡Félix! ¡Por favor! El flequillo lo uso hacia la izquierda, ¡no se distraiga! sistido a pasar al compartimento del olvido, ocupó su memoria. Resplandeció
nítido y veloz como un video-clip.

AXEL Y LINDA
SEÑALES DE TRANSITO
... Y sin que Axel hubiese preguntado nada, Linda dijo:
- Me enamoré de Trespa. Perfumes tóxicos:
La mirada que se cruzan los cómplices de una traición.

FRULA Y LA SEÑORA MORRIS


AXEL Y LINDA
- ¿Por qué pone tanto entusiasmo en su trabajo, señor Frula?
- Porque me gusta descubrir la verdad. Y luego decirla pase lo que pase. - Tu historia con Trespa empezó hace unos meses.
- ¿Practica eso con todo el mundo? - ¿Otra vez te salió el siciliano celoso?
- Con todos, menos con la policía, naturalmente. - Cuando nos reencontramos en el recital, ¿Trespa te estaba abrazando?
- No consigo entenderlo a usted, señor Frula. Debe ser un problema de - ¿¡Cómo se te ocurre!?
lenguaje. - Se me ocurre porque te noté sobresaltada cuando me besaste.
- Si es por eso no se preocupe. No debe existir ninguna palabra en el mun- - El siciliano herido en su honor.
do que tenga el mismo sentido para los dos. - No te enojes.
- Voy a salir.
- ¿A dónde vas?
- Axel, basta, no soy una pertenencia tuya.¿OK?
- OK.
104 105
MALDITA MEMORIA SELECTIVA mente.
“Estoy enamorada de Trespa.”
Por varios caminos miles de jóvenes se dirigen al césped del estadio. Hundiste todos los barcos. Quebraste todos los aviones. Lanzaste automóviles
Una banda soporte llena el tiempo hasta que llega la estrella del rock. por los acantilados.
Axel y Linda ríen estúpidamente porque ya les sube el ácido que tomaron en la “Estoy enamorada de Trespa.”
cueva. Tu voz ametralló a un niño que corría a mostrarles a sus padres el dibujo de un
Pronto se pierden el uno al otro en la multitud gritona y densa. jardín con cerdos.
Trespa, que también está en ácido, detecta a Plástico Cruel y se detiene
detrás de ella. Apoya su bulto en el culo de Plástico y cuando ella gira se miran
a través del prisma lisérgico. Y ríen. FRULA Y EL PADRE DE LINDA MORRIS
- Todo está bien -dice Trespa-, soy yo.
- Está bien -responde Linda y vuelve a girar dejando que Trespa le apoye - Por todo lo que usted consume, le convendría destinar este petit prostí-
su pedazo en el culo. bulo a la elaboración de cocaína, sería un buen negocio.
Estimulado por la onda de ella, Trespa pasa un brazo por el costado para acari- - Fabricar cocaína es un delito.
ciarle suavemente las tetas. - Y consumirla también.
Entre el grupo de gigantes aparece Axel, como un niño perdido en el bosque. - A usted le gusta el whisky, señor Morris, y no se le ha ocurrido instalar
Linda se separa de Trespa y salta hacia Axel. Se besan. Axel percibe una actitud una destilería.
extraña en ella. No le da importancia. Vuelven a besarse. - Insisto en que...
- Está Trespa -dice Linda. - Señor Morris, detesto hablar de drogas, permítame jalar dos líneas y
- ¿Dónde? -pregunta Axel. luego dígame qué lo hizo venir hasta aquí.
Pasando por el costado de Linda, aparece Trespa, con los ojos brillantes, y dice: - Vine a decirle que el caso llegó a su fin. El cadáver de la chica que se
- Aquí. arrojó bajo el tren es el de mi hija. Fue un suicidio. Hubo testigos.
Axel lo besa en la mejilla. Una ráfaga de confusión se filtra en su euforia, pero - La policía se ha equivocado, no es el cuerpo de su hija.
prefiere dejarla pasar. Cuando está en ácido rechaza los pensamientos oscuros. - Creo que es usted quien se equivoca, Frula, mi esposa la ha reconocido.
Sabe drogarse. Los tres se miran. Ríen. Y empiezan a bailar en estado de gracia - Analicé un pelo del cadáver.
psicodélica. - ¿Quién lo autorizó a tocar el cuerpo de mi hija?
- No lo toqué.
- ¿Entonces?
SEÑALES DE TRANSITO - Ese cuerpo que encontró la policía y que su mujer reconoció como el de
su hija, no es el de su hija. Se trata de una muchacha que vendía cigarrillos en la
Entre sin llamar y descuartice mis ilusiones. Estación Central, conocida como La Malco. Era la persona que tenía que cobrar
el rescate.
- No puedo entender que la policía haya confundido el cadáver de una
AXEL Y LINDA cigarrera con mi hija.
- ¿Y su mujer?
- Estoy enamorada de Trespa. - Mi esposa está borracha de sedantes, si le hubieran mostrado un orangu-
El metal de tus palabras atravesó con su filo el cuello de un ñandú. El ñandú en tán, también hubiese dicho que era nuestra hija sin depilar.
pleno salto. El metal entrando en el cuerpo caliente. Se partió su vida en el aire.
Y sólo quedó en la tierra un nudo de patas muertas.
“Estoy enamorada de Trespa.”
Fusilaste con una ráfaga las palomas que dormían en la cornisa de mis pulmones.
“Estoy enamorada de Trespa.”
Activaste una bomba en el cajón donde mis ratas hacían el amor desesperada-
106 107
BOMBÓN sospechar este final... El show está montado para dos: Plástico Cruel y yo. Todas
-poeta y puta- las noches es así: yo empiezo a actuar y en un sorpresivo momento ella aparece
DIARIO por esa puerta, justo cuando estoy masturbándome... Pero hoy no me va a inte-
rrumpir... Se le confundió el amor y ha decidido dejarme para siempre. ¿¡Qué
Plástico Cruel dejó a Axel, pero Axel no corrió a mis brazos. Soy dema- carajo querrá decir “para siempre”!? Entonces, esta noche nada tiene sentido.
siado tonta. Me engaño, hasta yo me engaño. Es demasiado evidente que Axel No tiene sentido que yo esté aquí y ustedes estén ahí. Ella no va a entrar por esa
nunca me amará. Aposté y perdí. Sí, soy una estúpida. ¡Al convento de travestis puerta para besarme, quitarme la ropa y amarme a su manera. De esa manera
directo! que a ustedes y a mí nos pone tan locos... ¿Escucharon un ruido? ... (VA HACIA
LA PUERTA Y LA ABRE)... ¡Qué tonto!... Me pareció que era... que venía...
que había entendido que su lugar estaba acá... ¡Hay que ser tonto para hacer-
se tantas fantasías! ... En esta parte va todas las noches la canción de Plástico
LAS ALUCINACIONES Cruel... (MIRA HACIA LA CABINA DEL SONIDISTA) ¡Mándela igual! (VA
CANCIÓN).
(AL FINALIZAR LA CANCIÓN AXEL ESTÁ TREMENDAMENTE CON-
EL MOVIDO PERO HACE ESFUERZO PARA QUE EL PÚBLICO SE SIENTA
SHOW INCÓMODO)
DE AXEL: - ... Cuando esta canción termina yo sé que ella se está preparando de-
AXEL trás de la puerta... Entonces le digo: “Bonita canción, y muy cierta, sobre todo,
Y muy cierta”... (MIRA HACIA LA PUERTA COMO SI OTRA VEZ HUBIE-
PLASTICO SE ESCUCHADO UN RUIDO / SE CONVENCE DE QUE NO ESCUCHÓ
CRUEL NADA)... Yo le dije: “No entiendo cómo... así de repente... me dejás de querer.
¿Qué te parece si hacemos la función igual y después lo pensás mejor?”... Pero
ella me respondió: “No”... ¡Qué palabra tan dura y sorda! El “No” es una palabra
depredadora... Por eso digo que esto no tiene sentido. ¿Qué hacemos acá? Si este
show es para los dos y sólo hay uno... Después ella entra sorpresivamente por esa
(Alucinación) puerta, me besa y me desnuda... Yo le voy sacando la ropa con mi pie derecho...
EL SHOW DE AXEL Cuando consigo quitarle la última prenda estalla un aplauso espontáneo... Es el
Y PLÁSTICO CRUEL comienzo de la parte fuerte del número.... Le pedí una noche más, sólo una noche
más. Pero ella supuso que luego le pediría siempre “una noche más” y nunca la
ENORMES CORAZONES PURPURA SUSPENDIDOS BAJO LAS LUCES iba a dejar irse... Supongo que tenía razón... Dijo: “No”. El latigazo en el hocico
/ UNA CAMA REDONDA / UNA PUERTA A UN COSTADO / LA PUERTA de un cachorro... No... Si ella no aparece por ahí, este show no se puede hacer.
ES LO ÚNICO BLANCO QUE HAY EN EL ÁMBITO / LA ILUMINACIÓN No debe ser entretenido ver a un hombre masturbándose y que ella no entre
ES INTEGRAMENTE EN ROJO / SALVO UN SPOT DIRIGIDO HACIA LA nunca... El dueño del Boogie-Bar insistió en que saliera a escena igual y que
PUERTA QUE ES BLANCO: SU INTENSIDAD AUMENTA CADA VEZ mañana me busque otra para que reemplace a Plástico Cruel... Cree que es tan
QUE AXEL HACE UNA REFERENCIA A LA LLEGADA DE PLÁSTICO fácil... (MIRA HACIA LA PUERTA)... No... sólo me... me pareció que... ustedes
CRUEL. saben... Si quieren me masturbo, pero es estúpido... si lo que vienen a ver aquí
son mujeres... Supongamos que ella entró hace rato y que ya nos amamos cuatro
AXEL: - ¡Bienvenidos, señores y caballeros! Como todas las noches, llegó el veces... Entonces viene la canción que va antes del final... también es un dúo,
momento de asistir al gran número del Boogie-Bar... ¡El show de Axel y Plástico pero la puedo hacer solo. (EMPIEZA MÚSICA / AXEL CANTA EL MISMO
Cruel!... (MIRA HACIA LA PUERTA)... Plástico Cruel y yo hacemos este show TEMA QUE CANTÓ EN OFF PLÁSTICO CRUEL / CUANDO TERMINA
noche tras noche para demostrar que el amor es inagotable y también irrompi- DE CANTAR SU ESTADO ES LAMENTABLE).
ble. ¡Cuatro años consecutivos de éxito!... Pero hoy sucedió algo inesperado... AXEL: - (VISIBLEMENTE DESTRUIDO) ¡Apaguen todas las luces y devuél-
Plástico Cruel faltó a la cita. Súbitamente y sin señas previas que hubiesen hecho vanle el dinero a esta gente!
108 109
Axel me preguntó qué tiene de interesante Trespa. Le expliqué que una
(APAGÓN) mujer ardiente puede perdonarle a Trespa su ancha franja de deficiencia mental.
Es la clase de individuo que una busca cuando necesita que una barra de carne
- FIN DE LA ALUCINACIÓN- apacigüe su angustia. Trespa no es un hombre. Es un consolador.

BOMBÓN AXEL Y LINDA


-POETA Y PUTA-
DIARIO - ¿Te vas con Trespa porque tiene la pija más grande?
- Hay un montón de cosas en la vida aparte del sexo.
Estoy triste y es por Axel. Si me me hubiese amado, yo amaría la vida. - Pero te vas con él por eso, ¿no?
Ni el HUBIESE ni el AMOR existen. - ¿Cómo podés suponer semejante vulgaridad?
- De la misma manera que puedo suponer algo sublime.
- ¿Y por qué no suponés algo sublime?
AXEL Y FRULA - Porque tengo una tendencia impulsiva hacia la verdad.
- ¿Hacia la verdad o hacia el tema del sexo?
- ¿Qué vamos a hacer? - ¿Te gusta la pija de Trespa, no es así?
- Cobrale tus honorarios a Morris y borrate. - Axel, vos no sos un disminuido sexual.
- ¿Qué pasó? - Pero me dejás por Trespa. Ya no te intereso.
- Se terminó el juego. - ¿Por qué tenés que pensar que la causa está en vos? ¿Por qué no pensás
- ¿No vamos a cobrar el rescate? que se debe a que soy de plástico?
- No. - Me da asco tu forma elegante de mentir.
- ¿Y mi parte?
- No hay rescate, sacale lo que puedas al viejo Morris.
- Pero, Axel... ¿no te gustó cómo hice mi papel? FRULA Y EL PADRE DE LINDA MORRIS
- Sí, pero ya terminó.
- De acuerdo, pero quiero que me expliques por qué no cobramos el res- - Su hija se autosecuestró ayudada por un joven llamado Axel. Un traves-
cate. ti fue quien hizo las llamadas telefónicas y quien debió haber cobrado el rescate
- ¿Qué vamos a dar a cambio? la primera vez. El suicidio de otra integrante del grupo interrumpió el cobro la
- A Plástico Cruel. segunda vez. De esa muchacha era el dedo que le enviaron con el anillo de Lin-
- Se enamoró de Trespa. da.
- ¿Trespa te dejó sin tu chica? - ¿Por qué no intentaron cobrar el rescate una vez más?
- No sé si Trespa me dejó sin mi chica o si Plástico Cruel me dejó sin mi - Su hija abandonó al joven Axel y se fue con otro amigo de ambos, co-
amigo. nocido como Trespa.
- Digamos que te jodieron los dos... ¿Por qué las historias de amor siem- - ¿Dónde están?
pre terminan mal? - Desconozco el paradero, pero sé que viajaran a Francfort.
- No me interesa el tema, Frula. - ¿Todos esos datos los descubrió con su método científico?
- No fue necesaria la ciencia. Usé un sistema más sencillo.
- ¿Cuál?
BOMBÓN - Interrogué a la portera del edificio debajo del cual vivieron Axel y Lin-
-POETA Y PUTA- da.
DIARIO - No me parece serio que un detective se guíe por los chismes de una
portera.
110 111
- Nunca fui un detective serio, sólo soy eficiente. - No entiendo qué quiere decir, Morris.
- Si mi hija se fugó con ese delincuente, tiene que detenerlos, Frula. - Tengo un negocio muy importante para ofrecerle.
- ¿Y de qué los acuso? ¿De estar enamorados? - No me interesa.
- Aquí tiene sus 500 dólares y ahora le pagaré cien más por cada minuto
que dure nuestra conversación.
BOMBÓN - No tengo reloj.
-poeta y puta- - Tome el mío. Ya llevamos 40 segundos.
DIARIO - Lo escucho, Morris.
- Le interesará mucho saber cuál es el metal fundamental para mi fábrica
Vino Axel. Una mala noche. de envases.
Entró, se tiró sobre la cama y, como un niño consentido al que acaban de negarle - No, pero me está pagando por escucharlo.
una golosina, dijo: - El estaño. Otra empresa, que aún no es totalmente mía, lo extrae de las
- El amor es una convención de la cultura. montañas. Esa empresa rendiría mucho más si yo contase con un hombre de
- ¿Qué pasó?... ¿Terminó la historia con Plástico Cruel? confianza, ¿sabe cuál es el único país de América donde hay estaño?
- Sí. - Lo imagino.
- Entiendo. - Así es: Bolivia. Pensé que le interesaría entrar y salir del país sin pasar
- No. No podes entender. Nadie entiende nada. por aduanas. Podríamos realizar nuestros negocios con custodia e, incluso, pro-
tección de ambos estados.
Se acostó, vestido, y lloró hasta dormirse. Fue la primera vez, en mi puta y poé- - ¿Me está proponiendo una fusión de empresas?
tica vida, que un hombre durmió en mi cama y yo no intenté chuparle la pija. Lo - Exacto, Frula, estuve leyendo algo sobre ese polvo que se mete en la
amo demasiado, soy una santa... lo amo demasiado. nariz y creo que juntos podemos ganar mucho dinero. ¿Qué me responde, Frula?
- Que fueron tres minutos con cuarenta segundos, o sea: trescientos se-
senta y seis dólares. No grabé ninguna conversación con usted y ya olvidé el
FRULA Y EL PADRE DE LINDA MORRIS motivo de esta reunión.
- Tome su dinero y, si cambia de idea, venga a verme.
- Este casó terminó Frula, retírese. - Adiós, señor Morris... Ah, trate de rever su concepto sobre la inteligen-
- Me gustaría marcharme con 500 dólares en mi bolsillo. cia.
- ¿Quinientos dólares?, usted me causa gracia.
- Mis humildes honorarios, señor Morris.
- Desaparezca de mi vista, Frula, es usted quien debería pagarme para BOMBÓN
que no lo denuncie por tenencia, consumo y tráfico ilegal de drogas, entre otros -poeta y puta-
delitos. DIARIO
- ¿Quizás le guste oír este cassette, usted habla en él acerca de las ganan-
cias de sus empresas y la ausencia de equipos de seguridad. Axel recibió un duro golpe en el centro de gravedad de su orgullo. Ella
- ¡Déme eso! le dijo: “me voy”. El le preguntó: “por qué”. Y ella respondió: “Porque te quiero,
- Me sorprende lo infantil de su gesto, ese cassette era una copia. pero sexualmente ya no siento nada”. Para Axel fue como haberle echado al
- Tranquilicémosnos, Frula, usted me causa un especial interés. fuego las mejores páginas de su existencialismo genital. Cuando la plastificada
- Hace unos instantes le causaba gracia. se dio cuenta de que la piedra había dado justo en el eje de la autoestima, trató
- Olvídelo, usted es una gran persona. de suavizarla, pero Axel se cubrió las orejas con 444 manos para no escucharla
- No sé si puedo decir lo mismo. más. No le sirvió de mucho desconectar el audio porque, dentro de su cabeza, un
- Puede, Frula, anímese. La humanidad es básicamente un rebaño de idio- grupo de habilidosos ingenieros había instalado un cartel de neón amarillo y rojo
tas. Usted y yo somos seres inteligentes, aunque hayamos nacido en clases socia- con la frase de Plástico Cruel.
les distintas, la inteligencia nos une.
112 113
AXEL Y LINDA MORRIS - ¿Y si me ocurre algo muy grave y terriblemente urgente? ¿cómo me
comunico con vos?
- ¿Cómo sobreviviste hasta ahora? - Por favor, Axel, no empeores las cosas. Volveré a llamarte mañana.
- Hasta antes de la llegada del ejército de salvación vivía drogado y arras- - Llamala a Bombón y dale el número, si me ocurre algo muy grave y
trándome por el suelo. Mientras el ejército de salvación me amó, viví drogado terriblemente urgente, yo la llamo a ella y ella te llama a vos.
y arrastrándome por el suelo. Ahora que el ejército de salvación me deja, viviré - Voy a cortar, Axel, hasta mañana.
drogado y arrastrándome por suelo. No te preocupes por mí. - Plástico, escuchame...
- Click.

SEÑALES DE TRANSITO
BOMBÓN
TRISTE -poeta y puta-
como aquél que está por alcanzar la libertad y cae en el último metro. DIARIO

Me llamó Axel a las once de la noche. Estaba solo. Me puse un modelo


BOMBÓN Marilin de lamé amarillo, cartera y zapatos negros. Esa es mi fórmula de la ele-
-poeta y puta- gancia: solamente dos colores.
DIARIO En la calle descubrí dolorosamente que parecía más un taxi que una
princesa de Mónaco. La fórmula no había funcionado.
No es eso. Pero sin embargo es eso. Plástico Cruel lo dejó a Axel porque Felizmente los muchachos del camión de la basura me gritaron tantas
no tiene una pija enorme como la de Trespa. Y sin embargo no es eso. O es eso. vulgaridades que lograron levantarme el autoestima. Entré en la cueva de Axel:
¿Quién lo puede saber? olor, desorden, ratas que miran con ojos fosforescentes, penumbra. La casa del
terror.
Las páginas de los libros que está escribiendo Axel desparramadas por
AXEL Y LINDA MORRIS el suelo y él estrangulándose con el cable del teléfono como en esa obra de Jean
Cocteau.
- Hola, Axel. - ¿Por qué seguís discando mi número si yo estoy aquí?
- Plástico, ¿dónde estás? - Llamo a la casa de Trespa. Sé que Plástico Cruel está con él.
- No quiero decírtelo. Lo besé, leí párrafos de sus libros, los elogié. Por momentos se olvidaba
- ¿Estás bien? de esa puta plastificada, pero cada tanto flasheaba y volvía a discar el número de
- Sí. Trespa.
- ¿Vas a venir?
- No.
- Te está tocando. LINDA MORRIS Y TRESPA
- No.
- ¿Quién es? Suena el teléfono. Ellos saben quién es. Sobre la manta de piel, Plástico
- No quiero decirtelo. Cruel, desnuda, se mueve. El ondular de una boa en la trampa. Trespa la obliga
- ¿Estás haciendo lo que realmente deseás? a volverse de espaldas. Suena el teléfono. Nadie atiende. Ella hunde la cabeza en
- Eso no importa. la manta. Él la obliga a levantar el culo y se coloca detrás, de pie, al borde de la
- ¿Dónde estás? cama. El teléfono reinicia sus llamados. Plástico Cruel cierra los ojos, mueve sus
- No te lo voy a decir. nalgas lentamente. La víctima en el altar de sodoma. Trespa golpea su juguete
- Decime el número de teléfono. contra las nalgas habituadas al sacrificio. El teléfono grita. Trespa entierra su pija
- No. en el cuerpo de Plástico Cruel y ella deja de oír el llamado de Axel.
114 115
AXEL Y FRULA AXEL Y LINDA MORRIS

- ¿Qué vas a hacer ahora? - Hola Axel, ¿cómo estás?


- Suicidarme. - Triste como una película en la que al final matan a todos los delincuen-
- ¿Hablás en serio, Axel? tes.
- No. - ¿Leíste la última nota que te dejé?
- Qué lástima. - No.
- ¿Por qué? - Se la dejé a la portera.
- Tengo una cuarenta y cinco que quiero vender y si te querías matar, - Ahora que no me amás, me escribís demasiadas cartas de amor.
podías comprármela. - No era de amor.
- ¿A cuánto? - ¿Es posible que una carta no sea de amor?
- ¿De verás querés comprarmela? - Sí, Axel, hay muchas razones por las que se escriben cartas.
- No. ¿Qué vas a hacer, Frula? - Nombrame una sola que tenga lógica.
- Voy a poner un negocio. - No puedo. No hay ninguna que tenga “tu” lógica.
- ¿Vas a trabajar?
- Sí, a veces hay que trabajar.
- ¿Qué clase de negocio? SEÑALES DE TRANSITO
- Estoy pensando en una casa de antigüedades.
- ¿Hablás en serio, Frula? Reuní un congreso de hormigas putas para que masticaran las hojas de
- Tengo algunos cacharros, un neón rojo y otro verde y 100 gramos para tu recuerdo. Te borré de las paredes, del techo, del aire. Dediqué días y noches
fraccionar. a borrarte. Lijé maderas, sombras y sábanas. Borré tu culo de las sillas. Hice un
trabajo de borradería tan bueno que, si algún día volvés, cuando trates de hablar,
verás que tenés borradas la lengua y las palabras.
SEÑALES DE TRANSITO

Extraño tu culo sobre mi cara. Tu culo besándome en los labios. Recorro tus SEÑALES DE TRANSITO
sabores. Amo todo lo que hay en el edificio de la libertad.
Todas las maldiciones son mentira, lo que yo quiero es que te quieran y
que conozcas el placer.
SEÑALES DE TRANSITO

¿Lo has olvidado ya? O todavía caminan por el borde de tus sábanas mis pies BOMBÓN
sucios y los mirás con una sonrisa de sueño. -poeta y puta-
¿Lo has olvidado ya? DIARIO

No sé si suicidarme o teñirme el pelo.


