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FACTIBILIDAD (EN LA SELECCIÓN DE MATERIALES) PARA EL DISEÑO DE PRODUCTOS

En el texto “Interaction between Functional and Human-Centered Attributes in Materials


Selection” el autor, Kevin Edwards, expone la problemática entre los métodos
contradictorios establecidos por el diseño técnico y el diseño industrial para la selección
de materiales. Tras establecer sus respectivas incoherencias procedimentales, Edwards
logra conciliar dichas perspectivas, proponiendo métodos convergentes para la selección
de materiales que permitan un proceso de razonamiento análogo y eficaz para el diseño
de producto.
Seleccionar materiales para el diseño no es fácil; sea este un nuevo desarrollo, como lo es
el caso del diseño técnico, o una mejora a un producto ya existente, como lo es el caso del
diseño industrial. Existen métodos tanto cuantitativos (relacionados a las propiedades que
determinan el desempeño del material), como cualitativos (relacionados a las
características que determinan aspectos sensoriales y/o perceptuales de la relación
hombre-objeto).
El diseño técnico, por un lado, cuenta con múltiples herramientas para cuantificar el
desempeño que se requiere de un material con el fin de cumplir con una serie de “Product
Design Specifications” (Requerimientos de Diseño). Existen tablas, textos, bases de datos
y demás fuentes de información que categorizan y/o jerarquizan tanto propiedades como
aplicaciones de los materiales; o bien, softwares de modelado y simulación que permiten
aproximarse con mayor precisión a un posible funcionamiento del producto según el
material seleccionado. Sin embargo, determinar o DEDUCIR la aplicación de un material,
una aleación o interacción de dos o más materiales valiéndose exclusivamente de su
desempeño técnico, sesga las tomas de decisiones en el proceso de diseño; ya que se cae
en la desconexión con las necesidades humanas del usuario final y su percepción de la
experiencia de uso. Por otro lado, el diseño industrial, carece de herramientas que
permitan determinar y/o medir con exactitud los requerimientos de diseño en términos
de necesidades estéticas y/o emocionales del usuario. Aunque existen esquemas como la
escala de Likehert, métodos etnográficos para identificar patrones de comportamiento,
estrategias para el análisis psicológico del usuario derivados del “Design Thinking”, entre
otros; los parámetros estéticos y comunicativos de los materiales son finalmente filtrados
y fijados a través y por del diseñador (o equipo de diseño) en la fase conceptual del
proyecto. INDUCIR la aplicación de un material, una aleación o interacción de dos o más
materiales valiéndose exclusivamente de la personalidad y/o el “gusto”, sesga las tomas
de decisiones en el proceso de diseño; ya que se cae en la desconexión con las necesidades
técnicas del material que también afectan la relación hombre-objeto.
Si bien ambos métodos de selección de materiales para el diseño son válidos (puesto que
contemplan aspectos como la viabilidad y la deseabilidad de un producto
respectivamente), en congruencia con lo establecido por el autor en cuestión, no es
suficiente implementar solo uno de los dos métodos; ya que los requerimientos o
especificaciones del diseño de producto, contemplan diversas dimensiones (funcional-
operativa, tecno-productiva, estético-comunicativa, etc.) para garantizar su debida
implementación y una acogida exitosa por el mercado, comunidad o usuario al que va
dirigido.
Es entonces donde entra el concepto de FACTIBILIDAD en la selección de materiales para
el diseño de productos. La factibilidad surge a partir de la conciliación entre la mirada del
diseño técnico (que está enfocada en la viabilidad del producto) en oposición a la mirada
del diseño industrial (que está enfocada en la deseabilidad del producto). Edwards, propone
entonces dos posibles soluciones o rutas facilitadoras dichas contradicciones: The Semantic
Differential Scale y Multicriteria Decsition Making (MCDM). Esta perspectiva expande las
posibilidades del diseñador, sea técnico, industrial o de producto. Ya que permite abordar
los procesos de selección de materiales desde un razonamiento análogo, estructurado,
eficaz y eficiente.
Finalmente, cabe aclarar que, la aplicación del material, aleación, o interacción de
materiales “ideales” para un proyecto de diseño; trasciende un ejercicio teórico coherente.
Sin realizar un debido trabajo de investigación, experimentación y validación consiente
de los materiales opcionados en las fases de conceptualización, conformación y
materialización, no se lograrán resultados consecuentes con todos los requerimientos de
diseño. Por tanto, el autor asegura que: es importante mantenerse abierto, tener
flexibilidad y consistencia antes, durante y después del proceso de selección de materiales;
ya que un diseño siempre estará susceptible a mejoras.

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