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Control de la Ira

Es común que
el ser humano
experimente
diversas
emociones
fuertes, sobre
todo cuando
hay
desequilibrios.

Entre ese tipo


de emociones se encuentra el enojo, y es que es inevitable llegar a sentirlo
en algún momento de la vida cuando existen circunstancias que de alguna u
otra forma generan cierta incomodidad.

Sin embargo, cuando el enojo se sale de control y estos episodios ocurren


reiteradamente, aparece lo que se conoce como la Ira.

¿Qué es la ira?

Se trata de una mezcla de enojo, furia e indignación que por lo general suele
estar acompañada de explosiones de violencia. Este sentimiento trae
consigo el bloqueo de otras emociones y de la conciencia misma.

Es bueno que los sentimientos salgan afuera, pero éstos deben salir en
forma adecuada porque pueden dañar a los demás y a nosotros mismos.

Debemos encontrar la fuente de nuestro enojo y tratar de controlarlos. Es


importante que comiences a ser consiente en el momento que la ira viene.

¿Es cuando las cosas escapan de tu control? ¿Es cuando te sientes


rechazado? ¿Es cuando las cosas no te salen bien?

Trata de pensar cuál es la sensación que detona tu ira. Cuando la


encuentres tienes que comenzar a trabajar contigo mismo, disminuyendo el
ego y aceptando las circunstancias.

Tampoco se trata de reprimir la ira, porque tiene que salir.

Consecuencia de reprimir la Ira:

La persona se vuelve hostil


Se presenta la irritabilidad
Conducta agresiva
Dolores de cabeza
Alteración del comportamiento arterial
Complicaciones gastrointestinales
Estrés
Ansiedad
Depresión

¿Qué se debe evitar?

Reprimir los sentimientos


Herir a los demás
Las conductas negativas
Mantenerse dentro del origen del problema
Culpar reiteradamente a otros
Hablar desde el enojo, recuerde que las palabras no se pueden recoger
El sarcasmo

¿Cómo se maneja?

Expresando claramente las emociones


Acepte que se encuentra sumamente enojado
Respire y mantenga la calma, por más difícil que esto sea deberá intentarlo
Libere las tensiones practicando algún ejercicio o simplemente salga a
caminar
Enfóquese en recordar algún episodio cómico que le haya ocurrido, utilice la
risa para aliviar las tensiones
Practique el perdón
Busque una solución
Pida ayuda, sobre todo si siente que la situación se le ha salido de las manos
Si tu ira tiene momentos de violencia, es importante que pidas ayuda. Es
normal que muchas personas pasen por esta etapa, pero es importante que
puedas ver porque no puedes controlarte en éstos momentos.

Ten en cuenta que la ira puede destruir muchas relaciones importante en tu


vida y terminará por destruirte a ti.

Te invito al amoroso camino de la meditación, para que puedas comenzar a


domar tus sentimientos, entrando en contacto con tu verdadera esencia y
olvidándote de las cosas que te hacen mal.

Suelta el ego y refúgiate en el amor…


El amor es el salvador de nosotros mismos, trata de transformar la ira en una
emoción menos violenta y más positiva para ti. Por ejemplo, cuando sientes
que vas a explotar, sal a la calle, corre, camina rápido, haz un ejercicio que
pueda sacar afuera todo ese sentimiento.

Acéptate y dale amor a los demás, es la mejor forma de caminar.

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