SEÑALES DE TRANSITO

corazón en reparaciones AXEL Y LINDA MORRIS


lamentamos las molestias que
pueda causar. Pero es para brindar un
mejor servicio en el futuro. Cada vez que leas las instrucciones en el sobre de una sopa sintética,
verás en letras mayúsculas: SALGA CORRIENDO HASTA LA CUEVA DE
116 117
AXEL, TOMELO POR LA SOLAPA Y DELE UN BESO. - Mamá, ¿querés que nos enojemos o querés conversar?
Te quiero, plástico cruel, y siempre que esté encerrado, sin saber si es - Quiero conversar, pero con una hija normal, no con una jovencita que
de día o de noche, luchando con las palabras, te querré. Siempre que esté con la adquirió costumbres tan raras.
policía en los talones, te querré. Siempre estaré esperando que te asomes sobre - Lo único verdaderamente raro, mamá, es ser normal.
mi hombro para mirar lo que escribo y decirme: “Si ponés tantas pijas y conchas - ¿Es eso que te metés en la nariz lo que te hace hablar de ese modo?
y culos y meadas y drogas, nunca vas a triunfar como escritor”. - Esto simplemente me quita el miedo a parecer kitch. No te asustes, no
intento convertirte en una adicta a la cocaína.
- Si está tan de moda voy a tener que probarla.
SEÑALES DE TRANSITO - Por favor, mamá, hacé un esfuerzo por parecer humana.
- Si no fuese humana no hubiera sufrido tanto por esto que nos hiciste.
Hay que querer. Hay que querer y seguir queriendo. No parar de querer - Tendremos que inventar un lenguaje nuevo, sólo para nosotras.
aunque te digan que no. Hay que querer hasta que el NO se convierta en SI. Y - Me parece demasiado trabajo... Perderíamos toda la noche.
entonces, después de conquistado el amor, hay que querer el doble. - ¡Qué importa! Tenemos la noche, el día y todo el tiempo que nos haga
falta hasta llegar a tocarnos.
- ¿Tocarnos?... Estás hablando en sentido figurado, ¿verdad?
BOMBÓN - ... Ay, mamá... No te escandalices, sí, lo decía en sentido figurado. Voy
-poeta y puta- a casarme.
DIARIO - ¿Con ese chico griego?
- No, mamá. Con Trespa. Y nos vamos a Francfort de Luna de Miel.
Hoy un estudiante sin dinero me hizo acordar del día en que lo conocí a - ¿A Francfort? El único atractivo turístico que tiene Francfort son las
Axel. No leyó nunca poesía ni sabe nada de cerdos, pero sonríe con la perversa salchichas.
inocencia de Axel. Me llevó a la pensión en que vive. Hacía un frío enfermante - Te voy a traer la más grandes, mamá, así sentís algo.
en ese cuarto, pero me desnudé totalmente. Cosa que no hago las noches de in-
vierno ni cuando el cliente paga poco. El estudiante pobre se comportó como un
cachorro destetado prematuramente. Obviamente no le cobré nada. Le dí dinero BOMBÓN
y le compré cigarrillos. -poeta y puta-
Me dijo que era hermosa. Y yo no tuve ganas de discutir. DIARIO

El estudiante se llama Gabriel. Otra vez me encuentro atractiva ante


LINDA MORRIS Y SU MADRE los espejos. Disparen sus flashes paparazzi. Gabriel es una cámara fotográfica y
poso para él. Mi vida encuadra bellamente desde todos los ángulos. Un hombre
- ¿Qué fue esa historia del secuestro? ¿Te das una idea de lo mortificada duerme a mi lado mientras escribo mi diario. Parezco un poco superficial, pero lo
que estoy? amo. Mejor dicho: no sé si es amor o no, pero prefiero creer que es amor. ¿Qué
- Mamá, hablemos de mujer a mujer. pierdo?
- Eso suena demasiado kitch.
- El sexo, el amor y la soledad, ¿cómo te suenan?. Todo lo que realmente
importa suena kitch, mamá. Me cago en lo kitch. SEÑALES DE TRANSITO
- Qué cambiada estás, Linda.
- Mi forma de hablar puede que haya cambiado, pero sigo siendo yo: No importa dónde estés, Plástico, no importa lo que hayas hecho, no
Linda Morris. importa para qué, llamame cuando me necesites.
- No estoy tan segura. Mi estilista dice que la forma de hablar es la forma Me gustaría saber que todavía sentís algo de no sé qué por mí, me gus-
de pensar, aunque mi analista no cree en la importancia del lenguaje. ¡Qué con- taría subirme a una carretera y que seas vos el sitio a dónde voy.
trariedad! Llamame cuando me necesites. Pero necesitame pronto.
118 119
SEÑALES DE TRANSITO - ¿Qué es lo terrible?
- Enamorarse de una mujer, presentársela a un amigo, y que mujer y ami-
No pudimos cometer ningún delito, ni siquiera fuimos buenos delin- go descubran que están hechos para amarse.
cuentes. - Cuando dejes de tener una visión tan infantil de la vida, vas a convertirte
en un adulto.
- Convertirse en adulto: más que un premio parece una sentencia geriátri-
ALUCINACIÓN ca.
- No se puede hablar con vos.
DESAYUNO EN EL AEROPUERTO - Depende.
- ¿Depende de qué?
El viejo cerdo Axel y su anciana compañera, a quien llama, tiernamente, - De cuánto me amen.
Plástico Cruel, esperan el llamado para embarcar. - No es así, Axel, depende de cuánto te estés amando vos mismo.
Despacharon una pequeña maleta forrada en terciopelo, como único
equipaje.
El viejo cerdo Axel ojea el diario distraídamente mientras se enfría el AXEL Y LINDA MORRIS
café en la taza.
La vieja Plástico Cruel hunde una medialuna en el café con leche y mira - ¿Qué necesitás?
con fascinación aviones que aterrizan y despegan detrás de los cristales. - Nada.
El viejo detiene su vista en una página del diario y le comenta a su com- - ¿Para qué me querías ver?
pañera: - Para verte, sólo para verte.
- Salió la noticia del robo a la joyería, una cámara oculta grabó todo, hay - Axel...
una instantánea de los asaltantes. - ¿No se te pasó?
La vieja Plástico Cruel olvida la medialuna, los aviones, el café con leche, y - ¿No se me pasó, qué?
como si nunca hubiesen pasado los años, pregunta: - Eso de querer a otro.
- ¿Salí bonita en la foto? - Tomé una decisión, Axel, ¿cómo no podés aceptarla?
- No puedo porque te quiero.
-fin de la alucinación- - Cuando conozcas a otra mujer se te va a pasar.
- Quiero quererte a vos, no quiero querer a otra.
- Estás empecinado como un chico.
AXEL Y LINDA MORRIS - Soy un chico y me siento muy solo cuando hay luna redonda.
- Se dice luna llena, Axel.
- ¿Vamos a tomar un café? - No me hagas sufrir.
- No tengo tiempo, Axel. - Yo no te hago sufrir, vos estás empecinado en sufrir.
- No importa, el café que vamos a tomar es muy corto. - Es que no puedo entender por qué me dejaste.
- ¿Y para qué querés que hablemos? - Las causas no están en vos, están en mí, tenías razón, Axel, soy de plás-
- Para saber si tu deseo puede volver a coincidir con lo que no hace mu- tico.
cho tiempo deseó. - Plástico de alta calidad... y no me amás.
- ¿Para qué querés que hablemos, Axel? - Axel...
- Quiero convencerte de que te acuestes conmigo. - ¿Es porque soy un delincuente?... ¿porque me rasco el culo?...¿porque
- Eso ya es imposible. no uso desodorante?... ¿porque soy muy pendejo?
- No hace falta que sea “ya”, puede ser dentro de media hora. - No llores, Axel, por favor.
- Quise decir que siempre será imposible. - ¿Quién está llorando?
- Siento pasión por todo lo imposible. Es terrible, Plástico. - Nadie, pero no llores.
120 121
SEÑALES DE TRANSITO - Me gusta ser totalmente absurdo.
- Voy a casarme con Trespa.
Que la mujer que ames esté en su habitación con otro hombre. Que la
ames. Y que ella esté haciendo el amor con otro hombre mientras vos estás en la
habitación de al lado. Que llenes el espacio de música para tapar voces y sonidos SEÑALES DE TRANSITO
que luego no podrías nunca olvidar.
Que alguien golpee a tu puerta. Que al abrir la veas a ella envuelta en Nunca sabremos por qué amamos tan poco y tan mal, ni por qué destrui-
una toalla. Que te sonría. Que te diga si podés ir a comprar cigarrillos, para ella mos lo que amamos.
y para su amante. Que la mujer que ames haya ido hasta tu cuarto a pedirte que,
ya que estás vestido, compres cigarrillos para ellos.
Y que vayas, que la quieras tanto. AXEL EN LA BODA DE LINDA Y TRESPA
Que llueva. Que corras por la calle hasta el quiosco a comprarles ciga- -Alucinación-
rrillos. Y que llueva mucho.
Que regreses empapado con los cigarrillos. Que la llames. Que golpees La cueva y sus dos ratas debieron soportar un repentino cataclismo
a la puerta de su habitación. Que tengas que repetir su nombre. Que escuches los cuando Frula dejó a Axel. Después de romper lo que había de rompible y de
sonidos de algo imprevistamente recomenzado. Que escuches jadeos de placer. beber lo que había de bebible, encontró un ácido intacto. Un ácido que guardaba
Que vuelvas a tu cuarto. Que pasen los minutos como siglos. Que ella, la mujer con la esperanza de que Plástico quisiera compartirlo con él.
que ames envuelta en su toalla, llame nuevamente a tu puerta. Que abras y te Se apaciguó. Una alucinación lo llevó hasta un pueblo de Sicilia. En la iglesia, la
encuentres otra vez con su sonrisa. Que tengas que sonreír. Que debas imponerle ceremonia ya estaba llegando a su punto culminante.
otra sonrisa a tu confusión. Que le des los cigarrillos y que ella te agradezca por El cura preguntó:
haber ido con esa lluvia. Que te pregunte cómo estás. Y que le respondas que - ¿Linda Morris, aceptas por esposo a Trespa Porongoni y a su enorme
estás bien. Y que no sea cierto. Que la ames tanto. Que te suceda algo así... para pija para tragártela todas las noches y para chupársela como Dios manda, cada
que me entiendas. vez que él lo desee?
- La Iglesia se ha modernizado muchísimo -comentó la madre de Linda.
Plástico Cruel no dijo SI. Tampoco dijo NO. Carcajeó un relincho de yegua y se
AXEL Y LINDA MORRIS levantó el vestido de novia mostrando los dos agujeros terriblemente abiertos y
palpitantes.
- Sos el mejor poeta del mundo. - Antes, las mujeres bajábamos los párpados, enrojecíamos un poco, se
- Me gustan las chicas que saben cómo empezar una conversación. nos llenaban los ojos de lágrimas y respondíamos suavemente SI -dijo la madri-
- Estaba extrañando este parque. na.
- Comprendo, y viniste a decírmelo. - Estas son las costumbres de las nuevas generaciones -aclaró la madre de
- No. Vine a decirte algo yo misma, antes que lo sepas por otros. Linda tratando de salvar desesperadamente el honor de la familia Morris.
- ¿Me va a poner feliz? El cura, acostumbrado a las tentaciones demoníacas, continuó, inmutable.
- Creo que no. - ¿Y tú, Trespa Porongoni, aceptas a Linda Morris con su insaciable
- Entonces no quiero enterarme, no necesito saber algo que no sirve para vagina, su boca jugosa y su culo brillante para satisfacerla todas las noches y
hacerme feliz. Nadie necesita saber algo que no lo hará feliz. particularmente las noches de lluvia? -cómo cambian los tiempos -comentó es-
- Axel... túpidamente el señor Morris. Trespa no dijo SI. Tampoco dijo NO. Peló su enor-
- Solamente decime que, haga las tonterías que haga, me vas a seguir me garrote dispuesto a ensartar a la novia en el mismísimo altar, ante la mirada
queriendo. perdida de Jesucristo.
- Eso ya terminó. Se oyeron varios ¡Oh! ¡Ah! ¡Oh! de las señoras presentes.
- No creas, todavía sigo haciendo tonterías. Linda, amá a todos los que - Todavía no! -dijo el cura-. Pero pió demasiado tarde. La tercera pata de
quieras y cuando te canses vení a verme. Estaré disponible. Trespa había calzado perfectamente en la grieta de Linda Morris de Porongoni.
- Eso es totalmente absurdo. Y los novios, apareados, salieron cabalgando por la alfombra hasta perderse en
122 123
la intemperie.
- ¡Qué distintas son las nuevas generaciones! -insistió la señora Morris,
pero esta vez sus palabras carecían totalmente de convicción.
Entre voces del coro, sobresalió la de Axel, el cerdo (adolescente y con el diablo
en la garganta) que empezó a cantar el ave maría en una versión tan desgarradora
que difícilmente hubiera podido igualar el más masoquista de los místicos de la
edad media.

AXEL Y LINDA MORRIS


SÉPTIMA PARTE
Escribo un personaje con tu nombre, Plástico Cruel, para obligarlo a
hablar, para que explique porqué abandonó al personaje que lleva mi nombre,
Axel.

“Ni en el llegar, ni en el hallazgo


tiene el amor su cima:
es en la resistencia a separarse
en donde se le siente.”
Pedro Salinas

124
AXEL Y LINDA MORRIS

- Sí.
- ¿Qué dijiste?
- Que sí. Que te veré en el parque, Axel.
- ¿De veras?
- Sí, tonto.
- ¿Y Trespa?
- Se fue a Francfort solo.
- Hoy hay luna... llena.
- Redonda, Axel.
- Me estás volviendo loco, Linda.
- Vos me volvés loca a mí.
- ¿Decidiste quererme de nuevo?
- Estoy trabajando seriamente en el asunto, Axel.
- Entonces, en el parque, a las siete, que ya es de noche y la luna está más
grande que nunca.
- Okey, a las siete.
- Me voy a peinar y me voy a poner desodorante.
- ¿Sin bañarte?
- Hace frío y no tengo agua caliente, pero puedo bañarme en las duchas
de la Estación Central, si querés.
- No, Axel, andá como de costumbre, tengo miedo de no reconocerte.
- A las siete... en el parque, Linda, te amo.
- ¿No estás enojado conmigo?
- Sí, pero si me chupás la pija se me pasa.
- A las siete en el parque, yo también te amo, cerdo.

BOMBÓN
-poeta y puta-
DIARIO

Si Plástico Cruel hubiera llegado a tiempo... “El hubiera no existe” me


dice mi estudiante. Qué rápido que aprenden los más jóvenes. Pero si Plástico
Cruel hubiera llegado a las siete al parque... No puedo escribir más. A la mierda
con este diario.

127
AXEL Y LINDA MORRIS

Camino al parque, Linda ve una hilera de banderas amarillas con una


firma de trazos elegantes en la entrada del drugstore.
Una sonrisa envuelta en visiones la llama. Cuando Linda atraviesa las puertas del
drugstore, otra sonrisa le pone en las manos una copa de champagne. Festejan
el lanzamiento de una nueva fragancia de Nina Ricci. Inesperadamente, Linda
se descubre rodeada de gente alegre. Le regalan un frasco de perfume para su
madre y otro para ella. Su belleza y su apellido le conceden un lugar de privilegio
en la fiesta. El ambiente cálido y el champagne no la llevan a olvidar la cita con
Axel, pero sí a postergarla.

SEÑALES DE TRANSITO

SE REGALAN ESCOMBROS




La mano de una escultura que parece decir adiós
Restos del friso de las ilusiones
Estatuas rajadas en la parte del beso
Marc,
AXEL Y LINDA MORRIS

Una hora más tarde, Linda se asoma por lo alto del parque. La luna
La Sucia
alumbra un paisaje desierto. No hay gente en los bancos ni en los senderos. Cer-

Rata
ca de la glorieta en ruinas, tres hombres parecen discutir en un film sin sonido.
Uno de ellos es Axel y los otros le están pegando. Linda corre por la pendiente.
Uno de los desconocidos dispara dos o tres veces su arma. Axel salta hacia atrás
como un muñeco de estopa y cae ensangrentado. Los dos hombres desaparecen
entre los árboles.
Cuando Linda llega a la glorieta, Axel alcanza a verla y aparta el dolor para
dibujarle una sonrisa.
- Axel, ¿quiénes eran? ¿Qué pasó?
- No había un rastrillo... esta vez.
- Hablame, Axel... Hablame y no te mueras.
Bajo la luz de una luna indiscutiblemente redonda queda su cuerpo inmóvil. Pero
Axel tiene el pelo aplastado con jabón, despide el agridulce olor de un desodo-
rante barato y brillan tres condecoraciones de sangre en su pecho.
Linda recuesta la cabeza sobre las piernas de él y dice:
- Axel, ¿dónde te beso?... ¿Dónde te beso?

128
FIN
Primera Parte

“No se puede conversar con los anarquistas, tienen tanta razón que molestan.”
La Protesta, Buenos Aires, 1987

MARC Y EL POLICIA

-¿Cómo se llama?
-¿Usted es policía o algo así?
-Algo así.
-Y, dígame, “Algo así”, ¿usted cree que decirle mi nombre me dará una razón
para vivir?
-. Las preguntas las hago yo.
-¡Guau!, igual que en las series de televisión, oficial.
-No soy un oficial. Dígame cómo se llama
-Marc. Para los amigos: La Sucia Rata.
-¿Por qué quiso arrojarse bajo las ruedas de ese tren en marcha?
-Si hubiese intentado arrojarme bajo las ruedas de un tren detenido, mi caso seria
mucho más grave, oficial.
-No me llame oficial y responda lo que le pregunta ¿Por qué quiso tirarse bajo
un tren?
-Porque quería vivir una experiencia nueva.
-Una experiencia suicida.
-Su sagacidad me impresiona.
-Vea, Marc, usted le ha provocado a los ferrocarriles del estado un gran trastorno.
-Confiaba en que sería el último, oficial.
131
LOS PRO Y LOS CONTRA DE HACER DEDO -Te voy a llevar hasta, la puerta de la embajada. Aprieta el acelerador y, poco a
poco, el entorno empieza a urbanizarse. Sintoniza la radio en una música alegre.
Humean montañas de basura a ambos lados de la carretera. Seres andrajosos Intenta imaginar cómo recibirán a ese jovencito en la embajada. Tal vez lo traten
suben y bajan por ellas. Un adolescente, recostado sobre una pila de cartones y con indiferencia -piensa-, tal vez le tomen la carta sin darle mayor importancia o
trapos, lee. quizás alguna secretaria le diga lo que él no se atrevió a decirle, que ese escritor
Ha encontrado un libro y lo lee con dificultad, pero hechizado. ha muerto hace ya muchos años.
Para él ha desaparecido el basural, sus manos heladas y sucias pasan las hojas
del libro.
El adolescente ha terminado de leer su libro. Se encienden estrellas sobre la ba- MARC Y EL POLICIA
sura. Es la primera vez que lee un libro desde el comienzo hasta el final. Es la
primera vez que descubre que alguien que no lo conoce y a quien nunca vio, sabe -¿Por qué anda vestido así?
exactamente lo que le pasa y lo que piensa. Aprieta el libro. Llora. O casi. Acaba -¿Así cómo?
de comprender que no está solo en el universo. Hay alguien que lo entiende y -Con aspecto de pordiosero.
se lo ha contado por medio de un libro. Vuelve a la primera página, a la primera -Mi aspecto no me preocupa, oficial, de todos modos no soy como me gustaría
frase. Se repite a sí mismo el nombre del autor. Es un escritor de otro país, de ser.
Alemania. - ¿Pero usted no tiene ninguna vocación?
A la mañana siguiente le dice a su maestra que ha leído un libro de un escritor -Sí, tengo una, vocación de suicida. Esa es la mía. Soy un perfecto inútil.
alemán y que durante la noche le ha escrito una carta, pero que no sabe a dónde -No se apresure Marc, nadie es perfecto, quiero decir nadie es inútil.
tiene que enviarla para que le llegue. La maestra le pregunta como se llama ése -Qué fallido, oficial.
escritor. Y él responde que en ese momento no lo recuerda. Entonces le pregunta -No sea sarcástico. Cualquiera tiene alguna utilidad, sólo hay que tratar de en-
por el título del libro. El responde que lo tiene en la punta de la lengua pero que contrarla. Todos los seres existen para algo. Hasta usted.
no le sale. Ella le pregunta cómo puede ser que le haya impresionado tanto un -¿Está tratando de ayudarme o está diciendo su discurso del adiós?
libro, que hasta lo ha impulsado a escribir una carta y que no retenga el título ni -Estoy intentando entusiasmarlo con la vida.
el nombre del autor. El adolescente se queda en silencio. No quiere revelar esos -Lo único que consigue es desalentarme, oficial.
datos por vergüenza. La maestra podría conseguir el mismo libro y sería como
si lo espiase a él por dentro. Ella le dice varias cosas. El sólo repara en una; em-
bajada de Alemania. LOS PRO Y LOS CONTRA DE HACER DEDO
Se ha aplastado el pelo con agua jabonosa. Trata de no pisar charcos para no
manchar las alfombras que imagina detrás de la palabra embajada. Lleva mal KIPLINGADA
abrochado el cuello de la camisa. -poster -
Hace dedo. Se detiene un Renault color mostaza.
El chico de la basura sonríe. Agradece. Sube al coche. Agradece. En su mano - Si eres capaz de mantenerte calmo ante los policías que arrastran a un joven
izquierda palpita una página de cuaderno doblada, sin sobre. manifestante.
La humareda semeja niebla y el día es gris. - Si puedes impedir que tu corazón manche de rojo las paredes de tu cuarto.
-¿Y para qué tenés que ir a la embajada de Alemania? - Si puedes mirar por TV mientras tomas un martini, la marcha obsesiva y circu-
-Para enviarle esta carta a un escritor. Ahí me van a dar la dirección. lar de esas mujeres.
-¿Quién escribió esa carta? - Si puedes soñar pero le tomas medidas y le pones límites a tu sueño.
-Yo. - Si eres equilibrado como para entender que una despedida es un hecho tan
-¿Y cómo se llama el escritor? natural como un encuentro.
El adolescente revela por primera vez el nombre del escritor. - Si sientes que no te contamina toda la mierda que te rodea.
El hombre reprime un impulso. Mira a los ojos al adolescente. Siente el humo -Si después de perder al ser que más querías consigues rehacerte en quince se-
caliente del basural que entra por la ventanilla. Sonríe ante la asimetría de la gundos y volverte a enamorar en el segundo siguiente, entonces...
camisa del chico. Le dice: Eres un verdadero monstruo, hijo mío. Tuya es la tierra y lo que hay en ella.
132 133
MARC Y EL POLICIA Le tiende unos billetes al joven.
-Aquí están los dos mil.
-Algo tiene que hacer, Marc, trabajar, estudiar, lo que sea, pero no puede pasarse El joven pelirrojo cuenta el dinero y luego le entrega un manoseado sobre.
la vida sin hacer nada. -Aquí tiene. Hasta la próxima.
-Oficial, me defrauda una vez más, ¿usted cree en la acción por la acción? -Espera.
-Lo que yo creo es que tiene que hacer algo, nadie puede estar bien de la cabeza -¿Qué?
sin hacer nada. -¿Cuánto Quieres por...?
-La acción es sólo un gasto de energía, oficial, no es más que epilepsia. -¿Por qué cosa?
-¿Y para no ser un epiléptico, usted no hace nada en todo el día? -Por quedarte unos minutos más aquí.
-Sí que hago oficial. -¿Para qué?
-¿Qué hace? -Ya lo sabes. Me gusta ese bulto que tienes entre las piernas.
--Me tomo el trabajo de respirar quince veces por minuto. -Mierda.
-¿Y cuando está en su casa, respira y mira el techo? -¿Cuántos quieres?
-No, oficial, escribo. -Quinientos más
-¿Escribe qué? -¿Quinientos dólares?
-Un libro. -Sí.
-Ah, entonces usted es escritor. No será como ser abogado, pero ya es algo. ¿Y -Te has vuelto loco.
cómo se llama su libro? -No. Es que todo esto me da asco.
-”Los Pro y los Contra de Hacer Dedo”. -Entiendo. Te da quinientos dólares de asco.
-Bueno, el título siempre puede cambiarse por uno mejor..., ¿para cuándo piensa -Así es. Hasta la próxima.
terminarlo? -Espera.
-Para dentro de dos o tres años, si la policía no me interrumpe antes. -¿Qué?
-Toma. Para que soportes tu asco.
El joven pelirrojo verifica los quinientos dólares. Los guarda en el bolsillo del
LOS PRO Y LOS CONTRA DE HACER DEDO jean. Se apoya de espaldas a la puerta. Baja el cierre de su bragueta. Saca su
verga y empieza a masturbarse. Cierra los ojos.
El sol cae como fuego sobre la carretera. El hombre del Peugeot se arrodilla ante el joven pelirrojo. Abre su boca en busca
Llueve sol. de ese trozo de humanidad. Su lengua salivosa alcanza la verga del joven. Hunde
El camión se coloca detrás del Peugeot azul. Lo sigue inocultablemente. Su con- con desesperación su cabeza en la sudada pelambre. Huele el sudor. Huele la
ductor es un joven pelirrojo. juventud, el camión, la ruta, la vida ajena, un trozo de humanidad.
El hombre del Peugeot mira al joven por el espejo retrovisor. La ansiedad hace El calor tiñe de dorado la carretera.
destellos y oscuridades en sus ojos. El joven pelirrojo salta al camión. Se quita la camisa y con ella se seca los soba-
El automóvil se detiene ante un bar, al costado de la carretera desierta. cos. Enciende un cigarrillo y pone en marcha el motor.
El joven pelirrojo detiene el camión, baja y se dirige, sin mirar a su alrededor, Una viscosa transparencia se traga al camión en la distancia.
hacia el baño del bar. En dirección opuesta, el Peugeot se desliza sobre el pavimento como una fresca
El hombre del Peugeot va tras los pasos del joven. Atraviesan un salón con me- mancha azul. Vuela el sonido de una radio encendida en el desierto.
sas de pool en las que nadie juega.
Sobre el sucio mármol del lavatorio, el joven extiende dos líneas de polvo blan-
co. MARC Y EL POLICIA
-Pruébela -le dice al hombre del Peugeot que acaba de entrar.
El hombre, visiblemente excitado, hace un cilindro con un billete de cien dólares. -¿Pero usted se negó a responder?
Coloca un extremo en su nariz, el otro sobre la primera línea. Con dos cortas y -Por supuesto, oficial, cualquier otro ciudadano en mi lugar hubiese hecho lo
profundas aspiraciones hace desaparecer las rayas de polvo blanco. mismo.
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-¿Y él cómo reaccionó? lestial, con sus angelitos tocando todo el día esas insufribles arpas, me resultaría
-Se enfureció, golpeó el escritorio y me trató de subnormal. más insoportable que el infierno.
-¿Y entonces fue cuando usted se puso loco?
-Digamos que me puse peor, oficial, porque loco estoy siempre.
-¿Y qué hizo? LOS PRO Y LOS CONTRA DE HACER DEDO
- Le dije que yo no estaba dispuesto a dialogar con alguien cuya calidad humana
desconocía. I
-¿Y qué necesita conocer del jefe de policía?
-No sé... Saber si cultiva petunias en otoño, por ejemplo. Una mujer está sentada en la terraza de un bar cercano a la estación.
No hay nadie más que ella y un camarero en ese bar.
Es la estación de un pueblo pequeño, insignificante. Las vías del tren están próxi-
LOS PRO Y LOS CONTRA DE HACER DEDO mas a las mesas desocupadas.
Ella bebe un refresco y espera. Es evidente que espera a alguien que llegará en
BAUDELERIANA un tren.
-poster- Su maquillaje cuidado, su deliberada elegancia, su actitud alerta, su perfume,
hacen suponer que espera a un hombre. Al único hombre que amó.
Suicídense Tal vez por eso, o por la inabordable tristeza de sus ojos, el camarero no se atreve
por favor suicídense a decirle que la estación fue abandonada hace mucho tiempo y que por esas vías
por asco por locura ya no pasará ningún tren.
por resentimiento por narcisismo
para no dejarse morir lentamente
por asombro ante la maldad II
por asfixia por horror
por soledad Ella lo sabe. Pero ella espera porque la estación está aún ahí, y también están las
por amor vías.
dentro de lo posible por amor Ella espera porque la tarde está soleada y la brisa la toca suavemente.
pero por favor Ella espera, no sabe hacer otra cosa.
suicídense. Si se viste, si se peina, si aún acepta repetir los pobres estos de la vida, si se toma
Y si alguien les pregunta el trabajo diario de no morir, si trata de pensar que valen la pena el sol y la tarde
qué hora es y la brisa, es porque cree en la espera.
respondan sin dudarlo Ella espera, no hay otra razón.
es la hora de suicidarse.
III

MARC Y EL POLICÍA El camarero vuelve a llenar la copa de la hermosa mujer.


Ella no lo ha mirado, pese a que no hay otro ser a su alrededor. No obstante, agra-
-¿Por qué uno no puede suicidarse tranquilamente, oficial? dece el nuevo refresco con la vista dirigida hacia la antigua estación.
-Porque es horrible desear la muerte. La tarde decae. Lenta. Triste. El paisaje toma el color de las películas mudas.
-La muerte no es algo horrible, oficial, es sencillamente no estar más. Yo, antes Se han encendido los faroles de la terraza, aunque ninguna otra alma viviente se
de nacer, no estaba en esta vida, y eso nunca me molestó. Puede creerme. siente atraída hacia el lugar.
-Los que se suicidan jamás podrán ir al paraíso. La mujer, dignísima, se pone de pie, deja unos billetes sobre la mesa y se marcha
-Sí, ya lo sé. Ahí irán los policías, los abogados, los religiosos, los psicólogos y rumbo al pueblo.
los porteros, la gente limpia. Yo soy una sucia rata, oficial. A mí el paraíso ce- La fina silueta se aleja morosamente sobre la hierba del solitario camino. El ca-
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marero la ve marcharse y tiene una súbita sensación de asfixia en el pecho. -Esa frase la sacó de alguna serie de televisión
-Es imposible hablar con un loco.
IV -Depende, oficial, hay locos y locos.
-Terminemos.
Si mantiene abierto ese bar al lado de una estación abandonada, al cual no acude -Eso es lo más sensato que le he escuchado decir.
la gente del pueblo, si se viste, si se peina, si soporta diariamente los pobres ges- -Terminemos.
tos de la vida, es sólo porque espera a una mujer. -No hace falta que lo repita, le dije que era lo más sensato que le escuché, pero
Espera a una mujer demasiado importante, demasiado hermosa, con una tristeza tampoco es una genialidad como para andar repitiéndola, oficial. De todas ma-
inabordable en los ojos. neras, como usted dice, “terminemos”, esto no da para más. Yo seguiré aquí es-
perando a mi chica y usted puede ir tranquilo a explicárselo a todas las unidades.
V -¿Usted cree que me ha convencido con esa absurda historia de que espera a una
chica frente a la central de policía?
La mujer mira las vías muertas sentada en el bar de la vieja estación. Mantiene -No quiero que piense que la voy de sagaz por la vida, pero en ningún momento
una actitud indiferente con el entorno porque está enamorada. lo vi muy convencido.
Ama demasiado a ese camarero y tiene miedo de que él no la quiera. -Dígame qué está haciendo acá.
Por eso todas las tardes se sienta en la terraza del bar. Bebe un refresco y finge. -Si le digo realmente por qué estoy aquí me lo va a creer menos que la historia
Finge que espera a alguien que no vendrá. de la chica.
-¿O sea que me mintió?
-No exactamente.
MARC Y EL POLICIA -¿Qué quiere decir con eso de “no exactamente”?
-Que no es que le haya mentido sino que no quise alterar su equilibrio mental.
-Tenía que ser usted... Dígame qué está haciendo en esta esquina. Esa historia de la chica me pareció lo más acorde a su estructura de pensamiento.
-¿Prefiere que le cuente la verdad o que le responda algo que usted pueda creer? -Terminemos.
-No intente confundirme y dígame qué está haciendo acá. -Eso ya lo dijo antes y después empezó de nuevo.
-Estoy esperando a una chica. -Porque usted le ha mentido a la policía.
-Justo aquí, frente a la central de policía. ¿Cómo se le ocurre hacer una cita en -Pero, oficial, ¿qué esperaba que hiciese? El día que todos le digamos la verdad
este lugar? a la policía va el mundo entero a la cárcel, menos la policía, claro.
-De la misma manera que se me ocurriría hacer una cita en otro lugar. -¿Qué dice?
-¿Entonces por qué no se le ocurrió citarla en otro lugar? -Nada importante, oficial, estaba reflexionando en voz alta.
-Fue ella la que me citó a mí. -¿Reflexionando?
-Y no vino. -Sí, es una costumbre que tenemos los desuniformados.
-¿Cómo lo sabe? -Dígame de una vez por todas qué está haciendo frente a la central de policía.
-Porque lleva más de una hora en está esquina. -¿Antes o después?
-Su informe es correcto, oficial. -¿Antes o después de qué?
-El comisario general lo ha visto desde su ventana y ha preguntado quien es ese -¿Antes de que llegara usted o ahora?
sospechoso. -Antes. ¿Qué estaba haciendo, antes, en actitud sospechosa frente a la central de
-Dígale que no tiene porqué preocuparse, que soy yo esperando a una chica. policía?
-Pero usted está completamente loco. -Estaba esperando que me matara una bala perdida.
-Sí, desde que era un espermatozoide. Entre nosotros, oficial, ¿usted cree que -Eso es lo más inverosímil que he escuchado en toda mi vida.
vendrá? -¿Ve? Lo que a usted le parece inverosímil, para mí es lo más natural. No hay
-Usted está loco. caso, oficial, usted y yo no vamos a entendernos jamás.
-Eso ya está aclarado, oficial, lo que le pregunto es si cree que ella va a venir. -Desaparezca inmediatamente de mi vista.
-El que hace las preguntas soy yo. -¿Desaparición instantánea como de ciencia ficción?, ¿o puedo irme caminando?
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-Hágalo como quiera, pero ya mismo. camión es su instrumento. Su coartada. Su pasaporte. Le ha servido para serle
-Si llego a desaparecer como en las películas de ciencia ficción a usted lo inter- infiel a mi madre. Para alejarse de ella honradamente. Para no verla todo el día.
nan. Para no tener que dormir junto a ella todas las noches de su vida. Para no odiarla
-Váyase. aún más.
-Me voy, pero cierre los ojos y cuente hasta ciento cincuenta porque yo camino No nos miramos a los ojos por temor a verificarnos ajenos. Como si su paterni-
despacio, oficial. dad hubiese sido el desproporcionado precio de un instante de placer. Demasiada
carga la paternidad para un olvidado desahogo. Conduce atento. Observa a los
otros vehículos. Clava su mirada en la nunca más imaginaria línea del horizonte.
LOS PRO Y LOS CONTRA DE HACER DEDO No me mira. No soporta la certeza de que su hija es una prostituta.
No me mira para no tener que aceptar que me desea. Que la desea. Y que, tal vez,
LA JOVEN PROSTITUTA su hija también lo desea a él.
Los vehículos se detienen. A lo lejos algo obstaculizó el camino. Se ve humo.
Él me habla. Cuando hice dedo no había distinguido que era él. Hay miles de ca- Los autos que van en ambas direcciones deben pasar de a uno por vez. Lenta-
miones en esta ruta y di justo con el de mi padre. Me miro las manos. No puedo mente. Anochece.
evitar sentir que estoy al lado de un extraño. No me gusta alejarme de la ciudad Le pregunta a su hija si quiere volver a casa con él y con su madre. El la puede
universitaria, por eso hago dedo acá. El encuentro fue absurdo, pero hubiera sido llevar. Su hija no responde. Me lo ha preguntado sin mirarme a los ojos. Nunca lo
más absurdo fingir que no. Que no nos reconocimos. Que voy para otro lado. hará. Ya nunca lo podrá hacer. Sabe que ya es tarde para empezar a hacerla aho-
Que va hacia otra parte.. ra, a mirarme ahora. Pero por sobre todas las cosas teme entender que necesito
Es cruel la evidencia de que le he hecho perder la posibilidad de tener una aven- su amor. Que lo necesité siempre. Está dispuesto a darme lo que le pida, pero no
tura. Sería más insufrible decirle que mejor me bajo, que estoy perdiendo tiempo un poco de amor. Si la mira, su hija le pedirá amor. Lo sabe. No quiere que se lo
y dinero. Soy su hija. ¿Vas a la universidad o no? Sí que voy. No me cree. No pida, ni siquiera con los ojos. Lo irrita que yo no sea más hipócrita. Que no me
entiende que pueda estudiar y hacer la calle. No es que no pueda entender. Son parezca a mi madre. Que no me haya casado. Que no haya querido jugar a mu-
los tiempos que cambian: se consuela. Hablamos sin mirarnos. Tratamos de que jer que-se-enamora-es-engañada-calla-y-perdona. Me daría vergüenza perdonar.
no se encuentren sus pupilas en mis pupilas. No haga más obvia la pesada inco- Tener que escuchar a un hombre inventando excusas.
modidad de esta confusión: me suplica al no mirarme. Pertenecemos a distintos No me mira. No me perdona que no le pida perdón por nada. Lo incomoda mi
sexos. Me gustan los hombres. Estar con ellos. Entre ellos. Él lo sabe. Sabe que incapacidad para la mentira. El transito sigue detenido. El padre desciende para
me acuesto con distintos hombres. Que cobro. Tengo éxito en lo mío. Soy la más averiguar qué sucede ahí donde hay humo y por qué no se puede avanzar.
joven de todas. Él también tiene éxito con las otras. Gusta. Me lo contaron. Si Conversa con otros camioneros. Es un hombre atractivo. Viril como una película
no fuera mi padre me llevaría a un hotel. O a otra parte. Intentaría poseerme a de cowboys. Si tuviese setenta años todo sería más fácil. O tal vez no. Quién
cualquier precio. En cualquier sitio. De cualquier manera. Pero es mi padre. La sabe.
idea le pasa por la mente. Mira hacia el camino y habla. Se autocastiga. Habla de Vuelven a moverse las luces en ambos sentidos. Los conductores que habían
temas que no me importan. De mamá. De por qué no vuelvo a casa. De que la bajado al pavimento regresan a sus sitios.
familia es lo mejor. De que si mamá no me habló de mujer a mujer. Le respondo El padre se sienta y dice: hubo un accidente. Pero la muchacha ha desaparecido.
que sí. ¿Y qué te dijo? Me dijo que si quería tener un departamento debía trabajar El padre no ve el espacio vacío sino más tarde, mucho más tarde. Las ruedas del
dieciséis horas o abrirme de piernas. Que no me enamore de mis clientes. Que no camión echan a rodar. Una estela de vehículos lo sigue.
me enamore de nadie si quiero llegar a algo. El perfil de su hija se recorta al costado del asfalto, entre las otras putas, contra la
Sigue con que la calle es peligrosa. Que nadie me va a ayudar con desinterés. sombra oscura de los árboles.
Que el mundo es una mierda. Que los padres, aunque no sean perfectos, son
preferibles a andar por ahí como una huérfana. No quiere que me hagan gozar
y que encima me paguen. Le pasan las imágenes por la cabeza y sufre. Pregona MARC Y EL POLICIA
las buenas costumbres, pero sabe que son mucho más aburridas que las malas.
Trabaja de padre. Trata de convencerme sin presionarme. -¿Qué hace en un tugurio como éste?
Mis piernas lo perturban. Mis pechos bailan con los saltos qua da el camión. Su -¿Me recomienda otro mejor, oficial?
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-Cállese. Las preguntas las hago yo. -Ya se la conté, oficial.
-Oh, Harry, qué duro estás hoy, no he hecho nada malo Harry, no soy un busca- -Entonces ahora invente algo más creíble.
pleitos, sólo estaba tratando de divertirme con mi chica y mi navaja. -El plan lo ideó Henry. En el grupo somos tres: Henry, que es el cerebro, Johnny,
-Deje de hablar de ese modo. que es la fuerza bruta y yo.
-¿No le gusta mi voz? -¿Y usted qué viene a ser?
-No me gusta nada de usted, Sucia Rata Marc, ni siquiera su nombre. -El asesor espiritual del grupo. Como le decía, el plan lo ideó Henry, pero a Jo-
-Justo hoy, oficial, qué pena. hnny, que es demasiado musculoso, el traje de viejita inválida le iba fatal, por eso
-¿Qué tiene de particular el día de hoy? a mí se me ocurrió distraer la atención tirándoles maníes a esos lechosos cajeros.
-Que llueve y necesito un poco de ternura. -¿Y por qué no se puso usted el traje de viejita?
-No me diga que se creyó esta historia, usted me da miedo, oficial, no puede ser
que sea tan geométrico.
LOS PRO Y LOS CONTRA DE HACER DEDO

Los jóvenes de la ciudad comenzaron a suicidarse de pronto y sin que nadie LOS PRO Y LOS CONTRA DE HACER DEDO
supiera el motivo. No se podía caminar por la calle sin tropezar con algún cadá-
ver. Muchos temían pasar cerca de los edificios sabiendo que podía caérseles un AMADONERVADA
cuerpo encima. -poster-:
Los jóvenes saltaban al cielo desde las ventanas, reptaban mirando automóviles
del lado de abajo, cantaban incomprensibles canciones en los túneles subterrá- No.
neos, se lanzaban al río con una culpa atada al cuello. Yo no fui el arquitecto de mi propio destino, ni el musicalizador, ni el director de
Era todo un riesgo andar por la ciudad en semejantes circunstancias. Las mayo- fotografía, ni la cortadora de negativos, ni el maquillador. Yo no fui el arquitecto
rías respetables exigieron que se tomaran medidas de seguridad. Los organismos de mi propio destino. No me dejaron alcanzar un balde de sangre para llenar
oficiales se hicieron cargo y ya no se ven cadáveres de jóvenes por la calle. Los alguna vena, ni siquiera pude dar una mano para que lo pusieran de pie a mi
matan ellos. esqueleto. Nada. No fui invitado a la inauguración de tan precario y fundamental
Sólo las minorías marginadas se quejan: han privado a los jóvenes de la única monumento. No me pidieron ni la más breve opinión, ni siquiera un sí o un no
libertad que poseían. dados con la cabeza. Participaron todos menos yo. Se metieron sin que los lla-
mara. Se atribuyeron grados de parentesco, derechos y afinidades. Asistieron a
mi entronación para vestir de fiesta sus egoísmos, tal vez porque tampoco a ellos
MARC Y EL POLICIA les habían permitido ser los arquitectos de sus propios destinos.
Intentaron convencerme de que yo era el arquitecto de mi propia vida cuándo
-¿Qué tal, Marc, cómo se encuentra? ya me habían rajado los cimientos, retorcido las columnas, aplanado la bóveda.
-Socialmente desfasado. tapiado los ventanales, humedecido los sótanos, oscurecido las claraboyas y en-
-¿Qué fue lo que ocurrió en el banco? tristecido las raíces del jardín.
-Le regalé un puñado de maníes a cada cajero. Hubo uno que escribió que había sido el arquitecto de su. propio destino. Allá él
-¿Por qué hizo eso? con su andamiaje. Yo no construí nada. No fui el diseñador de la catedral de mi
-¿Le digo la verdad o le invento algo más creíble? culo ni del burdel de mi alma.
-Dígame la verdad.
-Porque hoy es lunes, oficial. MARC Y EL POLICIA
-¿Y qué tiene que ver que hoy sea lunes?
-Que los lunes el zoológico está cerrado Yo no tenía ni idea de que hoy era lunes -Oficial, mis amigos hacen apuestas.
y ya había comprado los manies. -¿Apuestas?
-Dígame por qué fue al banco. Pero esta vez quiero que me cuente la verdad, -Sí. Eso es ilegal, ¿verdad?
¿entendido? -Depende, ¿hacen apuestas por dinero?
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-Claro, qué gracia. está sola.
-¿Y a qué apuestan? El contestador telefónico registra llamadas de amigos y de algún pariente que
-Unos a que voy a suicidarme y otros a que no lo voy a hacer nunca. supone que una gota de sangre en común le da derecho a comprender. La que no
-Sus amigos están locos. llega es la voz de la única persona que le importa en el mundo.
-Si no lo estuvieran no serían amigos míos, oficial. Lo que yo quiero saber es Está sola. Trata de entender que se encuentra en un período natural de adapta-
qué opinión le merece eso de que hagan apuestas conmigo como si yo fuese una ción. Es lógico que le cueste retomar el ritmo anterior a la llegada del hombre
bolilla de lotería. que se ha marchado.
-Opino que lo único que le interesa a usted es ser un centro de atención y vive Es una mujer inteligente, pero algo se desgarra dentro de su cuerpo. Se pregunta
haciendo disparates para conseguirlo. para qué y por qué y si fue verdad lo vivido junto al hombre que ya no está.
-Le pedí su opinión, oficial, y no que me clasificara según su manual para guar- Como si la existencia fuese una pugna de equivocaciones y aciertos se interroga
dianes del orden. ¿Usted apostaría a que voy a suicidarme o a que no? por los errores cometidos.
-Los policías no hacemos apuestas. Ama la música, pero la ha olvidado. La casa está en silencio. Sólo la claridad
empecinada hace un metálico sonido.
El cuerpo se ha sentado en la cama. Los restos de un batallado maquillaje dibujan
LOS PRO Y LOS CONTRA DE HACER DEDO luces y sombras en su cara. Va al baño. Pasa sin interés delante de un espejo.
El cuerpo ha recuperado los movimientos mecánicos para ejecutar los misera-
Espero que seas vos. Aunque veas este libro en manos de un policía... el intruso bles actos cotidianos. Pero su mente continúa obsesiva en la tarea de sufrir. De no
es él, este libro fue escrito para vos. Para que lo encontraras, para que lo robaras. querer dejar de sufrir para que algo de alguien no desaparezca del todo.
Para que sepas que no puedo descifrar tu clave, pero que mientras escribía estas Las manos correspondientes al cuerpo de la mujer levantan las persianas y entra
páginas, estabas en mí y te lo pasabas bien. el sol como una orquesta. Por un gesto de torpeza se vuelca una copa de vino.
La mosca sigue dibujando círculos en el vino derramado.

MARC Y EL POLICIA
MARC Y EL POLICIA
-Feliz día de la locura, oficial.
-¿Así que hoy es el día de la locura? -Marc, sucia rata, ese brillo extraño que veo en sus ojos me confirma que usted
-Sí, oficial, festéjelo en familia. se ha drogado.
-¿Y quién declaró ese día? -Oficial, me decepciona, usted dice “este joven se ha drogado”, y cierra su mente
-Habrá sido algún loco suelto, oficial. como si fuera una caja metálica.
-Por casualidad, ¿llamado Marc? -O sea que es verdad. Efectivamente es adicto a las drogas.
-La sucia rata de Marc, efectivamente. -Todos somos adictos a algo en este país. Usted es adicto a su uniforme. Sin él se
siente nada. Tiene que aprender a controlarse, oficial, si no algún día va a morir
LOS PRO Y LOS CONTRA DE HACER DEDO de sobredosis.
-¿Qué dice?
La mosca dibuja espirales en la superficie de una copa de vino abandonada. El -Sobredosis de uniforme, oficial, se han dado casos terribles.
sol se empecina en meterse en la habitación con su alucinante claridad. Hay
ropas desparramadas que aún modelan la forma que contuvieron antes de caer.
Hay ceniceros, copas, botellas, polvo sobre los muebles, libros que ignoran su LOS PRO Y LOS CONTRA DE HACER DEDO
inutilidad. Hay sobre la cama un cuerpo de mujer..
Respira arrítmicamente. Hace una hora o seis que despertó. Corre de un lado a UN JEEP VERDE Y UN ANORAK COLOR NARANJA
otro. La mente que desanima ese cuerpo es un martillo. Pregunta. Trabaja con
minuciosidad la matería del sufrimiento. Llueve.
El cuerpo y la mente de una mujer que se niega o aceptar su nueva situación: Es el fin del verano. Oculta en un anorak color naranja, la mujer camina.
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La carretera se convierte en una franja de acero atravesando el atardecer. Un jeep -¿O sea que usted también es drogadicto?
se detiene. -Eso de “drogadicto” es sensacionalismo, oficial, digamos que la droga y yo nos
Su conductor hace señas a la mujer del anorak. Ella sube para protegerse del llevamos estupendamente.
repentino temporal, de la constante tristeza. -Ahora comprendo.
El jeep está cubierto por una tensa lona verde. Se estrellan las gotas contra el -No lo puedo creer.
plástico trasparente de las ventanillas. -Es la droga la que le hace decir tantas estupideces.
A lo lejos se encienden los contornos de las nubes con líneas eléctricas como si -Si fuera así usted tendría que confesar con que se da, oficial.
el cielo fuese un alucinante cartel de neón diseñado por un loco. -No haga el papel de joven rebelde.
El desconocido conductor detiene el jeep al borde de un acantilado. Desde ahí se -Okey, oficial, pero déjeme ir.
puede ver la tormenta, magnífica, enredándose en un juego con el océano. -Lo voy a dejar ir con una condición.
La mujer observa fascinada. Ha olvidado las penas del pasado y los temores del -La que quiera.
porvenir. -Que se presente en la comisaría el lunes a las siete de la mañana.
Anochece. -Lléveme arrestado ya mismo.
De una heladera de viaje, el conductor saca dos latas de cerveza. Le ofrece una a -¿Qué dice?
la mujer, que se ha quitado su anorak. Se miran a los ojos por primera vez. Están -Oficial, soy absolutamente incapaz de levantarme a las siete de la mañana.
de vuelta de algo. Los dos.
El arma un cigarrillo con hachís y se lo tiende a la mujer. Ella lo enciende, da tres
bocanadas y se lo vuelve a pasar. Son dos niños escondidos en la última fila de LOS PRO Y LOS CONTRA DE HACER DEDO
un cine mirando un film prohibido.
El interior del jeep se sume en una dulce humareda. Afuera, ante sus miradas, la Cuántas veces te besé, pequeña. Cuántas veces mi lengua llenó tu boca, la reco-
tormenta continúa con sus dibujos de pirotecnia, las olas se acoplan bramando y rrió como una fiera asustada y se quedó largo rato sin ganas de salir de tu cueva.
estallan de placer. Cuántas veces mojé tus párpados y tus piernas, y tu espalda y tu entrepierna y tus
Ellos se besan. Se recorren con las manos en un juego que resulta ser parte del labios verticales. Cuántas veces tuve miedo y felicidad de tenerte y de perderte.
juego del ciclo y el mar. Se aman sin saber sus nombres. Cuántas veces te llené los pulmones con el humo de mi tabaco. Cuántas veces
Envuelto en las ráfagas de la lluvia, el jeep es un torreón encaramado a un pe- te aprisioné en tu cuerpo. Cuántas veces secuestraste mi sexo entre las paredes
ñasco. Las filigranas incandescentes de los relámpagos recortan su imagen sobre húmedas de tus cavernas y me hiciste saber que nada tenía importancia, que no
el vacío. importaba si la vida me andaba bien o me andaba mal o no me andaba. Cuántas
La lluvia ha cesado. veces no importó nada más que tu mirada y tus increíblemente flacos brazos.
El amanecer le devuelve al paisaje su inocente luminosidad. El jeep se detiene en Cuántas veces lloraste y cuántas fuiste sólo una pequeña huérfana que se dejaba
un cruce de caminos. La mujer desciende. sodomizar hasta quedarse dormida.
Se aleja el jeep hasta desaparecer del horizonte. La mujer camina por el campo
arrastrando su anorak color naranja sobre el pasto húmedo.
El sol se instala en lo alto imponiendo un día más. La carretera vuelve a combi- MARC Y EL POLICIA
nar su azar para los seres imprevisibles.
-¿Esta drogado o no?
-Si le digo que no, no me lo va a creer. Y si le digo que sí, me va a llevar preso.
MARC Y EL POLICIA -Dígame la verdad.
-La verdad no existe, oficial, hace veinte millones de años que estamos dando
-¿Esa gente son amigos suyos? vueltas por el espacio y todavía no nos hemos enterado para qué.
-Sí, son amigos míos, pero no me pregunte de dónde ni cómo se llaman porque -¿Por qué tomó drogas?
no tengo ni la más remota idea. -Mire a su alrededor... ¿Conoce otra forma de soportar esto?
-¿Y que hace usted aquí con estos drogadictos? -Usted se droga porque se siente solo y deprimido..
-Somos buenos amigos, oficial. -Eso sí que lo aprendió en algún programa de televisión, oficial, no lo niegue.
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-Se encuentra en un estado lamentable y pretende hacerse el gracioso. MARC Y EL POLICIA
-Lo único que pretendo es que no me jodan, oficial.
-Si le pregunto quién le dio eso, me va a decir que fue un señor que no lo conocía -¿Que está haciendo?
y que casualmente pasó por aquí y se lo regaló, ¿no es así? -No sabría como explicárselo, oficial.
-No sé si le daría tantas explicaciones. -Voy a detenerlo por exhibicionista.
-Yo no se la estaba mostrando a nadie, oficial.
-Pero la tiene afuera del pantalón.
LOS PRO Y LOS CONTRA DE HACER DEDO -Ah, eso es para no mojarme, ¿usted mea por la manga, oficial?
-No, pero no lo hago en lugares públicos.
Un cuadrado de cielo se ve desde la cama. Sólo se oye el apagado tic tac de un -Se pierde un gran placer. Hay pocas cosas más placenteras que mear cerveza en
reloj y la agitada respiración de la mujer. Ella se despierta. Enciende un cigarri- una plaza desolada bajo la luz de una luna como esa, oficial.
llo y va hacia la ventana. Su silueta se recorta sobre el fondo azul de la noche. -Voy a tener que detenerlo.
El humo que sale de su boca dibuja irrealidades en el aire. En algún lugar de la -¿Cree sinceramente que a la luna le haya molestado mi meada?
penumbra, un bolso, una maleta y un abrigo esperan la mano que los llevará a -Este es un parque público.
otra parte. La luna entra en el cuadro y ahora la mujer parece recostada contra la -Y yo soy la estatua al meador. Ponga ahí un cartel que diga “agua no potable”
plata de la luna. y déjeme en paz.
El joven pintor recoge sus piernas y las sábanas se acomodan armoniosamente -Acompáñeme.
alrededor de su cuerpo. -¿Puedo sacudirla?
Duerme. Las líneas de sus pestañas concuerdan con sus sueños desprovistos de -No. Ya va a tener tiempo de sacudírsela toda la noche en el calabozo.
maldad. Su postura hace pensar en un animal tierno que aún ignora las trampas
de la cacería. Se retuerce sobre la cama, entreabre los ojos y cree ver a la mujer
apoyada en la luna. LOS PRO Y LOS CONTRA DE HACER DEDO
Ella recuerda la serie de insensatos momentos vividos con ese joven pintor en
esa precaria casa. Recuesta su cabeza contra el marco de madera. La luna ha Después de cada pico. Inmediatamente después de quitar la aguja de tu vena,
desaparecido de la escena. Ahora solo hay una silueta negra sobre un fondo azul. te abrazabas a sus piernas, a su cuello. La besabas. Te detenías minutos como
Una voz entra en el espacio y atraviesa la oscuridad hasta llegar a la ventana: siglos en su sexo. Lo lamías, lo aprisionabas, lo besabas, lo sorbías, lo chupabas,
-No me dejes. lo bebías, lo penetrabas con la lengua.
La mujer apaga un cigarrillo y todavía no sabe si besará al joven o si partirá sin Después del pico. Inmediatamente después. Justo cuando se te partía la cabeza
tocarlo. de música. Cuando galopaban elefantes azules dentro de tus brazos. Te dijo
Él muerde la almohada. Temblando articula otra vez la frase: -No me toques.
-No me dejes. Cerró las piernas. Se apartó de tu lado. Te lo dijo después de un pico. Inmedia-
Se incorpora en Ia cama. Corta una barra de hachís. La calienta con un mechero. tamente después de quitar la aguja de tu vena. Se apartó de tu camino. Justo
La mezcla con tabaco y lía un cigarrillo. Lo enciende. Fuma. cuando te inclinabas a besarla, a gastar tu pico en amarla.
Lo invade dulcemente la tristeza. Repite no me dejes. Y ahora resulta aún más -No me toques.
conmovedora su figura de animal inexperto. Lo dijo con una sonrisa estúpida y pura. Su “no” fue una flecha inocente lanzada
La mujer se separa del cuadrado azul. El joven descubre su cuerpo desnudo y al aire y estabas en pleno vuelo. No podrías aterrizar en los aeropuertos de su
comienza a masturbarse. La mujer se recuesta contra una pared en la penumbra. sexo. Ella no había despegado. Te dejó solo en el cosmos. No negó su sexo.
El joven se masturba y llora. La mujer lo mira, se enternece, pero ya ha decidido Negó algo más hermoso. Negó todos los días. Las otras veces. Los picos ante-
partir. El joven se masturba, llora y dice no me dejes. riores.
No la tenías para lamerle los pies, para besarla toda. Te quedaste inmóvil, afe-
rrado a tus piernas. Empezaste a lamerte las rodillas. A quererte como un ado-
lescente que oculta su cara entre las rodillas, un adolescente que se enfrenta a
su primera soledad. Te perdiste en la montaña más alta. Un mal pico. Sabías la
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consigna: hay que amarse. Para sobrevivir, hay que amarse. Te besaste las rodi-
llas. Te besaste los hombros. Buscabas un antídoto para la distancia. Te habías
ido lejísimo sin ella. No la tenías para lamerle los pies, para besarla toda.

MARC Y EL POLICIA

-Cualquier expresión de afecto será bien recibida, oficial, aunque venga de usted.
-¿Que le pasa esta noche?
. -Llueve, oficial, llueve.
-¿Qué hace acá?
Segunda Parte
-Estoy esperando el futuro, oficial, ¿usted no lo vio por esta zona?, ¿no sabe si
ya pasó?
-No se haga el delirante y respóndame ¿qué está haciendo acá? “ Resulta tragicómico que nuestra buena educación se convierta
-¿Qué le parece si declaramos de una vez por todas que nadie es inocente y me en aliada de la policía. No sabemos mentir. El imperativo “¡di la
deja de joder, oficial? Dígales a sus hombres que no me persigan. Explíqueles verdad!’ ” que nos inculcaron mamá y papá actúa hasta tal punto
que no hace falta porque voy a destruirme solo. de forma automática que incluso ante el policía que nos interroga
-Marc, la vida no es una película. nos da vergüenza mentir. Es más fácil para nosotros discutir con él,
-Si la vida fuese una película, oficial, ya me habría retirado del cine hace mucho insultarlo (lo cual no tiene sentido alguno) que mentir descarada-
tiempo. mente (que es lo único lógico que podemos hacer).”
Milan Kundera

MARC Y EL POLICIA

-Ayer me dijo que estaba cansado de pasar solo todas las noches y que le gustaría
enamorarse, y hoy me dice lo contrario.
-Ayer llovía, oficial.
-¿Y eso qué tiene que ver?
-Que siempre que llueve sueño con el amor.
-¿Y cuándo pasa la lluvia se despierta?
-Automáticamente, oficial.

LOS PRO Y LOS CONTRA DE HACER DEDO

EL MAR

El simpático joven hace dedo al costado de la carretera. Se dirige hacia el mar.


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Va, por primera vez en su vida, a ver el mar. -Usted se lo pierde, oficial.
El pulgar separado y los otros dedos escondidos en la palma imprimen una som- -¿Me pierdo qué?
bra de pájaro en el pavimento. Un Peugeot azul se detiene. El simpático joven -Con un porro me saldrían cosas más divertidas.
sube al auto. Saluda alegremente al conductor. El otro apenas gesticula algo pa- -Basta de idioteces y empecemos. Recuerde, diga la primera palabra que se le
recido a una sonrisa y aumenta la velocidad del vehículo. ocurra.
-Voy a... -dice el simpático joven. -Porro.
-Vas a morir, chico, a menos que te portes bien -interrumpe el hombre y la velo- -No, todavía no he dicho ninguna palabra,
cidad llega a la frontera del peligro. Le voy a dar un ejemplo: si yo digo “familia”, usted dice “alegría”, ¿entendió?
-¡¿Qué hace?! -se sobresalta el simpático joven. -Yo jamás hubiera dicho eso.
-Voy a estrellarme contra un puente y elegiste venir conmigo. -Era sólo un ejemplo. Empecemos: “mujer”.
-No, no. Yo voy al mar. -Jeringa.
La película de la ruta con sus rebaños, árboles y posters pasa vertiginosamente -Montaña.
por las ventanillas. -Pico.
-Entonces puede haber una solución -dice el conductor del Peugeot. Desabrocha -Inteligencia.
la bragueta de su pantalón manteniendo el acelerador a fondo. Extrae su viejo -Cocaína.
sexo. Lo toma de la nuca al joven y lo hunde ahí. -Árbol.
-Canabis.
II -Felicidad.
-Heroína.
El simpático joven no quiere morir. No en ese momento. No de esa manera. -Basta.
No sin ver el mar. Se ahoga en la entrepierna del conductor y llena su boca de -Esa palabra no me inspira nada.
esa carne. La velocidad va disminuyendo. Las sensaciones se reacomodan. Se -Dije que basta, que ya está bien.
colocan en los confines de lo repulsivo, donde se tocan el rechazo y la atracción. -¿Y ese es todo el apoyo sicológico que da la policía? ... Al principio estaba más
entusiasmado, oficial.
-Es que usted no colabora.
MARC Y EL POLICIA -Yo le avisé que si me dejaba fumar un porro el resultado iba a ser más alentador.

-Yo sé lo que usted necesita.


-Dígamelo, por favor, oficial, no me prolongue la agonía. LOS PRO Y LOS CONTRA DE HACER DEDO
-Apoyo sicológico.
-¿Y la policía está capacitada para darme eso? LA REINA BLANCA
-Somos un cuerpo actualizado, más de lo que su rebeldía le permite ver. En la
escuela de policía estudiamos el inconsciente. Está con ellos en el bar, pero también está en el paraíso. Es la reina. No habla de
-Para saber donde queda y apuntarle mejor, la droga a cada instante como hacen los otros. Tiene el tabique de platino. Cuan-
-El apoyo sicológico exige que usted colabore. do era una adolescente jalaba cinco gramos de cocaína por día. Se le perforó la
-De acuerdo, oficial. nariz. Le colocaron un tabique de platino. Eso le dio fama.,. Eso la situó más alto,
-Esto se llama actuación libre o algo así, el nombre no tiene importancia. Yo le el tabique de platino. En el mundo legal el héroe es el más saludable. Del otro
digo una palabra y usted dice la primera que le viene a la mente. Sin pensar. Lo lado de la valla el trofeo es para el más destruido. Tabique de platino. Ella es la
primero que le salga. Empecemos. reina blanca.
-¿Puedo fumar un porro antes?
-¿Usted está loco?
-Claro, por eso me esta dando apoyo sicológico, ¿me deja fumar un porro o no?
-No,
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MARC Y EL POLICIA pecho.
-¿Está loco usted?
-¿Con qué se dio hoy? -Y tan.
-¿Por qué supone que me di con algo, oficial? -¿Por qué habría de dispararle?
-Porque se lo ve demasiado feliz. -No intente embaucarme, oficial, conozco los sucios trucos de la policía. Sé que
-¿Para usted la felicidad siempre es sospechosa? me matará. Dejará mi cuerpo tendido en el suelo. Le va a ordenar a sus hombres
-Efectivamente. que me pongan una 45 en la mano. Y cuando llegue la prensa dirá que yo estaba
-Lo peor de todo es que tiene razón. ¿Y qué va a hacer si demuestra que estoy armado y que disparé primero una bala que nunca aparecerá por ningún lado.
drogado? Y los fotógrafos tomarán fotos ensangrentadas de lo que haya quedado en mi...
-Voy a mandarlo a la cárcel. -Deje de decir tonterías.
-¿No se le ocurre algo más creativo que mandarme preso? -Voy a intentarlo.
-¿Algo como qué? -Responda qué está haciendo en un bar de homosexuales.
-No sé. Pero use su imaginación, oficial, porque aquí en la calle estamos muy -Digamos que me anoto en todas, oficial.
solos. Usted dice que quiere ayudarme, pero me parece que estudió la letra, pero -¿Y qué vino a buscar en un sitio como éste?
nunca aprendió la canción. -Amor, oficial, vine a buscar amor.
-Usted está cada día más loco, Marc. -Deje de hacerse el idiota.
-La sicóloga del departamento de toxicomanía no coincide con ese diagnóstico, -Está bien, yo dejo de hacerme el idiota si usted deja de hacerse el duro, ¿de
oficial, ella dice que el problema conmigo es que soy un hipertenso. acuerdo?
-El problema con usted es que es un hipertonto. Le voy a hacer pasar otra noche -De acuerdo, ¿qué vino a hacer acá?
en el calabozo de una comisaría. -No, oficial, así no. Haga el esfuerzo de tratarme dulcemente si quiere obtener
-Me encantaría, oficial, pero tengo una cita en un lugar bastante menos trascen- algún dato de mí. Dígame “Qué tal, Marc. Sucia rata, ¿cómo va todo?”...
dente, pero considerablemente más divertido que un calabozo. -¿Qué tal, Marc, Sucía rata, como va todo?
-Estupendamente, oficial, ¿qué lo trae por acá?
-Ando detrás de un traficante de cocaína.
LOS PRO Y LOS CONTRA DE HACER DEDO -Se ha equivocado de sitio, oficial, créame, hace rato que estoy aquí y no he visto
pasar ningún dealer. Le pasaron mal la información.
La mujer deja caer deliberadamente un objeto que se estrella contra el suelo. -Sin embargo, algo me dice que ya di con el individuo que busco.
Sonríe. -¿Dónde está?
Hasta ayer, su casa era un santuario, una prisión. Para moverse en ella, la mujer -Frente a mí.
le pedía permiso a los objetos. Pedía disculpas por vivir. Ignoraba que podía ser -Aquí no hay nadie más que yo, oficial.
libre. Nadie se lo había dicho nunca. -Eso es lo que parece.
Ahora un hombre se lo ha enseñado. Le ha mostrado la despiadada alegría de la -¿Debo pensar que sospecha de mí?
libertad. -Para nada, Marc, no se trata de una sospecha.
Arranca una cortina y se la ajusta alrededor de su cintura. Recorta la foto de un -Sé que es una lástima interrumpir esta amable charla, oficial, pero acabo de
desnudo y la pega sobre una naturaleza muerta. recordar que hice una cita en otra parte a esta hora, hasta la próxima.
Le ha sido revelada su libertad y por eso nada desea más en el mundo qua entre- -¿A dónde va?
garse al hombre que la liberó. Ser su esclava. -Si me tuerce un milímetro más el brazo le voy a hacer un juicio por apremios
ilegales, oficial.
-Cállese.
MARC Y EL POLICIA -Déjeme ir.
-Cállese.
-¿Qué hace en un sitio como éste? -Quisiera continuar conservando todas las partes de mi cuerpo unidas. Podría
-Se lo digo oficial, sólo si me asegura que no va a dispararme una bala en el soltar mi brazo, oficial.
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-¿Si lo suelto deja de decir pavadas? LOS PRO Y LOS CONTRA DE HACER DEDO
-Le prometo que voy a hacer todo lo posible.
-Cállese. Los esqueletos bailan y no saben por qué ni les importa. Es lo único que saben
-Gracias, oficial, saludos al jefe de toxicomanía. hacer, por eso bailan aunque no sepan por qué. Bailan como epilépticos sin hacer
-No salga por ahí, si atraviesa esa puerta mis hombres lo van a detener... Salga caso de las críticas de estilo. Porque cuando los esqueletos bailan, bailan.
por atrás. Rápido, desaparezca. Bailan y no les importa no tener cabellos ni esperanzas y sí un alma muy herida.
-¿No me estará tendiendo una trampa, oficial? Sólo cuando bailan olvidan. Y siempre que los dejan bailan. Para los esqueletos
-No la necesita. son enemigos peligrosos la emoción y el entusiasmo. Cuando se entusiasman o
-¿Entonces por qué hace esto, oficial? emocionan pierden el paso y se enrollan en un delirio de huesos que se despa-
-Salga rápido. rraman. La música cesa de repente y de ellos queda sólo una montaña de polvo
-¿Vio, oficial?, conocerme es amarme. sepia. Es una imagen terriblemente triste.
-Desaparezca. Bailar porque si, no saberlo nunca y ser condenados por exceso de emoción o
entusiasmo es algo que da mucha pena.
Los esqueletos bailan sin saber por qué y mueren sin darse cuenta.
LOS PRO Y LOS CONTRA DE HACER DEDO

NO ME DEJES MARC Y EL POLICIA

Otoño. Que sea otoño. Que sea otoño y que llueva. Mucho. Que haya leños ar- -Muéstreme los brazos... Se picó otra vez. ¿Por qué lo hace?, ¿Qué siente de
diendo en un brasero. Y un gato. Que haya un gato y que sea negro y que mire particular?
de amarillo y que se enrosque y que nos enseñe un poco a vivir. Pero por sobre -Probablemente lo mismo que siente el religioso que toma la hostia convencido
todas las cosas que sea otoño. Que le falte un vidrio a la ventana. Que entren por de haberse metido a Dios en la sangre o lo que siente un policía cuando descar-
ese hueco la lluvia y el frío. Que tengas ganas de besarme. Muchas ganas. Que ga sus balas justicieras en la espalda del delincuente. Hay poca variedad en las
un hombre te espere en otra parte. Que sea otra vez otoño. Otoño y Que llueva. sensaciones humanas, oficial, sólo son diferentes los motivos que las provocan.
Y que no vayas. Que te quedes conmigo. Que sea otoño otra vez y que te quedes. -Usted no tiene idea del veneno que está metiendo en su cuerpo.
-No y no tengo intenciones de salir de mi ignorancia.
-Pero usted debería. saber que la heroína, como derivado de la morfina tiene un
MARC Y EL POLICIA alto porcentaje de...
-Oficial, a mí me interesa la felicidad, no su composición química.
-¿Por qué busca la muerte?
-Porque no encuentro ningún sitio mejor a donde ir.
-¿Pero usted no tiene ningún ideal? LOS PRO Y LOS CONTRA DE HACER DEDO
-No, porque los ideales terminan por defraudarme.
-No siempre es así, hay muchos ideales que se alcanzan. CARAVANA DE TRAVESTIS
-Esos son los que me defraudan.
-¿Qué tengo que hacer con usted? I
-No sé, ¿qué tal un tiro en la cabeza?
-No me tiente. Son reinas sin palacios ni limusinas, no tienen más oro que el borde de la copa
-¿Ya se cargó a alguno o todavía no ha matado a nadie?, cuénteme, oficial, no histéricamente estrellada contra un espejo ni más coraje que algunos infantiles
sea tan modesto. resentimientos. Son reinas sin palacios, ni cortes, ni damas de campo, ni lacayos.
-¿No puede olvidar por una vez que soy un policía? La historia no grabará sus nombres en la corteza de los árboles genealógicos. Son
-Ninguna sucia rata que se precie de tal, puede olvidar semejante dato. reinas ungidas por un genio perverso. Se tienden sobre la playa de una piel des-
conocida como si descansaran en los fastuosos salones de una Cleopatra engen-
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drada en la promiscuidad de un laboratorio. Ellas mismas pintan sus blasones, das, desheredadas, descariñadas, desalentadas, despintadas, desequilibradas,
tejen sus tapices, erigen en un miserable cuarto su cámara real, distribuyen títulos desmanteladas, desencajadas, despatarradas, desparramadas, desamparadas,
nobiliarios entre los pasajeros que agitan sus sábanas en noches de olvidable descalificadas, regresan por la madrugada las reinas a sus casas.
lujuria, arman su corte con los amantes más sumisos y organizan un alucinado
ejército con las vergas más enérgicas. Sólo cuando están tristes sueñan con el VII
amor de los pastores y sólo cuando envejecen pierden algo de su desequilibrada
dignidad. En la alta noche, en las calles oscuras, en los baños públicos, entre la fronda de
los parques, en los terrenos baldíos, en las atarazanas desiertas, en los bares del
II insomnio, erigen sus palacios las reinas.

Como sombras fugitivas de un aquelarre, como marquesas adúlteras, como ena- VIII
nas malditas de un circo en llamas, como monjas sobrevivientes de una catedral
sumergida, como señoras agobiadas por el peso de las esmeraldas, como locas Cuando las reinas están solas, se parecen a los gatos, bostezan maullidos. Sus
fugadas de la más sórdida dimensión, como niñas precoces en la esgrima del lenguas que sólo desean un único salado sabor enloquecen dentro de sus bo-
aburrimiento salen voluptuosamente por la noche las reinas. cas como ratas en un tambor de cobre caliente. Detrás de sus párpados desfilan
cuerpos desnudos que huyeron como peces en la última agitación del orgasmo.
III Cuando las reinas están solas se extravían en el recuerdo de los hombres que
jugaron a no estar. Cuando las reinas están solas, subordinadas a la voluptuosi-
De sus sótanos envenenados de humedad, de sus casas maternas rompiendo la dad y a la pereza, se revuelcan en sus sábanas como náufragos en un manantial
vulgaridad con sus rarezas, de sus cuarto piso sin ascensor, del apartamento com- de leche seminífera. Cuando las reinas están solas, sueñan maravillas eróticas,
partido con sus mejores enemigas, de sus áticos ferozmente decorados, del hogar siempre superiores a ese no sé qué de mediocre que encuentran en la realidad.
de una abuela que prefiere no ver ni enterarse, salen sigilosamente por la noche Cuando las reinas están solas, se arrojan a los brazos del autoengaño piadoso o se
las reinas. dejan seducir por la tentación del suicidio. Cuando las reinas están solas, tienden
un puente desde sus desamparos hasta la entrepierna de un hombre culpable de
IV inocencia, un hombre que no sabe nada ni quiere saber nada acerca de la soledad
de las reinas.
Con sus boquitas pintadas, con un leve temblor en las uñas, con los pantalones
amoldados en la exacta redondez de sus culos, con los ojos sutilmente irritados IX
presagiando la proximidad de la lujuria, con los poros listos para la recepción de
las caricias más esquivas, con el radar del insomnio alerta para la aventura, salen Las reinas se lanzan al amor, como hacia los tobillos del verdugo, clausuran
turísticamente por la noche las reinas. la compuerta del azar y se visten de esperanza como quien se pone un traje de
amianto. Saben irremediablemente con la sabiduría de las reinas que el amor
V arde o dura. No obstante, lo atrapan con la habilidad y la paciencia de las arañas.
Tapizan al amor con sofisticadas fantasías y se aferran al descontrol como si
Enrarecidas, ensortijadas, enloquecidas, enmarañadas. emperifolladas, enser- fuera un madero. Pero aman. Las reinas aman. Y regalan los territorios de sus
penteadas, ilusionadas, esperanzadas, acicaladas, endiosadas, agatunadas, auro- inexistentes reinos como si fueran indulgencias a la pobre realidad de sus aman-
leadas, irisdiscentes, espléndidas, hechizadas, patrióticas, clandestinas, seducto- tes. Sus piernas son tijeras sin filo que aprisionan la verga ennegrecida del amor.
ras, salen sofisticadamente por la noche las reinas. Abren sus bocas como ballenas arponadas. Las reinas saben que el acelerador de
la vida, el tubo de oxígeno, el surtidor de energía, fue construido en medio del
VI cuerpo amado. Como monjas revolucionarias se apoderan de esa fortaleza y ofi-
cian el ascenso y el descenso de los culos. No ignoran las reinas que en realidad
Desvencijadas, desmelenadas, desarrapadas, destartaladas, descuajeringadas, hacer el amor es deshacerlo, convertirlo en factible, condenarlo a los gestos de
descajetadas, desvirtuadas, destempladas, desaliñadas, despelotadas, desinfla- un agitado suceso, reducirlo a su mínima expresión. Pero las reinas aman y no
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les importa el delirio que despeina sus modales, porque cuando las reinas aman tion. Con delicadísima compostura ellas asumieron el fin de su tiempo de casta-
hasta se olvidan de que son reinas y por eso aman. ñuelas.
Con pelucas rubias maltratadas por la prisa nadie las salvó del huracán de los
X arios, ningún marinero les tendió una mano en su naufragio. Su extinguida raza
quedará plasmada en los archivos de un siquiatra estudioso de las antiguas for-
Nadie pensaria que están oligofrénicamente solas, que acarician fetiches, que mas de la homosexualidad.
juegan a la muerte, que escuchan sus carcajadas, que se sienten perseguidas por Partieron aturdidas por la alta fidelidad del sonido electrónico, espantadas por los
el cobrador de sus antiguos e impagables placeres. Nadie diría que están tristes látigos del tecno-amo, apenadas por la irremediable desaparición de sus ídolos,
y lloran. Ellas que sobornan con plumas al porvenir y restauran con cosméticos partieron perdonándose todas sus boas de plumas.
todos los desgarramientos.
Nadie llegaría tan lejos como para descubrir que si no fueran reinas morirían de XIII
orfandad. A nadie se le ocurriría pensar que viven monstruosamente desampa-
radas, perdidas como los niños de los cuentos. En su empecinada actuación de (epitafio)
reinas nadie las oyó nunca derribar la frivolidad de sus palacios con un grito y
nadie atestigua el terrible llamado a una madre que detrás de la soberbia, efec- Ellas no están. Se ha cortado el lazo que las retenía majestuosamente y se dis-
túan de rodillas. persaron como ciempiesas borrachas. Saltaron en paracaídas sobre los jardines
de un hospital para ruiseñores heridos. Ya no están. Abandonaron para siempre
XI esas miserables habitaciones que fueron macumbas para el culto a la Piaf, la
(las reinas ambiguas) Callas, la Sara Montiel, la Greta Garbo, la Marilyn Monroe, la Marlene. Si veían
el mundo a través de una fiesta era sólo para defenderse de las púas del traje de
Algunas sólo fueron reinas durante las noches. Algunas jugaron a canjear cor- la humanidad. Acumulaban con soberana paciencia culpas y castigos. Soñaban
batas con el sol y purpurinas con la luna. Intercambiaron montes de venus con con el regreso a un pueblo de accidentadas infancias envueltas en pieles. Eran
pechos viriles como niñas indecisas entre besar a la muñeca o besar al primo. vanidosas y detestaban la miseria.
Algunas sólo fueron reinas que llenas de miedo se alzaron en un tembladeral de Los días de lluvia soñaban infaltablemente con el amor y creían que bastaba te-
eyaculaciones tímidas y precoces. Movieron sus culos al compás de vergas sub- ner sed para ver brotar las aguas del cariño. Ahora se esforzarán en ser sublimes
versivas y lenguas descontroladas. Algunas sólo fueron reinas fuera del horario probándose encajes antiguos. Ahora donde quiera que estén habrán alterado la
de los bancos, como eunucos disfrazados de falsos jueces sin poder dormir del calma. Tal vez se vuelvan escandalosamente dichosas y alumbren las tinieblas
lado de la calma porque en sus habitaciones nupciales hubo siempre un filo de con sus joyas y bailen enloquecidas con la música del viento y entonen la can-
culpa que presagió la delación, el rechazo o el abandono. Algunas para ser reinas ción del delirio y organicen un desfile provocando con sus carcajadas un estalli-
vivieron descuartizadas con un ojo en el deber y otro en el exilio. Reinaron sólo do en el espacio para que todo el universo repare en ellas y tal vez entonces, sólo
en tierras minadas. Calentaron sus manos en la hornalla de la sospecha. Fueron entonces, ejecuten un saludo final.
reinas ambiguas, su debilidad no fue otra que el no poder ser reinas a la luz del
día. Con ingenuidad levantaron un largo muro para protegerse de las injurias y XIV
de ese muro surgió un ojo que las vigila.
(inventario de los bienes que dejaron las reinas al marcharse)
XII
Un espejo enmarcado con desechos de recuerdos, el vano gesto de acariciar a un
Las últimas reinas partieron de madrugada como hechiceras perseguidas por la gato dormido, alguna sofisticada lámpara apoyada sobre un mármol quebrado.
inquisición del progreso. Un bolero amargo acompañó sus taconeos. Con la in- Un tapiz donde se encuentran milagrosamente los egipcios con los aztecas, la
confundible mirada de quienes se saben rechazadas, partieron las últimas reinas. sumisión incondicional a la efebocracia. Lentejuelas que unen dragones sobre la
Como patéticas muñecas se alejaron cargando el pesado equipaje de la derrota. roja tela de un kimono. Abanicos, claveles. La retórica de la agresión, la temida
Como dinosaurios antediluvianos desaparecieron en la triste línea del horizonte. violencia del rouge, la ironía, una manera de gastar las horas como si fueron des-
Ahuyentadas por escandalosas palabras, gay liberation, les gritaron gay libera- coloridas fichas de un juego sin sentido, las alas de una mariposa azul detrás de
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un óvalo de vidrio. La afiebrada dedicación al mecenazgo de fieras vagabundas, semidesnudo que cuelga del techo.
cierto modo de sonreír y la mirada inconfundible del deseo. Lo mira fijamente.
Al cabo de unos instantes ve que esa cara triste sonríe y le guiña un ojo. Entonces
la prostituta se pone de pie. Hace una extrañísima señal de la cruz y se marcha
MARC Y EL POLICIA hacia su trabajo.
Sábado tras sábado.
-Oficial. Entra en la iglesia. Se dirige al confesionario. Le dice al sacerdote que se acostó
-¿Qué le pasa? con un hombre. Que le resultó absolutamente imposible resistir la tentación de
-Necesito apoyo sicológico. sentir del sexo del hombre entre sus piernas derramándole calor. Se explaya en
-Antes lo rechazó. los detalles. Sí, padre, precisamente porque fue demasiado bueno es que es tan
-Pero hoy llueve, oficial. Hágame ese juego de las preguntas. grande el arrepentimiento. Se dirige hacia el altar, lo mira a dios, espera la gui-
-No era un juego. ñada y sale rumbo al trabajo.
-¿Tampoco eso?, entonces yo nunca he jugado en toda mi vida. Entra en la iglesia. Se arrodilla ante el confesionario, Le cuenta al sacerdote que
-Algunos juegos haría cuando era chico, ¿o no? se acostó con ese hombre otra vez. Y con un amigo de él. Sí, al mismo tiempo.
-A veces metía cucarachas en las cubeteras y las ponía en el congelador. Después Que no. Que no la obligaron, pero que la indujeron, Da todos los detalles que
vaciaba los cubitos en una cubetera de mesa. puede hasta que la voz del cura la interrumpe. Y claro que está arrepentida. Lo
-¿Y en qué consistía la diversión? mira a dios en el altar hasta que éste le guiña el ojo y parte hacia su trabajo.
-En el efecto que provocaban en los invitados de mi madre. Aunque lo que más Entra en la iglesia. De rodillas ante el confesionario le describe al sacerdote su
me alucinaba era cuando se derretían los cubitos y se marchaban como si nada. experiencia más excitante de la semana. Sí, con ese hombre y con el amigo. Y
Sin rencor siquiera. con dos chicas más. Sí, todos juntos, si no que gracia. No, cama no había. Sobre
-¿Y a algo más normal no jugaba? una alfombra enorme. Que sí, que lo bueno era la cantidad. Y la variedad. Que
-No. Los juegos los hacía dentro de mi cabeza. su arrepentimiento es tan grande como la satisfacción con que se fue a dormir esa
-¿Y a qué jugaba... en su cabeza? noche. Luego el guiño de dios, la señal de la cruz y el trabajo.
-A probar la fuerza del deseo. A desear algo con mucha fuerza para que sucedie- Al costado de la ruta sus compañeras le preguntaban a qué va a la iglesia todos
ra. Pero nunca sucedió nada, porque el deseo no tiene ningún poder. los sábados. Ella, les dice que va a contarle sus pecados al cura.
-¿Y qué cosas deseaba? Las prostitutas le preguntan por qué lo hace. Y ella les responde:
-El deseo que más me surgía era que se murieran mis padres. Soñaba con ser -Para que el cura se entere de una vez por todas de qué va la vida, y sepa lo que
huérfano. Veía mi casa envuelta en llamas, reducida a polvo, y el camión de los se está perdiendo.
bomberos, y los vecinos amontonados, y mi llegada doblando la esquina, y las Luego, la prostituta vil, ruin y descarada, alza la vista al cielo y le guiña un ojo
miradas y las mentes de todos clavadas en mí, un protagónico absoluto. El jue- a dios.
go duraba desde la salida de la escuela hasta la llegada a la esquina de mí casa.
Terminaba justo al doblar y ver la calle y la casa en el mismo aburrido estado de
siempre. Ser huérfano fue un privilegio que mis padres me negaron. Nunca les MARC Y EL POLICIA
perdonó del todo que no se hubieran muerto en la flor de mi infancia.
-Usted es una causa perdida. -¿Qué está haciendo en esta cueva de prostitutas?
-Entiendo que no me auspicie la locura, oficial, pero no veo por qué tiene que -Eso tendría que preguntárselo yo a usted, oficial.
tirarme abajo la autoestima. Y en un día de lluvia. -¿Sabe que tengo que llevarlo detenido?
-No, no lo sé.
-No se haga el gracioso, ¿tiene drogas?
LOS PRO Y LOS CONTRA DE HACER DEDO -Nunca hay que cometer dos delitos al mismo tiempo. “De una figura delictiva se
puede zafar, pero si se está encuadrado en dos, el caso es insalvable”.
Va a la iglesia todos los sábados a las seis de la tarde. Se confiesa y luego, a -¿Dónde aprendió eso?
falta de una imagen más dichosa de su dios, se pone de rodillas ante ese cadáver -Me lo enseñaron los compañeros que tuve en el calabozo en el que usted me
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hizo encerrar. -Sólo pasaba por aquí.
-Ahora lo voy a encerrar de nuevo para que complete sus lecciones y se convierta -¿Por la puerta de mi casa?, oficial, no me alimente la paranoia porque no voy a
en el delincuente perfecto. exigir que la policía pague la boleta de mi siquiatra.
-No se preocupe por mi educación, oficial, prefiero seguir de autodidacta. -¿Usted tiene un siquiatra?
-¿Qué vino a hacer en un lugar como éste? -Era una broma, oficial, a mí no me siquiatrizaron nunca.
-Qué poca imaginación, oficial -Sin embargo le vendría bien un poco de sicoanálisis.
-Responda a mi pregunta. -Eso es para los locos jodidos, oficial, yo no jodo a nadie.
-Vine a buscar a dos amigas que trabajan aquí. -Usted perturba nuestra comunidad.
-¿Cómo se llaman sus amigas? -No, oficial, yo hago la mía, ustedes se perturban solos. Yo no ando persiguiendo
-Solange Latour y Madame Pompón. a nadie. Es usted el que vino a la puerta de mi casa.
-No me interesan sus nombres de batalla. Dígame cómo se llaman para la ley. -Sepa que yo represento a la ley.
-¿Usted es a prueba de escándalo, oficial? -Sí, y el cura a dios y el sicoanalista al inconsciente. Todos son representantes de
-¿Cómo se llaman? algún producto de la imaginación. Corte esa historia, usted es un hombre que se
-Ramón García y David Klijman. está metiendo en la vida de otro hombre, que soy yo. No lo invito a tomar café
-¿Por qué no tiene amigos más decentes? porque tiene cafeína.
-Porque soy un inadaptado social
-¿Nunca conoció jóvenes más normales?
-Por supuesto, conozco abogados, sicólogos, periodistas, asistentes sociales y LOS PRO Y LOS CONTRA DE HACER DEDO
policías.
-¿Y entonces por qué se mezcla con estos tipos? EL HOMBRE DEL PEUGEOT
-Entre nosotros, oficial, porque me caen mejor los delincuentes.
Conduce encorvado hacia adelante. Piensa en sí mismo. La tarde va oscurecién-
dose sobre la carretera. Él sabe que no eligió ser quien es. Se probó los trajes
LOS PRO Y LOS CONTRA DE HACER DEDO del santo, del responsable, del que jamás haría una locura. Se casó. Se divorció.
Conversa con su ex-esposa sobre política. Pero él no eligió ser quien es. Y ya no
Las prostitutas toxicómanas son solidarias. No hacen daño a nadie pero son ex- da más. Siente que ya no da más de comportarse como un sobrio homosexual.
pulsadas del mundo civilizado. Las prostitutas toxicómanas son las únicas reser- Fingió para conducirse sin tropiezos. Ahora descubre que quiere sentirse mujer.
vas de amor que le quedan a la humanidad. Ser mujer. Se endereza ante el volante. Suspira con afectación. Ensaya. Cambia
La humanidad las expulsa, y en ellas expulsa al amor. Hipócrita, erotofóbica y sus gestos. Se desviriliza, como si su conducta anterior no hubiera sido más que
despiadada, la humanidad las expulsa. un forzado uniforme. Quiere vestirse de mujer. Ser mujer. Tenderse al costado de
Las prostitutas toxicómanas son solidarias. Le dan amor al ciego, al que no tie- la ruta como una mujer tendida al costado de la ruta. Abrirse de piernas y ofrecer
ne dientes, al deforme, al calvo libidinoso, al tarado mental, al obrero hastiado. el culo como una mujer que se abre de piernas y ofrece el culo. Pintarse los ojos y
Reciben unas monedas a cambio, es verdad. Pero las mujeres respetables cobran los labios. Ponerse pelucas. Caminar contoneándose por ciertas calles. Parece un
aún más caro y son incapaces de dar amor a quien le falta una pierna, un ojo o deseo imposible, ahí, desde el Peugeot, mirando al sol que da por terminado su
la inteligencia. trabajo. Un extraño y peligroso deseo. Pero sabe que si lo reprime llegará a ob-
Las prostitutas toxicómanas son solidarias. Aman por la paga, pero aman. Las sesionarlo. Vestirse de mujer. Ser débil. Poder ser débil. Acurrucarse en el pecho
prostitutas toxicómanas son buenas en su trabajo y no entienden por qué las ex- de un hombre. Ser débil y feliz. Se ve con su panza y su calva metido en ropas
pulsan del mundo civilizado. de mujer. Le parece lastimoso. Le parece divertido. Se trata de una estúpida ocu-
rrencia. De la ocurrencia a la obsesión hay un solo paso, y ya lo ha dado. El paso
siguiente conduce a la entrega. Acabará por darlo. Lo sabe. Recuerda que cuando
MARC Y EL POLICIA se confesó su homosexualidad quiso suicidarse. Lo mismo quiere ahora. Aquella
vez no se suicidó y luego tuvo momentos de felicidad o de una copia bastante
-Oficial, ¿otra vez siguiéndome los pasos? parecida al original. Recuerda que también quiso suicidarse cuando lo único que
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podía salvarlo de la ruina era una estafa. Después no resultó tan insoportable el -Buenos día, oficial, pero llámeme “Marc La Sucia Rata”.
haber estafado. Esta vez es algo más revolucionario, más difícil de afrontar. ¿O -¿Por qué le gusta tanto que lo llamen de esa manera?
siempre le pareció la más difícil cada decisión en su momento? Sea como fuere, -Porque Marc puede llamarse cualquiera, pero Marc La Sucia Rata hay uno solo:
no está tan seguro de que esta decisión tenga consecuencias relativamente favo- yo.
rables como ocurrió con las anteriores. -De acuerdo, sucia rata, ¿qué tal su cerveza?
Afeitarse las piernas, perfumarse los pechos. Caminar como una mujer. Fumar -Químicamente activa, oficial.
como una mujer. Sentirse mujer. Quiere probarlo. Sonríe. Piensa que su ex-es- -Lindo atardecer, ¿verdad?
posa lo encontrará encantador, encantadora. Seguirán conversando sobre política -Sí, oficial.
o tal vez sobre tópicos más femeninos. Enciende los faros del Peugeot. Suspira. -Un atardecer de primavera, ¿no es cierto?
Abre la guantera. Saca un papel metálico con un pequeño objeto de plata, aspira -Así parece, oficial.
cocaína. Recuerda que antes de enterarla a su ex-esposa acerca de su adicción se -Hasta hay un perfume especial en el aire, ¿no es así?
hizo un nudo de cuestiones, que con el tiempo le resultaron ridículas e ingenuas. -Le advierto, oficial, que si después de las margaritas y los ruiseñores, va a venir
Se quita los zapatos. Conduce descalzo. Enciende un cigarrillo, lo toma con la un “qué hago en este parque y si me estoy drogando”, no voy a responderle. Así
punta de los dedos. Sintoniza la radio en una canción idiota. Se pasa la mano que si está en onda pesada lléveme preso ya mismo y ahorremos tiempo.
por la nuca. Rota los hombros para relajarse. Suspira. Aprieta el acelerador y -¿No se da cuenta Marc Sucia Rata que si continúa drogándose tanto va a morir
recuesta la cabeza sobre el respaldo. La noche y la luna tiñen de azul la carretera. muy joven?
Ya es una mujer. -No tengo intenciones de ganar ningún campeonato de longevidad, oficial.

MARC Y EL POLICIA LOS PRO Y LOS CONTRA DE HACER DEDO

-¿ Cómo se encuentra hoy? ¿Cómo junto todos los pedazos? No me dejes. Tenés que quedarte conmigo por-
-Triste, muy triste, oficial. Cualquier expresión de afecto será bien recibida. que solo vos sabes si creo en algo a veces. Tenés que quedarte para decirme si
-Otra vez está drogado. está bien o si está mal o si no es asunto mío. Tenés que quedarte para decirme
-Drogado no, oficial, triste, dije triste, con el corazón hecho pelota. quién soy, para que no lo olvide, para que no me lleve un rayo hacia el centro de
la tierra. No podes irte porque sólo vos sabes si quiero seguir viviendo. No me
dejes.
LOS PRO Y LOS CONTRA DE HACER DEDO Aunque todo sea incierto pedime que salte (yo cambio la música por oír tu voz),
pedime que salte en la oscuridad pero no me dejes.
En la oscuridad las palabras golpean contra las paredes. No me dejes. Retumba No me dejes.
en el ciclo helado su voz diciendo no me dejes.
Caen pesados, heridos de muerte de amor, los sonidos de las palabras en una pro-
fundidad sin oídos. Un perderse para siempre en el vacío. Un herirse la piel con
el filo de la luna. Un golpearse contra la indiferencia. Una explosión de venas,
huesos y células en algún rincón del pecho. El dolor impulsando una reacción en
cadena. El dolor multiplicando una figura mutilada en infinitos espejos. No. Me.
Dejes. Un apagarse todas las estrellas de dos en dos de diez en diez de mil en mil.
No me dejes no me dejes no me dejes.

MARC Y EL POLICIA

-Buenos días, Marc.


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-En cualquier lado.

LOS PRO Y LOS CONTRA DE HACER DEDO

Yo sabía que había un tigre debajo de la cama, un orangután en el armario y una


araña gigante dentro de un zapato.
Te amaba tanto que para que durmieras tranquila me levantaba por las noches y
les daba de comer al tigre, al orangután y a la araña.

Tercera Parte Como no me amabas te resultó fácil creerme loco y no quisiste más vivir conmi-
go. Me obligaste a tomar un tren.
Casi todos los pasajeros descansan con los ojos cerrados. Yo no. No puedo rela-
jarme. Miro la luna por la ventanilla y pienso que estás dormida y que no sabes
que hay un tigre debajo de la cama, un orangután en el armario y una araña
gigante dentro de un zapato.
“Bienaventurados los que padecen persecución de la justicia, por-
que de ellos será el reino de los cielos.”
MARC Y EL POLICIA
El evangelio según San...
-Qué sorpresa, oficial, usted en la puerta de mi casa. Ya sé. No me diga nada.
Vino a detener al portero. Déjelo libre. Es mala gente, pero la cárcel me parece
terrible hasta para un portero hijodeputa como éste.
-¿Hacia dónde se dirige a esta hora?
- Voy a misa.
-A las tres de la mañana no hay misa.
MARC Y EL POLICIA -Le aseguro que sí, oficial.
-¿Qué quiere decir para usted “ir a misa”?
-¿Cómo se encuentra hoy? -Con “ir a misa” quiero decir que a dónde voy y qué voy hacer son asuntos míos.
-Socialmente muerto. ¿No pretenderá que le informe a la policía cada uno de mis movimientos, oficial?
-Tiene un aspecto lamentable. Véase en un espejo, mire sus ojeras... -¿Adónde va?
-No me lo recuerde, oficial, hasta mi propia cara me delata. -No se distraiga por mí, oficial, siga su camino como si yo no existiera.
-¿Para qué se droga? -No se haga el gracioso y responda lo que le pregunté. O lo llevo preso.
-Para huir de la realidad y llevar una vida imaginaria hasta acabar en este estado -Es la misma historia de siempre: un pobre inocente en la cárcel y los verdaderos
de marginación, caos y desorden mental en el que me encuentro más feliz, mu- culpables siguen sueltos.
cho más feliz, ¿no le parece una buena razón para drogarme?
-No, no me lo parece. Usted debería pensar en sus padres, en el dolor que deben
sentir al ver que su hijo no es el que habían soñado. LOS PRO Y LOS CONTRA DE HACER DEDO
-Por eso no se preocupe, oficial, ellos tampoco son los padres que yo hubiera EL DESALIENTO
soñado. -poster-
-¿Pero usted no tiene ningún respeto por la familia?
-La familia es una convención de la cultura, oficial. No eres ni la sombra de lo que quisiste ser. Traicionero asunto resultó la vida. Ni
-No hable de ese modo, Marc, piense dónde va a estar mejor que en la casa de la mitad de lo prometido cumplió el pasado.
sus padres. Lo esperes o no, vendrá o no. Lo busques o no, lo encontrarás o no. Te prepares
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o no, te servirá o no. Todo da igual. Más allá de tus ilusiones y tus planes se música simultáneamente. Regresa de la playa. Conduce desnudo. Sólo una pe-
desenvuelve la vida. queña toalla cubre su sexo.
Al dar una vuelta de llave (si se vive solo y es de noche y lo que se hace es ce- Dos chicas punks hacen dedo en un cruce de la carretera. Al Citroën no lo ven.
rrar la puerta para quedar del lado de adentro) se tiene la sensacion de haberle Esperan un automóvil más caro. Pero cuando Gary pasa cerca de ellas súbita-
bloqueado los caminos al azar, de haberle cortado con la guillotina la cabeza a mente lo detienen. Las punks se meten en el asiento delantero. Junto a Gary.
lo imprevisible. -No pensábamos subir a esta lata -dijo la que llevaba un alfiler clavado en la
oreja.
-Pero después te miramos bien y... chico, qué quieres que te diga, eres demasiado
MARC Y EL POLICIA bonito para un Citroën -agregó la que llevaba el alfiler atravesado en la mejilla..
-No te entiendo, nena -mintió nuestro héroe.
-Estuve tres días sin comer y nadie me ayudó. Como no tengo el estómago hin- -Mi amiga te dice que te mereces algo mejor, bonito -aclaró la que llevaba el
chado, ni los brazos huesudos o los ojos saltones para salir en los diarios, no le alfiler en la oreja.
intereso a la humanidad. A Gary se le había puesto dura en el preciso momento en que esos dos culos
-¿Ve? Es la droga que no lo deja trabajar. punks se apoyaron sobre el asiento caliente del Citroën.
-¿Qué droga, oficial?, paso hambre porque no trabajo, pero no trabajo sólo por- No tuvo que hacer nada. Sólo dejarse devorar. El volante giró hacia la derecha.
que no me gusta, es así de simple. Las cuatro ruedas salieron de la ruta. Las manos, las bocas, las pelvis, los pechos
-Usted está envilecido por la droga, se ha quedado sin amigos, ha degradado su de las punks se incrustaron en todos los accidentes de su cuerpo. Luego de sopor-
aspecto y por eso la sociedad no le da trabajo. tar media hora de acrobacias sexuales, el Citroën ha retomado su ruta.
-Está hablando igual que los titulares de las revistas, oficial, usted no me entien- -¿Para qué? -preguntó la del alfiler atravesado en la mejilla.
de: me drogo porque me drogo, es como fabricar primaveras. -Para una sesión más completa -dijo Gary.
-Va a tener que acompañarme a la comisaría, Marc. -¿Tenés películas porno? -preguntó el alfiler en la oreja.
-¿Todavía no conoce el camino de regreso, oficial? -Tengo algo mejor, vamos a filmarnos a nosotros -dijo nuestro héroe, y sacó dos
-Lo conozco, pero prefiero hacerlo en su compartía. tarjetas de acrílico de la consola.
-No hay ningún inconveniente, oficial, pero eso sí: lo acompaño hasta la puerta -Ahí estaremos.
nada más. -Hasta mañana, bonito.
-Andando. Las punks se perdieron entre una oleada colorida de bañistas que cruzaban la
-Algún día ni los drogadictos ni los traficantes serán perseguidos, oficial, usted carretera.
no llegará a verlo, pero sucederá. Los libros de historia contarán que en el siglo Gary durmió toda la noche y parte del día siguiente hasta que sonó el teléfono.
XX la policía perseguía a los drogadictos y condenaba a los traficantes. Los -Hola...
estudiantes no entenderán semejante absurdo. Los más comprensivos sentirán -Gary, ¿te despierto?
piedad por los seres como usted. Alguno se pondrá en mi lugar y derramará -Sí, adorable idiota, me despiertas.
lágrimas de mercurio en estado de ebullición. -¿Quieres ganarte doscientos dólares o te tienta más seguir durmiendo? -pregun-
-Cállese ya. tó Linda por el auricular.
-¿Qué hay que hacer? -dijo Gary en tono de protagonista.
-Sexo, báñate que paso a buscarte en una hora.
LOS PRO Y LOS CONTRA DE HACER DEDO -¿Qué clase de sexo?
-Nada que tú no hayas hecho alguna vez.
DEMASIADO BONITO PARA UN CITROEN -Pero no contigo, Linda -dijo el protagónico.
-comic- -Esta es tu oportunidad.
-¿Tan acabada estás que piensas pagarme?
El Citroen gris se distingue del pavimento sólo por su sombra. Visto desde arriba -Todo lo contrario, cariño. Yo traigo al cliente, cobraré el doble que tú. Paso en
semeja un envase de hojalata abierto y deslizándose por la carretera. La sardina media hora. Adiós.
que conduce se llama Gary. Conduce su Citroën, toma sol, almuerza y escucha -¿Qué hay que hacer exactamente...? -volvió a preguntar Gary. Pero Linda ya
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había colgado el auricular de su aparato de nácar para zambullirse en una bañera -Nos ha pagado de todos modos -insiste Linda.
de espuma azul. -Pero es la primera vez que me pasa -dice el héroe herido en su honor.
Linda se puso perfume detrás de las orejas. Salió del óvalo del espejo. Se echó -No te montes historias, Gary, no hay problema. Además, si estuviste con esas
sobre los hombros un abrigo de pieles blancas y se dirigió hacia su Ferrari, vital muchachas antes, es normal.
e intranquilizante como un felino en su territorio. Se calzó el automóvil. Puso un Linda volvió a encender la radio.
cassette y la música la envolvió durante todo el trayecto hasta el estudio de Gary. -No es normal, no para mí.
Las dos muchachas punks descienden de la camioneta de un ranchero. Se pre- -Normal o anormal, la próxima vez tendrás que tomarte un tiempo de recupera-
sentan ante las puertas del estudio de Gary. ción.
-¿Qué hacen acá? -pregunta Gary con doscientos dólares en las pupilas. -Linda -dice Gary y clava el freno.
-Nos habías dado cita, bonito -dijo la del alfiler en la mejilla. -¿Qué te pasa? -pregunta Linda que se ha dado la cabeza contra el parabrisas.
-Bueno, pero... hubo un pequeño cambio de planes. La Ferrari se detiene violentamente al costado de la carretera.
-Eso es lo que tú piensas, Gary -dijo la de oreja con alfiler. -¡Te has vuelto loco!
-Pasan a buscarme en quince minutos. Se trata de un negocio. -Coincido contigo, Linda, pero ahora vamos a ver quién necesita un tiempo de
-Quince minutos nos alcanzan, ¿no es así? -dijo alfiler mejilla mientras alfiler recuperación.
oreja cerraba la puerta a sus espaldas. -¡Suéltame, tonto!
-¿Qué es lo que se proponen, nenas? -preguntó el duro de Gary. -No, Linda, aflójate, ahora empieza mi negocio.
-Vamos a violarte, bonito. Linda se afloja. Deja que Gary muerda sus pechos mientras alcanza a sacar una
-Lo mejor será que te relajes, ya sabes. pistola de la guantera.
Linda hizo sonar el claxon, con un acorde de Mozart, varias veces. Gary apareció Gary cae naturalmente, como diluyéndose entre las piernas de Linda, con una
poniéndose una americana y calzándose los cheyenes. bala en el estómago.
-Lo siento, Linda, tuve una visita inesperada. Ella abre la puerta y delicadamente deja caer ese bulto. Se coloca al volante. Le
-¿Negocios? habla a Gary que se retuerce sobre el asfalto.
-Negocios sucios, no sé si entiendes –respondió el protagónico absoluto. -Gary Querido, te advertí que mis negocios son más sucios que los tuyos.
-Gary, te advierto que mis negocios son mucho más sucios que los tuyos. Ya es la noche, la Ferrari se reincorpora en el tránsito hasta ser dos luces rojas
-¿Me estás desafiando, Linda? entre cientos de luces rojas que dibujan un infierno eléctrico sobre el pavimento.
-No, Gary, sólo trato de que te quede claro con quien vas.
-Okey, ¿a quién tenemos que matar? THE END
-Esto es más sencillo. Vamos a acostamos con el secretario de un ministro.
La Ferrari se detuvo en seco. Gary se dio la cabeza contra el parabrisas.
-Es aquí, tengo las llaves -dijo Linda, bajando para abrir un portón de rejas. MARC Y EL POLICIA
-¿Y por qué no llamaste a otra clase de tipo? -preguntó Gary desde su asiento.
-Porque me aclaró que no quería un gay. -Oficial, jamás se me hubiera ocurrido que le gustaba bailar.
-¿Y si se pone pesado? - No me gusta.
-No se pondrá. Puedo manejarlo. Se conformará con mirar, baja. -¿Y entonces a qué vino a una discoteca?
-Entonces entremos. -A detenerlo.
De regreso conduce Gary. Empieza a anochecer. Linda viaja recostada, envuelta -No tengo drogas, oficial, créame, estoy bailando en estado de inocencia. Me
en sus pieles y en sus perfumes. Enciende la radio y le tiende a Gary dos billetes ampara un artículo de la constitución.
de cien dólares. -¿Qué artículo?
-Toma. -Ese que dice que todos los hombres son libres de entrar, salir o permanecer bai-
Gary apaga la radio y rechaza los billetes. lando en este territorio. Que por el solo hecho de bailar y disfrutar de la música
-Que te los guardes. ya son libres. Siempre que bailen son libres.
-No hay ningún problema, Gary. -Ese artículo no existe.
-Sí que lo hay. -Qué pena, es el único articulo que podría garantizar el derecho a la alegría.
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-La constitución garantiza la tranquilidad de todos los habitantes de este país. LOS PRO Y LOS CONTRA DE HACER DEDO
-Oficial, ¿usted nunca se detiene a revisar si todo lo que cree es cierto?
-No me hace falta. Un tigre debajo de la cama y un orangután en el armario y una araña dentro de un
-Sin embargo, yo le recomiendo que haga un alto y se siente ante una de esas zapato. Y yo que no dormía para que durmieras. El orangután. El tigre. La araña.
mesas, quítese un ojo, preferiblemente el izquierdo, después meta la mano por el Y yo que no dormía. Cuánto te amaba.............................................................
agujero, tal vez deba desajustarle el nudo a algún viejo sueño, darle un poco de El tigre y el orangután y la araña, cuánto te amaba..................... cuanto te amaba.
oxígeno a los deseos o, quizás, tenga que realizar la triste pero intransferible tarea
de retirar el cadáver de alguna esperanza.
MARC Y EL POLICIA

LOS PRO Y LOS CONTRA DE HACER DEDO -¿Me buscaba a mí?


-Toda la vida lo he buscado, oficial, pero hoy el deber me reclama en otro sitio.
NO ME DEJES -¿Adónde va?
-Me citaron para el control sicológico en Toxicomanía.
No me dejes. Desde lo alto y oscuro de mi soledad te beso con la mirada y no lo -¿Y cómo va eso?
sabes. Y no hace falta que lo sepas, ni nada. Es un placer observarte cuando no te -¿El control sicológico o la toxicomanía?
das cuenta. Es hermoso y tonto mirarte cuando no te enteras. Verte actuar. Ima- -El control sicológico.
ginar lo que imaginas. Suponer lo que piensas. Qué alegría inocente y obscena -Ah, ¿eso?, bastante más claro. La sicóloga me dijo que la culpa de que yo sea
saber que lo ignorabas y haberte mirado tanto. No me dejes. un inadaptado, la tiene usted.
-La sicóloga nunca puede haberle dicho ese disparate.
-¿Usted cuida la paz y el orden de la sociedad?
MARC YEL POLICIA -Por supuesto.
-¿Y usted forma parte de esta sociedad?
-Oficial, lo he estado observando desde mi ventana, ¿me puede decir qué hace -Efectivamente.
en esta esquina en actitud sospechosa?, ¿Acaso alguna misión extraordinaria? -Bueno, la sicóloga me dijo que la culpa de mi problema la tiene la sociedad, o
-Sí. sea, usted, oficial.
-¿Y cuál es su misión? -Para usted todo es fácil: se hace el loco cuando le conviene y listo.
-Atraparlo a usted y a su proveedor de drogas. -No vaya a creer que es tan fácil. Sostener el desequilibrio cuesta tanto como
-Si se trata sólo de eso, puede ir a su casa tranquilo porque recién llamó para mantener el equilibrio. Me cuesta, oficial. Me cuesta mucho ser libre.
avisarme que no vendrá.
-¿Usted piensa que voy a creerle?
-No.
-Vuelva a su casa y no salga de ahí. LOS PRO Y LOS CONTRA DE HACER DEDO
-Nada me causa más pena que ver un ser humano tiritando de frío inútilmente.
-Vuelva a su casa. La ciudad se hallaba tranquila. No aullaban por sus calles las sirenas del crimen.
-Me destruye verlo congelarse. Sobraba espacio en las cárceles. Y sus habitantes vivían sin miedo.
-Vuelva a su casa y enciérrese. La policía, tal vez por aburrimiento, puso en práctica un método con el fin de
-De acuerdo, pero antes de encerrarme, voy a traerle una bufanda y un termo con obtener delincuentes.
café, oficial. Fueron elegidos al azar algunos jóvenes de la calle. El método consistía, apro-
-Ni se le ocurra. ximadamente, en que los patrulleros salían a buscar por los sectores alegres y
-¿Qué le pasa, oficial, tiene miedo de perder imagen? concurridos de la noche a los jóvenes elegidos. Cuando daban con ellos se dedi-
caban a perseguirlos.
El método resultó infalible. Los jóvenes acabaron cometiendo algún delito para
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no volverse locos. -¿Y el equilibrio ecológico, oficial?
-Usted va a terminar en una demencia absoluta.
-Ojalá suceda pronto, oficial.
MARC Y EL POLICIA

-Tengo serios problemas para relacionarme con los demás habitantes de mi casa. LOS PRO Y LOS CONTRA DE HACER DEDO
-¿Pero si usted vive solo?
-Solo no, sin ninguna compañía humana, que no es lo mismo. EL DESALIENTO II
-¿No me va a decir que tiene problemas de relación con el perro?
-Oficial, no me tome por tarado. No tengo perro, eso es un hábito de gente legal. El futuro ya pasó.
-¿Entonces con quién tiene problemas de relación? No porque le temas a la larga noche, dios va a existir.
-Con las cucarachas. Comprender un sentimiento cuando se ha hecho tarde para salvarte la vida. Es
-Ahora usted me toma por tarado a mí, entiendo. demasiado estúpido.
-No, oficial, no entiende, le estoy hablando en serio. Tengo la casa llena de cuca- Has entendido que nunca te encontrarás. Lo que ahora no sabes es cómo perder
rachas. Y no sé qué hacer con ellas. el deseo de buscarte.
-Mátelas. Ni la sombra. La esperanza fracasó.
-No me parece la manera más creativa de resolver el problema, oficial. Tu aspecto denigra al que eres. La forma te condena.
-Marc, compre un frasco de veneno, extermine todas las cucarachas y listo. Haga
lo que haría cualquier persona normal: mátelas.
-Usted habrá notado que yo de normal tengo muy poco, oficial. No puedo matar- MARC Y EL POLICIA
las, sencillamente no puedo.
-Haga que las mate otro entonces. -Tiene que ayudarme, oficial.
-Tampoco soporto la idea de ser cómplice del crimen. -¿Dónde lo atraparon?
-Usted está rematadamente loco. -En una fiesta.
-Sí, pero eso ya lo hemos hablado otras veces, oficial, ahora le estoy hablando -¿Y qué hacía usted en esa fiesta?
de las cucarachas. -Decía boludeces, escuchaba música, bailaba en estado de gracia celestial.
-No las mencione más. -¿Era una fiesta normal?
-Ah, ¿no le tendrá aversión a esos oscuros animalitos, oficial?, usted como repre- -Más que normal, oficial, festejábamos el cumpleaños del Papa.
sentante de la ley no puede permitirse esa clase de sentimiento. A mí en cambio -¿Qué Papa?
me caen bien, salvo por ciertos problemas de convivencia. No son una mala -El Papa, uno que vive en Roma.
compañía, cuando llego a casa con ganas de hablar, como hoy, me escuchan con -¿El Santo Padre?
atención. -No, oficial, un amigo al que le decimos el Papa porque vive en Roma. Vino a
-¿Así que usted les habla? pasar unos días y le hicimos una fiesta típica de nuestro país, con policías y todo.
-Por supuesto, oficial, les cuento las cosas que me pasaron en el día. De usted ya -Me informaron que en esa fiesta encontraron drogas.
les conté todo. Creo que no lo estiman demasiado. Pero volvamos a los proble- -¿Y qué esperaban encontrar, confites y trompetas?
mas de convivencia. A ellas no les gusta que yo entro en la cocina por la noche y -¿Qué quiere que haga?
encienda la luz. Y a mí lo que me molesta es que se asomen cuando hay visitas. -Que les diga que me dejen ir.
Habíamos hecho un pacto mutuo. Pero en la práctica no se cumple. Las noches -De acuerdo, váyase.
que tengo sed, voy a la cocina y les arruino la diversión. Y cuando ellas necesitan -Oficial.
entrar en mi habitación, entran aunque haya gente. -¿Qué?
-Mátelas. -¿Podría sacar también al Papa?, se va a llevar un recuerdo horrible. Hágalo por
-Qué amplitud de pensamiento, oficial. la imagen de nuestro país en el exterior.
-Mátelas. -De acuerdo, voy a hacer que lo larguen.
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-¿Y a mis otros amigos? LOS PRO Y LOS CONTRA DE HACER DEDO
-¿Cuántos son?
-Ciento veinte, más o menos. Para curar el ardor en el plexo solar, que sobreviene cuando se ha perdido el
amor, lo aconsejable es tomar una cápsula de ojo izquierdo de iguana macho
puesta a secar tres meses en una habitación oscura, en la que desfallece todas las
LOS PRO Y LOS CONTRA DE HACER DEDO noches un deforme enamorado, cuyo amor no es correspondido, y beberla con
té de mandrágora.
No dejes que se vaya. Si se va no lo verás nunca más. Si se va hablará otros La cura acontece, no por efecto de la cápsula de ojo izquierdo de iguana macho
idiomas. Se cubrirá con ropas nuevas, Aprenderá distintas formas de placer. Des- ni por la mandrágora, sino por los tres meses que se ha estado esperando ante la
cubrirá que era hermoso estar a tu lado pero que no eras imprescindible para puerta de la habitación oscura, en la que desfallece todas las noches un deforme
respirar. enamorado, cuyo amor no es correspondido.
No lo dejes ir. No puedes dejar que se vaya. Hazte un sitio dentro de sus pulmo-
nes. Asesínalo, pero no lo dejes ir.
Los que se van no vuelven, los que vuelven son siempre otros. Apunta directo a MARC Y EL POLICIA
su corazón y dispárale toda la muerte. Tienes el derecho otorgado por el demente
tribunal del amor. Asesínalo. -Buenos días, oficial.
Te absolveremos los que hemos amado alguna vez. Pero no lo dejes ir, porque -¿Ahora es usted el que me persigue a mí?
cuando se deja partir a alguien, ya no se lo ve nunca más. -¿Por qué habría de perseguirlo, oficial?
-Porque está solo. Porque sus amigos se aburrieron y se cansaron de usted.
-¿Cómo puede saber lo que piensan mis amigos?
MARC Y EL POLICIA -Porque ellos me lo dijeron.
-¿Qué le dijeron de la Sucia Rata de Marc?
-¿Otra vez con las cucarachas? -Que es un enfermo mental.
-Sí. -Qué curioso, oficial, eso es precisamente lo que yo pienso de ellos.
-Mátelas -No les interesa siquiera tomar una cerveza con usted, acéptelo, Marc, está solo,
-De acuerdo. Matemos a las cucarachas, al mosquito anófeles, uno a uno todos no tiene con quien hablar. Y la soledad lo condujo hasta esta comisaría.
los gorriones, y también a los gatos. Eliminemos palomas y perros, murciélagos -Muy conmovedora su película, oficial, pero no fue la soledad la que me trajo
y cisnes. Y no nos detengamos ahí. Descuarticemos lagartos, aplastemos arañas, aquí, fue un patrullero.
desmembremos luciérnagas, desollemos focas y decapitemos ciervos. Cuando -¿Un patrullero?
nos hayamos habituado al exterminio animal, nos va a parecer un juego empezar -Sí, un auto azul con luces en el techo y por dentro todo relleno de policías.
con la especie humana.
-Delire todo lo que quiera, Marc, pero los insectos son muy peligrosos.
-Me parece que tiene razón, oficial, recuerdo un caso terrible. Un amigo mío qui- LOS PRO Y LOS CONTRA DE HACER DEDO
so alejarse del delito y se fue a vivir a una pensión ribereña. Tenía serias intencio-
nes de adaptarse a esa vida modesta. Pero no resultó, los insectos lo perseguían CABALGA
a toda hora. No podía dormir ni meditar en paz. Tuvo que robarle seiscientos -poster-
dólares a un inocente para irse a vivir a un hotel confortable.
-¡Todo por culpa de los insectos! Cabalga sobre mí.
-Claro, usted lo dijo, oficial, los insectos son muy peligrosos. Aprisióname entre tus piernas y cabálgame. Cabalga. Agujeréame con la dura
furia. Átame con cintas de cuero y agita tu látigo sobre mi espalda. Cabálgame.
Empápame en el sudor de tu cuerpo. Cabalga sobre mí. Haz que te obedezca.
Cabálgame. Dime qué soy y cuánto valgo. Claudícame. Extiéndete sobre mí
como si fueras un pesado océano. Asfíxiame. Cabálgame. Dime que me quieres
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y desaparece para siempre de mi vista. para más de dos líneas, pero como dice el refrán, más valen dos buenas líneas
que ciento cuarenta y ocho mulas. Ja ja. Bueno dejen que se las gaste cualquiera
de mis amigos. A mis hermanas quiero pedirles que si alguna de las dos tiene un
MARC Y EL POLICIA hijo, le ponga mi nombre: Ale. Y para mamá y papá les dejo el sonido del disparo
que van a escuchar ahora para que les quede grabado como un hermoso recuerdo
-¿A qué vino a mi oficina? para toda la vida”.
-Tengo que pedirle algo, oficial.
-¿Qué quiere? II
-¿Usted usa ese tono para desalentarme, oficial?
-¿Qué tono? El comisario descendió del auto patrulla que quedó con la luz roja encendida y
-Ese. girando como en las películas. Abrazó a su mujer que lloraba también como en
-Dígame qué quiere o váyase. Hoy no tengo tiempo para perder con un loco. una película. Trepó las escaleras hasta el cuarto del piso superior. Entró. Súbita-
-Justamente de eso se trata lo que vengo a pedirle. mente se quedó inmóvil. Desde la ventana abierta en la noche, el comisario podía
-¿De qué? ver las luces rojas y blancas sobre la carretera. Pero no se detuvo en esa visión.
-Del estado de mi mente. Vengo a pedirle un certificado de locura, oficial, ¿me A sus pies, sobre el piso de madera, había otro paisaje: un fusil y el cuerpo de su
da uno? hijo. Y el muchacho estaba muerto.
-Usted delira.
-Obvio, por eso le estoy pidiendo un certificado de locura. III
-Yo no pienso darle ningún certificado.
-¿Y dónde tengo que pedirlo? El comisario y su mujer alcanzaban a comprender apenas un poco el significado
-En ninguna parte porque eso no existe. del trágico suceso. Minutos después descubrieron la dedicatoria “para mamá y
-¿Y cómo se arreglan los otros locos sin certificado para que la policía no los papá les dejo el sonido del disparo que van a escuchar para que les quede graba-
arreste todos los días? do como un hermoso recuerdo para toda la vida”. Entonces ya no comprendieron
-Están locos de verdad y no necesitan credenciales para demostrarlo. nada. Y eso los tranquilizó.
-Oficial.
-¿Qué?
-¿No tiene miedo de que algún día me vengue?
-Desaparezca.

LOS PRO Y LOS CONTRA DE HACER DEDO

El joven se levanta de su cama. Usa unos calzoncillos anchos que hacen más
desgarbada y adolescente su figura. Mira por la ventana. Y la carretera. Pasan
un Peugeot, un Citroën, un jeep. Se sienta sobre el piso de madera. Toma un pe-
queño grabador y comienza a hablar. Su voz suena por momentos natural y por
momentos se entrecorta: “Espero que esté grabando. Antes de hacer lo que voy
a hacer, quiero decir dos o tres cosas. Que los cigarrillos que quedan en el cartón
de Winston son para Francesc. El long play de Laurie Anderson me lo prestó
Roger Waters. En la lata que dice Torta Galesa hay grass, que se lo fume quien
quiera. También hay un poco de blanca en la tapa del agua mineral, no alcanza
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LOS PRO Y LOS CONTRA DE HACER DEDO

Desde su ventana, el pequeño príncipe observa el horrible espectáculo de una


niña envuelta en llamas.
La envuelta en llamas corre ciega entre los árboles. Es un trompo que gira en-
redado con hilos rojos y amarillos. Los guardias del palacio la violaron, la em-
paparon con el combustible de las antorchas y le prendieron fuego como a un
demonio encarnado.
El pequeño príncipe la ve correr por el bosque envuelta en llamas. Ella tiende los

Cuarta Parte brazos y corre. Corre como si fuese a echarse al cuello de su amante. La envuelta
en llamas corre hasta que cae y es sólo una masa oscura y humeante.
El pequeño príncipe manda decir al jefe de sus guardias que quiere ver otra más.

MARC Y EL POLICIA
“El mundo seria igual sin literatura. En cambio, estoy convencido
de que seria completamente distinto si no existiera la policía. Pien- -Marc, Sucia Rata, no sea imbécil y desáteme.
so, por tanto, que habría sido más útil a la humanidad si en vez de -Sería imbécil si lo desatara, oficial.
escritor fuera terrorista” -¿Cuánto tiempo piensa tenerme así?
-Ya no tengo ninguna obligación de responder a sus preguntas.
Gabriel García Márquez -No toque ese arma.
-Oficial, creo que todavía no comprende su nueva situación.
-Usted ya está muy grave, Marc, van a tener que operarlo de la cabeza.
-Tal vez no sea mala idea, oficial, podrían trasplantarme un cerebro de mosquito
para que pueda entenderlo a usted.
-Desáteme.
MARC Y EL POLICIA -¿Vio esa lluvia, oficial?
-No le encuentro nada de particular.
-Usted no puede secuestrarme, Marc. -Alma sensible la de los policías.
-Ya lo he hecho, oficial, como siempre la realidad y la idea que usted tiene de ella -¿Qué dice?
no coinciden. No consigo entenderlo. -Decía que es la lluvia más triste y mansa que he visto en toda mi vida.
-Me ha entendido perfectamente. Esto que acaba de hacer le va a costar tres años -Desáteme.
de prisión. -No pienso dejarlo ir, oficial, llueve y no quiero quedarme solo.
-Es un buen tiempo. En tres años habré terminado de escribir “Los Pro y los -¿Qué le asusta de la lluvia?
Contra de Hacer Dedo”. Y será perfecto. Mi libro es un mapa en el que están -Su composición química.
trazadas todas las carreteras de la existencia. ¿Sabe a dónde conducen esas ca- -¿Y cuál es?
rreteras, oficial? -Hidrógeno dos, oxígeno uno y recuerdos mil
-A la cárcel. -Desáteme, Marc.
-No. A uno mismo, a ninguna parte. -No. Tengo pensado otro final para usted.
-¿Para qué me secuestró? -¿Cuál?
-Esa ya me parece una pregunta más inteligente. -Voy a matarlo.
-¿Para qué?
-No tengo la menor idea, oficial.
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LOS PRO Y LOS CONTRA DE HACER DEDO Dedo”.
-No sea insensato.
Los hijos del asfalto se pasean entre los automóviles. Cruzan miradas tarifarias -Me pide demasiado, oficial.
con los conductores. Los hijos del asfalto están hechos de intemperie, una sus-
tancia que convoca al deseo.
Con un gesto, sobre todo con el brillo de sus ojos, los conductores dan a entender LOS PRO Y LOS CONTRA DE HACER DEDO
la clase de historia que están buscando. Los mensajes llegan hasta las retinas a
las que van destinados. Los hijos del asfalto suben a los coches como si fueran a PARANOIA
conducirlos. Se sientan con las piernas abiertas. Miran con fascinación el tablero
y llevan una mano al bulto de sus braguetas. Los conductores advierten la proxi- Madrugada y como un tonto, con esta carta en la mano, estoy buscando un bu-
midad del placer y se les estremece la culpa. zón. Los han quitado de todas las esquinas. Probablemente sea ese intendente,
Los hijos del asfalto financian sus vidas con el único capital que poseen: su sexo. Maragall o como se llame, que hoy se dedicó a fastidiarme escondiendo los bu-
A veces cometen algún robo, pero es parte del convenio. Saben que lo que toman zones. He caminado más de diez calles. Ahí veo uno, justo frente al drugstore.
no tiene porqué no pertenecerles. Toman lo que les pertenece. No son malos Alrededor del buzón hay un grupo de jóvenes, algunos montados en sus motos y
chicos. Entregan a cambio la energía de sus cuerpos. Es un negocio mutuo. Los otros desmontados, todos con chaquetas de cuero negro. Me observan mientras
conductores pagan para agitarse en el miedo. avanzo hacia ellos. Parezco Kaspar Hauser con esta carta en la mano y con mi
Con simples miradas se establecen las pautas del contrato. Los hijos del asfalto cuerpo inclinado un poco hacia adelante como si me fuera a caer de narices. Se
besan si eso es lo que se les pide. Acarician, escupen, conversan, golpean, hacen están riendo de mí. Voy con la carta extendida hacia el buzón. Veo dos ranuras.
lo que se les pide. Sé que la ranura para las cartas al extranjero es la de la derecha, lo sé, la he utili-
Es un negocio. Los hijos del asfalto realizan un buen trabajo con los conducto- zado muchas veces, pero ahora lo dudo. Me resulta imprescindible leer esas le-
res. A veces los asesinan, es verdad, pero lo hacen cuando es eso lo que les fue tras borrosas que hay sobre las ranuras. Me acerco más. Se burlan de mí. Los de
pedido. las motos. Disfrutan con mi confusión. Leo “extranjero” en la de la derecha. Lo
sabía. Me he puesto colorado. La cara me arde. Se me contrajeron los músculos
de la nuca y del cuello. Sin embargo no he cometido ninguna torpeza extraor-
MARC Y EL POLICIA dinaria. Coloco la carta en la ranura. Meto la mano lo más profundamente que
puedo. Necesito comprobar que cae y no queda pegada al borde donde cualquie-
-Voy a matarlo y después voy a suicidarme. ra podría robarla. El gesto de arrojar una carta al buzón me parece un acto incon-
-¿Por qué no se suicida primero? cluso, algo que no se termina de hacer. Al soltar el sobre me quedo desamparado,
-Porque de ese modo no sería divertido. Voy a matarlo, oficial. como si en lugar de haber concretado algo hubiese perdido una oportunidad. Re-
-No basta con asesinar a un policía maniatado para ser un héroe, Marc, usted no tiro la mano del buzón, no sin esfuerzo. Hago dos o tres inspiraciones. En alguna
es Butch Cassidy. Además la policía no se tomó nunca el trabajo de perseguirlo. parte leí que bastan unas inspiraciones para que se pase el rubor. Nunca resultó,
-No mienta, oficial, me ha seguido hasta la puerta de mi casa. pero no puedo evitar hacerlo cada vez que me pongo colorado. No sé si hundir
-La calle donde usted vive está en mi recorrido. La Sucia Rata Marc no existe, no en el bolsillo la mano que llevaba la carta o dejarla vacía, colgando inútilmente.
es ni un delincuente, ni un loco, ni un escritor. Cree que está escribiendo un libro Me sobra una mano. No sé qué hacer con ella. Cuelga de un modo ridículo. Me
que le revolucionará la mente a la humanidad y la va de Mesías. Pero no basta rasco la cabeza. La carta me había hecho olvidar de esa mano. Ahora de más. Es
con amontonar historias incoherentes para ser un escritor. una mano tan evidente que resulta imposible disimularla. Los de las motos son
-Es gracioso, la policía no me persigue, pero se toma el trabajo de opinar sobre lo poderosos testigos. Debo regresar a mi casa inmediatamente. Debería dar media
que escribo. Oficial, si yo estuviera en su lugar, buscaría palabras más simpáticas vuelta y tomar por el mismo camino. No puedo. No sé por qué me parece absur-
para despedirme del mundo. do que ellos confirmen que caminé hasta este lugar sólo para alcanzar el buzón y
-¿Del mundo? volver luego a mi casa sin que haya ocurrido algo más importante en mi vida que
-Sí, oficial, en esta circunstancia, para usted el mundo soy yo. Y voy a matarlo. echar una carta en el buzón. No vuelvo. No puedo hacerlo. Seguiré avanzando
-Si me mata lo van a encerrar por el resto de sus días. hasta la otra esquina. Cuando esté en el campo visual de otra gente, que no sabe
-Ya lo sé, en la cárcel voy a poder terminar “Los Pro y los Contra de Hacer que fui al buzón del drugstore, tomaré una transversal y podré regresar a mi
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casa. Ya estoy cerca de la esquina. Los de las motos conspiran. Han cambiado Como si fuera un fatigoso asunto revivir o vivir una historia, la mujer baja la
sus risas por gestos silenciosos. Están en mis espaldas sus miradas. Sé que en un vista y se aleja con el niño. Ni mira atrás. El tren parte llevándose al payaso me-
instante más, en cuanto doble la esquina, van a lanzarse sobre ese buzón. Van a lancólico. Se enciende una luna de hielo en el silencio del parque.
encender un papel y lo echarán dentro para que se quemen todas las cartas. No
hay manera de impedirlo. Si están aburridos incendiarán el buzón. No puedo
suplicarles que no lo hagan. ¿Qué otra diversión puedo ofrecerles a cambio? MARC Y EL POLICIA
Cuando se aburran de vacilar en la puerta del drugstore quemarán el buzón. Y mi
carta nunca llegará a destino. -¿Sabe cómo se le llama a esto?
-No, pero supongo que va a sacarme de mi ignorancia.
-Peinar. La estoy peinando. Estos últimos días no he hecho otra cosa que peinar.
MARC Y EL POLICIA Jalo dos líneas y después me pongo a peinar, cuidadosamente, científicamente,
un nuevo par de líneas y vuelta otra vez a peinar.
-¿Por qué tuvo que cruzarse en mi camino? -¿No se aburre?
-Yo nunca le hubiese hablado, oficial. Fue usted el que se propuso defender al -Sí.
mundo del mal de la libertad. -¿Por qué no ocupa su tiempo en otra cosa?
-Desáteme, hágalo ahora y no le pasará nada. -Buena idea, juguemos a la balsa, oficial, ¿sabe como se juega?
-¡Qué manera estúpida de perder la vida, oficial! ¿Cómo se atrevió a tomar con- -No tengo ningún interés en jugar a nada.
tacto con un loco? Yo iba a suicidarme tranquilamente y usted no me dejó hacer- -Qué mala predisposición, oficial. Dadas las circunstancias, debería comportarse
lo. ¿No conocía los riesgos de acercarse demasiado a la locura o dentro suyo hay con más condescendencia... Le explico: la balsa es más que un juego, es algo que
también un loco que sólo necesita vitaminas para salir a predicar el evangelio revela sentimientos, grados de afinidad o de amor. Imagínese que estamos en una
del placer? balsa: usted, su esposa, sus cinco mejores amigos, su perro, todos los policías de
-¿Adónde quiere llegar? su sección y yo. La balsa se hunde si no arroja peso al agua. Piense, oficial, ¿a
-A ninguna parte. quién arrojaría primero?
-¿Entonces qué está buscando? -A usted.
-Escribir un libro perfecto, matar a un policía y morir de sobredosis. -Oficial.
-¿Qué pasa?
-De esta manera el juego dura muy poco.
LOS PRO Y LOS CONTRA DE HACER DEDO -No lo lamento.
-Debería lamentarlo, oficial, ha perdido una oportunidad para conmoverme.
Una mujer espera apoyada contra un árbol. No hay otros visitantes en el parque.
Sólo el tren de los niños que da vueltas alrededor del invierno.
En la locomotora el viejo conductor conversa con un payaso melancólico. El tren LOS PRO Y LOS CONTRA DE HACER DEDO
parece vacío. No hay nadie en el primero y en el segundo vagón. En el tercero
viaja un niño. El cielo se oscurece. Sólo un niño. Sentado en el último asiento. EL MAR (segunda parte)
Las rodillas apretadas. Conserva en la mano un billete que nadie se ha molestado
en solicitarle. Como una hoja cae el domingo. Un golpe de silencio en el parque. Luego de muchas penurias, como en los cuentos infantiles, el simpático joven
Acaba el viaje. llegó a su destino final, o casi. Sentía la arena en el pelo, el sabor salado en los
La mujer espera en la parada final. Se ha detenido la marcha. Con el gesto con labios, la proximidad del mar. Un último y alto médano era la única separación
que se retira una encomienda sin valor, la mujer recoge al niño. entre su peregrinaje y su objetivo. Sólo atravesar un médano y encontrar el mar.
Como si se hubiesen reconocido o quisiesen conocerse, el payaso melancólico y En este instante la narración o la película se interrumpe. El joven héroe oye una
la madre del niño se miran. voz profundamente sensual que lo llama. Se trata de una hermosa mujer, más
Es apenas un instante. Una imagen congelada. Un sismo en los circuitos sanguí- hermosa aún por el misterio de estar sola en un lugar alejado. La cubre una capa
neos. Una mujer y un payaso se miran. que el viento marino agita. Los pliegues amoldan su silueta o se entreabren y
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dejan ver los muslos rosados, la maraña del pubis, que seguramente tendrá el -De acuerdo, oficial, voy a confiar en usted. Asegúreme que no va a salir a la
sabor de la sal del mar. Los senos se alzan como pequeños médanos calientes. El calle antes de una hora.
simpático joven se queda atónito. Ella lo invita a hacer el amor. Lo invita a hacer -Se lo aseguro, Marc.
el amor ahí mismo. Lo invita a gozar de su cuerpo tan perfecto como un caracol. -¿Ve, oficial?, esta es una prueba innegable de que estoy loco.
El joven se excita, se trata de una situación increíblemente exacta. La mujer de la -¿Cuál?
capa se acerca a él y lo toca. El joven balbucea: -Confío en un policía. Adiós, oficial.
-No, no puedo, tengo que ir a ver el mar. -Adiós, Marc Sucia Rata.
La mujer, entre risas, le responde:
-El mar siempre estará ahí, pero yo no.
El simpático joven se quitó rápidamente el pantalón y la camisa, se echó a los MARC Y EL POLICÍA
brazos de la misteriosa mujer y murió sin conocer el mar. LOS PRO Y LOS CONTRA DE HACER DEDO

Con una mochila en la espalda, la Sucia Rata Marc bajó las escaleras.
MARC Y EL POLICIA Cruzó la calle y caminó por el lado de la lluvia, casi sin apoyar los talones y
silbando.
Llueve. El policía abrió la ventana, apoyó el brazo en el alféizar, apuntó con su revólver
-¿En que piensa, Marc? a la cabeza de Marc y gatilló tres veces.
-En que quiero vivir. Marc, inmutable, continuó su leve marcha bajo la lluvia, con la mochila colgada
-No es el único. en la espalda y las balas en el bolsillo.
-La idea de que nunca más voy a ver el mar o la luna me entristece. Nunca más El policía vio por última vez la imagen del joven que se perdía calle abajo.
un porro de hachís al despertarme. Nunca más encontrar en un libro la frase pre- Y como si cerrase un libro, dijo: Marc, Sucia Rata…
cisa. Nunca más esperar el amor bajo la lluvia. Me avergüenzo de mí mismo: me
gusta vivir. Me gusta mucho.
-¿Está hablando en serio?
-Sí, oficial.
-¿Entones no va a matarse ni tampoco va a matarme a mí? FIN
-No voy a matarme ni voy a matarlo. Es horrible.
-¿Qué es horrible?
-Quedarme enganchado en la vida. Preferir estar vivo.
-No se desaliente, quizás dentro de algún tiempo cambie de gusto.
-Me voy a ir a una ciudad cerca del mar, no es bueno vivir más de dos años en
el mismo sitio.
-¿Cuándo se va a ir?
-Ahora.
-No me deje atado.
-Lo pienso desatar, pero me llevo su revólver.
-Si se lleva mi revólver me obliga a denunciarlo.
-Y si no me lo llevo me liquida directamente.
-¿No se puede olvidar por un instante de que soy un policía?
-¿Qué le pasaría a una rata si olvidara por un instante que el gato es un gato? Voy
a dejar su revólver al pie de la estatua que hay en la estación.
-Marc, Sucia Rata, si el revólver desaparece tendré que denunciarlo. Déjelo aquí
en la casa. Confíe en mí. No voy a impedir que se vaya.
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INFORME SOBRE MOSCÚ
INFORME SOBRE LA SITUACIÓN EN RUSIA
Noviembre y diciembre 1990

1 Reunión en Moscú con el equipo de la filmación y conferencia de prensa.


Exigen que responda con inteligencia. Me elogian. Me hieren. Son intelectuales.
Unos me admiran con sospechosa exageración. Otros encuentran influencias en
mi libro.
Influencias de autores que jamás he leído. No puedo confesarlo. Se trata de auto-
res muy importantes. Un francés se ofrece para hacerme un pico de opio. Le digo
que prefiero hacérmelo yo mismo. Veo algunas sonrisas. Insisto en que prefiero
hacerlo solo. Mi intérprete y el francés se fueron a otro cuarto y regresaron con
una caja metálica y una jeringa de vidrio con una aguja de quince centímetros
de largo. Entiendo las sonrisas. En Moscú no existen las jeringuillas descarta-
bles. Obviamente no puedo aplicármela. El francés me ensarta una vena con
bastante delicadeza. Siguen con las preguntas cultas. Mi intérprete los traiciona
y también traiciona mis respuestas. Lo intuyo. El opio inyectado no parece ha-
berme provocado ninguna alteración. Se sorprenden. Me ofrecen otro. Acepto.
En cuanto sacan la aguja de mi vena empiezo a sonreír. Ahora sí. Sólo el francés
y el director del film se hacen un pico. El resto y las mujeres se limitan a fumar
algo parecido a la marihuana. Me aflojo placenteramente. Dejo de trabajar de
escritor inteligente. Me siento cómodo por primera vez desde que bajé del avión.
Les digo que tengo sueño. Entienden. Me llevan a una habitación desde dón-
de sigo escuchando sus voces. Y parece música ese idioma tan nuevo para mí:
pashalta-pashalta-jarashó – óchin- jarrazo*. No duermo pero mi cuerpo parece
haber olvidado su esqueleto. Me siento como estudiante que abandonó el aula en
que estaba rindiendo exámen.

*:en fonética: por favor – por favor- bien- muy- bien

2 Me fabrico un diccionario fonético con cada palabra que aprendo.


Reunión con latinoamericanos residentes en Moscú.
Los argentinos somos soberbios, según un colombiano. Había un mejicano, dos
colombianos y un ecuatoriano, entre otros.
Tienen una cultura latinoamericana sorprendente. Conocen los escritores y los
modismos de cada país. Recordé a unos peruanos y un chileno que conocí en
un tren rumbo a Venecia. Y fatalmente dije: los argentinos conocemos latinoa-
mericanos cuando viajamos a Europa. El colombiano se burló de mí. Contó una
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serie de chistes sobre argentinos. “Qué hacen dos argentinos en la Torre Eiffel?...
Miran cómo se ve París sin ellos”. La reunión no fue muy feliz. Los defraudé
o les fui útil para continuar la idea que tienen de nosotros. En la despedida, el Domingo sobre la nieve moscovita, un viejo pasea a su nieto en trineo. Los
colombiano me invitó al estreno de una obra dirigida por él, la versión teatral de veo desde mi ventana. Van y vienen van. El niño es un montón de ropas apreta-
Rayuela una novela de autor argentino. Nos admiran. das. Un juguete en un carrito bajo la nieve. El viejo tira hacia un lado y hacia el
otro con una indiferencia tristísima.

3 El opio no me deja dormir. Me tiro en la cama pero los ojos hacen zapping
con imágenes del pasado y del futuro. Temo enfermarme. Pero no puedo dormir. 7 Ayer a la noche corregimos el guión. Hoy terminamos los datos del dos-
Pienso en vos, en porqué no estás conmigo. Estoy confundido. Trabajo con el sier. Leontievna Asrapova, la directora de producción me llevó al Pravda, me
director y el intérprete en la adaptación del libro. Pero creo que vine solamente a hicieron una nota sin fotos. No puedo llevarme el diario a Buenos Aires, sería
tratar de entender mi amor por vos. Los cuervos comen no sé qué en la nieve. Los ridículo. Es una lengua tan jeroglífica. Mañana iremos a Leningrado o Petesbur-
veo por la ventana. Moscú en invierno es la tristeza. La tentación de ser triste. go, no se ponen de acuerdo con el nombre de esa ciudad. Récord de días sin sexo
Todo Moscú con sus cuervos y su nieve, con sus ramas dolorosas me recita en y sin amor. Sé que soy cruel con los que amo. Sobre todo cuando siento que me
los oídos: suicidate. dejaron de amar.

4 Hace más de quince días que estoy aquí. Son las dos de la mañana. En Bue-
nos Aires serán las ocho. Tengo miedo. Pienso que estarás en la cama con otro.
8 Leningrado.
El mar es una planicie helada. En la bahía caminamos sobre el mar. En los ríos
Me pregunto si en la comparación gano o salgo perdiendo. Ya no me puedes y las lagunas la gente hace un agujero en el hielo para pescar. Yo creía que eso
amar ¿Verdad?. Por eso estoy en Moscú. No me atrevo a regresar. Algún día solamente pasaba en los dibujos animados. Mi intérprete ya se dio cuenta que
tendré que volver. Y no sé qué voy a encontrar. tengo un sentido del humor bastante estúpido y que no vale la pena traducirme
Los cuervos se persiguen sobre la nieve. Son tan vangoghtianos como un mal fielmente. Caminamos mil kilómetros de bosque bajo una nevada de cuentos.
presagio. Íbamos a la casa de un pintor. Alguien por gentileza, pidió al intérprete que me
pregunte qué es lo que más me gusta de Rusia. Le respondí: “Que no hay mos-

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quitos”. Porque si encima de esta soledad, de este extrañarte todos los días, de
este peregrinaje absurdo, de tanto tragar nieve, tuviese que soportar un bosque
Noche de sábado. lleno de mosquitos, me enterraría en la nieve ya mismo.
Debo quedarme más tiempo del que pensé. Es necesario para la producción del Por el bien de las relaciones entre Argentina y Rusia el traductor me traicionó
film y para la traducción de mis libros. Me presentaron al hijo de un científico una vez más.
nuclear.

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Un niño ruso de nueve años. Hablamos en francés.
Yo-¿Qué vas a ser cuando seas grande?
El- Lo importante no es qué sino quién voy a ser. Si voy a ser bueno o si voy a En la casa de un pintor probé unos pequeños hongos que él y su esposa
ser malo. recogieron en la primavera. Y por primera vez en Rusia me reí, me reí mucho: de
Hubiera preferido que me respondiese: ¿Y a usted qué le importa? la nieve, del idioma, de la solemnidad soviética, de mi ridículo vestuario cosaco.
Sabio el niño, pero de un modo insolente. Es increíble que de pronto comas seis o siete hongos y empieces a sentirte feliz
Por la mañana te compré una cítara y una especie de mandolina, sé que te van y a reírte de todo.
a encantar. En realidad, no lo sé. En la televisión pasan debates políticos, no
entiendo nada de lo que dicen pero la palabra Perestroika aparece cada vez con
mayor frecuencia.
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cosa, poné cara de angustia y mueve la cabeza como si dijera: “Oh qué terrible”.
Los hongos hacen buenos amigos. Al salir del convento yo caminaba a unos
Dejamos atrás el bosque de Petergolf y volvimos a Leningrado o Pe- cien metros atrás del grupo. Solo con mis pensamientos y mi caja de hongos en
tersburgo. EL pintor nos regaló una caja llenas de hongos con la advertencia de el bolsillo. Nevaba, como siempre. Veo que, pese al frío, los rusos se detienen en
que no comiésemos demasiados porque no íbamos a poder dormir. una pequeña colina escarpada. La nieve los borronea un poco. Qué insólitos son!
Naturalmente no le hicimos caso. Cuando llego a ellos le dicen a Iracli que me cuente que en ese lugar había no sé
Prefiero no dormir a aburrirme como me aburría con tanto ceremonial. qué famoso palacio y los alemanes lo bombardearon. Escucho la traducción y
Ahora me está subiendo la nueva dosis y empiezo a sentirme bien otra vez. Y respondo: -“Me alegro mucho, un museo menos para visitar”, Iracli no aguantó
me acuerdo de vos. No me he acostado con nadie. Pero no se si es por fidelidad la risa. Los rusos se irritaron un poco, pero luego les dio alguna explicación que
o porque no tengo mucho tiempo libre. los reconcilió con un gesto de aprobación. Vuelvo a mantenerme alejado para
Te amo. comer hongos sin que se enteren.

11 Seguimos en Leningrado o Petersburgo. Tuve una historia sexual sin


trascendencia. Claro, fue con mi intérprete. Tanto estar inevitablemente juntos.
14 Regresamos a Moscú en un tren nocturno. Iracli y yo éramos los únicos
pasajeros. Todo el vagón para nosotros. Y la caja de hongos.
El tipo no es homosexual. Se llama Iracli. Esos pequeños hongos del bosque nos Nevaba y el viaje fue misterioso, triste y sicodélico. Sólo me faltabas vos y hu-
unieron demasiado. Me dijo que en Rusia no era prudente que hablase abierta- biera muerto de placer en esa noche blanca.
mente de mi homosexualidad. Y después de otras banalidades agregó que a él le ¿Cómo pudiste canjear esta aventura para quedarte aferrado a tu trabajo y a la
gustaría tener una experiencia sexual conmigo. posibilidad de coger con otros en Buenos Aires?
La palabra “experiencia” me hizo preguntarme a mi mismo si me gusta ser una Izzvinítie*
rata de laboratorio. Y me respondí: sí, me gusta ser una rata de laboratorio.

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Esa noche comimos más hongos que de costumbre.
Iracli me sorprendió pidiéndome que se la metiera despacio. No estuvo mal pero
fue poco placer para mí que (si lo sabrás vos) me gusta coger estilo bestia. Moscú.
Cuánto te extraño. Te prefiero a vos. Siempre preferiré coger con vos. ¿Me estás Estamos terminando de corregir el guión técnico. Escriben simultáneamente una
esperando o ya estas en busca de un nuevo amor? versión en ruso y otra en castellano. Yo les complico la vida. Ya que tuve que
Ojalá no me dejes. alejarme de vos, por lo menos que respeten el estilo de mis diálogos. No quisiera
decepcionarme como con la versión teatral que hicieron en Buenos Aires. El

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director es lento. Se mueve como la nieve. Debo ir a la premier de un film de
Loantievna Asprova, la productora del que estamos preparando. El estreno es a
Iracli tiene una esposa y una amante. Cuando pasa la noche con al- las 16. Aquí a esa hora ya es de noche. Iracli me lleva a la casa del vestuarista
guna de ellas procura dejarme en compañía de gente que hable inglés o francés. para que me disfrace de elegante. Soy el invitado de honor.
Todos son amables conmigo, pero yo cambio este viaje por estar a tu lado en San ¿Por qué no estas conmigo?
Telmo y que me sigas queriendo.

13 Leningrado o Petersburgo
16 No sé como terminé en esta fiesta en la embajada norteamericana.
Estoy bastante borracho en compañía de una cantante lírica canadiense y de un
Comí hongos en el desayuno. Dentro de un rato empezaré a flotar. Mi primer pianista chipriota. Hay un grupo de ruidosos jóvenes americanos que bailan la
pensamiento es para vos. canción del Rocky Horror Show con una mano en la cabeza, otra en la cintura y
Me llevan a conocer un convento del siglo nosécuanto. Estoy con Iracli y otros dan saltitos. Qué pena que te pierdas de este circo!
ocho rusos. Iracli ya me traduce cosas como: “Dicen que aquí sucedió no sé qué En la premier ta habrías sentido orgulloso de mí. Moño y solapas brillantes.
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Durante los discursos me iluminaron con un reflector y una mano me ayudó a
ponerme de pie. El cine aplaudió y se me llenaron los ojos de lágrimas. Le pedí
a Iracli que me tradujera. Últimos días en Rusia. Está nevando. Si regreso en verano me va a
Dije:- Pañiatna…pañiatna…spasiva.* Y no estabas a mi lado. ser imposible reconocer esta ciudad. Cena para festejar el fin de año en el Ho-
tel Ucrania. Después de comer, los menos formales del equipo subimos al piso
*1 En fonética: Perdoname./*2 En fonética: Entiendo… entiendo… gracias. treinta. Y aquí estoy, borracho de champagne y vodka mirando los fuegos artifi-
ciales desde una ventana. Esta es la suite de Jean Cristoff, un fotógrafo francés

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que se radicó en Moscú para dejar la heroína. Aquí vive matándose con alcohol,
no ganó mucho con el cambio.
Hoy es nochebuena. Iracli consiguió más opio inyectable. A la madrugada propusieron bajar en busca
A champagne y porro todo el día. Viajo en el metro. Ya domino la ciudad. La de aventuras sexuales. Yo dije estúpidamente: “Me gustaría ser fiel”: ¿”fiel a
gente es amable conmigo. Salgo solo y hablo una especie de ruso-apache. Em- quién”?- me preguntó Jean Cristoff mientras veíamos extinguirse los últimos
piezo a amar a los moscovitas. Son silenciosos pero cuando discuten ponen un fuegos artificiales.-“Sólo tiene que serte fiel a ti mismo”. Una buena frase para
entusiasmo casi napolitano. En el centro hay cinco pinos con adornos de navidad tranquilizar conciencias… Pero me hice llevar a mi casa. Compartí el viaje con
y la palabra PAZ escrita en ruso y en inglés. Me dicen que en New York hay una pareja de técnicos moscovitas. Ella no me conocía, pero él había leído el
cinco iguales: ingenuidad navideña. ¿Qué sucede en Buenos Aires? ¿Qué hacés? original de la versión rusa de mi libro y me recitó en ingles el capitulo que dice:
¿Con quién estás? “no dejes que se vaya, asesínalo…” Cuando llegamos a mi casa le dije: “You
enjoy my night”, que espero que haya sido lo que quise decir, porque el opio me

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había puesto más tarado aún. Ya estoy otra vez solo en esta casa que parece el
escenario de una obra de Chejof. Y pienso en vos.
Fui a ver una obra en la que trabajaba el actor que hace de policía en Y también siento que amo Moscú. Te quiero y no entiendo nada de lo que nos
nuestra película. El primer acto duró una hora cuarenta y cinco minutos. En el ocurrió.
entreacto salí a fumar un porro. Acá en los teatros te dan con la entrada un par de

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largavistas. Para no aburrirme, durante el segundo acto regulaba los lentes y le
miraba el bulto a los actores que por suerte eran casi todos jóvenes. La obra era
Los Poseídos, de Camus. Ahora estoy en el Hotel Inturist. Vine a tomar un whis- No te conozco. Hoy, por la mañana, estuve casi diez minutos pregun-
ky. Ya voy por el tercero. Este hotel parece Casablanca, no por la decoración tándome qué marca de cigarrillos fumabas, para comprarte un cartón cuando
sino por el movimiento sospechoso de la gente: tranzas, mercado negro, visas, pase por el Free-Shop del aeropuerto. Me recriminaba por haberlo olvidado.
dólares, putas. Un Moscú detenido en los años 50. Después me recriminé haberme olvidado que nunca fumaste. Ahora pienso en
En tu carta me decís que si me quedo será porque lo paso bien. vos y me estoy masturbando mientras en la TV Gorvachof discute en un debate
Sos cruel: a tu lado lo paso mejor. Olvidás lo complicado que fueron los trámites y me empieza a bajar el efecto del opio. Luego comeré algo y me iré a dormir.
para venir aquí. Para salir de Rusia es igualmente complicado. Te amo. ¿Cuánto hace que me dejaste de amar?

19 Cuando me dieron la comunicación con Buenos Aires no pude hablar


22 Ultimo despertar en Moscú.
Nieva. Nieva. Nieva.
con libertad. Estaba reunido con la productora, el director, Iracli y unos editores Salgo a caminar por un parque antes del desayuno. ¿por qué no estás conmigo?
firmando papeles relacionados con los derechos de autor del guión y por la edi- Ultimo paseo por la ciudad. La ceremonia del adiós en el aeropuerto. Vinieron a
ción rusa del libro y de dos libros infantiles. Ni siquiera me atreví a lanzar un despedirme los actores y los productores del film.
grito por la dicha de escuchar tu vos y a decirte que me muero por verte. Casi todos lloran. Esta gente me quiso de verdad. Iracli me recitó un poema po-
pular ruso y yo le pedí que no lo tradujera porque lo entendí. Me abrazó como se
abraza a un amante. Nunca voy a olvidar a este tipo.
Jamás me iría de Rusia si no fuese porque tengo la esperanza de que continúes
198 199
viviendo junto a mí. Voy hacia tu encuentro.
Adiós, Moscú.

23 El avión hizo escalas en Argelia, en la Isla de Sao y en Bahía.


Ya estamos sobrevolando en norte de Argentina. No pienso más en Rusia, allá la
semana próxima comienza la filmación de Marc, la sucia rata. Ya son un recuer-
do ese libro y ese país. Deseo llegar a Buenos Aires. Verte. Desesperadamente.
Dentro de quince minutos el avión aterrizará en Ezeiza. Y yo, tan confundido
como cuando me fui. Que estés esperándome. Que estés esperandome… Pas-
halsta…Pashalsta…Por favor…Por favor.

EPILOGO

Los
BUENOS AIRES, ENERO DE 1991

24
Pterodáctilos
El avión aterrizó en el aeropuerto internacional de Ezeiza. No me
estabas esperando. La situación política de Rusia modificó el mapa del mundo.
Fuí a la Unión soviética y hoy ese país no existe más. La búsqueda de un sistema
social solidario fracasó. Triunfó el capitalismo.
Tu amor se había agotado. Me dejaste viajar solamente para que lo entendiera.
Pero sin embargo no lo entendí hasta arribar al aeropuerto y no encontrar tus ojos
entre los que me esperaban. Y no lo acepté hasta llegar a nuestra casa y leer tu
carta de despedida escrita con el horrible estilo de los que han dejado de amar.

FIN

200
I
En la era más estrambótica de la Tierra, los pterodáctilos fueron los únicos seres
capaces de construir parejas absolutamente fieles.
En el caso de que muriese uno de los integrantes, el otro no formaba una nueva
unión.
Si el pterodáctilo sobrevivía, dedicaba el resto de su existencia a deambular por
los sitios frecuentados con su pterodáctila. Y realizaba este peregrinaje sin comer
ni beber. Sin ir en búsqueda de otra compañera.
Poco a poco iba debilitándose hasta que moría,
preferiblemente en el exacto lugar en el que había caído su pterodáctila.

203
II III
Ella lo amaba. Volar hambrientos, pero juntos,le parece una fascinante aventura. En la sinfónica turbulencia de la atmósfera, entre nubes doradas, un pterodáctilo
Ama su coraje. Ama la paciencia de su vuelo sobre los volcanes. Lo considera vuela junto a su pterodáctila. Sus ojos antediluvianos son los espejos del fuego
un valiente.Ella lo ama. Ama que se olvide de comer por atrapar una piedra azul. en el corazón de los volcanes. Vuelan juntos. Como viajeros elegantes.
Hay otros pterodáctilos, pero ninguno tiene su estrafalaria manera de planear. ¿De qué sirve un pterodáctilo sin su pterodáctila?
Ella lo ama. Desde el día en que conoció a ese tonto pterodáctilo nunca se separó Toda la Tierra con sus ardientes temperaturas
de su lado. Por eso él sabe que ella lo ama. y con sus inesperados desplazamientos les ordena amarse.
Y sobre la catedral volcánica del planeta, y sin saberlo, los pterodáctilos están
amándose.

204 205
IV V
De pronto su vuelo se interrumpió. La pterodáctila cayó por un túnel transparen- Vuela. No lo distraen las piedras azules que saltan de los volcanes. Sigue su
te en el aire. Cayó sobre la arena como una roca. rumbo. Y su rumbo es buscarla.
Como un meteorito atraído terriblemente por la Tierra. Sus retinas sólo reflejan la imagen de ella Cree verla en el movimiento de una
Estaba en vuelo y el vuelo se detuvo como un amor que dice que no. Un rama o sobre la cresta salvaje de una ola.
instante de desconcierto y luego la pterodáctila cayó. No se pregunta por qué se fue. Se pregunta hacia dónde.
El pterodáctilo volaba a su lado. Supo el momento preciso en que su pterodáctila Su cabeza de cretáceo no puede concebir un abandono, sólo un extravío.
cayó. Pero no miró hacia abajo. Negó el vacío. La implacable vertical de la caída. Es puro volar sin calma, un vivir buscándola para salvarla y salvarse al tiempo
Miró hacia un costado y hacia otro. No la vio. Se resistió a aceptar lo dema- que la salva.
siado obvio. Y no se animó a mirar hacia abajo. Con espanto volvió la cabeza Sin ella, volar es un acto inútil.
hacia un costado y hacia el otro. Se tropieza con las nubes y confunde el cielo con el mar. Va de un lado hacia
La buscó en todas las posibilidades de vuelo. otro, desorientado y torpe. Fatiga tanto el vuelo si se
Nunca miró hacia abajo. vuela solo. No quiere volar. Quiere querer.
Aterrizó en la playa. No los unían los proyectos ni la costumbre.
Caminó con la vista más allá del presente, buscándola lejos. Lejos. Se detuvo sin Los unía el volar sabiendo que el otro volaba al lado. Los unía ese voltear la
verla. Intuyó la presencia de una roca nueva sobre la arena. El pterodáctilo cubrió cabeza en el mismo instante como para decirse:
su cara con cuarenta millones de años.
Una tras otra resbalaron sus monumentales lágrimas. ¿Ves?, estamos volando.
En la boca ígnea de los volcanes resonaron sus alaridos. Pero nunca miró hacia
el sitio del dolor.

206 207
VI
Con larval inocencia un pterodáctilo busca a su pterodáctila. Él no sabe nada de
la muerte. Sólo sabe planear con ella como dos gigantes remeros del espacio.
Sólo sabe que un pterodáctilo y una pterodáctila son un mismo cuerpo. Y ahora
a él le falta una parte.
Ella murió una noche en que los cielos eran dorados. Aún está sobre la arena su
cadáver fosilizándose, pero él insiste en la búsqueda porque eso no es ella, no es
su pterodáctila: le falta el vuelo, la mirada y el olor del amor: Ignora las leyes de
la naturaleza, cree en el reencuentro. Si necesita a su pterodáctila tiene que ser
porque en algún sitio ella lo espera.
Vuela chocando contra todas las salientes de la noche. Va una y otra vez por los
lugares que conocieron juntos. Desde la orilla de aquel lago vieron la primera
lluvia de estrellas, en ese cráter la tuvo entre sus alas.
Vuelve al cielo. Insiste en la búsqueda. Es una esperanza en vuelo y condenada.
Desde lo alto de la noche color magenta se lanza en picada. Solitario y en silen-
cio se desploma en ese fragmento de playa que nunca quiso mirar.

208
Catálogo Michaux Editorial

Records De La Polla – Michaux Editorial


Por Los Hijos Lo Que Sea – Evaristo Páramos
Commando – Johnny Ramone
Eskorbuto: Historia Triste – Diego Cerdán
Spirit of 69 – George Marshall
Antología Poética – Jim Morrison
Biafra For President! – Jello Biafra
Guitarra Negra – Luis Alberto Spinetta
El Último De Los Hippies – Penny Rimbaud
Obsesión De Vivir – José Sbarra
Este y todo el catálogo de Michaux podes encontrarlo Aleana – José Sbarra
en la FLIA: FERIA DEL LIBRO INDEPENDIENTE. Manifiesto Punk – Greg Graffin
Miedo Y Asco En Las Vegas – Hunter Thompson
La Banda De Los Chacales – Enrique Symns
Cuando Me Muera Quiero Que Me Toquen Cumbia – Cristian Alarcón
Rimbaud, El Hijo – Pierre Michon
Punk, La muerte Joven- Juan Carlos Kreimer
El Sonido Primordial – Luis Alberto Spinetta
Antología José Sbarra – Michaux Editorial
Diarios Y Cartas – Kurt Cobain
Opio, diario de una desintoxicación- Jean Cocteau
Poesía Anónima Africana – Michaux Editorial
Breviario De Los Vencidos-Emil Cioran
Poesías- Miguel Abuelo
Tejiendo Sueños- Patti Smith
Otro Mundo – Alverto De Mari
Arin – Alverto De Mari
El Libro De Los Terremotos – Alverto De Mari
Oleaje – Nicolás Prieto
El Árbol Inminente – Nahuel Martinez
Sensuales Cadáveres Del Apocalipsis – Ezekiel Malamorte
La Versatilidad De Los Días – Candelaria Draghi
Deviniendo Imperceptible – Nadia Neyret Balart
Las Neuroruinas- Ángel Martín
Dj- Ariel Presti
Impreso y encuadernado artesanalmente
en el taller
La Noche Incierta
No se donde es ni cuando fue.
Mucho menos se quien lo hizo.

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